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AGENTES RESPONSABLES DE LAS ENFERMEDADES ALERGICAS

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	J ¿A QUÉ SE HACE ALÉRGICA UNA 
PERSONA? ¿QUÉ SON LOS ALÉRGENOS?
Las personas pueden hacerse alérgicas a muchas de 
las cosas que nos rodean, pero un requisito importante 
es que su organismo lo reconozca como una molécula 
extraña (que no forme parte de su cuerpo). Las sus-
tancias, por otra parte inocuas, que causan alergia se 
llaman alérgenos. Ejemplos de alérgenos son las pro-
teínas de los pólenes, los ácaros, animales, alimentos, 
veneno de insectos, etc.
Los alérgenos deben ser capaces de estimular el 
sistema inmunitario para que genere unos anticuerpos 
especiales (IgE). Una vez que se han formado estos 
anticuerpos, el alérgeno, en un nuevo contacto con 
el organismo, se unirá a ellos y ambos iniciarán una 
Agentes responsables de las 
enfermedades alérgicas
Dra. M.ª Luisa Baeza Ochoa de Ocáriz 
Médico especialista en Alergología e Inmunología Clínica. Jefe de Sección del Servicio de Alergia y 
tutora de residentes de Alergología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Madrid
RESUMEN
	� Las sustancias que causan alergia se llaman alérgenos. Suelen ser proteínas o glicoproteí-
nas (moléculas compuestas por una proteína e hidratos de carbono).
	� El subcomité de WHO/IUIS Allergen Nomenclature creó en 1984 un sistema formal de no-
menclatura de los alérgenos, que desde entonces es de utilización universal. 
	� Dentro del extenso número de familias de las proteínas, solo unas 130 producen alergia. 
Nuestro organismo reconoce en ellas una estructura formada por un grupo de pequeñas 
unidades, los aminoácidos, espacialmente próximos entre sí, que llamamos epítopos. 
	� La razón por las que una proteína o glicoproteína se convierte en alérgeno no está total-
mente aclarada, pero el reconocimiento como una proteína extraña, el tamaño, la solubili-
dad y la estabilidad de las moléculas son factores determinantes. 
	� La exposición a los alérgenos se produce a través de la piel y de las mucosas respiratoria 
y gastrointestinal. Además pueden ser inyectados, como las picaduras de las avispas. Los 
alérgenos trasportados por el aire más frecuentes son los pólenes y hongos en el exterior, 
y los ácaros, hongos, animales e insectos (cucarachas) en el interior de los edificios. Los 
alérgenos por vía digestiva son los alimentos y los medicamentos. 
	� Modificando alérgenos, hipoalérgenos, utilizando pequeños fragmentos, los pépticos, o 
creando proteínas de fusión y así mismo transportando los alérgenos encapsulados en 
micropartículas, podemos optimizar los tratamientos con las vacunas.
	� Los alérgenos recombinantes son alérgenos que se fabrican artificialmente introducien-
do material genético en organismos unicelulares, haciéndoles fabricar la proteína que se 
busca. Esto ha sido un avance determinante en el estudio de la alergología y en el futuro 
de la medicina personalizada. 
62 EL LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS
enérgica reacción alérgica orquestada por células y 
moléculas del sistema inmunitario. Por lo tanto, una 
sustancia es un alérgeno en tanto sea capaz de crear 
una respuesta del sistema inmunitario en el hombre 
contra él. 
El contacto del organismo con los alérgenos puede 
ser por vía inhalatoria, como los pólenes; por vía diges-
tiva, en el caso de los alimentos; por vía cutánea, como 
es el contacto con los guantes de látex; por inyección, 
como la picadura de las avispas, etc. La respuesta del 
organismo a un alérgeno es compleja y está influida 
por múltiples factores, como la susceptibilidad propia 
de la persona a ser alérgica (la genética), el ambiente 
que le rodea y las características propias de la sustancia 
(el alérgeno). 
	J ¿QUE MOLÉCULAS PUEDEN SER 
ALÉRGENOS? 
Los alérgenos suelen ser proteínas, a menudo gli-
coproteínas (moléculas compuestas por una proteína 
y uno o varios hidratos de carbono), o lipoproteínas 
(proteínas que transportan los lípidos o grasas). Excep-
cionalmente algunos hidratos de carbono (azúcares), 
por sí mismos, pueden también generar anticuerpos y 
provocar reacciones alérgicas. 
