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Unidad 2 - PIA

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POLÍTICA INTERNACIONAL ARGENTINA
UNIDAD II
PARTE A: Argentina en el marco del liderazgo europeo: crisis mundiales y continuidad de la política exterior 
Apuntes de clase
La Política Exterior Argentina se puede dividir en 3 etapas: 
- Durante el liderazgo europeo.
- Durante la guerra fría.
- Durante la era de la globalización.
Durante el liderazgo europeo (1861-1945)
Desde la perspectiva de las RR.II la desaparición de Europa del centro del mundo se da recién en la 2GM, en tanto en el periodo de entreguerras Europa estaba con vida, como centro de la política y economía mundial. Europa está presente en la conducción política y económica de la 2GM. Para Argentina Europa fue muy importante, relevante y a pesar de la declinación está presente en Argentina durante la 2GM. Por eso nuestro recorte temporal es de 1861, fin de la Batalla de Pavón hasta fin de la 2GM.
En este periodo, Argentina fue un actor internacional. Hay que considerar que a partir de Pavón, la historia de Argentina se modifica sustancialmente, es decir un país joven, se debatió en luchas intestinas, entre unitarios y federales, y a pesar de que ya estaba la Constitución de 1853, Pavón marco la unificación del Estado nacional. Con la unificación de Buenos Aires con el resto de la Confederación, lo que prospero fue el modelo político a imagen y semejanza del puerto de BS.AS. Es decir, un proyecto político totalmente opuesto al que había estado vigente desde la independencia, el cual era netamente federal.
Este proyecto político otorgo una coherencia importante porque va a percibir que el mundo y el progreso pasaba por Europa, y que la cultura también. Entonces, ese proyecto va a asumir la concepción euro céntrica, más que la visión americana o latinoamericana. Por ello ese proyecto político estaba orientado a cumplir con lo que pedía Europa. Las clases dirigentes adoptan una política exterior acorde al modelo interno, y su característica principal va a ser la CONTINUIDAD. La PEA no tuvo alteraciones desde 1861 hasta 1946.
Esa continuidad se basó en tres pilares:
→ Asociación con GB: GB había tenido una diplomacia política hacia Argentina desde 1861, teniendo en cuenta las luchas intestinas que había tenido el país. Después de Pavón, la diplomacia política se transforma en diplomacia comercial. La relación entre ambas se transforma en una relación simbiótica.
→ Disenso con EEUU: a principio del SXIX había entre Argentina y EE.UU muchas características en común. EE.UU estaba con la Guerra de Secesión, Argentina con la de unitarios y federales; ambos estaban en la conquista de territorio y en la creación de un estado nacional. Ambos competían económicamente. La Doctrina Monroe, preocupaba mucho a las clases dirigentes argentinas porque era una amenaza al vínculo con Europa y al papel que tenía el puerto de Bs.As. El disenso con EE.UU fue una confrontación diplomática, sumado a las diferencias en materia petroleras.
→ Neutralismo diplomático: estuvo presente en el apogeo de la Doctrina Drago. No se permite el cobro compulsivo de una deuda de parte de los países europeos a Venezuela, pero tampoco EE.UU se adjudicara el rol protector de Sudamérica. A pesar de la simbiosis económica y cultural con Europa, Europa debía respetar el DIP para el cobro de una deuda, pero al mismo tiempo, no permitía que EE.UU hiciera uso de su capacidad militar para "defender" a los países Latinoamericanos, por eso escondía el liderazgo norteamericano en la subregión. Drago, es políticamente hablando, una postura de equidistancia, basada en el DIP. 
De estos tres pilares de la conducción de las PEA, el último va a quedar vigente, porque cuando termina la 2GM, GB a pesar de ser victorioso, estaba herido y era una potencia en decadencia. Por lo tanto el pilar comercial se termina para Argentina. El pilar restante no desaparece, al contrario se fortalece y responde al control hegemónico de la guerra fría. EE.UU extiende su esfera de influencia en todo el hemisferio. 
La continuidad estuvo articulada, los tres pilares no funcionaron separadamente, esta dinámica continua más allá de los regímenes o banderas políticas. Trascendió gobiernos mitritas, roquitas, conservadores y radicales (entre estos últimos había diferencias muy grandes pero en la PEA hubo matices pero se mantuvo la continuidad), el primer Gob. Militar constitucional de 1930 también lo continuo, los neoconservadores y el Gob. Militar de 1943 también le dio continuidad a la PEA de las tres patas. Los gobiernos tenían diferentes objetivos de PEA, pero ninguno abandono los tres pilares. Hubo coherencia.
Por otro lado, durante esta etapa, observamos un vínculo estrecho con GB, el cual podemos dividir a su vez en 3 etapas: 
1) De reciprocidad, hasta la 1GM. Era más de interdependencia asimétrica, basado en la exportación de materias primas, y la atracción inversiones en infraestructura y bancos.
2) Bilateralismo profundizado, más cercano a la dependencia. Desde fin de la 1GM, particularmente a partir de la gran depresión. GB pierde poder y comienza la decadencia. En 1932 GB dicta la ley con medidas proteccionistas. Además EE.UU estaba cobrando cada vez más poder. Se generó una triangulación donde Argentina tuvo que empezar a abastecerse de EE.UU, y por otro lado tenía que vender a GB, sin capacidad negociadora (pacto Roca-Runciman, y pacto de Ottawa). En 1939, cuando estalla la guerra se suspenden las negociaciones y los acuerdos alcanzados. La PEA se subordinó y quedo atada al derrotero británico, es decir, todos los pactos, cuotas y cupos, precios a las importaciones argentinas. Cuando Argentina tuvo la oportunidad con el Plan de Reactivación Económica en 1940 (Plan Pinedo), todos los políticos influyentes eran por británicos. La idea era cambiar a GB por EE.UU, ya que este último estaba ascendiendo como potencia económica. Además,
3) Argentina ante la caída de GB y el bloque de la libra esterlina, comienza una etapa de desinversión en todas las actividades. No era un poder duro, porque no tenía desarrollo económico ni capacidad militar, tampoco era un poder blando. Cuando termina la guerra, Argentina esta y marginada.
ESCUDÉ – “Gran Bretaña, Estados Unidos y la declinación argentina 1942-1949”
CAPÍTULO I
Tensiones preexistentes en el triangulo 
Las relaciones triangulares entre países – A, B y C – pueden definirse como un tipo de interacción por el cual las relaciones bilaterales entre cualesquiera dos de ellos están constantemente condicionadas por las actitudes y acciones del tercero. 
Las diferencias de poder entre estos actores complican, obviamente, la dinámica de las relaciones triangulares. Sin embargo, los tres actores deben tener un grado significativo de poder de negociación para hacer posible las relaciones triangulares (suponiendo el actor A como el más débil de los tres, éste debe estar en condiciones de amenazar en forma creíble a por lo menos uno de los miembros del triángulo, por ejemplo B, y esta amenaza debe ser de tal naturaleza que afecte a las relaciones de B con C)
En base a esto podemos distinguir entre dos tipos de relaciones triangulares:
· Simétricas, cuando, aun con poder desigual, cada uno de los tres miembros afecta directamente las acciones de los dos restantes.
· Asimétricas, cuando la debilidad relativa a de una de las partes es tal, que su poder sobre uno de los miembros es tan sólo indirecto, es decir, a través del miembro restante del triángulo sobre el cual posee influencia directa.
En casos asimétricos, el poder de la parte más débil sobre la más fuerte es tan solo defensivo. En el caso de relaciones triangulares simétricas todas las partes tienen, aunque en grados diversos, poder ofensivo y defensivo. 
Durante la mayor parte del periodo bajo estudio, la Argentina tuvo algo muy importante para ofrecer a Gran Bretaña y poseyó así gran poder de negociación respecto de ese país, pero no tuvo prácticamente ningún poder coercitivo sobre los EEUU. Por otra parte, los EEUU deseaban extraer concesiones políticas de la Argentina y estaban dispuestos a ejercer fuertes presiones paraconseguirlas. La política americana, sin embargo, por momentos reducía la capacidad argentina de proveer a Gran Bretaña de los recursos que ella y Europa necesitaban, y por momentos era dependiente respecto de la presencia británica en Sudamérica. De esta manera, la Argentina se podía defender de la ofensiva norteamericana gracias a:
· La dependencia norteamericana respecto de Gran Bretaña para llevar a cabo políticas diseñadas para forzar a la Argentina a efectuar las concesiones políticas arriba mencionadas. 
· La alarma de Gran Bretaña respecto de las consecuencias que la política norteamericana hacia la Argentina acarrearían respecto de ella misma, del esfuerzo bélico aliada y, después de la guerra, del futuro de Europa. 
Puede afirmarse que, aunque Argentina, tenía escaso poder negociados frente a los EEUU, ejercía un poder indirecto a través de Gran Bretaña, y pudo torcer y frustrar los objetivos norteamericanos durante un largo periodo, aunque a un elevado costo. 
Por otro lado, es importante mencionar que había tensiones preexistentes en el triangulo, causadas básicamente por:
· La rivalidad diplomática argentino-norteamericana.
· La competencia comercial anglo-norteamericana.
· La amistar y asociación comercial anglo-argentina.
· Los planes de EEUU para liberalizar el comercio mundial después de la guerra, que implicaban la quiera del bloque de la libra y, por ende, la quiebra de la estructura bilateral del comercio anglo-argentino. 
· El creciente nacionalismo político argentino. 
LA ASOCIACION ANGLO-ARGENTINA 
La tremenda expansión que beneficiara a la economía argentina desde 1860 hasta 1930 fue básicamente el producto de su carácter complementario con la economía británica. Para introducir a los EEUU en el cuadro, basta decir que hasta mediados de la década del veinte, tanto las inversiones francesas como las alemanas representaban más que el total norteamericano. Es así que, aunque los EEUU tenían intereses en la Argentina, estaban lejos de haber alcanzado el grado de penetración de Gran Bretaña. 
