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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/39207564 La música en la sociedad y en la educación Article · January 2003 Source: OAI CITATIONS 2 READS 1,984 1 author: Lucy Green University College London 65 PUBLICATIONS 3,276 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Lucy Green on 24 December 2018. The user has requested enhancement of the downloaded file. https://www.researchgate.net/publication/39207564_La_musica_en_la_sociedad_y_en_la_educacion?enrichId=rgreq-84389bb0842bb3b899ce25899c66db3d-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM5MjA3NTY0O0FTOjcwNzM0NjM1MTI2Nzg1NkAxNTQ1NjU1OTIwOTE2&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/publication/39207564_La_musica_en_la_sociedad_y_en_la_educacion?enrichId=rgreq-84389bb0842bb3b899ce25899c66db3d-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM5MjA3NTY0O0FTOjcwNzM0NjM1MTI2Nzg1NkAxNTQ1NjU1OTIwOTE2&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-84389bb0842bb3b899ce25899c66db3d-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM5MjA3NTY0O0FTOjcwNzM0NjM1MTI2Nzg1NkAxNTQ1NjU1OTIwOTE2&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Lucy-Green?enrichId=rgreq-84389bb0842bb3b899ce25899c66db3d-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM5MjA3NTY0O0FTOjcwNzM0NjM1MTI2Nzg1NkAxNTQ1NjU1OTIwOTE2&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Lucy-Green?enrichId=rgreq-84389bb0842bb3b899ce25899c66db3d-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM5MjA3NTY0O0FTOjcwNzM0NjM1MTI2Nzg1NkAxNTQ1NjU1OTIwOTE2&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/institution/University-College-London?enrichId=rgreq-84389bb0842bb3b899ce25899c66db3d-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM5MjA3NTY0O0FTOjcwNzM0NjM1MTI2Nzg1NkAxNTQ1NjU1OTIwOTE2&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Lucy-Green?enrichId=rgreq-84389bb0842bb3b899ce25899c66db3d-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM5MjA3NTY0O0FTOjcwNzM0NjM1MTI2Nzg1NkAxNTQ1NjU1OTIwOTE2&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Lucy-Green?enrichId=rgreq-84389bb0842bb3b899ce25899c66db3d-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzM5MjA3NTY0O0FTOjcwNzM0NjM1MTI2Nzg1NkAxNTQ1NjU1OTIwOTE2&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf SUMARIO COOPERACiÓN EDUCATIVA KIKIRIKI 71-72 (Diciembre 2003-Mayo 2004) • EDITORIAL: Reivindicando una educación comprensi- va, solidaria y plural .......................... 3 • DEBATE: MÚSICA Y EDUCACiÓN EN LA SOCIEDAD POSTMODERNA ............. 4 - La música en la sociedad y en la educación ....... 5 Luey Green - La sociología de la educación musical: Cuestionando lo que cuenta como conocimiento musical en las escuelas 13 Patricia Digón • DOSSIER: - Ambiente de clase e investigación escolar: el aula como contexto ................................. 23 Paco Pozuelos - Reflexividad educativa en el aula y teorías del aprendiza- je más sociales ............................. 25 Juan Bautista Rodríguez - Ambiente de clase e investigación escolar: el aula como contexto .................................. 3 I Juan Ramón Jiménez - La carpeta de trabajos: una propuesta para compartir la evaluación en el aula. . ...................... 37 Paco Pozuelos - Más allá de las paredes del aula: salidas de investigación escolar .................................... 43 Gabriel Trové - El animismo pedagógico de los medios .......... 47 Ramón l. Correa y MO D. Guzmán -Viaje al centro del aula. Relatos de experiencias prácticas. · ........................................ 52 Lorena González-Piñero y Feo de P. Rodríguez. - El aula, aportaciones para revisión bibliográfica de urgen- c~ ...................................... 59 Paco Pozuelos 'TANTEA - La ciudad del Arco Iris: un espacio para aprender, jugar e investigar ................................. 61 Antonio Romero, Ana Sánehez y MO de los Ángeles Vidal - Matemáticas con Picasso: Una experiencia en Educación Infantil ................................... 67 MO Remedios Molino Balsera - ¡Jugamos a los bolos o hacemos matemáticas? ... 73 Vieenta Pérez Jerez e Isabel MO Gallardo Fernández - iEstán construyendo un avispero en la ventana! " 79 Joaquín Ramos Gorda - El Roure: Escuela viva ...................... 91 Begona González Minguellón • COMENTAMOS ........................ 99 AÑO XVII. DICIEMBRE 2003 MAYO 2004 Redacción, administración y suscripciones: Apartado de Correos n° I 17 41530 MORÓN (Sevilla) Telf./Fax: 95 5854850 e-mail: kikiriki@cooperacioneducativa.com http://www.cooperacioneducativa.com DIRECCiÓN Y REDACCiÓN: • Joaquín Ramos García • Diego Navarro Núñez • Antonio Sánchez Román CONSEJO ASESOR: • Manolo Alcalá • J. Félix Angulo Rasco • Javier Barquín • Paco Bastida • Nieves Blanco • Javier Casado • M' Dolores Díaz Noguera • Juan Fernández Sierra • Agustín García Lázaro • Pepe González Monteagudo • Fernando Hernández • Paul Le Bohec • Miguel López Melero • Luis Miguel Millán Polo • Paco Olvera • Ángel Pérez Gómez • Rinaldo Rizzi • Miguel Ángel Santos Guerra • Jurjo Torrés Santomé • José Tuvilla Rayo DEPÓSITO LEGAL: SE -385-1988 ISSN: I 133- 0589 COPYRIGHT: M.C.E.P. Sevilla EDITA: M.C.E.P. Sevilla ILUSTRACiÓN PORTADA Y CONTRAPORTADA • Ana Belén Gal'cía-Contreras, NANEN ILUSTRACiÓN PORTADA DEBATE • Pilal' Milagros ILUSTRACiÓN PORTADA DOSSIER • Fina Rifá TEXTO CONTRAPORTADA: • García Lorca: Poetas en Nueva York FOTOS: • Carolina Rubio y M' Luz Rojas • Marí José Cayetano • Agustín García Ezquerro • M' Ángeles Jiménez • María José Bellido • Paco Pazuelos C. • Juan Ramón JiménezY. ILUSTRACIONES: • Ana Belén García-Contreras, NANEN • Diego Neyra FOTOCOMPOSICIÓN • Fotomecánica GRAFICOLOR IMPRESiÓN: 1. G. M. Grafidós. S.L. Tfno.: 95 585 35 63 CI Río Segura, 4. Morón de la Frontera 2 COOPERACiÓN EDUCATIVA 71-72 debate LA MÚSICA EN LA SOCIEDAD y EN LA