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El Gran Libro de la Filosofía - autores, Varios

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El
Gran
Libro
de la
Filosofía
 
 
 
Textos traducidos
por
Bernd Riemann
Copyright © 2016 Bernd Riemann
Todos los derechos reservados.
ISBN: 1532714491
ISBN-13: 978-1532714498
 
A mi madre,
póstumamente,
lamentando la tardanza.
Tales de Mileto
 
Ca. 620 a. C. – ca. 546 a. C.
Filósofo griego, fundador de la Escuela Jónica
 
 
Dios es la más antigua de las cosas, pues nunca tuvo nacimiento: el mundo es
la más hermosa de las cosas, pues es el mundo creado por ese mismo Dios;
nada es más activo que el pensamiento, pues este recorre todo el universo;
nada es más fuerte que la necesidad, puesto que todos deben rendirse a ella.
 
El agua constituye el principio de todas las cosas.
 
Es feliz quien esté sano de cuerpo, tenga calma en las circunstancias y posea
una mente bien instruida.
 
Es muy difícil conocerse a uno mismo.
 
La divinidad es aquello que no tiene principio ni fin.
 
La esperanza es el único bien común entre los hombres; aquellos que no
poseen nada más aún tienen esperanza.
 
No te enriquezcas mediante acciones malvadas, y nunca dejes que nadie
pueda reprocharte hablar contra quienes participan de tu amistad. Toda ayuda
que des a tus padres, es igual a la que tienes derecho de esperar de tus hijos.
 
Un hombre soportaría de manera más llevadera el infortunio si viera que sus
enemigos son aún más infortunados.
 
Una multitud de palabras no es una prueba de una mente prudente.
 
Viviríamos de manera más virtuosa y más justa si nunca hiciéramos lo que en
otros culpamos.
 
 
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
 
Pitágoras
Ca. 570 a. C. – ca. 490 a. C.
Filósofo griego, fundador de la escuela pitagórica
 
 
Ayuda a un hombre a levantar una carga, pero no le ayudes a descargarla.
(Los Símbolos)
 
Convéncete de que las cosas de naturaleza laboriosa contribuyen más a la
virtud que los placeres.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Cuando el hombre sabio abre la boca, la belleza de su alma se hace visible,
como estatuas de un templo.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Disfruta antes con quienes te reprueban que con los que te halagan, y evita a
los aduladores como a los peores enemigos.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
El enfado comienza con estupidez y termina en arrepentimiento.
(Según Maturin Murray Ballou en Tesoros del Pensamiento)
 
En el momento en el que las leyes son necesarias para los hombres, dejan de
ser apropiadas para la libertad.
(Según Samuel Arthur Bent en Ensayos Cortos sobre Grandes Hombres:
Con Notas Históricas y Explicativas)
 
Es difícil seguir al mismo tiempo diferentes caminos en la vida.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Es más fácil errar que no criticar al que comete un error.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Es mejor permanecer callado, o decir cosas más valiosas que el silencio.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Es necesario defender a quienes han sido acusados injustamente de haber
actuado de forma injuriosa, así como elogiar a quienes sobresalen en algo
bueno.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Es necesario escoger la vida más excelente; la costumbre la hará placentera.
La riqueza es un ancla falto de firmeza, la gloria es aún menos firme, al igual
que el cuerpo, el dominio y el honor. Estas cosas son estúpidas y carentes de
poder. Entonces, ¿qué anclas son firmes? La prudencia, la magnanimidad, la
fortaleza. Estas ninguna tempestad puede mover. Esta es la ley de Dios, que
la virtud es lo único que posee fuerza, y que todo lo demás es una nimiedad.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Es tan inapropiado tener una espada desafilada como hacer uso de la libertad
de expresión de manera ineficaz.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Escoge ser fuerte de alma antes que de cuerpo.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Escoge siempre el camino que parezca mejor, sin importar lo duro que pueda
ser; la costumbre no tardará en convertirlo en sencillo y aceptable.
(Según Tyron Edwards en Diccionario del Pensamiento)
 
Expulsa con la razón la aflicción desenfrenada de un alma aletargada.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
La razón es inmortal, todo lo demás, mortal.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
La sobriedad es la fuerza del alma, ya que preserva la lucidez de la razón ante
la pasión.
(Según Benjamin F. Powell en Biblia de la Razón)
 
Lo primero que entra en las ciudades es el lujo, seguida de la saciedad, luego
la insolencia lasciva y, después, la destrucción.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Lo que sea que vemos cuando estamos despiertos, es muerte; cuando estamos
dormidos, es sueño.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Lo transcendental en la vida humana es el arte de entregar el alma al bien o al
mal.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Logra que la templanza se convierta en la mayor fuerza y riqueza.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Los amigos tienen todas las cosas en común, la amistad es igualdad.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Los hombres consideran al genio un bien o un demonio malvado.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Los números gobiernan el universo.
(Según Eli Maor en La Historia de un Número)
 
Los números gobiernan formas e ideas, y son la causa de dioses y demonios.
(Según Jámblico de Calcis en Vida de Pitágoras)
 
Mientras el hombre continúe siendo un despiadado destructor de seres vivos
inferiores, nunca conocerá la salud y la paz. Mientras los hombres sigan
masacrando animales, seguirán matándose entre ellos. Ciertamente, quien
siembra semillas de matanza y dolor no puede cosechar alegría y amor.
(Según el poeta romano Ovidio en Metamorfosis)
 
