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Ciencia UANL
Universidad Autónoma de Nuevo León
rciencia@mail.uanl.mx 
ISSN (Versión impresa): 1405-9177
MÉXICO
 
 
 
 
2002 
Vanessa Herrera 
EL PLANETARIO ALFA Y LA CIENCIA 
Ciencia UANL, abril-junio, año/vol. V, número 002 
Universidad Autónoma de Nuevo León 
Monterrey, México 
pp. 230-236 
 
 
 
 
 
mailto:rciencia@mail.uanl.mx
http://www.redalyc.org/
CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002230
Reporteando
El Planetario Alfa y la ciencia
Vanessa Herrera*
* Periodista, trabaja como freelance.
E-mail: vanessaherrera@deperiodistas.com
Cuando hablamos de un espacio de-
dicado a la ciencia y la tecnología en
Nuevo León, ubicamos al Planetario
Alfa como uno de los más sobresa-
lientes y pionero en el concepto inte-
ractivo dentro de un museo en nues-
tro país.
La particularidad de este museo
es que los niños son partícipes de jue-
gos didácticos que los motivan a
aprender la ciencia y la tecnología de
manera sana y divertida. Tanto niños,
como jóvenes y adultos, tienen la po-
sibilidad de disfrutar de un aviario y
de un jardín prehispánico, ver una
película en el Multiteatro, la primera
sala en América Latina con el siste-
ma Imax Dome; incluso, hasta pue-
den ver el Sol o algunos planetas muy
brillantes desde el telescopio del mu-
seo, en el observatorio público más
grande que existe en México y en el
mundo.
El Planetario Alfa, creado por el
Grupo Industrial Alfa, fue inaugurado
el 11 de octubre de 1978, por el en-
tonces Secretario de Educación Pú-
blica, licenciado Fernando Solana Mo-
rales y por el presidente del consorcio
regiomontano, el ingeniero Bernardo
Garza Sada.
�El centro fue fundado con la idea
de dar a la comunidad una oportuni-
dad de ver algo que no existía en
Monterrey, ya que el único museo que
había en ese entonces era el Museo
Monterrey�, nos comenta la actual
directora del Alfa, Carolina Sada de
Viesca.
El ingeniero Guillermo Schmidhu-
ber de la Mora fue el primer director
del centro. El museo en sus inicios
cubría los aspectos de ciencia, tecno-
logía y arte, después se decidió que
sólo fuera un museo de ciencia y tec-
nología, al existir otros lugares enfo-
cados a la difusión del arte.
Visitando el Alfa
Aproximadamente mil niños al día
acuden a este lugar, ubicado en la
avenida Roberto Garza Sada número
1000, en la colonia Carrizalejo de San
Pedro, Garza García, al poniente de
Monterrey, Nuevo León.
Para ir al Alfa, muchas familias
se concentran en una parada oficial
del Alfa en la Alameda Mariano Esco-
bedo, ubicada en el centro de la ciu-
dad de Monterrey, para abordar los
autobuses que conducen al museo de
manera gratuita.
Casi al llegar, los niños, desde sus
asientos, comienzan a ubicarlo, pues
resalta a lo lejos, de manera especta-
cular, el cilindro, edificio principal que
se ha convertido en el símbolo del
museo.
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Cuenta con 40 metros de diáme-
tro y 34 de altura máxima; su estruc-
tura es de concreto armado y su incli-
nación es de 63 grados con la hori-
zontal. Diseñado y realizado por los
arquitectos Fernando Garza Treviño,
Samuel Weiffberger y Efraín Alemán
Cuello; este cilindro inclinado, de sin-
gular arquitectura, es único en su tipo.
Al llegar sobresalen las impresio-
nantes réplicas del Jardín Prehispá-
nico, donde se aprecian las piezas
más importantes de la cultura Meso-
americana. Su extensión es grande,
ya que cuenta con una cafetería al aire
libre y el teatro del café donde se pre-
sentan espectáculos de música, tea-
tro y danza.
El camino a la entrada principal
del museo nos conduce a una monu-
mental fuente de sesenta surtidores,
la cual enaltece la estructura cilíndrica
del edificio que alberga al Planetario.
Anualmente visitan el Planetario
Alfa cerca de 400 mil personas, de
las cuales un poco más del veinte por
ciento son alumnos de primaria y se-
cundaria de los sistemas federal y es-
tatal de educación. Estas visitas es-
colares son gratuitas y se realizan
por las mañanas y por las tardes. En
lo que lleva operando el Planetario ha
sido visitado por más de ocho millo-
nes de personas.
