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ADICCIÓN A LAS NUEVAS 
TECNOLOGÍAS EN LA 
ADOLESCENCIA 
ADDICTION TO NEW TECHNOLOGIES IN 
ADOLESCENCE 
 
 
TRABAJO DE FIN DE GRADO 
Grado en Enfermería 
Curso académico: 2022-2023 
 
Autora: Belén Aranda Peñalver. 
Tutora: Aránzazu Díaz Testillano. 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
En primer lugar, me gustaría agradecer a todo el personal docente y de la biblioteca de la 
universidad, así como a todos los profesionales sanitarios con los que he tenido el placer 
de llevar a cabo las prácticas, que me han ayudado a crecer a nivel profesional y personal, 
a lo largo de toda la carrera, además de enseñarme esta profesión que me encanta y en la 
que seguiré formando a lo largo de los años. 
Me gustaría agradecer, especialmente, a mi tutora académica Dña. Almudena Albillos por 
su paciencia y ánimo durante los momentos en los que me encontraba más agobiada 
durante la carrera. Por supuesto, agradecer el gran esfuerzo, apoyo y dedicación de mi 
tutora del Trabajo de Fin de Grado, Dña. Aránzazu Díaz Testillano, que me ha guiado y 
ayudado en la realización de este proyecto con el que espero poner fin a esta etapa. 
Gracias a mis amigos y compañeros, por acompañarme y animarme durante todo este 
camino universitario. A Eva, por su perseverancia y ánimo. 
Por último, pero no menos importante, a mi familia y pareja por toda su comprensión, su 
inmensa paciencia, por animarme a seguir adelante a pesar de las dificultades y, 
definitivamente, por su apoyo incondicional. Simplemente, gracias por todo. 
 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
Introducción: la adicción a las nuevas tecnologías no está reconocida oficialmente, pero 
muchos autores se han preocupado por ella al estar su incidencia en aumento y producir 
una sintomatología similar a la de otras adicciones reconocidas. La adolescencia es un 
período vulnerable para padecer estas adicciones, al ser una etapa que va a condicionar 
los hábitos de salud en la edad adulta, y ser los adolescentes quienes más utilizan dichas 
tecnologías. 
Objetivo: identificar la relación existente entre el uso continuado de las Nuevas 
Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) y la posible adicción a las 
mismas en la etapa adolescente. 
Metodología: empleando cuatro bases de datos, se combinan los siguientes términos en 
lenguaje controlado con el operador booleano AND: “Adolescent”, “Information 
Technology”, “Internet”, “Social Networking” y “Behavior, addictive”. En una base de 
datos, se emplea un sinónimo en lenguaje libre. 
Resultados: se incluyen diez estudios en la revisión. Nueve analizan el grado de adicción 
a estas tecnologías en los adolescentes; dos estudian las consecuencias; ocho examinan 
los factores de riesgo y protección; y ocho comentan la importancia de la prevención. 
Discusión: estos estudios intentan explicar, la existencia de estas adicciones 
relacionándolas con su uso, y exponer los factores de riesgo, protección, consecuencias y 
la necesidad de prevención. 
Conclusiones: queda evidenciada la existencia de estas adicciones y la relación de estas 
con su uso prolongado en los adolescentes. También se obtienen algunos factores de 
riesgo, protección y consecuencias comunes, al tiempo que queda demostrada la 
necesidad de prevención. 
 
Palabras clave: Adolescente, Comportamiento adictivo, Tecnologías de la Información, 
Internet y Redes Sociales. 
 
 
ABSTRACT 
Introduction: addiction to new technologies is not officially recognized. However, many 
authors are concerned about it because of its increasing incidence and similar 
symptomatology to other recognized addictions. Adolescence is a vulnerable period for 
developing these addictions, as it shapes health habits in adulthood, also adolescents are 
the main users of these technologies. 
Objectives: to identify the relationship that exists between the continued use of New 
Information and Communication Technologies (ICT) and possible addiction to them 
during adolescence stage. 
Methodology: using four databases, the following terms are combined in controlled 
language with the boolean operator AND: "Adolescent", "Information Technology", 
"Internet", "Social Networking", and "Behavior, addictive". In a database, a free 
language synonym is used. 
Results: ten studies are included in the review. Nine of them analyze the degree of 
addiction to these technologies in adolescents; two studies examine the consequences; 
eight examine risk and protective factors; and eight discuss the importance of prevention. 
Discussion: these studies try to explain, the existence of these addictions in relation to 
their use. Furthermore, the intention is to expose the risk and protective factors, 
consequences, and the need for prevention. 
Conclusions: it has become evident the existence of these addictions and their 
relationship with prolonged use in adolescents. Additionally, common risk and protective 
factors and consequences are identified, demonstrating the need for prevention. 
 
Keywords: Adolescents, Teenagers, Addictive behavior, Information and comunication 
technologies, Internet, Social Networking and Addiction. 
 
 
ÍNDICE 
GLOSARIO DE TÉRMINOS ....................................................................................... 1 
1. INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 2 
1.1. CONTEXTO ...................................................................................................... 2 
1.2. MAGNITUD ...................................................................................................... 3 
1.2.1. Mundial ....................................................................................................... 3 
1.2.2. España ......................................................................................................... 5 
1.3. SITUACIÓN ACTUAL ..................................................................................... 7 
1.4. JUSTIFICACIÓN ............................................................................................ 12 
2. OBJETIVOS ......................................................................................................... 13 
3. METODOLOGÍA ................................................................................................. 13 
4. RESULTADOS ..................................................................................................... 18 
4.1. RELACIÓN CAUSAL ENTRE EL USO Y LA ADICCIÓN A LAS TIC ..... 23 
4.2. CONSECUENCIAS DE LA ADICCIÓN A LAS TIC ................................... 24 
4.3. FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN ................................................. 25 
4.4. ACTUACIÓN ENFERMERA EN LA PREVENCIÓN .................................. 27 
5. DISCUSIÓN .......................................................................................................... 28 
5.1. RELACIÓN CAUSAL ENTRE EL USO Y LA ADICCIÓN A LAS TIC ..... 28 
5.2. CONSECUENCIAS DE LA ADICCIÓN A LAS TIC ................................... 29 
5.3. FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN ................................................. 30 
5.4. ACTUACIÓN ENFERMERA EN LA PREVENCIÓN .................................. 32 
6. CONCLUSIÓN ..................................................................................................... 34 
6.1. LIMITACIONES DEL ESTUDIO .................................................................. 36 
7. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................. 37 
 
1 
 
GLOSARIO DE TÉRMINOS 
- OMS: Organización Mundial de la Salud. 
- TIC: Tecnologías de la Información y de la Comunicación. 
- RR.SS.: Redes Sociales. 
- SNS: Sistema Nacional de Salud. 
- DSM-V: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. 5ª versión. 
- CIE-11: Clasificación Internacional de Enfermedades. 11ª revisión 
- CAD: Centrosde Atención a las Adicciones. 
- PAD: Prevención de Adicciones. 
- EPS: Educación para la Salud. 
- IAT: Test de Adicción a Internet. 
- ERA-RSI: Escala de Riesgo de Adicción a RR.SS. e Internet. 
- SAS-SV: Escala de Adicción a los Teléfonos Inteligentes, versión corta. 
- KS-II: Escala de Propensión a la Adicción a Internet para jóvenes. 
- K-SAS: Escala de Propensión a la Adicción a los teléfonos inteligentes para jóvenes. 
- TMDbrief: Test de Dependencia del Teléfono Móvil. 
- DASS 21: Escalas de Depresión, Ansiedad y Estrés. 
 
 
 
2 
 
1. INTRODUCCIÓN 
La adolescencia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (1), es el período de 
la vida que permite el paso de la niñez a la edad adulta. Está caracterizada por un 
crecimiento rápido a nivel físico, cognoscitivo y psicosocial, comprendiendo, por tanto, 
desde los 10 a los 19 años. A su vez, es la etapa donde se adquieren pautas de 
comportamiento, que pueden poner o no en riesgo la salud. Esto, junto con el hecho de 
que este grupo de edades el que más utiliza las nuevas tecnologías, hace a los adolescentes 
especialmente vulnerables a padecer una adicción a las mismas (2). 
No existe una clara definición de “Adicciones a las Nuevas Tecnologías de la Información 
y Comunicación (TIC)”, sin embargo, podemos incluir en este grupo las adicciones a 
Internet, redes sociales (RR.SS.), videojuegos y teléfono móvil, que generan dependencia 
psicológica, cambios en el estado de ánimo, tolerancia, abstinencia y ciertos problemas 
asociados a su mal uso, como el absentismo escolar. (3). En la nueva estrategia de Salud 
Mental del Sistema Nacional de Salud (SNS), que abarca el espacio de tiempo de 2022 a 
2026, recoge la adicción a las TIC, bajo el nombre de “ciberadicción”. Está ubicada dentro 
del apartado de conductas adictivas sin sustancia, incluyendo también en dicha sección el 
ciberacoso (4). 
1.1. CONTEXTO 
El origen de lo que hoy conocemos como Internet, se remonta al año 1969 en Estados 
Unidos, en un contexto militar, en el que el Departamento de Defensa, en colaboración 
con distintas universidades estadounidenses, creó ARPANET, la primera red sin nodos 
centrales. En 1982, con el establecimiento de los protocolos TCP/IP, queda descrita la 
primera definición de Internet: “conjunto de internets, conectadas mediante TCP/IP”. A 
principios de los años noventa Internet comenzó a utilizarse de manera pública gracias a 
Tim Berners-Lee, que en 1990 elaboró el HTML, lenguaje en el que se escriben todas las 
páginas web (5). También creó el sistema “WorldWideWeb”, cuyo servidor se lanza en 
el año 1991 (6). 
Esta versión inicial se conoce como web 1.0 y entre sus características se encuentran el 
hecho de que solo se podía utilizar para buscar información y comprar productos o 
servicios, pero no se podía interactuar, por lo que es conocida también como “Read-Only 
Web”. Años más tarde surge la denominada Web 2.0, que fue la primera en permitir que 
las personas pudiesen intercambiar información entre sí de diversas maneras, como: 
3 
 
