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Síndrome de apnea obstructiva del sueño, apnea central y respiración periódica de Cheyne Stokes, complicaciones cardiovasculares asociadas SÍNDROME DE APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO (SAOS) DEFINICIÓN El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) es un trastorno respiratorio del dormir defi nido por epi- sodios repetitivos de obstrucción completa (apnea) o parcial (hipopnea) de la vía aérea superior que ocurren durante el sueño. Estos episodios de obstrucción de la vía aérea superior inducen síntomas diurnos, como somnolencia excesiva diurna y deterioro cognoscitivo, además de asociarse con alteraciones respiratorias, cardiacas, metabólicas e infl amatorias . EPIDEMIOLOGÍA E IMPORTANCIA El SAOS es un trastorno frecuente en la población. En estudios de base poblacional se ha descrito una pre- valencia de 3%, con una relación hombre:mujer de 2:1. Por medio de cuestionarios y poligrafía respiratoria, se estimó que la prevalencia en la ciudad de México es de 2.2% en mujeres y 4.4% en hombres. El SAOS es una enfermedad relacionada de forma estrecha con la actual epidemia de obesidad, y su fre- cuencia y gravedad se agudiza de manera importante al aumentar el índice de masa corporal, encontrando una frecuencia de 10% en pacientes con IMC mayor a 40 kg/m2. Los estudios epidemiológicos han mostrado que el SAOS es causa o se asocia con la mala calidad de vida; accidentes vehiculares, laborales y domésticos; síntomas depresivos y de ansiedad; problemas de me- moria, atención y concentración; además de enferme- dades cardiovasculares, como hipertensión arterial sistémica, cardiopatía isquémica, arritmias, insufi cien- cia cardiaca, hipertensión arterial pulmonar y enferme- dad vascular cerebral. FISIOPATOLOGÍA La obstrucción de la vía aérea superior ocurre en el ni- vel de la faringe, al ser una estructura que carece de un soporte cartilaginoso u óseo y, por tanto, susceptible al colapso. Para explicar la fi siopatología del colapso de la fa- ringe es necesario entender que la estabilidad de dicha estructura depende del equilibrio entre dos grupos de factores: ● Los que favorecen el colapso son: a) la presión subatmosférica generada por el esfuerzo inspi- ratorio del diafragma. La presión negativa intra- torácica desencadenada por la contracción muscular es transmitida hasta la vía aérea supe- http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 46)544 rior con el fi n de generar el fl ujo de aire necesa- rio para mantener la ventilación; al encontrar una zona inestable extratorácica se genera el colap- so. Otro factor que favorece el colapso es la pre- sión positiva extraluminal que ejercen las estructuras que rodean la luz de la faringe, como depósitos de tejido adiposo o estructuras óseas estrechas, como maxilares. ● De los factores que se oponen al colapso, el más importante es la actividad adecuada de los múscu- los con acción dilatadora de la faringe, en particu- lar el geniogloso. Otro factor que se ha sugerido ayuda en la permeabilidad de la vía aérea superior es el volumen pulmonar, pues se ha demostrado que a mayor volumen pulmonar la tracción céfalo- caudal ejercida sobre la vía aérea ayuda a estabili- zar la faringe. La interrupción del fl ujo aéreo es sólo la primera parte de la enfermedad, pues las consecuencias sistémicas se deben a tres principales mecanismos de daño aso- ciadas con los eventos de obstrucción de la vía aérea superior: 1. Hipoxemia intermitente-reoxigenación. Los eventos obstructivos de la vía aérea superior condicionan caídas en la presión parcial de oxí- geno arterial, que se restauran tras la mejoría del fl ujo en la vía aérea. Se ha demostrado que esta patrón cíclico de hipoxemia que se repite duran- te el tiempo de sueño es capaz de estimular el endotelio vascular para liberar sustancias proin- fl amatorias y de la coagulación. Además, en la fase de reoxigenación, se liberan especies reacti- vas de oxígeno que culminan en estrés oxidativo. 2. Cambios de presión intratorácica. El esfuerzo inspiratorio contra una vía aérea ocluida resulta- rá en cambios de presión dentro del tórax de hasta -80 mm Hg, lo que incrementará la poscar- ga del ventrículo izquierdo durante las apneas. Tras la apertura de la vía aérea superior, el retor- no venoso incrementará, generando un fenóme- no de desplazamiento del septum interventricular hacia la izquierda, disminuyendo la distensibili- dad del ventrículo izquierdo. 3. Alertamientos o microdespertares. Estos fenó- menos, que se pueden reconocer en la actividad electroencefalográfi ca, son necesarios para fi na- lizar los eventos respiratorios obstructivos; es decir, el cerebro debe “alertarse” para que los músculos dilatadores de la faringe se activen y con ello se restaure el fl ujo de aire. Si los alerta- mientos se presentan con frecuencia, alterarán la arquitectura de sueño por fragmentación del mismo y se relacionarán con los síntomas diur- nos de somnolencia excesiva diurna, alteraciones de las funciones cognoscitivas, y accidentes vehi- culares y laborales ligados con somnolencia. La sobre estimulación simpática conectada con los alertamientos también se relacion con un incre- mento del tono vascular y, a largo plazo, con hi- pertensión arterial sistémica. DEFINICIONES Y CLASIFICACIÓN De acuerdo con las más recientes recomendaciones, los eventos obstructivos pueden defi nirse de la si- guiente forma: ● Apnea obstructiva: reducción de más de 90% en el fl ujo aéreo, de por lo menos 10 segundos de duración, acompañado de esfuerzo (movimien- to) respiratorio. ● Hipopnea: disminución del fl ujo respiratorio en por lo menos 30%, de por lo menos 10 segundos de duración y asociada con un alertamiento o desaturación de 3% o más. Para mejor defi nición de las hipopneas obstructivas, éstas se reconoce- rán si se acompañan de ronquido, aplanamiento de curva de fl ujo o movimiento toracoabdominal paradójico. La clasifi cación más difundida del SAOS, aunque arbi- traria, es una referencia útil para la discriminación de los pacientes más graves y una orientación para su tra- tamiento. Se basa en el número de eventos obstruc- tivos registrados por hora de sueño en un estudio de polisomnografía: ● SAOS leve: índice de apnea-hipopnea (IAH) mayor o igual que 5 y menor que 15 eventos por hora de sueño. ● SAOS moderado: IAH de 15 o mayor y menor de 30 por hora de sueño. ● SAOS grave: IAH de 30 o mayor por hora de sueño. CUADRO CLÍNICO El SAOS presenta manifestaciones diurnas y noctur- nas. Las nocturnas suelen ser muy características de la enfermedad e incluyen ronquido habitual (la mayor parte de las noches de una semana), intenso por lo http://booksmedicos.org Síndrome de apnea obstructiva del sueño, apnea central y respiración . . . 