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Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas Una gran cantidad de enfermedades reumáticas pro- duce manifestaciones pulmonares diversas. Es el caso de la artritis reumatoide (AR), lupus eritematoso sisté- mico (LES), esclerosis sistémica (ES), miopatías infl ama- torias idiopáticas (MII) y síndrome de Sjögren primario (SSP). A continuación se describen las manifestaciones del intersticio pulmonar de las enfermedades reumáti- cas y, en virtud de su importancia, otras manifestacio- nes respiratorias de los padecimientos reumáticos, su abordaje diagnóstico y terapéutico, así como la deno- minada enfermedad del tejido conjuntivo de predomi- nio pulmonar. ARTRITIS REUMATOIDE La AR puede afectar diversos puntos del sistema respi- ratorio, desde la vía respiratoria hasta el intersticio pul- monar. El cuadro 23-1 menciona las manifestaciones respiratorias de la AR en diferentes áreas. ENFERMEDAD PULMONAR INTERSTICIAL RELACIONADA CON LA ARTRITIS REUMATOIDE La AR es una enfermedad infl amatoria de las articula- ciones diartrodiales con la capacidad de producir ma- nifestaciones sistémicas que causan peor pronóstico y gravedad de la alteración. De los signos sistémicos destaca la enfermedad pulmonar intersticial relaciona- da con la AR (EPI-AR) por lo difícil de su valoración clínica, frecuencia, gravedad y sobre todo porque no existe un tratamiento uniforme. La EPI-AR se distingue por la presencia de disnea, tos seca, un patrón restric- tivo en las pruebas de la mecánica pulmonar, una dis- minución capacidad de fusión de gases y afección del intersticio pulmonar en la tomografía de tórax de alta resolución. En clínica se manifi esta con disnea y es- tertores según sea el grado de extensión de la lesión pulmonar. En los casos graves puede haber acropa- quias. Se ha considerado que la incidencia acumulada de la EPI-AR se aproxima a 7% y que puede aparecer dentro de los primeros tres años desde el inicio de la enfermedad. En algunas ocasiones, la AR puede aparecer con las manifestaciones pulmonares. Es probable que lo anterior sólo identifi que a los casos más graves del trastorno y que la incidencia real sea mayor. Los facto- res de riesgo para que un paciente con AR presente una EPI son la presencia de anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados, mayor actividad de la AR, enfer- medad articular erosiva, mayor edad al diagnóstico y tabaquismo. La EPI-AR es una causa importante de muerte en los pacientes con AR. En la valoración de cohortes de AR de inicio reciente se ha documentado un aumento de la mortalidad esperada en los pacien- tes con AR por fi brosis pulmonar dentro de los prime- ros siete años de evolución de la AR. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 23)322 FISIOPATOLOGÍA DE LA ARTRITIS REUMATOIDE Y SU PROBABLE ORIGEN PULMONAR El modelo fi siopatológico más probable de la AR po- sitiva a anticuerpos antipéptidos cíclicos citrulinados o factor reumatoide señala que, en sujetos con una base genética, los alelos HLA DRB1 con epítopo comparti- do, una secuencia de aminoácidos en la región α heli- coidal de la cadena β del sitio de unión al antígeno, les permite unirse y presentar a linfocitos T CD4+ epíto- pos citrulinados. La citrulinización es un proceso pos- terior a la traducción que consiste en la deiminación de arginina a citrulina, mediante la acción de la peptidil arginina deiminasa (PAD). En apariencia, un proceso infl amatorio pulmonar, como el desencadenado por el tabaquismo, único fac- tor de riesgo ambiental relacionado con claridad con la AR, podría incrementar la actividad de la PAD, lo que provocaría un aumento de los antígenos citrulinados pulmonares. Esto tarde o temprano daría lugar a que las células presentadoras de antígenos, en un ambiente proin- flamatorio, presentaran péptidos citrulinados a las células T CD4+, lo que desencadenaría un proceso autoinmunitario que se expresa en clínica como AR positiva a factor reumatoide o anticuerpos contra péptidos cíclicos citrulinados. Es interesante notar que, en estudios de pacientes con AR de inicio recien- te y sin tratamiento para la AR, se ha documentado la presencia de alteraciones en el parénquima pulmonar hasta en un 67% de los sujetos evaluados, además de la presencia de proteínas citrulinadas en el lavado bronquioloalveolar (LBA). Es probable que un grupo de pacientes, aquéllos con mayor gravedad de la en- fermedad, también desarrollen un proceso infl amato- rio pulmonar, con similitudes a las observadas en las articulaciones. Para sustentar esto se han encontrado grados ele- vados de TNF-α en el lavado bronquioloalveolar (LBA) de pacientes con EPI-AR, además de que la actividad de la AR parece correlacionarse con el daño pulmonar. PATRÓN TOMOGRÁFICO E HISTOLÓGICO DE DAÑO INTERSTICIAL EN LA EPID-AR En la EPI-AR se han descrito diferentes patrones de daño intersticial al valorarse por tomografía torácica de alta resolución (TCAR): a) patrón semejante a neumo- nía intersticial usual, b) patrón semejante a neumonía intersticial no específi ca, c) patrón semejante a bron- quiolitis, d) patrón de neumonía organizada, e) patrón semejante a neumonía linfoidea y f) patrón semejante a neumonía descamativa. En la experiencia de los au- tores y la de otros especialistas, es común identifi car patrones superpuestos, algo que se ha denominado patrón indeterminado y se ha descrito como la mezcla de un patrón semejante a neumonía intersticial no es- pecífi ca y neumonía intersticial usual, sin que exista un predominio de uno sobre otro. Al parecer, los patrones tomográfi cos se correlacionan de manera adecuada con los hallazgos histológicos. En cuanto a los patrones histológicos descritos en la EPI-AR, se ha señalado que son consistentes con los patrones histológicos de patrón usual, neumonía no específi ca, neumonía organizada, neumonía descama- Cuadro 23―1. Manifestaciones pulmonares de la artritis reumatoide Daño del parénquima pulmonar Daño a la vía respiratoria Daño pleural Neumonía intersticial usual Bronquiectasias Pleuritis Neumonía intersticial no específi ca Bronquiolitis constrictiva Neumonía organizada Bronquiolitis folicular Daño alveolar difuso (exacerbación aguda) Cricoaritenoiditis (obstrucción de la vía respiratoria superior) Neumonía intersticial descamativa Neumonía intersticial con patrón indeterminado Nódulos reumatoides (síndrome de Caplan) En este cuadro se muestran las diferentes formas y sitios de alteración pulmonar de afección por artritis reumatoide. http://booksmedicos.org Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas 323 tiva y enfermedad bronquiolar. También existe el equi- valente a un patrón no clasifi cable desde el punto de vista histológico. Algunos autores proponen que existe una adecuada concordancia entre los hallazgos tomo- gráfi cos y los histológicos. El patrón tomográfi co más frecuente informado en la EPI-AR es el semejante a daño usual. Es proba- ble que existan diferencias con respecto a la pobla- ción estudiada, de acuerdo con el perfi l de referencia que tenga el centro encargado de atención de los pacientes. Por ejemplo, en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), el patrón más fre- cuente es el no específi co. Además, es común encon- trar patrones infl amatorios como neumonía linfoidea o patrones indeterminados con características infl a- matorias. Se ha descrito que el patrón de neumonía usual es el de peor pronóstico, tanto como el de la fi brosis pulmonar idiopática. Sin embargo, es probable que sea la extensión de la lesión pulmonar (tanto fi brosis como infl amación), evaluada por medio de TCAR, la que en realidad defi ne el pronóstico, más que el pa- trón de daño usual o no. CURSO DE LA EPI-AR, CORRELACIÓN CON LA ACTIVIDAD DE LA ENFERMEDAD Y COMPLICACIONES La EPI tiene una estrecha correlación con la actividad de la enfermedad. En estudios realizados en el INER se ha logradodocumentar que cuanta más alta sea la actividad de la AR, mayor es la presencia de lesiones en vidrio despulido o condensación en la TACR. De la misma manera, el porcentaje de linfocitos encontrados en el lavado bronquioloalveolar aumenta con