Los alérgenos deben ser relativamente grandes 
para poder provocar alergia. Pero, en ocasiones, algu-
nas moléculas pequeñas también lo hacen: se llaman 
haptenos, y es el caso de numerosos medicamentos. 
Para que eso sea posible, los haptenos necesitan unirse 
a alguna proteína que les sirva de transporte y de emba-
jadora ante el sistema inmunitario. Los haptenos sin 
ayuda de una proteína trasportadora no podrán, por sí 
solos, inducir una respuesta alérgica.
	J ¿CÓMO DENOMINAMOS CIENTÍFICAMENTE 
A LOS ALÉRGENOS? LA NOMENCLATURA 
DE LOS ALÉRGENOS
La Organización Mundial de la Salud (WHO) y la 
Unión Internacional de Sociedades Inmunológicas 
(IUIS) tienen un subcomité de nomenclatura de los 
alérgenos, que fue fundado en 1984 para establecer 
un sistema de nomenclatura formal para dar un nombre 
científico a los alérgenos: WHO/IUIS Allergen Nomen-
clature Sub-committee. Este subcomité está compuesto 
por expertos en la caracterización de los alérgenos, de 
su estructura, función, biología molecular y bioinformá-
tica. Para que una proteína sea declarada como alér-
geno, debe demostrar su capacidad alergénica al menos 
en 5 pacientes y en el 5 % de la población estudiada, 
idealmente con un cribado de 50 pacientes. 
La nomenclatura se basa en un sistema lineal que 
se aplica a todos los alérgenos, con el “género” (las pri-
meras 3 letras) y la “especie” (la primera letra) en latín 
y un número arábigo que representa la cronología en 
la que se ha purificado este alérgeno. La mayoría de 
los alérgenos mayores de ácaros, proteínas animales, 
pólenes, insectos y alimentos están ya clonados (se 
conoce su composición). Por ejemplo, el alérgeno que 
se identificó primero en el gato, Feldicus domesticus, 
se denomina Fel d 1; el segundo, del polen del plátano 
de sombra, Platanus acerifolia, Pla a 2; el tercero, del 
bacalao, Gadus morhua, Gad m 3. 
Existen también variantes de los alérgenos, los 
isoalérgenos, que son proteínas de una misma espe-
cie con propiedades inmunológicas y/o moleculares 
similares pero que tienen una pequeña diferencia. A 
estas variantes se les añaden unos números adiciona-
les en la nomenclatura. Por ejemplo, Fel d 1.0101, es un 
isoalérgeno del Fel d 1 del gato. 
Actualmente existen más de 130 moléculas alergé-
nicas disponibles comercialmente, para hacer estudios 
en enfermedades alérgicas, provenientes de 50 fuentes 
alergénicas. Con el análisis de estas proteínas, se selec-
cionan alérgenos “diana” para su uso en procedimientos 
diagnósticos y terapéuticos. 
El WHO/IUIS Allergen Nomenclature Sub-committee 
mantiene una base de datos de los alérgenos que están 
oficialmente aceptados: www.allergen.org.
	J ¿CÓMO RECONOCE EL ORGANISMO LOS 
ALÉRGENOS?
Las proteínas están formadas por unas unidades 
pequeñas: los aminoácidos. El organismo reconoce 
los alérgenos a través de sus anticuerpos especiales 
llamados IgE. Cada anticuerpo está dirigido exclusiva-
mente a un alérgeno (es específico de él), y de él solo 
reconoce un reducido grupo de aminoácidos. Estos 
grupos de aminoácidos, críticos en la unión de alér-
geno-anticuerpo, se llaman epítopos o determinantes 
antigénicos.
El epítopo puede estar constituido por aminoácidos 
consecutivos y, aunque la proteína se altere por alguna 
razón, podrá seguir produciendo alergia. Los alérgenos 
que poseen este tipo de determinantes, llamados epí-
topos lineales, se consideran muy estables y suelen 
causar reacciones de gravedad (algunos alérgenos del 
cacahuete, la leche y el huevo). Por otro lado, existe 
otro tipo de epítopos formados por aminoácidos que 
no son consecutivos y que están en zonas diferentes 
63AGENTES RESPONSABLES DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS
de la molécula. Pero como las proteínas suelen estar 
plegadas, estos se encuentran muy próximos unos a 
otros y forman un conjunto. En este caso, los epítopos 
se llaman conformacionales porque tienen que ver con 
la forma en que la proteína está configurada espacial-
mente. Cualquiersituación que modifique la forma (el 
plegamiento de la proteína), como el calor del cocinado 
o la acidez con que se encuentra el alimento al llegar al 
estómago, le restará su capacidad de producir la reac-
ción alérgica. Estos son epítopos más lábiles que los 
anteriores y forman parte de alérgenos débiles (figura 
1). Algunos de estos alérgenos los contienen diversas 
frutas y verduras. Por eso, en ocasiones, la fruta pro-
duce reacciones si se ingiere fresca, y sin embargo, es 
posible que se tolere en compota.
