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Condicionamiento clásico y el significado emocional (actitudinal) de las palabras Arthur W Staats

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Condicionamiento 
clásico y el significado 
emocional (actitudinal) 
de las palabras1 
Arthur W. Staats 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 Tomado del segundo capítulo de Staats, A. (1983). Aprendizaje, Lenguaje y Cognición. 
México: Trillas. 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
 
 
 
 
 
 
 
Artur W. Staats 
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Al parecer, existen muchos eventos ambientales (estímulos que, 
cuando son presentados, evocan una respuesta en el ser humano 
normal. Es decir, cuando uno de estos estímulos ocurre, será seguido 
por la respuesta particular que comúnmente evoca. Hay un número 
de respuestas legalmente relacionadas con la presentación de los 
estímulos en esta forma: sonidos fuertes, estímulos táctiles, choques 
eléctricos, comida, estímulos visuales, etc.; los cuales evocarán 
distintas respuestas. Muchas de las respuestas involucradas son 
aquellas que ordinariamente serían llamadas reflejos: varias 
respuestas internas tales como los cambios en el flujo de los jugos 
gástricos, la tasa del ritmo cardiaco, el volumen sanguíneo en varios 
órganos internos, el ajuste del tamaño de la pupila, la actividad de las 
glándulas sudoríparas, etc. Asimismo, algunas respuestas motoras 
también son provocadas, por ejemplo, el parpadeo del ojo ante la 
estimulación de la córnea, el reflejo patelar ante la estimulación del 
tendón de la rodilla, etc. 
Cuando este tipo de hallazgo fue observado por primera vez, ello 
constituyó un gran acontecimiento. La demostración de que las 
respuestas del organismo eran el resultado de una estimulación ex-
terna comenzó a indicar que al menos ciertos aspectos de la conducta 
ocurrían de acuerdo con las fuerzas naturales. Antes de la 
demostración de que las respuestas podían ser lícitamente causadas, 
la creencia prevaleciente era que la conducta estaba en función de 
fuerzas internas sobrenaurales y desconocidas. 
El impacto de la demostración de que algunas respuestas son el 
resultado de la presentación de estímulos antecedentes fue consi-
derablemente extendido por los hallazgos de Pavlov. Él demostró que 
los estímulos que no tenían el poder de provocar una respuesta 
particular, como lo hacían otros estímulos, podrían adquirir ese 
poder. Esto es, un estímulo que no evoca una respuesta puede ha-
cerlo si se aparea con un estímulo que provoca dicha respuesta. Por 
ejemplo, el polvo de comida en la boca es un estímulo que se-
guramente evoca la respuesta de las glándulas salivales, produciendo 
una rápida excreción de saliva en la boca. Si un estímulo que no 
evoca esta respuesta es apareado con el polvo de comida, después de 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
un número de apareamientos también provocará la respuesta. Este 
proceso se representa en la figura 2.1. 
El estímulo que originalmente evoca la respuesta es llamado 
estímulo incondicionado. Este tipo de estímulo, conforme al sistema 
de notación, será representado por Eic. En el ejemplo, este estímulo 
es el polvo de comida. El estímulo que al principio no evoca la 
respuesta, pero que más adelante lo hará si es apareado con el 
estímulo incondicionado, se llamará estímulo condicionado Ec. La 
respuesta será abreviada con una R. Debe señalarse que general-
mente no toda la respuesta total (o respuestas) evocada por el Eic será 
condicionada al Ec. Es decir, el estímulo de la comida evoca 
movimientos de la lengua, los labios y las mandíbulas que podrían no 
condicionarse establemente al Ec, aunque sí pueda condicionarse 
una parte de la respuesta total: la respuesta de salivación. 
 
 
Además, debiera señalarse aquí que, si después del condiciona-
miento el Ec se presenta solo muchas veces, sin que se presente tam-
bién el Eic, la respuesta al Ec, empezará a debilitarse. Este proceso 
es llamado extinción. Por tanto, el apareamiento del EiC con el Ec 
condicionará la respuesta al Ec, pero las representaciones del Ec sólo 
durante un número de veces producirá la extinción de la respuesta. 
De cualquier modo debe indicarse que la respuesta al Ec puede ser 
mantenida solamente si es apareada intermitentemente con el Eic y 
en esta forma el condicionamiento también puede volverse muy 
resistente a la extinción. Además, las respuestas pueden ser condi-
cionadas muy fuertemente en la vida real con ensayos intermitentes 
de condicionamiento, así que para todas las intenciones y propósitos, 
 
 
Artur W. Staats 
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el condicionamiento es permanente y el Ec puede presentarse 
continuamente muchas veces solo y seguir evocando la respuesta. 
El descubrimiento del principio del condicionamiento clásico 
sugirió que la conducta es más afectada por el ambiente de lo que se 
había pensado antes. No solamente hay conductas causadas por la 
ocurrencia de eventos ambientales, sino que eventos ambientales que 
fueron inefectivos inicialmente, también pueden adquirir el poder de 
evocar respuestas. Esto hizo pensar que tal vez aspectos muy amplios 
de la conducta humana eran adquiridos de esta manera. 
Anteriormente hubo intenciones de interpretar la conducta humana 
en general en términos de estos principios del condicionamiento 
(Watson, 1924). Aunque estos intentos contenían algo de verdad, 
estuvieron muy lejos de representar una concepción completa de la 
conducta humana. Algunos de los principios importantes del 
aprendizaje no eran conocidos claramente, ya que no existía la 
suficiente evidencia experimental que indicase la forma en que estos 
principios se aplican a la conducta humana. En estos términos, las 
aportaciones anteriores para la comprensión del aprendizaje de la 
conducta humana fueron poco menos que convincentes. 
Derivaciones de la teoría 
 
El principio del condicionamiento clásico no puede servir como una 
teoría conforme a la cual considerar la conducta humana compleja en 
general. De cualquier manera, hay algunos aspectos de la conducta 
humana que parecen ser adquiridos de acuerdo con este principio. 
Por ejemplo, Watson y Rayner (1920) demostraron que un niño puede 
adquirir una respuesta emocional hacia un objeto de acuerdo con este 
principio. Para demostrar la relevancia del principio del 
condicionamiento clásico para la conducta humana, usaron un bebé 
como sujeto, presentándole un conejo blanco como el Ec y un ruido 
fuerte como E%e. El ruido evocó una respuesta de llanto, así como 
respuestas de escape de varios tipos. Después de aparear los dos 
estímulos varias veces, el niño empezó a emitir las respuestas cuando 
el conejo se presentaba solo. Anteriormente el niño había respondido 
positivamente al animal. 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
Aunque esto no fue explicado en este estudio pionero, esta prueba 
experimental puede considerarse como una repercusión teórica de los 
principios básicos del aprendizaje. Esto es, un aspecto importante de 
cualquier conjunto de principios de nivel superior (una teoría) es que 
permite la derivación de hipótesis de una jerarquía inferior o de 
proposiciones empíricas. Un principio teórico general es importante 
en la medida en que las hipótesis de nivel inferior pueden derivarse 
del principio y referirse a muchos eventos observables diferentes. 
En este caso, el principio teórico de jerarquía superior utilizado 
fue el del condicionamiento clásico. El principio se estableció en la 
experimentación con perros. En el estudio de Watson y Rayner, se 
hizo una derivación de este principio. La derivación puede describirse 
de la siguiente manera: Las emociones son respuestas. 
Como tales, deben seguir el principio del condicionamiento clásico. Si 
una emoción que induce un estímulo (EiC) es apareado con un 
estímulo neutral (Ec), el estímulo neutral provocará la respuesta 
emocional. De este modo, en la hipótesis experimental específica, el 
conejo funcionó como estímulo, que, apareado con el ruido fuerte, 
vendría a evocar una respuesta de miedo, lo cual ocurrió.Esta descripción del experimento en términos de su importancia 
para la teoría psicológica se sintetiza aquí porque ilustra la estrategia 
general que será seguida desde el principio hasta el final del libro. Los 
distintos principios del aprendizaje que serán presentados deben 
considerarse como los elementos de un grupo de principios teóricos 
de jerarquía superior, esto es, una teoría básica. Estos principios 
serán extendidos a la consideración de varios aspectos de la conducta 
y, en muchos casos, se derivarán y probarán hipótesis experimentales 
a partir de esas extensiones. El primer tipo de aprendizaje del 
lenguaje que examinaremos, en términos de los principios del 
condicionamiento clásico, es el del significado afectivo o emocional de 
las palabras. 
 
