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Introducción La terapia génica se defi ne como la transferencia o intro- ducción de material genético (ácido nucleico) a una célula eucariótica con el propósito de alterar el curso de una enfermedad o corregir una alteración metabólica o genéti- ca. Es una estrategia terapéutica basada en la modifi cación del repertorio genético de células mediante la administra- ción de ADN o ARN destinada a curar enfermedades de origen tanto hereditario como adquirido. A partir de 1990, los protocolos experimentales y clíni- cos de terapia génica registrados y aprobados por la Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos, aumenta- ron en número creciente. En 2012 los protocolos de terapia génica aprobados por el Recombinant DNA Advisory Com- mittee (RAC), institución que regula y controla las investiga- ciones que involucran moléculas de ADN recombinante, son 1 786. En su mayoría, estos protocolos están dirigidos al tratamiento del cáncer (64.5%), enfermedades monogénicas (8.5%), enfermedades infecciosas (8%) y enfermedades vasculares (8.4%). De acuerdo con el vector utilizado para el envío del gen terapéutico, los vectores más utilizados son los adenovirius, con 23.3% de los protocolos, seguidos por los retrovirus (20%), ADN desnudo/plasmídico (18.5%), virus adenoasociados (4.7%) y el resto está constituido por otros vectores o estrategias como el ARN de interferencia (ARNi). De éstos, 60% se encuentran en fase I y 16.5% en fase II; el resto, en fases combinadas o fase III (datos actualizados de marzo de 2012, consultar: http://www.abedia.com/wiley/) (fi gura 27-1). Las enfermedades que pueden tratarse con esta estrate- gia terapéutica son variadas e incluyen desde las monogéni- cas hereditarias hasta las poligénicas e infecciosas. Debido a ello, cada enfermedad requiere un abordaje particular, por lo que las opciones en la manipulación genética pueden dividirse en los grupos siguientes: a) Adición génica: consiste en insertar un gen funcional que exprese la proteína terapéutica en el tejido indica- do. Se puede usar para corregir genes defectuosos, insertar genes con funciones nuevas a células particula- res o incrementar la expresión del gen de interés. b) Supresión génica: el objetivo es disminuir o anular la expresión de algún gen o genes a través de ARN de ARNi, oligonucleótidos antisentido o ribozimas. Esta estrategia también se aplica a la generación de animales knockout, mediante mutagénesis dirigida para generar un gen disfuncional, cuya función estará ausente en el organismo resultante de la clonación (véase capítulo de animales transgénicos). Clasifi cación: tipos de terapia génica Según el tipo celular Según las células a las que se les aplique, la terapia génica puede dividirse en dos categorías: Terapia génica en células germinales También denominada terapia eugénica, va dirigida a células germinales (espermatozoides y óvulos). Al insertar genes en estas células se provoca un cambio genético permanente en el organismo que se deriva de esa célula, por lo que la modifi cación genética la adquieren generaciones posterio- res. Este tipo de terapia no se permite en humanos, debido a las enormes implicaciones éticas que conlleva. Terapia génica en células somáticas En este tipo de estrategia, uno o más tejidos son sometidos a terapia génica mediante administración sistémica, trata- miento directo o previa extirpación del tejido. Además, este Terapia génica 258 PARTE IV • Tópicos selectos procedimiento involucra la transfección de material genéti- co en prácticamente cualesquiera de las células del organis- mo y es el que se aplica en los protocolos clínicos. Según la metodología Según el procedimiento utilizado para introducir el gen terapéutico, la terapia génica se divide en tres categorías, que se esquematizan en la fi gura 27-2. Terapia génica ex vivo Este método se basa en la obtención y el aislamiento de un tipo celular específi co del paciente que se va a tratar; estas células se cultivan en el laboratorio, en donde se les intro- duce el gen terapéutico con ayuda de un vector. Una vez que se tiene la certeza de que las células expresan el gen tera- péutico se introducen nuevamente al paciente. Terapia génica in vivo Este método consiste en la introducción directa del gen terapéutico al torrente sanguíneo del paciente, que llegará al órgano blanco, o bien se administra directamente en el órgano o tejido (músculo, piel, etc.) blanco dentro del orga- nismo. Terapia génica in situ Se trata de una microinyección que introduce el ácido nucleico directamente a la célula, para lograr la obtención de organismos recombinantes. También se aplica en la deno- minada terapia génica “suicida”, que expresa los genes sólo en las células malignas. Métodos de envío de genes Los vehículos utilizados para la transferencia de genes a células somáticas pueden dividirse en dos categorías: vecto- res no virales y vectores virales. Células humanas alteradas Células humanas normales Vectores Ex vivo In vivo vector 2 1 3 4 A) B) Figura 27-2. Tipos de terapia génica. A) Terapia génica in