Logo Studenta

Psicopatología del desarrollo infanto juvenil

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
1 
 
Psicopatología del desarrollo infanto juvenil 
 
 El presente artículo aborda una de las ideas emergentes más importantes en las 
últimas décadas en términos de salud mental infantil referida a la psicopatología y su 
dinámica procesal y ontogenética. 
 La salud mental infantil es un pilar básico en todas las dimensiones del desarrollo 
(Viola, Garrido & Varela, 2008). En este capítulo se abordan cuestiones referidas a la 
psicopatología infantil, y dentro de esta, a la llamada Psicopatología del Desarrollo. Se 
plantean aspectos relacionados con la comprensión y con los componentes de la 
psicopatología. Asimismo, se analizan los síntomas en la infancia. 
 Rodríguez Sacristán (1998) apela a la importancia del estudio de la psicopatología 
infantil, pues si esta se encuentra presente en la infancia, puede hipotecar el futuro del niño. 
Una adecuada salud mental tiene sus cimientos en la primera infancia, comenzando con el 
vínculo que el niño establece con sus padres o cuidadores, estableciendo así una base 
segura y confiable para su desarrollo (Bowlby, 1980; Moya, Sierra, del Valle & Carrasco, 
2015). Es el contexto familiar y social el que provee los componentes esenciales para una 
salud mental permanente (Lucio Gómez-Maqueo & Heredia y Ancona, 2014). 
Todo comportamiento debe ser evaluado en un contexto de desarrollo. Este dato, 
que en la actualidad es obvio, insumió un largo proceso para su aplicación, pues la 
Psiquiatría infantil y la Psicología clínica infantojuvenil adaptaron por mucho tiempo las 
teorías de la psicopatología del adulto a los problemas de la infancia. En la actualidad, el 
esfuerzo está puesto en aplicar conceptos y hallazgos científicos propios del desarrollo 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
2 
 
normal infantil a la comprensión de los procesos del curso vital en poblaciones de niños en 
riesgo. Esta línea da cuenta de una perspectiva transaccional y ecológica, que presupone 
una predicción en el desarrollo a pesar de los cambios y transformaciones. 
El desarrollo psicológico se caracteriza, no por simples adiciones, sino por 
transformaciones y por la epigénesis. En el Diccionario de la Lengua Española (2001), se 
define la epigénesis como la doctrina según la cual los rasgos que caracterizan a un ser vivo 
se configuran en el curso del desarrollo, sin estar preformados. Esta perspectiva explica la 
continuidad del desarrollo individual y que este se encuentra en la construcción cualitativa 
de similitudes en los patrones de comportamiento a través del tiempo. Desde este punto de 
vista, los niños desempeñan un papel activo en la búsqueda de soluciones a problemas del 
desarrollo. 
En el proceso de determinar la normalidad o anormalidad psicológica 
infantojuvenil, es necesario utilizar, además de los criterios habituales de normalidad 
(estadístico, social, axiológico), el criterio de normalidad del desarrollo. El concepto de 
desarrollo es central en el estudio de la psicología y de la psicopatología del niño. Estos 
hacen referencia a cómo se espera que sea un comportamiento en una etapa y a lo largo de 
los años. Así, la mayoría de los niños de una determinada edad y sexo manifiestan un 
repertorio de conductas similares. Esta observación debe tener en cuenta el criterio de edad 
cronológica y el contexto socioeconómico y cultural (Jiménez Hernández, 1995). Para 
comprender los problemas infantiles y mejorar las intervenciones se necesitan modos 
eficaces de determinar en qué consisten los problemas y cómo las diferencias entre distintos 
problemas pueden afectar la elección terapéutica (Achenbach & Edelbrock, 1983). 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
3 
 
Salud mental infantil y su relación con los factores de protección y de riesgo 
La salud mental y la psicopatología resultan de la interacción recíproca entre los factores 
protectores y los de riesgo a que está expuesto el individuo en su desarrollo. La salud 
mental ocurre cuando predominan los factores protectores sobre los de riesgo, y la 
resiliencia individual permite que el equilibrio se mantenga. Por el contrario, cuando 
predominan los factores de vulnerabilidad o de riesgo y se produce un desequilibrio que la 
resiliencia personal no puede compensar, se manifiesta la psicopatología (Morelato, 
Giménez, Vitaliti, Casari & Soria, 2015; Sartori, Zabaleta, Aguilar & López, 2013). 
Los factores de riesgo pueden ser predisponentes (vulnerabilidad biológica), 
precipitantes (experiencias de vida), mantenedores y agravantes (respuestas familiares, 
escolares o sociales, o las manifestaciones clínicas del individuo), o determinantes, que se 
refieren al protagonismo del sujeto al no asumir o no adaptarse a las situaciones 
perturbadoras (Orozco & Baldares, 2012). 
 
