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Tabla de contenidoSobre el Autormi marcador La Psicología de Interrogatorios y confesiones Serie Wiley en La psicología del crimen, la policía y el derechoEditores de serie Graham Daviesy Ray Toro Universidad de Leicester, Reino Unido Universidad de Portsmouth, Reino UnidoLa serie Wiley en Psychology of Crime, Policing and Law publica reseñas concisas e integradoras sobre importantes áreas emergentes de la investigación contemporánea. El propósito de la serie no es simplemente presentar los resultados de la investigación de forma clara y legible, sino también resaltar sus implicaciones tanto para la práctica como para las políticas. De esta manera, se espera que la serie no sólo sea útil para los psicólogos sino también para todos aquellos interesados en la detección y prevención de delitos, la actuación policial y el proceso judicial. Los títulos actuales de interés de la serie incluyen Perfiles del delincuente: teoría, investigación y práctica. Editado por Janet L. Jackson y Debra A. Bekerian Psicología, Derecho y Testimonio de Testigos Presenciales Peter B. AinsworthDetectar mentiras y engaños: la psicología de la mentira y sus implicaciones para la práctica profesional Aldert VrijTestimonio de niños: manual de investigación psicológica y práctica forense Editado por Helen L. Westcott, Graham M. Davies y Ray HC Acecho de toros y obsesión psicosexual: perspectivas psicológicas para la prevención, la vigilancia y el tratamiento Editado por Julian Boon y Lorraine Sheridan.La psicología de los interrogatorios y las confesiones: un manual Gisli H. Gudjonsson La Psicología de Interrogatorios y ConfesionesUn manual Gisli H. Gudjonsson Instituto de Psiquiatría, King's College, Londres, Reino UnidoDerechos de autor C2003 John Wiley e hijos, Ltd,El atrio, la puerta sur, Chichester,Sussex Occidental PO19 8SQ, InglaterraTeléfono (+44) 1243 779777Correo electrónico (para pedidos y consultas de servicio al cliente): cs-books@wiley.co.uk Visite nuestra página de inicio en www.wileyeurope.com o www.wiley.com Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse, almacenarse en un sistema de recuperación ni transmitirse de ninguna forma ni por ningún medio, electrónico, mecánico, fotocopia, grabación, escaneo o de otro tipo, excepto según los términos de la Ley de derechos de autor, diseños y patentes de 1988 o bajo los términos de una licencia emitida por Copyright Licensing Agency Ltd, 90 Tottenham Court Road, Londres W1T 4LP, Reino Unido, sin el permiso por escrito del editor. Las solicitudes al editor deben dirigirse al Departamento de Permisos, John Wiley & Sons Ltd, The Atrium, Southern Gate, Chichester, West Sussex PO19 8SQ, Inglaterra, o enviarse por correo electrónico a permreq@wiley.co.uk, o enviarse por fax a (+44 ) 1243 770571.Esta publicación está diseñada para proporcionar información precisa y autorizada con respecto al tema cubierto. Se vende en el entendido de que el Editor no se dedica a prestar servicios profesionales. Si se requiere asesoramiento profesional u otra asistencia de expertos, se deben buscar los servicios de un profesional competente. Otras oficinas editoriales de WileyJohn Wiley & Sons Inc., 111 River Street, Hoboken, NJ 07030, EE. UU. Jossey-Bass, 989 Market Street, San Francisco, CA 94103-1741, EE. UU. Wiley-VCH Verlag GmbH, Boschstr. 12, D-69469 Weinheim, Alemania John Wiley & Sons Australia Ltd, 33 Park Road, Milton, Queensland 4064, Australia John Wiley & Sons (Asia) Pte Ltd, 2 Clementi Loop #02-01, Jin Xing Distripark, Singapur 129809John Wiley & Sons Canada Ltd, 22 Worcester Road, Etobicoke, Ontario, Canadá M9W 1L1 Datos de catalogación en publicación de la Biblioteca del CongresoGudjonsson, Gisli H.La psicología de los interrogatorios y las confesiones: un manual / Gisli H. Gudjonsson.pag.cm.—(Serie de Wiley sobre psicología del delito, vigilancia policial y derecho) Incluye referencias bibliográficas e índice.ISBN 0-471-49136-5—ISBN 0-470-84461-2 (pbk.: artículo alcalino) 1. Interrogatorio policial—Aspectos psicológicos.2. Confesión (Ley)—Aspectos psicológicos.3. Confesión (Ley)—Gran Bretaña.4. Confesión (Ley)—Estados Unidos.I. Título.II. wiley Serie sobre psicología del crimen, policía y derecho.HV8073.G8892003363.254—dc212002151145 Catalogación de la Biblioteca Británica en datos de publicacionesUn registro de catálogo de este libro está disponible en la Biblioteca Británica ISBN 0-471-49136-5 (hbk) 0-470-84461-2 (pbk)Compuesto en 10/12 puntos Century Schoolbook por TechBooks, Nueva Delhi, India Impreso y encuadernado en Gran Bretaña por TJ International Ltd, Padstow, Cornwall. Este libro está impreso en papel sin ácido, fabricado de forma responsable a partir de silvicultura sostenible en la que se plantan al menos dos árboles. por cada uno utilizado para la producción de papel.þora Hannesdottir (n. 2.6.1918, m. 6.2.2000). Contenido Sobre el Autorxiii Prefacio de la seriexvi Prefacioxvii AgradecimientosxixIntroducción1PARTE I INTERROGACIONES Y CONFESIONES1. Tácticas y técnicas de interrogatorio7Manuales de formación policial7La técnica Reid10El formato y registro de la confesión21El contexto del interrogatorio24Investigación estadounidense sobre interrogatorios31Cómo pueden salir mal las cosas durante el interrogatorio34Conclusiones36 2. Interrogatorio en Gran Bretaña38Los estudios de Irving39El estudio de Softley43El estudio de Walsh43Investigación en la Universidad de Kent44El estudio de Baldwin48Manuales de formación británicos51Conclusiones553. Personas en riesgo durante las entrevistas bajo custodia policial: la RealEstudios de la Comisión57El estudio de la Comisión Real de 1993 realizado por Gudjonsson y sus colegas58¿Quién confiesa?69Derechos legales de los detenidos71 viii ContenidoConclusiones generales734. La identificación y medición de la policía 'opresiva'Tácticas de entrevista en Gran Bretaña.75 John Pearse y Gisli H. GudjonssonAntecedentes de la investigación75Los casos analizados77Metodología79Tácticas de entrevista80Respuestas de los sospechosos 83Problemas metodológicos85Procedimientos estadísticos86Aplicación del marco a casos individuales87El caso del asesinato de la garza96El caso del asesinato de Miller106Resultado del tribunal112Conclusiones1145. ¿Por qué confiesan los sospechosos? Teorias115Factores que inhiben la confesión115Modelos teóricos de confesión117Conclusiones1286. ¿Por qué confiesan los sospechosos? Descubrimientos empíricos130¿Qué importancia tienen las confesiones?130¿Con qué frecuencia confiesan los sospechosos?133Factores asociados con admisiones y denegaciones140Estudios de autoinforme sobre por qué confiesan los sospechosos151Conclusiones1567. Errores judiciales y confesiones falsas158Errores judiciales158Estudios sobre errores judiciales159El estudio Leo-Ofshe 164Algunos casos británicos notorios166Conclusiones1728. La psicología de la falsa confesión: investigación y teoría.Asuntos173Definiciones de confesión falsa174La frecuencia de las falsas confesiones174Confesiones falsas, retractadas y controvertidas178El inocente se declara culpable184El contexto más amplio de las confesiones falsas186Las causas de las falsas confesiones193Implicaciones teóricas de los diferentes tipos de falsoConfesión197 Contenido ixEl modelo de confesiones Ofshe-Leo203Diferencias entre confesiones verdaderas y falsas208Un marco modificado propuesto211Memoria recuperada y falsa confesión212Conclusiones2159. La psicología de la falsa confesión: ejemplos de casos217Confesiones falsas voluntarias218Confesiones falsas presionadas y obedientes224Confesiones falsas internalizadas y presionadas 233Conclusiones242PARTE II ASPECTOS JURÍDICOS Y PSICOLÓGICOS10. La ley inglesa sobre confesiones247La admisibilidady confiabilidad de la evidencia de confesión248El Voire Dire258Cuestiones que afectan a los acusados vulnerables259La admisibilidad de la prueba pericial275Conclusiones28111. La Ley Americana sobre Confesiones283 Gisli H. Gudjonsson y Lorca MorelloLa ley básica de las confesiones283Voluntariedad y sospechosos mentalmente vulnerables288Impugnación de una confesión en el tribunal293Diferencias entre la ley y la práctica inglesa y estadounidense304Conclusiones30612. La Evaluación Psicológica308El marco de evaluación309Vulnerabilidades psicológicas316La discapacidad de aprendizaje como vulnerabilidad320El informe judicial y la prueba oral327Conclusiones33013. Sugestibilidad: aspectos históricos y teóricos 332Enfoques teóricos334Algunas características de la sugestión y la sugestibilidad335Breves antecedentes históricos de la sugestibilidad336La clasificación de la sugestibilidad338Teorías de la sugestibilidad340Refuerzo y Sugestibilidad343Sugestibilidad: ¿un estado o un rasgo?343Definición de sugestibilidad interrogativa344El modelo teórico de Gudjonsson-Clark347Implicaciones del modelo e hipótesis352 X ContenidoEvaluación Externa del Modelo353Conclusiones35814. Sugestibilidad interrogativa: hallazgos empíricos360Las escalas de sugestibilidad de Gudjonsson361Sugestibilidad y susceptibilidad hipnótica368Cumplimiento370Aquiescencia376Correlaciones entre sugestibilidad, cumplimiento y aquiescencia378Sugestibilidad y género379Sugestibilidad y origen étnico 380Sugestibilidad y edad380Sugestibilidad e inteligencia381Sugestibilidad y memoria384Sugestibilidad y ansiedad385Sugestibilidad e impulsividad388La sugestibilidad y el MMPI-2389Sugestibilidad y privación del sueño389Sugestibilidad: disociación y propensión a la fantasía390Sugestibilidad y manipulación instruccional391La sugestibilidad