 
Artur W. Staats 
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CONDICIONAMIENTO CLÁSICO PRIMARIO 
DEL SIGNIFICADO EMOCIONAL DE 
LAS PALABRAS 
 
Un tipo importante de respuesta a los estímulos consiste en lo que 
sería descrito en términos de sentido común como emocional. Los 
efectos de responder emocionalmente sobre otras conductas del in-
dividuo no serán mencionadas en este punto. Será suficiente decir 
que los estímulos que generalmente concebimos como inductores de 
emociones positivas evocan ciertas respuestas fisiológicas internas. 
Estímulos que consideramos que inducen emociones negativas 
también evocan ciertas respuestas fisiológicas internas. Además, 
podemos enunciar vagamente en este punto que los estímulos emo-
cionales positivos son aquellos a los que generalmente nos aproxi-
mamos, y que los estímulos emocionales negativos son aquellos de los 
cuales escapamos o nos evadimos. 
En este contexto es importante indicar que los estímulos del 
lenguaje ocurren contiguamente con estímulos que causan emociones 
en nuestras experiencias de aprendizaje, y esto le da ciertas pro-
piedades importantes al lenguaje. Esto es, en nuestra experiencia de 
aprendizaje del lenguaje, algunas palabras son sistemáticamente 
apareadas con estímulos emocionales particulares. Aun sobre la base 
de circunstancias naturales, podemos advertir que palabras tales 
como alegría, felicidad, jugar, cena, bonita, dulce, buena, etc., son 
sistemáticamente apareadas con ciertos tipos de estímulos 
“emocionales”. Por otro lado, palabras tales como enojo, dolor, su-
ciedad, horrible, enfermo, triste, feo, etc., son sistemáticamente apa-
readas con otras clases de estímulos “emocionales". 
Usando el principio teórico que ya fue introducido y estas obser-
vaciones naturales, estamos capacitados para explicar algunos as-
pectos de los efectos del lenguaje. Puede considerarse a los estímulos 
emocionales como Eic que evocan respuestas emocionales. Si una 
palabra-estímulo es sistemáticamente apareada con dicho Eic, la 
palabra se convertirá en un Ec y también evocará una respuesta 
emocional. Éste constituye el principio teórico de orden inferior que 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
será tratado en este capítulo; se derivarán hipótesis empíricas de este 
principio de orden inferior, las cuales pueden ser probadas 
experimentalmente. 
Investigación experimental naturalista 
 
Una derivación empírica inmediata de este análisis es que se puede 
establecer el significado de las palabras mediante la manipulación de 
los procedimientos del condicionamiento clásico. El autor exploró 
primero esta posibilidad en condiciones informales presentes en una 
situación de la vida cotidiana. No obstante, los procedimientos que se 
usaron fueron derivados y aplicados sistemáticamente. El organismo 
usado fue una gata llamada Max, disponible como la gata de la 
familia. La investigación informal fue llevada a cabo en 1953, cuando 
el autor todavía era un estudiante de licenciatura, y formó parte de 
sus primeros trabajos de extensión de los principios del aprendizaje a 
algunas consideraciones sobre la forma en que las conductas reales 
se adquieren. 
Los procesos de condicionamiento fueron introducidos como parte 
del entrenamiento de limpieza del animal, un aspecto necesario en la 
experiencia de cualquier gato educado. Una estrategia tradicional es 
sorprender al animal en el acto indeseable y aplicar un leve estímulo 
aversivo. En este caso fue pegarle con un periódico enrollado. 
Dado que este tipo de entrenamiento era necesario y existía la 
oportunidad de muchos ensayos de adiestramiento, tal procedimiento 
fungía como el Eic para probar la hipótesis experimental. Lo único 
que hacía falta era presentar la palabra que sería usada como un 
estímulo condicionado cada vez que Max era "estimulada” con el rollo 
de periódico. 
Se esperaba que el “estímulo de pegar” evocaría respuestas in-
ternas de varios tipos, además de las respuestas observables de es-
cape emitidas por Max. La palabra “no” fue apareada con el Eic, y se 
esperaba que se convirtiera en un Ec y que evocara al menos parte de 
aquellas respuestas. Y eso fue lo que ocurrió. Después de un número 
de ensayos, Max respondía confiable y apropiadamente a la palabra 
no. Si empezaba a rasgar el sofá, por ejemplo, con sólo decir la 
 
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palabra no dejaba de hacerlo y se alejaba un poco del lugar. Si 
brincaba en la mesa de la cocina, al decirle no, Max se bajaba. Esto 
fue muy eficaz tanto para Max como para el autor, pues más adelante 
no fue necesario moverse de la silla para controlar la conducta de 
Max (desde luego, fue necesario un entrenamiento de re-
condicionamiento de vez en cuando). 
En términos de sentido común, se diría que Max aprendió el sig-
nificado de la palabra no. Si los gatos fueran capaces de hablar como 
nosotros, Max diría indudablemente que la palabra no tiene un 
significado desagradable, que no le gusta la palabra, etc. Este tipo de 
“conciencia” no es asequible a los gatos; sin embargo, Max 
proporcionó una indicación adecuada del efecto del condicionamiento 
mediante su conducta manifiesta. El aprendizaje del significado de 
palabras de este tipo se esquematiza en la figura 2.2. El estímulo 
incondicionado es el pegar con el periódico, el estímulo condicionado 
es la palabra no. Las respuestas emocionales y de escape evocadas 
por los golpes se condicionan a la palabra. 
La hipótesis experimental de que una respuesta podía ser con-
dicionada clásicamente a la palabra no, mediante este procedimiento, 
fue probada más tarde con otros tres animales. Esto es, cuando Max 
llegó a la edad adulta tenía dos gatitos, los cuales sirvieron como 
sujetos en dos experimentos de replicación. Más adelante el autor se 
hizo dueño de un cachorro sabueso, el cual recibió el mismo tipo de 
entrenamiento de lenguaje. En cada caso los resultados fueron los 
 
Figura 2.2. Condicionamiento clásico de una respuesta emocional a la palabra "no”. 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
mismos. Fue posible condicionar clásicamente a los animales para 
responder significativamente a la palabra no. 
 
Aunque se sostuvieron apropiadamente la hipótesis y la teoría de 
las cuales se derivaron estos principios experimentales naturalistas, 
la mayoría de las revistas no publicaban este tipo de evidencia. 
Siendo este el caso, fue deseable extender estos resultados para 
evaluar la hipótesis de una manera más formal. Y dado que la in-
vestigación fue realizada con organismos inferiores, el siguiente paso 
fue verificar estos hallazgos con sujetos humanos. 
El experimento que se va a resumir es análogo al experimento 
exploratorio efectuado con Max, con la adición de que una de las 
respuestas fisiológicas evocadas por el EiC fue registrada y, consi-
derando que se emplearon sujetos humanos, también fue posible que 
éstos indicaran verbalmente cómo se sentían ante la presentación de 
la palabra usada como estímulo condicionado. 
 
Condicionamiento de primer orden del significado 
y el condicionamiento paralelo de una RGP 
 
Una de las maneras de hacer más formales los resultados obtenidos 
con animales haconsistido en usar varias formas de medir algunas 
de las respuestas internas "emocionales” que han sido condicionadas. 
No es difícil seleccionar este tipo de respuesta que es observable y que 
puede ser condicionada clásicamente. Para el presente estudio fue 
seleccionada la respuesta de las glándulas sudoríparas de las palmas 
de las manos (llamada respuesta galvánica de la piel o RGP) para 
evaluar la posibilidad de que pudieran condicionarse respuestas 
emocionales a palabras en sujetos humanos. 
“ De cualquier manera, la indicación de que la RGP ha sido con-
dicionada a una palabra sería solamente parte de la prueba de la 
teoría del condicionamiento clásico del significado de las palabras. Un 
aspecto igualmente importante del estudio preliminar con Max fue 
que la palabra controló la conducta apropiada y significativa del 
animal. En el presente estudio, además de la medición de las 
respuestas "emocionales” condicionadas, se demostró la posibilidad 
 
Artur W. Staats 
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de que el proceso de condicionamiento clásico podría producir efectos 
en el sujeto que fueran más obvios que lo que llamamos el significado 
de las palabras. 
Esto es, se ha encontrado que el significado de las palabras puede 
ser juzgado confiablemente por las personas mediante el uso de una 
escala de estimación de siete puntos. Utilizando métodos de análisis 
factorial, Osgood y sus asociados (Osgood y col., 1957; Trian- dis y 
Osgood, 1958) mostraron que lo que es llamado significado evaluativo 
o emocional de las palabras constituye un tipo muy amplio del 
significado de éstas, tanto en términos del número de palabras con 
ese significado, como en función del hecho de que este tipo de 
significado de las palabras ocurre en forma similar en culturas con 
diferentes lenguas. Más aún, el reconocimiento de las palabras que 
poseen fuerte significado evaluativo ratifica el análisis del 
condicionamiento. Esto es, las palabras que tienen un significado 
evaluativo positivo (por ejemplo, buena, bonita, dulce, sabroso, 
fragante, cena, feliz, dinero, nadar, etc.) generalmente ocurren cuando 
están presentes ciertos tipos de eventos ambientales “positivos”. Por 
otro lado, palabras que tienen significado evaluativo negativo (como 
feo, dolor, sucio, horrible, falla, pecado, llorar, lastimarse, etc.) están 
generalmente apareados con eventos estimulantes aversivos. Un 
ejemplo de una escala de siete puntos para la medición del significado 
de las palabras podría ser el siguiente: 
SUFRIR 
placentero :—: ___ :—:—: _____ : __ : __ : desagradable 
En sujetos de países donde se habla español se estimaría que esta 
palabra posee un significado negativo o desagradable. Se puede 
sugerir que esto ocurre porque en nuestra comunidad verbal, la 
palabra se asocia con estímulos que producen respuestas emocio-
nales negativas, y estas respuestas se condicionan a esa palabra. 
De cualquier forma, de acuerdo con la teoría, al aparear un es-
tímulo aversivo con una palabra debería condicionarse una respuesta 
semántica emocional negativa (fisiológica) a la palabra. Además, como 
resultado del mismo proceso de condicionamiento, el significado de la 
palabra debería moverse hacia el polo negativo de evaluación de una 
 
 
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escala de estimación apropiada. Éstas fueron las hipótesis 
experimentales probadas en el presente estudio para validar 
completamente el análisis del autor. 
El estudio fue publicado (primero como reporte técnico en 1958) 
con Carolyn K. Staats, quien ayudó en la construcción del aparato 
experimental y seleccionó el método de análisis estadístico de los 
datos, y con Hugh L. Crawford, que trabajó con los sujetos y tabuló y 
analizó los datos.2 
Método 
 
Sujetos. Los sujetos fueron 47 estudiantes del curso de introducción a 
la psicología en la Universidad del Estado de Arizona, seleccionados y 
asignados al azar a uno de dos grupos. La participación en este 
experimento era un requisito del curso. 
Aparatos. Las medidas galvánicas fueron tomadas con un psico- 
galvanascopio Stoelting modificado junto con un registrador" Varían 
G-10. El experimentador presentó oralmente a los sujetos los 
materiales de estímulo verbal. Los dos EiC fueron un sonido ronco 
muy fuerte emitido a través de un audífono y un choque eléctrico 
dado en el antebrazo derecho. La fuente del choque fue un estimu-
lador Grass y el nivel del choque fue ajustado para cada sujeto de 
manera que fuera “desagradable” pero no “doloroso". Lo mismo se 
hizo con el sonido. 
Los estímulos verbales fueron: radio, estos, silla, lago, caja, 
largo, cinco, papel, en, vaso, libro, llave, sofá, taza, coche, arriba, 
pluma, con, cuarto, grande, cuerda, reloj, doce, carta, tenedor. La 
palabra usada como estímulo condicionado fue largo. Los estímulos 
verbales se ordenaron en una serie de 77 palabras. El Ec fue 
presentado 14 veces; con respecto a los otros estímulos varió el nú-
mero de presentaciones. La ocurrencia de la palabra que era el Ec en 
la lista fue aleatoria. 
Procedimiento. El procedimiento general fue el mismo que empleó 
 
2 Para examinar el estudio completo, véase Arthur W. Staats, Carolyn K. Staats y Hugh 
L. Crawford. "Condicionamiento de primer orden del significado y el condicionamiento 
paralelo de una RGP”. J. gen Psychol., 1962, 67, 159-167. 
 
