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Condicionamiento clásico y el significado emocional (actitudinal) de las palabras1 Arthur W. Staats 1 Tomado del segundo capítulo de Staats, A. (1983). Aprendizaje, Lenguaje y Cognición. México: Trillas. Aprendizaje Lenguaje y Cognición Artur W. Staats 3 Al parecer, existen muchos eventos ambientales (estímulos que, cuando son presentados, evocan una respuesta en el ser humano normal. Es decir, cuando uno de estos estímulos ocurre, será seguido por la respuesta particular que comúnmente evoca. Hay un número de respuestas legalmente relacionadas con la presentación de los estímulos en esta forma: sonidos fuertes, estímulos táctiles, choques eléctricos, comida, estímulos visuales, etc.; los cuales evocarán distintas respuestas. Muchas de las respuestas involucradas son aquellas que ordinariamente serían llamadas reflejos: varias respuestas internas tales como los cambios en el flujo de los jugos gástricos, la tasa del ritmo cardiaco, el volumen sanguíneo en varios órganos internos, el ajuste del tamaño de la pupila, la actividad de las glándulas sudoríparas, etc. Asimismo, algunas respuestas motoras también son provocadas, por ejemplo, el parpadeo del ojo ante la estimulación de la córnea, el reflejo patelar ante la estimulación del tendón de la rodilla, etc. Cuando este tipo de hallazgo fue observado por primera vez, ello constituyó un gran acontecimiento. La demostración de que las respuestas del organismo eran el resultado de una estimulación ex- terna comenzó a indicar que al menos ciertos aspectos de la conducta ocurrían de acuerdo con las fuerzas naturales. Antes de la demostración de que las respuestas podían ser lícitamente causadas, la creencia prevaleciente era que la conducta estaba en función de fuerzas internas sobrenaurales y desconocidas. El impacto de la demostración de que algunas respuestas son el resultado de la presentación de estímulos antecedentes fue consi- derablemente extendido por los hallazgos de Pavlov. Él demostró que los estímulos que no tenían el poder de provocar una respuesta particular, como lo hacían otros estímulos, podrían adquirir ese poder. Esto es, un estímulo que no evoca una respuesta puede ha- cerlo si se aparea con un estímulo que provoca dicha respuesta. Por ejemplo, el polvo de comida en la boca es un estímulo que se- guramente evoca la respuesta de las glándulas salivales, produciendo una rápida excreción de saliva en la boca. Si un estímulo que no evoca esta respuesta es apareado con el polvo de comida, después de Aprendizaje Lenguaje y Cognición un número de apareamientos también provocará la respuesta. Este proceso se representa en la figura 2.1. El estímulo que originalmente evoca la respuesta es llamado estímulo incondicionado. Este tipo de estímulo, conforme al sistema de notación, será representado por Eic. En el ejemplo, este estímulo es el polvo de comida. El estímulo que al principio no evoca la respuesta, pero que más adelante lo hará si es apareado con el estímulo incondicionado, se llamará estímulo condicionado Ec. La respuesta será abreviada con una R. Debe señalarse que general- mente no toda la respuesta total (o respuestas) evocada por el Eic será condicionada al Ec. Es decir, el estímulo de la comida evoca movimientos de la lengua, los labios y las mandíbulas que podrían no condicionarse establemente al Ec, aunque sí pueda condicionarse una parte de la respuesta total: la respuesta de salivación. Además, debiera señalarse aquí que, si después del condiciona- miento el Ec se presenta solo muchas veces, sin que se presente tam- bién el Eic, la respuesta al Ec, empezará a debilitarse. Este proceso es llamado extinción. Por tanto, el apareamiento del EiC con el Ec condicionará la respuesta al Ec, pero las representaciones del Ec sólo durante un número de veces producirá la extinción de la respuesta. De cualquier modo debe indicarse que la respuesta al Ec puede ser mantenida solamente si es apareada intermitentemente con el Eic y en esta forma el condicionamiento también puede volverse muy resistente a la extinción. Además, las respuestas pueden ser condi- cionadas muy fuertemente en la vida real con ensayos intermitentes de condicionamiento, así que para todas las intenciones y propósitos, Artur W. Staats 5 el condicionamiento es permanente y el Ec puede presentarse continuamente muchas veces solo y seguir evocando la respuesta. El descubrimiento del principio del condicionamiento clásico sugirió que la conducta es más afectada por el ambiente de lo que se había pensado antes. No solamente hay conductas causadas por la ocurrencia de eventos ambientales, sino que eventos ambientales que fueron inefectivos inicialmente, también pueden adquirir el poder de evocar respuestas. Esto hizo pensar que tal vez aspectos muy amplios de la conducta humana eran adquiridos de esta manera. Anteriormente hubo intenciones de interpretar la conducta humana en general en términos de estos principios del condicionamiento (Watson, 1924). Aunque estos intentos contenían algo de verdad, estuvieron muy lejos de representar una concepción completa de la conducta humana. Algunos de los principios importantes del aprendizaje no eran conocidos claramente, ya que no existía la suficiente evidencia experimental que indicase la forma en que estos principios se aplican a la conducta humana. En estos términos, las aportaciones anteriores para la comprensión del aprendizaje de la conducta humana fueron poco menos que convincentes. Derivaciones de la teoría El principio del condicionamiento clásico no puede servir como una teoría conforme a la cual considerar la conducta humana compleja en general. De cualquier manera, hay algunos aspectos de la conducta humana que parecen ser adquiridos de acuerdo con este principio. Por ejemplo, Watson y Rayner (1920) demostraron que un niño puede adquirir una respuesta emocional hacia un objeto de acuerdo con este principio. Para demostrar la relevancia del principio del condicionamiento clásico para la conducta humana, usaron un bebé como sujeto, presentándole un conejo blanco como el Ec y un ruido fuerte como E%e. El ruido evocó una respuesta de llanto, así como respuestas de escape de varios tipos. Después de aparear los dos estímulos varias veces, el niño empezó a emitir las respuestas cuando el conejo se presentaba solo. Anteriormente el niño había respondido positivamente al animal. Aprendizaje Lenguaje y Cognición Aunque esto no fue explicado en este estudio pionero, esta prueba experimental puede considerarse como una repercusión teórica de los principios básicos del aprendizaje. Esto es, un aspecto importante de cualquier conjunto de principios de nivel superior (una teoría) es que permite la derivación de hipótesis de una jerarquía inferior o de proposiciones empíricas. Un principio teórico general es importante en la medida en que las hipótesis de nivel inferior pueden derivarse del principio y referirse a muchos eventos observables diferentes. En este caso, el principio teórico de jerarquía superior utilizado fue el del condicionamiento clásico. El principio se estableció en la experimentación con perros. En el estudio de Watson y Rayner, se hizo una derivación de este principio. La derivación puede describirse de la siguiente manera: Las emociones son respuestas. Como tales, deben seguir el principio del condicionamiento clásico. Si una emoción que induce un estímulo (EiC) es apareado con un estímulo neutral (Ec), el estímulo neutral provocará la respuesta emocional. De este modo, en la hipótesis experimental específica, el conejo funcionó como estímulo, que, apareado con el ruido fuerte, vendría a evocar una respuesta de miedo, lo cual ocurrió.Esta descripción del experimento en términos de su importancia para la teoría psicológica se sintetiza aquí porque ilustra la estrategia general que será seguida desde el principio hasta el final del libro. Los distintos principios del aprendizaje que serán presentados deben considerarse como los elementos de un grupo de principios teóricos de jerarquía superior, esto es, una teoría básica. Estos principios serán extendidos a la consideración de varios aspectos de la conducta y, en muchos casos, se derivarán y probarán hipótesis experimentales a partir de esas extensiones. El primer tipo de aprendizaje del lenguaje que examinaremos, en términos de los principios del condicionamiento clásico, es el del significado afectivo o emocional de las palabras. Artur W. Staats 7 CONDICIONAMIENTO CLÁSICO PRIMARIO DEL SIGNIFICADO EMOCIONAL DE LAS PALABRAS Un tipo importante de respuesta a los estímulos consiste en lo que sería descrito en términos de sentido común como emocional. Los efectos de responder emocionalmente sobre otras conductas del in- dividuo no serán mencionadas en este punto. Será suficiente decir que los estímulos que generalmente concebimos como inductores de emociones positivas evocan ciertas respuestas fisiológicas internas. Estímulos que consideramos que inducen emociones negativas también evocan ciertas respuestas fisiológicas internas. Además, podemos enunciar vagamente en este punto que los estímulos emo- cionales positivos son aquellos a los que generalmente nos aproxi- mamos, y que los estímulos emocionales negativos son aquellos de los cuales escapamos o nos evadimos. En este contexto es importante indicar que los estímulos del lenguaje ocurren contiguamente con estímulos que causan emociones en nuestras experiencias de aprendizaje, y esto le da ciertas pro- piedades importantes al lenguaje. Esto es, en nuestra experiencia de aprendizaje del lenguaje, algunas palabras son sistemáticamente apareadas con estímulos emocionales particulares. Aun