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Manual de Rehabilitación Física Deportiva 1 Directorio Mtro. Gonzalo Rodríguez Villanueva Rector Dr. Marco Antonio Gutiérrez Coronado Vicerrector Académico Mtro. Silvano Higuera Hurtado Director de Educación y Humanidades Mtro. Carlos Humberto Beltrán Viadurri Jefe del Departamento de Sociocultural Mtro. José Fernando Lozoya Villegas Responsable de la Licenciatura en Dirección de la Cultura Física y el Deporte Dr. Walter Aurelio Sandoval Cruzalegui Experto en contenido Lic. Yanira Dennise Leyva Gámez Revisión Manual de Rehabilitación Física Deportiva 2 Introducción El manual de Rehabilitación Física Deportiva, es un apoyo para los estudiantes de la Licenciatura en Dirección de la Cultura Física y el Deporte, pertenece al módulo de Ciencias Biomédicas, y contribuye a la competencia de Implementar programas de activación física y promoción de salud según las necesidades específicas de la persona. Este trabajo está dividido en once unidades, la primera está enfocada a explicar las lesiones más comunes, la segunda, a conocer el proceso de curación, la tercera, a la Fisiopatología de la curación en relación con los diversos tejidos corporales, la cuarta a ver los objetivos de la rehabilitación en la Medicina Deportiva, la quinta, estudia la evaluación, tratamiento y rehabilitación inicial, la sexta, explica las modalidades terapéuticas en la rehabilitación, la séptima, las consideraciones Psicológicas en la rehabilitación, la octava, describe los tipos de terapia de rehabilitación física para lesionados, la nóvena, explica la facilitación neuromuscular propioceptiva, la décima describe la Progresión Funcional en la rehabilitación, y por último, la onceava, explica las consideraciones farmacológicas en un programa de rehabilitación. Quienes hemos trabajado en la elaboración de este manual esperamos que sea de gran utilidad para los estudiantes y profesores, para sustentar su trabajo y sea una herramienta para mejorar en sus áreas de desempeño. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 3 Índice I.- Lesiones más comunes………………………………………………………... 12 1.1 Luxacaciones y subluxaciones 12 1.2 Bursitis 12 1.3 Dolores musculares 14 1.4 Contusiones 15 II.- Conociendo el proceso de curación 17 2.1 Fase I de respuesta inflamatoria 17 2.1.1 La inflamación crónica 20 2.2 Fase de preparación fibroblástica 20 2.3 Fase de maduración-remodelación 23 2.3.1 El papel de la movilidad progresiva controlada en la fase de maduración 23 2.3.2 Algunos factores que dificultan la curación 24 III.- Fisiopatología de la curación en relación con los diversos tejidos corporales 28 3.1 Tejido epitelial 28 3.2 Tejido conectivo 29 3.2.1 Lesiones del tejido conenctivo 34 3.3 Tejido muscular 47 3.4 Tratamiento de urgencia en la s lesiones 51 3.4.1 Protección 51 3.4.2 Restricción de la actividad 52 3.4.3 Hielo 52 3.4.4 Compresión 54 3.4.5 Elevación 54 3.5 Administración del proceso de curación durante la rehabilitación 55 IV.- Objetivos de la rehabilitación en la medicina deportiva 57 4.1 Prevención de lesiones 57 4.1.1 Condicionamiento físico 57 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 4 4.1.2 Aspectos claves en el condicionamiento fisico 60 V.- Evaluación, tratamiento y rehabilitación inicial 66 5.1 Rehabilitación 66 5.2 Objetivos 67 5.2.1 Objetivos a corto y largo plazo 70 5.2.2 Factores que influyen en los objetivos de rehabilitación 72 5.2.3 Atención de lesionado por entrenador (tratamiento inicial) 74 VI.- Modalidades terapéuticas en la rehabilitación 79 6.1 Corrientes eléctricas de estimulación 80 6.1.1 Estimulación de los nervios sensoriales 81 6.1.2 Estimulación de los nervios motores 85 6.1.3 Corrientes interferenciales 86 6.1.4 Tratamiento con MENS 87 6.1.5 Corriente rusa 87 6.1.6 Iontoforesis 88 6.1.7 Galvanismo médico 89 6.1.8 Diatermia 90 6.2 Utrasonidos 93 6.3 Modalidad infraroja 96 6.3.1 Uso clínico de calor y frío 96 6.3.2 Crioterapia 98 6.3.3 Termoterapia 99 6.3.4 Compresión intermitente 100 6.3.5 Láser de baja potencia 102 6.4 Tratamiento de lesiones utilizando modalidades terapéuticas 104 6.4.1 Fase de lesión aguda inicial 104 6.4.2 Fase de respuesta inflamatoria 106 6.4.3 Fase de reparación fibroblástica 107 6.4.4 Fase de maduración-remodelación 108 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 5 6.5 Otras consideraciones del tratamiento de lesiones 109 6.5.1 Indicaciones y contradicciones 109 VII.- Consideración es psicológicas de la rehabilitación 112 7.1 Atleta propenso a las lesiones 112 7.2 Actitudes que predisponen a la lesión 117 7.3 Fases de la lesión 120 7.4 La lesión en manos del atleta 120 7.5 Estrategias para adquirir control 123 7.5.1 Entrenamiento de relajación 124 7.5.2 Rechazo de pensamientos negativos 124 7.5.3 Imágenes 125 7.6 Relaciones personales entre el atleta y el terapeuta deportivo 126 7.7 Seguimiento del programa de rehabilitación 131 7.7.1 Cómo hacer frente a la lesión 133 7.7.2 Metas 137 7.8 Problemas en el proceso de rehabilitación 142 7.8.1 Personal de rehabilitación 143 VIII.- Tipos de terapias de rehabilitación física para lesionados 143 8.1 Terapia de espalda 143 8.1.1 Dolor de espalda agudo frente a dolor de espalda crónica 143 8.1.2 Importancia e la evaluación 144 8.1.3 Modelo de etapa aguda etapa de recidiva y etapa crónica 146 8.1.3.1 Tratamiento de la primera etapa (aguda) 146 8.1.3.2 Tratamiento en la etapa II (de recaída) 172 8.1.4 Técnicas de rehabilitación y tratamiento para lesiones específicas de la parte inferior de la espalda. 178 8.1.4.1 Distensiones musculares 179 8.1.4.2 Ditensión o dolor miofasciales del músculo piriforme 180 8.1.4.3 Distensión o dolor miofasciales del cuadrado lumbar 186 8.1.4.4 Tratamiento del dolor miofascial los puntos gatillo 190 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 6 8.1.4.5 Distensiones articulares de la carilla lumbar 191 8.1.4.6 Síndromes de hipermovilidad (espondilósis/espondilolistesis) 192 8.1.4.7 Dolor de espalda relacionado con le disco 193 8.1.4.8 Disfunción de la articulación sacroiliaca 194 8.2 Terapia de hombro 196 8.2.1 Cuestiones comunes en la rehabilitación del hombro 198 8.2.2 Síndrome de compresión 204 8.2.2.1 Cuestiones clave en la rehabilitación de la compresión 210 8.2.2.2 Rehabilitación por fases 212 8.2.2.3 Compresión subacromial 223 8.2.3 Fracturas de clavíula 230 8.2.4 Lesiones de la articulación acromioclavicular 236 8.2.4.1 Anatomía 236 8.2.4.2 Tratamiento de los esguinces acromioclaviculares 237 8.2.5 Inestabilidad del hombro 240 8.2.6 Rehabilitación del hombro inestable 246 8.2.7 Lesiones del plexo braquial 256 8.2.8 Síndrome del plexo braquial 260 8.2.8.1 Tratamiento del síndrome del plexo braquial 261 8.3 Tetrapia de lesiones en codo 263 8.3.1 Técnicas para el tratamiento de las inflamaciones agudas 265 8.3.1.1 Crioterapia 266 8.3.1.2 Compresión local 268 8.3.1.3 Fármacos 269 8.3.2 Tratamiento de la restricción del movimiento en el codo 270 8.3.2.1 Estiramiento pasivo 271 8.3.2.2 Movilización de la articulación 275 8.3.3 Tratamiento de la laxitud articular del codo 279 8.3.3.1 Actividades de potenciación 279 8.3.4Tipos de lesiones 292 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 7 8.3.4.1 Epicondilitis lateral 292 8.3.4.2 Luxacaciones de codo 296 8.3.4.3 Sobrecarga por tensión en valgo 297 8.3.4.4 Transposición del nervio cubital 300 8.3.5 Protocolo de lanzamiento después de una investigación quirúrgica 301 8.4 Terapia de la muñeca 303 8.4.1 Lesiones de la muñeca 303 8.4.1.1 Lesiones del tendón de la muñeca 303 8.4.1.2 Lesiones del complejo fibrocartilaginoso del triangular 308 8.4.1.3 Lesiones del ligamento de la muñeca 308 8.4.1.4 Fracturas 309 8.4.1.5 Rehabilitación de las lesiones de muñeca 311 8.5 Terapia de la mano 319 8.5.1 Lesiones del tendón 319 8.5.1.1 Mecanismo extensor 319 8.5.1.2 Mecanismo flexor 320 8.5.1.3 Ligamentos de la mano 322 8.5.2 Fracturas y luxaciones de la mano 323 8.5.2.1 Fracturas 323 8.5.2.2 Luxacaciones 325 8.5.3 Rehabilitación de la mano 325 8.6 Terapia de cadera 330 8.6.1 Lesiones 330 8.6.1.1 Punto de cadera 330 8.6.1.2 Lesión de la espina iliaca 334 8.6.1.3 Ciática en el síndrome piriforme 336 8.6.1.4 Lesiones del pubis 341 8.6.1.5 Distensión inguinal 343 8.6.1.6 Lesiones de los isquiotibiales 349 8.6.1.7 Fracturas del fémur 362 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 8 8.6.1.8 Distensión del cuadriceps 365 8.6.1.9 Contusión del cuadriceps 372 8.7 Terapia de la pierna 380 8.7.1 Ejercicio de reacondicionamiento para la pierna 380 8.7.1 Ejercicios de potenciación 381 8.7.2 Recuperación del movimiento suave y coordinado 388 8.7.3 Mantenimiento 389 8.7.2 Lesiones de la extremidad inferior 390 8.7.2.1 Tendinitis de Aquiles 390 8.7.2.2 Rotura del tendón de Aquiles 395 8.7.2.3 Pierna de tenista 397 8.7.2.4 Síndrome de exostosis de a espinilla 399 8.7.2.5 Bursitis retrocalcánea 403 8.7.2.6 Síndromes del comportamiento 404 8.7.2.7 Fracturas por estrés 408 8.8 Terapia de rodilla 412 8.8.1 Principios generales de la rahabilitación de rodilla 412 8.8.1.1 Amplitud de movimiento 412 8.8.1.2 El uso del movimiento pasivo continuo 414 8.8.1.3 Potenciación 414 8.8.1.4 Técnicas de potenciación muscular 415 8.8.2 Fases de rehabilitación 418 8.8.3 Criterios para la reincorporación a la actividad 418 8.8.4 Cuestiones sobre la rehabilitación de las diversas lesiones de rodilla 419 8.8.4.1 Ligamento cruzado anterior 420 8.8.5 Protocolo de rehabilitación del LCA (Acelerado) 425 8.8.6 Protocolo de rehabilitación