y el efecto del experimentador392Sugestibilidad y deseabilidad social394Sugestibilidad y estrategias de afrontamiento395Sugestibilidad y asertividad396Sugestibilidad y autoestima396Sugestibilidad y locus de control398Sugestibilidad y dependencia del campo399Suspicacia e ira400Sugestibilidad y entorno de prueba402Sugestibilidad y condenas previas403Entrevista policial y sugestibilidad403Opositores y presuntos falsos confesores 404Sugestibilidad y falsas confesiones407Sugestibilidad y testimonio de testigos presenciales410Sugestibilidad y memoria recuperada411Conclusiones41215. Los efectos de las drogas y el alcohol sobre la confiabilidad del testimonio415La magnitud del problema416Perspectivas teóricas418Los efectos de la intoxicación y la abstinencia421Los efectos de la abstinencia de alcohol sobre la sugestibilidad interrogativa428Falsas confesiones de asesinato cometido por un adicto a la heroína430Conclusiones432PARTE III CASOS DEL TRIBUNAL BRITÁNICO DE APELACIÓN16. El Tribunal de Apelación437 Contenido xiEl comienzo del testimonio psicológico de expertos440Conclusiones44117. Los 'Cuatro de Guildford' y los 'Seis de Birmingham'.445 Gisli H. Gudjonsson y JAC MacKeithLos cuatro de Guildford445Los seis de Birmingham452Conclusiones45618. Vulnerabilidad psicológica 458Engin Raghip: El comienzo: Decisión histórica paraPsicología458Jacqueline Fletcher: límite no identificadoInteligencia468Judith Ward: trastorno de la personalidad470David MacKenzie: Incapacidad para distinguir los hechos deFantasía472Idris Ali: mentira patológica473George Long: depresión clínica476Patrick Kane: ansiedad y cumplimiento479Andrew Evans: amnesia psicógena mal diagnosticada482John Roberts: Cumplimiento anormal492Ashley King: Sugestibilidad y cumplimiento anormales493Darren Hall: trastorno en ausencia de un psiquiátricoDiagnóstico495Ian Hay Gordon: Explotación de la sexualidad499Peter Fell: baja autoestima506Conclusiones51219. Incorrección policial514Esteban Miller515Alfred Allen (los 'Cuatro UDR')517El caso Carl Bridgewater519Derek Bentley 520Conclusiones52220. Conocimiento especial engañoso523Stefan Kiszko523Los hermanos Darvell530Donald Pendleton533Conclusiones537PARTE IV CASOS EXTRANJEROS DE CONFESIONES EN DISPUTA21. Cuatro casos estadounidenses de alto perfil541Waneta Hoyt541Joe Giarratano550 xiii ContenidoHenry Lee Lucas554John Wille563Conclusiones generales57222. Casos canadienses e israelíes573Un caso canadiense de interrogatorio sin custodia573Un caso terrorista israelí582Conclusiones generales58923. Asesinato en Noruega: una creencia falsa que lleva a una confesión falsa590Antecedentes del caso590Evaluación psicológica previa al juicio (1997)594 El primer juicio595La Evaluación Psicológica Previa a la Apelación596Entrevistas con informantes602Fortalezas y vulnerabilidades del señor A605El interrogatorio y el encierro606Represión y amnesia psicógena608La apelación609Conclusiones611Conclusiones615Comentarios y conclusiones generales615Interrogatorio619Vulnerabilidad psicológica621Confesiones verdaderas622Confesiones retractadas y falsas623 Apéndice628 Referencias631 Índice de autores663 Índice de materias672 Sobre el AutorGisli Gudjonsson es profesora de Psicología Forense en el Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres y jefa de los Servicios de Psicología Forense del Hospital Maudsley. Es miembro de la Sociedad Británica de Psicología y miembro honorario de la Sociedad Islandesa de Psicología. En 2001 recibió el Doctorado Honoris Causa en Medicina de la Universidad de Islandia en reconocimiento a su investigación en el campo de la psiquiatría y la psicología forenses. Gisli ha publicado extensamente en las áreas de vulnerabilidad psicológica, confesiones falsas y interrogatorios policiales. Fue pionero en la medición empírica de la sugestibilidad y brindó evaluación experta en una serie de casos de alto perfil, incluidos los de los Cuatro de Guildford, los Seis de Birmingham, los Tres de Tottenham, los Tres de Cardiff, el caso del asesinato de Jill Dando, Kenneth Erskine (el 'estrangulador de Stockwell '), Derek Bentley, los casos UDR Four y 'Asesinatos funerarios del IRA' (ambos en Irlanda del Norte), Henry Lee Lucas y John Wille (EE.UU.), y los casos Birgitte Tengs y Orderud (Noruega). Actúa como consultor en casos tanto para la acusación como para la defensa.Gisli es autor de The Psychology of Interrogations, Confessions and Testimony (John Wiley & Sons, 1992), The Gudjonsson Suggestibility Scales Manual (Psychology Press, 1997), Forensic Psychology: A Guide to Practice (Routledge, 1998, escrito conjuntamente con Lionel Haward), y Las causas y curas de Criminalidad (Plenum Press, 1989, escrito conjuntamente con Hans Eysenck). Es el coeditor jefe de Personalidad y diferencias individuales. Prefacio de la serieThe Wiley Series in the Psychology of Crime, Policing and Law publica reseñas editadas y de un solo autor de áreas emergentes de la investigación contemporánea.El propósito de esta serie no es simplemente presentar los resultados de la investigación en una forma clara y legible, sino también resaltar sus implicaciones tanto para la práctica como para las políticas. La serie será útil no sólo para los psicólogos, sino también para todos aquellos interesados en la detección y prevención de delitos, la vigilancia policial y el proceso judicial.El primer libro de esta serie fue La psicología de los interrogatorios, confesiones. y Testimonio de Gisli Gudjonsson, publicado en 1992. Este trabajo fundamental fue rápidamente reconocido como un clásico moderno de la literatura sobre psicología forense, traducido a varios idiomas extranjeros y citado con frecuencia, tanto en artículos científicos como en los tribunales de justicia. Como sugiere el título, el libro trata ampliamente las cuestiones relacionadas con el interrogatorio de testigos y sospechosos y los peligros reales de las confesiones falsas. El nuevo libro del profesor Gudjonsson, The Psicología de los interrogatorios y confesiones: un manual trata específicamente el áreaque ahora es sinónimo de su nombre; Resume muchas investigaciones nuevas y describe muchos casos de confesiones falsas o controvertidas con las que se le ha asociado.Gran parte de la nueva investigación ha involucrado las Escalas de Sugestibilidad de Gudjonsson (GSS), una medida de sugestionabilidad y cumplimiento, que puede administrarse a personas cuando surge el problema de una confesión falsa. Igualmente importante es el testimonio pericial del Profesor Gudjonsson, basado en los resultados de estas pruebas, sus observaciones del comportamiento del sospechoso y las circunstancias que llevaron a una confesión, que han sido admitidos como prueba en casos criminales de alto perfil en el Reino Unido, los Estados Unidos y y Europa continental. La admisión de tales pruebas ante los tribunales ingleses es un logro importante para la psicología forense en general y para el profesor Gudjonsson en particular. Durante mucho tiempo, los tribunales se han aferrado a la sentencia, enunciada en R. v. Turner (1975), que implicaba que los tribunales no tenían motivos para escuchar el testimonio de expertos de psicólogos o psiquiatras sobre cuestiones que entraban dentro del ámbito de competencia. experiencia común de los miembros del jurado. Sólo cuando los jueces se enfrentaron a casos inequívocos de personas aparentemente normales que, cuando eran confinadas en una comisaría para ser interrogadas durante unas pocas horas, podían confesar plenamente crímenes que no podrían haber cometido, comenzó el frente unido contra esas pruebas periciales. doblarse y agrietarse. En el proceso, se produjeron errores judiciales, algunos xvi Prefacio de la seriealgunos de ellos, que se remontaban a décadas atrás, finalmente se resolvieron, gracias en gran parte a las ideas del profesor Gudjonsson.El libro del profesor Gudjonsson se divide en cuatro secciones. La parte I resume gran parte de la investigación y la teoría sobre interrogatorios y confesiones y, en particular, en un capítulo en coautoría con John Pearse, un oficial de policía experimentado, ilustra hasta qué punto ha llegado la policía británica en su reconocimiento del impacto de las prácticas opresivas en las entrevistas sobre personas falsas y engañosas. confesiones. La Parte II resume gran parte del trabajo sobre el GSS, que ha sido ampliamente retomado por investigadores de varios países, y resume la posición jurídica sobre la admisibilidad de la prueba de confesión en Gran Bretaña y Estados Unidos. La Parte III cubre casos de tribunales de apelación en el Reino Unido y revela una impresionante disposición por parte de los tribunales en los últimos años para escuchar nuevas pruebas psicológicas e intentar reparar en parte los agravios de los condenados falsamente. La cuarta parte sigue el camino judicial hasta Estados Unidos, Canadá y Noruega y descubre sorprendentes paralelismos entre los procesos de interrogatorio que conducen a confesiones falsas en el Reino Unido y los perpetrados en otros lugares. Sin embargo, parece haber una inquietante falta de preparación por parte de muchos de estos poderes judiciales para abordar estas cuestiones y ofrecer soluciones legales. La Psicología de los interrogatorios y las confesiones: un manual será invaluable para todos los psicólogos que trabajan con delincuentes y los tribunales y proporciona una lección objetiva sobre cómo los psicólogos, a través de sus escritos e investigaciones, pueden tener una influencia real y profunda en las políticas públicas. También será de interés