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Cap 5 y 6Definiendo-Musicoterapia

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KENNETH E . BRUSCIA 
 
 
 
 
 
 
 TRADUCIDO POR LORETO VIEJO 
 
Transcripción Antonio J Asiáin 
 
 
 
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CAPITULO 5. 
 
La Musicoterapia abarca una amplia gama de prácticas clínicas, dependiendo del 
encuadre en el que se emplee. En un encuadre educativo, por ejemplo, la Musicoterapia 
se practica de manera bastante más diferente que si fuera dentro de un encuadre de 
rehabilitación, psicoterapéutico o médico. Las variantes se pueden encontrar en relación 
a bases teóricas o empíricas, valoración, metas o procedimientos de tratamiento reales. 
 
Sobra decir que estas variantes tienen implicaciones significativas para definir la 
Musicoterapia y llegar a una identidad del campo global. También tienen ramificaciones 
importantes en la educación, formación y en el desarrollo de la teoría e investigación en el 
campo. 
 
El propósito de este capitulo es identificar áreas y niveles de práctica clínica en 
Musicoterapia. Un "área" de práctica se define por un encuadre clínico en particular, 
población, objetivo o enfoque de tratamiento; un "nivel" de práctica se define por la 
amplitud, profundidad y prioridad de la intervención terapéutica y del cambio. Cada "área" 
consiste en prácticas clínicas que varían de acuerdo al "nivel" de terapia. 
ÁREAS DE PRÁCTICA 
En la actualidad, la Musicoterapia incluye o se relaciona a once áreas principales 
de práctica. Cada área se define brevemente abajo, junto con prácticas diversas que se 
relacionan con cada una. El próximo capitulo va a apuntar un sentido más detallado de 
cada práctica. Hay que tener en cuenta que algunas de las prácticas son clínicas y 
pertenecen a la disciplina, mientras que otras no son clínicas y no entran dentro de los 
límites de la Musicoterapia. 
Educativa 
El área educativa incluye todas las aplicaciones de la música o Musicoterapia en 
un aula o encuadre de grupo que tiene objetivos curriculares de aprendizaje evolutivo 
bien sea en ámbitos musicales o no musicales. Los ejemplos incluyen: 
 
Educación musical especial: la utilización de técnicas adaptativas o 
compensatorias que faciliten o potencien el aprendizaje musical de estudiantes 
discapacitados en un encuadre escolar. 
Música evolutiva: la utilización de experiencias musicales apropiadas a la edad 
para estimular el desarrollo general de crecimiento en niños sin discapacidades y 
preescolares. 
La Musicoterapia en educación especial: la utilización de la música para ayudar a 
minusválidos a adquirir conocimientos no musicales y las destrezas esenciales para su 
educación. 
Musicoterapia evolutiva: Un musicoterapeuta utiliza las experiencias musicales y 
las relaciones que evolucionan por medio de ellas par ayudar a los clientes a conseguir 
marcas evolutivas que se han retrasado o frustrado en periodos diversos de la vida. 
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Enseñanza 
El área instructiva incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia 
en un encuadre de clase particular que tiene objetivos de aprendizaje de la música o 
personales. Los ejemplos incluyen: 
Enseñanza de la música adaptativa: la utilización de técnicas adaptativas o 
compensatorias para facilitar o potenciar la consecución de un objetivo-logro musical en 
alumnos disminuidos en un encuadre de clase particular. 
Enseñanza musical terapéutica: la utilización de una clase de música particular 
como un contexto para ayudar a niños no disminuidos a superar obstáculos o problemas 
en relación a la auto-expresión musical o aprendizaje musical. 
Musicoterapia educativa: el profesor terapeuta utiliza las experiencias del 
aprendizaje musical, trabajando dentro de un contexto de clase particular para orientar un 
amplio espectro de necesidades terapéuticas del cliente. 
Psicoterapia musical educativa: trabajando dentro de un contexto de clase 
privada, el profesor-terapeuta utiliza las experiencias musicales y las relaciones que se 
desarrollan por medio de ellas como un medio de psicoterapia. 
Conductual 
El área conductista incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia 
en encuadres individuales, que tienen por objeto el cambio de una amplia variedad de 
comportamientos. Los ejemplos incluyen: 
Música funcional: la utilización de la música para influenciar estados físicos, 
comportamientos, estados de ánimo etc. Fuera de un contexto de terapia para propósitos 
comerciales, industriales, educativos, del trabajo y el hogar. 
Musicoterapia conductista: la utilización de la música como un refuerzo eventual o 
entrada del estímulo para incrementar o modificar comportamientos adaptativos y a 
apagar comportamientos inadaptados. 
Psicoterapia musical conductista: la utilización de las experiencias musicales y las 
relaciones que se desarrollan por medio de ellas como medio de tratamiento de 
alteraciones de conducta. 
Psicoterapéutica 
El área psicoterapéutica incluye todas las aplicaciones de la música y la 
Musicoterapia en encuadres individuales o grupales que tienen por objeto resolver 
problemas emocionales o interpersonales. Los ejemplos incluyen: 
Música terapéutica: un individuo utiliza la música para mantener su propia salud o 
para aumentar el crecimiento personal en términos emocionales, mentales o físicos. 
Psicoterapia musical de apoyo: el terapeuta utiliza las experiencias musicales 
para estimular el ajuste emocional, interpersonal o de crecimiento, confiando 
principalmente en los recursos que tiene el cliente. 
Psicoterapia musical e introspección: el terapeuta utiliza las experiencias 
musicales y las experiencias que se desprenden de ellas como medio de traer al cliente 
instrospecciones a su vida emocional o interpersonal y estimulando los cambios 
necesarios que deriven de ellos. 
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Pastoral 
El área pastoral incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia en 
encuadres religiosos que tienen por objeto el desarrollo espiritual y la resolución de 
problemas relacionados con él. Los ejemplos incluyen: 
Música inspiratoria: la utilización de la música para estimular experiencias 
espirituales, para facilitar meditaciones religiosas y potenciar actividades de rezos y 
cultos. 
Música en el consejo pastoral: la utilización de experiencias musicales para 
ayudar al cliente a obtener instrospecciones espirituales y a desarrollar una relación con 
Dios que le facilite una ajuste y crecimiento emocional. 
Supervisión y Formación 
Este área incluye todas las aplicaciones de la música y la Musicoterapia que se 
diseñan para supervisar o formar terapeutas. Los ejemplos incluyen: 
Demostraciones de Musicoterapia y " Role-plays" (juego de roles): un profesor o 
supervisor moldea el rol de un terapeuta en una experiencia de Musicoterapia que 
involucra al aprendiz, bien en los juegos de roles del cliente o en una participación 
auténtica limitada. 
Formación de Musicoterapia experiencial: los alumnos aprenden de 
Musicoterapia a través de una participación auténtica, real, en el proceso como clientes, 
con el coordinador que sirve de terapeuta. 
Psicoterapia musical supervisora: el terapeuta supervisor utiliza las experiencias 
musicales y las relaciones que se derivan de ellas como medio para ayudar al 
supervisado a trabajar a través de temas personales que impactan su trabajo clínico 
como musicoterapeuta. 
Médica 
El área médica incluye todas las aplicaciones de la música y de la musicoterapia 
que tienen como objetivo la prevención, el tratamiento, o la recuperación de 
condicionantes médicos. Algunos ejemplos: 
La Música en la Medicina: la utilización de la música para influenciar el estado 
emocional, mental y físico antes, durante o después del tratamiento médico. 
La Musicoterapia en la Medicina: el terapeuta utiliza las experiencias musicales y 
las relaciones que se desarrollan a través de ellas para influenciar el estado emocional, 
mental o físico del paciente antes, durante o después del tratamiento médico y para 
ayudar a los pacientes a que se ajustena su enfermedad, tratamiento y/o recuperación. 
Curativa 
El área curativa incluye todas las aplicaciones del sonido, la música y la 
Musicoterapia que tienen por objeto promover el bienestar o curación de mente, cuerpo y 
espíritu. Los ejemplos incluyen: 
Curación por el sonido: la utilización de frecuencias vibratorias o formas sonoras 
para curar la mente, el cuerpo y el espíritu, para inducir a la auto-curación y promover el 
bienestar. 
Curación por la música: la utilización de experiencias musicales para curar la 
mente, el cuerpo, para inducir a la autocuración y promover el bienestar. Incluida en eta 
categoría está la utilización de la música en el chamanismo. 
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La Musicoterapia en la curación 
La utilización de las experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan a 
través de ellas para curar la mente, el cuerpo y el espíritu, e inducir la autocuración, así 
como promoverla. 
Recreativa 
El área recreativa incluye todas las aplicaciones de la música, la enseñanza 
musical o Musicoterapia, para propósitos recreativos de entretenimiento, de diversión. Los 
ejemplos incluyen: 
La música ceremonial: la utilización de la música para acompañar asuntos 
formales tales como las ceremonias de estado o militares, eventos atléticos o ceremonias 
condecorativas. 
Música recreativa terapéutica: la utilización de las actividades musicales para 
aportar entretenimiento, mejorar la calidad de vida y desarrollar actividades de tiempo 
libre placenteras. 
Musicoterapia recreativa: el terapeuta utiliza la música, el aprendizaje musical y 
las actividades al mismo, para ayudar al cliente a desarrollar destrezas recreativas y a 
utilizar el tiempo de asueto como un medio de autorealización. 
Actividades 
El área de actividades incluye a todas las aplicaciones de la música y la 
Musicoterapia, en la que la actividad sirve como vehículo base para el aprendizaje o el 
cambio. Los ejemplos incluyen: 
Terapia de la actividad musical: el terapeuta utiliza las actividades musicales o 
tareas para ayudar a los clientes a desarrollar conocimientos, habilidades o 
comportamientos necesarios para la adaptación. 
Musicoterapia de rehabilitación: la utilización de las experiencias musicales y las 
relaciones que se derivan de ellas como medio de ayudar a los clientes que han estado 
debilitados por algún trauma, enfermedad o lesión para devolverle a niveles previos de 
funcionamiento o ajuste hasta un punto máximo. 
Las artes interrelacionadas 
El área de las artes interrelacionadas incluye todas las aplicaciones clínicas de la 
música y la Musicoterapia que incorpora experiencias de las demás artes. Los ejemplos 
incluyen : 
Actividad expresiva terapéutica: un terapeuta utiliza actividades de artes 
interrelacionadas y juega para ayudar al cliente a adquirir conocimiento, destrezas o 
comportamientos necesarios para la adaptación, el crecimiento educativo o el 
esparcimiento. 
La música en la terapia de Artes creativas: un terapeuta utiliza las experiencias 
musicales que incluyen otras formas de arte como medio de terapia, o un terapeuta utiliza 
la Musicoterapia en colaboración con otras terapias artísticas. 
Psicoterapia expresiva: un terapeuta utiliza diversas modalidades expresivas, y 
las relaciones que se desarrollan a través de ellas, como medio de sacar introspecciones 
de la vida emocional o interpersonal del cliente y estimular los cambios deseados que 
comportan tales introspecciones. 
 
