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Ciencia UANL Universidad Autónoma de Nuevo León rciencia@mail.uanl.mx ISSN (Versión impresa): 1405-9177 MÉXICO 2002 Vanessa Herrera EL PLANETARIO ALFA Y LA CIENCIA Ciencia UANL, abril-junio, año/vol. V, número 002 Universidad Autónoma de Nuevo León Monterrey, México pp. 230-236 mailto:rciencia@mail.uanl.mx http://www.redalyc.org/ CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002230 Reporteando El Planetario Alfa y la ciencia Vanessa Herrera* * Periodista, trabaja como freelance. E-mail: vanessaherrera@deperiodistas.com Cuando hablamos de un espacio de- dicado a la ciencia y la tecnología en Nuevo León, ubicamos al Planetario Alfa como uno de los más sobresa- lientes y pionero en el concepto inte- ractivo dentro de un museo en nues- tro país. La particularidad de este museo es que los niños son partícipes de jue- gos didácticos que los motivan a aprender la ciencia y la tecnología de manera sana y divertida. Tanto niños, como jóvenes y adultos, tienen la po- sibilidad de disfrutar de un aviario y de un jardín prehispánico, ver una película en el Multiteatro, la primera sala en América Latina con el siste- ma Imax Dome; incluso, hasta pue- den ver el Sol o algunos planetas muy brillantes desde el telescopio del mu- seo, en el observatorio público más grande que existe en México y en el mundo. El Planetario Alfa, creado por el Grupo Industrial Alfa, fue inaugurado el 11 de octubre de 1978, por el en- tonces Secretario de Educación Pú- blica, licenciado Fernando Solana Mo- rales y por el presidente del consorcio regiomontano, el ingeniero Bernardo Garza Sada. �El centro fue fundado con la idea de dar a la comunidad una oportuni- dad de ver algo que no existía en Monterrey, ya que el único museo que había en ese entonces era el Museo Monterrey�, nos comenta la actual directora del Alfa, Carolina Sada de Viesca. El ingeniero Guillermo Schmidhu- ber de la Mora fue el primer director del centro. El museo en sus inicios cubría los aspectos de ciencia, tecno- logía y arte, después se decidió que sólo fuera un museo de ciencia y tec- nología, al existir otros lugares enfo- cados a la difusión del arte. Visitando el Alfa Aproximadamente mil niños al día acuden a este lugar, ubicado en la avenida Roberto Garza Sada número 1000, en la colonia Carrizalejo de San Pedro, Garza García, al poniente de Monterrey, Nuevo León. Para ir al Alfa, muchas familias se concentran en una parada oficial del Alfa en la Alameda Mariano Esco- bedo, ubicada en el centro de la ciu- dad de Monterrey, para abordar los autobuses que conducen al museo de manera gratuita. Casi al llegar, los niños, desde sus asientos, comienzan a ubicarlo, pues resalta a lo lejos, de manera especta- cular, el cilindro, edificio principal que se ha convertido en el símbolo del museo. CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002 231 Cuenta con 40 metros de diáme- tro y 34 de altura máxima; su estruc- tura es de concreto armado y su incli- nación es de 63 grados con la hori- zontal. Diseñado y realizado por los arquitectos Fernando Garza Treviño, Samuel Weiffberger y Efraín Alemán Cuello; este cilindro inclinado, de sin- gular arquitectura, es único en su tipo. Al llegar sobresalen las impresio- nantes réplicas del Jardín Prehispá- nico, donde se aprecian las piezas más importantes de la cultura Meso- americana. Su extensión es grande, ya que cuenta con una cafetería al aire libre y el teatro del café donde se pre- sentan espectáculos de música, tea- tro y danza. El camino a la entrada principal del museo nos conduce a una monu- mental fuente de sesenta surtidores, la cual enaltece la estructura cilíndrica del edificio que alberga al Planetario. Anualmente visitan el Planetario Alfa cerca de 400 mil personas, de las cuales un poco más del veinte por ciento son alumnos de primaria y se- cundaria de los sistemas federal y es- tatal de educación. Estas visitas es- colares son gratuitas y se realizan por las mañanas y por las tardes. En lo que lleva operando el Planetario ha sido visitado por más de ocho millo- nes de personas. Los recorridos en el museo son planeados según la procedencia de los