Comportamiento normal y patológico en la infancia. Consideraciones para su 
identificación 
Los aspectos que hay que considerar a la hora de valorar un comportamiento infantil como 
normal o patológico son los siguientes (Rutter, 2002; Lucio Gómez-Maqueo & Heredia y 
Ancona, 2014): 
 Evaluación del comportamiento en el contexto de desarrollo. Este aspecto hace 
referencia a que la infancia se caracteriza por la movilidad; esto conlleva que 
determinadas conductas sean normales en una determinada etapa y no en otra. Así 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
4 
 
es que las normas del desarrollo resultan un criterio básico para la evaluación del 
comportamiento infantil. 
 La edad cronológica del niño o la niña. Este aspecto se desprende del anterior, pues 
la delimitación de un problema en el niño dependerá de su edad cronológica. Por 
ejemplo, un profesional no va a considerar problemáticas la enuresis, la ansiedad 
ante los desconocidos o la separación de las figuras significativas, ni la incapacidad 
para leer, si estos se dan antes del segundo o tercer año de vida. Sin embargo, si 
alguno de los problemas señalados estuviesen presentes en la edad escolar, 
probablemente sean motivo de derivación para su evaluación. 
 El nivel de desarrollo cognitivo del niño o niña. Es fundamental tener en cuenta este 
aspecto, pues influye en la percepción, interpretación y valoración del 
comportamiento del niño por parte de los adultos. Por ejemplo, a los dos años en el 
niño aún no se encuentra presente, dentro del repertorio de comportamientos, la 
toma de perspectiva de los propios actos. Entonces, los comportamientos agresivos 
podrían no estar imbuidos de intencionalidad. 
 La valoración de los comportamientos de los niños es realizada por los adultos. La 
identificación de un problema o comportamiento como anormal es efectuada por los 
adultos, ya sean los padres, tutores o docentes que acompañan al niño. Son estos los 
que determinarán si lo que le está sucediendo al niño es motivo de intervención 
especializada. Esta interpretación que llevan a cabo los adultos la hacen en relación 
con determinadas normas. 
 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
5 
 
Ahora bien, hay criterios compartidos con la población adulta a la hora de la 
identificación de un problema. Estos criterios hacen referencia a individualizar aquellos 
comportamientos que son infrecuentes y que resultan dificultosos a nivel personal, familiar 
y social (Geiger & Crick, 2010). Los criterios diferenciales con dicha población están 
referidos a la valoración o juicio subjetivo de la problemática y a la pérdida de la autonomía 
(Jiménez Hernández, 1995). Este último criterio es relativoen la población infantil. 
Generalmente, la dependencia del niño respecto del adulto es un hecho, por lo que este 
criterio diferencial hace alusión a la suficiencia del sujeto, que en el niño es un proceso en 
construcción. 
Indicadores para la valoración de un comportamiento. Los síntomas en la infancia 
Los síntomas son señales de que el niño comunica y anuncian la existencia de un conflicto. 
Un mismo síntoma puede ser un signo aislado sin mayor significación o bien puede ocultar 
una patología seria (Rodríguez Sacristán, 1995). 
En el repertorio de comportamientos pueden encontrarse síntomas frecuentes o 
comunes, que serían aquellos que se repiten un mayor número de veces, no tienen un 
significado específico y suelen presentarse de forma aislada o bien pueden unirse a otros 
síntomas similares. Estos síntomas suelen aparecer y desaparecer y, a veces, suelen ser el 
primer signo de algún problema, ya sea de origen emocional o madurativo. La onicofagia, 
succionarse el pulgar, berrinches, mentiras y pequeños hurtos, son algunos de ellos. 
Rodríguez Sacristán (1995) caracteriza algunos síntomas como estrellas, pues tienen 
peso en sí mismos: angustia, tristeza y los comportamientos violentos e hiperactivos. 
También se detectan síntomas polisémicos, que son aquellos que tienen una relación de 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
6 
 
