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Reporte de lectura el alquimista

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Materia: Análisis de la realidad nacional
Profesor de la materia:
Lara Martínez Rafael
Reporte de lectura
“El alquimista”
Autor: Paulo Coelho 	
Hecho por: Lourdes Hernández Sánchez. 
Relata la historia sobre un joven pastor. Todo comenzó a oscurecer cuando llevo a su rebaño en una vieja iglesia abandonada. El techo se había derrumbado y un enorme sicomoro había crecido. Decidió pasar la noche allí. Hizo que todas sus ovejas entraran por una puerta y luego coloco unas maderas para que las ovejas no pudieran salir por la noche. Extendió su chaqueta al suelo, se acostó usando un libro como almohada antes de dormir se acordó de que tenía que comenzar a leer libros más gruesos. A un estaba oscuro cuando despertó, miro las estrellas y pensó “Hubiera querido dormir un poco más”, había tenido el mismo sueño de la semana pasa y se despertó antes del final. Se despertó tomo un trago de vino y empezó a despertar a las ovejas. Se dio cuenta de que las ovejas de que se despertaban cuando él lo hacía. El único asunto que le preocupada era la hija del comerciante que vivía en la ciudad que llegaría en cuatro días, la última vez que estuvo allí fue hace un año. El comerciante era dueño de una tienda de tejidos, le compraba la lana de sus ovejas pero le dijo que se esperada hasta la tarde ya que estaba muy ocupado entonces tomo su libro y comenzó a leer, cuando se acerca una chica de cabello negro dirigiéndose al chico” No sabía que los pastores supieran leer” después de eso comenzó una plática que duro muchas horas contándole todos su viajes, ella le conto que era la hija del comerciante, él no quería que se terminara la charla con ella. El comerciante finalmente llego corto lana de las ovejas y le pago. Solo faltaba 4 días para ir de nuevo a la ciudad le contaba a sus ovejas emocionado por ver de nuevo a la hija del comerciante. Se cuestionaba, porque las ovejas siempre lo seguían ciegamente si la única necesidad que tienen es para la comida y el agua. Él quería decirle la verdad a la hija del comerciante porque sabía leer. Sus padres eran de una familia campesina querían que fuera cura, un día el muchacho le dijo que no quería ser cura él quería viajar conocer el mundo. El padre le dio tres monedas de oro y le dijo que fuera a comprar sus ovejas para empezar a viajar y conocer nuevos lugares. El horizonte se tiño de rojo y después apareció el sol. El muchacho recordó la conversación con su padre y se puso feliz porque él ya había conocido muchos castillos y muchas mujeres, pero ninguna como aquella que esperaba en la ciudad. Solo tenía una chaqueta, un libro que podía cambiar por otro y un rebaño, pero sin duda lo más impórtate que cada día realizaba su sueño viajar. Recordó que había una mujer que puede ver los sueños, la fue a visitar. En el cuarto había una imagen del sagrado corazón de Jesús, ella le pidió su mano se dio cuenta que era una gitana y le empezó a dar miedo porque desde niño le tenía miedo los gitanos por los rumores que habían, él le conto que tuvo el mismo sueño dos veces, era de que un niño llego a su rebaño agarrando las ovejas diciéndole que fuera a las pirámides de Egipto donde hay un tesoro y cundo le iba a decir donde esta se despertó así paso con los dos sueños, la vieja anciana le dijo que fuera por el tesoro pero que le diera una décima parte le hizo jurar frente a la imagen del sagrado corazón de Jesús. El muchacho no le hizo caso y fue a cambiar su libro y compro vino. Comenzó a leer el libro que había cambiado era un libro grueso, un anciano se acercó pidiéndole que le regalara vino y le pregunto qué libro está leyendo él le muestra libro el anciano le dice que ya lo había leído, habla de la incapacidad de las personas para ir a su