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Afectaciones psicosociales de la cuarentena por COVID- 19 en un grupo de bailarines de la ciudad de Medellín- Valentina Velásquez Giraldo

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Afectaciones psicosociales de la cuarentena por COVID-19 en un grupo de bailarines de la ciudad 
de Medellín 
 
 
 
 
 
 
Valentina Velásquez Giraldo 
 
Trabajo de Grado 
 
 
 
 
 
Asesor, docente 
Juan Gabriel Carmona Otalvaro 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD EAFIT 
ESCUELA DE HUMANIDADES 
 
 
 
2 
 
Afectaciones psicosociales de la cuarentena por COVID- 19 en un grupo de bailarines 
de la ciudad de Medellín1 
Por: Valentina Velásquez Giraldo2 
Resumen 
Objetivo. Describir las afectaciones psicosociales de la cuarentena por COVID-19 en un 
grupo de bailarines de la ciudad de Medellín. Marco de referencias conceptuales. Los 
conceptos abordados en esta investigación son las afectaciones psicosociales, los efectos en 
la labor profesional, los efectos en los estados afectivos, los efectos en los vínculos afectivos, 
la cuarentena por el COVID-19 y Danza. Método. Se hace uso del método cualitativo, un 
diseño descriptivo transversal. Se recurre a un análisis de caso, recogiendo la información 
por medio de entrevistas semi-estructuradas. Resultados: Los efectos psicosociales con 
relación a la labor profesional, estados y vínculos afectivos, dan cuenta de que la pandemia 
introdujo importantes modificaciones en el entorno como en la subjetividad de los bailarines. 
La danza como la relación con ella propiciaron una reestructuración de lo laboral y de los 
vínculos en términos adaptativos. Discusión y conclusiones: Los efectos psicosociales 
preponderantes se presentan en términos de riesgo y protección, dado que se produjo un 
estado de incertidumbre laboral y afectiva; sin embargo, la relación con la danza continuó 
siendo un aliciente fundamental en el grupo de bailarines para representarse y desempeñarse 
en el mundo. 
Palabras clave: COVID-19, cuarentena, afectaciones psicosociales, danza. 
Introducción 
El presente trabajo de grado busca describir las afectaciones psicosociales en una 
población de bailarines de la ciudad de Medellín, causadas por el confinamiento decretado a 
raíz de la pandemia del COVID-19. 
La humanidad fue sorprendida a principios del año 2020 por un virus hasta entonces 
desconocido, que se originó en la población de Wuhan, en China, y rápidamente se extendió 
 
1 Trabajo presentado como requisito parcial para optar al título de Psicóloga. 
2 Estudiante de noveno semestre del Departamento de Psicología de EAFIT. Asesor: Juan Gabriel Carmona. 
3 
 
por los cinco continentes debido a las facilidades de movilidad internacional creadas por la 
globalización. 
En cuestión de pocas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró 
una pandemia, producida por el coronavirus SarCOV-2, causante de una enfermedad –
bautizada como COVID-19 que afecta el sistema respiratorio principalmente, pero que 
también causa daños en otros sistemas del cuerpo, hasta producir la muerte de personas de 
todas las edades, aunque sus mayores víctimas están entre las personas de más de 70 años. 
Sobre los daños y efectos médicos del virus, todos los días se hacen nuevos anuncios y 
se avanza en múltiples investigaciones alrededor del mundo. Aunque varias farmacéuticas 
han posicionado sus vacunas, el virus aún se puede contraer y las consecuencias a largo plazo 
siguen siendo desconocidas. Los efectos de la pandemia sobre la salud mental, sobre la 
economía y sobre el sistema de vida son más claros, aunque tampoco hay soluciones 
definitivas. Todo lo que rodea esta pandemia está regido por el signo de la incertidumbre. 
La primera medida que se tomó en la mayoría de países para evitar los contagios fue el 
confinamiento de las personas en sus casas. Lo que inicialmente los gobiernos decretaron 
como cuarentena, se prolongó sin una fecha fija para su levantamiento. En el caso de 
Colombia, el país fue declarado en confinamiento desde el 25 de marzo del año 2020, con 
prórrogas sucesivas que se produjeron hasta el 31 de agosto del mismo año. En Antioquia 
inició el encierro unos días antes, con motivo del puente del 19 de marzo en lo que se llamó 
“Cuarentena por la vida”, desde la Gobernación del departamento. 
 La pandemia causó grandes transformaciones en la vida cotidiana de las personas y de 
las instituciones. El confinamiento fue la respuesta más extendida como fórmula para evitar 
el contacto social. De aquí se derivó una organización de las empresas que privilegió el 
teletrabajo y a las universidades las forzó a adelantar sus planes de digitalización del proceso 
de enseñanza-aprendizaje, pero que, para otros sectores como el turismo, los restaurantes, los 
espectáculos, los eventos y las expresiones culturales, significó el cierre total durante un poco 
más de cinco meses, desembocando en una crisis económica de gran magnitud. 
Por esta razón, a las preocupaciones por la salud personal y de familiares y amigos, se 
sumaron la incertidumbre económica y la lucha por sobrevivir en medio de condiciones 
adversas para sectores muy amplios de la población. Al mismo tiempo, las circunstancias 
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crearon un marco adecuado para pensar en la solidaridad y en la necesidad de buscar una 
salida colectiva a una crisis global. 
Es pertinente investigar acerca de esta temática, ya que es una situación que afectó a la 
población a nivel mundial, lo que produjo en las personas un alto grado de incertidumbre con 
respecto a los cambios en su vida cotidiana, a las medidas que se debían tomar por el alto 
riesgo de mortalidad y hasta cuándo tendrían que convivir con este virus. 
Los cambios en la vida de la población mundial afectaron diversos factores 
psicosociales en las personas, debido a que una de las medidas más efectivas, según la OMS, 
fue el distanciamiento social, lo que conllevó a aislarnos de nuestros amigos y familiares. 
Considerando esto, es importante reflexionar sobre la problemática que está causó en 
el segmento poblacional de los actores culturales y específicamente de los bailarines y de qué 
manera se vieron afectados por la pandemia. Desde antes de esta, es motivo de preocupación 
la incertidumbre en el ingreso del sector informal, teniendo en cuenta que no existe una fuente 
de ingreso fija, circunstancia que se vio más afectada por las condiciones propiciadas por la 
pandemia. 
Además de esto, la investigación hace un aporte al investigar una población que en 
general no se tiene en cuenta (bailarines), lo cual favorece la generación de conocimiento y 
la posibilidad de intervención sobre ese sector poblacional. 
La población elegida es un grupo de bailarines de la ciudad de Medellín, ya que los 
artistas fueron una población bastante afectada por la cuarentena. En su mayoría, son 
estudiantes de danza que a la vez ejercen como profesores de diferentes academias de la 
ciudad y, además, hacen parte de grupos de competencia de esta disciplina y, por lo tanto, 
gran parte de su vida gira en torno al baile. Muchos de ellos aspiran a convertir esta actividad 
en su principal fuente de ingresos, además de ser su centro de entretenimiento y el eje de su 
realización personal. 
Debido a la cuarentena, las clases pasaron de ser presenciales a virtuales y esto dificulta 
tanto la experiencia del profesor como del alumno, así como el cumplimiento de los objetivos 
de aprendizaje, ya que es más difícil corregir errores, notar si todos están sincronizados y 
transmitir las sensaciones que se deben tener al momento de hacer una coreografía; además, 
los alumnos pueden tener retrasos en su proceso de aprendizaje, sentirse inconformes con el 
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espacio que tienen en su hogar y perder la motivación ante las condiciones adversas o no 
habituales de su práctica. De igual manera, la virtualidad no garantiza el aprendizaje correcto, 
ya que la imagen que se presenta en pantalla puede cambiar en la orientación de las 
instrucciones. Por estas razones los estudiantes pueden terminar abandonando las clases y 
hasta los grupos de competencia. 
En su cotidianidad,los bailarines están acostumbrados a pasar gran cantidad de tiempo 
fuera de sus casas ya sea dictando clase, tomando clases de sus colegas, o practicando con 
sus amigos las diferentes técnicas que se pueden encontrar en los diversos estilos de baile. El 
baile, además de su vida laboral, también es gran parte de su vida social. 
Este grupo poblacional fue escogido debido a que la mayoría de las investigaciones 
durante el confinamiento se centraron en trabajos formales o informales de población 
vulnerable, como son por ejemplo los vendedores ambulantes. Desde antes de la pandemia 
inclusive, muchas personas consideran que el baile no es un trabajo sino una expresión de 
arte y, por esto, tienen el prejuicio de que dedicarse a la danza es querer “morirse de hambre”. 
A pesar de esta situación, los bailarines han decidido ejercer esta profesión y adecuar su estilo 
de vida a los ingresos informales, los cuales se han visto afectados por la pandemia, al igual 
que el de muchas otras poblaciones, pero no es frecuente que las personas que no tienen a 
alguien cercano que se dedique al baile se pregunten por la forma cómo ha afectado esta 
situación a este segmento poblacional. 
 Por las razones aquí expresadas, esta investigación se hace la siguiente pregunta: 
¿Cuáles son las afectaciones psicosociales de la cuarentena por COVID- 19 en un grupo de 
bailarines de la ciudad de Medellín? 
Objetivos 
General 
• Describir las afectaciones psicosociales de la cuarentena por COVID-19 en un grupo 
de bailarines de la ciudad de Medellín. 
Específicos 
• Identificar los efectos sobre la labor profesional derivados de la cuarentena. 
• Identificar los efectos sobre el estado anímico derivados de la cuarentena. 
• Identificar los efectos sobre los vínculos afectivos derivados de la cuarentena. 
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Marco de referencias conceptuales 
Antecedentes 
El propósito del estado del arte es facilitar los conceptos que permiten interpretar los 
datos para dar cumplimiento a los objetivos, en relación con el tema de estudio, que –como 
se ha dicho- son las afectaciones psicosociales en el contexto de la cuarentena por el Covid-
19 en una población de bailarines de la ciudad de Medellín. Para allanar los conceptos 
fundamentales se revisaron en total 15 artículos científicos. 
Respecto de los problemas y propósitos tratados, 11 de los artículos analizados 
abordan la problemática que ha dejado la pandemia por COVID-19 (Gallegos, M., et al, 2020; 
De La Caridad-Ribot, V, et al, 2020; Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 
2020; Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; 
Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; 
Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020; 
Brooks, S-K., et al, 2020), ya se trate de recomendaciones para afrontarla (2) (Gallegos, M., 
et al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020), analizar cómo es el comportamiento humano (1) 
(Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020), la repercusión o impacto que deja en la salud mental (6) 
(Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 
2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Marquina-
Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Andrade-
Mayorca, M-F., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020; Brooks, S-
K., et al, 2020), las afectaciones que esta presenta en lo laboral (4), principalmente el estrés 
laboral, la depresión y la ansiedad (Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; 
Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D. 2020; Flores 
Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020). También se investigan los factores 
psicosociales y sus afectaciones relacionados con otros temas ajenos a la pandemia como es, 
por ejemplo, el consumo de sustancias psicoactivas (2) (Varela-Arévalo, M-T., et al, 2007; 
Mendoza-Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 2017). El tema más tratado es el del impacto 
psicológico de la cuarentena y maneras de reducirlo. 
En relación con los marcos conceptuales, los términos más utilizados fueron COVID-
19 (7) (Gallegos, M., Zalaquett, et al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-
Ribot, V., et al, 2020; Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; 
7 
 
Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020), 
impacto psicológico o psicosocial (4) (Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, 
V., et al, 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, 
L. 2020), pandemia (4) (De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; Monterrosa-Castro, A., et al, 
2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020),salud mental 
(3) (Gallegos, M., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; Pérez Valdés, M-A., et 
al, 2020) y ansiedad (4) (Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; Flores Díaz, J-C & Jácome 
Llumipanta, A-R. 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Martínez Garzón, D-C. 2018). 
Los autores más mencionados fueron la Organización Mundial de la Salud (12) (Gallegos, 
M., et al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; 
Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; 
Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Flores 
Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Martínez 
Garzón, D-C. 2018; Mendoza-Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 2017; Varela-Arévalo, M-
T., et al, 2007),la Organización Panamericana de la Salud (4) (De La Caridad-Ribot, V., et 
al, 2020; Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; 
Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020) ,American Psychiatric Association (2) 
(Martínez Garzón, D-C. 2018; Varela-Arévalo, M-T., et al, 2007),Ministerio de Salud (5) 
(Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; 
Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-
R. 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020), Ministerio de Trabajo (2) (Echeverri-Gómez, 
P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 
2020),Organización Internacional del Trabajo (3) (Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-
Castellanos, E-G. 2020; Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; Flores Díaz, J-C 
& Jácome Llumipanta, A-R. 2020), Brooks SK, Webster RK, Smith LE (2) (De La Caridad-
Ribot, V., et al, 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020) y Wang C, Pan R, Wan X, Tan 
Y, Xu L, Ho CS, et al, Liu X, Kakade M, Fuller CJ, Fan B, Fang Y, Kong J, et al (2) 
(Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020). 
Los tipos de estudios más desarrollados fueron el narrativo (7) (Gallegos, M., et al, 
2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; Pérez Valdés, M-
A., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020; Brooks, S-K., et al, 
8 
 
2020; Mendoza-Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 2017), el descriptivo (7) (Echeverri-
Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 
2020; Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 
2020; Martínez Garzón, D-C. 2018; Varela-Arévalo, M-T., et al, 2007; Espín Andrade, A-
M. 2005) y el transicional (1) (Monterrosa-Castro, A., et al, 2020). 
La tendencia en el abordaje de sujetos fueron sobre todo las revisiones bibliográficas y 
documentales (7) (Gallegos, M., et al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-
Ribot, V., et al, 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-
Valverde, L. 2020; Brooks, S-K., et al, 2020; Mendoza-Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 
2017), trabajadoresen diferentes áreas (profesionales, empleados e independientes) (6), (1) 
operarios (Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020), (1) médicos generales 
(Monterrosa-Castro, A., et al, 2020),(1) cajeros (Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-
R. 2020),(1) trabajadores de empresa de turismo (Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 
2020),(1) militares (Martínez Garzón, D-C. 2018), (1) cuidadores (Espín Andrade, A-M. 
2005) y (2) estudiantes de universidad (Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Varela-Arévalo, 
M-T., et al, 2007). 
Los instrumentos principalmente usados fueron lecturas bibliográficas (7) (Gallegos, 
M., et al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; Pérez 
Valdés, M-A., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020; Brooks, S-
K., et al, 2020; Mendoza-Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 2017) y diferentes cuestionarios, 
por ejemplo, cuestionario CVT GOHISALO (1) (Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-
Castellanos, E-G. 2020), Escala para el Trastorno de Ansiedad Generalizada (2) (Monterrosa-
Castro, A., et al, 2020; Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020), Escala 
Sintomática de Estrés SEPPO ARO (1) (Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020) 
y Cuestionario de Síntomas Self-Reporting Questionnaire (1) (Andrade-Mayorca, M-F., et 
al, 2020). 
Las categorías de análisis más usadas fueron la repercusión sobre la salud mental por 
la pandemia (4) (Gallegos, M., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; Pérez 
Valdés, M-A., et al, 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020), el impacto psicológico y 
psicosocial (4) (Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; Pérez 
Valdés, M-A., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020), las 
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afectaciones dadas por la pandemia en la vida laboral (4) (Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-
Castellanos, E-G. 2020; Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; Flores Díaz, J-C & Argüello 
Carrión, M-D. 2020; Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020), cómo ha afectado 
el aislamiento social (2) (Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; Brooks, S-K., et 
al, 2020), cómo afrontar las adversidades causadas por la pandemia (3) (Gallegos, M., et al, 
2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020) y factores psicosociales 
de riesgo y protección (2) (Mendoza-Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 2017; Varela-
Arévalo, M-T., et al, 2007). 
Respecto de los principales resultados encontrados se escriben guías o textos con 
recomendaciones para mitigar los efectos relacionados con la pandemia (6) (Gallegos, M., et 
al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; Pérez Valdés, 
M-A., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020; Brooks, S-K., et al, 
2020) y reducir el impacto psicosocial (4) (Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-
Ribot, V., et al, 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-
Valverde, L. 2020), la necesidad de comprensión psicológica y social debido a la cuarentena 
y el aislamiento (2) (Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; Brooks, S-K., et al, 
2020), planes de acción para los trabajadores ya que una de las dimensiones afectadas es el 
trabajo, donde se presentan altos niveles de ansiedad, estrés y depresión (4) (Echeverri-
Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; Flores 
Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D. 2020; Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 
2020). Los siguientes resultados se encontraron en dos investigaciones: “Los factores 
estresantes incluyen el alargamiento de la cuarentena, temores de infección, frustración, 
aburrimiento, suministros inadecuados, información inadecuada y pérdidas financieras” 
(Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L, 2020, p.2; Brooks, S-K., et al, 2020, p.1). 
Otro resultado relevante encontrado es: “Factores como los familiares, individuales, 
psicológicos y comunitarios actúan como medios de protección o riesgo” (Mendoza-
Carmona, Y-L & Vargas Peña, K, 2017, p. 139) 
Como punto de ruptura podría considerarse que la mayoría de las investigaciones, 11 
de 15, se basan en diferentes aspectos generados por la pandemia del COVID-19 (Gallegos, 
M., et al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; 
Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; Monterrosa-Castro, A., et al, 2020; 
10 
 
Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-
R. 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Marquina-
Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020; Brooks, S-K., et al, 2020), 4 en afectaciones o 
impacto psicosocial (Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; 
Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020), 4 en 
síntomas (Echeverri-Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020; Monterrosa-Castro, A., 
et al, 2020; Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020; Flores Díaz, J-C & Jácome 
Llumipanta, A-R. 2020), 1 en efectos (De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020), 3 en cómo 
afrontarla (Gallegos, M., et al, 2020; Lorenzo-Ruiz, A., et al, 2020; Brooks, S-K., et al, 2020), 
y acerca de las investigaciones que no son relacionadas con la pandemia, que son 4, el tema 
más tratado son los factores psicosociales (4) (Martínez Garzón, D-C. 2018; Mendoza-
Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 2017; Varela-Arévalo, M-T., et al, 2007; Espín Andrade, 
A-M. 2005), asociados con síntomas (1) (Martínez Garzón, D-C. 2018), consumo de 
sustancias psicoactivas (2) (Mendoza-Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 2017; Varela-
Arévalo, M-T., et al, 2007) y cuidadores de adultos mayores (1) (Espín Andrade, A-M. 2005). 
Las poblaciones fueron (7) revisiones bibliográficas, (Gallegos, M., et al, 2020; Lorenzo-
Ruiz, A., et al, 2020; De La Caridad-Ribot, V., et al, 2020; Pérez Valdés, M-A., et al, 2020; 
Marquina-Medina, R & Jaramillo-Valverde, L. 2020; Brooks, S-K., et al, 2020; Mendoza-
Carmona, Y-L & Vargas Peña, K. 2017), diferentes trabajadores (1) operarios (Echeverri-
Gómez, P-A & Espitia-Castellanos, E-G. 2020), (1) médicos generales (Monterrosa-Castro, 
A., et al, 2020),(1) cajeros (Flores Díaz, J-C & Jácome Llumipanta, A-R. 2020),(1) 
trabajadores de empresa de turismo (Flores Díaz, J-C & Argüello Carrión, M-D 2020),(1) 
militares (Martínez Garzón, D-C. 2018), (1) cuidadores (Espín Andrade, A-M. 2005) y (2) 
estudiantes de Universidad (Andrade-Mayorca, M-F., et al, 2020; Varela-Arévalo, M-T., et 
al, 2007). 
Según este análisis es posible plantearse la cuestión de las afectaciones psicosociales 
de la cuarentena por COVID-19 en un grupo de bailarines de la ciudad de Medellín, ya que 
en esta investigación no solo se abarcan afectaciones psicosociales, sino también síntomas, 
consecuencias y estrategias de habituación y adaptación, ya que a pesar de que hay algunos 
trabajos que ya han investigado acerca de esto, no se realizaron todas en una misma 
investigación; además, se añaden las causas que no se tuvieron en cuenta en ningún artículo 
11 
 