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Igual que con cualquier esquema clasificatorio, es importante recordar que estas 
áreas y prácticas a menudo se superponen y que las coincidencias no borran las 
diferencias básicas entre las categorías. Hay muchos musicoterapeutas que practican en 
varias "áreas" a la vez, por la diversidad de sus encuadres clínicos o población de 
clientes, aunque estos terapeutas tienen una clara visión de cómo difieren los diversos 
programas. Por ejemplo, un musicoterapeuta que trabaja en un hospital general puede 
utilizar prácticas educativas, psicoterapéuticas, rehabilitadoras o médicas con grupos 
diferentes de clientes, o al trabajar con el mismo grupo, "Musicoterapia en medicina" 
puede extenderse a otras prácticas tales como "Psicoterapia musical de apoyo" o a 
"Música en el consejo Pastoral" o "Música terapéutica". 
 
Es importante también tener en cuenta que esta clasificación no implica juicios de 
valor. Un área no es superior o inferior a otra en importancia, efectividad o valor. 
NIVELES DE PRÁCTICA 
Visión de conjunto 
Comparando las prácticas anteriores, uno se da cuenta rápidamente de cuántas 
variables están implicadas en distinguir las diversas áreas y práctica que las contienen. 
Las diferencias se pueden encontrar en las poblaciones, en los objetivos, en los métodos 
de intervención, el rol de la música y la naturaleza de la relación terapeuta-cliente, por 
nombrar unas pocas. 
 
Uno también se da cuenta de cómo algunas prácticas están relacionadas a la 
Musicoterapia por la periferia, mientras que otras integran la Musicoterapia a otras 
disciplinas, y aun otros parecen estar en el mismo centro de la Musicoterapia. De esta 
manera, todas las variables que distinguen un área o práctica de la otra, no importa lo 
sutil o insignificante que puedan parecer, tienen implicaciones considerables al identificar 
los límites de la Musicoterapia. 
 
Discernir "los niveles" de la práctica puede ser una manera de determinar lo que 
es Musicoterapia y lo que no, al tiempo que ayuda a identificar aquellas áreas de la 
disciplina que requieren una formación especializada, no sólo en Musicoterapia sino 
también en los campos relacionados. Viendo como es de interdisciplinaria la 
Musicoterapia, estos niveles se podrían pensar como si fueran capas alrededor de un 
núcleo central, donde cada capa es una mezcla con otra disciplina y el núcleo es el 
corazón de la Musicoterapia, donde todas sus capas externas se convierten en una sola 
disciplina integrada pero que abarca a varias disciplinas terapéuticas. 
 
Se han identificado cuatro niveles o capas y son: 
Nivel auxiliar: Todos los usos funcionales de la música para propósitos no 
terapéuticos pero sí relacionados. 
Nivel aumentativo: cualquier práctica donde la música o la Musicoterapia se está 
utilizando para realzar los esfuerzos de las modalidades de otros tratamientos, y hacer 
contribuciones de apoyo al tratamiento general del cliente. 
Nivel Intensivo: cualquier práctica en la que la Musicoterapia toma un rol central e 
independiente en encauzar los objetivos prioritarios del planteamiento de tratamiento del 
cliente, y como resultado induce cambios significativos en la situación actual del cliente. 
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Nivel principal: cualquier práctica en la que la Musicoterapia toma un rol 
indispensable o singular en dar con las principales necesidades terapéuticas del cliente, y 
como resultado induce cambios generalizados en la vida del cliente. 
 
Como con las áreas de práctica, estos niveles se superponen con frecuencia. 
Uno encuentra a menudo a musicoterapeutas que trabajan a "niveles" diferentes de 
terapia con la misma población de clientes, bien sea por los niveles en el proceso o bien 
por diferencias en el tipo de problema terapéutico que se encamina. 
 
Aquí, otra vez es importante evitar juicios cualitativos de cualquier método, 
enfoque o clínico que se base en estas distinciones. Un nivel no es de ninguna manera 
indicativo del valor relativo o efectividad de las prácticas que lo contienen. El poder de la 
música, la eficacia de la Musicoterapia y la efectividad del musicoterapeuta no son 
necesariamente una función del nivel de terapia. 
Criterios 
Para entender estos niveles suficientemente bien para clasificar todas las 
prácticas diversas, es necesario examinar los criterios que utiliza el autor para poder 
establecerlos. Lo que sigue es una explicación de cada criterio que lleva a una exposición 
más detallada de losniveles. 
 
El primer criterio que se usa para fijar el nivel de terapia es el relativo a la práctica 
para la salud del cliente o necesidades terapéuticas primarias. ¿Tiene que ver con las 
necesidades sanitarias como se definen en el capitulo anterior? ¿Son los objetivos de la 
práctica, terapéuticos por naturaleza? ¿Son los objetivos y métodos periféricos, de apoyo 
o centrales, para las necesidades primarias de salud del cliente? ¿Hasta qué punto la 
práctica apunta hacia los problemas más graves, o aquellos que son de mayor amenaza 
a la salud del cliente? 
 
Cuando una práctica no tiene que ver con problemas de salud o necesidades 
terapéuticas, se sale de los límites de la Musicoterapia. Cuando los objetivos son 
periféricos o de apoyo para el programa terapéutico global del cliente o cuando apuntan 
hacia problemas de salud secundarios o necesidades terapéuticas menos intensas, es 
más probable que la práctica sea a un nivel intensivo o principal. Así, cuanto más graves, 
urgentes o significativos sean los problemas de salud o necesidades terapéuticas del 
cliente y cuanto mayor sea la responsabilidad que toma la Musicoterapia en encauzarlos, 
probablemente, mayor será el nivel de terapia. 
 
Esto lleva a un segundo criterio: la independencia clínica. Cuando la 
Musicoterapia comparte responsabilidades en objetivos prioritarios con otras 
modalidades, o cuando se centra en aspectos limitados del plan total de tratamiento del 
cliente, la práctica probablemente será a un nivel aumentativo. Cuando la Musicoterapia 
toma la responsabilidad más importante en áreas claves en el programa del cliente, 
encauzando un amplio espectro de problemas sanitarios y necesidades terapéuticas, es 
más probable que sea a un nivel intensivo o principal. 
 
El tercer criterio que se usa al fijar niveles es las relaciones de rol. Como se 
explicó en el capitulo anterior, la Musicoterapia siempre involucra a un cliente, a un 
terapeuta y a la música en relaciones de rol especificas. De esta manera, cuando al 
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individuo que se ayuda no se le define como cliente, y cuando la música se utiliza sola, 
sin la ayuda de alguien que se le define como terapeuta, la práctica sale de los límites de 
la Musicoterapia y por consiguiente se considera que está a un nivel auxiliar. Cuando 
están involucradas las relaciones de rol que no sean de cliente-terapeuta, produce 
cambios por medios indirectos más que por medios directos, la práctica es más probable 
que sea a un nivel aumentativo. Cuando todos los requerimientos del rol del cliente y del 
terapeuta se encuentran, y cuando la relación misma aporta un medio directo de cambio 
terapéutico efectivo, la práctica es más probable que sea a un nivel intensivo o principal. 
 
Un factor fundamental que afecta a los tres criterios anteriores es si la música se 
utiliza como terapia o en terapia. El tema aquí es cómo el musicoterapeuta se adapta en 
encauzar el espectro completo de las necesidades que presenta el cliente. ¿Utiliza el 
terapeuta únicamente la música, o explota el campo completo de experiencias y 
relaciones que emergen de la música? O en términos más básicos, ¿hasta qué punto la 
Musicoterapia se centra en el cliente o en la música? 
 
Cuando la música se utiliza como terapia, el terapeuta se centra en las 
necesidades específicas del cliente que mejor se pueden encauzar por la música misma. 
Cuando la música se utiliza en terapia, el terapeuta se centra en el espectro completo de 
las necesidades que presenta el cliente y selecciona el componente particular de la 
Musicoterapia (ejemplo: música, el terapeuta, las relaciones) que mejor encauza esas 
necesidades que se han hecho prioritarias. 
 
Esto no implica que la música en terapia esté siempre a un nivel intensivo o 
principal de terapia y que la música como terapia sea siempre aumentativa. Aunque esto 
es corriente, también puede ocurrir lo contrario. A veces una necesidad prioritaria se 
puede encauzar mejor con música como terapia, y otras con música en terapia. Aquí, de 
nuevo, el determinante final o esencial es la naturaleza de las necesidades del cliente y 
hasta qué punto tanto la música como o en terapia puede encauzarlas. 
 