mayores puntajes de actividad de la enfermedad. En la expe- riencia de los autores, la progresión de la enfermedad pulmonar se observa en pacientes que tienen de forma persistente actividad de la AR. Los enfermos con EPI-AR muestran una elevada incidencia de exacerbaciones agudas (aumento de la disnea en un periodo menor de 30 días, presencia de nuevos infi ltrados pulmonares en los estudios de ima- gen, una disminución ≥ 10 mm Hg de la PaO2 del valor previo y ausencia de un agente infeccioso y una alte- ración cardiovascular o embólica que explique estos síntomas). Algunos cálculos los ponen en mayor riesgo aun que los pacientes con FPI. El pronóstico de los indivi- duos que presentan una exacerbación aguda es omi- noso, con una mortalidad mayor de 50%. FUNCIÓN DE DIVERSOS FÁRMACOS EN RELACIÓN CON EL DAÑO INTERSTICIAL PULMONAR Se ha señalado que casi todos los fármacos modifi ca- dores de la enfermedad, sean tradicionales o los nue- vos compuestos biológicos, producen daño pulmonar intersticial, en especial el metotrexato que es la piedra angular del tratamiento de la AR. Sin embargo, esta relación debe objetarse. Todos los factores de riesgo relacionados con enfermedad pulmonar intersticial di- fusa (EPID) en AR son elementos de gravedad de la enfermedad o actividad de ésta. Hasta el momento se ha descrito que la actividad de la AR se relaciona con el daño pulmonar y que al tratar la actividad de la AR los pacientes presentan mejoría de la EPID o al me- nos estabilidad de los síntomas. Por otra parte, existen grandes estudios epidemiológicos que han valorado el nexo entre la incidencia de complicaciones pulmonares graves y los fármacos modifi cadores de la enfermedad (FARMES) tradicionales y biológicos; en estos estudios no se ha encontrado relación alguna. Un metaanálisis reciente informó que la incidencia de daño pulmonar en los pacientes tratados con metotrexato y AR es casi nula y, en realidad, los casos informados en esos estu- dios carecen de criterios estrictos de diagnóstico. Es curioso que, en el caso de la EPI-AR y los fármacos, la comunidad médica conceda más peso a informes o series de caso con graves defi ciencias metodológicas en su diseño que a estudios de cohorte o metaanálisis que registran resultados diferentes a la percepción de que los fármacos participan con la EPID en la AR. TRATAMIENTO DE LA EPI-AR La información sobre el tratamiento de la EPI-AR es escasa y se basa en la experiencia de expertos. Hasta ahora no se conocen estudios clínicos y sólo se han publicado algunos análisis observacionales. Sin embar- go, existe una serie de recomendaciones que no debe soslayarse. Debido a que se han publicado estudios clínicos en la EPI secundaria a esclerodermia, es común tratar de inferir que la ciclofosfamida es efi caz en el trata- miento de la EPI-AR, pero es un error. La fi siopatología de la esclerodermia y la AR es muy diferente. La ciclo- fosfamida tiene un perfi l de toxicidad alto y no se reco- mienda para el tratamiento de la AR. Los pacientes con EPI-AR en el INER reciben atención de la siguiente ma- nera. En primer lugar tienen una valoración conjunta http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 23)324 por parte de los neumólogos y reumatólogos; se inten- ta clasifi car el daño pulmonar de acuerdo con el patrón documentado en la tomografía de alta resolución de tórax y se excluyen otras causas posibles de lesión pul- monar. Si el diagnóstico de consenso es el de EPID-AR y hay evidencia tomográfi ca de un proceso infl amatorio pulmonar, se inicia tratamiento con corticosteroides, casi siempre a dosis altas equivalentes a 1 mg/kg, con un esquema de reducción y FARMES, por lo general metotrexato. En cada consulta se realiza una medición del puntaje de actividad de la AR (CDAI o SDAI) y se ajustan las dosis de los FARMES de acuerdo con los puntajes de actividad de la AR, con base en las reco- mendaciones del control de la AR con metodología de tratamiento por objetivos. Los pacientes reciben segui- miento con pruebas de la mecánica pulmonar y difu- sión de monóxido de carbono al menos cada seis meses y se indican nuevas tomografías de alta resolución al año de iniciar el tratamiento y después, de acuerdo con la necesidad clínica. Una buena cantidad de los pacien- tes tiene esquema combinado con metotrexato y lefl u- nomida. Con esta forma terapéutica se ha documentado una mejoría en las pruebas de mecánica pulmonar en aquellos pacientes que tienen lesiones infl amatorias en la tomografía de tórax en la valoración basal y menos lesiones de tipo fi brótico (fi gura 23-1). Algunos autores sugieren que el ácido micofenóli- co es útil en el tratamiento de la EPI-AR, pero no exis- ten estudios clínicos que demuestren que sea seguro y efi caz para el control de la AR y el estudio que sugiere que puede ser útil en el tratamiento de la EPI-AR es un protocolo de un grupo de pacientes con diversas en- fermedades reumatológicas con EPI en el que sólo 18 pacientes de los 125 evaluados tenían AR, por lo que no pueden inferirse conclusiones sólidas. NÓDULOS REUMATOIDES Y SÍNDROME DE CAPLAN Los nódulos reumatoides pueden aparecer en el parén- quima pulmonar. Tienen la misma apariencia histológi- Figura 23―1. A) TCAR basal que muestra imágenes de vidrio despulido de distribución bilateral y difusa, nódulos centrolobulillares mal defi nidos y un patrón de atenuación en mosaico. B) TCAR 16 meses después que muestra remisión de las imágenes previas después de recibir tratamiento a base de corticosteroides y metotrexato. A A A B B B http://booksmedicos.org Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas 325 ca que los nódulos reumatoides periféricos y forman granulomas con células epiteloides en empalizada, en derredor de un centro necrótico junto con la presencia de macrófagos, linfocitos y células plasmáticas. El reto diagnóstico es el de diferenciar estos granulomas de neoplasias o procesos infecciosos. La recomendación es no escatimar en biopsias por cualquier medio, ya sea aspiración con aguja fi na, broncoscopia o toracos- copia. Los nódulos pueden cavitarse en ocasiones y producir neumotórax y fístulas bronquiopleurales. En 1953, Caplan describió la presencia de múltiples nó- dulos pulmonares en sujetos con AR y neumoconiosis (fi gura 23-2). La exposición como causa puede ser de carbón, sílice, asbesto o cualquier polvo inorgánico. El estudio histológico puede revelar la presencia de par- tículas inorgánicas. DAÑO DE LA VÍA RESPIRATORIA La enfermedad de la vía respiratoria es muy variada y puede afectar la calidad de vida de los pacientes de forma muy notoria. Existen dos patrones lesivos en los bronquiolos: la bronquiolitis folicular y la bronquiolitis constrictiva. La defi nición de ambas entidades no se ha uniformado, si bien se ha descrito que la bronquiolitis folicular se distingue por la presencia de un infi ltrado infl amatorio con células mononucleares en los bron- quios. En el caso de la bronquiolitis constrictiva, hay un infi ltrado fi brótico peribronquiolar, muchas veces sin infi ltrado infl amatorio. En este caso no hay respuesta a broncodilatadores y la obstrucción a la vía respiratoria es permanente. La tomografía de tórax de alta reso- lución muestra una perfusión en mosaico, consistente con atrapamiento aéreo (fi gura 23-3). El control de es- tos pacientes es difícil; en el INER las medidas incluyen FARME con base en la metodología de tratamiento por objetivos para controlar la actividad de la AR del modo más estricto posible. Si bien tienen mejor pronóstico en cuanto a la supervivencia en comparación con los pacientes con EPI-AR, los sujetos con afección dela vía respiratoria pequeña tienen muy afectada su cali- dad de vida. Además de la bronquiolitis, los individuos pueden presentar bronquiectasias. Los síntomas rela- cionados con éstos son escasos o bien se relacionan con otros procesos como enfermedad intersticial. Existe la descripción de cricoaritenoiditis, que re- sulta de la infl amación de la sinovia de la articulación cricoaritenoidea. Cuando es bilateral puede ocasionar obstrucción de la vía respiratoria superior que compro- meta la vida. En el tratamiento, además del control de la AR, debe considerarse la opción quirúrgica para re- solver el problema de la vía respiratoria. Esta manifes- tación se describe en pacientes con AR de larga y complicada evolución. ENFERMEDAD PLEURAL EN LA AR Por lo regular se menciona que la enfermedad pleural es frecuente en la AR, aunque en la experiencia acu- mulada en el INER la enfermedad pleural es muy rara: en los últimos nueve años sólo se ha atendido a tres pacientes con derrame pleural secundario a la AR. Sin Figura 23―2. Ejemplo de múltiples nódulos pulmonares; en el estudio histológico se demostró la presencia de antracosis y nódulos granulomatosos con centro necrótico, rodeados de células epitelioides en empalizada. Figura 23―3. Imagen de TCAR torácica en espiración, en el plano de la carina, en la que se observa ima- gen en perfusión en mosaico, consistente con atrapamiento aéreo en una paciente con artritis reumatoide. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 23)326 embargo, los sujetos con derrame pleural por AR siem- pre han representado un reto clínico considerable. Se menciona que la mayoría de los derrames pleurales es asintomática, pequeña y unilateral. El derrame pleural es de tipo exudado, con cifras muy bajas de gluco- sa (<30 mg/dL) y puede tener títulos altos de factor reumatoide. Es muy importante hacer la diferenciación con procesos infecciosos o neoplásicos. En la experien- cia de los autores, no siempre existe una correlación clara con la actividad de la AR; pese a ello, el trata- miento debe controlar el padecimiento de base con fármacos modifi cadores de la enfermedad, administra- ción juiciosa de corticosteroides, en ocasiones a dosis de 0.5 mg/kg, y considerar el tratamiento quirúrgico. ESCLEROSIS SISTÉMICA ENFERMEDAD PULMONAR INTERSTICIAL DIFUSA RELACIONADA CON ESCLEROSIS SISTÉMICA La esclerosis sistémica (ES) es una enfermedad que afecta a la microvasculatura (daño endotelial) y tejido conjuntivo (daño epitelial) y se relaciona con un proce- so autoinmunitario (presencia de autoanticuerpos). La ES tiene al endurecimiento de la piel (esclerodermia) como signo distintivo y al grado del daño de los diver- sos órganos afectados como el principal determinante del pronóstico. El uso de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina permitió reducir la mor- talidad relacionada con las crisis renales, lo que modi- fi có las causas de mortalidad en la ES. En la actualidad, la enfermedad pulmonar intersticial difusa (EPID) y la hipertensión pulmonar (HP) son las principales causas de morbimortalidad en pacientes con ES. EPIDEMIOLOGÍA De acuerdo con la serie publicada particular, la EPID se presenta en 40 a 84% de los pacientes con ES. Ésta es una enfermedad en la que existe notable varia- ción étnica, lo que podría explicar esta variabilidad. La EPID es grave al momento del diagnóstico en el 16% de los casos. La variedad de esclerodermia que tiene mayor riesgo de EPID es la esclerosis sistémica cutánea difusa (ESCD), en la que alrededor del 53% de los pacientes la presenta. En la esclerosis sistémica cutánea limitada (ESCL), el 35% de los pacientes tiene EPID. También puede observarse en personas con es- clerosis sistémica sin esclerodermia (ESSE). Uno de los principales factores de riesgo relacionados con daño pulmonar es la presencia de anticuerpos anti-DNA topoisomerasa I (anti-Scl-70), vistos en el 70% de los individuos con ESCD y en 13% de los enfermos con ESCL; también se han descrito como factores de ries- go el origen afroamericano y las afectaciones cutánea extensa y cardiaca. FISIOPATOLOGÍA La afectación intersticial en ES depende de una inte- racción de mecanismos autoinmunitarios, infl amación y lesión vascular. Se cree que la lesión del epitelio al- veolar o endotelio del capilar pulmonar precede a la infl amación y fi brosis, si bien los mecanismos por los cuales se perpetúa la progresión de la fi brosis no se conocen con precisión. Un número de mediadores extracelulares proinfl amatorios y profi bróticos se han referido en la patogenia de la EPID en ES (fi gura 23-4). Estos mediadores incluyen quimiocinas, citocinas, fac- tores de crecimiento, lípidos y prostanoides. El media- dor principal de fi brosis es la citocina multifuncional conocida como factor de crecimiento transformador beta (TGF-β) que, junto con el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), la endotelina 1 y otras citosinas, podría intervenir en la génesis de la ES. Las vías de señalización intracelular activadas por TGF-β y otros mediadores profi bróticos son un blanco racional de nuevos compuestos terapéuticos. CUADRO CLÍNICO Debido a la elevada morbilidad y mortalidad relaciona- das con la EPID, se debe tener una gran sospecha clí- nica. Los pacientes pueden estar asintomáticos y sólo presentar estertores crepitantes inspiratorios subesca- pulares e imágenes sugestivas de afección intersticial en la radiografía del tórax. Los síntomas que acompa- ñan a la EPID son: disnea de esfuerzo, tos seca, fatiga y, menos a menudo, dolor torácico. En pacientes con ESCD se necesita atención en los primeros tres años desde el inicio de la enfermedad, ya que son los más importantes en la lesión orgánica y la progresión; es probable que este periodo sea el más susceptible de modifi car la evolución con un trata- miento médico. Los sujetos con ESCL no tienen este http://booksmedicos.org Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas 327 periodo inicial de rápida progresión. En el caso de los individuos con ESSE, la primera manifestación puede ser la respiratoria. En este caso, el reto es sospechar la ESSE como causa de la EPID, por lo que todo paciente con EPID debe valorarse al menos con anticuerpos an- tinucleares y capilaroscopia para buscar ESSE. DIAGNÓSTICO El diagnóstico de ES es un reto durante la fase inicial del padecimiento. Los criterios de clasifi cación actual de la ACR/EULAR 2013 tienen como objetivo principal incluir a pacientes en estudios de investigación, aun- que pueden ser de utilidad para diferenciar de otras entidades que cursan con esclerosis cutánea. La sen- sibilidad y especifi cidad es de 91 y 92%, respectiva- mente. Existe una propuesta de criterios diagnósticos de ES de inicio reciente en espera de validación. La determinación de autoanticuerpos son de gran utili- dad para el diagnóstico de la enfermedad; se dice que no hay esclerodermia sin la presencia de anticuerpos antinucleares positivos y, además, la determinación de autoanticuerpos específi cos ayuda a establecer los fe- notipos de la enfermedad, que tiene implicación pro- nóstica (cuadro 23-2), en especial los títulos altos de anticuerpos antitopoisomeras, que se relacionan con mayor extensión de afectación cutánea y EPID grave. CARACTERÍSTICAS DE LA EPID EN LA ESCLEROSIS SISTÉMICA La exploración de la función pulmonar muestra una re- ducción de la capacidad vital forzada (CVF) hasta en el 75% de los pacientes con ESCD y el 16% muestra una reducción grave de la CVF a < 55% del predicho. Este último grupo tiene una mortalidad mayor de 50% a los cinco años a partir del diagnóstico de la EPID. La medición de la difusión pulmonar de monóxido de carbono (DLCO) muestra una reducción en casi todos los casos, cuando ya existen otras alteraciones en las pruebas de función pulmonar. La disminución de la DLCO se correlaciona con la extensión de la enferme-dad intersticial identifi cada en la tomografía torácica de alta resolución (TCAR). Un descenso de la DLCO es uno de los marcadores más signifi cativos de un pro- nóstico adverso. La TCAR es el estudio estándar para la valoración de la EPID. En pacientes con ES pueden observarse alteraciones intersticiales sutiles en el 90% de los ca- sos; el patrón tomográfi co más frecuente en la TCAR es el de neumonía intersticial no específi ca (NINE), seguida de un patrón de neumonía intersticial usual (NIU). Pueden reconocerse grados variables de vidrio despulido y los datos tomográfi cos se correlacionan casi siempre con los hallazgos histológicos. La pre- sencia de engrosamiento del intersticio periférico Lesión pulmonar Daño epitelial alveolar Factores de crecimientoCitocinas/Quimiocinas IL-1 LPA Daño celular endotelial TGF-β CTGF IGF-1 Activación cascada de la coagulación Endotelina-1 Activación de fibroblastos Fibrosis Figura 23―4. Posibles mecanismos que perpetúan la fibrosis pulmonar en pacientes con esclerosis sistémica. Patogenia de la fibrosis pulmonar iniciada por lesión microvascular que lleva a lesión endotelial o epitelial y, en consecuencia, a la activación de la cascada de la coagulación, liberación de citocinas y diversos factores de crecimiento que culmina en la activación de fibroblastos y el desarrollo de fibrosis. CTGF, factor de crecimiento de tejido conectivo; IGF-1, factor de crecimiento similar a la insulina; LPA, ácido lisofosfatídico; TGF-β, factor de crecimiento transformador beta. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 23)328 (pleura visceral) en parches y la dilatación esofágica orientan el diagnóstico de EPID relacionada con ES (fi gura 23-5). La extensión de la fi brosis delineada por TCAR se correlaciona con las pruebas de función pulmonar (CVF y DLCO) y en conjunto tienen un valor pronóstico. Cuadro 23―2. Autoanticuerpos relacionados con los fenotipos de esclerosis sistémica Antígeno Subtipo Fenotipo Topoisomerasa I (Scl-70) ESCD Fibrosis pulmonar, afección cardiaca, cáncer RNP polimerasa III ESCD Afectación cutánea grave, crisis renales Proteínas centroméricas B, C ESCL (CREST) Infartos digitales, síndrome seco U3-RNP (fi brilarina, Mpp 10, hU3-55K) ESCD o ESCL Hipertensión pulmonar, afección cardiaca, afección musculoesquelética B23 ESCD o ESCL Hipertensión pulmonar, enfermedad pulmonar Th/To-RNP ESCL Enfermedad pulmonar, afectación del intestino delgado, crisis renales PM/Scl Superposición Miositis U1-RNP Superposición LES Abreviaturas: CREST: calcinosis, fenómeno de Raynaud, disfunción esofágica, esclerodactilia, telangiectasias; LES: lupus eritematoso sistémico; ESCD: esclerosis sistémica cutánea difusa; ESCL: esclerosis sistémica cutánea limitada. Figura 23―5. A) Tomografía torácica de alta resolución, corte axial en la cúpula diafragmática derecha de una paciente con esclerosis sistémica cutánea difusa que muestra un patrón típico de neumonía intersticial no específi ca; nótese la presencia de bronquiectasias por tracción, engrosamiento septal intralobulillar y moderado vidrio despulido con una distribución basal que respeta la región subpleural. B) Tomografía del tórax con ventana para mediastino del paciente que muestra la dilatación del esófago y un nivel hidroaéreo por problemas de motilidad (fl echa). C y D) Tomografía torácica de alta resolución en corte axial en la cúpula diafragmática derecha de una paciente con fi brosis pulmonar y esclerosis sistémica sin esclerodermia que muestra una patrón similar a neumonía intersticial usual que revela imagen en “panal de abejas” de distribución periférica subpleural, además de vidrio despulido extenso y dilatación del esófago. C A B D http://booksmedicos.org Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas 329 El estudio de biopsia pulmonar en pacientes con ES muestra grados variables de fi brosis e infl amación; los patrones observados son NINE en el 77.5% de los casos, NIU en el 7.5%, fi brosis terminal en el 7.5% y otros en el 7.5% (neumonía organizada, bronquiolitis respiratoria- EPID). El patrón histológico de EPID no se ha relacionado con el fenotipo de la ES. El estudio del lavado bronquio- loalveolar no está recomendado en la práctica clínica. TRATAMIENTO Hasta este momento no existe un tratamiento que re- vierta el proceso de fi brosis en pacientes con afección intersticial. Los fármacos están enfocados en detener o disminuir el curso de la enfermedad. Los corticosteroides sistémicos pueden utilizarse en el caso de lesiones extensas de vidrio esmerilado en la TCAR o bien un infi ltrado infl amatorio extenso en el estudio de morfología. Los corticosteroides siempre deben administrarse en dosis menores de 15 mg/día de prednisona o equivalente, dado que elevan el ries- go de crisis suprarrenales. El ácido micofenólico se utiliza cada vez más. En estudios observacionales se han descrito los siguientes benefi cios: mejoría en las escalas de afectación cutá- nea, mejoría o estabilidad en los hallazgos de la TCAR y estabilidad o disminución del descenso en las prue- bas de función pulmonar. El efecto en la supervivencia no se ha establecido aún con certeza. La ciclofosfamida por vía oral a dosis < 2 mg/kg/ día por un año se valoró contra placebo en el Sclero- derma Lung Study, un análisis clínico multicéntrico. Se observó una mejoría signifi cativa desde el punto de vista estadístico en la CVF, pero limítrofe en términos de la mecánica pulmonar. En ese estudio se notifi có una mejoría de la percepción de la disnea por los pa- cientes tratados con ciclofosfamida y en la afectación cutánea, además de una incidencia mayor de efectos adversos en el grupo de tratamiento, sin que se encon- trara una diferencia estadística signifi cativa. No hubo diferencias con respecto a la mortalidad entre el grupo de ciclofosfamida y placebo. En el estudio Fibrosing Al- veolitis in Scleroderma Trial a seis meses de tratamien- to con ciclofosfamida seguido de azatioprina no se reconocieron diferencias signifi cativas en la CVF, DLCO, TCAR y percepción de la disnea entre el grupo de tra- tamiento y el grupo control. En conclusión, el efecto de la ciclofosfamida parece limitado, además de que es un fármaco con un perfi l de toxicidad alto. En el INER se prefi ere el ácido micofenólico sobre la ciclofosfamida, ya que se considera que su perfi l de seguridad es me- jor. Hoy en día se lleva a cabo el Scleroderma Lung Study II, en el cual se compara el uso de ciclofosfamida contra ácido micofenólico. El tratamiento de la comorbilidad es importante, en especial cuando los pacientes desarrollan hipertensión pulmonar y enfermedad por refl ujo gastroesofágico. Se debe considerar el trasplante pulmonar en el caso de insufi ciencia respiratoria o hipertensión pulmonar grave. HIPERTENSIÓN ARTERIAL PULMONAR EN LA ESCLERODERMIA El grupo de ESCL con anticuerpos anticentrómero po- sitivos es un grupo de alto riesgo para presentar hiper- tensión pulmonar (HAP) del grupo I. La HAP aparece 10 años después del inicio de los síntomas, por lo que los pacientes con ESCL deben vigilarse con ecocardio- gramas anuales y antes si la relación esperada de la CVF/ DLCO es mayor de 1.6. El tratamiento de la HAP relacionada con ESCL incluye oxígeno, anticoagulación, sildenafi lo y bosentán, previa valoración con prueba de vasorreactividad. MIOPATÍAS INFLAMATORIAS El término de miopatías infl amatorias idiopáticas (MII) se utiliza para defi nir como grupo a una serie de padecimientos que tienen como característica principal la debilidad muscular de la cintura escapular y pélvica, provocada por un proceso infl amatorio autoinmuni- tario que puede producir daño muscular. Dentro de las MII fi guran la dermatomiositis y la polimiositis. Estas entidades pueden ocasionar múltiples manifestaciones sistémicas entre las que destaca la enfermedad pulmo- nar intersticial (EPID). A pesar de sus semejanzas clínicas,la dermato- miositis y la polimiostis tienen notorias diferencias. La dermatomiositis es una microangiopatía mediada por complemento que produce una miopatía por isquemia muscular, en la que se puede observar la presencia de linfocitos B y moléculas del complemento en el perimi- sio y el tejido perivascular, que producen una lesión muscular por isquemia. La dermatomiositis toma su nombre de las manifestaciones cutáneas de la enfer- medad, como las pápulas de Gotron, el eritema en heliotropo y el eritema en V del escote y en chal. La polimiositis es una enfermedad en la que el mecanis- mo de daño muscular está mediado por linfocitos T citotóxicos que producen daño citopático directo a las http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 23)330 fi bras musculares. Alrededor del 50% de los pacientes con MII tiene autoanticuerpos relacionados con mani- festaciones clínicas específi cas. Ambas entidades tienen una marcada heterogenei- dad clínica; en realidad, la descripción y el entendimiento de estas afecciones están aún en evolución, sobre todo en los sujetos que presentan EPID. Las MII pueden pre- sentarse como