545 general, que incluso perturba la calidad de sueño del compañero de cama. Una manifestación que guarda una estrecha correlación con la presencia de la en- fermedad es la referencia de apneas o “ahogos” del paciente, casi siempre expresada por alguien que ha observado dormir al sujeto. De las diurnas, la más importante es la somnolen- cia excesiva, que además es la causa de accidentes automovilísticos y laborales de alto riesgo en estos pacientes. Existe una escala validada que tiene el ob- jetivo de evaluar la somnolencia. El cuestionario de Epworth califi ca en una escala de 0 a 4 la posibilidad de dormirse o “cabecear” en ocho diferentes circuns- tancias comunes de baja estimulación. El punto de corte para califi carla como signifi cativa es igual o ma- yor que 11. Otros síntomas diurnos son cefalea matu- tina, problemas de atención y memoria, disminución de la libido y alteraciones del estado de ánimo. DIAGNÓSTICO Los datos clínicos característicos no son sufi cientes para establecer el diagnóstico; se ha demostrado que la valoración por un médico especialista en trastor- nos del dormir provee una sensibilidad de 64% para el diagnóstico de SAOS. Por ello, se han desarrollado herramientasde predicción clínica para incrementar la efi ciencia en el diagnóstico de la enfermedad; la más utilizada en la conocida como SACS (del inglés Sleep Apnea Clinical Score), que se obtiene de la circunfe- rencia del cuello en centímetros a la que se añaden cuatro unidades más por el antecedente de hiper- tensión arterial sistémica, tres unidades más por ron- quido habitual y tres más por apneas presenciadas. Para la interpretación de los resultados se toman los siguientes puntos de corte: baja probabilidad cuando se obtienen menos de 43 puntos, intermedia cuando se encuentra entre 43 y 48 puntos, y alta cuando se obtienen más de 48 puntos. Esta herramienta tiene una sensibilidad de 90% y especifi cidad de 63%. El estándar de oro para establecer el diagnóstico de SAOS es la polisomnografía (PSG) estándar noc- turna. Durante la PSG se registran, durante toda una noche, diferentes variables para la identifi cación de los estadios del sueño, señales respiratorias, de movi- miento y cardiacas. Todo en forma supervisada en un laboratorio. Es la forma mejor validada para el reco- nocimiento de dicho trastorno (fi gura 46-1). En una segunda noche de registro, a los pacientes con SAOS se les ofrece tratamiento con presión positiva, por lo general en la modalidad de presión continua. Como una forma de optimar los recursos y abre- viar el tiempo en que el paciente tendrá acceso a un tratamiento efectivo, la PSG puede realizarse en forma- to de “noche dividida”. Esto signifi ca que cuando en las primeras horas de la noche se documenta apnea obs- tructiva del sueño grave, la segunda mitad de la noche se puede utilizar para iniciar tratamiento con presión positiva, a fi n de obtener la presión terapéutica que resuelva los eventos obstructivos. En muchos países del mundo, los laboratorios de sueño son insufi cientes para un problema de alta pre- valencia. En los últimos años se han desarrollado equi- pos portátiles, más sencillos que un polisomnógrafo y más baratos, que pueden ser colocados en el domicilio del paciente y no requieren supervisión. Suelen medir las variables respiratorias, como fl ujo aéreo, oximetría de pulso, movimiento respiratorio, frecuencia cardiaca, ronquido y posición corporal (fi gura 46-2). Todos los equipos portátiles cuentan con un programa de califi - cación automática de eventos que han demostrado acuerdo variable en relación con la PSG, por lo que aún se recomienda la califi cación manual de los registros por personal bien capacitado. Otros monitores portátiles de desarrollo reciente basan el diagnóstico en señales como la tonometría arterial y tiempo de tránsito de la onda de pulso. Esos equipos tienen un desempeño similar a otros monito- res portátiles, pero una desventaja es que no se cuenta con defi niciones estandarizadas y validadas para la ca- lifi cación de los eventos obstructivos. Hasta ahora, la recomendación para utilizar un mo- nitor portátil es en aquel paciente con alta probabilidad clínica de tener SAOS y sin comorbilidades que pudie- ran alterar el rendimiento de las señales de un monitor portátil, como neumopatía signifi cativa, pacientes car- diópatas o con lesiones del sistema nervioso central. Otra contraindicación para el uso de un monitor portátil es la alta probabilidad de hipoventilación durante el sueño, como ocurre en sujetos con obesidad mórbida, alteraciones de la caja torácica o enfermedades neuro- musculares, ya que hasta ahora ningún monitor portátil incorpora una medición fi able del CO2 durante el sueño. TRATAMIENTO El objetivo del tratamiento del SAOS es evitar el co- lapso de la faringe durante el sueño y con ello el resto de los fenómenos asociados, responsables de los sín- tomas y riesgos a la salud. Para este fi n se dispone de varias opciones, las cuales se describirán con base en su importancia. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 46)546 Fi gu ra 4 6― 1. Tr az o de p ol is om no gr af ía e n el q ue s e m ue st ra q ue e n es ta di o de M O R 1 . La c ur va d e fl u jo d is m in uy e en m ás d e 90 % 2 . Pr es en ta d es at ur ac io ne s 3. M ov im ie nt o pa ra dó jic o to ra co ab do m in al 4 . 1 1 1 2 2 2 3 3 4 4 4 10 s 20 s 30 s 40 s 50 s 60 s 70 s 80 s 90 s 10 0s 11 0s F4 M 1 C 4M 1 O 2M 1 EO G iz q EO G d er EM G EC G EM G D ER EM G IZ Q M ic ró f TE R M IS TO Fl uj oP N TO R AM D N M Sp O 2 TC O 2 PC ue rp o 82 82 83 84 87 87 94 92 92 92 90 90 95 95 91 81 78 78 72 72 70 69 68 68 66 66 66 93 85 80 74 73 68 67 64 64 65 66 71 96 96 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 http://booksmedicos.org Síndrome de apnea obstructiva del sueño, apnea central y respiración . . . 