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72 ciencia • abril-junio 2008 E l n a c i m i e n t o d e u n a s o c i e d a d ace millones de años, al aparecer las plantas en nuestro planeta, se presentó para los mi- croorganismos una espléndida oportunidad. Las raíces de las plantas y el suelo bajo su in- fluencia (hábitat llamado rizosfera) representaba para las bacterias un nuevo nicho que aprovechar, una fuen- te inagotable de sustancias exudadas por las raíces: ami- noácidos, proteínas y enzimas, azúcares, ácidos orgáni- cos y vitaminas, entre otros. Estas sustancias, llamadas exudados radicales, podían ser utilizadas por las bacte- rias como fuentes de energía o carbono, o como com- plemento nutricional. Y las bacterias, ¿qué podían dar a cambio de recibir tantas cosas buenas? Ellas podrían ofrecer a las plantas antibióticos u otras sustancias tóxi- cas que inhiben el crecimiento de organismos patóge- nos; podrían brindar a la planta nitrógeno a través de la fijación de este gas atmosférico (conversión de ni- trógeno gaseoso en amonio), hierro, hormonas vegeta- les (fitohormonas); podrían ayudarlas a asimilar el fos- fato del suelo, etcétera (véase Cuadro 1). Curiosamente, se ha demostrado que la coloniza- ción de raíces por bacterias induce la exudación de sus- tancias por parte de la planta. Por ejemplo, algunos cereales llegan a exudar hasta un 30 por ciento de sus productos de la fotosíntesis. ¿Puede darse el lujo la plan- ta de ser tan altruista y brindar a las bacterias charolas repletas de alimento sin esperar nada a cambio? Segu- ramente esa energía es una inversión sabia, ya que las bacterias les corresponden pródigamente. Dicho de otra manera, es posible que tanto la planta como las bac- terias reciban grandes beneficios al asociarse, y que esto haya permitido que la evolución favoreciera los mecanismos que promueven la exudación por parte de la planta. El estudio de bacterias benéficas en plantas se ini- ció en 1886 con el descubrimiento de los rizobios sim- biontes, bacterias que se asocian a raíces de legumino- sas, y que viven dentro de unos órganos que semejan pequeños tumores llamados nódulos; ahí, las bacterias se dedican a fijar nitrógeno atmosférico y se lo ofrecen a la planta. A cambio del nitrógeno, las bacterias reci- La comunicación entre bacterias y plantas Gina Holgu ín Zehfuss H C u a d r o 1 . ¿Qué hacen las bacterias para ayudar a las plantas? Fijan N2 (reducen N2 a NH3) Solubilizan fosfato inorgánico u orgánico Sintetizan sideroforos (moléculas que atrapan hierro) Producen antibióticos u otras sustancias que inhiben patógenos Producen fitohormonas Inducen en la planta resistencia a patógenos Disminuyen la concentración de etileno dentro de la planta La comunicación entre bacterias y plantas abril-junio 2008 • ciencia 73 ben comida por parte de la planta en forma de ácidos dicarboxílicos. Después se descubrió otro grupo de bacterias bené- ficas en plantas que también viven asociadas a las raí- ces, pero no dentro de nódulos. Algunas se adhieren a las raíces produciendo algún tipo de material fibrilar o mucílago, mientras que otras viven libremente dentro de los tejidos vegetales. Este grupo de bacterias, llama- das promotoras del crecimiento vegetal, BPCV, benefician a las plantas a través de mecanismos muy diversos. El grupo incluye a los rizobios no simbiontes (Tabla 1). L e n g u a j e q u í m i c o Imaginémonos a la rizosfera como una fuente de elíxir al cual no todas las bacterias tienen acceso. Deberá existir entonces, entre las bacterias que ha- bitan la rizosfera, una estrecha competencia por ocu- par ese deseado hábitat. ¿Qué factores pudieran darle a una bacteria ventajas sobre otras? Entre otros, su capa- cidad de adhesión a las