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Mednick (1957). Los sujetos de ambos grupos recibieron el mismo 
procedimiento de condicionamiento. El experimento fue llevado a cabo 
en un cuarto a prueba de ruidos. Cada sujeto se sentó en una silla 
cómoda. Los aparatos para registrar la respuesta galvánica de la piel 
estaban situados en una habitación exterior. El sujeto recibió 
instrucciones de que el interés del experimento estaba relacionado 
con el efecto del choque y el ruido como distractores en una tarea de 
aprendizaje. Fue ajustada entonces la intensidad del choque utilizado. 
Se le informó al sujeto que debería aprender tantas palabras de las 
series como le fuera posible. Tras un periodo breve de descanso 
después de estas instrucciones, comenzó el procedimiento de 
condicionamiento. 
Para el grupo experimental, uno de los Eic siguió al Ec (el intervalo 
fue aproximadamente de un segundo) en nueve de las catorce 
ocasiones que fue presentado. De los nueve ensayos, cinco usaron el 
choque como EiC y cuatro emplearon el sonido. Esto se hizo para 
prevenir la adaptación a los estímulos. Con respecto al grupo control, 
los Eic fueron presentados nueve veces, después de cada una de las 
palabras de relleno. En relación con este grupo, la palabra largo 
nunca fue precedida o seguida inmediatamente por una palabra de 
relleno que fuera apareada con el estímulo incondicionado. Para 
ambos grupos el orden de las palabras fue el mismo. El tiempo entre 
la presentación de las palabras varió de 8 a 12 segundos para dar 
tiempo a que las respuestas del sujeto regresaran a su nivel básico. 
Después de la presentación de la lista, se quitaron los electrodos 
y los audífonos. Se le dijo entonces a cada sujeto que la manera 
mediante la cual la gente aprende las palabras podría ser afectada por 
los sentimientos hacia éstas. Por esta razón era necesario saber cómo 
se sentían con respecto a algunas palabras que acababan de 
aprender. A los sujetos se les dieron instrucciones para estimar el 
significado' evaluativo de las palabras usando una escala de dife-
rencial semántico de placentero-desagradable. A cada sujeto se le dio 
una libreta pequeña con una palabra en cada página y la escala de 
siete puntos placentero-desagradable. Las seis palabras usadas se 
enlistaron en el siguiente orden: silla, largo, leal, cuarto, grande y 
corbata. El sujeto calificó el significado de cada una de las palabras e 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
indicó si cada palabra había estado presente o no en la tarea de 
aprendizaje que acababade realizar. 
 
Resultados 
 
Utilizando el método sugerido por Lacey y Siegel (1949), los datos 
brutos de resistencia en ohms fueron transformados en unidades de 
conductancia, microhms (M), mediante el uso de la fórmula: M = 10a 
(Z/r) [1]. 
Con respecto a cada sujeto, la RGP evocada por alguna de las 
palabras neutrales (con) —una palabra que nunca fue precedida o 
seguida por el estímulo nocivo— se restó de la RGP evocada por la 
última presentación de la palabra largo. La diferencia en calificación 
fue obtenida para controlar las diferencias individuales en 
responsividad. Este procedimiento produjo una diferencia de 
calificación para ambos grupos, el control y el experimental. Esta 
diferencia en las calificaciones fue esencialmente normal en su 
distribución. Se calcularon dos pruebas de ±. La media de las 
diferencias de las calificaciones (largo menos con) del grupo ex-
perimental excedió la del grupo control (t = 3.67, significativo al nivel 
0.01). 
Un análisis comparable fue llevado a cabo con los datos del di-
ferencial semántico. Se calculó por cada sujeto la media combinada 
de las calificaciones de las palabras neutrales incluidas en la libreta; 
por ejemplo, la media de las calificaciones de silla, leal, cuarto y 
corbata. Con respecto a cada sujeto esta media fue restada de la 
calificación del diferencial semántico de la palabra largo. Este 
procedimiento controló las tendencias individuales de marcar las pa-
labras “placentero” o “desagradable”. Los grupos experimental y 
control fueron comparados en función de las diferencias. La diferencia 
entre los grupos en largo menos las palabras neutrales fue 
significativa al nivel de 0.0005 (t = 10.15), donde la palabra largo fue 
calificada con un significado más desagradable por el grupo 
experimental. 
De los 28 sujetos del grupo experimental, 21 estaban conscientes 
de que la palabra largo fue seguida varias veces por el estímulo nocivo 
 
Artur W. Staats 
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pero solamente dos de ellos reportaron una conexión entre esto y la 
medición del diferencial semántico de las palabras. 
Un análisis adicional se realizó para probar la posible relación 
entre la intensidad de la respuesta condicionada al significado y la 
intensidad de la RGP condicionada. Dado que la variación individual 
en la RGP y el nivel de la respuesta al significado podría ocultar 
cualquier relación real, fueron usadas las diferencias en las cali-
ficaciones ya explicadas. La diferencia en calificación de la RGP (largo 
menos con) se correlacionó con la diferencia de las calificaciones del 
significado evaluativo (largo menos las palabras neutrales). La prueba 
de Pearson en los 28 pares de calificaciones fue de 0.39, significativa 
al nivel de 0.05. Por tanto, hubo una tendencia significativa de los 
sujetos con calificaciones en el condicionamiento de la RGP más 
extremas de la palabra largo a presentar calificaciones más intensas 
del significado evaluativo negativo de la palabra. 
Discusión 
 
En estos términos, cuando los sujetos experimentaron la presentación 
de una palabra sistemáticamente apareada con estímulos am-
bientales aversivos, la palabra adquirió un significado evaluativo 
negativo, según fue medido por los dos índices empleados en el pre-
sente estudio. Esto es, la palabra provocó una de las respuestas 
emocionales fácilmente medibles —originadas por los estímulos 
aversivos, como es la RGP, y más adelante los sujetos también esti-
maron que la palabra poseía un significado afectivo desagradable. 
Estos resultados verificaron la teoría de que la palabra puede obtener 
su significado de acuerdo con los principios del condicionamiento 
clásico. La manera en la cual se piensa que tuvo lugar este proceso de 
condicionamiento del significado de las palabras, así como los 
procesos involucrados en el condicionamiento, se esquematizan en la 
figura 2.3. 
La parte superior de la figura muestra que cada uno de los es-
tímulos incondicionados, el choque o el ruido fuerte, evocaron una 
respuesta total. Esta respuesta incluyó la RGP, pero también debe 
concluirse que muchas otras respuestas internas también ocurrieron, 
 
 
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por ejemplo, un cambio en el ritmo cardiaco, cambios en las 
respuestas circulatorias y glandulares y, además, respuestas en el 
sistema nervioso central. Como consecuencia del apareamiento 
sistemático de la palabra y los estímulos incondicionados, la palabra 
debería evocar alguno de los componentes de esta respuesta emo-
cional total. Esta posibilidad fue demostrada más adelante en la fase 
de medición de la RGP en la figura, mediante la presentación de la 
palabra sin el Eic para saber si la palabra por sí sola evocaría la RGP. 
Los resultados demuestran que la RGP fue condicionada a la palabra, 
tal como se esperaba. 
Además, se pidió a los sujetos que evaluaran el significado de la 
palabra y se encontró que los sujetos que habían sido condicionados 
estimaron el significado de la palabra largo como desagradable. Esto 
podría conceptualizarse de la siguiente manera: La respuesta total 
evocada por el Eic (o al menos parte de éste) fue condicionada a la 
palabra. Cuando ésta fue presentada en un procedimiento de 
estimación, la palabra evocó aquellas respuestas emocionales 
condicionadas. Estas respuestas evocadas por la palabra produjeron 
(mediaron), entonces, la estimación afectiva negativa de la palabra. 
Esto es, la palabra evocó las respuestas emocionales y, a su vez, estas 
respuestas provocaron la respuesta de estimación. 
El hecho de que la intensidad de la estimación del significado de 
la palabra y la magnitud de la RGP estuvieron relacionadas 
significativamente proporciona una mayor justificación a este análisis. 
Es decir, estos hallazgos sugieren que los dos índices formaron parte 
del mismo proceso. Entre más fuertemente se condicionó al sujeto 
individual para emitir una respuesta emocional fisiológica a la 
palabra, más intensamente reaccionó ante ella y estimó su signi-
ficado. 
Estos hallazgos deben considerarse correctamente verificados. 
Recientemente el experimento completo fue replicado por Maltzman y 
col. (1965). Utilizaron el mismo tipo de escenario experimental y 
encontraron los mismos hallazgos en cada uno de los aspectos. El 
significado emocional (RGP) y los significados estimados se 
condicionaron a la palabra. Además, entre más fuerte era el 
 
Artur W. Staats 
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condicionamiento, manipulado mediante la variación de la intensidad 
del estímulo aversivo incondicionado, más fuerte era el con-
dicionamiento de la RGP, así como el condicionamiento del significado 
de la palabra 
En este momento parece apropiado mencionar algunas de las 
implicaciones del análisis del condicionamiento clásico del significado 
de las palabras y su verificación empírica. Primero debe indicarse que 
el análisis y los resultados explican los efectos emocionales del 
lenguaje. Esto es, se puede observar comúnmente que a un individuo 
 
 
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se le diga algo y responda con la misma emoción con la que 
respondería a la situación real. Por ejemplo, si un médico le dice a 
una persona que ésta padece cáncer, generalmente responderá 
emocionalmente como respondería a las consecuencias de la 
enfermedad, independientemente de si está enfermo realmente o no. 
Pueden darse muchos ejemplos como éste, que impliquen la pro-
vocación de respuestas emocionales al significado tanto positivas 
como negativas. Estas observaciones naturalistas pueden ser ex-
plicadas mediante el principio de nivel superior del condicionamiento 
clásico y por los principios derivados del aprendizaje del significado de 
las palabras. 
 