para abogados y legos, quienes encontrarán, en el sorprendente material de los casos y en las accesibles descripciones de las investigaciones, razones suficientes sobre cómo nuestro sistema judicial puede equivocarse.GRAHAM DAVIES Universidad de Leicestermarzo de 2002 Prefacio La Psicología de los interrogatorios, las confesiones y los testimonios se publicó en 1992 y se ha reimpreso en varias ocasiones. Fue ampliamente revisado en la literatura legal, psicológica, psiquiátrica y médica. Su publicación llamó la atención de las profesiones jurídicas, psicológicas y psiquiátricas sobre la cuestión de las confesiones falsas desde una perspectiva científica. Proporcionó un texto completo y autorizado muy necesario para profesionales, investigadores y académicos. El libro tuvo un gran impacto en Gran Bretaña y en el extranjero, como se puede comprobar en numerosas sentencias judiciales.Los comentarios de los críticos sobre el libro original proporcionaron información invaluable sobre cómo se podría mejorar el libro y lo he tomado seriamente en consideración al escribir el libro actual. Ronald Fisher, en Contemporáneo Psicología , señaló que mi intento de completar el libro me llevó en ocasiones a describir casos e introducir material que no era central para el tema principal del libro. Algunos otros revisores expresaron puntos de vista similares y sugirieron que me centrara más exclusivamente en las confesiones en disputa y proporcionara un análisis más extenso de cómo la opinión de los expertos en esta área ha afectado el proceso judicial.Esto es lo que he intentado hacer en el libro actual. Además, desde la publicación del libro original, el número de casos de confesiones en disputa que he evaluado se ha más que duplicado y he testificado en más de 100 casos penales en los que se cuestionaron las pruebas de confesión, incluidos muchos casos de asesinato de alto perfil en el tribunales de apelación en Gran Bretaña y en el extranjero. Todos los casos importantes se revisan en este libro y se discuten la contribución psicológica y las implicaciones legales.En los últimos años se ha reconocido cada vez más que se producen confesiones falsas y ningún sistema jurídico debería ignorar el riesgo de confesiones falsas. Para evitar futuros errores judiciales, la complacencia, la falta de apertura mental, la ignorancia, la falta de voluntad para aceptar errores y el encubrimiento judicial deben ser reemplazados por un enfoque más positivo de un problema que no desaparecerá a menos que lo enfrentemos activamente. Hay varias medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de confesiones falsas y prevenir errores judiciales. Estas medidas, incluidos los medios judiciales, educativos y psicológicos, son igualmente aplicables a los sistemas legales de Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia y el continente europeo.Cuando planeé este libro, Wiley me lo encargó originalmente como una segunda edición de mi libro anterior. Sin embargo, cuando comencé a escribir, se hizo evidente que el campo se había expandido dramáticamente y este desarrollo ha continuado como el xviii Prefaciolibro se ha desarrollado. Como resultado, es en gran medida un libro nuevo y no una segunda edición del anterior. Algunos temas tuvieron que omitirse del libro actual para dar cabida a material nuevo. Esto incluye algunos de los principios básicos y la teoría de las entrevistas, niños testigos, técnicas psicológicas para mejorar la recuperación de la memoria y evaluación de testimonios y documentos. Actualmente existen otros libros disponibles que hacen innecesarios estos capítulos y se indicarán en el texto, según corresponda.Junto con el nuevo e importante material de casos judiciales y los importantes cambios legales desde el libro original, se han realizado muchas más investigaciones sobre las tácticas de interrogatorio policial, las vulnerabilidades psicológicas y las confesiones falsas. Todo el material que queda del libro original ha sido reescrito y actualizadopara dar cabida a estos nuevos hallazgos. El libro actual es más extenso y sustancial que el original y su enfoque es más internacional.GISLI H. GUDJONSSON AgradecimientosAgradezco al profesor Graham Davies, editor de la serie, y a mi esposa, Julia, su continuo aliento y apoyo durante mi escritura de este libro. Ambos leyeron y comentaron borradores de los capítulos individuales.Otras personas que proporcionaron comentarios útiles sobre uno o más de los borradores de capítulos individuales son la Profesora Ursula Bentele, Sir Louis Blom-Cooper Ian Donaldson QC, Richard Joselson, Denny LeBoeuf, el Profesor Richard Leo, el Dr. James MacKeith, Paula Montonye, Lorca Morello, el Dr. John Pearse, Susan Rutter, John Wagstaff y la Dra. Susan Young. Agradezco a Sarah Medford su revisión del borrador del manuscrito. Gracias también a las personas que dieron su consentimiento para que escribiera sus casos. Por último, estoy en deuda con John Wiley.& Sons por permitirme producir un manuscrito que es más largo de lo contratado originalmente, de modo que se pudieran proporcionar ilustraciones detalladas de casos y sentencias legales recientes importantes. IntroducciónUn sábado por la mañana, a principios de 1987, un joven de 17 años fue arrestado y llevado a una comisaría para ser interrogado. Unas horas más tarde había confesado con gran detalle cómo había abusado sexualmente y luego asesinado a dos mujeres ancianas antes de salir de su casa. Al día siguiente, el joven confesó nuevamente los asesinatos, en presencia de un abogado. A pesar de la falta de pruebas forenses que vinculen al joven con los asesinatos, el caso contra el joven era potencialmente sólido porque (a) testigos oculares que conocían al joven de vista lo habían colocado cerca de la escena y (b) durante el interrogatorio el joven Al parecer, había proporcionado a la policía información detallada y específica sobre el crimen, que la policía creía que sólo podía conocerla el asesino.Sobre la base de las pruebas disponibles, el caso del joven se remitió al Tribunal de la Corona, durante el cual permaneció bajo custodia. El caso tenía todas las características de una detección exitosa de un crimen, que resultaría en una condena por dos asesinatos y abuso sexual.Mientras se encontraba en prisión preventiva, el joven dijo constantemente a su abogado y a su familia que era inocente de los delitos que se le imputaban. Afirmó que su confesión autoincriminatoria se debió a un persuasivo interrogatorio policial. Las cosas empeoraron para el joven por el hecho de que durante su detención temprana en prisión había confesado los asesinatos a los funcionarios de prisiones y a un compañero de prisión. Era evidente que los agentes de policía habían entrevistado al joven de forma bastante extensa y persuasiva, pero era un joven de educación razonable y sin ninguna enfermedad o discapacidad mental evidente. A primera vista, el joven había confesado gracias a un hábil interrogatorio realizado por agentes de policía experimentados que tenían motivos para creer que había cometido los crímenes. La investigación del asesinato se llevó a cabo con éxito, excepto por un hecho importante.El joven era inocente de los delitos que se le imputaban. Mientras el joven se encontraba en prisión preventiva, el verdadero asesino cometió otro delito muy grave antes de ser detenido.Esta breve historia clínica, que se analizará con más detalle en el capítulo 9, es una de las muchas que se utilizan en este libro para ilustrar algunos de los procesos y mecanismos implicados en la producción de testimonios erróneos, incluida una confesión falsa.Los términos "entrevista" e "interrogatorio", tal como se aplican al proceso de investigación policial, implican algún tipo de interrogatorio, ya sea a un testigo de un delito, 2 Una psicología de los interrogatorios y las confesionesuna víctima, un denunciante o un sospechoso. Ambos son esencialmente una forma de recopilar información para utilizarla en investigaciones posteriores y tal vez con fines judiciales. El término interrogatorio se utiliza más comúnmente en la literatura y en la práctica policial para referirse al interrogatorio de sospechosos de delitos, mientras que los testigos y las víctimas son "entrevistados" (Rabon, 1992). Sin embargo, tal distinción es bastante arbitraria, y se ha propuesto que el término "entrevista de investigación" abarque tanto el interrogatorio de testigos como el de sospechosos en Inglaterra. Este término se ha incorporado ahora a la formación policial y su evaluación (Clarke y Milne, 2001; Williamson, 1994).El propósito del libro es examinar en detalle los diversos aspectos de la entrevista de investigación y resaltar los factores que influyen en la precisión e integridad de la información recopilada. El énfasis está en la aplicación de conocimientos y principios psicológicos a las entrevistas de investigación y las confesiones. La principal cuestión que se aborda es en qué medida los conocimientos y principios psicológicos pueden ayudar a la policía, los psicólogos, los trabajadores sociales, los funcionarios de libertad condicional y la profesión jurídica en la recopilación y evaluación de las pruebas de las confesiones.El libro muestra que durante los últimos 20 años ha habido importantes avances en la teoría psicológica, la investigación relevante a los interrogatorios y las confesiones, la ley relativa a las entrevistas de investigación y la admisibilidad de las pruebas de confesión, la capacitación policial y la contribución de expertos