547 Presión positiva no invasiva El tratamiento más efectivo hasta el día de hoy son los dispositivos que proveen presión positiva en la vía aé- rea superior a través de una mascarilla y con ello evitan el colapso faríngeo. Es la primera línea de tratamiento en pacientes con SAOS grave y en aquellos con SAOS leve-moderado, con factores de riesgo cardiovascular o síntomas importantes. La presión positiva se puede proveer en diferentes modalidades: ● Presión positiva continúa en la vía aérea (CPAP por sus siglas en inglés): Es el modo más costo- efectivo hasta el momento. Se trata de colocar al paciente un sistema que presurizará el aire y se transmitirá hacia la vía aérea superior. Esta pre- sión positiva funcionará entonces como una “fé- rula” neumática que evitará el colapso en la faringe. Se le llama “continua” porque el objetivo del equipo es mantener la misma presión a lo largo de todo el ciclo respiratorio. La presión que resuelve los eventos obstructivos se conoce como presión terapéutica y puede ser determi- nada a través de un estudio de PSG durante el cual una persona observa directamente las varia- bles respiratorias e incrementa la presión hasta eliminar todos los fenómenos obstructivos. Una opción para encontrar la presión terapéutica sin PSG, son los equipos que proveen CPAP y que ajustan automáticamente la presión, éstos se describirán a continuación. ● Presión positiva continua en la vía aérea au- toajustable (Auto-CPAP). Estos dispositivos cuentan con un algoritmo que analiza la curva de fl ujo del paciente e incrementan la presión en respuesta a los eventos obstructivos, ronquido y limitación al fl ujo aéreo (de ahí el término de au- tomáticos). En general han demostrado efectivi- dad en la resolución de los eventos obstructivos, pero cabe aclarar que cada fabricante utiliza un algoritmo diferente y lo mejor es conocer el des- empeño de cada equipo. Hasta ahora no se reco- mienda su generalización como tratamiento estándar, ya que no son superiores en efi cacia a los dispositivos de presión positiva fi ja y son más costosos. Son una excelente opción para encon- trar la presión terapéutica cuando no se dispone Figura 46―2. Trazo de un monitor portátil en el que se aprecian múltiples disminuciones en la curva de fl ujo (1) y desaturaciones (2) asociadas con los cambios de fl ujo aéreo. 2 2 2 2 2 2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 93 9391 91 91 91 91 90 88 88 84 84 84 84 84 84 89 89 92 81 77 77 77 88 81 79 85 78 73 72 80 80 8082 81 76 76 87 87 81 76 73 73 73 85 65 71 79 83 88 88 79 71 65 64 64 64 67 68 86 86 86 71 71 67 67 70 70 70 72 75 83 83 83 76 76 76 76 76 65 65 73 73 RO RO RO N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N 60” 120” 180” 240” 300” Spo02 FC Flujo Esfuerzo Ronquido MEP POS http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 46)548 de una PSG o ya se ha realizado el diagnóstico por medio de un monitor portátil. ● Presión positiva de dos presiones (binivel): con- siste en dos nivelesde presión positiva: una en la fase espiratoria, que ayuda a prevenir el colapso de la faringe; otra, mayor, en la fase inspiratoria. La diferencia entre ambas, llamada presión de so- porte, servirá para mejorar el volumen corriente, por lo que también se le conoce como ventilación mecánica no invasiva. Estos equipos no han de- mostrado benefi cios sobre el CPAP en pacientes con SAOS y son, con mucho, más costosos. Cabe aclarar que se trata de la mejor opción en pacien- tes que tienen hipoventilación crónica, pero como se puede observar, sus indicaciones se encuentran más allá de los límites del SAOS. Dispositivos de avance mandibular (DAM) Son dispositivos odontológicos que tienen como fi n expandir, durante el sueño, el espacio faríngeo me- diante tracción de la mandíbula a un plano anterior. Son efi caces, pero su indicación hasta el momento es el SAOS leve-moderado o cuando un paciente no tole- ra un equipo de presión positiva. La adherencia a largo plazo a estos dispositivos no es superior que lo obser- vada en pacientes con CPAP. Cirugía Existen diferentes cirugías que buscan disminuir el co- lapso faríngeo para tratar el SAOS y cuya descripción detallada escapa al objetivo de este texto. La más uti- lizada es la uvulopalatofaringoplastía (UPPP, UP3). Los resultados son muy variables y con la evidencia gene- rada en algunos decenios de realizarla, se ha concluido que el éxito de la cirugía depende de la experiencia del cirujano y, sobre todo, de la adecuada selección del paciente. Los mejores predictores al respecto son ín- dice de apnea-hipopnea menor a 38 eventos por hora de sueño, algunas variables en la cefalometría (distancia MP-H menor que 20 mm) y ausencia de retrognatia. De nuevo, la cirugía en SAOS está indicada en casos leve- moderados, intolerancia a CPAP o defectos cráneo-fa- ciales evidentes y susceptibles de solución quirúrgica. PRONÓSTICO Los pacientes con SAOS grave sin tratamiento tienen un riesgo relativo de 2.87 de presentar un evento cardio- vascular fatal y 3.17 de un evento no fatal cuando se compara con un individuo de las mismas característi- cas sin SAOS. Lo más relevante es que los estudios han demostrado que bajo tratamiento con CPAP, el riesgo cardiovascular asociado con el SAOS se elimina. En los últimos 30 años se ha descrito una gran cantidad de daños a la salud asociados con el SAOS no tratado. Los más reconocidos son en la esfera cardiovascular e inclu- yen hipertensión arterial sistémica, arritmias, síndromes coronarios agudos, mortalidad en unidades de cuida- dos coronarios, muerte súbita, enfermedad vascular cerebral y arterioesclerosis acelerada. Otros daños son deterioro cognoscitivo, ansiedad y depresión, trastornos en el metabolismo de la glucosa, accidentes de tránsito y laborales, glaucoma y, en los últimos años, la evidencia demuestra asociación con diversos tipos de cáncer. A manera de conclusión se podría decir que el SAOS es el trastorno respiratorio del dormir más fre- cuente. Representa un grave riesgo para la salud y puede ser tratado de modo efi caz con recursos dispo- nibles con facilidad y con alto costo-efectivos. Es res- ponsabilidad de cualquier médico identifi car pacientes en riesgo y la