EDUCACIÓN* Hace más o menos cuarenta años, aquellos países en los que se enseñaba música en el aula, el curriculum musical se construía a partir de la apreciación musical y el canto clásico, y en él se incluían una mezcla de música clásica occidental de la época posterior al siglo XVII y las composiciones populares tanto eur- peas como americanas reunidas por los compositores de princi- pios del siglo XX. A pesar de la existencia de los instrumentos Orff, en la mayoría de las escuelas la enseñanza instrumental tenía lugar fuera del aula durante el horario extraescolar. Aunque algunos de los alumnos habían adquirido unas nociones elementales y estudiaban algo de armonía y contrapunto, casi ninguno estudiaba composición musical hasta que no llegaba al instituto. Por el contrario, conforme entramos en el nuevo mile- nio, los profesores han empezado a incorporar al aula todo tipo de actividades musicales, invitando a todos los alumnos no sólo a que canten, a que toquen distintos instrumentos o a que com- pongan e improvisen, sino también a que escuchen una gran variedad de estilos musicales de todo el mundo, incluyendo músi- ca pop, folk y clásica. Los cambios en las clases de música, tan rápidos y radicales, son consecuencia de la transformación de los roles musica- les en la sociedad, los cuales están ligados a su vez a otros cambios mucho más pro- fundos, ya sean demográficos, tecnológi- cos, conectados con la globalización o referidos a las nuevas relaciones entre las clases sociales y las etnias, etc. La continua llegada al país de personas de todas las nacionalidades ha traído consigo una gran cantidad de estilos musicales distintos. La existencia de equipos de grabación y reproducción musical cada vez de mayor calidad, junto con la expansión de la industria musical han posibilitado el acce- so a múltiples estilos musicales, con solo apretar un botón, de miles de oyentes de cualquier condición social. Los ordenado- res y los instrumentos musicales electró-nicos han influido profundamente en la forma en que la música se ejecuta, se compone y se graba.También ha cambiado la relación de los miembros de los distin- tos grupos sociales con la música: el papel de la mujer en la música no es tan res- tringido como antaño; determinados esti- los musicales como la música folk o la clá- sica ya no se asocian exclusivamente con determinadas clases sociales; y algunos tipos específicos de música ya no perte- necen exclusivamente a un determinado grupo étnico. En la primera parte de este capítulo examinaré algunos conceptos que nos ayudarán a comprender mejor las cone- xiones entre la música y otros factores sociales como los ya mencionados. La dis- cusión se centrará en las distintas formas en que los diferentes grupos sociales se relacionan con la música. A continuación, en la segunda parte demostraré cómo las relaciones de los diferentes grupos con la música repercuten en la clase de música. Por último, sugiero que la comprensión de dichos factores puede ser útil en el desa- rrollo de la sensibilidad de los profesores respecto a las aptitudes, los valores y las necesidades musicales de ellos mismos y de sus alumnos. , Lucy Green es Reader of Music Education at the Institute of Education,London University. UK. * Traducción del original a cargo de Aurora Caparrós Cayuela Lucy Green I La música en la sociedad Grupos sociales Los grupos sociales más conocidos y estudiados son la clase social, la etnia, la raza, el sexo, la edad, la religión, la nacio- nalidad, la familia y la subcultura. Entendemos la sociedad como un agrega- do de distintos grupos, que, a su vez, y con toda seguridad, acaban por solaparse. Será muy útil distinguir tres formas distintas de solapamiento. Una tiene que ver con la identificación de los grupos. Tomaré como ejemplos la etnia y la clase social. Un grupo étnico puede identificarse como una combina- ción de prácticas culturales, nivel de estu- dios, lengua, religión, nacionalidad, empla- zamiento geográfico, y otros aspectos que tienen que ver con las personas que con- forman el grupo. Una clase social puede identificarse además de por las prácticas culturales y por el nivel de estudios, por el estatus económico de sus miembros, o el tipo de trabajo que desempeñan. Así pues, las prácticas culturales y la educación desempeñan una parte importante en la identificación de ambos grupos. En otras palabras, las características similares pue- den en ocasiones ser relevantes a la hora de identificar diferentes grupos sociales. En segundo lugar, el solapamiento se da en la forma que tienen de encajar unos gru- pos con otros. Haciendo uso de los mis- mos dos ejemplos, algunos grupos socia- les se pueden encontrar principalmente dentro de una clase social - como es el caso de los gitanos en determinados paí- ses centroeuropeos; mientras que otros grupos étnicos pueden estar repartidos en distintas clases sociales - como es el caso de los gaélico-parlantes que viven en el Reino Unido. Una tercera forma en que los grupos sociales se solapan es a través de los indi- viduos que forman los grupos. No tiene sentido pensar que los grupos sociales se contrapongan o se yuxtapongan con los COOPERACiÓN EDUCATIVA 71-72 s debate "Los significados musicales se articulan a través de las letras o los libretos, pero el soporte escrito en ningún momento puede considerarse necesa- rio para que surjan dichos significados" individuos. Cada persona es simultánea- mente miembro de varios grupos distin- tos, algunos de los cuales pueden corres- ponderse, otros pueden entrar en conflic- to y otros pueden cambiar. Por ejemplo, una persona puede pasar de un grupo social a otro en el transcurso del tiempo, o puede vivir en una familia de clase tra- bajadora mientras que tiene un trabajo de clase media; una persona puede pertene- cer a una etnia mixta, y sin embargo iden- tificarse más