anteriormente mencionado. La población escogida es un grupo de bailarines de la ciudad de 
Medellín, el cual es un segmento poblacional que no es frecuentemente estudiado, 
específicamente bailarines urbanos. 
A continuación, se presenta la conceptualización de los principales referentes teóricos 
que respaldan esta investigación: 
La cuarentena por Covid-19 
Balluerka, et al., relata la historia que se conoce hasta ahora del COVID-19: 
Los coronavirus son una familia de virus que normalmente afectan solo a animales, 
aunque algunos tienen la capacidad de transmitirse a las personas. El SARS-CoV-2 
es un nuevo tipo de coronavirus que se detectó en diciembre de 2019 en Wuhan, una 
ciudad de la provincia de Hubei en la República Popular China. Este virus produce la 
enfermedadinfecciosa denominada COVID-19 (acrónimo de «coronavirus disease 
2019»). Si bien la mayoría de los casos son leves, en otros casos la enfermedad puede 
ser grave y cursar con dificultad respiratoria, neumonía, fracaso renal y otras 
condiciones médicas, incluso la muerte. Esto sucede en mayor medida en personas 
con perfil de riesgo: tener más de 60 años, padecer enfermedades previas a la COVID-
19 (hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades 
pulmonares crónicas, cáncer, inmunodeficiencias) o estar embarazada. Por los 
conocimientos disponibles hasta el momento, la transmisión se produce por contacto 
con las secreciones respiratorias de una persona contagiada o enferma, y se considera 
poco probable la transmisión por el aire a distancias mayores de 1-2 metros. Su 
contagiosidad es alta y depende de la cantidad del virus en las vías respiratorias del 
transmisor. El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) 
declaró la COVID-19 como pandemia. Además de su elevada morbilidad y 
mortalidad, las repercusiones económicas están siendo enormemente graves. El 
Gobierno de España aprobó un Real Decreto (RD 463/2020, de 14 de marzo) por el 
que se declaraba el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria 
ocasionada por la COVID-19, cuyo objetivo era proteger la salud de la ciudadanía, 
contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública. 
Durante el periodo de alarma se estableció que la circulación debía realizarse 
individualmente y estaba limitada a actividades de primera necesidad o 
12 
 
desplazamientos al lugar de trabajo; el transporte de viajeros debía reducir su oferta; 
los locales de actividades culturales, artísticas, deportivas y similares deberían 
permanecer cerrados; se priorizaba el trabajo a distancia y se suspendía la actividad 
escolar presencial en favor de actividades educativas en línea” (2020, p. 4). 
Apaza P. et al., (2020) explica la diferencia ente cuarentena y aislamiento: 
La cuarentena es la separación de una persona que ha estado en contacto con una 
enfermedad contagiosa, reduciendo así el riesgo de que infecte a otras personas, sea 
el caso de que se haya infectado o no. Se diferencia del aislamiento en donde se 
separan personas que han sido diagnosticadas, de personas que no están enfermas 
(Brooks, et al., 2020; Chatterjee & Chauhan, 2020, como se citó en Apaza P, et al, 
2020, párr. 5). 
Estas son algunas de las consecuencias que mencionan Apaza P. et al. (2020): 
A nivel social, las medidas adoptadas pueden conducir a trastornos psicológicos y 
psiquiátricos como el estrés postraumático, confusión, frustración, depresión, 
ansiedad, trastornos de pánico y de conducta, por factores como separación de la 
familia, dolor, duelo, soledad, vergüenza, culpa, ira, miedo, xenofobia, histeria 
colectiva, desinformación en las redes sociales, inseguridad financiera, la 
estigmatización y otros problemas de salud mental como afirman”.(Choi et al, 
2017., Egan et al, 2008., Sood, 2020 & Zhu et al,2020, como se citó en Apaza P, et 
al, 2020, párr. 6). 
Brooks et al (2020) nos expone como ha sido la situación en diversos países: 
 La palabra cuarentena se usó por primera vez en Venecia, Italia, en 1127 con 
respecto a la lepra y se usó ampliamente en respuesta a la Peste Negra; aunque no fue 
hasta 300 años después, el Reino Unido comenzó a imponer cuarentena en respuesta 
a la peste. Más recientemente, la cuarentena se ha utilizado en el brote de la 
enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). Este brote ha visto a ciudades enteras 
en China efectivamente puestas en cuarentena masiva, mientras que a miles de 
extranjeros que regresan a sus hogares desde China se les ha pedido que se autoaislen 
en sus hogares o en instalaciones estatales. Existen precedentes para tales medidas. 
Las cuarentenas en toda la ciudad también se impusieron en áreas de China y Canadá 
durante el brote de 2003 del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), mientras 
13 
 
que aldeas enteras en muchos países de África occidental se pusieron en cuarentena 
durante el brote de ébola de 2014.” (Brooks, et al, 2020, p. 6). 
Señalan, además: 
 “La cuarentena suele ser una experiencia desagradable para quienes la padecen. La 
separación de los seres queridos, la pérdida de libertad, la incertidumbre sobre el 
estado de la enfermedad y el aburrimiento pueden, en ocasiones, crear efectos 
dramáticos. Se ha informado de suicidios, se generaron enojos sustanciales y se 
iniciaron demandas judiciales después de la imposición de cuarentena en brotes 
anteriores. Los beneficios potenciales de la cuarentena masiva obligatoria deben 
sopesarse cuidadosamente contra los posibles costos psicológicos.” (Brooks, et al, 
2020, p. 2). 
Marquina et al. (2020) cuentan que muchas ciudades, en diferentes épocas, se han visto 
afectadas por brotes epidémicos, la velocidad de su propagación ha sido rápida 
convirtiéndose así en una pandemia, ya que la enfermedad afecta a gran parte de la población 
y se extiende a países de los diversos continentes (p.4). 
También hablan acerca de la información conocida hasta ahora del virus: 
 “COVID-19 es una enfermedad producida por una cepa nueva del coronavirus que 
causa el síndrome respiratorio agudo (SARS), apareció en la ciudad china de Wuhan 
y se ha extendido rápidamente alrededor del mundo. Se reporta un 2.3% de letalidad 
siendo esta mayor a la de la influenza y más contagiosa que el SARS. La última 
pandemia global similar fue la de la influenza (H1N1), de 1918 y 1919 que reportó 
una mortalidad entre 50 y 100 millones de personas, con varios casos reportados de 
trastornos mentales. Actualmente se están probando diversas vacunas candidatas, y al 
no haber una cura aun, la mayoría de los países están respondiendo al COVID-19, a 
través de estrategias de confinamiento o cuarentena y mitigación, con el fin de 
disminuir la demanda de ingresos hospitalarios y salvaguardar la salud de ancianos y 
pacientes con otras comorbilidades. Sin embargo, este método ha alterado la vida 
psicosocial de las poblaciones, probablemente causando un sentido inminente de 
miedo, ansiedad y problemas mentales similares; aun en países desarrollados es difícil 
lidiar con estos problemas. Es así que, en países en vía de desarrollo como el nuestro, 
14 
 
las personas se enfrentan a la peor etapa de la pandemia debido al cierre completo de 
las ciudades conduciendo probablemente a la frustración, ira, depresión y otros 
trastornos psicológicos.” (Marquina, et al, 2020, p. 4). 
Afectaciones psicosociales: Factores 
El tema de estudio hace referencia a dos conceptos: el primero es afectaciones, que 
viene de la palabra afectar, y en este caso se afectan los factores psicosociales; el segundo 
concepto son los factores, cuyo término principal se divide en psicológicos y sociales. 
Estos se definen de la siguiente manera: 
Varela Arévalo et al (2007), hace referencia al concepto según la OMS: 
Los factores psicosociales son considerados circunstancias de carácter 
psicológico y social que tienen una relación directa o indirecta con otros 
fenómenos o comportamientos y que pueden ser de orden causal, precipitante, 
predisponente o simplemente concurrente de los mismos. Por lo tanto, pueden 
influir como factores de protección o riesgo en el desarrollo y mantenimiento 
de las problemáticas (Organización Mundial de la Salud, 2002, como se citó 
en Varela Arévalo et al., 2007, p.32). 
Otra definición es dada por Mendoza Carmona et al (2017) que cita a Morales (2000) 
el cual indica que son: 
Todos aquellos fenómenos psicológicos o sociales que facilitan el establecimiento de 
las relaciones causales entre las enfermedades y una población determinada, por lo 
tanto, pueden plantearse tres dimensiones: la primera, que es la macrosocial, se refiere 
a la sociedad en su conjunto y a su sistema de relacionesque sitúan al individuo en 
una clase determinada; esta dimensión comprende ciertas características nacionales, 
culturales y religiosas. La segunda dimensión es la del micromedio, en esta se 
incluyen la familia, la vida laboral y las relaciones más inmediatas que se dan en las 
condiciones de trabajo y vida concreta del individuo como lo son los amigos o pares. 
Por último, se encuentra la tercera dimensión, la cual se denomina individual, que 
comprende al sujeto y como su personalidad orienta y regula su comportamiento. 
(Morales, 2000, como se citó en Mendoza Carmona et al., 2017, p.149) 
15 
 
