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INTRODUCCIÓN A LA SUPERVISIÓN
La supervisión del sistema de control interno es esencial para contribuir a asegurar que éste se mantiene alineado con los objetivos, al entorno operativo, a las disposiciones jurídicas, los recursos asignados y a los riesgos asociados al cumplimiento de los objetivos, todos ellos en constante cambio.
La supervisión del control interno permite evaluar la calidad del desempeño en el tiempo y asegura que los resultados de las auditorías y de otras revisiones se atiendan con prontitud.
Las acciones correctivas son un complemento necesario para las actividades de control, con el fin de alcanzar los objetivos, ya que corregir las deficiencias halladas en cualquier elemento del control interno debe ser una actividad permanente que mejore la gestión. Asimismo, cabe destacar que los elementos clave que integran la supervisión son: las autoevaluaciones, las evaluaciones independientes y la auditoría externa.
PRINCIPIO #16 – REALIZAR ACTIVIDADES DE SUPERVISIÓN
Este principio determina que la administración debe establecer actividades y bases de referencia para supervisar el sistema institucional de control interno, evaluar sus resultados y determinar cuándo las revisará.
Las bases de referencia revelan debilidades y deficiencias detectadas en el control interno de la institución. Si la administración obtiene como resultado la existencia de variaciones, debe realizar cambios para reducir la diferencia entre lo esperado y lo real. Estas diferencias se pueden atender de la siguiente manera:
1. Cambiar el diseño del control interno para enfrentar los riesgos institucionales.
2. Mejorar la eficacia operativa del control interno.
La administración debe determinar cuándo revisar las bases de referencia, mismas que servirán para evaluaciones de control interno subsecuentes.
Por otra parte, la administración debe supervisar el control interno por medio de autoevaluaciones y evaluaciones independientes: Las autoevaluaciones se realizan por personal responsable de los procesos operativos para responder a los cambios, en cambio, las evaluaciones independientes por personal distinto a los responsables de los procesos, bajo revisión o en su caso, especialistas en la materia y se utilizan periódicamente.
Las evaluaciones independientes no necesariamente son realizadas por terceros ajenos a la institución
Los auditores externos pueden también supervisar mediante evaluaciones independientes, si el sistema de control interno es apropiado y hacer recomendaciones al respecto, con el propósito de contribuir a la mejora del desempeño de la institución y a la salvaguarda de los recursos públicos. Ambas evaluaciones proporcionan información sobre la eficacia e idoneidad de los controles internos establecidos.
Las autoevaluaciones incluyen actividades de supervisión permanente por parte de la administración como: comparaciones, conciliaciones, verificaciones, acciones de vigilancia.
Las evaluaciones independientes pueden tomar como base los resultados de las autoevaluaciones e incluyen:
· Evaluación entre pares.
· Talleres conformados por los propios servidores públicos y moderados por un facilitador externo especializado.
La administración es responsable de supervisar la eficacia del sistema institucional de control interno. Debe utilizar auto evaluaciones, evaluaciones independientes o una combinación de ambas y de manera continua para poder obtener una seguridad razonable de la eficacia operativa de los controles internos sobre los procesos asignados a los servicios tercerizados.
La administración debe evaluar y documentar los resultados de las autoevaluaciones y evaluaciones independientes para identificar problemas en el sistema de control interno institucional. Debe también identificar los cambios ocurridos en el control interno o los cambios necesarios a implementar derivados de modificaciones en la institución y en su entorno.
PRINCIPIO #17 – EVALUAR LOS PROBLEMAS Y CORREGIR LAS DEFICIENCIAS
Los servidores públicos deben reportar a las partes internas y externas que correspondan los problemas de control interno que hayan detectado mediante las líneas de reporte establecidas.
Como base para lo anterior, la administración, las unidades especializadas, comités de ética de riesgos y de cumplimiento, entre otros, así como las instancias de supervisión tradicionalmente el área de auditoría interna, deben evaluar oportunamente dichas deficiencias.
Asimismo, el personal puede identificar problemas de control interno en el desempeño cotidiano de sus responsabilidades. Es importante destacar que dependiendo de la naturaleza de estos problemas, los servidores públicos deben informar cuestiones graves al órgano de gobierno o al titular.
La administración debe evaluar y documentar los problemas de control interno y determinar las acciones correctivas apropiadas para enfrentar oportunamente los problemas y deficiencias detectados.
