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KENNETH E . BRUSCIA TRADUCIDO POR LORETO VIEJO Transcripción Antonio J Asiáin Co pia pr ote gid a 50 CAPITULO 5. La Musicoterapia abarca una amplia gama de prácticas clínicas, dependiendo del encuadre en el que se emplee. En un encuadre educativo, por ejemplo, la Musicoterapia se practica de manera bastante más diferente que si fuera dentro de un encuadre de rehabilitación, psicoterapéutico o médico. Las variantes se pueden encontrar en relación a bases teóricas o empíricas, valoración, metas o procedimientos de tratamiento reales. Sobra decir que estas variantes tienen implicaciones significativas para definir la Musicoterapia y llegar a una identidad del campo global. También tienen ramificaciones importantes en la educación, formación y en el desarrollo de la teoría e investigación en el campo. El propósito de este capitulo es identificar áreas y niveles de práctica clínica en Musicoterapia. Un "área" de práctica se define por un encuadre clínico en particular, población, objetivo o enfoque de tratamiento; un "nivel" de práctica se define por la amplitud, profundidad y prioridad de la intervención terapéutica y del cambio. Cada "área" consiste en prácticas clínicas que varían de acuerdo al "nivel" de terapia. ÁREAS DE PRÁCTICA En la actualidad, la Musicoterapia incluye o se relaciona a once áreas principales de práctica. Cada área se define brevemente abajo, junto con prácticas diversas que se relacionan con cada una. El próximo capitulo va a apuntar un sentido más detallado de cada práctica. Hay que tener en cuenta que algunas de las prácticas son clínicas y pertenecen a la disciplina, mientras que otras no son clínicas y no entran dentro de los límites de la Musicoterapia. Educativa El área educativa incluye todas las aplicaciones de la música o Musicoterapia en un aula o encuadre de grupo que tiene objetivos curriculares de aprendizaje evolutivo bien sea en ámbitos musicales o no musicales. Los ejemplos incluyen: Educación musical especial: la utilización de técnicas adaptativas o compensatorias que faciliten o potencien el aprendizaje musical de estudiantes discapacitados en un encuadre escolar. Música evolutiva: la utilización de experiencias musicales apropiadas a la edad para estimular el desarrollo general de crecimiento en niños sin discapacidades y preescolares. La Musicoterapia en educación especial: la utilización de la música para ayudar a minusválidos a adquirir conocimientos no musicales y las destrezas esenciales para su educación. Musicoterapia evolutiva: Un musicoterapeuta utiliza las experiencias musicales y las relaciones que evolucionan por medio de ellas par ayudar a los clientes a conseguir marcas evolutivas que se han retrasado o frustrado en periodos diversos de la vida. Co pia pr ote gid a 51 Enseñanza El área instructiva incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia en un encuadre de clase particular que tiene objetivos de aprendizaje de la música o personales. Los ejemplos incluyen: Enseñanza de la música adaptativa: la utilización de técnicas adaptativas o compensatorias para facilitar o potenciar la consecución de un objetivo-logro musical en alumnos disminuidos en un encuadre de clase particular. Enseñanza musical terapéutica: la utilización de una clase de música particular como un contexto para ayudar a niños no disminuidos a superar obstáculos o problemas en relación a la auto-expresión musical o aprendizaje musical. Musicoterapia educativa: el profesor terapeuta utiliza las experiencias del aprendizaje musical, trabajando dentro de un contexto de clase particular para orientar un amplio espectro de necesidades terapéuticas del cliente. Psicoterapia musical educativa: trabajando dentro de un contexto de clase privada, el profesor-terapeuta utiliza las experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan por medio de ellas como un medio de psicoterapia. Conductual El área conductista incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia en encuadres individuales, que tienen por objeto el cambio de una amplia variedad de comportamientos. Los ejemplos incluyen: Música funcional: la utilización de la música para influenciar estados físicos, comportamientos, estados de ánimo etc. Fuera de un contexto de terapia para propósitos comerciales, industriales, educativos, del trabajo y el hogar. Musicoterapia conductista: la utilización de la música como un refuerzo eventual o entrada del estímulo para incrementar o modificar comportamientos adaptativos y a apagar comportamientos inadaptados. Psicoterapia musical conductista: la utilización de las experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan por medio de ellas como medio de tratamiento de alteraciones de conducta. Psicoterapéutica El área psicoterapéutica incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia en encuadres individuales o grupales que tienen por objeto resolver problemas emocionales o interpersonales. Los ejemplos incluyen: Música terapéutica: un individuo utiliza la música para mantener su propia salud o para aumentar el crecimiento personal en términos emocionales, mentales o físicos. Psicoterapia musical de apoyo: el terapeuta utiliza las experiencias musicales para estimular el ajuste emocional, interpersonal o de crecimiento, confiando principalmente en los recursos que tiene el cliente. Psicoterapia musical e introspección: el terapeuta utiliza las experiencias musicales y las experiencias que se desprenden de ellas como medio de traer al cliente instrospecciones a su vida emocional o interpersonal y estimulando los cambios necesarios que deriven de ellos. Co pia pr ote gid a 52 Pastoral El área pastoral incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia en encuadres religiosos que tienen por objeto el desarrollo espiritual y la resolución de problemas relacionados con él. Los ejemplos incluyen: Música inspiratoria: la utilización de la música para estimular experiencias espirituales, para facilitar meditaciones religiosas y potenciar actividades de rezos y cultos. Música en el consejo pastoral: la utilización de experiencias musicales para ayudar al cliente a obtener instrospecciones espirituales y a desarrollar una relación con Dios que le facilite una ajuste y crecimiento emocional. Supervisión y Formación Este área incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia que se diseñan para supervisar o formar terapeutas. Los ejemplos incluyen: Demostraciones de Musicoterapia y " Role-plays" (juego de roles): un profesor o supervisor moldea el rol de un terapeuta en una experiencia de Musicoterapia que involucra al aprendiz, bien en los juegos de roles del cliente o en una participación auténtica limitada. Formación de Musicoterapia experiencial: los alumnos aprenden de Musicoterapia a través de una participación auténtica, real, en el proceso como clientes, con el coordinador que sirve de terapeuta. Psicoterapia musical supervisora: el terapeuta supervisor utiliza las experiencias musicales y las relaciones que se derivan de ellas como medio para ayudar al supervisado a trabajar a través de temas personales que impactan su trabajo clínico como musicoterapeuta. Médica El área médica incluye todas las aplicaciones de la música y de la musicoterapia que tienen como objetivo la prevención, el tratamiento, o la recuperación de condicionantes médicos. Algunos ejemplos: La Música en la Medicina: la utilización de la música para influenciar el estado emocional, mental y físico antes, durante o después del tratamiento médico. La Musicoterapia en la Medicina: el terapeuta utiliza las experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan a través de ellas para influenciar el estado emocional, mental o físico del paciente antes, durante o después del tratamiento médico y para ayudar a los pacientes a que se ajustena su enfermedad, tratamiento y/o recuperación. Curativa El área curativa incluye todas las aplicaciones del sonido, la música y la Musicoterapia que tienen por objeto promover el bienestar o curación de mente, cuerpo y espíritu. Los ejemplos incluyen: Curación por el sonido: la utilización de frecuencias vibratorias o formas sonoras para curar la mente, el cuerpo y el espíritu, para inducir a la auto-curación y promover el bienestar. Curación por la música: la utilización de experiencias musicales para curar la mente, el cuerpo, para inducir a la autocuración y promover el bienestar. Incluida en eta categoría está la utilización de la música en el chamanismo. Co pia pr ote gid a 53 La Musicoterapia en la curación La utilización de las experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan a través de ellas para curar la mente, el cuerpo y el espíritu, e inducir la autocuración, así como promoverla. Recreativa El área recreativa incluye todas las aplicaciones de la música, la enseñanza musical o Musicoterapia, para propósitos recreativos de entretenimiento, de diversión. Los ejemplos incluyen: La música ceremonial: la utilización de la música para acompañar asuntos formales tales como las ceremonias de estado o militares, eventos atléticos o ceremonias condecorativas. Música recreativa terapéutica: la utilización de las actividades musicales para aportar entretenimiento, mejorar la calidad de vida y desarrollar actividades de tiempo libre placenteras. Musicoterapia recreativa: el terapeuta utiliza la música, el aprendizaje musical y las actividades al mismo, para ayudar al cliente a desarrollar destrezas recreativas y a utilizar el tiempo de asueto como un medio de autorealización. Actividades El área de actividades incluye a todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia, en la que la actividad sirve como vehículo base para el aprendizaje o el cambio. Los ejemplos incluyen: Terapia de la actividad musical: el terapeuta utiliza las actividades musicales o tareas para ayudar a los clientes a desarrollar conocimientos, habilidades o comportamientos necesarios para la adaptación. Musicoterapia de rehabilitación: la utilización de las experiencias musicales y las relaciones que se derivan de ellas como medio de ayudar a los clientes que han estado debilitados por algún trauma, enfermedad o lesión para devolverle a niveles previos de funcionamiento o ajuste hasta un punto máximo. Las artes interrelacionadas El área de las artes interrelacionadas incluye todas las aplicaciones clínicas de la música y la Musicoterapia que incorpora experiencias de las demás artes. Los ejemplos incluyen : Actividad expresiva terapéutica: un terapeuta utiliza actividades de artes interrelacionadas y juega para ayudar al cliente a adquirir conocimiento, destrezas o comportamientos necesarios para la adaptación, el crecimiento educativo o el esparcimiento. La música en la terapia de Artes creativas: un terapeuta utiliza las experiencias musicales que incluyen otras formas de arte como medio de terapia, o un terapeuta utiliza la Musicoterapia en colaboración con otras terapias artísticas. Psicoterapia expresiva: un terapeuta utiliza diversas modalidades expresivas, y las relaciones que se desarrollan a través de ellas, como medio de sacar introspecciones de la vida emocional o interpersonal del cliente y estimular los cambios deseados que comportan tales introspecciones. Co pia pr ote gid a 54 Igual que con cualquier esquema clasificatorio, es importante recordar que estas áreas y prácticas a menudo se superponen y que las coincidencias no borran las diferencias básicas entre las categorías. Hay muchos musicoterapeutas que practican en varias "áreas" a la vez, por la diversidad de sus encuadres clínicos o población de clientes, aunque estos terapeutas tienen una clara visión de cómo difieren los diversos programas. Por ejemplo, un musicoterapeuta que trabaja en un hospital general puede utilizar prácticas educativas, psicoterapéuticas, rehabilitadoras o médicas con grupos diferentes de clientes, o al trabajar con el mismo grupo, "Musicoterapia en medicina" puede extenderse a otras prácticas tales como "Psicoterapia musical de apoyo" o a "Música en el consejo Pastoral" o "Música terapéutica". Es importante también tener en cuenta que esta clasificación no implica juicios de valor. Un área no es superior o inferior a otra en importancia, efectividad o valor. NIVELES DE PRÁCTICA Visión de conjunto Comparando las prácticas anteriores, uno se da cuenta rápidamente de cuántas variables están implicadas en distinguir las diversas áreas y práctica que las contienen. Las diferencias se pueden encontrar en las poblaciones, en los objetivos, en los métodos de intervención, el rol de la música y la naturaleza de la relación terapeuta-cliente, por nombrar unas pocas. Uno también se da cuenta de cómo algunas prácticas están relacionadas a la Musicoterapia por la periferia, mientras que otras integran la Musicoterapia a otras disciplinas, y aun otros parecen estar en el mismo centro de la Musicoterapia. De esta manera, todas las variables que distinguen un área o práctica de la otra, no importa lo sutil o insignificante que puedan parecer, tienen implicaciones considerables al identificar los límites de la Musicoterapia. Discernir "los niveles" de la práctica puede ser una manera de determinar lo que es Musicoterapia y lo que no, al tiempo que ayuda a identificar aquellas áreas de la disciplina que requieren una formación especializada, no sólo en Musicoterapia sino también en los campos relacionados. Viendo como es de interdisciplinaria la Musicoterapia, estos niveles se podrían pensar como si fueran capas alrededor de un núcleo central, donde cada capa es una mezcla con otra disciplina y el núcleo es el corazón de la Musicoterapia, donde todas sus capas externas se convierten en una sola disciplina integrada pero que abarca a varias disciplinas terapéuticas. Se han identificado cuatro niveles o capas y son: Nivel auxiliar: Todos los usos funcionales de la música para propósitos no terapéuticos pero sí relacionados. Nivel aumentativo: cualquier práctica donde la música o la Musicoterapia se está utilizando para realzar los esfuerzos de las modalidades de otros tratamientos, y hacer contribuciones de apoyo al tratamiento general del cliente. Nivel Intensivo: cualquier práctica en la que la Musicoterapia toma un rol central e independiente en encauzar los objetivos prioritarios del planteamiento de tratamiento del cliente, y como resultado induce cambios significativos en la situación actual del cliente. Co pia pr ote gid a 55 Nivel principal: cualquier práctica en la que la Musicoterapia toma un rol indispensable o singular en dar con las principales necesidades terapéuticas del cliente, y como resultado induce cambios generalizados en la vida del cliente. Como con las áreas de práctica, estos niveles se superponen con frecuencia. Uno encuentra a menudo a musicoterapeutas que trabajan a "niveles" diferentes de terapia con la misma población de clientes, bien sea por los niveles en el proceso o bien por diferencias en el tipo de problema terapéutico que se encamina. Aquí, otra vez es importante evitar juicios cualitativos de cualquier método, enfoque o clínico que se base en estas distinciones. Un nivel no es de ninguna manera indicativo del valor relativo o efectividad de las prácticas que lo contienen. El poder de la música, la eficacia de la Musicoterapia y la efectividad del musicoterapeuta no son necesariamente una función del nivel de terapia. Criterios Para entender estos niveles suficientemente bien para clasificar todas las prácticas diversas, es necesario examinar los criterios que utiliza el autor para poder establecerlos. Lo que sigue es una explicación de cada criterio que lleva a una exposición más detallada de losniveles. El primer criterio que se usa para fijar el nivel de terapia es el relativo a la práctica para la salud del cliente o necesidades terapéuticas primarias. ¿Tiene que ver con las necesidades sanitarias como se definen en el capitulo anterior? ¿Son los objetivos de la práctica, terapéuticos por naturaleza? ¿Son los objetivos y métodos periféricos, de apoyo o centrales, para las necesidades primarias de salud del cliente? ¿Hasta qué punto la práctica apunta hacia los problemas más graves, o aquellos que son de mayor amenaza a la salud del cliente? Cuando una práctica no tiene que ver con problemas de salud o necesidades terapéuticas, se sale de los límites de la Musicoterapia. Cuando los objetivos son periféricos o de apoyo para el programa terapéutico global del cliente o cuando apuntan hacia problemas de salud secundarios o necesidades terapéuticas menos intensas, es más probable que la práctica sea a un nivel intensivo o principal. Así, cuanto más graves, urgentes o significativos sean los problemas de salud o necesidades terapéuticas del cliente y cuanto mayor sea la responsabilidad que toma la Musicoterapia en encauzarlos, probablemente, mayor será el nivel de terapia. Esto lleva a un segundo criterio: la independencia clínica. Cuando la Musicoterapia comparte responsabilidades en objetivos prioritarios con otras modalidades, o cuando se centra en aspectos limitados del plan total de tratamiento del cliente, la práctica probablemente será a un nivel aumentativo. Cuando la Musicoterapia toma la responsabilidad más importante en áreas claves en el programa del cliente, encauzando un amplio espectro de problemas sanitarios y necesidades terapéuticas, es más probable que sea a un nivel intensivo o principal. El tercer criterio que se usa al fijar niveles es las relaciones de rol. Como se explicó en el capitulo anterior, la Musicoterapia siempre involucra a un cliente, a un terapeuta y a la música en relaciones de rol especificas. De esta manera, cuando al Co pia pr ote gid a 56 individuo que se ayuda no se le define como cliente, y cuando la música se utiliza sola, sin la ayuda de alguien que se le define como terapeuta, la práctica sale de los límites de la Musicoterapia y por consiguiente se considera que está a un nivel auxiliar. Cuando están involucradas las relaciones de rol que no sean de cliente-terapeuta, produce cambios por medios indirectos más que por medios directos, la práctica es más probable que sea a un nivel aumentativo. Cuando todos los requerimientos del rol del cliente y del terapeuta se encuentran, y cuando la relación misma aporta un medio directo de cambio terapéutico efectivo, la práctica es más probable que sea a un nivel intensivo o principal. Un factor fundamental que afecta a los tres criterios anteriores es si la música se utiliza como terapia o en terapia. El tema aquí es cómo el musicoterapeuta se adapta en encauzar el espectro completo de las necesidades que presenta el cliente. ¿Utiliza el terapeuta únicamente la música, o explota el campo completo de experiencias y relaciones que emergen de la música? O en términos más básicos, ¿hasta qué punto la Musicoterapia se centra en el cliente o en la música? Cuando la música se utiliza como terapia, el terapeuta se centra en las necesidades específicas del cliente que mejor se pueden encauzar por la música misma. Cuando la música se utiliza en terapia, el terapeuta se centra en el espectro completo de las necesidades que presenta el cliente y selecciona el componente particular de la Musicoterapia (ejemplo: música, el terapeuta, las relaciones) que mejor encauza esas necesidades que se han hecho prioritarias. Esto no implica que la música en terapia esté siempre a un nivel intensivo o principal de terapia y que la música como terapia sea siempre aumentativa. Aunque esto es corriente, también puede ocurrir lo contrario. A veces una necesidad prioritaria se puede encauzar mejor con