síndromes de superposición y la relación con manifestaciones de esclerosis sistémica es frecuente. En ocasiones, los pacientes pueden mostrar superposi- ción de dermatomisitis y polimiositis en la clínica, la se- rología y la histología. Las MII pueden presentarse en casi todas las etapas de la vida, desde la niñez hasta la edad adulta. Los pacientes mayores de 45 años que ini- cian con dermatomiositis tienen riesgo elevado de pade- cer una neoplasia adjunta. En este capítulo se describen las principales manifestaciones pulmonares de las MII. ENFERMEDAD PULMONAR INTERSTICIAL EN LAS MII Tanto la dermatomiositis como la polimiositis pueden presentar EPID. Los anticuerpos contra aminoacil-tR- NA-sintetasas (anticuerpos antisintetasa) se relacio- nan con claridad con EPID en las MII. Hasta la fecha se han descrito ocho tipos diferentes de anticuerpos antisintetasa; el anti-Jo1 es el más frecuente. Estos an- ticuerpos se presentan más a menudo en la polimio- sitis y los pacientes pueden presentar un cuadro muy característico que incluye algunas o todas las siguien- tes manifestaciones: EPID, miositis, artritis, signo de manos de mecánico (fi gura 23-6), fi ebre y fenómeno de Raynaud. Este cuadro se ha denominado síndrome antisintetasa. Sin embargo, este cuadro no es exclu- sivo de los pacientes con anticuerpos antisintetasa, dado que se ha documentado que puede aparecer también en individuos con anti-PM/SCL 100 y PM/ SCL75, así como personas con sólo patrón citoplás- mico en la prueba de anticuerpos antinucleares por inmunofl uorescencia. Además, al margen de la sero- logía del paciente, pueden tener manifestaciones de esclerosis sistémica, como esclerodactilia o esclero- dermia. Es muy probable que el término de síndrome antisintetasa caiga en desuso en poco tiempo y que el síndrome se reconozca como el conjunto de algunas o todas las siguientes manifestaciones: EPID, miositis, artritis, fi ebre, manos de mecánico y fenómeno de Raynaud, acompañados de autoanticuerpos que va- rían desde los anticuerpos antisintetasa, el grupo de los anti-PM/SCL o un patrón citoplásmico en la valo- ración de anticuerpos antinucleares por inmunofl ure- scencia. Se ha descrito que el patrón serológico tiene importancia en el pronóstico y que los pacientes con Jo1 son los de mejor pronóstico. Los patrones de daño intersticial identifi cados por tomografía de alta resolución son variables, incluidos neumonía organizada (NO), neumonía intersticial no específi ca (NINE), neumonía usual (UN) y daño alveolar difuso (DAD). Algunos autores describen que el patrón de daño más frecuente es el de NINE; no obstante, en la experiencia del INER, el patrón de NO aparece en 58% de los casos de pacientes con MII. En realidad, todo paciente con NO debe valorarse para MII. Una complicación que puede ocurrir en las MII es la presen- cia de neumomediastino, cuyo tratamiento es difícil y podría relacionarse con mal pronóstico (fi gura 23-7). Los pacientes con MII reciben tratamiento con inmuno- supresores; en el caso de los pacientes con dermato- miositis, la disfagia alta relacionada con la enfermedad incrementa el riesgo de neumonías. Por lo tanto, se debe establecer un diagnóstico diferencial de manera exhaustiva en todo paciente con MII e infi ltrados pul- monares nuevos, en especial cuando ya estaba bajo tratamiento inmunosupresor. TRATAMIENTO DE LA EPID EN LAS MII No existen estudios clínicos para valorar tratamientos en la EPID relacionada con MII. Se han empleado con cierto éxito diferentes esquemas a base de corticoste- Figura 23―6. Signos relacionados con el denominado síndro- me antisintetasa: manos de mecánico, fenómeno de Raynaud y esclerodactilia. El signo de las manos de mecánico toma su nombre por ser idéntico a una dermatitis por contacto. En las MII puede haber otros signos como Raynaud y esclerodactilia, ambos presentes en este caso. http://booksmedicos.org Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas 331 roides e inmunosupresores: ciclofosfamida, azatioprina, metotrexato, lefl unomida e inhibidores de la calcineu- rina como tacrolimus y rituximab. La administración de los diferentes inmunosupresores depende de la expe- riencia de los médicos tratantes. El tratamiento se basa en un esquema de corticosteroides con dosis inicial de prednisona de 1 mg/kg/día y un esquema de reduc- ción, junto con un inmunosupresor. En el INER se pre- fi ere un esquema a base de metotrexato y lefl unomida. En la experiencia de los autores, al disminuir la dosis de corticosteroide a menos de 10 mg por día, el riesgo de recaída de la enfermedad es alto. LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enferme- dad autoinmunitaria sistémica que se caracteriza por la presencia de autoanticuerpos dirigidos contra compo- nentes del núcleo y la presencia de inmunocomplejos circulantes y puede ocasionar daño a múltiples órga- nos y sistemas. Durante el curso de la enfermedad, más del 50% de los pacientes desarrolla algún tipo de afectación pulmonar (cuadro 23-3), incluidas pleu- ritis, enfermedad pulmonar intersticial en sus formas infl amatorias y fi bróticas, hemorragia alveolar difusa, hipertensión pulmonar, enfermedad de la vía respira- toria, enfermedad tromboembólica pulmonar y afecta- ción de la musculatura respiratoria. ENFERMEDAD PLEURAL EN LES A diferencia de la artritis reumatoide, la pleuritis en LES es sintomática, con disnea y dolor a la inspira- ción profunda que empeora con el decúbito; la ma- yor parte de los cuadros de serositis se presenta sólo con dolor. Cuando se detectan derrames pleurales en la radiografía de tórax, éstos son pequeños y bilate- rales; en forma ocasional, el derrame puede ser de gran tamaño (fi gura 23-8). Por lo general, la pleuritis se acompaña de otros datos de actividad del LES. La patogenia consiste en un proceso infl amatorio con in- fi ltrado de linfocitos y células plasmáticas en la pleura. El diagnóstico diferencial de un derrame en LES inclu- ye siempre un proceso infeccioso. En la práctica, los derrames pequeños, acompañados de dolor y otros síntomas y signos de actividad del LES, no requieren casi nunca toracocentesis, aunque en caso de sospe- cha de un proceso infeccioso debe practicarse una toracocentesis diagnóstica. Otro escenario en el que Figura 23―7. Estudios de imagen representativas de las miopatías infl amatorias. A) Tomografía torácica de alta resolución en la que se evidencia un neumomediastino, en un paciente con síndrome antisintetasa. B) Imagen de neumonía organizada en una paciente con síndrome antisintetasa. A B Cuadro 23―3. Manifestaciones pulmonares del lupus eritematoso sistémico Enfermedad pleural Pleuritis (con y sin derrame) Enfermedad del parénquima pulmonar Neumonitis lúpica aguda Hemorragia alveolarEnfermedad pulmonar intersticial crónica difusa Obstrucción de la vía respiratoria Enfermedad vascular pulmonar Hipertensión pulmonar Tromboembolismo pulmonar Hipoxemia reversible aguda Disfunción diafragmática Síndrome del pulmón encogido Secundario Infección Toxicidad por fármacos En este cuadro se muestran las principales diferencias del análisis físicoquímico del líquido pleural de pacientes con LES, que lo diferencian de AR e infección. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 23)332 debe llevarse a cabo es el caso de un derrame de gran tamaño. Se debe realizar una valoración muy exhaus- tiva con tinciones y cultivos para hongos, bacterias y micobacterias. En el cuadro 23-4 se describen las ca- racterísticas principales del líquido pleural en LES en comparación con AR. El tratamiento de la pleuritis se basa en antiinfl a- matorios no esteroideos (AINE) y corticosteroides a dosis bajas, por lo general a un máximo de 15 mg de prednisona o equivalente al día con un esquema de reducción. Se pueden utilizar hidroxicloroquina u aza- tioprina como ahorradores de corticosteroides. NEUMONITIS LÚPICA AGUDA (NLA) Con una frecuencia descrita hasta del 9%, se puede presentar en pacientes jóvenes con un cuadro de LES de inicio reciente. En el 50% de los casos puede ser la primera manifestación de la enfermedad. Los pacientes con NLA presentan fi ebre, tos pro- ductiva, disnea, taquipnea, dolor pleurítico e hipoxemia grave y, en ocasiones, hemoptisis. En la radiografía de tórax se reconocen áreas difusas y bilaterales de llena- do alveolar y en la mitad de los casos derrame pleural unilateral o bilateral. La TCAR muestra vidrio deslustra- do bilateral, consolidación y derrame pleural. No es po- sible establecer un diagnóstico certero con los hallazgos clínicos y radiológicos, por lo que es necesario realizar un lavado bronquioloalveolar por medio de broncosco- pia, toma de biopsias transbronquiales y muestras para cultivos, un procedimiento que permite descartar una hemorragia alveolar difusa. En raras ocasiones es nece- sario realizar biopsia pulmonar abierta. La histopatología del pulmón en NLA se ha revisa- do en pocos estudios, pero se han descrito infi ltrados linfocíticos intersticiales con prominentes nódulos lin- A B Figura 23―8. Afectación pleural en LES. A) Pleuritis con escaso derrame pleural. B) Derrame pleural de gran tamaño con derrame pericárdico. Cuadro 23―4. Características del líquido pleural en LES AR LES Infección Síntomas Apariencia del líquido pleural Proteínas Glucosa pH Leucocitos Diferencial C3 C4 Factor reumatoide Anti-DNAdc Dolor pleural y disnea (puede haber fi ebre) Claro (en ocasiones hemorrágico) Aumentadas Normal Normal <10 000/mm3 Mayor porcentaje de linfocitos que de PMN Disminuido Disminuido En ocasiones positivo Positivo Por lo general asintomático Claro Aumentadas (>4g/L) Disminuida (<25 mg/dL) Normal <10 000/mm3 Mayor porcentaje de linfocitos que de PMN Disminuido Disminuido Frecuente Negativo Fiebre, dolor torácico Turbio Aumentadas Disminuida Disminuido >10 000/mm3 Mayor porcentaje de PMN que de linfocitos (excepto en tuberculosis) Normal Normal Negativo Negativo Abreviaturas: AR: artritis reumatoide; LES: lupus eritematoso sistémico. http://booksmedicos.org Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas 333 foideos y áreas de neumonía organizada con bron- quiolitis. Los estudios de necropsias demuestran daño alveolar agudo con edema intersticial y formación de membranas hialinas, trombosis arteriolar y ausencia de áreas de vasculitis. Por medio de inmunofl uorescencia directa y microscopia electrónica se han descrito depó- sitos granulares de IgG, C3 y antígenos de DNA en los septos alveolares. No existen estudios clínicos que valoren el trata- miento, por lo que las recomendaciones se limitan a la experiencia clínica publicada. Los pacientes deben re- cibir corticosteroides a dosis de 1 mg/kg/día de pred- nisona o equivalente al día. Se puede considerar en una presentación grave y aguda la prescripción de “pulsos” de metilprednisolona. Siempre se debe des- cartar la presencia de infección. Bajo la mínima sos- pecha debe iniciarse cobertura antibiótica de amplio espectro. Los pacientes con NLA deben tratarse de for- ma juiciosa bajo la supervisión de un experto (reumató- logo) con algún inmunosupresor como ciclofosfamida, ácido micofenólico o azatioprina. HEMORRAGIA ALVEOLAR DIFUSA EN LES Aun cuando su incidencia acumulada es baja (2 a 5%), es una de las complicación devastadora del LES con una mortalidad elevada. La hemorragia alveolar difusa (HAD) debe considerarse un síndrome, ocasionado por tres mecanismos fi siopatológicos con su respectivo patrón histológico. En el LES, el primer patrón fi siopa- tológico/histológico corresponde a una capilaritis al- veolar, en el que se encuentra infi ltración neutrofílica, depósito de complejos inmunitarios y destrucción del endotelio vascular pulmonar. En este caso, el daño es secundario a la actividad del LES. Los síntomas se de- sarrollan entre pocas horas a varios días y consisten en tos, disnea, fi ebre y algunas veces hemoptisis (sólo en el 50% de los pacientes). El paciente con HAD puede estar relativamente estable con hipoxemia leve o tener un cuadro de insufi ciencia respiratoria grave con nece- sidad inmediata de ventilación mecánica. El hallazgo típico en la radiografía son radioopacidades bilaterales de predominio central. En la TCAR se observan áreas de vidrio deslustrado y consolidación (fi guras 23-9 y 23-10). La cifra de disminución de los valores de 2 g o más de hemoglobina orienta el diagnóstico, pero en la práctica cotidiana lo común es no disponer de una ci- fra previa con la que puede compararse dicho valor. El diagnóstico se establece mediante broncoscopia, que excluye otras fuentes de sangrado bronquial y debe confi rmarse la presencia de sangrado distal en dife- rentes segmentos pulmonares mediante la presencia de un retorno sanguinolento en el lavado bronquio- loalveolar. La citología del lavado puede demostrar la presencia de macrófagos cargados con hemosiderina, que se presenta en una hemorragia mayor de dos días de evolución. El segundo patrón histológico es el de uno de daño alveolar difuso; este cuadro se identifi ca casi siempre en pacientes con un síndrome de hemorragia alveolar secundario a una infección; es probable que la infección intervenga en el proceso fi siopatológico que lleva al sangrado. Los pacientes que presentan este pa- trón de daño son los que reciben tratamiento inmuno- Figura 23―9. Radiografía de tórax en una paciente con LES y HAD; se observan áreas de vidrio deslustrado parcheadas y de predominio basal. Figura 23―10. TCAR en una paciente con LES y HAD que muestra áreas de vidrio deslustrado bilaterales y confl uentes. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 23)334 supresor, dosis altas de corticosteroides, por lo regular a un equivalente de 15 o más de prednisona por día por actividad del LES, casi siempre nefritis. En estudios prospectivos con una valoración exhaustiva en bús- queda de agentes infecciosos se ha documentado que 57% de los pacientes con los factores de riesgo ya des- critos tiene una infección adjunta, la mayoría por agen- tes infecciosos oportunistas. Es importante mencionar que la disminución de la mortalidad de la hemorragia alveolar en LES podría relacionarse más con la mejoría en los esquemas de tratamiento antibiótico, que algu- nos grupos inician desde el ingreso del paciente, y a la mejoría del tratamiento ventilatorio de los pacientes bajo terapia intensiva. El tercer patrón es el de hemorragia pulmonar blanda; este grupo de pacientes muestra gran daño crónico acumulado y cuadros recurrentes de hemorra- gia alveolar. El mecanismo fi siopatológico no es claro en este caso, pero podría ser multifactorial. El tratamiento requiere la administraciónde anti- bióticos de amplio espectro y corticosteroides. La dosis de corticosteroides puede ser de 1 mg/kg de predniso- na o equivalente al día. Algunos autores recomiendan el uso de pulsos de metilprednisolona, 1 g diario por tres días. En la experiencia de los autores, el empleo de estos pulsos no es forzoso y rara vez se indican. Se debe agregar un inmunosupresor para el control a lar- go plazo, valorando en cada caso particular el uso de azatioprina, ciclofosfamida o ácido micofenólico. ENFERMEDAD PULMONAR INTERSTICIAL DIFUSA CRÓNICA EN LES Las características clínicas y radiológicas son similares a las descritas en las neumopatías intersticiales idiopá- ticas, sólo que tienen una evolución más benigna. Es más frecuente encontrarla en sujetos de edad avanzada y con más de 10 años de diagnóstico de LES; la preva- lencia descrita se aproxima a 3%. El cuadro clínico es insidioso, con tos no productiva, disnea al ejercicio y en ocasiones dolor pleurítico. A la exploración física hay estertores “en velcro” basales y en casos más avanzados cianosis distal; las acropaquias son poco frecuentes. La radiografía de tórax puede mostrar un patrón re- ticular. La TCAR demuestra engrosamiento de los septos intralobulillares e interlobulillares, nódulos y, en casos más avanzados, pérdida de la confi guración pulmonar. Las pruebas de función respiratoria son consistentes con un patrón restrictivo y la DLCO está disminuida, lo que evidencia trastornos de la V/Q y la difusión. Para determinar un diagnóstico con certeza es ne- cesario descartar otras causas de EPID, como exposición ocupacional, administración de fármacos relacionados con EPID y las formas idiopáticas. El patrón tomográfi - co e histológico encontrado con mayor frecuencia