Nadie que sea esclavo de sus pasiones, y se deje gobernar por ellas, puede ser
libre.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Ni siquiera contemples hacer lo que no se debe hacer.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
No dejes que nadie, mediante palabras o hechos, te persuada para hacer o
decir lo que no sea lo mejor para ti.
(Los Versos Dorados)
 
No digas poco con muchas palabras, di mucho con pocas palabras.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Practica la justicia en dichos y hechos, y no adquieras de ninguna manera el
hábito de actuar sin pensar.
(Los Versos Dorados)
 
Quienes no castigan a hombres malvados, desean que los hombres buenos
sufran daños.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Recuerda que todos los hombres aseguran que la sabiduría es el bien
supremo, pero que son pocos los que persiguen ese bien con extenuación.
(Según Estobeo en Florilegium)
 
Sé consciente de que la muerte les llega a todos, y que la riqueza en
ocasiones es adquirida, a veces perdida.
(Los Versos Dorados)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Confucio
551 a. C. – ca. 479 a. C.
Filósofo chino, originador del confucianismo
 
 
A los quince años mi corazón estaba en el aprendizaje; a los treinta me puse
firme; a los cuarenta no tuve más dudas; a los cincuenta conocí la voluntad
celestial; a los sesenta mi oído se hizo obediente; a los setenta pude seguir el
deseo de mi corazón sin cruzar los límites del bien.
(Las Analectas)
 
Cuando un país está bien gobernado, la pobreza y las condiciones
desfavorables son motivos para estar avergonzado. Cuando un país está mal
gobernado, la riqueza y el honor son cosas vergonzosas.
(Las Analectas)
 
Cuando uno cultiva al máximo los principios de su naturaleza y los ejercita
bajo los principios de la reciprocidad, uno no se halla lejos del camino. Lo
que no quieras que te hagan a ti, no lo hagas a los demás.
(La Doctrina del Medio)
 
Cuando vemos a hombres de mérito, deberíamos pensar en igualarles; cuando
vemos a hombres de carácter opuesto, deberíamos mirar hacia dentro y
examinarnos a nosotros mismos.
(Las Analectas)
 
Deja que los estados de equilibrio y armonía existan en perfección, y un
orden justo prevalecerá entre el cielo y la tierra, y todas las cosas se nutrirán y
florecerán.
(La Doctrina del Medio)
 
El aprendizaje sin pensamiento es trabajo perdido;el pensamiento sin
aprendizaje es peligroso.
(Las Analectas)
 
El camino celestial y etéreo se puede declarar en una frase: no contiene
doblez alguna, y así produce cosas de manera inconmensurable.
(La Doctrina del Medio)
 
El hombre virtuoso entiende como una obligación el superar las dificultades,
y el éxito como una simple consideración subsiguiente.
(Las Analectas)
 
El hombre virtuoso es modesto en el habla, pero se supera en sus acciones.
(Las Analectas)
 
El hombre virtuoso, estudiando y aprendiendo exhaustivamente, y
ajustándose a las reglas de la decencia, puede de esta manera evitar
sobrepasar los límites de lo que es correcto.
(Las Analectas)
 
El hombre virtuoso, mientras exista algo que no haya estudiado, o mientras
no entienda algo de lo que ha estudiado, no cesará en su empeño. Mientras
exista algo sobre lo que no haya investigado, o algo de lo que ha investigado
que desconozca, no cesará en su empeño. Mientras exista algo sobre lo que
no haya reflexionado, o no comprenda algo sobre lo que ha reflexionado, no
cesará en su empeño. Mientras exista algo que no haya diferenciado, o no
tenga clara la diferencia, no cesará en su empeño. Si existiera algo que no
hubiera practicado, o si no hubiera realizado dicha práctica con seriedad, no
cesará en su empeño. Si otro hombre lograra algo tras un intento, él lo
intentará cien veces. Si otro hombre lograra algo tras diez intentos, él lo
intentará mil veces. Deja a un hombre proceder de este modo y, aunque sea
torpe, con seguridad se volverá inteligente; aunque débil, con seguridad se
volverá fuerte.
(La Doctrina del Medio)
 
El hombre virtuoso se guía por la responsabilidad, el hombre sin virtud se
rige por el beneficio.
(Las Analectas)
 
El que ejerza gobierno a través de su virtud puede ser comparado con la
estrella polar, que mantiene su posición cuando todas las estrellas rotan a su
alrededor.
(Las Analectas)
 
En la antigüedad, quienes deseaban ilustrar la virtud ilustre a lo largo del
reino, primero ordenaban bien sus propios estados. Con ese deseo, primero
regulaban a sus familias. Esa voluntad les llevaba a cultivar primero sus
personas. Deseando cultivar sus personas, primero rectificaban sus corazones.
Con el deseo de rectificar los corazones, primero buscaban ser sinceros en sus
pensamientos. El deseo de ser sinceros en sus pensamientos les hizo
desarrollar lo máximo posible su conocimiento. Tal desarrollo del
conocimiento se halla en la investigación de las cosas.
(El Gran Aprendizaje)
 
En todas las cosas, el éxito depende de la preparación previa, y sin dicha
preparación previa el fracaso está asegurado. Si lo que se vaya a decir se
determina previamente, no se tartamudeará. Si los asuntos se determinan
previamente, no habrá dificultad. Si las acciones de uno han sido
determinadas previamente, no producirán arrepentimiento. Si los principios
de la conducta se han determinado previamente, su práctica será incansable.
(La Doctrina del Medio)
 