música como terapia, y otras con música en terapia. Aquí, de nuevo, el determinante final o esencial es la naturaleza de las necesidades del cliente y hasta qué punto tanto la música como o en terapia puede encauzarlas. El cuarto criterio al fijar niveles es la profundidad del proceso terapéutico. ¿Hasta dónde llega el proceso de intervención? y ¿cuánto tiempo lleva? Cuando una práctica no implica un proceso sistemático de intervención durante un periodo de tiempo suficiente, se sale de los límites de la Musicoterapia. Cuando una práctica implica sesiones ocasionales o si se extiende por un periodo breve de tiempo, o cuando las intervenciones tratan problemas y necesidades manifiestos, la práctica es más probable que sea aumentativa. Cuando una práctica implica sesiones frecuentes y regulares por un periodo largo, y cuando las intervenciones encauzan tanto problemas y necesidades latentes como manifiestos, la práctica es más probable que sea intensiva o principal. Todos los criterios anteriores (relevancia, clínico, independencia y profundidad) han sido utilizados con anterioridad por el autor (Bruscia, 1987b) para distinguir entre niveles de terapia "adjuntos" y "principales". (En la presente exposición, el término "aumentativo" se utiliza en vez de "adjunto"). El ser un terapeuta principal requiere amplitud y profundidad dentro de un proceso terapéutico. Un terapeuta principal toma una responsabilidad más importante al dar con las necesidades terapéuticas más importantes del cliente. Esto implica amplitud porque el terapeuta puede que tenga que utilizar el campo completo de su modalidad de valoración y/o tratamiento, a la vez que tiene que extender o ir más allá de su modalidad Co pia pr ote gid a 57 para acomodarla a las necesidades específicas del cliente, a veces con la ayuda de terapeutas adjuntos. La razón de esto es que las necesidades de un cliente no siempre se ajustan al modelo de un terapeuta dado... A veces el cliente responde más al terapeuta o a la relación con él (más que al modelo). En contraste, un terapeuta adjunto permanece dentro de los límites establecidos de su modelo y encauza aquellas necesidades del cliente que le son pertinentes. En términos de Piaget, el terapeuta principal acomoda su modelo a las necesidades del cliente, mientras que el terapeuta adjunto asimila las necesidades del cliente a su modelo... En lo referente a la profundidad, un terapeuta principal es el que facilita la mayor cantidad de crecimiento o cambio trabajando a niveles más profundos, tanto en su valoración como en la intervención (p. 22). Esto lleva al quinto criterio que fija los niveles de terapia. Es el grado de grado terapéutico que tiene que hacer el cliente. ¿La práctica apunta a inducir cualquier tipo de cambio? Si es así, ¿ el cambio terapéutico es como se define en el capítulo anterior? ¿La práctica conduce a cambios terapéuticos evidentes o/y encubiertos? ¿Qué aspectos específicos de los problemas del cliente se encauzan, los síntomas, el trastorno, las causas o las dificultades resultantes? ¿Se dan cambios a nivel consciente o inconsciente? ¿Hasta que punto los cambios implican una reorganización estructural adaptación o manipulación del entorno? ¿Estos cambios hacen al cliente más independiente para resolver o llevar el problema? o ¿el cambio depende de alguna manera de las condiciones del tratamiento? Wheeler (1983-1988) ha ofrecido una clasificación de las prácticas de Musicoterapia utilizando criterios similares. Basandonos en Wolberg (1967), identificó tres niveles de práctica psicoterapéutica para pacientes psiquiátricos adultos : 1 Actividad musicoterapéutica (el uso de actividades basadas en la música para conseguir objetivos de comportamiento adaptativos). 2 Musicoterapia introspectiva con objetivos reeducativos (la utilización de la música y otros métodos psicoterapéuticos para ayudar al cliente a comprender y resolver problemas al nivel consciente).3 Musicoterapia introspectiva con objetivos reconstructivos (la utilización de la música y otros métodos psicoterapéuticos para resolver conflictos inconscientes y, de esta manera, promover la reorganización de la personalidad del cliente.) Para probar la validez de estos niveles, Wheeler desarrolló una lista de objetivos característicos de cada nivel y entonces supervisó a musicoterapeutas que trabajan con pacientes psiquiátricos para descubrir qué objetivos se adaptaban con más frecuencia al trabajar con grupos de diagnósticos diversos. En la comparación de los objetivos, niveles y categorías de diagnostico, encontró que "los objetivos de cualquier nivel determinado de terapia se utilizaban de manera consistente en conjunción con otros objetivos de ese mismo nivel, y el diagnóstico del cliente se podría utilizar para predecir los niveles de la terapia" (1988, p. 48), para así confirmar sus hipótesis. Aunque el sistema de clasificación de Wheeler fue concebido para la psicoterapia musical con pacientes psiquiátricos adultos, ha aportado un punto de partida excelente para el actual. Sin embargo, contraria a la de Wheeler, la clasificación actual es un intento de cubrir el aspecto completo de las prácticas clínicas y poblaciones en Musicoterapia, y por consiguiente ha incluido criterios adicionales. Co pia pr ote gid a 58 Es necesario hacer notar unos pocos aspectos finales sobre cómo todos lo criterios arriba mencionados afectan a los niveles de práctica. Primero, cada criterio puede que no sea relevante para cada área y práctica. Es decir, un criterio puede ser relevante en fijar niveles de práctica en un área (ejemplo: educativo) pero no en otro (ejemplo: curativo) como se verá en el proximo capítulo; al fijar niveles de terapia, se aplican criterios diferentes para diferentes áreas de práctica. Segundo: un criterio afecta a otro. Es decir, la relevancia de la Musicoterapia para las necesidades del cliente fija cuánta independencia clínica tendrá, lo cual a cambio afecta a la profundidad de las intervenciones y el grado de cambio en el cliente. En las cuatro secciones que siguen, cada nivel de terapia se plantea a la luz de los criterios arriba mencionados y se identifican las prácticas diversas dentro de cada nivel. Nivel auxiliar El nivel auxiliar incluye cualquier aplicación de la música para cubrir objetivos no musicales que no se califiquen como terapia, ya sea en objetivos, contenidos, métodos o en relación entre el que aporta y el que consume. Bien individuos que reciben el servicio no se califican como "clientes" o el que aporta el servicio no actúa con la capacidad de un terapeuta, o las intervenciones no son parte del proceso terapéutico que conducen al cambios. Las prácticas al nivel auxiliar incluyen: - Educación musical especial. - Música evolutiva. - Enseñanza musical adaptativa. - Música terapéutica. - Música inspiradora. - Demostraciones de Musicoterapia / Juegos de rol - Música funcional - Música recreativa terapéutica - Música ceremonial. Las prácticas auxiliares son periféricas a la Musicoterapia aunque aporten las bases para muchas áreas de trabajo clínico. De hecho, cada una (ejemplo: música terapéutica) se relaciona con varias áreas (ejemplo: psicoterapia, curación, médica, etc...) Nivel aumentativo El nivel aumentativo incluye todas aquellas prácticas dentro de la disciplina donde la Musicoterapia enriquece la educación, el desarrollo, la curación o terapia de individuos que cubren los criterios por "el cliente" en cuestión, explicado en el capítulo anterior. En este contexto "aumentar" significa añadir algo único, bien a los propios esfuerzos del individuo en el cambio terapéutico, o a los servicios programas o modalidades de tratamiento que también se le aportan al individuo. Por supuesto, lo único que se añade es música. En esta categoría, la música se utiliza más frecuentemente como terapia, y el rol del terapeuta está normalmente delimitado por el encuadre y las funciones específicas Co pia pr ote gid a 59 que se le dan a la música en consecuencia. Las funciones principales del terapeuta son enriquecer y facilitar los efectos directos de la experiencia musical que ejercen sobre el cliente. La relación cliente-terapeuta es por consiguiente fundamentalmente una actividad musical, y en la mayoría de los casos no se utiliza como vehículo principal o agente curativo o terapéutico. Por otro lado, puesto que la música se utiliza para enriquecer otros esfuerzos terapéuticos, el rol de la música se puede estirar en ocasiones para acomodar un área de práctica en particular y los objetivos que de ella se deriven. Así, por ejemplo, la actividad musical terapéutica se puede ampliar al incorporar actividades no musicales, o el uso necesario de la música se puede extender al incluir refuerzos no musicales, etc... De manera similar, el rol del musicoterapeuta a este nivel con frecuencia incluye las funciones de rol de otros profesionales (ejemplo: profesor u otro tipo de terapeuta). Generalmente, esto está fijado por los objetivos que se han establecido como prioritarios dentro del área de práctica o encuadre clínico. La Musicoterapia a un nivel aumentativo con frecuencia se acomoda a los objetivos de otras disciplinas y juega un papel de apoyo aunque no menos importante. Normalmente ese papel implica enriquecer, elaborar, expandir, reforzar o preparar para lo que otros terapeutas están luchando por conseguir con el cliente. En términos de otras clasificaciones, este nivel corresponde con el nivel de "actividad" de Wheeler (1983) y "nivel de apoyo" de Wolberg (1977) con respecto a la psicoterapia. Al sintetizar los dos, Wheeler atribuye a este nivel las siguientes características: 1. La consecución de objetivos por medio de actividades más que la introspección verbalizada. 2. La supresión de sentimientos e impulsos en favor de comportamientos adaptativos progresivos. 