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MVZ-CÓRDOBA 2002; 7:(2), 201-210 ORIGINAL INFLUENCIA DE LA CONDICIÓN CORPORAL Y PRODUCCIÓN DE LECHE SOBRE EL COMPORTAMIENTO REPRODUCTIVO DE VACAS LECHERAS MESTIZAS *Libardo Maza A, Ciro Alves T, Francisco Aloizio F. Universidad de Viçosa, Departamento de Medicina Animal Universidad de Córdoba, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Departamento de Zootecnia *Correspondencia: libmaza@hotmail.com - A.A. 354, Montería, Colombia RESUMEN La influencia de la condición corporal (CC) al parto y la producción de leche antes de los 65 días, o antes del primer estro postparto, sobre el reinicio de la actividad ovárica luteal cíclica (AOLC) y el número de estros silenciosos (ES), antes del primer estro observado y período parto-primer estro observado, fueron evaluados al inicio del postparto en 36 vacas mestizas HxC. Las vacas fueron alimentadas en forma diferente en el período preparto para establecer escore de condición corporal (ECC) entre 2.0 - 5.0 al parto, considerando como ECC: 2 - 2.9 = CC baja; 3.0 - 3.9 = CC media; y 4.0 - 5.0 = CC alta. En el experimento fue utilizado un diseño enteramente al azar, en esquema factorial de 3x2, con tres categorías de escore corporal y dos niveles de producción de leche, con seis repeticiones por grupo experimental. El inicio de la AOLC fue determinado por las concentraciones sericas de progesterona (P4 > 1.0 ng/ml), en muestras de sangre colectadas a partir del parto hasta los siete días post estro observado. El número de estros silenciosos fue verificado por la concentración de niveles de P4 > 1.0 ng/ml durante un período ³ 7 días, sin previa manifestación de comportamiento estral. El período parto-primer estro fue determinado por la observación directa del comportamiento estral dos veces al día, con auxilio de toros marcadores. El intervalo parto AOLC fue afectado por la CC al parto (P<0.05), iniciándose 40.9; 44.2; y 24.4 días después del parto en las vacas con CC baja, media y alta respectivamente. El reinicio de la AOLC no fue afectada por la producción de leche (P>0.05), iniciándose 35.8 y 37.1 días postparto en las vacas con producción de leche baja <20kg y alta ³20 kg, respectivamente. El número de estros silenciosos no difirió (P>0.05) entre las categorías de condición corporal al parto. El período parto primer estro fue menor (P<0.05) para las vacas con CC alta (29.0 días), no difiriendo (P>0.05) cuando la CC era baja y media (54.8 y 51.2 días). No hubo diferencia (P>0.05) para el número de estros silenciosos entre las categorías de producción de leche; sin embargo, el período de parto al primer estro fue mayor (P<0.05) para las vacas de mayor producción - 50.0 y 40.1 días, respectivamente. Pa labras c laves : actividad ovárica, condición corporal, cuerpo luteo, intervalo parto-estro. ABSTRACT The influence of the body condition (CC) to the childbirth and the production of the milk before the 65 days, or before the first estrous pospartum, on the restart of the activity ovarian recurrent luteal (AOLC) and the number of silent estrous (ES), before the first behavior estro and period childbirth-first observed estro, they were evaluated to the beginning of the pospartum in 36 mestizo cows HxC. The cows were fed in different form in the prepartum period to settle down itt lists of body condition (ECC) among 2.0 – 5.0 to the chidbirth, considering as ECC 2.0 – 2.9 = low CC; 3.0 – 3.9 =CC mediates ; and 4.0 – 5.0 = CC discharge. In the xperimet a desing was used 201 202 entirely at random, in factorial outline of 3x2, with tree categories of it lists corporal and two levels of production of milk, with six repetitions for group. The beginning of the AOLC was determined by the concentrations progesterona in serum (P4 > 1.0 ng/ml), in samples of blood collected starting from the childbirth until the seven days search observed estro. The numbers of silent estrus it was verified by the verification of levels of P4> 1.0 ng/ml during one period ³ 7 days, without previous manifestation of behavior estral. The period first estro was determined twice by