Más aún, el análisis puede extenderse a consideraciones más es-
pecíficas de un aspecto importante del aprendizaje del lenguaje en 
niños. Este análisis proporciona directivas acerca de cómo ordenar las 
circunstanciasdel entrenamiento si deseamos que un niño responda 
apropiadamente al lenguaje. Es decir, es importante para el ajuste del 
niño que las palabras controlen su conducta en cierta forma. Por 
ejemplo, es importante que la palabra no evoque respuestas de 
evitación si el niño debe responder apropiadamente en muchas 
situaciones. Deseamos que las palabras lastimar, peligroso, feo, malo 
y otras evoquen ciertas respuestas emocionales negativas. De la 
misma manera pretendemos que palabras como hogar, país, familia, 
bueno, alegre y muchas otras evoquen respuestas emocionales 
positivas. Aunque la manera en la cual estos aspectos del lenguaje se 
adquieren no puede explicarse totalmente con base en el análisis 
expuesto hasta aquí, puede indicarse que, a un nivel muy básico, 
algunas palabras de nuestro lenguaje deben aparearse con estímulos 
positivos y otras con estímulos aversivos durante el entrenamiento del 
niño para su adquisición. Sin este entrenamiento podría ser que el 
niño no fuera capaz de beneficiarse de las interacciones lingüísticas 
con otra gente ni, de hecho, de sus conductas verbales. Esto será 
tratado ampliamente más adelante. 
Resumen 
 
Una RGP fue condicionada a la palabra largo mediante el aparea-
 
Artur W. Staats 
19 
 
miento del término con un estímulo aversivo incondicionado en un 
procedimiento de condicionamiento clásico. Subsecuente a este pro-
cedimiento, el significado evaluativo de la palabra largo fue medido a 
través del uso de una escala semántica apropiada. Un significado 
evaluativo negativo fue también condicionado a la palabra largo 
mediante este procedimiento. Además, se encontró que la intensidad 
de la RGP condicionada se correlacionaba significativamente con la 
intensidad de la respuesta condicionada al significado. Los resultados 
apoyaron la teoría de que el significado emocional de las palabras 
consiste en las respuestas que se condicionan clásicamente a la 
palabra a través del apareamiento sistemático de ésta con algún 
aspecto particular del ambiente en la experiencia lingüística natural 
que recibimos. 
CONDICIONAMIENTO LINGÜÍSTICO DEL 
SIGNIFICADO DE PALABRA 
A PALABRA 
 
Se ha dicho que se logra una comprensión importante de la conducta 
mediante la demostración de que ciertos estímulos ambientales 
pueden evocar respuestas en varios organismos de acuerdo con 
ciertas leyes. Las implicaciones de este hallazgo se extendieron 
marcadamente en cuanto a generalidad e importancia cuando Pavlov 
encontró que la capacidad del estímulo de evocar una respuesta 
podría ser adquirida. A otro principio básico del aprendizaje, el cual es 
uno de los principios de mayor jerarquía dentro de la teoría, se le 
llama condicionamiento clásico de orden superior. Este principio, que 
también se basa en la experimentación de laboratorio, establece que 
un estímulo no solamente adquiere el poder de evocar una respuesta, 
sino que una vez hecho esto, puede "transferir” entonces la respuesta 
a un estímulo nuevo. Así, un tercer estímulo puede evocar la 
respuesta sin que nunca halla sido apareado con el estímulo 
ambiental original que evoca la respuesta. 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
Eic 
 
Vamos a referirnos por el momento a la figura 2.1, la cual ilustra 
lo que se conoce como condicionamiento clásico de primer orden. Un 
estímulo, la campana, que no evoca la respuesta de salivación se 
aparea con el polvo de comida, el cual sí evoca la respuesta. Después 
de un número suficiente de apareamientos, la campana también 
evoca la respuesta. De este modo, la campana ha adquirido el poder 
de evocar la respuesta. 
Además, si la campana se aparea ahora con otro estímulo que no 
evoca la respuesta, el nuevo estímulo adquirirá el poder de hacerlo. 
Digamos que una luz se encenderá frente al perro y este estímulo es 
inmediatamente seguido por el sonido de la campana. Después de 
algunos ensayos de apareamiento de estos dos estímulos, el estímulo 
luminoso puede evocar la respuesta de salivar por sí mismo, sin que 
sea presentado el sonido de la campana. De este modo, el poder de 
evocar la respuesta, que había sido adquirido por el estímulo de la 
campana, también podría ser transferido a cualquier otro estímulo 
con el cual la campana fue apareada. Este procedimiento se 
esquematiza en la figura 2.4. En este procedimiento la campana se 
utiliza ahora como el estímulo incondicionado, esto es, el estímulo 
que confiablemente evoca la respuesta. La luz es el Ec. Cuando estos 
dos estímulos son apareados, la luz evocará la respuesta 
condicionada de salivar. 
 
Este proceso se llamaría condicionamiento de segundo orden y 
constituye una forma de condicionamiento de orden superior. Si la luz 
se aparea con un estímulo nuevo y ocurre un condicionamiento 
 
Artur W. Staats 
21 
 
adicional, éste sería el caso de un condicionamiento de tercer orden, y 
así sucesivamente. Cada caso después del condicionamiento de 
primer orden es un caso de condicionamiento de orden superior. Es 
difícil obtener condicionamientos de orden superior en el laboratorio 
cuando se trabaja con respuestas fisiológicas, aunque Zimmerman 
(1957) demostró que algunas características de los estímulos 
condicionados pueden establecerse con firmeza. De cualquier forma, 
en la vida real, donde el número de ensayos de condicionamiento 
puede ser muy grande, con apareamientos intermitentes del Ec y el 
Eic, es posible obtener condicionamientos de orden superior de gran 
magnitud. También puede darse el caso de que el condicionamiento 
de primer orden continúe ocurriendo ocasionalmente en las 
situaciones cotidianas y, en esta forma, mantener la fuerza del 
estímulo condicionado. 
Así, el principio del condicionamiento clásico más importante fue 
probado en el contexto del aprendizaje del lenguaje tanto con 
animales como con humanos, y se encontró que era relevante. Es 
decir, parece que el significado de las palabras puede ser adquirido de 
acuerdo con los principios del condicionamiento clásico. Esta 
verificación del principio primordial de la teoría apoya la validez de 
otros principios de la teoría en el mismo contexto del aprendizaje del 
lenguaje. Esto es, se ha sugerido que una palabra puede volverse 
significativa cuando se ha apareado como Ec con algún aspecto del 
ambiente que evoca una respuesta emocional. La palabra entonces 
evocará la respuesta, o parte de ella, y de este modo adquiere un 
significado. 
Con este apoyo, empero, surge la posibilidad de que también 
ocurra un condicionamiento de orden superior del significado de las 
palabras. Esto es, si una palabra que ha evocado una respuesta se 
aparea con otra palabra que no tiene significado, esta última debería 
adquirir consecuentemente un significado. 
Algo análogo a esto ocurrió con la gata Max. Después de que la 
palabra no se convirtió en un Ec para ella, cuando se le presentaba 
podía evocar la respuesta de retirarse. Además, el autor observó que 
después de haber usado la palabra varias veces cuando la gata 
empezaba a rasgar las cortinas, por ejemplo, ésta se mantenía alejada 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
de las mismas. Esto podría esperarse con base en el condicionamiento 
de orden superior; esto es, la palabra no evocaba la respuesta de 
retirarse mientras el animal miraba el estímulo condicionado, las 
cortinas. Después de algunos ensayos, las cortinas, como estímulo 
visual, evocarían la respuesta de retirarse. 
Esto es muy similar a decirle a un niño que cierta comida sabe 
amarga. Si el niño ha sido condicionado a responder a la palabra 
retirándose del estímulo asociado a ésta (y con otras respuestas 
emocionales condicionadas), él se “retirará” de la comida que ha sido 
apareada con la palabra. Además, sería posible establecer el 
significado de nuevas palabras con base en el condicionamiento de 
orden superior. 
Digamos, usando otro ejemplo, que un niño ha adquirido el sig-nificado de la palabra malo mediante el condicionamiento de primer 
orden descrito anteriormente. Es decir, el niño ha recibido una 
estimulación aversiva en contigüidad con la presentación de la 
palabra estímulo. Supongamos también que el niño posteriormente 
lee la palabra perverso, una palabra que nunca ha visto antes, en este 
caso, una sílaba sin sentido para él. Entonces el profesor o los padres 
le dicen que la palabra perverso significa malo, y repite esto para sí 
mismo varias veces. Estas experiencias pueden constituir ensayos de 
condicionamiento en los cuales la palabra malo sirve como Eic y la 
palabra perverso como Ec. A través de este condicionamiento, la nueva 
palabra, perverso evocará la misma respuesta semántica que la 
palabra malo, y nunca será necesario aparear la palabra perverso con 
un estímulo aversivo no aprendido. 
 