propio destino el de inmediato le dijo que él no hizo lo que le decían él fue tras su sueños lo que quería. El viejo dijo ser el rey de una ciudad de Salem le pidió la décima parte de sus ovejas a cambio él lo llevaría al tesoro escondido. El rey comenzó a escribir en la arena de la plaza toda la vida del muchacho, el nombre de sus padres, el nombre de la hija del comerciante, escribió todo. Le dijo que la gente siempre está de condiciones de hacer lo que quiere. El anciano aparece para que las personas se den cuenta de lo que tienen y vivan su historia personal. El anciano le dijo que al día siguiente vendría por la décima parte de sus ovejas a la misma hora, le devolvió el libro y se fue. Se puso a pensar en sus ovejas, decidirse una cosa con la otra. Al día siguiente se encontró con el anciano llevándole 6 ovejas, le dijo que el tesoro está en las pirámides de Egipto, le dijo las señales que tiene el camino para llegar al tesoro, el viejo tenía en su pecho lleno de piedras preciosas y le dio dos piedras una negra y una blanca la negra dice si y la blanca dice no, llamadas Urim y Tumim las tiene que usar cuando no pueda descubrir las señales. El Santiago llego a áfrica. Fue a un bar cerca del puerto, llego un muchacho donde se ofreció ayudarlo y le dio todo su dinero. Se fueron al mercado, de pronto el vio una espada que le llamo mucha la atención cuando se dio cuenta su nuevo amigo ya no estaba, se quedó allí pensando que volvería, poco a poco se fueron todas las personas se quedó solo y comenzó a llorar, empezó a reflexionar sobre lo que le había dicho el viejo. Al día siguiente un hombre lo despertó con un codo y lo ayudo a poner su puesto de dulce sin saber hablar del mismo idioma. Después se fue a conocer la ciudad y paso por una tienda donde venden cristales, le dijo al anciano que le ayudaba a trabajar a cambio de un plato de comida, el tomo la decisión de limpiar los cristales, cuando termino lo llevo a comer y le dijo que podía trabajar con él. Empezó a trabajar con él durante un mes, el muchacho le dijo que quería juntar dinero para ir a las pirámides de Egipto, pero el vendedor le dijo que solo juntaría para comprar sus ovejas. El anciano le dijo que nadie que sea de esa ciudad va a Egipto porque se necesita dinero, el muchacho le dijo que sigue su sueño viajar. El vendedor solo quiere soñar. El muchacho le dijo al mercader que tiene que vender te para los que suben a la montaña. Comenzaron a vender té en los jarros fue un éxito. Trascurriendo 11 meses y ya tenía el dinero suficiente para comprar sus ovejas para regresar a España sin la cabeza baja. El mercader dijo que no iba ir a la meca y viviría con el deseo de conocerla. Pensó porque quiere volver con sus ovejas y en su tesoro. El tomo la decisión de ir atrás de su tesoro. Una caravana que cruzara el desierto y llegar a Egipto, el muchacho se encontró con un inglés que gasto muchos libros para buscar el elipsis de la vida y busca al alquimista, el inglés le pregunto si iba a buscar al alquimista, el muchacho le dijo que va a buscar su tesoro. Llego el guía para llevarlos a Egipto, empezó la caravana hacia Egipto. La caravana avanzaba cuando el sol no era intenso. Él ingles le contaba lo que busca, el llevaba muchos libros en su camello. Santiago tiro su libro y comenzó a ver todo el alrededor e hizo amistad con el cabañero contándole todas sus historias. Los cabañeros comparten información por el clima y los ladrones que hay en el desierto. Una noche en la fogata el inglés le pregunto al muchacho porque estaba allí, el muchacho le dijo toda su historia, el inglés se sorprendió de todo lo que le conto, le dijo que todo lo que le paso estaba enlazado para que llegue a su objetivo. Santiago se puso a leer los libros del inglés, no le entendía mucho pero le llamo la atención, sobre los principales alquimistas. El elixir, la