desarrollando blogs, mediante aplicaciones, enviando emails, etc. Por este motivo se 
denominó como “Social Web”. Actualmente nos encontramos empezando con la Web 3.0 
o “Semantic Web”, cuya finalidad es lograr que toda la información esté conectada 
mundialmente, de tal manera que se reduzcan los esfuerzos cuando estemos conectados 
a Internet (7). 
En un primer momento, Internet era fijo y se utilizaba principalmente en las casas. Fue 
con el lanzamiento del iPhone, en el año 2007, cuando se consolidan los smartphones e 
Internet pasa a ser móvil. En el año 2010, empiezan a surgir aplicaciones de las redes 
sociales, para su uso en dichos dispositivos, como fue el caso de Youtube. 
En el año 1994 aparece el precursor de lo que hoy denominamos como “red social”. Se 
trataba de webs personales que pertenecían a una “ciudad” y tenían una temática concreta, 
como por ejemplo: la fotografía. En el año 2004 nace Facebook, la red social por 
excelencia, a manos de Mark Zuckerberg. 
Estas redes sociales son, según la definición de la Comisión Europea, “plataformas de 
comunicación online que permiten a sus usuarios interactuar con otros usuarios 
registrados y empresas (generalmente en su condición de anunciantes), así como crear 
redes de usuarios que comparten intereses o características comunes.” Cabe destacar, 
que, hoy en día, la utilización de las redes sociales predomina sobre la utilización de la 
web como tal (8). 
1.2. MAGNITUD 
1.2.1. Mundial 
Al no encontrar estudios que abarquen a nivel mundial esta problemática, se tomará como 
muestra, un ejemplo de cada uno de los continentes. 
En una encuesta realizada en el año 2019 en Corea se observó que el 29.3% de los 
estudiantes entre 10 y 19 años se encuentran en el grupo de alto riesgo de tener una 
dependencia excesiva de los teléfonos inteligentes y que, por cada 5 estudiantes, 4 tienen 
móvil en secundaria (9). 
En Estados Unidos en el año 2018, el 95% de los adolescentes de entre 13 y 17 años tenía 
teléfono móvil, el 45% estaba conectado a Internet la mayor parte del día y el 90% jugaba 
a videojuegos. A su vez, la mayoría tenía alguna red social como YouTube (85%), 
Instagram (72%) o Snapchat (69%) (10). 
4 
 
Un estudio realizado en Egipto en el año 2021 establece que un 59.8% de la población 
adolescente de entre 15 y 17 años tiene un grado de adicción a Internet: el 34.8% sería 
adicción leve o en riesgo, el 21% adicción moderada y un 4% adicción severa (11). 
Un estudio realizado en 2017 en Japón, en diferentes de escuelas secundarias del país, 
descubrió que un 8.1% de los adolescentes tenían adicción a Internet y un 12.6% hacía 
un uso excesivo del mismo (12). 
Por otra parte, en un informe de la OMS, realizado en 2018 tomando como referencia a 
adolescentes europeos y canadienses de 11, 13 y 15 años, se apuntó que el 7% estarían 
clasificados dentro de un “uso problemático” de las redes sociales, siendo Albania, Malta, 
Irlanda y España los países con la tasa más elevada. También se observó que el problema 
era más prevalente entre las mujeres con una edad media de 15 años. En este sentido, la 
brecha de género a la hora de tener un posible problema con las redes sociales aumenta 
con la edad, siendo poco significativa a los 11 años y más acusada a los 15 años. 
Igualmente, el 35% de los adolescentes estarían catalogados como usuarios que hacen un 
uso casi permanente de las redes sociales como medio de comunicación a lo largo del día 
(13). 
Todavía no se ha estudiado en profundidad el impacto del uso de Internet y las RR.SS. en 
los adolescentes del sur de América, ya que las investigaciones se centran, sobre todo, en 
la cantidad de usuarios que tienen acceso a Internet. Sin embargo, en un estudio realizado 
por Unicef en el año 2020, en Brasil, Uruguay, Chile y Costa Rica, se observan algunos 
datos interesantes en niños y adolescentes de 9 a 17 años, como el hecho de que, salvo en 
Brasil, uno de cada tres ha visualizado contenido que les ha hecho sentir molestos en el 
último año. Entre el 10 % y el 45% han estado expuestos a contenido sensible como: 
imágenes violentas, suicidios, uso de drogas, etc. Entre el 13% y el 40% de los 
adolescentes ha contactado con algún desconocido vía Internet. Entre el 10 y el 25%, ha 
recibido mensajes sexuales (14). 
Por último, una encuesta realizada en Australia en el año 2020 a jóvenes de edades 
comprendidas entre 12 y 17 años muestra que, de media, pasan 14.4 horas semanales en 
Internet. Este tiempo se incrementa con la edad, principalmente entre los 16 y 17 años, 
en los que aumenta a 16.1 horas semanales. La mayoría utiliza Internet para buscar temas 
de su interés: hablar con amigos, escuchar música, o ver vídeos, películas o televisión. 
Los adolescentes entre 14 y 17 años, utilizan una media de 4.1 aplicaciones consideradas 
5 
 
como RR.SS., siendo las máscomunes YouTube, Instagram, Facebook y Snapchat. Cabe 
destacar que muchas de estas aplicaciones tienen establecido el mínimo de edad de uso 
en 13 años, lo que sugiere que los adolescentes de 12 estarían mintiendo acerca de su 
edad. 
Un 44% de los adolescentes reconoció, además, haber sufrido una experiencia negativa 
relacionada con Internet, la mayoría como consecuencia de haber sido contactados por un 
desconocido, según la investigación llevada a cabo durante seis meses en el año 2020 
(15). 
1.2.2. España 
En un estudio realizado sobre adolescentes de entre 11 y 18 años en nuestro país entre los 
años 2020 y 2021 se observó que el 96.3% de ellos usaban el móvil, la tablet o el 
ordenador y el 90.9% utilizaban las redes sociales como forma de ocio (16). 
Al menos, el 94.8% de estos adolescentes tiene un móvil con acceso a Internet, situándose 
la edad media de adquisición a los 10.96 años, mientras que un 27.6% posee datos 
ilimitados. 
El 90.8% se conecta a Internet a diario y el 31.6%, pasa más de 5 horas conectado 
diariamente, ascendiendo a un 49.6% en fin de semana. El 21.6% se conecta todos o casi 
todos los días a partir de las 12 de la noche. El 57.5% lleva el móvil a clase todos los días 
y el 6.7% admite usarlo durante las clases con fines no didácticos. 
Entre los usos más frecuentes destacan los fines lúdicos como: “wasapear” o Chatear 
(95.6%), música (94%), redes sociales (91.5%) y ver vídeos de YouTube o Twitch 
(90.7%), situándose en quinto lugar la realización de tareas escolares (90.1%), sin existir 
gran diferencia entre géneros. Entre los usos que se le da a Internet, las mujeres destacan 
por utilizarlo con fines más sociales. Algunos ejemplos donde se observa más diferencia 
serían: realizar TikToks (86.6%), hacer videollamadas (86.8%), “stalkear” o curiosear 
(63%). Por el contrario, los hombres destacan por el uso de videojuegos (92%), ver 
eventos deportivos (64.8%) y ver pornografía (39.5%), incrementándose en el paso al 
segundo ciclo de la ESO. 
En cuanto a redes sociales se refiere, el 98.5% está registrado en al menos una de ellas, el 
65.1% tiene varias cuentas creadas en la misma red social y el 83.5% lo está en tres o 
más. 
6 
 
Tabla 1: Uso de las RR.SS. 
 
Fuente: Estudio sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia (UNICEF). 
Siendo las RR.SS. más aceptadas YouTube, Instagram y TikTok, existen grandes 
diferencias entre géneros, al utilizar más TikTok o Pinterest el género femenino y Twitch 
el masculino. A su vez, el 99% usa una aplicación (APP) de mensajería y el 49.9% tres o 
más, siendo las más comunes WhatsApp (95%) o Direct Instagram (59.2%). Al menos 
un 44.3% de los adolescentes accede a ellas para no sentirse solos. 
De todo ello se concluye que, un 33% de los adolescentes estarían desarrollando un uso 
problemático de Internet y RR.SS., siendo la cifra más prevalente entre mujeres (36.1%) 
y durante los cursos de 3º y 4º de la ESO (37.3%). 
En cuanto a los videojuegos se refiere, un 58.7%, de los jóvenes juega habitualmente, 
siendo más común en el género masculino (86.5%) y durante los cursos de 1 y 2º de la 
ESO (62.6%). 
Tabla 2: Videojuegos: Frecuencia, intensidad y dinero. 
 
Fuente: Estudio sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia (UNICEF). 
Al menos el 54.7% juega a videojuegos para mayores de 18 años, edad establecida por la 
Pan European Game Information (PEGI). El más común es Call Of Duty, con un 29.2%. 
El uso problemático de videojuegos se sitúa en un 19.8%, de los que un 3.1% de estos 
puede esconder una posible adicción. 
 
 
7 
 
Tabla 3: Uso problemático de videojuegos (GASA). 
 