El significado establecido mediante 
condicionamiento clásico 
 
El experimento de condicionamiento de primer orden ya descrito 
y los resultados de la manipulación de variables de condicionamiento 
en el estudio efectuado por el autor con el gato formalizaron las 
observaciones de la vida diaria. Los métodos de experimentación 
 
Artur W. Staats 
23 
 
usados en los experimentos que van a ser descritos fueron desarro-
llados por el autor de una manera similar. La hipótesis derivada de la 
teoría básica fue que una palabra puede evocar una respuesta de 
significado emocional. Si esta palabra se aparea un número de veces 
con un estímulo neutral, como una sílaba sin sentido, la palabra sin 
significado evocará en el proceso la respuesta significativa. Por tanto, 
adquirirá significado en sí misma. Por consiguiente, si la persona así 
condicionada califica la sílaba sin sentido, la estimación estará en 
función de la respuesta semántica condicionada. Al explorar esta 
posibilidad, el autor mostró primero la sílaba sin sentido a los sujetos 
y enseguida pronunció una palabra con un significado particular. 
Más tarde, los sujetos estimaron el significado de la sílaba sin 
sentido. En realidad, para este experimento, se utilizaron dos sílabas 
en este procedimiento, una apareada con una palabra de significado 
evaluativo positivo y otra con un significado negativo. 
Al parecer, ocurrió el efecto de condicionamiento esperado. Esto 
apoyó informalmente la hipótesis de que una sílaba sin sentido, 
apareada con una palabra significativa, puede ser condicionada para 
evocar la respuesta semántica ya evocada por la palabra. De 
cualquier modo, este procedimiento simple necesitó ser mejorado. Por 
alguna razón, si la misma palabra se apareaba muchas veces con la 
sílaba sin sentido, el hecho de que ésta evocase la respuesta 
semántica de la palabra podía explicarse con base en la asociación 
directa entre la sílaba y la palabra misma. Esto es, si la palabra era 
placentera, por ejemplo, y la escala de estimación placentera- 
desagradable, entonces la sílaba provocaría la respuesta de la palabra 
placentera y esa respuesta podría mediar la calificación en la escala 
como placentera. 
No obstante, la asociación directa entre la sílaba sin sentido y la 
palabra con que fue apareada podría eliminarse, incluso con apa-
reamientos múltiples sílaba-palabra. Esto sería posible apareando la 
sílaba en cada ensayo con una palabra diferente, en donde todas las 
palabras poseen un componente idéntico de significado emocional. 
Estas palabras no tendrían que ser sinónimas si puede considerarse 
que una palabra ha sido condicionada para evocar más de una 
respuesta significativa. Esto es, cuando la palabra caramelo se aparea 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
con la presentación de un caramelo, más de una respuesta se 
condiciona a la palabra. El estímulo visual del caramelo podría evocar 
respuestas sensoriales que fueron condicionadas a la palabra, 
formando en parte el significado de la palabra. Además, como quiera 
que sea, el caramelo en la boca evoca una respuesta de salivación, así 
como respuestas sensoriales adicionales que pueden ser. 
condicionadas a la palabra y, en parte, convertirse en su significado. 
La palabra caramelo, como resultado del condicionamiento, evocará 
una respuesta emocional positiva, así como otras respuestas. 
Así, con este procedimiento debiera ser posible seleccionar pala-
bras que evoquen un tipo de respuesta de significado similar, aun 
cuando sus otros componentes semánticos sean diferentes. Por 
ejemplo, las palabras preciosa, dulce y saludable tienen en común un 
significado evaluativo positivo y, a pesar de esto, poseen un sig-
nificado diferente cada una de ellas. Usando estas palabras en cada 
ensayo de condicionamiento, la sílaba sin sentido podía aparearse con 
una palabra diferente; no obstante, el mismo componente semántico 
de la respuesta sería evocado por cada palabra y asociado a la sílaba. 
Si la sílaba sin sentido nunca se apareaba con la misma palabra más 
de una vez, la asociación estable entre la sílaba y la palabra no podría 
lograrse. La asociación sería entre la sílaba sin sentido y la respuesta 
semántica. 
Después de este análisis, el autor llevó a cabo exploraciones in-
formales adicionales con sujetos adultos. Nuevamente los resultados 
sugirieron que ocurrió el condicionamiento semántico de orden 
superior. Sin embargo, hubo muchas condiciones no controladas en 
este procedimiento. Por ejemplo, las diferencias en las experiencias 
previas de los sujetos les permitieron otorgar significados diferentes a 
las sílabas sin sentido, aun antes de poner en marcha los 
procedimientos experimentales. Siendo así, el efecto experimental no 
fue lo suficientemente importante como para ser evidente en cada 
sujeto de una manera confiable. Aunque los estudios piloto fueron 
alentadores, indicaron la necesidad de pruebas experimentales más 
formales que involucrasen un grupo de sujetos. 
Entonces, el autor diseñó y llevó a cabo un experimento formal 
para probar la hipótesis de que puede ocurrir el condicionamiento de 
 
Artur W. Staats 
25 
 
orden superior del significado emocional (o evaluativo) de una palabra 
a otra nueva. El condicionamiento esperado ocurrió y validó la 
racionalización teórica del autor. Tras esta verificación, Carolyn K. 
Staats emprendió dos estudios de replicación como tesis doctoral 
empleando dos tipos adicionales de significado de las palabras. Los 
tres experimentos fueron publicados en el Journal of Experimental 
Psychology (1957)3 
Método 
 
Sujetos. Los sujetos fueron 86 estudiantes de psicología elemental de 
la Universidad del Estado de Arizona. Participaron en el estudio para 
satisfacer un requisito del curso. Para 32 sujetos los Eic fueron 
palabras con cargas altas en el factor evaluativo (experimento I); 24 
sujetos tuvieron palabras de actividad como EiC (experimento II); y 30 
sujetos fueron condicionados con palabras con cargas altas en el 
factor potencia (experimento III). 
Experimento I. Los sujetos fueron estudiados en dos grupos, con 16 
sujetos cada uno de ellos. Se utilizaron dos tipos de estímulos: sílabas 
sin sentido, que fueron presentadas visualmente mediante la 
proyección de diapositivas en una pantalla, y palabras presentadas 
oralmente por el experimentador a los sujetos para que las repitieran 
en voz alta inmediatamente después de que aquél las hubiese 
pronunciado individualmente. 
Los sujetos primero tuvieron que sentarse en una habitación de 
manera tal que pudiesen ver la pantalla y no ver el material de los 
demás. Se les dijo que iban a participar en un experimento rela-
cionado con el estudio de dos tipos de aprendizaje diferentes para ver 
la efectividad de cada uno de ellos. Una tarea de aprendizaje estaba 
relacionada con sílabas sin sentido y la otra con palabras. 
Se presentaron dos tareas para adiestrar a los sujetos en el pro-
cedimiento y para orientarlos apropiadamente con respecto a la si-
guiente fase del experimento, enla cual se sometió a prueba la hipó-
 
3 Para examinar el estudio completo, véase Carolyn K. Staats y Arthur W. Staats. "El significado 
establecido mediante condicionamiento clásico”. J. exp. Psychol., 1957, 54, 74-80. 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
tesis. Se informó a los sujetos que el propósito principal del expe-
rimento era estudiar "cómo ambos tipos de aprendizaje ocurrían 
juntos” y el efecto que ejercía uno sobre el otro, etc. Se utilizaron seis 
sílabas nuevas: YOF, LAJ, XEH, WUH, GIW y QUG. Las sílabas se 
presentaron en la misma forma. Aproximadamente un segundo 
después de que la sílaba aparecía en la pantalla, el experimentador 
pronunciaba una palabra en voz alta. Los intervalos entre las 
presentaciones de las sílabas fueron nuevamente menores de un 
segundo. A los sujetos se les dijo que podrían aprender las sílabas 
con sólo mirarlas, pero deberían concentrarse simultáneamente en 
pronunciar las palabras en voz alta y para sí mismos, dado que había 
muchas palabras que se presentaban sólo una vez. 
Las sílabas sin sentido se presentaron en orden aleatorio, pero 
nunca más de dos veces en sucesión, de manera que no se formaran 
asociaciones sistemáticas entre ellas. Cada sílaba sin sentido fue 
presentada 18 veces, y en cada ocasión fue apareada con una palabra 
diferente, esto es, hubo 18 ensayos de condicionamiento. Una sílaba 
sin sentido nunca fue apareada con una palabra más de una vez, de 
manera que no se formaron asociaciones estables entre una sílaba sin 
sentido y cualquier palabra. En consecuencia, se utilizaron 108 
palabras diferentes. Dos de las sílabas siempre se aparearon con 
palabras que tenían una carga alta de significado evaluativo. La 
mayoría de las palabras significativas relevantes fue tomada de 
Osgood y Suci (1955). Cuando las palabras apropiadas con carga alta 
no podían encontrarse de esta forma, un diccionario de sinónimos las 
sustituyó. Las otras 4 sílabas fueron apareadas con palabras que no 
tenían un significado sistemático. 
Las palabras con significado emocional positivo fueron: bello, 
ganar, regalo, dulce, honesto, listo, rico, sagrado, amigo, valioso, bistec, 
feliz, hermosa, saludable, éxito, dinero, vocación, amor. Las palabras 
con significado emocional negativo usadas como estímulos 
incondicionados fueron: ladrón, amargo, feo, triste, devaluado, ardor, 
enemigo, cruel, sucio, malvado, enfermo, estúpido, falla, disgusto, 
agonía, miedo, loco, veneno. 
Para el grupo 1, XEH se apareó con diferentes palabras que tenían 
un significado evaluativo negativo, y YOF se apareó con palabras con 
 