bebida de larga vida del alquimista y la piedra filosofal, convertía en cualquier metal en oro. Los libros tenían un difícil lenguaje para entender lleno de dibujos. El muchacho le devolvió los libros al inglés. El inglés quedo decepcionado porque nada de los libros logro sorprender al muchacho. Una noche el cabañero se sentó al lado de la fogata con el muchacho, el cabañero dijo que no le importa si hay guerra, él vive la vida en presente. Aldía siguiente llegaron al oasis. El alquimista veía a los que llegaban de la caravana. Muchos habitantes de los oasis salieron para hospedar a los de la caravana, el muchacho no podía creer lo que estaba viendo. El oasis les deba hospedad hasta que terminara la guerra para poder avanzar. Santiago pensaba en su tesoro y que no debería de prese pitarse porque se acabarían sus señales. El inglés le dijo a Santiago que buscaran al alquimista, pero es difícil buscarlo, preguntaron por el alquimista pero nadie lo conoce. Santiago se acercó a una joven para preguntarle donde estaba un alquimista pero se quedó mirando a la joven, enseguida pensó que era la mujer de su vida, porque es lo que estaba en el lenguaje universal, de que cada persona está esperando a otra. El inglés le dijo que le preguntara, ella le dijo dónde estaba. Al día siguiente él fue al pozo para encontrar a Fátima la joven que había conocido pero se encontró con el inglés y le dijo que el alquimista le había dicho que transformara azufre en oro, el inglés se fue y llego Fátima, Santiago le dijo que quería que fue su mujer que la amaba, le conto parte de su vida. Todos los días Santiago iba al pozo para platicar con Fátima. Reunieron a todas las personas del oasis diciéndoles que la guerra tardaría años. Santiago y Fátima se volvieron a reunir para hablar de la vida y de su amor. Fátima le dijo que en realidad lo estaba esperando y si es el destino es estar juntos lo van a estar, pero tiene que ir tras su tesoro. Triste se puso a caminar, para reflexionar sobre el amor, porque mientras tienes amor hay sentido. Santiago estaba viendo a las gaviotas y tuvo un espejismo, en ejército llegaría al oasis. Santiago le dijo al cabañero lo que vio, él le dijo que el desierto está lleno de espejismo. Al escuchar las palabras pensó que dios le mando un espejismo a Santiago porque quiere que sea el que cumpla su objetivo. Santiago fue a ver los jefes tribales para decirles lo que vio. El anciano de los jefes le creyó a Santiago. Se dirigió al desierto en la noche se encontró con un caballero, el pregunto quién lee el vuelos de los pájaros, Santiago dijo que él puede leer le vuelos de los pájaros. Le pregunto qué hacia un extranjero en el desierto él le dijo que buscaba su historia personal. El caballero puso la espada filosa a la vaina poniendo a prueba a Santiago con su valor. El muchacho había encontrado al alquimista. Al siguiente día llegaron los guerreros que atacaron a una tienda del centro. Le preguntaron al comandante de los guerreros porque invadió al oasis, él dijo que su ejército necesitaba descansar pero él fue fusilado. Santiago al poco rato llevo dos gaviotas al alquimista, él le dijo que lo llevaría a su tesoro. A la noche siguiente cambio su camello por un caballo y fueron rumbo al desierto. Desmontaron, vieron un agujero dentro de la piedra, el alquimista saco una cobra del agujero, e hizo un círculo en el suelo y lo puso allí. Él estaba triste de que porque si iba tas su tesoro dejaría a Fátima y eso no lo quería. El alquimista le dijo que Fátima es una mujer de desierto, y sabe que los hombres se van, ella sabrá esperar. Santiago dijo que pasaría si desearía quedarse en el oasis, el alquimista le dijo que el amor no impide que una persona cumpla su sueño. Santiago decidió irse con el alquimista. Santiago se despidió de Fátima pero dijo que volvería por ella porque lo amaba. Fátima ya