mayoría de los casos pudiera diagnosti- carse y tratarse en unidades de segundo nivel. Esta es- trategia tendría un enorme impacto en la salud pública, dado que el SAOS es un factor de riesgo modifi cable para un grupo creciente de enfermedades. SÍNDROMES DE APNEA CENTRAL DEL SUEÑO Los síndromes de apnea central del sueño (SACS) son un grupo heterogéneo de trastornos que tienen como manifestación principal un índice de apnea hipopnea ≥ 5 eventos por hora de sueño, siendo más de 50% de estos eventos de origen central. La defi nición de apnea central difi ere con respecto a la edad, así: ● En adultos es la caída del fl ujo respiratorio ≥ 90% con respecto a la respiración basal preevento, de duración ≥ 10 segundos y asociado con una au- sencia del esfuerzo inspiratorio durante todo el evento. ● En niños es la caída del fl ujo respiratorio ≥ 90%,en comparación con la respiración basal preevento, relacionado con una ausencia del esfuerzo inspi- ratorio durante todo el evento y por lo menos uno de los siguientes criterios: - Duración ≥ 20 segundos. - Duración ≥ a la ausencia de dos respiraciones, acompañado de un alertamiento o una desa- turación de oxígeno ≥ 3%. http://booksmedicos.org Síndrome de apnea obstructiva del sueño, apnea central y respiración . . . 549 - Caída de la frecuencia cardiaca por debajo de 50 latidos por minuto por cinco segundos continuos o por debajo de 60 latidos por mi- nuto por 15 segundos (sólo aplica para niños menores de un año de edad). Hipopnea en adultos se defi ne como la caída del fl ujo respiratorio ≥ 30%, con respecto a la respiración basal preevento, duración ≥ 10 segundos y ligado con un desaturación ≥ 3% o un alertamiento; en niños, la du- ración es ≥ a la ausencia de dos respiraciones; clasifi car a las hipopneas en eventos obstructivos o centrales es opcional, pero recomendado para todos los centros; hipopnea central es aquella que carece de las siguien- tes características (aplica para niños y adultos): ● Ronquido. ● Aplanamiento inspiratorio del fl ujo respiratorio en un sensor de presión o dispositivo de presión positiva. ● Respiración toracoabdominal paradójica durante el evento, pero no preevento. Fisiopatología La causa de la ausencia o disminución del esfuerzo inspiratorio que lleva a apneas/hipopneas centrales es poco conocida, pero en general se basa en la inestabi- lidad del control central de la respiración debido a dos mecanismos fi siopatológicos no excluyentes entre sí: ● Alcanzar el umbral apneico. ● Tener una ganancia de asa aumentada. El umbral apneico es el nivel de PaCO2 que ocasiona una apnea central. Se presenta sólo durante el sueño. Es más intenso durante el sueño en el que no hay movimientos oculares rápidos y está determinado de forma genética. En general, el umbral apneico se encuentra 6 a 7 mm Hg por abajo de la PaCO2 del estado de vigilia. La ganancia de asa es un término de ingeniería que intenta defi nir la ganancia de un sistema de re- troalimentación negativa; en este caso, el sistema con- trola la ventilación y responde de forma negativa y cíclica ante una perturbación que lo inestabiliza, mani- festándose como apnea/hipopnea central; es decir, la ganancia de asa es una forma de medir la inestabilidad de un sistema controlado por asas de realimentación. Un individuo con ganancia de asa elevada (> 1) tendrá una respuesta ventilatoria inapropiadamente elevada para la retención de CO2 observada durante la pausa respiratoria. Esto hace que exista una disminución exa- gerada de la PaCO2, lo que favorece que se llegue al umbral apneico. Clasifi cación De acuerdo con la tercera edición de la Clasifi cación Internacional de los Trastornos de Sueño, los SACS se clasifi can de la siguiente manera: ● Apnea central del sueño con respiración Cheyne Stokes: se caracteriza por apneas/hipopneas cen- trales cíclicas y periódicas separadas por respira- ción que tienen un patrón crescendo-decrescendo con duración ≥ 40 segundos (fi gura 46-3). La ma- yoría de los pacientes tiene insufi ciencia cardiaca asociada, que a mayor gravedad ocasiona un ciclo respiratorio más largo; sin embargo, se han repor- tado casos secundarios de evento vascular cere- bral, insufi ciencia renal e incluso idiopáticos. Los factores de riesgo para desarrollar Apnea Central del Sueño con Respiración de Cheyne Stokes en presencia de insufi ciencia cardiaca son clase fun- cional III/IV, fracción de expulsión <35%, alcalosis respiratoria diurna, fi brilación auricular, bigemi- nismo o trigeminismo en el electrocardiograma, edad >60 años y género masculino. La respiración de Cheyne Stokes es un factor de riesgo para de- terioro de clase funcional y muerte; el tratamiento más efi ciente es la servo-ventilación adaptativa. El oxígenonocturno, la presión positiva continua (CPAP) y el binivel modo ST podrían ser opciones aceptables en casos seleccionados. ● Apnea central debido a un trastorno médico sin respiración Cheyne Stokes: es un padecimiento raro, caracterizado por apneas/hipopneas cen- trales que pueden ser periódicas y cíclicas, que no exhiben patrón Cheyne Stokes; es decir, están separadas por respiración que no tiene la forma crescendo-decrescendo y una duración < 40 se- gundos. La causa más común es un trastorno neurológico, como malformación de Arnold- Chiari, enfermedad cerebrovascular y alteracio- nes del tallo cerebral, entre otras. Su tratamiento no es claro, pero la servoventilación adaptativa y un binivel modo ST podrían ser adecuados. ● Apnea central del sueño debido a respiración periódica por altitud: son apneas/hipopneas centrales periódicas, que se presentarán al as- cender >4 000 metros sobre el nivel medio del mar; es probable que se presente al subir ≥2 500 metros. En personas susceptibles puede ocurrir desde los 1 500 metros (entre más rápi- da sea la elevación más posibilidades de pre- sentarse el trastorno). Se manifi esta por despertares frecuentes, sueño no reparador y disnea nocturna; estos síntomas mejoran con el http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 46)550 92 92 91 91 90 90 90 95 97 96 94 94 93 93 93 93 91 91 91 91 91 91 95 96 96 97 90 90 90 90 90 97 97 95 93 92 91 91 91 90 90 90 90 94 94 97 96 95 95 37 37 36 33 29 26 26 27 27 32 32 32 34 38 38 38 37 34 29 25 25 26 27 27 27 27 27 37 38 38 38 34 30 24 24 24 25 27 28 28 28 37 37 37 36 34 31 27 27 27 27 27 26 29 37 37 37 37 36 35 60 ” 12 0” 18 0” 24 0” 21 7 21 8 21 8 21 9 21 9 22 0 22 0 22 1 22 1 22 2 22 2 22 3 22 3 22 4 22 4 22 5 22 5 22 6 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3N 3 N 3N 3 ET AP A -C 4M 1 -F 4M 1 -0 2M 1 -E O G iz q -E O G d er -E M G m -E M G p -* EC G 1 *R on qu id o *P .N as al *T ór ax *A bd om en Sp O 2 C O 2g ra fi C o2 n um Fi gu ra 4 6― 3. Tr az o po lis om no gr áfi c o co m pa ct ad o a ci nc o m in ut os . S e ob se rv an h ip op ne as c en tra le s (s eñ al ad as e n m or ad o) , s ep ar ad os p or re sp ira ci ón c on p at ró n cr es ce nd o- de cr es ce nd o típ ic as d e re sp ira ci ón d e C he yn e St ok es . http://booksmedicos.org Síndrome de apnea obstructiva del sueño, apnea central y respiración . . . 