Artur W. Staats 
27 
 
significado evaluativo positivo. Para el grupo 2, XEH se apareó con 
palabras con significado positivo y YOF con palabras que tenían 
significado negativo. El orden de las palabras se mantuvo constante. 
Cuando se concluyó la fase de condicionamiento, se informó a los 
sujetos que el experimentador quería saber primero cuántas sílabas 
recordaban. Al mismo tiempo se les dijo que sería necesario saber 
cómo se sentían con respecto a las sílabas, dado que esto podía tener 
efectos en cómo aprendieron las sílabas. A cada sujeto se le entregó 
una libretita con seis páginas. En cada página estaba impresa una de 
las sílabas sin sentido y una escala de estimación semántica, que fue 
la escala de siete puntos descrita por Osgood y Suci [9], en un 
continuo de placentero a desagradable. Un ejemplo sería: 
QUG 
placentero : ___ : ___ : ___ : ___ : ___ : ____ : ____: desagradable 
En la libreta aparecía QUG en la primera página y las otras sílabas 
se presentaban en las páginas siguientes en este orden: XEH, LAJ, 
WUH, YOF y GIW. A los sujetos se les dijo cómo marcar en la escala e 
indicar al final de la página si la sílaba había sido presentada o no. 
Se evaluó entonces a los sujetos con respecto a las palabras. 
Finalmente se les pidió que escribiesen cualquier cosa que hubieran 
pensado acerca del experimento, especialmente con respecto a su 
propósito, o cualquier cosa que hubiesen pensado en el transcurso 
del misino. Se les explicó que esto tal vez pudo haber afectado la 
manera en que aprendieron la tarea. 
Experimento II. El procedimiento se repitió exactamente con estos 
sujetos, excepto que las palabras usadas para condicionar el 
significado a XEH y YOF poseían cargas muy altas en el factor de 
actividad. Las palabras "activas” que se utilizaron son las siguientes: 
rápido, feroz, tenso, enérgico, caliente, animado, agitado, veloz, 
ansioso, irónico, apresurado, inquieto, excitado, joven, atropellar, 
juguetón, ágil. Las palabras "pasivas” que se emplearon son las 
siguientes: adormilado, frío, descuidado, amodorrado, holgazán, 
apagado, flojo, calmado, viejo, despacio, relajado, dormido, descanso, 
apacible, inerte, lento, atrasado, muerto. Dado que las otras 
condiciones fueron idénticas a las del experimento I, no es necesario 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
enlistar completamente los pares de sílaba y palabra. 
Los sujetos fueron otra vez divididos equitativamente en el grupo 1 
y en el grupo 2. Con respecto al grupo 1, YOF se apareó con las 
palabras del significado pasivo y XEH con las palabras de significado 
activo. Lo contrario ocurrió para el grupo 2. La libreta de medición 
semántica también fue la misma, excepto que las sílabas se juzgaron 
conforme a una dimensión activo-pasivo. Experimento III. El 
procedimiento fue otra vez el mismo, excepto que las palabras usadas 
tenían una carga alta de significado de potencia. Las palabras usadas 
se enlistaron de la manera siguiente: las palabras “fuertes” primero y 
después las palabras “débiles”. Tales palabras son: potente, atlético, 
firme, masculino, robusto, saludable, pesado, rudo, bravo, activo, duro, 
cargado, profundo, incisivo, rico, ancho, grueso, largo-, lisiado, débil, 
suave, quebradizo, estrecho, pobre, insípido, delgado, cobarde, 
femenino, cojo, frágil, delicado, enfermo, quieto, pasivo, pequeño, ligero. 
Las sílabas fueron juzgadas más tarde conforme a la dimensión 
fuerte-débil. Para el grupo 1, la sílaba YOF estuvo apareada con las 
palabras fuertes y XEH con las palabras débiles. Para el grupo 2 
ocurrió lo contrario. 
Diseño 
 
Los datos de los tres experimentos recibieron el mismo tratamiento. 
Tres variables fueron consideradas en el diseño: el significado con-
dicionado (placentero y desagradable, activo y pasivo o fuerte y débil, 
dependiendo del experimento); las sílabas (XEH y YOF), y los grupos 
(1 y 2). 
Las calificaciones en el diferencial semántico otorgadas a cada 
una de las dos sílabas condicionadas se analizaron según el diseño de 
cuadros latino de 2 X 2 descrito por Lindquist (1953, pág. 278) para su 
diseño tipo II. 
Resultados 
 
Todos los sujetos fueron interrogados con respecto al propósito de los 
experimentos. De los 86 sujetos, algunos indicaron conocimiento de la 
 
Artur W. Staats 
29 
 
relación entre ciertas palabras y las sílabas. Con respecto a estos 
sujetos se puede sugerir que cualquier significado adquirido por las 
sílabas se debió a ese conocimiento. Por esta razón, los datos se 
analizaron sin las calificaciones de los sujetos “conscientes”. A fin de 
mantener un diseño contrabalanceado al excluir a estos sustos, fue 
necesario eliminar al azar de los datos a otros 3 sujetos. 
El número de sujetos resultante fue el siguiente: 30 sujetos en el 
experimento I, 20 en el experimento II y 24 en el experimento III. Los 
resultados del análisis indican que ocurrió el efecto de condi-
cionamiento hipotetizado. En el experimento I, la prueba F de la 
variable del significado evaluativo condicionado fue significativa, más 
allá del nivel 0.001. Ninguna de las otras variables tuvo gran 
importancia. 
En el experimento II, la prueba F del significado de actividad 
condicionado fue significativa más allá del nivel de 0.05. Ninguna de 
las otrasvariables tuvo mayor relevancia. En el experimento III, la 
prueba F del significado de potencia condicionado fue significativa 
más allá del nivel 0.06. Los grados de libertad en este caso fueron 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
solamente 1 y 22. Ninguna de las otras variables fue significativa. 
 
Discusión 
 
En los tres experimentos, los componentes comunes de las respuestas 
semánticas totales de las palabras se condicionaron a sílabas sin 
sentido presentadas contiguamente. Esta concepción se esquematiza 
en la figura 2.5. 
 
Con esta figura se muestra más específicamente la forma como se 
pensó que el condicionamiento tuvo lugar en el estudio. La sílaba sin 
sentido YOF, en este ejemplo, se presenta antes de la palabra bonita. 
Bonita evoca una respuesta al significado. Esto se esquematiza en la 
figura como respuestas de dos componentes: una respuesta 
emocional rvp (en este ejemplo, las palabras tienen valor positivo), y 
las otras respuestas distintivas que caracterizan el significado de la 
palabra Ri. El apareamiento de YOF y bonita produjo asociaciones 
entre YOF y rvp y YOF y Rh. En las siguientes presentaciones de la 
sílaba YOF y las palabras dulce y saludable la asociación entre YOF y 
la rvp se fortaleció mucho más. Esto no es el caso con las asociaciones 
Rh, Rd, y Rs, dado que ocurren solamente una vez e inmediatamente 
son seguidas por otras asociaciones que son inhibitorias. Las 
asociaciones directas indicadas en la figura, entre la sílaba sin 
sentido y las palabras individuales, pueden ser inhibidas en esta 
forma. 
Debe añadirse que dado que el estudio fue publicado, se empren-
dieron diversos estudios para replicar estos resultados (véase Cohén, 
1964; Das y Nanda, 1963; Di Vesta y Stover, 1962; Paivio, 1964, y 
Pollio, 1963). Los hallazgos muestran en general que el significado de 
una palabra puede ser condicionado a otras palabras con las cuales 
se aparea. Pollio demostró que en este procedimiento, además del 
condicionamiento de la respuesta semántica a la sílaba sin sentido, 
ésta también evoca alguna de las palabras con las cuales se aparea. 
En el experimento de Cohén, un mayor porcentaje de sujetos que en 
el presente estudio se hizo consciente de que las sílabas sin sentido se 
 
Artur W. Staats 
31 
 
apareaban con ciertos tipos de palabras; sin embargo, aun cuando el 
artículo de Cohén no lo estipula de una manera clara y precisa 
después del experimento se les hizo una pregunta más sugestiva que 
la utilizada en el procedimiento original —con lo cual se esperaría un 
incremento en sus reportes de conciencia. 
Resumen 
 
Se llevaron a cabo tres experimentos para probar la hipótesis de que 
las respuestas semánticas evocadas por una palabra pueden 
condicionarse a un estímulo neutro (una sílaba sin sentido) pre-
sentado contiguamente. El estudio suponía que el significado total de 
las palabras está constituido por componentes de respuesta que 
pueden ser condicionados separadamente. Una sílaba sin sentido fue 
presentada visualmente 18 veces, apareada en cada ocasión con la 
presentación auditiva de una palabra diferente. Aun cuando estas 
palabras eran diferentes, todas tenían un componente semántico 
idéntico. En el experimento I, una sílaba sin sentido se apareaba con 
un significado evaluativo positivo y otra sílaba se apareaba con un 
significado evaluativo negativo; en el experimento II se condicionaron 
respuestas al significado "activo” y al significado “pasivo”; y en el 
experimento III se condicionaron respuestas a los significados "fuerte” 
y “débil”. En cada experimento hubo evidencias significativas de que 
las respuestas semánticas se condicionaron a las sílabas sin sentido. 
ACTITUDES ESTABLECIDAS MEDIANTE 
CONDICIONAMIENTO CLÁSICO 
 
