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BIOLOGÍA CELULAR244 plo, muchos polipéptidos bacterianos son quimiotácti- cos para los leucocitos neutrófilos, que poseen recepto- res para ellos. La activación de estos receptores modifi- ca la corteza de microfilamentos de los neutrófilos, que pueden así desplazarse hacia la bacteria. Algo similar ocurre en la modificación del citoplasma que se movili- za alrededor de la bacteria en la fagocitosis. Haces de microfilamentos: interacción con miosina I y II Son grupos de filamentos dispuestos paralelamente y de mayor longitud que los de las redes (Fig. 6.6.B). Para que los microfilamentos formen haces es necesaria la proteína tropomiosina, que se adosa ininterrumpida- mente a todo lo largo de los microfilamentos (Fig. 6.5). Cada tropomiosina forma una barra que se extiende a lo largo de ocho monómeros de actina (unos 36.5 nm). La molécula de tropomiosina varía de unos tipos celula- res a otros. En los fibroblastos, cada molécula tiene 30 kDa y consiste en dos cadenas lineales e iguales que mente a éstos (Fig. 6.5). La filamina mide aproxima- damente 160 × 4 nm. Consiste en un dímero formado por dos polipéptidos iguales (de 280 kDa cada uno) y alargados, unidos por sus cabezas. Las redes de micro- filamentos muestran una consistencia sólida de tipo gel. En ausencia de filamina, los microfilamentos de ac- tina (monómeros o fragmentos cortos) adoptan una dis- posición difusa, que da lugar a una consistencia fluida de tipo sol. Los microfilamentos de las redes tienen anclados sus sitios de nucleación en zonas localizadas de la membrana plasmática. Este anclaje lo lleva a cabo el complejo de proteínas ERM, que se denomina así por las iniciales de sus tres componentes: ezrina, radixina y moesina. Cuando este complejo se activa, por fosforila- ción o unión al PIP2, une los microfilamentos a una pro- teína transmembranosa (la CD44 u otra similar), que es el principal receptor de los componentes de la matriz extracelular, en concreto del ácido hialurónico. Este re- ceptor y otros similares controlan la disposición y orien- tación de los filamentos, responden a señales externas y actúan mediante las proteínas G y GTPasas. Por ejem- Cofilina Complejo ARP Red configurada de microfilamentos donde toda la actina está desfosforilada Avance de la red de microfilamentos por adición de actina fosforilada en un extremo y destrucción de la actina desfosforilada en el otro Monómeros de actina-ATP Monómeros de actina-ADP Zona de crecimiento con actina-ATP Zona de destrucción por la cofilina Filamentos de actina-ADP Figura 6.4. La actina monomérica debe estar unida a ATP para polimerizar en filamentos, en los que las moléculas de actina se disponen formando un doble helicoide e hidrolizan el ATP, quedando unidas a ADP. El crecimiento de los filamentos se produce a partir de su centro organizador (ARP) por adición de moléculas de actina en el extremo (+). Utilizando cofilina, que marca la acti- na unida a ADP pero no la unida a ATP, se ha visto que en el extremo en crecimiento, hay pocas actinas marcadas, pues aún no han tenido tiempo de hidrolizar su ATP, mientras en el extremo (–), donde predomina la despolimerización, la actina del filamen- to está unida a ADP. 06 PANIAGUA BIOLOGIA 3 06 29/11/06 13:35 Página 244
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