El cuarto criterio al fijar niveles es la profundidad del proceso terapéutico. ¿Hasta 
dónde llega el proceso de intervención? y ¿cuánto tiempo lleva? Cuando una práctica no 
implica un proceso sistemático de intervención durante un periodo de tiempo suficiente, 
se sale de los límites de la Musicoterapia. Cuando una práctica implica sesiones 
ocasionales o si se extiende por un periodo breve de tiempo, o cuando las intervenciones 
tratan problemas y necesidades manifiestos, la práctica es más probable que sea 
aumentativa. Cuando una práctica implica sesiones frecuentes y regulares por un periodo 
largo, y cuando las intervenciones encauzan tanto problemas y necesidades latentes 
como manifiestos, la práctica es más probable que sea intensiva o principal. 
 
Todos los criterios anteriores (relevancia, clínico, independencia y profundidad) 
han sido utilizados con anterioridad por el autor (Bruscia, 1987b) para distinguir entre 
niveles de terapia "adjuntos" y "principales". (En la presente exposición, el término 
"aumentativo" se utiliza en vez de "adjunto"). 
 
El ser un terapeuta principal requiere amplitud y profundidad dentro de un 
proceso terapéutico. Un terapeuta principal toma una responsabilidad más importante al 
dar con las necesidades terapéuticas más importantes del cliente. Esto implica amplitud 
porque el terapeuta puede que tenga que utilizar el campo completo de su modalidad de 
valoración y/o tratamiento, a la vez que tiene que extender o ir más allá de su modalidad 
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para acomodarla a las necesidades específicas del cliente, a veces con la ayuda de 
terapeutas adjuntos. La razón de esto es que las necesidades de un cliente no siempre 
se ajustan al modelo de un terapeuta dado... A veces el cliente responde más al 
terapeuta o a la relación con él (más que al modelo). En contraste, un terapeuta adjunto 
permanece dentro de los límites establecidos de su modelo y encauza aquellas 
necesidades del cliente que le son pertinentes. En términos de Piaget, el terapeuta 
principal acomoda su modelo a las necesidades del cliente, mientras que el terapeuta 
adjunto asimila las necesidades del cliente a su modelo... En lo referente a la 
profundidad, un terapeuta principal es el que facilita la mayor cantidad de crecimiento o 
cambio trabajando a niveles más profundos, tanto en su valoración como en la 
intervención (p. 22). 
 
Esto lleva al quinto criterio que fija los niveles de terapia. Es el grado de grado 
terapéutico que tiene que hacer el cliente. ¿La práctica apunta a inducir cualquier tipo de 
cambio? Si es así, ¿ el cambio terapéutico es como se define en el capítulo anterior? ¿La 
práctica conduce a cambios terapéuticos evidentes o/y encubiertos? ¿Qué aspectos 
específicos de los problemas del cliente se encauzan, los síntomas, el trastorno, las 
causas o las dificultades resultantes? ¿Se dan cambios a nivel consciente o 
inconsciente? ¿Hasta que punto los cambios implican una reorganización estructural 
adaptación o manipulación del entorno? ¿Estos cambios hacen al cliente más 
independiente para resolver o llevar el problema? o ¿el cambio depende de alguna 
manera de las condiciones del tratamiento? 
 
Wheeler (1983-1988) ha ofrecido una clasificación de las prácticas de 
Musicoterapia utilizando criterios similares. Basandonos en Wolberg (1967), identificó tres 
niveles de práctica psicoterapéutica para pacientes psiquiátricos adultos : 
1 Actividad musicoterapéutica (el uso de actividades basadas en la música para 
conseguir objetivos de comportamiento adaptativos). 
2 Musicoterapia introspectiva con objetivos reeducativos (la utilización de la 
música y otros métodos psicoterapéuticos para ayudar al cliente a comprender y resolver 
problemas al nivel consciente).3 Musicoterapia introspectiva con objetivos reconstructivos (la utilización de la 
música y otros métodos psicoterapéuticos para resolver conflictos inconscientes y, de 
esta manera, promover la reorganización de la personalidad del cliente.) 
 
Para probar la validez de estos niveles, Wheeler desarrolló una lista de objetivos 
característicos de cada nivel y entonces supervisó a musicoterapeutas que trabajan con 
pacientes psiquiátricos para descubrir qué objetivos se adaptaban con más frecuencia al 
trabajar con grupos de diagnósticos diversos. En la comparación de los objetivos, niveles 
y categorías de diagnostico, encontró que "los objetivos de cualquier nivel determinado de 
terapia se utilizaban de manera consistente en conjunción con otros objetivos de ese 
mismo nivel, y el diagnóstico del cliente se podría utilizar para predecir los niveles de la 
terapia" (1988, p. 48), para así confirmar sus hipótesis. 
 
Aunque el sistema de clasificación de Wheeler fue concebido para la psicoterapia 
musical con pacientes psiquiátricos adultos, ha aportado un punto de partida excelente 
para el actual. Sin embargo, contraria a la de Wheeler, la clasificación actual es un intento 
de cubrir el aspecto completo de las prácticas clínicas y poblaciones en Musicoterapia, y 
por consiguiente ha incluido criterios adicionales. 
 
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Es necesario hacer notar unos pocos aspectos finales sobre cómo todos lo 
criterios arriba mencionados afectan a los niveles de práctica. Primero, cada criterio 
puede que no sea relevante para cada área y práctica. Es decir, un criterio puede ser 
relevante en fijar niveles de práctica en un área (ejemplo: educativo) pero no en otro 
(ejemplo: curativo) como se verá en el proximo capítulo; al fijar niveles de terapia, se 
aplican criterios diferentes para diferentes áreas de práctica. 
 
Segundo: un criterio afecta a otro. Es decir, la relevancia de la Musicoterapia para 
las necesidades del cliente fija cuánta independencia clínica tendrá, lo cual a cambio 
afecta a la profundidad de las intervenciones y el grado de cambio en el cliente. 
 
En las cuatro secciones que siguen, cada nivel de terapia se plantea a la luz de 
los criterios arriba mencionados y se identifican las prácticas diversas dentro de cada 
nivel. 
Nivel auxiliar 
El nivel auxiliar incluye cualquier aplicación de la música para cubrir objetivos no 
musicales que no se califiquen como terapia, ya sea en objetivos, contenidos, métodos o 
en relación entre el que aporta y el que consume. Bien individuos que reciben el servicio 
no se califican como "clientes" o el que aporta el servicio no actúa con la capacidad de un 
terapeuta, o las intervenciones no son parte del proceso terapéutico que conducen al 
cambios. 
 
Las prácticas al nivel auxiliar incluyen: 
- Educación musical especial. 
- Música evolutiva. 
- Enseñanza musical adaptativa. 
- Música terapéutica. 
- Música inspiradora. 
- Demostraciones de Musicoterapia / Juegos de rol 
- Música funcional 
- Música recreativa terapéutica 
- Música ceremonial. 
 
Las prácticas auxiliares son periféricas a la Musicoterapia aunque aporten las 
bases para muchas áreas de trabajo clínico. De hecho, cada una (ejemplo: música 
terapéutica) se relaciona con varias áreas (ejemplo: psicoterapia, curación, médica, etc...) 
Nivel aumentativo 
El nivel aumentativo incluye todas aquellas prácticas dentro de la disciplina donde 
la Musicoterapia enriquece la educación, el desarrollo, la curación o terapia de individuos 
que cubren los criterios por "el cliente" en cuestión, explicado en el capítulo anterior. En 
este contexto "aumentar" significa añadir algo único, bien a los propios esfuerzos del 
individuo en el cambio terapéutico, o a los servicios programas o modalidades de 
tratamiento que también se le aportan al individuo. Por supuesto, lo único que se añade 
es música. 
 
En esta categoría, la música se utiliza más frecuentemente como terapia, y el rol 
del terapeuta está normalmente delimitado por el encuadre y las funciones específicas 
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que se le dan a la música en consecuencia. Las funciones principales del terapeuta son 
enriquecer y facilitar los efectos directos de la experiencia musical que ejercen sobre el 
cliente. La relación cliente-terapeuta es por consiguiente fundamentalmente una actividad 
musical, y en la mayoría de los casos no se utiliza como vehículo principal o agente 
curativo o terapéutico. 
 
Por otro lado, puesto que la música se utiliza para enriquecer otros esfuerzos 
terapéuticos, el rol de la música se puede estirar en ocasiones para acomodar un área de 
práctica en particular y los objetivos que de ella se deriven. Así, por ejemplo, la actividad 
musical terapéutica se puede ampliar al incorporar actividades no musicales, o el uso 
necesario de la música se puede extender al incluir refuerzos no musicales, etc... 
 
De manera similar, el rol del musicoterapeuta a este nivel con frecuencia incluye 
las funciones de rol de otros profesionales (ejemplo: profesor u otro tipo de terapeuta). 
Generalmente, esto está fijado por los objetivos que se han establecido como prioritarios 
dentro del área de práctica o encuadre clínico. 
 
La Musicoterapia a un nivel aumentativo con frecuencia se acomoda a los 
objetivos de otras disciplinas y juega un papel de apoyo aunque no menos importante. 
Normalmente ese papel implica enriquecer, elaborar, expandir, reforzar o preparar para lo 
que otros terapeutas están luchando por conseguir con el cliente. 
 
En términos de otras clasificaciones, este nivel corresponde con el nivel de 
"actividad" de Wheeler (1983) y "nivel de apoyo" de Wolberg (1977) con respecto a la 
psicoterapia. Al sintetizar los dos, Wheeler atribuye a este nivel las siguientes 
características: 
1. La consecución de objetivos por medio de actividades más que la introspección 
verbalizada. 
2. La supresión de sentimientos e impulsos en favor de comportamientos adaptativos 
progresivos. 
3. Un centrarse más en conductas más que en procesos encubiertos o lazos causales. 
4. La utilización de recursos del cliente. 
5. Una relación positiva con el terapeuta que toma un alto papel directivo al llevar la 
sesión. 
6. La escasa necesidad de que el terapeuta tenga que examinar introspectivamente sus 
propios sentimientos. 
 