El análisis y los resultados experimentales precedentes (véase tam-
bién Staats y col., 1959, 1963) han indicado que el significado "emo-
cional” de las palabras se adquiere de acuerdo con el principio del 
condicionamiento clásico. Sin embargo, ocurre que eventos similares 
son habitualmente descritos como actitudes, tanto en términos de 
sentido común como en el lenguaje técnico. Es decir, los términos 
respuesta emocional negativa y estímulos emocionales negativos han 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
sido empleados en las discusiones previas en calidad de ejemplos. Los 
mismos eventos también podrían ser descritos con los términos 
respuesta actitudinal negativa o estímulos actitudinales negativos, y 
lo mismo se aplica en el caso de las actitudes positivas. 
Puede sugerirse que el proceso por el cual las actitudes se forman 
es el mismo que el proceso por el cual se forma el significado 
emocional, evaluativo o afectivo, es decir, el proceso de condiciona-
miento clásico. La única diferencia, que parece ocurrir cuando se 
usan los diferentes términos, es la naturaleza del estímulo involu-
crado. Si el estímulo es un objeto social, entonces, empleando el 
sentido común, tendemos a usar el término actitudes. Esto también 
es cierto con los estímulos verbales. Si el estímulo verbal está 
relacionado con la gente, los lemas políticos, etc., tendemos a hablar 
de la respuesta al estímulo como actitud. No decimos que tenemos 
una actitud hacia el objeto estímulo de una cena, o hacia la palabra 
cena. De cualquier manera, el proceso por el cual la palabra cena 
evoca una respuesta emocional positiva es el mismo por el cual los 
términos americano, democracia, libertad, etc., evocan respuestas 
emocionales positivas. 
Debe indicarse que este análisis se aplica a otros tipos de estí-
mulos que llamamos con diferentes nombres, tales como el término 
valores en psicología social y sociología, necesidades e intereses en la 
teoría de la personalidad, impulsos y motivaciones en psicología 
experimental, fetiches, urgencias y objetos catectizados en psicología 
anormal, etc., por mencionar algunos ejemplos. Todos se refieren a 
estímulos que evocan respuestas emocionales en el individuo, de 
acuerdo con los principios del condicionamiento clásico primario o el 
condicionamiento clásico de orden superior. 
El autor sostiene que uno de los aspectos poderosos del lenguaje 
consiste en que las palabras que evocan esos tipos de respuestas, es 
decir, que tienen significado emocional positivo o negativo (actitudes), 
pueden transferir este tipo de significado a otros estímulos 
ambientales con los cuales son apareados. Se ha sugerido que el 
proceso por el cual esto ocurre también es un proceso de condicio-
namiento clásico. 
Esto reviste especial importancia cuando los estímulos con los 
 
Artur W. Staats 
33 
 
cuales se aparean las palabras son estímulos sociales, esto es, son 
estímulos de otros seres humanos o estímulos que se asocian con o 
representan a otros seres humanos. 
Estas sugerencias fueron evaluadas en parte usando los métodos 
del autor que acaban de ser descritos. Esto es, el estudio amplió los 
experimentos originales sobre el condicionamiento del significado 
mediante el análisis de la formación de actitudes (significado 
emocional) hacia estímulos verbales con significado social a través del 
condicionamiento clásico. Los estímulos verbales socialmente 
significativos fueron nombres gentilicios y nombres masculinos co-
nocidos. Se esperaba que ambos tipos de estímulos, a diferencia de 
las sílabas sin sentido, evocaran respuestas actitudinales con base en 
las experiencias de condicionamiento preexperimental de los in-
dividuos que participaron como sujetos. El propósito de este estudio 
fue probar la hipótesis de que las actitudes ya evocadas por estímulos 
verbales con significado social podían modificarse mediante los 
procedimientos de condicionamiento clásico de orden superior, 
utilizando otras palabras como estímulos condicionados. 
Los resultados mostraron que las actitudes de los sujetos hacia 
los gentilicios holandés y sueco podían condicionarse en cualquieradirección, positiva o negativa. Lo mismo fue cierto con los nombres 
Tomás y Guillermo. De este modo, un grupo de sujetos podía 
condicionarse hasta un punto estadísticamente significativo a mostrar 
actitudes positivas o negativas hacia otros grupos de personas. Esto 
podría llevarse a cabo mediante un procedimiento muy breve, en el 
cual las palabras simplemente se aparearon con el nombre del grupo. 
Los individuos condicionados de esta manera no tenían conocimiento 
siquiera del propósito de la experiencia de condicionamiento a la cual 
estuvieron sujetos (Staats y Staats, 1958). 
Debe añadirse que no fue una respuesta de apreciación la que se 
condicionó en este procedimiento, sino más bien una respuesta 
actitudinal implícita que medió la conducta de utilizar la escala de 
estimación semántica. Esta escala puede considerarse análoga a un 
reactivo de un dispositivo de evaluación de actitudes. La misma 
respuesta actitudinal condicionada pudo ser medida de varias formas 
y se esperaría que evocara o mediara muchos tipos diferentes de 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
respuestas manifiestas, dependiendo de las otras condiciones de la 
situación. 
Es posible, dentro de esta concepción, interpretar dos estudios de 
Razran (1938, 1940) concernientes al condicionamiento de las 
estimaciones. Razran encontró que las estimaciones de fotografías de 
muchachas étnicamente etiquetadas y de lemas sociopolíticos podían 
alterarse mediante la presentación de estos estímulos cuando los 
sujetos degustaban un almuerzo gratuito y, en el caso de los lemas, 
cuando a los sujetos se les presentaba una estimulación desagradable 
al olfato. Podría pensarse que el cambio en las estimaciones se debe al 
condicionamiento de una respuesta emocional (actitudinal) implícita, 
a los estímulos, mediante el almuerzo o los olores desagradables. Es 
decir, parte de la respuesta emocional total evocada por la comida, 
por ejemplo, fue condicionada a las fotografías o a los lemas y se 
convirtió en el proceso de respuesta que a su vez evocó la estimación 
positiva. 
CONDICIONAMIENTO DE ORDEN SUPERIOR 
DEL SIGNIFICADO Y LA COMUNICACIÓN 
 
Esto y los resultados precedentes corroboran la hipótesis experi-
mental de que cuando una palabra que evoca una respuesta con 
significado emocional se aparea con un estímulo que no evoca esa 
respuesta, el estímulo evocará la respuesta semántica. El principio 
del condicionamiento clásico de orden superior recibió apoyo en el 
contexto del aprendizaje del lenguaje. 
Esto tiene varias implicaciones importantes. Primero, apoya la 
idea de que gran parte del aprendizaje del lenguaje puede ocurrir con 
base en ese principio. Es decir, una vez que el individuo ha adquirido 
respuestas semánticas a las palabras estímulo, está preparado para 
ampliar su repertorio de palabras significativas a partir de la 
experiencia verbal adicional. Un individuo sin un repertorio básico de 
palabras significativas no adquirirá un repertorio amplio de esa índole 
cuando se exponga a la nueva experiencia verbal. Esto es, si a un 
niño que ya ha sido condicionado para responder apropiadamente a 
 
Artur W. Staats 
35 
 
la palabra buena se le señala que la educación es buena, se producirá 
en él un mayor aprendizaje del lenguaje. La misma oración no 
produciría un significado positivo para la palabra educación en el niño 
que no ha sido previamente condicionado para responder a la palabra 
buena. 
Además, cuando el individuo posee tal repertorio de palabras 
significativas, puede aprender nuevas respuestas a algunos aspectos 
del ambiente, así como a otras palabras, sobre una base puramente 
verbal. En consecuencia, con respecto a un niño no verbal en este 
sentido sería necesario que recibiera la experiencia aversiva directa de 
estar solo en la calle antes de que fuese condicionado a evitarla. Sin 
embargo, con respecto al niño que ya conoce un significado emocional 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
negativo de la palabra lastimar, sólo será necesario proporcionar los 
estímulos de condicionamiento lingüístico de orden superior tales 
como “si sales a la calle puedes lastimarte”. 
Para ilustrar más ampliamente el procedimiento completo, di-
gamos que a un niño se le ha dado el entrenamiento en el que la 
palabra lastimar se aparea con varios estímulos aversivos. Esto es, el 
niño inevitablemente recibirá varios raspones y moretones en su 
actividad diaria. Los accidentes que producen estos estímulos dolo-
rosos pueden emplearse como el EiC en los procedimientos de con-
dicionamiento con los que el niño es adiestrado para responder al 
significado acostumbrado de la palabra lastimar. Esto puede lograrse 
pronunciando la palabra poco después del accidente o mientras lo 
está curando, pero le sigue doliendo. 
Como consecuencia del apareamiento sistemático de la palabra 
con varios estímulos aversivos en esta forma, se esperaría que la 
palabra evocara parte de las respuestas provocadas por los estímulos 
aversivos. La palabra sería un estímulo condicionado y la respuesta 
emocional condicionada conferiría a aquélla su significado. Este 
proceso de condicionamiento semántico de primer orden se 
esquematiza en la figura 2.6a. 
Siguiendo con el mismo ejemplo, supongamos que más tarde el 
niño se entretiene en una actitvidad deletérea y se le dice: “Eso es 
peligroso, te puedes lastimar”. Podría esperarse que éste y ejemplos 
similares de condicionamiento de orden superior condicionaran la 
respuesta emocional lastimar a la palabra nueva, peligroso. Este 
condicionamiento se esquematiza en la figura 2.6b. 
 
 
Después de haber ocurrido este tipo de aprendizaje, la palabra 
peligroso puede ser apareada con varios estímulos diferentes y estos 
estímulos nuevos evocarán la misma respuesta condicionada. El 
mismo niño, mientras observa alguna motocicleta, puede ser ad-
vertido más tarde por una madre ansiosa: son peligrosas. Mediante 
este tipo de experiencia, sin nunca haber tenido una experiencia 
directa con las motocicletas, el niño sería condicionado a responder 
ante ellas como si hubiera vivido tal experiencia aversiva, como en la 
 
Artur W. Staats 
37 
 
figura 2.6c. 
 
