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La_psicología_de_los_interrogatorios_y_las_confesiones_Un_manual

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Tabla	de	contenidoSobre	el	Autormi	marcador
La	Psicología	de
Interrogatorios	y	confesiones
Serie	Wiley	en
La	psicología	del	crimen,	la	policía	y	el	derechoEditores	de	serie
Graham	Daviesy
Ray	Toro
	Universidad	de	Leicester,	Reino	Unido
	Universidad	de	Portsmouth,	Reino	UnidoLa 	 serie 	Wiley 	 en 	 Psychology 	 of 	 Crime, 	 Policing 	 and 	 Law 	publica 	 reseñas 	 concisas 	 e	integradoras	sobre	importantes	áreas	emergentes	de	la	investigación	contemporánea.	El	propósito	de	la	serie	no	es	simplemente	presentar	los	resultados	de	la	investigación	de	forma	clara	y	legible,	sino	también	resaltar	sus	implicaciones	tanto	para	la	práctica	como	para	las	políticas.	De	esta	manera,	se	espera	que	la	serie	no	sólo	sea	útil	para	los	psicólogos	sino	también	para	todos	aquellos	interesados	en	la	detección	y	prevención	de	delitos,	la	actuación	policial	y	el	proceso	judicial.	Los	títulos	actuales	de	interés	de	la	serie	incluyen	Perfiles	del	delincuente:	teoría,	investigación	y	práctica.
	Editado 	por 	 Janet 	 L. 	 Jackson 	 y 	Debra 	A. 	Bekerian 	Psicología, 	Derecho 	 y 	Testimonio 	de	
Testigos	Presenciales
	Peter	B.	AinsworthDetectar 	mentiras 	 y 	 engaños: 	 la 	 psicología 	 de 	 la 	mentira 	 y 	 sus 	 implicaciones 	 para 	 la	práctica	profesional
Aldert	VrijTestimonio	de	niños:	manual	de	investigación	psicológica	y	práctica	forense	Editado	por	
Helen	L. 	Westcott, 	Graham	M. 	Davies 	y 	Ray	HC	Acecho	de	toros	y	obsesión	psicosexual:	perspectivas	psicológicas	para	la	prevención,	la	vigilancia	y	el	tratamiento
	Editado	por	Julian	Boon	y	Lorraine	Sheridan.La	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesiones:	un	manual	Gisli	H.	Gudjonsson
La	Psicología	de
Interrogatorios	y
ConfesionesUn	manual
Gisli	H.	Gudjonsson
	Instituto	de	Psiquiatría,	King's	College,	Londres,	Reino	UnidoDerechos	de	autor	C2003	John	Wiley	e	hijos,	Ltd,El	atrio,	la	puerta	sur,	Chichester,Sussex	Occidental	PO19	8SQ,	InglaterraTeléfono	(+44)	1243	779777Correo	electrónico	(para	pedidos	y	consultas	de	servicio	al	cliente):	cs-books@wiley.co.uk	Visite 	 nuestra 	página 	de 	 inicio 	 en 	www.wileyeurope.com 	o 	www.wiley.com 	Todos 	 los	derechos	reservados.	Ninguna	parte	de	esta	publicación	puede	reproducirse,	almacenarse	en	un	sistema	de	recuperación	ni 	 transmitirse	de	ninguna	forma	ni 	por	ningún	medio,	electrónico, 	mecánico, 	 fotocopia, 	 grabación, 	 escaneo 	o 	de 	 otro 	 tipo, 	 excepto 	 según 	 los	términos	de	la	Ley	de	derechos	de	autor,	diseños	y	patentes	de	1988	o	bajo	los	términos	de	una 	 licencia 	 emitida 	 por 	 Copyright 	 Licensing 	 Agency 	 Ltd, 	 90 	 Tottenham 	 Court 	 Road,	Londres	W1T	4LP,	Reino	Unido,	sin	el	permiso	por	escrito	del	editor. 	Las	solicitudes	al	editor	deben	dirigirse	al	Departamento	de	Permisos,	John	Wiley	&	Sons	Ltd,	The	Atrium,	Southern 	 Gate, 	 Chichester, 	West 	 Sussex 	 PO19 	 8SQ, 	 Inglaterra, 	 o 	 enviarse 	 por 	 correo	electrónico	a	permreq@wiley.co.uk,	o	enviarse	por	fax	a	(+44	)	1243	770571.Esta	publicación	está	diseñada	para	proporcionar	información	precisa	y	autorizada	con	respecto	al	tema	cubierto.	Se	vende	en	el	entendido	de	que	el	Editor	no	se	dedica	a	prestar	servicios 	 profesionales. 	 Si 	 se 	 requiere 	 asesoramiento 	 profesional 	 u 	 otra 	 asistencia 	 de	expertos,	se	deben	buscar	los	servicios	de	un	profesional	competente.
	Otras	oficinas	editoriales	de	WileyJohn	Wiley	&	Sons	Inc., 	111	River	Street, 	Hoboken, 	NJ	07030, 	EE. 	UU. 	 Jossey-Bass, 	989	Market	Street,	San	Francisco,	CA	94103-1741,	EE.	UU.	Wiley-VCH	Verlag	GmbH,	Boschstr.	12,	D-69469	Weinheim,	Alemania	John	Wiley	&	Sons	Australia	Ltd,	33	Park	Road,	Milton,	Queensland	4064,	Australia	John	Wiley	&	Sons	(Asia)	Pte	Ltd,	2	Clementi	Loop	#02-01,	Jin	Xing	Distripark,	Singapur	129809John	Wiley	&	Sons	Canada	Ltd,	22	Worcester	Road,	Etobicoke,	Ontario,	Canadá	M9W	1L1
Datos	de	catalogación	en	publicación	de	la	Biblioteca	del	CongresoGudjonsson,	Gisli	H.La	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesiones:	un	manual	/	Gisli	H.	Gudjonsson.pag.cm.—(Serie 	de 	Wiley 	 sobre 	psicología 	del 	delito, 	 vigilancia 	policial 	 y 	derecho) 	 Incluye	referencias	bibliográficas	e	índice.ISBN 	 0-471-49136-5—ISBN 	 0-470-84461-2 	 (pbk.: 	 artículo 	 alcalino) 	 1. 	 Interrogatorio	policial—Aspectos	psicológicos.2.	Confesión	(Ley)—Aspectos	psicológicos.3.	Confesión	(Ley)—Gran	Bretaña.4.	Confesión	(Ley)—Estados	Unidos.I.	Título.II.	wiley
Serie	sobre	psicología	del	crimen,	policía	y	derecho.HV8073.G8892003363.254—dc212002151145
	Catalogación	de	la	Biblioteca	Británica	en	datos	de	publicacionesUn 	 registro 	 de 	 catálogo 	 de 	 este 	 libro 	 está 	 disponible 	 en 	 la 	 Biblioteca 	 Británica 	 ISBN	0-471-49136-5	(hbk)	0-470-84461-2	(pbk)Compuesto 	 en 	 10/12 	 puntos 	 Century 	 Schoolbook 	 por 	 TechBooks, 	 Nueva 	 Delhi, 	 India	Impreso	y	encuadernado	en	Gran	Bretaña	por	TJ	International	Ltd,	Padstow,	Cornwall.	Este	libro 	 está 	 impreso 	 en 	 papel 	 sin 	 ácido, 	 fabricado 	 de 	 forma 	 responsable 	 a 	 partir 	 de	silvicultura	sostenible	en	la	que	se	plantan	al	menos	dos	árboles.	por	cada	uno	utilizado	para	la	producción	de	papel.þora	Hannesdottir	(n.	2.6.1918,	m.	6.2.2000).
	Contenido
	Sobre	el	Autorxiii
	Prefacio	de	la	seriexvi
	Prefacioxvii
	AgradecimientosxixIntroducción1PARTE	I	INTERROGACIONES	Y	CONFESIONES1.	Tácticas	y	técnicas	de	interrogatorio7Manuales	de	formación	policial7La	técnica	Reid10El	formato	y	registro	de	la	confesión21El	contexto	del	interrogatorio24Investigación	estadounidense	sobre	interrogatorios31Cómo	pueden	salir	mal	las	cosas	durante	el	interrogatorio34Conclusiones36
2.	Interrogatorio	en	Gran	Bretaña38Los	estudios	de	Irving39El	estudio	de	Softley43El	estudio	de	Walsh43Investigación	en	la	Universidad	de	Kent44El	estudio	de	Baldwin48Manuales	de	formación	británicos51Conclusiones553.	Personas	en	riesgo	durante	las	entrevistas	bajo	custodia	policial:	la	RealEstudios	de	la	Comisión57El	estudio	de	la	Comisión	Real	de	1993	realizado	por	Gudjonsson	y	sus	colegas58¿Quién	confiesa?69Derechos	legales	de	los	detenidos71
viii
ContenidoConclusiones	generales734.	La	identificación	y	medición	de	la	policía	'opresiva'Tácticas	de	entrevista	en	Gran	Bretaña.75
	John	Pearse	y	Gisli	H.	GudjonssonAntecedentes	de	la	investigación75Los	casos	analizados77Metodología79Tácticas	de	entrevista80Respuestas	de	los	sospechosos
83Problemas	metodológicos85Procedimientos	estadísticos86Aplicación	del	marco	a	casos	individuales87El	caso	del	asesinato	de	la	garza96El	caso	del	asesinato	de	Miller106Resultado	del	tribunal112Conclusiones1145.	¿Por	qué	confiesan	los	sospechosos?	Teorias115Factores	que	inhiben	la	confesión115Modelos	teóricos	de	confesión117Conclusiones1286.	¿Por	qué	confiesan	los	sospechosos?	Descubrimientos	empíricos130¿Qué	importancia	tienen	las	confesiones?130¿Con	qué	frecuencia	confiesan	los	sospechosos?133Factores	asociados	con	admisiones	y	denegaciones140Estudios	de	autoinforme	sobre	por	qué	confiesan	los	sospechosos151Conclusiones1567.	Errores	judiciales	y	confesiones	falsas158Errores	judiciales158Estudios	sobre	errores	judiciales159El	estudio	Leo-Ofshe
164Algunos	casos	británicos	notorios166Conclusiones1728.	La	psicología	de	la	falsa	confesión:	investigación	y	teoría.Asuntos173Definiciones	de	confesión	falsa174La	frecuencia	de	las	falsas	confesiones174Confesiones	falsas,	retractadas	y	controvertidas178El	inocente	se	declara	culpable184El	contexto	más	amplio	de	las	confesiones	falsas186Las	causas	de	las	falsas	confesiones193Implicaciones	teóricas	de	los	diferentes	tipos	de	falsoConfesión197
Contenido
ixEl	modelo	de	confesiones	Ofshe-Leo203Diferencias	entre	confesiones	verdaderas	y	falsas208Un	marco	modificado	propuesto211Memoria	recuperada	y	falsa	confesión212Conclusiones2159.	La	psicología	de	la	falsa	confesión:	ejemplos	de	casos217Confesiones	falsas	voluntarias218Confesiones	falsas	presionadas	y	obedientes224Confesiones	falsas	internalizadas	y	presionadas
233Conclusiones242PARTE	II	ASPECTOS	JURÍDICOS	Y	PSICOLÓGICOS10.	La	ley	inglesa	sobre	confesiones247La	admisibilidady	confiabilidad	de	la	evidencia	de	confesión248El	Voire	Dire258Cuestiones	que	afectan	a	los	acusados	vulnerables259La	admisibilidad	de	la	prueba	pericial275Conclusiones28111.	La	Ley	Americana	sobre	Confesiones283
	Gisli	H.	Gudjonsson	y	Lorca	MorelloLa	ley	básica	de	las	confesiones283Voluntariedad	y	sospechosos	mentalmente	vulnerables288Impugnación	de	una	confesión	en	el	tribunal293Diferencias	entre	la	ley	y	la	práctica	inglesa	y	estadounidense304Conclusiones30612.	La	Evaluación	Psicológica308El	marco	de	evaluación309Vulnerabilidades	psicológicas316La	discapacidad	de	aprendizaje	como	vulnerabilidad320El	informe	judicial	y	la	prueba	oral327Conclusiones33013.	Sugestibilidad:	aspectos	históricos	y	teóricos
332Enfoques	teóricos334Algunas	características	de	la	sugestión	y	la	sugestibilidad335Breves	antecedentes	históricos	de	la	sugestibilidad336La	clasificación	de	la	sugestibilidad338Teorías	de	la	sugestibilidad340Refuerzo	y	Sugestibilidad343Sugestibilidad:	¿un	estado	o	un	rasgo?343Definición	de	sugestibilidad	interrogativa344El	modelo	teórico	de	Gudjonsson-Clark347Implicaciones	del	modelo	e	hipótesis352
X
ContenidoEvaluación	Externa	del	Modelo353Conclusiones35814.	Sugestibilidad	interrogativa:	hallazgos	empíricos360Las	escalas	de	sugestibilidad	de	Gudjonsson361Sugestibilidad	y	susceptibilidad	hipnótica368Cumplimiento370Aquiescencia376Correlaciones	entre	sugestibilidad,	cumplimiento	y	aquiescencia378Sugestibilidad	y	género379Sugestibilidad	y	origen	étnico
