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El totalitarismo (resumen) - Schapiro, L

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Schapiro, L. (1972). El Totalitarismo. Fondo de cultura económica: México.
Los “conceptos claves”, Una nota introductoria.
Conceptos políticos como Burocracia, Democracia, Revolución, Igualdad, Dictadura, élite, Poder. Se debe considerar -según Confucio- la “rectificación de los nombres”, ya que los gobiernos imponen sus propios significados caprichosos. Se debe generar una revisión de los conceptos en la politología. En primer lugar, se debe buscar la historia del concepto y su evolución para dar explicación a los problemas de análisis y enjuiciamientos políticos. En segundo lugar, el aspecto semántico se refiere al examen en profundidad del concepto, el nombre que se le adhirió, las formas o propósitos diferentes con que se usó el nombre, la forma en que se aplicó el nombre y los cambios experimentados a través del tiempo por el concepto. Realizar un análisis político. 
I.- Introducción
La historia de una palabra.
El Totalitarismo se origina en Italia, es utilizado por el filósofo Giovanni Gentile en la teoría Fascista (concepción total de la vida). Los oponentes liberales al fascismo ocupaban el término como oprobio para las prácticas dictatoriales y deshonestas. Mussolini lo ocupaba para describir el sistema creado, El estado totalitario. Gentile la aplica al Fascismo, Mussolini la aplica a la forma de gobierno practicada por el partido fascista. Se utilizaba el término para referirse al Fascismo en un sentido Englobador o a los estados unipartidistas. Post 2da guerra mundial, el término se volvió general, indiscriminado e impreciso. Se aplica a una diversidad de regímenes políticos. El término califica movimientos, partidos, líderes, procesos, ideales y sintaxis. Se lo asociaba a la URSS con Stalin, A la Alemania Nazi de Hitler y al Fascismo Italiano de Mussolini.
La cuestión del método.
Se emplea una evaluación del sentido del término para justificar el uso. Primero, analizar las características comunes de los tres países involucrados entre 1930-1940. ¿Deberá usarse un solo término para los tres sistemas políticos? ¿A cuáles cuerpos políticos puede aplicarse el término? Se debe tomar en cuenta la cuestión del cambio cuando se aplica el término (pasado/presente) y como las ideas influyeron en el pasado sobre los humanos que moldearon los sistemas políticos modernos. El totalitarismo se ocupa del análisis de las condiciones sociales que llevaron al surgimiento de sistemas políticos particulares, pero –según Fleron- sin una denotación adecuada del concepto no sabemos cuáles sistemas estudiar y observar.
II.- Contornos y Rasgos del Totalitarismo
El síndrome de seis puntos
Los rasgos característicos del régimen totalitario de acuerdo a Carl Friedrich (1954) se refieren a que el totalitarismo es una forma nueva y única de dominio político, comunes al fascismo y al comunismo. Los factores o carácter único presentes en las sociedades totalitarias son la ideología oficial enfocada hacia un estado final perfecto de la humanidad; Un solo partido de masas conducido por un solo hombre, organizado de forma jerárquica y superior a la burocracia total; El monopolio completo del control de armas; El control completo de los medios de comunicación masiva efectiva y un sistema de control policiaco de terror físico o psicológico. Todos los elementos se combinaban con un control y dirección central de toda la economía. Se incluye además, que en los gobiernos comunistas, ninguna institución u organización podrá existir si la élite gobernante no mantiene ningún control sobre ella. El control monopólico no lo ejerce el partido, sino que está en manos de cualquier élite que gobierne la sociedad particular y así constituya su régimen. No obstante, se añaden dos factores, el de una teoría de dominación mundial implicada en la ideología oficial y la necesidad de una constante movilización masiva de los esfuerzos. Tampoco puede defenderse la unicidad de la naturaleza del régimen totalitario, ya que las características se pueden encontrar en otras partes del pasado o presente.