sobre la base de circunstancias naturales, podemos advertir que palabras tales como alegría, felicidad, jugar, cena, bonita, dulce, buena, etc., son sistemáticamente apareadas con ciertos tipos de estímulos “emocionales”. Por otro lado, palabras tales como enojo, dolor, su- ciedad, horrible, enfermo, triste, feo, etc., son sistemáticamente apa- readas con otras clases de estímulos “emocionales". Usando el principio teórico que ya fue introducido y estas obser- vaciones naturales, estamos capacitados para explicar algunos as- pectos de los efectos del lenguaje. Puede considerarse a los estímulos emocionales como Eic que evocan respuestas emocionales. Si una palabra-estímulo es sistemáticamente apareada con dicho Eic, la palabra se convertirá en un Ec y también evocará una respuesta emocional. Éste constituye el principio teórico de orden inferior que Aprendizaje Lenguaje y Cognición será tratado en este capítulo; se derivarán hipótesis empíricas de este principio de orden inferior, las cuales pueden ser probadas experimentalmente. Investigación experimental naturalista Una derivación empírica inmediata de este análisis es que se puede establecer el significado de las palabras mediante la manipulación de los procedimientos del condicionamiento clásico. El autor exploró primero esta posibilidad en condiciones informales presentes en una situación de la vida cotidiana. No obstante, los procedimientos que se usaron fueron derivados y aplicados sistemáticamente. El organismo usado fue una gata llamada Max, disponible como la gata de la familia. La investigación informal fue llevada a cabo en 1953, cuando el autor todavía era un estudiante de licenciatura, y formó parte de sus primeros trabajos de extensión de los principios del aprendizaje a algunas consideraciones sobre la forma en que las conductas reales se adquieren. Los procesos de condicionamiento fueron introducidos como parte del entrenamiento de limpieza del animal, un aspecto necesario en la experiencia de cualquier gato educado. Una estrategia tradicional es sorprender al animal en el acto indeseable y aplicar un leve estímulo aversivo. En este caso fue pegarle con un periódico enrollado. Dado que este tipo de entrenamiento era necesario y existía la oportunidad de muchos ensayos de adiestramiento, tal procedimiento fungía como el Eic para probar la hipótesis experimental. Lo único que hacía falta era presentar la palabra que sería usada como un estímulo condicionado cada vez que Max era "estimulada” con el rollo de periódico. Se esperaba que el “estímulo de pegar” evocaría respuestas in- ternas de varios tipos, además de las respuestas observables de es- cape emitidas por Max. La palabra “no” fue apareada con el Eic, y se esperaba que se convirtiera en un Ec y que evocara al menos parte de aquellas respuestas. Y eso fue lo que ocurrió. Después de un número de ensayos, Max respondía confiable y apropiadamente a la palabra no. Si empezaba a rasgar el sofá, por ejemplo, con sólo decir la Artur W. Staats 9 palabra no dejaba de hacerlo y se alejaba un poco del lugar. Si brincaba en la mesa de la cocina, al decirle no, Max se bajaba. Esto fue muy eficaz tanto para Max como para el autor, pues más adelante no fue necesario moverse de la silla para controlar la conducta de Max (desde luego, fue necesario un entrenamiento de re- condicionamiento de vez en cuando). En términos de sentido común, se diría que Max aprendió el sig- nificado de la palabra no. Si los gatos fueran capaces de hablar como nosotros, Max diría indudablemente que la palabra no tiene un significado desagradable, que no le gusta la palabra, etc. Este tipo de “conciencia” no es asequible a los gatos; sin embargo, Max proporcionó una indicación adecuada del efecto del condicionamiento mediante su conducta manifiesta. El aprendizaje del significado de palabras de este tipo se esquematiza en la figura 2.2. El estímulo incondicionado es el pegar con el periódico, el estímulo condicionado es la palabra no. Las respuestas emocionales y de escape evocadas por los golpes se condicionan a la palabra. La hipótesis experimental de que una respuesta podía ser con- dicionada clásicamente a la palabra no, mediante este procedimiento, fue probada más tarde con otros tres animales. Esto es, cuando Max llegó a la edad adulta tenía dos gatitos, los cuales sirvieron como sujetos en dos experimentos de replicación. Más adelante el autor se hizo dueño de un cachorro sabueso, el cual recibió el mismo tipo de entrenamiento de lenguaje. En cada caso los resultados fueron los Figura 2.2. Condicionamiento clásico de una respuesta emocional a la palabra "no”. Aprendizaje Lenguaje y Cognición mismos. Fue posible condicionar clásicamente a los animales para responder significativamente a la palabra no. Aunque se sostuvieron apropiadamente la hipótesis y la teoría de las cuales se derivaron estos principios experimentales naturalistas, la mayoría de las revistas no publicaban este tipo de evidencia. Siendo este el caso, fue deseable extender estos resultados para evaluar la hipótesis de una manera más formal. Y dado que la in- vestigación fue realizada con organismos inferiores, el siguiente paso fue verificar estos hallazgos con sujetos humanos. El experimento que se va a resumir es análogo al experimento exploratorio efectuado con Max, con la adición de que una de las respuestas fisiológicas evocadas por el EiC fue registrada y, consi- derando que se emplearon sujetos humanos, también fue posible que éstos indicaran verbalmente cómo se sentían ante la presentación de la palabra usada como estímulo condicionado. Condicionamiento de primer orden del significado y el condicionamiento paralelo de una RGP Una de las maneras de hacer más formales los resultados obtenidos con animales haconsistido en usar varias formas de medir algunas de las respuestas internas "emocionales” que han sido condicionadas. No es difícil seleccionar este tipo de respuesta que es observable y que puede ser condicionada clásicamente. Para el presente estudio fue seleccionada la respuesta de las glándulas sudoríparas de las palmas de las manos (llamada respuesta galvánica de la piel o RGP) para evaluar la posibilidad de que pudieran condicionarse respuestas emocionales a palabras en sujetos humanos. “ De cualquier manera, la indicación de que la RGP ha sido con- dicionada a una palabra sería solamente parte de la prueba de la teoría del condicionamiento clásico del significado de las palabras. Un aspecto igualmente importante del estudio preliminar con Max fue que la palabra controló la conducta apropiada y significativa del animal. En el presente estudio, además de la medición de las respuestas "emocionales” condicionadas, se demostró la posibilidad Artur W. Staats 11 de que el proceso de condicionamiento clásico podría producir efectos en el sujeto que fueran más obvios que lo que llamamos el significado de las palabras. Esto es, se ha encontrado que el significado de las palabras puede ser juzgado confiablemente por las personas mediante el uso de una escala de estimación de siete puntos. Utilizando métodos de análisis factorial, Osgood y sus asociados (Osgood y col., 1957; Trian- dis y Osgood, 1958) mostraron que lo que es llamado significado evaluativo o emocional de las palabras constituye un tipo muy amplio del significado de éstas, tanto en términos del número de palabras con ese significado, como en función del hecho de que este tipo de significado de las palabras ocurre en forma similar en culturas con diferentes lenguas. Más aún, el reconocimiento de las palabras que poseen fuerte significado evaluativo ratifica el análisis del condicionamiento. Esto es, las palabras que tienen un significado evaluativo positivo (por ejemplo, buena, bonita, dulce, sabroso, fragante, cena, feliz, dinero, nadar, etc.) generalmente ocurren cuando están presentes ciertos tipos de eventos ambientales “positivos”. Por otro lado, palabras que tienen significado evaluativo negativo (como feo, dolor, sucio, horrible, falla, pecado, llorar, lastimarse, etc.) están generalmente apareados con eventos estimulantes aversivos. Un ejemplo de una escala de siete puntos para la medición del significado de las palabras podría ser el siguiente: SUFRIR placentero :—: ___ :—:—: _____ : __ : __ : desagradable En sujetos de países donde se habla español se estimaría que esta palabra posee un significado negativo o desagradable. Se puede sugerir que esto ocurre porque en nuestra comunidad verbal, la palabra se asocia con estímulos que producen respuestas emocio- nales negativas, y estas respuestas se condicionan a esa palabra. De cualquier forma, de acuerdo con la teoría, al aparear un es- tímulo aversivo con una palabra debería condicionarse una respuesta semántica emocional negativa (fisiológica) a la palabra. Además, como resultado del mismo proceso de condicionamiento, el significado de la palabra debería moverse hacia el polo negativo de evaluación de una Aprendizaje Lenguaje y Cognición escala de estimación apropiada. Éstas fueron las hipótesis experimentales probadas en el presente estudio para validar completamente el análisis del autor. El estudio fue publicado (primero como reporte técnico en 1958) con Carolyn K. Staats, quien ayudó en la construcción del aparato experimental y seleccionó el método de análisis estadístico de los datos, y con Hugh L. Crawford, que trabajó con los sujetos y tabuló y analizó los datos.2 Método Sujetos. Los sujetos fueron 47 estudiantes del curso de introducción a la psicología en la Universidad del Estado de Arizona, seleccionados y asignados al azar a uno de dos grupos. La participación en este experimento era un requisito del curso. Aparatos. Las