the visual observation of of the behavior estral a day, with aid of bulls markers. The interval leaves AOLC it was affected by the CC to the childbirth (P<0.05) beginniing 40.9; 44.2; and 24.4 days after the childbirth in the cows with low CC, mediates and high respectively, The restarts of the AOLC it was not affected by the production of milk (P>0.05), beginning 35.8 and 37.1 days pospartum in the cows with production of low milk <20 kg and high >20 kg it beging respectively. He numbers of silent estrus it didn’t differ (P>0.05) among the categories of body condition to the childbirth. The period childbirth first estro was smaller (P<0.05) for the cows with CC discharge (29.0 days), not differing(P>0.05) when the CC was low and mediates (54.8 and 51.2 days). There was not difference (P>0.05) for the number of silent estrus among the categories of production of milk, however, the period of chidbirth to first estro was bigger (P<0.05) for the cows of more production - 50.0 and 40.1 days, respectively. Key words: Ovarian activity, body condition score, corpus luteum, calvig-estrus interval. INTRODUCCIÓN La maximización de la explotación de ganado lechero y de carne se basa en la eficiencia reproductiva. El manejo nutricional representa uno de los factores más importantes para controlar la reproducción. Una ingestión insuficiente de nutrientes por una dieta inadecuada es causa común de infertilidad al atrasar la pubertad y prolongar al anestro postparto, por inhibición de la actividad ovárica (Bishop et al 1994). Esto ocurre como consecuencia de alteraciones de los mecanismos endocrinos, nerviosos y metabólicos, que inc luyen cambios en la sec rec ión de gonadotropinas por la hipófisis y secreción de progesterona por el cuerpo luteo del ciclo estral, con mayor sensibilidad del eje hipotalámico - hipofisário a las hormonas esteroides, que influyen en la actividad ovárica (Imakava et al 1887). La condic ión corporal a l par to in f luye en los parámetros reproductivos. En ese sentido, Ruegg et al (1992) observaron que vacas de la raza holandesa con menor condición corporal (CC) presentaron mayor intervalo del parto al primer estro, primer servicio y número de servicios por concepción. El desempeño reproductivo es influenciado por el nivel nutricional, especialmente al que se refiere al inicio de la pubertad, al inicio y manutención de la actividad ovárica luteal cíclica (AOLC) y al postparto (Fe r re i ra 1993) . La l i t e ra tu ra mues t ra da tos contradictorios relacionados a los cambios de peso corporal en el período postparto y de fertilidad (perfil hormonal durante el ciclo estral, actividad ovárica y tasa de concepción). Tales hechos, probablemente se deben a varias causas como: grado y duración de la restricción alimenticia, condición corporal, edad, es tado f i s io lóg ico ( lac tanc ia , per íodo seco y gestación). Para que un animal reinicie la actividad ovárica luteal cícl ica postparto, es necesario que ocurra un restablecimiento funcional del eje hipotalamico- hipofisiario-gonadal, con secreción regular de GnRH, LH, FSH, entre otros (Márques 1993). Según Peters y Lamming (1986), durante el puerperio, el hipotálamo y la hipófisis pasan por un período de refractariedad de los mecanismos normales de “feedback”. Los cambios endocrinos más importantes que precede a la ovulac ión pos tpar to son e l aumento en la frecuencia y pulsos de LH (Humphrey et al 1983). Este aumento de secreción de LH parece ser un factor de te rminan te para la apar i c ión de l p i co de progesterona anterior al primer estro. Los niveles séricos de progesterona caen de 2.1 ± 1.2 ng/ml al preparto a 0.1 ± 0.1 ng/ml seis días después del parto, permaneciendo bajos antes de 4.6 días antes del primer estro. Tres días después de la ovulación, por acción del cuerpo luteo, suben a niveles de 1.0 ng/ml y en el pico de la fase luteal llega a valores ³5.0 ng/ml. Kamimura et al (1993)evaluaron el inicio de la ac t i v idad ovár i ca , por u l t rasonogra f ía transrectal, dos veces por semana antes de la primera inseminación al postparto en vacas de la raza holandesa. Estos