El síndrome cumplió su función pero perjudica el análisis porque confunde dos cosas diferentes, los aspectos característicos o contornos del cuerpo político y los instrumentos del gobierno. Los tres regímenes prototípicos se originan por un movimiento de masas con un líder poderoso. Los movimientos se transforman en élites o partidos gobernantes siendo instrumentos del gobierno, en cambio, la existencia del líder forma el contorno. De igual modo, el monopolio de los medios de comunicación o de los medios económicos es un contorno, un aspecto característico del régimen totalitario. El partido, la política y la ideología son medios para un fin, son instrumentos del gobierno.
Los cinco contornos del régimen totalitario son: El líder, el sometimiento del orden legal, el control de la moral privada, la movilización continua y la legitimidad basada en el apoyo masivo.
El Líder
Tanto Mussolini, Hitler y Stalin fueron elevados por la propaganda a líderes con cualidades por sobre el nivel ordinario. Cada uno reconoció instintivamente su cualidad única. Según Max Weber, los líderes de ese tipo son catalogados como carismáticos, cuya cualidad consiste en ser sobrenatural (fuera de lo ordinario) aunque tuvieron una influencia extraordinaria sobre grandes secciones de compatriotas por medio de la persuasión racional. Se diferencian por los métodos y procesos seguidos por cada uno para alcanzar el poder y el dominio. El carisma era complementado por un proceso preparatorio de manipulación, en que los oponentes eran aterrorizados y silenciados, las decisiones se toman antes y el líder surge como infalible e invencible. Un elemento adicional al carisma es la manipulación de las masas. El Líder no puede ser solamente el jefe de un partido que ha capturado el poder dentro del estado. Al tener el poder, el partido se convierte en su rival de su poder personal. Tanto Mussolini, Hitler y Stalin trataron de subyugar y transformar la naturaleza del partido en una banda de seguidores obedientes. 
Mussolini era el menos competente y no usó métodos despiadados, pero como el partido estaba subordinado al estado, éste se convirtió en jefe de facto. El partido fascista pasa de una milicia civil voluntaria bajo las órdenes del líder y al servicio del estado fascista a una banda de chambistas ineficaces que cumplían las órdenes sucias del Duce. Los secretarios del partido eran humanos de escaso calibre, ya que Mussolini era líder del estado y no jefe del partido. En la práctica, el poder estaba disperso en una múltiple confusión de autoridades subordinadas. La monarquía, la iglesia, la policía y el ejército mantenían existencias separadas. El líder podía coordinarlos, no dirigirlos. El estado totalitario era un caos por la ambición de un hombre con dotes de demagogia.
La posición de Hitler era diferente, ya que el partido en teoría, era superior al Estado. Utilizaba el terror a gran escala y afirmó en el partido la lealtad personal a sus propias órdenes. El partido funcionaría como organismo estrictamente disciplinado en que la autoridad del líder era incuestionable. El estado estaba subordinado al partido pero ambos existían. El Fuhrer y canciller del Reich era la voz del Volk y ascendió por sobre el estado y el partido. Su autoridad no derivaba de la constitución, sino de la voluntad unida del pueblo. Manejaba el estado, el partido, las SS, el ejército y la industria. 
Stalin Heredó un partido que no había creado y encaró la ideología comunista donde la autoridad suprema reside en el partido como institución y vanguardia de la clase proletaria. Stalin logró posicionarse como líder pero su poder no fluyó del partido y tampoco del poder del estado.
La captura del estado fue un paso preliminar para el establecimiento de un poder personal supremo sobre el estado y sobre el partido, resultando en un gobierno poco eficiente. Sabía de las instituciones rivales pero la fórmula política de la URSS no permitía la exaltación del Líder, por lo que se mantuvo como un modesto servidory vocero del partido. Stalin perfeccionó la fachada de la maquinaria estatal y legal. Los soviets estaban dominados por el partido. El estado y el Derecho no eran amenazas para Stalin como Líder, no así el partido.