interdependencia y de sentido con una afinidad funcional que los hace asociarse con otras 
estructuras dinámicas, manteniendo su propia identidad, para componer estructuras 
psicopatológicas de mayor rango. Estos son: tristeza-depresión, angustia-ansiedad, déficits 
cognitivos, trastornos del comportamiento e hiperkinesias. 
La valoración de un comportamiento como normal o patológico dependerá de la 
frecuencia, duración e intensidad. Jiménez Hernández (1995) considera que al tener en 
cuenta estos tres aspectos, la valoración del comportamiento se realiza por exceso o por 
defecto. Los excesos comportamentales son definidos como cualquier comportamiento del 
niño o la niña cuya tasa de aparición, duración o intensidad exceda los patrones socialmente 
aceptados, deseabilidad o adecuación dentro de un contexto determinado. Los déficits se 
refieren a la ausencia de un comportamiento esperado. Igualmente, se habla de déficits en 
aquellos comportamientos aprendidos pero que no se realizan lo suficientemente bien o con 
la suficiente frecuencia y aquellos comportamientos de baja probabilidad de ocurrencia. De 
esta manera, un comportamiento patológico es aquel que se desvía de las normas sociales 
discretas y que ocurre con una frecuencia, duración e intensidad tales que los adultos que 
rodean al niño lo consideran como excesivo o insuficiente. 
Para ello se deben considerar dos criterios: el de desarrollo y el situacional (Ross, 
1980). Los criterios de desarrollo se refieren a cómo se espera que deba comportarse un 
niño a lo largo de los años. De esta manera, la mayoría, a una determinada edad y sexo, 
muestran un rango similar de comportamientos. Por ejemplo, la adquisición de la marcha, 
control de esfínteres o del lenguaje. Lo importante a considerar en este criterio es la edad y 
el grupo social de pertenencia del niño. Los criterios situacionales se aplican a 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
7 
 
comportamientos que se considerarían anormales en un determinado contexto, pero 
ajustados en otros. Para ello es necesario considerar las normas culturales, subculturales y 
las individuales. Las normas culturales hacen referencia a los diversos sistemas culturales. 
Las normas subculturales serían las variaciones dentro de una misma cultura, y también las 
normas de contextos específicos, como los escolares, familiares o personales. 
Con respecto a los criterios situacionales, la Psicología cultural ha hecho aportes 
valiosos a la evaluación psicológica infantojuvenil, entendiendo la cultura como 
modeladora de comportamientos. Es decir, el comportamiento no puede ser estudiado libre 
de contexto (Berry, 2006; Contini, 2008; Dasen & Mishra, 2000; Sam & Berry, 2010). 
Desde esta perspectiva, se pueden realizar dos niveles de análisis del comportamiento: 
general (etic) y particular (emic). La Psicología cultural ha planteado la necesidad de 
considerar las particularidades del entorno en el cual crece el niño (variables emic), al 
mismo tiempo que se propone identificar si existen algunos factores en el comportamiento 
que sean comunes en las diversas culturas (variables etic). Al conceptualizar la variable 
general, por ejemplo en el terreno de las habilidades cognitivas, se arribó a la conclusión de 
que las capacidades de recordar, generalizar, operar con abstracciones, razonar lógicamente 
y resolver problemas cognitivos serían etic; y que las variaciones en el desempeño se darían 
en un plano emic (Contini, 2000, 2007). 
 