vivo. Se refi ere a la aplicación directa de vectores que contengan el transgén que se desea administrar al paciente. El vector será capaz de transducir las células diana del paciente con independencia de la vía de administración, que puede ser intravenosa, intramuscular o local al tejido par- ticular. La terapia génica aplicada ex vivo consiste en adminis- trar los genes a células extraídas del paciente (1), estas células se mezclan con un virus modifi cado, de forma que no pueda reproducirse y que transporte el gen de interés (2) lo que con- lleva una alteración genética a las células del paciente (3), las cuales se trasplantan nuevamente al paciente para producir la proteína deseada (4). B) La terapia génica in situ se refi ere a la administración del transgén directamente dentro de la célula. Esta estrategia implica generalmente el uso de vectores que se administran mediante microinyecciones al interior del núcleo celular. Adenovirus Retrovirus ADN plasmídico Adenoasociados Otros vectores Fase I Fase I/II Fase II Fase II/III Fase III 4.70% 34% 23% 20% 19% A) 1% 17% 19% 60% 3% B) Figura 27-1. Protocolos clínicos registrados ante la FDA. A) Según el tipo de vector empleado, 1 076 protocolos aproba- dos para su aplicación en pacientes son dirigidos al tratamien- to del cáncer, enfermedades monogénicas, sida y enfermeda- des vasculares. B) Porcentajes de protocolos según la fase de aplicación-comercialización en la que se encuentran. CAPÍTULO 27 • Terapia génica 259 La transferencia de genes por un vector viral se denomi- na transducción y la que se realiza por un sistema no viral se denomina transfección. Los métodos de envío de genes se resumen en el cuadro 27-1. Cuadro 27-1. Características principales de los métodos de envío de genes. Este cuadro resume las propiedades de los métodos físicos, químicos o biológicos susceptibles de ser empleados en protocolos experimentales o clínicos de terapia génica en la actualidad. Equipo/Material Características Métodos físicos Electroporación Este método emplea un aumento de conductividad eléctrica y la permeabilidad de la membrana plasmática celular causado por un campo eléctrico aplicado de manera externa. Es habitual en biología molecular como forma de introducción de diferentes sustancias en las células. Bombardeo de partículas El bombardeo de partículas constituye una técnica efectiva de transferir genes tanto in vitro como in vivo. En este método físico el plásmido o porción de ADN es recubierto en su superfi cie por gotas de oro o tungsteno, de 1 a 3 micras de diámetro. Estas partículas, aceleradas por una descarga eléctrica de un aparato o por un pulso de gas, son disparadas hacia el tejido. Inyección directa de ADN Otra alternativa para el bombardeo de partículas es la inyección directa del ADN o ARN puro circular y cerrado covalentemente. Unadesventaja fundamental que cabe señalar es que los niveles y persistencia de la expresión de genes dura un corto periodo. Precipitación con fosfato Los fosfatos forman un complejo con el ADN y éste se deposita sobre la membrana celular, el cual es endocitado. DEAE-dextrán DEAE-dextrán es utilizado en células animales para transfectar ADN foráneo. El ADN se añade a la solución donde se une e/o interactúa con ADN cargado negativamente. Este procedimiento se usa para una transfección transitoria útil en varios estudios de biología molecular Métodos químicos Liposomas Los liposomas catiónicos consisten en la mezcla de un lípido catiónico de carga positiva y varias moléculas de ADN con carga negativa, debido a los fosfatos de la doble hélice (Continúa) 260 PARTE IV • Tópicos selectos Transferencia de genes por un vector no viral Los métodos no virales de envío de genes basan su acción en la entrega directa de la información genética dentro de la célula blanco, y si bien estos sistemas muestran una baja toxicidad y, en general, su costo es bajo, la transferencia de genes es generalmente inefi ciente y transitoria. Estos proce- dimientos se dividen, a su vez, en f ísicos y químicos. Físicos Electroporación: se utiliza para cultivos celulares y consis- te en el uso de una celda donde se colocan las células, que se adapta a un electroportador que genera una corriente eléc- trica del orden de milivoltios, con una duración de milise- gundos, para generar orifi cios en la membrana celular. A través de estos orifi cios se introduce el material genético, generalmente por precipitación de complejos ADN-sales. Bombardeo de partículas: es el método de elección para la transfección de células vegetales, ya que la pared celular es un obstáculo f ísico que bloquea de manera natu- ral la transducción. También se le conoce como pistola de genes y consiste en el uso de un aparato de balística que dispara micropartículas de oro, rodeadas de ADN plasmídi- co. La fuerza aplicada permite que estas partículas atravie- sen la pared celular y depositen el material genético en el citoplasma de la célula. Microinyección: la microinyección consiste en la inyec- ción directa de ADN en el núcleo celular mediante una microjeringa y un microscopio óptico, llamado