3. Un centrarse más en conductas más que en procesos encubiertos o lazos causales. 4. La utilización de recursos del cliente. 5. Una relación positiva con el terapeuta que toma un alto papel directivo al llevar la sesión. 6. La escasa necesidad de que el terapeuta tenga que examinar introspectivamente sus propios sentimientos. También corresponde con el nivel "adjunto" como ha escrito previamente el autor (Bruscia, 1987b). Aquí se ha elegido el término aumentativo más que adjunto por las diferencias de connotación. Adjunto, a menudo tiene la connotación de que la práctica no es esencial o es suplementaria. El nivel aumentativo incluye servicios de apoyo que son integrales e importantes y a menudo irremplazables. Las practicas que están dentro del nivel aumentativo incluyen: - Musicoterapia en Educación especial. - Musicoterapia en la enseñanza - Musicoterapia conductual. - Psicoterapia musical de apoyo. - Música en apoyo Pastoral. - Música en Medicina. Co pia pr ote gid a 60 - Curación por el sonido - Curación por la música. - Musicoterapia recreativa. - Terapia de Actividad musical y - Terapia de Actividad expresiva. Nivel intensivo El nivel intensivo incluye todas aquellas prácticas dentro de la disciplina siempre que el terapeuta trabaje en tándem con otras modalidades de tratamiento. Como un compañero de igual a igual o como el terapeuta más importante. Como se ha mencionado antes, las diferencias esenciales entre prácticas aumentativas e intensivas se pueden describir mejor en términos Piagetianos de "acomodación" (adaptan estructuras ya existentes para cubrir nuevas demandas) y "asimilación" (adaptan nuevas demandas para que encajen en las estructuras ya existentes). Cuando se utiliza como una modalidad intensiva o principal, la Musicoterapia "asimila" los objetivos de otras modalidades de tratamiento para sí, con el fin de "acomodar" las necesidades del cliente. En términos de las clasificacionesde Wheeler y Wolberg, esto corresponde con el nivel reeducativo de la terapia, en el que el cliente pasa por un tratamiento intensivo de apoyo que apunta al aprendizaje de nuevas formas de resolver los problemas y así llegar a un nivel más alto de funcionamiento. Es importante anotar aquí que todas las prácticas a un nivel intensivo tienen el potencial de llegar a ser una terapia de " primer orden". Esto se da cuando los objetivos pasan de ser reeducativos a reconstructivos. Generalmente, la música se utiliza en terapia más a menudo que como terapia, y el papel del terapeuta está determinado en gran parte por las necesidades del cliente. El terapeuta actúa como un igual o como compañero dominante con música en el proceso de intervención. La música se utiliza de forma típica para establecer o intensificar la relación cliente-terapeuta, la cual es más terapéutica que la musical por naturaleza. Es decir, a un nivel intensivo, el cliente es más probable que se relacione con el musicoterapeuta más como terapeuta que como música, y la comunicación verbal es probable que sea una dimensión importante de la relación cliente-terapeuta. Ya que este nivel está orientado a dirigir un amplio espectro de las necesidades del cliente, valoración y procedimiento de tratamiento en una práctica a menudo se superponen con las prácticas de otras áreas. Por ejemplo, a este nivel, hay superposiciones frecuentes entre las prácticas psicoterapéuticas, médicas y curativas y entre las prácticas educativas de enseñanza, de actividad y de rehabilitación. La razón de tales superposiciones es que hay más de una tendencia a considerar las necesidades del cliente de manera holística, a la vez que se le da al terapeuta una mayor responsabilidad para cubrirlas. Las prácticas a nivel intensivo incluyen: - Musicoterapia educativa. - Psicoterapia musical educativa. - Psicoterapia musical conductual. - Psicoterapia musical supervisora Co pia pr ote gid a 61 - Musicoterapia en medicina - Musicoterapia en la curación - Musicoterapia rehabilitativa - Música en terapia de artes creativas. - Psicoterapia expresiva. Musicoterapia principal (Primaria ) A un nivel principal, la Musicoterapia toma un papel indispensable o singular al cubrir las principales necesidades terapéuticas del cliente, y como resultado induce a cambios generalizados en la vida del cliente. El cliente pasa por un tratamiento intensivo y completo, que apunta hacia objetivos "reconstructivos" (ejemplo: aquellos que alteran las estructuras básicas y dirigen factores causales). Como tal, las áreas de Musicoterapia empiezan a fusionarse para que los recursos de la disciplina cubran las necesidades del cliente por completo. La música se utiliza tanto como terapia, como en terapia, y los beneficios de la relación cliente-música y cliente-terapeuta se explotan por completo. No hay prácticas especificas que sean exclusivas para este nivel, más bien todas las prácticas al nivel intensivo tienen el potencial para convertirse en principales cuando se cubren los criterios anteriores. RESUMEN Este capítulo ha aportado una visión de conjunto de las áreas y niveles de la práctica en Musicoterapia. Se han identificado once áreas: educativas, de enseñanza, conductuales, psicoterapéuticas, pastoral, supervisora / de formación, médica, curativa, recreativa, actividad y artes interrelacionadas. Cada una de estas áreas constan de prácticas que se han clasificado según cuatro niveles diferentes: auxiliar, aumentativo, intensivo y principal. Los criterios para fijar los niveles de práctica eran: relevante a la salud, independencia clínica, relaciones de rol entre el cliente, el terapeuta, la música, profundidad en el proceso de intervención y grado de cambio terapéutico. Co pia pr ote gid a 62 CAPITULO 6. D En el capítulo anterior, las áreas y niveles de Musicoterapia se han identificado, y se han dado criterios para su clasificación de acuerdo a las prácticas actuales. El propósito de este capítulo es describir estas prácticas con un mayor detalle y distinguirlas por área y nivel. Para una mejor y mayor clarificación y definición se aportan ejemplos sacados de la literatura. Como se ha mencionado en el capítulo anterior hay varias advertencias al utilizar el esquema de esta clasificación: 1 Los terapeutas y métodos a menudo se superponen en varias áreas y niveles de práctica; así, cuando se dan ejemplos de un área o nivel, el autor no esta deduciendo que los terapeutas o los métodos únicamente pertenecen a esas categorías. 2 Esta clasificación esquemática no implica juicios de valor. Un área o nivel de Musicoterapia no debería concebirse como intrínsecamente mejor o más efectiva que otra por razones de su clasificación. 3 Los criterios que se utilizan al fijar los niveles de terapia varían de un área a otra, así cada área de práctica tiene sus propios criterios para fijar los niveles dentro de ella. 4 No todas las áreas tienen los cuatro niveles de práctica. PRÁCTICAS EDUCATIVAS Esta agrupación de las prácticas incluye los diversos usos de la música con alumnos discapacitados o minusválidos en un encuadre educativo o escolar. Ésta incluye: "Educación musical especial" y "Música progresiva" a un nivel aumentativo, y "Musicoterapia evolutiva" a un nivel intensivo o principal. En todas estas prácticas, el énfasis se coloca en objetivos curriculares o evolutivos en educación especial y/ o en educación musical. Los diferentes niveles reflejan hasta qué punto la música o los objetivos de aprendizaje son un fin en sí mismos o los medios para un fin terapéutico. Esto a cambio depende de los niveles de destreza o el estatus de salud de los alumnos. Educación Musical Especial En la "Educación Musical Especial" el profesor de música o terapeuta utiliza técnicas adaptatorias o compensatorias para facilitar o maximizar el aprendizaje musical de los alumnos deficientes en un encuadre escolar. Los objetivos curriculares específicos incluyen el aprendizaje de conceptos musicales generales y destrezas, y la participación con éxito en conjuntos-grupos musicales. La "Educación Musical Especial" es apropiada para clases de música integradas en el sistema normal, donde los alumnos tienen necesidades especiales de enseñanza pero son capaces de participar con cierto éxito en la mayoría de las actividades curriculares. Sin embargo, también se puede utilizar en clases independientes con sus propios recursos, cuando las incapacidades de los alumnos no excluyen la posibilidad de adquirir conocimientos musicales y destrezas con una atención especial. Co pia pr ote gid a 63 Como práctica especial la “Educación Musical Especial" está en el límite entre la educación musical y la Musicoterapia. La razón principal por la que no se considera Musicoterapia “per se” es que sus objetivos están más dentro de la enseñanza que de la terapéutica. El aprendizaje musical es un fin más que un medio para un fin. Hay que añadir que la relación que se forma entre el alumnos y el profesor no tiene un trasfondo terapéutico. De hecho, cualquier esfuerzo que haga el educador musical para encauzar las necesidades de los alumnos de una forma terapéutica se consideraría como un comportamiento de rol inapropiado. La literatura está repleta de libros diseñados para ayudar a los profesores a llevar la música a niños especiales. Existen notables ejemplos que incluyen aquellos de Nocera (1979), Graham y Beers (1980) y Edwars (1981) por nombrar unos pocos. Es importante señalar que estos libros puede que no hagan las mismas distinciones que se hacen aquí entre los objetivos de la educación musical y la terapia. Música evolutiva En la "Música evolutiva" las experiencias musicales apropiadas a la edad se utilizan para estimular el desarrollo general y crecimiento de niños no incapacitados y preescolares (aquellos que no tienen incapacidades en el desarrolloo minusvalías). Aquí el énfasis