Fuente: Estudio sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia (UNICEF). 
1.3. SITUACIÓN ACTUAL 
Como hemos podido comprobar, según un estudio publicado (17), la web y las redes 
sociales han presentado una gran evolución a lo largo del tiempo, modificando también 
nuestra forma de comportamiento y de comunicación. Todo ello ha supuesto numerosos 
beneficios para la sociedad. Sin embargo, no podemos obviar que esta evolución, y el 
fácil acceso que tiene la población a las nuevas tecnologías, puede dar paso a 
repercusiones negativas sobre los individuos. 
Según un estudio del año 2020, existe mucha controversia acerca del tema de las 
adicciones a las nuevas tecnologías, especialmente por su falta de conceptualización, 
dado que también podemos encontrarlas por el nombre de: “Uso patológico/problemático 
de Internet” (18). En otro artículo, se menciona, además, que el Manual Diagnóstico y 
Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) (19) introduce los trastornos sin 
sustancia y la Clasificación Internacional de Enfermedades en su 11ª revisión (CIE-11) 
(20) incluye los trastornos de juego, dentro de los cuales se encuentra el trastorno de 
videojuegos. Sin embargo, no incluye todos los problemas posibles que puede conllevar 
el uso de Internet (21). 
Para contextualizar más el tema a tratar, se observa la definición del término “adicción”. 
Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) es “la dependencia de sustancias 
o actividades nocivas para la salud o el equilibro psicológico”, aunque también admite 
la definición de “afición extrema a alguien o algo” (22). A su vez, es importante definir 
el término de “Adicciones Comportamentales”, dado que en él se incluyen: videojuegos, 
compras, trabajo, comida, sexo on-line, ejercicio físico, juego patológico e Internet (23). 
La definición que dan algunos autores, para este tipo de adicciones se caracteriza por 
8 
 
hacer alusión a una serie de síndromes con manifestaciones clínicas, que interfieren en el 
funcionamiento personal, al ser consecuencia de comportamientos compulsivos 
gratificantes y que no están relacionados con el consumo de sustancias adictivas (24). 
Como se puede ver en el siguiente artículo (18), al igual que en otro tipo de adicciones, 
la adicción a Internet está asociada a una exposición excesiva a los dispositivos 
tecnológicos. También se ha visto que el uso excesivo de Internet por parte de sujetos 
adictos está provocado por una desregulación en la corteza prefrontal del cerebro, lo que 
provoca, una alteración en el sistema dopaminérgico cerebral, dando lugar a una conducta 
descontrolada típica del sistema de recompensa (18, 25). 
Algunos estudios han comenzado a examinar, cómo dicha exposición puede tener 
diferentes repercusiones negativas, de las que se hablará posteriormente, pero además se 
está empezando a estudiar cómo afecta al desarrollo de niños y adolescentes. En estos 
estudios se ha comprobado que la denominada multitarea mediática , es decir, el cambio 
constante entre pantallas del ordenador, ver notificaciones, etc., afecta negativamente en 
el desarrollo de los niños y jóvenes si se realiza de forma frecuente, pudiendo originar 
déficits de atención, especialmente en los adolescentes jóvenes, dificultando el desarrollo 
cognitivo, al interferir con los patrones de sueño normales, limitando el pensamiento 
creativo, y disminuyendo su participación en relaciones sociales y académicas (17). 
Basándose en el siguiente artículo, se puede concluir que las redes sociales permiten la 
conexión con personas a nivel mundial y, si bien esto no es perjudicial en sí mismo, puede 
ser contraproducente en el momento en que los jóvenes comienzan a compararse con otras 
personas que suben a las redes una vida exitosa, aun siendo falsa. Estas comparaciones, 
pueden acabar dañando la autoestima, al provocar expectativas poco realistas en los 
usuarios, deteriorando la imagen corporal y el autoconcepto. Este problema se agrava, en 
los adolescentes, especialmente en el género femenino. Y sobre todo entre quienes pasan 
más tiempo en línea, que presentan más problemas de salud mental, como la depresión, y 
tienen asociado un mayor riesgo de suicidio (17). 
Además, según este estudio, las RR.SS. pueden hacer que los usuariosse sientan más 
rechazados o aceptados, al poder contabilizarse objetivamente los “me gusta”, “amigos” 
o “seguidores”. Esto puede afectar también a la autoestima de los adolescentes que son 
rechazados “en línea”, especialmente a aquellos con bajo nivel socioemocional, quienes 
9 
 
sufren mayores tasas de ciberacoso, ansiedad y depresión, y mayor percepción de 
aislamiento y exclusión social (18). 
Según un estudio, los jóvenes pueden sufrir altos niveles de agresividad y nerviosismo 
cuando no están conectados a Internet, así como un empeoramiento de su vida personal, 
social y familiar (26). En este sentido, otro artículo indica que las nuevas tecnologías 
también pueden provocar otras complicaciones para la salud como la miopía, ceguera 
temprana, obesidad, trastornos de sueño, estrés, ansiedad, depresión y un bajo 
rendimiento escolar (18), llegando en casos extremos al aislamiento total de la persona, 
que solo se relaciona a través de Internet. Dicho trastorno se denomina “Hikikomori”, 
según la Estrategia de Salud Mental. Además, también impulsan conductas como el 
denominado Cyberbullying o ciberacoso (4). 
Un estudio realizado sobre los teléfonos inteligentes ha revelado también que han 
provocado numerosas afecciones relacionadas con su uso como son, el riesgo de 
accidentes, lesiones al caminar (23), rigidez, dolores musculares, afecciones oculares, 
ilusiones auditivas -en la que se tiene la sensación de escuchar el sonido del móvil- o 
táctiles – bajo la creencia de que han sentido una vibración que no ha existido-, dolores y 
debilidad en los pulgares y muñecas. También se producen otros problemas más 
específicos, como la “nomofobia” –miedo a estar sin el móvil, o que éste permanezca 
desconectado o fuera de cobertura-, “textafrenia” -o falsa impresión de haber recibido una 
llamada o mensaje, lo que conlleva a revisar constantemente el dispositivo- y “texiety” -
o ansiedad originada por la necesidad de recibir y responder mensajes-. 
No obstante, como recoge la Estrategia de Salud Mental, estas consecuencias no solo 
afectan a los adolescentes que padecen la adicción, sino que, también influyen, en 
distintos niveles, a la sociedad en la que viven. Según un informe “Health at a glance”, 
del año 2018, que evalúa el progreso de los sistemas sanitarios europeos, España destina 
45.058 millones de euros en salud mental, siendo repartidos, en gastos directos de 
asistencia sanitaria, en programas de la Seguridad Social y en costes indirectos debidos 
al detrimento de la productividad laboral (4). A nivel social, según la Estrategia Nacional 
de Adicciones, estas suponen un alto coste, no solo a nivel sanitario, sino también, a nivel 
de la seguridad pública, del medio ambiente, de la productividad laboral y a nivel humano, 
dado que hay personas que fallecen por estas causas (27). 
10 
 
Como revela el siguiente artículo, la familia de los adolescentes, que sufren este problema 
se ve perjudicada con el cambio de las dinámicas familiares, disminuyendo el tiempo que 
pasan con estos adolescentes, provocando su distanciamiento o aislamiento, dificultando 
la comunicación, y generando que las familias, y en especial los progenitores, pierdan 
autoridad, lo que tiene como consecuencia que los adolescentes incumplan las normas 
establecidas. Todo ello, tiene como resultado un aumento de los conflictos familiares (2). 
Como se puede comprobar en este estudio, los adolescentes son precisamente el grupo 
que más utiliza estas nuevas tecnologías, lo que les convierte en más vulnerables a 
padecer un uso problemático o adicción a las mismas. Normalmente las utilizan como 
forma de comunicación e interacción social. Algunos de los que usan Internet de forma 
inadecuada son adolescentes que tienen mala relación con sus padres o compañeros, 
empleando Internet para gestionar estas emociones negativas y dificultades psicológicas 
(26). 
Basándonos en los siguientes artículos, se puede concluir que entre los factores de riesgo 
para padecer estos trastornos se encuentran, principalmente, una mala relación con los 
padres (especialmente con la madre) (26), un nivel socioeconómico bajo, menor 
educación materna y un hogar monoparental (21). A su vez, se han encontrado algunos 
rasgos de personalidad similares en adolescentes que pueden tener un uso inadecuado a 
estos medios, entre ellos, se encuentran la impulsividad, bajo autocontrol, tendencias 
agresivas y hostiles, así como el neuroticismo. En este sentido, un estudio también desvela 
que una buena competencia digital es un factor protector frente a estas adicciones (28). 
Según la Estrategia Nacional de Adicciones, en nuestro país existe mucha diversidad en 
cuanto a programas de prevención y asistencia integral orientados a tratar las adicciones, 
aunque muchos de estos dependen de las Comunidades Autónomas (CC.AA.) donde se 
desarrollan. A nivel nacional se ha creado el programa de “Agente Tutor” (27). Es 
realizado por una unidad de la Policía Local especializada en la promoción del respeto a 
los derechos de la infancia, centrándose, por tanto, en la protección de los menores y 
prevención en el entorno escolar, y actuando no solo con el menor, sino también con la 
familia. Una de sus funciones es la de vigilar, y actuar ante el uso indebido de las TIC y 
el acoso entre iguales (29). 
De acuerdo con el Plan de Adicciones de la Ciudad de Madrid (2022-2026) (30), la 
comunidad cuenta con un Plan Municipal contra Drogas, que se basa en una serie de 
11 
 
recursos utilizados para la correcta atención de los afectados. Dentro de este plan se 
encuentran los Centros de Atención a las Adicciones (CAD), que llevan a cabo una 
asistencia a nivel biopsicosocial, contando, además, con servicios de apoyo al tratamiento 
y reinserción. 
En el caso de los adolescentes, su asistencia comienza con la Prevención de Adicciones 
(PAD), formada por un Equipo de Educación Social y de Orientación Familiar. Una vez 
detectada la conducta adictiva se pasa al CAD, donde se recibe el tratamiento adecuado 
de forma individual, pudiendo ser necesario la coordinación con recursos específicos de 
apoyo al tratamiento y con entidades sanitarias como Centros de Atención Primaria, de 
Salud Mental, etc. La finalidad de esta actuación es lograr la máxima reducción del uso 
de la conducta adictiva, o la abstinencia en caso de consumo de sustancias, reducir los 
riesgos derivados de la adicción, proporcionar herramientas para tratar la conducta 
adictiva, recuperar relaciones familiares y sociales, adquirir un tiempo libre saludable y 
lograr una normalización educativa o laboral (30). 
Como se observa en el Protocolo de Intervención de Enfermería en los Centros de 
Atención a las Drogodependencias (31), la prevención, promoción y el tratamiento son 
parte del trabajo de enfermería para tratar todo tipo de adicciones, poniendo especial 
énfasis en la prevención. A su vez, este personal puede llevar a cabo una función 
asistencial, administrativa/gestora, docente y de investigación. Las formas más utilizadas 
de prevención serían las sesiones de Educación para la Salud (EPS), de forma tanto grupal 
como individual, talleres destinados a la reducción del daño ocasionado por estas 
adicciones y, en algunos casos se podrían llevar a cabo, sanciones administrativas, 
existiendo, por tanto, tres niveles de prevención (universal, selectiva e indicada), 
dependiendo del grupo de personas a las que se quiera llegar. Dada la dificultad de definir 
el problema a tratar, las formas de tratamiento utilizadas se consideran como 
experimentales, aunque cabe destacar, la utilización de terapias cognitivo conductuales, 
terapias farmacológicas por la presencia de comorbilidad con otras enfermedades y la 
terapia familiar o grupal (21). 
Un estudio realizado durante la pandemia Covid-19, destaca la importancia de la 
enfermera escolar y de la necesidad de concienciar de la adiccióna Internet, los problemas 
psicosociales que conlleva y de los síntomas que se pueden observar tanto a los padres 
como a los adolescentes (32). 
12 
 