micromani- pulador, para poder introducir el material genético a una célula blanco. Se utiliza principalmente para la producción de animales transgénicos. Tiene el inconveniente de que sólo transduce una célula al mismo tiempo y requiere mate- rial y personal especializado, pero su efi ciencia es alta. Equipo/Material Características Métodos virales Retrovirus Estos virus, una vez en el interior de la célula infectada, copian su genoma, constituido por ARN, en forma de ADN bicatenario; posteriormente, este último fragmento de ADN se integra en el genoma de la célula infectada. El genoma viral permanece integrado en un cromosoma celular, mientras produce nuevos virus continuamente, transmitiéndose de generación en generación de la misma manera que cualquier otro gen celular. Sin embargo, cabe resaltar que estos vectores presentan como desventaja una inserción al azar, lo cual podría conducir a derivaciones oncogénicas. Herpesvirus Estos vectores presentan un material genético compuesto por ADN bicatenario lineal. El potencial de estos virus como vectores génicos recae en la habilidad tanto de llevar grandes secuencias deADN, como para establecer infecciones latentes de larga duración. Los herpesvirus son muy diversos y varían en su tamaño de genoma, así como en la organización del mismo, lo cual conlleva a tener diferentes clases de ambos. Adenovirus Los vectores adenovirales son virus no envueltos de doble cadena de ADN Son defi cientes en replicación y requieren de un sistema de complementación que es la línea celular HEK293 (Human Embryonic Kidney 293) modifi cada para que produzca constitutivamente los elementos E1 virales, que son suprimidos en el vector adenoviral. Tienen la ventaja de que se logra con ellos un alto nivel de expresión, son relativamente fáciles de manejar, infectan un buen número de tipos celulares y tienen la capacidad de infectar células que no se están dividiendo. Adenoasociado El virus AAV es un virus no patógeno muy común en el humano (más de 80% de la población posee anticuerpos contra el AAV). Su principal interés consiste en que es el único virus conocido de mamífero que se integra específi camente en una región concreta del genoma de la célula, en el brazo corto del cromosoma 19 humano. Actualmente, su limitación principal es que los vectores son difíciles de desarrollar en grandes cantidades y se requiere un gran número de partículas víricas para transducir las células, para lo cual hasta ahora no se han desarrollado las células de encapsidación ideales y el tamaño del gen que pueden integrar es muy limitado (menos de 4 kb). CAPÍTULO 27 • Terapia génica 261 Químicos Precipitación con fosfato de calcio: los coprecipitados de fosfato de calcio (CaPO-4) y de ADN se utilizan para la transferencia de información genética en células tanto bac- terianas como eucariotas. Éstos consisten en formar un precipitado insoluble entre el cloruro de calcio y el ADN en una solución salina de fosfatos. Estos precipitados forman microagregados que se depositan sobre la membrana celu- lar y, posteriormente, son endocitados. Es la técnica más difundida para la producción de líneas celulares transfecta- das de forma estable. y la de elección para experimentos in vitro por su bajo costo. Además, es un método rápido, sim- ple y puede utilizarse en diversas líneas celulares. DEAE-Dextran: esta técnica difi ere de la del fosfato de calcio en que se emplea sólo para la transfección transitoria de células y se utiliza de manera efi ciente sólo en algunas líneas celulares eucariotas; debido a su toxicidad en otras no resulta adecuada. Se desconoce el mecanismo por el cual el DEAE-Dextran permite la entrada de ADN a las células y su transporte hasta el núcleo, pero se asume que los com- plejos formados por el DEAE-Dextran y el ADN se adhie- ren a la superfi cie celular y entran por endocitosis. Liposomas: esta técnica se basa en el uso de moléculas lipídicas de carga neta altamente positiva (catiónicas) que interactúan con el esqueleto fosfatado de la molécula de ADN. Estos polímeros de poliamidoaminas y lipopoliami- nas con cargas positivas se unen electrostáticamente a las negativas del ADN y forman vesículas multilaminales que interactúan con los lípidos de la membrana celular, lo que facilita la transferencia de los ácidos nucleicos al interior de las células. También se conoce que a pH fi siológico estas moléculas contienen residuos protonables, lo que permite el control del pH del endosoma y, por tanto, la protección al ADN de la degradación por el sistema lisosomal. Transferencia de genes por un vector viral Los vectores virales son virus manipulados genéticamente para eliminar su capacidad autorreplicativa y en su genoma puedan incorporar genes terapéuticos. Una vez dentro de la célula pueden quedarse de manera episomal o integrarse al genoma de la célula, para posteriormente emplear la maqui- naria enzimática celular y producir la proteína transgénica deseada. Los vectores virales emplean los mecanismos naturales de infección viral para introducirse en la célula —generalmente a través de receptores celulares— e introdu- cir el