Los recorridos en el museo son
planeados según la procedencia de los
visitantes, si se trata de estudiantes
de primaria y secundaria, cada reco-
rrido es distinto, ya que requiere de
una planeación con los maestros pre-
via a la visita. Los que son transpor-
tados en autobuses son atendidos por
guías, es decir, jóvenes universitarios
que generalmente realizan su servi-
cio social en este lugar; ellos son los
encargados de dar un recorrido por el
museo, �son quince jóvenes estudian-
tes que nos ayudan como guías y re-
corren el museo por grupos�, explica
Carolina Sada.
Desde que los visitantes se intro-
ducen al museo son testigos de un
gran lobby revestido en mármol ne-
gro donde contrasta la escultura gi-
gantesca de Manuel Felguérez deno-
minada �El espejo�.
La entrada principal del museo
luce con seis enormes peceras con
cerca de 200 peces de agua dulce de
veinte especies distintas; sobresale un
pez grande color blanco, el Guarami
Gigante de la India, que tiene trece
años de edad.
En este primer piso se encuentra
el café y el bazar del museo, las ofici-
nas administrativas y un espacio don-
de se pueden adquirir souvenirs del
Planetario Alfa. También existe un
área de exhibiciones que cuenta con
casi 300 metros cuadrados y un es-
pacio semicircular, donde se encuen-
tra actualmente la exposición perma-
nente titulada Alfa hoy. El segundo
nivel es un espacio dedicado a la pre-
sentación de exposiciones tempora-
les.
Alfa hoy
Esta área tiene como función princi-
pal reflejar la importancia de los pro-
ductos y servicios del grupo Alfa, a
través de los elementos interactivos
con que se cuenta y de acuerdo a la
filosofía del propio museo.
Un robot hace una presentación
del área y éste mismo presenta al
muñeco gigante llamado Simón, en
medio de una escenografía muy par-
ticular que pareciera de un programa
de dibujos animados; los guías son
los encargados de hacer una demos-
tración, con los órganos vitales de
Simón -fabricados en tela-, acerca del
proceso del aparato digestivo.
Igualmente se encuentran compu-
tadoras donde los visitantes resuelven
preguntas relacionadas con la telefo-
nía, y si aciertan pueden pasar a una
cabina telefónica que se encuentra al
centro del lugar y hacer una llamada
de larga distancia durante tres minu-
tos. Esta cabina tiene la particulari-
dad de que no requiere de auricular
para comunicarse.
Sistema Imax
Uno de los atractivos principales de
la visita al museo es el llamado
Multiteatro, ubicado en el centro del
Planetario Alfa. Es utilizado funda-
mentalmente para las proyecciones en
sistema Imax Dome, el cual permite
VANESSA HERRERA
CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002232
al espectador sentirse partícipe de la
película debido a su magnitud visual
y sonora.
Su imagen se proyecta en un 85
por ciento de la pantalla hemisférica
de 24 metros de diámetro compuesta
de 460 páneles. �En ese entonces era
una maravilla de novedad, incluso hoy
sigue siendo una maravilla ya que en
pocas partes se tiene; todos hacen la
pantalla plana, nosotros el domo com-
pleto, por eso es más impresionante
ver la película�, nos comenta la direc-
tora del Alfa haciendo alusión a que
no había mucho material de pelícu-
las en la época en que fue inaugura-
do y, debido a esto, se podía proyec-
tar la película mucho tiempo, inclusi-
ve, por meses.
La distribución y producción de los
filmes proviene de Estados Unidos y
Canadá; las películas se exhiben y
seleccionen en base a su contenido
educativo y científico. Esto ocurre en
un evento internacional anual orga-
nizado por GSTA (Giant Screen
Theaters Association).
El multiteatro cuenta con un sis-
tema de proyección de efectos espe-
ciales que permite observar en la pan-
talla espectáculos de luz y simulación
de ambiente (lluvia, nubes, nieve, fue-
go, humo, etc.), para maravillar a los
espectadores que aguardan minutos
antes de que comience la película. Por
otra parte, consta de seis fuentes in-
dependientesde sonido para dar una
distribución espacial del mismo.
�Todo el que viene al Alfa ve la
película�, asegura Sada de Viesca.
Actualmente se exhiben Cyberworld y
Viaje cósmico, dos filmes con la tec-
nología de proyección Imax.