Además, Mendoza (2017), añade que los factores psicosociales pueden ser factores de 
riesgo o de protección. Los primeros son variables psicosociales que pueden causar una 
enfermedad o condición adversa y los segundos serían las variables psicológicas y sociales 
de la persona y su entorno que protegen o ayudan a que se disminuya la probabilidad de 
adquirir esta enfermedad o condición (p. 149). 
Castro (s,f) en su artículo trae la definición dada por el DSM: 
El DSM IV agrupa los problemas psicosociales en: factores psicológicos y 
comportamentales que afectan al estado médico general, problemas de 
relación, familiares. Problemas relacionados con el abuso o negligencia. 
Problemas relacionados con los papeles personales (biográficos, de identidad, 
religiosos, etc.). Problemas sociales (domésticos, económicos, legales). Otros 
(duelo, capacidad mental límite, problema académico, comportamiento 
antisocial de adolescente, niño o del adulto, simulación, deterioro cognitivo). 
(Castro, s.f, p. 1) 
Otra definición que se aplica al contexto laboral es dada por la Consejería de Educación 
y Cultura de la Región de Murcia. Secretaría Sectorial de Educación. Subdirección General 
de Personal. Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (2004) “el concepto factores 
psicosociales se refiere a las circunstancias que se encuentran inmersas en una situación 
laboral y que están relacionadas de manera directa con la organización, el contenido laboral 
y la ejecución de la tarea, y que pueden afectar tanto al bienestar o la salud (física, psíquica 
o social) del trabajador, como al desarrollo de su quehacer. Los factores psicosociales 
eventualmente pueden provocar daños a la salud de los trabajadores, pero también pueden 
influir de manera positiva en la complacencia y, por tanto, en la productividad.” (p. 164). 
Moreno y Báez (2010) se basan en conceptos de la OIT para señalar: 
 Los factores psicosociales en el trabajo consisten en interacciones entre el 
trabajo, su medio ambiente, la satisfacción en el trabajo y las condiciones de 
organización, por una parte, y por la otra, las capacidades del trabajador, sus 
necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual, 
a través de percepciones y experiencias, puede influir en la salud, en el 
16 
 
rendimiento y en la satisfacción en el trabajo. (OIT, 1986, como se citó en 
Moreno & Báez, 2010, p.5). 
También el texto de Moreno y Báez (2010) incluye una lista de la OIT donde se 
menciona que algunos factores psicosociales laborales son: 
La mala utilización de las habilidades, la sobrecarga en el trabajo, la falta de 
control, el conflicto de autoridad, la desigualdad en el salario, la falta de 
seguridad en el trabajo, los problemas de las relaciones laborales, el trabajo 
por turnos y el peligro físico. (OIT, 1986, como se citó en Moreno & Báez, 
2010, p.5). 
Además, Moreno y Báez (2010) traen varias definiciones dadas por otros autores acerca 
de los factores psicosociales: Carayon, Haims y Yang (2001) definen los factores 
psicosociales como las características que se perciben en el ambiente laboral que tienen un 
significado emocional para los trabajadores (p.6). Otros autores los definen como “los 
aspectos del trabajo, de la organización y de la gestión laboral, y sus contextos sociales y 
organizacionales”. (Cox y Griffiths 1996, como se citó en Moreno & Báez, 2010, p.6). 
Otra definición que también es relacionada con el contexto laboral la brinda Gil-Monte 
(s,f). Según el autor los factores psicosociales son las circunstancias que se encuentran 
inmersas en una situación laboral íntimamente relacionadas con la organización laboral, con 
el contenido del cargo, con la ejecución de una tarea e incluso con el ambiente, esto puede 
afectar el desempeño del trabajo y la salud de los trabajadores. Los conceptos organización 
laboral y factores de organización se utilizan para reemplazar muchas veces el concepto de 
factores psicosociales para referirse a condiciones laborales que pueden derivar en estrés 
(párr. 1). 
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (1988), aclara con respecto al 
contexto clínico que: “Los factores psicosociales pueden contribuir a causar y agravar una 
enfermedad e influir en los resultados de las medidas de curación y rehabilitación. Pueden 
utilizarse también como medio para promover en el trabajo actividades favorables a la salud.” 
(Organización Mundial de la Salud, 1988, p. 3) 
17 
 
Según Bedoya, et al (2014) el estrés y los trastornos emocionales impactan a las 
personas en diversos momentos de su vida. Principalmente en los estudiantes jóvenes se 
puede considerar el estrés un problema de importancia a nivel mundial. El estrés se puede 
evidenciar de manera psicológica, física y comportamental. (p. 262 y 264). 
Apaza, P, et al (2020) señalan con relación a los factores psicosociales: “Otro factor 
psicosocial importante es la ansiedad, la cual proviene de la percepción de eventos 
incontrolables, ante los cuales se sugiere realizar actividades controlables como cuidar la 
higiene, comer saludable, hacer ejercicios, bailar, leer libros, entre otros.” (Mukhtar, 2020, 
como se citó en Apaza, P, et al, 2020, párr. 3). 
Al igual que mencionan que: 
El aislamiento social induce mucha ansiedad en muchos ciudadanos de 
diferentes países, destacando los autores que los más vulnerables son los que 
tienen problemas de salud mental (depresión), y adultos mayores que viven en 
soledad y aislamiento; aludiendo que tienen pensamientos suicidas extremos.” 
(Thakur & Jain, 2020, como se citó en Apaza, P, et al, 2020). 
Por último, también consideran la depresión como un factor psicosocial importante: “A 
lo anterior, se suma la depresión, definida como un trastorno mental y emocional.” (J. Li et 
al. 2015, como se citó en Apaza, P, et al, 2020). 
Además, que: 
Surge de una interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales, y se 
constituye en un factor de riesgo en personas mayores (65 años y más), a 
quienes asumen la soledad como un factor psicosocial de riesgo permanente 
en ellos.” (Ellis, et al, 2017, como se citó en Apaza, P, et al, 2020). 
Efectos sobre la labor profesional 
La labor profesional puede ser conocida como: “Actividades relativas al trabajo 
remunerado, incluyendo ayuda familiar, trabajo secundario u horas extraordinarias, y 
actividades relativas a la formación de la propia persona, principalmente los estudios en 
curso, tanto reglados como complementarios.” (Eustat, s.f, p.1) Por lo tanto, en este trabajo 
18 
 
hacemos alusión a labor profesional de los bailarines que hicieron de la danza su profesión, 
este es su trabajo remunerado y se formaron para poder enseñar los diferentes estilos y 
técnicas que se pueden encontrar en esta profesión dedicada al arte. 
La pandemia impactó el mundo laboral y a las diferentes profesiones en diferente 
medida, pero en general este impacto fue negativo debido a la gran incertidumbre, y esto 
causó que se afectaran las diferentes dinámicas dentro del mundo laboral. La OIT (2020) 
menciona que la crisis de la pandemia ha dejado repercusiones en lo económico, y esto afecta 
de manera directa al mercado laboral, tanto en las ofertas (producción de servicios y bienes) 
como en las demandas (el consumo y la inversión).(p.2). 
Por lo anterior, se puede evidenciar que hasta los grandes mercados se vieron 
perjudicados debido a este hecho histórico, a la mayoría de la población le pareció un hecho 
preocupante que esto estuviera ocurriendo y junto con ello la economía estuviera cayendo, 
pero no tantas personas se preguntaron cómo las personas de trabajos informales estaban 
llevando esta crisis económica. Acerca de esto la OIT (2020) resalta: “en muchos casos los 
trabajadores no pueden desplazarse a su lugar de trabajo ni llevar a cabo su actividad 
profesional, lo que merma sus ingresos, en particular en los casos de empleo informal u 
ocasional” (p. 2). 
En el presente trabajo dentro del aspecto profesional, se decidió analizar las 
expectativas de crecimiento profesional de la población de bailarines, por esto es pertinente 
explicar qué se entiende por expectativa. Como mencionan Hernández y Fernández (2004) 
para hablar de expectativa desde sus inicios: “La palabra expectativa deriva del latín 
exspectātum, que significa esperanza de realizar o conseguir algo” (p.21). A medida que el 
concepto ha ido evolucionando se puede describir como: “Las expectativas son definidas 
como aquellas creencias socialmente compartidas, ideas y valores sostenidos ampliamente, 
que incluyen los supuestos y las ideologías culturales, es decir, los esquemas o sistemas de 
creencias anclados en las relaciones sociales y basadas en actitudes y sentimientos” 
(Hernández y Fernández, 2004, p.22). 
Aparicio y Marsollier (2011) hablan acerca de la Teoría Expectativa- Valencia, y la 
explican de la siguiente manera: “Desde este enfoque un sujeto emprende o no una 
determinada acción en función de dos aspectos: por un lado, sus expectativas para conseguir 
19 
 