Entregarse seriamente a las obligaciones del hombre y respetar a los seres
espirituales a la vez que se mantiene la distancia con ellos es lo que podemos
llamar sabiduría.
(Las Analectas)
 
Escucha atentamente para eliminar tus dudas y sé comedido en el habla en
cuanto a lo demás, y tus errores serán escasos. Observa mucho y deshazte de
lo peligroso y sé cuidadoso en tus demás acciones, y tus motivos para el
arrepentimiento serán contados.
(Las Analectas)
 
La sinceridad es el camino celestial. El logro de la sinceridad es el camino del
hombre. Aquel que posea sinceridad es quien, sin esfuerzo, acierta en lo
correcto, y comprende sin el ejercicio del pensamiento; es el sabio que, con
naturalidad y facilidad, personifica el camino correcto. Aquel que alcanza la
sinceridad es quien escoge lo que está bien, y se sujeta con firmeza a ello.
Para lograr esto es necesario estudiar lo que está bien, indagar con
rigurosidad, reflexionar cuidadosamente y discernir claramente sobre ello, y
practicarlo con la mayor seriedad.
(La Doctrina del Medio)
 
La sinceridad es el principio y el fin de las cosas; sin sinceridad nada
existiría. Por esa razón, el hombre virtuoso considera el logro de la sinceridad
como la más excelente de las cosas.
(La Doctrina del Medio)
 
Lo que enseña el gran aprendizaje es a ilustrar la ilustre virtud, a restaurar a
las personas, estribando en la mayor excelencia.
(El Gran Aprendizaje)
 
Lo que sabes, lo sabes; lo que no sabes, no lo sabes. Esa es la verdadera
sabiduría.
(Las Analectas)
 
No abro la verdad a quien no ansíe adquirir conocimiento, ni ayudo a quien
no esté ansioso de entenderse. Cuando he presentado una esquina de una
materia a alguien, y este no puede deducir las otras tres, no repito mi lección.
(Las Analectas)
 
No me preocupa el hecho de que no me entiendan. Me preocupa no entender
a otros.
(Las Analectas)
 
Recompensa daño con justicia, y recompensa bondad con bondad.
(Las Analectas)
 
Sé leal y fiable. No establezcas amistad con quien no esté a tu altura en ese
aspecto. Cuando cometas un error, no temas corregirlo.
(Las Analectas)
 
Si las cosas no son llamadas por su nombre, el lenguaje no es acorde con la
verdad de las cosas.
(Las Analectas)
 
Si un hombre carece de humanidad, ¿cuál es su decencia? Si un hombre no
tiene humanidad, ¿cuál es su felicidad?
(Las Analectas)
 
Ver lo que es correcto y no hacerlo es falta de coraje, o de principios.
(Las Analectas)
 
 
 
 
 
Heráclito
Ca. 535 a. C. – ca. 475 a. C.
Filósofo griego, autor del principio universal del Logos (razón)
 
 
A aquellos que se meten en los mismos ríos, diferentes y cambiantes aguas
les bañan.
(Según Platón en Cratylus)
 
Algunos hombres son tan ignorantes de lo que hacen despiertos como son
desmemoriados de lo que hacen cuando están dormidos.
(Según Hipólito en Refutación de todas las Herejías)
 
Aquellos que escuchan y no entienden son como los sordos. De ellos dice el
proverbio “presentes, están ausentes”.
(Según Clemente de Alejandría en Stormata)
 
Aunque el conocimiento es común, la mayoría de las personas viven como si
tuvieran un conocimiento exclusivo.
(Según Sexto Empírico en Contra los Matemáticos)
 
El aprendizaje abundante no le enseña a uno a tener entendimiento.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Es de sabios para aquellos que escuchan, no a mí, sino a la razón universal,
confesar que todas las cosas son una.
(Según Hipólito en Refutación de todas las Herejías)
 
La armonía del mundo es una armonía de opuestos, cono en el caso del arco y
la lira.
(Según Plutarco en De Isis y Osiris)
 
La Guerra es el padre y rey de todo, y ha hecho de algunos dioses y de otros
hombres, ha convertido a algunos en esclavos y a otros los ha liberado.
(Según Hipólito en Refutación de todas las Herejías)
 
La mayoría de las personas no tienen entendimiento de las cosas con las que
se encuentran a diario ni, cuando son instruidas, tienen un conocimiento
correcto de ellas, aunque les parezca tenerlo.
(Según Clemente de Alejandría en Stormata)
 
La vida es un niño que juega, moviendo las piezas en un juego; el reino
pertenece a un niño.
(Según Hipólito en Refutación de todas las Herejías)
 
Siguen a trovadores y escogen como maestro a la multitud, sin saber que
muchos son malvados y pocos buenos. De hecho, los mejores hombres
escogen una cosa por encima de todas: la gloria inmortal entre los mortales;
pero las masas se obstruyen como el ganado.
(Según Clemente de Alejandría en Stormata)
 
Solamente existe una única sabiduría, entender la voluntad inteligente por la
cual todas las cosas son regidas a través de todo.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Todo lo que concierne a ver, escuchar y aprender, es aquello que yo
particularmente honro.
(Según Hipólito en Refutación de todas las Herejías)
 
 
 
 
 
Parménides de Elea
Ca. 515 a. C. – ca. 450 a. C.
Filósofo griego, fundador de la escuela eleática
 