También corresponde con el nivel "adjunto" como ha escrito previamente el autor 
(Bruscia, 1987b). Aquí se ha elegido el término aumentativo más que adjunto por las 
diferencias de connotación. Adjunto, a menudo tiene la connotación de que la práctica no 
es esencial o es suplementaria. El nivel aumentativo incluye servicios de apoyo que son 
integrales e importantes y a menudo irremplazables. 
 
Las practicas que están dentro del nivel aumentativo incluyen: 
- Musicoterapia en Educación especial. 
- Musicoterapia en la enseñanza 
- Musicoterapia conductual. 
- Psicoterapia musical de apoyo. 
- Música en apoyo Pastoral. 
- Música en Medicina. 
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- Curación por el sonido 
- Curación por la música. 
- Musicoterapia recreativa. 
- Terapia de Actividad musical y 
- Terapia de Actividad expresiva. 
Nivel intensivo 
El nivel intensivo incluye todas aquellas prácticas dentro de la disciplina siempre 
que el terapeuta trabaje en tándem con otras modalidades de tratamiento. Como un 
compañero de igual a igual o como el terapeuta más importante. 
 
Como se ha mencionado antes, las diferencias esenciales entre prácticas 
aumentativas e intensivas se pueden describir mejor en términos Piagetianos de 
"acomodación" (adaptan estructuras ya existentes para cubrir nuevas demandas) y 
"asimilación" (adaptan nuevas demandas para que encajen en las estructuras ya 
existentes). Cuando se utiliza como una modalidad intensiva o principal, la Musicoterapia 
"asimila" los objetivos de otras modalidades de tratamiento para sí, con el fin de 
"acomodar" las necesidades del cliente. 
 
En términos de las clasificacionesde Wheeler y Wolberg, esto corresponde con 
el nivel reeducativo de la terapia, en el que el cliente pasa por un tratamiento intensivo de 
apoyo que apunta al aprendizaje de nuevas formas de resolver los problemas y así llegar 
a un nivel más alto de funcionamiento. Es importante anotar aquí que todas las prácticas 
a un nivel intensivo tienen el potencial de llegar a ser una terapia de " primer orden". Esto 
se da cuando los objetivos pasan de ser reeducativos a reconstructivos. 
 
Generalmente, la música se utiliza en terapia más a menudo que como terapia, y 
el papel del terapeuta está determinado en gran parte por las necesidades del cliente. El 
terapeuta actúa como un igual o como compañero dominante con música en el proceso 
de intervención. La música se utiliza de forma típica para establecer o intensificar la 
relación cliente-terapeuta, la cual es más terapéutica que la musical por naturaleza. Es 
decir, a un nivel intensivo, el cliente es más probable que se relacione con el 
musicoterapeuta más como terapeuta que como música, y la comunicación verbal es 
probable que sea una dimensión importante de la relación cliente-terapeuta. 
 
Ya que este nivel está orientado a dirigir un amplio espectro de las necesidades 
del cliente, valoración y procedimiento de tratamiento en una práctica a menudo se 
superponen con las prácticas de otras áreas. Por ejemplo, a este nivel, hay 
superposiciones frecuentes entre las prácticas psicoterapéuticas, médicas y curativas y 
entre las prácticas educativas de enseñanza, de actividad y de rehabilitación. La razón de 
tales superposiciones es que hay más de una tendencia a considerar las necesidades del 
cliente de manera holística, a la vez que se le da al terapeuta una mayor responsabilidad 
para cubrirlas. 
 
Las prácticas a nivel intensivo incluyen: 
- Musicoterapia educativa. 
- Psicoterapia musical educativa. 
- Psicoterapia musical conductual. 
- Psicoterapia musical supervisora 
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- Musicoterapia en medicina 
- Musicoterapia en la curación 
- Musicoterapia rehabilitativa 
- Música en terapia de artes creativas. 
- Psicoterapia expresiva. 
Musicoterapia principal (Primaria ) 
A un nivel principal, la Musicoterapia toma un papel indispensable o singular al 
cubrir las principales necesidades terapéuticas del cliente, y como resultado induce a 
cambios generalizados en la vida del cliente. El cliente pasa por un tratamiento intensivo y 
completo, que apunta hacia objetivos "reconstructivos" (ejemplo: aquellos que alteran las 
estructuras básicas y dirigen factores causales). 
 
Como tal, las áreas de Musicoterapia empiezan a fusionarse para que los 
recursos de la disciplina cubran las necesidades del cliente por completo. 
 
La música se utiliza tanto como terapia, como en terapia, y los beneficios de la 
relación cliente-música y cliente-terapeuta se explotan por completo. 
 
No hay prácticas especificas que sean exclusivas para este nivel, más bien todas 
las prácticas al nivel intensivo tienen el potencial para convertirse en principales cuando 
se cubren los criterios anteriores. 
RESUMEN 
Este capítulo ha aportado una visión de conjunto de las áreas y niveles de la 
práctica en Musicoterapia. Se han identificado once áreas: educativas, de enseñanza, 
conductuales, psicoterapéuticas, pastoral, supervisora / de formación, médica, curativa, 
recreativa, actividad y artes interrelacionadas. Cada una de estas áreas constan de 
prácticas que se han clasificado según cuatro niveles diferentes: auxiliar, aumentativo, 
intensivo y principal. Los criterios para fijar los niveles de práctica eran: relevante a la 
salud, independencia clínica, relaciones de rol entre el cliente, el terapeuta, la música, 
profundidad en el proceso de intervención y grado de cambio terapéutico. 
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CAPITULO 6. D
 
En el capítulo anterior, las áreas y niveles de Musicoterapia se han identificado, y 
se han dado criterios para su clasificación de acuerdo a las prácticas actuales. El 
propósito de este capítulo es describir estas prácticas con un mayor detalle y distinguirlas 
por área y nivel. Para una mejor y mayor clarificación y definición se aportan ejemplos 
sacados de la literatura. 
 
Como se ha mencionado en el capítulo anterior hay varias advertencias al utilizar 
el esquema de esta clasificación: 
1 Los terapeutas y métodos a menudo se superponen en varias áreas y niveles 
de práctica; así, cuando se dan ejemplos de un área o nivel, el autor no esta deduciendo 
que los terapeutas o los métodos únicamente pertenecen a esas categorías. 
2 Esta clasificación esquemática no implica juicios de valor. Un área o nivel de 
Musicoterapia no debería concebirse como intrínsecamente mejor o más efectiva que otra 
por razones de su clasificación. 
3 Los criterios que se utilizan al fijar los niveles de terapia varían de un área a 
otra, así cada área de práctica tiene sus propios criterios para fijar los niveles dentro de 
ella. 
4 No todas las áreas tienen los cuatro niveles de práctica. 
PRÁCTICAS EDUCATIVAS 
Esta agrupación de las prácticas incluye los diversos usos de la música con 
alumnos discapacitados o minusválidos en un encuadre educativo o escolar. Ésta incluye: 
"Educación musical especial" y "Música progresiva" a un nivel aumentativo, y 
"Musicoterapia evolutiva" a un nivel intensivo o principal. 
 
En todas estas prácticas, el énfasis se coloca en objetivos curriculares o 
evolutivos en educación especial y/ o en educación musical. Los diferentes niveles 
reflejan hasta qué punto la música o los objetivos de aprendizaje son un fin en sí mismos 
o los medios para un fin terapéutico. Esto a cambio depende de los niveles de destreza o 
el estatus de salud de los alumnos. 
Educación Musical Especial 
En la "Educación Musical Especial" el profesor de música o terapeuta utiliza 
técnicas adaptatorias o compensatorias para facilitar o maximizar el aprendizaje musical 
de los alumnos deficientes en un encuadre escolar. Los objetivos curriculares específicos 
incluyen el aprendizaje de conceptos musicales generales y destrezas, y la participación 
con éxito en conjuntos-grupos musicales. 
 
La "Educación Musical Especial" es apropiada para clases de música integradas 
en el sistema normal, donde los alumnos tienen necesidades especiales de enseñanza 
pero son capaces de participar con cierto éxito en la mayoría de las actividades 
curriculares. Sin embargo, también se puede utilizar en clases independientes con sus 
propios recursos, cuando las incapacidades de los alumnos no excluyen la posibilidad de 
adquirir conocimientos musicales y destrezas con una atención especial. 
 
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Como práctica especial la “Educación Musical Especial" está en el límite entre la 
educación musical y la Musicoterapia. La razón principal por la que no se considera 
Musicoterapia “per se” es que sus objetivos están más dentro de la enseñanza que de la 
terapéutica. El aprendizaje musical es un fin más que un medio para un fin. 
 
Hay que añadir que la relación que se forma entre el alumnos y el profesor no 
tiene un trasfondo terapéutico. De hecho, cualquier esfuerzo que haga el educador 
musical para encauzar las necesidades de los alumnos de una forma terapéutica se 
consideraría como un comportamiento de rol inapropiado. 
 
La literatura está repleta de libros diseñados para ayudar a los profesores a llevar 
la música a niños especiales. Existen notables ejemplos que incluyen aquellos de Nocera 
(1979), Graham y Beers (1980) y Edwars (1981) por nombrar unos pocos. Es importante 
señalar que estos libros puede que no hagan las mismas distinciones que se hacen aquí 
entre los objetivos de la educación musical y la terapia. 
Música evolutiva 
En la "Música evolutiva" las experiencias musicales apropiadas a la edad se 
utilizan para estimular el desarrollo general y crecimiento de niños no incapacitados y 
preescolares (aquellos que no tienen incapacidades en el desarrolloo minusvalías). Aquí 
el énfasis se pone en los procesos normales de desarrollo ,tanto en las áreas musicales 
como en las no musicales. Como tales, los objetivos podrían ser: mejorar el desarrollo 
sensoriomotriz, perceptivo o las habilidades cognitivas, o reforzar la relación padre niño o 
el crecimiento emocional. 
 