Psicopatología del Desarrollo 
Teniendo en cuenta la importancia del desarrollo en la infancia, emergió una nueva 
disciplina, la Psicopatología del Desarrollo, con la finalidad de lograr la comprensión de las 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
8 
 
complejas relaciones entre el desarrollo y aquellos procesos que se alejan de este. La 
Psicopatología del Desarrollo puede ser entendida como una disciplina que brinda un marco 
desde el cual entender tanto el desarrollo normal como las desviaciones del 
comportamiento. Almonte (2003) la considera como el estudio de las organizaciones 
psicológicas que subyacen al comportamiento psicopatológico y cuyos objetivos son 
conocer las causas y los efectos de dicho comportamiento. Actualmente se la conceptualiza 
como un campo interdisciplinario en evolución que intenta elucidar el interjuego entre los 
aspectos biológicos, psicológicos y sociocontextuales del desarrollo normal y anormal a lo 
largo del ciclo vital (Achenbach, 2004; Samaniego, 2014). 
Como bien señala Berger (2007), el desarrollo es inevitable; en cada año de la vida 
se gana o se pierde algo, hay fenómenos que comienzan y otros que se interrumpen. Hace 
referencia a identificar las generalidades, las diferencias y poder describirlas de modo que 
simultáneamente distingan y unifiquen a todos los seres humanos. Otro concepto clave es el 
de cambio a través del tiempo; es decir, cómo cambian las personas y cómo siguen siendo 
las mismas. Continuidad y discontinuidad son palabras esenciales que describen los 
procesos de desarrollo. Se considera continuidad a las características estables a lo largo del 
tiempo (sin cambios) y discontinuidad a las características que pueden ser muy diferentes 
de las que se habían conseguido antes (cambiantes). Existen cinco principios que los 
científicos del desarrollo consideran imprescindibles a la hora de comprenderlo (Almonte, 
Montt & Correa, 2003; Ollendik & Hersen, 1993): 
1. Multidireccional. El cambio se produce en todas direcciones, no siempre es lineal. 
Ganancias y pérdidas, crecimiento predecible y transformaciones inesperadas son 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
9 
 
partes de la experiencia humana que se manifiestan a cualquier edad y en todas las 
formas del desarrollo. 
2. Multicontextual. La vida humana está incluida en numerosos contextos 
Multicultural. Reconocer la existencia de diversas culturas a nivel mundial como al 
interior de una misma cultura, referidas a costumbres, valores, tradiciones. 
3. Multidisciplinario. Aporte de numerosas disciplinas al entendimiento del desarrollo 
(neurociencias, biología, psicología, economía, antropología, etc.) 
4. Plasticidad. Cada individuo y sus características puedenalterarse en cualquier 
momento de la existencia. El cambio es continuo, no es producto del azar y es 
complejo. 
 
El estudio del desarrollo humano se centra en el abordaje del cambio, el cual es 
dinámico. Los psicólogos del desarrollo estudian en un recién nacido las fracciones de 
segundo, luego los meses y años. Cada aspecto de la vida es multidireccional. Aquí es 
importante considerar que los pequeños cambios pueden tener grandes efectos. Berger 
(2007) realiza la analogía con el efecto mariposa al que alude el proverbio chino “el aleteo 
de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”, o de un modo más simple “el 
aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo”. La idea es que, dadas unas condiciones 
iniciales en un sistema, la mínima variación puede provocar que dicho sistema evolucione 
de forma completamente diferente. Una pequeña variación o perturbación inicial, mediante 
un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerablemente grande a mediano 
o a corto plazo. También puede suceder lo contrario: grandes cambios pueden no tener 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
10 
 
efectos perceptibles, referidos a que un niño puede sobrevivir a experiencias traumáticas en 
la medida que su madre o padre estén cerca y le brinden apoyo. Un vínculo materno-filial 
saludable oficia de factor protector ante adversidades (pobreza, guerra, enfermedades) 
(Rosas Mundaca, Gallardo Rayo & Angulo Díaz, 2009). 
 