autores, constataron que el volumen del cuerpo luteo y el pico de progesterona fueron MVZ-CÓRDOBA 2002; 7:(2), 201-210 Maza L. et al. menores al primer ciclo estral, al compararlos con los ciclos posteriores al postparto, y el número de folículos grandes también fue menor al primer ciclo. La dosis de progesterona plasmática ha sido más eficiente para el monitoreo del reinicio de la actividad ovárica luteal cíclica postparto (Webb 1981). La ocurrencia del estro silencioso también es más frecuente en el período postparto, pudiendo ser una causa importante en el aumento del intervalo parto- concepción (King et al 1976). Stevenson y Call (1983) observaron que, en vacas holandesas, la primera ovulación ocurría 19 ± 1 días postparto, más el primer estro fue detectado solamente a los 45 ± 3 días postparto. Fonseca et al (1983) observaron que el antagonismo entre la producción de leche y el desempeño reproductivo fue poco evidente en las vacas de la raza Jersey, pero no en las Holstein; en ambas razas, los trastornos cl ínicos al parto y postparto fueron los principales factores que afectaron el comportamiento reproductivo. Los objetivos de este estudio fueron evaluar la inf luencia de la condición corporal al parto y producción de leche, reinicio de la actividad ovárica luteal cíclica, ocurrencia de estros silenciosos y la presentación del primer estro postparto. MATERIALES Y MÉTODOS En la Universidad Federal de Viçosa (Brasil) fueron utilizadas 36 vacas mestizas Holstein x Cebú, en la etapa final de la gestación, mantenidas durante 60 días en sistema de alimentación controlada para lograr el escore deseado. No fueron utilizadas vacas que presentaran síntomas o manifestaciones clínicas de enfermedades infectocontagiosas al preparto, o que pud iesen presen tar d i s tu rb ios de or igen metabólico (cetosis, paresia puerperal), quistes ováricos, o retención placentaria grave al postparto. Los animales en preparto fueron distribuidos en tres categorías de condición corporal (CC): categoría baja (2.0-2.9), media (3.0-3.9) y alta (4.0-5.0), con 12 repeticiones, al postparto fueron divididas en dos grupos de acuerdo con la producción diaria de leche: baja (<20 kg de leche) y alta (20 kg de leche). Para obtener CC baja, las vacas no recibieron concentrado durante el preparto, siendo alimentadas exclusivamente con pasto. En la categoría de CC baja, dos vacas eran ½ sangre, cinco ¾ y cinco 15/16. En la categoría media, tres eran ½ sangre, cuatro ¾ y cinco 15/16 y en la alta, tres eran ½ sangre, cinco ¾ y cuatro 15/16. El escore de condición corporal (ECC) fue evaluado con la media de dos evaluaciones, realizadas por dos técnicos entrenados, en la escala de 1-5 (1= excesivamente magra y 5= muy gorda), con divisiones de 0.25 basándose en la evaluación visual y táctil de grasa subcutánea de la región de inserción de la cola y línea del dorso, entre las costillas del animal (Ferguson et al 1994; Hady et al 1994). El ECC de las vacas fue evaluado al día siguiente del parto, posteriormente, a intervalos de 14 días antes de la manifestación del primer estro al postparto, siempre después del ordeño y antes de comer o ingerir agua. Al postparto, las vacas fueron mantenidas en el manejo normalmente adoptado en el hato, siendo ordeñadas dos veces al día, a las 6 y 16 horas. La producción de leche fue pesada a partir del quinto d ía pos tpa r to , du ran te 60 d ías , o has ta la manifestación del primer estro, cuando este no era detectado antes de los 65 días postparto. Las vacas fueron mantenidas estabuladas entre los ordeños y recibían ensilaje de maíz y/o, pasto elefante como voluminoso. El concentrado fue suministrado de acuerdo con la clasificación de las vacas, siendo suministrada una cantidad diaria de 6 kg para vacas con producción diaria inferior a 18 kg de leche, 8 kg para vacas con producción de 18 a 24 kg de leche y 10 kg para vacas con producción por encima de 24 kg de leche. Las vacas que presentaron mastitis clínica en un período mayor a tres días fueron excluidas del experimento. El reinicio de la actividad ovárica fue verificado durante el período experimental