Una característica básica de "Música evolutiva" es que confía en la interacción 
musical, implicando al niño, a los padres u otros significativos y al director musical. Un 
ejemplo de esta práctica incluye el trabajo de Allison (1988), que lleva sesiones musicales 
en la vecindad para madres y sus niños. El propósito es afianzar las relaciones familiares 
a la vez que estimular el desarrollo global del niño. 
 
También se incluye en esta categoría la utilización de la música en los programas 
preescolares o cuidados de día, de niños no incapacitados. 
 
La "Música evolutiva" hay que distinguirla de los esfuerzos más concentrados de 
afianzar el desarrollo musical de los niños normales muy jóvenes, tales como el método 
Suzuki (Mills and Murphy, 1973), y de programas más clínicamente orientados para niños 
minusválidos y preescolares, tales como los de Witt y Steele (1984) y Monti (1985) que 
son ejemplos de "Musicoterapia evolutiva". 
 
La "Musicoterapia evolutiva" es auxiliar porque los niños no tienen problemas de 
salud como se ha definido anteriormente y porque las intervenciones no son realmente 
terapéuticas por naturaleza. Cuando se demanda una "intervención" terapéutica, a causa 
de amenazas al desarrollo saludable, esta práctica se convierte en "Musicoterapia 
Evolutiva" 
Musicoterapia en Educación Especial 
En "Musicoterapia en Educación Especial", el profesor o terapeuta utiliza la 
música para ayudar a los alumnos a adquirir un conocimiento no musical y destrezas que 
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son esenciales para o parte de su educación. Aquí el aprendizaje musical es secundario a 
los objetivos de adaptación o académicos, y la música se hace importante precisamente 
porque está ligada a estos objetivos de algún modo. 
 
La 'Musicoterapia en Educación Especial" es apropiada para clases 
independientes o grupos de Musicoterapia que son homogéneos con necesidades 
educativas. También se puede utilizar en clases de integración, donde tanto los alumnos 
minusválidos como los no minusválidos se podrían beneficiar de manera educativa de las 
actividades musicales. 
 
Esta práctica entra dentro de los límites de la Musicoterapia porque se dirige 
hacia problemas educativos que requieren una intervención terapéutica o necesidades 
que tienen implicaciones importantes para el desarrollo global del alumno. Aunque 
normalmente se lleva a cabo en grupos, los objetivos de la Musicoterapia en educación 
musical son casi siempre individualizados para acomodarse a las necesidades únicas de 
cada alumno. Puesto que esto requiere normalmente la comprensión de problemas de 
naturaleza personal que afecta al aprendizaje, el profesor es probable y normal que tome 
los comportamientos de rol de un terapeuta y puede desarrollarse una relación alumno-
terapeuta. 
 
Se considera aumentativa porque el musicoterapeuta acomoda los objetivos de 
otra disciplina (ejemplo: educación especial) y asimila los problemas del cliente a un 
tratamiento en un marco musical. Alley (1977) señala cómo la Musicoterapia está libre de 
contenido y, por consiguiente, es aplicable a un amplio campo de problemas que tienen 
lugar dentro de un encuadre educativo: 
 
La Musicoterapia es la que resuelve el problema, la que rellena los espacios 
vacíos, un servicio de apoyo en el curriculum. La Musicoterapia nunca cae en la categoría 
de "ese no es mi trabajo". El rol del musicoterapeuta en un encuadre educativo se podría 
sencillamente definir como un especialista que resuelve problemas individuales que 
merman la posibilidad del alumno de practicar o beneficiarse de sus oportunidades 
educativas (p. 54). 
 
Jellison (1983) propuso que el desarrollo del curriculum se convirtiera en "una 
parte integral del planteamiento de Musicoterapia y que dentro de este proceso, se 
considere un criterio de valor funcional como estándar para la selección y propiciación de 
objetivos" (p. 17). Para ella, el valor "funcional" de la Musicoterapia es la adquisición de 
esas destrezas no musicales y musicales que ayudarán al alumno a hacerse más 
independiente y menos minusválido en los diversos entornos de la vida. 
 
Los ejemplos clínicos de la Musicoterapia en Educación especial incluyen los 
trabajos de Robbins y Robbins (1980), Levin et al (1975), Purvis y Same 91976). Además, 
Lathom (1980) da una descripción detallada del papel del musicoterapeuta en la 
educación de niños y jóvenes discapacitados. 
 
También están incluidos los programas musicales comunitarios que apoyan y 
trabajan muy de cerca con las escuelas. Steels, Vaughan y Dolan (1976) describen tal 
programa en Cleveland, donde los objetivos eran ayudar a los alumnos con problemas de 
conducta o de adaptación escolar; desarrollan comportamientos sociales más 
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productivos, a la vez que ayudan a los maestros a trabajar con estos niños en un 
encuadre de clase. 
Musicoterapia evolutiva 
En contraste con "Música en educación especial", que se orienta hacia objetivos 
curriculares o académicos, la "Musicoterapia evolutiva" está interesada en un espectro 
más amplio de objetivos clínicos. Además de encauzar necesidades educativas, esta 
práctica se centra en acompañar a los clientes a llevar a cabo una amplia variedad de 
tareas evolutivas que puede que hayan estado retardadas o impedidas en periodos 
diversos de la vida. De esta manera, la "Musicoterapia evolutiva" se utiliza con clientes 
minusválidos de todas las edades que se encuentran con obstáculos al crecimiento 
evolutivo en cualquier área (ejemplo: sensoriomotriz, cognitiva, afectiva, interpersonal). 
Como tal, encauza problemas de salud como se ha definido anteriormente. 
 
Puesto que el proceso evolutivo está tan íntimamente ligado a la historia 
personal, esta categoría de Musicoterapia, contrariamente a la "Musicoterapia en 
educación especial", está interesada en el material autobiográfico familiar (respecto al 
entorno), emociones íntimas y desarrollo de la personalidad. También se puede interesar 
por problemas físicos o médicos que afectan normalmente. Los ejemplos de esta 
categoría incluyen el trabajo de Alvin (1976, 1978), Nordoff y Robbins (1971, 1977, 1982), 
Boxil (1985) y Orff (1980), por nombrar unos pocos. A modo de ilustración, Juliette Alvin 
concibió su trabajo con niños autistas en términos de tres estadios de desarrollo: 
relacionándolo con el mundo de los objetos, relacionándolo al yo y al terapeuta, y en 
relación a otros significativos (Brusccia, 1987a). Dentro de cada estadio el terapeuta 
utiliza las experiencias musicales receptivas para estimular el desarrollo en los terrenos 
físicos, intelectuales y socio-emocionales. 
 
Se debería mencionar que, a pesar de la similitud en el título, esta categoría es 
diferente de "Música en la terapia evolutiva" de Purvis y Samet (1976) que, en la 
clasificación actual, pertenece a la "Musicoterapia en educación especial" o "Terapia de la 
actividad musical terapéutica”. 
 
"La Musicoterapia evolutiva" pertenece a la categoría intensiva de Musicoterapia 
por su interés más amplio en las diversas necesidades terapéuticas del cliente. Aquí las 
necesidades del cliente son esenciales y los objetivos y procedimientos se acomodan 
para cubrir estas necesidades. El musicoterapeuta en esta categoría, a menudo, trabaja 
de igual a igual con otros especialistas y puede que utilice la música como o en terapia, 
dependiendo de la orientación filosófica y necesidades del cliente. 
PRÁCTICAS INSTRUCTIVAS (ENSEÑANZA) 
Las prácticas en la enseñanza son similares a las educativas al poner el énfasis 
en el aprendizaje y su interés en los objetivos musicales (versos), más que en los 
objetivosno musicales, como determinante principal de los niveles de terapia. La 
diferencia más importante entre ellas es que, en el área de enseñanza, el encuadre es 
individual más que grupal. 
 
Esta aparente pequeña diferencia toma una significación mayor cuando uno 
compara sus diferentes niveles de práctica. Es decir, mientras que las prácticas 
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educativas llevan a un acercamiento más amplio según se hacen los niveles más 
intensivos, las prácticas de enseñanza llevan a una más psicoterapéutica. 
 
Otra diferencia es que las prácticas educativas se utilizan normalmente en 
encuadres institucionales, mientras que las prácticas en la enseñanza se encuentran muy 
frecuentemente en prácticas provadas en escuelas de música comunitarias y otros tipos 
de programas comunitarios. 
 
Las prácticas en la enseñanza incluyen: "Enseñanza musical adaptativa y 
Enseñanza musical terapéutica", a un nivel auxiliar; "Enseñanza de la Musicoterapia", a 
un nivel aumentativo, y "Enseñanza musical psico-terapéutica", a un nivel intensivo o 
principal. 
Enseñanza musical adaptativa 
En la "Enseñanza musical adaptativa" el profesor o terapeuta utiliza técnicas 
adaptativas o compensatorias para facilitar o maximizar los estudios musicales privados 
de alumnos discapacitados. Esta práctica es similar a la "Educación musical especial" en 
los objetivos y en la orientación pero difiere en el enfoque sobre el manejo de un 
instrumento o voz dentro de un encuadre privado, más que el aprendizaje musical general 
en el aula. 
 
Como "la educación especial", ésta es una práctica auxiliar que se sale de la 
Musicoterapia, por las mismas razones que se han descrito con anterioridad (delimitación 
de los objetivos para el aprendizaje musical y los límites de la relación estudiante-
profesor). 
 