es el de neumonía intersticial no específi ca (NINE), y menos frecuente son los de neumonía organizada (NO), neu- monía intersticial linfoidea (NIL), neumonía intersticial usual (NIU), neumonía intersticial descamativa (NID) y daño alveolar difuso (DAD). El lavado bronquioalveolar puede demostrar un predominio de linfocitos. El tratamiento consiste en el control adecuado del LES; algunas veces es necesario el uso de oxígeno complementario para mantener una saturación supe- rior al 88% y realizar pruebas de función respiratoria cada seis meses para detectar cambios importantes. Una disminución de la DLCO mayor de 15% o una caí- da de la CVF mayor de 10% deben llevar a sospechar actividad pulmonar de la enfermedad. COMPROMISO DE LA VÍA RESPIRATORIA EN LES La vía respiratoria superior e inferior puede verse afec- tada en los pacientes con LES. La lesión de la vía res- piratoria superior en los pacientes con LES es rara, por lo que su prevalencia es difícil de calcular con precisión porque la mayoría de las veces cursa asintomática. Sín- tomas inespecífi cos como tos seca, malestar laríngeo y disnea pueden acompañar a un cuadro activo de LES, pero su relevancia clínica se desconoce. Se han descri- to cuadros de artritis cricoaritenoidea que responden de forma adecuada a los corticosteroides. La afección de la vía respiratoria inferior en LES también es infrecuente. Algunos estudios han notifi ca- do una disminución de la VEF1/CVF hasta en el 10% de los pacientes con LES que no tienen exposición a taba- quismo. Es frecuente encontrar bronquiectasias en los estudios tomográfi cos de los individuos con LES. Su etiología podría ser la misma enfermedad, secuelas de procesos broncopulmonares o el tratamiento inmuno- supresor. La afectación de la vía respiratoria pequeña (defi nida como VEF1 de 25-75 debajo del 60%), algu- nas veces evidenciada en los estudios de TCAR como áreas de atrapamiento aéreo en una fase espiratoria, se ha informado hasta en el 24% de los pacientes, si bien estos estudios carecen de una metodología adecuada para determinar una prevalencia precisa. En las biopsias pulmonares se han registrado agre- gados de linfocitos, bronquiolitis, obstrucción de la luz de los bronquiolos en relación con depósitos de IgG y http://booksmedicos.org Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas 335 IgM y fi brinógeno en las paredes alveolares. Parece ha- ber buena respuesta a los corticosteroides. HIPERTENSIÓN PULMONAR EN LES La hipertensión pulmonar arterial (HAP) se defi ne como una media de la presión arterial pulmonar (PAP) >25 mm Hg al reposo y >30 mm Hg con el ejercicio. La prevalencia puntual de la HAP se ha calculado en alre- dedor de 4% y se relaciona con la presencia de anticoa- gulante lúpico. Un cuadro de inicio gradual de disnea, fatiga, debilidad, dolor torácico, tos no productiva y edema, en ausencia de otro tipo de afectación pulmo- nar, debe llevar a sospechar HP. La exploración física puede encontrar desdoblamiento del segundo ruido pulmonar y otros signos de sobrecarga ventricular de- recha. Un incremento del diámetro de la arteria inter- lobular derecha en una radiografía de tórax mayor a 16 mm en mujeres y 18 mm en hombres debe aumentar la sospecha diagnóstica, lo mismo que visualizar en una tomografía de tórax el tronco de la arteria pulmo- nar con un diámetro mayor de 27 mm. Otros hallazgos en los estudios de imagen son derrame pleural y cre- cimiento de las cavidades derechas; esto último, con una DLCO disminuida sin EPID, orienta a la presencia de HP. Es necesario realizar un estudio de ventilación- perfusión (V/Q) para descartar enfermedad pulmonar tromboembólica crónica. No existe tratamiento para la HP relacionada con LES pero se ha adoptado el control de la forma idiopá- tica de la HAP con diuréticos, anticoagulación oral y digoxina si existe insufi ciencia cardiaca. En cada caso particular se puede valorar el uso de inhibidores de ca- nales de calcio, epoprostenol, bosentán, sitaxentán y sildenafi lo, previa valoración por medio de prueba de vasorreactividad. SÍNDROME DEL “PULMÓN ENCOGIDO” Este síndrome, que Hoff brand describió por primera vez en 1965, es una complicación rara del LES. Se ca- racteriza por disnea, volúmenes pulmonares pequeños y fi siología pulmonar restrictiva en ausencia de enfer- medad intersticial, alveolar o vascular. Su fi siopatología no se comprende por completo, aunque es al parecer resultado de la combinación de varios factores como miositis del diafragma, paresia del nervio frénico, alte- raciones de la caja torácica y afectación pleural. Se han realizado revisiones sistemáticas de las pu- blicaciones y se encontraron a 77 pacientes con este trastorno; el síntoma principal fue disnea progresiva y el 65% presentaba dolor pleurítico al momento del diagnóstico. A la exploración física sólo se encuentran amplexión y amplexación disminuidas, una respiración rápida y superfi cial, y uso de musculatura accesoria. La radiografía de tórax revela volúmenes pulmonares pe- queños y elevación diafragmática como hallazgo casi universal, mientras que la TCAR puede reconocer engro- samiento pleural. La medición de la presión inspiratoria máxima confi rma la debilidad diafragmática. La administración de corticosteroides en dosis de 20 mg hasta 1 mg/kg/día de prednisona o equivalente parece ofrecer benefi cio con mejoría de los síntomas y las pruebas de función respiratoria. La adición de otros inmunosupresores como azatioprina, ciclofosfamida o metotrexato se ha utilizado con un éxito variable. Se debe valorar el uso de O2 complementario y en algu- nos casos el empleo de ventilación mecánica no in- vasiva durante el sueño. En general, el pronóstico es favorable y el deterioro sólo ocurre en el 2% de los pacientes. SÍNDROME DE SJÖGREN El síndrome de Sjögren (SS) es la enfermedad autoinmu- nitaria más frecuente y afecta a 1 a 4% de la población general; se caracteriza por la presencia de anticuerpos antinucleares, infi ltración celular linfocíticaa a órga- nos exocrinos (glándulas salivales, lagrimales y paró- tidas) y a una variedad de sitios extraglandulares. Los síntomas más comunes son queratoconjuntivitis seca, xerostomíay aumento de tamaño de la glándula paró- tida. Este síndrome puede ser primario (SSp) cuando existen síntomas y presencia de anticuerpos dirigidos contra los antígenos Ro/SS-A y La/SS-B en ausencia de otra enfermedad autoinmunitaria, o secundario (SSs) si coexiste con otra trastorno autoinmunitario. Para fi nes de esta revisión sólo se describe el SSp. SÍNDROME DE SJÖGREN Y AFECTACIÓN PULMONAR Diversos estudios han tratado de determinar la preva- lencia de la afección pulmonar en los pacientes con SSp. Cuando éstos producen síntomas respiratorios y alteraciones en las pruebas de función respiratoria, la prevalencia señalada es de 9 a 22%. • http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 23)336 Se han tratado de determinar marcadores relacio- nados con afectación pulmonar en pacientes con SS y sólo se han encontrado crioglobulinemia y anticuerpos anti-Ro/SS-A. Otros factores como el sexo masculino, la edad avanzada al diagnóstico y antecedentes de ta- baquismo se han relacionado con enfermedad pulmo- nar intersticial. El SS puede afectar al sistema respiratorio de varias formas. A continuación se describen las presentaciones más frecuentes: afección de la vía respiratoria como boca seca y enfermedad de la vía aérea pequeña; neu- mopatías intersticiales difusas, de las cuales las más frecuentes son la de histología no especifi ca, la usual y neumonía organizada;trastornos linfoproliferativos en- tre los cuales se encuentran hiperplasia linfoide difusa pulmonar, bronquiolitis folicular, neumopatía intersticial linfoidea, seudolinfoma, granulomatosis linfomatoide y linfoma no Hodking de cèlulas B; otros como panbron- quiolitis difusa, amiloidosis pulmonar, hipertensión pul- monar primaria, vasculitis y enfermedad pleural. ENFERMEDAD DE LA VÍA RESPIRATORIA SUPERIOR En términos generales, las manifestaciones del SSp en la vía respiratoria superior comprenden desde la pre- sencia de costras nasales, epistaxis y sinusitis crónica por afectación en la producción de moco