380Sugestibilidad	y	edad380Sugestibilidad	e	inteligencia381Sugestibilidad	y	memoria384Sugestibilidad	y	ansiedad385Sugestibilidad	e	impulsividad388La	sugestibilidad	y	el	MMPI-2389Sugestibilidad	y	privación	del	sueño389Sugestibilidad:	disociación	y	propensión	a	la	fantasía390Sugestibilidad	y	manipulación	instruccional391La	sugestibilidad	y	el	efecto	del	experimentador392Sugestibilidad	y	deseabilidad	social394Sugestibilidad	y	estrategias	de	afrontamiento395Sugestibilidad	y	asertividad396Sugestibilidad	y	autoestima396Sugestibilidad	y	locus	de	control398Sugestibilidad	y	dependencia	del	campo399Suspicacia	e	ira400Sugestibilidad	y	entorno	de	prueba402Sugestibilidad	y	condenas	previas403Entrevista	policial	y	sugestibilidad403Opositores	y	presuntos	falsos	confesores
404Sugestibilidad	y	falsas	confesiones407Sugestibilidad	y	testimonio	de	testigos	presenciales410Sugestibilidad	y	memoria	recuperada411Conclusiones41215.	Los	efectos	de	las	drogas	y	el	alcohol	sobre	la	confiabilidad	del	testimonio415La	magnitud	del	problema416Perspectivas	teóricas418Los	efectos	de	la	intoxicación	y	la	abstinencia421Los	efectos	de	la	abstinencia	de	alcohol	sobre	la	sugestibilidad	interrogativa428Falsas	confesiones	de	asesinato	cometido	por	un	adicto	a	la	heroína430Conclusiones432PARTE	III	CASOS	DEL	TRIBUNAL	BRITÁNICO	DE	APELACIÓN16.	El	Tribunal	de	Apelación437
Contenido
xiEl	comienzo	del	testimonio	psicológico	de	expertos440Conclusiones44117.	Los	'Cuatro	de	Guildford'	y	los	'Seis	de	Birmingham'.445
	Gisli	H.	Gudjonsson	y	JAC	MacKeithLos	cuatro	de	Guildford445Los	seis	de	Birmingham452Conclusiones45618.	Vulnerabilidad	psicológica
458Engin	Raghip:	El	comienzo:	Decisión	histórica	paraPsicología458Jacqueline	Fletcher:	límite	no	identificadoInteligencia468Judith	Ward:	trastorno	de	la	personalidad470David	MacKenzie:	Incapacidad	para	distinguir	los	hechos	deFantasía472Idris	Ali:	mentira	patológica473George	Long:	depresión	clínica476Patrick	Kane:	ansiedad	y	cumplimiento479Andrew	Evans:	amnesia	psicógena	mal	diagnosticada482John	Roberts:	Cumplimiento	anormal492Ashley	King:	Sugestibilidad	y	cumplimiento	anormales493Darren	Hall:	trastorno	en	ausencia	de	un	psiquiátricoDiagnóstico495Ian	Hay	Gordon:	Explotación	de	la	sexualidad499Peter	Fell:	baja	autoestima506Conclusiones51219.	Incorrección	policial514Esteban	Miller515Alfred	Allen	(los	'Cuatro	UDR')517El	caso	Carl	Bridgewater519Derek	Bentley
520Conclusiones52220.	Conocimiento	especial	engañoso523Stefan	Kiszko523Los	hermanos	Darvell530Donald	Pendleton533Conclusiones537PARTE	IV	CASOS	EXTRANJEROS	DE	CONFESIONES	EN	DISPUTA21.	Cuatro	casos	estadounidenses	de	alto	perfil541Waneta	Hoyt541Joe	Giarratano550
xiii
ContenidoHenry	Lee	Lucas554John	Wille563Conclusiones	generales57222.	Casos	canadienses	e	israelíes573Un	caso	canadiense	de	interrogatorio	sin	custodia573Un	caso	terrorista	israelí582Conclusiones	generales58923.	Asesinato	en	Noruega:	una	creencia	falsa	que	lleva	a	una	confesión	falsa590Antecedentes	del	caso590Evaluación	psicológica	previa	al	juicio	(1997)594
El	primer	juicio595La	Evaluación	Psicológica	Previa	a	la	Apelación596Entrevistas	con	informantes602Fortalezas	y	vulnerabilidades	del	señor	A605El	interrogatorio	y	el	encierro606Represión	y	amnesia	psicógena608La	apelación609Conclusiones611Conclusiones615Comentarios	y	conclusiones	generales615Interrogatorio619Vulnerabilidad	psicológica621Confesiones	verdaderas622Confesiones	retractadas	y	falsas623
	Apéndice628
	Referencias631
	Índice	de	autores663
	Índice	de	materias672
Sobre	el	AutorGisli	Gudjonsson	es	profesora	de	Psicología	Forense	en	el	Instituto	de	Psiquiatría	del	King's	College	de	Londres	y	jefa	de	los	Servicios	de	Psicología	Forense	del	Hospital	Maudsley.	Es	miembro 	de 	 la 	 Sociedad 	Británica 	 de 	Psicología 	 y 	miembro 	honorario 	 de 	 la 	 Sociedad	Islandesa	de	Psicología. 	En	2001	recibió	el 	Doctorado	Honoris	Causa	en	Medicina	de	la	Universidad	de	Islandia	en	reconocimiento	a	su	investigación	en	el	campo	de	la	psiquiatría	
y	la	psicología	forenses.	Gisli 	ha	publicado	extensamente	en	las	áreas	de	vulnerabilidad	psicológica, 	 confesiones 	 falsas 	y 	 interrogatorios 	policiales. 	 Fue 	pionero 	en 	 la 	medición	empírica	de	la	sugestibilidad	y	brindó	evaluación	experta	en	una	serie	de	casos	de	alto	perfil, 	 incluidos 	 los 	 de 	 los 	 Cuatro 	 de 	 Guildford, 	 los 	 Seis 	 de 	 Birmingham, 	 los 	 Tres 	 de	Tottenham,	los	Tres	de	Cardiff, 	el 	caso	del 	asesinato	de	Jill 	Dando, 	Kenneth	Erskine	(el	'estrangulador	de	Stockwell	'),	Derek	Bentley,	los	casos	UDR	Four	y	'Asesinatos	funerarios	del	IRA'	(ambos	en	Irlanda	del	Norte),	Henry	Lee	Lucas	y	John	Wille	(EE.UU.),	y	los	casos	Birgitte	Tengs	y	Orderud	(Noruega).	Actúa	como	consultor	en	casos	tanto	para	la	acusación	como	para	la	defensa.Gisli	es	autor	de	The	Psychology	of	Interrogations,	Confessions	and	Testimony	(John	Wiley	&	Sons,	1992),	The	Gudjonsson	Suggestibility	Scales	Manual	(Psychology	Press,	1997),	Forensic	
Psychology: 	 A 	 Guide 	 to 	 Practice 	 (Routledge, 	 1998, 	 escrito 	 conjuntamente 	 con 	 Lionel	Haward),	y	Las	causas	y	curas	de	Criminalidad	(Plenum	Press,	1989,	escrito	conjuntamente	con	Hans	Eysenck).	Es	el	coeditor	jefe	de	Personalidad	y	diferencias	individuales.
	Prefacio	de	la	serieThe	Wiley	Series	in	the	Psychology	of	Crime,	Policing	and	Law	publica	reseñas	editadas	y	de	un	solo	autor	de	áreas	emergentes	de	la	investigación	contemporánea.El	propósito	de	esta	serie	no	es	simplemente	presentar	los	resultados	de	la	investigación	en	una	forma	clara	y	legible,	sino	también	resaltar	sus	implicaciones	tanto	para	la	práctica	como	para	las	políticas.	La	serie	será	útil	no	sólo	para	los	psicólogos,	sino	también	para	todos	aquellos	interesados	en	la	detección	y	prevención	de	delitos,	la	vigilancia	policial	y	el	proceso	judicial.El 	 primer 	 libro 	 de 	 esta 	 serie 	 fue 	 La 	 psicología 	 de 	 los 	 interrogatorios, 	 confesiones. 	 y	
Testimonio 	 de 	 Gisli 	 Gudjonsson, 	 publicado 	 en 	 1992. 	 Este 	 trabajo 	 fundamental 	 fue	rápidamente	reconocido	como	un	clásico	moderno	de	la	literatura	sobre	psicología	forense,	traducido	a	varios	idiomas	extranjeros	y	citado	con	frecuencia,	tanto	en	artículos	científicos	como	en	los	tribunales	de	justicia.	Como	sugiere	el	título,	el	libro	trata	ampliamente	las	cuestiones	relacionadas	con	el	interrogatorio	de	testigos	y	sospechosos	y	los	peligros	reales	de	 las 	confesiones	 falsas. 	El 	nuevo	 libro	del 	profesor	Gudjonsson, 	The 	Psicología	de	 los	
interrogatorios 	 y 	 confesiones: 	 un 	 manual 	 trata 	 específicamente 	 el 	 áreaque 	 ahora 	 es	sinónimo	de	su	nombre;	Resume	muchas	investigaciones	nuevas	y	describe	muchos	casos	de	confesiones	falsas	o	controvertidas	con	las	que	se	le	ha	asociado.Gran 	parte 	 de 	 la 	 nueva 	 investigación 	 ha 	 involucrado 	 las 	 Escalas 	 de 	 Sugestibilidad 	de	Gudjonsson 	 (GSS), 	 una 	 medida 	 de 	 sugestionabilidad 	 y 	 cumplimiento, 	 que 	 puede	administrarse	a	personas	cuando	surge	el 	problema	de	una	confesión	falsa. 	 Igualmente	importante	es	el	testimonio	pericial	del	Profesor	Gudjonsson,	basado	en	los	resultados	de	estas	pruebas,	sus	observaciones	del	comportamiento	del	sospechoso	y	las	circunstancias	que	llevaron	a	una	confesión,	que	han	sido	admitidos	como	prueba	en	casos	criminales	de	alto	perfil	en	el	Reino	Unido,	los	Estados	Unidos	y	y	Europa	continental.	La	admisión	de	tales	pruebas	ante	los	tribunales	ingleses	es	un	logro	importante	para	la	psicología	forense	en 	 general 	 y 	 para 	 el 	 profesor 	 Gudjonsson 	 en 	 particular. 	 Durante 	mucho 	 tiempo, 	 los	tribunales	se	han	aferrado	a	la	sentencia,	enunciada	en	R.	v.	Turner	(1975),	que	implicaba	
que	los	tribunales	no	tenían	motivos	para	escuchar	el	testimonio	de	expertos	de	psicólogos	o 	 psiquiatras 	 sobre 	 cuestiones 	 que 	 entraban 	 dentro 	 del 	 ámbito 	 de 	 competencia.	experiencia	común	de	los	miembros	del	jurado.	Sólo	cuando	los	jueces	se	enfrentaron	a	casos	inequívocos	de	personas	aparentemente	normales	que,	cuando	eran	confinadas	en	una 	 comisaría 	 para 	 ser 	 interrogadas 	 durante 	 unas 	 pocas 	 horas, 	 podían 	 confesar	plenamente	crímenes	que	no	podrían	haber	cometido,	comenzó	el	frente	unido	contra	esas	pruebas	periciales.	doblarse	y	agrietarse.	En	el	proceso,	se	produjeron	errores	judiciales,	algunos
xvi
Prefacio	de	la	seriealgunos	de	ellos,	que	se	remontaban	a	décadas	atrás,	finalmente	se	resolvieron,	gracias	en	gran	parte	a	las	ideas	del	profesor	Gudjonsson.El	libro	del	profesor	Gudjonsson	se	divide	en	cuatro	secciones.	La	parte	I	resume	gran	parte	de	la	investigación	y	la	teoría	sobre	interrogatorios	y	confesiones	y,	en	particular,	en	un	capítulo	en	coautoría	con	John	Pearse,	un	oficial	de	policía	experimentado,	ilustra	hasta	qué	punto	ha	 llegado	la	policía	británica	en	su	reconocimiento	del 	 impacto	de	 las	prácticas	opresivas	en	las	entrevistas	sobre	personas	falsas	y	engañosas. 	confesiones. 	La	Parte	II	resume 	 gran 	 parte 	 del 	 trabajo 	 sobre 	 el 	 GSS, 	 que 	 ha 	 sido 	 ampliamente 	 retomado 	por	investigadores	de	varios	países,	y	resume	la	posición	jurídica	sobre	la	admisibilidad	de	la	prueba 	 de 	 confesión 	 en 	 Gran 	Bretaña 	 y 	 Estados 	Unidos. 	 La 	 Parte 	 III 	 cubre 	 casos 	 de	tribunales	de	apelación	en	el	Reino	Unido	y	revela	una	impresionante	disposición	por	parte	de	los	tribunales	en	los	últimos	años	para	escuchar	nuevas	pruebas	psicológicas	e	intentar	reparar	en	parte	los	agravios	de	los	condenados	falsamente.	La	cuarta	parte	sigue	el	camino	judicial	hasta	Estados	Unidos,	Canadá	y	Noruega	y	descubre	sorprendentes	paralelismos	entre	los	procesos	de	interrogatorio	que	conducen	a	confesiones	falsas	en	el	Reino	Unido	y	los 	perpetrados 	 en 	otros 	 lugares. 	 Sin 	 embargo, 	 parece 	haber 	una 	 inquietante 	 falta 	de	preparación	por	parte	de	muchos	de	estos	poderes	judiciales	para	abordar	estas	cuestiones	y	ofrecer	soluciones	legales.
