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Antes de la «formación de síntoma»: Flectere si nequeo superos Acheronta movebo.5 Antes de la «resistencia»: «¡Abrevia! En el día del Juicio eso es sólo un —».6 Te saludo, y saludo a tu pequeña familia cordialmente, y quedo curioso rerum novarum ' sobre familia y ciencia Tu Sigm. 5 «Si no puedo doblegar los cielos, sacudiré los infiemos»; Virgilio, Eneida VH, 312. Motto de La interpretación de los sueños (cf. Schonau 1968, págs. 61-73). 6 Goethe, Zalme Xenien IX, 22; en «Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico» (1914d, pág. 84) se emplea como motto del tercer capítulo, donde se trata de los «movimientos de secesión» (cf. Schonau 1968, págs. 82-84). (K/M) 7 [De tus] novedades. 112 6. dic. 96 Mi caro Wilhelm: Después que justamente hoy he disfrutado de la plena medida de trabajo y ganancia que necesito para mi bienestar (diez horas y 100 fl.), muerto de cansancio y espiritualmente renovado, in tentaré exponerte con sencillez el último pequeño fragmento de especulación. Tú sabes que trabajo con el supuesto de que nuestro mecanismo psíquico se ha generado por superposición de capas porque de tiempo en tiempo el material existente de huellas mnémicas ex perimenta un reordenamiento según nuevas concernencias, una inscripción} Lo esencialmente nuevo en mi teoría es entonces la tesis de que la memoria no existe de manera simple sino múlti ple, registrada en diferentes variedades de signos. En su momen to (afasia) he afirmado un reordenamiento semejante para las vías que llegan desde la periferia.1 2 Yo no sé cuántas de estas es crituras existen. Por lo menos tres, probablemente más. Para esto, 1 La exposición que sigue es intermedia entre las hipótesis sobre el aparato psíquico expuestas en el «Proyecto» (Freud en 1950a) y las ideas que Freud sintetizó en el capítulo 7 de La interpretación de los sueños (Freud 1900a); se las retoma sobre todo en Más ailá del principio de placer (1920g) y, después, en «Nota sobre la pizarra mágica» (1925a), aprehendidas en una forma que conjuga teorías anteriores y posteriores. (K) 2 Uno de los raros pasajes en los que Freud mismo indica la semejanza entre su estudio sobre la afasia (1891b; pág. 55) y sus trabajos posteriores. (K) 218 el siguiente esquema,3 que supone que las diversas oscritur.iN están separadas también según sus portadores neuronales (de una manera no necesariamente tópica). Este supuesto quizá no sea indispensable, pero es el más simple y se lo puede admitir provisionalmente. W (P) son neuronas en las que se generan las percepciones a que se anuda conciencia, pero que en sí no conservan huella alguna de lo acontecido. Es que conciencia y memoria se excluyen. Wz {Ps} [signos de percepción] es la primera escritura de las per cepciones, por completo insusceptible de conciencia y articulada según asociaciones por simultaneidad. Ub {Ic} (inconciencia) es la segunda escritura, ordenada según otras concernencias, tal vez causales. Las huellas-Ic quizá corres pondan a recuerdos de conceptos, inasequibles también a la con ciencia. Vb {Prc} (preconciencia) es la tercera inscripción, ligada a repre sentaciones-palabra, que corresponde a nuestro yo oficial. Desde esta Prc, las poblaciones son apercibidas según ciertas reglas, y precisamente esta conciencia cognitiva secundaria es una concien cia supletoria según el tiempo, probablemente anudada a la ani mación aiucinatoria de representaciones-palabra, con lo cual las neuronas-conciencia serían también neuronas-percepción y en sí carecerían de memoria. Si pudiera indicar exhaustivamente los caracteres psicológicos de la percepción y de las tres escrituras, con ello describiría una psi cología nueva. Existe