El caso para las importaciones que entraban a Argentina era algo diferentes. Aparentemente, mientras prevalecía el libre comercio, los EEUU podían competir ventajosamente por el mercado argentino; la depresión, por el contrario, fue favorable a Gran Bretaña, pero las guerras fueron devastadoras para su porción del mercado. Con respecto a las exportaciones argentinas, la situación era nuevamente invertida. Los EEUU estaban muy lejos de poder disputar el predominio británico en el mercado argentino de exportaciones. 
Es decir que, los EEUU eran importantes para la Argentina tan sólo como una fuente, en alguna medida reemplazable, de importaciones. Al menos en comparación con Gran Bretaña, no era ni un mercado importante ni una fuente crucial de capitales. Desde ningún punto de vista puede afirmarse que la Argentina estuviera en la órbita de influencia norteamericana hasta el final de la 2GM. Incluso, después de la depresión, la Convención de Ottawa y el acuerdo Roca-Runciman, la Argentina era más rotundamente parte del Imperio, aunque una pare menos privilegiada que antes. 
RELACIONES NORTEAMERICANO-ARGENTINAS: UNA TRADICIÓN DE CONFLICTO
Por un lado, la Argentina nunca podría complementar la económica del más grande productor de alimentos del mundo. Por otro lado, los argentinos raramente se consideraban un pueblo americano. Hasta los alrededores de 1950, la Argentina no sólo era “una potencia europea” sino que sentía que debía liderar a las repúblicas de AL. Por esto, su actitud estaba destinada a chocar con la PE norteamericana. 
La Argentina y los EEUU chocaron porque ambas naciones se veían a sí mismas y a AL bajo una luz muy similar. Las diferencias eran sólo de magnitud; siendo la Argentina mucho menos poderosa, su destino manifiesto era más modesto que el de los EEUU. Por cierto, uno de los primeros incidentes importantes en su historia de conflictos tuvo lugar durante la primera Conferencia Panamericana en 1889, pues la delegación argentina llego a Washington con la determinación de proyectar el liderazgo en el hemisferio y de obstaculizar cualquier decisión que pudiese limitar en forma alguna la libertad de acción argentina. 
La Conferencia de Panamá fue la última conferencia interamericana previa a la entrada de los EEUU en la 2GM. Es útil, por consiguiente, resumir los elementos estructurales constantes en la PE durante este periodo:
· Un intento de liderazgo en AL.
· Oposición constante al intento norteamericano de liderar el hemisferio occidental. 
· Una apelación a la universalidad, diseñada para oponerse a los intentos norteamericanos de formar un bloque regional. 
· Una constante oposición a la intervención norteamericana en los asuntos de las repúblicas latinoamericanas. 
· Una constante negativa a adoptar políticas que aislaran a las Américas del Viejo Mundo. 
En el mundo multipolar previo a la 2GM, la Argentina no había sido menos exitosa en sus logros diplomáticos. Fiel a su vocación, estaba jugando un rol importante en los asuntos mundiales. Sin embargo, al hacerlo, se granjeó un enemigo. Durante la guerra y la temprana posguerra, se vería sometida a una incesante agresión diplomática y económica por parte de EEUU. Pese a esto, Argentina fue capaz de desafiar exitosamente a los EEUU durante décadas gracias a su asociación con Gran Bretaña. Por ende, cuando hablamos de una cuestión de prestigio norteamericana-argentina, también nos estamos refiriendo, indirectamente, a la competencia anglo-norteamericana. A esto, hay que sumarle, la muy arraigada tendencia a exportar la moralidad política estadounidense. 
EL ABANDONO DE LA NEUTRALIDAD A FAVOR DE LOS ALIADOS: UNA INICIATIVA ARGENTINA FRUSTRADA
En la Conferencia de Panamá de 1939 Argentina se opuso al establecimiento de una zona de seguridad hemisférica, arguyendo que violaba el derecho internacional establecido sobre los derechos de beligerantes. Sin embargo, luego del hundimiento de un barco en la Batalla del Rio de la Plata, se convenció de que los derechos de neutral eran una ficción. El Canciller argentino proponía abandonar la neutralidad, adoptando la “no beligerancia”, sin embargo, fue rechazado tanto por Gran Bretaña como por EEUU. Frente a ello, Argentina tomo una postura menos radical, acercándose a una postura más abierta que la que había tenido en el pasado con respecto al panamericanismo, y fue allí, cuando se convirtió en una propuesta interesante para el Departamento de Estado. 
Acontecimientos deplorables habrían de sobrevenir. En mayo se supo que la primera y más radical propuesta argentina se había filtrado a la prensa. Este desaire fue un golpe a las relaciones norteamericano-argentinas. Empeorando la situación, después del ataque a Pearl Harbor, la retorica de EEUU abundaría en referencias a la amenaza fascista proveniente de la Argentina.
Por razones vinculadas a su ubicación geográfica y su tradición diplomática, Argentina representaba un desafío a la visión que los norteamericanos tenían de sí mismos, lo que no era el caso de los otros neutrales. La Argentina fue desairada en su iniciativa de ponerse del lado de los aliados, y luego boicoteada económicamente y desestabilizada políticamente para forzarla a hacer lo que ella había sido la primera en sugerir debía hacerse. Argentina fue la victima del imperialismo moral en mayor medida que otros neutrales.
El imperialismo moral ha sido un arma ideológica coherente con la expansión imperialista, ayudando a legitimarla, y ha estado siempre vinculado a la creencia de que se es “especial”. Esta creencia de ser especial está arraiga profundamente en el catolicismo y en la ideológica norteamericana. 
EL NACIONALISMO POLÍTICO ARGENTINO 
En Argentina, el sentimiento anti-norteamericano no fue, de manera alguna, patrimonio exclusivo de las ideologías de izquierda; por el contrario, era asimismo una característica del pensamiento conservador. Además, la existencia de un pequeño grupo de oficiales pro-Eje en el ejército argentino daría a los imperialistas yanquisla justificación ideal para dar rienda suelta a su ira “justiciera”. 
Este fenómeno constituyó una variable que, engarzada con el prestigio y la competencia anglo-norteamericana ayudó a activar el imperialismo moral americano. 
RELACIONES TRILATERALES COMPLEJAS 1939-1941
Sólo desde 1941 hasta los primeros años de la posguerra podemos hablar de la existencia de un triangulo y no sólo de relaciones trilaterales complejas, en tanto existió una interdependencia critica entre los tres. 
Quedé claro que los EEUU querían excluir a Gran Bretaña de AL. Con respecto a la mayor parte de AL solo bastaba con no desafiar el status quo, pero en relación a la Argentina, implicaba un desafío al status quo que era contrario a los más antiguos intereses británicos y argentinos. 
El planteamiento político y económico norteamericano para la posguerra estaba basado principalmente en el desmembramiento del bloque de la libra y evitar que Gran Bretaña no fuera demasiado débil o demasiado fuerte. 
CAPITULO V
El boicot económico 
OBSERVACIONES GENERALES
A comienzos de 1941 ya eran previsibles las dificultades que sobrevendrían en las relaciones argentino-norteamericas en el caso de que los EEUU entraran en la guerra. Por eso el gobierno de este país intento comprar la buena voluntad de Argentina, y lo que no fue posible durante décadas – la liberalización del comercio- se convirtió en el señuelo mediante el cual Departamento de Estado esperaba obtener concesiones en la política internacional argentina.
Sin embargo, la expuesta posición geográfica de Argentina, la inhabilidad de EEUU para defender la parte meridional de Sudamérica, la situación militar desfavorable a los aliados, la posibilidad de comerciar casi exclusivamente con estos sin verse envuelta en la guerra conspiraron para el fracaso norteamericano en la tentativa de inducir a la Argentina a adoptar una PE aceptable para el Departamento de Estado. Así fue iniciado el boicot económico que duró desde 1942 hasta 1949. 
No sólo se bloqueó el comercio con EEUU y el accionar de los bancos argentinos más grandes, sino que también se interfirió el comercio con otros países latinoamericanos para que Argentina no lograse obtener materiales estratégicos. 
La discriminación de EEUU contra la Argentina, incluso concluida la guerra, era sumamente errática. Luego del embargo de combustibles y la fuerte oposición británica, la crisis era inminente. El problema era político y su solución definitiva dependía de Washington.
El gobierno británico decidió continuar cooperando con el norteamericano en el bloque de armamentos contra Argentina hasta febrero de 1947, pero adoptó una política independiente y enteramente cooperativa hacia la Argentina respecto de combustibles y granos después de agosto de 1946. 
LA INTERNATIONAL TRADE ORGANIZATION 
El último esfuerzo norteamericano para minar la posición comercial argentina es la negativa a invitarla a participar de la conferencia preparatoria de la ITO. Indudablemente, los sentimientos heridos de la Argentina fueron, en gran parte, causa del continuo antagonismo hacia los EEUU en la ONU y del intento de organizar un bloque latinoamericano. También es posible que esto reforzara las tendencias de Argentina hacia la autarquía, la industrialización indiscriminada y la negligencia de las exportaciones. 
Así parece que son tres los factores que jugaron en la actitud de los EEUU en este incidente:
· La irrelevancia de la racionalidad de la política norteamericana hacia la Argentina.
· La cuestión del prestigio.
· El deseo de excluir a un país que no parecía compartir su filosofía respecto del comercio mundial. 