gen terapéutico que contienen. Los vectores virales ofrecen grandes ventajas respecto a los no virales, y en general presentan una habilidad elevada para transducir células, por lo que son los modelos de elección para proto- colos clínicos de terapia génica in vivo. Los virus que se utilizan como vectores virales son retrovirus, adenovirus, adenoasociados, herpesvirus y bacu- lovirus. Para su uso como vectores, los virus se modifi can genéticamente para que sean defi cientes en replicación, y en algunas ocasionesse les modifi ca la cápside, con la fi nalidad de dirigir o redirigir su célula blanco. Cada uno de estos vec- tores posee ventajas y limitaciones respecto a los otros, según el gen terapéutico que transporten, el tipo celular y la vía de administración. En general, un vector ideal para utili- zarse en terapia génica debe cumplir las siguientes condi- ciones: • Su producción debe ser fácil y efi ciente. • No debe ser tóxico o inducir reacciones inmunológicas en el paciente. • Debe ser capaz de infectar a células tanto en reposo como en replicación. • Debe transducir tipos celulares de manera específi ca. De acuerdo con su capacidad de integrarse en el geno- ma de la célula huésped, los vectores pueden clasifi carse como vectores integrativos o no integrativos. Los primeros se basan en retrovirus, mientras que los segundos incluyen virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1), adenovirus y virus adenoasociados. Retrovirus Constituyen el grupo viral más desarrollado como vectores para protocolos clínicos. Los retrovirus recombinantes más usados son Lentivirus, derivados del virus de la leucemia murina. Éstos pertenecen a la familia Retroviridae y al géne- ro Lentivirus, y son virus dotados de envoltura con un diá- metro de 80 a 130 nm. Su genoma es una cadena sencilla de ARN de aproximadamente 10 kb, lo que los obliga a realizar el proceso de retrotranscripción para su replicación. Ade- más, tienen capacidad para incorporar transgenes de hasta 8 kb, un envío efi ciente de genes a células en proliferación, y se integran en el ADN de la célula huésped, por lo que su expresión es estable. La integración se realiza de manera aleatoria en el genoma de la célula huésped, con lo que ofre- cen una expresión persistente del gen terapéutico, lo que los hace útiles para su uso en enfermedades monogénicas here- ditarias o crónicas. Sin embargo, presentan el riesgo, aunque extremadamente bajo, de mutagénesis insercional, debido a la posibilidad de integrarse y alterar un gen vital, modifi car un gen supresor de tumores, interrumpiendo su expresión, o bien insertarse en un protooncogén induciendo su activa- ción a oncogén. Su principal ventaja es que no contienen las proteínas virales en el vector, con lo que la respuesta inmune del huésped es nula; además, tampoco existe interferencia de una respuesta inmune previa. Herpes virus Son virus de doble cadena de ADN, de la familia Herpersvi- ridae; el género más usado como vector es Simplexvirus. Su genoma mide de 120 a 240 kb, lo que le permite aceptar transgenes de gran tamaño o, inclusive, varios genes. El herpes virus puede ser una herramienta muy valiosa en células del sistema nervioso central, ya que sus células diana son las neuronas y se trata de un virus integrativo, con una 262 PARTE IV • Tópicos selectos capacidad de expresión persistente. Su complejidad, así como el hecho de que aún se duda de la existencia de un herpes virus no replicativo o sin capacidad de producir las proteínas líticas, ponen en entredicho la seguridad de su utilización. Adenovirus Los adenovirus son miembros de la familia Adenoviridae. Se trata de virus de ADN de doble cadena, con una longitud de 30 a 35 kb, y pueden aceptar hasta 8 kb de material gené- tico exógeno. El virión es de 80 a 100 nm de diámetro, sin envoltura. Se han identifi cado más de 50 serotipos adenovi- rales (Ad1-Ad50), pero sólo Ad2 y Ad5 se utilizan como adenovirus recombinantes, debido a que están perfecta- mente caracterizados. Pueden infectar a una gran variedad de células, tanto en división como en reposo. Dentro de la célula persisten como ADN no integrado, y su expresión es transitoria; tienen una duración media de entre 12 y 25 días, aunque algunos investigadores han reportado hasta seis meses de expresión. Los adenovirus gutless tienen la capa- cidad de acomodar material genético de hasta 20 kb, ya que carecen de prácticamente todo su genoma, con excepción de las secuencias empaquetadoras. Los adenovectores deben su éxito en terapia génica a que son biológicamente muy seguros, se producen fácilmente en el laboratorio y de manera silvestre sólo se les relaciona con infecciones respi- ratorias y gastrointestinales leves. Alrededor de 90% de la población humana se encuentra sensibilizada a los adenovi- rus, por haber estado en contacto con éstos, y por tanto, presentan anticuerpos circulantes contra ellos, lo que limita su aplicación en protocolos clínicos. Por ello, su principal desventaja estriba en la fuerte respuesta inmune que des- piertan en el huésped, lo cual puede llegar a limitar la efi - ciencia en su uso