raíces, de formar estructuras de resistencia bajo condiciones adversas (quistes, esporas), de fabricar sustancias que inhiban el crecimiento de otras bacterias u hongos, su capacidad de utilizar a los exudados radicales como fuentes de carbono, su habi- lidad para interactuar y colaborar con sus compañeras de la rizosfera, etcétera. ¿Participa la planta en la deci- sión de cuáles bacterias ocuparán sus raíces? Se ha visto que sí: la pareja planta-bacteria se comunica a través de un fascinante y complejo lenguaje que ape- nas empezamos a descifrar. ¿Qué tipo de moléculas son utilizadas por las plantas y las bacterias para comunicarse? Las leguminosas, por ejemplo, seducen a los rizobios simbiontes exudando compuestos fenólicos del tipo de los flavonoides, que sólo estos rizobios pueden reconocer. Estos flavonoi- des interactúan con una proteína activadora de trans- cripción llamada NodD, que induce la expresión de un grupo de genes llamados nod, que como su nombre su- giere conllevan a la formación de nódulos (Figura 1). Los genes nod permiten la fabricación de unos com- puestos llamados factores de nodulación (carbohidratos con actividad fitohormonal), los cuales al ser reco- nocidos por la planta activan la división celular de la corteza, así como la deformación de los pelos que se encuentran en la superficie de la raíz. Al deformar- se los pelos radicales se crea una especie de gancho que atrapa a las bacterias, permitiendo que éstas penetren a las raíces. Se cree que con la intervención de otros compuestos producidos tanto por las bacterias como por las plantas se induce la formación del hilo de infec- ción, que actúa como un corredor y permite a los rizo- bios invadir capas más profundas de la raíz, lo cual lleva a la maduración del nódulo (Figura 1). Es muy interesante notar que en algunos rizobios simbiontes las señales de comunicación entre la bacte- ria y la planta pueden ser muy específicas: una pareja rizobio-leguminosa puede manejar un lenguaje muy propio que sólo esa pareja conoce. Sin embargo, hay muchos ejemplos de rizobios “promiscuos” que se aso- cian a dos o más géneros de leguminosas. Se cree que la especificidad de los rizobios en cuan- to a su planta hospedera surgió como una adaptación a determinadas condiciones ambientales, o debido a la competencia por los recursos entre los mismos rizo- bios. Así nació un complejo lenguaje químico que coordina fina y elegantemente la relación entre el sim- bionte rizobio y la leguminosa. U n l e n g u a j e d i f í c i l d e d e s c i f r a r El lenguaje que utilizan las bacterias promotoras del crecimiento vegetal ha sido más difícil de des- cifrar que el utilizado por los rizobios simbiontes. La comunicac ión entre bacter ia s y p lantas N ó d u l o s e n l a s r a í c e s d e s o j a , c o n t e n i e n d o m i l e s d e m i l l o n e s d e b a c t e r i a s . h t t p : / / e s . w i k i p e d i a . o r g / w i k i / I m a g e n : S o y b e a n - r o o t - n o d u l e s . j p g 74 ciencia • abril-junio 2008 ¿Por qué? En el caso de las leguminosas, la formación de nódulos y de ganchos en los pelos radicales son indicativos de que el rizobio y la planta se están enten- diendo, ya que si no se forman estas estructuras sig- nifica que no hay comunicación ni transmisión del mensaje. Esto permite al investigador descifrar cuá- les moléculas conforman el lenguaje de señalización. Por ejemplo, si el investigador sospecha que un po- lisacárido induce la deformación del pelo radical, puede agregar el polisacárido y monitorear por microscopía la formación del gancho. Sin embargo, en bacterias libres no simbióticas, no existen, o no se han detectado, cambios en la planta que indiquen que está habiendo señalización. Afortunadamente, con