se pone en los procesos normales de desarrollo ,tanto en las áreas musicales como en las no musicales. Como tales, los objetivos podrían ser: mejorar el desarrollo sensoriomotriz, perceptivo o las habilidades cognitivas, o reforzar la relación padre niño o el crecimiento emocional. Una característica básica de "Música evolutiva" es que confía en la interacción musical, implicando al niño, a los padres u otros significativos y al director musical. Un ejemplo de esta práctica incluye el trabajo de Allison (1988), que lleva sesiones musicales en la vecindad para madres y sus niños. El propósito es afianzar las relaciones familiares a la vez que estimular el desarrollo global del niño. También se incluye en esta categoría la utilización de la música en los programas preescolares o cuidados de día, de niños no incapacitados. La "Música evolutiva" hay que distinguirla de los esfuerzos más concentrados de afianzar el desarrollo musical de los niños normales muy jóvenes, tales como el método Suzuki (Mills and Murphy, 1973), y de programas más clínicamente orientados para niños minusválidos y preescolares, tales como los de Witt y Steele (1984) y Monti (1985) que son ejemplos de "Musicoterapia evolutiva". La "Musicoterapia evolutiva" es auxiliar porque los niños no tienen problemas de salud como se ha definido anteriormente y porque las intervenciones no son realmente terapéuticas por naturaleza. Cuando se demanda una "intervención" terapéutica, a causa de amenazas al desarrollo saludable, esta práctica se convierte en "Musicoterapia Evolutiva" Musicoterapia en Educación Especial En "Musicoterapia en Educación Especial", el profesor o terapeuta utiliza la música para ayudar a los alumnos a adquirir un conocimiento no musical y destrezas que Co pia pr ote gid a 64 son esenciales para o parte de su educación. Aquí el aprendizaje musical es secundario a los objetivos de adaptación o académicos, y la música se hace importante precisamente porque está ligada a estos objetivos de algún modo. La 'Musicoterapia en Educación Especial" es apropiada para clases independientes o grupos de Musicoterapia que son homogéneos con necesidades educativas. También se puede utilizar en clases de integración, donde tanto los alumnos minusválidos como los no minusválidos se podrían beneficiar de manera educativa de las actividades musicales. Esta práctica entra dentro de los límites de la Musicoterapia porque se dirige hacia problemas educativos que requieren una intervención terapéutica o necesidades que tienen implicaciones importantes para el desarrollo global del alumno. Aunque normalmente se lleva a cabo en grupos, los objetivos de la Musicoterapia en educación musical son casi siempre individualizados para acomodarse a las necesidades únicas de cada alumno. Puesto que esto requiere normalmente la comprensión de problemas de naturaleza personal que afecta al aprendizaje, el profesor es probable y normal que tome los comportamientos de rol de un terapeuta y puede desarrollarse una relación alumno- terapeuta. Se considera aumentativa porque el musicoterapeuta acomoda los objetivos de otra disciplina (ejemplo: educación especial) y asimila los problemas del cliente a un tratamiento en un marco musical. Alley (1977) señala cómo la Musicoterapia está libre de contenido y, por consiguiente, es aplicable a un amplio campo de problemas que tienen lugar dentro de un encuadre educativo: La Musicoterapia es la que resuelve el problema, la que rellena los espacios vacíos, un servicio de apoyo en el curriculum. La Musicoterapia nunca cae en la categoría de "ese no es mi trabajo". El rol del musicoterapeuta en un encuadre educativo se podría sencillamente definir como un especialista que resuelve problemas individuales que merman la posibilidad del alumno de practicar o beneficiarse de sus oportunidades educativas (p. 54). Jellison (1983) propuso que el desarrollo del curriculum se convirtiera en "una parte integral del planteamiento de Musicoterapia y que dentro de este proceso, se considere un criterio de valor funcional como estándar para la selección y propiciación de objetivos" (p. 17). Para ella, el valor "funcional" de la Musicoterapia es la adquisición de esas destrezas no musicales y musicales que ayudarán al alumno a hacerse más independiente y menos minusválido en los diversos entornos de la vida. Los ejemplos clínicos de la Musicoterapia en Educación especial incluyen los trabajos de Robbins y Robbins (1980), Levin et al (1975), Purvis y Same 91976). Además, Lathom (1980) da una descripción detallada del papel del musicoterapeuta en la educación de niños y jóvenes discapacitados. También están incluidos los programas musicales comunitarios que apoyan y trabajan muy de cerca con las escuelas. Steels, Vaughan y Dolan (1976) describen tal programa en Cleveland, donde los objetivos eran ayudar a los alumnos con problemas de conducta o de adaptación escolar; desarrollan comportamientos sociales más Co pia pr ote gid a 65 productivos, a la vez que ayudan a los maestros a trabajar con estos niños en un encuadre de clase. Musicoterapia evolutiva En contraste con "Música en educación especial", que se orienta hacia objetivos curriculares o académicos, la "Musicoterapia evolutiva" está interesada en un espectro más amplio de objetivos clínicos. Además de encauzar necesidades educativas, esta práctica se centra en acompañar a los clientes a llevar a cabo una amplia variedad de tareas evolutivas que puede que hayan estado retardadas o impedidas en periodos diversos de la vida. De esta manera, la "Musicoterapia evolutiva" se utiliza con clientes minusválidos de todas las edades que se encuentran con obstáculos al crecimiento evolutivo en cualquier área (ejemplo: sensoriomotriz, cognitiva, afectiva, interpersonal). Como tal, encauza problemas de salud como se ha definido anteriormente. Puesto que el proceso evolutivo está tan íntimamente ligado a la historia personal, esta categoría de Musicoterapia, contrariamente a la "Musicoterapia en educación especial", está interesada en el material autobiográfico familiar (respecto al entorno), emociones íntimas y desarrollo de la personalidad. También se puede interesar por problemas físicos o médicos que afectan normalmente. Los ejemplos de esta categoría incluyen el trabajo de Alvin (1976, 1978), Nordoff y Robbins (1971, 1977, 1982), Boxil (1985) y Orff (1980), por nombrar unos pocos. A modo de ilustración, Juliette Alvin concibió su trabajo con niños autistas en términos de tres estadios de desarrollo: relacionándolo con el mundo de los objetos, relacionándolo al yo y al terapeuta, y en relación a otros significativos (Brusccia, 1987a). Dentro de cada estadio el terapeuta utiliza las experiencias musicales receptivas para estimular el desarrollo en los terrenos físicos, intelectuales y socio-emocionales. Se debería mencionar que, a pesar de la similitud en el título, esta categoría es diferente de "Música en la terapia evolutiva" de Purvis y Samet (1976) que, en la clasificación actual, pertenece a la "Musicoterapia en educación especial" o "Terapia de la actividad musical terapéutica”. "La Musicoterapia evolutiva" pertenece a la categoría intensiva de Musicoterapia por su interés más amplio en las diversas necesidades terapéuticas del cliente. Aquí las necesidades del cliente son esenciales y los objetivos y procedimientos se acomodan para cubrir estas necesidades. El musicoterapeuta en esta categoría, a menudo, trabaja de igual a igual con otros especialistas y puede que utilice la música como o en terapia, dependiendo de la orientación filosófica y necesidades del cliente. PRÁCTICAS INSTRUCTIVAS (ENSEÑANZA) Las prácticas en la enseñanza son similares a las educativas al poner el énfasis en el aprendizaje y su interés en los objetivos musicales (versos), más que en los objetivosno musicales, como determinante principal de los niveles de terapia. La diferencia más importante entre ellas es que, en el área de enseñanza, el encuadre es individual más que grupal. Esta aparente pequeña diferencia toma una significación mayor cuando uno compara sus diferentes niveles de práctica. Es decir, mientras que las prácticas Co pia pr ote gid a 66 educativas llevan a un acercamiento más amplio según se hacen los niveles más intensivos, las prácticas de enseñanza llevan a una más psicoterapéutica. Otra diferencia es que las prácticas educativas se utilizan normalmente en encuadres institucionales, mientras que las prácticas en la enseñanza se encuentran muy frecuentemente en prácticas provadas en escuelas de música comunitarias y otros tipos de programas comunitarios. Las prácticas en la enseñanza incluyen: "Enseñanza musical adaptativa y Enseñanza musical terapéutica", a un nivel auxiliar; "Enseñanza de la Musicoterapia", a un nivel aumentativo, y "Enseñanza musical psico-terapéutica", a un nivel intensivo o principal. Enseñanza musical adaptativa En la "Enseñanza musical adaptativa" el profesor o terapeuta utiliza técnicas adaptativas o compensatorias para facilitar o maximizar los estudios musicales privados de alumnos discapacitados. Esta práctica es similar a la "Educación musical especial" en los objetivos y en la orientación pero difiere en el enfoque sobre el manejo de un instrumento o voz dentro de un encuadre privado, más que el aprendizaje musical general en el aula. Como "la educación especial", ésta es una práctica auxiliar que se sale de la Musicoterapia, por las mismas razones que se han descrito con anterioridad (delimitación de los objetivos para el aprendizaje musical y los límites de la relación estudiante- profesor). Los ejemplos de la "Enseñanza musical adaptativa" incluye métodos para enseñar a tocar la guitarra a alumnos especiales, de Krout (1983) y Cassitt 91977), y el curriculum de lectura musical para alumnos ciegos, desarrollado