�Cyberworld es una película con
los máximos adelantos de animación
por computadora. Ocho segmentos de
animación producidos por artistas y
estudios de Estados Unidos, Japón,
Alemania, Francia e Inglaterra, han
sido reunidos en esta cinta. Viaje cós-
mico nos presenta una impactante tra-
vesía en zoom por el tiempo y el es-
pacio; desde la superficie de la Tierra
hasta las más grandes estructuras
observables en el universo, y luego
en sentido inverso hasta llegar a las
partículas subatómicas�, comenta
Mario Martínez.
La sala del Planetario es la cuarta
en el mundo y la primera en América
Latina en adoptar el sistema de pro-
yección hemisférica Imax Dome. �El
proyector fue el punto central del edi-
ficio, es el gran atractivo de la visita
al Planetario�, nos comenta la direc-
tora del centro. Esta sala, considera-
da como una de las cinco mejores
salas Imax Dome a nivel mundial, tie-
ne capacidad para 379 personas.
Ilusión y razón
Situado en el tercer piso del edificio,
Ilusión y razón es el nombre de este
nivel que cuenta con juegos interacti-
vos que permiten a los visitantes ex-
perimentar y poner a prueba el senti-
do visual y su percepción. Podemos
observar fenómenos de óptica y per-
cepción y la aplicación de la tecnolo-
gía a estos mismos conceptos.
Sobresalen juegos como La mesa
de ilusión, donde gracias un juego de
espejos e iluminación los visitantes
aprecian que la persona tiene, apa-
rentemente, la cabeza cortada sobre
una mesa.
El Escenario Virtual Interactivo es
un juego de realidad virtual donde las
personas son transportadas a un es-
cenario recreado por computadora, �a
través de las técnicas televisivas, en
las cuales se puede empalmar un
objeto o una persona sobre un fondo
de otro color -croma- se hace interac-
tuar al visitante con diferentes esce-
narios como en un juego de fútbol o
voleibol, hasta un viaje por mar�, ex-
plica Mario Martínez, afirmando que
el croma es una de las más recientes
adquisiciones del Alfa, �fue adaptada
al considerar que aparte de ser una
ilusión el empalmar la imagen de una
persona con una escena que no exis-
te físicamente, se muestra la tecnolo-
gía que hay detrás de todo esto�.
El nivel de Ilusión y razón cuenta
también con el área de Astronomía.
Su atractivo son las computadoras
interactivas, donde los visitantes jue-
gan con la información que le van
proporcionando: las constelaciones, la
lotería cósmica, un modelo del siste-
ma solar, viajes interplanetarios; de
EL PLANETARIO ALFA Y LA CIENCIA
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manera que logren avanzar acumu-
lando puntos, �el reto los mantiene
motivados para seguir avanzando,
para continuar en el juego o llegando
a un objetivo, y al mismo tiempo, van
aprendiendo diferentes conceptos
científicos sobre astronomía�, nos
dice.
Por último, cabe mencionar que
en esta área se tiene un foro con �la
cama de clavos�, donde se dan exhi-
biciones participativas con el públi-
co. Más de dos mil 700 clavos son
los que componen la cama, donde
uno de los visitantes decide ser partí-
cipe de la demostración.
Física recreativa
Física recreativa es una sección del
museo muy popular. Ubicada en el
cuarto nivel, esta área fue remodelada
en 1999 gracias a la colaboración de
profesores de la Facultad de Físico
Matemáticas de la Universidad Autó-
noma de Nuevo León, que se encar-
garon de la concepción y construc-
ción de los mecanismos de algunos
juegos. Sobresalen: el principio del
motor eléctrico, los péndulos magné-
ticos, el equipo de permeabilidad
magnética y la bobina de Tesla.
Otro de los �aparatos� en los que
participaron los profesores de la UANL
fue en la demostración del achata-
miento de los polos de la Tierra, �es
un aparato mecánico en el cual se
hace girar una manivela y, ésta a su
vez hace girar unos discos metálicos,
que al adquirir más velocidad se van
achatando en la parte superior e infe-
rior, demostrando por qué la Tierra es
�chata�; ya que a través de tantos
millones de años que ha estado gi-
rando, se ha ido achatando�, expone
Mario Martínez.
Este cuarto nivel cuenta con jue-
gos construidos para ser manejados
por los visitantes, combinando diver-
sión con información para el apren-
dizaje de cada una de las ramas de la
física, como la óptica, la mecánica, el
calor, la electricidad y el magnetismo.