 
Debes aprender todas las cosas,tanto el centro impasible de la verdad
persuasiva como las opiniones de los mortales carentes de garantía cierta.
(Según Sexto Empírico en Contra los Matemáticos)
 
Es la misma cosa pensar y ser.
(Sobre la Naturaleza)
 
Las falsas creencias toman la apariencia de verdaderas, impregnándolo todo
por todos los medios.
(Sobre la Naturaleza)
 
Los hombres han establecido en sus mentes dos formas de hablar, una de las
cuales deberían haber dejado de lado, y es la que les aleja de la verdad.
(Sobre la Naturaleza)
 
Me es indiferente dónde fuera yo a comenzar, puesto que allí volveré.
(Según Proclo en Comentario sobre Parménides)
 
No dejes que los hábitos, nacidos de la experiencia, se interpongan en tu
camino, dirigiendo tus ojos sin objetivo y haciendo los oídos y la lengua
resonantes, sino juzga por medio de la razón la muy refutada prueba a la que
me he referido.
(Según Sexto Empírico en Contra los Matemáticos)
 
No hay y nunca habrá un tiempo aparte del tiempo presente, ya que el destino
lo ha encadenado haciéndolo total e inamovible.
(Sobre la Naturaleza)
 
Nunca prevalecerá que las cosas que no son, son. Prohíbe a tus pensamientos
adentrarse en esos derroteros de la indagación.
(Según Platón en Sofistas)
 
 
Anaxágoras
Ca. 500 a. C. – 428 a. C.
Filósofo griego
 
 
Desde la debilidad de nuestros sentidos no somos capaces de establecer una
opinión sobre la verdad.
 
Los griegos hicieron un mal uso del lenguaje al hablar de nacer y morir, ya
que nada nace o muere, las cosas que existen se mezclan o se separan. Así,
hubiera sido más correcto llamar al nacimiento mezcla, y a la muerte,
separación.
 
Todas las otras cosas participan en parte de todo, mientras Nous [intelecto] es
infinito y autónomo, y no está mezclado con nada, está solo en sí mismo y
por sí mismo. Si no fuera así, y estuviera mezclado con cualquier otra cosa,
participaría en todas las cosas. En todo hay una porción de todo, como ya
dije, y la mezcla de Nous con las demás cosas supondría una involución, y no
tendría poder sobre nada. Pues es la más escasa de las cosas y la más pura, y
posee el conocimiento de todo y la mayor de las fuerzas; y Nous tiene poder
sobre todas las cosas, grandes o pequeñas, que tienen vida. Y Nous tuvo la
facultad de la revolución total, y así comenzó a revolucionar desde el inicio,
al principio a pequeña escala, pero la revolución ahora extendida en un
espacio mayor continúa creciendo. Y todas las cosas que están mezcladas y
separadas y diferenciadas son conocidas por Nous. Y Nous puso orden entre
las cosas que hubieran de ser, fueron y son, en una revolución en la que ahora
giran las estrellas y el sol y la luna, y el aire y el espacio que los separa. Y esa
revolución causó la separación entre lo diáfano y lo opaco, el calor y el frío,
la luz y la oscuridad, y lo seco y lo húmedo. Y, así, hay muchas partes en
muchas cosas, pero ninguna cosa está separada o diferenciada de nada
excepto Nous. Y Nous es semejante en grandeza y menudencia, mientras
nada más se parece en nada, pero cada una de las cosas contiene y tuvo una
manifestación de las cosas que mayormente las forman.
 
 
(Sobre la Naturaleza)
Empédocles
Ca. 490 a. C. – ca. 430 a. C.
Filósofo griego, autor de la teoría de los cuatro elementos
 
 
Antes de esto nací una vez siendo un chico, y una chica, y una planta, y un
pájaro, y un pez veloz en el mar.
(Purificaciones)
 
Dichoso es el hombre que ha adquirido las riquezas de la sabiduría divina;
desdichado el que posee en su corazón una vaga opinión concerniente a los
dioses.
(Purificaciones)
 
Hay una afirmación de la necesidad, un antiguo decreto de los dioses, eterno,
sellado irrevocablemente con juramentos marcados: cuando alguno deshonra
su cuerpo de modo pecaminoso con derramamiento de sangre o se perjura
respecto a un acto inmoral, uno de los espíritus que son herederos de una vida
larga deambulará durante treinta mil estaciones separado de los
bienaventurados, llevando durante ese tiempo una existencia de todo tipo de
formas mortales, cambiando un camino amargo por otro.
(Purificaciones)
 
Hay una doble conversión de las cosas perecederas y un doble fallecimiento.
La unión de todas las cosas trae a una generación a la vida y la destruye; otra
crece y se esparce con la división de las cosas. Y estas cosas nunca cesan de
cambiar posiciones continuamente, uniéndose todas en un momento a través
del amor, en otro momento son repelidas mediante el conflicto. Así, está en
su naturaleza convertir grandes cantidades en uno, y de nuevo separar esa
unidad en grandes cantidades, en la medida en que llegan a ser y su vida no
continúa. Pero, puesto que nunca cesan de cambiar sus posiciones
constantemente, hasta cierto punto son inamovibles en su girar por el círculo
de la existencia.
(Sobre la Naturaleza)
 
La sabiduría de los hombres crece conforme a lo que tienen delante.
(Sobre la Naturaleza)
 
Mientras los mortales vivan lo que ellos llaman vida, vivos estarán, y sufrirán
el bien y el mal; aunque, antes de ser creados y después de disolverse, no son
más que nada.
(Sobre la Naturaleza)
 