por medio de: 1) palpación rectal de los ovarios, auxiliada por la técnica de ultrasonografía, realizada semanalmente, a partir de la segunda semana postparto, para registrar la presencia de estructuras ováricas (cuerpo lúteo) con proyección en la superficie del ovario e in t raova r iana . E l apa ra to u t i l i zado fue un ultrasonografo (Aloka ffa – 500 con traductor lineal de 5 MHZ). y 2) y reconfirmada por la determinación de los niveles de P4>1 ng/ml, que fue realizada por el método de radioimunoensayo (RIA). Para esas pruebas fueron colectadas muestras de sangre MVZ-CÓRDOBA 2002; 7:(2), 201-210 Maza L. et al. 203 204 semanalmente (15 ml), por punción de la arteria o vena coccigea, a partir de siete días postparto, hasta siete días después del primer estro observado, utilizando tubos de ensayo al vacío. El suero obtenido era identificado y almacenado en refrigeración a 18ºC, antes del examen de laboratorio, por medio del kit para progesterona, que utilizó tubos revestidos con anticuerpos para progesterona - 1.0 ml de buffer (125I) progesterona y 100 microlitros de suero, incubados por 1 minuto en un contador gama. Las observaciones de manifestación de signos aparentes de estro fueron realizadas dos veces al día, con auxilio de toros marcadores con desviación de pene, preparados quirúrgicamente. La ocurrencia de estro silencioso fue verificado por constatación de la actividad luteal vía palpación rectal, auxiliada por u l t ra sonogra f ía y e xamen de lo s n i ve le s de progesterona sérica, ut i l izando los cri terios de (Kamimura et al 1993). Fue utilizado un diseño enteramente al azar, en esquema factorial de 3x2, con tres categorías de CC y dos niveles de producción de leche, con seis repe t i c iones por g rupo exper imen ta l . Fueron evaluados: 1) Intervalo parto-retorno a la actividad luteal cíclica. 2) Número de estros silenciosos 3) Intervalo parto-primer estro observado. Todas las características fueron analizadas por el programa Sistema de Análisis de Estadística y Genética (SAEG 5.0). Las medias fueron comparadas por la prueba de Duncan. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En la Tabla 1 se encuentran las medias del período parto-inicio de la actividad ovárica luteal cíclica (AOLC) para cada categoría de CC al parto y nivel de producción de leche. El análisis de varianza no presento interacción (P>0.05) entre los factores CC y PL para ninguna de las variables evaluadas. De esta forma, la influencia de cada factor será discutida separadamente. Se verificó la influencia de la CC al parto (P<0.05) al inicio de la AOLC (P ³ 1.0 ng/ml), en que las vacas con condición corporal baja y media al parto tuvieron 40.9 y 44.2 días de intervalo parto- inicio AOLC, respect ivamente s iendo períodos mayores (P<0.05) a los obtenidos por los animales de CC alta (24.4 días). El inicio de la AOLC no difirió (P>0.05) para las vacas con CC baja y media. Tabla 1. Período parto-inicio de la actividad ovárica luteal cíclica (AOLC), en vacas mestizas lecheras, de acuerdo con la condición corporal al parto y la producción de leche antes de los 65 días o hasta el primer estro observado postparto. Condición corporal Baja (2.53±0.3) 12 40.9a 5.1 22-76 Media (3.36±0.3) 12 44.2a 4.1 23-69 Alta (4.23±0.2) 12 24.4b 3.3 14-52 Producción de leche Baja (15.4±2.6) 18 35.8ª 3.7 14-70 Alta (24.7±4.0) 18 37.2ª 4.2 14-76 Total 36.5 2.8 14-76 a,b, Medias, en la misma columna, seguidas por una misma letra, no difieren entre sí (P>0.05) por la prueba de Duncan. C.V.