del LCA (Tradicional) 426 8.8.7 Protocolo para la rehabilitación de rodilla con deficiencia del LCA 427 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 9 8.8.8 Lesiones de ligamentos 428 8.8.8.1 Ligamento cruzado posterior 428 8.8.8.2 Ligamento lateral interno 429 8.8.8.3 Ligamento lateral externo 430 8.8.8.4 Reparación capsular: protcolos de rehabilitacion del LLI, el LLE y las lesiones capsulares 431 8.8.9 Lesion de menisco 432 8.8.9.1 Protocolo de rehabilitación de la meniscectomía parcial o completa 433 8.8.9.2 Protocolo de rehabilitación de la reparación del menisco 434 8.8.10 Rehabilitación de la articulación femurorrotuliana 435 8.8.10.1 Signos y sínmtomas habituales 435 8.8.10.2 Evaluación de la mecánica fémurrrutiliana 435 8.8.10.3 Técnicas de rehabilitación 442 8.8.10.4 Recupoeración de la posición y el movimiento femurorrotuliano 444 8.8.10.5 Establecimiento de control neuromuscular 447 8.8.11 Rodilla de saltador 449 8.8.12 Lesi´´on de Osgood Schlatter 451 8.9 Rehabilitación de las lesiones de tobillo 451 8.9.1 Lesiones de los ligamentos del tobillo 451 8.9.2 Tratamiento y rehabilitación de los esguinces del tobillo 452 8.9.2.1 Fase I (fase inicial) 452 8.9.2.2 Fase II (fase de rehabilitación) 457 8.9.2.3 Fase III [(reincorporación a la actividad) 465 8.10 Rehabilitación de las lesiones del pie 468 8.10.1 Pronación 468 8.10.1.1 Identificación de atleta con pronación excesiva 473 8.10.2 Ortosis 474 8.10.3 Fascitis plantar 477 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 10 IX.- Facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) 479 9.1 Bases neurofisiológicas de la FNP 479 9.2 Fundamentos para la utilización de la FNP 483 9.3 Principios básicos de la FNP 484 9.4 Técnicas de la FNP 487 9.4.1 Técnicas de potenciación 487 9.4.2 Técnicas de estiramiento 489 9.4.3 Patrones de FNP 490 X.- Progresión funcional en la rehabilitación 508 10.1 Papel de las progresiones funcionales en la rehabilitación 508 10.2 Beneficios de la utilización de las progresiones funcionales 509 10.3 Componentes de una progresión funcional: consideraciones externas 516 10.3.1 Consideraciones respecto a la actividad. 517 10.3.2 Exigencias del deporte 518 10.3.3 Factores que influyen en los objetivos de la rehabilitación 519 10.3.4 Evaluación del programa 520 10.4 Ejemplos de progresiones funcionales 521 10.4.1 Extremidad superior 521 10.4.2 Extremidad inferior 523 10.4.3 Aplicación de progresiones funcionales a un caso específico para el deporte 523 10.5 Evaluación funcional 528 10.6 Proceso de evaluación en la rehabilitación 532 10.6.1 Revisión previa a la participación 534 10.6.2 Evaluación sobre el terreno 539 10.6.3 Evaluación primaria de la lesión 540 10.6.4 Evaluación secundaria de la lesión 541 10.6.5 Evaluación fuera del terreno del juego 543 10.6.6 Esquema de evaluación clínica 547 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 11 10.6.7 Evaluación del movimiento 552 10.7 Aspectos generales 560 10.7.1 Cómo hacerse una impresión general 560 10.7.2 Notas soap (SOAP) 560 XI.- Consideraciones farmacológicas en un programa de rehabilitación 563 11.1 Medicamentos habituales 564 11.1.1 Analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios 564 11.1.2 Medicamentos que afectan el tracto respiratorio 571 11.1.3 Medicamentos que afectan el tracto gastrointestinal 577 11.1.4 Antobióticos 582 11.2 Administración frente a dispensión de medicamentos 584 11.3 Registro médico 591 11.4 Control anti-doping 592 Referencias 594 Manual de Rehabilitación Física Deportiva 12 I.- LESIONES MÁS COMUNES 1.1 Luxaciones y subluxaciones Se produce una luxación cuando al menos un hueso de una articulación es expulsado de su colocación adecuada y se queda fuera de ella hasta que es colocado en su lugar o reducido quirúrgica o manualmente41. Las luxaciones suelen producirse principalmente en la articulación del hombro, del codo y los dedos, pero pueden producirse allí donde se articulen dos huesos. Una subluxación es parecida a la luxación, excepto que en esta situación el hueso salta de su articulación normal, pero después vuelve a ponerse en su lugar. Las subluxaciones suelen producirse en la articulación del hombro, así como en la rótula en el caso de las mujeres. Las luxaciones nunca deben reducirse de inmediato, sea cual sea el lugar donde estén localizadas. El terapeuta deportivo debe llevar al atleta a hacerse una radiografía y descartar la posibilidad de fractura o cualquier otro tipo de problemas antes de proceder a la reducción. Las técnicas de reducción poco apropiadas puedenempeorar el problema. La vuelta a la actividad después de la luxación o la subluxación depende en gran parte del grado de lesión del tejido blando. 1.2 Bursitis En muchas áreas, en especial en torno a las articulaciones, la fricción se produce entre tendones y huesos, piel y hueso, o entre dos músculos. Si no hay algún Fig. 1 Luxación Manual de Rehabilitación Física Deportiva 13 mecanismo de protección en estas áreas de alta fricción es probable que se produzca una irritación crónica. Las bolsas son esencialmente porciones de membrana sinovial que contienen pequeñas cantidades de líquido sinovial. Esta presencia de sinovia permite el movimiento de las estructuras circundantes sin que se produzca fricción. Si hay un excesivo movimiento o se produce algún traumatismo agudo en torno a estas bolsas, éstas se irritan y se inflaman y comienzan a producir grandes cantidades de líquido sinovial. Cuanto más tiempo continúe la irritación o cuanto más grave sea el traumatismo agudo, más líquido se producirá. Puesto que el líquido sigue acumulándose en un espacio limitado, la presión tiende a aumentar y causa la irritación de los receptores del dolor en el área. La bursitis puede ser muy dolorosa y puede restringir gravemente el movimiento, en especial si se produce en torno a una articulación. El líquido sinovial sigue produciéndose hasta que se elimina el movimiento o el traumatismo que ha producido la irritación. La bolsa que en ocasiones rodea por completo un tendón para permitir una mayor libertad de movimiento en un área restringida se denomina membrana sinovial. La irritación de esta membrana sinovial puede restringir el movimiento del tendón. Todas las articulaciones tienen numerosas bolsas que las rodean. Las tres bolsas que suelen irritarse con mayor frecuencia como resultado de los diferentes tipos de actividad física son la bolsa subacromial en la articulación del hombro, la bolsa del Fig. 2 Bolsa prerrotuliana subcuánea Manual de Rehabilitación Física Deportiva 14 olécranon en el extremo del codo y la bolsa prepatelar en la superficie frontal de la rótula. Estas tres bolsas producen grandes cantidades de líquido sinovial, afectando al movimiento en sus respectivas articulaciones. 1.3 Dolores musculares El sobreesfuerzo del ejercicio muscular intenso produce a menudo dolores musculares. En alguna ocasión, prácticamente todos hemos experimentado dolores musculares, habitualmente como resultado de alguna actividad física a la que no estamos acostumbrados. Hay dos tipos de dolor muscular. El primer tipo es agudo y acompaña al cansancio. Es transitorio y se produce inmediatamente después del ejercicio. El segundo tipo implica un dolor muscular retardado que aparece aproximadamente 12 horas después de la lesión. Se torna más intenso después de un período de entre 24 y 48 horas, y después remite gradualmente hasta que a los 3 o 4 días el músculo no presenta ningún síntoma. Este segundo tipo de dolor puede describirse como un síndrome de dolor muscular retardado, que conduce a un aumento de la tensión muscular, formación de edema, aumento de la rigidez y resistencia a la extensión. La causa del dolor muscular de inicio retardado (DMIR) no está clara. En principio se barajó la hipótesis de que el dolor era debido a un excesivo aumento de ácido láctico en los músculos activados. No obstante, pruebas recientes prácticamente han descartado esta teoría. También se ha barajado la hipótesis de que el DMIR está causado por el espasmo tónico y localizado de unidades motoras, cuyo número varía en relación directa con la intensidad del dolor. Esta teoría sostiene que el ejercicio produce diferentes grados Fig. 3 Lesiones Manual de Rehabilitación Física Deportiva 15 de isquemia en los músculos activados. Esta isquemia causa dolor, lo que tiene como resultado una contracción muscular tónica refleja que aumenta y prolonga la isquemia. Como consecuencia de ello, comienza un ciclo de aumento de la intensidad. Como ocurre con la teoría del ácido láctico, la teoría del espasmo también ha sido descartada. Hoy en día hay dos comentes de pensamiento en relación con la causa del DMIR. Éste parece producirse a partir de minúsculos desgarros del tejido muscular, que tienen más probabilidades de existir con contracciones isométricas o excéntricas. Por regla general, se cree que el daño inicial causado por el ejercicio excéntrico es mecánico y afecta al tejido muscular o al tejido conectivo. La acumulación de edema y las demoras en el ritmo de repleción de glucógeno son reacciones secundarias a la lesión mecánica. El DMIR puede estar causado por una lesión estructural de los componentes elásticos del tejido conectivo en la unión musculotendinosa. Esta lesión tiene como resultado la aparición de hidroxiprolina, un subproducto proteico de la degradación del colágeno en sangre y orina. También se han hallado pruebas de que los daños estructurales sufridos por las fibras musculares tienen como resultado un aumento de los niveles séricos de diversas enzimas/proteínas, entre las que se incluyen la creatincinasa. Este aumento indica que existe la probabilidad de que la fibra muscular sufra algún daño como resultado del ejercicio agotador. 