FODOR Y O’CONNEL – “La Argentina y la economía atlántica en la primera mitad del siglo XX”
El triangulo Argentina-Gran Bretaña-Estados Unidos
La Argentina ocupaba una posición extremadamente peculiar, única para una república latinoamericana, en el mapa de la economía mundial durante la primera mitad del siglo XX.
EL TRIANGULO COMERCIAL 
Gran Bretaña fue la fuerza impulsora detrás de la extraordinaria expansión, de fines del siglo pasado y principios del presente, de las actividades agrícolas y ganaderas de Argentina. Los EEUU, por otra parte, se convirtieron en importantes exportadores de manufacturas a comienzos del siglo XX y su producción era de un tipo adecuado para el mercado argentino. Naturalmente, entonces, los EEUU crearon serias brechas en el dominio británico del comercio de importaciones del país. 
Los EEUU, sin embargo, continuaron siendo simultáneamente productores importantes de los mismos rubros de la agricultura que constituían la casi totalidad de las exportaciones argentinas. El nexo Gran Bretaña-Argentina no fue reemplazado, por lo tanto, por un nuevo bilateralismo EEUU-Argentina sino por un triangulo comercial entre los tres países, que no necesariamente implicaba una equilibrada compensación trilateral. Este triangulo puede observarse:
· En el comercio de bienes.
· En los embarques.
· En las transacciones de capital.
El triangulo argentino
El triangulo Argentina-Gran Bretaña- EEUU llego a existir debido a la erosión, por parte de los EEUU de la relación especial entre Gran Bretaña y Argentina. 
LA RELACIÓN ESPECIAL ENTRE GRAN BRETAÑA Y ARGENTINA
La posición de Gran Bretaña como el mejor cliente de la Argentina obedecía principalmente a las grandes compras de carne, trigo y maíz. Pero mientras el 10 por ciento del maíz y el 34 del trigo exportados por la Argentina iban hacia Gran Bretaña, el 76 por ciento de todas las exportaciones de carne argentina eran vendidas a su mejor socio. 
De la prosperidad de la industria de la carne enfriada dependían poderosas empresas inglesas instaladas en la Argentina y la posición de su grupo social clave en la Argentina, lo que reforzaba el alto grado de concentración de la producción en este ramo. 
El segundo aspecto de esta relación complementario es la inversión de capital inglés en préstamos públicos, ferrocarriles y otros servicios, buques colonización de tierras, bancos y seguros, frigoríficos e industria local. 
LA VINCULACION DE LOS EEUU CON ARGENTINA 
En 1925 los EEUU se convirtieron en el principal proveedor de la Argentina, conservando esa primacía hasta la Gran Depresión. El principal producto de las exportaciones norteamericanas a la Argentina eran automotores y en menor medida maquinaria agrícola e implementos. Por otro lado, las empresas estadounidenses habían puesto mucho empeño en superar el obstáculo planteado por los crecientes aranceles aduaneros mediante el establecimiento de sucursales en el país. 
Sin embargo, algunos factores de debilidad continuaban existiendo en la posición norteamericana en nuestro mercado. El primero era el dominio del capital británico sobre la gran parte de las compañías de servicios públicos que significaba la exclusión casi total de las exportaciones norteamericanas en este rubro. El segundo fue la imposibilidad de poner bajo su esfera de influencia ningún grupo social significativo. 
El triangulo y el sistema centro-periferia 
Por razones geográficas y económicas a cada pis corresponde, en una época dada, un modelo particular de integración en la economía mundial. Este modelo está definido por el patrón de su comercio internacional de bienes y servicios y de transacciones de capital. 
Casi simultáneamente con el surgimiento del triangulo se produjeron dos cambios decisivos en la economía mundial y en virtud de la relación centro-periferia:
· Se generó un exceso de oferta de alimentos y materias agrícolas.
· Se produjo un cambio de carácter y de la magnitud relativa de las exportaciones de capital. 
Por otro lado, de todos los cambios producidos en las relaciones específicamente entre los centros, ocurridos después de la 1GM, el más significativo fue el ascenso de EEUU a la cima de la escala y el consiguiente desplazamiento de peso relativo desde Gran Bretaña a través del Atlántico Norte. 
IMPLICANCIAS PARA EL TRIANGULO
A lo largo del lado EEUU-Argentina del triangulo la crisis agrícola hizo casi imposible facilitar el acceso de losproductos argentinos al mercado norteamericano. Para la relación especial entre Argentina y Gran Bretaña la crisis agrícola y sus consecuencias proteccionistas auguraban un desastre. Para Gran Bretaña, la Argentina se convertía en un socio menos interesante a medida que la crisis y la competencia de los automotores socavaban la posición de los ferrocarriles y reducían su potencial como mercado obligado de exportaciones. 
La transformación de la economía mundial, por lo tanto, condujo finalmente a una posición en la cual tanto desde la perspectiva argentina como de la británica la relación especial era un estorbo para un ulterior desarrollo o al menos había dejado de ser clave para ello. 
El intento de instauración de un bilateralismo anglo-argentino formal 
En un intento de superar el derrumbe de los precios y los efectos del proteccionismo se planteo la consiga “comprar a quien nos compra” en el marco de un acuerdo bilateral con Gran Bretaña. Y si bien en 1928 llegó el poder Irigoyen, más que ser anti-británico, le preocupo más el dominio norteamericano. En efecto, la crítica al intervencionismo yanqui en AL había constituido una constante se su PE.
El resultado de esta alianza fue la conclusión del Convenio de Comercio y Créditos Recíprocos entre Gran Bretaña y Argentina y el Acuerdo de la Seda Artificial, los cuales nunca fueron puestos en práctica. 
Los acuerdos de Ottawa, el control de cambios y los convenios anglo-argentinos del ’30
Cuando a comienzos de 1933 una misión argentina encabezada por el vicepresidente fue enviada a Londres para negociar un tratado con Inglaterra, algunas condiciones cruciales habían cambiado con respecto a las que prevalecían en la década del veinte:
· Los acuerdos de Ottawa y la temida Preferencia Imperial
· La adopción de un régimen de control de cambios por parte del gobierno argentino.
El resultado de las negociaciones fue el Pacto Roca-Runciman
Transformaciones producidas por la guerra 
Los cambios producidos por la guerra, combinados, transformaron a la Argentina de un país agrícola extremadamente dependiente de Gran Bretaña y gobernado por una oligarquía conservadora, en una nación regida por un gobierno de amplia base popular empeñado en la industrialización y en obtener la hegemonía en otros Estados latinoamericanos. 
Desde octubre de 1943 hasta el surgimiento de Peron, se sucedieron una serie de gobiernos militares cuyos componentes provenían de la clase media y casi no tenían relaciones con la clase alta de terratenientes ni con Gran Bretaña. El nuevo gobierno militar no hizo nada que pudiese ser interpretado como un cambio importante en las relaciones económicas anglo-argentinas, pero la tensión con EEUU impacto directamente en ellas. 
A fin de evitar el aislamiento, el gobierno argentino hizo lo mejor de su parte para obtener apoyo tácito británico y terminaron firmando un acuerdo sobre carnes. 
Fin de la relación especial
Al principio de la posguerra los problemas económicos anglo-argentinos giraban alrededor de tres problemas principales:
· Los fondos en libras, el más importante.
· El comercio.
· Los ferrocarriles.
Desde el punto de vista argentino, la perspectiva de exportar artículos a un país que no podía retribuir con bienes y cuyas deudas además eran varias veces mayor a sus activos ciertamente no resultaba atractiva. A cambio de los productos argentinos se quería o bien artículos británicos o bien dólares. 
La conclusión de la guerra no trajo el fin de la situación en la cual la Argentina tenía un superávit con Gran Bretaña; por el contrario, el excedente tendía a elevarse, obligando a la Argentina a acumular cada vez más libras. 
Gran Bretaña tenía la fuerza de un deudor cercano a la quiebra, pero no podía arriesgar su provisión de carne. Por el otro lado, Peron no necesitaba exportar carne, pues su apoyo político no provenía de los criadores, y por lo tanto podía usar la amenaza de anular las licencias de exportación de carnes. En septiembre de 1946 fue firmado un primer acuerdo. Por él, Gran Bretaña establecía que las libras derivadas del comercio serian convertibles. Es decir, que Argentina, podría ahora pagarle las importaciones a EEUU con su excedente con Gran Bretaña. 
Sin embargo, en agosto de 1947, y frente a una corrida contra la libra, Gran Bretaña se vio obligada a abandonar la convertibilidad de su moneda, lo que invalidó el acuerdo con Argentina. La inconvertibilidad de la libra imposibilitaba que el triangulo comercial funcionase. 
Asimismo, a nivel político la situación también había cambiado, en tanto el partido laborista británico ahora en el poder, no simpatizada con el peronismo. Con el comienzo de la GF y la normalización de las relaciones con EEUU, ya no se hizo más necesario jugar a Gran Bretaña contra los EEUU. Se hizo claro que el futuro del país residía en la industrialización. 
TULCHIN – “La Argentina y los EEUU. Historia de una desconfianza”
CAPITULO V: La primera guerra mundial
La 1GM produjo un impacto devastador en el sistema internacional. Al comienzo, las complejas intrigas y la brutalidad subsiguiente reforzaron aun más a los estadounidenses en su imagen de que las naciones europeas eran belicosas. Al año siguiente de iniciada la guerra, los ingleses recurrieron a EEUU en búsqueda de capital y los convirtieron rápidamente de uno de los grandes deudores del mundo en su principal acreedor. 
Después de la 1GM la hegemonía de EEUU se extendería a toda Sudamérica en la medida en que los ingleses resultaron incapaces de mantener el rol que habían asumido en el periodo de rápido crecimiento de la Argentina. 