medidas galvánicas fueron tomadas con un psico- galvanascopio Stoelting modificado junto con un registrador" Varían G-10. El experimentador presentó oralmente a los sujetos los materiales de estímulo verbal. Los dos EiC fueron un sonido ronco muy fuerte emitido a través de un audífono y un choque eléctrico dado en el antebrazo derecho. La fuente del choque fue un estimu- lador Grass y el nivel del choque fue ajustado para cada sujeto de manera que fuera “desagradable” pero no “doloroso". Lo mismo se hizo con el sonido. Los estímulos verbales fueron: radio, estos, silla, lago, caja, largo, cinco, papel, en, vaso, libro, llave, sofá, taza, coche, arriba, pluma, con, cuarto, grande, cuerda, reloj, doce, carta, tenedor. La palabra usada como estímulo condicionado fue largo. Los estímulos verbales se ordenaron en una serie de 77 palabras. El Ec fue presentado 14 veces; con respecto a los otros estímulos varió el nú- mero de presentaciones. La ocurrencia de la palabra que era el Ec en la lista fue aleatoria. Procedimiento. El procedimiento general fue el mismo que empleó 2 Para examinar el estudio completo, véase Arthur W. Staats, Carolyn K. Staats y Hugh L. Crawford. "Condicionamiento de primer orden del significado y el condicionamiento paralelo de una RGP”. J. gen Psychol., 1962, 67, 159-167. Artur W. Staats 13 Mednick (1957). Los sujetos de ambos grupos recibieron el mismo procedimiento de condicionamiento. El experimento fue llevado a cabo en un cuarto a prueba de ruidos. Cada sujeto se sentó en una silla cómoda. Los aparatos para registrar la respuesta galvánica de la piel estaban situados en una habitación exterior. El sujeto recibió instrucciones de que el interés del experimento estaba relacionado con el efecto del choque y el ruido como distractores en una tarea de aprendizaje. Fue ajustada entonces la intensidad del choque utilizado. Se le informó al sujeto que debería aprender tantas palabras de las series como le fuera posible. Tras un periodo breve de descanso después de estas instrucciones, comenzó el procedimiento de condicionamiento. Para el grupo experimental, uno de los Eic siguió al Ec (el intervalo fue aproximadamente de un segundo) en nueve de las catorce ocasiones que fue presentado. De los nueve ensayos, cinco usaron el choque como EiC y cuatro emplearon el sonido. Esto se hizo para prevenir la adaptación a los estímulos. Con respecto al grupo control, los Eic fueron presentados nueve veces, después de cada una de las palabras de relleno. En relación con este grupo, la palabra largo nunca fue precedida o seguida inmediatamente por una palabra de relleno que fuera apareada con el estímulo incondicionado. Para ambos grupos el orden de las palabras fue el mismo. El tiempo entre la presentación de las palabras varió de 8 a 12 segundos para dar tiempo a que las respuestas del sujeto regresaran a su nivel básico. Después de la presentación de la lista, se quitaron los electrodos y los audífonos. Se le dijo entonces a cada sujeto que la manera mediante la cual la gente aprende las palabras podría ser afectada por los sentimientos hacia éstas. Por esta razón era necesario saber cómo se sentían con respecto a algunas palabras que acababan de aprender. A los sujetos se les dieron instrucciones para estimar el significado' evaluativo de las palabras usando una escala de dife- rencial semántico de placentero-desagradable. A cada sujeto se le dio una libreta pequeña con una palabra en cada página y la escala de siete puntos placentero-desagradable. Las seis palabras usadas se enlistaron en el siguiente orden: silla, largo, leal, cuarto, grande y corbata. El sujeto calificó el significado de cada una de las palabras e Aprendizaje Lenguaje y Cognición indicó si cada palabra había estado presente o no en la tarea de aprendizaje que acababade realizar. Resultados Utilizando el método sugerido por Lacey y Siegel (1949), los datos brutos de resistencia en ohms fueron transformados en unidades de conductancia, microhms (M), mediante el uso de la fórmula: M = 10a (Z/r) [1]. Con respecto a cada sujeto, la RGP evocada por alguna de las palabras neutrales (con) —una palabra que nunca fue precedida o seguida por el estímulo nocivo— se restó de la RGP evocada por la última presentación de la palabra largo. La diferencia en calificación fue obtenida para controlar las diferencias individuales en responsividad. Este procedimiento produjo una diferencia de calificación para ambos grupos, el control y el experimental. Esta diferencia en las calificaciones fue esencialmente normal en su distribución. Se calcularon dos pruebas de ±. La media de las diferencias de las calificaciones (largo menos con) del grupo ex- perimental excedió la del grupo control (t = 3.67, significativo al nivel 0.01). Un análisis comparable fue llevado a cabo con los datos del di- ferencial semántico. Se calculó por cada sujeto la media combinada de las calificaciones de las palabras neutrales incluidas en la libreta; por ejemplo, la media de las calificaciones de silla, leal, cuarto y corbata. Con respecto a cada sujeto esta media fue restada de la calificación del diferencial semántico de la palabra largo. Este procedimiento controló las tendencias individuales de marcar las pa- labras “placentero” o “desagradable”. Los grupos experimental y control fueron comparados en función de las diferencias. La diferencia entre los grupos en largo menos las palabras neutrales fue significativa al nivel de 0.0005 (t = 10.15), donde la palabra largo fue calificada con un significado más desagradable por el grupo experimental. De los 28 sujetos del grupo experimental, 21 estaban conscientes de que la palabra largo fue seguida varias veces por el estímulo nocivo Artur W. Staats 15 pero solamente dos de ellos reportaron una conexión entre esto y la medición del diferencial semántico de las palabras. Un análisis adicional se realizó para probar la posible relación entre la intensidad de la respuesta condicionada al significado y la intensidad de la RGP condicionada. Dado que la variación individual en la RGP y el nivel de la respuesta al significado podría ocultar cualquier relación real, fueron usadas las diferencias en las cali- ficaciones ya explicadas. La diferencia en calificación de la RGP (largo menos con) se correlacionó con la diferencia de las calificaciones del significado evaluativo (largo menos las palabras neutrales). La prueba de Pearson en los 28 pares de calificaciones fue de 0.39, significativa al nivel de 0.05. Por tanto, hubo una tendencia significativa de los sujetos con calificaciones en el condicionamiento de la RGP más extremas de la palabra largo a presentar calificaciones más intensas del significado evaluativo negativo de la palabra. Discusión En estos términos, cuando los sujetos experimentaron la presentación de una palabra sistemáticamente apareada con estímulos am- bientales aversivos, la palabra adquirió un significado evaluativo negativo, según fue medido por los dos índices empleados en el pre- sente estudio. Esto es, la palabra provocó una de las respuestas emocionales fácilmente medibles —originadas por los estímulos aversivos, como es la RGP, y más adelante los sujetos también esti- maron que la palabra poseía un significado afectivo desagradable. Estos resultados verificaron la teoría de que la palabra puede obtener su significado de acuerdo con los principios del condicionamiento clásico. La manera en la cual se piensa que tuvo lugar este proceso de condicionamiento del significado de las palabras, así como los procesos involucrados en el condicionamiento, se esquematizan en la figura 2.3. La parte superior de la figura muestra que cada uno de los es- tímulos incondicionados, el choque o el ruido fuerte, evocaron una respuesta total. Esta respuesta incluyó la RGP, pero también debe concluirse que muchas otras respuestas internas también ocurrieron, Aprendizaje Lenguaje y Cognición por ejemplo, un cambio en el ritmo cardiaco, cambios en las respuestas circulatorias y glandulares y, además, respuestas en el sistema nervioso central. Como consecuencia del apareamiento sistemático de la palabra y los estímulos incondicionados, la palabra debería evocar alguno de los componentes de esta respuesta emo- cional total. Esta posibilidad fue demostrada más adelante en la fase de medición de la RGP en la figura, mediante la presentación de la palabra sin el Eic para saber si la palabra por sí sola evocaría la RGP. Los resultados demuestran que la RGP fue condicionada a la palabra, tal como se esperaba. Además, se pidió a los sujetos que evaluaran el significado de la palabra y se encontró que los sujetos que habían sido condicionados estimaron el significado de la palabra largo como desagradable. Esto podría conceptualizarse de la siguiente manera: La respuesta total evocada por el Eic (o al menos parte de éste) fue condicionada a la palabra. Cuando ésta fue presentada en un procedimiento de estimación, la palabra evocó aquellas respuestas emocionales condicionadas. Estas respuestas evocadas por la palabra produjeron (mediaron), entonces, la estimación afectiva negativa de la palabra. Esto es, la palabra evocó las respuestas emocionales y, a su vez, estas respuestas provocaron la respuesta de estimación. El hecho de que la intensidad de la estimación del significado de la palabra y la magnitud de la RGP estuvieron relacionadas significativamente proporciona una mayor justificación a este análisis. Es decir, estos hallazgos sugieren que los dos índices formaron parte del mismo proceso. Entre más fuertemente se condicionó al sujeto individual para emitir una respuesta emocional fisiológica a la palabra, más intensamente reaccionó ante ella y estimó