Realmente no es ni siquiera necesario que al niño se le diga la 
palabra peligroso en el momento en que está mirando la motocicleta. 
Bastaría simplemente con decirle: “Las motocicletas son 
peligrosas. La oración condicionaría las respuestas semánticas pe-
ligroso a la palabra motocicleta. Cuando el niño viera más tarde el 
objeto estímulo, evocaría una respuesta de denominación y la palabra 
estímulo producida evocaría la respuesta con significado emocional. 
(El proceso por el cual los objetos estímulo evocan respuestas de 
denominación se analizará en la segunda parte del libro.) 
De este modo, se esperaría que a través de la experiencia verbal 
de este tipo el individuo pudiese condicionarse a responder como si 
hubiese tenido experiencia directa con el objeto estímulo ambiental 
involucrado. Debido a este proceso, y a otros mecanismos de 
aprendizaje que se describirán más adelante, el individuo humano no 
necesita entrar en contacto directo con varias situaciones y problemas 
ambientales. Él adquirirá respuestas apropiadas a situaciones que 
nunca ha experimentado, sino sólo a nivel verbal. Estos tipos de 
condicionamiento semántico de orden superior son algunos de los 
procesos de aprendizaje del lenguaje que son comúnmente llamados 
comunicación. Ciertos informes relacionados con la comunicación 
han sido proporcionados por Mowrer (19605) y Osgood (1953). Un 
análisis más completo ha sido realizado por Staats (véase Staats, 
1964a; Staats y Staats, 1963). El tema se examina con mayor detalle 
en un capítulo posterior. 
De cualquier manera, se puede indicar que una de las razones por 
las cuales el hombre posee poderes de aprendizaje tan grandes puede 
explicarse con base en estos aspectos dellenguaje. También puede 
sugerirse que un repertorio escaso de palabras significativas puede 
ser una de las razones que subyacen a ciertas dificultades de 
aprendizaje. Podemos considerar como ejemplo a los niños re-
tardados. Otro ejemplo que probablemente involucra un fuerte déficit 
en el repertorio de palabras con significado emocional puede verse en 
la conducta de los psicópatas, quienes no reciben el beneficio de las 
advertencias verbales, peticiones y admoniciones al igual que otras 
personas. En general, se esperaría que un niño que no posee un 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
repertorio de palabras significativas en el sentido descrito, no sería 
capaz de aprender mediante la presentación habitual de los estímulos 
verbales. 
Sin embargo, esto no quiere decir que todo el condicionamiento 
verbal de este tipo provee al individuo con respuestas que se ajustan 
a él y a otras personas de su sociedad. Tomando como ejemplo el 
experimento del condicionamiento de las actitudes, un individuo 
puede ser condicionado para responder a las palabras y, por ende, a 
los objetos denominados por las palabras, de una manera muy 
diferente a las respuestas que habría aprendido si hubiese tenido 
experiencia directa con los objetos. Supongamos, por seguir el 
ejemplo, que en el breve proceso de condicionamiento experimental el 
sujeto ha sido condicionado para emitir una respuesta semántica 
muy negativa a la palabra holandesa-, posteriormente, si al sujeto se 
le presenta una persona que dice ser holandesa, aquél emitiría una 
respuesta negativa hacia esa persona. La actitud negativa estaría en 
función del procedimiento de condicionamiento del lenguaje, lo cual 
sería realmente lo opuesto al condicionamiento directo que ocurriría 
con la experiencia directa con la persona en sí. 
Cuando el condicionamiento del lenguaje produce aprendizaje 
diferente del que produciría la experiencia directa con los objetos 
estímulo (sociales o físicos) en sí mismos, puede decirse que el 
condicionamiento del lenguaje no ha desempeñado su papel de “pro-
fesor sustituto”. También se esperaría que el condicionamiento ocu-
rrido fuese desadaptativo. Continuando con el ejemplo, supongamos 
que el individuo que ha aprendido una actitud negativa hacia la 
palabra holandés evitaría interactuar con personas holandesas. Si él 
en realidad pudiera obtener recompensas por dicha interacción, el 
condicionamiento verbal que previno la interacción no sería 
adaptativo. 
Esto es sólo un ejemplo moderado. No obstante, se puede sugerir 
que muchos de los problemas sociales que ocurren entre grupos de 
personas se deben en gran parte a los condicionamientos del lenguaje 
que los individuos experimentan en cada grupo. No sólo la gente se 
evita socialmente entre sí con base en condicionamientos 
actitudinales negativos, sino que también pueden responder en otras 
 
Artur W. Staats 
39 
 
formas que no son deseables; esto puede incluir conducta cruel, 
insultos, obstruccionismo, respuestas antagónicas, votación oposi-
cionista, negarse a servir o ser contratado, así como conductas ser-
viles, rastreras temerosas, etc. Cuando tales conductas ocurren con 
base en el condicionamiento del lenguaje, y en dirección opuesta a la 
que se produciría por el contacto directo con los miembros de un 
grupo particular, pueden ser consideradas como desadaptativas. El 
mismo tipo de respuesta actitudinal “utópica” también puede ocurrir 
en dirección positiva; por ejemplo, actitudes positivas no realistas 
hacia un líder. 
De hecho, en el estudio precedente sobre la formación de acti-
tudes, el procedimiento de condicionamiento del lenguaje duró sólo 
unos minutos e implicó pocos ensayos de condicionamiento. Y se 
esperaría que el condicionamiento producido fuese leve y no durara 
mucho tiempo. Sin embargo, si en los pocos minutos de condicio-
namiento el grupo de sujetos pudiese ser afectado hasta un punto 
estadísticamente significativo, puede pronosticarse fácilmente lo que 
podría hacerse con este tipo de condicionamiento en un periodo de 
años. 
Desde luego, esto es lo que ocurre en muchos casos de la vida 
cotidiana. Es decir, los individuos pueden criarse bajo ciertas cir-
cunstancias donde experimentan continuamente el apareamiento de 
ciertos tipos de palabras con determinados estímulos sociales tales 
como nombres patronímicos, de grupos o étnicos. El niño criado en el 
sur de Estados Unidos generalmente tiene experiencias lingüísticas 
en las que el nombre negro, u otras variedades del nombre, será 
sistemáticamente apareado con palabras que evocan respuestas 
actitudinales negativas, por ejemplo, pobre, tonto, inmoral, sucio, 
desconfiable, precipitado, etc. Muchas de estas palabras evocarían 
respuestas con un significado negativo aún más intenso. Podría 
esperarse que después de años de este condicionamiento continuo, 
las personas de raza negra evocasen respuestas actitudinales 
negativas en las personas blancas comunes del sur, aun cuando la 
persona blanca no haya tenido contacto personal con los negros. 
Este es un ejemplo hipotético. La persona blanca del sur real-
mente habría tenido experiencias directas con personas negras, las 
 
 
Aprendizaje Lenguaje y Cognición 
cuales, dada la organización social, producirían un condicionamiento 
negativo que tal vez mantendría la inmensa cantidad de condi-
cionamiento al que ha sido sujeto a nivel verbal. Pueden citarse otros 
ejemplos que muestren más claramente el efecto de este tipo de 
condicionamiento del lenguaje, sin la interferencia de la experiencia 
directa. 
De esta manera, sabemos que mucha gente en la Segunda Guerra 
Mundial no tuvo experiencia directa con los japoneses. Sin embargo, 
durante la guerra vivieron una enorme cantidad de experiencias 
lingüísticas a través de varios medios de comunicación que los con-
dicionaron negativamente a los nombres Japón, japonés, etc. Se 
esperaba que este condicionamiento cambiase drásticamente las 
respuestas de los miembros de la audiencia hacia los nombres y los 
individuos que los evocaban. Por otro lado, después de la guerra 
ocurrió un condicionamiento del lenguaje mediante los mismos 
medios de comunicación masiva que tendió a invertir o recondicionar 
las actitudes de la audiencia. Como consecuencia, se esperaba que la 
respuesta actitudinal común a la persona japonesa o al nombre 
japonés fuese más parecida a la respuesta anterior a la guerra. 
Debiera enfatizarse que estos tres niveles de actitud negativa 
hacia los miembros de un grupo de personas se formaron en muchos 
casos sin experiencias directas de condicionamiento. Cuando éste ha 
sido el caso, es muy posible que las actitudes formadas sean 
totalmente injustificadas y desadaptativas. 
Desde luego, es más frecuente que el condicionamiento del len-
guaje al cual estamos sujetos ocurra de acuerdo con los sucesos 
reales, de tal manera que si los experimentamos directamente nos 
condicionarán en la misma forma que nuestras experiencias lingüís-
ticas. Es por esta razón que el lenguaje es extremadamente adaptativo 
para nosotros. Desde luego, es pertinente considerar que la 
experiencia del lenguaje puede no ser verídica en este sentido. En ese 
caso nuestra experiencia lingüística nos condicionará para responder 
en formas que no concuerdan con la realidad. 
El condicionamiento del lenguaje ocurre en nuestras interacciones 
verbales comunes con la gente. Muchas veces el individuo que provee 
a algún otro el condicionamiento del lenguaje no está consciente de 
 
Artur W. Staats 
41 
 
este hecho. Sin embargo, en muchos casos el individuo que provee los 
estímulos lingüísticos lo hace con el conocimiento de que desea 
manipular la conducta de su audiencia. 
La publicidad es, en muchos casos, un intento deliberado por 
"condicionamos” (aun cuando el publicista quizá no utilice la misma 
terminología). El publicista, por ejemplo, aparea el

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