por Levison y Brusccia (1983). Enseñanza musical terapéutica En la "Educación musical terapéutica", el profesor particular de música o el terapeuta trabajan con alumnos sin minusvalías que experimentan obstáculos o problemas personales en lo que respecta a la autoexpresión musical o el proceso de aprendizaje musical en sí mismo. Aquí el objetivo es sustancialmente el del aprendizaje de música, y la eliminación de dificultades personales son un medio para llegar a ese fin. Un buen ejemplo de esta categoría sería la descripción de Ostwald (1968) de una clase de música. En ella, comenta el papel terapéutico del profesor particular de música como oyente, guía, preparador y sanador. La “Educación musical terapéutica” es una práctica auxiliar debido al nivel de intervención y cambio dado. Enseñanza de la musicoterapia En “Enseñanza de la musicoterapia”, el profesor particular de música o terapeuta que trabaja dentro del contexto de una clase particular, utiliza las experiencias de aprendizaje musical para encauzar las necesidades terapéuticas del cliente. Aquí, el aprendizaje musical es secundario a la consecución de metas terapéuticas, pero pone las Co pia pr ote gid a 67 bases para que éste se dé. "La Musicoterapia en la enseñanza" se hace a menudo en prácticas privadas particulares o encuadres de escuelas de música comunitarias. A un nivel aumentativo los objetivos de la Musicoterapia en la enseñanza son, la mayoría de las veces, adaptativos por naturaleza y puede que se interesen en un amplio espectro de comportamientos y destrezas. Los ejemplos de “Musicoterapia en la enseñanza" incluyen el trabajo de Steele (1977), que toma un enfoque conductista en la enseñanza privada, y Elliot y al (1982) quien desarrolló los criterios para la selección de instrumentos musicales para el estudio particular, que se basa en las necesidades de rehabilitación física. Enseñanza de la Psicoterapia musical “La enseñanza de la psicoterapia musical " es la utilización de las clases particulares de música como un contexto para la psicoterapia individual. En términos de Wolberg (1967), los objetivos son mayormente reeducativos pero puede que sean también de apoyo o reconstructivos. Los aspectos de la clase que tienen implicaciones psicoterapéuticas incluyen: los diversos medios musicales que se utilizan para propósitos expresivos y comunicacionales, la estructura del proceso de aprendizaje, la naturaleza de la práctica y la actuación, la relación cliente-terapeuta. "La enseñanza musical psicoterapéutica" es una práctica intensiva porque, en contraste a la práctica previa, sus objetivos van más allá de la adaptación para incluir tanto las facetas abiertas como las encubiertas de la vida emocional del cliente. También utiliza un espectro más amplio de métodos y técnicas. La música se utiliza en terapia y como terapia, y la relación cliente-terapeuta es igualmente si no más importante que la relación cliente-música. El mejor ejemplo de esta categoría está en el trabajo de Tyson (1981) con pacientes psiquiátricos de la comunidad. Ella ha desarrollado un método para la utilización de la enseñanza musical privada como un vehículo para la psicoterapia. Las clases musicales se dan por requerimiento del psiquiatra y en conjunción con tratamientos psiquiátricos regulares, normalmente o con una orientación psicodinámica. Los pacientes puede que estudien voz u otros instrumentos musicales. Tyson (1982) describía la típica clase de voz como sigue: "La sesión de Musicoterapia que se dedica a la enseñanza del canto rara vez se parece a una clase de canto. Todos los acercamientos apuntan a minimizar la ardua disciplina que implica y enfatiza la máxima libertad expresiva en el tiempo más corto posible. La mayoría de las sesiones incluyen interacciónes verbales (así como musicales) e interpretaciones de respuestas musicales; pocas sesiones consisten en todo hablar o todo música, pero puede que sean. Los ejercicios vocales se utilizan de manera flexible, siempre teniendo en cuenta los niveles de tolerancia del paciente, algunos encuentran una gran satisfacción en la estructura repetitiva del trabajo de escalas; otros lo detestan (P. 10). Shields y Robbins (1980) también describen un caso en el que las clases particulares de terapia verbal se utilizaban conjuntamente con el psicoanálisis verbal. El Co pia pr ote gid a 68 proceso implicaba un análisis de la voz del paciente, seguido de un análisis de los conflictos inconscientes que se van revelando. PRÁCTICAS CONDUCTISTAS Esta división de la Musicoterapia está interesada en la influencia de la música en una amplia gama de comportamientos humanos, incluyendo repuestas abiertas observables que ocurren en respuesta directa a la audición musical o actividad musical así como respuestas más globales dentro de un entorno musical global. En cualquier caso, la música se utiliza para incrementar, rebajar, modificar o reforzar con cuidado objetivos de comportamiento definidos. Cuando se utiliza dentro de un contexto de Musicoterapia, los comportamientos de mayor interés son aquellos que tienen un efecto significativo en la adaptación de la persona, en su educación o desarrollo. En comparación con otras áreas, las prácticas conductistas se señalan por sus bases empíricas y su constante confianza en la investigación y evaluación para dar dirección al trabajo práctico. Las prácticas conductistas incluyen: la "Música funcional" a un nivel auxiliar; "Musicoterapia conductista" a un nivel aumentativo y "Psicoterapia musical conductista" a un nivel intensivo. Se debería también tener en cuanta que otras áreas de prácticas (ejemplo: medicina, psicoterapia, actividades) puede que tengan una orientación conductista en su tratamiento o puede que empleen técnicas conductistas dentro de una orientación ecléctica. Música funcional La "Música funcional"es la utilización de la música para influenciar estados físicos, conductas, estados de ánimo, actitudes, fuera del contexto terapéutico; es decir, en encuadres comerciales, industriales, de trabajo, educativos, etc... De acuerdo con Radocy y Boyle (1979), éste incluye la utilización de la música: - Para incrementar la vigilancia, la eficiencia, la productividad, la moral y seguridad en el lugar de trabajo. - Para mitigar la tensión, la fatiga, el aburrimiento, la melancolía, la soledad, a la vez que se compromete en cualquier actividad. - Para controlar los estados de ánimo de la gente en lugares públicos (Hospitales, consultas de médicos, aeropuertos, etc..) - Para establecer una atmósfera conductora en las conversaciones, bien sea en un encuadre de trabajo como recreativo. - Para enmascarar sonidos no deseados o molestos del entorno. - Para crear estados de ánimo en establecimientos comerciales que reflejan o describen el producto que está a la venta. - Para alentar comportamientos de compra. - Para realzar la publicidad en radio y televisión, haciendo los productos más deseables y memorables. - Para facilitar otras formas de propaganda y realzar los efectos dramáticos de la televisión y las películas. También están incluidos en esta categoría la utilización de la música para acelerar el aprendizaje y enriquecer entornos educativos como va a ejemplificar el modelo Co pia pr ote gid a 69 de "super aprendizaje" (Ostrander & Schroeder, 1979). Halpern (1985) cita varios ejemplos similares, todos basados en la investigación de Georgi Lazamov. La base racional es que la escucha de la música de fondo es de ayuda a enmarcar un ambiente alegre y relajado que contribuye a producir un efecto revitalizador en el individuo y estimula la actividad global del cerebro. (Halpern, 1985, P. 119). La música se selecciona para "equilibrar, armonizar y sincronizar las actividades de las dos mitades del cerebro" (P. 119). Esta práctica auxiliar no está dentro de los límites de la Musicoterapia porque sus objetivos no están directamente relacionados con problemas de salud y porque la relación entre el que aporta la música y el que la consume, las intervenciones y los objetivos de cambio, no son terapéuticos por naturaleza. Musicoterapia Conductista En "Musicoterapia Conductista" el terapeuta utiliza la música para incrementar o modificar conductas adaptativas o (apropiadas) y eliminar conductas inadaptadas o (inapropiadas). La música se puede utilizar como un refuerzo positivo o negativo, un condicionante de otros refuerzos o un antecedente conductista o pie para otros comportamientos, (Manser, 1987). los clientes o alumnos pueden ser tratados en un aula, grupo de terapia o encuadre individual. Esto pertenece a la Musicoterapia porque está interesada en los comportamientos que interfieren con o impiden la adaptación o el crecimiento educativo y porque la música se utiliza para influenciar estos comportamientos. Es aumentativa porque, en comparación con las prácticas conductuales intensivas, sus objetivos y métodos están limitados en su campo de mira. También los objetivos están señalados con precisión para encauzar "partes" especificas, observables del comportamiento global del cliente, dando menos énfasis a procesos encubiertos y factores causales que subyacen. De esta forma la valoración, tratamiento y evaluación puede que sean reduccionistas en cuanto al abordaje. En cuanto a los métodos, los procedimientos de tratamiento están igualmente delimitados a la utilización de la música para manejar el comportamiento, dando menos énfasis a las experiencias musicales que dan acceso a fenómenos encubiertos o actividades no musicales que podrían llevar a una introspección verbalizada. Aunque las propiedades reforzadoras de la música y el terapeuta se consideran bastante importantes, los aspectos no observables del cliente-música y las relaciones cliente- terapeuta no se utilizan como vehículos de intervención terapéutica. En la