En general, cada alimento está compuesto de 
muchas proteínas diferentes (además de las grasas y 
azúcares), pero solo unas pocas contienen epítopos 
y, por tanto, son capaces de causar alergia (son aler-
génicas).
	J ¿POR QUÉ UNAS MOLÉCULAS PRODUCEN 
ALERGIA Y OTRAS NO?
Desde hace mucho tiempo los científicos se hacen 
esta misma pregunta y desgraciadamente continúa 
sin estar totalmente aclarada. Las características que 
hacen que una molécula se convierta en un alérgeno no 
están totalmente definidas. Pero no todas las proteínas 
tienen la capacidad de causar alergia.
En primer lugar, cuanto más diferentes son las 
moléculas de nuestro organismo, más capaces son 
de provocar alergia. En segundo lugar, las moléculas 
que contengan mayor cantidad de epítopos tendrán 
más probabilidades de causar reacciones. El tamaño 
y la solubilidad son importantes, especialmente para 
los alérgenos aéreos (aeroalérgenos) que acceden al 
organismo a través de las vías respiratorias. En general, 
deben ser proteínas de 10-60 kilodaltons y ser solubles 
en agua, pues así se facilita su liberación en la mucosa 
respiratoria. Las moléculas aerotransportadas tienen 
origen diverso (polen, esporas, heces de los ácaros) y su 
tamaño determina el tiempo de permanencia en el aire 
y, por tanto, el grado de exposición del individuo. Las 
partículas de menor tamaño (5-10 μm de diámetro) per-
manecen en suspensión por tiempos más prolongados 
que las partículas mayores (10-40 μm), las cuales se 
sedimentan por acción de la gravedad. En el caso de los 
alimentos, la capacidad de resistir altas temperaturas 
y la digestión del jugo gástrico, es decir su estabilidad, 
así como su cantidad dentro del alimento, les ayudan 
a incrementar su potencia alergénica.
Finalmente, la similitud de una proteína con otra que 
desencadena alergia también la hace mejor candidata 
para ser alergénica. Las técnicas de biología molecular 
revelan que los alérgenos lo componen solo un grupo 
reducido de familias de proteínas. Únicamente el 5 % 
de las 3.012 familias de proteínas, clasificadas sobre 
la base de la estructura, son alergénicas. Sin embargo, 
este pequeño grupo de proteínas tienen una gran varia-
bilidad estructural y funcional entre ellas. 
Aunque están aún por definir todos los requisitos 
que debe cumplir la proteína para ser alergénica, el 
conocimiento, cada vez mayor, de cada uno de estos 
aspectos de los alérgenos hace que, a veces, se pueda 
aventurar el riesgo de una molécula de causar alergia.
	J ¿QUÉ OTROS FACTORES AYUDAN A LAS 
MOLÉCULAS PARA SER ALÉRGENOS?
No únicamente las propiedades físicas y químicas 
de los alérgenos influyen en su capacidad para provocar 
alergia; la duración de la exposición al alérgeno también 
es importante. Los alérgenos de interior, como los de los 
ácaros o los de animales domésticos, se inhalan durante 
muchas horas al día y eso favorece la sensibilización 
y el desarrollo de alergia. Algunos están relacionados 
con el trabajo, y se desarrollan debido a su exposición 
B
A
Calentamiento 
Jugo gástrico 
Calor, etc.
Reacción alérgica
AlérgenoAlérgeno
Los alérgenos se pueden desnaturalizar (alterar) por diversas 
razones (cocinado, acción de las enzimas del tubo digestivo, etc.). 
Si sus epítopos (parte esencial para la reacción alérgica) son 
lineales (A), el alérgeno continuará causando alergia. 
Si los epítopos son conformacionales (B) perderán su 
capacidad de producir la reacción alérgica.