La guerra y el rol de los Estados Unidos produjeron un impacto significativo en la Argentina, aunque la naturaleza de dicho impacto no se manifestó en forma inmediata. Desde el comienzo de la guerra demostró los flancos débiles del modelo de crecimiento argentino y puso en evidencia la extrema dependencia del país dentro del mercado internacional. 
Los defensores del progreso eran los más optimistas en su evaluación de la oportunidad que brindaba la guerra. Los miembros del Club del Progreso y de la Unión Industrial Argentina percibieron la interrupción de los vínculos comerciales normales como una bendición. Proporcionaba a la Argentina la oportunidad de diversificar su economía, establecer una base industrial y terminar de conjurar todos los elementos necesarios para hacer de la Argentina la gran nación. El optimismo que se sentía en Buenos Aires en agosto de 1914 pronto se diluyó frente a la preocupante escases y las aun más preocupantes decisiones de los ingleses y los Aliados de cortar la provisión de productos a los neutrales con el fin de asegurar la provisión de sus propios ejércitos
También las deficiencias en el cuerpo diplomático se hicieron evidentes y dolorosas después del comienzo de la guerra porque las actividades de los países en guerra transformaron prácticamente a todas las actividades internacionales entre Estados.
La visión argentina del mundo consideraba a la guerra en Europa como un impacto esperablemente temporario. Las autoridades gubernamentales y los hombres de negocios se dieron cuenta de que Inglaterra estaba atrincherada en la Argentina y que este sería un caso especial, pero los entusiasmaba la idea de intentarlo. El comercio con la Argentina aumentó. Además, durante la guerra se produjeron dos cambios significativos en la manera en que los Estados Unidos percibían los problemas internacionales y sus relaciones con América Latina. Ambos cambios afectarían su vinculación con la Argentina. Ambos fueron el resultado de sus experiencias durante la guerra, primero como neutral y luego como combatiente. 
· El primer cambio fue la extensión de la definición de interés estratégico. Los Estados Unidos decidieron que era vital para el interés nacional mantener bajo su control, las provisiones adecuadas del combustible requerido por la armada, una red de comunicaciones libre de control extranjero y evitar compromisos financieros 
· El segundo cambio fue el panorama geográfico notablementeexpandido de los intereses estratégicos estadounidenses.
La administración de Yrigoyen fue tan cuidadosamente neutral como su antecesora en su trato con los países beligerantes. El gobierno estaba decidido a mantener los vitales lazos comerciales con Inglaterra, pero no deseaba que sus intereses nacionales fuesen sacrificados por ninguno de los países en guerra.
Sin embargo, la declaración alemana de guerra submarina ilimitada en enero de 1917 creó una difícil situación al gobierno argentino. Desde el momento de llegar al gobierno los radicales habían hecho todos los esfuerzos por de diferenciarse de sus antecesores. Describían la política de neutralidad de la administración anterior como pasiva. El nuevo gobierno adoptaría una política activa, defendiendo con vigor los principios de la política argentina y los intereses argentinos. El gobierno de Estados Unidos invitó a los argentinos para que adhirieran a la protesta por la nota alemana. Yrigoyen no se uniría a los Estados Unidos en ninguna circunstancia.
La administración de Yrigoyen se ubico siempre en contra de las pretensiones estadounidenses de ejercer el liderazgo en los problemas hemisféricos, especialmente después de que los Estados Unidos entraron en guerra. Queda igualmente claro que Yrigoyen nunca intentó modificar el esquema básico de dependencia de la Argentina con respecto a Gran Bretaña ni en sus facetas internacionales ni en las nacionales. En su actitud hacia la posición de la Argentina en el mundo y en su hostilidad hacia los Estados Unidos, Yrigoyen fue un tradicionalista.
El presidente establecía sólo los principios más generales de la política, siempre en un lenguaje superior y moralista, y dejaba los detalles de aplicación de la política o de su formulación a los representantes diplomáticos locales y a los funcionarios del ministerio. Yrigoyen tenía conciencia de la necesidad de distinguirse en política internacional. Lo consideraba necesario para reforzar el orgullo nacional adjudicándose un rol específico como líder moral en los problemas mundiales. La política del principismo explica la aparente falta de oportunismo por parte de la Argentina durante la guerra. El principismo tenía una orientación a favor del prestigio, no del poder. 
La ignorancia y el desdén por los problemas internacionales condujeron a confrontaciones entre la Argentina y algunos países que no se consideraban sus aliados naturales. El principismo fue una política pragmática. La ignorancia de Yrigoyen de la problemática internacional fue una consecuencia natural de la combinación de los supuestos de política exterior heredados de los regímenes oligárquicos que tanto criticaba con su propia falta de experiencia del exterior. Según la concepción tradicional, el único tema importante era la vinculación comercial con Gran Bretaña y los otros clientes europeos.
A fines de la década de ‘20 Yrigoyen eligió reforzar los vínculos con Gran Bretaña, acción que perpetuaría la dependencia argentina y pospondría por otra década cualquier intento por acrecentar la independencia y autonomía de decisión de la Argentina en el ámbito internacional. Yrigoyen nunca logró conjugar en una política coherente su moralismo, su desconfianza por los Estados Unidos y su incipiente nacionalismo. Como nunca cuestiono los supuestos básicos que la política exterior tradicional de la nación, sus intenciones quedaron por fin en actitudes más o menos inconsecuentes. Al fin de la guerra, la profunda transformación del poder norteamericano en relación con las naciones europeas y su creciente poderío dentro del hemisferio implicaban que provocar a Estados Unidos no podía pasar sin consecuencias como había ocurrido en el pasado.
En la medida en que el sistema internacional permaneció intacto, los supuestos argentinos sobre ese mundo conservaron su validez. De la misma manera, a medida que el sistema mundial fue cambiando después de la guerra, aquellos supuestos se fueron debilitando. Eso ocurrió particularmente en relación con el poder relativo de los Estados Unidos y Gran Bretaña. Después de la guerra, la política exterior argentina revelaba una creciente tendencia a desconectarse del esquema de las relaciones internacionales prevalecientes a demostrar la incapacidad de percibir el mundo como los demás. En la siguiente crisis del sistema internacional, en 1930, se desplomaron para siempre los supuestos tradicionales que subyacían a la política exterior de la nación. 
CAPITULO VI: El periodo de entreguerras, el fracaso del modelo argentino de crecimiento. 
Las reacciones producidas en Washington y en Buenos Aires al final de la 1GM indicaban claramente las diferencias entre los dos países en cuanto a su modo de percibir y comprender el mundo circundante. En los EEUU existía un amplio rechazo popular hacia el idealismo de WW y su proyecto de crear una Liga de Naciones. En Buenos Aires, por el contrario, existía una ferviente esperanza, así como la profunda convicción de que el mercado internacional recobraría su equilibrio interior. Para los argentinos nada había cambiado en el equilibrio de fuerzas a nivel mundial, por lo que no se justificaba esperar ningún cambio significativo en la PE de la nación. 
La percepción argentina del mundo no coincidía con la perspectiva norteamericana – o de cualquier otra capital de Europa o América. Los EEUU salieron de la guerra con una economía ampliamente expandida y con un sentido igualmente ampliado de sus necesidades estratégicas. Los demócratas fueron tan persistentes en los últimos años de su gobierno en sus esfuerzos por proyectar la influencia norteamericana en el exterior mediante los mecanismos del sector privado como sus sucesores republicanos. Aun cuando la mayoría de los argentinos lo negaba, la capacidad de proyectar el poder norteamericano a través de todo el hemisferio aumentó significativamente como resultado de la guerra. 
En cuanto a sus relaciones mutuas, un régimen conservador en Washington suponía un consecuente apoyo al sector privado que ampliaba su participación en las inversiones y sus ventas a la Argentina. En Buenos Aires implicaba un deseo de recuperar una estructura de mercado que funcionara naturalmente, sin la intervención del Estado, en la cual EEUU era un competidor menos y los británicos dominaban, un mercado que definiera reciprocidad de beneficios entre Argentina y Europa. Sin embargo, dicho mercado ya no existía.
Después de la guerra, lo que había sido un intercambio bastante equilibrado se convirtió desde ese momento en un triangulo conformado por dos grupos de intercambios bilaterales fuertemente desequilibrados. Si los argentinos hubieran podido vender más a los EEUU, eso hubiera ayudado a equilibrar ambas relaciones bilaterales. Los esfuerzos por aumentar las ventas argentinas en el exterior estaban cargados de tensión, puesta que esta idea se oponía a los criterios tradicional con respecto a los roles de ambas naciones. Pueyrredón, el nuevo embajador en EEUU, falló en sus esfuerzos por aumentar las ventas y en lograr derogar los altos aranceles que afectaban a los productos agrícolas argentinos. 
El resultado político de la Argentina de estos cambios en el mundo y de los encontronazos con los EEUU fue un poderosísimo reforzamiento del sentimiento nacionalista. Yrigoyen regreso a la presidencia en 1928 y su partido albergaba una facción ultranacionalista. Sin embargo, el comienzo de la depresión sólo certificó la inadecuación del modelo liberal de crecimiento basado en las exportaciones, que había dominado en Argentina. Yrigoyen reaccionó de modo tradicional y apuntaló las relaciones con los británicos (pacto de 1929 con Lord D’abernon, luego continuado por el pacto R-R). 
La estrategia de Argentina se basaba en la experiencia que indicaba que las ventas argentinas en UK habían aumentado gracias a las ventas y a las inversiones británicas en la Argentina, sin embargo, Yrigoyen no se había dado cuenta de que la correlación de compras y ventas había caído por debajo del nivel podría considerarse significativo. Porotro lado, los norteamericanos anhelaban un mayor acceso al mercado argentino pero no mostraban ninguna intensión de adoptar el complejo rol de apoyo que los británicos habían desempeñado. Además, se quejaban de que los argentinos, oficia y extraoficialmente continuaban favoreciendo a los británicos.