Los ejemplos de la "Enseñanza musical adaptativa" incluye métodos para 
enseñar a tocar la guitarra a alumnos especiales, de Krout (1983) y Cassitt 91977), y el 
curriculum de lectura musical para alumnos ciegos, desarrollado por Levison y Brusccia 
(1983). 
Enseñanza musical terapéutica 
En la "Educación musical terapéutica", el profesor particular de música o el 
terapeuta trabajan con alumnos sin minusvalías que experimentan obstáculos o 
problemas personales en lo que respecta a la autoexpresión musical o el proceso de 
aprendizaje musical en sí mismo. Aquí el objetivo es sustancialmente el del aprendizaje 
de música, y la eliminación de dificultades personales son un medio para llegar a ese fin. 
Un buen ejemplo de esta categoría sería la descripción de Ostwald (1968) de una 
clase de música. En ella, comenta el papel terapéutico del profesor particular de música 
como oyente, guía, preparador y sanador. 
La “Educación musical terapéutica” es una práctica auxiliar debido al nivel de 
intervención y cambio dado. 
Enseñanza de la musicoterapia 
En “Enseñanza de la musicoterapia”, el profesor particular de música o terapeuta 
que trabaja dentro del contexto de una clase particular, utiliza las experiencias de 
aprendizaje musical para encauzar las necesidades terapéuticas del cliente. Aquí, el 
aprendizaje musical es secundario a la consecución de metas terapéuticas, pero pone las 
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bases para que éste se dé. "La Musicoterapia en la enseñanza" se hace a menudo en 
prácticas privadas particulares o encuadres de escuelas de música comunitarias. 
 
A un nivel aumentativo los objetivos de la Musicoterapia en la enseñanza son, la 
mayoría de las veces, adaptativos por naturaleza y puede que se interesen en un amplio 
espectro de comportamientos y destrezas. 
 
Los ejemplos de “Musicoterapia en la enseñanza" incluyen el trabajo de Steele 
(1977), que toma un enfoque conductista en la enseñanza privada, y Elliot y al (1982) 
quien desarrolló los criterios para la selección de instrumentos musicales para el estudio 
particular, que se basa en las necesidades de rehabilitación física. 
Enseñanza de la Psicoterapia musical 
“La enseñanza de la psicoterapia musical " es la utilización de las clases 
particulares de música como un contexto para la psicoterapia individual. En términos de 
Wolberg (1967), los objetivos son mayormente reeducativos pero puede que sean 
también de apoyo o reconstructivos. Los aspectos de la clase que tienen implicaciones 
psicoterapéuticas incluyen: los diversos medios musicales que se utilizan para propósitos 
expresivos y comunicacionales, la estructura del proceso de aprendizaje, la naturaleza de 
la práctica y la actuación, la relación cliente-terapeuta. 
 
"La enseñanza musical psicoterapéutica" es una práctica intensiva porque, en 
contraste a la práctica previa, sus objetivos van más allá de la adaptación para incluir 
tanto las facetas abiertas como las encubiertas de la vida emocional del cliente. También 
utiliza un espectro más amplio de métodos y técnicas. La música se utiliza en terapia y 
como terapia, y la relación cliente-terapeuta es igualmente si no más importante que la 
relación cliente-música. 
 
El mejor ejemplo de esta categoría está en el trabajo de Tyson (1981) con 
pacientes psiquiátricos de la comunidad. Ella ha desarrollado un método para la 
utilización de la enseñanza musical privada como un vehículo para la psicoterapia. Las 
clases musicales se dan por requerimiento del psiquiatra y en conjunción con 
tratamientos psiquiátricos regulares, normalmente o con una orientación psicodinámica. 
Los pacientes puede que estudien voz u otros instrumentos musicales. 
 
Tyson (1982) describía la típica clase de voz como sigue: 
 
"La sesión de Musicoterapia que se dedica a la enseñanza del canto rara vez se 
parece a una clase de canto. Todos los acercamientos apuntan a minimizar la ardua 
disciplina que implica y enfatiza la máxima libertad expresiva en el tiempo más corto 
posible. La mayoría de las sesiones incluyen interacciónes verbales (así como musicales) 
e interpretaciones de respuestas musicales; pocas sesiones consisten en todo hablar o 
todo música, pero puede que sean. Los ejercicios vocales se utilizan de manera flexible, 
siempre teniendo en cuenta los niveles de tolerancia del paciente, algunos encuentran 
una gran satisfacción en la estructura repetitiva del trabajo de escalas; otros lo detestan 
(P. 10). 
 
Shields y Robbins (1980) también describen un caso en el que las clases 
particulares de terapia verbal se utilizaban conjuntamente con el psicoanálisis verbal. El 
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proceso implicaba un análisis de la voz del paciente, seguido de un análisis de los 
conflictos inconscientes que se van revelando. 
PRÁCTICAS CONDUCTISTAS 
Esta división de la Musicoterapia está interesada en la influencia de la música en 
una amplia gama de comportamientos humanos, incluyendo repuestas abiertas 
observables que ocurren en respuesta directa a la audición musical o actividad musical 
así como respuestas más globales dentro de un entorno musical global. En cualquier 
caso, la música se utiliza para incrementar, rebajar, modificar o reforzar con cuidado 
objetivos de comportamiento definidos. Cuando se utiliza dentro de un contexto de 
Musicoterapia, los comportamientos de mayor interés son aquellos que tienen un efecto 
significativo en la adaptación de la persona, en su educación o desarrollo. 
 
En comparación con otras áreas, las prácticas conductistas se señalan por sus 
bases empíricas y su constante confianza en la investigación y evaluación para dar 
dirección al trabajo práctico. 
 
Las prácticas conductistas incluyen: la "Música funcional" a un nivel auxiliar; 
"Musicoterapia conductista" a un nivel aumentativo y "Psicoterapia musical conductista" a 
un nivel intensivo. Se debería también tener en cuanta que otras áreas de prácticas 
(ejemplo: medicina, psicoterapia, actividades) puede que tengan una orientación 
conductista en su tratamiento o puede que empleen técnicas conductistas dentro de una 
orientación ecléctica. 
Música funcional 
La "Música funcional"es la utilización de la música para influenciar estados 
físicos, conductas, estados de ánimo, actitudes, fuera del contexto terapéutico; es decir, 
en encuadres comerciales, industriales, de trabajo, educativos, etc... De acuerdo con 
Radocy y Boyle (1979), éste incluye la utilización de la música: 
 
- Para incrementar la vigilancia, la eficiencia, la productividad, la moral y seguridad en el 
lugar de trabajo. 
- Para mitigar la tensión, la fatiga, el aburrimiento, la melancolía, la soledad, a la vez que 
se compromete en cualquier actividad. 
- Para controlar los estados de ánimo de la gente en lugares públicos (Hospitales, 
consultas de médicos, aeropuertos, etc..) 
- Para establecer una atmósfera conductora en las conversaciones, bien sea en un 
encuadre de trabajo como recreativo. 
- Para enmascarar sonidos no deseados o molestos del entorno. 
- Para crear estados de ánimo en establecimientos comerciales que reflejan o describen 
el producto que está a la venta. 
- Para alentar comportamientos de compra. 
- Para realzar la publicidad en radio y televisión, haciendo los productos más deseables 
y memorables. 
- Para facilitar otras formas de propaganda y realzar los efectos dramáticos de la 
televisión y las películas. 
 
También están incluidos en esta categoría la utilización de la música para 
acelerar el aprendizaje y enriquecer entornos educativos como va a ejemplificar el modelo 
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de "super aprendizaje" (Ostrander & Schroeder, 1979). Halpern (1985) cita varios 
ejemplos similares, todos basados en la investigación de Georgi Lazamov. La base 
racional es que la escucha de la música de fondo es de ayuda a enmarcar un ambiente 
alegre y relajado que contribuye a producir un efecto revitalizador en el individuo y 
estimula la actividad global del cerebro. (Halpern, 1985, P. 119). La música se selecciona 
para "equilibrar, armonizar y sincronizar las actividades de las dos mitades del cerebro" 
(P. 119). 
 
Esta práctica auxiliar no está dentro de los límites de la Musicoterapia porque sus 
objetivos no están directamente relacionados con problemas de salud y porque la relación 
entre el que aporta la música y el que la consume, las intervenciones y los objetivos de 
cambio, no son terapéuticos por naturaleza. 
Musicoterapia Conductista 
En "Musicoterapia Conductista" el terapeuta utiliza la música para incrementar o 
modificar conductas adaptativas o (apropiadas) y eliminar conductas inadaptadas o 
(inapropiadas). La música se puede utilizar como un refuerzo positivo o negativo, un 
condicionante de otros refuerzos o un antecedente conductista o pie para otros 
comportamientos, (Manser, 1987). los clientes o alumnos pueden ser tratados en un aula, 
grupo de terapia o encuadre individual. 
 
Esto pertenece a la Musicoterapia porque está interesada en los 
comportamientos que interfieren con o impiden la adaptación o el crecimiento educativo y 
porque la música se utiliza para influenciar estos comportamientos. Es aumentativa 
porque, en comparación con las prácticas conductuales intensivas, sus objetivos y 
métodos están limitados en su campo de mira. También los objetivos están señalados 
con precisión para encauzar "partes" especificas, observables del comportamiento global 
del cliente, dando menos énfasis a procesos encubiertos y factores causales que 
subyacen. De esta forma la valoración, tratamiento y evaluación puede que sean 
reduccionistas en cuanto al abordaje. 
 
En cuanto a los métodos, los procedimientos de tratamiento están igualmente 
delimitados a la utilización de la música para manejar el comportamiento, dando menos 
énfasis a las experiencias musicales que dan acceso a fenómenos encubiertos o 
actividades no musicales que podrían llevar a una introspección verbalizada. Aunque las 
propiedades reforzadoras de la música y el terapeuta se consideran bastante 
importantes, los aspectos no observables del cliente-música y las relaciones cliente-
terapeuta no se utilizan como vehículos de intervención terapéutica. 
 