Anticuerpo IgE
No reacción alérgica
Epítopo
Figura 1. Epítopos lineales y conformacionales
64 EL LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS
durante muchas horas al día. La concentración, esto 
es, la cantidad de moléculas suspendidas en el aire, es 
asimismo un factor de mucha relevancia. No obstante, 
en ocasiones ocurren cosas paradójicas. Si la concen-
tración de los alérgenos es muy baja, no serán capaces 
de provocar una respuesta inmunitaria en el organismo; 
pero a su vez, si las concentraciones son excesivamente 
altas, pueden provocar un estado contrario a la alergia 
que se llama tolerancia y pierden su capacidad de sen-
sibilizar al individuo.
La forma de exposición al alérgeno es también rele-
vante. Por ejemplo la exposición de forma intermitente 
(medicamentos periódicos, pólenes) favorece la res-
puesta alérgica y la zona donde se desarrolla la expo-
sición al alérgenos también. La contaminación de las 
zonas urbanas y las emisiones gaseosas de los coches 
son factores que actúan como adyuvantes (facilitado-
res) de la sensibilización (producción de los anticuerpos 
IgE). Se ha podido comprobar que las moléculas despe-
didas por los coches de diésel transportan a los alérge-
nos y los hacen más potentes. En las zonas rurales, la 
prevalencia de alergia es menor y dentro de las zonas 
rurales, menor en familias que viven en las granjas. Se 
ha podido demostrar como factores protectores, el con-
tacto con ganado, con aves de corral o la ingesta de 
leche no pasteurizada. Además, se ha constatado que 
en familias numerosas hay un descenso de las enfer-
medades alérgicas. Esto se ha interpretado como la 
posibilidad de influencia del contacto con compuestos 
bacterianos o sus derivados, hecho que podría enseñar 
al sistema inmunitario a reducir la sensibilización a los 
alérgenos. Existe un período en la infancia temprana e 
incluso durante el embarazo en la que estos factores 
protectores son especialmente relevantes. 
	J ¿CÓMO ENTRAMOS EN CONTACTO CON 
LOS ALÉRGENOS?
Para desarrollar la enfermedad alérgica se necesita, 
como es natural, una exposición al alérgeno. El tipo de 
exposición puede ser muy diverso. La piel, la mucosas 
respiratorias, gastrointestinal, genital o de las glándulas 
mamarias son las barreras del cuerpo al contacto frente 
a las moléculas del ambiente. Si los alérgenos están en 
el aire, como el polen, entrarán a través de la nariz o la 
boca al pulmón, produciendo una rinitis o un asma. Si 
entran en contacto con la mucosa del ojo, provocarán 
una inflamación e irritación local; es decir, una conjuntivi-
tis. Los alérgenos también pueden ser ingeridos, como es 
el caso de los alimentos. De este modo, contactarán con 
la mucosa de la boca, pudiendo provocar síntomas como 
el picor labial o en la cavidad bucal. Si llegan al estómago, 
se mezclarán con el jugo gástrico y, si no son destruidos 
por el ácido (característico de los epítopos lineales), pue-
den ocasionar una inflamación en la mucosa estomacal 
(dolor, náuseas y/o vómitos) o del intestino (diarrea); o 
bien ser absorbidos, pasando a la circulación sanguínea y 
propiciando síntomas a distancia que pueden ser graves, 
como la urticaria, el asma, la caída de la tensión arterial 
y/o el mareo. Una tercera vía de contacto con el alérgeno 
puede darse a través de la piel (alergia de contacto). Un 
ejemplo de ello es la alergia al látex. Los propios póle-
nes en ocasiones provocan síntomas cutáneos como el 
enrojecimiento de la piel y los habones al depositarse 
sobre esta. Finalmente, los alérgenos también pueden 
ser inyectados, como es el caso de las picaduras de los 
insectos o de algunos medicamentos.
	J ¿CÓMO NOS PROTEGEMOS DE LOS 
ALÉRGENOS?
El alérgeno actúa de forma diferente dependiendo 
de la vía de entrada a nuestro organismo. Inicialmente, 
conecta con nuestras barreras naturales. Estas son la 
piel o las mucosas. Las barreras están encargadas de 
protegernos de las agresiones del exterior y su misión 
consiste en mantener el medio interno a salvo;man-
tienen las partículas extrañas fuera del organismo. Por 
tanto, actúan como obstáculos físicos. En segundo 
lugar, debajo de estas barreras naturales (las mucosas 
y la piel) se encuentran diferentes células del sistema 
inmunitario, estandartes de la defensa del organismo, 
que al reconocer las moléculas extrañas las destruyen y 
las rechazan. La integridad de estas barreras y el tipo de 
las células del sistema inmunitario que se encuentren 
cercanas a la puerta de entrada serán muy importantes 
para que puedan generar o no los anticuerpos frente a 
los alérgenos que lleguen y, en definitiva, logren provo-
car la reacción alérgica. Las barreras naturales (la piel, 
la mucosa oral, la mucosa nasal, etc.) son diferentes 
entre sí. Por eso las proteínas que se inhalan deben 
cumplir unos requisitos diferentes a, por ejemplo, las 
que son ingeridas para llegar a convertirse en alérgenos.