con un grupo étnico que con otro; una persona puede incluso someter- se a un cambio de sexo. No obstante, en todos estos casos sería imposible que la persona evitara del todo establecer cual- quier tipo de relación con los grupos sociales de clase, etnia y sexo. Incluso siendo un individualista extremo, dicho individualismo se ha conseguido a través de la interacción social, la enculturación y la pertenencia a una variedad de grupos sociales. A la hora de considerar los gru- pos sociales, es necesario observar cómo los individuos negocian sus posiciones dentro de los mismos, y cómo se implican activamente en la construcción y la defini- ción de aquellos a los que pertenecen. negros; los compositores de música clási- ca más famosos son varones y blancos. Pero incluso en estos breves ejemplos, he hecho referencia a cuatro grupos sociales (raza, clase social, edad y sexo), a tres prácticas musicales (escuchar, interpretar, componer), ya dos tipos de música (músi- ca clásica y hip-hop). Implícitos en estos ejemplos están también otros aspectos que tienen que ver con los significados y los valores que se le otorgan a la música, con el modo en que se forman los grupos alrededor de la música, y con la forma en que los individuos pertenecientes a esos grupos se ven a sí mismos en relación con ella. Por su complejidad y diversidad, sería adecuado descomponer en áreas la pre- gunta de cómo se relacionan los grupos sociales con la música. Aquí analizaré la pregunta en relación con cuatro áreas: prácticas musicales, significado musical, la música por sí misma, y la identidad musi- cal de los individuos. a) Prácticas musicales Podemos concebir las prácticas musi- cales de tres modos. Uno tiene que ver con la producción de la música, y supone claridad, de ahora en adelante me referiré a grupos sociales no-musicales como es el caso de la etnia o el sexo, con el nombre de "grupos sociales a gran escala"; y a los grupos de productores musicales como grupos musicales a pequeña escala. Una segunda área de práctica musical tiene que ver con la distribución: cómo pasa la música del productor al consumi- dor. Los diferentes mecanismos de distri- bución son, por ejemplo, las grabaciones de sonido, los conciertos en directo, la TV y la radio, las improvisaciones en las calles, las ceremonias religiosas, o la enseñanza. Los distintos grupos sociales a gran esca- la pueden estar implicados en los diferen- tes modos de distribución, y una vez más, como en el caso de la producción musical, los modos de distribución por sí mismos ponen en movimiento a grupos a pequeña escala, como es el caso de los que traba- jan en la industria discográfica, administra- dores musicales, profesores, etc. Una tercera área de la práctica musi- cal tiene que ver con la recepción, o en otras palabras, con cómo usa la gente la música. Es probable que escuchen música en sus hogares, en el trabajo, o que asistan a conciertos o a bailar. Una vez más, los diferentes grupos sociales a gran escala tienden a tomar parte en diferentes prác- ticas de recepción, y éstas a su vez inclu- yen a grupos más pequeños que se rela- cionan con la música de forma muy espe- cífica: oyentes de radio 1, habituales de la ópera, bailarines o habituales de los clu- bes. b) Significado musical En la filosofía de la música, las cuestio- tener en cuenta quién y cómo produce la nes se plantean en relación con lo que la Los grupos socia/es en re/ación con /a música ¡Cómo se relacionan los grupos con la música? Una respuesta a esta pregunta podría ser que, en diversos grados, las personas de los diferentes grupos sociales se suelen implicar en distintas prácticas musicales, y suelen atribuir diferentes sig- nificados y valores a los diferentes tipos de música. Tres simples ejemplos serían: la mayoría de los oyentes de la BBC radio 3 (la conocida emisorade música clásica) son blancos, de clase media y con más de treinta y cinco años; la mayoría de los artistas de rap (no todos) son varones y música. Diferentes clases sociales, grupos étnicos, grupos según sexo o edad, y otros grupos similares están habitualmente implicados en la producción de diferentes tipos de música, dependiendo del momen- to histórico, la localización geográfica y otros contextos. A su vez, la producción musical hace aflorar nuevos grupos espe- cíficos, no identificables en términos sociológicos generales: es el caso de los intérpretes, compositores, ingenieros de grabación, estudiantes; y sus correspon- dientes subgrupos: trompetistas, cantan- tes y profesores de composición, escrito- res de canciones, etc ... Por motivos de música significa o cómo adopta su signifi- cado. Pero cuando tomamos en conside- ración la relación de los gru pos sociales con la música, nos interesará más pregun- tarnos cómo construyen los diferentes grupos sociales los significados musicales, lo que dichos significados son, cómo se ponen de acuerdo los distintos grupos con respecto a esos significados, y cómo los rebaten, tanto en el seno de un grupo como entre los distintos grupos. Hasta cierto punto, los significados musicales se articulan a través de las letras o los libre- tos, pero el soporte escrito en ningún momento puede considerarse necesario 6 COOPERACiÓN EDUCATIVA 71-72 para que surjan dichos significados. Éstos también proceden de los grupos sociales, de las prácticas musicales, y de otros fac- tores a los que la música está convencio- nalmente asociada. En ocasiones, el signifi- cado de la música procede de su uso repetido dentro de determinados contex- tos: el Himno Nacional se asocia con la Reina; un tema de la Suite de Cascanueces, de Tchaikovsky, debido a su uso en publicidad durante varios años, hace pensar a la gente en el chocolate Cadbury. Pero también la música toma significados más vagos, más dudosos, de su propio contexto social. Algunos de esos significados generalmente