su signi- ficado. Estos hallazgos deben considerarse correctamente verificados. Recientemente el experimento completo fue replicado por Maltzman y col. (1965). Utilizaron el mismo tipo de escenario experimental y encontraron los mismos hallazgos en cada uno de los aspectos. El significado emocional (RGP) y los significados estimados se condicionaron a la palabra. Además, entre más fuerte era el Artur W. Staats 17 condicionamiento, manipulado mediante la variación de la intensidad del estímulo aversivo incondicionado, más fuerte era el con- dicionamiento de la RGP, así como el condicionamiento del significado de la palabra En este momento parece apropiado mencionar algunas de las implicaciones del análisis del condicionamiento clásico del significado de las palabras y su verificación empírica. Primero debe indicarse que el análisis y los resultados explican los efectos emocionales del lenguaje. Esto es, se puede observar comúnmente que a un individuo Aprendizaje Lenguaje y Cognición se le diga algo y responda con la misma emoción con la que respondería a la situación real. Por ejemplo, si un médico le dice a una persona que ésta padece cáncer, generalmente responderá emocionalmente como respondería a las consecuencias de la enfermedad, independientemente de si está enfermo realmente o no. Pueden darse muchos ejemplos como éste, que impliquen la pro- vocación de respuestas emocionales al significado tanto positivas como negativas. Estas observaciones naturalistas pueden ser ex- plicadas mediante el principio de nivel superior del condicionamiento clásico y por los principios derivados del aprendizaje del significado de las palabras. Más aún, el análisis puede extenderse a consideraciones más es- pecíficas de un aspecto importante del aprendizaje del lenguaje en niños. Este análisis proporciona directivas acerca de cómo ordenar las circunstanciasdel entrenamiento si deseamos que un niño responda apropiadamente al lenguaje. Es decir, es importante para el ajuste del niño que las palabras controlen su conducta en cierta forma. Por ejemplo, es importante que la palabra no evoque respuestas de evitación si el niño debe responder apropiadamente en muchas situaciones. Deseamos que las palabras lastimar, peligroso, feo, malo y otras evoquen ciertas respuestas emocionales negativas. De la misma manera pretendemos que palabras como hogar, país, familia, bueno, alegre y muchas otras evoquen respuestas emocionales positivas. Aunque la manera en la cual estos aspectos del lenguaje se adquieren no puede explicarse totalmente con base en el análisis expuesto hasta aquí, puede indicarse que, a un nivel muy básico, algunas palabras de nuestro lenguaje deben aparearse con estímulos positivos y otras con estímulos aversivos durante el entrenamiento del niño para su adquisición. Sin este entrenamiento podría ser que el niño no fuera capaz de beneficiarse de las interacciones lingüísticas con otra gente ni, de hecho, de sus conductas verbales. Esto será tratado ampliamente más adelante. Resumen Una RGP fue condicionada a la palabra largo mediante el aparea- Artur W. Staats 19 miento del término con un estímulo aversivo incondicionado en un procedimiento de condicionamiento clásico. Subsecuente a este pro- cedimiento, el significado evaluativo de la palabra largo fue medido a través del uso de una escala semántica apropiada. Un significado evaluativo negativo fue también condicionado a la palabra largo mediante este procedimiento. Además, se encontró que la intensidad de la RGP condicionada se correlacionaba significativamente con la intensidad de la respuesta condicionada al significado. Los resultados apoyaron la teoría de que el significado emocional de las palabras consiste en las respuestas que se condicionan clásicamente a la palabra a través del apareamiento sistemático de ésta con algún aspecto particular del ambiente en la experiencia lingüística natural que recibimos. CONDICIONAMIENTO LINGÜÍSTICO DEL SIGNIFICADO DE PALABRA A PALABRA Se ha dicho que se logra una comprensión importante de la conducta mediante la demostración de que ciertos estímulos ambientales pueden evocar respuestas en varios organismos de acuerdo con ciertas leyes. Las implicaciones de este hallazgo se extendieron marcadamente en cuanto a generalidad e importancia cuando Pavlov encontró que la capacidad del estímulo de evocar una respuesta podría ser adquirida. A otro principio básico del aprendizaje, el cual es uno de los principios de mayor jerarquía dentro de la teoría, se le llama condicionamiento clásico de orden superior. Este principio, que también se basa en la experimentación de laboratorio, establece que un estímulo no solamente adquiere el poder de evocar una respuesta, sino que una vez hecho esto, puede "transferir” entonces la respuesta a un estímulo nuevo. Así, un tercer estímulo puede evocar la respuesta sin que nunca halla sido apareado con el estímulo ambiental original que evoca la respuesta. Aprendizaje Lenguaje y Cognición Eic Vamos a referirnos por el momento a la figura 2.1, la cual ilustra lo que se conoce como condicionamiento clásico de primer orden. Un estímulo, la campana, que no evoca la respuesta de salivación se aparea con el polvo de comida, el cual sí evoca la respuesta. Después de un número suficiente de apareamientos, la campana también evoca la respuesta. De este modo, la campana ha adquirido el poder de evocar la respuesta. Además, si la campana se aparea ahora con otro estímulo que no evoca la respuesta, el nuevo estímulo adquirirá el poder de hacerlo. Digamos que una luz se encenderá frente al perro y este estímulo es inmediatamente seguido por el sonido de la campana. Después de algunos ensayos de apareamiento de estos dos estímulos, el estímulo luminoso puede evocar la respuesta de salivar por sí mismo, sin que sea presentado el sonido de la campana. De este modo, el poder de evocar la respuesta, que había sido adquirido por el estímulo de la campana, también podría ser transferido a cualquier otro estímulo con el cual la campana fue apareada. Este procedimiento se esquematiza en la figura 2.4. En este procedimiento la campana se utiliza ahora como el estímulo incondicionado, esto es, el estímulo que confiablemente evoca la respuesta. La luz es el Ec. Cuando estos dos estímulos son apareados, la luz evocará la respuesta condicionada de salivar. Este proceso se llamaría condicionamiento de segundo orden y constituye una forma de condicionamiento de orden superior. Si la luz se aparea con un estímulo nuevo y ocurre un condicionamiento Artur W. Staats 21 adicional, éste sería el caso de un condicionamiento de tercer orden, y así sucesivamente. Cada caso después del condicionamiento de primer orden es un caso de condicionamiento de orden superior. Es difícil obtener condicionamientos de orden superior en el laboratorio cuando se trabaja con respuestas fisiológicas, aunque Zimmerman (1957) demostró que algunas características de los estímulos condicionados pueden establecerse con firmeza. De cualquier forma, en la vida real, donde el número de ensayos de condicionamiento puede ser muy grande, con apareamientos intermitentes del Ec y el Eic, es posible obtener condicionamientos de orden superior de gran magnitud. También puede darse el caso de que el condicionamiento de primer orden continúe ocurriendo ocasionalmente en las situaciones cotidianas y, en esta forma, mantener la fuerza del estímulo condicionado. Así, el principio del condicionamiento clásico más importante fue probado en el contexto del aprendizaje del lenguaje tanto con animales como con humanos, y se encontró que era relevante. Es decir, parece que el significado de las palabras puede ser adquirido de acuerdo con los principios del condicionamiento clásico. Esta verificación del principio primordial de la teoría apoya la validez de otros principios de la teoría en el mismo contexto del aprendizaje del lenguaje. Esto es, se ha sugerido que una palabra puede volverse significativa cuando se ha apareado como Ec con algún aspecto del ambiente que evoca una respuesta emocional. La palabra entonces evocará la respuesta, o parte de ella, y de este modo adquiere un significado. Con este apoyo, empero, surge la posibilidad de que también ocurra un condicionamiento de orden superior del significado de las palabras. Esto es, si una palabra que ha evocado una respuesta se aparea con otra palabra que no tiene significado, esta última debería adquirir consecuentemente un significado. Algo análogo a esto ocurrió con la gata Max. Después de que la palabra no se convirtió en un Ec para ella, cuando se le presentaba podía evocar la respuesta de retirarse. Además, el autor observó que después de haber usado la palabra varias veces cuando la gata empezaba a rasgar las cortinas, por ejemplo, ésta se mantenía alejada Aprendizaje Lenguaje y Cognición de las mismas. Esto podría esperarse con base en el condicionamiento de orden superior; esto es, la palabra no evocaba la respuesta de retirarse mientras el animal miraba el estímulo condicionado, las cortinas. Después de algunos ensayos, las cortinas, como estímulo visual, evocarían la respuesta de retirarse. Esto es muy similar a decirle a un niño que cierta comida sabe amarga. Si el niño ha sido condicionado a responder a la palabra retirándose del estímulo asociado a ésta (y con otras respuestas emocionales condicionadas), él se “retirará” de la comida que ha sido apareada con la palabra. Además, sería posible establecer el significado de nuevas palabras con base en el condicionamiento de orden superior. Digamos, usando otro ejemplo, que un niño ha adquirido el sig-nificado de la palabra malo mediante el condicionamiento de primer orden