En un funcional foro se realizan
exhibiciones participativas de física,
electricidad estática con el generador
de Van de Graaff y la congelación ins-
tantánea con nitrógeno líquido. El
gerente de Museografía y Publicidad
del Alfa expone que las demostracio-
nes son muy populares, porque son
en vivo y con la participación del pú-
blico, �las tratamos de hacer a la vez
educativas y científicas, para que sean
divertidas y entretenidas para los vi-
sitantes�.
Hay juegos que por su manejo son
más atractivos para los niños, porque
representan prácticamente un juego
más que una demostración como la
mesa de aire, �es un juego similar a
los lugares conocidos como �chispas�,
pero aquí se demuestra por qué las
fichas flotan sobre la mesa y cómo se
mueven a través del magnetismo�,
nos explica.
Otro de los juegos más exitosos
es el juego de poleas, porque esto reta
a una persona a enfrentarse a otra,
dependiendo del número de poleas
que jalen con una cuerda, será ma-
yor o menor el esfuerzo que harán
para mover la pesa. �Los juegos que
involucran de alguna manera un reto
son los que tienen más éxito�, afirma.
La sala de navegación
En el Planetario Alfa existe un área
llamada Sala de navegación AT&T,
equipada con catorce computadoras
conectadas a Internet, donde el pú-
blico puede accesar por espacio de
media hora y sin ningún costo. Ante-
riormente, el uso de estas computa-
doras se referían sólo a programas
enciclopédicos.
La inauguración de este espacio
�de navegación� fue en junio de 2001,
con motivo de los cursos de verano
que se imparten en el museo, como
clases de computación con simula-
dores y diferentes programas de cóm-
puto.
Los antiguos mexicanos
Los antiguos mexicanos es el nombre
del quinto nivel del Planetario. Cuen-
ta con una de las mejores coleccio-
nes nacionales de piezas arqueológi-
cas auténticas pertenecientes a dis-
tintas culturas de Mesoamérica, don-
VANESSA HERRERA
CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002234
EL PLANETARIO ALFA Y LA CIENCIA
de el visitante puede transitar en una
sala de inducción en la cual se pre-
sentan interesantes audiovisuales so-
bre las culturas prehispánicas.
Cuando se han recorrido los cin-
co niveles del interior del Planetario
Alfa, en las áreas exteriores nos espe-
ra el aviario, el pabellón �El univer-
so�, �El jardín de la ciencia� y el ob-
servatorio del museo; donde los visi-
tantes logran, a través de la ciencia y
la tecnología, ser partícipes del entre-
tenimiento, la experimentación e in-
teracción con la propia naturaleza.
Jardín de la ciencia
En marzo de 1994, el Planetario Alfa
inauguró en sus áreas exteriores, El
jardín de la ciencia, un área ideal para
que los niños convivan con la natura-
leza y a través de juegos en donde es
fácil y entretenido aprender distintos
fenómenos científicos y físicos.
El aviario
En esta área, situada frente a la en-
trada principal, los visitantes pasean
mientras disfrutan de la naturaleza,
acompañados de cerca de 200
ejemplares de 25 especies concen-
tradas en la familia de nátidos, entre
patos, gansos y cisnes, además de pa-
vorreales, guajolotes silvestres, grullas
coronadas del este de África, entre
otros. Sobresale el caso del pato Ma-
llard, una hermosa ave de cabeza ver-
de, �son aves que llegan migratoria-
mente, algunas se quedan por la fa-
cilidad que les ofrecemos de comida�,
nos dice Eduardo Treviño, gerente de
Técnica y Mantenimiento del Plane-
tario Alfa.
En las instalaciones del aviario se
encuentran despachadores dealimen-
to; son pequeños módulos de expen-
dio de comida para que el visitante
pueda alimentar a las aves, éstas son
prácticamente domésticas, puesto que
se acercan a la gente para comer de
su mano.
�Poco a poco, hemos conseguido
especies y las hemos cuidado; inclu-
so, tenemos un área especial para la
reproducción de las aves, de manera
que logramos recolectar los huevos y
los incubamos�, nos explica Eduardo
Treviño.
El espacio del aviario cuenta con
bancas para que los visitantes des-
cansen y puedan convivir con la na-
turaleza. Incluso se pueden observar
las carpas de gran tamaño que se
encuentran en los estanques del área.