algún material para hacerlo, pero no es mi propósito ahora. Quiero destacar que las escrituras consecutivas figuran la opera ción psíquica de épocas sucesivas de la vida.4 En la frontera de dos de estas épocas es preciso que se produzca la traducción del material psíquico. Me explico las peculiaridades de las psico- neurosis por cuanto esa traducción no se ha producido para 3 El presente esquema conduce al empleado en el capítulo 7 de La interpreta ción de los sueños (Freud 1900n, pág. 542 y sigs.), donde empero se prescinde de la referencia a la neurosis. (K) 4 Freud no retomó enseguida en sus escritos la idea de fundar genéticamente la comprensión del aparato psíquico en su funcionamiento; después, sin duda sostuvo justamente esta concepción en el trabajo «Formulaciones so bre los dos principios del acaecer psíquico» (1911b). (K) X < f- f ciertas materias,a lo que trae ciertas consecuencias. Afirmamos, en efecto, la tendencia a la compensación cuantitativa. Cada rescribirá posterior inhibe a la anterior y desvía de ella el proceso excitatorio. Siempre que la rescribirá posterior falta, la excitación es tramitada según las leyes psicológicas vigentes para el período psíquico anterior y por los caminos entonces disponibles. Sub siste así un anacronismo, en cierta provincia rigen todavía unos ' «fueros» 5 aparecen «relictos». La denegación de la traducción es lo que clínicamente se llama «represión». Motivo de esta es siempre una desligazón de displa cer, la que se generaría por traducción, como si este displacer sus citara una perturbación cognitiva que b no permitiera el trabajo traductor. Dentro de la misma fase psíquica, y entre escrituras de la misma variedad, rige una defensa normal a causa de un desarrollo de displacer; una defensa patológica, en cambio, existe sólo contra una huella mnémica todavía no traducida de una fase anterior. Que la defensa logre la represión no puede depender de la cuan tía de la desligazón de displacer.6 En efecto, a menudo nos empe ñamos en vano contra recuerdos de máximo displacer. Se ofrece entonces la siguiente figuración. Si un suceso A ha despertado cierto displacer en tanto actual, la escritura-recuerdo A1 o A11 con tiene un medio para inhibir la desligazón de displacer a su des pertar. Cuanto más a menudo se lo recuerde, tanto más inhibida quedará finalmente esa desligazón. Ahora bien, hay un caso para el que la inhibición no basta: Si A, en tanto actual, desligó cierto displacer, pero al despertar desliga un displacer nuevo, entonces no es inhibible. El recuerdo se comporta entonces como algo ac tual. Y ello sólo es posible en sucesos sexuales porque las cuantías de excitación que desligan crecen por sí solas con el tiempo (con el desarrollo sexual). a Tachado: decía Sloffe {sustancias}. b Freud escribe: der (a la que). 5 (Cast.) «fuero»: un derecho local o especial más antiguo, anterior al estable cimiento de una legislación central (Strachey 1966, pág. 235 n. 2). 6 Las reflexiones económicas, que un año antes (véase «Proyecto») se formu laban todavía en el lenguaje de la fisiología nerviosa, son sustituidas aquí por supuestos generales acerca de intensidades de población. Con ello la fi guración del aparato psíquico ha dado un buen paso hacia la «independen cia»; se la puede armonizar mejor con observaciones clínicas; al mismo tiempo, se introduce el punto de vista ontogenético. - Los párrafos que si guen unen los supuestos sobre la función del aparato psíquico con los re feridos al papel especial de la represión como defensa frente a traumas se xuales. Estos supuestos se mantienen todavía aquí en el terreno de la «hipó tesis de la seducción» (véase Kris 1950a, infra pág. 543 y sigs.). (K) 220 El suceso sexual en