Las clasificaciones diagnósticas en psicopatología infantil 
Las clasificaciones son modos de organizar grandes cantidades de información. 
Diagnosticar significa, literalmente, distinguir o conocer aparte. Este término, en el ámbito 
de la Psicología se refiere a atribuir una categoría diagnóstica a un determinado cuadro, tal 
como se describe en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la 
Asociación Americana de Psiquiatría (DSM, APA) o en la Clasificación de las 
Enfermedades Mentales (CIE). Además, el término diagnóstico puede hacer referencia a 
una elaboración y a formulaciones diagnósticas, obtenidas mediante una evaluación 
psicológica. Según Achenbach y Edelbrock (1983) estos sistemas de clasificación 
nosográfica deben contribuir a la comprensión holística del caso en cuestión en dos formas: 
 
 El aporte del diagnóstico formal debiera consistir en vincular el patrón del problema 
manifestado por el individuo a unos patrones similares previamente identificados en 
otros individuos. Si la investigación ha demostrado la existencia de factores 
causales, respuestas al tratamiento o pronósticos comunes a los individuos que 
satisfacen los criterios de un diagnóstico formal particular, estos conocimientos 
deben incrementar y favorecer a nuevos miembros de esa clase diagnóstica. 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
11 
 
 El aporte de las formulaciones diagnósticas debiera consistir en integrar los detalles 
importantes del caso en los conocimientos suministrados por el diagnóstico formal, 
con el fin de optimizar las intervenciones terapéuticas. 
 
Por otro lado, se encuentran las clasificaciones dimensionales (Achenbach, 1991). 
Estas derivan de estudios empíricos de síntomas y signos. Estos estudios factoriales evalúan 
la tendencia de comportamientos específicos que se presentan agrupados en dimensiones 
del comportamiento. Esta propuesta se sustenta en una serie de técnicas de evaluación 
empírica que dan lugar a la clasificación. De esta manera, las clasificaciones dimensionales 
recorren un camino inverso del habitualmente realizado por los sistemas taxonómicos de 
mayor uso, como lo son los de la Asociación Americana de Psiquiatría (2002) y de la 
Organización Mundial de la Salud (2003); a estos sistemas se los denomina Top-Down 
(arriba-abajo) o diagnóstico basado en juicios de expertos. El enfoque Top-Down, o 
categorial nosográfico, contrasta con el propuesto por Achenbach, que supone una 
aproximación Botton-up (abajo-arriba), es decir, un diagnóstico basado empíricamente. La 
estrategia de evaluación implica la administración de test, el análisis estadístico y clínico de 
la información obtenida y a partir de allí, la construcción de taxonomías, diferentes de las 
empleadas por la Asociación Americana de Psiquiatría y por la Organización Mundial de la 
Salud, basadas en el análisis empírico de la presencia y covariación de alteraciones de 
comportamiento y emociones. Esta propuesta presenta como novedad que las tasas, cuadros 
o síndromes se fundamentan en hallazgos empíricos. 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
12 
 
En la actualidad, esta taxonomía dimensional goza de gran prestigio en la 
comunidad científica. Achenbach & Edelbrock (1978) la elaboraron a partir del análisis 
factorial de los ítems de problemas de conducta del Cuestionario de Comportamiento en 
Niños (CBCL). La fiabilidad y validez de este cuestionario ha sido ampliamente 
demostrada y estudiada (Achenbach, 1966; Achenbach & Edelbrock, 1983). En el apartado 
2.7 de esta tesis, “Problemas de comportamiento. Diagnóstico y clasificación”, se exponen 
resultados de investigaciones realizadas con este instrumento. Achenbach (1991) revisó el 
instrumento diseñado por él (CBCL) teniendo en cuenta la información de diferentes 
fuentes (padres, el propio niño y el maestro). Esta característica –la necesidad de 
multiinformantes– confiere al instrumento una amplia utilidad clínica y de investigación. 
Desde un punto de vista psicométrico, las dimensiones resultantes del primer 
análisis factorial son las escalas de banda estrecha, y los resultados de los análisis de 
segundo orden son las escalas denominadas de banda ancha. Estas últimas representan dos 
tipos de síndromes: unos de problemas internalizantes y otros externalizantes. Los 
problemas internalizantes son comportamientos con contenido emocional y expresan un 
modo desadaptativo de resolver conflictos, en el sentido de que la expresión de ellos es de 
orden interno (inhibición, alteraciones en el pensamiento, en el desarrollo y en la 
autonomía, retraimiento, depresión y ansiedad). Los problemas externalizantes son 
comportamientos asociados a la expresión de conflictos emocionales hacia afuera, es decir, 
exteriorización de la agresión o descarga impulsiva (Achenbach, 2008). De esta manera, la 
dimensión internalizante implica síntomas de angustia, depresión y estados alterados de 
ánimo. La dimensión externalizante está relacionada con síntomas de agresividad, déficit de 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
13 
 