551 tiempo en especial a altitud moderada, pero puede persistir a altitud extrema. El periodo de compensación puede durar entre tres días y dos semanas. Se desconoce la epidemiología y fi - siopatología de este padecimiento; se cree que el género masculino es un factor de riesgo. El requerimiento de tratamiento no está claro. ● Apnea central del sueño debido a medicamentos o sustancias: en este caso la causa es el consumo de un narcótico o depresor del control central de la respiración por más de dos meses. El fármaco que más se ha asociado con este trastorno es la meta- dona. Con frecuencia se asocia con hipoventila- ción durante el sueño y apneas obstructivas debido al efecto sobre el músculo estriado. Se desconoce cuál es la contribución de tales eventos sobre el aumento en la mortalidad de los pacien- tes. Las apneas/hipopneas centrales se resuelven suspendiendo el fármaco/sustancia causante; en casos seleccionados, la servoventilación adaptati- va podría ser un tratamiento adecuado. ● Apnea central primaria: es un padecimiento raro, caracterizado por apneas/hipopneas centrales, carentes de un patrón crescendo-decrescendo, in- termitentes y de causa desconocida o idiopática; por lo tanto, no existe el antecedente de un ori- gen médico o farmacológico que explique el caso. El único factor predisponerte informado es alcalosis respiratoria diurna. El signifi cado clínico de este trastorno con respecto a morbilidad y mortalidad es desconocido; en casos selecciona- dos, la servo-ventilación adaptativa y en binivel modo ST podrían ser tratamientos apropiados. ● Apnea central primaria de la infancia: se presenta en las primeras semanas o meses de la vida de niños con edad gestacional ≥37 semanas. Por lo común un observador (enfermera o padres) iden- tifi ca un evento de cianosis o apnea al dormir y las apneas centrales se corroboran durante un monitoreo. No tiene relación con el síndrome de muerte súbita y podría referirse como un episodio casi fatal; se han reportado diferentes factores predisponentes y precipitantes, como infecciones, anemia, refl ujo gastroesofágico, hipoxemia o alte- raciones metabólicas. Su pronóstico es bueno y por lo general tiene una resolución espontánea el primer año de vida. ● Apnea central primaria del prematuro: se carac- teriza por eventos de cianosis o apneas centrales durante el dormir en niños con edad gestacional < 37 semanas. Los eventos suelen estar asocia- dos con hipoxemia y bradicardia; se corroboran por monitoreo durante el sueño y por lo común se observa la mezcla de apneas obstructivas y mixtas. La prevalencia de este trastorno es pro- porcional de manera inversa a la edad gestacio- nal y peso; pero, además, se requiere un factor precipitante, como infecciones, anemia, trastor- nos metabólicos, refl ujo gastroesofágico, enfer- medad pulmonar grave, patología intracraneal o presencia de fármacos anestésicos. Es un trastor- no transitorio y por lo general auto-limitado, pero su pronóstico es variable y dependerá de las comorbilidades asociadas. Su tratamiento consiste en estimulantes del control central de la respiración, como cafeína y teofi lina. ● Apneas centrales emergentes a tratamiento: co- nocidas como apneas complejas. Se presentan en pacientes con apneas obstructivas que duran- te la titulación de un dispositivo de presión posi- tiva, por lo habitual durante una polisomnografía en formato de noche dividida, muestran resolu- ción de los eventos obstructivos, pero emergen o persisten los eventos centrales. Las apneas centrales emergentes a tratamiento son más fre- cuentes en sueño de no movimientos oculares rápidos y se acompañan de un incremento en el índice de alertamientos. No existe información sufi ciente como para identifi car factores de ries- go; se cree que una presión terapéutica excesiva o insufi ciente, binivel y alertamientos secunda- rios a fuga excesiva, podrían explicar la ocurren- cia de este tipo de apneas. Su evolución es hacia la eliminación espontánea de los eventos con presión positiva continua. ALTERACIONES CARDIOVASCULARES EN LA APNEA DEL SUEÑO Desde el decenio de 1980 se identifi có la clara aso- ciación del síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) y enfermedad cardiovascular, en especial hi- pertensión arterial sistémica (HAS), enfermedad vas- cular cerebral (EVC) e insufi ciencia cardiaca (IC). Sin embargo, estos padecimientos y SAOS tienen un co- mún denominador: obesidad y síndrome dismetabóli- co; ambos, por sí mismos, predisponen a enfermedad cardiovascular. Discernir si el SAOS es en sí un factor predisponen- te para enfermedad cardiovascular ha sido un trabajo de investigación de tres decenios, que ha soportado la hipótesis de que se trata de un factor de riesgo inde- pendiente. La trascendencia de esta información es mucha, pues en 2014, la cardiopatía isquémica fue el primer lugar como causa de muerte en México, que http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 46)552 corresponde a 21.7% del total de fallecimientos notifi - cados y cuarto lugar de las enfermedades cerebrovas- culares, que corresponde a 9.55% del total de fallecimientos. Los números en el ámbito mundial tam- bién son apremiantes, concardiopatía isquémica en primer lugar y enfermedad cerebrovascular en segun- do, según la CNN. Por esa razón, identifi car de forma clara los factores de riesgo de las principales enferme- dades causantes de mortalidad en el orbe deja clara la justifi cación de este