se entenderán, otros serán más personales e individuales. Por ejemplo, al escuchar el inicio de una actuación de "heavy metal", la mayoría de los asistentes sabrían adivinar casi con toda seguridad el tipo de ropas y el pei- nado de los miembros de la banda, su sexo, o probablemente la raza y la edad de los seguidores. A la misma vez, es posible que la opinión que se tenga de esa música sea buena, mala, indiferente, inmoral, agre- siva, sensible. Cualquiera que sea la postu- ra de cada individuo ante esos factores, todo ello será parte del significado que la música transmite a la persona. c) la música en sí misma Como ya hemos visto, los diferentes grupos sociales y en diferentes grados se implican en diferentes prácticas musicales que implican diferentes tipos de música. Es importante tomar nota de las caracte- rísticas de la música en sí misma, de otra manera terminaremos por dejar a un lado el objeto mismo tan esencial en nuestro estudio. Una buena amiga que es sociólo- ga musical me contaba que se divirtió hacer referencia a la naturaleza de la música implicada, representará solo una imagen parcial y posiblemente errónea. Lo que es más importante, la música en sí misma no es simplemente un sínto- ma de nuestras prácticas y significados musicales, sino que vuelve a nosotros, a través de su capacidad para influir en nuestras creencias, valores, sentimientos o comportamiento. Por ejemplo, si un profesor de primaria le pide a los niños que bailen una música rápida y fuerte con un ritmo explícito y un golpe de tambor, éstos saltarán vigorosamente; si se les pide que bailen al son de una música suave y melodiosa, se balancearán con gracia. La música en sí misma influye en sus res- puestas. Del mismo modo, algunos tipos de música poseen una textura formal que las convierte en más o menos acordes a ciertos usos o significados. d) Identidad musical de los individuos Finalmente, para muchas personas, la música sirve para definir su identidad como individuo en el seno de un grupo o de unos grupos. Los miembros de un grupo de amigos o de un subgrupo cultu- ral, por ejemplo, usan la música como una forma de afirmar su identidad dentro del grupo. A cambio, esto añade cohesión al grupo. Una vez más, la música no se elige arbitrariamente, sino que conlleva signifi- cados apropiados a fuerza de convención, influye en nuestras respuestas y compor- tamiento, y es adecuada en distintos gra- dos, y para determinados usos y significa- dos. La música en la educación Si observamos la música en las escue- las, podemos distinguir un gran número mucho cuando realizó un estudio de mer- de patrones relacionados con algunos de cado sobre los gustos musicales. Bajo la los aspectos discutidos anteriormente. categoría de "música para bailar" las esta- dísticas demostraban que ésta era la músi- ca favorita de las personas con edad por encima de los cincuenta y cinco, y por debajo de veinticinco. Lo que las estadísti- cas no decían era que la naturaleza de la música bajo dicho epígrafe y las prácticas musicales y los significados asociados con ella son muy diferentes dependiendo del grupo al que nos refiramos, hasta el punto de no tener nada que ver una con otra. La información estadística en sí misma, sin Brevemente, los niños de distintos grupos sociales a gran escala tienden a implicarse en diferentes prácticas musicales, a asignar distintos significados a la música, a prefe- rir diferentes tipos de música, y a relacio- narse de forma distinta como individuos dentro de sus grupos. Estas diferencias se dan no solamente en sus vidas fuera de la escuela, sino también en su compromiso con la música dentro de ella. Los profeso- res por supuesto son ellos mismos miem- bros de diversos grupos sociales y musi- COOPERACiÓN EDUCATIVA 71-72 debate 7 debate "La música no se elige arbitrariamen- te, sino que conlleva significados apro- piados a fuerza de convención, influye en nuestras respuestas y comporta- miento, y es adecuada para determina- dos usos y significados" cales, y también se relacionan con la músi- ca como miembros de grupos más gran- des. A continuación proporcionaré algu- nos ejemplos de cómo dichos factores pueden influir en el contenido y en los efectos de la educación musical. Los ejem- plos se centrarán en tres grupos sociales: clase, sexo y etnia. Clase social Ya he indicado que la división de cIa- ses existe en relación con el estilo musi- cal: aunque las personas de distintas clases sociales, especialmente en la actualidad, suelen disfrutar con la música pop (recor- demos a la princesa Diana de Inglaterra, por ejemplo), normalmente las personas de clase media y alta son las que suelen oír la música clásica. Durante los años 70 y los 80, la investigación en la sociología de la educación musical (Vulliamy 1977 a y b, Green 1988) sugería que a pesar de que las escuelas del Reino Unido estaban empezando a incorporar una gran varie- dad de estilos musicales al currículum, la mayoría de los profesores, planificadores curriculares y tribunales de exámenes presentaban sin duda alguna la música clá- sica como el estilo musical más importan- te y legítimo. En 1982 llevé a cabo un cuestionario en sesenta y una escuelas del Reino Unido que incluía, entre otras cosas, preguntas a los profesores sobre si enseñaban música clásica y música pop, y su razonamiento. Como ejemplos de ese interés por la música clásica en educación en ese tiempo, he aquí algunas de las res- puestas a la pregunta: "¡Enseñas música clásica?" o Sí, es parte de nuestra herencia cul- tural. Contiene elementos musicales muy valiosos. Es esencial para los exámenes públicos. o Sí. Es necesario enseñarles cuál es nuestra herencia cultural,de otro modo no existe la oportunidad de que los niños la conozcan. Lo que ahora se siembre dará sus frutos en el futuro. o Sí. Ofrece la visión más amplia de la música; además, cantarla, escucharla