	J ¿CUÁLES SON LOS ALÉRGENOS MÁS 
COMUNES? 
Las sustancias que pueden provocar reacciones 
alérgicas (figura 2) se pueden clasificar de muchas 
maneras. Una de ellas es la forma de acceso al orga-
nismo. Los alérgenos que tienen en común una puerta 
de entrada tienen muchos otros aspectos en común 
(tabla 1).
65AGENTES RESPONSABLES DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS
	J ¿CUÁLES SON LOS ALÉRGENOS 
INHALADOS? LOS AEROALÉRGENOS
Son aquellos que son transportados por el aire y, por 
tanto, se inhalan. Este tipo de alérgenos, fundamental-
mente pólenes y ácaros, es el que con más frecuencia 
produce alergia. En este grupo, se pueden distinguir 
los alérgenos de interior (dentro de las casas) y los del 
exterior. Los alérgenos de interior habitualmente pro-
ducen síntomas crónicos a lo largo de todo el año y, 
sin embargo, los de exterior son con más frecuencia 
estacionales.
• Los pólenes son alérgenos de exterior. Son gameto-
fitos masculinos vivos de plantas de tamaño grande 
(gimnospermas y angiospermas). Son anemófilos 
(transportados por el viento) y, en épocas determi-
nadas (invierno o primavera-verano), se concentran 
en el aire. Es raro que las plantas cuya polinización 
se efectúa a través de los insectos causen alergia. 
Las plantas alergénicas se agrupan de la siguiente 
manera: árboles, hierbas y malezas. Los pólenes 
recorren, en ocasiones, varios kilómetros por el aire. 
Es una alergia estacional, solo aparece en determi-
nadas épocas del año, que corresponden a las de 
polinización de las plantas. 
• Los ácaros del polvo doméstico. Alérgenos de inte-
rior. Son insectos arácnidos, microscópicos, de unos 
0,33 mm de largo, que viven a nuestro alrededor y 
se encuentran en el polvo doméstico, y sus heces 
son los productos más alergénicos. Se desarrollan 
mejor en zonas costeras y se encuentran mayorita-
riamente en colchones, ropa de la cama, almohadas, 
muebles, moquetas y tapicerías. 
• Los hongos. También se los denomina mohos. Alér-
genos de interior y de exterior. Crecen en ambien-
tes húmedos y cálidos, y mejor en la penumbra. En 
zonas mal drenadas donde se acumula la humedad, 
en el exterior, y en baños y sótanos con humedades 
o goteras, en el interior. 
• Las mascotas. Los alérgenos de origen animal pro-
ceden en su mayoría de animales domésticos y son 
alérgenos de interior. Las moléculas alergénicas pro-
vienen de la saliva, la orina, el pelo, las plumas y las 
Figura 2. Diversas fuentes alergénicas de nuestro entorno
66 EL LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS
escamas. Las partículas proteicas son transporta-
das por el aire e impregnan los muebles y los tejidos 
(ropa, cortinas, etc.) del entorno doméstico. Además 
de gatos y perros, producen alergia los conejos, hám-
steres, pájaros y ratones y se han desarrollado sen-
sibilizaciones curiosas como jerbos, hurones, chin-
chillas, iguanas, etc.
• Los insectos. Otros animales pequeños, como las 
cucarachas, también se pueden encontrar en el 
entorno doméstico y ser causantes de enfermedades 
alérgicas. Los mosquitos y las polillas se han aso-
ciado a la alergia en algunas regiones. Se ha descrito, 
asimismo, alergia a los escarabajos y las moscas.
	J ¿A QUE ALÉRGENOS NOS ENFRENTAMOS 
POR VÍA DIGESTIVA? LOS ALIMENTOS
Los alimentos o trofoalérgenos provocan reaccio-
nes alérgicas. Cualquier alimento puede comportarse 
como un alérgeno, pero su frecuencia depende, en gran 
medida, de los hábitos alimenticios de cada región y 
de la edad del paciente. Así, en España, los alimentos 
que más habitualmente causan alergia en los niños son 
la leche, los huevos y el pescado. Sin embargo, en los 
adultos es frecuente la alergia a las frutas y las verduras, 
los frutos secos y los mariscos. Es importante saber que 
alimentos muy diferentes pueden contener alérgenos 
muy similares y por ello producir alergia por la misma 
causa. Es importante también no olvidar que con los 
alimentos pueden ingerirse diversos aditivos, conser-
vantes y colorantes, tanto naturales como sintéticos, 
que pueden ser los responsables de la reacción.