psicológicos y psiquiátricos. testimonio en procesos judiciales penales. Mi libro anterior, The Psychology of Interrogations, Confessions, and Testimony (Gudjonsson, 1992a), proporcionó una discusión detallada de los avances científicos y sus implicaciones hasta 1992. Desde entonces, se han producido nuevos desarrollos psicológicos y legales y estos son ampliamente explicados. discutido en este libro. En lo que respecta al testimonio de los niños, que expuse con cierta extensión en mi libro anterior, el libro recientemente editado por Westcott, Davies y Bull (2002) ofrece una cobertura exhaustiva de los acontecimientos recientes en el área.En vista de la extensa cantidad de material presentado en este libro, que comprende 23 capítulos individuales, está dividido en cuatro partes principales. En la Parte I, titulada 'Interrogatorios y Confesiones', se revisan los aspectos teóricos, de investigación y prácticos de los interrogatorios y las confesiones. Hay nueve capítulos en esta sección del libro. Los primeros cuatro se centran en los interrogatorios, sus contextos y las tácticas utilizadas por la policía en Estados Unidos y Gran Bretaña. Se presentan los resultados de investigaciones empíricas sobre las tácticas de interrogatorio y la vulnerabilidad psicológica de los detenidos. Dos capítulos indagan en las razones por las que los sospechosos confiesan los delitos que han cometido. Se presentan tanto perspectivas teóricas como evidencia empírica. Esta parte del libro concluye con tres capítulos donde la atención se centra en los errores judiciales y las confesiones falsas. Se discuten investigaciones relevantes y aspectos teóricos de las confesiones falsas y se presentan ejemplos de casos de diferentes tipos de confesiones falsas.Uno de los capítulos de la Parte I, 'La identificación y medición de"Tácticas opresivas" de entrevista policial en Gran Bretaña', está escrito en coautoría con el Dr. John Pearse, un alto oficial de policía de New Scotland Yard, con quien he trabajadoconjuntamente en casos y realizado extensas investigaciones durante los últimos 10 años. Introducción 3La Parte II, 'Aspectos Jurídicos y Psicológicos', consta de seis capítulos. Comienza con una discusión detallada de las leyes de confesión inglesas y estadounidenses.Se destacan las diferencias y similitudes entre los dos sistemas jurídicos y la práctica jurídica. El capítulo sobre la ley estadounidense es coautor del abogado neoyorquino Lorca Morello. Después de discutir las cuestiones jurídicas y la práctica, hay un capítulo sobre evaluación psicológica. Los conceptos de sugestionabilidad interrogativa, conformidad y aquiescencia, que se han vuelto cada vez más importantes jurídicamente en el contexto de confesiones en disputa, se analizan en detalle en el contexto de la evidencia teórica y empírica relevante. La Parte II concluye con un capítulo sobre los efectos de las drogas y el alcohol sobre la fiabilidad del testimonio. En este capítulo se presenta un caso de doble asesinato a partir de la confesión falsa de un adicto a la heroína.En la Parte III, 'Casos del Tribunal de Apelaciones Británico', se analiza el papel del Tribunal de Apelaciones y se presentan 22 casos de confesiones importantes en disputa en Inglaterra e Irlanda del Norte y se evalúan las sentencias. En todos los casos, excepto uno, las condenas fueron anuladas, a menudo sobre la base de nuevos testimonios psicológicos o psiquiátricos. En el único caso que no tuvo éxito, la Cámara de los Lores anuló posteriormente la condena del apelante y criticó la decisión del Tribunal de Apelaciones de confirmarla. Los casos demuestran cómo el Tribunal de Apelaciones considera las pruebas de confesión y el testimonio de expertos y cómo se ha desarrollado su enfoque en tales casos durante los últimos 12 años. He seguido cuidadosamente este desarrollo y mostraré cómo los jueces de los tribunales superiores se han vuelto más sofisticados en la forma en que admiten y se basan en el testimonio psicológico y psiquiátrico de expertos, particularmente en lo que se refiere a la vulnerabilidad psicológica. Los criterios legales para admitir pruebas psicológicas se han ampliado considerablemente. Los tribunales ya no están restringidos a admitir pruebas cuando existe una enfermedad mental o una discapacidad de aprendizaje. El trastorno de la personalidad ahora se considera una vulnerabilidad psicológica potencial relevante para la confiabilidad de las pruebas de la confesión. Además, los rasgos de personalidad, como la sugestibilidad, la sumisión y el rasgo de ansiedad, cuando están fuera del rango normal, ahora se admiten regularmente como prueba para cuestionar la admisibilidad y el peso de la confesión. El impacto de la investigación psicológica y el testimonio de expertos en los cambios legales, la práctica policial y los juicios legales es un desarrollo sin paralelo en el resto del mundo (Gudjonsson, 2001).Los casos de los 'Guildford Four' y los 'Birmingham Six' fueron los primeros que tuvieron un gran impacto en el sistema jurídico inglés. Llamaron la atención del establecimiento legal y del público sobre el riesgo de confesiones falsas. El capítulo sobre estos dos casos fue preparado conjuntamente con mi colega psiquiatra, el doctor James MacKeith. A ambos nos encargaron como expertos trabajar en los casos antes de que su apelación tuviera éxito. Revisamos estos casos y presentamos algunos de nuestros hallazgos médicos y psicológicos.La Parte IV, 'Casos extranjeros de confesiones en disputa', ofrece una discusión detallada de siete casos de alto perfil ocurridos fuera de Gran Bretaña. Los casos demuestran cómo los diferentes sistemas legales (estadounidense, canadiense, israelí y noruego)abordar, ver y evaluar pruebas de confesiones en disputa y testimonios periciales. Como se verá al leer estos capítulos, hay mucho que aprender de casos en diferentes jurisdicciones. Los peligros del interrogatorio coercitivo 4 Una psicología de los interrogatorios y las confesionesLas técnicas, el riesgo de confesiones falsas y errores judiciales son de importancia internacional y todos los sistemas judiciales deben tomarlos en serio.En el capítulo final del libro, 'Conclusiones', reúno los principales hallazgos de los otros capítulos y proporciono un marco conceptual para trabajos futuros sobre entrevistas de investigación y confesiones.Este libro está dirigido principalmente a profesionales involucrados en diferentes aspectos de la entrevista de investigación. Esto incluye a psicólogos clínicos y psiquiatras a quienes los abogados han pedido que ayuden en la evaluación de la posible validez de declaraciones autoincriminatorias, como las confesiones. Para ello se proporcionarán técnicas de evaluación detalladas, incluida la evaluación de estados y rasgos psicológicos específicos e idiosincrásicos. Se proporcionarán los conceptos jurídicos pertinentes, la práctica jurídica, las sentencias del Tribunal de Apelaciones y presentaciones detalladas de casos para ayudar a los testigos expertos a evaluar una amplia gama de casos de confesiones en disputa.Los agentes de policía encontrarán muchas partes del libro directamente aplicables a su trabajo de investigación. El libro no es un manual de capacitación para agentes de policía sobre cómo entrevistar, pero sí les proporciona una mayor comprensión de los procesos involucrados en la producción de testimonios erróneos y engañosos. Además, identifica las circunstancias bajo las cuales la información se puede recopilar de manera más efectiva. A nivel político, el libro tiene importantes implicaciones para la formación policial.Los trabajadores sociales y los funcionarios de libertad condicional encontrarán útiles varios de los capítulos, ya que comúnmente tienen que entrevistar y evaluar a grupos de personas que necesitan atención especial, como personas con problemas de aprendizaje, enfermos mentales, niños y personas que han sufrido abusos sexuales. El creciente papel de los trabajadores sociales como "adultos apropiados" durante los interrogatorios bajo custodia en Inglaterra y las críticas que han recibido en el pasado sobre sus técnicas de entrevista a niños presuntamente abusados sexualmente significan que este libro les será particularmente útil.La profesión jurídica aprenderá del libro qué tipos de contribución pueden ofrecer los psicólogos clínicos y psiquiatras a los procedimientos judiciales. Se utilizarán historias de casos para ilustrar puntos específicos a lo largo del libro y éstas proporcionan una visión importante de cómo el sistema judicial aborda los problemas creados por las confesiones en disputa. Muchos de los hallazgos destacados en el libro brindan una visión importante sobre las salvaguardias contra las confesiones falsas.Finalmente, la combinación de ideas teóricas, hallazgos empíricos, historias de casos y sentencias destacadas del Tribunal de Apelaciones reúne conocimientos que también atraerán a investigadores y otros académicos. Con suerte, estimulará más investigaciones, tanto teóricas como prácticas, en un campo apasionante que ya se está expandiendo rápidamente. PARTE I INTERROGACIONES Y CONFESIONES CAPÍTULO 1 Tácticas de interrogatorio y TécnicasEl propósito de este capítulo es discutir las tácticas y técnicas defendidas por los manuales prácticos de interrogatorio y el contexto en el que ocurren los interrogatorios.Casi todos los manuales de interrogatorio publicados proceden de Estados Unidos (para una revisión, véase Leo, 1992, 1994). Una excepción es el interrogatorio policial de Walkley (1987) . Un