Eran sistemas de dominación por liderazgo que caracterizó a los tres regímenes. Los tres líderes trataron de imponer su gobierno personal y no el del partido como institución ni la maquinaria estatal como entidad legal establecida. 
El sometimiento del orden legal.
En Europa, la noción de ley y orden legal es antigua, ya que funciona como fundamento de autoridad estatal legítima. La doctrina legal a fines del siglo XIX y durante el siglo XX era el positivismo. Según el Alemán Jellinek, el Estado es la única fuente de autoridad legal, aunque la validación de la ley depende del reconocimiento de la autoridad legítima del Estado por parte de la nación. Para Kelsen (Alemán) la Ley es una norma impuesta por el poder del Estado. Donde hay un Estado hay un orden legal, y el orden legal es el Estado en acción. Por lo tanto, el Estado y el Derecho son la misma cosa. Para Hitler y Stalin el Derecho no era un obstáculo, ya que podían promulgar o enmendar leyes. El orden legal se puede convertir en un obstáculo, debido a la persistencia de un sistema establecido de reglas, hábitos e instituciones que operan dentro de un marco. Hitler y Stalin trataron al Derecho con cínica indiferencia. En Alemania estaba la tradición del Rechtsstaat y en la URSS una apatía marxista hacia el Derecho. No les importaba si sus acciones estaban por encima de la ley.
El control de la moral privada.
En el régimen soviético, las cuestiones morales no podían estar en manos del individuo, sino que en el partido, ya que para el Líder se pretendía transformar la sociedad y al humano. En Europa, la moral privada está ligada al orden legal porque salvaguarda mediante un sistema de reglas impuestas la libertad en una esfera mínima; fuera de ésta, la ley no debe imponer deberes morales, sino la autodisciplina o restricción voluntaria. La importancia de la ideología y el partido en los regímenes fascista, nacionalsocialista y comunista minó la moral privada individual, ya que el individuo en su realización real debe identificarse con el partido. Según Gentile, el Estado no tiene límites en su acción y el individuo es absorbido por el Estado. No hay lugar para el juicio moral privado que se enfrente a la moral pública del Estado o Partido. Se trata de una censura estricta, debido a que controlan la educación, la información, la comunicación y los métodos técnicos modernos de la propaganda para doctrinar a los habitantes en forma que lleguen a creer lo que la élite gobernante quiere. Sin embargo, no se logra eliminar el juicio moral privado.
Mussolini fue menos eficaz para controlar la moral individual privada, ya que no utilizó toda la fuerza del terror y no pudo someter a la iglesia, que era guardián de la conciencia privada.
Con Hitler la iglesia no pudo conservar su independencia y en la URSS la iglesia tuvo una resistencia moral ante las imposiciones del partido.
La movilización continua y la legitimidad basada en el apoyo masivo.
Tanto Mussolini, Hitler y Stalin generaron la movilización continua e intensa de la población para la guerra, cuyas causas son ideológicas y psicológicas, debido a que la nación persigue un objetivo y debe eliminar al enemigo interno y externo. Este es un aspecto importante del contorno de los regímenes autoritarios, ya que la movilización total implica el control de la propiedad privada, contribuyendo al esclavizamiento total de la población. Stalin pudo abolir la propiedad privada, no así en Alemania e Italia, donde existía el apoyo de los industriales siendo al final un estado corporativo. De igual manera, los tres regímenes mantenían un control sobre el empleo individual como práctica de terror físico. La legitimidad basada en el apoyo masivo corresponde a la masa del pueblo enmarcada por la tradición democrática. El comunismo tiene una base democrática, en donde la constitución de Stalin de 1936 reafirma la estrecha unión entre el pueblo y sus gobernantes (símbolo de legitimidad), sin embargo, el partido controla el plebiscito y las elecciones. ¿Quién podría dudar de que tanto Mussolini como Hitler fueran magistrales manipuladores de las emociones de enormes multitudes para dar la apariencia de un apoyo popular a sus acciones? 