como vehículo génico, debido a que pueden eliminarse por el sistema inmune. Por esta razón, es necesario utilizar dosis altas para lograr un porcentaje ade- cuado de transducción, lo que podría desencadenar una respuesta infl amatoria inespecífi ca grave que puede provo- car daños al paciente que lo pueden conducir a la muerte. Virus adenoasociados Los AAV son virus relativamente pequeños, de 45 a 60 nm de diámetro, cuyo ADN es de cadena sencilla, con una lon- gitud de 4.7 kb. Tienen una capacidad limitada para la inserción de genes, de sólo 1 kb, y son capaces de infectar tanto células en reposo como en replicación. Los AAV sil- vestres se integran de forma selectiva en el cromosoma 19, sitio q13.3-4; sin embargo, el virus adenoasociado recombi- nante pierde esta capacidad de integración y su expresión es episomal, pero estable, ya que forma estructuras de conca- Cuadro 27-2. Ventajas y desventajas de los vectores virales más empleados. Los virus son los vectores más efi cientes para el envío de genes, sobre todo a células de mamífero. Este cuadro resume las características que hacen a los vectores virales ideales para ciertas aplicaciones, a pesar de sus limitaciones. Virus Retrovirus Adenovirus Adenoasociado Ventajas • Transducción efi caz. • Integración genómica y expresión persistente. • Permite la expresión a largo plazo del gen terapéutico. • Penetra efectivamente en las células de división. • Se integra en material genético de la célula huésped sin introducir los genes virales. • Se logra un alto nivel de expresión. • Relativamente fáciles de manejar. • Infectan un buen número de tipos celulares (incluyendo células que no se están dividiendo). • Leve efecto como agentes patógenos en el ser humano (p. ej., resfriados). • Generan baja respuesta inmune. Desventajas • Dependencia de la división celular. • Difi cultad para controlar y asegurar la expresión. • El tamaño de los genes que se introducirán es limitado. • Existe potencial de daño al genoma, por integrarse en éste al azar. • Expresan varias proteínas virales que resultan inmunogenéticas. • La introducción repetida no es satisfactoria normalmente, a menos que la exposición inicial esté acompañada de una modulación inmunológica para suprimir la respuesta inicial a las proteínas de la cápsula adenoviral. • Requieren de los genes virales para integrarse. • Sólo translucirán células en presencia de un adenovirus. • El tamaño del gen que pueden integrar es muy limitado (menos de 4 kb). • Necesitan un gran número de partículas víricas para transducir las células. • La preparación de partículas víricas de vectores AAV es difícil. CAPÍTULO 27 • Terapia génica 263 támeros cabeza-cola que persisten, en promedio, desde seis meses hasta más de un año. Su uso es muy prometedor, debido a que no generan respuesta inmune humoral en el huésped y se ha reportado la expresión del gen terapéutico por más de un año; sin embargo, tienen el inconveniente de que son dif íciles de producir y los títulos que se obtienen son bajos. En el cuadro 27-2 se resumen las ventajas y desventajas de los diferentes virus usados como vectores en terapia génica. Como conclusión, el vector idóneo será el que sea capaz de entregar el gen a la célula blanco y logre expresarlo de manera efi ciente. Características deseablesde un vector Con independencia del tipo de vector que se utilice en la terapia génica, el vector ideal es aquel que presente las siguientes características: Facilidad para producirse a títulos elevados El empleo de vectores, en protocolos ya sea experimentales o clínicos, requiere cantidades elevadas de éstos, especial- mente si la administración es sistémica, por lo que aquellos vectores que pueden producirse con facilidad en títulos ele- vados, mayores de 108 partículas/ml, son los ideales. Metodología de producción rápida y reproducible La metodología para la generación y producción de los vec- tores debe ser reproducible en cualquier laboratorio y no involucrar métodos complicados que puedan entorpecer el proceso. Introducción del transgén precisa y estable Una transferencia efi caz en las células blanco y una alta especifi cidad son las características ideales con las que debe contar el vector, sobre todo cuando la administración es sis- témica y va dirigida a que se exprese en un tipo particular de tejido o célula. Respuesta inmune nula o mínima en el huésped El vector debe ser lo menos inmunológico posible para el huésped, lo que permitirá que la expresión del transgén sea más prolongada, además de evitar reacciones inmunológi- cas adversas. Transgén más elementos regulatorios Secuencias de genes estables con secuencias regulatorias, que permitan una expresión estable y de la información genética introducida. ARN de interferencia El ARNi es un mecanismo que involucra el empleo de secuencias específi cas de ARN de doble cadena (ARNds) para un gen específi co, con la fi nalidad de bloquear su expresión. Esta técnica comenzó en la década de 1980, cuando se observó que algunas moléculas de ARN pequeño podían anular la expresión de varios genes en células de plantas y animales, al unirse