En la literatura abundan ejemplos de "Musicoterapia conductual". Madsen (1981) 
delineó un abordaje para los retardados mentales que incluyen cinco pasos básicos: 
observar, resaltar, grabar, consecuenciar y evaluar. Steele (1977) utilizaba " 
Musicoterapia conductista" en un encuadre de una escuela de música de la comunidad, 
dentro del contexto de clases individuales y sesiones de música grupales. Hay unos 
ejemplos más que incluyen el trabajo de Saperston (1980), Wolfe (1980-1982) y Dorrow 
(1975). 
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Psicoterapia Musical Conductista 
En la "Psicoterapia Musical Conductista", el terapeuta utiliza la música en el 
tratamiento exhaustivo de alteraciones del comportamiento (ejmplo: ansiedades, fobias, 
disfunciones sexuales, quejas psicosomáticas, abusos importantes). Las técnicas 
conductistas y cognitivas tales como la desensibilización sistemática, el entretenimiento 
de la autoafirmación, la reorganización, la contrastación, se utilizaban corrientemente. 
 
Esta es una práctica intensiva más que aumentativa por varias razones. La más 
obvia es que, como un método de psicoterapia, maneja un espectro más amplio de 
conductas, incluyendo aquellas que traen angustia al cliente añadiendo aquellas que se 
crean inapropiadas o inadaptadas. 
 
La "Psicoterapia Musical Conductista" es también un método más extensivo e 
intensivo de trabajar con clientes que la "Musicoterapia Conductista". Más que tratar con 
conductas específicamente prefijadas, la "Psicoterapia Musical Conductista" trata con 
alteraciones o síndromes que incluyen tanto los fenómenos abiertos como los 
encubiertos. Además, más que utilizar la música sólo como una consecuencia conductista 
o suceso que le antecede, utiliza la música para facilitar una amplia gama de técnicas 
conductistas y cognitivas. Así, la música es utiliza en terapia y como terapia. 
 
Éste es un nivel de práctica intensivo porque es suficientemente amplio en 
objetivos y métodos para servir como forma de tratamiento principal. Lo que es más, las 
relaciones cliente-música y cliente-terapeuta se pueden construir en otras dimensiones 
más que por sus propiedades reforzadoras por sus similitudes en cuanto a contenido y 
proceso; a menudo se califica como una forma de psicoterapia musical reeducativa o 
reconstructiva como la definió Wolberg (1967). 
 
Los ejemplos de "Psicoterapia Musical Conductista" incluyen: la utilización de la 
música, que facilita la relajación y las imágenes en la reducción de la ansiedad (Winslow, 
1986); un modelo de evaluación de la psicoterapia musical de grupo basado en la teoría 
del aprendizaje y aplicado al análisis del comportamiento (Henser, 1984); la utilización de 
la música para reducción del estrés dentro de un encuadre musicoterapéutico, (Hanser, 
1985) y para el tratamiento de fobias (Eifert et al, 1988). Debería tenerse en cuenta que 
mucho del trabajo de este área consiste en la investigación en aplicaciones fisiológicas o 
médicas de la música, y que se ha hecho relativamente poco por el desarrollo de modelos 
clínicos y técnicos en el empleo de la psicoterapia conductista musical. 
PRÁCTICAS PSICOTERAPÉUTICAS 
Esta división de la Musicoterapia tiene que ver con la resolución de problemas de 
la vida emocional y/o interpersonal. Los objetivos de la psicoterapia pueden ser: 
incrementar la conciencia del yo, la introspección, la catarsis emocional, la resolución de 
sentimientos conflictivos, resolver problemas cognitivos, cambios en la forma de pensar, 
de sentimientos, de actitudes, de valores, de comportamientos y esquemas, o patrones 
de conducta o cambios más generalizados de personalidad, incluyendo la resolución de 
conflictos inconscientes. 
 
La psicoterapia puede tener en cuenta los temas o asuntos manifiestos y/o 
latentes, y puede apuntar hacia los cambios del cliente que están tanto encubiertos como 
evidentes. Las técnicas verbales se utilizan con frecuencia junto con las experienciasCo
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musicales, y la relación cliente-terapeuta es un vehículo y condición necesaria para el 
cambio terapéutico. 
 
A menudo, los métodos de la psicoterapia musical se modelan a partir de una 
teoría psicológica particular. Las teorías que se utilizan con más frecuencia son las 
escuelas psicodinámicas, humanista-existencial Gestalt, y otras escuelas conductistas y 
cognitivas. 
 
Este área de práctica incluye: "Música terapéutica" a un nivel auxiliar, 
"Psicoterapia musical de apoyo" a un nivel aumentativo y "Psicoterapia musical de 
introspección" a un nivel intensivo o principal. Además, se tendría que tener en cuenta 
que otras áreas incluyen alguna forma de psicoterapia: “psicoterapia musical en la 
enseñanza", "psicoterapia musical conductista", "psicoterapia musical en la supervisión" y 
psicoterapia expresiva". 
Música terapéutica 
En la "Música terapéutica" una persona utiliza la música para mantener su propia 
salud, o para enriquecer su crecimiento personal y la autoactualización en los terrenos 
emocional, mental o físico. Ello puede implicar la actuación, el aprendizaje, composición, 
improvisación o audición de la música, ya sea sola o en grupos. Estas actividades no son 
parte de un programa de tratamiento; se llevan a cabo fuera de una relación cliente-
terapeuta. La persona puede que reciba, sin embargo, un seguimiento continuado desde 
varias facetas (expertos, libros, conferencias, talleres). 
 
Los ejemplos en el terreno emocional incluyen el uso personal de la música para: 
examinar o liberar sentimientos, reducir el estrés o la ansiedad, dar consuelo, dispersar o 
disipar la soledad, desarrollar la autoestima, establecer una comunicación con los demás. 
En el terreno mental, la persona puede que utilice la música para agudizar la atención de 
uno, la memoria o la percepción, o para desarrollar la creatividad de uno al máximo. En el 
terreno físico, una persona puede que utilice la música para: relajar el cuerpo, controlar el 
dolor, apoyar los ejercicios terapéuticos, controlar las funciones autónomas, facilitar el 
aprendizaje psicomotor, desarrollar destrezas motrices o reforzar el rendimiento físico en 
actividades deportivas. 
 
Para más sugerencias sobre "Música terapéutica" ver el libro de Katsh y Merle-
Fishman (1985) de título La música está dentro de ti. 
 
"La música terapéutica" es una práctica auxiliar y no se considera Musicoterapia 
porque no implica un proceso de intervención y cambio dentro de la relación cliente-
terapeuta. También señalar que difiere de "La música funcional", que se centra en 
asuntos relacionados con la salud. 
Psicoterapia musical de apoyo 
En la "Psicoterapia musical de apoyo" el terapeuta utiliza las experiencias 
musicales para estimular o apoyar la integración emocional o crecimiento, confiando 
ampliamente en los recursos que tiene el cliente. 
 
El objetivo de la terapia de apoyo es llevar al paciente a un equilibrio emocional 
tan rápidamente como sea posible, con una mejoría de los síntomas, de manera que 
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pueda funcionar a un nivel que se aproxime a su norma. Se hace un esfuerzo para 
reforzar las defensas que pueda haber, así como elaborar mejores "mecanismos de 
control". Coordinadamente, uno intenta remover o reducir los factores externos que 
actúan en detrimento como fuentes del estrés. No hay un intento de cambiar la estructura 
de la personalidad, aunque las alteraciones caracteriológicas constructivas puede que 
evolucionen como una consecuencia del tratamiento cuando el autodominio se ha 
restablecido. (Wolberg, 1967, P. 71). 
 
"La psicoterapia musical de apoyo" puede que se dé en encuadres individuales, 
de pareja o en grupo. Sus usos principales son: 
1- Programas de recuperación a corto plazo para clientes psiquiátricos agudos o 
difíciles. 
2- Apoyo a largo plazo y programas de seguimiento para ciertos clientes psiquiátricos 
crónicos o clientes encarcelados. 
3- Intervención en una crisis y orientación a individuos, parejas o familias, que sufran un 
trauma, una enfermedad o una pérdida. 
4- Una preparación para aliviar formas más profundas de psicoterapia 
5- Talleres personales de encuentro 
 
Ésta se considera una práctica aumentativa por el nivel de intervención y de 
cambio que involucra. 
Psicoterapia musical introspectiva 
En la "Psicoterapia musical introspectiva", el terapeuta utiliza las experiencias 
musicales y las relaciones que evolucionan a través de ellas como medio de llevar al 
cliente a hacer introspecciones en su vida emocional y estimular los cambios deseados 
que conllevan. El centro de atención pueden ser las tensiones, las ansiedades, los 
conflictos emocionales, los comportamientos y actitudes destructivos, irracionalidad o los 
problemas en las relaciones interpersonales. 
 
La "Psicoterapia musical introspectiva" puede que se dé en encuadres 
individuales, familiares o de grupo. Según el estudio de Wheeler (1988), sus usos 
principales están con "aquellos que están menos enfermos o que muestran menos 
desorganización grave de la personalidad, incluyendo los que abusan de sustancias y 
aquellos con trastornos afectivos o de personalidad. Los clientes con un diagnostico de 
esquizofrenia y aquellos que tienen trastornos orgánicos se esperaría que respondieran 
menos favorablemente” (P. 46). 
 
Hay que añadir que esta práctica es bastante apropiada para individuos 
"normales" de la comunidad que quieran mejorar su vida emocional, bien a través de una 
psicoterapia individual o en un grupo de terapia. 
 