En general, las moléculas alergénicas de los alimen-
tos sufren muchas alteraciones antes de ser absorbidas 
en el tubo digestivo. Durante su manufactura y prepa-
ración pueden alterarse al ser cocinadas (calentadas 
y mezcladas con otros productos); posteriormente, al 
llegar a la boca, sufren la acción de la saliva por sus 
enzimas, y, en el estómago, la de los jugos gástricos 
(acidez y enzimas). Por ello, en general, las moléculas 
de los alimentos que provocan alergia suelen hallarse 
en grandes concentraciones en el alimento y ser muy 
resistentes (habitualmente tienen epítopos lineales). 
Algunos alimentos, aunque son alergénicos, no resis-
ten estas agresiones y solo producen síntomas leves y 
transitorios en la boca (picor, enrojecimiento). Al llegar 
al estómago son destruidos y pierden su potencial aler-
génico. Estos son los que contienen, a diferencia de los 
anteriores, epítopos conformacionales (figura 1).
Se considera también de origen alimenticio la alergia 
a los parásitos que contaminan los alimentos, como es 
la alergia a la larva del Anisakis simplex del pescado.
Tabla 1. Fuentes de los principales causantes de la alergia: 
los alérgenos
Alérgenos inhalados (transportados por el aire)
Del exterior
Pólenes Arboles (olivo, arizónica, plátano de 
sombra…)
Malezas (hierba de San Juan, pies de 
ganso, manzanilla)
Hierbas (gramíneas: ballico, hierba 
timotea, festuca)
Hongos Alternaria
Cladiosporum
Del interior
Ácaros Domésticos 
De almacenamiento
Hongos Alternaria
Mascotas Perro
Gato
Insectos Cucarachas
Polillas
Alérgenos ingeridos: alimentos
Vegetales Frutas
Legumbres
Hortalizas
Frutos secos
Cereales
Animales Leche y derivados
Huevos
Pescados
Mariscos
Carne de vacuno y aviar
Parásitos Anisakis simplex (pescados)
Alérgenos inyectados: insectos
Himenópteros Ápidos (abejas y abejorros)
Véspulas (avispa común, de chaqueta 
amarilla, avispón)
Otros Garrapatas
Alérgenos por 
contacto
Látex
Cosméticos
Otros
Medicamentos Antibióticos
Antiinflamatorios
Parásitos Echicoccus granulosus (perros)
67AGENTES RESPONSABLES DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS
	J ¿QUÉ ALÉRGENOS SE INYECTAN EN 
EL ORGANISMO? LAS PICADURAS DE 
INSECTOS
La alergia a las picaduras de los insectos constituye 
un problema importante, pues causa fallecimientos en 
personas sanas. Son probablemente responsables de 
algunas muertes repentinas e inexplicadas. El alérgeno, 
contenido en el veneno, lo inyecta el insecto a través de 
la piel, burlando así una de las barreras clave de protec-
ción del organismo. Las moléculas alergénicas se depo-
sitan directamente en las capas profundas, y allí tienen 
acceso directo e inmediato al sistema inmunitario, por 
lo que las reacciones pueden ser muy rápidas. Las pica-
duras suelen provenir de insectos sociales y la mayoría 
son himenópteros. Existen dos familias importantes: 
los véspidos y los ápidos. Los véspidos (avispa de cha-
queta amarilla, el avispón y la avispa común) anidan en 
la tierra y fácilmente se remueven durante actividades 
agrícolas o de jardinería;también son atraídos por la 
comida y merodean en zonas de picnic, especialmente 
en verano y otoño. La segunda familia la constituyen los 
ápidos, que incluyen a las abejas y a los abejorros; estos 
suelen ser pacíficos y solo pican cuando son moles-
tados. Las personas pueden ser alérgicas a una o a 
varias especies, por lo que la identificación del insecto 
es capital para poder establecer un diagnóstico e indicar 
correctamente el tratamiento. Se dan, además, otras 
vías provocadoras de alergia (inhalada, de contacto), 
que en general no son tan graves.