Como Yrigoyen había manifestado abiertamente su antiamericanismo, parecía lógico anticipar un vuelco en la política exterior por parte de los hombres que lo derrocaron. El entusiasmo del nuevo gobiernos por los EEUU se basada por completo en la esperanza de que el comercio entre las dos naciones salvaría a la Argentina de los efectos de la Depresión y de la pérdida previsible del mercado británico. El debate acerca del modo de hacer frente a la recesión económica produjo un conjunto de soluciones que comprendía tres elementos distintos aunque yuxtapuestos, destinados a producir un consenso entre grupos en pugna:
· La Argentina debía apelar a una vigorosa austeridad, la deflación y el sacrificio nacional.
· Debía reconocer la deuda externa para restablecer la confianza en la Argentina y para lograr independencia económica. 
· Debía mejorarse la independencia económica, aumentando la producción agrícola e imponiendo un control de calidad. 
Sin embargo, la mayor parte de la elite exportadora no podía soportar un cambio tan radical y se alineó detrás del General Justo, quien reemplazó a Uriburu en 1932. La situación del comercio exterior fue característica. El octubre, el gobierno tenía bajo su control todas las operaciones cambiarias y estaba supervisando las exportaciones para asegurarse de que no desequilibraran las delicadas cuentas del Banco de la Nación. 
La Sociedad Rural Argentina urgió al presidente a hacer especiales concesiones arancelarias a Gran Bretaña con el fin de salvas la industria argentina de la carne. De algún modo estos esfuerzos eran anacrónicos, pues se basaban en la percepción de una complementariedad y mutualidad de intereses que ya no existían. 
Por otro lado, la Cancillería rechazó todas las arremetidas diplomáticas esgrimiendo el argumento de que no podía discutir seriamente el asunto hasta que se hubiera reunido la Conferencia Imperial que se realizaría en Ottawa en julio de 1932. Se presentaba una situación incómoda para los exportadores de productos básicos. La idea de que la Argentina tendría que cambiar la naturaleza de su inserción en el mercado internacional estaba ganando terreno, pero de ninguna manera representaba el consenso de 1930.
Se buscó lograr compromisos comerciales formales por parte de UK con el fin de atenuar los efectos de la competencia colonial. Nada logró. Para dificultarle aun más las cosas, el Comité Anglo-Argentino y la Cancillería británica adoptaron públicamente la línea dura que había triunfado en Ottawa. Advirtieron a la Argentina que había terminado su libre acceso al mercado británico y que convenía un cambio de actitudes. 
Los temas que demandaba solución, que hasta ese momento habían retardado las conversaciones, eran el control sobre la cuota de exportación de carne, las preferencias arancelarias que serian otorgadas a UK, las garantías cambiarias que la Argentina ofrecería a los comerciantes británicos y la reducción de las restricciones que se impondrían al comercio argentino. El gobierno argentino no estaba dispuesto a otorgar más concesiones negociadora argentina sugiere que sus líderes comprendían que ni siquiera el éxito podría resolver sus problemas básicos ni revertir lo decidido en Ottawa. En tales circunstancias, en febrero de 1933, la Cancillería británica fomentó la confrontación en una reunión de Gabinete y logró que el Departamento de Agricultura y la Board of Trade aceptaran una disminución en las restricciones que se impondrían a las importaciones de carne a la Argentina. 
Al allanarse estos dos obstáculos, se facilitó el camino para las negociaciones formales entre Roca y Runciman, y la posterior firma del acuerdo:
UK, en la práctica, sólo se obligaba condicionalmente a conservar la cuota de importaciones de carnes argentinas, aun reservándose el derecho de restringirlas cuanto le conviniera. Por otra parte reservaba a los frigoríficos extranjeros el 85% de esa cuota de exportación, permitiendo que sólo el 15% restante fueses exportado por empresas argentinas que no persiguieran beneficio privado, y siempre que dichos embarques fuesen colocados en el mercado por las vías normales, esto es, buques y comerciantes ingleses.
Argentina, en cambio, se comprometía a:
1- Mantener libres de derechos el carbón y todas las demás mercaderías que entonces se importaban en esas condiciones;
2- Con respecto a las importaciones inglesas, no imponer nuevas tasas ni aumentar las existentes;
3- No reducir las tarifas ferroviarias;
4- Destinar a compras en UK la totalidad de las divisas provenientes de compras inglesas en la Argentina, y en ningún caso establecer para las remesas a UK un tipo de cambio menos favorable que para las destinadas a otros países.
5- Dispensar a las empresas británicas de servicios públicos un tratamiento benévolo.
En la Argentina, tanto en ese momento como después, los nacionalistas de izquierda y de derecha denunciaron el Pacto como una traición. Sostenían que los ingleses llevaban la voz cantante en el comercio de la carne y que, mediante las preferencias en el intercambio que perturbaban la dominación imperial británica sobre la economía argentina, limitaban a este país a desempeñar un rol de dependencia como exportador de productos primarios. Los argentinos aceptaron el Pacto R-R a regañadientes. 
El éxito a corto plazo del Pacto hizo prácticamente imposible zanjar las diferencias entre los dos países y alivianar la ansiedad argentina. A fines de 1935 el comercio entre los dos estaba prácticamente equilibrado. Esto significaba que no había intercambio disponible para facilitar las remisiones por parte de las corporaciones británicas, ni podía producirse una expansión de las exportaciones inglesas a la Argentina sin un correspondiente aumento de las exportaciones Argentinas a UK. La complementariedad de intereses que hacia tolerable la dependencia argentina ya no se mantenía. 
Justo, el Ministerio de RREE y el equipo del Banco Central se daban cuenta de que la relación imperial había terminado, su problema era que al descolonizar a la Argentina los británicos no podrían modificar antonomásticamente el status colonial de la economía. Además, los EEUU y la Argentina nunca habían estado próximos. El gobierno de Uriburu fue incapaz de comprometer a los EEUU en negociaciones que condujeran a un tratado de comercio reciproco y la Administración de Justo no mostró interés por estas conversaciones. La explicación del fracaso en concretar un tratado reside en la configuración de las fuerzas políticas internas opuestas a admitir productos agrícolas argentinos, así como la incompatibilidad estructural de las dos economías. 
Esto reforzó el resentimiento de los argentinos contra las políticas proteccionistas de los EEUU, y como resultado emergió un grupo nacionalista que tenía como objetivo maximizar el control de la nación sobre su destino y mantener la máxima independencia de acción.
→ Gran parte de la elite conservadora sostuvo que una reestructuración radical hubiese conducido a una política diferente con mayores beneficios para la nación. Sin embargo, NINGÚN grupo que luchara por el poder en esa época propuso un modo de inserción en la economía mundial significativamente diferente, y la izquierda no ofrecía una opción importante. La siguiente guerra desalojaría a la elite y precipitaría la crisis más seria de la historia de las relaciones argentinas con EEUU.
PARTE B: Argentina durante la Guerra Fría: inestabilidad institucional y discontinuidad de la política exterior 
Apuntes de clase
Argentina durante la Guerra Fría 
Tres consideraciones:
• Periodo clave en las RRII y diferente al anterior. América Latina se transforma en una esfera de influencia para EEUU y se implementa una doctrina de seguridad para toda la región.No se interviene directamente, sino a través de las FFAA. Contexto muy restrictivo y existencia de un lazo de dependencia estratégica-militar con EEUU, aun vigente. 
• Inestabilidad política institucional. Variación de regímenes políticos, democráticos y militares. 
• Discontinuidad de la PE. No existió convergencia entre la PE de los gobiernos democráticos y los gobiernos militares. Esta última fue negativa, en tanto se abortaron los intentos de inserción internacional del país. No se llevaban adelante políticas de Estado, y por ende no había PE. Esto fue diferente al periodo de 1861-1945 en donde había continuidad, se discutían objetivos de PE, pero no la orientación general. 
Dos paradigmas de PE:
→ El paradigma que representó a los gobiernos militares.
→ El paradigma que representó a los gobiernos democráticos. 
1- PERCEPCIÓN DEL MUNDO: se observa en las relaciones que priorizaban en los diferentes conflictos internacionales: Corea, Guatemala, expulsión de Cuba de la OEA, crisis de Santo Domingo.
Gobiernos democráticos
Visión latinoamericanista e importancia de la pertenencia. Si bien no se desconocía el conflicto Este-Oeste, se priorizaba la relación Norte-Sur.
Gobiernos militares
Visión occidentalista. El único conflicto era el Este-Oeste, ideológico-militar. 
2- DIPLOMACIA
Gobiernos democráticos
Cohabitación diplomática, poder burocrático no profesionalizado. Eran diplomáticos de apellidos históricos y formados en la continuidad de la PE en el periodo anterior que se encontraron con un poder político elegido por el pueblo y con cuadros propios. Los burócratas ponían obstáculos a la PE de los gobiernos democráticos.
Gobiernos militares
También sufrieron la cohabitación diplomática. Aunque después de los ’60 se comienza a profesionalizar el Servicio Exterior. 
· En 1966 hubo dos PE: una basada en la diplomacia jurídica de la mano de Nicanor Costa Méndez, y otra basada en la diplomacia geopolitizante de sectores nacionalistas y militares. 
· En 1976 hubo tres diplomacias: una basada en la economía de Martínez de Hoz, otra militar para solucionar el tema de DDHH, y una burocrática que manejaba los temas de soberanía. 
3- PODER MATERIAL: ambos apuntaron a la industria militar y la capacidad nuclear (continuidad hasta los ’90)
Gobiernos democráticos
Economía heterodoxa, basada en la Escuela Estructuralista y el pensamiento cepalino. Buscaban un modelo de valor agregado, sin dejar de lado la especialización agro-exportadora.