III.- Los pilares del Totalitarismo.
¿Por qué pilares?
Dentro de la naturaleza del liderazgo en los tres regímenes, no prima la institución como elemento independiente y con acciones propias, pero un partido, la maquinaria estatal y la aplicación de la ideología son instituciones reales. Sin embargo, el Líder trata de dominarlos para impedirles su independencia de acción ya que pueden amenazar su monopolio de poder. Por lo tanto, el Líder ocupa estos tres instrumentos o pilares para mantenerse en el poder. Los contornos revelan el carácter general del régimen totalitario, en cambio, los pilares son instrumentos a disposición controlados por el Líder y la élite gobernante.
La ideología
Sistema de creencias con objetivos políticos fundamentales que influyen en las acciones de las masas. Son las creencias que inculca una nación a sus ciudadanos, de forma consciente o inconsciente. Es rechazar o aceptar algo absurdo si es observado en forma racional.
Para Marx, la ideología se asocia a una clase social y su contenido se determina por las relaciones de producción en una sociedad determinada. Es una ilusión que las ideas existan, porque las ideas reflejan los intereses materiales de la clase gobernante, la Burguesía. Esta ideología no se cambia con otras ideas, sino con el ascenso de otra clase, el proletariado, que no tiene ideología.
Pareto sostiene que las ideologías son importantes porque trascienden las frías realidades y se basan en derivaciones que son urgencias humanas arraigadas y racionalizadas. Para ambos las ideologías son fraudulentas. 
Lenin se interesa por la génesis de la ideología, señalando que hay dos tipos, la Burguesa y la Socialista. Esta última no se desarrolla sola, ya que puede subordinarse a la burguesa, por lo que debe existir una élite intelectual que lidere e inyecte la ideología en la clase proletaria. El vigor de la ideología no reside tanto en su contenido, sino que en los instrumentos de manipulación política que la impulsan y engendran. Entre más persuasivas las cualidades de la ideología, más fácil es gobernar. Debe apelar a los instintos del pueblo, sus emociones y tradiciones.
En los tres regímenes hubo una reacción de histeria masiva y sometimiento a la voluntad del Líder. Tenían enemigos, apelaban al nacionalismo y predominaba el estilo del Líder sobre cualquier clase de sistema doctrinal. 
Para Mussolini la doctrina era algo segundario, el fascismo era un movimiento de acción para las batallas utilizando la violencia y apelando a la emoción. No era un sistema filosófico ni una religión y tampoco tenía un marco intelectual.
El nacionalsocialismo ocupó el simbolismo, el mito, la hipnosis masiva y el ritual.
El Marxismo-Leninismo tenía un marco intelectual, una doctrina, pero Stalin la simplificó y utilizó para preservar su propio poder, subordinando su contenido como instrumento de dominación. 
Había una ideología manipulada por liderazgos totalitarios para imponer sus propias ideas y censurar otras, creando vacíos con el objetivo de generar propagaciones positivas y exclusiones negativas. Stalin ocupaba la propaganda y la agitación para adoctrinar a las masas, controlando la prensa, la radio, la educación y la comunicación privada. Con el uso de la radio puede imponer la uniformidad de las normas y la universalidad del juicio. Los tres líderes al promover su ideología buscaban la satisfacción de la vanidad personal y eliminar la libertad.
Funciones de la ideología: La ideología manipulada trata de alcanzar la Legitimidad (glorificar, justificar y exaltar la revolución, ya que el Líder tiene poder pero no tradición de gobierno y necesitauna doctrina para impulsar su autoridad); La Anestesia (inducción de la moral mediante la ideología, neutralización y justificación moral frente a las atrocidades del Líder. Es una persuasión ideológica y singularización del enemigo); y la Movilización (exhortación de grandeza futura). 
Hitler como Líder requería autoridad plena, ilimitada e irrestricta, y su ideología subrayaba el liderazgo germánico tradicional. La ideología de Mussolini subrayaba en la supremacía del Estado, gobernando de forma débil. La ideología de Stalin subrayó en la primacía del partido Comunista y su pretensión histórica de autoridad sobre el Estado y la sociedad.