La	Psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesiones:	un	manual	será	invaluable	para	todos	los	psicólogos	que	trabajan	con	delincuentes	y	los	tribunales	y	proporciona	una	lección	objetiva	sobre	cómo	los	psicólogos,	a	través	de	sus	escritos	e	investigaciones,	pueden	tener	una 	 influencia 	 real 	y 	profunda 	en 	 las 	políticas 	públicas. 	También 	será 	de 	 interés 	para	abogados	y	legos,	quienes	encontrarán,	en	el	sorprendente	material	de	los	casos	y	en	las	accesibles 	descripciones	de	 las 	 investigaciones, 	razones	suficientes 	sobre	cómo	nuestro	sistema	judicial	puede	equivocarse.GRAHAM	DAVIES
	Universidad	de	Leicestermarzo	de	2002
Prefacio
La	Psicología	de	los	interrogatorios,	las	confesiones	y	los	testimonios	se	publicó	en	1992	y	se	ha 	 reimpreso 	 en 	 varias 	 ocasiones. 	 Fue 	 ampliamente 	 revisado 	 en 	 la 	 literatura 	 legal,	psicológica, 	psiquiátrica 	y 	médica. 	 Su 	publicación 	 llamó 	 la 	 atención 	de 	 las 	profesiones	
jurídicas,	psicológicas	y	psiquiátricas	sobre	la	cuestión	de	las	confesiones	falsas	desde	una	perspectiva	científica. 	Proporcionó	un	texto	completo	y 	autorizado	muy	necesario	para	profesionales,	investigadores	y	académicos.	El	libro	tuvo	un	gran	impacto	en	Gran	Bretaña	y	en	el	extranjero,	como	se	puede	comprobar	en	numerosas	sentencias	judiciales.Los 	 comentarios 	 de 	 los 	 críticos 	 sobre 	 el 	 libro 	 original 	 proporcionaron 	 información	invaluable 	 sobre 	 cómo 	 se 	 podría 	 mejorar 	 el 	 libro 	 y 	 lo 	 he 	 tomado 	 seriamente 	 en	consideración 	 al 	 escribir 	 el 	 libro 	 actual. 	 Ronald 	Fisher, 	 en 	Contemporáneo 	Psicología 	 ,	señaló 	que	mi 	 intento 	de 	completar 	el 	 libro 	me	 llevó 	en 	ocasiones 	a 	describir 	casos 	e	introducir 	material 	que 	no 	era 	 central 	para 	el 	 tema 	principal 	del 	 libro. 	Algunos 	otros	revisores 	 expresaron 	 puntos 	 de 	 vista 	 similares 	 y 	 sugirieron 	 que 	 me 	 centrara 	 más	exclusivamente	en	las	confesiones	en	disputa	y	proporcionara	un	análisis	más	extenso	de	cómo	la	opinión	de	los	expertos	en	esta	área	ha	afectado	el	proceso	judicial.Esto	es	lo	que	he	intentado	hacer	en	el	libro	actual.	Además,	desde	la	publicación	del	libro	original, 	el 	número	de	casos	de	confesiones	en	disputa	que	he	evaluado	se	ha	más	que	duplicado	y	he	testificado	en	más	de	100	casos	penales	en	los	que	se	cuestionaron	las	pruebas	de	confesión,	incluidos	muchos	casos	de	asesinato	de	alto	perfil	en	el	tribunales	de	apelación	en	Gran	Bretaña	y	en	el	extranjero.	Todos	los	casos	importantes	se	revisan	en	este	libro	y	se	discuten	la	contribución	psicológica	y	las	implicaciones	legales.En	los	últimos	años	se	ha	reconocido	cada	vez	más	que	se	producen	confesiones	falsas	y	ningún	sistema	jurídico	debería	ignorar	el	riesgo	de	confesiones	falsas.	Para	evitar	futuros	errores	judiciales, 	 la	complacencia, 	 la	falta	de	apertura	mental, 	 la	ignorancia, 	 la	falta	de	voluntad	para	aceptar	errores	y	el	encubrimiento	judicial	deben	ser	reemplazados	por	un	enfoque	más	positivo	de	un	problema	que	no	desaparecerá	a	menos	que	lo	enfrentemos	activamente. 	 Hay 	 varias 	 medidas 	 que 	 se 	 pueden 	 tomar 	 para 	 reducir 	 el 	 riesgo 	 de	confesiones 	 falsas 	 y 	 prevenir 	 errores 	 judiciales. 	 Estas 	medidas, 	 incluidos 	 los 	medios	judiciales, 	educativos	y	psicológicos,	son	igualmente	aplicables	a	los	sistemas	legales	de	Gran	Bretaña,	Estados	Unidos,	Australia	y	el	continente	europeo.Cuando	planeé	este	libro,	Wiley	me	lo	encargó	originalmente	como	una	segunda	edición	de	mi	libro	anterior.	Sin	embargo,	cuando	comencé	a	escribir,	se	hizo	evidente	que	el	campo	se	había	expandido	dramáticamente	y	este	desarrollo	ha	continuado	como	el
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Prefaciolibro 	se 	ha 	desarrollado. 	Como	resultado, 	es 	en 	gran	medida 	un	 libro 	nuevo	y 	no 	una	segunda	edición	del	anterior.	Algunos	temas	tuvieron	que	omitirse	del	libro	actual	para	dar	cabida	a	material	nuevo.	Esto	incluye	algunos	de	los	principios	básicos	y	la	teoría	de	las	entrevistas, 	 niños 	 testigos, 	 técnicas 	 psicológicas 	 para 	 mejorar 	 la 	 recuperación 	 de 	 la	memoria 	 y 	 evaluación 	de 	 testimonios 	 y 	documentos. 	Actualmente 	 existen 	otros 	 libros	disponibles 	 que 	 hacen 	 innecesarios 	 estos 	 capítulos 	 y 	 se 	 indicarán 	 en 	 el 	 texto, 	 según	corresponda.Junto	con	el	nuevo	e	importante	material	de	casos	judiciales	y	los	importantes	cambios	legales 	desde 	el 	 libro 	original, 	 se 	han 	 realizado 	muchas 	más 	 investigaciones 	 sobre 	 las	tácticas	de	interrogatorio	policial,	las	vulnerabilidades	psicológicas	y	las	confesiones	falsas.
Todo	el 	material 	que 	queda	del 	 libro 	original 	ha 	sido	reescrito 	y 	actualizadopara 	dar	cabida	a	estos	nuevos	hallazgos.	El	libro	actual	es	más	extenso	y	sustancial	que	el	original	y	su	enfoque	es	más	internacional.GISLI	H.	GUDJONSSON
AgradecimientosAgradezco	al	profesor	Graham	Davies,	editor	de	la	serie,	y	a	mi	esposa,	Julia,	su	continuo	aliento 	 y 	 apoyo 	 durante 	 mi 	 escritura 	 de 	 este 	 libro. 	 Ambos 	 leyeron 	 y 	 comentaron	borradores	de	los	capítulos	individuales.Otras	personas	que	proporcionaron	comentarios	útiles	sobre	uno	o	más	de	los	borradores	de 	 capítulos 	 individuales 	 son 	 la 	 Profesora 	Ursula 	 Bentele, 	 Sir 	 Louis 	 Blom-Cooper 	 Ian	Donaldson	QC, 	Richard 	 Joselson, 	Denny	LeBoeuf, 	el 	Profesor 	Richard 	Leo, 	el 	Dr. 	 James	MacKeith,	Paula	Montonye,	Lorca	Morello,	el	Dr.	John	Pearse,	Susan	Rutter,	John	Wagstaff	y	la	Dra.	Susan	Young.	Agradezco	a	Sarah	Medford	su	revisión	del	borrador	del	manuscrito.	Gracias	también	a	las	personas	que	dieron	su	consentimiento	para	que	escribiera	sus	casos.	Por	último,	estoy	en	deuda	con	John	Wiley.& 	 Sons 	 por 	 permitirme 	 producir 	 un 	manuscrito 	 que 	 es 	más 	 largo 	 de 	 lo 	 contratado	originalmente,	de	modo	que	se	pudieran	proporcionar	ilustraciones	detalladas	de	casos	y	sentencias	legales	recientes	importantes.
	IntroducciónUn	sábado	por	la	mañana,	a	principios	de	1987,	un	joven	de	17	años	fue	arrestado	y	llevado	a 	una	comisaría 	para	ser 	 interrogado. 	Unas	horas	más	tarde	había 	confesado	con	gran	detalle	cómo	había	abusado	sexualmente	y	luego	asesinado	a	dos	mujeres	ancianas	antes	de 	 salir 	 de 	 su 	 casa. 	 Al 	 día 	 siguiente, 	 el 	 joven 	 confesó 	 nuevamente 	 los 	 asesinatos, 	 en	presencia	de	un	abogado.	A	pesar	de	la	falta	de	pruebas	forenses	que	vinculen	al	joven	con	los 	 asesinatos, 	 el 	 caso 	 contra 	 el 	 joven 	 era 	 potencialmente 	 sólido 	 porque 	 (a) 	 testigos	oculares	que	conocían	al	joven	de	vista	lo	habían	colocado	cerca	de	la	escena	y	(b)	durante	el	interrogatorio	el	joven	Al	parecer,	había	proporcionado	a	la	policía	información	detallada	y	específica	sobre	el	crimen,	que	la	policía	creía	que	sólo	podía	conocerla	el	asesino.Sobre	la	base	de	las	pruebas	disponibles, 	el 	caso	del	 joven	se	remitió	al 	Tribunal	de	la	Corona,	durante	el	cual	permaneció	bajo	custodia.	El	caso	tenía	todas	las	características	de	una	detección	exitosa	de	un	crimen,	que	resultaría	en	una	condena	por	dos	asesinatos	y	abuso	sexual.Mientras	se	encontraba	en	prisión	preventiva,	el	joven	dijo	constantemente	a	su	abogado	y	a	su	familia	que	era	inocente	de	los	delitos	que	se	le	imputaban.	Afirmó	que	su	confesión	autoincriminatoria	se	debió	a	un	persuasivo	interrogatorio	policial.	Las	cosas	empeoraron	para 	 el 	 joven 	 por 	 el 	 hecho 	 de 	 que 	 durante 	 su 	 detención 	 temprana 	 en 	 prisión 	 había	confesado	los	asesinatos	a	los	funcionarios	de	prisiones	y	a	un	compañero	de	prisión.	Era	evidente	que	los	agentes	de	policía	habían	entrevistado	al	joven	de	forma	bastante	extensa	y 	persuasiva, 	 pero 	 era 	un 	 joven 	de 	 educación 	 razonable 	 y 	 sin 	ninguna 	 enfermedad 	o	discapacidad	mental	evidente.	A	primera	vista,	el	joven	había	confesado	gracias	a	un	hábil	interrogatorio	realizado	por	agentes	de	policía	experimentados	que	tenían	motivos	para	
creer	que	había	cometido	los	crímenes.	La	investigación	del	asesinato	se	llevó	a	cabo	con	éxito,	excepto	por	un	hecho	importante.El	joven	era	inocente	de	los	delitos	que	se	le	imputaban.	Mientras	el	joven	se	encontraba	en	prisión 	 preventiva, 	 el 	 verdadero 	 asesino 	 cometió 	 otro 	 delito 	muy 	 grave 	 antes 	 de 	 ser	detenido.Esta	breve	historia	clínica,	que	se	analizará	con	más	detalle	en	el	capítulo	9,	es	una	de	las	muchas	que	se	utilizan	en	este	libro	para	ilustrar	algunos	de	los	procesos	y	mecanismos	implicados	en	la	producción	de	testimonios	erróneos,	incluida	una	confesión	falsa.Los 	 términos 	 "entrevista" 	 e 	 "interrogatorio", 	 tal 	 como 	 se 	 aplican 	 al 	 proceso 	 de	investigación	policial,	implican	algún	tipo	de	interrogatorio,	ya	sea	a	un	testigo	de	un	delito,
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Una	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesionesuna	víctima, 	un	denunciante	o	un	sospechoso. 	Ambos	son	esencialmente	una	forma	de	recopilar 	 información 	para 	utilizarla 	en 	 investigaciones 	posteriores 	y 	 tal 	vez 	con 	 fines	judiciales. 	El 	término	interrogatorio	se	utiliza	más	comúnmente	en	la	 literatura	y	en	la	práctica	policial	para	referirse	al	interrogatorio	de	sospechosos	de	delitos,	mientras	que	los	testigos	y	las	víctimas	son	"entrevistados"	(Rabon,	1992).	Sin	embargo,	tal	distinción	es	bastante	arbitraria,	y	se	ha	propuesto	que	el	término	"entrevista	de	investigación"	abarque	tanto	el	interrogatorio	de	testigos	como	el	de	sospechosos	en	Inglaterra.	Este	término	se	ha	incorporado 	 ahora 	 a 	 la 	 formación 	 policial 	 y 	 su 	 evaluación 	 (Clarke 	 y 	 Milne, 	 2001;	Williamson,	1994).El 	propósito 	del 	 libro	es 	examinar 	en	detalle 	 los 	diversos	aspectos 	de	 la 	entrevista 	de	investigación 	 y 	 resaltar 	 los 	 factores 	 que 	 influyen 	 en 	 la 	 precisión 	 e 	 integridad 	 de 	 la	información 	 recopilada. 	 El 	 énfasis 	 está 	 en 	 la 	 aplicación 	de 	 conocimientos 	 y 	principios	psicológicos	a	las	entrevistas	de	investigación	y	las	confesiones.	La	principal	cuestión	que	se	aborda	es	en	qué	medida	los	conocimientos	y	principios	psicológicos	pueden	ayudar	a	la	policía,	los	psicólogos,	los	trabajadores	sociales,	los	funcionarios	de	libertad	condicional	y	la	profesión	jurídica	en	la	recopilación	y	evaluación	de	las	pruebas	de	las	confesiones.El 	 libro	muestra	que	durante	los	últimos	20	años	ha	habido	importantes	avances	en	la	teoría	psicológica,	la	investigación	relevante	a	los	interrogatorios	y	las	confesiones,	la	ley	relativa	a	las	entrevistas	de	investigación	y	la	admisibilidad	de	las	pruebas	de	confesión,	la	capacitación	policial	y	la	contribución	de	expertos	psicológicos	y	psiquiátricos.	testimonio	en 	 procesos 	 judiciales 	 penales. 	 Mi 	 libro 	 anterior, 	 The 	 Psychology 	 of 	 Interrogations,	
Confessions,	and	Testimony	(Gudjonsson,	1992a),	proporcionó	una	discusión	detallada	de	los	avances	científicos	y	sus	implicaciones	hasta	1992.	Desde	entonces,	se	han	producido	nuevos	desarrollos	psicológicos	y	legales	y	estos	son	ampliamente	explicados.	discutido	en	este	libro.	En	lo	que	respecta	al	testimonio	de	los	niños,	que	expuse	con	cierta	extensión	en	mi	libro	anterior,	el	libro	recientemente	editado	por	Westcott,	Davies	y	Bull	(2002)	ofrece	una	cobertura	exhaustiva	de	los	acontecimientos	recientes	en	el	área.En	vista	de	la	extensa	cantidad	de	material	presentado	en	este	libro,	que	comprende	23	capítulos	 individuales, 	está	dividido	en	cuatro	partes	principales. 	En	la 	Parte	I, 	 titulada	'Interrogatorios 	 y 	 Confesiones', 	 se 	 revisan 	 los 	 aspectos 	 teóricos, 	 de 	 investigación 	 y	
prácticos	de	los	interrogatorios	y	las	confesiones.	Hay	nueve	capítulos	en	esta	sección	del	libro.	Los	primeros	cuatro	se	centran	en	los	interrogatorios,	sus	contextos	y	las	tácticas	utilizadas	por	la	policía	en	Estados	Unidos	y	Gran	Bretaña.	Se	presentan	los	resultados	de	investigaciones 	 empíricas 	 sobre 	 las 	 tácticas 	 de 	 interrogatorio 	 y 	 la 	 vulnerabilidad	psicológica 	 de 	 los 	 detenidos. 	 Dos 	 capítulos 	 indagan 	 en 	 las 	 razones 	 por 	 las 	 que 	 los	sospechosos 	 confiesan 	 los 	 delitos 	 que 	 han 	 cometido. 	 Se 	 presentan 	 tanto 	 perspectivas	teóricas	como	evidencia	empírica.	Esta	parte	del	libro	concluye	con	tres	capítulos	donde	la	atención 	 se 	 centra 	 en 	 los 	 errores 	 judiciales 	 y 	 las 	 confesiones 	 falsas. 	 Se 	 discuten	investigaciones 	relevantes 	y 	aspectos 	 teóricos 	de 	 las 	confesiones 	 falsas 	y 	se 	presentan	ejemplos	de	casos	de	diferentes	tipos	de	confesiones	falsas.Uno	de	los	capítulos	de	la	Parte	I,	'La	identificación	y	medición	de"Tácticas	opresivas"	de	entrevista	policial	en	Gran	Bretaña',	está	escrito	en	coautoría	con	el	Dr.	John	Pearse,	un	alto	oficial	de	policía	de	New	Scotland	Yard,	con	quien	he	trabajadoconjuntamente	en	casos	y	realizado	extensas	investigaciones	durante	los	últimos	10	años.