una fase produce entonces efectos en un.i la se siguiente en tanto actual y, en consecuencia, no inhibible I ,a condición de la defensa patológica (represión) es, por lo tanto, la naturaleza sexual del suceso y que haya ocurrido en una fase anterior. No todas las vivencias sexuales desligan displacer, las más desli gan placer. La reproducción de la mayoría de ellas irá entonces coligada con un placer no inhibible. Un placer así, no inhibible, constituye una obligación. De este modo se llega a las siguientes tesis. Cuandouna vivencia sexual es recordada con diferencia de fase, dada una desligazón de placer se genera obligación, dada una desligazón de displacer, represión. En ambos casos, la tra ducción en los signos de la nueva fase parece estar inhibida. (?) Ahora bien, la clínica nos da a conocer tres grupos de psiconeuro- sis sexuales: histeria, neurosis obsesiva y paranoia, y enseña que los recuerdos reprimidos corresponden, en tanto actuales, en la histeria, a la edad de lVi-4 años, en la neurosis obsesiva, a la edad de ' 4-8 años, en la paranoia, a la edad de 8-14 ' años. Pero hasta los cuatro años no se produce todavía represión alguna; por tan to, los períodos del desarrollo psíquico y las fases sexuales no coinciden: IV2 4 8 14-15 psíquico la Ib II III sexual I II III Aquí corresponde el siguiente pequeño esquema: Sp Sp + Ic Sp + Ic + Pe ídem - 4 - 8 -1 4 /1 5 Histeria actual Obligación reprimido en Wz Neurosis obsesiva — actual reprimido en signos Ic Paranoia — — actual reprimido en signos Prc Perversión actual actual Obligación (actual) Represión imposible 0 no intentada Otra consecuencia de las vivencias sexuales prematuras es cier tamente también la perversión, cuya condición parece ser que la 221 defensa no se cumpla antes que el aparato psíquico esté com pleto, o que no ocurra.7 Hasta aquí la superestructura. Ahora, el intento de colocarla so bre el fundamento orgánico. Es preciso explicar por qué viven cias sexuales que produjeron placer en tanto actuales, cuando son recordadas con diferencia de fase producen displacer en algunas personas, mientras que en otras persisten como obligación. En el primer caso evidentemente tienen que desligar después un dis placer no desligado al comienzo. Es preciso también derivar las diferentes épocas, las psicológicas y las sexuales. A estas últimas c me las has dado a conocer tú como múltiplos conspicuos de los períodos femeninos de 28 días.8 100 7t9 = 7 Vi años, además, 20 n = 1 año 6 Vi meses. 200 n = 15 años, 50 n = 3 años 10 meses. Si tomo todos los períodos observados como tales múltiplos, por un lado quedan empero sin considerar los de 23 días, por el otro lado queda inexplicado por qué fases psíquicas y sexuales no coinciden (4 años) y por qué unas veces se genera perversión, y otras, neurosis. Ensayo entonces introducir que: existe una sustancia masculina de 23 días cuya desligazón es sentida como placer por los dos se xos, y una de 28 días, cuya desligazón es sentida como displacer. Reparo después en que puedo figurar todos los períodos psíqui cos como múltiplos de períodos de 23 días (rc) si incluyo en la cuenta la preñez (276 días = 12 7t). 3 x 12 n = 1 Vi año. 6 x 12 7i = 3 Vi años. 12 * 12 7i = 8 años. 18 x 12 7i = 12 Vi años. 21 x 12 7i = 14 Vi años. 24 x 12 7i = 17 años. Esto quiere decir que el desarrollo psíquico ocurre por períodos de 23 que se suman en múltiplos 3, 6,12,. . . 24, donde se aplicaría el sistema duodecimal. c Tachado; decía «las primeras». 