El partido.
Los tres regímenes tenían partidos con características similares. Surgió bajo un movimiento revolucionario, con un Líder dominante, cuyo objetivo era alcanzar el poder. La victoria del movimiento termina con los demás partidos políticos.
El partido Bolchevique creado por Lenin tenía sus propios órganos de represión, de gobierno (soviets, sindicatos) y fuerzas especiales. Se volvió centralizado, disciplinado y existía el disentimiento. Posterior a 1921 aún funcionaba como institución. Stalin lo transformó en un cuerpo personal de partidarios y eliminó a la oposición dentro del partido entre 1936 y 1938. En consecuencia, había declinado su estructura institucional. Su rasgo más distintivo de gobernar fue la camarilla local, mafia o grupos de funcionarios locales para concentrar el poder en pocas personas. El partido como instrumento de gobierno y depositario de legitimidad tradicional se mantuvo en un estado de sujeción personal. 
Hitler por sus acciones sangrientas en 1934, aseguró su ascendencia sobre el partido.
El triunfo de Mussolini sobre el Fascismo en 1925 fue porque era Líder del Estado y no jefe del partido, ya que le ganó internamente a este último y al gobierno parlamentario. 
El movimiento se convierte en partido y captura el poder como instrumento vital del Líder en el régimen totalitario. El partido es el depositario ideológico y la legitimad del régimen se relaciona con el derecho del partido a ocupar una posición privilegiada, pero el Líder no permite que el partido se vuelva una institución que rivalice su posición suprema. El único monopolio real del poder tolerado en el organismo político totalitario es el del Líder.
La maquinaria Estatal (La Iglesia, El Estado y La Sociedad).
La iglesia funcionaba como fuerza de resistencia dentro de las sociedades totalitarias por brindar una norma moral alternativa o privada.
El estado representa una noción de patrón, sistema y regularidad, un conjunto complejo de poderes y derechos, dentro de las esferas de la ley, donde existe una autoridad legal encarnada en individuos o funcionarios. Es un sistema de gobierno.
Mussolini a través del estado pretendía gobernar, pero a la cabeza estaba el Rey. El sistema corporativo era en esencia la sustitución de la maquinaria del parlamento y el Estado.
Hitler calificaba de locura el respeto a la autoridad estatal y bajo el mecanismo manipulador de la ideología subordinó el Estado al Partido. Había un deber ideológico por oposición al deber legal. No fue el estado quien absorbió a la sociedad, sino que el Líder y su aparato de control quien devoró al Estado y la sociedad. Se observan dos factores, la deificación ideológica del Líder y el manejo del Derecho y del Estado.
Stalin con el control del partido comunista, tenía un gobierno personal y pasaba por encima de las instituciones y la maquinaria del Estado. Con Lenin, la maquinaria del estado se hizo a un lado y la fuerza real la tenía el partido. Con Stalin, el partido perdió su carácter institucional. Creo la constitución en 1936 considerando como fachada a una maquinaria estatal permanente, con un marco legal. El estado y el Derecho no fueron obstáculos para Lenin ni Stalin, la oposición estaba en el partido.
El régimen totalitario es un régimen de liderazgo. Su ideología es un instrumento para dar legitimidad al Líder y para superar la resistencia del Estado, del partido o la Sociedad, ya que pretenden preservar su carácter institucional e independencia, lo cual amenaza la autoridad del Líder. Este conflicto genera el surgimiento de una dualidad de normas (arbitrariedad/legal). 
IV.- ¿Es algo nuevo El Totalitarismo?
“Afinidad” e “Influencia”.
Se explora la existencia en la historia del pensamiento político algún concepto de sociedad correspondiente.