Introducción
3La	Parte	II,	'Aspectos	Jurídicos	y	Psicológicos',	consta	de	seis	capítulos.	Comienza	con	una	discusión	detallada	de	las	leyes	de	confesión	inglesas	y	estadounidenses.Se 	destacan 	 las 	diferencias 	y 	 similitudes 	entre 	 los 	dos 	sistemas 	 jurídicos 	y 	 la 	práctica	jurídica.	El	capítulo	sobre	la	ley	estadounidense	es	coautor	del	abogado	neoyorquino	Lorca	Morello.	Después	de	discutir	las	cuestiones	jurídicas	y	la	práctica,	hay	un	capítulo	sobre	evaluación	psicológica. 	Los	conceptos	de	sugestionabilidad	interrogativa, 	conformidad	y	aquiescencia,	que	se	han	vuelto	cada	vez	más	importantes	jurídicamente	en	el	contexto	de	confesiones 	en 	disputa, 	 se 	analizan 	en 	detalle 	en 	el 	 contexto 	de 	 la 	evidencia 	 teórica 	y	empírica	relevante.	La	Parte	II	concluye	con	un	capítulo	sobre	los	efectos	de	las	drogas	y	el	alcohol	sobre	la	fiabilidad	del	testimonio.	En	este	capítulo	se	presenta	un	caso	de	doble	asesinato	a	partir	de	la	confesión	falsa	de	un	adicto	a	la	heroína.En 	 la 	 Parte 	 III, 	 'Casos 	 del 	 Tribunal 	 de 	Apelaciones 	Británico', 	 se 	 analiza 	 el 	 papel 	 del	Tribunal	de	Apelaciones	y	se	presentan	22	casos	de	confesiones	importantes	en	disputa	en	Inglaterra	e	Irlanda	del	Norte	y	se	evalúan	las	sentencias.	En	todos	los	casos,	excepto	uno,	las	condenas	fueron	anuladas,	a	menudo	sobre	la	base	de	nuevos	testimonios	psicológicos	o	psiquiátricos. 	 En 	 el 	 único 	 caso 	 que 	 no 	 tuvo 	 éxito, 	 la 	 Cámara 	 de 	 los 	 Lores 	 anuló	posteriormente	la	condena	del	apelante	y	criticó	la	decisión	del	Tribunal	de	Apelaciones	de	confirmarla.	Los	casos	demuestran	cómo	el	Tribunal	de	Apelaciones	considera	las	pruebas	de	confesión	y	el	testimonio	de	expertos	y	cómo	se	ha	desarrollado	su	enfoque	en	tales	casos	durante	los	últimos	12	años.	He	seguido	cuidadosamente	este	desarrollo	y	mostraré	cómo	los	jueces	de	los	tribunales	superiores	se	han	vuelto	más	sofisticados	en	la	forma	en	que 	 admiten 	 y 	 se 	 basan 	 en 	 el 	 testimonio 	 psicológico 	 y 	 psiquiátrico 	 de 	 expertos,	particularmente	en	lo	que	se	refiere	a	la	vulnerabilidad	psicológica.	Los	criterios	legales	para	admitir	pruebas	psicológicas	se	han	ampliado	considerablemente.	Los	tribunales	ya	no 	 están 	 restringidos 	 a 	 admitir 	 pruebas 	 cuando 	 existe 	una 	 enfermedad 	mental 	 o 	una	discapacidad 	 de 	 aprendizaje. 	 El 	 trastorno 	 de 	 la 	 personalidad 	 ahora 	 se 	 considera 	 una	
vulnerabilidad	psicológica	potencial	relevante	para	la	confiabilidad	de	las	pruebas	de	la	confesión. 	Además, 	 los 	rasgos	de	personalidad, 	como	la 	sugestibilidad, 	 la 	sumisión	y	el	rasgo	de	ansiedad,	cuando	están	fuera	del	rango	normal,	ahora	se	admiten	regularmente	como	prueba	para	cuestionar	la	admisibilidad	y	el	peso	de	la	confesión.	El	impacto	de	la	investigación	psicológica	y	el 	testimonio	de	expertos	en	los	cambios	legales, 	 la 	práctica	policial 	 y 	 los 	 juicios 	 legales 	 es 	 un 	 desarrollo 	 sin 	 paralelo 	 en 	 el 	 resto 	 del 	 mundo	(Gudjonsson,	2001).Los	casos	de	los	'Guildford	Four'	y	los	'Birmingham	Six'	fueron	los	primeros	que	tuvieron	un	gran	impacto	en	el 	sistema	jurídico	inglés. 	Llamaron	la	atención	del	establecimiento	legal	y	del	público	sobre	el	riesgo	de	confesiones	falsas.	El	capítulo	sobre	estos	dos	casos	fue	preparado	conjuntamente	con	mi	colega	psiquiatra,	el	doctor	James	MacKeith.	A	ambos	nos	encargaron	como	expertos	trabajar	en	los	casos	antes	de	que	su	apelación	tuviera	éxito.	Revisamos 	 estos 	 casos 	 y 	 presentamos 	 algunos 	 de 	 nuestros 	 hallazgos 	 médicos 	 y	psicológicos.La	Parte	IV,	'Casos	extranjeros	de	confesiones	en	disputa',	ofrece	una	discusión	detallada	de	siete	casos	de	alto	perfil	ocurridos	fuera	de	Gran	Bretaña.	Los	casos	demuestran	cómo	los	diferentes	sistemas	legales	(estadounidense,	canadiense,	israelí	y	noruego)abordar,	ver	y	evaluar	pruebas	de	confesiones	en	disputa	y	testimonios	periciales.	Como	se	verá	al	leer	estos	capítulos,	hay	mucho	que	aprender	de	casos	en	diferentes	jurisdicciones.	Los	peligros	del	interrogatorio	coercitivo
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Una	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesionesLas 	 técnicas, 	 el 	 riesgo 	 de 	 confesiones 	 falsas 	 y 	 errores 	 judiciales 	 son 	 de 	 importancia	internacional	y	todos	los	sistemas	judiciales	deben	tomarlos	en	serio.En	el	capítulo	final	del	libro,	'Conclusiones',	reúno	los	principales	hallazgos	de	los	otros	capítulos	y	proporciono	un	marco	conceptual	para	trabajos	futuros	sobre	entrevistas	de	investigación	y	confesiones.Este	libro	está	dirigido	principalmente	a	profesionales	involucrados	en	diferentes	aspectos	de	la	entrevista	de	investigación.	Esto	incluye	a	psicólogos	clínicos	y	psiquiatras	a	quienes	los	abogados	han	pedido	que	ayuden	en	la	evaluación	de	la	posible	validez	de	declaraciones	autoincriminatorias, 	 como 	 las 	 confesiones. 	 Para 	 ello 	 se 	 proporcionarán 	 técnicas 	 de	evaluación	detalladas,	incluida	la	evaluación	de	estados	y	rasgos	psicológicos	específicos	e	idiosincrásicos.	Se	proporcionarán	los	conceptos	jurídicos	pertinentes,	la	práctica	jurídica,	las 	 sentencias 	 del 	 Tribunal 	 de 	Apelaciones 	 y 	 presentaciones 	 detalladas 	 de 	 casos 	 para	ayudar 	a 	 los 	 testigos 	expertos 	a 	evaluar 	una 	amplia 	gama	de 	casos 	de 	confesiones 	en	disputa.Los	agentes	de	policía	encontrarán	muchas	partes	del	libro	directamente	aplicables	a	su	trabajo	de	investigación.	El	libro	no	es	un	manual	de	capacitación	para	agentes	de	policía	sobre	cómo	entrevistar,	pero	sí	les	proporciona	una	mayor	comprensión	de	los	procesos	involucrados	en	la	producción	de	testimonios	erróneos	y	engañosos.
Además,	identifica	las	circunstancias	bajo	las	cuales	la	información	se	puede	recopilar	de	manera 	más 	efectiva. 	A 	nivel 	político, 	 el 	 libro 	 tiene 	 importantes 	 implicaciones 	para 	 la	formación	policial.Los 	 trabajadores 	 sociales 	y 	 los 	 funcionarios 	de 	 libertad 	condicional 	 encontrarán 	útiles	varios	de	los	capítulos,	ya	que	comúnmente	tienen	que	entrevistar	y	evaluar	a	grupos	de	personas	que	necesitan	atención	especial,	como	personas	con	problemas	de	aprendizaje,	enfermos	mentales,	niños	y	personas	que	han	sufrido	abusos	sexuales.	El	creciente	papel	de	los 	 trabajadores 	 sociales 	 como 	 "adultos 	 apropiados" 	 durante 	 los 	 interrogatorios 	 bajo	custodia	en	Inglaterra	y	las	críticas	que	han	recibido	en	el	pasado	sobre	sus	técnicas	de	entrevista	a	niños	presuntamente	abusados	sexualmente	significan	que	este	libro	les	será	particularmente	útil.La 	profesión	 jurídica	aprenderá	del 	 libro	qué	tipos	de	contribución	pueden	ofrecer	 los	psicólogos	clínicos	y	psiquiatras	a	los	procedimientos	judiciales.	Se	utilizarán	historias	de	casos	para	ilustrar	puntos	específicos	a	lo	largo	del	libro	y	éstas	proporcionan	una	visión	importante	de	cómo	el	sistema	judicial	aborda	los	problemas	creados	por	las	confesiones	en	disputa.	Muchos	de	los	hallazgos	destacados	en	el	libro	brindan	una	visión	importante	sobre	las	salvaguardias	contra	las	confesiones	falsas.Finalmente, 	 la 	combinación	de 	 ideas 	 teóricas, 	hallazgos 	empíricos, 	historias 	de 	casos 	y	sentencias 	 destacadas 	 del 	 Tribunal 	 de 	 Apelaciones 	 reúne 	 conocimientos 	 que 	 también	atraerán	a	investigadores	y	otros	académicos.	Con	suerte,	estimulará	más	investigaciones,	tanto 	 teóricas 	 como 	prácticas, 	 en 	 un 	 campo 	 apasionante 	 que 	 ya 	 se 	 está 	 expandiendo	rápidamente.