Tampoco es raro que algunas aves se
encuentren merodeando en las insta-
laciones vecinas del lugar, conside-
rando que el terreno total del Planeta-
rio Alfa consta de poco más de seis
hectáreas.
El pabellón �El universo�
Este edificio fue inaugurado en julio
de 1988, cuando el museo cumplió
diez años. Alberga el único y monu-
mental vitral de Rufino Tamayo, lla-
mado �El universo�, título que da nom-
bre a este pabellón.
El artista plasmó su percepción del
cosmos en treinta páneles que ocu-
pan el espacio de 57.6 metros cua-
drados y pesan 3.5 toneladas.
La voz del actor Claudio Brook se
hace presente en la narración de un
audio al cual tienen acceso los visi-
tantes, lo cual les permite apreciar
mejor esta obra maestra; también se
oye la voz del propio Tamayo, donde
el visitante puede escuchar el parti-
cular punto de vista del artista.
El observatorio
Las instalaciones del observatorio del
Planetario fueron inauguradas cuan-
do el museo cumplió veinte años, el
20 de enero, en el último eclipse lu-
nar total que hubo en el 2000. Es el
observatorio público más grande de
México, �existen más grandes, pero
son exclusivamente de investigación,
éste es el más grande para el público
en general en cuanto a tamaño y re-
cursos, porque no creo que haya nin-
guno en el mundo que tenga un au-
ditorio integrado�, afirma Eduardo
Treviño.
Cuenta con un telescopio tipo
Schmidt-Cassegrain, marca Meade
LX-200, de 16 pulgadas, el telesco-
pio robótico más grande que se ven-
de comercialmente. Sobre éste se en-
cuentra montado un telescopio refrac-
CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002 235
tor apocromático de siete pulgadas
Meade 178-ED y un domo de cinco
metros de diámetro, el cual abre sus
puertas y gira a cualquier dirección que
se le indique de manera automática.
La metodología del observatorio se
cumple al tener un grupo y dar una
explicación previa de lo que se va a
observar: el Sol, la Luna, planetas muy
brillantes, todo lo que la atmósfera
permite, �hemos participado en pro-
yectos de observación de planetas,
como por ejemplo, el tránsito de
Mercurio por el Sol; de diferentes eclip-
ses y cometas; en general de cualquier
objeto del sistema solar�, nos dice.
El auditorio del observatorio tiene
la capacidad de albergar a ochenta
personas en los diferentes cursos o
actividades que ofrece el centro. Se
imparten cursos de astronomía los
lunes, jueves y sábados en los nive-
les básico, medio y avanzado. Se
cuenta con un equipo audiovisual
para cualquier tipo de presentación.
Este observatorio tiene su propia
biblioteca de información, donde pue-
de accesar toda la gente que requiera
algún tipo de dato referente a temas
astronómicos, �por ser un museo de
ciencia y tecnología, tenemos la obli-
gación con la sociedad de ofrecer dis-
tintos aspectos de información cientí-
fica, una de ellas es la astronomía; la
gente nos identifica porque somos una
fuente de información�, asegura.
El observatorio también es la sede
de la Asociación Astronómica, que tie-
ne más de diez años de operar en el
Planetario. Esta asociación promue-
ve el conocimiento de la astronomía
y la observación astronómica.
Actividades del Planetario Alfa
Además de la Sociedad Astronómica,
el Planetario Alfa cuenta con las so-
ciedades de Observadores de Aves y
de Observadores de Mariposas, de
carácter ecológico, que también tie-
nen al Planetario como punto de re-
unión. La Sociedad Astronómica, los
sábados a las 5:30 PM. La Sociedad
de Observadores de Aves se reúne el
primer jueves de cada mes a las 6:30
PM, la Sociedad de Observadores de
Mariposas, el último jueves de cada
mes a las 6:30 PM, la Sociedad de
Cactáceas, el primer miércoles de
cada mes. Todos ellos promueven la
observación, el conocimiento y el cui-
dado de la flora y la fauna de la región.
Durante todo el año se llevan a
cabo una serie de eventos culturales:
conciertos, talleres, cursos, etc. Du-
rante los meses de julio y agosto, se
organizan cursos de verano, en don-
de cerca de 800 niños y adolescen-
tes tienen un especial aprendizaje y
experimentación en ciencia y tecno-
logía.
Entre los servicios educativos que
ofrecen, se encuentran los cursos de
astronomía, de paleontología y robó-
tica, que imparten maestros especia-
lizados. Actualmente trabajan en co-
laboración con el Museo del Desier-
to, �nosotros les mandamos cursos de
Astronomía y ellos de Paleontología�,
nos dice Carolina Sada.