visitantes, si se trata de estudiantes de primaria y secundaria, cada reco- rrido es distinto, ya que requiere de una planeación con los maestros pre- via a la visita. Los que son transpor- tados en autobuses son atendidos por guías, es decir, jóvenes universitarios que generalmente realizan su servi- cio social en este lugar; ellos son los encargados de dar un recorrido por el museo, �son quince jóvenes estudian- tes que nos ayudan como guías y re- corren el museo por grupos�, explica Carolina Sada. Desde que los visitantes se intro- ducen al museo son testigos de un gran lobby revestido en mármol ne- gro donde contrasta la escultura gi- gantesca de Manuel Felguérez deno- minada �El espejo�. La entrada principal del museo luce con seis enormes peceras con cerca de 200 peces de agua dulce de veinte especies distintas; sobresale un pez grande color blanco, el Guarami Gigante de la India, que tiene trece años de edad. En este primer piso se encuentra el café y el bazar del museo, las ofici- nas administrativas y un espacio don- de se pueden adquirir souvenirs del Planetario Alfa. También existe un área de exhibiciones que cuenta con casi 300 metros cuadrados y un es- pacio semicircular, donde se encuen- tra actualmente la exposición perma- nente titulada Alfa hoy. El segundo nivel es un espacio dedicado a la pre- sentación de exposiciones tempora- les. Alfa hoy Esta área tiene como función princi- pal reflejar la importancia de los pro- ductos y servicios del grupo Alfa, a través de los elementos interactivos con que se cuenta y de acuerdo a la filosofía del propio museo. Un robot hace una presentación del área y éste mismo presenta al muñeco gigante llamado Simón, en medio de una escenografía muy par- ticular que pareciera de un programa de dibujos animados; los guías son los encargados de hacer una demos- tración, con los órganos vitales de Simón -fabricados en tela-, acerca del proceso del aparato digestivo. Igualmente se encuentran compu- tadoras donde los visitantes resuelven preguntas relacionadas con la telefo- nía, y si aciertan pueden pasar a una cabina telefónica que se encuentra al centro del lugar y hacer una llamada de larga distancia durante tres minu- tos. Esta cabina tiene la particulari- dad de que no requiere de auricular para comunicarse. Sistema Imax Uno de los atractivos principales de la visita al museo es el llamado Multiteatro, ubicado en el centro del Planetario Alfa. Es utilizado funda- mentalmente para las proyecciones en sistema Imax Dome, el cual permite VANESSA HERRERA CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002232 al espectador sentirse partícipe de la película debido a su magnitud visual y sonora. Su imagen se proyecta en un 85 por ciento de la pantalla hemisférica de 24 metros de diámetro compuesta de 460 páneles. �En ese entonces era una maravilla de novedad, incluso hoy sigue siendo una maravilla ya que en pocas partes se tiene; todos hacen la pantalla plana, nosotros el domo com- pleto, por eso es más impresionante ver la película�, nos comenta la direc- tora del Alfa haciendo alusión a que no había mucho material de pelícu- las en la época en que fue inaugura- do y, debido a esto, se podía proyec- tar la película mucho tiempo, inclusi- ve, por meses. La distribución y producción de los filmes proviene de Estados Unidos y Canadá; las películas se exhiben y seleccionen en base a su contenido educativo y científico. Esto ocurre en un evento internacional anual orga- nizado por GSTA (Giant Screen Theaters Association). El multiteatro cuenta con un sis- tema de proyección de efectos espe- ciales que permite observar en la pan- talla espectáculos de luz y simulación de ambiente (lluvia, nubes, nieve, fue- go, humo, etc.), para maravillar a los espectadores que aguardan minutos antes de que comience la película. Por otra parte, consta de seis fuentes in- dependientesde sonido para dar una distribución espacial del mismo. �Todo el que viene al Alfa ve la película�, asegura Sada de Viesca. Actualmente se exhiben Cyberworld y Viaje cósmico, dos filmes con la tec- nología de proyección Imax. �Cyberworld es una película con los máximos adelantos de animación por