literatura abundan ejemplos de "Musicoterapia conductual". Madsen (1981) delineó un abordaje para los retardados mentales que incluyen cinco pasos básicos: observar, resaltar, grabar, consecuenciar y evaluar. Steele (1977) utilizaba " Musicoterapia conductista" en un encuadre de una escuela de música de la comunidad, dentro del contexto de clases individuales y sesiones de música grupales. Hay unos ejemplos más que incluyen el trabajo de Saperston (1980), Wolfe (1980-1982) y Dorrow (1975). Co pia pr ote gid a 70 Psicoterapia Musical Conductista En la "Psicoterapia Musical Conductista", el terapeuta utiliza la música en el tratamiento exhaustivo de alteraciones del comportamiento (ejmplo: ansiedades, fobias, disfunciones sexuales, quejas psicosomáticas, abusos importantes). Las técnicas conductistas y cognitivas tales como la desensibilización sistemática, el entretenimiento de la autoafirmación, la reorganización, la contrastación, se utilizaban corrientemente. Esta es una práctica intensiva más que aumentativa por varias razones. La más obvia es que, como un método de psicoterapia, maneja un espectro más amplio de conductas, incluyendo aquellas que traen angustia al cliente añadiendo aquellas que se crean inapropiadas o inadaptadas. La "Psicoterapia Musical Conductista" es también un método más extensivo e intensivo de trabajar con clientes que la "Musicoterapia Conductista". Más que tratar con conductas específicamente prefijadas, la "Psicoterapia Musical Conductista" trata con alteraciones o síndromes que incluyen tanto los fenómenos abiertos como los encubiertos. Además, más que utilizar la música sólo como una consecuencia conductista o suceso que le antecede, utiliza la música para facilitar una amplia gama de técnicas conductistas y cognitivas. Así, la música es utiliza en terapia y como terapia. Éste es un nivel de práctica intensivo porque es suficientemente amplio en objetivos y métodos para servir como forma de tratamiento principal. Lo que es más, las relaciones cliente-música y cliente-terapeuta se pueden construir en otras dimensiones más que por sus propiedades reforzadoras por sus similitudes en cuanto a contenido y proceso; a menudo se califica como una forma de psicoterapia musical reeducativa o reconstructiva como la definió Wolberg (1967). Los ejemplos de "Psicoterapia Musical Conductista" incluyen: la utilización de la música, que facilita la relajación y las imágenes en la reducción de la ansiedad (Winslow, 1986); un modelo de evaluación de la psicoterapia musical de grupo basado en la teoría del aprendizaje y aplicado al análisis del comportamiento (Henser, 1984); la utilización de la música para reducción del estrés dentro de un encuadre musicoterapéutico, (Hanser, 1985) y para el tratamiento de fobias (Eifert et al, 1988). Debería tenerse en cuenta que mucho del trabajo de este área consiste en la investigación en aplicaciones fisiológicas o médicas de la música, y que se ha hecho relativamente poco por el desarrollo de modelos clínicos y técnicos en el empleo de la psicoterapia conductista musical. PRÁCTICAS PSICOTERAPÉUTICAS Esta división de la Musicoterapia tiene que ver con la resolución de problemas de la vida emocional y/o interpersonal. Los objetivos de la psicoterapia pueden ser: incrementar la conciencia del yo, la introspección, la catarsis emocional, la resolución de sentimientos conflictivos, resolver problemas cognitivos, cambios en la forma de pensar, de sentimientos, de actitudes, de valores, de comportamientos y esquemas, o patrones de conducta o cambios más generalizados de personalidad, incluyendo la resolución de conflictos inconscientes. La psicoterapia puede tener en cuenta los temas o asuntos manifiestos y/o latentes, y puede apuntar hacia los cambios del cliente que están tanto encubiertos como evidentes. Las técnicas verbales se utilizan con frecuencia junto con las experienciasCo pia pr ote gid a 71 musicales, y la relación cliente-terapeuta es un vehículo y condición necesaria para el cambio terapéutico. A menudo, los métodos de la psicoterapia musical se modelan a partir de una teoría psicológica particular. Las teorías que se utilizan con más frecuencia son las escuelas psicodinámicas, humanista-existencial Gestalt, y otras escuelas conductistas y cognitivas. Este área de práctica incluye: "Música terapéutica" a un nivel auxiliar, "Psicoterapia musical de apoyo" a un nivel aumentativo y "Psicoterapia musical de introspección" a un nivel intensivo o principal. Además, se tendría que tener en cuenta que otras áreas incluyen alguna forma de psicoterapia: “psicoterapia musical en la enseñanza", "psicoterapia musical conductista", "psicoterapia musical en la supervisión" y psicoterapia expresiva". Música terapéutica En la "Música terapéutica" una persona utiliza la música para mantener su propia salud, o para enriquecer su crecimiento personal y la autoactualización en los terrenos emocional, mental o físico. Ello puede implicar la actuación, el aprendizaje, composición, improvisación o audición de la música, ya sea sola o en grupos. Estas actividades no son parte de un programa de tratamiento; se llevan a cabo fuera de una relación cliente- terapeuta. La persona puede que reciba, sin embargo, un seguimiento continuado desde varias facetas (expertos, libros, conferencias, talleres). Los ejemplos en el terreno emocional incluyen el uso personal de la música para: examinar o liberar sentimientos, reducir el estrés o la ansiedad, dar consuelo, dispersar o disipar la soledad, desarrollar la autoestima, establecer una comunicación con los demás. En el terreno mental, la persona puede que utilice la música para agudizar la atención de uno, la memoria o la percepción, o para desarrollar la creatividad de uno al máximo. En el terreno físico, una persona puede que utilice la música para: relajar el cuerpo, controlar el dolor, apoyar los ejercicios terapéuticos, controlar las funciones autónomas, facilitar el aprendizaje psicomotor, desarrollar destrezas motrices o reforzar el rendimiento físico en actividades deportivas. Para más sugerencias sobre "Música terapéutica" ver el libro de Katsh y Merle- Fishman (1985) de título La música está dentro de ti. "La música terapéutica" es una práctica auxiliar y no se considera Musicoterapia porque no implica un proceso de intervención y cambio dentro de la relación cliente- terapeuta. También señalar que difiere de "La música funcional", que se centra en asuntos relacionados con la salud. Psicoterapia musical de apoyo En la "Psicoterapia musical de apoyo" el terapeuta utiliza las experiencias musicales para estimular o apoyar la integración emocional o crecimiento, confiando ampliamente en los recursos que tiene el cliente. El objetivo de la terapia de apoyo es llevar al paciente a un equilibrio emocional tan rápidamente como sea posible, con una mejoría de los síntomas, de manera que Co pia pr ote gid a 72 pueda funcionar a un nivel que se aproxime a su norma. Se hace un esfuerzo para reforzar las defensas que pueda haber, así como elaborar mejores "mecanismos de control". Coordinadamente, uno intenta remover o reducir los factores externos que actúan en detrimento como fuentes del estrés. No hay un intento de cambiar la estructura de la personalidad, aunque las alteraciones caracteriológicas constructivas puede que evolucionen como una consecuencia del tratamiento cuando el autodominio se ha restablecido. (Wolberg, 1967, P. 71). "La psicoterapia musical de apoyo" puede que se dé en encuadres individuales, de pareja o en grupo. Sus usos principales son: 1- Programas de recuperación a corto plazo para clientes psiquiátricos agudos o difíciles. 2- Apoyo a largo plazo y programas de seguimiento para ciertos clientes psiquiátricos crónicos o clientes encarcelados. 3- Intervención en una crisis y orientación a individuos, parejas o familias, que sufran un trauma, una enfermedad o una pérdida. 4- Una preparación para aliviar formas más profundas de psicoterapia 5- Talleres personales de encuentro Ésta se considera una práctica aumentativa por el nivel de intervención y de cambio que involucra. Psicoterapia musical introspectiva En la "Psicoterapia musical introspectiva", el terapeuta utiliza las experiencias musicales y las relaciones que evolucionan a través de ellas como medio de llevar al cliente a hacer introspecciones en su vida emocional y estimular los cambios deseados que conllevan. El centro de atención pueden ser las tensiones, las ansiedades, los conflictos emocionales, los comportamientos y actitudes destructivos, irracionalidad o los problemas en las relaciones interpersonales. La "Psicoterapia musical introspectiva" puede que se dé en encuadres individuales, familiares o de grupo. Según el estudio de Wheeler (1988), sus usos principales están con "aquellos que están menos enfermos o que muestran menos desorganización grave de la personalidad, incluyendo los que abusan de sustancias y aquellos con trastornos afectivos o de personalidad. Los clientes con un diagnostico de esquizofrenia y aquellos que tienen trastornos orgánicos se esperaría que respondieran menos favorablemente” (P. 46). Hay que añadir que esta práctica es bastante apropiada para individuos "normales" de la comunidad que quieran mejorar su vida emocional, bien a través de una psicoterapia individual o en un grupo de terapia. Es un nivel intensivo de práctica. La música se utiliza como o en terapia, y la relación cliente-terapeuta aporta un vehículo importante para el cambio terapéutico. Las interferencias en el proceso terapéutico (ejemplo: resistencias, transferencias en el proceso terapéutico y reacciones de contratransferencia) se reconocen y resuelven según la orientación teórica del terapeuta. Aunque el foco central de atención es cómo se manifiestan los problemas del cliente al