Respecto a esto, también comen-
ta que han tenido la colaboración de
tres maestros de la Facultad de Físico
Matemáticas de la Universidad Autó-
noma de Nuevo León, elaborando
parte de la exposición del cuarto piso,
llamado Física recreativa.
VANESSA HERRERA
CIENCIA UANL / VOL. V, No. 2, ABRIL-JUNIO 2002236
El museo pertenece a AMPAC
(Asociación Mexicana de Planetarios),
al Consejo Cultural de Nuevo León, a
la Asociación Mexicana de Museos de
Ciencia y Tecnología (AMMCYT) y al
ASTC (Association of Science and Te-
chnology), que reúne museos y cen-
tros de ciencia de todo el mundo. �No
son muchos los museos de este tipo
en México, por lo tanto, trabajamos muy
unidos�, comenta la directora.
En cada celebración de un dece-
nio del Planetario Alfa se ha inaugu-
rado un edificio. Al cumplir diez años,
el pabellón del universo; y al cumplir
veinte, el observatorio. Algunos de los
niños que visitaban el Alfa ahora son
padres de familia; es por esto que
�cuando el Alfa cumplió veinte años,
invitamos al niño un millón, actual-
mente es un joven casado y vino con
su hija; ya estamos hablando de dos
generaciones�, nos expone.
Con un total de 52 personas tra-
bajando en el lugar, ha abierto sus
puertas a más de 400 mil visitantes
al año. Un museo con estas caracte-
rísticas tiene que renovarse continua-
mente; por este motivo, su actual di-
rectora está tratando de llevar a cabo
algunos proyectos, �estamos tenien-
do la asesoría de un grupo de maes-
tros para poder realizar una exposi-
ción de matemáticas, también tene-
mos el plan de un jardín botánico,
pero no se ha podido concretar�.
Actualmente el Planetario Alfa es
coordinado por una asociación no lu-
crativa que se denomina Centro de
Ciencias y Artes, A. C. Sus ingresos
dependen de las colaboraciones del
público y de lo que las empresas del
Grupo Alfa anualmente le aportan.
El Planetario Alfa ha sido acree-
dor a varios premios. En 1992, obtu-
vo el Premio Nacional Distinción Méxi-
co, en la categoría de Educación por
el programa de visitas escolares, y la
Mención de Honor del Premio Nacio-
nal Distinción México en la categoría
de cultura por el programa de activi-
dades culturales. Al año siguiente, el
Premio Ollin Tonatiuh de Ecología, y
en 1998, el reconocimiento TECNOS
al Mérito del Desarrollo Tecnológico.
El mayor reto al que se enfrenta el
Planetario en la actualidad es la ma-
nera de atraer al público juvenil uni-
versitario: �vienen matrimonios jóve-
nes, viene gente mayor y sobre todo,
muchos niños, siempre el niño trae
al papá, pero de acuerdo a las esta-
dísticas que tenemos en el museo, los
jóvenes son los que menos vienen y
estamos averiguando el por qué�, ex-
plica con preocupación Carolina Sada.
Sin embargo, nos comenta con agra-
do cuando afuera del Planetario has-
ta piden permiso para entrar, �afuera
hay una señora con dos niños, que si
pueden pasar a ver los patos�, esto
sucede continuamente, �es constan-
te porque la gente ya nos ve como un
parque, debido a queel aviario les
gusta mucho�.
�Tenemos una misión y una vi-
sión. Nuestra misión es que los niños
tengan contacto con la ciencia y la
tecnología para despertar su interés
en estos temas, para despertar su in-
terés por conocer y saber cada vez
más�, afirma.
Los objetivos que persiguen los
directivos del Planetario Alfa son
coadyuvar a través de la ciencia y la
tecnología a cuantos visiten este mu-
seo, y particularmente los niños y jó-
venes, que se interesen en el apren-
dizaje y desarrollen todo su potencial
intelectivo, emocional y estético, a tra-
vés del entretenimiento, experimen-
tación e interacción.
�Somos un complemento a la edu-
cación, de eso se trata, de ser un cen-
tro de entretenimiento, que cuando los
niños visiten nuestro museo de cien-
cia y tecnología, aprendan de la me-
jor manera: divirtiéndose�, culmina la
directora, Carolina Sada de Viesca.
EL PLANETARIO ALFA Y LA CIENCIA

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