La Afinidad intelectual directa se refiere a la existencia de una semejanza genuina de las características esenciales de un pensador anterior y otro posterior, donde ambos comparten el mismo objetivo o tendencia constante para solucionar los mismos problemas por parte de pensadores separados en el tiempo, cuyo pensamiento tiene un patrón similar.
Un caso de afinidad es el pensamiento de Lenin y Tkachev en cuanto a la naturaleza de una élite revolucionaria, una acción revolucionaria y atrapar la maquinaria del Estado Antiguo.
La Influencia intelectual directa se refiere al influjo en la perspectiva de un pensador por los escritos de otro. Es subjetiva porque el pensador influido impone su propia interpretación a la idea en otro contexto. El pensador influido altera el pensamiento anterior. 
Un caso de influencia es que Lenin derivó de Kautsky la doctrina fundamental de que los intelectuales deben inyectar la conciencia revolucionaria al proletario.
Se plantea a Rousseau, Hegel y Marx como originadores de la idea totalitaria, los cuales tiene una afinidad intelectual. A la inversa está la influencia de Nietzsche sobre Mussolini y Hitler.
Hay casos de influencia y afinidad a la vez, como el caso de Mussolini influido por La Republica de Platón y la afinidad en cuanto a la relación individuo y jerarquía de los gobernantes se asemeja a la relación del individuo y el régimen totalitario.
Los teóricos del Absolutismo
El estado puede ser opresivo pero no totalitario. El estado deja libertades al individuo, en un sistema totalitario no hay libertades.
Los apologistas del poder estatal (Estado secular) del siglo XVI y XVII, no tienen afinidad intelectual con los apologistas del Totalitarismo.
Los defensores del Estado Poderoso como Calvino, Bodin y Hobbes, describen algo diferente al Poder total alcanzado por Stalin y Hitler, y buscado por Mussolini.
Calvino en su Instituciones señala el deber de obedecer a la autoridad apoyada por la Iglesia. Hace la distinción entre lo legal (autoridad del estado) y lo arbitrario (fuera de la ley). Los gobernantes o magistrados deben proteger la libertad pero si se equivocan reciben una retribución divina.
Bodin (1576). Se ocupa de defender la soberanía monárquica fuerte, secular e indivisible. Un absolutismo ilustrado con tolerancia religiosa, obedece la ley de Dios pero está limitada por una tradición institucionalizada (respeto a las provisiones) y es contrario a las tiranías.
Hobbes distingue el poder estatal legítimo y la fuerza bruta. El súbdito conserva su libertad cuando la ley calle o exista un área de silencio de la ley. En el Leviathan (1651) permite la desobediencia civil.
Nietzsche, Rousseau, Hegel, Marx.
Se examina el pensamiento para identificar influencias y afinidades sobre los Líderes.
La influencia de Nietzsche sobre Mussolini y Hitler: los tres exaltan los mismos tipos humanos y virtudes y condenan las mismas flaquezas humanas. Hay semejanzas en el pensamiento y estilo. Las diferencias recaen en la individualidad de Nietzsche y el gobierno Fascista y nacionalsocialista que beneficiaba a las masas.
Rousseau es defensor de la libertad, de hacer su propia voluntad, que no hay libertad sin leyes y que los gobernantes son agentes de la ley. En El contrato social (1762) asegura la libertad del hombre, ya que este se gobernará a sí mismo, propone el autogobierno directo, se debe descartar el gobierno representativo e imponer por la fuerza una religión civil. Son aspectos del pensamiento y práctica totalitarios por querer resolver los problemas de la humanidad de un golpe.
Hegel tuvo una influencia directaen los apologistas del totalitarismo con la Teoría del Estado. Padre espiritual del totalitarismo debido a su concepción del Estado y la relación del individuo con el Estado. En la Filosofía del Derecho la idea de Estado tiene una supremacía ética, y es allí donde el individuo puede realizarse a sí mismo y alcanzar la libertad absoluta. No es posible hacer un paralelo entre la doctrina de Hegel y los apologistas totalitarios, ya que el estado se basa en la Ley y no en una fuerza arbitraria y sus facultades son definidas. Defiende el estado basado en la ley.