ciertas metas o logros con éxito y, por otro, esas metas representan un atractivo, es decir, 
tienen un valor para él. Así, cuanto más elevadas sean las expectativas y el atractivo que la 
meta tenga en sí misma, mayores serán los sentimientos positivos si se alcanzan las metas o 
negativos si se fracasa.” (p.17) también hablan de lo que la persona puede experimentar en 
caso de que esta expectativa no se cumpla: “a mayor instrucción y mayores expectativas de 
crecimiento puede seguir una importante depresión o enfermedad si lo logrado en el mundo 
del trabajo se distancia de lo esperado” (Aparicio y Marsollier, 2011, p.18). 
Otro concepto al que se hará referencia en este trabajo son las afectaciones laborales 
que trajo consigo la pandemia, Villavicencio, et al (2021) comenta: “De acuerdo con la 
Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2020), la pandemia pone de manifiesto un 
escenario laboral sin precedentes, pues la pérdida de horas de trabajo a nivel mundial ha sido 
mayor que la pronosticada para el primer semestre de 2020.” (p.86). Alcover (s,f) también 
hace referencia a cómo se vieron afectados los diferentes escenarios laborales debido a la 
cuarentena: “Desde marzo de 2020, la rápida expansión del virus en la mayoría de los países 
de Europa y América, y las medidas de distanciamiento social y cuarentena adoptadas han 
generado el cierre de una gran cantidad de empresas, negocios y comercios; han alterado las 
formas de trabajar, especialmente, imponiendo el teletrabajo o el trabajo remoto; se han 
reducido las horas de trabajo y los salarios; y se han rescindido o redefinido las condiciones 
de un gran número de contratos, lo cual ha afectado a millones de trabajadores de toda 
condición” (p.2). 
En el presente trabajo se hace referencia en repetidas ocasiones a la palabra 
adaptación. Vallejo (2010) la define como: “la adaptación es un proceso de cambios y ajustes 
continuos” (p.172). También la misma autora explica: “Los seres humanos están obligados 
continuamente a adaptarse a una gran variedad de situaciones para satisfacer sus necesidades 
y mantener un equilibrio emocional, lo que se conoce como “estado de adaptación”. Se 
refiere tanto a la satisfacción de las necesidades fisiológicas y de seguridad, como a las 
necesidades de pertenecer a un grupo social, de estima y de autorrealización.” (p.172). 
En este apartado específicamente haremos referencia al concepto de adaptación 
dirigida a lo laboral, Vallejo (2010) le define de la siguiente manera: “La Adaptación Laboral 
es un proceso complejo que va más allá de las aptitudes y destrezas laborales del individuo, 
20 
 
ya que implica adaptarse a la organización, a la tarea y al ambiente de trabajo, lo cual dificulta 
dicho proceso, debido a las condiciones laborales tan cambiantes y desfavorables presentes 
en muchas organizaciones, afectando a su vez el rendimiento y la satisfacción laboral de los 
trabajadores y a la productividad de la empresa” (p.171). 
Efectos sobre el estado afectivo 
El estado afectivo definido por Diener e Iran-Nejad (1986) es: “un estado 
psicofisiológico que puede ser apreciado cognitivamente por el individuo como una 
sensación o una emoción. La diferencia principal entre estado afectivo y estado anímico, es 
que los primeros hacen referencia a experiencias cortas mientras que los segundos a estados 
más duraderos.” (p.149). 
Además de esta definición encontramos que los estados afectivos hacen parte de 
nuestro día a día tal como mencionan Padrós, et al (2012): “Los estados afectivos están en 
nuestra cotidianidad, en nuestras vivencias diarias y la interpretación que tenemos ante ellas, 
y hay afectos positivos y afectos negativos: el afecto positivo como un constructo 
dimensional (no categorial) que incluye todos aquellos estados afectivos con valencia 
positiva como alegría, entusiasmo, enamoramiento, etc., los cuales son independientes del 
constructo afecto negativo que también es concebido como dimensional e incluye los estados 
afectivos negativos tales como tristeza, ira, miedo, ansiedad, etc.” (p.153). 
Uno de los conceptos que se mencionan en el presente trabajo es el de impacto, al 
cual Liberta (2007) describe como: “El término impacto, de acuerdo con el Diccionario de 
uso del español proviene de la voz “impactus”, del latín tardío y significa, en su tercera 
acepción, “impresión o efecto muy intensos dejados en alguien o en algo por cualquier acción 
o suceso”. (p.1) También la misma autora habla acerca del impacto social y lo define como: 
“El impacto puede verse como un cambio en el resultado de un proceso (producto). Este 
cambio también puede verse en la forma como se realiza el proceso o las prácticas que se 
utilizan y que dependen, en gran medida, de la persona o personas que las ejecutan” Por lo 
tanto, podemos concluir que el impacto puede variar y ser negativo o positivo, dependiendo 
de la perspectiva de la persona a la situación. 
21 
 
En relación con los síntomas físicos y psicológicos que se experimentaron durante la 
pandemia, Rivas, et al (2014) con respecto a los estudiantes, relaciona que los síntomas más 
frecuentes son el adormecimiento, intranquilidad e incremento o disminución del consumo 
de alimento. (p.167). 
Apaza, P, et al (2020) considera que: 
“Desde la posición de Beery y Kaufer (2015), cada día interactuamos con el estrés y 
nuestro comportamiento social cambia, enfatizando que el virus ha afectado a nivel 
psicológico, a quienes luchan por sobrevivir, a los que se quedan en casa durante la 
cuarentena, a los desfavorecidos de la economía, y a los que han perdido sus trabajos; 
bajo estas circunstancias, resulta evidente la presencia de factores estresantes para las 
familias.” (Beery y Kaufer (2015), como se citó en Apaza, P, et al, 2020, párr. 9). 
Levy (2019) propone los siguientes síntomas en la situación actual: “La pandemia 
trae consigo ansiedad y los adolescentes con ansiedad o trastornos del estado de ánimo 
pueden presentar síntomas físicos como fatiga o fatiga crónica mareos, dolor de cabeza, 
dolor abdominal y dolor torácico.” (Levy, 2019, párr. 1) 
Castro Gómez (s.f) refiere algunos síntomas tantoemocionales como psicosociales: 
“Síntomas emocionales, referidos por el paciente y/o objetivados por el médico durante la 
entrevista: nerviosismo, tristeza, irritabilidad, labilidad emocional, anhedonia... síntomas con 
alta probabilidad de problemas psicosociales: cefaleas, fatiga, mareos-inestabilidad, dolor 
pélvico, etc.” (Castro Gómez, s.f, p. 3) 
Otro concepto en el cual se hace énfasis en este trabajo es el de afrontamiento del 
malestar. Con relación a este Petrikovich (2020) menciona en su tesis: “De acuerdo con el 
Modelo de Evaluación Cognitiva de Lazarus y Folkman (1984), el afrontamiento es un 
proceso cambiante que depende de las estrategias que un individuo implementa en respuesta 
a una serie de valoraciones acerca de un suceso, una demanda o un estímulo determinado La 
presencia de un estímulo externo o interno de naturaleza estresante desencadena una doble 
valoración cognitiva: una valoración que el individuo hace de la situación estresante en 
cuestión, de la posible amenaza y consecuencias que representa, denominada evaluación 
22 
 
primaria, como así también de los recursos personales y disponibles para afrontar dicha 
situación de estrés, llamada evaluación secundaria (Folkman, 2010).” (p.12). 
Efectos sobre los vínculos afectivos 
Martínez (2008) nos habla de que los vínculos afectivos también pueden reconocerse 
como apego, por esto nos define: “Podríamos definir el apego como un vínculo afectivo que 
se forma con alguien especial, que persiste en el tiempo, que hace que se tienda a buscar la 
proximidad con esa figura y que es fácilmente observable en el primer año de vida de 
cualquier niño, en cualquier cultura. La conducta que se observa en el apego no es 
exclusivamente humana, pero sí lo es el papel primordial que juega en la competencia 
autobiográfica afectiva futura, en cuanto a calidad de las relaciones interpersonales, 
autoestima, salud emocional e, incluso, en los vínculos afectivos con los hijos y el tipo de 
relación de pareja en la edad adulta” (p.299). 
Como se puede ver, los vínculos afectivos vienen desde la primera infancia, y se 
empieza a dar desde nuestras primeras experiencias de vida, por esto Martínez (2008) refiere: 
“Para generar un vínculo apego es necesario que haya tiempo compartido con una figura 
principal que debe ser estable; para que el tipo de vínculo sea sano, la madre o cuidador debe 
tener suficiente sensibilidad, tolerar la ansiedad, posibilitar la accesibilidad y no ser 
excesivamente intrusiva, de forma que no interprete tan rápidamente las manifestaciones del 
niño, que invalide su experiencia subjetiva. Todas estas características favorecerían el 
desarrollo de apego seguro, como factor protector frente a la vulnerabilidad psíquica” 
(p.300). 
Calavia (2012) menciona: “Estos diferentes tipos de vínculos condicionarán la forma 
de relación en el futuro. Feeney y Noller (1990) han comprobado la importancia del apego 
para el establecimiento de relaciones amorosas en la vida adulta. Fonagy et al. (1995) señala 
que a partir de experiencias repetidas con sus figuras de apego los niños desarrollan 
expectativas en cuanto a la naturaleza de las interacciones. Así, las relaciones tempranas de 
apego poseen amplia influencia en la capacidad para regular el estrés, en la regulación de la 
atención y en la función mentalizadora de los sujetos (Fonagy y Target, 2002).” 
23 
 
