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Anatomía humana (100)

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H UESOS D E LA CABEZA 91
Resistencia del cráneo. Papel de las suturas y de los orificios. Las su turas de la bó­
veda craneal, frontoparietal, b iparietal y occipital son dentadas y están de tal m anera 
constituidas por incrustam iento recíproco de sus dentellones, que le da tan gran resis­
tencia que una presión sobre la bóveda craneal de un adulto produce hundim iento o frac­
tura, pero jam ás la desunión de sus articulaciones. A los lados del cráneo las su turas b i­
seladas tem poroparietal y esfenoparietal dispuestas por biseles alternos con dirección obli­
cua de a rrib a abajo y de fuera a dentro le da ta l resistencia, que a pesar de lo frág il de 
la escama temporal, ésta encuentra apoyo considerable en el arco cigomático, puente de 
resistencia con puntos de apoyo sobre el m alar y el temporal.
Con esta disposición se admite que las su turas dentadas de la bóveda se oponen a 
la separación de los huesos del cráneo y que las su tu ras con bisel alterno en las partes 
laterales del cráneo se oponen al hundim iento de sus huesos. Y están dispuestos de tal 
m anera que presentan zonas de resistencia m ayor que a lternan con zonas de menor resis­
tencia, hecho anatómico que explica el porqué del sitio de algunas frac tu ras de estos 
huesos.
L as zonas de mayor resistencia son seis y constituyen los llamados pilares del crá­
neo, y son: 1* A nterior o frontal form ada por los arcos superficiales y las gibas frontales. 
2* Posterior u occipital form ada p o r las protuberancias occipitales, las crestas occipitales 
in ternas y externas y los rebordes del agujero occipital. 3* A nteroexterna u orbitoesfenoi- 
dal, también llam ada p ilar o contrafuerte oblicuo anterior, form ada por las alas mayores 
del esfenoides. 4* Posteroexternas o petromastoideas, tam bién llam adas pilares o contra­
fuertes oblicuos posteriores. Estos pilares prolongados por la base del cráneo se cruzan obli­
cuamente de ta l manera, que el arco petromastoideo de un lado se continúa con el arco 
orbitoesfenoidal del lado opuesto, y el lugar de cruzamiento corresponde al apófisis basi­
la r que viene a ser el punto de apoyo o clave de la base del cráneo, punto donde no se 
presentan fracturas y a éste se le ha dado el nombre de centro de resistencia de Félizet.
L as zonas de menor resistencia están comprendidas en tre los arcos de resistencia y 
corresponden p ara la zona an terior a la bóveda de la órbita y a la lám ina cribada del et- 
moides; p ara la parte media a la fosa esfenotemporal, y p ara la etapa posterior a las fosas 
cerebelosas, correspondiendo estas zonas a los límites de los arcos de resistencia, siendo en 
rigor las zonas frágiles o débiles las fosas cerebrales y las fosas cerebelosas.
P ara explicar con más claridad las porciones débiles de la base del cráneo, debe te­
nerse presente la situación de los orificios de ésta, pues a los lados de la línea media se 
observan en la parte media y en la posterio r: la hendidura esfenoidal, el agujero redondo 
mayor, el agujero oval, el agujero rasgado anterior, el agujero carotídeo y el agujero ras­
gado posterior que constituyen lugares de m enor resistencia y situación frecuente de la 
línea de frac tu ra de las denominadas fractu ras param edias; y si se tiene en cuenta los 
nervios que pasan por estos orificios se estim ará la im portancia clínica que tiene la sin- 
tomatología de estas fracturas.
Peso y capacidad del cráneo. Son variables según las razas, los individuos y el sexo. 
Se calcula como peso promedio en la raza blanca 650 gramos en el hombre y 550 en la 
m ujer, sin inclu ir en dichas cifras el m axilar inferior, que pesa aproxim adam ente en­
tre 85 y 100 gramos.
La capacidad del cráneo es en el recién nacido de 350 a 375 centím etros cúbicos; di­
cha capacidad se duplica y trip lica a los 6 y 12 años respectivamente. E l promedio en 
el adulto es de 1 500 c.c. en el hombre y de 1 350 en la m ujer. E n términos generales la 
capacidad craneal es m ayor en los braquicéfalos que en los dolicocéfalos.
La antropología y la medicina legal aprovechan los datos de peso y capacidad para 
identificar el sexo a que corresponde un cráneo. E s de no tar también, cuando se toma en 
cuenta que la bóveda craneal está constituida por el frontal, los parietales y el occipital, 
se aprecia que la porción fronta l está más desarrollada en la m ujer (cráneo de tipo fron­
tal) que en ed hombre, el cual presenta m ayor desarrollo de la porción parietal.
La curvatura frontal en la m ujer es de radio menor que en el hombre por lo que 
la frente parece más saliente y prom inente hacia delante; la glabela parece desaparecer,

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