1.4 Contusiones Una contusión es sinónimo del término magulladura. El mecanismo que la produce es un golpe de algún objeto externo que hace que los tejidos blandos (por ejemplo, piel, grasa, músculo, ligamentos, cápsula de la articulación queden comprimidos contra el hueso duro que hay debajo de ellos. Si el golpe tiene la suficiente fuerza, los capilares se rompen y se produce una hemorragia hacia los tejidos, la cual, si es Manual de Rehabilitación Física Deportiva 16 lo bastante superficial, causa una decoloración azulada de la piel que dura varios días. La contusión puede ser muy sensible al tacto. Si el músculo ha resultado lesionado, el dolor puede producirse con el movimiento activo. En la mayoría de los casos el dolor cesa en pocos días y la decoloración desaparece en unas 2 ó 3 semanas. El mayor problema de las contusiones se produce cuando una zona se ve sujeta a traumatismos repetidos. Si la misma zona, o más concretamente un músculo, resulta afectado una y otra vez, pueden empezar a acumularse pequeños depósitos de calcio en dicha área. Estas porciones de calcio pueden encontrarse entre varias fibras en el vientre del músculo, o el calcio puede formar un espolón que se proyecte a partir del hueso subyacente. Estas formaciones de calcio, que pueden dificultar el movimiento de forma significativa, se conocen como miositis osificante. En algunos casos, ésta puede desarrollarse como consecuencia de un solo traumatismo. La clave para prevenir la miositis osificante a causa de una contusión repetida es la protección del área lesionada con un almohadillado. Si el área queda protegida de un modo adecuado después de la primera contusión, es posible que la miositis osificante nunca se llegue a desarrollar. La protección, junto con el descanso, suelen permitir la reabsorción del calcio y eliminar la necesidad de llevar a cabo una intervención quirúrgica. Las dos áreas que parecen tener una mayor vulnerabilidad a las contusiones repetidas durante la actividad física son el grupo muscular del cuadríceps en la parte anterior del muslo y el bíceps en el brazo. La formación de miositis osificante en alguna de estas dos áreas o en cualquier otra puede detectarse por medio de rayos X. Fig. 4 Tipos de tejidos Manual de Rehabilitación Física Deportiva 17 II.- CONOCIENDO EL PROCESO DE CURACIÓN Si es bien sabido que el proceso de curación esta dividido en 3 fases, fase de respuesta inflamatoria, fase de reparaciónfibroblástica y fase de maduración y remodelación; lo cierto es que cada una de ellas no conlleva un tiempo específico y pueden sobreponerse, sin embargo esto no niega el hecho de que existan y se respeten como tal, por el involucramiento de ciertos procesos en la curación de los tejidos. 2.1 Fase de respuesta inflamatoria Es claro que en cuanto sucede una lesión se desencadenan procesos inmediatos de curación, ver ilustración. Con la destrucción del tejido, llega una lesión directa a las células internas lo que va a alterar el metabolismo y una liberación de materiales y sustancias que inician la respuesta inflamatoria. Macroscópicamente podemos observar enrojecimiento, hinchazón, aumento de la temperatura y aumento de la sensibilidad. Aquí es cuando se distribuyen al tejido lesionado los leucocitos y otras células fagocíticas, que tendrán como finalidad localizar y eliminar las consecuencias celulares de la lesión, por ejemplo, la sangre y células dañadas. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 18 Fig. 5 Proceso de curación. Fase de respuesta inflamatoria Manual de Rehabilitación Física Deportiva 19 Suceden entonces en los vasos sanguíneos un espasmo a ese nivel que va a apoyar a la formación de un tapón de plaquetas y así permitir el crecimiento de tejido fibroso, de la fibrina procedentes del exudado. Como respuesta inmediata entonces ocurre una vasoconstricción, que dura de 5 a 10 minutos. Así notaremos que después de esto viene la hinchazón e hiperemia como respuesta a la anemia local. Con la aparición del hematoma en un lapso de 24 a 36 horas. Aquí tendremos la aparición de 3 mediadores químicos: la hiatamina, la leucotaxina y la necrosina, que son importantes a la hora de limitar la cantidad de exudado y el grado de lesión. Recordemos que la histamina causa vasodilatación y el aumento de permeabilidad de las células; la leucotaxina, produce una marginación a través de la cual los leucocitos se alinean a lo largo de las paredes celulares y esto es muy importante en la limitación del exudado, así mismo la permeabilidad de las células aumenta afectando el paso de líquido y leucocitos. Entonces nos damos cuenta de que la vasodilatación y la hiperemia activa son importantes en la formación de exudado (plasma) y el suministro de leucocitos en el área lesionada. La necrosina, es la encargada de la actividad fagocitaria. Recordemos que el grado de hinchazón esta directamente relacionado con la gravedad de la lesión. Las plaquetas no se adhieren ala pared vascular, sino a las fibras de colágeno para crear una matriz adherente en la pared vascular, a la que van adhiriéndose las plaquetas y los leucocitos adicionales que acaban por formar un tapón. Estos obstruyen el drenaje linfático a nivel local y así localizan la respuesta de la lesión. Todo esto se inicia con la formación de un coágulo de conversión de fibrinógeno en fibrina. Esta transformación ocurre gracias a la liberación de una molécula llamada tromboplastina, de la célula lesionada. Esta molécula hace que la protrombina se convierta en trombina, lo que a su vez causa la conversión de fibrinógeno en un coágulo de fibrina muy adherente que evita el suministro de sangre al área lesionada. Esta formación del coágulo se inicia unas 12 horas después de la lesión y acaba aproximadamente a las 48 horas después de la misma. Como resultado de la Manual de Rehabilitación Física Deportiva 20 combinación de estos tres factores, el área lesionada queda aislada durante la fase de la inflamación de la recuperación. Los leucocitos fagocitan la mayor parte de los desechos extraños al final de la fase de inflamación, de esta manera preparan el terreno para la fase fibroblástica. Esta respuesta de inflamación inicial dura entre 2 y 4 dias a partir de la lesión inicial Tres. 2.1.1 La Inflamación crónica. La inflamación crónica tiene lugar cuando la respuesta de inflamación aguda no elimina el agente causante de la lesión y no devuelve el tejido a su estado fisiológico normal. La inflamación crónica implica el reemplazamiento de leucocitos por macrófagos, linfocitos y células plasmáticas. Estas células se acumulan en una matriz de tejido conectivo flotante altamente vascularizado e inervado en el área de la lesión. No se conocen los mecanismos específicos que convierten una respuesta de inflamación aguda en una respuesta de inflamación crónica son hasta la fecha, no obstante se asocian a situaciones que implican un uso excesivo o una sobrecarga de microtraumatismos acumulados en una estructura particular. Por lo tanto no hay un marco temporal específico en la clasificación de la inflamación aguda pase a ser crónica. 2.2 Fase de reparación fibroblástica Durante la fase fibroblástica de la curación, la actividad de proliferación y regeneración que conduce a la cicatrización y a la reparación del tejido lesionado sigue al fenómeno vascular y exudativo de la inflamación27 (ilustración 1-1, B). El período de cicatrización denominado fibroplastia comienza pocas horas después de la lesión y puede durar entre 4 y 6 semanas. Durante este periodo, muchos de los signos y síntomas asociados con la respuesta de inflamación disminuyen. El atleta Manual de Rehabilitación Física Deportiva 21 aún puede mostrar una cierta sensibilidad al tacto y habitualmente se quejará de dolores cuando movimientos concretos fuercen la estructura lesionada. A medida que avanza la cicatrización, las quejas de sensibilidad o dolor van desapareciendo gradualmente. Fig. 6 Fase de reparación fibroblástica Manual de Rehabilitación Física Deportiva 22 En esta fase por la ausencia de oxígeno, se estimula el crecimiento de los capilares endoteliales hacia la herida, así ésta es capaz de sanar de forma aerobia. Con el aumento del suministro de oxígeno también se produce un aumento del flujo sanguíneo, que aporta los nutrientes esenciales para la regeneración del tejido lesionado. La formación del tejido de granulación, se produce con la rotura del coágulo de fibrina. Este tejido de coagulación consta de fibroblastos, colágeno y capilares. Aparece como una masa granular y rojiza de tejido conectivo que ocupa las fisuras durante el proceso de recuperación. Así tenemos que conforme sucede el crecimiento de los capilares siguen creciendo hacia esta área, los fibroblastos se acumulan en el lugar de la lesión, colocándolse en paralelo a los capilares. Entonces sucede un proceso muy interesante e importante, las células fibroblásticas empiezan a sintetizar una matriz extracelular que contiene fibras proteínica de colágeno y elastina, una sustancia base que está formada por proteínas no fibrosas llamadas proteoglucanos y glucosami-nas. En el sexto o séptimo día, los fibroblastos también empiezan a producir fibras de colágeno que son depositadas al azar por toda la cicatriz en formación. Mientras el colágeno sigue proliferando, la fuerza de tensión de la herida empieza a aumentar rápidamente en proporción al ritmo de síntesis del colágeno. A medida que aumenta la fuerza de tensión, el número de fibroblastos disminuye para indicar el comienzo de la fase de maduración. Esta secuencia habitual de eventos en la fase de reparación lleva a la formación de un tejido de cicatrización mínimo. En algunas ocasiones, una respuesta de inflamación persistente y una liberación continua de productos inflamatorios puede provocar una fibroplasia extensa y una excesiva fibrogénesis capaces de causar una lesión irreversible del tejido. La fibrosis puede ocurrir en estructuras sinoviales, como en la capsulitis adhesiva en el hombro, en tejidos extraarticulares incluyendo tendones y ligamentos, en bolsas o en músculos. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 23 2.3 Fase de maduración-remodelación En esta fasese produce una reorganización o remodelación de las fibras de colágeno que constituyen el tejido de cicatrización de acuerdo con las fuerzas de tensión a que está sujeta dicha cicatriz. La continua rotura y síntesis de colágeno tiene lugar con un aumento regular de la fuerza de tensión de la matriz de cicatrización. Con un aumento de la presión y la tensión, las fibras de colágeno se reorganizan en una posición de máxima eficiencia en paralelo a las líneas de tensión. El tejido asume de forma gradual una apariencia y un funcionamiento normales, aunque la cicatriz rara vez es tan fuerte como el tejido lesionado normal. Por regla general, en unas 3 semanas se habrá formado una cicatriz firme, resistente, contraída y no vascular. La fase de maduración de la curación puede tardar varios años en llegar a su fin. 2.3.1 El papel de la movilidad progresiva controlada en la fase de maduración. La ley de Wolff expone que el hueso y el tejido blando responderán a las necesida- des físicas que se les asignen, a través de una remodelación o reorganización en base a las líneas de fuerza de tensión. Por tanto, es crucial que las estructuras lesio- nadas estén expuestas a cargas aumentadas progresivamente, en particular durante la fase de remodelación. La movilización controlada es superior a la inmovilización debida a la formación de la cicatriz, la revascularización, la regeneración muscular y la reorientación de las fibras musculares y las propiedades de tensión en los modelos animales. No obstante, la inmovilización del tejido lesionado durante la fase de respuesta inflamatoria probablemente facilitará el proceso de curación, controlando la inflamación y reduciendo de este modo los síntomas clínicos. A medida que el proceso de curación avanza hacia la fase de curación, la actividad controlada dirigida a recuperar la flexibilidad y fuerza habituales debe combinarse con un soporte de protección o un refuerzo. Por regla general, los signos y síntomas clínicos desaparecen al final de Manual de Rehabilitación Física Deportiva 24 esta fase. Cuando empieza la fase de remodelación, hay que incorporar ejercicios activos y agresivos de amplitud de movimiento y aumento de fuerza para facilitar la remodelación y reorganización del tejido. En gran medida, el dolor dictará el ritmo de progresión. En el inicio de la lesión, el dolor es intenso y tiende a disminuir para acabar desapareciendo a medida que avanza la curación. El dolor, la hinchazón o cualquier otro síntoma clínico exacerbado durante o después de un ejercicio o actividad particular indican que la carga es demasiado grande para el nivel de reparación o reorganización del tejido. El terapeuta deportivo debe ser consciente del tiempo necesario para el proceso de curación y tener presente que una agresividad excesiva puede interferir con dicho proceso. 2.3.2 Algunos Factores que dificultan la curación o Extensión de la lesión. La naturaleza o el grado de la respuesta inflamatoria vienen determinados por la magnitud de la lesión tisular. Las microrroturas del tejido blando sólo conllevan unos daños menores y suelen ir asociadas al sobreuso. o Las macrorroturas implican una destrucción significativamente mayor de tejido blando y tienen como resultado síntomas clínicos y alteraciones funcionales. Las macrorroturas suelen estar causadas por traumatismos agudos. o Edema. El aumento de presión causado por la hinchazón retrasa el proceso de curación, causa una separación de los tejidos, inhibe el control neuromuscular, produce cambios neurológicos reflejos y dificulta la nutrición de la parte lesionada. El edema debe ser controlado y tratado durante el período inicial de tratamiento de primeros auxilios, como se ha descrito previamente. o Hemorragia. Incluso el grado de lesión más insignificante en los capilares tiene una negativos sobre la curación que sobre la acumulación de edema, y su presencia produce un daño adicional al tejido y, por tanto, un agravamiento de la lesión. o Suministro vascular deficiente. Las lesiones delos tejidos con un suministro vascular deficiente curan con dificultades y a un ritmo lento. Es probable que esta respuesta esté relacionada con un fallo en el suministro inicial de células fagocíticas y fibroblásticas necesarias para la formación de la cicatriz. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 25 o Separación del tejido. La separación mecánica del tejido puede tener un efecto significativo sobre la trayectoria de la curación. Una herida que tenga márgenes regulares con una aposición adecuada tenderá a curarse por primera intención con un mínimo de cicatrización. Por el contrario, una herida que tenga márgenes separa- dos e irregulares tendrá que curarse por segunda intención, con tejido de granulación que ocupará el defecto y cicatrización excesiva. o Espasmos musculares. Los espasmos musculares provocan tracción en el tejido desgarrado, separan los dos extremos y evitan la aproximación. El espasmo puede tener como resultado una isquemia local y generalizada. o Atrofia. El debilitamiento del tejido muscular empieza inmediatamente después de la lesión. La potenciación y la pronta movilización de la estructura dañada retrasan la atrofia. o Corticosteroides. El uso de corticosteroides en el tratamiento de la inflamación es un tema controvertido. Se ha demostrado que el uso de esteroides en las primeras etapas de la curación inhibe la fibroplasia, la proliferación capilar, la síntesis de colágeno y los aumentos de fuerza de tensión en el tejido en proceso de cicatrización. Su uso en etapas posteriores de la curación y con inflamación crónica es discutible. o Queloides y cicatrices hipertróficas. Los queloides se producen cuando el ritmo de producción de colágeno supera el ritmo de ruptura de colágeno durante la fase de maduración de la recuperación. Este proceso conduce a la hipertrofia del tejido de cicatrización, en particular en torno a la periferia de la herida. o Infección. La presencia de bacterias en la herida puede retrasar la recuperación, es causa de un excesivo tejido de granulación y a menudo produce cicatrices deformes y demasiado grandes. o Humedad, clima y tensión de oxígeno. La humedad influye de forma significativa en el proceso de epitelización. Los vendajes oclusivos hacen que el epitelio emigre con el doble de rapidez sin la formación de costra o coágulo. La formación del coágulo tiene lugar con la deshidratación de la herida y bloquea el drenaje de ésta, lo que propicia la infección. Al mantener la herida húmeda, es más fácil que los desechos necróticos salgan a la superficie y sean expulsados. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 26 La tensión de oxígeno está relacionada con la neovascularización de la herida, lo que se traduce en una saturación y un desarrollo óptimos de la fuerza de tensión. La circulación de la herida puede verse afectada por la isquemia, la estasis venosa, los hematomas y el traumatismo de los vasos. o Salud, edad y nutrición. Las cualidades elásticas de la piel disminuyen con la edad. Las enfermedades degenerativas, como la diabetes y la arteriosclerosis, también deben tenerse en cuenta en el atleta de mayor edad y pueden afectar la curación de las heridas. Fig. 7 Fase de maduración-remodelación Manual de Rehabilitación Física Deportiva 27 La nutrición también es importante en la curación de las heridas. En particular, las vitaminas C (síntesis de colágeno y sistema inmunológico), K (coagulación) y A (sistema inmunológico); el cinc, para los sistemas de enzimas, y los aminoácidos desempeñan papeles cruciales en el proceso de la curación. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 28 III.