manual para investigadores , que fue el primer manual escrito para agentesde policía británicos. Estuvo fuertemente influenciado por los tradicionales manuales de interrogatorio estadounidenses y nunca obtuvo apoyo nacional en Gran Bretaña.En este capítulo discutiré la naturaleza de estas técnicas, sus fortalezas y ventajas, y cómo su uso puede "salir mal". Por supuesto, en Estados Unidos se publican periódicamente numerosos manuales de interrogatorio, y cada autor afirma tener conocimientos especiales en la materia y ofrece consejos a los interrogadores. Sería poco realista intentar revisar todos estos manuales. Sin duda, el manual práctico más influyente es el escrito por Inbau, Reid y Buckley (1986). Este manual acaba de ser revisado, actualizado y ampliado (Inbau, Reid, Buckley & Jayne, 2001). Cientos de miles de investigadores han recibido formación en su técnica (Inbau et al ., 2001). Su libro también ha influido en muchos otros autores; por lo tanto, el enfoque principal de este capítulo será este enfoque y sus implicaciones. Se hará referencia a otras publicaciones relevantes en los puntos apropiados y se discutirán los temas. MANUALES DE ENTRENAMIENTO POLICIALLos manuales prácticos de interrogatorio se basan generalmente en la amplia experiencia de los interrogadores y ofrecen técnicas supuestamente eficaces para acabar con la resistencia de los sospechosos. Los autores de estos manuales sostienen que la mayoría de los sospechosos de delitos son reacios a confesar debido a la vergüenza asociada con lo que han hecho y el miedo a las consecuencias legales. En su opinión, para revelar la "verdad" es esencial ejercer cierta presión, engaño, persuasión y manipulación. Además, consideran que las técnicas de interrogatorio persuasivas son esenciales para el trabajo policial y se sienten justificadas para utilizarlas. El grado de persuasión recomendado varía en los distintos manuales. Una de las formas de persuasión más crudas y extremas recomendadas en un interrogatorio moderno. 8 Una psicología de los interrogatorios y las confesionesEl manual está en un libro de Patrick McDonald (1993) titulado ¡ Hazlos hablar! Principios del interrogatorio militar , que dice en la contraportada: Cada ejército tiene sus formas de hacer hablar a los sujetos y este libro lo lleva paso a paso a través de los métodos más comunes, efectivos y notorios utilizados, incluidos los favorecidos por los japoneses. Alemanes, coreanos, vietnamitas e iraquíes.McDonald luego continúa describiendo cómo recomienda a los interrogadores romper la resistencia y las negaciones induciendo el debilitamiento y el agotamiento: si tienes sujetos bajo tu control físico total, puedes desgastarlos y hacerlos más fáciles de explotar y más dóciles. Uno de los métodos más simples para debilitar físicamente a las personas es limitar severamente su ingesta de alimentos o negarles alimentos de manera intermitente (p. 44).La mayoría de los demás manuales (por ejemplo, Inbau, Reid y Buckley, 1986; Inbau et al ., 2001; Macdonald y Michaud, 1992; Rabon, 1992, 1994; Royal y Schutte, 1976; Stubbs y Newberry, 1998; Walkley, 1987) son más psicológicamente más sofisticadas que la guía coercitiva de McDonald para los interrogadores, pero se basan en diversos grados en los procesos de influencia y persuasión. Esta dependencia de la persuasión es inevitable en vista de la renuencia de muchos sospechosos a admitir sus crímenes o ciertos aspectos de sus crímenes. Existe una extensa literatura sobre la psicología de la persuasión, que demuestra su influencia potencialmente poderosa en diferentes contextos (Cialdini, 1993).Leo (1994) señala correctamente que la persuasión en el contexto del interrogatorio es el proceso de convencer a los sospechosos de que su confesión sirve a sus mejores intereses. Para lograr este objetivo, la policía puede recurrir a una serie de estrategias de engaño. Estos incluyen lo siguiente.r Agentes de policía que ocultan su identidad mientras intentan obtener una confesión (por ejemplo, haciéndose pasar por un compañero de prisión, trabando amistad con una persona con falsos pretextos, haciéndose pasar por un delincuente). Este tipo de operaciones encubiertas se practican en algunos países, por ejemplo en Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña. En Gran Bretaña, una operación encubierta de este tipo salió gravemente mal en el caso del famoso asesinato de Rachel Nickell en 1992 en Wimbledon Common, al sur de Londres (Britton, 1997; Fielder, 1994; Gudjonsson & Haward, 1998; Stagg & Kessler, 1999). En Gran Bretaña, los agentes de policía encubiertos no pueden legalmente atrapar a personas ni obligarlas a confesar. Por el contrario, este tipo de operaciones encubiertas se utilizan comúnmente en Canadá para obtener confesiones de sospechosos resistentes y se permiten como prueba porque quedan fuera del marco legal de los interrogatorios bajo custodia (ver Capítulo 22).r Durante el interrogatorio, la policía puede tergiversar la naturaleza o la gravedad del delito (por ejemplo, en un caso de asesinato, mintiéndole al sospechoso que la víctima todavía está viva y puede hablar, o insinuando que la muerte debe haber sido accidental o no premeditada).r El uso de engaños es, según Leo (1994), el engaño policial más común durante los interrogatorios. Por lo general, esto implica presentar al sospechoso pruebas falsas de culpabilidad (por ejemplo, afirmar falsamente que un coacusado Tácticas y técnicas de interrogatorio 9ha confesado, exagerando la solidez de las pruebas contra el sospechoso, afirmando falsamente que la policía está en posesión de pruebas forenses o de testigos oculares que indican la culpabilidad del sospechoso o mintiendo sobre los resultados de una prueba de polígrafo).Existe una renuencia general entre los autores de manuales de interrogatorio policial a aceptar la posibilidad de que las técnicas recomendadas puedan, en ciertos casos, hacer que un sospechoso confiese un delito que no había cometido.De hecho, la mayoría de los manuales de interrogatorio ignoran por completo esta posibilidad. Algunos autores de manuales de interrogatorio, por ejemplo Macdonald y Michaud (1992), al menos reconocen que en ocasiones se producen confesiones falsas, pero su comprensión de las confesiones falsas se limita a dos causas principales: "un deseo de publicidad y notoriedad" y "un deseo contundente de publicidad y notoriedad". interrogatorios prolongados con amenazas de violencia» (p. 7). Esto representa una visión muy restringida de las confesiones falsas.Macdonald y Michaud (1992), a diferencia de Inbau, Reid y Buckley (1986), señalan los peligros de utilizar preguntas capciosas y recomiendan que los entrevistadores no mientan a los sospechosos. Su enfoque aparentemente ético fracasa cuando recomiendan cómo se debe informar a los sospechosos sobre sus derechos legales: no darle mucha importancia a informar al sospechoso sobre sus derechos. Hazlo rápido, hazlo brevemente y no lo repitas (p. 17).Zimbardo (1967) argumentó, basándose en su primera revisión de los manuales de formación de la policía estadounidense, que las técnicas recomendadas eran psicológicamente sofisticadas y "coercitivas". Llegó incluso a sugerir que constituían una infracción de la dignidad y los derechos fundamentales del sospechoso y que podrían dar lugar a una confesión falsa. Este fue un importante reconocimiento temprano de que las técnicas de interrogatorio psicológicamente manipuladoras y engañosas tienen el potencial de provocar confesiones falsas. Este riesgo potencial de que se produzcan confesiones falsas durante los interrogatorios bajo custodia se discutió ampliamente en The Psychology of Interrogations, Confessions and Testimony (Gudjonsson, 1992a).Posteriormente, varios científicos estadounidenses han escrito extensamente sobre los peligros potenciales de las técnicas de interrogatorio coercitivas. Estos incluyen Kassin (1998), Leo (1998, 2001a), Leo y Ofshe (1998a), McCann (1998), Ofshe y Leo (1997a, 1997b), Underwager y Wakefield (1992), Wakefield y Underwager (1998) y Wrightsman. y Kassin (1993).Los puntos de vista opuestos de Zimbardo y los autores de los manuales de interrogatorio policial son el resultado de observar los interrogatorios policiales desde diferentes perspectivas.Los manuales de interrogatorio policial basan sus técnicas en juicios instintivos y en la experiencia, mientras que psicólogos como Zimbardo ven las técnicas recomendadas en el marco de lo que se sabe en la literatura sobre la psicología de las actitudes, el cumplimiento y la obediencia. El problema fundamental es la falta de investigación científica sobre el proceso de interrogatorio policial y las técnicas utilizadas. Investigaciones recientes en Gran Bretaña y Estados Unidos sobre técnicas de interrogatorio policial han avanzado significativamente nuestro conocimiento en esta área tan importante. Estos estudios se analizarán en este capítulo y en los siguientes. 