Cabe mencionar que, durante el verano de 2022, se inauguró en el Hospital Gregorio 
Marañón, un dispositivo sanitario denominado AdCom Madrid, dirigido al tratamiento 
de las adicciones comportamentales entre las que se encuentran, los videojuegos, el juego 
de apuestas, la conducta compulsiva sexual, las compras compulsivas y el uso 
problemático de las redes sociales. Se trata al individuo, dependiendo de su edad, en el 
grupo de edad de 12 a 17 años (acompañados de sus tutores) o en el grupo de mayores de 
18 años. Primero, se hace un cribado realizado mediante cuestionarios, con los que se 
valora si el paciente necesita tratamiento. Y si finalmente lo requiere, el primer 
profesional sanitario que le atendería, sería un/a enfermero/a especialista en salud mental 
(33, 34). 
1.4. JUSTIFICACIÓN 
Vivimos en una sociedad donde el uso de las TIC está extendido a todos los ámbitos de 
nuestra vida, y como consecuencia de ello pasamos muchas horas frente a una pantalla. 
El grupo que más las utiliza es el de los adolescentes (2). Como consecuencia, se puede 
generar una dependencia, además de tener consecuencias negativas para el sujeto -como 
por ejemplo el ciberacoso-, para la sociedad y para la familia (4). Por ello, resulta 
necesario llevar a cabo estrategias de prevención que eviten las consecuencias (31). 
La infancia y la adolescencia, son períodos que condicionan los hábitos de salud de la 
etapa adulta, ya en ella se empiezan a adquirir. Además, son las etapas en las que dan 
comienzo muchos de los trastornos mentales graves (4). 
La adicción a las TIC no está recogida como tal en el DSM-V, ni en el CIE-11, lo que 
provoca que exista controversia respecto a este tema (18). Sin embargo, diversos estudios 
realizados en distintos países del mundo, recogidos en el apartado 1.2.1, reconocen esta 
problemática y han comenzado a estudiar la magnitud de dicho problema y su impacto. 
Por ejemplo, un estudio de Estados Unidos, recoge que un 45% de los adolescentes, está 
conectado casi todo el día a Internet (10). A nivel nacional, en un estudio llevado a cabo 
por UNICEF, se muestra que el 90.8% de los adolescentes se conecta a diario y el 31,6% 
pasa más de cinco horas frente a una pantalla (16). 
También cabe mencionar que, a pesar de no estar recogida como tal, se está empezando 
a considerar en la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (4). Además, 
este problema se ha incrementado desde la pandemia del Covid-19, debido en parte a la 
necesidad de clases online, el teletrabajo, etc. (32). 
13 
 
Todo ello justifica la decisión de estudiar y tratar la adicción a las Nuevas Tecnologías de 
la Información y Comunicación (TICS) como investigación del Trabajo de Fin de Grado, 
al ser actual y afectar negativamente tanto a quienes la padecen, como a la sociedad que 
nos rodea (4). 
2. OBJETIVOS 
Objetivo principal: Identificar la relación existente entre el uso continuado de las 
Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) y la posible adicción 
a las mismas en la etapa adolescente. Para ello, realizaremos una revisión sistemática. 
Objetivos secundarios: 
- Analizar, la relación causal entre el uso de las TIC y el desarrollo de una adicción a 
las mismas 
- Conocer, las consecuencias que pueden conllevar en la vida de los adolescentes, 
dichas adicciones. 
- Determinar, los posibles factores de riesgo y de protección asociados a este tipo de 
adicciones en los adolescentes. 
- Describir la actuación enfermera, destinada a la prevención de estas adicciones. 
3. METODOLOGÍA 
Para comenzar la búsqueda bibliográfica, se plantea la siguiente pregunta de investigación 
con el objetivo de dar respuesta a los objetivos planteados: ¿El uso de las TICs puede 
desarrollar una adicción en la etapa adolescente? 
A través de ella, obtenemos la pregunta PICO: 
- P (Pacientes): Adolescentes. 
- I (Intervención): Utilización de las TICs. 
- C (Comparación): No hay. 
- O (Resultados): Desarrollar una adicción a las TICs. 
Esta pregunta, sirve de ayuda en la selección de las palabras clave, que tras traducirlas al 
inglés y con la utilización de los tesauros correspondientes, nos permite obtener el 
lenguaje controlado con el que se hará la posterior estrategia de búsqueda en las bases de 
datos seleccionadas. 
14 
 
Las palabras clave seleccionadas a partir de la pregunta PICO son: Adolescente, 
Comportamiento adictivo, Tecnologías de la Información, Internet y Redes Sociales. Las 
traducimos al inglés, para posteriormente obtener el lenguaje controlado, y se consiguen 
las denominadas keywords: Adolescents, Teenagers, Information and comunication 
technologies, Internet, Social Networking, Addiction and Addictive behavior. 
Finalmente, traducimos las keywords al lenguaje controlado. Para esta traducción 
emplearemos el tesauro Medical Subject Headings (MeSH) para la base de datos PubMed 
y el tesauro Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS), utilizado en el resto de bases 
de datos. En ambos tesauros, encontramos el mismo lenguaje controlado: “Adolescent”, 
“Information Technology”, “Internet”, “Social Networking” y “Behavior, addictive”. Sin 
embargo, en el tesauro MeSH, encontramos el lenguaje controlado de “Technology 
addiction” que hace referencia a la incapacidad de una persona de no estar en contacto 
con la tecnología o cualquier dispositivo electrónico y la utilización de la misma. Sin 
embargo, este término no será utilizado en las estrategias de búsquedas finales al obtener 
un gran número de resultados con su uso. 
Tabla 4: Elección de la terminología. 
Pregunta PIO Lenguaje libre DECS MESH 
P: Adolescentes “Adolescents” 
“Teenagers” 
“Adolescent” “Adolescent” 
I: Utilización de las 
TICS 
“Information and 
communication 
technologies” 
“Internet” 
“Social 
Networking” 
“Information 
Technology” 
 
“Internet” 
 
“Social 
Networking” 
“Information 
Technology” 
 
“Internet” 
 
“Social 
Networking” 
O: Desarrollar una 
adicción a las 
TICS 
“Addiction” 
“Addictive 
behavior” 
 
“Behavior, 
Addictive” 
“Behavior, 
Addictive” 
 
“Technology 
Addiction” 
 Fuente: Elaboración propia 
Una vez obtenido el lenguaje controlado, se empleará en las distintas bases de datos 
seleccionadas, con el fin de obtener los artículos con los que se llevará a cabo el resto del 
trabajo. Dichas bases de datos, han sido seleccionadas por contener un amplio catálogo 
de estudios relacionados con las Ciencias de la Salud y disponer de estudios tanto en 
castellano como en inglés. 
15 
 
Las bases de datos utilizadas son: PubMed, por estar especializada en Ciencias de la 
Salud; Cinahl, por ser una de las más importantes en enfermería; Scopus, desarrollada por 
Elsevier, que ofrece literatura de distintas disciplinas como medicina y enfermería; y 
Scielo, cuyo objetivo es la difusión de artículos científicos que provienen de 
Latinoamérica, España y Portugal. 
Para comenzar la búsqueda, se empiezan buscando los términos del lenguaje controlado 
por separado, en cada una de las bases de datos. Más adelante, comenzaremos a juntar 
dichos términos con el operador booleano “AND”, que limita la búsqueda a artículos que 
contengan ambos términos. Estos pasos se irán repitiendo hasta formar sentencias de 
búsqueda que den los resultados esperados. Tan solo en la base de SciELO, fue necesario 
utilizar una palabra clave en lenguaje libre, al no obtener resultados concluyentes 
utilizando el lenguaje controlado de la misma. Para finalizar, aplicamos filtros que acoten 
más la búsqueda, entre ellos se encuentran “Últimos 5 años”, “Idioma en español e 
inglés”, y “Texto completo y gratuito”, utilizando la VPN de la Universidad Autónoma 
de Madrid (UAM). 
Tabla 5: Bases de datos y estrategia debúsqueda. 
Base de datos Estrategia de búsqueda Filtros Resultados 
PUBMED 
((“Behavior, Addictive”[Mesh]) 
AND “Adolescent”[Mesh]) AND 
“Information Technology”[Mesh] 
- 1 
(((“Adolescent”[Mesh]) AND 
“Behavior, Addictive”[Mesh]) 
AND “Internet”[Mesh]) AND 
“Social Networking”[Mesh] 
Texto completo en 
los últimos 5 años. 
Español e inglés. 
10 
CINAHL 
Adolescents AND behaviors, 
addictive AND Internet 
Texto completo. 
Últimos 5 años. 
39 
16 
 
Base de datos Estrategia de búsqueda Filtros Resultados 
Adolescents AND behaviors, 
addictive AND Internet AND 
social networking 
Texto completo. 
Últimos 5 años. 
2 
Adolescent AND internet AND 
social networking 
Texto completo. 
Últimos 5 años. 
17 
SCOPUS 
Adolescent and behavior, 
addictive and internet and social 
networking 
Texto completo, 
últimos 5 años, 
idiomas: inglés. 
29 
Adolescent and behavior, 
addictive and information 
technology 
Texto completo, 
últimos 5 años, 
Idiomas: español 
e inglés. 
15 
SCIELO 
((adolescent) AND (addiction) 
AND (internet)) 
Últimos 5 años 10 
(adolescent) AND (addiction) 
AND (social media) 
Últimos 5 años 2 
(adolescent) AND (internet) AND 
(social media) 
Últimos 5 años 7 
TOTAL 132 
Fuente: Elaboración propia. 
 