Marx señala que tanto el Estado como el Derecho son fenómenos de la sociedad de clases, destinados a desaparecer en la futura sociedad sin clases. Existe una influencia de la doctrina de Marx en la genealogía intelectual de las teorías totalitarias pero no es el origen de la doctrina totalitaria, ya que los revolucionarios rusos no entendieron su pensamiento.
“Izquierda” y “Derecha”.
Clasificación de totalitarismo de Izquierda revolucionaria donde se apela a Rousseau y Marx (comunistas) y totalitarismo de derecha conservadora apelando a Hegel y Nietzsche (fascista). En sí son derivaciones subjetivas y con validez dudosa. No debe confundirse la influencia con la afinidad.
Los utópicos.
Como no hay afinidad directa entre los teóricos absolutistas y apologistas totalitarios, se busca la afinidad con el pensamiento -sobre la organización de la sociedad humana- que tiene semejanza con el totalitarismo, y es la teorización política del Utopismo. Señalan un cuerpo político que no presta atención a la sociedad como es ni a sus orígenes históricos. Proponen una sociedad diferente de todas las conocidas, cuyo propósito es exponer un contraste violento, la necesidad de la transformación completa de la naturaleza humana, sin lugar para los vicios o debilidades.
Las Líneas de pensamiento Utópico describen el gobierno de una sociedad ideal como lo expuesto por Platón en La República estableciendo el gobierno jerárquico de una élite y el control del pensamiento, donde el individuo no tiene libertad.
Dos líneas de pensamiento utópico tienen una importante afinidad en la historia intelectual con las doctrinas totalitarias modernas: el pensamiento racionalista francés del siglo XIII y las doctrinas de Saint-Simon. Morelly en el Code de la nature señala que se elimina la propiedad privada y se organiza un modelo de sociedad ideal. Saint-Simon apela al poder del juicio racional del hombre. Sus notas principales son el orden, bienestar, eficiencia y prosperidad. Consideraba a la religión un invento humano particularmente útil, ya que era una institución política para organizar a la humanidad, despreciaba la democracia parlamentaria y la libertad de expresión y pensamiento. Le importaban los empresarios para generar una eficiencia industrial y progreso. 
Tanto Platón, Morelly y Saint-Simon se acercan a las teorías totalitarias por buscar la administración total pero no sostienen que la legitimidad del gobierno debe derivar de la aprobación y adulación de las masas, no hay pretensiones democráticas.
El totalitarismo del siglo XX es un concepto nuevo.
Una búsqueda de paralelos históricos.
Los gobiernos de tiranos se interesaban en la conservación de su poder y la promoción de su bienestar personal. No se extendió su tiranía hacia las masas. Los Líderes totalitarios movilizaban a toda la población, ocupando la ideología como medio, pretendían tener el Derecho de hacer aquello bajo la legitimidad de las masas utilizando su ideología para la aprobación.
No hay en las sociedades pasadas paralelos que presenten las características de un régimen totalitario. 
El imperio Inca revela rasgos del totalitarismo.
El totalitarismo tiene como rasgo la legitimidad basada en las masas, los gobernantes tienen autoridad tradicional, movilizan a la población y buscan transformar la naturaleza humana. Tienen el control de los medios técnicos de comunicación y el control de las armas.
La conclusión es que en ninguna parte de la historia de la humanidad podemos encontrar una sociedad que manifieste todos los rasgos característicos de las sociedades totalitarias. Allí se encuentra en esencia la democracia de masas, por tanto, es un fenómeno del siglo XX. La autoridad del Líder tiene forma democrática bajo la elección, la prensa o el adoctrinamiento. Era algo que solo podía producirse en un periodo en que el hombre estaba persuadido de que el orden antiguo y las jerarquías antiguas se habían derrumbado. La única legitimidad de un gobernante podría ser su aceptación como gobernante por la masa de la población. La población de Italia, Alemania y Rusia fue manipulada, explotada y engañada por sus líderes. 