= 43.41% Variables Nº de Animales Intervalo Parto Aolc (Días) Desviación Estándar Amplitud (Días) MVZ-CÓRDOBA 2002; 7:(2), 201-210 Maza L. et al. Días (1991), en 971vacas cebú o acebuadas, verificó que la tasa de anestro, en relación al ECC < 3.0 y > 5.5 al parto en la escala de (1-9), fue de 48.6 y 0.0%, lo que puede estar re lacionado con la disminución del consumo de materia seca al inicio de la lac tanc ia, ver i f i cado en vacas par idas, principalmente en los primeros 21 días postparto. También se de terminó, e l es tado de balance energético negativo, que influyó en el reinicio de la AOLC. Butler et al (1981) relataron que vacas con menores reservas de grasa corporal poseen menos cantidad de energía disponible para ser movilizadas al inicio de la lactancia, a fin de compensar la disminución en e l consumo de mater ia seca, afectando el reinicio de la AOLC. Bishop et al (1994), trabajando con vacas puras y mestizas Hereford x Angus con destete precoz (44 ± 3 días postparto), verificaron que 25 días después del destete, 100% de las vacas con ECC al destete 5 habían iniciado la AOLC; no obstante, solamente el 43% de las vacas con ECC < 5 restablecieron la ciclicidad, mostrando, asimismo, una influencia de la reserva de energía corporal en el inicio de la actividad ovárica. Los mecanismos endocrinos fisiológicos relacionados con la acc ión de la subnu t r i c ión sob re e l decrecimiento de la AOLC no están completamente dilucidados, sin embargo, hay varias propuestas para que esa acción se pueda manifestar. Por ejemplo, las alteraciones del sistema opióde neuropeptídico en que las deficiencias de energía determinan estado de hipoglicemia, y acarrean una disminución en los niveles de insulina y aumento de la concentración de opióides endógenos que inhiben la síntesis de GnRH a nivel del hipotálamo (Short y Adams 1988). Esto afecta la síntesis y liberación de LH y FSH y de esta forma, el desarrollo folicular, la ovulación y la AOLC. Este mecanismo también fue propuesto por Karg y Schallenger (1982), quienes afirmaron que una disminución de los pulsos de LH disminuye la síntesis de andrógenos en la teca interna del folículo. La disminución de FSH limita la transformación de andrógenos en estrógenos a nivel de las células de granulosa, que l levaría a una disminución del comportamiento estral y un aumento del número de estros silenciosos, menor producción y liberación de hormonas hipotalámicas y menor sensibilidad de los ovarios a los estímulos gonadotrópicos (Mc-cann y Hansel 1986, Imakava et al 1987). El inicio de la AOLC no fue afectada (P>0.05) por el nivel de producción de leche. Se observaron valores de 35.8 y 37.2 días, respectivamente para las vacas de baja y alta producción. Estos resultados concuerdan con los de Harrison et al (1990), quienes no encontraron diferencia en el intervalo del parto al inicio de la AOLC, en las vacas con menor y mayor producción, retornando a la ciclicidad a los 29 y 30 días, respectivamente. De la misma forma, Ruegg et al (1992) encontraron que la producción de leche antes de los 80 días postparto no estaba relacionada con el período parto-primera ovulación y parto- concepción. Los resultados encontrados en este trabajo pueden ser atribuidos a que las vacas fueron a l imen tadas adecuadamen te , sup l i endo sus exigencias de mantenimiento y producción, no sufrieron deficiencias nutricionales que afectaran su comportamiento reproductivo. De otro lado, el mejoramiento genético de las vacas de leche en los rebaños de Estados Unidos ha mostrado un aumento en la producción de leche en las tres últimas décadas, asociado con la reducción en la tasa de gestación de vacas en lactancia (66% al año en 1951 a 40% al año en 1975). Sin embargo, al mismo tiempo se han mantenido altas tasas de concepción en novillas, mostrando que las mayores demandas metabólicas en las vacas de al ta producción depr imen el comportamiento reproductivo (Butler y Smith 1989). R ichards e t a l (1991) re la tan un mecan i smo independiente de ' ' feedback' ' ejercidos por los esteroides ováricos del eje hipotalamico-hipofisiario, en el cual las reservas reducidas de energía corporal actúan disminuyendo la secreción de LH e IGF1. Esta última, es importante tanto para la proliferación de células ováricas, como para la modulación de la acción de las gonadotropinas hipofisiarias (Ackland et al 1992). La subnutrición crónica induce a un estado de inactividad ovárica, en función de la incapacidad del tejido ovárico en responder a los niveles circulantes de LH (Gombe y Hansel 1973). A su vez, un balance energético negativo es casi inevitable en vacas lecheras al inicio de la lactancia, actuando de forma semejante a la subnutrición