17 
 
Para la posterior selección de los artículos definitivos y teniendo en cuenta los objetivos 
del trabajo, se marcan los siguientes criterios de inclusión y exclusión: 
Se deciden como criterios de inclusión: 
- Se aceptan estudios que hayan sido publicados en los últimos cinco años. 
- Se incluyen estudios cuya lengua sea castellano o inglés. 
- Artículos realizados en adolescentes en edades comprendidas entre 10 y 19 años, al 
ser lo establecido por la OMS. 
- Se consideran estudios que hablen del papel de enfermería en la adicción a las TICS. 
 
Criterios de exclusión: 
- Se rechazan estudios que incluyan únicamente la adicción a videojuegos. 
- Se excluyen estudios de adolescentes que tengan psicopatología previa. 
- Se desechan estudios que no sean artículos científicos. 
 
Los resultados obtenidos de la búsqueda (132), se exportan a un documento de Excel para 
su posterior selección. En dicho documento encontramos todos los títulos obtenidos. 
Primero se aplica el filtro de “Duplicidad” y se eliminan 19 artículos, quedando 113 para 
su posterior revisión por título. Tras dicha revisión, se desechan un total de 36 artículos, 
al ser considerados irrelevantes o no corresponder con los criterios de inclusión o 
exclusión del trabajo. De los 77 artículos para analizar por resumen, finalmente 
obtenemos 47 estudios para revisar a texto completo. Por último, tras una revisión crítica 
a texto completo de dichos artículos, y con ayuda de las guías CASPe (35), se seleccionan 
10 para realizar la revisión sistemática. 
La eliminación de artículos se ha dado por razones variadas como no ajustarse a la 
población indicada (aunque aparezca expresamente en la estrategia de búsqueda), no 
respetar los criterios de inclusión y exclusión explicados anteriormente y no centrarse en 
nuestros objetivos, al hablar de problemáticas diferentes al tema en cuestión. 
 
18 
 
Figura 1: Diagrama de flujo. 
Fuente: Elaboración propia. 
4. RESULTADOS 
Teniendo en cuenta los objetivos marcados, nos habíamos propuesto identificar la 
evidencia existente de la adicción y el uso de las TIC en la etapa adolescente, así como 
sus consecuencias, la actuación de enfermería en la prevención, factores de riesgo y 
protección, para mejorar la práctica clínica. 
De los diez artículos seleccionados tan solo dos de ellos hacen referencia al papel de 
enfermería en estas adicciones, aunque otros estudios comentan la importancia de su 
prevención de estas a nivel escolar, familiar o de los profesionales sanitarios en general. 
Cinco de ellos analizan factores de la personalidad o emocionales, que se relacionan con 
la posibilidad de generar una adicción y podrían ser considerados factores de riesgo. Tres 
de ellos, evalúan la importancia de los vínculos familiares. Por último, dos de ellos 
analizan las consecuencias de dichas adicciones en la salud de los adolescentes. 
Documentos
totales
n=132 Artículos
eliminados por
duplicidad.
n=19Documentos para
revisar por título
n=113 Artículos excluidos por
no tener relación con el
tema a tratar o con los
criterios establecidos.
n=36
Documentos para
revisar por
resumen
n=77
Artículos eliminados
por no estar
realcionados con los
criterios establecidos
n=30
Documentos para
revisar texto
completo
n=47
Artículos excluidos por
ser irrelevantes con la
utilización de guías
CASPe.
n=37Documentos
incluidos en la
revisión
n=10
19 
 
Tabla 6: Estudios seleccionados. 
Título Autor Lugar, año y 
edad 
Metodología y 
muestra 
Resultados 
(36) Psychological Risk Factors 
that Predict Social Networking 
and Internet Addiction in 
Adolescents 
Peris M, de la 
Barrera U, Schoeps 
K, Montoya-Castilla 
I. 
España. 2020. 
13 a 16 años. 
Análisis de regresión 
múltiple jerárquica y 
análisis comparativo 
cualitativo de 
conjuntos difusos. 
N= 447 
La desinhibición, neuroticismo, 
extraversión, narcisismo y el sentirse 
atractivo físicamente están relacionados 
con alguna de las dimensiones 
estudiadas de la adicción. 
(37) An examination of 
smartphone addiction and 
loneliness among high school 
students according to various 
variables: A sample from 
Turkey. 
Kürtüncü M, 
Ayyıldız TK, Kurt A. 
Ciudad de 
Zonguldak 
(Turquía).2020. 
Edad media: 
15.95 
Estudio descriptivo, 
transversal. 
N=1185 
Se relacionan los sentimientos de 
soledad y las necesidades de 
comunicación con la adicción a los 
teléfonos móviles. Se destaca la 
importancia de la enfermera escolar o de 
salud pública en la prevención. 
20 
 
Título Autor Lugar, año y 
edad 
Metodología y 
muestra 
Resultados 
(38) Is smartphone addiction 
different 
from Internet addiction? 
comparison of addiction-risk 
factors among adolescents. 
Jin Jeong Y, Suh B, 
Gweon G. 
Corea del Sur. 
2020. 
1º Secundaria. 
Análisis de varianza 
multivariante o una 
prueba post-hoc de 
Tukey HSD. N=768 
Se observan diferencias entre los 
factores de riesgo de adicción a Internet 
y a los teléfonos móviles. 
(39) The relationship between 
maladaptive personality 
functioning and problematic 
technology use in adolescence: A 
cluster analysis approach. 
Amendola S, 
Spensieri V, Biuso 
GS, Cerutti R. 
Italia. 2020. 
11 a 18 años. 
Análisis de 
conglomerados. 
N= 408 
Se relaciona la adicción con un 
funcionamiento desadaptativo de la 
personalidad. Destaca la importancia de 
abordar el antagonismo y las relaciones 
interpersonales en la prevención y 
tratamiento. 
(40) Do Attachment Styles and 
Family Functioning Predict 
Adolescents’ Problematic 
Internet Use? A Relative Weight 
Analysis 
Cacioppo M, Barni 
D, Correale C, 
Mangialavori S, 
Danioni F, Gori A. 
Italia. 2019. 
13 a 18 años. 
Análisis de regresión 
lineal múltiple (MR) 
y de peso relativo 
(RWA). N=306 
El uso problemático de Internet se 
relaciona con familias cuyos vínculos 
emocionales son más débiles y con baja 
flexibilidad ante los cambios. 
21 
 
Título Autor Lugar, año y 
edad 
Metodología y 
muestra 
Resultados 
(41) Internet Addiction among 
Secondary School Adolescents: 
A Mixed Methods Study 
Tenzin K, Dorji T, 
Choeda T, Wangdi P, 
Oo MM, Tripathy JP, 
et al. 
Bután. 2019. 
11 a 19 años. 
Método mixto 
secuencial cuan-cual 
transversal. 
N=721 
La adicción puede conllevar a ansiedad, 
depresión, insomnio y bajo rendimiento 
académico. La necesidad de estar 
conectado dificulta reducir su uso. 
(42) Exploring the effects of 
problematic internet use on 
adolescent sleep: A systematic 
review. 
Kokka I, Mourikis I, 
Nicolaides NC, 
Darviri C, Chrousos 
GP, et al. 
Asia y Europa. 
2021. 
10 a 19 años.Revisión sistemática. El uso de internet y la luz de las 
pantallas, afecta al sueño de diversas 
formas, pudiendo causar insomnio y 
provocar la utilización de pastillas para 
dormir. 
(43) El sentido de la vida como 
mediador entre la autoestima y la 
adicción al internet en 
adolescentes 
González Angulo P, 
Salazar Mendoza J, 
Castellanos 
Contreras E , et al. 
México. 2021. 
11 a 20 años. 
Estudio descriptivo y 
correlacional. 
N=238 
Evalúa la autoestima y como el sentido 
de la vida, ayuda con los sentimientos de 
depresión y desesperanza y deberían 
incluirse en intervenciones y promoción 
de la salud realizadas por enfermería. 
22 
 
Título Autor Lugar, año y 
edad 
Metodología y 
muestra 
Resultados 
(44) Prevalencia de adicción a 
internet y su relación con 
disfunción familiar en 
adolescentes. 
Aponte Rueda DR., 
Castillo Chávez P, 
González Estrella JE 
Ciudad de Loja 
(Ecuador). 2017. 
15 a 19 años. 
Estudio descriptivo 
transversal. N=388 
La disfunción familiar se relaciona con 
un mayor riesgo de adicción. 
(45) Problematic social-
networks-use in German children 
and adolescents—the interaction 
of need to belong, online self-
regulative competences, and age. 
Ostendorf S, 
Wegmann E, Brand 
M. 
Alemania 
Occidental. 2020. 
10 a 17 años. 
Análisis de regresión 
moderado jerárquico. 
N=466 
Evalúa el uso de las RR.SS. e Internet en 
los adolescentes. Se recalca la 
importancia de trabajar la 
autorregulación en los programas de 
prevención e intervención. 
Fuente: Elaboración propia. 
23 
 