local, nódu- los laríngeos y xerostráquea. AFECTACIÓN DE LA VÍA RESPIRATORIA DISTAL La bronquiolitis folicular (BF) es una de las manifesta- ciones más comunes del SS; es un tipo de bronquiolitis celular en la que se observan folículos linfoides hiper- plásicos con centros germinales reactivos distribuidos a lo largo de la vía respiratoria distal. Es importante mencionar que la BF sólo afecta el intersticio peribron- quiolar, lo que lo distingue de la neumonía intersticial linfoidea (NIL) que afecta también el parénquima pul- monar. La infi ltración celular peribronquiolar puede ocasionar estrechamiento de la vía respiratoria y, por un mecanismo de válvula, lleva al atrapamiento aéreo y luego a la formación de bullas. La tos seca, disnea y es- casa tolerancia al ejercicio conforman el cuadro clínico más frecuente. El hallazgo más común en la radiografía de tórax es la presencia de volúmenes pulmonares in- crementados. En la TCAR, la afección de la vía respirato- ria distal genera cambios fi bróticos, bronquioloectasias, engrosamiento de la pared bronquial, nódulos centrilo- bulillares y áreas de atrapamiento aéreo que se eviden- cian en la fase espiratoria como un “patrón en mosaico”. En la pletismografía, una relación volumen residual/ca- pacidad pulmonar total confi rma el atrapamiento aé- reo. Es frecuente observar una DLCO disminuida. ENFERMEDAD PULMONAR INTERSTICIAL EN SS La neumonía intersticial no específi ca (NINE) es el subtipo de EPID referido con más frecuencia en SS con una prevalencia del 28%. En términos histológicos se caracteriza por infl amación intersticial y fi brosis que son uniformes de manera temporal. Un cuadro clíni- co subagudo de disnea, tos de escasa producción y alteración del estado general es la presentación más frecuente. En la TCAR se reconocen áreas bilaterales de vidrio deslustrado de predominio basal que por lo ge- neral respetan la periferia, engrosamiento del intersti- cio peribroncovascular y bronquiectasias por tracción; la presencia de “panal de abejas” es poco frecuente. Por lo regular no es necesario realizar biopsia pulmo- nar en un paciente con diagnóstico de SS que tiene estos hallazgos radiológicos. El pronóstico depende de la extensión de la fi brosis. La neumonía intersticial linfoidea (NIL), recono- cible por infi ltración intersticial difusa de linfocitos y células plasmáticas en los septos alveolares y las vías respiratorias pequeñas, también se ha descrito en los pacientes con SS; con anterioridad se creía que ésta era la manifestación más frecuente de afectación pulmo- nar en los pacientes con SS, pero la evidencia actual señala una prevalencia del 4%. Los pacientes se pre- sentan siempre con tos, disnea progresiva y en ocasio- nes dolor pleurítico. Las pruebas de función respiratoria revelan patrón restrictivo y una DLCO disminuida. En la radiografía de tórax se observan reticulación bilateral y opacidades que son más frecuentes en lóbulos inferio- res. Los hallazgos en la TCAR consisten en áreas difusas de vidrio deslustrado y es posible encontrar áreas de consolidación y múltiples quistes de pared delgada se- cundarios a la bronquiolitis folicular. Otra EPID relacionada con SS es la neumonía or- ganizada (NO), caracterizada por la presencia de teji- do intraluminal polipoide compuesto de fi broblastos y miofi broblastos, infl amación alrededor de los alveolos y algunas veces metaplasia de neumocitos tipo 2, fi e- bre de bajo grado y disnea progresiva; una radiografía de tórax que asemeja un proceso neumónico pero con http://booksmedicos.org Manifestaciones pulmonares de las enfermedades reumatológicas 337 falta de respuesta a los antibióticos es el cuadro más común. En la TCAR se identifi can áreas de consolida- ción periférica y peribronquiales con broncograma aé- reo y vidrio despulido. El patrón de neumonía intersticial usual (NIU) también se ha descrito y es reconocible en el plano histopatológico por heterogeneidad temporal con áreas fi bróticas terminales de pulmón que alternan con áreas de parénquima sano, focos de miofi broblastos, pérdida de la confi guración pulmonar y áreas de “panal de abejas” con escasa infl amación como hallazgos más frecuentes. La TCAR muestra un patrón reticular de pre- dominio basal, bilateral y periférico, con un gradiente apicobasal, áreas de panalización con o sin bronquiecta- sias por tracción y ausencia de vidrio deslustrado. TRATAMIENTO DE LAS MANIFESTACIONES PULMONARES DEL SÍNDROME DE SJÖGREN A pesar de su frecuencia, el síndrome de Sjögren es una de las entidades en las que menos claro es el tra- tamiento. Se describe el uso de corticosteroides, junto con fármacos como azatioprina o metotrexato. Se ha propuesto que el rituximab podría tener un efecto be- néfi co en estos pacientes, aunque su uso debe consi- derarse todavía como experimental. ENFERMEDAD DEL TEJIDO CONJUNTIVO DE PREDOMINIO PULMONAR Existen pacientes que no cumplen con los criterios de clasifi cación de las distintas enfermedades del tejido conjuntivo y en quienes parecería que la única mani- festación de la ETC es la pulmonar. LA ETC se eviden- cia ya sea por autoanticuerpos circulantes, patrones específi cos histopatológicos en biopsia pulmonar (en especial la neumonía intersticial no específi ca) o su- tiles manifestaciones extratorácicas de la ETC. A estos pacientes se ha propuesto incluirlos en la categoría de enfermedad del tejido conjuntivo de predominio pulmonar. Se han ideado criterios para reconocer esta entidad. Los pacientes deben de cumplir las siguientes características clínicas: 1. Alguno de los siguientes patrones de daño inters- ticial : neumonía intersticial no específi ca, neumo- nía intersticial linfocítica, neumonía organizada, daño alveolar difuso, neumonía intersticial desca- mativa sin antecedente tabáquico, determinado por biopsia pulmonar o sugerido en tomografía de alta resolución. 2. Criterios de clasificación incompletos para defi nir una enfermedad del tejido conjuntivo. 3. Exclusión de otras causas de EPI. Ademàs las pruebas serologicas y hallazgos histopa- tologicos deben de cumplir uno o más de los siguien- tes criterios: ANA títulos >1:320; factor reumatoide > 60 UI/mL; ANA patrón antinucleolar (a cualquier titulación); anti-CCP; anti-Ro; anti-La; anti DNA DC; anti-ribonucleo- proteina; anti-Smith; antitopoisomerasa-1 (SCL-70); anti tRNA sintetasa; anti-PM SCL. En caso de datos patológicos en biopsia pulmonar, dos o más de los siguientes: agregados linfocíticos con centros germinales; pleuritis extensa; infi ltrado plas- mociticoprominente; colágeno perivascular denso. Estos criterios son útiles ya que proponen una so- lución para referirse a los pacientes con cuadros no completos de enfermedades reumatológicas; éste ha sido un problema con el que todos los grupos que tra- tan a individuos con EPID se han enfrentado, si bien tiene el inconveniente de que pone en un mismo gru- po a enfermos muy heterogéneos. Los sujetos con EPI deben estudiarse de modo minucioso de forma clínica y serológica para ETC. En el INER se trata de identifi car de manera dirigida autoanticuerpos de la manera más completa posible, incluidos al menos anticuerpos anti- nucleares, antipéptidos cíclicos citrulinados, anti-Jo1, anti-Ro/SSa, anti-la/SSb, anti-SCL 70 y anticentrómero. Artritis reumatoide Bongartz T, Nannini C, Medina-Velasquez YF et al.: Inci- dence and mortality of interstitial lung disease in rheu- matoid arthritis: a population-based study. Arthritis Rheum 2010;62(6):1583-91. Kelly CA, Saravanan V, Nisar M et al.: Rheumatoid arthritis-rela- ted interstitial lung disease: associations, prognostic factors and physiological and radiological characteristics--a large multicentre UK study. Rheumatology 2014;53(9): 1676-82. Kim EJ, Collard HR, King TE Jr.: Rheumatoid arthritis-associa- ted interstitial lung disease: the relevance of histopathologic and radiographic pattern. Chest 2009;136(5): 1397-405. Lee HK, Kim DS, Yoo B et al.: Histopathologic pattern and clinical features of rheumatoid arthritis-associated inters- titial lung disease. Chest 2005;127(6):2019-27. BIBLIOGRAFÍA http://booksmedicos.org Botón1:
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