y manifestando retraso en el inicio de la actividad ovárica por el impedimento en la liberación pulsátil de LH (Butler y Smith 1989). En todos los 36 animales utilizados, se verificó que el inicio de la AOLC ocurrió 36.5 días postparto, similar al período medio de 29.9 días, encontrado por Delazari (1996) en vacas mestizas HxC del mismo rebaño, con condición corpora l a l pa r to magra y gorda , mane jo y alimentación similares al de este rebaño. No obstante, nuestros resultados fueron superiores al período de 19.5 días, encontrado en vacas de la raza holstein (King et al 1976). Las diferencias del intervalo parto, MVZ-CÓRDOBA 2002; 7:(2), 201-210 Maza L. et al. 205 206 inicio de la AOLC, verif icadas en este trabajo muestran que, además de la condición corporal al parto, la raza y manejo también son factores que influyen en el inicio de la actividad ovárica luteal cíclica postparto. Las medias de estros silenciosos (ES/animal) antes del primer estro observado en el total de los animales evaluados, conforme a la condición corporal al parto CC y producción de leche PL se encuentran en la Tabla 2. El análisis de varianza no mostró diferencia (P>0.05) entre las categorías de CC al parto, sobre el porcentaje o número de estros silenciosos (ES) en el período parto-primer estro observado. Sin embargo, el número de estros silenciosos muestra tendencia a aumentar a medida que la CC al parto disminuía. La ausencia de diferencias puede ser atribuida a la gran variación entre el número de estros silenciosos entre los animales (0-3) y al bajo número de repeticiones (12 animales) para variables con estas características. Se pudo observar que vacas con CC alta al parto tuvieron menor porcentaje de estros silenciosos (50% ó 0.5 ES/vaca), al ser comparadas con la de CC media (66% ó 0.66 ES/vaca) y baja (83% ó 0.83 ES/ vaca), se observó relación inversa de CC al parto con la ocurrencia de estros silenciosos postparto como una de las principales causas de mayor intervalo parto-concepción en vacas (King et al 1976). Los resultados obtenidos concuerdan con los de Haresing (1980), quien demostró la actividad ovárica postparto de vacas con diferentes perdidas de peso, por medio de los niveles plasmáticos de progesterona (P4). También se verificó que los estros silenciosos son los principales factores del prolongado intervalo parto-primer servicio. Tabla 2. Porcentaje de estros silenciosos en el período parto-primer estro en vacas mestizas lecheras, de acuerdo con la condición corporal al parto y la producción de leche antes de los 65 días o hasta el primer estro observado postparto. Cond ic ión co rpo ra l Baja (2.53 ± 0.3) 12 83a 0-3 Media(3.36 ± 0.3) 12 66a 0-2 Alta (4.23 ± 0.2) 12 50a 0-1 P roducc i ón de l e che Baja (15.4 ± 2.6) 18 50ª 0-1 Alta (24.7 ± 4.0) 18 83ª 0-3 Total 66 0-3 a,, Medias, en la misma columna, seguidas por una misma letra, no difieren entre sí (P>0.05) por la prueba de Duncan. C.V.= 108.39% Variables Nº de Animales % de Estros Silenciosos Amplitud ES/Vaca Para Rottary (1977), la primera señal de infertilidad por subnutrición es la falta de manifestación de estro. De forma semejante, Haresing (1980) mostró que, vacas con CC infer ior a l par to t ienen mayor incidencia de estros si lenciosos. Lo mismo fue verificado por Blandon (1995), quien encontró 75 y 45% de estros silenciosos para vacas nelore magras y gordas, respectivamente. La ausencia en la manifestación de estro ocurrepor la producción insuficiente de esteroides por los fo l ícu los, producción que puede es t imular la liberación de LH preovulatoria, pero no lo suficiente para la manifestación del comportamiento del estro (Henricks et al 1986). Esto probablemente estaría relacionado con un aumento en la concentración de los opióides endógenos verificados en períodos de subnutr ic ión, los que inhiben o disminuyen la MVZ-CÓRDOBA 2002; 7:(2), 201-210 Maza L. et al. secreción de GnRH por el hipotálamo. Esto último produce liberación de gonadotropinas hipofisiarias (FSH y LH), que afectan el desarrollo folicular y la reducción en la síntesis de estrógeno, tornándose insuf ic iente para