PARTE	I
INTERROGACIONES	Y
CONFESIONES
	CAPÍTULO	1
Tácticas	de	interrogatorio	y
TécnicasEl	propósito	de	este	capítulo	es	discutir	las	tácticas	y	técnicas	defendidas	por	los	manuales	prácticos	de	interrogatorio	y	el	contexto	en	el	que	ocurren	los	interrogatorios.Casi	todos	los	manuales	de	interrogatorio	publicados	proceden	de	Estados	Unidos	(para	una	revisión,	véase	Leo,	1992,	1994).	Una	excepción	es	el	interrogatorio	policial	de	Walkley	(1987)	.	Un	manual	para	investigadores	,	que	fue	el	primer	manual	escrito	para	agentesde	policía	británicos. 	 Estuvo 	 fuertemente 	 influenciado 	 por 	 los 	 tradicionales 	 manuales 	 de	interrogatorio	estadounidenses	y	nunca	obtuvo	apoyo	nacional	en	Gran	Bretaña.En	este	capítulo	discutiré	la	naturaleza	de	estas	técnicas,	sus	fortalezas	y	ventajas,	y	cómo	su	uso	puede	"salir 	mal". 	Por 	supuesto, 	en	Estados	Unidos	se 	publican	periódicamente	numerosos	manuales	de	interrogatorio,	y	cada	autor	afirma	tener	conocimientos	especiales	en	la	materia	y	ofrece	consejos	a	los	interrogadores.	Sería	poco	realista	intentar	revisar	todos	estos	manuales.	Sin	duda,	el	manual	práctico	más	influyente	es	el	escrito	por	Inbau,	Reid	y	Buckley	(1986).	Este	manual	acaba	de	ser	revisado,	actualizado	y	ampliado	(Inbau,	
Reid,	Buckley	&	Jayne,	2001).	Cientos	de	miles	de	investigadores	han	recibido	formación	en	su	técnica	(Inbau	et	al	.,	2001).	Su	libro	también	ha	influido	en	muchos	otros	autores;	por	lo	tanto,	el	enfoque	principal	de	este	capítulo	será	este	enfoque	y	sus	implicaciones.	Se	hará	referencia	a	otras	publicaciones	relevantes	en	los	puntos	apropiados	y	se	discutirán	los	temas.
MANUALES	DE	ENTRENAMIENTO	POLICIALLos	manuales	prácticos	de	interrogatorio	se	basan	generalmente	en	la	amplia	experiencia	de 	 los 	 interrogadores 	 y 	 ofrecen 	 técnicas 	 supuestamente 	 eficaces 	 para 	 acabar 	 con 	 la	resistencia	de	los	sospechosos.	Los	autores	de	estos	manuales	sostienen	que	la	mayoría	de	los	sospechosos	de	delitos	son	reacios	a	confesar	debido	a	la	vergüenza	asociada	con	lo	que	han	hecho	y	el	miedo	a	las	consecuencias	legales.	En	su	opinión,	para	revelar	la	"verdad"	es	esencial 	ejercer	cierta	presión, 	engaño, 	persuasión	y	manipulación. 	Además, 	consideran	que	las	técnicas	de	interrogatorio	persuasivas	son	esenciales	para	el	trabajo	policial	y	se	sienten 	 justificadas 	para 	utilizarlas. 	El 	 grado 	de 	persuasión 	 recomendado 	varía 	 en 	 los	distintos	manuales.	Una	de	las	formas	de	persuasión	más	crudas	y	extremas	recomendadas	en	un	interrogatorio	moderno.
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Una	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesionesEl	manual	está	en	un	libro	de	Patrick	McDonald	(1993)	titulado	¡	Hazlos	hablar!	Principios	
del	interrogatorio	militar	,	que	dice	en	la	contraportada:	Cada	ejército	tiene	sus	formas	de	hacer	hablar	a	los	sujetos	y	este	libro	lo	lleva	paso	a	paso	a	través	de	los	métodos	más	comunes, 	 efectivos 	 y 	 notorios 	 utilizados, 	 incluidos 	 los 	 favorecidos 	 por 	 los 	 japoneses.	Alemanes,	coreanos,	vietnamitas	e	iraquíes.McDonald	luego	continúa	describiendo	cómo	recomienda	a	los	interrogadores	romper	la	resistencia	y	las	negaciones	induciendo	el	debilitamiento	y	el	agotamiento:	si	tienes	sujetos	bajo	tu	control	físico	total,	puedes	desgastarlos	y	hacerlos	más	fáciles	de	explotar	y	más	dóciles.	Uno	de	los	métodos	más	simples	para	debilitar	físicamente	a	las	personas	es	limitar	severamente	su	ingesta	de	alimentos	o	negarles	alimentos	de	manera	intermitente	(p.	44).La	mayoría	de	los	demás	manuales	(por	ejemplo,	Inbau,	Reid	y	Buckley,	1986;	Inbau	et	al	.,	2001;	Macdonald	y	Michaud,	1992;	Rabon,	1992,	1994;	Royal	y	Schutte,	1976;	Stubbs	y	Newberry,	1998;	Walkley,	1987)	son	más	psicológicamente	más	sofisticadas	que	la	guía	coercitiva	de	McDonald	para	los	interrogadores,	pero	se	basan	en	diversos	grados	en	los	procesos	de	influencia	y	persuasión.	Esta	dependencia	de	la	persuasión	es	inevitable	en	vista	de	la	renuencia	de	muchos	sospechosos	a	admitir	sus	crímenes	o	ciertos	aspectos	de	sus 	 crímenes. 	 Existe 	 una 	 extensa 	 literatura 	 sobre 	 la 	 psicología 	 de 	 la 	 persuasión, 	 que	demuestra	su	influencia	potencialmente	poderosa	en	diferentes	contextos	(Cialdini,	1993).Leo	(1994)	señala	correctamente	que	la	persuasión	en	el	contexto	del	interrogatorio	es	el	proceso	de	convencer	a	los	sospechosos	de	que	su	confesión	sirve	a	sus	mejores	intereses.	Para	lograr	este	objetivo,	la	policía	puede	recurrir	a	una	serie	de	estrategias	de	engaño.	Estos	incluyen	lo	siguiente.r	Agentes	de	policía	que	ocultan	su	identidad	mientras	intentan	obtener	una	confesión	(por	ejemplo, 	 haciéndose 	 pasar 	 por 	 un 	 compañero 	 de 	 prisión, 	 trabando 	 amistad 	 con 	 una	
persona 	 con 	 falsos 	 pretextos, 	 haciéndose 	 pasar 	 por 	 un 	 delincuente). 	 Este 	 tipo 	 de	operaciones	encubiertas	se	practican	en	algunos	países,	por	ejemplo	en	Canadá,	Estados	Unidos 	y 	Gran 	Bretaña. 	En 	Gran 	Bretaña, 	una 	operación 	encubierta 	de 	este 	 tipo 	 salió	gravemente	mal	en	el	caso	del	famoso	asesinato	de	Rachel	Nickell	en	1992	en	Wimbledon	Common,	al	sur	de	Londres	(Britton,	1997;	Fielder,	1994;	Gudjonsson	&	Haward,	1998;	Stagg	&	Kessler, 	1999). 	En	Gran	Bretaña, 	 los	agentes	de	policía	encubiertos	no	pueden	legalmente 	 atrapar 	 a 	 personas 	ni 	 obligarlas 	 a 	 confesar. 	 Por 	 el 	 contrario, 	 este 	 tipo 	de	operaciones	encubiertas	se	utilizan	comúnmente	en	Canadá	para	obtener	confesiones	de	sospechosos	resistentes	y	se	permiten	como	prueba	porque	quedan	fuera	del	marco	legal	de	los	interrogatorios	bajo	custodia	(ver	Capítulo	22).r	Durante	el 	 interrogatorio, 	 la	policía	puede	tergiversar	la	naturaleza	o	la	gravedad	del	delito	(por	ejemplo, 	en	un	caso	de	asesinato, 	mintiéndole	al 	sospechoso	que	 la 	víctima	todavía	está	viva	y	puede	hablar,	o	insinuando	que	la	muerte	debe	haber	sido	accidental	o	no	premeditada).r 	El 	uso 	de 	engaños 	es, 	 según 	Leo 	 (1994), 	 el 	 engaño 	policial 	más 	 común 	durante 	 los	interrogatorios. 	Por 	 lo 	general, 	esto 	 implica 	presentar 	al 	 sospechoso	pruebas 	 falsas 	de	culpabilidad	(por	ejemplo,	afirmar	falsamente	que	un	coacusado
Tácticas	y	técnicas	de	interrogatorio	9ha 	 confesado, 	 exagerando 	 la 	 solidez 	 de 	 las 	 pruebas 	 contra 	 el 	 sospechoso, 	 afirmando	falsamente	que	la	policía	está	en	posesión	de	pruebas	forenses	o	de	testigos	oculares	que	indican	la	culpabilidad	del	sospechoso	o	mintiendo	sobre	los	resultados	de	una	prueba	de	polígrafo).Existe	una	renuencia	general	entre	los	autores	de	manuales	de	interrogatorio	policial 	a	aceptar	la	posibilidad	de	que	las	técnicas	recomendadas	puedan,	en	ciertos	casos,	hacer	que	un	sospechoso	confiese	un	delito	que	no	había	cometido.De 	 hecho, 	 la 	mayoría 	 de 	 los 	manuales 	 de 	 interrogatorio 	 ignoran 	 por 	 completo 	 esta	posibilidad. 	Algunos 	autores 	de 	manuales 	de 	 interrogatorio, 	 por 	 ejemplo 	Macdonald 	y	Michaud	(1992), 	al 	menos	reconocen	que	en	ocasiones	se 	producen	confesiones	 falsas,	pero	su	comprensión	de	las	confesiones	falsas	se	limita	a	dos	causas	principales:	"un	deseo	de 	 publicidad 	 y 	 notoriedad" 	 y 	 "un 	 deseo 	 contundente 	 de 	 publicidad 	 y 	 notoriedad".	interrogatorios	prolongados	con	amenazas	de	violencia»	(p.	7).	Esto	representa	una	visión	muy	restringida	de	las	confesiones	falsas.Macdonald	y	Michaud	(1992),	a	diferencia	de	Inbau,	Reid	y	Buckley	(1986),	señalan	los	peligros	de	utilizar	preguntas	capciosas	y	recomiendan	que	los	entrevistadores	no	mientan	a	los	sospechosos.	Su	enfoque	aparentemente	ético	fracasa	cuando	recomiendan	cómo	se	debe	informar	a	los	sospechosos	sobre	sus	derechos	legales:	no	darle	mucha	importancia	a	informar	al	sospechoso	sobre	sus	derechos.	Hazlo	rápido,	hazlo	brevemente	y	no	lo	repitas	(p.	17).Zimbardo 	 (1967) 	 argumentó, 	 basándose 	 en 	 su 	 primera 	 revisión 	 de 	 los 	manuales 	 de	formación 	 de 	 la 	 policía 	 estadounidense, 	 que 	 las 	 técnicas 	 recomendadas 	 eran	psicológicamente	sofisticadas	y	"coercitivas".	Llegó	incluso	a	sugerir	que	constituían	una	infracción	de	la	dignidad	y	los	derechos	fundamentales	del	sospechoso	y	que	podrían	dar	
lugar	a	una	confesión	falsa.	Este	fue	un	importante	reconocimiento	temprano	de	que	las	técnicas	de	interrogatorio	psicológicamente	manipuladoras	y	engañosas	tienen	el	potencial	de 	provocar 	confesiones 	 falsas. 	Este 	 riesgo 	potencial 	de 	que 	se 	produzcan 	confesiones	falsas	durante	los	interrogatorios	bajo	custodia	se	discutió	ampliamente	en	The	Psychology	
of	Interrogations,	Confessions	and	Testimony	(Gudjonsson,	1992a).Posteriormente,	varios	científicos	estadounidenses	han	escrito	extensamente	sobre	los	peligros	potenciales	de	las	técnicas	de	interrogatorio	coercitivas. 	Estos	incluyen	Kassin	(1998), 	Leo	(1998,	2001a),	Leo	y	Ofshe	(1998a),	McCann	(1998),	Ofshe	y	Leo	(1997a,	1997b),	Underwager	y	Wakefield	(1992),	Wakefield	y	Underwager	(1998)	y	Wrightsman.	y	Kassin	(1993).Los	puntos	de	vista	opuestos	de	Zimbardo	y	los	autores	de	los	manuales	de	interrogatorio	policial 	 son 	 el 	 resultado 	 de 	 observar 	 los 	 interrogatorios 	 policiales 	 desde 	 diferentes	perspectivas.Los	manuales	de	interrogatorio	policial 	basan	sus	técnicas	en	juicios	instintivos	y	en	la	experiencia,	mientras	que	psicólogos	como	Zimbardo	ven	las	técnicas	recomendadas	en	el	marco	de	lo	que	se	sabe	en	la	literatura	sobre	la	psicología	de	las	actitudes,	el	cumplimiento	y	la	obediencia. 	El 	problema	fundamental 	es	la	falta	de	investigación	científica	sobre	el	proceso	de	 interrogatorio 	policial 	y 	 las 	 técnicas 	utilizadas. 	 Investigaciones 	recientes 	en	Gran 	Bretaña 	y 	Estados 	Unidos 	sobre 	 técnicas 	de 	 interrogatorio 	policial 	han 	avanzado	significativamente	nuestro	conocimiento	en	esta	área	tan	 importante. 	Estos	estudios	se	analizarán	en	este	capítulo	y	en	los	siguientes.