4.1. RELACIÓN CAUSAL ENTRE EL USO Y LA ADICCIÓN A LAS TIC 
De los diez artículos obtenidos, nueve de ellos (36, 37, 38, 39, 40, 41, 43, 44, 45) analizan 
el uso o el grado de adicción a las TIC en los adolescentes, utilizando diversas escalas 
de medida. Sin embargo, cabe destacar que, para la medición del grado de adicción a 
Internet, cinco de ellos (39, 40, 41, 43, 44) coinciden en el uso de la Prueba de Adicción 
a Internet (IAT), aunque algunos de ellos utilizaron una versión modificada. 
El primer artículo (36), utiliza la Escala de Riesgo de Adicción a RR.SS. e Internet (ERA-
RSI) para medir la adicción a las mismas y una subescala, asociada a sentimientos de 
ansiedad y control, para medir el grado de nomofobia. Como resultados, se obtuvo que: 
el 46% tenía elevados síntomas de adicción a Internet, el 56% presentaba un elevado uso 
de las RR.SS. y el 41% denotaba elevados niveles de nomofobia; todos ellos se explicaron 
a través de una combinación de los factores de riesgo medidos. 
El siguiente estudio (37), mide el nivel de adicción al teléfono móvil, a través de la Escala 
de Adicción a los Teléfonos Inteligentes, versión corta (SAS-SV), obteniendo una 
puntuación media de 28.38 ±11.21. 
El tercer estudio (38), realizó un análisis de varianza multivariante o una Prueba Post-hoc 
de Tukey HSD para valorar si hay diferencias entre los factores de riesgo de la adicción 
a Internet y la de los teléfonos móviles. Para medir la adicción a Internet y a los teléfonos 
móviles, dicho estudio utilizó la Escala de Propensión a la Adicción a Internet para 
jóvenes (KS-II) y esa misma escala adaptada a los teléfonos inteligentes (K-SAS). Tuvo 
como resultados que el 12.1% tendría adicción a los teléfonos móviles, el 15.5% adicción 
a Internet y el 23.0% tendría ambas. 
Otro artículo (39), apuntó que el 15.9% de los participantes estarían en riesgo de 
desarrollar una adicción a Internet, el 27.45% realizaban un uso por encima de la media 
de Internet y de los teléfonos móviles y el 9.8% denotaría un uso problemático de la 
tecnología. Para obtener dichos resultados se empleó la Prueba de Adicción a Internet 
(IAT) y la versión breve multicultural del Test de Dependencia del Teléfono Móvil 
(TMDbrief). 
Otro proyecto de investigación (40), analizó el uso problemático de Internet mediante la 
Prueba de Adicción a Internet de Young modificado (Y-IAT), obteniendo un nivel de 
bajo a moderado del mismo. 
24 
 
Otro artículo (41), muestra un método mixto secuencial cuantitativo-cualitativo 
transversal. Primero, en la parte cuantitativa, se pasó un cuestionario autoadministrado en 
tres partes, centrándose la primera en las características sociodemográficas y el patrón de 
uso de Internet de los participantes; la segunda se trata de un cuestionario validado de 
Prueba de Adicción a Internet (IAT) y la última parte presenta las escalas validadas de 
depresión, ansiedad y estrés (DASS 21). Posteriormente, para la parte cualitativa, se 
seleccionaron trece estudiantes cuya puntuación en la segunda prueba fue mayor a 
cuarenta y nueve. 
Se obtuvo que el 34.4% sería adicto a Internet, presentando el 32.9% una adicción de 
moderada a severa; el 54% utilizan el móvil para conectarse a Internet; el 56% usa las 
RR.SS. y el 50% prefiere conectarse a Internet por la noche. En la parte cualitativa del 
estudio, se vio que los adolescentes manifestaron conectarse cuando están aburridos y ser 
incapaces de reducir su uso debido a la naturaleza adictiva de Internet. 
El estudio realizado por González et al. (43) analizó la adicción a Internet, mediante el 
Test de Adicción a Internet, en su versión española (TAI), obteniendo que el 68.1% 
tendría una adicción leve, un 29.8% moderada y un 2.1% una adicción a Internet severa. 
Un estudio (44), utiliza el Test de Adicción a Internet (IAT), para evaluar el grado de 
adicción al mismo, ofreciendo como resultado que el 35.8% tendría una adicción leve, el 
14.2% moderada y el 1.5% grave. 
Por último, otro estudio (45), analizó el trastorno por el uso de RR.SS., a través de la 
modificación de la versión corta de la prueba de Adicción a Internet, obteniendo un valor 
medio de 7.56 en los síntomas del trastorno por RR.SS. Además, también comentó que 
105 participantes utilizaban Internet entre 4 y 5 horas diarias y 79 lo usaba más de 5 horas 
al día. Un total de 463 adolescentes tenían su propio dispositivo móvil o lo compartían y 
todos los participantes utilizaba al menos una RR.SS., siendo la más utilizada WhatsAPP 
(99.4%), seguido de Instagram (55.4%). Además, el 37.1% utilizaba otra RR.SS. 
También estudió que, una pérdida de control sobre estas RR.SS. aumentaría las 
consecuencias negativas en la vida cotidiana de los adolescentes. 
4.2. CONSECUENCIAS DE LA ADICCIÓN A LAS TIC 
Tras la revisión, encontramos que dos de los diez artículos (41, 42) hablan de las 
consecuencias que tiene la adicción a las TIC en la vida de los adolescentes. Ambos 
25 
 
coinciden en señalar la falta de sueño, el bajo rendimiento académico y la ansiedad como 
consecuencias de dicha adicción. 
El primero de ellos (41), en la parte cuantitativa del estudio, apuntó que 82 de los 
adolescentes estudiados tenía depresión, 205 ansiedad y 42 estrés, cuyos grados variaban 
de severo a extremadamente severo. En la parte cualitativa se recogió que los estudiantes 
referían tener más problemas oculares, cambios en el estado del ánimo, empeoramiento 
escolar debido al uso de Internet, falta de sueño y comportamientos obsesivos a la hora 
de conectarse a Internet, lo que a algunos les llevaba a experimentar, a su vez, 
sentimientos de estrés o ansiedad, reducción de las interacciones familiares o con amigos, 
exposición a cuentas falsas o sitios no convenientes, e incapacidad de concentración. 
El otro estudio (42) presenta, una revisión sistemática que seleccionó aquellos artículos 
que se centraron en las edades de 10 a 19 años, eligiendo un total de doce artículos 
realizados la mayoría en Asia y uno en Europa. 
Los estudios incluidos en esta revisión demostraron que en los adolescentes que realizan 
un mayor uso de Internet la duración del sueño se ve acortada, la calidad del mismo se ve 
afectada negativamente, y la luz de la pantalla suprime la producción de la melatonina lo 
que provoca un cambio en el patrón del sueño, además de insomnio,y la utilización de 
medicamentos para dormir. Todo ello se relacionó también con obesidad, ansiedad, 
tendencias de ideación suicida, bajo rendimiento académico, consumo de sustancias y 
otros trastornos del sueño como apneas. 
4.3. FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN 
Ocho de los artículos encontrados (36, 37, 38, 39, 40, 43, 44, 45), hablan de los factores 
de riesgo que influyen en la adicción o uso problemático de las TIC, especialmente de 
Internet, RR.SS. y los teléfonos móviles. Tres de ellos (40, 43, 45) hacen, referencia 
también a los factores de protección. Seis artículos (36, 37, 38, 39, 43, 45), hablan de 
diferentes características de la personalidad y emociones que pueden acabar generando 
uno de los problemas mencionados con anterioridad. Tres de ellos (38, 40, 44) analizaron 
cómo afectan los vínculos familiares. Y cuatro (36, 37, 43, 45) coinciden, en que el género 
femenino tiene más riesgo de padecer estas afecciones. 
El primer artículo (36), demostró que el hecho de ser mujer, extrovertido, la desinhibición, 
el neuroticismo, el narcisismo y la baja satisfacción corporal se relaciona con más 
sintomatología de adicción a Internet. En cuanto a las RR.SS., se ha demostrado ser mujer, 
26 
 
la extroversión, desinhibición y sentirse físicamente atractivo, en combinación con 
distintos niveles de neuroticismo, predice un aumento de su uso. En cuanto a la 
nomofobia, se ha visto que la mayor presencia de signos está relacionada con ser mujer, 
más joven y presentar menor satisfacción corporal, junto con niveles altos de 
desinhibición, extraversión, neuroticismo y, especialmente, el narcisismo. 
Otro artículo (37), comprobó que el sentimiento de soledad está relacionado con la 
adicción a los teléfonos móviles, así como que las mujeres muestran un mayor grado de 
adicción a los mismos. 
El siguiente estudio (38), resaltó que la depresión, la ansiedad, el autocontrol, la 
satisfacción con la vida y la agresión son comunes en ambos tipos de adicciones. De igual 
manera, el apego entre padres e hijos es común en ambas adicciones, pero el tiempo de 
comunicación entre padres e hijos solo se relaciona con la adicción a Internet. Asimismo, 
el apoyo del maestro, la relación maestro-niño y la motivación del aprendizaje están 
relacionados con ambos tipos de adicciones. 
El estudio presentado por Amendola et al. (39) observó que la desinhibición y el 
antagonismo son factores de riesgo para el uso problemático de la tecnología. 
Otro estudio (40), observó que los adolescentes con un apego familiar ansioso-
preocupado, que da lugar a vínculos emocionalmente débiles, con poca flexibilidad y 
roles poco claros, tenían más riesgo de desarrollar un uso problemático de Internet. Por 
el contrario, se consideró como factor de protección un establecimiento de roles claro y 
la participación afectiva, como puede ser valorar las actividades de los miembros de la 
familia. 
Un estudio (43) demuestra que tanto la autoestima, como el sentido de la vida, influyen 
en la adicción a Internet, siendo ambos factores de riesgo y de protección. También 
apuntó que las mujeres que tienen peor autoestima desarrollan más riesgo de tener 
adicción a Internet. 
El artículo de Aponte et al. (44) observó que: los adolescentes que provenían de familias 
pequeñas (1 a 3 miembros), pertenecientes a un nivel típico socioeconómico medio, que 
utilizan más de 17 horas de Internet a la semana, estudian el primer año de Bachillerato, 
usan más las RR.SS. y tienen baja cohesión, armonía, comunicación y afectividad 
familiar, tienen más riesgo de presentar adicción a Internet. 
27 
 