no sentía al oasis como era antes. Completaron 7 días de viaje para ver su historia personal, el alquimista le dijo que lo tenía que saber era por medio de la acción. Santiago le pregunto porque él era un alquimista, como fue que consiguió la piedra filosofal y el elixir de la vida eterna porque el busca su historia persona. Cada vez más cerca del tesoro. El alquimista le dijo que tiene que escuchar lo que diga su corazón para poder llegar al desierto mientras caminaba en el desierto y el dejo de tener miedo. Empezó a confiar en sí mismo, donde sus instintos le muestran lo que es bueno y malo. Faltaba 2 días para llegar al tesoro, y se encuentran con una señal de peligro, con más de 100 guerreros. El alquimista les dio todo el dinero a los soldados para salvar a Santiago, le dieron 3 días para transformarse en viento. Llego el tercer día, los guerreros llegaron, para ver al chico transformarse en viento. Se paró viendo hacia el desierto y comenzó a hablar con él pidiéndole que lo convirtiera en viento, pero el desierto no pudo, el viento que escuchaba comenzó a hablar con el muchacho, pero él tampoco pudo, así que levantó una tormenta de arena a su alrededor para que pudiera hablar con el sol, mientras los hombres que lo observaban se detenían unos con otros para no ser arrastrados por el viento, el sol tampoco pudo convertirlo en viento, pero le dijo que hablara con la mano que escribió todo. Ella era lo única capaz que podría transformar todo lo que quería. Y el muchacho se sumergió en el alma del mundo y vio que el alma del mundo era parte del alma de Dios, vio que el alma de Dios era su propia alma. Y que podía, entonces, realizar milagros. Después de mucho tiempo el viento se calmó y los hombres buscaron al muchacho. Ya no estaba. Ahora se encontraba atrás de ellos. Así que los dejaron irse. Siguieron caminando hasta que llegaron a la puerta de un monasterio. El alquimista pidió la cocina. Derritió en un recipiente de hierro un poco de plomo, sacó de su bolsa un huevo de vidrio amarillento, al que le raspó una ligera capa, la envolvió en cera y la tiró en el recipiente de plomo. La dejó secar y se convirtió en oro. Cuando se secó el alquimista lo partió en cuatro. Una parte se la dio al monje, otra parte se la dio al muchacho, otra se la quedó él y la última se la dio al monje con instrucciones de que si el muchacho regresase se la entregara. Después de esto el muchacho tuvo que continuar su camino solo, le quedaban algunas horas para llegar a las pirámides. Su corazón le dijo que cuando llegara él lo haría llorar y que donde cayeran sus lágrimas debía buscar su tesoro. Al llegar al lugar indicado, comenzó a llorar y donde cayeron sus lágrimas empezó a excavar, en ese momento unos ladrones le quitaron su parte del oro, obligándole a seguir excavando creyendo que encontrarían más oro. Al darse cuenta que no había oro, lo golpearon, el muchacho gritó que estaba buscando un tesoro, el cual había visto en un sueño repetido. El Jefe de los ladrones le dijo que él también había tenido un sueño en el que debía ir hasta España, buscar una iglesia en ruinas donde los pastores acostumbraban a dormir y que tenía un sicomoro dentro de la sacristía y que debía de cavar ahí para encontrar su tesoro. El muchacho se levantó. Regresó al monasterio y el monje sonrió al verlo, le devolvió su pedazo de oro. El muchacho pensó que el alquimista todo lo sabía y se preguntó por qué no se lo había dicho. Escuchó la voz del alquimista diciéndole que quería que viera las pirámides, que eran hermosas. Al llegar a España de nuevo, buscó su tesoro y encontró una caja repleta de monedas de oro y piedras preciosas. Dejó a Urim y Tumim en la caja y recordó que debía de ir a pagarle a la gitana. El viento volvió a soplar sintió un beso que se colocó en sus labios y olió el perfume que bien conocía. Regresó por Fátima.