- FISIOPATOLOGÍA DE LA CURACIÓN EN RELACIÓN CON LOS DIVERSOS TEJIDOS CORPORALES Hay cuatro tiposfundamentales de tejidos en el cuerpo humano: epitelial, conectivo, muscular y nervioso. De acuerdo con Guyton, todos los tejidos corporales pueden describirse como tejidos blandos, excepto el hueso. Cailliet, no obstante, define de un modo más técnico el tejido blando, como la matriz del cuerpo humano compuesta de elementos celulares dentro de una sustancia fundamental. Además, Cailliet cree que el tejido blando es el lugar más habitual de incapacidad funcional en el sistema musculoesquelélico. Por tanto, la mayoría de las lesiones relacionadas con el deporte se producen en los tejidos blandos. Sin olvidar este punto, el presente capítulo explica la estructura del tejido blando y describe brevemente la estructura ósea. 3.1 Tejido epitelial El primero de los tejidos fundamentales es el tejido epitelial (figura 8). Este tejido específico cubre todas las superficies internas y externas del cuerpo; por tanto, comprende estructuras como la piel, la capa exterior de los órganos internos y el revestimiento interno de los vasos sanguíneos y las glándulas. Uno de los propósitos básicos del tejido epitelial, según lo presenta Fahey, es la protección y la formación de estructuras para otros tejidos y órganos. Asimismo, este tejido funciona en la absorción (por ejemplo, en el tracto digestivo) y la secreción (como en las glándulas). Una de las principales características fisiológicas del tejido epitelial es que no contiene suministro sanguíneo per se, de modo que debe depender del proceso de difusión para su nutrición, oxigenación y eliminación de productos de desecho. La mayoría de las lesiones relacionadas con el deporte de este tipo de tejido son traumáticas, incluyendo abrasión, laceración, punción y avulsión. Otras lesiones de este tejido pueden consistir en infección, inflamación o enfermedad. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 29 3.2 Tejido conectivo Las funciones del tejido conectivo en el cuerpo consisten en dar apoyo, ofrecer un armazón, llenar espacio, almacenar grasas, ayudar en la reparación de tejidos, producir células sanguíneas y proteger de las infecciones. Consta de varios tipos de células separadas entre sí por algún upo de matriz extracelular. Esta matriz está compuesta por fibras y sustancia fundamental, y puede ser sólida, semisólida o líquida. Los principales tipos de tejido conectivo son los macrófagos, que funcionan como fagocitos para limpiar desechos; los mastocitos, que liberan sustancias químicas (histamina y heparina) asociadas con la inflamación, y los fibroblastos, que son las células principales del tejido conectivo. Los fibroblastos producen colágeno y elastina, sustancias que se encuentran en distintas proporciones en los diferentes tejidos conectivos. El colágeno es una importante proteína estructural que forma estructuras fuertes, flexibles y no elásticas que mantienen unido el tejido conectivo. El colágeno permite a un tejido resistir las fuerzas mecánicas y la deformación. La elastina, no obstante, produce tejidos de una alta elasticidad que ayudan a la recuperación de la deformación. Las fibrillas de colágeno son los elementos portadores de carga del tejido conectivo. Están preparados para acomodar la fuerza de tensión, pero no son capaces de resistir la fuerza de corte o compresiva. Por consiguiente, las fibras de colágeno están orientadas siguiendo las líneas de la fuerza de tensión. El colágeno tiene varias propiedades mecánicas y físicas que le permiten responder a la carga y la deformación, dándole la capacidad para resistir una fuerza de tensión muy importante. Las propiedades mecánicas del colágeno incluyen la elasticidad, que es la capacidad para recuperar la longitud normal después del estiramiento; la viscoelasticidad, que permite recuperar lentamente la longitud y la forma habituales después de la deformación, y la plasticidad, que permite el cambio o la deformación permanentes. Las propiedades físicas consisten en la fuerza-relajación, que indica la disminución de la cantidad de fuerza necesaria para mantener un tejido a un grado determinado de desplazamiento o deformación durante un cierto tiempo; la Manual de Rehabilitación Física Deportiva 30 respuesta de estiramiento, que es la capacidad de un tejido para deformarse durante un cierto tiempo mientras se le impone una carga constante, y la histéresis, que es el grado de relajación que un tejido ha experimentado durante la deformación y el desplazamiento. Si se exceden las limitaciones físicas y mecánicas del tejido conectivo, se produce una lesión. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 31 Tejido Situación Función EPITELIAL Escamoso simple Alveolos de los pulmones Revestimiento de la sangre y los vasos linfáticos Absorción por medio de la difusión de gases respiratorios entre el aire alveolar y la sangre Escamoso estratificado Superficie del revestimiento de la boca y el esófago Superficie de la piel (epidermis) Protección Columnar simple Capa superficial del revestimiento del estómago, los intestinos y partes del tracto respiratorio Protección, secreción, absorción Transicional estratificado Vejiga urinaria Protección CONECTIVO Adiposo (grasa) Bajo la piel Almohadillado en diversos puntos Protección Aislamiento, apoyo, reservas de comida Fibroso denso Tendones, ligamentos Conexiones flexibles, pero fuertes Hueso Esqueleto Apoyo, protección Cartílago Parte del tabique nasal; cobertura de las superficies de las articulaciones de los huesos; laringe; anillos de la tráquea y bronquios Discos intervertebrales Oído extemo Apoyo firme, pero flexible Sangre Vasos sanguíneos Transporte MUSCULAR Esqueléticos (estriado voluntario) Músculos que se unen a los huesos Músculos oculares Movimient o de los Cardíaco (estriado involuntario] Pared cardíaca Contracción del corazón Visceral (no estriado ' involuntario o blando)' En las paredes de las visceras tubulares de los tractos digestivo, respiratorio y genitourinario En las paredes de los vasos sanguíneos y vasos linfáticos de gran tamaño En conductos de glándulas Músculos oculares intrínsecos (iris y cuerpo ciliar) Movimientos de sustancias por los respectivos tractos Cambio de diámetro de los vasos sanguíneos Movimiento de sustancias por los conductos Cambio del diámetro de la pupila y forma del cristalino Erección del NERVIOSO Cerebro, médula espinal, nervios Irritabilidad, conducción Tabla 1. Tejidos Manual de Rehabilitación Física Deportiva 32 Hay varios tipos distintos de tejido conectivo. El tejido conectivo fibroso está compuesto por fibras de colágeno resistente que unen los tejidos. Hay dos tipos de tejido conectivo fibroso. El tejido conectivo denso está compuesto principalmente por colágeno y se encuentra en los tendones, fascias, aponeurosis, ligamentos y cápsulas articulares. Los tendones conectan los músculos al hueso. Una aponeurosis es un tendón fino, semejante a una membrana. Una fascia es una fina membrana de tejido conectivo que rodea músculos y tendones individuales o grupos musculares. Los ligamentos conectan hueso con hueso. Todas las articulaciones sinoviales están rodeadas por una cápsula arti- cular, que es un tipo de tejido conectivo similar a un ligamento. La orientación de las fibras de colágeno en los ligamentos y las cápsulas articulares es menos paralela que en los tendones. El tejido conectivo laxo forma muchos tipos de membranas finas que se encuentran bajo la piel, entre músculos y entre órganos. El tejido adiposo es una forma especializada de tejido conectivo laxo que almacena grasas, y aisla y actúa como absorbente de choques. El suministro de sangre a los tejidos conectivos fibrosos es relativamente escaso, por lo que su curación y reparación constituyen un proceso lento. El cartílago es un tipo de tejidoconectivo rígido que ofrece apoyo y actúa como armazón en muchas estructuras. Está compuesto por condrocitos contenidos en pequeñas cámaras denominadas lacunae, rodeadas completamente por una matriz intracelular. La matriz consiste en diferentes proporciones de colágeno y elas-tina y sustancia fundamental compuesta de proteoglucanos y glucosaminas, que son moléculas proteicas no fibrosas. Estos proteoglucanos actúan como esponjas y Fig. 8 Tejido epitelial Manual de Rehabilitación Física Deportiva 33 absorben grandes cantidades de agua, lo que permite al cartílago retornar a su posición inicial después de haberse comprimido. El cartílago tiene un suministro sanguíneo más bien escaso, por lo que su curación después de la lesión es muy lenta. Hay tres tipos de cartílagos. El cartílago hialino se encuentra en las superficies de articulación del hueso y en la paite blanda de la nariz. Contiene grandes cantidades de colágeno y proteoglucano. El fibrocartílago forma los meniscos y discos intervertebrales situados en varios espacios articulares. Tiene mayores cantidades de colágeno y proteoglucano y es capaz de aguantar un alto nivel de presión. El cartílago elástico se encuentra en el pabellón auricular y en la laringe. Es más flexible que otros tipos de cartílago y está compuesto por colágeno, proteoglucano y elastina. El tejido conectivo reticular también está compuesto principalmente por colágeno. Constituye la estructura de soporte de las paredes de varios órganos internos, incluyendo el hígado y los ríñones. El tejido conectivo elástico está compuesto principalmente por fibras elásticas. Se encuentra sobre todo en las paredes de los vasos sanguíneos, conductos respiratorios y órganos internos huecos. El hueso es un tipo de tejido conectivo que consta de células vivas y minerales depositados en una matriz (figura 9). Cada hueso consta de tres componentes Fig. 9 El hueso, estructura Manual de Rehabilitación Física Deportiva 34 principales. La epífisis es una porción expandida en cada extremo del hueso que se articula con otro hueso. Cada superficie articular está cubierta por un cartílago hialino o de articulación. La diáfisis es el tallo o cuerpo del hueso. La lámina epifisaria o de crecimiento es el principal lugar de crecimiento o alargamiento óseo. Una vez que cesa el crecimiento óseo, la lámina se osifica y forma la línea epifisaria. A excepción de las superficies de articulación, el hueso está completamente encerrado en el periostio, un tejido fibroso duro, altamente vascularizado e inervado. Los dos tipos de material óseo son el hueso esponjoso y el hueso cortical, o compacto. El hueso esponjoso contiene una serie de espacios de aire denominados trabéculas, en las que el hueso cortical es relativamente sólido. El hueso cortical forma en la diáfisis un canal medular hueco en los huesos largos, que está alineado con el endostio y relleno de médula ósea. El hueso tiene un suministro de sangre bastante abundante que facilita el proceso de curación después de la lesión. El hueso desempeña las funciones de apoyo, movimiento y protección. Además, almacena y libera calcio al flujo sanguíneo y elabora hematíes. Otro tipo de tejido conectivo del cuerpo es la sangre, que está compuesta por varias células suspendidas en una matriz intracelular líquida denominada plasma. El plasma contiene hematíes, leucocitos y plaquetas. A pesar de que este componente no participa en la estructura, es esencial para la nutrición, limpieza y fisiología del cuerpo. 