No es posible para nosotros colocar a Dios ante nuestros ojos, ni tocarle con
nuestras manos, la forma más amplia de persuasión que conduce al corazón
del hombre.
(Purificaciones)
 
No hay sustancia en ninguna criatura perecedera, ni un cese para su
perniciosa muerte. Solamente son mezcla e intercambio de lo que ha sido
mezclado. Sustancia no es más que el nombre que los hombres han dado a
esas cosas.
(Sobre la Naturaleza)
 
Sé en efecto que la verdad se halla en las palabras que pronuncio, pero es
difícil para los hombres, recelosos de que una creencia asalte sus almas.
(Purificaciones)
 
 
Zenón de Elea
Ca. 490 a. C. – ca. 430 a. C.
Filósofo griego, creador de la dialéctica, famoso por sus paradojas
 
 
Aquello que está en movimiento debe llegar al punto intermedio antes de
llegar a su destino.
(Según Aristóteles en Física)
 
Aquello que está en movimiento no se mueve ni en el lugar en el que está, ni
en el que no está.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
De existir, cada cosa debe tener cierto tamaño y grosor, y parte de ella debe
estar separada del resto. Y el mismo razonamiento se aplica a la parte
subsiguiente, que también tendrá tamaño y parte de la misma será parte
subsiguiente. Y así infinitamente, ninguna parte será parte final, ni habrá
parte alguna que no esté relacionada con otra. Por lo tanto, si existe
pluralidad, esta ha de ser tanto grande como pequeña, tan pequeña como para
no tener tamaño, pero tan grande como para no tener límite.
(Según Aristóteles en Física)
 
En una persecución, el perseguidor nunca puede superar a un escapado,
aunque este sea más lento, ya que primero debe llegar al punto del que partió
el perseguido, por lo que este siempre irá en cabeza.
(Según Aristóteles en Física)
 
La hipótesis de la pluralidad, examinada con suficiente detalle, lleva a
resultados incluso más ridículos que la hipótesis monista.
(Según Platón en Parménides)
 
Si todo lo que existe tiene su sitio, ese sitio mismo también tiene su sitio, y
así hasta el infinito.
(Según Aristóteles en Física)
 
Si al ser reprobado no me enojo, entonces no debo estar satisfecho al ser
elogiado.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Protágoras
Ca. 481 a. C. – 420 a. C.
Filósofo sofista griego
 
 
Cuando consideramos cómo hacer funcionar correctamente una ciudad, se
debe proceder exclusivamente según el sentido de la justicia y la salud
mental.
(Según Platón en Protágoras)
 
El hombre es la medida de todas las cosas, para quien las cosas que son, son,
y las cosas que no son, no son.
(Según Platón en Theaetetus)
 
El arte de la guerra es parte del arte de gobernar.
(Según Platón en Protágoras)
 
Hay dos argumentos para toda cuestión
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Respecto a los dioses, no tengo los medios para saber siexisten o no, o de
qué clase podrían ser. Muchas cosas impiden el conocimiento, incluyendo lo
enigmático de la materia y la brevedad de la vida humana.
(Respecto a los Dioses)
 
Tú, Sócrates, empezaste diciendo que la virtud no se puede instruir, y ahora
insistes en lo contrario, tratando de mostrar que todo es conocimiento,
justicia, salud mental, incluso coraje, de lo que se deduce que la virtud
ciertamente puede ser instruida.
(Según Platón en Protágoras)
 
Mozi
Ca. 470 a. C. – ca. 391 a. C.
Filósofo chino, fundador del moísmo
 
 
El asesinato de una persona se considera injusto e incurre en pena de muerte.
Siguiendo este argumento, el asesinato de diez personas será diez veces más
injusto, resultando en diez penas de muerte; el asesinato de cien personas será
cien veces más injusto, derivando en cien penas de muerte. Todos los
hombres de bien del mundo saben que deben condenar estas cosas,
considerándolas injustas. Pero cuando se trata de la gran injusticia de ataques
de naciones, no reconocen que deben condenarlos. Al contrario, los aplauden,
llamándolos justos.
(Condena de la Guerra Ofensiva)
 
El hombre sabio que esté a cargo del gobierno de un imperio debe conocer
las causas del desorden antes de poder poner orden. A menos que conozca las
causas, no podrá regularlas.
(Amor Universal I)
 
El que critique a los demás debe poseer alguna utilidad de reemplazo. La
crítica sin sugerencia es como tratar de detener una inundación con otra
inundación, o apagar un fuego con otro. Es, ciertamente, inútil.
(Amor Universal III)
 
El verdadero camino de los reyes sabios es el amor universal. Es lo que da
paz a los gobernantes y sustento a las personas. Un hombre haría bien en
entender y practicar el amor universal; entonces sería gentil como
gobernante, leal como ministro, cariñoso como padre, filial como hijo, atento
como hermano mayor, y respetuoso como hermano menor. Así, si un hombre
desea ser un gobernante gentil, un ministro leal, un padre cariñoso, un hijo
filial, un hermano mayor atento y un hermano menor respetuoso, debe
practicar el amor universal. Es el camino de los reyes sabios y el gran
beneficio para las personas.
(Amor Universal III)
 
Los virtuosos que son prósperos deben ser exaltados, y los virtuosos que no
son prósperos deben ser exaltados igualmente.
(Exaltación de la Virtud)
 