descrito anteriormente. Es decir, el niño ha recibido una estimulación aversiva en contigüidad con la presentación de la palabra estímulo. Supongamos también que el niño posteriormente lee la palabra perverso, una palabra que nunca ha visto antes, en este caso, una sílaba sin sentido para él. Entonces el profesor o los padres le dicen que la palabra perverso significa malo, y repite esto para sí mismo varias veces. Estas experiencias pueden constituir ensayos de condicionamiento en los cuales la palabra malo sirve como Eic y la palabra perverso como Ec. A través de este condicionamiento, la nueva palabra, perverso evocará la misma respuesta semántica que la palabra malo, y nunca será necesario aparear la palabra perverso con un estímulo aversivo no aprendido. El significado establecido mediante condicionamiento clásico El experimento de condicionamiento de primer orden ya descrito y los resultados de la manipulación de variables de condicionamiento en el estudio efectuado por el autor con el gato formalizaron las observaciones de la vida diaria. Los métodos de experimentación Artur W. Staats 23 usados en los experimentos que van a ser descritos fueron desarro- llados por el autor de una manera similar. La hipótesis derivada de la teoría básica fue que una palabra puede evocar una respuesta de significado emocional. Si esta palabra se aparea un número de veces con un estímulo neutral, como una sílaba sin sentido, la palabra sin significado evocará en el proceso la respuesta significativa. Por tanto, adquirirá significado en sí misma. Por consiguiente, si la persona así condicionada califica la sílaba sin sentido, la estimación estará en función de la respuesta semántica condicionada. Al explorar esta posibilidad, el autor mostró primero la sílaba sin sentido a los sujetos y enseguida pronunció una palabra con un significado particular. Más tarde, los sujetos estimaron el significado de la sílaba sin sentido. En realidad, para este experimento, se utilizaron dos sílabas en este procedimiento, una apareada con una palabra de significado evaluativo positivo y otra con un significado negativo. Al parecer, ocurrió el efecto de condicionamiento esperado. Esto apoyó informalmente la hipótesis de que una sílaba sin sentido, apareada con una palabra significativa, puede ser condicionada para evocar la respuesta semántica ya evocada por la palabra. De cualquier modo, este procedimiento simple necesitó ser mejorado. Por alguna razón, si la misma palabra se apareaba muchas veces con la sílaba sin sentido, el hecho de que ésta evocase la respuesta semántica de la palabra podía explicarse con base en la asociación directa entre la sílaba y la palabra misma. Esto es, si la palabra era placentera, por ejemplo, y la escala de estimación placentera- desagradable, entonces la sílaba provocaría la respuesta de la palabra placentera y esa respuesta podría mediar la calificación en la escala como placentera. No obstante, la asociación directa entre la sílaba sin sentido y la palabra con que fue apareada podría eliminarse, incluso con apa- reamientos múltiples sílaba-palabra. Esto sería posible apareando la sílaba en cada ensayo con una palabra diferente, en donde todas las palabras poseen un componente idéntico de significado emocional. Estas palabras no tendrían que ser sinónimas si puede considerarse que una palabra ha sido condicionada para evocar más de una respuesta significativa. Esto es, cuando la palabra caramelo se aparea Aprendizaje Lenguaje y Cognición con la presentación de un caramelo, más de una respuesta se condiciona a la palabra. El estímulo visual del caramelo podría evocar respuestas sensoriales que fueron condicionadas a la palabra, formando en parte el significado de la palabra. Además, como quiera que sea, el caramelo en la boca evoca una respuesta de salivación, así como respuestas sensoriales adicionales que pueden ser. condicionadas a la palabra y, en parte, convertirse en su significado. La palabra caramelo, como resultado del condicionamiento, evocará una respuesta emocional positiva, así como otras respuestas. Así, con este procedimiento debiera ser posible seleccionar pala- bras que evoquen un tipo de respuesta de significado similar, aun cuando sus otros componentes semánticos sean diferentes. Por ejemplo, las palabras preciosa, dulce y saludable tienen en común un significado evaluativo positivo y, a pesar de esto, poseen un sig- nificado diferente cada una de ellas. Usando estas palabras en cada ensayo de condicionamiento, la sílaba sin sentido podía aparearse con una palabra diferente; no obstante, el mismo componente semántico de la respuesta sería evocado por cada palabra y asociado a la sílaba. Si la sílaba sin sentido nunca se apareaba con la misma palabra más de una vez, la asociación estable entre la sílaba y la palabra no podría lograrse. La asociación sería entre la sílaba sin sentido y la respuesta semántica. Después de este análisis, el autor llevó a cabo exploraciones in- formales adicionales con sujetos adultos. Nuevamente los resultados sugirieron que ocurrió el condicionamiento semántico de orden superior. Sin embargo, hubo muchas condiciones no controladas en este procedimiento. Por ejemplo, las diferencias en las experiencias previas de los sujetos les permitieron otorgar significados diferentes a las sílabas sin sentido, aun antes de poner en marcha los procedimientos experimentales. Siendo así, el efecto experimental no fue lo suficientemente importante como para ser evidente en cada sujeto de una manera confiable. Aunque los estudios piloto fueron alentadores, indicaron la necesidad de pruebas experimentales más formales que involucrasen un grupo de sujetos. Entonces, el autor diseñó y llevó a cabo un experimento formal para probar la hipótesis de que puede ocurrir el condicionamiento de Artur W. Staats 25 orden superior del significado emocional (o evaluativo) de una palabra a otra nueva. El condicionamiento esperado ocurrió y validó la racionalización teórica del autor. Tras esta verificación, Carolyn K. Staats emprendió dos estudios de replicación como tesis doctoral empleando dos tipos adicionales de significado de las palabras. Los tres experimentos fueron publicados en el Journal of Experimental Psychology (1957)3 Método Sujetos. Los sujetos fueron 86 estudiantes de psicología elemental de la Universidad del Estado de Arizona. Participaron en el estudio para satisfacer un requisito del curso. Para 32 sujetos los Eic fueron palabras con cargas altas en el factor evaluativo (experimento I); 24 sujetos tuvieron palabras de actividad como EiC (experimento II); y 30 sujetos fueron condicionados con palabras con cargas altas en el factor potencia (experimento III). Experimento I. Los sujetos fueron estudiados en dos grupos, con 16 sujetos cada uno de ellos. Se utilizaron dos tipos de estímulos: sílabas sin sentido, que fueron presentadas visualmente mediante la proyección de diapositivas en una pantalla, y palabras presentadas oralmente por el experimentador a los sujetos para que las repitieran en voz alta inmediatamente después de que aquél las hubiese pronunciado individualmente. Los sujetos primero tuvieron que sentarse en una habitación de manera tal que pudiesen ver la pantalla y no ver el material de los demás. Se les dijo que iban a participar en un experimento rela- cionado con el estudio de dos tipos de aprendizaje diferentes para ver la efectividad de cada uno de ellos. Una tarea de aprendizaje estaba relacionada con sílabas sin sentido y la otra con palabras. Se presentaron dos tareas para adiestrar a los sujetos en el pro- cedimiento y para orientarlos apropiadamente con respecto a la si- guiente fase del experimento, enla cual se sometió a prueba la hipó- 3 Para examinar el estudio completo, véase Carolyn K. Staats y Arthur W. Staats. "El significado establecido mediante condicionamiento clásico”. J. exp. Psychol., 1957, 54, 74-80. Aprendizaje Lenguaje y Cognición tesis. Se informó a los sujetos que el propósito principal del expe- rimento era estudiar "cómo ambos tipos de aprendizaje ocurrían juntos” y el efecto que ejercía uno sobre el otro, etc. Se utilizaron seis sílabas nuevas: YOF, LAJ, XEH, WUH, GIW y QUG. Las sílabas se presentaron en la misma forma. Aproximadamente un segundo después de que la sílaba aparecía en la pantalla, el experimentador pronunciaba una palabra en voz alta. Los intervalos entre las presentaciones de las sílabas fueron nuevamente menores de un segundo. A los sujetos se les dijo que podrían aprender las sílabas con sólo mirarlas, pero deberían concentrarse simultáneamente en pronunciar las palabras en voz alta y para sí mismos, dado que había muchas palabras que se presentaban sólo una vez. Las sílabas sin sentido se presentaron en orden aleatorio, pero nunca más de dos veces en sucesión, de manera que no se formaran asociaciones sistemáticas entre ellas. Cada sílaba sin sentido fue presentada 18 veces, y en cada ocasión fue apareada con una palabra diferente, esto es, hubo 18 ensayos de condicionamiento. Una sílaba sin sentido nunca fue apareada con una palabra más de una vez, de manera que no se formaron asociaciones estables entre una sílaba sin sentido y cualquier palabra. En consecuencia, se utilizaron 108 palabras diferentes. Dos de las sílabas siempre se aparearon con palabras que tenían una carga alta de significado evaluativo. La mayoría de las palabras significativas relevantes fue tomada de Osgood y Suci (1955). Cuando las palabras apropiadas con carga alta no podían encontrarse de esta forma, un diccionario de sinónimos las sustituyó. Las otras 4 sílabas fueron apareadas con palabras que no tenían un significado sistemático. Las palabras