apartado. La tendencia secular dice que de 1997 a 2007 se presentó una disminución en la muerta cardiovascular de un 27.8%; esta baja debe ser interpretada como consecuencia de mejoría en las medidas preventivas, pero aún sigue siendo un problema de salud. FISIOPATOLOGÍA DEL SAOS EN EL SISTEMA CARDIOVASCULAR Las claves fi siopatológicas de las alteraciones vascula- res que ocasionan las alteraciones ventilatorias duran- te el sueño de los pacientes con SAOS se dividen en: 1) alertamientos autonómicos; 2) hipoxemia transitoria y 3) disminución de la presión transpleural durante las apneas obstructivas. En la transición del estado de despierto a las dife- rentes etapas del sueño hay marcados cambios en la res- piración y los mecanismos de regulación cardiovascular. El sistema nervioso autónomo presenta un aumento en el tono parasimpático y una disminución en el tono simpático y con ello modifi caciones en la frecuencia car- diaca, presión arterial, gasto cardiaco y resistencias vas- culares periféricas. Con todo esto, los barorreceptores presentan un aumento en la sensibilidad, lo cual los hace muy susceptibles de cambios en la presión durante los alertamientos que acompañan los disturbios respirato- rios (apnea, hipopnea o alertamientos asociados con esfuerzos respiratorios). Durante los alertamientos se presentan incrementos súbitos en la presión arterial, fre- cuencia cardiaca y tono vascular. Por ello, el estado car- diovascular durante los alertamientos es distinto a la etapa de vigilia. En los pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño, los cambios vasculares oscilan du- rante las horas de sueño, entre los periodos de ventila- ción y los de apnea. Los cambios cardiovasculares se dan de 5 a 7 segundos después de terminado el evento res- piratorio. Esto trae consigo periodos de bradiarritmia y taquiarritmia; el primero con mayor frecuencia. Durante la apnea obstructiva, los músculos inspi- ratorios continúan su esfuerzo mientras el colapso de la hipofaringe no permite el ingreso del aire a los pul- mones. Este intento de respiración fallido se acompaña de disminución de la presión pleural a valores inferio- res a los que en estado de vigilia acompaña las incur- siones inspiratorias. Esta presión, como presión transpleural, se transmite a todas las cavidades del tó- rax, incluyendo el ventrículo izquierdo, con lo cual las presiones diastólicas son más negativas de lo normal; el efecto fi nal es que hay una diferencia mayor entre la presión sistólica y diastólica, lo cual se traduce en in- cremento en la presión transmural y mayor trabajo miocárdico, lo que contribuye a la hipertrofi a del ven- trículo izquierdo como factor independiente de otros componentes del síndrome dismetabólico, como la HAS. La presión torácica, negativa de forma anormal, contribuye a aumentar el retorno venoso; la fracción de expulsión disminuye de modo intermitente durante las apneas y además modifi ca el tono simpático, mis- mo que tiene distinto comportamiento cuando los pulmones están insufl ados y se presenta la apnea. Durante las etapas de sueño normales, con los cambios en la ventilación se presenta una disminución muy leve de la presión arterial de oxígeno y un aumen- to de los niveles de bióxido de carbono. Durante los periodos de apnea, estas oscilaciones son más drásti- cas y mayores durante el sueño REM. Los episodios de hipoxemia disminuyen el tono vagal y amplifi can el tono simpático durante los alertamientos. El mayor efecto cardiovascular de la hipoxemia es una vez termi- nado el evento respiratorio y coincide con la elevación de la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Las osci- laciones de los niveles de oxígeno son un factor que promueve radicales libres y efectos de repercusión en la regulación local del fl ujo tisular. EFECTOS A LARGO PLAZO Los mecanismos fi siopatológicos antes mencionados, pre- sentes al inicio durante las horas de sueño en que suceden los eventos respiratorios, presentan efectos a largo plazo, persistiendo en estado de vigilia, que se resumen así: ● Hipertrofi a concéntrica del ventrículo izquierdo; disfunción diastólica de grado variable, inclusive dilatación de la aurícula izquierda. El grado de hipertrofi a y alteración en la disfunción diastólica y masa miocárdica es dependiente de la grave- dad de la enfermedad y del IAH. ● Los pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño presentan actividad simpática aumentada de forma persistente durante los periodos de vigilia; los mecanismos a través de los cuales el tono simpático permanece no son bien entendidos. http://booksmedicos.org Síndrome de apnea obstructiva del sueño, apnea central y respiración . . . 553 ● La respuesta presora a la hipoxemia, sensibilidad aumentada a los quimiorrefl ejos y disminución de la sensibilidad de los barorreceptores prosi- gue también en estado de vigilia. De modo ex- perimental, la denervación de cuerpos carotideos parece prevenir estos efectos a largo plazo. ● En pacientes con apnea obstructiva del sueño se presentan niveles de hormonas elevados; el es- trés cardiovascular promueve niveles altos de ca- tecolaminas, pero también se han estudiado otras, como renina, angiotensina y aldosterona. Los niveles elevados de péptido auricular natriu- rético son la alteración hormonal más caracterís- tica y su elevación explica la nicturia presente en los pacientes con apnea obstructiva del sueño. Los niveles de endotelina están elevados y dismi- nuyen los niveles de óxido nítrico. ● Se han examinado moléculas de adhesión, como VCAM-1, ICAM-1, CD15, CD11c y se ha eviden- ciado aumento en células endoteliales y monoci- tos. Estas moléculas de adhesión se encuentran más aumentadas, dependiendo del IAH, siendo más grandes, con un índice mayor de 30/hora. ● Se han estudiado moléculas infl amatorias, deri- vadas tal vez de hipoxemia intermitente. Las os- cilaciones en niveles de oxígeno se consideran factores fi siológicos similares a los estudiados en las lesiones de reperfusión, radicales libres deri- vados de efectos de reperfusión tisular y junto con esto niveles elevados de proteína C reactiva, factor de necrosis tumoral (TNF-α), interleuci- na-1 (IL-1), interleucina-6 (IL-6) e interleucina-18 (IL-18), y activación del factor κB nuclear. Por el