10 Una psicología de los interrogatorios y las confesiones LA TÉCNICA DE REIDLa 'Técnica Reid' está descrita en detalle por Inbau, Reid y Buckley (1986) e Inbau et al . (2001). La primera edición de este manual fue publicada por Inbau y Reid (1962). Estos autores habían publicado previamente libros similares sobre interrogatorios con un título diferente (Inbau, 1942, 1948; Inbau y Reid, 1953).Hubo una segunda edición del presente libro publicada en 1967 y la tercera edición, publicada en 1986 por Inbau, Reid y Buckley. La tercera edición presentó el estado actual del arte de los interrogatorios e introdujo una importante sección jurídica y un apéndice sobre la psicología del interrogatorio (Jayne, 1986).Existían diferencias importantes entre las tres ediciones, pero la tercera edición era psicológicamente más sofisticada (Leo, 1992). Introdujo un método de nueve pasos destinado a romper la resistencia de los sospechosos reacios y hacerlos confesar, conocido como la “Técnica Reid”. Inbau et al . (2001) han publicado recientemente una cuarta edición del libro, que se basa en el trabajo anterior de los autores, lo actualiza e introduce nuevos temas, como confesiones falsas, orientación para el testimonio en la sala del tribunal y respuestas a las preguntas de los expertos de la defensa.críticas a su trabajo.En la introducción de su nuevo libro, Inbau y sus colegas exponen sus principios de trabajo y su descargo de responsabilidad: Para evitar que nos malinterpreten, queremos dejar claramente claro que nos oponemos invariablemente al llamado tercer grado, incluso en el caso de sospechosos cuya culpabilidad parece absolutamente segura y que se mantienen firmes en su negación. Además, nos oponemos al uso de cualquier táctica o técnica de interrogatorio que pueda hacer confesar a una persona inocente. Nos oponemos, por tanto, al uso de la fuerza, a las amenazas de fuerza o a las promesas de indulgencia. Sin embargo, aprobamos las tácticas y técnicas psicológicas que pueden implicar engaños y engaños; no sólo son útiles sino frecuentemente indispensables para obtener información incriminatoria de los culpables o para obtener pistas de investigación de testigos o informantes que de otro modo no cooperarían (Inbau et al., 2001 , p. xii).Tengo dos comentarios que hacer sobre el descargo de responsabilidad anterior. En primer lugar, parece bastante poco entusiasta y a la defensiva con respecto a su aprobación del engaño y el engaño.Su uso de la palabra "podrá" es engañoso, porque no hay nada de "podrá" en ella. Las tácticas y técnicas que recomiendan implican engaños y engaños. Es una parte esencial de la Técnica Reid, como resultará evidente al leer una descripción de sus técnicas recomendadas. En otro lugar, dos de los autores (Jayne y Buckley, 1991) llegan incluso a afirmar que el engaño y el engaño no sólo están justificados, sino que son "absolutamente esenciales para descubrir los hechos". En segundo lugar, la afirmación de los autores de que desaprueban "el uso de la fuerza, las amenazas de fuerza o las promesas de indulgencia" no es del todo correcta cuando se examinan cuidadosamente sus técnicas. Es cierto que no recomiendan las amenazas físicas ni la fuerza, pero la Técnica Reid aplica una considerable manipulación psicológica y presión para romper la resistencia. Quizás esto se ilustra mejor con su artículo en The Prosecutor (Jayne y Buckley, 1991), donde los autores son más comunicativos sobre la naturaleza de sus técnicas que en la cuarta edición de su libro, redactada de manera más cautelosa. Por ejemplo, en un momento Tácticas y técnicas de interrogatorio 11en el artículo implican, si no admiten abiertamente, la importancia del uso de las promesas de indulgencia:Debido a esto, después de que un sospechoso confiesa, aunque reconozca haber cometido el delito, es probable que crea que, debido a que el delito estaba en cierta medida justificado, o podría haber sido mucho peor, debería recibir alguna consideración especial.Los supuestos básicos hechos por Inbau y sus colegas son los siguientes.r Muchas investigaciones criminales sólo pueden resolverse obteniendo una confesión.r A menos que los delincuentes sean sorprendidos cometiendo un delito, normalmente no darán una confesión a menos que sean interrogados durante un período prolongado en privado, utilizando técnicas persuasivas compuestas de engaño, engaño y manipulación psicológica.Para acabar con la resistencia, los interrogadores necesitarán emplear técnicas que a los ojos del público normalmente se considerarían poco éticas: por lo tanto, es necesario que los investigadores traten a los sospechosos de delitos en un plano moral algo inferior al que se considera ético y respetuoso de la ley. Se espera que los ciudadanos lleven a cabo sus asuntos cotidianos (Inbau et al ., 2001, p. xvi).La Técnica Reid se basa ampliamente en dos procesos.r Derribar negaciones y resistencias.r Aumentar el deseo del sospechoso de confesar.Inbau et al . Recomendamos que antes del interrogatorio se entreviste a los sospechosos adecuados, preferiblemente en un entorno no privativo de libertad donde no sea necesario informarles de sus derechos legales. El propósito de esta entrevista no acusatoria es que el investigador establezca simpatía y confianza, engañe al sospechoso haciéndole una falsa sensación de seguridad mediante una fingida sinceridad, recopile información detallada sobre el sospechoso y sus antecedentes, que puede usarse para romper la resistencia durante el proceso. interrogatorio posterior, determinando mediante observaciones de signos verbales y no verbales si el sospechoso es culpable o no, y ofreciéndole la oportunidad de decir la verdad sin confrontación. Una vez que se han logrado estos objetivos, y el investigador está "definitivo o razonablemente seguro" de la culpabilidad del sospechoso, comienza el interrogatorio propiamente dicho.Inbau et al . Recomendamos que idealmente el mismo investigador realice tanto la entrevista como el interrogatorio.Durante esta entrevista previa al interrogatorio se le puede realizar al sospechoso un examen poligráfico. Los resultados, si son desfavorables, se utilizan para confrontar al sospechoso con sus aparentes mentiras y esto a menudo resulta eficaz para obtener confesiones (Gudjonsson, 1992a).Dado que el trabajo de Inbau y sus colegases muy influyente y comúnmente utilizado por interrogadores policiales y militares, revisaré la Técnica Reid con cierto detalle. Los autores parecen tener una fe ciega en su técnica en relación con las confesiones falsas:Ninguna de las técnicas o tácticas presentadas aquí haría que una persona inocente confesara un delito (Jayne y Buckley, 1991). 12 Una psicología de los interrogatorios y las confesionesEn el capítulo 15 de su libro, Inbau et al . reconocen que los interrogatorios han dado lugar a confesiones falsas, pero no asocian esta posibilidad a sus propias técnicas:Debe recordarse que ninguno de los pasos puede hacer confesar a una persona inocente y que todos los pasos están legal y moralmente justificados (p. 212). Los 'pasos' para un interrogatorio eficazInbau et al . (2001) sugieren "nueve pasos" para interrogar eficazmente a sospechosos presuntamente culpables. Estos son los tipos de casos en los que el interrogador se siente razonablemente seguro de que el sospechoso es culpable del presunto delito. Como en el caso de la entrevista previa al interrogatorio, enfatizan repetidamente la importancia de entrevistar a los sospechosos en privado.Los nueve pasos del interrogatorio aparentemente se desarrollaron durante muchos años de observación cuidadosa de interrogatorios exitosos y entrevistando a los sospechosos después de que habían confesado, aunque es importante señalar que Inbau y sus colegas no han publicado ningún dato o estudio sobre sus observaciones. En otras palabras, no han recopilado ningún dato empírico para validar científicamente su teoría y sus técnicas. Simplemente no sabemos lo siguiente: ¿Cuántas confesiones se obtienen mediante el uso de la Técnica Reid en contraste con el uso de técnicas menos coercitivas? En otras palabras, ¿cuál es el valor incremental sobre otras técnicas?¿Cuántos sospechosos confiesan falsamente como resultado del uso de la Técnica Reid? Más específicamente, ¿cuál es la proporción de confesiones falsas respecto de las verdaderas?La ventaja de entrevistar a los sospechosos después de haber confesado es que el interrogador puede aprender más sobre los procesos y mecanismos que provocan confesiones exitosas (Gudjonsson y Sigurdsson, 1999). Inbau y sus colegas reconocen la importancia de las entrevistas posteriores a la confesión y las recomiendan a los interrogadores como práctica habitual. El material obtenido durante las entrevistas posteriores a la confesión formó la base de la Técnica Reid (ver Inbau et al ., 2001, p. 392). Los nueve pasos del interrogatorio se analizan brevemente a continuación, mientras que la teoría detrás del desarrollo de los nueve pasos y por qué son efectivos para obtener una confesión se analiza en el Capítulo 5.Antes de seguir los nueve pasos, el interrogador debe estar completamente familiarizado con todos los hechos disponibles sobre el caso y el sospechoso. En otras palabras, debe estar bien preparado antes de realizar el interrogatorio. Un interrogador mal preparado estará en grave desventaja cuando intente obtener una confesión de un sospechoso presuntamente culpable, porque las tácticas y técnicas de un interrogatorio eficaz dependen de que el interrogador se muestre confiado y plenamente informado sobre el caso. Otra ventaja de una buena preparación, que está implícita en el uso del "desarrollo del tema" interrogativo, es que cuanto más sabe el interrogador sobre el sospechoso y sus antecedentes, más podrá identificar sus debilidades y utilizarlas a su favor cuando intente romper con él. resistencia hacia abajo. Por eso los autores enfatizan la necesidad de una entrevista informal no acusatoria antes del interrogatorio. Tácticas y técnicas de interrogatorio 13La selección de la estrategia de interrogatorio en un caso determinado depende en gran