expresar las mani fes taciones normales de estro. Resultados similares fueron obtenidos por Malven et al (1986) y Short y Adams (1988) con repor te s que mues t ran que una subnu t r i c ión mod i f i ca e l s i s t ema op ió ide neuropeptidico. El porcentaje de estros silenciosos antes del primer estro observado, no fue influenciado (P>0.05) por la producción de leche (Tabla 2). Las vacas de baja producción presentaron 50% ó 0.5 ES/vaca, mientras que las de alta producción, 83% ó 0.83 ES/vaca de estros silenciosos. Sin embargo, esa diferencia no fue estadísticamente significativa, observándose una tendencia de las vacas de alta producción a presentar mayor porcenta je de es t ros s i lenc iosos. Es tos resultados concuerdan con Harrison et al (1990), quienes compararon el comportamiento reproductivo entre vacas de alta y baja producción de leche (10814 versus 6912 kg) en 305 días de lactancia. Ellos ver i f icaron que las vacas de producción a l ta presentaron 1.7 y las de producción baja, 0.7 estros silenciosos antes del primer estro observado y, determinaron un mayor período parto-primer servicio. Estos resultados pueden ser explicados, debido a que las vacas de alta producción de leche presentan mayor concentración de somatrotopina - hormona que afecta la síntesis de estradiol a partir de folículos ovu la to r io s - , i nh ib i endo o reduc iendo e l comportamiento del estro (Morbeck et al 1991, Esteban et al 1994). La interacción de varios niveles de somatrotopina en la s ín tes is de hormonas esteroides, por las células de granulosa y por las tecas de los folículos, muestran que una producción basal de estradiol no fue afectada. Sin embargo, una producción de estradiol inducida por la FSH a nivel de los fol ículos grandes puede ser afectada, y responsable del comportamiento estral, aumentando la tasa de estros si lenciosos en vacas de alta producc ión de leche y vacas t ra tadas con somatrotopina (Spicer y Stewart 1996). La ocurrencia de estros silenciosos fue más frecuente en el período postparto, ya que en este experimento, el 66% de los primeros estros postparto fueron silenciosos. Estos valores fueron menores que los reportados por Harrison et al (1990), quienes registraron 1.2 ES/vaca de estros silenciosos postparto en vacas lecheras. Estos valores menores serían consecuencia a que los estros silenciosos son más frecuentes en vacas puras lecheras que en vacas mestizas, cuya producción de leche es normalmente menor. Las vacas de mayor producción presentan desequilibrio hormonal relativo y mayor concentración de prolact ina y somatotropina; hormonas que in te r f i e ren en la s ín tes i s y l ibe rac ión de gonadotropinas y esteroides (Esteban et al 1994). Las medias de intervalo parto-primer estro, de acuerdo con la condición corporal al parto y producción de leche antes del estro a los 65 días postparto, se observan en la Tabla 3. La CC de los animales al parto influyó en el intervalo parto-primer estro (P<0.01), se observó relación inversa entre estas variables. Asimismo, animales de CC alta tuvieron menor intervalo que los de CC media y baja - 29.1 versus 51.3 y 54.8 días respectivamente. El intervalo parto-estro en las vacas de CC media no difirió del de las vacas con CC baja (P>0.01). Estos resultados mues t ran que la CC a l ta a l pa r to reducen significativamente el intervalo parto-estro, siendo 22 y 25 días más corto que en las vacas de CC media y al ta respect ivamente. Se observa, además, la importancia de mantener a los animales gestantes con CC buena, para reducir el período de servicio y el intervalo de partos, con el fin de aumentar la eficiencia reproductiva del rebaño. Estos resultados concuerdan con Holnes y Hopley (1978), quienes verificaron un intervalo del parto al primer estro de 75 y 66 días para vacas con CC baja y alta, respectivamente. De forma similar, Short et al (1990), observaron que las vacas que presentaron CC inferior al parto tuvieron mayores intervalos parto- primer estro. Fulkerson (1984), con vacas lecheras, también verificó la misma relación, independiente de la variación del peso durante el