contrario, se ha encontrado una disminución de Heat Shock Protein 70 (HSP70). ● Se han observado los niveles de antioxidantes cir- culantes, como el glutatión peroxidasa, γ glutamil transferasa, vitaminas A, E, B12 y folatos, encon- trando una disminución en los pacientes con ap- nea obstructiva del sueño y un aumento de éstos una vez que se inicia el tratamiento con CPAP. ● Se han escrutado los efectos sobre la coagula- ción. El síndrome de apnea obstructiva del sueño es un estado procoagulante por aumento en la adherencia plaquetaria, posiblemente mediado por los niveles elevados de catecolaminas. Los pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño tienen un estado infl amatorio crónico que condiciona aumento en el fi brinógeno; además, junto con la elevación del hematocrito, promue- ve un estado de hiperviscosidad. Se analizan es- tudios pro trombóticos relacionados con lesión del endotelio por radicales libres, niveles de en- dotelina y óxido nítrico circulante. ● Por todos los puntos anteriores se considera que en individuos con apnea obstructiva del sueño se presenta una verdadera disfunción endotelial que condiciona aterosclerosis. Se ha demostrado que hay mayor calcifi cación coronaria en sujetos con apnea obstructiva del sueño que en pacien- tes control (67% versus 31%). ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES RELACIONADAS Las principales entidades nosológicas relacionadas con el síndrome de apnea obstructivadel sueño son la car- diopatía isquémica, insufi ciencia cardiaca, enfermedad vascular cerebral e hipertensión arterial sistémica. La adecuada asociación de estas enfermedades se debe a grandes estudios epidemiológicos prospecti- vos a largo plazo. Los más conocidos se mencionan en los cuadros 46-1 y 46-2. La asociación con estas enfer- medades es más importante mientras más grave sea la apnea obstructiva del sueño, con claras repercusiones con IAH mayores de 30/hora. El 40% de los pacientes con apnea obstructiva del sueño presenta HAS y 30% de los pacientes con HAS, apnea obstructiva del sueño. Hoy día, la mayoría de las guías de manejo internacionales de HAS considera ap- nea obstructiva del sueño como un factor de riesgo. Los estudios clásicos que demuestran su asociación son el Wisconsin Sleep Cohort Study y el Sleep Heart Health Study. En varios estudios se ha demostrado que la som- nolencia durante el día en pacientes con apnea obstruc- tiva del sueño está más relacionada con una inadecuada función cardiovascular; de hecho, el tratamiento con CPAP parece tener más impacto cardiovascular en per- sonas con mayor somnolencia en el día. Cuadro 46―1. Sumario de los estudios más relevantes relacionados con enfermedad cardiovascular asociada a SAOS Hipertensión n IAH Odds ratio The Sleep Heart Healt Study 6 132 > 30 1.37 Wisconsin Sleep Cohort Study 1 069 > 30 3.1 EVC isquémico n IAH Odds The Sleep Heart Healt Study 6 424 > 11 < 1.4 1.58 EVC: evento vascular cerebral http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 46)554 A pesar de que la obesidad es causa de diabetes mellitus y de síndrome de apnea obstructiva del sueño, análisis epidemiológicos y experimentales han demos- trado que la apnea obstructiva del sueño condiciona incremento en los niveles de glicemia y de resistencia a la insulina con independencia de la presencia de obesi- dad. Además, las curvas de tolerancia a la glucosa se ven afectadas dependiendo del si el IAH es mayor a 15/hora. La apnea obstructiva del sueño es un factor de ries- go independiente para desarrollar fi brilación auricular, lo cual se comprueba en al menos dos estudios compa- rativos observacionales. La fi brilación auricular y su aso- ciación con otras comorbilidades, como EVC, como factor independiente de apnea obstructiva del sueño no han sido analizadas. La apnea obstructiva del sueño es un factor de riesgo independiente para cardiopatía isquémica, como fue publicado en la experiencia del Sleep Heart Healt Study, donde ha sido demostrado de forma epi- demiológica, con ajustes de otros factores de riesgo asociados, y en estudios que analizan las lesiones co- ronarias en grupos con apnea obstructiva del sueño y en controles. Los casos con apnea obstructiva del sueño grave tienen más posibilidad de desarrollar insufi ciencia car- diaca; los casos con IAH mayor de 30/hora tienen 58% más posibilidades de tener IC que los controles. De los pacientes que tienen IC, entre 15 y 50% de los casos presenta apnea obstructiva del sueño. En otros estudios se ha reportado que entre 10 y 25% de los sujetos con apnea obstructiva del sueño desarrolla falla cardiaca. En estudios de una cohorte de 182 pacientes con apnea obstructiva del sueño severa se demostró un in- cremento en el riesgo de eventos vasculares cerebrales de 14% y de un 23% para cardiopatía isquémica, con un riesgo combinado de 36%. En el Sleep Heart Healt Study se demostró un riesgo modesto de enfermedad vascular cerebral relacionado de manera directa con la gravedad de la apnea, siendo mayor en los casos supe- riores de 10 eventos/hora y aún más en los casos de 36 eventos/hora. Se ha sugerido que los pacientes con apnea obs- tructiva del sueño tienen una disminución en la tole- rancia al ejercicio, lo cual es confuso, pues estos individuos tienen muchos factores relacionados que pueden limitar el ejercicio, como obesidad, sedentaris- mo o enfermedades cardiovasculares asociadas. En es- tudios donde evalúan a esta población con prueba de esfuerzo cardiorrespiratoria, se ha publicado una co- rrelación inversa entre el IAH y el consumo máximo de oxígeno (VO2). La disminución en el consumo máximo de oxígeno de los pacientes con apnea obstructiva del sueño ha sido descrita en población obesa con apnea obstructiva del sueño y sin ella, pero con similar índice de masa corporal, mostrando que hay un VO2 más bajo en la población obesa con apnea. Es interesante que en un estudio de casos y con- troles de pacientes con apnea obstructiva del sueño sin obesidad, se comparó el desempeño en la tolerancia al ejercicio de pacientes con apnea obstructiva del sueño. No se demostró diferencia en el consumo de oxígeno máximo (VO2), umbral aeróbico y cociente respiratorio entre los dos grupos. SÍNDROME DISMETABÓLICO El síndrome dismetabólico es un estado clínico