por complementariedad de bases a las cadenas de ARN mensajero (ARNm) e inhibir el proceso de síntesis de proteínas. El descubrimiento no tuvo mayor relevancia hasta que, en 1988, al inyectar dos tipos de ARN pequeño (ARN sentido –el resultante de la trans- cripción– y ARN antisentido –el complementario al ARN sentido–) en células de gusanos, los ARN se unieron, gene- rando ARNds. Para sorpresa de los investigadores, este ARNds produjo una inhibición mayor de los genes en estu- dio que la conseguida hasta ese momento con otros siste- mas, como la adición de una sola cadena de ARN pequeño. A este sistema de inhibición se le conoce como ARN inter- ferente o ARNi. De manera natural, las células producen ARNds de gran longitud, que son cortados por la enzima Dicer a fragmentos de ARNds de 21nt, que tienen extremos 5’ y 3’ fosfatados y un extremo saliente de 2 a 3 nucleótidos. La enzima Dicer contiene un dominio helicasa de ARN y es dependiente de adenosín trifosfato (ATP). En la fi gura 27-3 se esquematiza este proceso de producción y procesamien- to de un ARNi dentro de una célula eucariota. En poco tiempo, el ARNi se ha convertido en una herramienta clave para el estudio de la función de un gen in vitro e in vivo, ya que el bloqueo de la expresión de un gen en particular a través de ARNi indica cuál es su función dentro de una célula. Los ARNi pueden enviarse a la célula blanco a través de un vector para dar seguimiento al efecto que tiene el blo- queo de un gen en el funcionamiento celular. Aplicaciones del ARNi Se considera que el uso de los ARNi es uno de los mayores aportes de la década a la genómica, por lo que la terapia génica basada en ARNi tiene un gran potencial, especial- mente contra enfermedades infecciosas. En muchos proto- colos clínicos de VIH se está empleando el envío de ARNi que bloquea la expresión de los genes pol del VIH, como la transcriptasa inversa, la proteasa y la integrasa, con resulta- dos muy prometedores para los pacientes. Aplicaciones clínicas de la terapia génica El conocimiento de las bases genéticas de algunas enferme- dades y la reciente secuenciación del genoma humano han abierto la posibilidad de esta estrategia terapéutica. Esto supone perspectivas para la curación de muchas enferme- dades a las que se pretende combatir mediante los genes, como elementos curativos. Por ello, en este momento la terapia génica se ve como una nueva forma de medicina molecular aplicable a la mayoría de las enfermedades, no sólo las monogénicas sino también las multifactoriales, en cuyo tratamiento puede ser útil la modifi cación de la expre- sión génica. 264 PARTE IV • Tópicos selectos Terapia génica contra el cáncer El cáncer es la enfermedad en la que se encuentran registra- dos la mayor cantidad de protocolos clínicos con terapia génica, entre los que se encuentran la estimulación del siste- ma inmune para combatir las células cancerígenas, la terapia suicida para inducir la muerte de las células tumorales, la suplementación de genes supresores de tumores y el bloqueo de oncogenes. Entre los diferentes protocolos clínicos, el empleo de oligonucleótidos antisentido o estrategias de silenciamiento contra una variedad de oncogenes, como k-ras, c-myc, bcr- abl y bcl-2, han dado buenos resultados cuando estas maniobras se han combinado con quimioterapia. Por otro lado, ya que en general la respuesta inmune de los pacientes con cáncer está disminuida, ésta se ha tratado de potenciar mediante terapia génica ex vivo en células tumorales o células inmunes efectoras (como linfocitos T o presentadoras de antígenos, como dendríticas y macrófa- gos). En este sentido, se han validado, a nivel preclínico, reportes en que se han empleado células dendríticas modi- fi cadas genéticamente para producir epítopes capaces de inducir respuesta inmune específi ca. En protocolos clínicos de vacunación con ADNc, se han empleado citocinas, co- mo interleucina (IL) 2, IL-4, IL-7, factor de necrosis tumoral, interferón gamma y GM-CSF. En las células de tumor, mediante terapia génica con estos transgenes, se ha logrado la expresión de las moléculas coestimuladoras, como CD80 (B7-1) o CD86 (B7-2), presentes en las células presentado- ras de antígenos, pero que no se expresan en las células tumorales —lo que impide una correcta activación y madu- ración de las células T contra los epítopes de las células tumorales. Por otro lado, la terapia suicida es una estrategia de tera- pia génica que suele aplicarse en tumores sólidos. Se basa en el empleo de genes de enzimas capaces de activar profárma- cos que presentan una leve toxicidad para las células que expresan el transgén y que, por tanto, pueden metabolizar el fármaco. Estas enzimas son virales, como la cinasa del her- pes simple (HSVTK) o bien bacterias o levaduras, como la citocina desaminasa (CD). La enzima más empleada es HSVTK, que fosforila al ganciclovir y lo convierte en un metabolito tóxico. La CD convierte a la molécula farmacoló- gica 5-fl uorocitosina (5-FC) en su forma toxica el metabolito 5-fl uorouracilo. Ambos transgenes se han empleado en numerosos protocolos preclínicos