También debe evaluar los problemas que han sido identificados mediante sus actividades de supervisión o por medio de la información proporcionada por el personal, y debe determinar si alguno de estos problemas reportados se ha convertido en una deficiencia de control interno.
Una deficiencia de control interno puede presentarse en su diseño, implementación o eficacia operativa, así como en sus procesos asociados. En consecuencia, la administración debe determinar las acciones correctivas apropiadas y asignar responsabilidades, así como delegar autoridad para la apropiada remediación de la deficiencia de control interno.
La administración debe poner en práctica y documentar de manera oportuna las acciones para corregir las deficiencias de control interno. Los titulares deben revisar la corrección de las deficiencias, comunicar las medidas correctivas al nivel apropiado de la estructura organizativa y delegar al personal apropiado la autoridad y responsabilidad para realizar dichas acciones.
La práctica de auditorías, tanto internas como externas, es un elemento fundamental para la supervisión del sistema de control interno de cualquier institución del sector público, ya que sus resultados aportan información relevante para comprender el entorno en áreas específicas en unidades sensibles a la corrupción, así como en el contexto general de la institución.
De este modo, los hallazgos de auditoría contribuyen a identificar con precisión la presencia de deficiencias o debilidades en los controles implementados y permiten orientar con mayor enfoque los esfuerzos institucionales de mejora continua. De manera específica, los auditores pueden ayudar a disuadir la corrupción al examinar y evaluar la idoneidad y la eficacia de los controles internos.
Además, pueden ayudar al titular y órgano de gobierno a establecer medidas efectivas de prevención, tomando en consideración tanto las fortalezas como las debilidades de la institución.
Con objeto de potenciar los beneficios que el dictamen de auditoría tiene para las actividades de supervisión, las instituciones deben implementar mecanismos y acciones de seguimiento sobre los hallazgos y recomendaciones emitidas. Lo anterior incluye la implantación de procedimientos formales que aseguren la oportuna corrección de los problemas particulares detectados, así como el análisis y modificación de las causas subyacentes que originaron las observaciones y hallazgos.
 
Acciones emprendidas como resultado de los dictámenes:
a) Acción de mejora continua: Esta acción se refiere a que la administración mejora continuamente la eficacia de su sistema institucional de control interno mediante la revisión y actualización periódica, utilizando como insumos los dictámenes de auditorías, los resultados de las evaluaciones de riesgos, el análisis de datos, las revisiones por la dirección y cualquier otra fuente de información confiable.
b) Acción correctiva: En este tipo de acciones, la administración establece medidas para eliminar las causas que originaron las observaciones, con objeto de corregir su presencia y prevenir su recurrencia. Las acciones correctivasdeben ser suficientes y proporcionales con las características de los hallazgos detectados.
c) Acción preventiva: En esta acción, la administración determina acciones a realizar en las áreas señaladas como potencialmente deficiente. Las acciones preventivas deben ser apropiadas. De acuerdo con el análisis de riesgos que se ha realizado y las observaciones emitidas. Además, deben ser probadas en cuanto a su alcance y efectividad después de su implantación.
d) Seguimiento de las acciones: La administración establece los elementos técnicos, jurídicos y administrativos que las unidades administrativas deben observar para la notificación, seguimiento y solventarían las observaciones, recomendaciones y acciones generadas como resultado de las revisiones y auditorías practicadas.
e) Seguimiento de las recomendaciones: La administración establece mecanismos con objeto de clasificar, controlar y verificar que las recomendaciones formuladas cuenten con el registro de su seguimiento, estado de trámite, pronunciamiento y solvatación. Es importante que se registren las recomendaciones recurrentes, así como aquellas que se refieran a sanciones impuestas a los servidores públicos que hayan incurrido en irregularidades.
ANÁLISIS
La supervisión es parte esencial para darnos un panorama del funcionamiento correcto de la organización, por lo que debe haber un departamento o personal especializado para la supervisión. Se debe supervisar continuamente ante cambios de la organización, ya sea problemas entre procesamientos de la fabricación de algún producto, que se cumplan los estándares de calidad necesarios, que no haya disputas entre miembros, que se cumplan correctamente todas las políticas de la organización y haya una mayor efectividad en el cumplimiento de los objetivos. El video nos menciona diversos aspectos para apoyar la supervisión, como la auditoria interna tanto externa, esta última tendrá una mayor objetividad debido que estos terceros no son dependientes a la institución en la que se está supervisando, en cambio una auditoria interna no reflejará un preciso informe en todos los aspectos.