computadora. Ocho segmentos de animación producidos por artistas y estudios de Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia e Inglaterra, han sido reunidos en esta cinta. Viaje cós- mico nos presenta una impactante tra- vesía en zoom por el tiempo y el es- pacio; desde la superficie de la Tierra hasta las más grandes estructuras observables en el universo, y luego en sentido inverso hasta llegar a las partículas subatómicas�, comenta Mario Martínez. La sala del Planetario es la cuarta en el mundo y la primera en América Latina en adoptar el sistema de pro- yección hemisférica Imax Dome. �El proyector fue el punto central del edi- ficio, es el gran atractivo de la visita al Planetario�, nos comenta la direc- tora del centro. Esta sala, considera- da como una de las cinco mejores salas Imax Dome a nivel mundial, tie- ne capacidad para 379 personas. Ilusión y razón Situado en el tercer piso del edificio, Ilusión y razón es el nombre de este nivel que cuenta con juegos interacti- vos que permiten a los visitantes ex- perimentar y poner a prueba el senti- do visual y su percepción. Podemos observar fenómenos de óptica y per- cepción y la aplicación de la tecnolo- gía a estos mismos conceptos. Sobresalen juegos como La mesa de ilusión, donde gracias un juego de espejos e iluminación los visitantes aprecian que la persona tiene, apa- rentemente, la cabeza cortada sobre una mesa. El Escenario Virtual Interactivo es un juego de realidad virtual donde las personas son transportadas a un es- cenario recreado por computadora, �a través de las técnicas televisivas, en las cuales se puede empalmar un objeto o una persona sobre un fondo de otro color -croma- se hace interac- tuar al visitante con diferentes esce- narios como en un juego de fútbol o voleibol, hasta un viaje por mar�, ex- plica Mario Martínez, afirmando que el croma es una de las más recientes adquisiciones del Alfa, �fue adaptada al considerar que aparte de ser una ilusión el empalmar la imagen de una persona con una escena que no exis- te físicamente, se muestra la tecnolo- gía que hay detrás de todo esto�. El nivel de Ilusión y razón cuenta también con el área de Astronomía. Su atractivo son las computadoras interactivas, donde los visitantes jue- gan con la información que le van proporcionando: las constelaciones, la lotería cósmica, un modelo del siste- ma solar, viajes interplanetarios; de EL PLANETARIO ALFA Y LA CIENCIA CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002 233 manera que logren avanzar acumu- lando puntos, �el reto los mantiene motivados para seguir avanzando, para continuar en el juego o llegando a un objetivo, y al mismo tiempo, van aprendiendo diferentes conceptos científicos sobre astronomía�, nos dice. Por último, cabe mencionar que en esta área se tiene un foro con �la cama de clavos�, donde se dan exhi- biciones participativas con el públi- co. Más de dos mil 700 clavos son los que componen la cama, donde uno de los visitantes decide ser partí- cipe de la demostración. Física recreativa Física recreativa es una sección del museo muy popular. Ubicada en el cuarto nivel, esta área fue remodelada en 1999 gracias a la colaboración de profesores de la Facultad de Físico Matemáticas de la Universidad Autó- noma de Nuevo León, que se encar- garon de la concepción y construc- ción de los mecanismos de algunos juegos. Sobresalen: el principio del motor eléctrico, los péndulos magné- ticos, el equipo de permeabilidad magnética y la bobina de Tesla. Otro de los �aparatos� en los que participaron los profesores de la UANL fue en la demostración del achata- miento de los polos de la Tierra, �es un aparato mecánico en el cual se hace girar una manivela y, ésta a su vez hace girar unos discos metálicos, que al adquirir más velocidad se van achatando en la parte superior e infe- rior, demostrando por qué la Tierra es �chata�; ya que a través de tantos millones de años que ha estado gi- rando, se ha ido achatando�, expone Mario Martínez. Este cuarto nivel cuenta con jue- gos construidos para ser manejados por los visitantes, combinando diver- sión con información para el apren- dizaje de cada una de las ramas de la física, como la