medida de la personalidad del sospechoso, el tipo de delito del que se le acusa, el motivo probable del delito y la reacción inicial del sospechoso al interrogatorio.Los sospechosos se clasifican en dos grandes grupos: delincuentes emocionales y no emocionales . Se considera que los delincuentes emocionales probablemente experimenten sentimientos de angustia y remordimiento en relación con la comisión del delito. Para los delincuentes emocionales, la estrategia preferida es un enfoque comprensivo, apelando a su conciencia. Los delincuentes no emocionales son aquellos que probablemente no experimenten sentimientos de remordimiento por el delito y no se involucran emocionalmente en el proceso de interrogatorio. Aquí el interrogador utiliza un enfoque de análisis de hechos, apelando al sentido común y al razonamiento del sospechoso. Los dos enfoques no son mutuamente excluyentes y ambos pueden usarse con sospechosos con énfasis algo diferentes. Paso 1: 'Confrontación positiva directa'Consiste en informar al sospechoso con "absoluta certeza" de que cometió el presunto delito. El interrogador afirma con confianza que los resultados de extensas investigaciones realizadas por la policía indican que el sospechoso cometió el delito. Incluso si el interrogador no tiene pruebas tangibles contra el sospechoso, no debe darle ninguna indicación de ello y, si es necesario, debe fingir que existen pruebas. Después del enfrentamiento inicial hay una breve pausa, durante la cual se observan de cerca las reacciones de comportamiento del sospechoso. Luego, el sospechoso se enfrenta nuevamente a las acusaciones. La reacción pasiva a la acusación se considera prueba de engaño. Luego, el interrogador procede a convencer al sospechoso del beneficio de decir la verdad (es decir, la verdad tal como la ve el interrogador), sin una promesa obvia de indulgencia, que invalidaría cualquier confesión posterior. Esto puede centrarse en señalar las "cualidades redentoras" del sospechoso para lograr que explique su versión de los hechos, explicarle que todo es cuestión de comprender su carácter y las circunstancias que condujeron a la comisión del delito y señalar la necesidad de para establecer el alcance de su actividad delictiva (es decir, se exagera el alcance de su actividad delictiva para provocar una reacción del sospechoso). Luego el interrogador continúa con el Paso 2. Paso 2: 'Desarrollo del tema'Aquí es importante que el interrogador muestre una actitud comprensiva y comprensiva para ganarse la confianza del sospechoso. El interrogador sugiere varios "temas" al sospechoso, cuyo objetivo es minimizar las implicaciones morales del presunto delito o darle al sospechoso la oportunidad de aceptar "excusas morales" para la comisión del delito (es decir, son excusas para salvar las apariencias). ). De esta manera, el sospechoso puede aceptar la responsabilidad física por el delito y al mismo tiempo minimizar la gravedad del mismo o la culpa interna por el mismo. Inbau et al . Señale que este tipo de desarrollo del tema es más eficaz con los agresores emocionales, porque experimentan sentimientos de vergüenza y culpa. Darles la oportunidad de aliviar su culpa aceptando excusas morales por lo que han hecho actúa como un poderoso 14 Una psicología de los interrogatorios y las confesionesfactor que induce a la confesión. No está claro cuán útil es en la práctica la distinción entre delincuentes emocionales y no emocionales, porque los interrogadores pueden tener problemas para diferenciar entre los dos grupos.Los temas sugeridos por el interrogador tienen como objetivo "reforzar las propias racionalizaciones y justificaciones del sospechoso culpable para cometer el crimen".(Inbau et al ., 2001, p.232). Esto debe presentarse de tal manera que no ponga en peligro la validez de la confesión cuando el caso llegue a los tribunales (es decir, cualquier incentivo debe ser implícito y sutil para que no se interprete legalmente como una promesa de indulgencia). Temas para sospechosos emocionales. Se recomienda que el tipo de tema utilizado por los interrogadores tenga en cuenta la personalidad del sospechoso.Se recomiendan los siguientes temas para el tipo emocional de sospechosos. (a) Dígale al sospechoso que cualquier otra persona que se enfrente a la misma situación o circunstancia podría haber cometido el mismo tipo de delito . Esto tiene el efecto de normalizar el comportamiento criminal del sospechoso y, combinado con el consuelo que brinda la aparente simpatía del interrogador hacia el sospechoso, hace que a este último le resulte más fácil confesar. Como expliqué en Gudjonsson (1992a), Inbau, Reid y Buckley (1986) parecieron llevar el desarrollo del tema mucho más allá de los límites éticos y profesionales cuando recomendaron que:En casos de sexo, es particularmente útil indicar al sospechoso que el interrogador ha incurrido, o ha estado tentado a incurrir, en el mismo tipo de conducta que en el caso bajo investigación (p. 98).Esto equivale a alentar al oficial de policía a hacer una confesión falsa para manipular y engañar al sospechoso para que haga una confesión (Gudjonsson, 1993a). Por tanto, no es de extrañar que no quieran que la sesión quede debidamente grabada.Curiosamente, en la edición revisada de su libro, Inbau et al . (2001) intentan distanciarse de la afirmación anterior. Ahora dice: En casos de delitos sexuales, es particularmente útil indicarle al sospechoso que el investigador tiene un amigo o pariente que se entregó al mismo tipo de conducta que el involucrado en el caso bajo investigación. En algunas situaciones, puede incluso ser apropiado que el propio investigador reconozca que ha sido tentado a caer en el mismo comportamiento (p. 243).(b) Intentar reducir los sentimientos de culpa del sospechoso por el delito minimizando su seriedad moral . Esto se puede lograr, por ejemplo, si el interrogador comenta que muchas otras personas han cometido actos más vergonzosos que el cometido por el sospechoso. Esto tiene el efecto de reducir la vergüenza del sospechoso al hablar sobre el delito. Inbau et al . (2001) sugieren que este tema es particularmente eficaz cuando se interroga a los sospechosos sobre delitos sexuales, aunque también es eficaz con muchos otros tipos de delitos.Existe cierta evidencia de nuestra propia investigación de que tales tácticas probablemente sean efectivas con los delincuentes sexuales (ver Gudjonsson y Sigurdsson, 2000 y Capítulo 6). Tácticas y técnicas de interrogatorio 15(c) Sugerir al sospechoso una razón moralmente aceptable para el delito . Esto incluye estratagemas como decirle al sospechoso que probablemente solo cometió el delito porque estaba ebrio o drogado en ese momento. Otra estratagema, en ciertos tipos de delitos, es sugerir que el sospechoso nunca tuvo realmente la intención de hacer ningún daño, o atribuir el delito a algún tipo de accidente. El propósito es "facilitar" al sospechoso una especie de admisión autoincriminatoria, por pequeña que sea, que lo haga más dispuesto a hacer una confesión completa y detallada en una etapa posterior del interrogatorio. Ser capaz de brindarle al sospechoso algunas explicaciones sobre el crimen que le salven las apariencias aumenta en gran medida la probabilidad de que se obtenga una confesión.d) Condena a los demás como forma de simpatizar con el sospechoso . La razón de ser de este tema es que al sospechoso le resultará mucho más fácil confesar si alguna responsabilidad por el delito puede atribuirse a la víctima, a un cómplice o a otra persona. El interrogador puede utilizar esta estratagema a su favor aprovechando la disposición de muchos sospechosos a atribuir parte de la culpa a otros por lo que han hecho. Inbau et al . sugieren que este tipo de tema puede ser particularmente efectivo en ciertos delitos sexuales, por ejemplo, donde los niños y las mujeres son las víctimas.(e) Utilizar elogios y halagos como forma de manipular al sospechoso . El argumento aquí es que la mayoría de las personas disfrutan de la aprobación de los demás y el uso apropiado de elogios y halagos facilita la relación entre el sospechoso y el interrogador. Esta estratagema se considera particularmente eficaz con personas sin educación y que dependen de la aprobación de los demás.(f ) Señale que tal vez la participación del sospechoso en el delito haya sido exagerado . El énfasis aquí es que el interrogador haga creer al sospechoso que quizás la víctima ha exagerado su participación en el delito. Señalar la posibilidad de exageración puede hacer que algunos delincuentes estén más dispuestos a hacer una admisión parcial, lo que posteriormente puede aprovecharse.g) Hacer creer al sospechoso que no le conviene continuar con su delito. actividades . Este tema se considera particularmente eficaz con los delincuentes primerizos y los jóvenes. Se les señala que les conviene reconocer lo que han hecho para evitar problemas graves en el futuro. En otras palabras, se le dice al sospechoso que al confesar puede aprender de sus errores y escapar de dificultades más graves. Temas para sospechosos no emocionales. Inbau et al . Sugiera los siguientes temas para sospechosos no emocionales.