En el presente trabajo se habla sobre los vínculos afectivos dentro de diferentes grupos 
en que normalmente la persona se ve inmersa. Por ejemplo, la familia, el Instituto 
Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) (2013) define a la familia como: “La familia se 
entiende como la unidad más básica de la sociedad, y en ella, se genera el desarrollo de 
valores, objetivos de vida e identidades, que permiten la adaptación del individuo a la 
sociedad” (p. 5). 
Otro grupo social del cual se habla son los amigos, el cual podemos definir según El 
Colegio Pedagógico de los Andes (s,f): “Las amistades son vínculos afectivos que se definen 
como relaciones voluntarias y recíprocas, que se mantienen en el tiempo y que conllevan 
afecto.” (p.1) El Colegio también da una explicación de por qué es tan importante la amistad: 
“la amistad significa entablar relaciones duraderas basadas en la confianza, la intimidad, la 
comunicación, el afecto y el conocimiento mutuo. Durante este periodo se valora a los amigos 
principalmente por sus características psicológicas, y por ello los amigos son las personas 
ideales para compartir y ayudar a resolver problemas psicológicos como pueden ser: la 
soledad, la tristeza, las depresiones...” (p.1). 
En relación a la vida amorosa, Fossa (2013) refiere: “Las dificultades amorosas, sin 
duda, han sido un problema frecuente a lo largo de la historia. La inestabilidad de las 
relaciones amorosas y la insatisfacción de la vida en pareja parecen ser una constante aún en 
nuestro tiempo. El enamoramiento, estado psicológico que aparece avasalladoramente en 
nuestra vida, nos lleva a relacionarnos con un individuo y a apostar por un vínculo que, 
creemos, podrá satisfacer y completar nuestra existencia. Este estado psicológico, 
caracterizado por la idealización, es necesario para el comienzo de la relación de pareja y 
para alcanzar, posteriormente, el amor maduro, el cual nos puede brindar la satisfacción 
esperada. Sin embargo, en muchas otras situaciones el enamoramiento y el vínculo amoroso 
pueden también fracasar.” (p.227). 
Danza y bailarines 
David Obispo (2018) define el baile así: 
“El baile, considerado como disciplina, suele ser una muestra de arte y destreza física 
que el bailarín es capaz de mostrar en cada una de sus coreografías. Sin embargo, 
24 
 
detrás del logro de cada presentación deseada existe un riguroso entrenamiento. Estas 
personas, al igual que un deportista, inician desde muy pequeños y se dedican varias 
horas del día a su preparación por que necesitan alcanzar el mejor desempeño físico 
y estético que cada paso amerita. Desde el punto de vista físico, un bailarín debe 
contar con la elasticidad, la fuerza, el equilibrio y la coordinación adecuada para 
alcanzar un nivel profesional óptimo que le permita superarse en su carrera artística.” 
(Obispo, D, 2018, p.4) 
David Obispo (2018) señala que existen diferentes tipos de danza: 
 “La danza es un tipo de actividad física de carácter artístico, que involucra el uso de 
todo el sistema músculo-esquelético. Combina la expresión artística con la demanda 
de preparación de un atleta, pues implica la realización de movimientos repetitivos 
del cuerpo, una práctica constante y actividad física intensa (Sotelo, 2017, pág. 4). 
Sabemos también que existen danzas agrupadas en géneros y estilos acordes con 
diferentes enfoques”. (Sotelo, 2017, como se citó en Obispo, D, 2018, p.8). 
 El mismo autor afirma: 
“Existen diversos tipos de danza que se diferencian por la técnica de baile que 
realizan, por ende, los niveles de aptitud de cada bailarín varían de acuerdo a los 
requerimientos (Sotelo, 2017, pág. 4)”. Generalmente los bailarines se dedican a 
aprender varios géneros de baile a lo largo de su vida, a pesar de ello, casi siempre se 
desempeñan en un género por el cual tienen preferencia. Foley (2013) afirma: Los 
bailarines pre profesionales de hoy en día, aunque a menudo son presionados para 
convertirse en maestros de muchos estilos, generalmente se inscriben en programas 
de capacitación que cuentan con experiencia en un género específico. (p. 459).” 
(Sotelo, 2017 & Foley, 2013, como se citó en Obispo, D, 2018, p.9). 
David Obispo (2018) propone, además, que la salud de los bailarines debe ser un tema 
más visible: 
“Así mismo Hincapié (2008) afirma: “Los bailarines son una combinación única de 
artista y atleta particularmente susceptibles a las lesiones musculo-esqueléticas y el 
dolor. Los problemas de salud de los bailarines merecen atención por variasrazones. 
25 
 
En primer lugar, debido a que la mayoría de los bailarines comienzan a entrenar a una 
edad temprana, existe la posibilidad de un gran impacto en su salud futura. En 
segundo lugar, la interacción de las exigencias físicas y estéticas en la danza puede 
conducir a diversos problemas de salud especialmente relevantes para los bailarines. 
Finalmente, como grupo ocupacional, los bailarines han recibido poca atención en la 
literatura de salud (p. 178).” (Hincapié, 2008, como se citó en Obispo, D, 2018, p.10). 
Chacón et al. (2003) presenta una definición de la danza: desde la antigüedad la danza 
ha sido reconocida como un medio de comunicación, donde se emplean emociones y 
sentimientos como el dolor o el amor como forma de expresar lo interno en lo externo, 
mezclar lo verbal y lo no verbal, de los acontecimientos físicos y mentales. Igualmente se 
alimenta de la capacidad constante de creación de las personas que danzan. (p.135). “La 
danza, a través de nuevas formas y lenguajes de expresión, ha ido aumentando la versatilidad 
y el vocabulario del movimiento humano tanto en su plasticidad como en su realismo 
mágico.” (Chacón, et al, 2003, p. 135). 
Diseño metodológico 
Tipo de estudio 
El presente estudio se caracteriza por hacer uso del enfoque cualitativo, que, citando 
a Collado, et al., 2003: “utiliza recolección de datos sin medición numérica para descubrir o 
afinar preguntas de investigación y puede o no probar hipótesis en su proceso de 
interpretación” (p.11). Toma como punto de partida un diseño descriptivo transversal, que, 
según Mendivelso, et al., (2018) en el diseño mencionado anteriormente el investigador no 
interviene, y una característica principal es que se hace una sola medición en un periodo de 
tiempo de tiempo previamente determinado, sin necesidad de medir las mismas variables en 
otro momento (p. 142). 
Para realizar el presente trabajo se recurre a un análisis de caso que retomando lo que 
dice López González (2013) es una investigación, que se hace de manera experimental, 
cuando se quiere indagar dentro del contexto cotidiano de los individuos (p.140), ya que se 
aspira a describir de manera profunda las afectaciones psicosociales que produce la 
cuarentena por Covid-19 en un grupo de bailarines de la ciudad de Medellín. 
26 
 
El tipo de muestreo que se utilizó fue muestreo intencional o de conveniencia: 
“Permite seleccionar casos característicos de una población limitando la muestra sólo a estos 
casos. Se utiliza en escenarios en las que la población es muy variable y consiguientemente 
la muestra es muy pequeña. Por ejemplo, entre todos los sujetos, seleccionar a aquellos que 
más convengan al equipo investigador, para conducir la investigación.” (Manterola, C & 
Otzen T, 2017, p. 230). 
Población/ muestra - informantes o fuentes de información 
En la investigación se cuenta con la participación de siete (7) bailarines de diferentes 
academias de la ciudad de Medellín, son 4 hombres y 3 mujeres, todos mayores de edad, 
quienes, además de ser profesores de algunas de las clases que se presentan al público, 
también son alumnos, ya que hacen parte de diversos grupos de competencia de este deporte 
y, por lo tanto, muy diversos aspectos de su vida se relacionan con el baile. El número de 
participantes responde a la saturación de la información en el momento de la recolección de 
datos. 
Procedimiento 
El procedimiento se distribuye en tres partes. La primera es una contextualización 
epistemológica, en la cual se describen el estado de la cuestión y las referencias conceptuales 
sobre la cuarentena por Covid-19, las afectaciones psicosociales, la labor profesional, el 
estado afectivo, los vínculos afectivos y la significación de la danza. La segunda es un trabajo 
de campo, que comprende el planteamiento de la entrevista semiestructurada y su aplicación. 
En la tercera, se graban y se transcriben las entrevistas realizadas, para luego analizarlas 
haciendo uso de la técnica de análisis de contenido. Se comparan los resultados con el marco 
de referencias conceptuales y el estado de la cuestión, finalizando con la aplicación del 
estudio de caso. 
Categorías 
Pregunta Objetivo general Objetivos específicos Categorías/variables 
¿Cuáles son las 
afectaciones 
Describir las 
afectaciones 
Identificar los efectos 
sobre la labor 
Labor profesional 
27 
 
psicosociales de la 
cuarentena por covid-19 
en un grupo de 
bailarines de la ciudad 
de Medellín? 
psicosociales de la 
cuarentena en un grupo 
de bailarines de la 
ciudad de Medellín. 
profesional derivados de 
la cuarentena 
Identificar los efectos 
sobre el estado afectivo 
derivados de la 
cuarentena. 
Estado afectivo 
Identificar los efectos 
sobre los vínculos 
afectivos derivados de la 
cuarentena. 
Vínculos afectivos 
 