e interpretarla son uno de los mayores pla- ceres de la vida. Cualquier músico que se precie debe mostrar la fuente de su gozo con la esperanza de que los demás obten- gan el mismo tipo de placer. o iPor supuesto! Las razones deberían de ser obvias: son la base, el estándar de cualquier otra música. o Sí, en cuanto que "clásica" es igual a "expresiva", y en cuanto que es una forma de arte y es el estilo de música que requiere concentración, explicación y sen- sibilidad. Solamente tres de los sesenta y un profesores elegidos al azar dijeron que no enseñaban música clásica, dos de ellos sin siquiera dar una explicación, y el otro por motivos étnicos y por la poca inteligencia de los alumnos y alumnas. En cuanto a la música pop, los profe- sores con frecuencia la usaban al final de la clase como un regalo, para entretener a los niños, o para apaciguar a los niños "con poca capacidad". En general, estas actitudes hacia este tipo de música están en franco contraste con las actitudes ante la música clásica. Para ilustrarlo, presenta- mos algunos ejemplos de respuestas a la misma pregunta ("¡ Enseñas música clási- cal") o Sí. Porque los niños tienen muy poco conocimiento musical aparte de la música pop/disco, y por tanto enseñarles música clásica les amplía su conocimiento musi- cal. o Sí, les doy a conocer la música clási- ca. La música pop la oyen de todas mane- ras. Tiene poco sentido enseñarla. o Si. Los niños tienen "impuesta" la música pop todos los días, de este modo, nosotros les ampliamos su gusto musical. o Sí ... Mi "jefe" habla de la "desviación adolescente en cuanto a las artes". o Sí, pienso que es importante que los niños escuchen otra música que no sea la música pop que han mamado desde que nacieron. o Sí. Les presento la música clásica. La música pop la oyen de todas maneras. No tiene sentido enseñársela aquí. Y en respuesta a la pregunta "¡Enseñas música pop?": o No, los alumnos están lo suficiente- mente saturados en esta área cultural como para justificar su exclusión del curriculum. o No. La mayoría de los adolescentes están rodeados de música pop las 24 horas del día. Las clases de música dan la oportunidad de demostrarles que existe otro tipo de música. Para tener éxito en música en la escuela - es decir, que se reconozca su valía, que se les ofrezca la oportunidad de tener clases extra curriculares, que aprue- ben los exámenes - era necesario que los alumnos aceptaran la superioridad de la música clásica. Y no solamente eso, sino que a los alumnos que optaban por la música a los 14, normalmente se les pedí- an conocimientos instrumentales, y aun- que el acceso era hasta cierto punto gra- tuito, a algunos alumnos se les exigía un pequeño pago. Las investigaciones revelan que uno de los factores más significativos en el desarrollo de los jóvenes músicos es el apoyo y la motivación de los padres (Sloboda y Howe, 1991). Algunos de los niños provenían de familias que no mos- traban interés alguno por la música clási- ca, y a estos niños les faltaba dicho estí- mulo. Es más, muchos niños que no tenían acceso a conocimientos musicales gratui- tos, no podían permitirse las clases priva- das. Por lo tanto, mientras que la educa- ción musical en teoría se ofrecía a todos los niños por igual, en la práctica los per- tenecientes a clases sociales más acomo- dadas, especialmente interesadas en la música o comprometidas con ella se beneficiaban de ésta y tenían éxito en la escuela, en detrimento de los niños de otras clases sociales. Como hemos mencíonado al princi- pio de este capítulo, las oportunidades de componer música en las escuelas han aumentado notablemente para todos los alumnos desde que se realizó la investiga- ción que hemos descrito arriba, y un fac- 8 COOPERACiÓN EDUCATIVA 71-72 tor especialmente significativo en el con- texto de la discusión que nos ocupa es la introducción de una mayor variedad musi- cal, incluyendo "música del mundo" en el currículum, junto con un acercamiento más serio y global hacia todos los tipos de música. Sin embargo, se han llevado a cabo muy pocos estudios de investigación desde los años 80, como para determinar si estos cambios curriculares han afectado al interés o al éxito de las clases sociales en la educación musical. Sexo Las últimas investigaciones han inda- gado en las prácticas musicales, los signifi- cados, y los tipos de música e identidades musicales asociadas con los niños y las niñas en las escuelas. (Ver British Journal of Education 1993, Green 1997, O'Neill 1996 y 1997). En 1992 realicé un cuestio- nario en el que se vieron implicados pro- fesores de música de setenta y ocho escuelas inglesas de secundaria, quienes dieron su opinión sobre las prácticas musicales, la capacidad y las inclinaciones de los niños y las niñas; yo entrevisté en dos escuelas comprensivas mixtas de un barrio pobre del centro de Londres a sesenta y nueve alumnos de edades com- prendidas entre los I I Y los 16 años que formaban parte de pequeños grupos de amigos del mismo sexo. Surgieron patro- nes muy claros, tanto en las percepciones de los profesores como en las prácticas y actitudes de los niños y las niñas. El canto es una de las áreas curricula- res hacia la que los chicos de secundaria no sienten inclinación alguna, COI1'lO se pudo verificar tanto en el informe como en las entrevistas. De los setenta y ocho profesores, sesenta y cinco dijeron que las chicas eran mejores en canto que los chi- cos, trece dijeron que eran iguales, y nin- guno dijo que los chicos fueran mejores. Es más, todos los profesores aseguraron sin duda alguna que las chicas eran voca- listas entusiastas que disfrutaban cantan- do y que se ofrecían voluntarias para las actividades extracurriculares corales y para otras actividades en las que se canta- ra en grupo, a veces sin la presencia de chico alguno. Los alumnos estuvieron de acuerdo: un gran número de chicas expre- saron su diligencia para cantar, y muchos dijeron que el canto era una actividad femenina, o en palabras de un chico de once años, "cantar es cosa de chicas". Los profesores también dijeron que son muchas más las chicas que tocan un instrumento que los chicos, sobre todo la flauta, el violín y el piano, estando todos ellos asociados a la música clásica. Una profesora mencionó que de cincuenta flautistas que había en su escuela, ninguno era chico. Una vez más, las respuestas de los alumnos coincidían con las de los pro- fesores. Por ejemplo, los chicos decían: "a la mayoría de las chicas les gusta tocar el violín y el chelo", "no se separan mucho de la música clásica", mientras que las chi- cas decían: • A los chicos no les gusta la música clásica • (encuestador) ¡Por qué crees que sucede esto? • Bueno, en principio en las clases de música lo que hacemos es escuchar músi- ca clásica ... y ese tipo de cosas. • Sería algo diferente si la música que se pone fuera más para nuestra edad. • Sí, por eso el tipo de instrumentos que tocan eran la guitarra eléctrica y ese tipo de cosas. • No, orquesta yeso ... En general, las chicas evitan tocar ins- trumentos excesivamente tecnológicos, especialmente aquellos que tienen que ver con la música pop, como los tambores y las guitarras eléctricas. Pero los chicos responden de forma muy distinta al trata- miento que se da en la actualidad a la música pop en las escuelas. Los chicos de los grupos de entre I I Y 14 años con los que hablé, sin excepción alguna, dijeron que o bien ya tocaban la batería o les gus- taría hacerlo. Muchos se quejabande que no les daban la oportunidad. • Me gusta tocar la bateria pero no nos dan la oportunidad de expresarnos. Siempre el xilófono, el xilófono. Nos gus- taría tocar la batería, la guitarra, nos gus- debate taría tocar un montón de instrumentos. El interés por la batería radica en el deseo de implicarse con otros instrumen- tos relacionados con la música pop y con la tecnología de reproducción de sonido. Mientras que la música preferida de las niñas se podría definir como "lenta", la música pop sobre la que los chicos mos- traban su interés se caracterizaba por ser "rápida" o por "tener ritmo". Un grupo de chicos decía que "a la mayoría de las chi- cas les gusta tocar instrumentos clásicos". • Hay dos chicas en nuestra clase que tocan el chelo, creo que se llama así. • (encuestador) ¡Por qué crees que lo hacen? • Porque les gusta la música más lenta. No solamente se les señalaba por preferir la música "lenta", "clásica", tam- bién los profesores decían de ellas que les gustaba la música como expresión de sus sentimientos, y que les interesaba el aspecto sensible, delicado de la música. A los chicos, por otro lado, no solamente se les reconocía por preferir la música "rápi- da", "pop", sino por criticar las clases de música sobre todo por miedo a parecer "maricas" y "poco hombres" (la mayoría de los profesores usaron dichas palabras). A las chicas se les consideraba faltas de confianza en sí mismas, pero sí se decía de ellas que estaban siempre dispuestas a cooperar, que son muy trabajadoras y conformistas; mientras que de los chicos se decía que estaban siempre muy segu- ros de sí mismos, que eran extrovertidos, poco dados a cooperar, y que le otorga- ban más importancia a lo que los compa- ñeros pensaban de ellos, que a lo que los profesores les decían. Lo más sorprendente de las respues- tas de los profesores era que, a pesar de que definían a los chicos como poco inte- resados, poco cooperativos y con actitud negativa hacia las clases de música, los consideraban muy buenos en la composi- "El poder de las relaciones musicales tiene un gran tirón no solamente dentro de la escuela, sino también fuera de ella" COOPERACiÓN EDUCATIVA 71-72 9 debate clon. Por contraste, consideraban a las chicas aburridas y poco creativas.A conti- nuación ofrecemos algunos ejemplos de comentarios de los profesores. • En general, los chicos realizan traba- jos más creativos que las chicas. • Los chicos no temen ser inventivos, y experimentar. Las chicas procuran guar- dar siempre las formas. • Las chicas tienden a ser más tradi- cionales y conservadoras a la hora de escribir. • Las chicas tienen que esforzarse más y no parecen tener esa capacidad natural. • Los chicos tienen una mayor chispa creativa que las chicas ... parece que las chicas carecen a menudo de ideas, y tie- nen problemas a la hora de desarrollar ideas musicales. Cuando a los alumnos de secundaria se les hablaba de la composición, observé que aunque no usaban los mismos térmi- nos que los profesores - "conformidad", "creatividad", por ejemplo - sin duda algu- na, adoptaban las características por ellos nombradas. Además presentaban las acti- tudes mencionadas por los profesores, como que las chicas mostraban una falta de confianza en sí mismas, un interés por los sentimientos, que hacían lo que los profesores les pedían, o que los chicos se mostraban seguros, poco cooperativos o más interesados en las normas del grupo de amigos que en las clases. Algunas de las chicas mostraban su aversión y su falta de confianza ante la composición. Otras veían su trabajo con placer y orgullo. Pero en ambos casos confirmaban la descripción que ofrecían los profesores. Por ejemplo: • Vale, me gusta la composición cuan- do estoy haciendo lo que me gusta, pero lo que no me gusta es la teoría porque te la tienes que aprender ... \ ---".;' -- l • Cuando me gusta un trabajo (mío) tengo esa sensación. Sé que es una tonte- ría, pero tengo esa impresión, ya sabes, "satisfacción personal" y es como cuando te suben los colores a la cara. Algunas se definían a sí mismas como "incompetentes" o "confundidas". Todas estaban de acuerdo en su dependencia del profesor, y muchas de ellas decían que "habían hecho todo lo posible". Incluso aquellas a