con significado emocional positivo fueron: bello, ganar, regalo, dulce, honesto, listo, rico, sagrado, amigo, valioso, bistec, feliz, hermosa, saludable, éxito, dinero, vocación, amor. Las palabras con significado emocional negativo usadas como estímulos incondicionados fueron: ladrón, amargo, feo, triste, devaluado, ardor, enemigo, cruel, sucio, malvado, enfermo, estúpido, falla, disgusto, agonía, miedo, loco, veneno. Para el grupo 1, XEH se apareó con diferentes palabras que tenían un significado evaluativo negativo, y YOF se apareó con palabras con Artur W. Staats 27 significado evaluativo positivo. Para el grupo 2, XEH se apareó con palabras con significado positivo y YOF con palabras que tenían significado negativo. El orden de las palabras se mantuvo constante. Cuando se concluyó la fase de condicionamiento, se informó a los sujetos que el experimentador quería saber primero cuántas sílabas recordaban. Al mismo tiempo se les dijo que sería necesario saber cómo se sentían con respecto a las sílabas, dado que esto podía tener efectos en cómo aprendieron las sílabas. A cada sujeto se le entregó una libretita con seis páginas. En cada página estaba impresa una de las sílabas sin sentido y una escala de estimación semántica, que fue la escala de siete puntos descrita por Osgood y Suci [9], en un continuo de placentero a desagradable. Un ejemplo sería: QUG placentero : ___ : ___ : ___ : ___ : ___ : ____ : ____: desagradable En la libreta aparecía QUG en la primera página y las otras sílabas se presentaban en las páginas siguientes en este orden: XEH, LAJ, WUH, YOF y GIW. A los sujetos se les dijo cómo marcar en la escala e indicar al final de la página si la sílaba había sido presentada o no. Se evaluó entonces a los sujetos con respecto a las palabras. Finalmente se les pidió que escribiesen cualquier cosa que hubieran pensado acerca del experimento, especialmente con respecto a su propósito, o cualquier cosa que hubiesen pensado en el transcurso del misino. Se les explicó que esto tal vez pudo haber afectado la manera en que aprendieron la tarea. Experimento II. El procedimiento se repitió exactamente con estos sujetos, excepto que las palabras usadas para condicionar el significado a XEH y YOF poseían cargas muy altas en el factor de actividad. Las palabras "activas” que se utilizaron son las siguientes: rápido, feroz, tenso, enérgico, caliente, animado, agitado, veloz, ansioso, irónico, apresurado, inquieto, excitado, joven, atropellar, juguetón, ágil. Las palabras "pasivas” que se emplearon son las siguientes: adormilado, frío, descuidado, amodorrado, holgazán, apagado, flojo, calmado, viejo, despacio, relajado, dormido, descanso, apacible, inerte, lento, atrasado, muerto. Dado que las otras condiciones fueron idénticas a las del experimento I, no es necesario Aprendizaje Lenguaje y Cognición enlistar completamente los pares de sílaba y palabra. Los sujetos fueron otra vez divididos equitativamente en el grupo 1 y en el grupo 2. Con respecto al grupo 1, YOF se apareó con las palabras del significado pasivo y XEH con las palabras de significado activo. Lo contrario ocurrió para el grupo 2. La libreta de medición semántica también fue la misma, excepto que las sílabas se juzgaron conforme a una dimensión activo-pasivo. Experimento III. El procedimiento fue otra vez el mismo, excepto que las palabras usadas tenían una carga alta de significado de potencia. Las palabras usadas se enlistaron de la manera siguiente: las palabras “fuertes” primero y después las palabras “débiles”. Tales palabras son: potente, atlético, firme, masculino, robusto, saludable, pesado, rudo, bravo, activo, duro, cargado, profundo, incisivo, rico, ancho, grueso, largo-, lisiado, débil, suave, quebradizo, estrecho, pobre, insípido, delgado, cobarde, femenino, cojo, frágil, delicado, enfermo, quieto, pasivo, pequeño, ligero. Las sílabas fueron juzgadas más tarde conforme a la dimensión fuerte-débil. Para el grupo 1, la sílaba YOF estuvo apareada con las palabras fuertes y XEH con las palabras débiles. Para el grupo 2 ocurrió lo contrario. Diseño Los datos de los tres experimentos recibieron el mismo tratamiento. Tres variables fueron consideradas en el diseño: el significado con- dicionado (placentero y desagradable, activo y pasivo o fuerte y débil, dependiendo del experimento); las sílabas (XEH y YOF), y los grupos (1 y 2). Las calificaciones en el diferencial semántico otorgadas a cada una de las dos sílabas condicionadas se analizaron según el diseño de cuadros latino de 2 X 2 descrito por Lindquist (1953, pág. 278) para su diseño tipo II. Resultados Todos los sujetos fueron interrogados con respecto al propósito de los experimentos. De los 86 sujetos, algunos indicaron conocimiento de la Artur W. Staats 29 relación entre ciertas palabras y las sílabas. Con respecto a estos sujetos se puede sugerir que cualquier significado adquirido por las sílabas se debió a ese conocimiento. Por esta razón, los datos se analizaron sin las calificaciones de los sujetos “conscientes”. A fin de mantener un diseño contrabalanceado al excluir a estos sustos, fue necesario eliminar al azar de los datos a otros 3 sujetos. El número de sujetos resultante fue el siguiente: 30 sujetos en el experimento I, 20 en el experimento II y 24 en el experimento III. Los resultados del análisis indican que ocurrió el efecto de condi- cionamiento hipotetizado. En el experimento I, la prueba F de la variable del significado evaluativo condicionado fue significativa, más allá del nivel 0.001. Ninguna de las otras variables tuvo gran importancia. En el experimento II, la prueba F del significado de actividad condicionado fue significativa más allá del nivel de 0.05. Ninguna de las otrasvariables tuvo mayor relevancia. En el experimento III, la prueba F del significado de potencia condicionado fue significativa más allá del nivel 0.06. Los grados de libertad en este caso fueron Aprendizaje Lenguaje y Cognición solamente 1 y 22. Ninguna de las otras variables fue significativa. Discusión En los tres experimentos, los componentes comunes de las respuestas semánticas totales de las palabras se condicionaron a sílabas sin sentido presentadas contiguamente. Esta concepción se esquematiza en la figura 2.5. Con esta figura se muestra más específicamente la forma como se pensó que el condicionamiento tuvo lugar en el estudio. La sílaba sin sentido YOF, en este ejemplo, se presenta antes de la palabra bonita. Bonita evoca una respuesta al significado. Esto se esquematiza en la figura como respuestas de dos componentes: una respuesta emocional rvp (en este ejemplo, las palabras tienen valor positivo), y las otras respuestas distintivas que caracterizan el significado de la palabra Ri. El apareamiento de YOF y bonita produjo asociaciones entre YOF y rvp y YOF y Rh. En las siguientes presentaciones de la sílaba YOF y las palabras dulce y saludable la asociación entre YOF y la rvp se fortaleció mucho más. Esto no es el caso con las asociaciones Rh, Rd, y Rs, dado que ocurren solamente una vez e inmediatamente son seguidas por otras asociaciones que son inhibitorias. Las asociaciones directas indicadas en la figura, entre la sílaba sin sentido y las palabras individuales, pueden ser inhibidas en esta forma. Debe añadirse que dado que el estudio fue publicado, se empren- dieron diversos estudios para replicar estos resultados (véase Cohén, 1964; Das y Nanda, 1963; Di Vesta y Stover, 1962; Paivio, 1964, y Pollio, 1963). Los hallazgos muestran en general que el significado de una palabra puede ser condicionado a otras palabras con las cuales se aparea. Pollio demostró que en este procedimiento, además del condicionamiento de la respuesta semántica a la sílaba sin sentido, ésta también evoca alguna de las palabras con las cuales se aparea. En el experimento de Cohén, un mayor porcentaje de sujetos que en el presente estudio se hizo consciente de que las sílabas sin sentido se Artur W. Staats 31 apareaban con ciertos tipos de palabras; sin embargo, aun cuando el artículo de Cohén no lo estipula de una manera clara y precisa después del experimento se les hizo una pregunta más sugestiva que la utilizada en el procedimiento original —con lo cual se esperaría un incremento en sus reportes de conciencia. Resumen Se llevaron a cabo tres experimentos para probar la hipótesis de que las respuestas semánticas evocadas por una palabra pueden condicionarse a un estímulo neutro (una sílaba sin sentido) pre- sentado contiguamente. El estudio suponía que el significado total de las palabras está constituido por componentes de respuesta que pueden ser condicionados separadamente. Una sílaba sin sentido fue presentada visualmente 18 veces, apareada en cada ocasión con la presentación auditiva de una palabra diferente. Aun cuando estas palabras eran diferentes, todas tenían un componente semántico idéntico. En el experimento I, una sílaba sin sentido se apareaba con un significado evaluativo positivo y otra sílaba se apareaba con un significado evaluativo negativo; en el experimento II se condicionaron respuestas al significado "activo” y al significado “pasivo”; y en el experimento III se condicionaron respuestas a los significados "fuerte” y “débil”. En cada experimento hubo evidencias significativas de que las respuestas semánticas se condicionaron a las sílabas sin sentido. ACTITUDES ESTABLECIDAS MEDIANTE CONDICIONAMIENTO CLÁSICO El análisis y los resultados experimentales precedentes (véase tam- bién Staats y col., 1959, 1963) han indicado que el significado "emo- cional” de las palabras se adquiere de acuerdo con el principio del condicionamiento clásico. Sin embargo, ocurre que eventos similares son