Gobiernos militares
Economía ortodoxa, basada en el Monetarismo. Influencia de Martínez de Hoz y Krieger Vasena. Se buscaba no dejar de ser un país agro-exportador. 
4- RELACIONES EXTERIORES 
Gobiernos democráticos
Tanto Peron, Frondizi e Illia apostaron a la diversificación de RE (economía, política y diplomacia). 
· Con Perón se hizo énfasis en AL, Europa Occidental y la URSS. 
· Con Frondizi se apuntó a Asia, África y la URSS.
· Con Illia también se aposto a Asia y se vinculó con las dos Chinas. 
· En 1974, Peron sella la diplomacia poligonal con EEUU, China, Japón y Europa Occidental y Oriental.
Gobiernos militares
Se concentraron en la competencia geopolítica, y por ende, rivalizaban con Brasil. La carrera armamentística definía la relación bilateral. Se inició en el ’66, continuó en el ’76 y finalizó en los ’80, en tanto Brasil estaba más avanzado y se había endeudado pero con crecimiento, a diferencia de la Argentina. 
Los militares nunca salieron de los vínculos con EEUU y Europa Occidental. 
5- PARTICIPACION INTERNACIONAL 
Gobiernos democráticos
Ato grado de participación en el sistema política y económica internacional. Frondizi impulso la ALALC, y luego, Illia la CELAC. Además, éste colocó a Argentina como observadora en el Movimiento de Países No Alineados y fomentó una gran participación en la AG de la ONU. Peron, por su parte, forjó la cooperación S-S
Gobiernos militares
Bajo grado de participación en el sistema política y económica internacional.
Gobiernos democráticos de Peron, Frondizi e Illia
1- RELACIÓN DE LA PE DEL GOBIERNO CON EL CONTEXTO INTERNACIONAL 
Perón 
No alineamiento (tercera posición), aunque sí en la dependencia estratégica. Se caracterizó por el pragmatismo:
· Ratificación del TIAR a cambio de préstamos del Banco de exportaciones e importaciones norteamericano.
· Ley de radicación de capitales extranjeros.
· Entendió a la integración como alternativa de PE y trató de reeditar el ABC.
· Reconoció que Argentina estaba destruida y apostó al capital financiero externo y al FMI.
Frondizi 
Concepción neo institucionalista. Impulsó acciones que estaban en las ideas cepalinas, una buena relación con EEUU y fomentó la industrialización (buscó IED). También apostó por la integración y la reedición del ABC.
Illia 
Neo institucionalismo en un contexto de coexistencia pacífica (multipolarismo económico y político) Estableció vínculos con el MCC y mejoró las relaciones con todos los países limítrofes. Apostó a la integración (Proyecto Cuenca del Plata, abortado por el golpe)
2- RELACIÓN ENTRELAS ACCIONES DE PE Y LOS EFECTOS LOGRADOS. 
Perón, Frondizi e Illia consiguieron mayor autonomía:
· Peron a través de la equidistancia.
· Frondizi a través de los indicios de un cambio productivo.
· Illia a través del institucionalismo internacional.
Perón, Frondizi e Illia consiguieron mayor influencia:
· Perón a través de acercamientos intra y extrabloques. Acuerdos con la URSS y más allá de EEUU y Europa Occidental.
· Frondizi a través de la conciencia periférica. Estar en un tercer mundo con protagonismo.
· Illia a través de una posición desideologizada.
Posición argentina en conflictos internacionales durante la GF
→ Argentina demostró indicios de autonomía y sostuvo la tradicional defensa del principio de no intervención.
→ Argentina conservó margen de libertad de acción. Su postura fue producto de su propia percepción de la realidad.
→ Hay una constante: necesidad de enfrentar al comunismo.
COREA - PERÓN
• Argentina acompaño dispuesta la decisión de EEUU de defender a Corea del Sur, aunque no envió tropas, porque:
· No estaba contemplado en la Carta de ONU.
· La posición de EEUU iba más allá de la contención del comunismo. Estaba vinculada a sus intereses estratégicos en Asia.
• Unión pro paz: Argentina critica la intervención multilateral y es por ello que se abstiene. 
• Cuarta reunión de Consulta en el marco de la OEA: EEUU quería crear unidades especiales para garantizar la seguridad del Hemisferio y que estuvieran dispuestas a apoyar a ONU. Argentina y Guatemala dejaron sin vigor esta propuesta. Esta posición se basa en:
· No comprometer al país en teatros ajenos al Continente Americano.
· Evitar el enfrentamiento de grupos en el seno de ONU.
· No identificar la lucha contra el comunismo como una lucha antisoviética.
GUATEMALA - PERÓN 
• Primer caso en donde se intenta condenar al país por su orientación.
• 10º Conferencia Interamericana en Caracas en 1954: EEUU quería sancionar la clausula anticomunista, en tanto Guatemala ponía en evidencia el control político del comunismo y una injerencia extra continental en la región. Argentina marca que la forma de evitar la propagación de la ideología es atender problemas claves para que no se radicalicen los asuntos políticos. También sostiene el principio de no intervención y que cada país puede definir su sistema política. Por otro lado, frente al avance del comunismo, Argentina se reserva el derecho de su propia defensa (EEUU no logra lo que quería) 
• Reunión de Consulta: Guatemala recibe armas a través de Checoslovaquia. EEUU conforma una fuerza con Honduras y pide la reunión de la OEA para impedir nuevos desembarcos. EEUU quería ganar tiempo, pero cuando la fuerza conjunta hace caer al gobierno, decide que quiere dilatar la reunión. Argentina asiste a la mista y sostiene la utilización de medios pacíficos. Cuando se resuelve, Argentina quiere tratar en la OEA la intervención de un país americano en otro. Cuestiona la utilización de la lucha anticomunista para lograr intereses norteamericanos. 
CUBA – FRONDIZI• Percepciones opuestas a las de EEUU. Llamado de atención para el desarrollo del continente, en tanto la resolución de la cuestión cubana pasaba por garantizar el desarrollo económico social.
• Se defiende el principio de no intervención, democracia y libertad.
• Argentina desarrolla distintas estrategias para evitar la expulsión de Cuba de la OEA:
· Se ofrece como mediadora entre EEUU y Cuba, aunque es rechazada por ambos gobiernos. 
· Propone a EEUU un compromiso con los países latinoamericanos más fuertes para poner fin a la agresión y evitar la expansión de la revolución.
• Ante la inminente expulsión Argentina plantea: 
· La violación del principio de no intervención. 
· El deseo de no romper con Cuba.
· El hecho de que las sanciones iban a ser ineficaces, porque iban a empujar a Cuba más a la órbita soviética. 
REPÚBLICA DOMINICANA – ILLIA
• Reunión especial de la OEA: EEUU plantea su intervención con fines humanitarios para garantizar el restablecimiento del orden. Sin embargo, se convoca la reunión después de la intervención. Argentina quiere el cese de hostilidades, la pacificación y el restablecimiento del derecho. 
•Hay autores que sostienen que esto demuestra la dependencia nacional de Argentina en Relación a EEUU. Argentina avala la fuerza porque:
· Ambos bandos pedían la presencia de la fuerza.
· El pueblo debía ser quien decidirá el retiro de la fuerza. 
Si bien era una “intervención humanitaria”, los hechos demuestran lo contrario. Argentina decide el no envío de tropas. 
Rol de Argentina en los procesos de Integración regional 
1- ENFOQUE GEOPOLITICO DE LAS FFAA
Espacio vital, visión territorialista. Búsqueda de un ascenso y liderazgo regional, sustentado en la rivalidad, la desconfianza y la búsqueda de predominio de un Estado sobre otro. Se da tanto en Argentina como en Brasil aunque es más fuerte en este último
2- PERON
Perón hizo una lectura clara de la GF de que el conflicto se iba a dar por fuera de los países de AL. A partir de esto, intenta llevar adelante un liderazgo regional. 
• Intento de reactivación del ABC. Peron pretendía crear un bloque de cooperación política y económica para impedir el avance de las potencias sobre el control de los recursos naturales.
• Acuerdo de complementación económica con Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Bolivia. 
• En 1946 se establece una unión aduanera con Chile y en 1953 una unión económica (Acuerdos de Santiago).
• En 1946 se firma un Convenio sobre el aprovechamiento del Rio Uruguay con Brasil, sin embargo hay reticencia de este último. 
Las tensiones disminuyen con Vargas, se reunión e intentan la reactivación del ABC. Sin embargo, las presiones internas y la oposición de Itamaratí y las FFA no permiten que Brasil lo firme (porque rompía con la Unión Panamericana, peligraban las relaciones con EEUU, y porque Argentina era un rival estratégico). EEUU también presiona a Vargas y lleva adelante una campaña de descredito hacia el gobierno de Peron. 
• Convenios comerciales en 1946 con España y Sudáfrica; y en 1947 con India.
• Tratado José Stalin y Leopoldo Bravo en 1953. Protocolo para regular el aumento del intercambio, siendo Argentina el socio más importante de América Latina en el comercio soviético.
3- FRONDIZI 
• Respaldo a la iniciativa de Kubitscheck de Operación Panamericana de 1958 sobre el programa de desarrollo armónico con Estados Unidos mediante la Comisión de los 21 en la OEA.
• En 1961 se firma el Acta de Uruguayana, dando lugar a un sistema de cooperación y consulta entre Argentina y Brasil, al cual luego se le uniría Chile (no se produce). Se buscaba:
· Lograr relaciones militares armónicas.
· Política sudamericana.
· Asumir conjuntamente la responsabilidad continental.