3.2.1 Lesiones del tejido conectivo Puesto que el tejido conectivo desempeña un papel tan importante en el cuerpo humano, no es sorprendente que muchas lesiones relacionadas con el deporte impli- quen estructuras compuestas por tejido conectivo. Aunque los tendones están Manual de Rehabilitación Física Deportiva 35 clasificados como tejido conectivo, las lesiones de los mismos y su curación se expondrán en el estudio de la unidad musculotendinosa. a) Esguince de ligamentos. Un esguince implica una alteración del ligamento que sirve de apoyo a una articulación. Un ligamento es una banda de tejido duro y relativamente inelástico que conecta un hueso con otro. Antes de estudiar las lesiones de los ligamentos, conviene hacer una revisión de la estructura de las articulaciones (figura 10). Todas las articulaciones sinoviales están compuestas por dos o más huesos que se articulan entre ellos o permiten el movimiento en uno o más lugares. Las superficies de articulación del hueso están revestidas de una cobertura cartilaginosa muy fina y suave llamada cartílago hialino. Todos los huesos están rodeados por completo por una cápsula articular ligamentaria. La superficie interna de esta cápsula articular está revestida por una membrana sinovial muy fina que está altamente vascularizada e inervada. La membrana sinovial produce líquido sino-vial, y entre sus funciones se incluyen la lubricación, la absorción de choques y la nutrición de la articulación. b) Estructura de un hueso Algunas articulaciones contienen un grueso fibrocartílago llamado menisco, La articulación de la rodilla, por ejemplo, contiene dos meniscos en forma de cuña que profundizan la articulación y aportan absorción de choque en dicha articulación. Por último, del apoyo estructural y la estabilidad de la articulación se ocupan los ligamentos, que pueden ser porciones más densas de la cápsula articular o bandas completamente separadas. Los ligamentos están compuestos por un denso tejido conectivo colocado en haces paralelos de colágeno, compuestos por filas de fibroblastos. Aunque los haces están colocados en paralelo, no todas las fibras de Manual de Rehabilitación Física Deportiva 36 colágeno lo están a su vez. Los ligamentos y los tendones tienen estructuras muy similares. No obstante, los ligamentos suelen ser más aplanados que los tendones, y las fibras de colágeno en los ligamentos son más compactas. La colocación anatómica de los ligamentos determina en parte qué movimientos puede realizar una articulación. Fig. 10 Estructura de las articulaciones Manual de Rehabilitación Física Deportiva 37 Si a una articulación se le aplica una fuerza que la obliga a moverse más allá de sus límites o planos de movimiento habituales, es probable que se produzca una lesión del ligamento o desgarro de menisco (ilustración 11). La gravedad de los daños sufridos por el ligamento está clasificada de muchas formas diferentes; no obstante, el sistema que más suele utilizarse implica tres grados de esguince de ligamentos. o Esguince de primer grado. Hay una cierta extensión o quizá desgarro de las fibras ligamentosas con poca o nula inestabilidad de la articulación. Pueden observarse dolores leves, una pequeña hinchazón y rigidez de la articulación. o Esguince de segundo grado. Hay un cierto desgarro, separación de las fibras ligamentosas y una moderada inestabilidad de la articulación. Cabe esperar un dolor entre moderado e intenso, hinchazón y rigidez de la articulación. o Esguince de tercer grado. Hay una rotura total del ligamento, manifestada principalmente por una importante inestabilidad de la articulación. Inicialmente se puede presentar un dolor intenso, seguido por un dolor muy leve o inexistente debido a la rotura total de las fibras nerviosas. La hinchazón puede ser intensa, y por tanto, la articulación tiende a estar muy rígida durante algunas horas después de la lesión. Un esguince de tercer grado con una pronunciada inestabilidad suele requerir alguna forma de inmovilización durante varias semanas. Es frecuente que la fuerza que ha producido la lesión del ligamento sea tan grande que otros Fig. 11 Desgarros de meniscos humanos Manual de Rehabilitación Física Deportiva38 ligamentos o estructuras que rodean la articulación queden, asimismo, lesionadas. En los casos en que hay lesiones en múltiples estructuras de la articulación, puede ser necesario recurrir a la cirugía para corregir la inestabilidad. c) Curación de los ligamentos. El proceso de curación en el ligamento que ha sufrido un esguince sigue el mismo curso de reparación que otros tejidos vasculares. Inmediatamente después de la lesión y durante aproximadamente 72 horas hay una pérdida de sangre de los vasos dañados y una atracción de células inflamatorias hacia el área lesionada. Durante las 6 semanas siguientes, la proliferación vascular con el nuevo crecimiento capilar se empieza a producir, al mismo tiempo que la actividad fibroblástica, y como resultado se crea el coágulo de fibrina. La síntesis de colágeno y sustancia fundamental de proteoglucano, como constituyentes de una matriz intracelular, contribuye a la proliferación de la cicatriz. Inicialmente, las fibras de colágeno están ordenadas siguiendo un patrón de entrelazamiento fortuito muy escasamente organizado. Gradualmente se aprecia una disminución de la actividad fibroblástica y de la vascularización, y un aumento hasta el máximo de la densidad del colágeno de la cicatriz. Durante los meses siguientes, la cicatriz sigue madurando con la reorganización del colágeno, que se produce como respuesta a tensiones y estiramientos progresivos. La maduración de la cicatriz puede llevar hasta 12 meses. El período temporal exacto necesario para la maduración depende de factores mecánicos, como la aposición de los extremos desgarrados y la duración de la inmovilización. Los ligamentos extraarticulares reparados por medio de la cirugía se curan con una formación de cicatriz menor, y en principio son generalmente más fuertes que los ligamentos no reparados, aunque es posible que esta ventaja en lo que a fuerza Manual de Rehabilitación Física Deportiva 39 respecta no se mantenga con el paso del tiempo. Los ligamentos no reparados se curan por medio de cicatrización fibrosa, alargando de forma efectiva el ligamento y produciendo algún grado de inestabilidad en la articulación. En los desgarros intraarticulares del ligamento, la presencia del líquido sinovial diluye el hematoma, impidiendo de este modo la formación de un tapón de fibrina y la curación espontánea. Diversos estudios han demostrado que los ligamentos ejercitados de forma activa son más fuertes que aquellos que están inmovilizados. Los ligamentos que están inmovilizados durante períodos de varias semanas después de la lesión tienden a disminuir la fuerza de tensión y también presentan un debilitamiento de la inserción del ligamento en el hueso. Por tanto, es importante minimizar los períodos de inmovilización y presionar los ligamentos lesionados de forma progresiva, sin dejar de tener presentes las normas de precaución relativas a las consideraciones biomecánicas para ligamentos específicos. No es probable que se recupere la estabilidad inherente de la articulación ofrecida por el ligamento antes de la lesión. Por tanto, para devolver la estabilidad a la articulación deben reforzarse las demás estructuras que rodean la articulación, principalmente los músculos y sus tendones. El aumento de la tensión muscular lograda a través del entrenamiento de fuerza puede mejorar la estabilidad de la articulación lesionada. d) Fracturas óseas Las fracturas son unas lesiones muy comunes entre la población atlética. En términos generales pueden clasificarse como abiertas ó cerradas. Una fractura cerrada implica un desplazamiento leve o nulo de los huesos y, por tanto, una rotura de tejidos leve o nula. Una fractura abierta implica el suficiente desplazamiento de los Manual de Rehabilitación Física Deportiva 40 extremos fracturados para que el hueso llegue a romper las capas cutáneas y atraviese la piel. Ambos tipos de fracturas pueden ser relativamente graves si no reciben el tratamiento adecuado, pero en una fractura abierta hay una mayor probabilidad de infección. Las fracturas también pueden considerarse completas, en las que el hueso se separa al menos en dos fragmentos, o incompletas, cuando la fractura no se extiende por completo a través del hueso. Las variedades de fracturas que pueden producirse incluyen la fractura en tallo verde, transversal, oblicua, espiroidea, conminuta, con impacto, por arrancamiento y la fractura por estrés. Una fractura en tallo verde (ilustración 12 A) tiene lugar principalmente en los niños cuyos huesos aún están desarrollándose y todavía no han podido calcificarse y endurecerse. Se denomina fractura en tallo verde debido a su parecido con el astillamiento que se produce cuando se dobla una rama de árbol hasta su punto de rotura. Puesto que la rama está verde, se astilla, pero puede doblarse sin causar una verdadera fractura. Una fractura transversal (ilustración 12 B) Implica una rotura perpendicular al eje longitudinal del hueso atravesándolo totalmente. Puede producirse desplazamiento; no obstante, debido a la forma de los extremos fracturados, el tejido blando (por ejemplo, músculos, tendones y grasa) que lo rodea recibe daños relativamente leves. Una fractura lineal se produce en paralelo al eje prolongado de un hueso y reviste una gravedad similar a la de la fractura transversal. Una fractura oblicua (ilustración 12 C) tiene como resultado una rotura diagonal a través del hueso y extremos muy afilados que, si se desplazan, pueden causar daños de consideración en el tejido blando. Las fracturas oblicuas y espiroideas son los dos tipos que más probabilidades tienen de resultar en fracturas compuestas. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 41 Una fractura espiroidea (ilustración 12 D) es similar a una fractura oblicua en tanto que el ángulo de la fractura atraviesa el hueso en diagonal. Además, un elemento de giro o rotación hace que la fractura vire siguiendo el eje longitudinal del hueso. Las fracturas espiroideas suelen ser bastante comunes en las lesiones de esquí que se producen justo sobre la bota cuando las sujeciones de los esquíes no se sueltan al rotar el pie. Hoy en día estas fracturas son menos habituales gracias a las innovaciones en el diseño de los equipos. 4rw 3 fractura conminuta (ilustración 12 E) es un problema grave que puede requerir un período extraordinariamente largo de recuperación. En la fractura conminuta, los múltiples fragmentos del hueso deben repararse y fijarse quirúrgicamente por medio de tornillos yalambres. Si un hueso portador de peso, como la pierna, sufre una fractura de este tipo, puede que se desarrolle una dismetría de la longitud de la pierna. En una fractura con impacto (ilustración 12 F), un extremo del hueso fracturado se inserta en el otro extremo. Como ocurre con la fractura conminuta, la corrección de la dismetría en la longitud de la extremidad puede requerir largos períodos de rehabilitación intensiva. Fig. 12 Fracturas oseas Manual de Rehabilitación Física Deportiva 42 Una fractura por arrancamiento (ilustración 12 G) Quizá la fractura más común como resultado de la actividad física sea la fractura por estrés. A diferencia de lo que ocurre con otros tipos de fracturas que hemos visto, la fractura por estrés se produce más como resultado del sobreuso o la fatiga que del traumatismo agudo. Entre los lugares más comunes para las fracturas por estrés están los huesos portadores de peso de la pierna y el pie. En cualquiera de los dos casos, las fuerzas repetitivas transmitidas a través de los huesos producen irritaciones y microfracturas en un área específica del hueso. Las molestias suelen empezar como un dolor sordo que día a día se va haciendo más intenso. Inicialmente, el dolor es más intenso durante la actividad.No obstante, cuando la fractura por estrés llega a producirse, el dolor tiende a ser más intenso una vez acabada la actividad. Se produce cuando se arranca un fragmento de hueso de la unión ósea de un músculo, tendón o ligamento. Las fracturas por arrancamiento son habituales en los dedos y en algunos de los huesos de menor tamaño, pero también pueden producirse en huesos más grandes cuyas uniones ligamentosas o tendinosas estén sujetas a grandes presiones. El mayor problema de una fractura por estrés es que, a menudo, no aparece en las radiografías hasta que los osteoblastos empiezan a asentar un hueso o callo subperióstico, momento en que aparece un pequeña línea blanca o callo. No obstante, un escáner óseo puede revelar una potencial fractura por estrés en menos de 2 días s partir del inicio de los síntomas. Si se sospecha una .fractura por estrés, el atleta debe cesar cualquier tipo de actividad que produzca tensión o fatiga añadidas al área durante un mínimo de 14 días. Las fracturas por estrés no suelen requerir la inmovilización, pero pueden convertirse en fracturas normales que deban ser inmovilizadas para su correcto tratamiento. Si se produce una fractura, debe ser un ortopeda y terapeuta deportivo cualificado quien se encargue de su tratamiento y rehabilitación. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 43 e) Curación del hueso La curación del tejido óseo lesionado es similar a la de la curación del tejido blando, en tanto que todas las fases del proceso de curación pueden ser identificadas, aunque las capacidades de regeneración ósea están en cierto modo limitadas. No obstante, los elementos funcionales de la curación difieren significativamente de los del tejido blando. Mientras que la fuerza de tensión de la cicatriz es el factor crucial en la curación del tejido blando, el hueso tiene que hacer frente a diversas fuerzas adicionales, incluyendo torsión, inclinación y compresión. El traumatismo óseo abarca desde contusiones del periostio, pasando por fracturas cerradas sin desplazamiento, hasta fracturas abiertas gravemente desplazadas que pueden conllevar unos daños considerables del tejido blando. Cuando se produce una fractura, los vasos sanguíneos del hueso y el periostio resultan dañados, lo que tiene como resultado una hemorragia y la subsiguiente formación de coágulo. La hemorragia de la médula ósea queda contenida por el periostio y el tejido circundante en la región de la fractura. En aproximadamente una semana, los fibroblastos han empezado a asentar una red de colágeno fibroso. Los filamentos de fibrina del coágulo sirven como armazón para la proliferación de vasos sanguíneos. Los condroblastos empiezan a producir fibrocartílago, creando un callo entre los huesos rotos. Al principio, el callo es regular y firme porque está compuesto principalmente por fibrina de colágeno. El callo se vuelve firme a medida que el cartílago empieza a predominar. Las células productoras de hueso, llamadas osteoblastos, empiezan a proliferar y penetran en el callo, formando trabéculas óseas esponjosas, que acaban por sustituir el cartílago. Por último, el callo cristaliza en hueso, momento en que empieza su remodelación. El callo puede dividirse en dos porciones, el callo externo, localizado en torno al periostio en la parte exterior de la fractura, y el callo interno, que se encuentra entre los fragmentos del hueso. El tamaño del callo es proporcional a la lesión y al grado de irritación del lugar de la fractura durante el proceso de curación. También durante Manual de Rehabilitación Física Deportiva 44 este período, empiezan a aparecer osteoclastos en el área para reabsorber los fragmentos óseos y limpiar los desechos. El proceso de remodelación es similar al de crecimiento del hueso, en tanto que el cartílago fibroso es reemplazado de forma gradual por hueso fibroso y después por hueso laminar, más eficiente desde un punto de vista estructural. La remodelación implica un proceso continuo en el que los osteoblastos asientan el nuevo hueso y los osteoclastos retiran y disgregan el hueso de acuerdo con las fuerzas aplicadas sobre el hueso en curación. La ley de Wolff mantiene que un hueso se adaptará a las presiones y tensiones mecánicas cambiando su tamaño, forma y estructura. Por tanto, una vez retirada la escayola, el hueso debe estar sujeto a tensiones y estiramientos normales de modo que pueda recuperar la fuerza de tensión antes de que haya acabado el proceso de curación. El tiempo requerido para la recuperación del hueso es variable y está basado en factores diversos, como la gravedad de la fractura, su localización, la extensión del traumatismo y la edad del paciente. Los períodos normales de inmovilización fluctúan entre las 3 semanas para los huesos pequeños de las manos y las 8 semanas para los huesos largos de las extremidades superiores e inferiores. En algunos casos, por ejemplo, los cuatro dedos del pie más pequeños, es posible que ni siquiera sea necesaria la inmovilización. El proceso de curación, claro está, no acaba cuando se retira la escayola. La actividad osteoblástica y osteóclástica puede continuar durante 2 o 3 años después de las fracturas graves. o Osteoartrosis. Es necesario mencionar la osteoartrosis porque es una enfermedad degenerativa del hueso y el cartílago que se produce en la articulación y en torno a la misma. La artritis debe definirse principalmente como una enfermedad inflamatoria con una posible destrucción secundaria. o La artrosis es principalmente un proceso degenerativo con destrucción del cartílago, remodelación del hueso y posibles componentes inflamatorios secundarios. El cartílago fibrosa, es decir, emite fibras o grupos de fibras y sustancia fundamental Manual de Rehabilitación Física Deportiva 45 para la articulación. El cartílago periférico que no está expuesto a soportar peso o a los mecanismos de compresión y descompresión es particularmente apto para fibrosarse. Esta alteración suele detectarse en el proceso degenerativo asociado con la nutrición insuficiente o la falta de uso. Dicho proceso puede extenderse