las que les gustaba su trabajo se mostraban dispuestas a denigrar al menos parte de su trabajo o de sus sentimientos en numerosos apartes cuando lo describí- an como "tonto", "aburrido", "horríble". Los chicos demostraban una actitud completamente diferente ante la compo- sición. Todos menos uno eran positivos, seguros y despreocupados, se considera- ran o no "buenos" compositores. Demostraban no sólo confianza en su capacidad y poca dependencia del profe- sor, sino además un rechazo de los conse- jos y valores del profesor; se presentaban a sí mismos como menos trabajadores, aunque sí mejor "informados" sobre sus necesidades y sus objetivos. En vez de decir que "hacían todo lo que podían", todos coincidían en que "podrían haberlo hecho mejor". Ninguno mencionó sus sentimientos. Tanto los profesores como los alum- nos coincidían con respecto a prácticas musicales, instrumentos, valores, y los tipos de música asociados con los chicos y las chicas respectivamente. Estas premi- sas no pueden descartarse como meros prejuicios, pues se basan en una evidencia razonable de la vida diaria de la escuela. Pero una de las complejidades de la situa- ción surge de una tendencia a etiquetar los demás y a nosotros mismos, lo que convierte nuestras creencias en profecías de autocumplimiento (ver Green 1997 para una discusión más amplia del tema). Aunque muchos profesores en la actuali- dad son conscientes de los patrones de sexo en la música, el poder de las relacio- nes musicales tiene un gran tirón no sola- mente dentro de la escuela, sino también fuera de ella. Las buenas intenciones y las intervenciones de los profesores no pare- ce que puedan alterar la situación de forma radical; tal vez animando a los chi- cos a que se unan al coro, o haciendo esfuerzos por reconocer la valía de las 10 COOPERACiÓN EDUCATIVA 71-72 chicas o premiándolas cuando demues- tran imaginación en sus composiciones, los profesores podrán romper las divisio- nes implícitas que en la actualidad impiden que tanto chicos como chicas se impli- quen y destaquen en determinadas prácti- cas musicales. Origen étnico El siguiente ejemplo está extraído de la tesis de un master en la que Andrew Alden (1988) entrevistó a niños de una escuela de primaria interracial de un barrio deprimido del centro de Londres donde aproximadamente un setenta por ciento de los alumnos tenían el inglés como segundo idioma. Andrew conocía bien la escuela y había sido profesor allí anteriormente. La escuela seguía una polí- tica antirracista y tenía un curriculum multicultural, en el que Andrew observó que había clases y materiales curriculares que tenían que ver con la música de todo el mundo, incluyendo el ensayo de una canción hindi para la asamblea de la misma mañana en que ocurrieron los hechos que se relatan a continuación: Durante una clase en la que había alumnos de varias etnias, él preguntó a los alumnos sobre sus gustos musicales y el tipo de música que escuchaban en casa. La imagen que resultó fue la de una audien- cia totalmente comprometida con las lis- tas de éxitos de programas como Top of the pops, o de la BBC l. Pero cuando entrevistó a unos niños asiáticos de un pequeño grupo de una sola etnia, la ima- gen que se le presentó a Adlen era muy diferente. Dice: " .... Aunque estaban muy familiariza- dos con la música "pop" y a veces escu- chaban Top of the pops, todos tenían claro que la música hindi era la sustancia de sus experiencias en casay todos estaban de acuerdo en que era su música preferida" (p.84). También le contaron que escuchaban sobre todo emisoras de radio locales donde ponían música hindi. A continuación Alden dirigió una sesión con un grupo en la que los alumnos trabajaban en equipo para diseñar el curriculum que les gustaría tener en músi- ca. Al final de la sesión sus sugerencias incluían solamente música de las listas de éxitos, instrumentos asociados con dicha música, y algunas lecciones sobre instru- mentos de percusión con los que ellos ya estaban familiarizados. Durante la discu- sión que siguió, los alumnos asiáticos que había en el grupo permanecieron en silen- cio. "Dije que los alumnos de la escuela escuchaban muchos más tipos de música de los que allí habían sugerido y pregunté si teníamos que incluir este rango. Incluso con aquella mención tan explícita, no se alzó ninguna voz que dijera "Sí" (p. 88). Más tarde, les pregunté a los niños asiáticos por qué no habían hablado y dijeron que no querían ser señalados por sus compañeros (p.85)". Se han hecho muchos esfuerzos últi- mamente para que la capacidad musical cruce las fronteras de la nación, y para que sirva como medio de comunicación entre todas las personas, independiente- mente de la lengua que hablen y de sus prácticas o creencias culturales. El curriculum musical multicultural ha mejorado en parte como respuesta a los cambios demográficos que han traído los distintos grupos étnicos que han entrado en contacto, así como gracias al desarro- llo en la industria musical que nos ha tra- ído "la música del mundo", tal y como hemos mencionado en la introducción de este capítulo. Una demanda que con fre- cuencia se hace es que estudiar música de todo el mundo puede inculcar en los alumnos tolerancia y respeto hacia "otras" culturas, y muchos profesores podrán verificar los efectos. benéficos de una perspectiva musical global. Pero se ha lle- vado a cabo muy poca investigación que pueda constatar si el curriculum intercul- tural ha servido para mejorar la toleran- cia y la comprensión interétnica. Existen también otros aspectos de debate naturaleza diferente que tienen que ver con la relación entre el origen étnico y el curriculum musical. De momento es un derecho que establece el Curriculum Nacional, que todos los niños deberían componer, interpretar, valorar la música, individualmente y en grupos. Pero esta ley no ha tenido en cuenta el