Instrumento 
A partir de la contextualización teórica, empírica e histórica de la investigación, y 
tomando en cuenta antecedentes para continuar con el trabajo de campo y la determinación 
de la muestra, se procedió con el diseño del instrumento de recolección de información 
(entrevista semiestructurada), la cual, a partir de una matriz categorial que contiene la 
pregunta de investigación, el objetivo general, los objetivos específicos, las categorías y 
subcategorías a analizar, permitió elaborar las preguntas para la entrevista. 
De acuerdo a lo que plantea Díaz-Bravo, et al., las entrevistas semiestructuradas son 
más flexibles que las estructuradas, ya que las preguntas propuestas, se pueden cambiar o 
ampliar dependiendo del entrevistado (2013, p.163). Se citó a cada participante a una 
entrevista individual por medio de la plataforma Zoom, después de conversar con cada uno 
de ellos la disponibilidad de horario. 
Análisis de la información 
Durante la fase de análisis de datos, se codificaron y categorizaron las categorías 
obtenidas en las entrevistas en tres matrices: la primera matriz constituye la organización de 
la información bruta de cada sujeto entrevistado; la segunda es la organización de la 
información convertida en dato, conformando una síntesis de la información obtenida sin 
distorsionar lo dicho por cada sujeto; por último, las primeras matrices permitieron construir 
la tercera, la cual consiste en la tendencia o patrón que resulta de lo dicho por cada sujeto y 
por el conjunto de los mismos. A partir de dicho instrumento (matrices), fue posible analizar 
28 
 
los datos obtenidos para poder llegar al conocimiento deseado acerca de la descripción de las 
afectaciones psicosociales en un grupo de bailarines de la ciudad de Medellín. 
Consideraciones éticas 
Para la realización de las entrevistas se debió firmar un consentimiento informado: 
“el consentimiento informado (CI) se convierte en una herramienta de mediación entre los 
intereses de investigadores, financiadores e individuos incluidos en la investigación 
científica” (Brito, K, et al, 2012, p.122) donde se les explica a los participantes que la 
información que revelen será completamente anónima y confidencial, solo será usada para 
los resultados del presente trabajo, pero no será mencionada en ningún espacio por fuera de 
éste. 
Además de que se cita a los diferentes autores según las normas APA, para así hacer 
un uso ético de la información. 
Resultados 
El objetivo general y los objetivos específicos de la presente investigación 
permitieron establecer 3 categorías y 11 subcategorías de análisis, las cuales se discriminan 
del siguiente modo: 
Categoría Labor profesional, a la cual corresponden tres subcategorías: expectativas 
de crecimiento, afectaciones laborales y adaptación laboral. 
Categoría Estado afectivo, con las subcategorías: impacto negativo, impacto positivo, 
síntomas físicos o psicológicos y afrontamiento de malestar. 
Categoría Vínculos afectivos, con las subcategorías: familia, amigos, vida amorosa y 
adaptación a la vidasocial. 
La pandemia del COVID-19 y la consecuente medida de confinar a la población 
durante un largo periodo del año 2020 fue negativa para los bailarines porque significó la 
frustración de sus expectativas profesionales, cimentadas principalmente en la realización de 
viajes de perfeccionamiento o para participar en competencias que hubieran contribuido a 
mejorar su nivel artístico y progresar en su profesión, al tiempo que afectó el nivel de ingresos 
y su calidad de vida, tanto en cuanto a satisfacción de necesidades como por la presencia de 
29 
 
ansiedad, falta de sueño y baja autoestima. Pero, al mismo tiempo, afirman que han 
evolucionado porque se conocen mejor, porque tuvieron más tiempo para sí mismos y 
aprendieron aspectos que antes no reconocían en ellos. 
La virtualidad, que para muchas actividades y profesiones fue una fortaleza y una 
oportunidad de avance, para los bailarines fue un factor de desmotivación, ya que por la 
misma esencia del baile y de la conexión que se presenta entre los participantes de una clase 
o de una sesión de baile, la lejanía y la frialdad de la pantalla le restan emoción y sensibilidad. 
La falta de motivación de los profesores y estudiantes representó para las academias y 
estudios de baile una disminución en el número de matriculados y para los alumnos, una 
parálisis de su proceso formativo. 
Pero, a pesar de las dificultades y lo adverso de la situación, la cuarentena también 
representó una oportunidad de crecimiento personal, al ser conscientes de que debían 
adaptarse y buscar condiciones más adecuadas para las clases, tanto desde el punto de vista 
personal como desde lo operativo, lo metodológico y lo económico. Los profesores abrieron 
espacios de reflexión, que permitieron mejor conocimiento de sí mismos y de sus 
capacidades, al igual que comprendieron que ser solidarios y empáticos era la mejor forma 
de salir adelante juntos. 
En materia afectiva, los participantes se vieron afectados en su disciplina, su 
condición física y su estado de ánimo, haciendo aflorar sentimientos como inseguridad y 
desconfianza. El confinamiento les negó la posibilidad de expresar y compartir sus 
emociones, lo que les produjo, además de frustración, una sensación de ahogamiento. Como 
contraprestación de esta situación, encontraron en el encierro obligado la oportunidad para 
compartir más tiempo con la familia, mejorar su alimentación y dedicar más tiempo al 
ejercicio físico. 
En la categoría Labor profesional, la primera subcategoría: Expectativas de 
crecimiento, presenta como tendencia dominante la frustración de proyectos que se iban a 
realizar durante el año 2020 para mejorar habilidades y estilos de danza. La mayoría de los 
participantes se refiere a la imposibilidad de realizar viajes al exterior para mejorar sus 
habilidades con clases de artistas internacionales o viajes para competir en el nivel 
internacional y hacerse reconocer de esta manera. 
30 
 
A esta situación hace referencia el Sujeto 1: “No, eso fue horrible, pues yo tenía 
demasiados planes, iba a viajar mucho y por la cuarentena y toda la cuestión, paila; pues 
yo tenía muchas expectativas de este año porque desde el año pasado yo sabía que iba a 
haber muchos viajes, iba a ser muy brutal este año.” De igual manera, el Sujeto 7 expresa: 
“…mi grupo de baile quería ir al mundial del Hip Hop International (HHI) en Estados 
Unidos, nos ganamos el puesto e íbamos a representar a Colombia, entonces ese plan es de 
los que más dolió que se cayera.” 
En relación con la segunda subcategoría: Afectaciones laborales, lo que más 
resaltaron los participantes es que estuvieron seriamente afectados en materia económica, 
puesto que los ingresos se redujeron drásticamente en comparación con la época anterior de 
presencialidad permanente. La desmotivación de los profesores para dar clases y de los 
estudiantes para recibirlas afectó su economía, con el consiguiente efecto negativo en la 
calidad de vida. 
Frente al tema económico el Sujeto 1 comenta: “…yo era el único que estaba 
trabajando en la pandemia y a mi mamá le daban como la mitad del sueldo, a mi hermanito 
no le pagaban y ya, pues, literal con mi plata mercábamos y pagamos el Internet y con lo de 
ella pagábamos los servicios y todo fue muy medido.” El Sujeto 7 afirma también en relación 
con lo económico: “cuando pasó esto, muchos estudios de baile cerraron, o redujeron el 
número de profesores, entonces en las academias donde daba clase se acabó todo, pero es 
entendible. Igualmente fue complejo.” 
Lo anterior se complementa con la desmotivación que causó la mala situación 
económica. Al respecto, el Sujeto 2 refiere que: “Siendo muy sincera, llegaba la hora y yo 
era: “¿Por qué?” Entonces me metía al Zoom, ponía la clase y me iba a hacer otra cosa, 
muchos no prendían la cámara. En otras academias si no la prendías no te metías, pero en 
la mía no les molestaba y como a mí me dio tan duro, yo dejaba el celular y me iba a hacer 
otra cosa.” También el Sujeto 5 explica su experiencia en esta materia: “…a veces, en un 
inicio fue muy difícil el querer entrar a las clases virtuales, no soy partidario de las clases 
virtuales tanto tiempo, porque siento que se vuelve monótono y no alcanzas a brindar la 
misma energía ni disposición tanto del alumno como de uno…A veces a mí me pasaba que 
31 
 
solo dictaba las clases por responsabilidad, pero me daba mucha pereza, o por motivos de 
dinero.” 
En la tercera subcategoría, que es Adaptación laboral, aparece como tendencia que, 
a pesar de las dificultades inherentes a la pandemia, se pudo lograr un proceso adaptativo que 
redundó en la creación de actividades con un carácter subjetivo como la reflexión e 
introspección, y en la modificación del valor monetario de las clases de danza como del lugar 
físico para impartirlas. En relación con los ejercicios de introspección que algunos 
implementaron en sus clases el Sujeto 2 dice: “dejé de dar coreo y empecé a dar como 
ejercicios personales y a ellos les gustaba más, o como ejercicios para la casa y que 
mandaran videos”. Otro de los participantes que también incluyó este tipo de ejercicios, 
afirma: “…entonces pensé que tengo que generar una forma nueva de creación, ya no puedo 
enseñar igual que en presencialidad, no todos estamos en la misma sintonía, cada quien vive 
en un ambiente diferente, entonces incluí un ejercicio de reflexión e introspección propia, 
pongo una canción aleatoria y es un momento para ti y antes de iniciar la clase pregunto: 
“¿cómo te sientes hoy?, y sean lo más sinceros posibles”... un buen maestro no solo te ayuda 
a crecer como bailarín sino también como persona, más que adaptar mi situación fue 
adaptarme a la de ellos.” 
En relación con la adaptación del espacio físico para dictar clases de mejor calidad de 
manera remota el Sujeto 3 recalca: “…tuve que conseguirme un trípode sin tener cómo 
pagarlo para poder que hubiera luz y que estuviera bien, aparte también tuve que conseguir 
un computador para poder ver a mis alumnos porque era imposible verlos y que ellos me 
vieran desde el celular, era muy complejo.” 
Sobre el ajuste del valor económico de las clases el Sujeto 1 refiere: “Trabajé el doble 
o el triple por menos plata, eso fue lo más maluco. Y no tanto porque tuviese que ganar plata, 
sino que soy muy consciente, cuando bajé la mensualidad pensé: mis nenes deben estar 
pasando la misma situación que yo estoy pasando y sus padres también, entonces tengo que 
entender que no soy solo yo el que está pasando por esta pandemia sino todos.” 
En consecuencia, con relación a la categoría Labor profesional, podemos notar que 
en el aspecto laboral la pandemia tuvo un alto impacto negativo en los bailarines, ya que 
perdieron oportunidades laborales y no pudieron realizar viajes ni participar en competencias 
32 
 