habitualmente descritos como actitudes, tanto en términos de sentido común como en el lenguaje técnico. Es decir, los términos respuesta emocional negativa y estímulos emocionales negativos han Aprendizaje Lenguaje y Cognición sido empleados en las discusiones previas en calidad de ejemplos. Los mismos eventos también podrían ser descritos con los términos respuesta actitudinal negativa o estímulos actitudinales negativos, y lo mismo se aplica en el caso de las actitudes positivas. Puede sugerirse que el proceso por el cual las actitudes se forman es el mismo que el proceso por el cual se forma el significado emocional, evaluativo o afectivo, es decir, el proceso de condiciona- miento clásico. La única diferencia, que parece ocurrir cuando se usan los diferentes términos, es la naturaleza del estímulo involu- crado. Si el estímulo es un objeto social, entonces, empleando el sentido común, tendemos a usar el término actitudes. Esto también es cierto con los estímulos verbales. Si el estímulo verbal está relacionado con la gente, los lemas políticos, etc., tendemos a hablar de la respuesta al estímulo como actitud. No decimos que tenemos una actitud hacia el objeto estímulo de una cena, o hacia la palabra cena. De cualquier manera, el proceso por el cual la palabra cena evoca una respuesta emocional positiva es el mismo por el cual los términos americano, democracia, libertad, etc., evocan respuestas emocionales positivas. Debe indicarse que este análisis se aplica a otros tipos de estí- mulos que llamamos con diferentes nombres, tales como el término valores en psicología social y sociología, necesidades e intereses en la teoría de la personalidad, impulsos y motivaciones en psicología experimental, fetiches, urgencias y objetos catectizados en psicología anormal, etc., por mencionar algunos ejemplos. Todos se refieren a estímulos que evocan respuestas emocionales en el individuo, de acuerdo con los principios del condicionamiento clásico primario o el condicionamiento clásico de orden superior. El autor sostiene que uno de los aspectos poderosos del lenguaje consiste en que las palabras que evocan esos tipos de respuestas, es decir, que tienen significado emocional positivo o negativo (actitudes), pueden transferir este tipo de significado a otros estímulos ambientales con los cuales son apareados. Se ha sugerido que el proceso por el cual esto ocurre también es un proceso de condicio- namiento clásico. Esto reviste especial importancia cuando los estímulos con los Artur W. Staats 33 cuales se aparean las palabras son estímulos sociales, esto es, son estímulos de otros seres humanos o estímulos que se asocian con o representan a otros seres humanos. Estas sugerencias fueron evaluadas en parte usando los métodos del autor que acaban de ser descritos. Esto es, el estudio amplió los experimentos originales sobre el condicionamiento del significado mediante el análisis de la formación de actitudes (significado emocional) hacia estímulos verbales con significado social a través del condicionamiento clásico. Los estímulos verbales socialmente significativos fueron nombres gentilicios y nombres masculinos co- nocidos. Se esperaba que ambos tipos de estímulos, a diferencia de las sílabas sin sentido, evocaran respuestas actitudinales con base en las experiencias de condicionamiento preexperimental de los in- dividuos que participaron como sujetos. El propósito de este estudio fue probar la hipótesis de que las actitudes ya evocadas por estímulos verbales con significado social podían modificarse mediante los procedimientos de condicionamiento clásico de orden superior, utilizando otras palabras como estímulos condicionados. Los resultados mostraron que las actitudes de los sujetos hacia los gentilicios holandés y sueco podían condicionarse en cualquieradirección, positiva o negativa. Lo mismo fue cierto con los nombres Tomás y Guillermo. De este modo, un grupo de sujetos podía condicionarse hasta un punto estadísticamente significativo a mostrar actitudes positivas o negativas hacia otros grupos de personas. Esto podría llevarse a cabo mediante un procedimiento muy breve, en el cual las palabras simplemente se aparearon con el nombre del grupo. Los individuos condicionados de esta manera no tenían conocimiento siquiera del propósito de la experiencia de condicionamiento a la cual estuvieron sujetos (Staats y Staats, 1958). Debe añadirse que no fue una respuesta de apreciación la que se condicionó en este procedimiento, sino más bien una respuesta actitudinal implícita que medió la conducta de utilizar la escala de estimación semántica. Esta escala puede considerarse análoga a un reactivo de un dispositivo de evaluación de actitudes. La misma respuesta actitudinal condicionada pudo ser medida de varias formas y se esperaría que evocara o mediara muchos tipos diferentes de Aprendizaje Lenguaje y Cognición respuestas manifiestas, dependiendo de las otras condiciones de la situación. Es posible, dentro de esta concepción, interpretar dos estudios de Razran (1938, 1940) concernientes al condicionamiento de las estimaciones. Razran encontró que las estimaciones de fotografías de muchachas étnicamente etiquetadas y de lemas sociopolíticos podían alterarse mediante la presentación de estos estímulos cuando los sujetos degustaban un almuerzo gratuito y, en el caso de los lemas, cuando a los sujetos se les presentaba una estimulación desagradable al olfato. Podría pensarse que el cambio en las estimaciones se debe al condicionamiento de una respuesta emocional (actitudinal) implícita, a los estímulos, mediante el almuerzo o los olores desagradables. Es decir, parte de la respuesta emocional total evocada por la comida, por ejemplo, fue condicionada a las fotografías o a los lemas y se convirtió en el proceso de respuesta que a su vez evocó la estimación positiva. CONDICIONAMIENTO DE ORDEN SUPERIOR DEL SIGNIFICADO Y LA COMUNICACIÓN Esto y los resultados precedentes corroboran la hipótesis experi- mental de que cuando una palabra que evoca una respuesta con significado emocional se aparea con un estímulo que no evoca esa respuesta, el estímulo evocará la respuesta semántica. El principio del condicionamiento clásico de orden superior recibió apoyo en el contexto del aprendizaje del lenguaje. Esto tiene varias implicaciones importantes. Primero, apoya la idea de que gran parte del aprendizaje del lenguaje puede ocurrir con base en ese principio. Es decir, una vez que el individuo ha adquirido respuestas semánticas a las palabras estímulo, está preparado para ampliar su repertorio de palabras significativas a partir de la experiencia verbal adicional. Un individuo sin un repertorio básico de palabras significativas no adquirirá un repertorio amplio de esa índole cuando se exponga a la nueva experiencia verbal. Esto es, si a un niño que ya ha sido condicionado para responder apropiadamente a Artur W. Staats 35 la palabra buena se le señala que la educación es buena, se producirá en él un mayor aprendizaje del lenguaje. La misma oración no produciría un significado positivo para la palabra educación en el niño que no ha sido previamente condicionado para responder a la palabra buena. Además, cuando el individuo posee tal repertorio de palabras significativas, puede aprender nuevas respuestas a algunos aspectos del ambiente, así como a otras palabras, sobre una base puramente verbal. En consecuencia, con respecto a un niño no verbal en este sentido sería necesario que recibiera la experiencia aversiva directa de estar solo en la calle antes de que fuese condicionado a evitarla. Sin embargo, con respecto al niño que ya conoce un significado emocional Aprendizaje Lenguaje y Cognición negativo de la palabra lastimar, sólo será necesario proporcionar los estímulos de condicionamiento lingüístico de orden superior tales como “si sales a la calle puedes lastimarte”. Para ilustrar más ampliamente el procedimiento completo, di- gamos que a un niño se le ha dado el entrenamiento en el que la palabra lastimar se aparea con varios estímulos aversivos. Esto es, el niño inevitablemente recibirá varios raspones y moretones en su actividad diaria. Los accidentes que producen estos estímulos dolo- rosos pueden emplearse como el EiC en los procedimientos de con- dicionamiento con los que el niño es adiestrado para responder al significado acostumbrado de la palabra lastimar. Esto puede lograrse pronunciando la palabra poco después del accidente o mientras lo está curando, pero le sigue doliendo. Como consecuencia del apareamiento sistemático de la palabra con varios estímulos aversivos en esta forma, se esperaría que la palabra evocara parte de las respuestas provocadas por los estímulos aversivos. La palabra sería un estímulo condicionado y la respuesta emocional condicionada conferiría a aquélla su significado. Este proceso de condicionamiento semántico de primer orden se esquematiza en la figura 2.6a. Siguiendo con el mismo ejemplo, supongamos que más tarde el niño se entretiene en una actitvidad deletérea y se le dice: “Eso es peligroso, te puedes lastimar”. Podría esperarse que éste y ejemplos similares de condicionamiento de orden superior condicionaran la respuesta emocional lastimar a la palabra nueva, peligroso. Este condicionamiento se esquematiza en la figura 2.6b. Después de haber ocurrido este tipo de aprendizaje, la palabra peligroso puede ser apareada con varios estímulos diferentes y estos estímulos nuevos evocarán la misma respuesta condicionada. El mismo niño, mientras observa alguna motocicleta, puede ser ad- vertido más tarde por una madre ansiosa: son peligrosas. Mediante este tipo de experiencia, sin nunca haber tenido una experiencia directa