Repercusiones del Acta:
· Oposición de las FFAA y de la oposición del radicalismo en Argentina. 
· En Brasil se critica porque no se avanzó en temas económicos, en tanto la balanza económica era beneficiosa para Argentina y no para Brasil
• En el marco de la Alianza para el Progreso, Frondizi quería que Argentina y Brasil tengan una posición conjunta, una posición rectora en el continente respecto a la asignación de recursos de la Alianza. Serian catalizadores de esa ayuda. Además se buscaba que EEUU no proyecte los problemas de América Central hacia AL.
3- ILLIA 
• Zavala Ortiz intenta establecer un mecanismo de integración con Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, para el aprovechamiento de recursos naturales y la utilización de la infraestructura física de la Cuenca del Plata. Se prioriza la colaboración interestatal, dejando de lado la conflictividad y la competencia geopolítica. 
El tratado finalmente se firma en 1969 (Gobierno de la Revolución Argentina). Lejos de ser lo que quería Illia, es utilizado en el marco de la rivalidad entre Argentina y Brasil. Brasil oriento su política a la realización de obras y Argentina a la obstrucción de la concreción de esas obras. Esta última quiere que Brasil acepte las normas jurídicas que no le permiten usar los ríos interiores de curso sucesivo, aunque no logra frenar las obras.
• Participación como Observador en la 2da. Cumbre del NOAL de El Cairo, en 1964.
4- PERON 
Espacio geoeconómico. Busca terminar con la oposición con Brasil por la utilización de ríos.
• Relanzamiento de la Cuenca del Plata con perspectiva geoeconómica.
• En 1973 se firma el Tratado del Rio de la Plata y su Frente Marítimo. 
• En 1973 se firma un acuerdo con Paraguay para la construcción de la Represa Yacyretá-Apipé.
• Ingreso como país miembro al NOAL en la Cumbre de Argel en 1973.
• En 1974 se comienza la construcción de la Represa de Salto Grande.
5- ALFONSÍN 
• En 1985 se firma la Declaración de Iguazú. Se busca generar acercamiento y confianza mutua con Brasil.
• En 1985 hay una Declaración Conjunta sobre política nuclear.
• En 1986 se firma el PICE, Programa de Cooperación e Integración Económica entre Argentina y Brasil y un Acta de Integración junto con 12 protocolos bilaterales. 
PARADISO – “Debates y trayectoria de la política exterior argentina” 
CAPÍTULO IV: Los años del peronismo
El contexto decisional 
Los debates sobre la ubicación de Argentina en el mundo que siguieron a la crisis del modelo agroexportador encontraron una respuesta en el primer gobierno peronista. La formula resultante, al menos en la fase inicial, fue una combinación de económica semi-cerrada, propia de la industrialización sustitutiva, con una diplomacia activa, inspirada en los criterios de PE independiente pero fuertemente condicionada por la exacerbación de la querella con los EEUU. 
Peron se hizo cargo del poder, a mediados de 1946, cuando el orden internacional todavía no se había definido:
· La GF no había comenzado, aunque los recelos entres los miembros de la Gran Alianza triunfadora creían.
· No había una rehabilitación inmediata en el plano económico. 
· Europa enfrentaba un cuadro de carencias agravado por los rigores del clima. Necesitaba equipos, bienes de consumo y alimentos, pero no tenia dólares para adquirirlos. 
· La OIC no se había constituido en la fecha prevista, en gran medida por los desacuerdos entre Londres y Washington respecto de sistemas tarifarios y preferencias imperiales. 
· Las principales fuerzas políticas democráticas europeas eran hegemonizadas por sectores con programas basados en el concepto de un estado económico y socialmente activo y, en algunos casos, con planteos de orientación nítidamente anticapitalistas. 
· Los matices políticos y económicos del nacionalismo marcaban uno de los tonos dominantes de la época. El independentismo bullía en la periferia asiática. 
· Las metas de desarrollo y bienestar movilizaban a la periferia latinoamericana. 
Peron esperaba una tercera guerra y sobre este pronóstico edificó gran parte de su política en l primer tramo del gobierno. En este caso, la principal objeción podría venir por el lado de la intensidad de la apuesta, pero en modo alguno porque la hipótesis fuera irrazonable: en esos años todavía estaba lejos de consagrarse la fórmula de la disuasión mutua y la luchaera parte de los escenarios considerados como más probables por dirigentes de todas las potencias. 
La búsqueda de la “reinserción”
Tan pronto Peron arribó al poder parece haber percibido las dificultades derivadas del aislamiento. La situación internacional del país presentaba:
· Insuficientes relaciones con los países americanos.
· Falta de comprensión de los estados europeos y del resto del mundo.
· Falta de relaciones con la URSS.
· Falta de gravitación en las asambleas internacionales.
· Tratados debilitados por inoperancia política.
· Ausencia de puestos directivos en organismos internacionales. 
· Dificultades en el intercambio comercial de la producción.
· Dificultades para la proyección de la cultura.
· Inmigración insuficiente. 
· Malas relaciones con los EEUU.
En este marco, hubo grandes esfuerzos a favor de la paz. Concretamente, hubo una iniciativa gubernamental a mediados de 1947 cuya intención apuntaba a la recuperación del prestigio internacional. Se trato de un proyecto de declaración presentado a las cancillerías de América y de la Santa Sede. También en esta época se introdujeron modificaciones en la estructura de la Cancillería destinadas a aumentar la eficiencia y profesionalidad de sus funcionarios.
Uno de los episodios que refleja bien, tanto el propósito de reinserción como los condicionamientos internos a los que debía hacer frente, fue la tramitación en el Congreso de la ratificación de la Cartas de Chapultepec y las Naciones Unidas. Fueron las dificultades económicas, en especial las referidas al aprovisionamiento de bienes de capital, materias primas y combustibles, las que gravitaron en el debate sobre esta ratificación. 
Un aspecto particularmente importante de esta diplomacia económica activa fue la atención prestada a los intercambios con países latinoamericanos. En realidad, no se trataba de una novedad, era la continuación de orientaciones emprendidas entre 1940 y 1943. A fines de 1946 se firmaron acuerdos con Brasil, Uruguay, Chile y Bolivia. De todos modos, la mayoría de estos instrumentos quedaron en el plano de los propósitos y ese primer impulso integrador se fue desvaneciendo. 
Por otro lado, muchos autores vieron en la participación argentina en la conferencia de 1947, en la que se firmo el TIAR, un testimonio del interés por recomponer su relación con EEUU, a la vez que una temprana abdicación de sus formulaciones terceristas. Si bien es cierto que en esa oportunidad la delegación no adoptó una postura obstruccionista, tampoco desempeño un rol de pasivo seguidismo. De todos modos, a partir de 1948 se empezó a desarrollar una relación más ambigua y distendida, con aproximaciones y distanciamientos, dentro de un clima general de mutuo recelo. Washington desconfiaba de Peron y de sus reiteradas promesas de alineamiento en caso de un conflicto con el Este, pero a la vez no desestimaba su valor estratégico. 
A lo largo de 1949 el giro de la orientación económica se hizo más notorio, se reemplazó al equipo responsable de esta área y, en el plano internacional, se empezó a dialogar con EEUU y UK. En mayo se otorgó el crédito del Eximbank y para mediados de 1950 se suponía que la confrontación con los EEUU quedaba cerrada. Sin embargo, estalló la guerra de Corea. En este caso, Argentina respaldó las medidas de la ONU e inclusive hubo indicios de enviar un contingente militar. Sin embargo, Peron modificó su postura inicial y desestimó la posibilidad de enviar efectivos esgrimiendo el argumento de que en esa materia no haría otra cosa que lo que el pueblo quisiese. 
El giro aperturista 
Perón inicio su segundo mandato en circunstancias muy difíciles. Los trastornos políticos internos se combinaban peligrosamente con un escenario económico dominado por tendencias inflacionarias. Por otra parte, el programa de reactivación agropecuaria fue afectado por dos años de sequias que impidieron que un mayor volumen de saldos exportables compensara la baja de los precios internacionales. 
Con el Plan de estabilización se buscaron atender las urgencias coyunturales. Complementariamente, se fue diseñando una nueva estrategia económica cuyas orientaciones generales se plasmaron en el Segundo Plan Quinquenal previsto para 1953-57. Por otra parte, en 1953, el Congreso sancionó la Ley 14.222 de Inversiones extranjeras, concebida con criterios liberales. 
El modelo de industrialización liviana puso en evidencia sus limitaciones, por lo que empezó a percibirse la necesidad de desarrollar una base productiva más solida como sustento del crecimiento. Ella debía posibilitar la exportación de nuevos productos y como los mercados más accesibles eran los de la región, allí había que dirigir una de las principales líneas de la política aperturista. 
Uno de los instrumentos elegidos fue la tramitación de uniones económicas sobre bases bilaterales. Primero con Chile, luego con Paraguay, Nicaragua, Ecuador y Bolivia. En particular fue importante el retorno de Vargas, en tanto Peron pudo imaginar rehabilitar la alianza del ABC. Sin embargo, las fuerzas confrontacioncitas internas en Brasil n lo permitieron. 
La diplomacia argentina, por otro lado, no descuidó los gestos que reflejaban cierta independencia de criterio ni desaprovechó ningún foro regional o global del que le toco participar para sostener sus ideas sobre el desarrollo económico como fundamento de la paz y sobre la necesidad de un orden económico más cooperativo y equitativo. Más allá de la rehabilitación de los vínculos con EEUU, Peron insistía en un marco económico internacional que favoreciera a los países periféricos. 