El último estudio incluido en la revisión (45), por su parte, mostró que, las mujeres tienen 
más posibilidades de tener síntomas relacionados con un uso problemático de las RR.SS. 
A su vez, encontró que la necesidad de pertenencia es un factor de riesgo asociado dicho 
trastorno y que unas mejores competencias de la autorregulación en línea serían un factor 
protector. 
4.4. ACTUACIÓN ENFERMERA EN LA PREVENCIÓN 
Tan solo dos artículos (37, 43), hablan del papel del personal de enfermería en la 
prevención de estas adicciones. Sin embargo, seis más (36, 39, 40, 41, 42, 45) reconocen 
la importancia de la prevención para evitar o reducir dichas adicciones. 
El primer artículo que habla del papel de enfermería (37), comenta, por un lado, la 
necesidad de que las enfermeras de salud pública o escolares identifiquen a los 
adolescentes que se encuentran en riesgo de adicción, a través de programas de detección. 
Por otro lado, a aquellos identificados como grupo de riesgo se les debería entrenar en 
habilidades sociales, así como incentivar en la formación de amistades y encuentros en 
persona, para evitar así la sensación de soledad. 
El otro estudio que habla del papel de enfermería (43) afirma que se debe tener en cuenta 
la autoestima y el sentido de la vida, así como la diferenciación por sexos, a la hora de 
realizar programas de intervención y promoción de la salud, encaminados a reducir y 
prevenir la adicción. 
De los otros seis artículos, uno de ellos (36) habla de la importancia de la prevención e 
intervención temprana realizada por los psicoterapeutas y profesionales de la salud en 
general. 
Un estudio (39) destaca la importancia de trabajar el funcionamiento interpersonal y el 
antagonismo, tanto en las actividades preventivas como en el tratamiento, teniendo en 
cuenta el desarrollo de los niños, sobre todo, en el ámbito escolar. 
Por otro lado, uno de los artículos (40) se centra en la prevención familiar para aquellos 
adolescentes que tengan un uso problemático de Internet. 
Otro estudio (41) afirma la necesidad de realizar programas de intervención y prevención 
para reducir esta adicción. Además, comenta la conveniencia de educación de los 
adolescentes para un uso seguro de Internet, ya sea en los hogares o en las escuelas, 
28 
 
además de señalar que en ambos sitios se deben evaluar los signos de una posible adicción 
a Internet, para una intervención temprana. 
En el siguiente artículo (42) se comenta la necesidad de realizar programas de prevención, 
realizados por médicos o profesores, tanto a los adolescentes como a los padres, donde se 
expliquen los riesgos de un uso problemático de Internet, especialmente en relación con 
el sueño. 
Finalmente, el último estudio de la revisión (45) habla de la necesidad de mejorar las 
competencias individuales, especialmente la autorregulación, en los programas de 
prevención e intervención para realizar un mejor uso de las RR.SS. 
5. DISCUSIÓN 
5.1. RELACIÓN CAUSAL ENTRE EL USO Y LA ADICCIÓN A LAS TIC 
Para establecer esta relación causal, los diferentes estudios utilizan distintos instrumentos 
de medida, aunque como vienen reflejado en los resultados, cinco de ellos (39, 40, 41, 
43, 44) utilizan la Prueba de Adicción a Internet (IAT), considerada como una de las más 
adecuadas para este fin, a pesar de que se han hecho modificaciones de la misma que 
algunos de los estudios utilizan. Esta escala analiza el impacto que tiene la tecnología en 
la vida cotidiana del individuo, y el nivel de impulsividad y de preocupación. Uno de los 
artículos (39) utiliza, además, la Versión Breve Multicultural del Test de Dependencia 
del Teléfono Móvil (TMDbrief), que evalúa problemas relacionados con el uso 
problemático del teléfono móvil. 
Por el contrario, el primer artículo de la revisión (36), utiliza la Escala de Riesgo de 
Adicción a RR.SS. e Internet (ERA-RSI). Esta escala se divide en cuatro subescalas: una 
de ellas evalúa los síntomas de adicción a Internet, que serían comportamientos de 
adicción a sustancias no tóxicas; otra sería la del uso de RR.SS. que evalúa los 
comportamientos de socialización en línea, y otra evalúa la nomofobia con ítems 
relacionados a sentimientos de control o ansiedad al utilizar un teléfono móvil. 
Por un lado, el estudio de Kürtüncü et al.(37) utiliza la Escala de Adicción a los Teléfonos 
Inteligentes, versión corta (SAS-SV), que mide el riesgo de adicción. Por otro lado, el 
artículo realizado por Jin et al. (38), emplea la Escala de Propensión a la Adicción a 
Internet para jóvenes (KS-II), y esa misma escala adaptada a los teléfonos inteligentes 
(K-SAS), y ambas evalúan las funciones desadaptativas, el nivel de tolerancia, 
retraimiento y la orientación de la vida virtual. Por último, el estudio de Ostendorf et al. 
29 
 
(45) utiliza la modificación de la versión corta de la Prueba de Adicción a Internet, para 
valorar la problemática del uso de RR.SS. En ella se evalúan los problemas que tienen en 
la vida cotidiana, viendo el uso activo y pasivo de las RR.SS., blogs y mensajería 
instantánea. 
La edad de la población estudiada es aproximadamente la misma, aunque el estudio 
realizado por González et al. (43) supera la edad prevista en los criterios de inclusión. Sin 
embargo, al ser solo un año y hablar del papel de enfermería, se admitió en esta revisión. 
Por otro lado, la diferencia del tamaño muestral entre los estudios es significativa, lo que 
podría afectar a los resultados obtenidos. 
Todos ellos, a pesar de utilizar diferentes escalas de medida, encuentran asociación entre 
el uso de las nuevas tecnologías y la adicción a las mismas en mayor o menor medida, 
como podemos ver reflejado en el apartado 4.1. Uno de los artículos (44) incluso llega a 
establecer como factor de riesgo de adicción la utilización de más de 17 horas semanales 
de Internet. 
La idea de que la adicción a Internet sea debida a una exposición excesiva a los 
dispositivos tecnológicos, tal como se pone de manifiesto en el artículo llevado a cabo 
por Dresp-Langley (18), quedaría afirmada en los artículos (41, 45) incluidos en nuestra 
revisión. Por un lado, el artículo realizado por Ostendorf et al. (45) lo justifica diciendo 
que la pérdida de control sobre el uso de las RR.SS. haría que aumentasen las 
consecuencias negativas en la vida cotidiana de los adolescentes. Por el contrario, el 
estudio de Tenzin et al. (41), comenta que los adolescentes pasan más horas conectados 
porque lo hacen cuando están aburridos y durante la noche, además de reflejar que les 
cuesta reducir el uso de Internet debido a su naturaleza adictiva, lo que se intensifica si 
tienen un dispositivo móvil con conexión a Internet. 
5.2. CONSECUENCIAS DE LA ADICCIÓN A LAS TIC 
De los dos estudios que hablan de las consecuencias de la adicción a Internet, uno de ellos 
se centra principalmente en cómo estas adicciones afectan al sueño de los adolescentes y 
las consecuencias que dichas alteraciones tienen en su salud (41). El otro, por el contrario, 
estudia otras consecuencias, haciendo especial énfasis en la ansiedad, depresión y estrés 
(42). 
Como ya se ha mencionado con anterioridad, ambos artículos (41, 42) coinciden en que 
como consecuencia de dichas adicciones aparecen la ansiedad, el bajo rendimiento 
30 
 
académico y la falta de sueño principalmente. Esta circunstancia también queda 
reflejada en otros artículos, como el caso del estudio de Dresp-Langley (18), que recoge 
esas tres mismas consecuencias, y el estudio llevado a cabo por Firth et al. (17), que 
menciona las alteraciones del sueño. Sin embargo, ambos estudios (41, 42) han 
encontrado otras consecuencias que también coinciden con las de otros autores. 
Las consecuencias extraídas del artículo de Tenzin et al. (41) ya las mencionaban otros 
estudios, como el artículo de Dresp-Langley (18), que habla de la miopía, ceguera 
temprana, estrés, y depresión en asociación a la adicción a Internet. Este estudio también 
habla de la disfunción emocional, derivada del desequilibrio producido en el sistema de 
recompensa cerebral, lo que se asocia a esos cambios del estado de ánimo recogidos en 
el artículo de Tenzin et al. (41). La depresión también se menciona como una 
consecuencia más en el artículo llevado a cabo por Firth et al. (17). Además, uno de los 
artículos de la revisión (41) también coincide con los estudios (26, 17) a la hora de 
subrayar que empeora las relaciones familiares o con amigos. Por otra parte, el estudio 
denominado The “online brain”: how the Internet may be changing our cognition (17), 
también recoge la problemática de las cuentas falsas en el ámbito de las RR.SS. y el déficit 
de atención que puede originarse de estas adicciones, en relación con la incapacidad de 
concentración que recoge el artículo de Tenzin et al (41). Por último, los comportamientos 
obsesivos para conectarse a Internet, recogidos en el estudio de Kokka et al. (42), podrían 
estar relacionados con los altos niveles de agresividad y nerviosismo cuando no se está 
conectado a Internet, vistos en el artículo de Trumello et al. (26). 
Por otro lado, las otras consecuencias estudiadas en el artículo realizado por Kokka et al. 
(42), también son coincidentes con otros autores, como Dresp-Langley (18), que recoge 
la obesidad y el insomnio. El riesgo de suicidio también es estudiado por Firth et al (17). 
Por el contrario, la consecuencia estudiada por Kokka et al. (42), referente al consumo de 
sustancias, no queda estudiada en ninguno otro artículo revisado. 
5.3. FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN 
De los artículos que hablan de los factores de riesgo y protección, cuatro estudios (36, 37, 
43, 45) coinciden en que las mujeres tienen más riesgo de padecer estas adicciones, lo 
que está en línea con uno de los resultados de otro estudio (17), que comprobó cómo las 
RR.SS. pueden dañar la autoestima de estas jóvenes al compararse con otras personas y, 
en consecuencia, crear expectativas poco realistas de sí mismas. 
31 
 