Para lograr cualquier cosa, uno debe tener estándares. Nadie ha logrado
nunca nada sin ellos.
(Sobre la Necesidad de Estándares)
 
Si todos en el mundo amaran de manera universal, los Estados no se atacarían
entre ellos; los hogares no tendrían conflictos entre ellos; los ladrones y
maleantes acabarían desapareciendo; los emperadores y ministros, padres e
hijos, relacionados de forma afectuosa y filial… Si esto llegara a pasar, el
mundo estaría en orden. Por lo tanto, ¿cómo puede un hombre sabio que esté
a cargo del gobierno de un imperio dejar de restringir el odio y estimular el
amor? Así, existiendo el amor universal en el mundo, este tendrá orden; si lo
que existe es el odio mutuo, lo que reina es el desorden.
(Amor Universal I)
 
Si uno no preserva a los ilustrados de un Estado, estará dañando al Estado.
(Entablando Amistad con los Instruidos)
 
Suponiendo que tratamos de localizar la causa del desorden, hallaremos que
reside en la carencia de amor mutuo.
(Amor Universal I)
 
Uno no debe permitir el paso al oído a maliciosas palabras de calumnia. Uno
no debe permitir que una voz defensiva salga de su boca. Uno no debe
permitir la existencia en el corazón del deseo de dañar gravemente a las
personas. Si esto se logra, aunque siga habiendo personas que con cinismo
expongan a otras, carecerán de personas que se pongan de su lado.
(Autoconocimiento)
 
 
 
Sócrates
Ca. 470 a. C. – 399 a. C.
Filósofo griego, figura influyente de la filosofía occidental
 
 
Creo con seguridad en que verdaderamente existe tal cosa como una siguiente
vida, y que las almas de los muertos continúan su existencia, y que las almas
buenas reciben una mejor porción que las malvadas.
(Según Platón en Fedón)
 
El conocimiento es el alimento del alma.
(Según Platón en Protágoras)
 
El cuerpo es para nosotros una fuente inagotable de problemas por el mero
requerimiento de alimentos, además de ser propenso a enfermedades que nos
superen y nos obstaculicen en nuestra búsqueda de la verdad, y el hartarnos
de amores, lujuria, miedos, caprichos, ídolos y cualquier tipo de tontería,
impide que tengamos, como dice la gente, algo así como un pensamiento.
(Según Platón en Fedón)
 
El que haya vivido como un verdadero filósofo tendrá razones para estar de
buen ánimo cuando esté cercana la muerte y tendrá la esperanza de recibir
después de esta el mayor de los bienes en el otro mundo.
(Según Platón en Fedón)
 
En cada uno de nosotros se hallan dos principios regentes, cuya orientación
seguimos adonde sea que nos lleve, siendo uno un deseo innato de placer y,
el otro, un juicio adquirido que anhela excelencia.
(Según Platón en Fedro)
 
La reflexión es el sentir de un filósofo, y la filosofía comienza con la
reflexión.
(Según Platón en Teeteto)
 
La vida que no es examinada no merece la pena ser vivida por un ser
humano.
(Según Platón en Apología de Sócrates)
 
Las palabras falsas no son solamente malvadas en sí mismas, sino que
infectan el alma con maldad.
(Según Platón en Fedón)
 
Los mejores y más sabios ciudadanos nuestros no son capaces de impartir su
sabiduría política a los demás.
(Según Platón en Protágoras)
 
No soy un ateniense ni un griego, sino un ciudadano del mundo.
(Según Plutarco en Moralia)
 
Nunca temeré o evitaré un bien posible en lugar de un mal cierto.
(Según Platón en Apología de Sócrates)
 
Solamente existe un bien, el conocimiento, y un mal, la ignorancia.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Te digo que la virtud no viene dada por el dinero, sino que la virtud produce
dinero y cualquier otro bien del hombre, público o privado.
(Según Platón en Apología de Sócrates)
 
Todo lo que sé es que no sé nada, ya que si no sé qué es la justicia, no puedo
saber si es un tipo de virtud o no lo es, o si una persona que recibe justicia es
feliz o no lo es.
(Según Platón en República)
 
Un hombre, teniendo que lidiar con otros hombres, no tiene conocimiento de
ellos; de tenerlo, sería conocedor de la verdadera situación de la causa, que
unos pocos son buenos y unos pocos son malvados, y que la gran mayoría se
hallan en el intervalo entre el bien y el mal.
(Según Platón en Fedón)
 
Un hombre que sea bueno para cualquier cosa no debe calcular la posibilidad
de vivir o morir; solamente debe considerar si lo que hace es correcto o no,
ejerciendo el papel de hombre bueno o malo.
(Según Platón en Apología de Sócrates)
 
 
 
Demócrito
Ca. 460 a. C. – ca. 370 a. C.
Filósofo griego, autor de la teoría atómica del universo
 
 
Aprende a ver la vergüenza en tus propios ojos antes que buscarla en los de
los demás.
(Según Estobeo en Antología)
 
El autocontrol del padre es el mayor ejemplo para el hijo.
(Según Estobeo en Antología)
 
El coraje es el principio de la acción, pero la suerte es el árbitro del destino.
(Según Estobeo en Antología)
 
El deseo violento de una cosa ciega el alma a todas las demás.
(Según Estobeo en Antología)
 
El fin de toda acción es la calma, un estado en el cual el alma continúa serena
y fuerte, imperturbada por ningún miedo o superstición, o ninguna otra
emoción.
(Según Diógenes Laercio en Demócrito)
 