hecho de que en un pequeño número de familias de determinados orígenes étnicos y religio- sos, dicho compromiso con la música es un problema. Por ejemplo, algunas familias musulmanas desaprueban que los niños y las niñas interpreten música juntos, o incluso que hagan música. Es poco lo que se ha investigado teniendo en cuenta la importancia social de esta situación, aun- que es cierto que puede poner a algunos profesores y alumnos en situaciones difí- ciles. Implicaciones para los profeso- res La diversidad del curriculum de músi- ca contemporánea es tanto un efecto como una respuesta a modelos sociales más amplios en el compromiso con la música fuera de la escuela, tal y como hemos discutido en este capítulo. Por ejemplo, el curriculum ha respondido a una apertura en las relaciones de las cIa- ses sociales en cuanto a los hábitos musi- cales, incluyendo no solamente música clásica, sino también música popo Algunos profesores están siendo cada vez más conscientes de las relaciones de género, asegurando que se introduzca música compuesta por mujeres, animando a los chicos a que se apunten al coro, o a las niñas a tocar la batería. Muchas escuelas están consiguiendo cambios demográficos al incluir no solamente música occidental, sino también música de otras partes del "Últimamente se han hecho muchos esfuerzos para que la capacidad musical sirva como medio de comunicación entre todas las personas, independientemente de la lengua que hablen y de sus prácticas o creencias culturales" COOPERACiÓN EDUCATIVA 71-72 11 debate mundo. De esta manera, los profesores pueden atraer y ayudar a niños de una mayor variedad de grupos sociales de lo que suele ser lo habitual. No es posible, en un capítulo de esta longitud, entrar en detalles sobre las estrategias del aula que podrían mejorar alguna de las áreas más problemáticas ya discutidas. Estoy segura de que los lectores ya habrán pensado en alguna posibilidad, y si consultan alguno de los libros que aparecen en las referencias, seguro que surgirá alguna idea más. Aquí lo único que puedo hacer es recalcar que, aunque las estrategias de los profesores que tratan de combatir los prejuicios y las desigualdades son obviamente de un potencial enorme, tal vez además de las estrategias prácticas, los profesores tie- nen que mostrarse continuamente sensi- bles y responsables ante los grupos socia- les y con los significados, los valores y las identidades musicales personales de cada alumno. Dicha concienciación es necesaria si queremos que se ponga en práctica todo el potencial - así como sus posibles peligros - de un curriculum amplio. Tanto si se interpreta, se canta, se escucha, se compone, se estudia o se enseña, la música debe adoptarse y llevar- se como si fuera la ropa con que nos ves- timos, de modo que indique algo sobre la clase social, la etnia, el sexo, la orientación sexual, la edad, la religión, la cultura, los valores políticos, etc. Lo podrían llevar los alumnos como expresión pública dentro de la escuela, y podría revelar o incluso ocultar parte de la identidad privada de cada alumno; o la "ropa" musical alternati- va se podría llevar solamente en la priva- cidad del hogar o fuera de la escuela. Sobretodo en el caso de los niños y ado- lescentes que están intentando encontrar una identidad como nuevos adultos en una sociedad cambiante, la muslca les ofrece un símbolo cultural potente que les ayuda en la adopción y presentación de su "yo". Intentar entender los procesos socia- les que conlleva la música puede ayudar- nos a comprender algunas de las razones por las que los alumnos de diferentes gru- pos se implican en determinadas prácticas musicales, por qué evitan otras, y cómo responden a la música en el aula. Nos puede ayudar a darnos cuenta de que las respuestas y las actitudes de los alumnos hacia la música no solamente tienen que ver con la habilidad musical innata, sino que también provienen de los hábitos de escucha, de los valores y de las normas culturales de los grupos sociales a los que pertenecen y de las identidades y deseos tanto públicos como privados. En este sentido, es poco probable que tachemos a los estudiantes de "no musicales", sin antes tener en cuenta la profunda influen- cia de los factores sociales en la aparien- cia externa de su musicalidad. Dicha con- cienciación puede además contribuir a aumentar la comprensión de nosotros mismos como músicos y como profeso- res dentro de una compleja red de prácti- cas musicales, significados, estilos e identi- dades con las que todos nosotros nego- ciamos. Agradecimientos Me gustaría dar las gracias a Andrew Alden por permitirme referirme a su tra- bajo de tesis, a Sarah Thornton por la anécdota sobre estadística y música de baile, y a Charlie Ford por leer y comen- tar el borrador de este capítulo. Preguntas para discutir. ID. ¡Hasta qué punto reflejaría la músi- "Intentar entender los procesos sociales que conlleva la música puede ayudarnos a comprender algunas de las razones por la que los alumnos de diferentes grupos se implican en determinadas prácticas musi- cales, por qué evitan otras, y cómo res- ponden a la música en el aula" ca en el aula las experiencias y gustos musicales de los grupos sociales a los que los alumnos pertenecen? 20 ¡Cómo influye la concienciacióny la sensibilidad del profesor en cuanto a contextos sociales de la música en su relación con la clase? 3D ¡Es posible que la estimación de la habilidad musical de los alumnos pueda verse negativamente influida por la falta de familiaridad del profesor con la cultura musical de los alumnos? 40 ¡Cuáles son las implicaciones cuan- do se tienen en cuenta los contextos y los significados sociales de la música? REFERENCIAS Alden, A. (1998): 'What does it all mean? The National Curriculum for Music in a multi-cultural society', unpub. 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