período. Ruegg y Milton (1992), entretanto, al utilizar 66 vacas de la raza Holandesa, clasificadas según el ECC en escala de 1-5, observaron que el período del parto al primer estro observado y primer servicio no fue relacionado con el ECC al parto. De otro lado, Ruegg y Milton (1995) demostraron que no hubo efecto del período parto-primer estro observado, pero encontraron un período de concepción mayor en las vacas magras al parto. MVZ-CÓRDOBA 2002; 7:(2), 201-210 Maza L. et al. 207 208 El prolongado intervalo del parto al primer estro es la principal causa del largo intervalo entre partos y de la baja product iv idad de los rebaños. Los resultados encontrados en este estudio concuerdan con la mayoría de los obtenidos en la literatura consultada, lo que puede ser explicado por ser el tejido graso el principal reservorio energético del animal. Este tejido utilizado por la vaca como fuente energética para complementar las exigencias de lactancia y comportamiento estral, al inicio del postparto, cuando el consumo de materia seca esta normalmente deprimido. Esto confirma que las vacas con mayor ECC al parto t ienen mayor reserva energética disponible para reiniciar y mantener un ciclo estral normal al postparto. La producción de leche afecta el intervalo del parto al primer estro (P<0.05) en una relación directa, por lo que los animales de mayor producción de leche presentaron mayor intervalo de parto al primer estro (50.0 días) que aquellos con baja producción de leche (40.1 días) (Tabla 3). Esto se demostró en el nivel de producción de las vacas ya que incidió sobre el período parto-primer estro observado, pero no afectó al período parto-inicio de la AOLC (Tabla 1). De acuerdo con e l concep to de que la a l ta producción de leche es antagónica para la expresión del estro, pero no para la función ovárica, se pudo verificar un mayor número de estros silenciosos Tabla 3. Período parto-primer estro en vacas mestizas lecheras, de acuerdo con la condición corporal al parto y la producción de leche antes de los 65 días o hasta el primer estro observado postparto. Cond ic ión co rpo ra l Baja (2.53±0.3) 12 54.8a 5.2 34-95 Media (3.36±0.3) 12 51.3a 3.3 31-65 Alta (4.23±0.2) 12 29.1b 3.8 11-52 P roducc i ón de l e che Baja (15.4±2.6) 18 40.1ª 3.8 11-70 Alta (24.7±4.0) 18 50.0b 4.6 11-95 Total 45.0 2.8 11-95 a,b,, Medias, en la misma columna, seguidas por una misma letra, no difieren entre sí (P>0.05) por la prueba de Duncan. C.V.= 31.6% Variables Nº de Animales Desviación Estándar Amplitud (Días) Estro Observado presentados por las vacas de producción de leche mayor, 0.83%, comparado con las vacas de baja producción 0.50%. Estos resultados coinciden con los de Harrison et al (1990), en vacas lecheras de alta producción que presentaron un período del parto al primer estro mayor (66 días), comparadas con las de baja producción (43 días). Resultados similares fueron reportados por Butler y Smith (1989), quienes encontraron vacas con mayor producción de leche y mayor número de estros silenciosos, retardando el primer estro al postparto. Por otro lado, Fonseca et al (1983) no encontró relación entre la mayor producc ión de leche cone l compor tamien to reproductivo, en vacas de la raza Holandesa y Jersey. El mayor período del parto al estro en las vacas de mayor producción, encontrado en esta investigación, fue determinado por el mayor número de estros si lenciosos. Estos animales presentaron mayor perdida de peso, durante un período más prolongado al inicio de la lactancia, disminuyendo el ECC e influenció el crecimiento folicular y consecuentemente, la manifestación del primer estro al postparto. Estos resultados pueden ser explicados por el hecho de que las vacas en el período inicial de la lactancia presentan una disminución en el consumo de materia seca, ya que las vacas de alta producción son las más afectadas, en función de las mayores exigencias nutricionales. MVZ-CÓRDOBA 2002; 7:(2), 201-210 Maza L. et al. 1. Ackland J .F. , Schwar tz N.B. , Mayo et a l . Nonsteroidal signals originating in the gonadas. 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