El totalitarismo como concepto y como forma de vida es algo nuevo en la historia de la humanidad, porque ha surgido –Según Palmer- en la era de la revolución democrática.
En la sociedad democrática del futuro estaba latente un peligro como presagio del totalitarismo.
Dostoievski señala que las masas aceptarán el despotismo a cambio de la seguridad y orden para librarse de la carga que la libertad impone a las masas.
Tocqueville (1830) señala que en la democracia de EE.UU. hay una multitud innumerable de iguales y semejantes… sobre ellos se eleva un poder inmenso y tutelar. Provee seguridad, sus necesidades, conduce sus negocios y su industria. El poder soberano somete y dirige las voluntades, no tiraniza pero oprime. Reduce a cada nación a un rebaño cuyo pastor es el gobernante. Sienten la necesidad de ser conducidos y el deseo de permanecer libres. Al individuo se lo sujeta y en tal sistema los ciudadanos salen de la dependencia, nombran a su jefe y vuelven al sistema, al despotismo democrático.
V.- ¿Cuál es la utilidad del concepto?
La búsqueda vana de una definición
Validez y utilidad del concepto del totalitarismo como tal.
Los tres regímenes totalitarios (1930) no fueron nuevos porque ninguna de sus características se hubiese observado antes, Fueron nuevos porque estas características se exhibieron en un marco de democracia masiva, porque los gobiernos pretendían derivar su legitimidad de la aprobación masiva y porque disponían de instrumentos tecnológicos modernos. 
El término ha sido utilizado para un número muy grande de sociedades, países cuyos regímenes políticos siguieron el modelo de la URSS bajo Stalin y compartieron sus características esenciales. Estos países fueron los de Europa oriental y central como “democracias populares”; China después de 1949 y Cuba desde 1959.
Schapiro considera al gobierno totalitario como una forma de gobierno personalizado de un Líder y una élite que tratan de dominar tanto la sociedad como la estructura regular, legal, a la que llamamos Estado. El totalitarismo no es en ningún sentido una fuerte dictadura policiaca agrandada, sino algo cualitativamente diferente donde no participa la noción de Estado.
Hannah Arendt en su Origins of totalitarianism de 1951, señala que la ilegalidad totalitaria es una ilegalidad disfrazada de constitucionalismo, ya que la maquinaria estatal manipulada por el partido subsiste y se muestra. Define que el totalitarismo no era un estado poderoso y que la ideología era un instrumento para la manipulación de la población. El líder totalitario ocupa el terror para aislar al individuo, generando un proceso de atomización donde el líder es su cúspide aplasta la resistencia moral ante su ideología. 
Robert C. Tucker señala que no todas las dictaduras surgidas por la victoria de un régimen revolucionario de movimientos de masas bajo el auspicio de un partido único puede clasificarse como totalitario, ya que interfiere la psicopatología del líder que reduce al partido.
Franz Neumann en 1954 hace la distinción entre los regímenes absolutistas poderosos y las dictaduras totalitarias.
Hans Buchheim en 1962 señala el peligro de la confusión del totalitarismo como incremento sustancial del poder estatal.
Los ataques al concepto.
Término de la guerra fría, sin validez científica, acuñado para permitir a los EE.UU proyectarsecomo campeón y símbolo de la libertad, y la URSS como ejemplo de esclavitud y agresión.
Marcuse señala al totalitarismo como un concepto válido, ya que hay aspectos restrictivos y dictatoriales tanto en EE.UU. como en la URSS. Donde hay un control de un todo represivo que manipula las necesidades.
Se basa en la noción obsoleta de que la libertad está amenazada por el estado, mientras está siendo amenazada por elementos privados que escapan al control público del Estado.
Una democracia masiva industrial moderna constriñe y moldea al individuo por medios indirectos que los órganos de represión estatal.

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