los avances de la ingeniería genética se pueden realizar estudios que nos indican cuáles genes se activan al interactuar la plan- ta con la bacteria. Estos estudios empiezan a revelar que entre las plantas y las bacterias promotoras del crecimiento vegetal existe también un lenguaje diná- mico y complejo. L o s e x u d a d o s r a d i c a l e s : u n c o c t e l d e s e ñ a l e s q u í m i c a s Las pseudomonas son un grupo importante de bacterias promotoras del crecimiento vegetal que Comunicaciones libres FlavonoideFactores Nod y otros compuestos Pelo radical Rizobios Hilo de infección Nódulos Rizobacteria NodD Caja nod operon nod Transcripción Factores Nod FF iigguurraa 11 .. E s q u e m a d e c o m u n i c a c i ó n q u í m i c a e n t r e l e g u m i n o s a s y r i z o b i o s s i m b i o n t e s : l a s p l a n t a s s e d u c e n a l o s r i z o b i o s e x u d a n d o f l a v o n o i - d e s . É s t o s a c t i v a n e n l a b a c t e r i a l a e x p r e s i ó n d e f a c t o r e s d e n o d u l a c i ó n , l o s c u a l e s a l s e r r e c o n o c i d o s p o r l a p l a n t a a c t i v a n l a d i v i s i ó n c e l u - l a r d e l a c o r t e z a , a s í c o m o l a d e f o r m a c i ó n d e l o s p e l o s r a d i c a l e s , c r e a n d o u n a e s p e c i e d e g a n c h o q u e a t r a p a a l a s b a c t e r i a s , p e r m i t i é n d o l e s p e n e t r a r a l a s r a í c e s . J u n t o c o n o t r o s c o m p u e s t o s d e o r i g e n b a c t e r i a n o y v e g e t a l , s e i n d u c e l a f o r m a c i ó n d e l h i l o d e i n f e c c i ó n , q u e a c t ú a c o m o u n c o r r e d o r y p e r m i t e a l o s r i z o b i o s i n v a d i r c a p a s m á s p r o f u n d a s d e l a r a í z t e r m i n a n d o c o n l a m a d u r a c i ó n d e l n ó d u l o . abril-junio 2008 • ciencia 75 pueden promover el crecimiento de plantas y protegerlas de patógenos. Por ejemplo, en Pseudomonas fluorescens, bacteria que protege a plantas de betabel del hongo patógeno Pythium ultimum, algunos genes se expresan en niveles altos cuando la bacteria coloniza la rizosfera. Algunos son altamente simila- res a otros genes relacionados con procesos de adquisición de nutrientes, como la absor- ción de aminoácidos o degradación de la xi- losa, un azúcar simple presente en exudados. Otros genes que se indujeron cuando la bacteria colo- nizó la rizosfera están relacionados con la respuesta al estrés: uno de ellos en la protección contra daño oxi- dativo (radicales de su peróxido e hidroxilo producidos por otras bacterias de la rizosfera), y otro con resisten- cia al cobre, el cual puede ser tóxico. Otro gen cuya expresión se elevó está involucrado en la secreción de proteínas y su exportación a las células vegetales. Se cree que la activación de estos genes mejora el desempeño de la bacteria en la rizosfera. Se desconocen las señales que activan la expresión de estos genes, pero podrían ser moléculas presentes en los exudados. La prolina, aminoácido muy abundante en exuda- dos del maíz, activa la expresión de los genes put en la bacteria promotora del crecimiento vegetal Pseu- domonas putida. Estos genes son importantes para la bacteria, porque le permiten utilizar la pro- lina. Es probable que la habilidad para uti- lizar este aminoácido le confiera ventaja a P. putida sobre otras bacterias para colonizar las raíces. Parece entonces que en las bacterias pro- motoras del crecimiento vegetal ciertas sus- tancias presentes en los exudados radicales actúan como moléculas de señalización, que activan la expresión de aquellos genes que les confieren mejor desempeño en la rizosfe- ra. Es interesante comentar que hay pseudo- monas productoras de sustancias anti-hon- gos que logran que la