7 Freud había esbozado por primera vez el problema de la perversión en el Manuscrito K (la referencia es de Strachey 1966, pág. 221 n. 3). A partir de ahora se convierte en un asunto central de sus estudios (véase p.ej. la carta 115). El fruto definitivo es el primero de los Tres ensayos de teoría sexual (1905Í). (S) ° Esta tesis representa, junto con todo el resto de la presente carta y su continuación en la carta 113, el apogeo del esfuerzo de Freud por unificar sus concepciones y las de Fliefi. (k/ s) 9 Pi se emplea como abreviatura de «período». 222 La unidad sería siempre la preñez, que es igual a 10 7t o a 12 71 (aproximadamente). El resultado consistiría sólo en que el desa rrollo psíquico progresaría según múltiplos 3 x 6 x 12 de aquella en tanto la preñez es igual a 12 ji, y el desarrollo sexual, según múltiplos 5 x 10 x 20 en tanto aquel período es igual a 10 n. Hay que tomar nota de dos cosas, a saber: 1) en el desarrollo psí quico, se debe contar el período intrauterino, porque de otro mo do no sale; mientras que, en el sexual, sólo se puede contar desde el nacimiento. Esto recuerda que durante el embarazo se acu mula algo de 28 días que sólo se descarga con el nacimiento; 2) que los períodos de 28 días se suman más espaciadamente y con denominación más alta que los de 23 días, como si el desa rrollo humano más elevado descansara en este carácter (vergüen za, moral). Las dos fases se combinan entonces así.10 !"t ¡'•’L I*'? "tí" i___ í__f c i_____fer/ r El mayor número de fases psíquicas me vendría bien para el su puesto de todavía más traducciones o novaciones en el aparato psíquico. Además, se ve que la sumación abarca unidades tem porales cada vez mayores en el discurrir de la vida. Para la decisión entre perversión o neurosis, me valgo de la bise xualidad de todos los seres humanos.11 En un ser puramente masculino, habría sin duda u n ' excedente' de desligazón mascu lina por las dos barreras sexuales, por tanto se generaría placer y, en consecuencia, perversión; en un ser puramente femenino, un excedente de sustancia displacentera por esos períodos. En las primeras fases, ambas desligazones serían paralelas, es decir, 10 «T» en el siguiente esquema - Tiempo de preñez, embarazo. 11 Esta sección y la que sigue elaboran la idea de que la bisexualidad constituye la base de las neurosis - una idea que fue inspirada, como mínimo, por Fliefi (cf. ya la carta 101) y que este presenta después como su teoría propia (véase Kris 1950n, infra pág. 552 y sigs.; cf. la nota 3 del Ma nuscrito M). (S/K) 22.3 darían por resultado un excedente normal de placer. A esto se reconduciría la predilección de las mujeres genuinas por las neu rosis de defensa. La naturaleza intelectual de los varones quedaría así probada so bre la base de tu teoría. Por último, no puedo acallar la conjetura de que la separación en tre neurastenia y neurosis de angustia, olfateada por mí en la clí nica, depende de la existencia de las dos sustancias de 23 y de 28 días. Además de las dos aquí conjeturadas, podrían existir muchas de cada variedad.12 La histeria se me revela cada vez más como consecuencia de per versión del seductor; la herencia, cada vez más, como seducción por el padre. Así resulta una alternación de generaciones: 1. generación: perversión. 2. generación: histeria, que es después estéril. A veces, en la mis ma persona, una metamorfosis: perversa a la edad en que está en la plenitud de sus fuerzas, y luego histérica, a partir de un perío do de angustia. Entonces, la histeria no es en verdad una sexua lidad desautorizada, sino, mejor, una perversión desautorizada. Por detrás de esto, la idea de zonas erógenas resignadas,d o sea, en la niñez la des ligazón sexual se recibiría de muy numerosos luga res del cuerpo, que luego sólo tendrían la capacidad de desligar la sustancia de angustia de 28, no ya las otras. En esta diferen ciación y restricción [residiría] el progreso de la cultura, el desa rrollo moral