(a) Trate de atrapar al sospechoso diciendo alguna mentira incidental . Una vez que un sospechoso ha sido sorprendido diciendo una mentira sobre el caso bajo investigación, no importa cuán pequeña sea la mentira, estará en desventaja psicológica; de hecho, a partir de entonces tiene que hacer serios intentos para convencer al interrogador de que todo lo que dice es ahora la verdad.Inbau et al . (2001) hacen un comentario importante sobre el uso de esta técnica: dieciséis Una psicología de los interrogatorios y las confesiones. . . el interrogador debe tener en cuenta que hay ocasiones y circunstancias en las que una persona puede mentir sobre algún aspecto incidental del delito sin ser culpable de su comisión (p. 281).La lección que deben aprender los interrogadores es que tanto los sospechosos inocentes como los culpables pueden mentir durante el interrogatorio sobre algún aspecto incidental del delito, como dar una coartada falsa porque no quieren revelar dónde estaban realmente en ese momento.(b) Intentar que el sospechoso se asocie de alguna manera con el delito . Esta estratagema puede formar parte de algún otro tema, pero puede utilizarse como un tema eficaz por derecho propio. Esto consiste, por ejemplo, en intentar que el sospechoso acepte haber estado en el lugar del crimen o cerca de él, o que de alguna manera tenga vínculos incidentales con el crimen. Esto debe hacerse en las primeras etapas del interrogatorio para que el sospechoso no se dé cuenta plenamente en el momento de las implicaciones de aceptar su presencia en la escena del crimen.(c) Sugerir que hubo una intención no criminal detrás del acto . Aquí el interrogador señala al sospechoso que el acto delictivo puede haber sido accidental o cometido en defensa propia y no intencional. La idea es persuadir al sospechoso para que acepte la parte física del delito minimizando al mismo tiempo la intención criminal. Inbau et al . son conscientes de las posibles implicaciones legales de este tema:El investigador debe apreciar que, a diferencia de otros temas presentados, sugerir una intención no criminal detrás de un acto implica directamente que si el comportamiento fue accidental o inadvertido el sospechoso no puede sufrir consecuencias negativas. Se trata de una atractiva ruta de escapepara el sospechoso culpable que desea evitar las consecuencias de su delito. Sin embargo, una pregunta fundamental es si un sospechoso inocente estaría dispuesto a aceptar la responsabilidad física por un acto que sabe que no cometió. A falta de una confesión completa, esta es una cuestión que un juez o jurado decidirá en última instancia basándose en los antecedentes, la experiencia y las capacidades cognitivas del acusado. Sin embargo, sostenemos que un sospechoso inocente que actúe dentro de los límites normales de su competencia no aceptaría responsabilidad física por un acto que no cometió. Además, dado que esta táctica de interrogatorio es simplemente un trampolín para eventualmente obtener la verdad completa, este enfoque no causaría que una persona inocente proporcione pruebas falsas sobre su participación en un crimen (p. 286).La cita anterior es un excelente ejemplo de autojustificación de una técnica que los autores reconocen, presumiblemente después de haber sido confrontados con el tema en el caso judicial que citan ( State v. Christoff [1997], Fla. Cir. Ct), distorsiona seriamente percepciones de los sospechosos sobre las consecuencias negativas de sus confesiones autoincriminatorias. No tengo ninguna duda de que este tipo de desarrollo del tema es potencialmente muy peligroso y en ocasiones resulta en una confesión falsa (ver el caso del Sr. R en el Capítulo 9). (d) Intentar convencer al sospechoso de que no tiene sentido negar su implicación .Aquí el interrogador señala al sospechoso que todas las pruebas apuntan a su culpabilidad y que es inútil intentar resistirse a decir la verdad. La eficacia de este tema depende de la capacidad del interrogador para persuadir al sospechoso de que hay pruebas suficientes para condenarlo, independientemente de cualquier confesión futura. Se le dice al sospechoso que el interrogador Tácticas y técnicas de interrogatorio 17Sólo le preocupa que el sospechoso pueda contar su versión de los hechos, en caso de que existan circunstancias atenuantes.(e) Enfrentar a un co-infractor contra el otro . Cuando hay más de una persona sospechosa de haber cometido el delito, entonces cada una estará muy preocupada por la posibilidad de que la otra(s) confiese en un intento de obtener una consideración especial cuando el caso llegue a los tribunales. Este miedo a la desconfianza mutua puede utilizarse para "enfrentar a unos contra otros". La estrategia principal es informar a alguien, generalmente al supuesto líder, que su cómplice ha confesado y que no tiene sentido que siga negando su participación en la comisión del delito. Esta puede ser una técnica eficaz con ciertos delincuentes (Sigurdsson y Gudjonsson, 1994). Sin embargo, este tipo de táctica tiene sus peligros. Por ejemplo, en un caso británico, un oficial de policía presentó una confesión falsa y se la presentó a un coacusado, quien posteriormente confesó e implicó a otros en uno de los peores errores judiciales en la historia británica (Foot, 1998). Paso 3: 'Manejo de denegaciones'Se reconoce que la mayoría de los delincuentes son reacios a dar una confesión, incluso después de una confrontación directa, y sus negaciones deben manejarse con gran cuidado y experiencia:Por lo general, las confesiones no se obtienen fácilmente. De hecho, es raro que una persona culpable, después de enfrentarse directamente a su culpa, diga:'Está bien, me tienes; Lo hice'. Casi siempre, el sospechoso, ya sea inocente o culpable, inicialmente lo negará (págs. 303 y 304).Las negativas repetidas por parte del sospechoso se consideran muy indeseables porque le dan una ventaja psicológica. Por lo tanto, el interrogador debe detenerlos. Esto significa que el interrogador no permite que el sospechoso persista en sus negativas. Los intentos del sospechoso de negarlo son interrumpidos persistentemente por el interrogador, quien sigue diciéndole que escuche lo que tiene que decir.Inbau et al . argumentan que existen diferencias cualitativas notables entre las negaciones de sospechosos inocentes y culpables, y éstas pueden detectarse a partir de diversos signos verbales y no verbales. Por ejemplo, se dice que las negaciones de los sospechosos inocentes son espontáneas, contundentes y directas, mientras que las negaciones de los sospechosos culpables son más defensivas, calificadas y vacilantes. De manera similar, los sospechosos inocentes suelen mirar al interrogador a los ojos y se inclinan hacia adelante en la silla en una postura bastante rígida y asertiva.Inbau et al . (2001) recomiendan el uso de la técnica "amistoso-antipático" (cuando los diversos intentos de simpatía y comprensión han fracasado). ElLa técnica "amistoso-antipático", también conocida como técnica "Mutt y Jeff" (Irving y Hilgendorf, 1980), se puede aplicar de varias maneras. Esto suele implicar que dos interrogadores trabajen juntos, uno de los cuales es amigable y comprensivo y el otro hostil y crítico. Una variante de esta técnica consiste en que el mismo interrogador desempeñe ambos roles, en diferentes momentos del interrogatorio. 18 Una psicología de los interrogatorios y las confesionesEl objetivo de la técnica "amistoso-antipático", según Inbau et al ., es resaltar la diferencia entre un enfoque amistoso y uno hostil, lo que al final hace que el sospechoso responda mejor al enfoque comprensivo. Se dice que esta técnica es particularmente efectiva con el sospechoso callado e insensible. Paso 4: 'Superar las objeciones'Este consiste en que el interrogador supera diversas objeciones que el sospechoso pueda dar como explicación o razonamiento de su inocencia. Se dice que los sospechosos inocentes suelen continuar con negaciones llanas, mientras que el sospechoso culpable pasará de las negaciones llanas a las objeciones. Hay varias formas de superar estas objeciones, que se dice que son un intento, especialmente por parte de los sospechosos culpables, de controlar la conversación a medida que sus negaciones comienzan a debilitarse. Una vez que el sospechoso siente que las objeciones no le están llevando a ninguna parte, se queda callado y comienza a mostrar signos de retirarse de la participación activa en el interrogatorio. Ahora se encuentra en su punto más bajo y el interrogador debe actuar rápidamente para no perder la ventaja psicológica que ha obtenido. Paso 5: 'Obtención y retención de la atención del sospechoso'Una vez que el interrogador nota los signos pasivos de retraimiento del sospechoso, intenta reducir la distancia psicológica entre él y el sospechoso y recuperar toda su atención. Lo consigue, Inbau et al . discutir, acercándose físicamente al sospechoso, inclinándose hacia él, tocándolo suavemente, mencionando su nombre y manteniendo un buen contacto visual con el sospechoso. El sospechoso parecerá derrotado y deprimido. Como resultado de esta estratagema, el sospechoso culpable se vuelve más atento a las sugerencias del interrogador. Paso 6: 'Manejar el estado de ánimo pasivo del sospechoso'Esta es una continuación directa del Paso 5. Cuando el sospechoso parece atento al interrogador y muestra indicios de que está a punto de darse por vencido, el interrogador debe centrar la mente del sospechoso en un tema específico y central relacionado con el motivo del delito. El interrogador muestra signos de comprensión y simpatía e insta al sospechoso a decir la verdad. Luego se intenta poner al sospechoso en un estado de ánimo más arrepentido haciéndole tomar conciencia del estrés que está ejerciendo sobre la víctima al no confesar. El interrogador apela al sentido de decencia y honor del sospechoso y, si
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