a áreas portadoras de peso, con una destrucción progresiva del cartílago proporcional a las presiones que se apliquen sobre el mismo. Cuando se aumentan las fuerzas, incrementando de este modo la presión, se pueden producir fracturas osteocondrales o subcondrales. La concentración de presión en áreas reducidas puede superar las capacidades del tejido. Por regla general, las articulaciones de las extremidades inferiores tienen que hacer frente a una mayor presión, pero su área de superficie suele ser más amplia que la de las extremidades superiores. El cartílago articular está protegido en cierta medida por el líquido sinovial, que actúa como lubricante. También está protegido por el hueso subcondral, que responde a la presión de un modo elástico. Es más distensible que el hueso compacto y las microfracturas pueden ser un modo de forzar la absorción. Las trabéculas pueden fracturarse o verse desplazadas a causa de las presiones aplicadas sobre el hueso subcondral. En el hueso compacto, la fractura puede ser un medio de defensa para disipar la fuerza. Asimismo, en la articulación, las fuerzas pueden ser absorbidas por medio del movimiento de la articulación y la contracción excéntrica de los músculos. En la mayoría de las articulaciones donde las superficies no son congruentes, las fuerzas aplicadas tienden a concentrarse en ciertas áreas, lo que favorece la degeneración de la articulación. La osteoporosis es una respuesta del hueso para aumentar su área de superficie. Habitualmente, la gente describe este crecimiento como «espolones óseos». La condromalacia es la transformación no progresiva de cartílago con superficies irregulares y áreas de ablandamiento. Por regla general, se produceen primer lugar en áreas no portadoras de peso y después puede progresar hacia áreas de presión excesiva. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 46 En los atletas, ciertas articulaciones son más susceptibles a una respuesta semejante a la osteoartrosis. La proporción del peso corporal que descansa sobre la articulación, la tensión del tejido musculotendinoso y cualquier fuerza externa significativa aplicada a la articulación son factores de predisposición. La alteración de la mecánica de la articulación causada por la laxitud o el traumatismo previo también son factores a tener en cuenta. La intensidad de las fuerzas puede ser considerable, como en la cadera, donde los factores ya mencionados pueden producir presiones o fuerzas de hasta cuatro veces la del peso corporal, y hasta diez veces la del peso corporal sobre la rodilla. Habitualmente, las fuerzas musculares generan más presión que el peso corporal en sí. Las lesiones particulares pueden conducir a cambios osteoartríticos, como la subluxación y la luxación patelar, osteocondritis disecante, derrame sinovial recurrente y hemartrosis. Asimismo, las lesiones ligamentosas pueden provocar una desorganización de los mecanismos propioceptivos, una pérdida de organización adecuada de las articulaciones y alteraciones del menisco en las rodillas con extirpación del menisco lesionado. Otros factores que pueden tener consecuencias son la pérdida de la amplitud de movimiento completa, carencia de energía y fuerza musculares, y alteración de la biomecánica articular. En diferentes deportes se ven afectadas diversas articulaciones: la rodilla y el tobillo en el fútbol, la mano en el boxeo, el hombro y el codo en el béisbol y la rótula en el ciclismo. Esta lista no es exhaustiva. En la participación en los deportes, no obstante, la formación de espolones óseos no es sinónimo de osteartrosis si se mantiene el espacio de la articulación y sigue intacto el revestimiento de cartílago. Puede ser sencillamente una adaptación al aumento de la presión de la actividad física. f) Curación del cartílago El cartílago tiene una capacidad de curación relativamente limitada. Cuando se destruyen los condrocitos y se desorganiza la matriz, el curso de la curación es Manual de Rehabilitación Física Deportiva 47 variable, dependiendo de si el daño afecta sólo al cartílago o también al hueso subcondral. Las lesiones que sólo afectan al cartílago articular no producen una formación de coágulo ni una respuesta celular. En general, los condrocitos adyacentes a la lesión son las únicas células que muestran algún signo de proliferación y síntesis de matriz. Por tanto, este defecto no cura, aunque la extensión de la lesión tiende a permanecer invariable. Si el hueso subcondral también se ve afectado, las células inflamatorias entran en el área lesionada y forman tejido de granulación. En este caso, el proceso de curación sigue con normalidad la diferenciación de las células del tejido de granulación en condrocitos, que tiene lugar en unas 2 semanas. En aproximadamente 2 meses se ha formado el colágeno normal. 3.3 Tejido muscular A menudo, el tejido muscular es considerado como un tipo de tejido conectivo, pero aquí lo trataremos como el tercer tipo de tejidos fundamentales. El tejido muscular está diseñado para contraerse y, por tanto, permitir el movimiento de otros tejidos y órganos. Los tres tipos de músculos son liso (involuntario), cardíaco y esquelético (voluntario). El músculo liso se encuentra dentro de las vísperas, donde forma las paredes de los órganos internos, y dentro de numerosas cavidades huecas. El músculo cardíaco se encuentra únicamente en el corazón y es responsable de su contracción. Una de las características significativas del músculo cardíaco es que se contrae como una única fibra, a diferencia de los músculos liso y esquelético, que se contraen como unidades separadas. Esta característica obliga al corazón a funcionar como una sola unidad de forma continua; por tanto, si muere una porción del músculo (como ocurre en el infarto de miocardio), no se detiene toda la contracción del corazón. El músculo esquelético es el músculo estriado que se ocupa del movimiento de las Manual de Rehabilitación Física Deportiva 48 palancas óseas (ilustración 13). Consta de dos porciones: el vientre muscular y sus tendones, que en conjunto se denominan unidad musculotendinosa. El vientre del músculo está compuesto por fibras elásticas, independientes y paralelas llamadas miofibrillas, que están compuestas por miles de pequeños sarcómeros, que son las unidades funcionales del músculo. Los sarcómeros contienen los elementos contráctiles del músculo, así como una cantidad considerable de tejido conectivo que mantiene las fibras unidas. Los miofüamentos son pequeños elementos contráctiles de proteína dentro del sarcómero. Hay dos tipos diferentes de miofilamentos: de acuna, delgados, y de miosina, de mayor grosor. Unas proyecciones similares a dedos, o puentes cruz/idos, conectan los miofilamentos de actina y miosina. Cuando se estimula un músculo para que se contraiga, los puentes cruzados hacen que los miofilamentos se unan, acortando de este modo el músculo y produciendo el movimiento de la articulación que lo cruza. El tendón muscular une el músculo directamente con el hueso. Está compuesto principalmente por fibras de colágeno y una matriz de proteoglucanos, que es producida por los tenocitos. Las fibras de colágeno están agrupadas en haces primarios. Los grupos de haces primarios se unen para formar haces secundarios de Fig. 13 Estructura de un músculo Manual de Rehabilitación Física Deportiva 49 forma hexagonal, que a su vez están unidos por el endotenon, un tejido conectivo laxo entrelazado que contiene elastina. Todo el tendón está rodeado por una capa de tejido conectivo llamada epitenon. La capa más externa del tendón es el paratenon, que es una vaina de tejido conectivo con doble capa, cuyo interior está revestido de membrana sino vial (ilustración 13 y 14). Todos los músculos esqueléticos exhiben cuatro características: o La capacidad para cambiar en longitud o extensión, elasticidad. o La capacidad para encogerse y volver a su longitud normal, extensibilidad. o La capacidad para responder a los estímulos del sistema nervioso, excitabilidad. o La capacidad para encogerse y contraerse en respuesta a alguna orden neural, contractilidad. Los músculos esqueléticos muestran variaciones considerables en cuanto a tamaño y forma. Los de mayor tamaño suelen producir enormes movimientos motores en las articulaciones importantes, como la flexión de rodilla producida por la contracción de los músculos más grandes y voluminosos isquiotibiales. Los músculos esqueléticos de menor tamaño, como los flexores largos de los dedos, producen movimientos motores más tenues. Los músculos que producen movimientos de gran intensidad suelen ser más gruesos y largos, mientras que los que producen movimientos más tenues que requieren coordinación son delgados y relativamente más cortos. Otros músculos pueden ser planos, redondos o en forma de abanico. Los músculos pueden estar conectados al hueso por un único tendón o por dos o tres tendones separados en cada extremo. Los músculos que tienen dos uniones de músculo y tendón separadas se llaman bíceps, y los que tienen tres uniones de músculo y tendón separadas se llaman tríceps. Manual de Rehabilitación Física Deportiva 50 Los músculos se contraen como respuesta al estímulo del sistema nervioso central. Un impulso eléctrico transmitido desde dicho sistema a través de un solo nervio motor a un grupo de fibras musculares causa la despolarización de dichas fibras. El nervio motor y el grupo de fibras musculares que éste
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