planta le dé raciones extra de aminoácidos: la fenazina y el DAPG (diacetilfluoroglucinol), producidos por al- gunas pseudomonas, inducen la exudación de aminoácidos por raíces de alfalfa. En nuestro grupo de investigación trabajamos con mangle, y hemos encontrado que estas plantas exudan una gran variedad de ácidos orgánicos, además de moléculas señal como vanilato, siringato y protocate- cuato. Desconocemos si estas moléculas inducen la expresión de genes en bacterias que viven en las raíces de esta planta. T é c n i c a s ú t i l e s ¿Qué técnicas son útiles para descifrar el lenguaje entre bacterias promotoras del crecimiento vegetal y plantas? Se puede utilizar algún tipo de “gen reportero”, cuya expresión se detecte a simple vista o utilizando un aparato. Ejemplos de genes reporteros son el gfp, que codifica para la proteína verde fluores- La comunicac ión entre bacter ia s y p lantas Es claro que las bacterias y plantas, antes de prometerse amor eterno, se cortejan; sólo si la relación es mutuamente benéfica trasciende, forjándose de mecanismos de reconocimiento y colaboración mutua. Algún día conoceremos tan bien el lenguaje bacteria-planta que sabremos cómo convencerlas de asociarse y ayudarse. 76 ciencia • abril-junio 2008 cente, y hace que la célula brille; el gen lacZ, que co- difica para la enzima beta-galactosidasa, la cual al degradar el colorante x-gal pinta la célula de azul; y el operón luxCDABE, que otorga luminiscencia. Los in- vestigadores reemplazan la región promotora nativa del gen de interés con la región promotora del gen reportero, o sea del gen que se sospecha pudiera acti- varse por los exudados radicales (Figura 2; la región promotora es la que permite que un gen se active). Una vez que se ha logrado fusionar el gen reportero con la región promotora del gen, se transfiere a la bac- teria Escherichia coli. Si al cultivar la bacteria y agregar los exudados radicales, ésta presenta fluorescencia (en caso de haber utilizado el gen gfp), ello significa que la región promotora de nuestro gen de interés respondió a los exudados, lo cual activó al gen reportero. Existe una correlación entre la fluorescencia y la concentra- ción de la proteína GFP, por lo que se pueden agregar los exudados en diferentes concentraciones y determi- nar el intervalo de concentración que logra la activa- ción del gen. Otra elegante manera de dilucidar el lenguaje entre la planta y las bacterias promotoras del creci- miento vegetal es la llamada promoter trap technology, tecnología para atrapar regiones promotoras (Figu- ra 3). Ésta nos permite identificar aquellas regiones promotoras de todo el genoma bacteriano que son activadas por los exudados radicales. Para esta técnica se aísla el material genético completo (o genoma) de Comunicaciones libres Fragmentos de ADN de diferentes tamaños Genoma (ADN bacteriano) Clonar en un plásmido atrapador de regiones promotoras gfp gen estructural sin región promotora cat : resistencia a cloramfenicol bla : resistencia a ampicilina rep : sitio de inicio de replicación Eco R1 Sac 1 Kpn 1 Sma 1 Bam H1 pAD123 Enzimas de restricciónpAD123 blabla rep cat gfp Región promotora nativa Región promotora para RNA polimerasa bacteriana gfp gfp FF iigguurraa 22 .. E l g e n g f p , q u e c o d i f i c a p a r a l a p r o t e í n a f l u o r e s c e n t e v e r d e , e s u n a h e r r a m i e n t a q u e n o s s i r v e p a r a i d e n t i f i c a r a q u e l l a s r e g i o n e s p r o m o t o r a s q u e p u e d e n s e r a c t i v a d a s p o r s u s t a n c i a s p r e s e n t e s e n e x u d a d o s r a d i c a l e s . P a r a u t i l i z a r l a s e r e e m p l a z a l a r e g i ó n p r o m o t o r a n a t i v a d e l g e n p o r l a r e g i ó n p r o m o