nivel consciente, se pueden explorar las causas que están fuera de la conciencia del cliente (ejemplo: a un nivel preconsciente). Co pia pr ote gid a 73 Wheeler (1983) distingue dos niveles de Musicoterapia introspectiva según sean los objetivos, reeducativos o reconstructivos, que a la vez dependen de si se llegan a resolver los determinantes inconscientes de los problemas del cliente. Según Wolberg (1967), los objetivos reeducativos incluyen el cambio de conducta, integración en el medio, modificación de metas y la auto-actualización. "Los cambios son rara vez de una profundidad que permita una disolución real del conflicto inconsciente. Sin embargo, el individuo consigue el dominio sufuciente de su problema para permitirle examinar sus tendencias de vivir sus fantasías en la realidad. Corregir distorsiones del entorno que son remediables o adaptarse a las irremediables; organizar sus metas de la vida más racionalmente y llevarlas a cabo de una manera fácil; consolidar algunas defensas adaptativas y mover otras que son menos adaptativas", Wolberg (1967, p. 103). Por consiguiente, las causas más inmediatas de los problemas del cliente puede que salgan a la superficie, a la conciencia. En la clasificación presente, los objetivos reeducativos son consistentes con el nivel de práctica "intensivo". En contraste, los objetivos reconstructivos están para descubrir los determinantes inconscientes de los conflictos del cliente, y producir profundos cambios internos en la estructura de personalidad del cliente. En la presente clasificación, este nivel es una forma de Musicoterapia principal. Ejemplos Muchos métodos de Musicoterapia se pueden clasificar por debajo de los niveles de la psicoterapia. Puesto que estos métodos se pueden adaptar en su utilización a varios niveles (aumentativo, intensivo o principal), los ejemplos de psicoterapia musical se exponen de forma más precisa, separadamente, sin referenciaa ningún nivel en particular. Ejemplos de métodos que se utilizan más comúnmente, incluyen: - Escribir canciones, estudio de una canción, (Ellis, 1981; Heimlich, 1984; Murphy 1983; Bailey, 1984; Brusccia, 1988) - Música figurativa, de imágenes (Bonny 1978; Golberg et al 1988) - Aprendizaje y actuación musical (sesión musical) (Tyson, 1981) - Psicodrama musical (Moreno) - Improvisación (Priestley, 1975; Odell,1988; Stephens, 1985; Brusccia, 1987) PRÁCTICAS PASTORALES Este área de práctica incluye todos los usos de la música y Musicoterapia relacionados con la Iglesia. Incluye "Música inspiradora" al nivel auxiliar, y "Música en la asistencia psicológica pastoral" a un nivel aumentativo. En ambos casos, el propósito es promover y facilitar el desarrollo espiritual, que a veces requiere la resolución de problemas personales. Música inspiradora "La Música inspiradora" es la utilización de la música para estimular las experiencias espirituales, para facilitar la meditación religiosa y enriquecer las actividades de culto. Ésta puede implicar la audición, actuación, improvisación o composición de música espiritual en un encuadre individual o de grupo. Co pia pr ote gid a 74 "La Música inspiradora" también incluye la utilización del "Gospel" o música sacra durante las misas, o lo que a veces se llama “música de curas". Según Radocy y Boyle (1979): "La música en celebraciones religiosas parece servir a varias funciones: a veces sirve como señal para estimular a la congregación a que responda de una determinada o cierta manera. Otras veces, interludios de órgano suave se pueden utilizar para ayudar a establecer en estado de reverencia y tranquilidad. Los cantos religiosos de misa sirven para unir a la gente, mientras los coros parece que llevan a los feligreses a reflejarse en las creencias y valores de la religión y sus implicaciones para con ellos como individuos. Las ceremonias religiosas especiales se acompañan con música especial. Es cierto en las bodas, funerales y los días religiosos especiales se hacen más significativos con una música diseñada para realzar la significación de la ocasión (p. 243). Sin menospreciar el valor terapéutico del crecimiento espiritual y los cambios resultantes, esta categoría es auxiliar y por consiguiente no se incluye en la Musicoterapia. No implica la relación terapeuta-cliente, y la utilización de la música no tiene como fin el cambio terapéutico. La Música en el Consejo Pastoral En "La Música en el Consejo Pastoral" un sacerdote, musicoterapeuta u otro, utiliza la música para ayudar al cliente a conseguir introspecciones espirituales y a desarrollar una relación con Dios que facilite un reajuste emocional y de crecimiento. Ésta entra dentro de la definición de Musicoterapia porque la música se utiliza para encauzar necesidades emocionales y espirituales y porque implica la relación consejero-cliente. La música en el "Consejo Pastoral" es muy similar a la de la "Psicoterapia musical de apoyo", al nivel de intervención y cambio, y por consiguiente se considera que está a un nivel aumentativo. Un buen ejemplo de esta práctica es el trabajo de Houts (1981). PRÁCTICAS DE SUPERVISIÓN Y FORMACIÓN Este área incluye todos los usos de la Musicoterapia en la formación, entrenamiento, y supervisión de terapeutas. El objetivo puede ser enseñar a alguien Musicoterapia en sí misma o puede que se utilice la Musicoterapia como un proceso de supervisión clínica. Se incluyen las siguientes prácticas: "Demostraciones de Musicoterapia y juego de roles a un nivel auxiliar, "Formación en Musicoterapia experiencial" a un nivel aumentativo y "La psicoterapia musical supervisora" a un nivel intensivo o principal. Demostraciones de Musicoterapia y Juego de Roles Las demostraciones son muy útiles al presentar la Musicoterapia a personas que están fuera del campo, y a la hora de formar y supervisar a musicoterapeutas. Por razones de la presente exposición, una "demostración" implica que el profesor o supervisor modele el rol de un terapeuta en una experiencia de Musicoterapia, participando el alumno a un nivel apropiado. En una demostración, se le puede pedir a un Co pia pr ote gid a 75 alumno que juegue el rol de un cliente en particular o bien que participe de manera auténtica (de sí mismo). El que lleva la sesión puede que interrumpa el proceso o la experiencia siempre que sea necesario hacer comentarios o señalamientos para aprender, de manera que el proceso terapéutico o experiencia puede que sea discontinua. Estas experiencias están a un nivel auxiliar y no se pueden calificar como Musicoterapia porque: 1- Su propósito es estrictamente educativo y no terapéutico o curativo. 2- No implica un proceso sistemático de intervención y cambio por un periodo suficiente de tiempo; o 3- La relación cliente-terapeuta se da durante un juego de roles más que real. Formación de Musicoterapia experiencial En la "formación de Musicoterapia experiencial" los estudiantes experiencian el proceso de la Musicoterapia o curación: 1- De forma auténtica, 2- Como clientes, 3- Por medio de una secuencia de experiencias preparadas de antemano, por un extenso periodo de tiempo, 4- Como una parte integral del programa de formación y 5- Para propósitos tanto educativos como de crecimiento personal. Estas experiencias las pueden llevar profesores, supervisores, otros estudiantes. En la presente exposición, esta práctica no incluye las experiencias prácticas donde los estudiantes toman el rol de un terapeuta con clientes reales. Existen varias diferencias entre este nivel de prácticas y las demostraciones que se describen arriba. Los alumnos no juegan el rol, sino que más bien participan de manera auténtica. Las experiencias no están aisladas o desconectadas, sino más bien una secuencia está preparada con objetivos específicos. Puesto que el crecimiento personal del alumno se considera una parte importante de la formación, los objetivos se encaminan a cubrir tanto las necesidades educativas como personales de los alumnos. En la mayoría de los programas académicos este tipo de formación se ofrece a un nivel aumentativo. Es decir, no se intenta suplantar ninguna forma de terapia o curación que pueda necesitar el alumno. Además, aunque los estudiantes participen como clientes de forma auténtica, normalmente se ponen límites en los tipos de problemas personales que se les pide revelar o explorar, y no existe ninguna intención de meter a los alumnos en un proceso terapéutico profundo. Cuando se revelan ciertos temas, se les aconseja a los alumnos que busquen ayuda psicológica o una psicoterapia en otro sitio mientras se recibe este tipo de formación. Se han desarrollado varios abordajes en la "formación de Musicoterapia experiencial". Hesser (1985) diseñó un sistema donde los estudiantes graduados en música participan en un grupo de Musicoterapia, de encuentros semanales, durante un periodo de un año. Estos grupos los llevan musicoterapeutas del campo (Stephens, 1987), Priestley (1975) utiliza un método que ella llama "interterapia". Implica que los que se están formando, trabajando en parejas con un supervisor practiquen Musicoterapia Co pia pr ote gid a 76 entre ellos. A cada uno se le da la oportunidad de ser tanto terapeuta como cliente, mientras que el musicoterapeuta que supervisa, observa e interviene siempre que sea necesario. Bruscia (1987a) describe un método que se llama "terapia de improvisación experimental" que emplea la música y/o improvisaciones de danza como medio de explorar la dinámica de liderazgo del grupo. Clark (1987) describe un abordaje exhaustivo en tres niveles para la formación experiencial, diseñado para preparar a los terapeutas a utilizar el "Ensueño dirigido y Música". Psicoterapia musical supervisora En la "Psicoterapia Musical Supervisora", el supervisor terapeuta utiliza las experiencias
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