El habla es la sombra de la acción.
(Según Diógenes Laercio en Demócrito)
 
El que intente dar un consejo inteligente a alguien que se cree inteligente,
pierde el tiempo.
(Según Estobeo en Antología)
 
Es obligación de la inteligencia cuidarse de la amenaza de la injusticia, pero
no vengarla cuando ha ocurrido es una muestra de insensibilidad.
(Según Estobeo en Antología)
 
La crianza de los niños está llena de dificultades. El éxito va acompañado de
riña y cuidado, el fracaso supone un dolor mayor que cualquier otro.(Según Estobeo en Antología)
 
La fama y la riqueza sin inteligencia son posesiones peligrosas.
(Según Estobeo en Antología)
 
La guerra civil es perjudicial para ambas partes, pues tanto para los
vencedores como para los vencidos es idéntica la destrucción.
(Según Estobeo en Antología)
 
La justicia consiste en hacer lo que se debe hacer; la injusticia es dejar de
hacer lo debido, o hacer caso omiso.
(Según Estobeo en Antología)
 
La libertad de expresión es la seña de la libertad, pero el peligro se halla en
discernir la ocasión correcta.
(Según Estobeo en Antología)
 
La medicina cura los males del cuerpo, el saber libra al alma de sus pasiones.
(Según Estobeo en Antología)
 
La pasión por la riqueza, salvo limitada por la satisfacción, es mucho más
dolorosa que la pobreza extrema, puesto que las más grandes pasiones crean
las necesidades más grandes.
(Según Estobeo en Antología)
 
La vida en un país extranjero enseña autosuficiencia, puesto que el pan y el
lecho son la cura más dulce para el hambre y la fatiga.
(Según Estobeo en Antología)
 
Las acciones nobles son reconocidas y emuladas por quienes tengan una
buena disposición natural.
(Según Estobeo en Antología)
 
Las cualidades de las cosas existen por mera convención. En la naturaleza no
hay nada más que átomos y espacio vacío.
(Según Diógenes Laercio en Demócrito)
 
Las esperanzas de los hombres sensatos son alcanzables, pero las de los poco
inteligentes son imposibles.
(Según Estobeo en Antología)
 
Los hombres no encuentran la felicidad por medio de su cuerpo ni por sus
posesiones, sino a través de la honradez y la sabiduría.
(Según Estobeo en Antología)
 
Los hombres piden en sus oraciones salud a los dioses, ignorando que el
poder de lograr esto reside en ellos mismos, y al hacer lo contrario por
carecer de control, con sus deseos traicionan a su propia salud.
(Según Estobeo en Antología)
 
Los placeres intempestivos producen desagrado.
(Según Estobeo en Antología)
 
Los principios fundamentales del universo son átomos y espacio vacío, todo
lo demás simplemente se considera que existe.
(Según Diógenes Laercio en Demócrito)
 
Los tontos descubren el sentido común a través de la desgracia.
(Según Estobeo en Antología)
 
Más hombres se vuelven buenos por medio de la práctica que por naturaleza.
(Según Estobeo en Antología)
 
No se alcanza la técnica ni la sabiduría sin aprender.
(Según Estobeo en Antología)
 
Pobreza y riqueza son términos para carencia y superfluidad, así que quien
carece no es rico y quien no carece no es pobre.
(Según Estobeo en Antología)
 
Son tontos los que anhelan lo ausente descuidando lo que tienen cuando esto
es más valioso que lo que ya no tienen.
(Según Estobeo en Antología)
 
Todas las cosas ocurren por virtud de la necesidad, siendo el vórtice la causa
de la creación de todas las cosas.
(Según Diógenes Laercio en Demócrito)
 
Una mujer es mucho más aguda que un hombre en cuanto a pensamientos
malignos.
(Según Estobeo en Antología)
 
Uno debe respetar ante todo su propio dictamen, y esto debe servir como ley
para el alma para prevenir que uno haga algo impropio.
(Según Estobeo en Antología)
 
Platón
Ca. 427 a. C. – ca. 347 a. C.
Filósofo griego, fundador de la Academia de Atenas
 
 
Debemos intentar en la medida de lo posible evitar el vicio y alcanzar la
virtud mediante la educación, el estudio y el aprendizaje.
(Timeo)
 
Es justo considerar los dolores y placeres excesivos como las enfermedades
más grandes a las que está expuesta el alma.
(Timeo)
 
Hasta que los filósofos sean los reyes que gobiernen, o hasta que los que
ahora llamamos reyes y dirigentes tengan el espíritu y poder de la filosofía, y
el poder político y la sabiduría se aglutinen, y mientras que a la multitud de
caracteres que en el presente busca exclusivamente cualquiera de las dos se le
impida por la fuerza su logro, las ciudades nunca descansarán de sus males.
(República)
 
La vista es, en mi opinión, nuestra fuente de mayor beneficio, pues si nunca
hubiéramos visto las estrellas, el sol y el cielo, ninguna de las palabras que se
han dicho sobre el universo habrían sido pronunciadas. Pero ahora la visión
del día y la noche, y los meses y las revoluciones de los años ha creado los
números, y nos han otorgado el concepto del tiempo, y el poder de indagar
sobre la naturaleza del universo; y de esta fuente hemos derivado la filosofía,
el mayor de los bienes que el hombre mortal recibió o recibirá de los dioses.
(Timeo)
 