óptica, la mecánica, el calor, la electricidad y el magnetismo. En un funcional foro se realizan exhibiciones participativas de física, electricidad estática con el generador de Van de Graaff y la congelación ins- tantánea con nitrógeno líquido. El gerente de Museografía y Publicidad del Alfa expone que las demostracio- nes son muy populares, porque son en vivo y con la participación del pú- blico, �las tratamos de hacer a la vez educativas y científicas, para que sean divertidas y entretenidas para los vi- sitantes�. Hay juegos que por su manejo son más atractivos para los niños, porque representan prácticamente un juego más que una demostración como la mesa de aire, �es un juego similar a los lugares conocidos como �chispas�, pero aquí se demuestra por qué las fichas flotan sobre la mesa y cómo se mueven a través del magnetismo�, nos explica. Otro de los juegos más exitosos es el juego de poleas, porque esto reta a una persona a enfrentarse a otra, dependiendo del número de poleas que jalen con una cuerda, será ma- yor o menor el esfuerzo que harán para mover la pesa. �Los juegos que involucran de alguna manera un reto son los que tienen más éxito�, afirma. La sala de navegación En el Planetario Alfa existe un área llamada Sala de navegación AT&T, equipada con catorce computadoras conectadas a Internet, donde el pú- blico puede accesar por espacio de media hora y sin ningún costo. Ante- riormente, el uso de estas computa- doras se referían sólo a programas enciclopédicos. La inauguración de este espacio �de navegación� fue en junio de 2001, con motivo de los cursos de verano que se imparten en el museo, como clases de computación con simula- dores y diferentes programas de cóm- puto. Los antiguos mexicanos Los antiguos mexicanos es el nombre del quinto nivel del Planetario. Cuen- ta con una de las mejores coleccio- nes nacionales de piezas arqueológi- cas auténticas pertenecientes a dis- tintas culturas de Mesoamérica, don- VANESSA HERRERA CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002234 EL PLANETARIO ALFA Y LA CIENCIA de el visitante puede transitar en una sala de inducción en la cual se pre- sentan interesantes audiovisuales so- bre las culturas prehispánicas. Cuando se han recorrido los cin- co niveles del interior del Planetario Alfa, en las áreas exteriores nos espe- ra el aviario, el pabellón �El univer- so�, �El jardín de la ciencia� y el ob- servatorio del museo; donde los visi- tantes logran, a través de la ciencia y la tecnología, ser partícipes del entre- tenimiento, la experimentación e in- teracción con la propia naturaleza. Jardín de la ciencia En marzo de 1994, el Planetario Alfa inauguró en sus áreas exteriores, El jardín de la ciencia, un área ideal para que los niños convivan con la natura- leza y a través de juegos en donde es fácil y entretenido aprender distintos fenómenos científicos y físicos. El aviario En esta área, situada frente a la en- trada principal, los visitantes pasean mientras disfrutan de la naturaleza, acompañados de cerca de 200 ejemplares de 25 especies concen- tradas en la familia de nátidos, entre patos, gansos y cisnes, además de pa- vorreales, guajolotes silvestres, grullas coronadas del este de África, entre otros. Sobresale el caso del pato Ma- llard, una hermosa ave de cabeza ver- de, �son aves que llegan migratoria- mente, algunas se quedan por la fa- cilidad que les ofrecemos de comida�, nos dice Eduardo Treviño, gerente de Técnica y Mantenimiento del Plane- tario Alfa. En las instalaciones del aviario se encuentran despachadores dealimen- to; son pequeños módulos de expen- dio de comida para que el visitante pueda alimentar a las aves, éstas son prácticamente domésticas, puesto que se acercan a la gente para comer de su mano. �Poco a poco, hemos conseguido especies y las hemos cuidado; inclu- so, tenemos un área especial para la reproducción de las aves, de manera que logramos recolectar los huevos y los incubamos�, nos explica Eduardo Treviño. El espacio del aviario cuenta con bancas para que los visitantes des- cansen y puedan convivir con la na- turaleza. Incluso se pueden observar las carpas de gran tamaño que se encuentran en los estanques