así como individual.13 El ataque histérico no es una descarga sino una acción y conserva el carácter originario de toda acción: ser un medio para la repro ducción de placer. Es esto al menos en la raíz, por lo demás se motiva ante lo preconciente con toda clase de otras razones. Así, tienen ataques de sueño aquellos enfermos a quienes se les infli gió algo sexual estando dormidos; se vuelven a dormir para viven- ciar lo mismo, a menudo provocan con ello el desmayo histérico; el ataque de vértigo, el espasmo de llanto, todo esto cuenta con el d Tachado; decía: sepultadas. 12 Después de esta oración acaso Freud interrumpió (final de una página) para continuar otro día (véase infra la nota 15). (S) 13 Aquí Freud cita por primera vez, inserta todavía en especulaciones sobre química sexual de los períodos, su visión sobre el papel de las zonas eróge nas en la niñez y sobre la orientación general del desarrollo libidinal, que después sena una parte principal de los Tres ensayos.(S) 224 otro, pero las más de las veces con aquel otro inolvidable pivhistó- rico a quien ninguno posterior iguala ya. También el síntoma crónico de la manta de quedarse en cama se explica de ese modo. Uno de mis pacientes todavía hoy lloriquea mientras duerme co mo entonces lo hacía (para que lo tomara consigo la mamá, que murió cuando él tenía 22 meses). No parece haber ataques como «expresión acrecentada de las emociones».14 Un pequeño fragmento tomado de mi experiencia cotidiana. Una de mis pacientes, en cuya historia el padre en extremo perverso desempeña el papel principal, tiene un hermano menor que es considerado un vulgar crápula. Un día se me presenta con los ojos llenos de lágrimas para explicar que no es un crápula sino un enfermo con impulsos anormales e inhibición de la voluntad. De pasada, se queja de una manera por completo incidental de cefaleas seguramente nasales. Lo envío a hermana y cuñado, a quienes enseguida visita. Por la noche me llama la hermana a causa de un violento malestar. Al día siguiente me entero de que, tras la partida de su hermano, la aquejaron unos crudelísimos... dolores de cabeza que no solía tener. Razón: el hermano había referido que su quehacer sexual consistía, cuando tenía doce años, en besar (lamer) los pies a sus hermanas cuando se des vestían por la noche. Ante esto, le había acudido el recuerdo, en lo inconciente, de una escena en la que ella mira (tenía cuatro años) cómo papá en medio del deliquio sexual lame los pies a una nodriza. Así había colegido que el berretín del hijo varón provenía del padre. Y que, en consecuencia, este había sido tam bién el seductor de él. Ahora tuvo razones para identificarse con él, para tomar sobre sí su dolor de cabeza. Pudo hacerlo, además, porque, en la misma escena, el padre furioso había golpeado con la bota la cabeza de la niña escondida (bajo la cama). El hermano odia toda perversidad, al tiempo que padece de im pulsos obsesivos. Entonces ha reprimido ciertos impulsos, que se sustituyen por otros con obligación. Este es, en general, el secreto de los impulsos obsesivos. Si él pudiera ser perverso, sería sano como el padre. Es interesante que la cuenta por sumación sucesiva no arroja nin gún resultado, ya se incluya en ella o no el tiempo intrauterino. 