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tipo de transporte es el de la entrada de glucosa a muchas bacterias, en el transcurso de cuyo proceso la glucosa es fos- forilada a Glucosa 6P; el objetivo es asegurarse de que, una vez dentro, ese nutriente ya no saldrá jamás de la bacteria, porque los compuestos fosforilados no pueden atravesar membranas. Evidentemente, en ese proceso se gasta energía metabólica, puesto que el donador de los fosfatos que esteri- fican a glucosa es ATP, pero no se le puede considerar, técni- camente, un transporte activo porque el sustrato ha sido transformado durante el proceso en otra especie; por tanto, no se puede hablar de gradiente de concentración de una determinada sustancia química. A pesar de ello, consigue lo mismo que un verdadero transporte activo, concentrar un compuesto a un lado de la membrana, con una ventaja: lo que queda dentro es un compuesto metabólicamente más utiliza- ble por la célula. En los mamíferos, hay un ejemplo muy destacado de este tipo de sistema, el llamado ciclo del γ-glutamilo que, a expensas del glutatión compuesto que abunda en esas célu- las, consigue concentrar aminoácidos en el interior de las células tubulares renales, contribuyendo, de forma decisiva, a la recuperación de esos valiosos nutrientes, con la única excepción de prolina e hidroxiprolina, evitando que sean excretados por la orina; el proceso tiene un coste alto: tres moléculas de ATP se hidrolizan a ADP y fosfato por cada aminoácido recuperado. Membranas biológicas | 167 hidrofílico captador de cationes, muy específico para el K+ (es 1000 veces más afín por él que por el Na+). Al con- tactar con el catión lo capta en la parte de la membrana donde su concentración es mayor y, actuando como un transpor- tador pasivo uniporte y electrógeno, se difunde con él por la membrana, depo- sitándolo en el otro borde, hasta que las concentraciones se igualan, ya que un ionóforo nunca concentra su catión en un lado, sino que iguala sus concentra- ciones a ambos lados. La gramicidina sería un ejemplo de ionóforo estricto. Cuando se encuentran en concentración adecuada, dos molé- culas del ionóforo se disponen (Fig. 10- 10) de tal forma, que dan lugar a un poro, de unos 0.4 nm de diámetro, que atraviesa la membrana. Mientras el poro permanezca, podrán difundir, a favor del gradiente de concentración, todos los cationes que tengan un tamaño menor. De ahí su menor grado de espe- cificidad; de hecho, la gramicidina anula gradientes de H+, Na+, K+ y Rb+. Estos canales tienen una vida media corta, del orden de 1 s, pero pueden vol- verse a formar, varias veces, al estar en equilibrio con los monómeros libres, por lo que resultan 1000 veces más efi- caces que los transportadores móviles, permitiendo la difusión de hasta 107 iones/s, a favor de gradiente. Además, por su carácter fijo en la membrana, para su funcionamiento no dependen tanto de la fluidez de la misma como los transportadores móviles. Conviene señalar que los antibióti- cos ionóforos, como los citados, están resultando de una utilidad extraordina- ria en los estudios de transporte iónico a través de membranas. Figura 10-10. El ionóforo gramicidina D. Forma un dímero tipo cola-cola, que hace de poro a través de la membrana, capaz de abrirse y cerrarse adecuadamente. Iones Iones N N C C 10 Capitulo 10 8/4/05 10:18 Página 167
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