internacionales para conocer y hacerse conocer. La desmotivación de la virtualidad hizoque 
tanto profesores como alumnos perdieran interés en su formación, esto va de la mano con lo 
que la OIT (2020) refiere: “la crisis de la pandemia ha dejado repercusiones en lo económico, 
y esto afecta de manera directa al mercado laboral, tanto en las ofertas (producción de 
servicios y bienes) como en las demandas (el consumo y la inversión). Y en muchos casos 
los trabajadores no pueden desplazarse a su lugar de trabajo ni llevar a cabo su actividad 
profesional, lo que merma sus ingresos, en particular en los casos de empleo informal u 
ocasional.” (p.2). 
Pero, a pesar de todas las afectaciones negativas, los profesores encontraron 
mecanismos de adaptación a la situación de confinamiento, que ayudaron a que sus alumnos 
y ellos mismos tuvieran espacios para reflexionar y desahogarse de todo lo que estaban 
sintiendo, a través de la danza. Estos ejercicios y soluciones como rebajar el valor de las 
clases, aunque no estuvieran en su mejor momento económico, demuestra la empatía que se 
generó en la comunidad porque comprendían que todos estaban pasando por un mal 
momento. 
Dentro de la segunda categoría, Estado afectivo, en referencia a la primera 
subcategoría: Impacto negativo, se encontró que, además de las dificultades económicas y la 
desmotivación mencionadas anteriormente, la mayoría sintieron un impacto negativo en su 
disciplina y estado físico, además de que el encierro por la cuarentena afectó 
significativamente sus estados de ánimo. 
En relación con la disciplina el Sujeto 2 afirma: “No sé, la disciplina. Pues antes tenía 
una rutina y era muy fácil seguirla, porque tenía que hacer las cosas de cierta manera para 
poder llegar a todas partes y hacer todo, tenía los horarios muy medidos y era muy 
disciplinada. En cambio, en la casa es muy difícil tener esa disciplina, como que tengo clase 
a las 6 y no soy capaz de pararme a verla, me dio muy duro”. Como ejemplo del cambio de 
estado de ánimo durante la cuarentena, el Sujeto 3 menciona: “el genio, perdía mucho más 
la paciencia, era mucho más sensible y eso ocasionó muchos problemas, peleas entre pareja, 
entre los familiares y también me cuestioné mucho de por qué bailaba porque aquí no me 
daban ganas de bailar”. Además de esto, el Sujeto 6 expresa no solo el cómo afectó su estado 
de ánimo, sino también la percepción de sí y de su baile: “Pues era más como el bienestar 
33 
 
emocional, porque al estar encerrada como que me cuestionaba más, me decía que no 
entrenaba lo suficiente, no bailo mejor que antes, me llenaba de pensamientos negativos, y 
cuestioné mi danza de forma tóxica, que nunca antes lo había hecho. Me comparaba con 
otros bailarines, este está bailando más que yo, antes no lo hacía y estar tanto tiempo 
encerrada me hizo volverme insegura, perder la confianza que había ganado bailando.” 
También el Sujeto 6 menciona cómo fue de difícil tramitar esos sentimientos como 
artista: “No pues yo digo que sí me dio muy duro, personalmente el encierro sí me dio muy 
duro, porque soy una artista y tratar de vivir esas emociones frente a una pantalla, sola, 
encerrada, porque los artistas siempre vamos de un lado a otro y esa es nuestra vida, 
nuestras experiencias. Al encerrarnos fue como no vas a hacer nada más que recibir clases 
virtuales, y también siento que la edad influye mucho, no pude disfrutar mi adolescencia, 
pues a los papás, por ejemplo, también los afecta, pero ellos ya vivieron su juventud, nosotros 
no, entonces eso si me da muy duro.” Sobre cómo lidiar con las emociones desde la 
perspectiva de un artista el Sujeto 7 dice: “Hay muchos pero el que más siento que fue el 
emocional, porque digamos que cuando tu bailas, como en nuestro caso, se ve incentivado 
por nuestros alumnos, compañeros y maestros y al no poder expresar nuestras emociones 
todo se reprime cuando no hay a quien exponerle o entregarle ese sin fin de emociones, 
porque todos esos pensamientos, emociones y sensaciones ya no se compartían sino que lo 
teníamos que tragar y eso nos ahogaba, a veces los pensamientos nos jugaban una mala 
pasada.” 
En cuanto a la segunda subcategoría: Impacto positivo, como tendencia se encuentran 
comentarios positivos frente a la cuarentena, como valoración del tiempo en familia y tiempo 
para la introspección tanto de sus pensamientos como de su arte. Algunos participantes 
señalan que sus hábitos saludables como alimentación y ejercicio incrementaron. 
Otra tendencia son los comentarios positivos sobre el acceso a clases de profesores 
internacionales desde la modalidad remota. A este respecto, el Sujeto 3 afirma: “…hice 
muchos cursos que antes no podía tomar, por ejemplo, cursos internacionales, para eso 
hubiera tenido que viajar, entonces fue súper, porque tomé clases con gente que siempre 
quise.” El mismo impacto positivo acerca de esta posibilidad lo comenta el Sujeto 5: “Pero 
34 
 
es bueno también que se pueda tomar clases internacionales que antes no era posible sin 
viajar hasta allá, y eso me motiva a aprender.” 
Frente a la alimentación el Sujeto 3 comenta: “Cuando comenzó el año yo recién 
estaba empezando a mejorar mi alimentación y la cuarentena me ayudó porque no voy a 
salir a ver ´chucherías´ a la calle y aparte de eso porque no me cansaba tanto en la calle, 
entonces no sentía esa ansiedad y hambre que le da a uno de bailarín.” También el Sujeto 5 
refiere: “Siento que se trabajó mucho como con otros métodos como el yoga o la 
alimentación, como lo convierto en positivo, porque todo se trata de cuidar tu cuerpo y tu 
mente.” 
En atención al tiempo para la introspección el Sujeto 4 comenta: “…es que igual es 
tiempo para uno y uno nunca se hace tiempo, entonces sirvió mucho; uno ve la gente ahora 
en cuanto al baile, lo personal y su forma de pensar y uno nota que han evolucionado mucho 
porque la cuarentena les dio el tiempo de estudiarse, aprender cosas de uno mismo que no 
se sabían, y sí, dedicarse el tiempo a uno mismo.” Un comentario muy parecido lo hace el 
Sujeto 6, quien dice: “pues en ese mismo tiempo que tuve para pensar tanto, aprendí cosas 
nuevas, me dediqué a conocer mi cuerpo, hice nuevos estilos, tuve cierta introspección, hablé 
más conmigo… cosas que antes con tantas cosas no me dedicaba tiempo a mí y con la 
cuarentena me tocó, y eso es positivo, llegué a conocerme un poco más.” 
Como conclusión a cómo el arte impactó de manera positiva para sobrellevar la 
incertidumbre de la cuarentena el Sujeto 7 afirma: “El arte te ayuda a ir más allá de las 
cosas, debemos cuidar nuestro entorno y nuestros pensamientos, aprovechar el ahora y vivir 
los momentos. El arte es la solución a muchas cosas.” 
En la subcategoría de Síntomas físicos o psicológicos, los síntomas que más 
mencionan son estrés, ansiedad, anhedonia y tristeza, algunos indican que afectó 
profundamente su autoestima y su autoimagen. La mayoría tuvieron problemas de sueño 
como insomnio o pesadillas concurrentes. Algunos reconocen que no les provocaba pararse 
de la cama, que a veces les daban fuertes dolores de cabeza, otros que sentían claustrofobia 
al pasar tanto tiempo encerrados. Haciendo referencia a esto el Sujeto 2 afirma: “me empecé 
a ver fea, horrible, me quería hacer mil operaciones, aunque al final no me hice nada, pero 
me sentía horrible. No dormía bien y soñaba mucho y me acordaba de todo, ya fueran 
35 
 
pesadillas…” También el Sujeto 6 menciona síntomas similares: “Me trastornó el sueño, me 
acostaba muy tarde porque no tenía que salir a ninguna parte…eso que te dije de que me 
cuestionaba mucho, tal vez eso como que no darme crédito por los avances que tengo sino 
solo ver lo malo, pero ya estoy tratando de dejar esos hábitos.” Con relación a sus vivencias 
el Sujeto 7 expone: “…estuvo también la parte depresiva que afectó mucho e hizo que nos 
cuestionáramos muchas cosas como si lo que hacíamos estaba bien; también que 
esperábamos cosas de personas como sus mensajes y nunca llegaban,

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