14 En el trabajo «Las neuropsicosis de defensa» (1894a, pág. 65), Freud aún admitía la tesis de Oppenheim: «La histeria es una expresión acrecentada de las emociones». (K) 225 I 12 n = T[iempo de preñez] = 276 días (intrauterino) + 3 * 12 ti = 3 1 = 2 años 3 meses (extrauterino) + 6 x l 2 j t = 9 T = 6 años 9 meses + 12 x 12 jt = 21 T = 15 años 9 meses II 12 jt = 9 meses + 3 x 12 7t = 4 T = 3años + 6 x 1 2 jc = 10T = 7 años 6 meses + 12 x 12 7i = 22 T = 16 Vi años. Esto sale sólo si se incluye en el cálculo los 12 7t intrauterinos y se hace la sumación global, como en la carta anterior.15 Pero, ¿tiene algún significado? Me alegra mucho que ellos no hayan visto más en tu conferencia. Porque así se los puede seguir vituperando tranquilamente; se trata de gente bastante tonta que debe tenemos sin cuidado. Ahora, lo privado: Oscar y Melanie estuvieron en nuestra casa, causan una buena impresión. No puedo menos que volver a te nerle a él buena voluntad. Por la veracidad de un rumor que pre tende unidos a Marie B[ondy] y a Robert Br[euer] no te quiero preguntar expresamente, sólo indicar que estoy al tanto.16 Les de seo felicidades a todos, sólo que para mí es cosa establecida que no quiero encontrarme con la estirpe breueriana. - Estoy en pleno trabajo 10-11 horas diarias y, en consonancia, bien, pero casi ronco. ¿Será fatiga de las cuerdas vocales o ' aneu risma '? No hace falta que me des ninguna respuesta. Lo mejor: travailler sans raisonner, como aconsejaba el viejo Candide.17 15 Como la idea aquí mencionada aparece en realidad en un pasaje anterior de la misma carta, es preciso sin duda concluir que Freud no la redactó de una sola vez; desdichadamente, no se ha conservado el sobre corres pondiente. Cortes posibles se pueden conjeturar donde incluimos la nota 12 o las rayas horizontales. (S) 16 Esta unión no se concretó (cf. Hirschmüller 1978a, pág. 48). (S) 17 Trabajar sin raciocinar; Voltaire, Candide, cap. 30. Esta sentencia habia sido colocada por Martha Bemays, en 1883, en la pared sobre el escritorio de la sala de trabajo de Freud en la Wiener Allgemeinen Krankenhaus (véase Jones 1953-57, vol. 1, pág. 90; cf. también Becker 1963, pág. 356). (s) 226 Acerca de la resolución espontánea de una rigidez pupil.ir en caso de tabes e no sé nada en realidad, aunque dudo de que se observe algo así. Naturalmente, a priori es muy improbable. ¿Fósforo, sin duda? He adornado mi habitación con calcos de las estatuas florentinas. Ha sido una fuente extraordinaria de solaz para mí; me propon go hacerme rico para repetir esos viajes. ¡Un congreso en suelo italiano! (Nápoles, Pompeya). Saludos cordialísimos para todos Tu Sigm. e Tachado; decía Starre {rigidez}. 113 Viena, 17. XII. 96 Caro Wilhelm: Supuse la causa de tu demora y noto todavía en tu carta el mal período que espero superado. Pero estoy muy contento con la re cepción de mis fantasías. Sé que les das su lugar justo, persigues estos puntos de vista y no me consideras un fantaseador, por co municar yo cosas tan inacabadas, ni un loco que se creyera por encima de la observación y la enmienda. Son síntesis y working hypotheses, que espero sea lícito intercambiar entre nosotros sin reparos. Evidentemente, mi alegría interior a causa de la ocurren cia no se refiere a pruebas latentes sino al descubrimiento de un suelo común para el trabajo entre nosotros. Es de esperar que cul mine en que realicemos sobre él algo definitivo en común y así unamos nuestros aportes hasta hacer irreconocible la propiedad. En cuanto a compilar hechos, sólo puedo hacerlo en el ámbito psíquico, como tú en el organológico; el ámbito intermedio ten drá que ser cubierto con una hipótesis. No puedo dejar de anotar para ti, sin orden estricto, más hechos y conjeturas. Por lo que toca a las estaciones del desarrollo psí quico, quizá junto a un cálculo que tome en cuenta cada 3, 6 ,1 2 múltiplos del período de preñez se podría ensayar otro que ar monizara mejor con el carácter de un proceso acumulativo. A sa ber, calcular la sumación no desde el comienzo, sino desde cada eclosión. O sea: 1 T, el siguiente período, desde ahí en 3 T (en total 4),
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