en el que se asocia diabetes mellitus, hipertensión arte- rial sistémica, dislipidemia y obesidad. El 60% de los pacientes con apnea obstructiva del sueño tiene sín- drome dismetabólico; este estado, por sí mismo, es también predisponente de enfermedad cardiovascular y ha sido motivo de investigación defi nir como factor independiente de enfermedad cardiovascular a los pacientes con apnea obstructiva del sueño. El interés de mencionar este síndrome en el capítulo de apnea obstructiva del sueño son los repetidos estudios en que se ha demostrado que el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño promueve mejoría en el control de la glicemia de tales pacientes, por disminución de la resistencia a la insulina. Entre 60 y 90% de los pacientes con apnea obs- tructiva del sueño tiene un índice de masa corporal mayor de 28 kg/m2. Los pacientes con obesidad pre- sentan niveles altos de leptina y resistencia a la leptina en el sistema nervioso central. La disminución de peso, que en algunos casos se asocia con el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño, se considera relaciona- da con esta disminución de la resistencia a la leptina. Cuadro 46―2. Sumario de los estudios más relevantes relacionados con enfermedad cardiovascular asociada a SAOS Insufi ciencia cardiaca n IAH Odds ratio The Sleep Heart Healt Study 6 132 > 11 2.38 Cardiopatía isquémica n IAH Odds The Sleep Heart Healt Study 6 102 > 11 < 1.4 1.27 http://booksmedicos.org Síndrome de apnea obstructiva del sueño, apnea central y respiración . . . 555 En cuanto a las dislipidemias, los pacientes con ap- nea obstructiva del sueño presentan mayores niveles de colesterol DHL, comparados con controles. EFECTOS CARDIOVASCULARES DEL TRATAMIENTO Desde el inicio de los estudios de apnea obstructiva del sueño, en el decenio de 1980, se evidenció una mejoría en el control de las cifras de presión en pa- cientes con HAS cuando se les trataba con ventila- ción mecánica no invasiva o traqueotomía. Los factores cardiovasculares más conocidos del tratamiento con CPAP son disminución de la presión arterial, mejoría de la función ventricular, fracción de expulsión y gasto cardiaco. En los casos con hiper- trofi a del ventrículo izquierdo que reciben trata- miento con CPAP, se ha demostrado de manera ecocardiográfi ca una disminución de la masa mio- cárdica posterior a seis meses de tratamiento. No todos los estudios que evalúan la mejora en los nive- les de presión con el uso de CPAP son concluyentes; algunos demuestran una baja muy pobre de las ci- fras de presión, pero aún no queda claro si las dife- rencias en los resultados de los estudios son dependientes de la metodología (p. ej., gravedad del IAH en los grupos estudiados, tolerancia, horas de uso, tiempo de uso, etc.) o bien hay poblaciones que se favorecen más que otras del control de la presión arterial con el uso de CPAP. El grupo de pacientes que se benefi cian es de un 50%. También se ha comprobado una mejoría en el control de dislipidemias con tratamiento con CPAP en los casos de apnea obstructiva del sueño asociada.En grupos de pacientes con HAS de difícil con- trol ―entendido como un paciente que requiera de tres o más antihipertensivos―, el IAH es mayor, y a los tres meses de tratamiento los requerimientos farmacológicos disminuyen. El tratamiento con CPAP merma la resistencia a la leptina. Los niveles de leptina parecen ser más bien dependientes de la disminución de peso, pues depende de la cantidad de tejido graso corporal. En varias investigaciones se ha documentado una mengua de los niveles de proteína C reactiva después del tratamiento con CPAP; sin embargo, en un estudio se reportó que los niveles de proteína C reactiva no decrecen con el tratamiento con CPAP si no está acompañado de una disminución en la re- ducción de peso, lo cual propone que el tratamiento de los trastornos cardiovasculares debe ser integral e incluir, además, ejercicio, dieta, uso moderado de bebidas alcohólicas y corrección de otros riesgos asociados con el síndrome dismetabólico. En un estudio de 10.1 años de seguimiento, se analizó una población que consistió en 264 pa- cientes sanos; 377 roncadores simples; 403 pa- cientes con apnea obstructiva del sueño leve o moderada sin tratamiento; 235 pacientes con apnea obstructiva del sueño grave no tratados; y 372 con apnea obstructiva del sueño grave, en tratamiento con CPAP. En los resultados se encontró una incidencia de efectos fatales de 1.06 por cada 100 pacientes por año en el gru- po con enfermedad grave no tratada; en con- traposición, el grupo con enfermedad leve a moderada sin tratamiento presentó una inci- dencia de efectos fatales de 0.55 por 100 pa- cientes/año, lo cual tiene una p = 0.02; los roncadores simples presentaron 0.34 eventos fatales, con un valor de p = 0.005; los pacientes tratados con CPAP nasal presentaron 0.35, con un valor de p < 0.05; sujetos normales presen- taron una incidencia de efectos fatales de 0.3, con un valor de p < 0.05. Así, se tiene como conclusión del análisis multivariado que los pacientes con enfermedad grave sin trata- miento incrementan el riesgo de evento car- diovascular grave en odds ratio de 2.87 (95% IC, 1.17 a 7.51). Otros análisis sustentan esta conclusión, en donde se documenta mayor cantidad de eventos vasculares tanto fatales como no fatales. Se ha estudiado el impacto del uso de CPAP en mejorar la tolerancia al ejercicio, ya que con el uso de CPAP se presentan cambios estructurales en el miocardio, pero las conclusiones de los estudios no tienen información uniforme. En un análisis se inclu- yeron pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño comparados con grupo control, los sujetos se evaluaron de manera polisomnográfi ca, con eco- cardiograma y prueba de esfuerzo cardiopulmonar. Los parámetros derivados de la prueba de esfuerzo cardiopulmonar mostraron después de tres meses de uso de CPAP un incremento en gasto cardiaco y función ventricular en el ejercicio. No se ha documentado mejoría en el riesgo car- diovascular evaluado por marcadores biológicos y antropométricos dependientes del uso de genera- dores de fl ujos, sea CPAP con presión fi ja o autoajus- table (APAP). http://booksmedicos.org Botón1:
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