con las motocicletas, el niño sería condicionado a responder ante ellas como si hubiera vivido tal experiencia aversiva, como en la Artur W. Staats 37 figura 2.6c. Realmente no es ni siquiera necesario que al niño se le diga la palabra peligroso en el momento en que está mirando la motocicleta. Bastaría simplemente con decirle: “Las motocicletas son peligrosas. La oración condicionaría las respuestas semánticas pe- ligroso a la palabra motocicleta. Cuando el niño viera más tarde el objeto estímulo, evocaría una respuesta de denominación y la palabra estímulo producida evocaría la respuesta con significado emocional. (El proceso por el cual los objetos estímulo evocan respuestas de denominación se analizará en la segunda parte del libro.) De este modo, se esperaría que a través de la experiencia verbal de este tipo el individuo pudiese condicionarse a responder como si hubiese tenido experiencia directa con el objeto estímulo ambiental involucrado. Debido a este proceso, y a otros mecanismos de aprendizaje que se describirán más adelante, el individuo humano no necesita entrar en contacto directo con varias situaciones y problemas ambientales. Él adquirirá respuestas apropiadas a situaciones que nunca ha experimentado, sino sólo a nivel verbal. Estos tipos de condicionamiento semántico de orden superior son algunos de los procesos de aprendizaje del lenguaje que son comúnmente llamados comunicación. Ciertos informes relacionados con la comunicación han sido proporcionados por Mowrer (19605) y Osgood (1953). Un análisis más completo ha sido realizado por Staats (véase Staats, 1964a; Staats y Staats, 1963). El tema se examina con mayor detalle en un capítulo posterior. De cualquier manera, se puede indicar que una de las razones por las cuales el hombre posee poderes de aprendizaje tan grandes puede explicarse con base en estos aspectos dellenguaje. También puede sugerirse que un repertorio escaso de palabras significativas puede ser una de las razones que subyacen a ciertas dificultades de aprendizaje. Podemos considerar como ejemplo a los niños re- tardados. Otro ejemplo que probablemente involucra un fuerte déficit en el repertorio de palabras con significado emocional puede verse en la conducta de los psicópatas, quienes no reciben el beneficio de las advertencias verbales, peticiones y admoniciones al igual que otras personas. En general, se esperaría que un niño que no posee un Aprendizaje Lenguaje y Cognición repertorio de palabras significativas en el sentido descrito, no sería capaz de aprender mediante la presentación habitual de los estímulos verbales. Sin embargo, esto no quiere decir que todo el condicionamiento verbal de este tipo provee al individuo con respuestas que se ajustan a él y a otras personas de su sociedad. Tomando como ejemplo el experimento del condicionamiento de las actitudes, un individuo puede ser condicionado para responder a las palabras y, por ende, a los objetos denominados por las palabras, de una manera muy diferente a las respuestas que habría aprendido si hubiese tenido experiencia directa con los objetos. Supongamos, por seguir el ejemplo, que en el breve proceso de condicionamiento experimental el sujeto ha sido condicionado para emitir una respuesta semántica muy negativa a la palabra holandesa-, posteriormente, si al sujeto se le presenta una persona que dice ser holandesa, aquél emitiría una respuesta negativa hacia esa persona. La actitud negativa estaría en función del procedimiento de condicionamiento del lenguaje, lo cual sería realmente lo opuesto al condicionamiento directo que ocurriría con la experiencia directa con la persona en sí. Cuando el condicionamiento del lenguaje produce aprendizaje diferente del que produciría la experiencia directa con los objetos estímulo (sociales o físicos) en sí mismos, puede decirse que el condicionamiento del lenguaje no ha desempeñado su papel de “pro- fesor sustituto”. También se esperaría que el condicionamiento ocu- rrido fuese desadaptativo. Continuando con el ejemplo, supongamos que el individuo que ha aprendido una actitud negativa hacia la palabra holandés evitaría interactuar con personas holandesas. Si él en realidad pudiera obtener recompensas por dicha interacción, el condicionamiento verbal que previno la interacción no sería adaptativo. Esto es sólo un ejemplo moderado. No obstante, se puede sugerir que muchos de los problemas sociales que ocurren entre grupos de personas se deben en gran parte a los condicionamientos del lenguaje que los individuos experimentan en cada grupo. No sólo la gente se evita socialmente entre sí con base en condicionamientos actitudinales negativos, sino que también pueden responder en otras Artur W. Staats 39 formas que no son deseables; esto puede incluir conducta cruel, insultos, obstruccionismo, respuestas antagónicas, votación oposi- cionista, negarse a servir o ser contratado, así como conductas ser- viles, rastreras temerosas, etc. Cuando tales conductas ocurren con base en el condicionamiento del lenguaje, y en dirección opuesta a la que se produciría por el contacto directo con los miembros de un grupo particular, pueden ser consideradas como desadaptativas. El mismo tipo de respuesta actitudinal “utópica” también puede ocurrir en dirección positiva; por ejemplo, actitudes positivas no realistas hacia un líder. De hecho, en el estudio precedente sobre la formación de acti- tudes, el procedimiento de condicionamiento del lenguaje duró sólo unos minutos e implicó pocos ensayos de condicionamiento. Y se esperaría que el condicionamiento producido fuese leve y no durara mucho tiempo. Sin embargo, si en los pocos minutos de condicio- namiento el grupo de sujetos pudiese ser afectado hasta un punto estadísticamente significativo, puede pronosticarse fácilmente lo que podría hacerse con este tipo de condicionamiento en un periodo de años. Desde luego, esto es lo que ocurre en muchos casos de la vida cotidiana. Es decir, los individuos pueden criarse bajo ciertas cir- cunstancias donde experimentan continuamente el apareamiento de ciertos tipos de palabras con determinados estímulos sociales tales como nombres patronímicos, de grupos o étnicos. El niño criado en el sur de Estados Unidos generalmente tiene experiencias lingüísticas en las que el nombre negro, u otras variedades del nombre, será sistemáticamente apareado con palabras que evocan respuestas actitudinales negativas, por ejemplo, pobre, tonto, inmoral, sucio, desconfiable, precipitado, etc. Muchas de estas palabras evocarían respuestas con un significado negativo aún más intenso. Podría esperarse que después de años de este condicionamiento continuo, las personas de raza negra evocasen respuestas actitudinales negativas en las personas blancas comunes del sur, aun cuando la persona blanca no haya tenido contacto personal con los negros. Este es un ejemplo hipotético. La persona blanca del sur real- mente habría tenido experiencias directas con personas negras, las Aprendizaje Lenguaje y Cognición cuales, dada la organización social, producirían un condicionamiento negativo que tal vez mantendría la inmensa cantidad de condi- cionamiento al que ha sido sujeto a nivel verbal. Pueden citarse otros ejemplos que muestren más claramente el efecto de este tipo de condicionamiento del lenguaje, sin la interferencia de la experiencia directa. De esta manera, sabemos que mucha gente en la Segunda Guerra Mundial no tuvo experiencia directa con los japoneses. Sin embargo, durante la guerra vivieron una enorme cantidad de experiencias lingüísticas a través de varios medios de comunicación que los con- dicionaron negativamente a los nombres Japón, japonés, etc. Se esperaba que este condicionamiento cambiase drásticamente las respuestas de los miembros de la audiencia hacia los nombres y los individuos que los evocaban. Por otro lado, después de la guerra ocurrió un condicionamiento del lenguaje mediante los mismos medios de comunicación masiva que tendió a invertir o recondicionar las actitudes de la audiencia. Como consecuencia, se esperaba que la respuesta actitudinal común a la persona japonesa o al nombre japonés fuese más parecida a la respuesta anterior a la guerra. Debiera enfatizarse que estos tres niveles de actitud negativa hacia los miembros de un grupo de personas se formaron en muchos casos sin experiencias directas de condicionamiento. Cuando éste ha sido el caso, es muy posible que las actitudes formadas sean totalmente injustificadas y desadaptativas. Desde luego, es más frecuente que el condicionamiento del len- guaje al cual estamos sujetos ocurra de acuerdo con los sucesos reales, de tal manera que si los experimentamos directamente nos condicionarán en la misma forma que nuestras experiencias lingüís- ticas. Es por esta razón que el lenguaje es extremadamente adaptativo para nosotros. Desde luego, es pertinente considerar que la experiencia del lenguaje puede no ser verídica en este sentido. En ese caso nuestra experiencia lingüística nos condicionará para responder en formas que no concuerdan con la realidad. El condicionamiento del lenguaje ocurre en nuestras interacciones verbales comunes con la gente. Muchas veces el individuo que provee a algún otro el condicionamiento del lenguaje no está consciente de Artur W. Staats 41 este hecho. Sin embargo, en muchos casos el individuo que provee los estímulos lingüísticos lo hace con el conocimiento de que desea manipular la conducta de su audiencia. La publicidad es, en muchos casos, un intento deliberado por "condicionamos” (aun cuando el publicista quizá no utilice la misma terminología). El publicista, por ejemplo, aparea el
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