Otros insectos de interés en alergología son las 
garrapatas de las palomas. Las palomas, frecuentes 
en las grandes ciudades, se posan en los tejados de los 
áticos. Allí desprenden sus garrapatas y estas, general-
mente por la noche, atacan a los inquilinos de la casa 
(figura 3). A veces, es difícil identificarlas como causa 
de las reacciones alérgicas, ya que se esconden bien y 
pasan muchas veces desapercibidas.
En contraste con los insectos que pican, los morde-
dores, como los mosquitos y tábanos, rara vez provo-
can reacciones alérgicas graves. Finalmente, también 
se han descrito reacciones a la mosca amarilla y a los 
chinches besadores.
	J ¿LOS MEDICAMENTOS PUEDEN SER 
TAMBIÉN ALÉRGENOS?
Sí. Todos los medicamentos pueden provocar reac-
ciones alérgicas. Por ello es importante que solo se 
administren cuando estén indicados y, siempre, por 
prescripción médica. Se deben evitar los tratamientos 
innecesarios. En general, los medicamentos son dife-
rentes a los demás alérgenos. Las moléculas, habitual-
mente, no son proteicas y son muy pequeñas (hapte-
nos). Por ello, para producir las reacciones alérgicas 
deben, previamente, unirse a proteínas transportadoras 
en el organismo. Los medicamentos orales se reconocen 
y se procesan de forma diferente a los que son inyec-
tados, pero al tratarse de moléculas pequeñas suelen 
absorberse intactas. Los que con más frecuencia pro-
ducen alergia son ligeramente diferentes en los distintos 
países porque, como los alimentos, suelen corresponder 
con los más utilizados. En España, los más habituales 
son los antibióticos, especialmente los derivados de la 
penicilina, y los antiinflamatorios, como el ibuprofeno.
	J ¿QUÉ SON ALÉRGENOS MAYORES Y 
MENORES?
Los alérgenos mayores son aquellos que inducen 
la formación de IgE contra él en más del 50 % de los 
pacientes alérgicos a esa fuente. Por ejemplo, el Fel d 
1 del gato lo reconoce un 80 % de los pacientes. Por 
el contrario, los alérgenos menores son aquellos que 
los reconoce menos del 50 % de los pacientes. Este 
es el caso de Can f 2 del perro, que lo reconocen solo 
el 25-33 % de los pacientes alérgicos al perro. Se ha 
sugerido dar el nombre de alérgenos intermedios a los 
que están presentes en el 50 % de los individuos.
Sin embargo, el hecho de que sean alérgenos mayo-
res o menores no significa que los primeros sean más 
potentes. Hay alérgenos menores que producen reac-
ciones alérgicas muy graves. 
Figura 3. Garrapatas encontradas en la pared de un ático de 
un paciente alérgico a las picaduras
68 EL LIBRO DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS
	J ¿QUÉ SON LOS ALÉRGENOS 
RECOMBINANTES? 
Cuando queremos fabricar reactivos para estudiar la 
alergia en los pacientes, utilizamos extractos naturales, 
donde están los alérgenos. Esto consiste en recoger un 
material que los contiene (p. ej., las heces de los ácaros, 
los pólenes del ambiente, los alimentos, etc.), solubili-
zarlos, homogenizarlos y esterilizarlos, y fabricar con 
ello un extracto al que llamamos “extracto alergénico”, 
que se puede utilizar para hacer las pruebas cutáneas 
y las pruebas en sangre o bien para las vacunas. Sin 
embargo, en estos extractos habrá algunas proteínas 
que son alergénicas y muchas otras que no lo son. Y, 
a lo mejor, habrá algunos alérgenos suficientemente 
concentrados para que nos valgan para el estudio y 
otros alérgenos que quizás estén en una cantidad insu-
ficiente. Si somos capaces de purificar cada uno de los 
alérgenos del extracto, evitaríamos muchos de estos 
problemas. Los alérgenos purificados de una fuente 
alergénica los llamamos alérgenos purificados “nati-
vos”. Sin embargo, esto es tremendamente costoso en 
tiempo y en dinero. 
Por ello se ha ideado una forma de fabricar alér-
genos purificados en grandes cantidades a través de 
ingeniería genética, biotecnología, y a estos alérgenos 
se les llama “alérgenos recombinantes”. Con ellos se 
tiene la oportunidad de mejorar el diagnóstico y qui-
zás el tratamiento y también se puede llevar a cabo 
un “estudio por componentes” (con alérgenos purifica-
dos), que consiste en averiguar, dentro de una fuente 
alergénica, como pueden ser los ácaros, cuáles de sus 
proteínas son las que están causando la alergia. 