Es un nivel intensivo de práctica. La música se utiliza como o en terapia, y la 
relación cliente-terapeuta aporta un vehículo importante para el cambio terapéutico. Las 
interferencias en el proceso terapéutico (ejemplo: resistencias, transferencias en el 
proceso terapéutico y reacciones de contratransferencia) se reconocen y resuelven según 
la orientación teórica del terapeuta. Aunque el foco central de atención es cómo se 
manifiestan los problemas del cliente al nivel consciente, se pueden explorar las causas 
que están fuera de la conciencia del cliente (ejemplo: a un nivel preconsciente). 
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Wheeler (1983) distingue dos niveles de Musicoterapia introspectiva según sean 
los objetivos, reeducativos o reconstructivos, que a la vez dependen de si se llegan a 
resolver los determinantes inconscientes de los problemas del cliente. Según Wolberg 
(1967), los objetivos reeducativos incluyen el cambio de conducta, integración en el 
medio, modificación de metas y la auto-actualización. "Los cambios son rara vez de una 
profundidad que permita una disolución real del conflicto inconsciente. Sin embargo, el 
individuo consigue el dominio sufuciente de su problema para permitirle examinar sus 
tendencias de vivir sus fantasías en la realidad. Corregir distorsiones del entorno que son 
remediables o adaptarse a las irremediables; organizar sus metas de la vida más 
racionalmente y llevarlas a cabo de una manera fácil; consolidar algunas defensas 
adaptativas y mover otras que son menos adaptativas", Wolberg (1967, p. 103). Por 
consiguiente, las causas más inmediatas de los problemas del cliente puede que salgan a 
la superficie, a la conciencia. En la clasificación presente, los objetivos reeducativos son 
consistentes con el nivel de práctica "intensivo". 
 
En contraste, los objetivos reconstructivos están para descubrir los determinantes 
inconscientes de los conflictos del cliente, y producir profundos cambios internos en la 
estructura de personalidad del cliente. En la presente clasificación, este nivel es una 
forma de Musicoterapia principal. 
Ejemplos 
Muchos métodos de Musicoterapia se pueden clasificar por debajo de los niveles 
de la psicoterapia. Puesto que estos métodos se pueden adaptar en su utilización a 
varios niveles (aumentativo, intensivo o principal), los ejemplos de psicoterapia musical se 
exponen de forma más precisa, separadamente, sin referenciaa ningún nivel en 
particular. 
 
Ejemplos de métodos que se utilizan más comúnmente, incluyen: 
- Escribir canciones, estudio de una canción, (Ellis, 1981; Heimlich, 1984; Murphy 
1983; Bailey, 1984; Brusccia, 1988) 
- Música figurativa, de imágenes (Bonny 1978; Golberg et al 1988) 
- Aprendizaje y actuación musical (sesión musical) (Tyson, 1981) 
- Psicodrama musical (Moreno) 
- Improvisación (Priestley, 1975; Odell,1988; Stephens, 1985; Brusccia, 1987) 
PRÁCTICAS PASTORALES 
Este área de práctica incluye todos los usos de la música y Musicoterapia 
relacionados con la Iglesia. Incluye "Música inspiradora" al nivel auxiliar, y "Música en la 
asistencia psicológica pastoral" a un nivel aumentativo. En ambos casos, el propósito es 
promover y facilitar el desarrollo espiritual, que a veces requiere la resolución de 
problemas personales. 
Música inspiradora 
"La Música inspiradora" es la utilización de la música para estimular las 
experiencias espirituales, para facilitar la meditación religiosa y enriquecer las actividades 
de culto. Ésta puede implicar la audición, actuación, improvisación o composición de 
música espiritual en un encuadre individual o de grupo. 
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"La Música inspiradora" también incluye la utilización del "Gospel" o música sacra 
durante las misas, o lo que a veces se llama “música de curas". Según Radocy y Boyle 
(1979): 
 
"La música en celebraciones religiosas parece servir a varias funciones: a veces 
sirve como señal para estimular a la congregación a que responda de una determinada o 
cierta manera. Otras veces, interludios de órgano suave se pueden utilizar para ayudar a 
establecer en estado de reverencia y tranquilidad. Los cantos religiosos de misa sirven 
para unir a la gente, mientras los coros parece que llevan a los feligreses a reflejarse en 
las creencias y valores de la religión y sus implicaciones para con ellos como individuos. 
Las ceremonias religiosas especiales se acompañan con música especial. Es cierto en 
las bodas, funerales y los días religiosos especiales se hacen más significativos con una 
música diseñada para realzar la significación de la ocasión (p. 243). 
 
Sin menospreciar el valor terapéutico del crecimiento espiritual y los cambios 
resultantes, esta categoría es auxiliar y por consiguiente no se incluye en la 
Musicoterapia. No implica la relación terapeuta-cliente, y la utilización de la música no 
tiene como fin el cambio terapéutico. 
La Música en el Consejo Pastoral 
En "La Música en el Consejo Pastoral" un sacerdote, musicoterapeuta u otro, 
utiliza la música para ayudar al cliente a conseguir introspecciones espirituales y a 
desarrollar una relación con Dios que facilite un reajuste emocional y de crecimiento. 
 
Ésta entra dentro de la definición de Musicoterapia porque la música se utiliza 
para encauzar necesidades emocionales y espirituales y porque implica la relación 
consejero-cliente. La música en el "Consejo Pastoral" es muy similar a la de la 
"Psicoterapia musical de apoyo", al nivel de intervención y cambio, y por consiguiente se 
considera que está a un nivel aumentativo. Un buen ejemplo de esta práctica es el trabajo 
de Houts (1981). 
PRÁCTICAS DE SUPERVISIÓN Y FORMACIÓN 
Este área incluye todos los usos de la Musicoterapia en la formación, 
entrenamiento, y supervisión de terapeutas. El objetivo puede ser enseñar a alguien 
Musicoterapia en sí misma o puede que se utilice la Musicoterapia como un proceso de 
supervisión clínica. 
 
Se incluyen las siguientes prácticas: "Demostraciones de Musicoterapia y juego 
de roles a un nivel auxiliar, "Formación en Musicoterapia experiencial" a un nivel 
aumentativo y "La psicoterapia musical supervisora" a un nivel intensivo o principal. 
Demostraciones de Musicoterapia y Juego de Roles 
Las demostraciones son muy útiles al presentar la Musicoterapia a personas que 
están fuera del campo, y a la hora de formar y supervisar a musicoterapeutas. Por 
razones de la presente exposición, una "demostración" implica que el profesor o 
supervisor modele el rol de un terapeuta en una experiencia de Musicoterapia, 
participando el alumno a un nivel apropiado. En una demostración, se le puede pedir a un 
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alumno que juegue el rol de un cliente en particular o bien que participe de manera 
auténtica (de sí mismo). El que lleva la sesión puede que interrumpa el proceso o la 
experiencia siempre que sea necesario hacer comentarios o señalamientos para 
aprender, de manera que el proceso terapéutico o experiencia puede que sea 
discontinua. 
 
Estas experiencias están a un nivel auxiliar y no se pueden calificar como 
Musicoterapia porque: 
1- Su propósito es estrictamente educativo y no terapéutico o curativo. 
2- No implica un proceso sistemático de intervención y cambio por un periodo suficiente 
de tiempo; o 
3- La relación cliente-terapeuta se da durante un juego de roles más que real. 
Formación de Musicoterapia experiencial 
En la "formación de Musicoterapia experiencial" los estudiantes experiencian el 
proceso de la Musicoterapia o curación: 
1- De forma auténtica, 
2- Como clientes, 
3- Por medio de una secuencia de experiencias preparadas de antemano, por un 
extenso periodo de tiempo, 
4- Como una parte integral del programa de formación y 
5- Para propósitos tanto educativos como de crecimiento personal. 
 
Estas experiencias las pueden llevar profesores, supervisores, otros estudiantes. 
En la presente exposición, esta práctica no incluye las experiencias prácticas donde los 
estudiantes toman el rol de un terapeuta con clientes reales. 
 
Existen varias diferencias entre este nivel de prácticas y las demostraciones que 
se describen arriba. Los alumnos no juegan el rol, sino que más bien participan de 
manera auténtica. Las experiencias no están aisladas o desconectadas, sino más bien 
una secuencia está preparada con objetivos específicos. Puesto que el crecimiento 
personal del alumno se considera una parte importante de la formación, los objetivos se 
encaminan a cubrir tanto las necesidades educativas como personales de los alumnos. 
 
En la mayoría de los programas académicos este tipo de formación se ofrece a 
un nivel aumentativo. Es decir, no se intenta suplantar ninguna forma de terapia o 
curación que pueda necesitar el alumno. Además, aunque los estudiantes participen 
como clientes de forma auténtica, normalmente se ponen límites en los tipos de 
problemas personales que se les pide revelar o explorar, y no existe ninguna intención de 
meter a los alumnos en un proceso terapéutico profundo. Cuando se revelan ciertos 
temas, se les aconseja a los alumnos que busquen ayuda psicológica o una psicoterapia 
en otro sitio mientras se recibe este tipo de formación. 
 
Se han desarrollado varios abordajes en la "formación de Musicoterapia 
experiencial". Hesser (1985) diseñó un sistema donde los estudiantes graduados en 
música participan en un grupo de Musicoterapia, de encuentros semanales, durante un 
periodo de un año. Estos grupos los llevan musicoterapeutas del campo (Stephens, 
1987), Priestley (1975) utiliza un método que ella llama "interterapia". Implica que los que 
se están formando, trabajando en parejas con un supervisor practiquen Musicoterapia 
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entre ellos. A cada uno se le da la oportunidad de ser tanto terapeuta como cliente, 
mientras que el musicoterapeuta que supervisa, observa e interviene siempre que sea 
necesario. Bruscia (1987a) describe un método que se llama "terapia de improvisación 
experimental" que emplea la música y/o improvisaciones de danza como medio de 
explorar la dinámica de liderazgo del grupo. Clark (1987) describe un abordaje exhaustivo 
en tres niveles para la formación experiencial, diseñado para preparar a los terapeutas a 
utilizar el "Ensueño dirigido y Música". 
Psicoterapia musical supervisora 
En la "Psicoterapia Musical Supervisora", el supervisor terapeuta utiliza las 
experiencias

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