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Una	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesiones
LA	TÉCNICA	DE	REIDLa	'Técnica	Reid'	está	descrita	en	detalle	por	Inbau,	Reid	y	Buckley	(1986)	e	Inbau	et	al	.	(2001).	La	primera	edición	de	este	manual	fue	publicada	por	Inbau	y	Reid	(1962).	Estos	autores	habían	publicado	previamente	libros	similares	sobre	interrogatorios	con	un	título	diferente	(Inbau,	1942,	1948;	Inbau	y	Reid,	1953).Hubo 	una 	 segunda 	edición 	del 	presente 	 libro 	publicada 	en 	1967 	y 	 la 	 tercera 	 edición,	publicada	en	1986	por	Inbau,	Reid	y	Buckley.	La	tercera	edición	presentó	el	estado	actual	del	arte	de	los	interrogatorios	e	introdujo	una	importante	sección	jurídica	y	un	apéndice	sobre	la	psicología	del	interrogatorio	(Jayne,	1986).Existían 	 diferencias 	 importantes 	 entre 	 las 	 tres 	 ediciones, 	 pero 	 la 	 tercera 	 edición 	 era	psicológicamente 	 más 	 sofisticada 	 (Leo, 	 1992). 	 Introdujo 	 un 	 método 	 de 	 nueve 	 pasos	destinado	a	romper	la	resistencia	de	los	sospechosos	reacios	y	hacerlos	confesar,	conocido	como 	 la 	 “Técnica 	Reid”. 	 Inbau 	et 	 al 	 . 	 (2001) 	han 	publicado 	 recientemente 	una 	 cuarta	edición	del	libro,	que	se	basa	en	el	trabajo	anterior	de	los	autores,	lo	actualiza	e	introduce	nuevos 	 temas, 	 como 	 confesiones 	 falsas, 	 orientación 	 para 	 el 	 testimonio 	 en 	 la 	 sala 	 del	tribunal	y	respuestas	a	las	preguntas	de	los	expertos	de	la	defensa.críticas	a	su	trabajo.En	la	introducción	de	su	nuevo	libro,	Inbau	y	sus	colegas	exponen	sus	principios	de	trabajo	y	su	descargo	de	responsabilidad:
Para	evitar	que	nos	malinterpreten,	queremos	dejar	claramente	claro	que	nos	oponemos	invariablemente 	 al 	 llamado 	 tercer 	 grado, 	 incluso 	 en 	 el 	 caso 	 de 	 sospechosos 	 cuya	culpabilidad 	parece 	 absolutamente 	 segura 	y 	que 	 se 	mantienen 	 firmes 	 en 	 su 	negación.	Además,	nos	oponemos	al	uso	de	cualquier	táctica	o	técnica	de	interrogatorio	que	pueda	hacer	confesar	a	una	persona	inocente.	Nos	oponemos,	por	tanto,	al	uso	de	la	fuerza,	a	las	amenazas	de	fuerza	o	a	las	promesas	de	indulgencia.	Sin	embargo,	aprobamos	las	tácticas	y	técnicas 	psicológicas 	que 	pueden 	 implicar 	 engaños 	y 	 engaños; 	no 	 sólo 	 son 	útiles 	 sino	frecuentemente	indispensables	para	obtener	información	incriminatoria	de	los	culpables	o	para 	 obtener 	 pistas 	 de 	 investigación 	de 	 testigos 	 o 	 informantes 	 que 	de 	 otro 	modo 	no	cooperarían	(Inbau	et	al.,	2001	,	p.	xii).Tengo	dos	comentarios	que	hacer	sobre	el	descargo	de	responsabilidad	anterior.	En	primer	lugar,	parece	bastante	poco	entusiasta	y	a	la	defensiva	con	respecto	a	su	aprobación	del	engaño	y	el	engaño.Su	uso	de	la	palabra	"podrá"	es	engañoso, 	porque	no	hay	nada	de	"podrá"	en	ella. 	Las	tácticas	y	técnicas	que	recomiendan	implican	engaños	y	engaños.	Es	una	parte	esencial	de	la 	 Técnica 	 Reid, 	 como 	 resultará 	 evidente 	 al 	 leer 	 una 	 descripción 	 de 	 sus 	 técnicas	recomendadas.	En	otro	lugar,	dos	de	los	autores	(Jayne	y	Buckley,	1991)	llegan	incluso	a	afirmar	que	el	engaño	y	el	engaño	no	sólo	están	justificados,	sino	que	son	"absolutamente	esenciales	para	descubrir	los	hechos".	En	segundo	lugar,	la	afirmación	de	los	autores	de	que 	 desaprueban 	 "el 	 uso 	 de 	 la 	 fuerza, 	 las 	 amenazas 	 de 	 fuerza 	 o 	 las 	 promesas 	 de	indulgencia"	no	es	del	todo	correcta	cuando	se	examinan	cuidadosamente	sus	técnicas.	Es	cierto	que	no	recomiendan	las	amenazas	físicas	ni	la	fuerza,	pero	la	Técnica	Reid	aplica	una	considerable	manipulación	psicológica	y	presión	para	romper	la	resistencia.	Quizás	esto	se	ilustra	mejor	con	su	artículo	en	The	Prosecutor	(Jayne	y	Buckley,	1991),	donde	los	autores	son	más	comunicativos	sobre	la	naturaleza	de	sus	técnicas	que	en	la	cuarta	edición	de	su	libro,	redactada	de	manera	más	cautelosa.	Por	ejemplo,	en	un	momento
Tácticas	y	técnicas	de	interrogatorio	11en	el	artículo	implican,	si	no	admiten	abiertamente,	la	importancia	del	uso	de	las	promesas	de	indulgencia:Debido	a	esto,	después	de	que	un	sospechoso	confiesa,	aunque	reconozca	haber	cometido	el 	 delito, 	 es 	 probable 	 que 	 crea 	 que, 	 debido 	 a 	 que 	 el 	 delito 	 estaba 	 en 	 cierta 	medida	justificado,	o	podría	haber	sido	mucho	peor,	debería	recibir	alguna	consideración	especial.Los	supuestos	básicos	hechos	por	Inbau	y	sus	colegas	son	los	siguientes.r	Muchas	investigaciones	criminales	sólo	pueden	resolverse	obteniendo	una	confesión.r	A	menos	que	los	delincuentes	sean	sorprendidos	cometiendo	un	delito,	normalmente	no	darán	una	confesión	a	menos	que	sean	interrogados	durante	un	período	prolongado	en	privado, 	utilizando	técnicas	persuasivas	compuestas	de	engaño, 	engaño	y	manipulación	psicológica.Para	acabar	con	la	resistencia,	los	interrogadores	necesitarán	emplear	técnicas	que	a	los	ojos	del	público	normalmente	se	considerarían	poco	éticas:	por	lo	tanto,	es	necesario	que	los	investigadores	traten	a	los	sospechosos	de	delitos	en	un	plano	moral	algo	inferior	al	que	
se	considera	ético	y	respetuoso	de	la	ley.	Se	espera	que	los	ciudadanos	lleven	a	cabo	sus	asuntos	cotidianos	(Inbau	et	al	.,	2001,	p.	xvi).La	Técnica	Reid	se	basa	ampliamente	en	dos	procesos.r	Derribar	negaciones	y	resistencias.r	Aumentar	el	deseo	del	sospechoso	de	confesar.Inbau	et	al	.	Recomendamos	que	antes	del	interrogatorio	se	entreviste	a	los	sospechosos	adecuados,	preferiblemente	en	un	entorno	no	privativo	de	libertad	donde	no	sea	necesario	informarles	de	sus	derechos	legales.	El	propósito	de	esta	entrevista	no	acusatoria	es	que	el	investigador	establezca	simpatía	y	confianza,	engañe	al	sospechoso	haciéndole	una	falsa	sensación	de	seguridad	mediante	una	fingida	sinceridad, 	recopile	 información	detallada	sobre 	el 	 sospechoso 	y 	 sus 	antecedentes, 	que 	puede 	usarse 	para 	 romper 	 la 	 resistencia	durante 	el 	proceso. 	 interrogatorio 	posterior, 	determinando 	mediante 	observaciones 	de	signos 	 verbales 	 y 	 no 	 verbales 	 si 	 el 	 sospechoso 	 es 	 culpable 	 o 	 no, 	 y 	 ofreciéndole 	 la	oportunidad 	 de 	 decir 	 la 	 verdad 	 sin 	 confrontación. 	Una 	 vez 	 que 	 se 	 han 	 logrado 	 estos	objetivos,	y	el	investigador	está	"definitivo	o	razonablemente	seguro"	de	la	culpabilidad	del	sospechoso,	comienza	el	interrogatorio	propiamente	dicho.Inbau 	 et 	 al 	 . 	 Recomendamos 	 que 	 idealmente 	 el 	mismo 	 investigador 	 realice 	 tanto 	 la	entrevista	como	el	interrogatorio.Durante 	esta 	entrevista 	previa 	al 	 interrogatorio 	 se 	 le 	puede 	realizar 	al 	 sospechoso 	un	examen	poligráfico. 	Los 	 resultados, 	 si 	 son 	desfavorables, 	 se 	utilizan 	para 	confrontar 	al	sospechoso 	 con 	 sus 	 aparentes 	mentiras 	 y 	 esto 	 a 	menudo 	 resulta 	 eficaz 	 para 	 obtener	confesiones	(Gudjonsson,	1992a).Dado	que	el	trabajo	de	Inbau	y	sus	colegases	muy	influyente	y	comúnmente	utilizado	por	interrogadores	policiales	y	militares,	revisaré	la	Técnica	Reid	con	cierto	detalle.	Los	autores	parecen	tener	una	fe	ciega	en	su	técnica	en	relación	con	las	confesiones	falsas:Ninguna 	 de 	 las 	 técnicas 	 o 	 tácticas 	 presentadas 	 aquí 	 haría 	 que 	 una 	 persona 	 inocente	confesara	un	delito	(Jayne	y	Buckley,	1991).
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Una	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesionesEn	el	capítulo	15	de	su	libro,	Inbau	et	al	.	reconocen	que	los	interrogatorios	han	dado	lugar	a	confesiones	falsas,	pero	no	asocian	esta	posibilidad	a	sus	propias	técnicas:Debe	recordarse	que	ninguno	de	los	pasos	puede	hacer	confesar	a	una	persona	inocente	y	que	todos	los	pasos	están	legal	y	moralmente	justificados	(p.	212).
Los	'pasos'	para	un	interrogatorio	eficazInbau	et	al 	 . 	 (2001)	sugieren	"nueve	pasos"	para	interrogar	eficazmente	a	sospechosos	presuntamente	culpables.	Estos	son	los	tipos	de	casos	en	los	que	el	interrogador	se	siente	razonablemente	seguro	de	que	el	sospechoso	es	culpable	del	presunto	delito.	Como	en	el	caso	de	la	entrevista	previa	al	interrogatorio,	enfatizan	repetidamente	la	importancia	de	entrevistar	a	los	sospechosos	en	privado.Los	nueve	pasos	del	interrogatorio	aparentemente	se	desarrollaron	durante	muchos	años	de	observación	cuidadosa	de	interrogatorios	exitosos	y	entrevistando	a	los	sospechosos	después	de	que	habían	confesado,	aunque	es	importante	señalar	que	Inbau	y	sus	colegas	no	
han	publicado	ningún	dato	o	estudio	sobre	sus	observaciones.	En	otras	palabras,	no	han	recopilado 	ningún 	dato 	empírico 	para 	validar 	 científicamente 	 su 	 teoría 	y 	 sus 	 técnicas.	Simplemente	no	sabemos	lo	siguiente:	¿Cuántas	confesiones	se	obtienen	mediante	el	uso	de	la	Técnica	Reid	en	contraste	con	el	uso	de	técnicas	menos	coercitivas?	En	otras	palabras,	¿cuál	es	el	valor	incremental	sobre	otras	técnicas?¿Cuántos	sospechosos	confiesan	falsamente	como	resultado	del	uso	de	la	Técnica	Reid?	Más 	 específicamente, 	 ¿cuál 	 es 	 la 	 proporción 	 de 	 confesiones 	 falsas 	 respecto 	 de 	 las	verdaderas?La 	 ventaja 	 de 	 entrevistar 	 a 	 los 	 sospechosos 	 después 	 de 	 haber 	 confesado 	 es 	 que 	 el	interrogador 	 puede 	 aprender 	 más 	 sobre 	 los 	 procesos 	 y 	 mecanismos 	 que 	 provocan	confesiones	exitosas	(Gudjonsson	y	Sigurdsson,	1999).	Inbau	y	sus	colegas	reconocen	la	importancia 	 de 	 las 	 entrevistas 	 posteriores 	 a 	 la 	 confesión 	 y 	 las 	 recomiendan 	 a 	 los	interrogadores 	 como 	 práctica 	 habitual. 	 El 	 material 	 obtenido 	 durante 	 las 	 entrevistas	posteriores	a	la	confesión	formó	la	base	de	la	Técnica	Reid	(ver	Inbau	et	al	.,	2001,	p.	392).	Los	nueve	pasos	del	interrogatorio	se	analizan	brevemente	a	continuación,	mientras	que	la	teoría	detrás	del	desarrollo	de	los	nueve	pasos	y	por	qué	son	efectivos	para	obtener	una	confesión	se	analiza	en	el	Capítulo	5.Antes	de	seguir	los	nueve	pasos,	el	interrogador	debe	estar	completamente	familiarizado	con	todos	los	hechos	disponibles	sobre	el	caso	y	el	sospechoso.	En	otras	palabras,	debe	estar	bien	preparado	antes	de	realizar	el	interrogatorio.	Un	interrogador	mal	preparado	estará 	 en 	 grave 	 desventaja 	 cuando 	 intente 	 obtener 	 una 	 confesión 	 de 	 un 	 sospechoso	presuntamente 	 culpable, 	 porque 	 las 	 tácticas 	 y 	 técnicas 	 de 	 un 	 interrogatorio 	 eficaz	dependen	de	que	el	interrogador	se	muestre	confiado	y	plenamente	informado	sobre	el	caso.	Otra	ventaja	de	una	buena	preparación,	que	está	implícita	en	el	uso	del	"desarrollo	del	tema"	interrogativo, 	es	que	cuanto	más	sabe	el 	 interrogador	sobre	el 	sospechoso	y	sus	antecedentes,	más	podrá	identificar	sus	debilidades	y	utilizarlas	a	su	favor	cuando	intente	romper	con	él.	resistencia	hacia	abajo.	Por	eso	los	autores	enfatizan	la	necesidad	de	una	entrevista	informal	no	acusatoria	antes	del	interrogatorio.