Prácticamente todos los alérgenos descritos ya han 
sido clonados, secuenciados y producidos. La técnica 
consiste en introducir una secuencia de ADN (mate-
rial genético) que es el responsable que fabricar el 
alérgeno que deseamos, en un organismo unicelular, 
que puede ser una bacteria (Escherichia coli), o una 
levadura (Pichia pastoris), o células de insecto infec-
tadas con Baculovirus, células de mamífero (COS-1) o 
sistemas vegetales (hojas de tabaco). Después se pone 
el organismo a fabricar la proteína (figura 4), que pos-
teriormente se purificará mediante técnicas mucho 
más sencillas y eficientes que los alérgenos nativos. 
Su producción es ilimitada. 
Pero estos alérgenos recombinantes también tienen 
sus limitaciones. Al ser fabricados en otras células que 
no son las originales, pueden no ser idénticos a la molé-
cula nativa. Es posible que no se unan a los azúcares 
que tienen asociados en su estado natural, y que les 
condiciona muchas veces su conformación, perdiendo 
alguno de sus epítopos. 
Todavía hoy en día estos alérgenos recombinan-
tes no se pueden utilizar en pruebas in vivo (pruebas 
cutáneas) y tampoco en las vacunas. Son muy útiles, 
Áminoácidos
Proteína en crecimiento
Formas de enlace químico
ARNt
ARNm
Ribosoma
Codón de inicio
Figura 4. Ribosoma fabricando proteínas
69AGENTES RESPONSABLES DE LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS
sin embargo, en los estudios in vitro, es decir, en las 
pruebas en sangre. Aportan una información que en 
ocasiones va a condicionar el tratamiento que se apli-
cará posteriormente a los pacientes. 
El Subcomité de Estandarización de Alérgenos de 
la WHO/IUIS creó un programa, llamado “Create”, con 
la colaboración de la Unión Europea, para desarrollar 
estándares internacionales con alérgenos naturales y 
recombinantes con objeto de poder cuantificar y com-
parar los niveles de los alérgenos en cada extracto que 
se vaya fabricando, para asegurar que el extracto es 
correcto y útil para los propósitos en cuestión. 
	J ¿QUÉ SON LOS HIPOALÉRGENOS? 
Los hipoalérgenos son variantes de los alérgenos 
con menor capacidad de unirse la anticuerpo IgE, y que 
reducen su potencial alergénico y se pueden utilizar 
para producir vacunas alergénicas.
Otro material que se ha estudiado con el mismo pro-
pósito son los “péptidos,” que son trozos de proteínas, 
(de los alérgenos) de unos 12-14 aminoácidos, que ven 
reducida capacidad de unión a la IgE, pero mantienen 
su potencial para interactuar con células del sistema 
inmunitario. También se estudian como posibles formas 
de vacunas en los pacientes alérgicos. 
Otra estrategia que se está utilizando con los alér-
genos es la creación de “proteínas de fusión”. Consiste 
en unir el alérgeno a otra proteína que le ayude a tener 
una mejor disponibilidad para las células del sistema 
inmunitario y ser más eficientes en su propósito de 
curar al paciente alérgico. 
Por último, se están realizando estudios con “alérge-
nos encapsulados en micropartículas“ que trasportan 
al alérgeno y pueden redirigir la respuesta inmunitaria 
del individuo a un estado protector y no de alergia. 
La identificación de nuevos alérgenos, su producción 
para los estudios y su modificación paratratamientos 
como las vacunas está en constante investigación, lo 
que demuestra que la alergología es una especialidad 
altamente dinámica y en continuo avance.
	J BILBIOGRAFÍA
 – Chapman, M. D., A. Pomés, H. Breiteneder, y F. Ferreira. 
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julio de 2020.)
 – Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clí-
nica. Alergológica 2015. Factores epidemiológico, clínicos y 
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en 2014. Madrid: Draft Editores, 2017.
 – Steering Committee Authors and Review Panel Mem-
bers. «A WAO - ARIA - GA2LEN consensus document on 
molecular-based allergy diagnosis (PAMD@): Update 
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 – Villalba Díaz, M., D. Barber Hernández, y A. Pomés. 
«Alérgenos». En I. J. Dávila, I. Jáuregui, J. M. Olaguibel y J. 
M. Zubeldia, eds. Tratado de alergología. 2.ª ed. Madrid: 
Ergon, 2016, 131-150.
 – WHO/IUIS Allergen Nomenclature Sub-committee. 
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