atención, hiperactividad y conducta desorganizada. Los primeros en emplear este sistema 
fueron Ackerson (1942) y Hewitt y Jenkins (1946). Estos modelos, desarrollados 
empíricamente, se construyen a través de análisis estadísticos multivariados y de estudios 
de correlaciones para detectar agrupaciones de síntomas que covarían. Existen distintas 
formas de análisis multivariados, como los análisis de cluster, que son agrupaciones de 
ítems que se excluyen mutuamente. Otro método es el análisis factorial, el cual, a diferencia 
del anterior, permite que un mismo ítem o síntoma pueda formar parte de un síndrome 
(Achenbach & Edelbrock, 1983, 1986; Achenbach et al., 1987; Quay, 1986; Vázquez & 
Samaniego, 2014). Los sistemas dimensionales proporcionan, a través del análisis factorial, 
taxonomías de prototipos o características que tienden a ocurrir conjuntamente. En la tabla 
2 se recogen las dimensiones del perfil elaborado por Achenbach & Rescorla (2001). 
 
Sistema categorial vs. sistema dimensional 
El sistema de evaluación multiaxial deAchenbach (ASEBA) está centrado en la valoración 
de problemas de comportamiento y emocionales en niños y adolescentes. Actualmente, el 
sistema ASEBA se ha traducido a más de ochenta y cinco idiomas, aunque no todas las 
formas están disponibles en todas las lenguas. Los formularios que componen el sistema 
ASEBA fueron elaborados a partir del enfoque psicométrico-dimensional. Los distintos 
ítems han sido sometidos a análisis de componentes principales, con el fin de identificar 
grupos de problemas que tienden a coexistir. Los ocho síndromes resultantes son: 
ansiedad/depresión, aislamiento, quejas somáticas, problemas sociales, problemas de 
pensamiento, problemas de atención, conducta de romper normas y conducta agresiva. Los 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
14 
 
análisis factoriales de segundo orden sobre los ocho síndromes ponen de manifiesto dos 
agrupaciones que establecen diferencias entre problemas internalizantes y problemas 
externalizantes, como puede observarse en la tabla 2. 
Achenbach y Rescorla (2007) señalan que la preocupación de los profesionales está 
puesta en aquellos niños cuyo curso del desarrollo no es el esperable. Durante las últimas 
décadas, los esfuerzos de los psicólogos han estado centrados en identificar a aquellos niños 
que presentan problemas emocionales y de comportamiento. La investigación multicultural 
puede contribuir a la comprensión del curso del desarrollo y de la identificación de los 
problemas de conducta, sus semejanzas y diferencias entre las culturas (Achenbach et al., 
2008). 
Síntesis 
Se ha hecho referencia a la salud mental y a la psicopatología infantil. Se abordaron los 
factores protectores y de riesgo, considerando aspectos conceptuales fundamentales. Se ha 
hecho foco en la importancia de identificar comportamientos propios del desarrollo para 
poder diferenciarlos de los psicopatológicos. Para determinar la normalidad o anormalidad 
psicológica infantojuvenil es necesario utilizar, además de los criterios habituales 
(estadístico, social, axiológico) el criterio de normalidad del desarrollo. 
Se han considerado los síntomas en la infancia como señales que comunican y que 
pueden ser un signo aislado sin mayor significación o bien pueden ocultar una patología 
seria. 
Otro concepto fundamental tratado en este capítulo fue el de Psicopatología del 
Desarrollo, que representa un paradigma que brinda un marco desde el cual entender tanto 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
15 
 
el desarrollo normal como las psicopatológicas. Es un campo interdisciplinario en 
evolución que intenta dilucidar el interjuego entre los aspectos biológicos, psicológicos y 
sociocontextuales del desarrollo normal y anormal a lo largo del ciclo vital (Samaniego, 
2014). 
Con respecto a las clasificaciones en Psicopatología infantil, se ha trabajado con los 
diferentes criterios diagnósticos de uso internacional, diferenciando las clasificaciones 
categoriales y las dimensionales. Con respecto a estas últimas, se han puntualizado los 
conceptos más sobresalientes de ella, los problemas internalizantes y externalizantes del 
comportamiento. 
 