del área. Tampoco es raro que algunas aves se encuentren merodeando en las insta- laciones vecinas del lugar, conside- rando que el terreno total del Planeta- rio Alfa consta de poco más de seis hectáreas. El pabellón �El universo� Este edificio fue inaugurado en julio de 1988, cuando el museo cumplió diez años. Alberga el único y monu- mental vitral de Rufino Tamayo, lla- mado �El universo�, título que da nom- bre a este pabellón. El artista plasmó su percepción del cosmos en treinta páneles que ocu- pan el espacio de 57.6 metros cua- drados y pesan 3.5 toneladas. La voz del actor Claudio Brook se hace presente en la narración de un audio al cual tienen acceso los visi- tantes, lo cual les permite apreciar mejor esta obra maestra; también se oye la voz del propio Tamayo, donde el visitante puede escuchar el parti- cular punto de vista del artista. El observatorio Las instalaciones del observatorio del Planetario fueron inauguradas cuan- do el museo cumplió veinte años, el 20 de enero, en el último eclipse lu- nar total que hubo en el 2000. Es el observatorio público más grande de México, �existen más grandes, pero son exclusivamente de investigación, éste es el más grande para el público en general en cuanto a tamaño y re- cursos, porque no creo que haya nin- guno en el mundo que tenga un au- ditorio integrado�, afirma Eduardo Treviño. Cuenta con un telescopio tipo Schmidt-Cassegrain, marca Meade LX-200, de 16 pulgadas, el telesco- pio robótico más grande que se ven- de comercialmente. Sobre éste se en- cuentra montado un telescopio refrac- CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002 235 tor apocromático de siete pulgadas Meade 178-ED y un domo de cinco metros de diámetro, el cual abre sus puertas y gira a cualquier dirección que se le indique de manera automática. La metodología del observatorio se cumple al tener un grupo y dar una explicación previa de lo que se va a observar: el Sol, la Luna, planetas muy brillantes, todo lo que la atmósfera permite, �hemos participado en pro- yectos de observación de planetas, como por ejemplo, el tránsito de Mercurio por el Sol; de diferentes eclip- ses y cometas; en general de cualquier objeto del sistema solar�, nos dice. El auditorio del observatorio tiene la capacidad de albergar a ochenta personas en los diferentes cursos o actividades que ofrece el centro. Se imparten cursos de astronomía los lunes, jueves y sábados en los nive- les básico, medio y avanzado. Se cuenta con un equipo audiovisual para cualquier tipo de presentación. Este observatorio tiene su propia biblioteca de información, donde pue- de accesar toda la gente que requiera algún tipo de dato referente a temas astronómicos, �por ser un museo de ciencia y tecnología, tenemos la obli- gación con la sociedad de ofrecer dis- tintos aspectos de información cientí- fica, una de ellas es la astronomía; la gente nos identifica porque somos una fuente de información�, asegura. El observatorio también es la sede de la Asociación Astronómica, que tie- ne más de diez años de operar en el Planetario. Esta asociación promue- ve el conocimiento de la astronomía y la observación astronómica. Actividades del Planetario Alfa Además de la Sociedad Astronómica, el Planetario Alfa cuenta con las so- ciedades de Observadores de Aves y de Observadores de Mariposas, de carácter ecológico, que también tie- nen al Planetario como punto de re- unión. La Sociedad Astronómica, los sábados a las 5:30 PM. La Sociedad de Observadores de Aves se reúne el primer jueves de cada mes a las 6:30 PM, la Sociedad de Observadores de Mariposas, el último jueves de cada mes a las 6:30 PM, la Sociedad de Cactáceas, el primer miércoles de cada mes. Todos ellos promueven la observación, el conocimiento y el cui- dado de la flora y la fauna de la región. Durante todo el año se llevan a cabo una serie de eventos culturales: conciertos, talleres, cursos, etc. Du- rante los meses de julio y agosto, se organizan cursos de verano, en don- de cerca de 800 niños y adolescen- tes tienen un especial aprendizaje y experimentación en ciencia y tecno- logía. Entre los servicios educativos que ofrecen, se encuentran los cursos de astronomía, de