y clínicos para tumores cerebrales, de cabeza y cuello, y ováricos. Cuando se emplean adenovirus como vectores suelen administrarse directa- mente en el tumor, seguidos de la administración de GCV. Para evitar su posible efecto tóxico se realizan constructos con promotores específi cos del tumor para asegurar la transducción exclusiva de las células blanco tumorales. Terapia génica contra agentes infecciosos Se enfoca en la transducción de genes que bloqueen o dis- minuyan la expresión de genes involucrados en la replica- ción del agente infeccioso, o bien que limiten o impidan su diseminación en el organismo infectado. Las estrategias se basan en la inhibición de proteínas indispensables para la replicación del microorganismo mediante estrategias anti- sentido, señuelos de ARN y ARN catalíticos (ribozimas), o bien en la estimulación específi ca del sistema inmune con- tra el agente infeccioso utilizando vacunas genéticas o lin- focitos específi cos del patógeno. Ejemplos específi cosde estas aplicaciones incluyen el uso de ribozimas multidiana para regiones conservadas del genoma del VIH-1, las cuales han demostrado una inhibi- ción efi ciente de la replicación viral. Para el caso del virus de la hepatitis Cse han empleado ARNsi, que tienen como secuencia blanco el loop II de la región 5’ no traducida, ya que han demostrado la inhibición efectiva de la expresión de seis genotipos del virus. ARNds ARNsi RISC Degradación del ARNm Escisión de la cadena 5’ 3’ 5’ 3’ DICER Figura 27-3. Mecanismo del ARN de interferencia. La enzima Dicer corta ARNds y genera las secuencias ARNsi; éstas se in- corporan al complejo RISC (RNA-induced silencing complex), el cual se dirige contra el ARNm complementario del ARNsi. Una vez lograda la hibridación entre el ARNsi y el ARNm se induce su degradación. CAPÍTULO 27 • Terapia génica 265 Terapia génica contra enfermedades monogénicas En septiembre de 1990, los National Institutes of Health aprobaron por primera vez un protocolo de terapia génica en humanos, fecha que coincidió con el inicio del Proyecto Genoma Humano. Los doctores William French-Anderson, Michael Blaese y Steven Rosenberg introdujeron el gen que codifi ca para la enzima adenosín desaminasa (ADA). Los niños que padecen inmunodefi ciencia severa combinada (SCID) por defi ciencia de la enzima ADA no tienen res- puesta inmune adecuada, ya que la ADA participa en el metabolismo de las purinas y su defi ciencia ocasiona la acumulación de dATP, metabolito que inhibe la acción de la reductasa ribonucleótido-difosfato, que modifi ca los ribonucleótidos a desoxinucleótidos. La proliferación de linfocitos depende de la síntesis de dNTP, por lo que sin una reductasa de ribonucleótidos funcional, la proliferación de linfocitos se inhibe y el sistema inmune se compromete. A los pacientes con esta afección se les conoce como niños burbuja, ya que son muy vulnerables a sufrir infecciones, por lo que era necesario mantenerlos en un medio ambien- te estéril como medida paliativa. La estrategia de terapia génica dirigida a estos pacientes consistió en aislar linfoci- tos T de los niños afectados e introducir el gen ADA normal usando un vector retroviral. Una vez insertado el gen, las células se devuelven a los pacientes. El tratamiento duró un año con administraciones cada uno o dos meses, y los niños mostraron mejoras clínicas signifi cativas, y fueron capaces de iniciar una respuesta inmunitaria, lo que produjo una importante disminución en el número de infecciones. El riesgo de una posible mutagénesis insercional, después de repetidas transferencias retrovirales, se vio confi rmado al presentarse leucemia en dos de 12 de los niños tratados. En febrero de 1991 se autorizó también el mismo protocolo en Italia, al doctor Bordignon, en el Hospital San Raff aele de Milán. En 1995 ambos grupos de investigación publicaron los resultados y pusieron de manifi esto la efi cacia de la tera- pia génica con retrovirus en estos pacientes (fi gura 27-4). Terapia génica contra la cirrosis hepática La etiologías de la cirrosis hepática incluye las hepatitis vi- rales, el consumo crónico de alcohol, la esteatohepatitis, etc. El daño hepático crónico conlleva a los hepatocitos a apoptosis y también existe una transformación fenotípica de las células estelares hepáticas (CEH) a un tipo miofi bro- blástico, proliferativo y sintetizador de proteínas de matriz extracelular (MEC). Esto ocasiona que el parénquima se sustituya por proteínas de MEC, como colágena tipos I y IV. La acumulación de las proteínas de MEC es el resultado de un aumento en su síntesis, así como de una disminución en su degradación, debido a una reducción de la cantidad de metaloproteinasas (MMP), enzimas degradadoras de pro- teínas de MEC o de su actividad enzimática ocasionada por una sobreexpresión de sus inhibidores específi cos los TIMP (tissue inhibitor of metalloproteases). Las CEH también comienzan a secretar moléculas, como el factor de creci- Desoxiadenosina Desoxinosina Hipoxanti Xantina Ácido úrico Desoxi ATP Compuestos tóxicos Células T aisladas del paciente Reimplantación de células transformadas al paciente Vector viral conteniendo el gen de ADA corregido Células T aisladas del paciente con gen terapéutico Destrucción de células T No se activan células B Adenosín desaminasa (ADA) Figura 27-4. Terapia génica para la defi ciencia de la enzima adenosin diaminasa (ADA). Este protocolo fue el primer éxito de la terapia génica en la clínica y se realizó en 1990. La inmunodefi ciencia severa combinada está ocasionada por la falta de la enzima ADA, que es indispensable para el metabolismo de las purinas, y sin la cual no se realiza la proliferación de las células T del sistema inmune. 