 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
16 
 
Referencias Bibliográficas 
Achenbach, T. & Edelbrock, (1983). Multicultural assessment of child and adolescent 
psychopathology with ASEBA and SDQ instruments: research findings, applications, 
and future directions. Journal of Child Psychology and Psychiatry. 49( 3), 251-275. 
Achenbach, T. & Edelbrock, (1983). Multicultural assessment of child and adolescent 
psychopathology with ASEBA and SDQ instruments: research findings, applications, 
and future directions. Journal of Child Psychology and Psychiatry. 49( 3), 251-275. 
Achenbach, T. & Edelbrock, (1986). Manual for the Youth Self-Report and Profile. 
Burlington: University of Vermont Department of Psychiatry. 
Achenbach, T. & Edelbrock, C. (1978). The classification of child psychopahology: A 
review and análisis of empirical efforts. Psychological Bulletin, 85, 1275-1301. 
Achenbach, T. & Rescorla, L. (2001). Manual for the ASEBA School- Age Forms & 
Profiles. Burlington, VT: University of Vermont, Research Center for Children, Youth, 
& families. 
Achenbach, T. & Rescorla, L. (2007). Multicultural Supplement to the Manual for the 
ASEBA School-Age Profiles. Burlington, VT: University of Vermont Research Center 
for Children Youth & Families. 
Achenbach, T. (1966). The classification of children’s psychiatric syntoms: A factor-
analitic study. Psychological Monographs, 80, 1-37. 
Achenbach, T. (1991). Manual for the Child Behavior Checklist/ 4-18 and 1991 Profile. 
Burlington, VT: University of Vermont, Department of Psychiatry. 
Achenbach, T. (2004). Cross-cultural perspectives and applications. In Gielden, V. & 
Roopnarine, J. (Ed). Chilhood and adolescence. Santa Clara, Calilfornia: Praeger 
Publishers 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
17 
 
Achenbach, T. (2008). Assessment, diagnosis, nosology and taxonomy of child and 
adolescent psychopathology. In Hersen & Gross (Eds.) Handbook of clinical 
psychology, New York: John Wiley & Sons Inc. 
Ackerson, F. (1942). Children´s behavior problems. Chicago. University of Chicago Press. 
Almonte C, Montt M. y Correa A. (2003). Psicopatología Infantil y de la adolescencia. 
Santiago: Mediterráneo. 
Asociación Americana de Psiquiatría (2002). Manual diagnóstico y estadístico de los 
trastornos mentales. Texto revisado. (4ª Ed.). Barcelona: Masson. 
Berger, K. (2007). Psicología del desarrollo. Infancia y Adolescencia. Madrid: 
Panamericana. 
Berry, J. (2006). Acculturative Stress. In Handbook multicultural perspectives on stress and 
coping. US: Srpinger, 287-298. 
Bowlby, J. (1980). La pérdida afectiva. Tristeza y depresión. Bs. As.: Paidós. 
Contini, N. (2000). Inteligencia Infanto juvenil desde un enfoque transcultural. Serie Tesis. 
Secretaría de Posgrado Universidad Nacional de Tucumán. 
Contini, N. (2007). Perspectivas en evaluación psicológica infanto-juvenil. Teoría y 
práctica. Tucumán: EDUNT. 
Contini, N. (2008). Las habilidades sociales en la adolescencia temprana. Perspectivas 
desde la Psicología Positiva [Versión electrónica], Psicodebate. Psicología, cultura y 
Sociedad, 9, 45-63. 
Dasen, P. & Mishra, R. (2000). Cross-cultural views on human development in the third 
millennium. International Journal of Behavioral Development, 24 (4), 428-434. 
Geiger, T. & Crick, N. (2010). Developmental pathways to personality disorders. 
Vulnerability to psychopathology: risk across the lifespan. In I. Rick (ed.) 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
18 
 
