Anatomía humana (657)

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174 TRA TA D O D E A N A TO M IA HUM ANA
co satélite de la a r te ria correspondiente, que después de in troducirse en la pelvis, se une 
a las venas pudendas y se vierte en la hipogástrica.
Las venas pudendas in ternas recogen en el hombre la sangre venosa procedente del 
pene, del perineo y de la p a rte in ferio r del recto.
E n el pene, la sangre se reúne en dos troncos venosos dorsales, uno superficial, que 
recoge la sangre de los tegum entos, y otro profundo , que tran sp o rta la sang re del glande 
y de los cuerpos cavernosos. E l tronco superfic ia l es subcutáneo y al nivel del pubis se 
desvía p a ra desembocar en la safena in te rn a derecha o izquierda. E l tronco p ro fundo ca­
m ina por debajo de la faseia penis en tre las dos a rte rias dorsales, a trav iesa el ligam ento 
suspensor del pene, o del elítoris en la m ujer, y la aponeurosis m edia del periné y va a 
desembocar al plexo de S antorin i. De él em anan las venas pudendas in te rn as que corren 
por la cara in te rn a de las ram as isquíopúbicas, recogiendo ramos venosos procedentes del 
escroto y de los tegum entos perineales, así como del bulbo u re tra l y de las capas p ro fu n ­
das de la u re tra , p a ra fo rm ar én defin itiva u n tronco venoso que rodea la espina ciática, 
donde recibe la vena isquiática, e i r finalm ente a desem bocar en la hipogástrica.
E n la m ujer, las pudendas in te rnas comienzan en el elítoris, y tienen la m ism a dis­
posición que en el hombre, sólo que en aquélla van a fo rm ar u n plexo p e riu re tra l, que 
representa al plexo de S antorin i, del cual p a rten los troncos venosos pudendos, satélites 
de la a r te ria homónima.
Las venas abturatrices comienzan en la ca ra in te rn a del m uslo y son satélites de los 
ramos arte ria les del mismo nombre. Se in troducen en la pelvis po r el orificio subpúbico 
y se unen po r ram os anastom óticos con la epigástrica. D e los dos troncos que alcanzan la 
pelvis, la vena obturatriz superior corre po r debajo de los vasos ilíacos externos y va a 
te rm inar en el ángulo de unión de las dos ilíacas; la vena obturatriz in ferio r se d irige ha­
cia el piso de la pelvis y va a desembocar en el origen de la hipogástrica.
V en as in tra p é lv ic a s p a r ie ta le s . L as venas iliolumbares, satélites de las a rte rias del 
mismo nombre, reciben en su recorrido las venas que salen po r los doá últim os agu je­
ros de conjunción y las venas m usculares del psoas ilíaco; se anastom osan con el origen 
de la vena lum bar ascendente y con la c ircun fle ja ilíaca. Las venas sacras laterales son 
dos y acom pañan a las a rte rias homónimas; pueden desembocar en la ilíaca in te rn a o en 
la externa.
Vei s in tra p é lv ic a s v isce ra le s . Son, en p rim er lugar, las venas vesicales que p ro ­
ceden d. 'a vejiga y convergen en los plexos cervicales y en el plexo de S antorin i. Las 
venas hemorroidales medias recogen sangre de la porción m edia del recto, del piso de la 
pelvis, de la cara posterior de la vejiga y de las vesículas seminales, y en la m ujer, de la 
vejiga y de la vagina; poseen a ^ s to m o sis p o r las que se unen con las hem orroidales su­
periores e inferiores. Las venas u te rinas y vaginales, satélites de las a r te ria s correspon­
dientes, cam inan en el ligam ento ancho y pasan por los plexos vesicales, antes de te rm i­
n a r en la hipogástrica.
Las vías venosas del fondo de la pelvis se hallan constitu idas po r un a porción supe­
rior que recibe la sangre de las caras laterales y posterior de la vejiga, de las venas ure- 
t rales y vesiculodeferentes en el hom bre y p a rte de las u te rinas y las vaginales anterio- 
-s en la m ujer, y una porción in ferior, in teg rad a po r el plexo vesicoprostático en el 
hombre, que ocupa las caras laterales de la próstata , y que recibe sangre del fondo de 
1a vejiga de la p rósta ta y de la u re tra p rostática, y po r el plexo vesical en la m u je r que 
recibe o tra p a r te de las venas vaginales y u terinas. Am bas porciones venosas se reúnen e n 
la escotadura ciática m ayor, después de anastom osarse en tre sí, p a ra desem bocar en la 
hipogástrica, aunque a veces desembocan po r separado.
Las venas de las visceras pélvicas form an alrededor de estos órganos ricos plexos ve­
nosos anastomosados am pliam ente en tre sí, aunque de ellos se desprenden troncos venosos 
que desembocan directam ente en la vena hipogástrica. Se d istinguen cuatro plexos venosos 
en el hombre y cinco en la m ujer, y son: el plexo de Santorin i, el plexo vesical, el plexo 
sem inal y el plexo hemorroidal p a ra el hom bre; y p a ra la m ujer, el plexo de Santorin i, 
el plexo vesical, el plexo vaginal, el plexo uterino y el plexo hemorroidal.