266 PARTE IV • Tópicos selectos miento de transformación β1 (TGF-β1) y el factor de crecimien- to derivado de plaquetas (PDGF). El TGF-β es la citocina profi brogénica por excelencia y, a través de su señalización, aumenta la síntesis de colágenas fi brilares (especialmente, colágena tipos I, III y IV) y la producción del TIMP-1 (inhi- bidor tisular de metaloproteinasas tipo 1). Como conse- cuencia de estos eventos, se produce la fi brosis hepática y a lo largo de los años se puede desarrollar cirrosis. Las estra- tegias de terapia génica para el abordaje de la cirrosis inclu- yen la inhibición de la expresión del TGF-β, el aumento de la expresión de MMP o de moléculas fi brolíticas para aumentar la degradación de la cicatriz fi brótica. En este sentido, se han desarrollado vectores adenovirales con los genes de MMP8, uPA y un receptor truncado para TGF-β para el tratamiento de la cirrosis hepática. Estos vectores ofrecen la ventaja de que presentan un tropismo natural por el hígado cuando se administran por vía sistémica, lo que constituye una ventaja cuando se emplean para el trata- miento de la cirrosis hepática. La MMP8 es una metaloproteinasa cuyo sustrato prin- cipal es la colágena tipo I, que se incrementa considerable- mente en la fi brosis. Esta enzima es producida por los neutrófi los, por lo que su sobreexpresión en células hepáti- cas es una estrategia innovadora. Los resultados con este transgén demostraron reducciones de 45% del área fi bróti- ca, un aumento en la expresión de genes fi brolíticos, como MMP3 y TIMP1 libre, mejorías en marcadores hepáticos de funcionalidad y regeneración celular (HGF), y reducciones en el gen de TGF-β1. Por otro lado, el transgén uPA (activa- dor de plasminógeno tipo urocinasa) induce la activación de varias MMP y, como consecuencia, provoca efectos antifi - bróticos, que se refl ejan en reducciones de 85% del área fi brótica a los 10 días posadministración y un aumento sig- nifi cativo en la expresión de marcadores de regeneración hepática celular, como HGF y su receptor c-Met, y en el número de células positivas a PCNA, así como mejorías en los niveles de marcadores hepáticos de funcionalidad. La tercera estrategia es el uso de un receptor truncado de TGF-β que oblitera la señalización de esta citocina profi - brogénica, e induce de esta manera que muchos genes fi brogénicos se reduzcan (Col I, TGF-β1, PDGF, PAI-1 y TIMP1) y varios genes implicados en la degradación de MEC se incrementen, como MMP3. Perspectivas de la terapia génica En la actualidad, en la literatura médica internacional se han descrito 763 protocolos para realizar terapia génica en humanos, que involucran a más de 7 000 pacientes en todo el mundo. El 70% de las terapias realizadas se han llevado a cabo para intervenir procesos neoplásicos, 12% para enfer- medades infecciosas, y 9% para enfermedades monogénicas. Hace 20 años la terapia génica se veía como una fi cción; hoy día representa una opción real que puede revolucionar el tra- tamiento de diversas enfermedades crónico-degenerativas, monogénicas e infecciosas que se consideraban mortales. Instrucciones: Llene el cuadro siguiente con la información correspondientepara cada método de envío de genes o vector viral: Ejercicios de integración Cuadro 27-3 Nombre Clasifi cación Ventajas Capacidad transgén Aplicación CAPÍTULO 27 • Terapia génica 267 Capecchi M.R. High effi ciency transformation by direct microinjec- tion of DNA into cultured mammalian cells. Cell, 1980;22:249- 260. Chen C.A., Okayama H. Calcium phosphate-mediated gene transfer: A highly effi cient transfection system for stably transforming cells with plasmid DNA. BioTechniques, 1988;6:632-638. George J.S. Gene therapy progress and prospects: adenoviral vec- tors. Gene Th erapy, 2003;10:1135-1141. Chu .G, Hayakawa .H., Berg P. Electroporation for the effi cient transfection of mammalian cells with DNA. Nucleic Acids Res, 1987;15:1311-1313. Felgner P.L., Gadek T.R, Holm M., Roman R., Chan H.W., Wenz M., et al, Lipofection: A highly effi cient, lipid-mediated DNA-trans- fection procedure. Proc Natl Acad Sci USA, 1987;84:7413-7417. Felgner P.L., Ringold G.M. Cationic liposome-mediated transfec- tion. Nature, 1989;337:387-388. Russell D.W., Hendrie P.C. Gene targeting with viral vectors. Mol Th er, 2005;12:9-17. Kenz M., Wolf E.D,. Wu R., Sanford J.C. High velocity micropro- jectiles for delivering nucleic acids into living cells. Nature, 1987;327:70-73. 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