t o r a d e n u e s t r o i n t e r é s . abril-junio 2008 • ciencia 77 La comunicac ión entre bacter ia s y p lantas FF iigguurraa 33 .. T e c n o l o g í a p a r a a t r a p a r r e g i o n e s p r o m o t o r a s : s e d i g i e r e e l g e n o m a b a c t e r i a n o c o n e n z i m a s d e r e s t r i c c i ó n y s e c l o n a n l o s f r a g m e n - t o s e n u n p l á s m i d o e s p e c i a l , a t r a p a d o r d e r e g i o n e s p r o m o t o r a s . E s t e p l á s m i d o c o n t i e n e e l g e n e s t r u c t u r a l g f p , e l c u a l f u e c l o n a d o s i n s u r e g i ó n p r o m o t o r a n a t i v a . A l g u n o s d e l o s f r a g m e n t o s d e l g e n o m a b a c t e r i a n o q u e s e i n s e r t a r á n e n e s t e s i t i o s e r á n r e g i on e s p r o m o t o r a s . S i e s t a r e - g i ó n p r o m o t o r a r e s p o n d e a l a p r e s e n c i a d e e x u d a d o s r a d i c a l e s , a l a g r e g a r l o s s e a c t i v a r á l a t r a s c r i p c i ó n d e l g e n g f p y l a c é l u l a s e p o n d r á v e r d e . E l t é r m i n o “ b p ” s i g n i f i c a p a r e s d e b a s e s . Plásmido linearizado + + = =+ + Fragmento de 1 200 bp Fragmento de 3 000 bp ligasa gfp gfp ligasa Fragmento insertado pAD123 pAD123 pAD123 pAD123 pAD123 pAD123 ¿Cuáles clones contienen regiones promotoras inducibles por exudado? PlPlántulantula estestérilril Obtención de exudados Cultivo Agregar exudado Medir fluorescencia 78 ciencia • abril-junio 2008 la cepa de interés, se corta con enzimas especiales que cortan el ácido desoxirribonucleico (ADN) en sitios específicos (enzimas de restricción) y se insertan (clo- nan) los fragmentos de ADN cortados en un plásmido (pequeño cromosoma circular) especial que “atrapa” regiones promotoras. El plásmido pAD123, por ejem- plo, tiene un “sitio de restricción” múltiple que permi- te cortar el plásmido con distintas enzimas de restric- ción, dependiendo de la disponibilidad de éstas en el laboratorio. Lo interesante del plásmido pAD123 es que este sitio de restricción está justo antes del gen estructural gfp, el cual fue clonado sin su región promo- tora nativa. Algunos fragmentos del genoma bacteriano que se insertarán en este sitio serán genes estructurales; otros serán regiones que no codifican proteínas, mien- tras que otros más serán regiones promotoras. Si esta región promotora responde a la presencia de exudados radicales, al agregarlos se iniciará la trascripción del gen gfp y ¡la célula brillará en color verde! Si conocemos la composición química de los exu- dados radicales de nuestra planta podemos agregar los componentes por separado y descubrir cuál o cuáles de ellos activan la expresión del gen reportero. Es claro que las bacterias y plantas, antes de prome- terse amor eterno, se cortejan; sólo si la relación es mutuamente benéfica, trasciende, forjándose de meca- nismos de reconocimiento y colaboración mutua. Algún día conoceremos tan bien el lenguaje bacteria- planta que sabremos cómo convencerlas de asociarse y ayudarse. Agradecimientos La autora agradece el finaciamiento recibido por Conacyt con el proyecto 41367-Z y dedica este artículo a la memo- ria del ingeniero Juan Holguín Franco. GGiinnaa HHoollgguuíínn ZZeehhffuussss obtuvo el doctorado en biología molecular microbiana en la Universidad de Waterloo en Ontario, Canadá. Fue investigadora en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, en La Paz, Baja California Sur, donde trabajó desde 1992 hasta su fallecimiento en julio de 2007. Su área de interés fue la ecología microbiana de ambientes terrestres y marinos. Descanse en paz. Comunicaciones libres B i b l i o g r a f í a Bashan, Y., y G. 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