Tres estudios (38, 40, 44), analizaron como afectan los vínculos familiares en este tipo de 
adicciones. En dichos artículos se comprobó que una mala relación en los vínculos 
familiares, junto con una mala comunicación familiar, hace a los adolescentes más 
propensos a padecer este tipo de adicciones. 
Esto aspecto también queda reflejado en otros estudios como el artículo llevado a cabo 
por Trumello et al. (26), donde se estudió que estas adicciones eran más comunes en 
adolescentes que tenían una mala relación con los padres. 
Por otro lado, los resultados del penúltimo artículo de la revisión (44) recogen como 
factores de riesgo el hecho de pertenecer a familias pequeñas, de 1 a 3 miembros, y tener 
un nivel socioeconómico medio. Lo podemos relacionar con los resultados recogidos en 
otro artículo (21), al observar como factores de riesgo pertenecer a un nivel 
socioeconómico bajo y un hogar monoparental. 
La mayoría de los artículos (36, 37, 38, 39, 43, 45) estudian los diferentes rasgos de la 
personalidad que indican más propensión a estas adicciones. Dos de estos estudios (36, 
39) concuerdan en afirmar que la desinhibición es un factor de riesgo, mientras que otros 
artículos (36, 43) coinciden en que también lo es la autoestima. También podríamos 
relacionar la necesidad de pertenencia que sienten los adolescentes, recogida en el 
artículo de Ostendorf et al. (45), con la soledad que aparece reflejada como factor de 
riesgo en el artículo de Kürtüncü et al. (37). 
Por el contrario, la ansiedad, depresión, el autocontrol y la agresión están reflejados como 
consecuencias en el estudio de Jin et al. (38). El primer artículo de la revisión (36) estudia, 
además, el neuroticismo, el narcisismo y la extraversión. Estos hallazgos los podemos 
relacionar, a su vez, con los resultados de otros autores, como el estudio que encontró que 
la agresividad, el neuroticismo, bajo autocontrol, impulsividad y las tendencias hostiles 
hacían a estos adolescentes más propensos de padecer las adicciones (28). Además, otro 
artículo (18) también estudió como factores de riesgo la ansiedad, depresión, y la mayor 
percepción de aislamiento y exclusión social por parte de los adolescentes. 
Otrosautores estudian algunos de estos factores de riesgo, como la ansiedad o la 
depresión, como consecuencias de estas adicciones, tal y como podemos ver, en el 
apartado anterior. 
Por último, tres artículos (40, 43, 45) estudian los factores de protección frente a estas 
adicciones, y cabe destacar que no existe asociación entre los mismos. Sin embargo, las 
32 
 
conclusiones del artículo realizado por Ostendorf et al. (45), que comentan que unas 
mejores competencias de autorregulación en línea pueden prevenir dichas adicciones, 
podemos reafirmarlas con los resultados del estudio de Winnie et al. (28), que apuntan 
que una buena competencia digital es un factor protector. En contraposición, los factores 
de protección reflejados en los artículos (40, 43) no han sido estudiados como tal en otros 
artículos. Sin embargo, un establecimiento de roles claro y la participación afectiva 
familiar, los factores de protección estudiados por Cacioppo et al. (40), los podemos 
relacionar con los resultados de otro artículo (26), que aunque no los establece como 
factores de protección, menciona la importancia de abordar a la familia en las 
intervenciones y en la prevención de los adolescentes con este tipo de problemas, además 
de estudiar que una mala relación con los padres los hace más propensos a padecer estas 
adicciones. 
5.4. ACTUACIÓN ENFERMERA EN LA PREVENCIÓN 
Los resultados de los dos estudios que hablan del papel de enfermería en la prevención 
de estas adicciones (37, 43) se pueden comparar con los de otro artículo, que refleja la 
importancia de la enfermera escolar en la prevención de dichas adicciones, hablando de 
los problemas psicosociales que conlleva y de los síntomas que conlleva (32). 
El primer estudio que habla del papel de la enfermería (37) hace referencia a la figura de 
la enfermera escolar y la de salud pública en la prevención de estas adicciones, donde 
se entrenen las habilidades sociales y los encuentros en persona. Por el contrario, el otro 
artículo que comenta el papel de enfermería (43) no especifica que profesional de 
enfermería, concretamente, debiera llevar a cabo estas intervenciones, mientras que en 
los programas de prevención habla de incluir la autoestima y el sentido de la vida. 
Por otro lado, parece importante recalcar que seis estudios más (36, 39, 40, 41, 42, 45) 
reconocen la importancia de la prevención para evitar o reducir dichas adicciones. Sin 
embargo, no contemplan que sea el profesional enfermero específicamente quien lleve a 
cabo dichas intervenciones, a pesar de que, como bien dice el Protocolo de Intervención 
de Enfermería en los Centros de Atención a las Drogodependencias (31), la prevención, 
promoción y el tratamiento son parte del trabajo de enfermería. 
Dos de los artículos (36, 42) comentan que dicha prevención debería llevarla a cabo algún 
profesional de la salud o un médico. El artículo llevado a cabo por Peris et al. (36) 
añade, además, la posibilidad de que la realice un psicoterapeuta, mientras que el 
33 
 
realizado por Kokka et al. (42) apunta a un profesor. Sin embargo, en el resto de los 
estudios no se especifica quien debería llevar a cabo dichas intervenciones. 
Dos de los artículos (39, 41) hablan de que dicha prevención debería llevarse a cabo en 
el ámbito escolar. El artículo de Tenzin el al. (41) incluye, además, que se podría realizar 
también en los hogares. Otros dos artículos (40, 42) comentan la necesidad de que la 
prevención se oriente también a los padres o familiares, lo que estaría relacionado con 
los artículos (26, 32), que comentan que deberían hacerse intervenciones familiares e 
incluirse a los padres en los programas de prevención que se lleven a cabo. 
Por último, los artículos (39, 45) comentan la necesidad de trabajar distintas áreas de 
la personalidad de los adolescentes en las intervenciones encaminadas a la prevención. 
Otros estudios (41, 42), por su parte, apuntan la necesidad de enseñar a los adolescentes 
sobre el uso seguro de Internet, donde, además, se incluyan los riesgos del uso 
problemático del mismo. Estos últimos estarían en línea con lo estudiado en el artículo 
de Ozturk et al. (32), que habla de la necesidad de concienciar acerca de este tipo de 
adicción, de los problemas que conlleva y los síntomas que se pueden derivarse. 
A pesar, de haber tanta disparidad respecto a la prevención de las adicciones a las nuevas 
tecnologías, a través de la revisión llevada a cabo podemos observar que la mayoría de 
los artículos hacen alusión a la misma, lo que nos lleva a reafirmar su importancia. 
 
34 
 
6. CONCLUSIÓN 
Cada vez más, los niños y adolescentes pasan más tiempo conectados en red con 
diferentes propósitos, ya sea para realizar tareas escolares o con fines de ocio, como 
socializar, siendo parte de su desarrollo. 
El hecho de que las adicciones a las nuevas tecnologías no formen parte de ninguna 
clasificación oficial, como el DSM-V o el CIE-11, dificulta su identificación, diagnóstico 
y tratamiento, pues en la literatura existente hay muchas formas de denominar a estas 
adicciones, así como formas muy diversas de medir el impacto real del problema. Sin 
embargo, el reconocimiento de la adicción a los videojuegos abre una puerta a la 
investigación de adicciones similares. 
A pesar de la falta de reconocimiento, numerosos autores han investigado sobre el tema 
y han encontrado una relación existente entre el uso excesivo de Internet, RR.SS. y 
dispositivos electrónicos como el teléfono móvil con la adicción a los mismos, como 
podemos corroborar a través de la revisión narrativa llevada a cabo. 
Se han podido comprobar distintos factores de riesgo que pueden conducir a estas 
adicciones, entre ellos ser mujer, una mala relación y comunicación familiar, así como 
distintos rasgos de la personalidad que incrementan la propensión de padecer dichas 
adicciones, como pueden ser principalmente la desinhibición, la autoestima y la necesidad 
de pertenencia. Además, se han estudiado otros factores de la personalidad que coinciden 
con los resultados de otros autores, como la ansiedad, depresión, el autocontrol, la 
agresividad y el neuroticismo. Algunos de ellos, como la ansiedad, también han sido 
estudiados en otros proyectos de investigación, como consecuencias de estas adicciones. 
Al contrastar nuestros hallazgos con otros autores se demuestra, que una buena educación 
en competencias digitales ejercería un factor protector frente a este tipo de adicciones. En 
este sentido, otros autores han investigado otros factores protectores, aunque no han 
podido ser contrastados con otros artículos, como el buen vínculo familiar o la autoestima 
y el sentido de la vida. 
Los resultados de esta revisión demuestran que las principales consecuencias de estas 
adicciones serían la falta de sueño, el bajo rendimiento académico y la ansiedad. Sin 
embargo, existen también otras afecciones de la salud, que han sido estudiadas como 
consecuencias, entre ellas las alteraciones visuales, obesidad, distintas alteraciones del 
patrón del sueño incluyendo el insomnio, estrés, depresión, cambios en el estado del 
35 
 
ánimo, ideación suicida, empeoramiento de las relaciones sociales y familiares, 
exposición a los riesgos propios de Internet y comportamientos obsesivos. 
Como hemos visto, casi todos los artículos incluidos en la revisión hablan de la necesidad 
de emplear estrategias de prevención para evitar estas adicciones. Sin embargo, solo dos 
mencionan que dichas intervenciones debería llevarlas a cabo el personal de enfermería, 
especialmente la enfermera escolar, mientras que dos de ellos mencionan que les 
correspondería a un profesional sanitario o un médico. Varios estudios, además, coinciden 
en que la escuela podría ser un buen lugar para llevar a cabo dicha prevención o para la 
detección precoz de ciertos comportamientos. Para llevar a cabo dichas intervenciones,

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