Vulnerability to psychopathology: risk across the lifespan, pp.57-108. New York: 
Guilford Press. 
Heredia y Ancona, M. (2014). Influencia del contexto familiar y social en el desarrollo del 
niño y sus alteraciones. En E. Lucio Gómez-Maqueo y M. Heredia y Ancona (2014). 
Psicopatología. Riesgo y tratamiento de los problemas infantiles. (pp. 27-48). México: 
El Manual Moderno. 
Hewitt, L & Jenkins, R. (1946). Fundamental patterns of maladjustment: The dynamics of 
their origin. Springfield: State of Illinois. 
Jiménez Hernández, M. (1995). Psicopatología infantil. Málaga: Aljibe. 
Morelato, G., Giménez, S., Vitaliti, J. Casari, L., y Soria, G. (2015). Análisis de factores 
protectores en el abordaje del maltrato infantil desde la mirada clínica. Enseñanza e 
Investigación en Psicología, 20 (1), 88-95. 
Moya, J., Sierra, P., del Valle, C. y Carrasco,M. (2015). Efectos del apego seguro y el 
riesgo psicosocial en los problemas infantiles interiorizados y exteriorizados. 
Tendencias pedagógicas, 26, 163-178. 
Ollendick, T. y Hersen, M. (1993). Psicopatología infantil. Barcelona: Martínez Roca. 
Organización Mundial de la Salud. (2003). Clasificación multiaxial de los trastornos 
psiquiátricos en niños y adolescentes. España: Médica-Panamericana. 
Orozco, W. y Baldares, M. (2012). Trastornos de ansiedad: revisión dirigida para atención 
primaria. Revista Médica de Costa Crica y Centroamérica, 69 (604), 497-507. 
Quay, H. (1986). Classification. En H. Quay & J. Weery (Eds.), Psychopathological 
disorders of childhood (pp.1-34). New York: Plenum. 
Real Academia Española (2001). Diccionario de la Lengua Española. Espasa Calpe: 
México. 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
19 
 
Rodríguez Sacristán, J. (1998). Psicopatología del niño y del adolescente. España: 
Universidad de Sevilla. 
Roos, A. (1980). Psychological disorders of children: A behavioral approach to theory, 
research, and therapy. (2a. Ed). Nueva York: McGrawHill. 
Rosas Mundaca, M., Gallardo Rayo, I y Ángulo Díaz, P. (2009). Factores que influyen en 
el apego y la adaptación de los niños adoptados. Revista de Psicología de la 
Universidad de Chile, IX (1), 145-159. 
Rutter, M. (2002). Nature, Nurture and Development: From Evangelism through Science 
toward Policy and Practice, Child development, 73(1), 1-21. 
Sam, D & Berry, J. (2010). Acculturation when individuals and groups of different 
 cultural backgrounds meet. Journal of cross-cultural psychology, 5,4, 472-481. 
Samaniego, C. (2014). La perspectiva de la Psicopatología del desarrollo y la propuesta de 
cambio hacia una visión dimensional en psicopatología de la infancia. Simposio 
Nuevas perspectivas en el abordaje de problemáticas psicosociales infanto-juveniles. 
XXVII Congreso Nacional de Psicodiagnóstico XXV Jornadas Nacionales de 
Psicodiagnóstico. Articulaciones interdisciplinarias, 18, 19 y 20 de septiembre de 2014, 
Mar del Plata, Argentina. 
Sartori, M., Zabaletta, V., Aguilar, M. y López, M. (2013). Variables psicológicas troncales 
en el desarrollo de habilidades sociales: estudio diferencial en niñas y adolescentes con 
diagnóstico de Síndrome de Turner. Revista Chilena de Neuropsicología, 8 (2), 31-34. 
Vázquez, N. y Samaniego, C. (2014). El Child Behavior Checklist para niños en edad 
preescolar (CBCL 1½-5): Su estandarización en población urbana de Argentina. VI 
Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXI 
Jornadas de Investigación. Décimo Encuentro de Investigadores en Psicología del 
MERCOSUR. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. 
Facultad de Psicología 
PPS En Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infantojuvenil 
Prof. Dra. Paola Coronel 
Año: 2018 
 
 
20 
 
Viola, L., Garrido, G. y Varela, A. (2008). Estudio epidemiológico de la salud mental de 
los niños uruguayos. Clínica de Psiquiatría pediátrica. Facultad de Medicina, 
Universidad de la República de Uruguay.

Continuar navegando