paleontología y robó- tica, que imparten maestros especia- lizados. Actualmente trabajan en co- laboración con el Museo del Desier- to, �nosotros les mandamos cursos de Astronomía y ellos de Paleontología�, nos dice Carolina Sada. Respecto a esto, también comen- ta que han tenido la colaboración de tres maestros de la Facultad de Físico Matemáticas de la Universidad Autó- noma de Nuevo León, elaborando parte de la exposición del cuarto piso, llamado Física recreativa. VANESSA HERRERA CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002236 El museo pertenece a AMPAC (Asociación Mexicana de Planetarios), al Consejo Cultural de Nuevo León, a la Asociación Mexicana de Museos de Ciencia y Tecnología (AMMCYT) y al ASTC (Association of Science and Te- chnology), que reúne museos y cen- tros de ciencia de todo el mundo. �No son muchos los museos de este tipo en México, por lo tanto, trabajamos muy unidos�, comenta la directora. En cada celebración de un dece- nio del Planetario Alfa se ha inaugu- rado un edificio. Al cumplir diez años, el pabellón del universo; y al cumplir veinte, el observatorio. Algunos de los niños que visitaban el Alfa ahora son padres de familia; es por esto que �cuando el Alfa cumplió veinte años, invitamos al niño un millón, actual- mente es un joven casado y vino con su hija; ya estamos hablando de dos generaciones�, nos expone. Con un total de 52 personas tra- bajando en el lugar, ha abierto sus puertas a más de 400 mil visitantes al año. Un museo con estas caracte- rísticas tiene que renovarse continua- mente; por este motivo, su actual di- rectora está tratando de llevar a cabo algunos proyectos, �estamos tenien- do la asesoría de un grupo de maes- tros para poder realizar una exposi- ción de matemáticas, también tene- mos el plan de un jardín botánico, pero no se ha podido concretar�. Actualmente el Planetario Alfa es coordinado por una asociación no lu- crativa que se denomina Centro de Ciencias y Artes, A. C. Sus ingresos dependen de las colaboraciones del público y de lo que las empresas del Grupo Alfa anualmente le aportan. El Planetario Alfa ha sido acree- dor a varios premios. En 1992, obtu- vo el Premio Nacional Distinción Méxi- co, en la categoría de Educación por el programa de visitas escolares, y la Mención de Honor del Premio Nacio- nal Distinción México en la categoría de cultura por el programa de activi- dades culturales. Al año siguiente, el Premio Ollin Tonatiuh de Ecología, y en 1998, el reconocimiento TECNOS al Mérito del Desarrollo Tecnológico. El mayor reto al que se enfrenta el Planetario en la actualidad es la ma- nera de atraer al público juvenil uni- versitario: �vienen matrimonios jóve- nes, viene gente mayor y sobre todo, muchos niños, siempre el niño trae al papá, pero de acuerdo a las esta- dísticas que tenemos en el museo, los jóvenes son los que menos vienen y estamos averiguando el por qué�, ex- plica con preocupación Carolina Sada. Sin embargo, nos comenta con agra- do cuando afuera del Planetario has- ta piden permiso para entrar, �afuera hay una señora con dos niños, que si pueden pasar a ver los patos�, esto sucede continuamente, �es constan- te porque la gente ya nos ve como un parque, debido a queel aviario les gusta mucho�. �Tenemos una misión y una vi- sión. Nuestra misión es que los niños tengan contacto con la ciencia y la tecnología para despertar su interés en estos temas, para despertar su in- terés por conocer y saber cada vez más�, afirma. Los objetivos que persiguen los directivos del Planetario Alfa son coadyuvar a través de la ciencia y la tecnología a cuantos visiten este mu- seo, y particularmente los niños y jó- venes, que se interesen en el apren- dizaje y desarrollen todo su potencial intelectivo, emocional y estético, a tra- vés del entretenimiento, experimen- tación e interacción. �Somos un complemento a la edu- cación, de eso se trata, de ser un cen- tro de entretenimiento, que cuando los niños visiten nuestro museo de cien- cia y tecnología, aprendan de la me- jor manera: divirtiéndose�, culmina la directora, Carolina Sada de Viesca. EL PLANETARIO ALFA Y LA CIENCIA
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