Tácticas	y	técnicas	de	interrogatorio	13La	selección	de	la	estrategia	de	interrogatorio	en	un	caso	determinado	depende	en	gran	medida	de	la	personalidad	del	sospechoso,	el	tipo	de	delito	del	que	se	le	acusa,	el	motivo	probable	del	delito	y	la	reacción	inicial	del	sospechoso	al	interrogatorio.Los 	 sospechosos 	 se 	 clasifican 	 en 	 dos 	 grandes 	 grupos: 	 delincuentes 	 emocionales 	 y 	no	
emocionales	.	Se	considera	que	los	delincuentes	emocionales	probablemente	experimenten	sentimientos	de	angustia	y	remordimiento	en	relación	con	la	comisión	del	delito.	Para	los	delincuentes	emocionales,	la	estrategia	preferida	es	un	enfoque	comprensivo,	apelando	a	su 	 conciencia. 	 Los 	 delincuentes 	 no 	 emocionales 	 son 	 aquellos 	 que 	 probablemente 	 no	experimenten 	 sentimientos 	 de 	 remordimiento 	 por 	 el 	 delito 	 y 	 no 	 se 	 involucran	emocionalmente	en	el	proceso	de	interrogatorio.	Aquí	el	interrogador	utiliza	un	enfoque	de	análisis	de	hechos,	apelando	al	sentido	común	y	al	razonamiento	del	sospechoso.	Los	dos	enfoques	no	son	mutuamente	excluyentes	y	ambos	pueden	usarse	con	sospechosos	con	énfasis	algo	diferentes.
	Paso	1:	'Confrontación	positiva	directa'Consiste 	en	 informar	al 	sospechoso	con	"absoluta 	certeza" 	de	que	cometió	el 	presunto	delito.	El	interrogador	afirma	con	confianza	que	los	resultados	de	extensas	investigaciones	realizadas 	 por 	 la 	 policía 	 indican 	 que 	 el 	 sospechoso 	 cometió 	 el 	 delito. 	 Incluso 	 si 	 el	interrogador 	no 	 tiene 	pruebas 	 tangibles 	 contra 	 el 	 sospechoso, 	 no 	debe 	darle 	 ninguna	indicación 	 de 	 ello 	 y, 	 si 	 es 	 necesario, 	 debe 	 fingir 	 que 	 existen 	 pruebas. 	 Después 	 del	enfrentamiento 	 inicial 	 hay 	una 	breve 	pausa, 	 durante 	 la 	 cual 	 se 	observan 	de 	 cerca 	 las	reacciones 	 de 	 comportamiento 	 del 	 sospechoso. 	 Luego, 	 el 	 sospechoso 	 se 	 enfrenta	nuevamente	a	las	acusaciones.	La	reacción	pasiva	a	la	acusación	se	considera	prueba	de	engaño.	Luego,	el	interrogador	procede	a	convencer	al	sospechoso	del	beneficio	de	decir	la	verdad	(es 	decir, 	 la 	verdad	 tal 	como	 la 	ve 	el 	 interrogador), 	 sin 	una 	promesa	obvia 	de	indulgencia,	que	invalidaría	cualquier	confesión	posterior.	Esto	puede	centrarse	en	señalar	las 	 "cualidades 	redentoras" 	del 	 sospechoso	para 	 lograr 	que 	explique 	su 	versión 	de 	 los	hechos,	explicarle	que	todo	es	cuestión	de	comprender	su	carácter	y	las	circunstancias	que	condujeron	a	la	comisión	del	delito	y	señalar	la	necesidad	de	para	establecer	el	alcance	de	su	actividad	delictiva	(es	decir,	se	exagera	el	alcance	de	su	actividad	delictiva	para	provocar	una	reacción	del	sospechoso).	Luego	el	interrogador	continúa	con	el	Paso	2.
Paso	2:	'Desarrollo	del	tema'Aquí	es	importante	que	el	interrogador	muestre	una	actitud	comprensiva	y	comprensiva	para 	 ganarse 	 la 	 confianza 	 del 	 sospechoso. 	 El 	 interrogador 	 sugiere 	 varios 	 "temas" 	 al	sospechoso,	cuyo	objetivo	es	minimizar	las	implicaciones	morales	del	presunto	delito	o	darle 	al 	 sospechoso	 la 	oportunidad	de 	aceptar 	 "excusas 	morales" 	para 	 la 	comisión 	del	delito	(es	decir,	son	excusas	para	salvar	las	apariencias).	).	De	esta	manera,	el	sospechoso	puede 	 aceptar 	 la 	 responsabilidad 	 física 	por 	 el 	 delito 	 y 	 al 	mismo 	 tiempo 	minimizar 	 la	gravedad	del	mismo	o	la	culpa	interna	por	el	mismo.	Inbau	et	al	.	Señale	que	este	tipo	de	desarrollo	del 	tema	es	más	eficaz	con	los	agresores	emocionales, 	porque	experimentan	sentimientos	de	vergüenza	y	culpa.	Darles	la	oportunidad	de	aliviar	su	culpa	aceptando	excusas	morales	por	lo	que	han	hecho	actúa	como	un	poderoso
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Una	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesionesfactor	que	induce	a	la	confesión.	No	está	claro	cuán	útil	es	en	la	práctica	la	distinción	entre	delincuentes 	 emocionales 	 y 	 no 	 emocionales, 	 porque 	 los 	 interrogadores 	 pueden 	 tener	problemas	para	diferenciar	entre	los	dos	grupos.Los 	 temas 	 sugeridos 	 por 	 el 	 interrogador 	 tienen 	 como 	 objetivo 	 "reforzar 	 las 	 propias	racionalizaciones	y	justificaciones	del	sospechoso	culpable	para	cometer	el	crimen".(Inbau	et	al	.,	2001,	p.232).	Esto	debe	presentarse	de	tal	manera	que	no	ponga	en	peligro	la	validez	de	la	confesión	cuando	el	caso	llegue	a	los	tribunales	(es	decir,	cualquier	incentivo	debe	ser 	 implícito 	y 	sutil 	para 	que 	no	se 	 interprete 	 legalmente 	como	una	promesa	de	indulgencia).
Temas	para	sospechosos	emocionales.	Se	recomienda	que	el	tipo	de	tema	utilizado	por	los	interrogadores	tenga	en	cuenta	la	personalidad	del	sospechoso.Se	recomiendan	los	siguientes	temas	para	el	tipo	emocional	de	sospechosos.
(a)	Dígale	al	sospechoso	que	cualquier	otra	persona	que	se	enfrente	a	la	misma	situación	o	
circunstancia 	 podría 	 haber 	 cometido 	 el 	mismo 	 tipo 	 de 	 delito 	 . 	 Esto 	 tiene 	 el 	 efecto 	 de	normalizar	el	comportamiento	criminal	del	sospechoso	y,	combinado	con	el	consuelo	que	brinda	la	aparente	simpatía	del	interrogador	hacia	el	sospechoso,	hace	que	a	este	último	le	resulte	más	fácil	confesar.	Como	expliqué	en	Gudjonsson	(1992a),	Inbau,	Reid	y	Buckley	(1986)	parecieron	 llevar 	el 	desarrollo 	del 	 tema	mucho	más	allá 	de	 los 	 límites 	éticos 	y	profesionales	cuando	recomendaron	que:En	casos	de	sexo, 	es 	particularmente	útil 	 indicar 	al 	sospechoso	que	el 	 interrogador	ha	incurrido,	o	ha	estado	tentado	a	incurrir,	en	el	mismo	tipo	de	conducta	que	en	el	caso	bajo	investigación	(p.	98).Esto	equivale	a	alentar	al	oficial	de	policía	a	hacer	una	confesión	falsa	para	manipular	y	engañar	al	sospechoso	para	que	haga	una	confesión	(Gudjonsson,	1993a).	Por	tanto,	no	es	de	extrañar	que	no	quieran	que	la	sesión	quede	debidamente	grabada.Curiosamente,	en	la	edición	revisada	de	su	libro,	Inbau	et	al	.	(2001)	intentan	distanciarse	de	la	afirmación	anterior.	Ahora	dice:	En	casos	de	delitos	sexuales,	es	particularmente	útil	indicarle	al	sospechoso	que	el	investigador	tiene	un	amigo	o	pariente	que	se	entregó	al	mismo 	 tipo 	de 	 conducta 	que 	 el 	 involucrado 	en 	 el 	 caso 	bajo 	 investigación. 	En 	 algunas	situaciones,	puede	incluso	ser	apropiado	que	el	propio	investigador	reconozca	que	ha	sido	tentado	a	caer	en	el	mismo	comportamiento	(p.	243).(b)	Intentar	reducir	los	sentimientos	de	culpa	del	sospechoso	por	el	delito	minimizando 	su	
seriedad	moral	.	Esto	se	puede	lograr,	por	ejemplo,	si	el	interrogador	comenta	que	muchas	otras	personas	han	cometido	actos	más	vergonzosos	que	el	cometido	por	el	sospechoso.	Esto	tiene	el	efecto	de	reducir	la	vergüenza	del	sospechoso	al	hablar	sobre	el	delito.	Inbau	
et	al	.	(2001)	sugieren	que	este	tema	es	particularmente	eficaz	cuando	se	interroga	a	los	sospechosos	sobre	delitos	sexuales,	aunque	también	es	eficaz	con	muchos	otros	tipos	de	delitos.Existe	cierta	evidencia	de	nuestra	propia	investigación	de	que	tales	tácticas	probablemente	sean	efectivas	con	los	delincuentes	sexuales	(ver	Gudjonsson	y	Sigurdsson,	2000	y	Capítulo	6).
Tácticas	y	técnicas	de	interrogatorio	15(c) 	Sugerir 	al 	 sospechoso 	una 	razón 	moralmente 	aceptable 	para 	el 	delito 	 . 	Esto 	 incluye	estratagemas	como	decirle	al	sospechoso	que	probablemente	solo	cometió	el	delito	porque	estaba	ebrio	o	drogado	en	ese	momento.	Otra	estratagema,	en	ciertos	tipos	de	delitos,	es	sugerir 	que 	el 	 sospechoso	nunca 	 tuvo 	realmente 	 la 	 intención 	de 	hacer 	ningún	daño, 	o	atribuir	el	delito	a	algún	tipo	de	accidente.	El	propósito	es	"facilitar"	al	sospechoso	una	especie	de	admisión	autoincriminatoria,	por	pequeña	que	sea,	que	lo	haga	más	dispuesto	a	hacer	una	confesión	completa	y	detallada	en	una	etapa	posterior	del	interrogatorio.	Ser	capaz	de	brindarle	al	sospechoso	algunas	explicaciones	sobre	el	crimen	que	le	salven	las	apariencias	aumenta	en	gran	medida	la	probabilidad	de	que	se	obtenga	una	confesión.d)	Condena	a	los	demás	como	forma	de	simpatizar	con	el	sospechoso	.	La	razón	de	ser	de	este	tema	es	que	al	sospechoso	le	resultará	mucho	más	fácil	confesar	si	alguna	responsabilidad	por	el	delito	puede	atribuirse	a	la	víctima,	a	un	cómplice	o	a	otra	persona.	El	interrogador	
puede 	 utilizar 	 esta 	 estratagema 	 a 	 su 	 favor 	 aprovechando 	 la 	 disposición 	 de 	 muchos	sospechosos	a	atribuir	parte	de	la	culpa	a	otros	por	lo	que	han	hecho.	Inbau	et	al	.	sugieren	que	este	tipo	de	tema	puede	ser	particularmente	efectivo	en	ciertos	delitos	sexuales,	por	ejemplo,	donde	los	niños	y	las	mujeres	son	las	víctimas.(e)	Utilizar	elogios	y	halagos	como	forma	de	manipular	al	sospechoso	.	El	argumento	aquí	es	que	la	mayoría	de	las	personas	disfrutan	de	la	aprobación	de	los	demás	y	el	uso	apropiado	de 	 elogios 	 y 	 halagos 	 facilita 	 la 	 relación 	 entre 	 el 	 sospechoso 	 y 	 el 	 interrogador. 	 Esta	estratagema 	 se 	 considera 	 particularmente 	 eficaz 	 con 	 personas 	 sin 	 educación 	 y 	 que	dependen	de	la	aprobación	de	los	demás.(f	)	Señale	que	tal	vez	la	participación	del	sospechoso	en	el	delito	haya	sido	exagerado	.	El	énfasis 	aquí 	es 	que 	el 	 interrogador 	haga 	creer 	al 	 sospechoso	que 	quizás 	 la 	víctima	ha	exagerado	su	participación	en	el	delito.	Señalar	la	posibilidad	de	exageración	puede	hacer	que 	 algunos 	 delincuentes 	 estén 	más 	 dispuestos 	 a 	 hacer 	 una 	 admisión 	 parcial, 	 lo 	 que	posteriormente	puede	aprovecharse.g)	Hacer	creer	al	sospechoso	que	no	le	conviene	continuar	con	su	delito.	actividades	 . 	Este	tema	se	considera	particularmente	eficaz	con	los	delincuentes	primerizos	y	los	jóvenes.	Se	les	señala	que	les	conviene	reconocer	lo	que	han	hecho	para	evitar	problemas	graves	en	el	futuro.	En	otras	palabras,	se	le	dice	al	sospechoso	que	al	confesar	puede	aprender	de	sus	errores	y	escapar	de	dificultades	más	graves.	Temas	para	sospechosos	no	emocionales. 	Inbau	et	al	 . 	Sugiera	los	siguientes	temas	para	sospechosos	no	emocionales.(a) 	Trate	de	atrapar	al 	sospechoso	diciendo	alguna	mentira	 incidental 	 . 	Una	vez	que	un	sospechoso	ha	sido	sorprendido	diciendo	una	mentira	sobre	el	caso	bajo	investigación,	no	importa	cuán	pequeña	sea	la	mentira,	estará	en	desventaja	psicológica;	de	hecho,	a	partir	de	entonces	tiene	que	hacer	serios	intentos	para	convencer	al	interrogador	de	que	todo	lo	que	dice	es	ahora	la	verdad.Inbau	et	al	.	(2001)	hacen	un	comentario	importante	sobre	el	uso	de	esta	técnica:
dieciséis
Una	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesiones.	.	.	el	interrogador	debe	tener	en	cuenta	que	hay	ocasiones	y	circunstancias	en	las	que	una	persona	puede	mentir 	sobre 	algún	aspecto 	 incidental 	del 	delito 	sin 	ser 	culpable 	de 	su	comisión	(p.	281).La	lección	que	deben	aprender	los	interrogadores	es	que	tanto	los	sospechosos	inocentes	como	los	culpables	pueden	mentir	durante	el	interrogatorio	sobre	algún	aspecto	incidental	del	delito,	como	dar	una	coartada	falsa	porque	no	quieren	revelar	dónde	estaban	realmente	en	ese	momento.(b)	Intentar	que	el	sospechoso	se	asocie	de	alguna	manera	con	el	delito	.	Esta	estratagema	puede	formar	parte	de	algún	otro	tema,	pero	puede	utilizarse	como	un	tema	eficaz	por	derecho	propio. 	Esto	consiste, 	por	ejemplo, 	en	intentar	que	el 	sospechoso	acepte	haber	estado 	 en 	 el 	 lugar 	 del 	 crimen 	o 	 cerca 	de 	 él, 	 o 	 que 	de 	 alguna 	manera 	 tenga 	 vínculos	incidentales	con	el 	crimen.	Esto	debe	hacerse	en	las	primeras	etapas	del	 interrogatorio	
para	que	el	sospechoso	no	se	dé	cuenta	plenamente	en	el	momento	de	las	implicaciones	de	aceptar	su	presencia	en	la	escena	del	crimen.(c)	Sugerir	que	hubo	una	intención	no	criminal	detrás	del	acto	.	Aquí	el	interrogador	señala	al 	sospechoso	que	el 	acto	delictivo	puede	haber	sido	accidental 	o 	cometido	en	defensa	propia	y	no	intencional.	La	idea	es	persuadir	al	sospechoso	para	que	acepte	la	parte	física	del	delito	minimizando	al	mismo	tiempo	la	intención	criminal.	Inbau	et	al	.	son	conscientes	de	las	posibles	implicaciones	legales	de	este	tema:El	investigador	debe	apreciar	que,	a	diferencia	de	otros	temas	presentados,	sugerir	una	intención	no	criminal	detrás	de	un	acto	implica	directamente	que	si	el	comportamiento	fue	accidental	o	inadvertido	el	sospechoso	no	puede	sufrir	consecuencias	negativas.	Se	trata	de	una 	 atractiva 	 ruta 	 de 	 escapepara 	 el 	 sospechoso 	 culpable 	 que 	 desea 	 evitar 	 las	consecuencias	de	su	delito.	Sin	embargo,	una	pregunta	fundamental	es	si	un	sospechoso	inocente	estaría	dispuesto	a	aceptar	la	responsabilidad	física	por	un	acto	que	sabe	que	no	cometió. 	A	 falta 	de	una	confesión	completa, 	esta 	es 	una	cuestión	que	un	 juez	o 	 jurado	decidirá 	 en 	 última 	 instancia 	 basándose 	 en 	 los 	 antecedentes, 	 la 	 experiencia 	 y 	 las	capacidades	cognitivas	del	acusado.	Sin	embargo,	sostenemos	que	un	sospechoso	inocente	que	actúe	dentro	de	los	límites	normales	de	su	competencia	no	aceptaría	responsabilidad	física 	por 	un 	acto 	que 	no 	cometió. 	Además, 	dado	que 	esta 	 táctica 	de 	 interrogatorio 	es	simplemente	un	trampolín	para	eventualmente	obtener	la	verdad	completa,	este	enfoque	no	causaría	que	una	persona	inocente	proporcione	pruebas	falsas	sobre	su	participación	en	un	crimen	(p.	286).La	cita	anterior	es	un	excelente	ejemplo	de	autojustificación	de	una	técnica	que	los	autores	reconocen,	presumiblemente	después	de	haber	sido	confrontados	con	el	tema	en	el	caso	judicial 	 que 	 citan 	 ( 	 State 	 v. 	 Christoff 	 [1997], 	 Fla. 	 Cir. 	 Ct), 	 distorsiona 	 seriamente	percepciones 	de 	 los 	sospechosos 	sobre 	 las 	consecuencias 	negativas 	de 	sus 	confesiones	autoincriminatorias. 	No	tengo	ninguna	duda	de	que	este	tipo	de	desarrollo	del	tema	es	potencialmente	muy	peligroso	y	en	ocasiones	resulta	en	una	confesión	falsa	(ver	el	caso	del	Sr.	R	en	el	Capítulo	9).
(d)	Intentar	convencer	al	sospechoso	de	que	no	tiene	sentido	negar	su	implicación	.Aquí	el	interrogador	señala	al	sospechoso	que	todas	las	pruebas	apuntan	a	su	culpabilidad	y	que	es	inútil	intentar	resistirse	a	decir	la	verdad.	La	eficacia	de	este	tema	depende	de	la	capacidad	del	interrogador	para	persuadir	al	sospechoso	de	que	hay	pruebas	suficientes	para 	 condenarlo, 	 independientemente 	 de 	 cualquier 	 confesión 	 futura. 	 Se 	 le 	 dice 	 al	sospechoso	que	el	interrogador
Tácticas	y	técnicas	de	interrogatorio	17Sólo	le	preocupa	que	el	sospechoso	pueda	contar	su	versión	de	los	hechos,	en	caso	de	que	existan	circunstancias	atenuantes.(e)	Enfrentar	a	un	co-infractor	contra	el	otro	.	Cuando	hay	más	de	una	persona	sospechosa	de	haber	cometido	el	delito,	entonces	cada	una	estará	muy	preocupada	por	la	posibilidad	de	que	la	otra(s)	confiese	en	un	intento	de	obtener	una	consideración	especial	cuando	el	caso	 llegue	a 	 los 	 tribunales. 	Este 	miedo	a 	 la 	desconfianza	mutua	puede	utilizarse 	para	"enfrentar	a	unos	contra	otros".	La	estrategia	principal	es	informar	a	alguien,	generalmente	
al	supuesto	líder,	que	su	cómplice	ha	confesado	y	que	no	tiene	sentido	que	siga	negando	su	participación 	 en 	 la 	 comisión 	del 	 delito. 	 Esta 	 puede 	 ser 	 una 	 técnica 	 eficaz 	 con 	 ciertos	delincuentes	(Sigurdsson	y	Gudjonsson,	1994).	Sin	embargo,	este	tipo	de	táctica	tiene	sus	peligros.	Por	ejemplo,	en	un	caso	británico,	un	oficial	de	policía	presentó	una	confesión	falsa	y	se	la	presentó	a	un	coacusado,	quien	posteriormente	confesó	e	implicó	a	otros	en	uno	de	los	peores	errores	judiciales	en	la	historia	británica	(Foot,	1998).
Paso	3:	'Manejo	de	denegaciones'Se	reconoce	que	la	mayoría	de	los	delincuentes	son	reacios	a	dar	una	confesión,	incluso	después	de	una	confrontación	directa,	y	sus	negaciones	deben	manejarse	con	gran	cuidado	y	experiencia:Por 	 lo 	 general, 	 las 	 confesiones 	no 	 se 	obtienen 	 fácilmente. 	De 	hecho, 	 es 	 raro 	que 	una	persona	culpable,	después	de	enfrentarse	directamente	a	su	culpa,	diga:'Está	bien, 	me	tienes; 	Lo	hice'. 	Casi 	siempre, 	el 	sospechoso, 	ya	sea	inocente	o	culpable,	inicialmente	lo	negará	(págs.	303	y	304).Las	negativas	repetidas	por	parte	del	sospechoso	se	consideran	muy	indeseables	porque	le	dan	una	ventaja	psicológica.	Por	lo	tanto,	el	interrogador	debe	detenerlos.	Esto	significa	que	el	interrogador	no	permite	que	el	sospechoso	persista	en	sus	negativas.	Los	intentos	del	sospechoso	de	negarlo	son	interrumpidos	persistentemente	por	el	interrogador,	quien	sigue	diciéndole	que	escuche	lo	que	tiene	que	decir.Inbau	et	al	.	argumentan	que	existen	diferencias	cualitativas	notables	entre	las	negaciones	de	sospechosos	inocentes	y	culpables,	y	éstas	pueden	detectarse	a	partir	de	diversos	signos	verbales 	 y 	 no 	 verbales. 	 Por 	 ejemplo, 	 se 	 dice 	 que 	 las 	 negaciones 	 de 	 los 	 sospechosos	inocentes	son	espontáneas,	contundentes	y	directas,	mientras	que	las	negaciones	de	los	sospechosos	culpables	son	más	defensivas,	calificadas	y	vacilantes.	De	manera	similar,	los	sospechosos	inocentes	suelen	mirar	al	interrogador	a	los	ojos	y	se	inclinan	hacia	adelante	en	la	silla	en	una	postura	bastante	rígida	y	asertiva.Inbau	et	al	 . 	(2001)	recomiendan	el	uso	de	la	técnica	"amistoso-antipático"	(cuando	los	diversos	intentos	de	simpatía	y	comprensión	han	fracasado).	ElLa	técnica	"amistoso-antipático", 	 también	conocida	como	técnica	"Mutt 	y 	 Jeff" 	(Irving	y	Hilgendorf, 	 1980), 	 se 	 puede 	 aplicar 	 de 	 varias 	maneras. 	 Esto 	 suele 	 implicar 	 que 	 dos	interrogadores	trabajen	juntos,	uno	de	los	cuales	es	amigable	y	comprensivo	y	el	otro	hostil	y	crítico.	Una	variante	de	esta	técnica	consiste	en	que	el	mismo	interrogador	desempeñe	ambos	roles,	en	diferentes	momentos	del	interrogatorio.
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Una	psicología	de	los	interrogatorios	y	las	confesionesEl	objetivo	de	la	técnica	"amistoso-antipático",	según	Inbau	et	al	.,	es	resaltar	la	diferencia	entre	un	enfoque	amistoso	y	uno	hostil,	lo	que	al	final	hace	que	el	sospechoso	responda	mejor	al	enfoque	comprensivo.	Se	dice	que	esta	técnica	es	particularmente	efectiva	con	el	sospechoso	callado	e	insensible.
	Paso	4:	'Superar	las	objeciones'Este	consiste	en	que	el	interrogador	supera	diversas	objeciones	que	el	sospechoso	pueda	dar 	 como 	 explicación 	 o 	 razonamiento 	 de 	 su 	 inocencia. 	 Se 	 dice 	 que 	 los 	 sospechosos	
inocentes	suelen	continuar	con	negaciones	 llanas, 	mientras 	que	el 	sospechoso	culpable	pasará 	 de 	 las 	 negaciones 	 llanas 	 a 	 las 	 objeciones. 	Hay 	 varias 	 formas 	de 	 superar 	 estas	objeciones,	que	se	dice	que	son	un	intento,	especialmente	por	parte	de	los	sospechosos	culpables, 	 de 	 controlar 	 la 	 conversación 	 a 	 medida 	 que 	 sus 	 negaciones 	 comienzan 	 a	debilitarse. 	Una	vez	que	el 	sospechoso	siente	que	las	objeciones	no	le	están	llevando	a	ninguna 	 parte, 	 se 	 queda 	 callado 	 y 	 comienza 	 a 	 mostrar 	 signos 	 de 	 retirarse 	 de 	 la	participación	activa	en	el 	 interrogatorio. 	Ahora	se	encuentra	en	su	punto	más	bajo	y	el	interrogador 	 debe 	 actuar 	 rápidamente 	 para 	 no 	 perder 	 la 	 ventaja 	 psicológica 	 que 	 ha	obtenido.
	Paso	5:	'Obtención	y	retención	de	la	atención	del	sospechoso'Una	vez	que	el	interrogador	nota	los	signos	pasivos	de	retraimiento	del	sospechoso,	intenta	reducir	la	distancia	psicológica	entre	él	y	el	sospechoso	y	recuperar	toda	su	atención.	Lo	consigue,	Inbau	et	al	.	discutir,	acercándose	físicamente	al	sospechoso,	inclinándose	hacia	él,	tocándolo	suavemente,	mencionando	su	nombre	y	manteniendo	un	buen	contacto	visual	con	el	sospechoso.	El	sospechoso	parecerá	derrotado	y	deprimido.	Como	resultado	de	esta	estratagema, 	 el 	 sospechoso 	 culpable 	 se 	 vuelve 	 más 	 atento 	 a 	 las 	 sugerencias 	 del	interrogador.
	Paso	6:	'Manejar	el	estado	de	ánimo	pasivo	del	sospechoso'Esta 	 es 	 una 	 continuación 	 directa 	 del 	 Paso 	 5. 	 Cuando 	 el 	 sospechoso 	 parece 	 atento 	 al	interrogador	y	muestra	indicios	de	que	está	a	punto	de	darse	por	vencido,	el	interrogador	debe	centrar	la	mente	del	sospechoso	en	un	tema	específico	y	central	relacionado	con	el	motivo	del 	delito. 	El 	 interrogador	muestra	signos	de	comprensión	y	simpatía	e	 insta	al	sospechoso	a	decir	la	verdad.	Luego	se	intenta	poner	al	sospechoso	en	un	estado	de	ánimo	más 	 arrepentido 	 haciéndole 	 tomar 	 conciencia 	 del 	 estrés 	 que 	 está 	 ejerciendo 	 sobre 	 la	víctima	al	no	confesar.	El	interrogador	apela	al	sentido	de	decencia	y	honor	del	sospechoso	y,	si

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