→ La confusión entre conceptos tales como tercera posición, neutralismo, no alineación y PE independiente no ha facilitado la comprensión de las ideas y prácticas diplomáticas del peronismo. Lo que se intentó en esos años fue una PE independiente que se correspondía, al menos en el plano de los conceptos, con los propósitos de independencia económica y, en general, con las posiciones del nacionalismo desarrollista. La tercera posición NO significaba equidistancia en los conflictos E-O. El peronismo no fue aislacionista y es fácil hallar en la gestión económica interna huellas de una actitud pragmática. 
CAPÍTULO V: Inestabilidad institucional, estrategias de desarrollo y PE: 1955-1973
De la revolución Libertadora al gobierno de Illia (1955/1966)
En 17 años se sucedieron dos gobiernos constitucionales y tres regímenes militares, que emplearon en sus gestiones 22 ministros de Economía y 18 de RREE: un record muy poco propicio para la continuidad de los planes gubernamentales y la consolidación de un patrón de inserción externa. 
La conformación de la coalición que protagonizó el movimiento de 1955 no facilitó la coherencia del gobierno surgido del mismo. El resentimiento contra el peronismo hizo se buscara cambiar de rumbo en forma drástica antes que corregirlo. Como resultado de ello se desmontaron las instituciones creadas, mientras se procuraba atenuar los desequilibrios económicos heredados reabriendo la económica y poniendo énfasis en el mejoramiento del sector agropecuario mediante devaluaciones y disposiciones fiscales y crediticias destinadas a estimular la producción y las exportaciones. Se trataba de reinstalas a ese sector como núcleo dinámico del desarrollo.
La decisión de acelerar el proceso de apertura se manifestó en la ratificación de los convenios de BT, el ingreso al FMI – algo que el peronismo no había hecho – y el progresivo apartamiento de las formulas bilaterales empleadas en los años anteriores. 
Por las razones que fuere, la gestión económica de la Revolución Libertadora distó de ser exitosa. Cuando Frondizi se hizo cargo del poder, en mayo de 1958, la situación del sector externo, presionado por una industria que seguía demandando volúmenes crecientes de insumos y bienes de capital y un sector agrario que tardaba en responder a los incentivos otorgados, seguía constituyendo uno de los capítulos más preocupantes. Se diseño entonces una estrategia que se apoyaba fundamentalmente, en la integracióndel sector manufacturero sustituyendo bienes intermedios, en especial combustibles, acero y papel. Se esperaba contar con un flujo masivo de capitales externos y se reservaba a las exportaciones un lugar relativamente menos destacado. Al derrocamiento de Frondizi le sucedió una nueva versión de la ortodoxia liberal con sus acentos agrarios, aperturistas y anti estatales, pero en 1963 el péndulo volvió a desplazarse en el sentido contrario. El radicalismo elevó los acentos distribucioncitas que evocaban rasgos de la experiencia peronista y no ocultó sus reticencias respecto del papel del capital extranjero y los organismos financieros. 
La PE de la Revolución Libertadora se caracterizó por un perfil relativamente bajo y la adhesión franca a las actitudes norteamericanas. Las cosas fueron diferentes para Frondizi, que tuve que convivir con un nuevo ciclo de tensión entre los bloques y que resultó comprometedor con el ingreso de la GF en el continente como resultado de la revolución Cubana. En rigor, la diplomacia frondizista retomaba el hilo conductor del discurso peronista en los foros internacionales. La paz y el desarrollo constituían la clave del paradigma de la PE. Hubo un alto perfil como componente de la PE independiente en un sistema confrontatorio de GF. No era el afán de desafiar a los poderosos ni una cuestión de principismo, sino de las responsabilidades derivadas del hecho de ser parte de la comunidad de naciones. Había un claro objetivo de mantener relaciones con todos los países. 
Sin embargo, diversos factores conspiraron contra la posibilidad de mantener una marcha independiente:
· La precariedad de la situación política, producto de la forma en que Frondizi había llegado al poder.
· El agravamiento de las tensiones regionales y globales.
Estos dilemas tuvieron un denominador común, el choque entre EEUU y Cuba y las divergencias con las autoridades norteamericanas respecto del modo de entender las cuestiones de defensa y seguridad hemisféricas. Desde el inicio, el propósito de Frondizi había sido reemplazar el alineamiento con EEUU por una relación más madura y equilibrada. Admitía su liderazgo y privilegiaba las relaciones económicas y financieras pero no disimulaba las diferencias en la esfera política y militar. Este fue, por ejemplo, el motivo de las discusiones en torno a la reunión en PdE en 1961, en la que se lanzó la Alianza para el Progreso. Argentina resistió con firmeza la propuesta norteamericana destinada a establecer mecanismos de programación económica supranacionales y defendió su concepción del desarrollo basada en la expansión de las industrias básicas y las intervenciones en sectores vitales. 
En enero de 1962 la Cancillería tuvo que hacer frente a la situación más difícil: asistir a la VII Reunión de Consulta de Ministros de RREE de la OEA, en la que se discutían las sanciones a Cuba. En esa oportunidad la delegación argentina repudio los métodos marxistas leninistas y suscribió las denuncias contra la injerencia de potencias extra continentales en AL, pero fue intransigente en materia de defensa de los principios de no intervención, autodeterminación e igualdad jurídica de los Estados. 
A la hora de votar la expulsión de Cuba de la OEA, se abstuvo, y si bien no fue colisionar con la totalidad de los puntos de vistas norteamericanos, esto bastó para que los militares lo interpreten como una prueba de la orientación subversiva del gobierno. 
El capitulo latinoamericano de la PE durante el gobierno de Frondizi mostro facetas muy singulares. Existía mejor disposición hacia los instrumentos de cooperación política, incluido el fortalecimiento de los órganos interamericanos y las acciones concertadas con Brasil. También se firmó la Declaración de Uruguayana con Quadros
En suma, el gobierno de Frondizi combinó una economía semicerrada con una diplomacia activa orientada autónomamente, con un alto protagonismo presidencial. 
A la luz de la presión que los militares ejercieron contra la PE de Frondizi, difícilmente podía esperarse una continuidad en la misma. Justamente, hubo un alineamiento con los EEUU y una occidentalización de la GF. El ejemplo más elocuente de esto fue la rapidez con que se puso al lado de EEUU durante los días de la crisis de los misiles y el bloqueo a Cuba. 
Con el gobierno de Illia, la UCRP procuró retomar un rumbo independiente no demasiado distinto al seguido por Frondizi. Empero, el cumplimiento de sus propósitos estuvo condicionado por la extrema complejidad de la situación regional. El tramo más difícil fue el dominado por las consecuencias de la intervención de EEUU a República Dominicana.
Fue el delegado argentina ante la OEA el responsable de presidir el Comité creado para hallar una solución a la crisis. La Cancillería trató de mantener una posición equidistante, sin resignar el sostenimiento de los principios de no intervención y autodeterminación, pero emparejando la censura a la injerencia de los EEUU en CA con el repudio a los métodos de agresión propios de la guerra revolucionaria y los intentos de penetración de países marxistas en la región. 
Como lo habían hecho antes los gobiernos de Peron y Frondizi, Illia puso más énfasis en la apelación a relaciones económicas mundiales más equitativas. Por otro lado, las tratativas con Chile en torno a la línea divisoria en el Beagle dieron lugar a la declaración de 1964. Otras iniciativas destacadas fueron las negociaciones con Uruguay que concluyeron en un Protocolo sobre el Rio Uruguay. Su mayor éxito se relaciono con las Malvinas y el hábil aprovechamiento del Comité Especial de ONU, que hizo posible la resolución 2065. 
La Revolución Argentina 
Este régimen fue visto por muchos – desde adentro y desde afuera – como un proceso modernizador que interrumpía la legitimidad partidocratica para terminar con la crisis. Los problemas del desarrollo economice, decididamente, ocupaban el centro de la escena.
Simultáneamente, el escenario internacional global experimentaba notables transformaciones. La economía mundial, cada vez más interdependiente se vio sacudida por una sucesión de rupturas en el frente monetario, que culminaron con el abandono de BW. Además, con la llegada al poder de los republicanos se fue entretejiendo la trama de la detente y pareció disiparse el clima de hostilidad entre los bloques. 
A pesar de sus ambiciones, el ciclo político abierto en el 66 no fue el más propicio para concretar avances. Por lo pronto, anunciaron una despolitización y tecnificación del SE, un cambio en las ambiguas posturas diplomáticas anteriores, reemplazándolas por adhesiones más firmes a los EEUU y promesas de activa militancia anticomunista. 
Para solucionar los problemas del agotamiento de la ISI y de las restricciones derivadas de una economía semicerrada, se pensó en una PE dirigida a todo, una participan activa en el SI que procurara influir en el curso de los acontecimientos y una relación prioritaria en el ámbito regional inmediato. 
LA empezaba a ser percibida como el ámbito natural de desplegué y potenciación del país. Sin embargo, la vía latinoamericana tropezó con un serio obstáculo: la rivalidad con Brasil no podría extrañar que bajo régimen militares se sobreestimaran las hipótesis de conflicto y se hicieran previsiones sobre eventuales escalamientos bélicos. Esto hizo que, en la diplomacia regional, se mezclaran consideraciones geopolíticas, económicas e ideológicas. 
MONETA – “La política exterior del peronismo 1973-1976”
Antecedentes 
INSERCIÓN ECONOMICA DE ARGENTINA EN EL MARCO INTERNACIONAL
En el terreno económico, a partir de la década del treinta, Argentina constituirá un modelo de desarrollo capitalista semi-industrial y dependiente caracterizado por una estructura social y económica diversificada y compleja. Sin embargo, esta económica presenta serias debilidades en el plano industrial. En cuanto al comercio exterior, una de las características más importante es su estructura triangular. 
INSERCIÓN CULTURAL DE LA BURGUESÍA 
Lo que se produce es una europeización de un porcentaje

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