Las cosas inmateriales, que son las más grandes y nobles, se muestran
únicamente en pensamiento e idea, y no de otra forma.
(Político)
 
Los inexpertos en sabiduría y virtud, siempre ocupados con banquetes y
demás, caen en lo más bajo, donde deambulan toda su vida, nunca alzando la
vista hacia la verdad ni acercándose a ella ni saboreando los placeres puros y
duraderos. Como el ganado, siempre mirando hacia abajo con sus cabezas
inclinadas hacia el suelo y las mesas del banquete, se alimentan, engordan y
fornican. Con el fin de incrementar sus posesiones, dan coces y cornadas y se
matan entre ellos, insaciables como son.
(República)
 
Cualquiera que sea tu objetivo, deja que la virtud determine su logro, y sé
consciente de que sin ella todas las posesiones y anhelos son deshonrosos y
nocivos.
(Menéxeno)
 
Ningún hombre es voluntariamente malvado, sino que los malvados se
vuelven malos a causa de una mala disposición del cuerpo y una mala
educación, lo cual es odioso para todo hombre y le ocurre contra su voluntad.
(Timeo)
 
Ningún hombre inteligente se arriesgaría a expresar sus opiniones filosóficas
a través del lenguaje, y menos en un lenguaje inmutable, como es el caso del
lenguaje establecido en caracteres escritos.
(Carta VII)
 
Puesto que los que mandan en la ciudad lo hacen porque tienen muchas
posesiones, supongo que no están dispuestos a promulgar leyes que eviten
que los jóvenes sin disciplina gasten y malgasten su riqueza y, al concederles
préstamos asegurados por la propiedad, y luego demandar el pago, se vuelven
incluso más ricos y honorables.
(República)
 
Que cada uno recuerde a sus descendientes que también son soldados que no
deben desertar de las filas de sus antepasados, ni rezagarse por cobardía.
(Menéxeno)
 
Quienes aman la verdad en cada cosa han de ser llamados amantes de la
sabiduría, y no de la opinión.
(República)
 
Todo lo que es transformado o es creado debe necesariamente tener una
causa, pues sin causa nada puede ser creado.
(Timeo)
 
Una vez tocados por el amor, todos se convierten en poetas.
(El Banquete)
 
Diógenes de Sinope
Ca. 412 a. C. – 323 a. C
Filósofo griego de la escuela cínica
 
 
La pobreza aprendida por uno mismo ayuda a la filosofía, puesto que las
cosas que la filosofía intenta enseñar por medio del razonamiento, la pobreza
nos obliga a practicar.
(Según Estobeo en Antología)
 
La pobreza es una virtud que uno puede enseñarse a sí mismo.
(Según Estobeo en Antología)
 
La virtud no puede convivir con la riqueza, ya sea en una ciudad o en una
casa.
(Según Estobeo en Antología)
 
Las personas más nobles son las que desprecian la riqueza, el aprendizaje, los
placeres y la vida, apreciando por encima de todo la pobreza, la ignorancia, la
privación y la muerte.
(Según Estobeo en Antología)
 
Los perros muerden solamente a sus enemigos, mientras que yo muerdo
también a mis amigos con el fin de salvarlos.
(Según Estobeo en Antología)
 
No es que yo esté loco, sólo que mi cabeza es diferente a la tuya.
(Según Estobeo en Antología)
 
No sé si existen los dioses, pero deberían existir.
(Según Tertuliano en Ad Nationes)
 
 
 
 
 
 
Aristóteles
Ca. 384 a. C. – ca. 322 a. C.
Filósofo griego, creador de la lógica y figura influyente de la filosofía y la
ciencia
 
 
Debemos adentrarnos en el estudio de cada clase de animal sin desagrado,
pues cada uno y todos nos revelarán algo natural y algo hermoso.
(Las Partes de los Animales)
 
El conocimiento del hecho difiere del conocimiento de la razón por el hecho.
(Segundos Analíticos)El conocimiento se expresa en tres maneras: puede ser conocimiento
universal o conocimiento propio de la materia tratada, o la descripción
realista de tal conocimiento; como consecuencia, es posible cometer tres tipos
de error.
(Primeros Analíticos)
 
El dinero fue ideado para ser usado como moneda de cambio, no para
aumentar con interés. Y este término, interés, que significa generar dinero
con dinero, se aplica a la reproducción de dinero pues en su descendencia
tiene un parecido paternal. Por lo tanto, de todos los modos de conseguir
riqueza, este es el más antinatural.
(Política)
 
El hombre, al ser perfeccionado, es el mejor de los animales, pero cuando se
aparta de la ley y la justicia, es el peor de todos.
(Política)
 
El hombre es por naturaleza un animal político.
(Política)
 
El hombre sabio no debe ser mandado sino debe mandar, y no debe obedecer
a otro, sino que otro menos sabio le debe obedecer.
(Metafísica)
 
El hombre verdaderamente bueno y sabio soportará cualquier ventura de un
modo digno, y siempre actuará de la manera más noble que las circunstancias
permitan. 
(Ética Nicomáquea)
 
El infortunio muestra quiénes no son realmente amigos.
(Ética Eudemia)
 
El mejor amigo es el que, cuando desea el bien de una persona, lo desea por
el propio bien de esa persona.
(Ética Nicomáquea)
 
El que escoge saber en beneficio del saber mismo, escogerá con mayor
facilidad lo que suponga un conocimiento verdadero.
(Metafísica)
 
Es contrario a la Naturaleza dar igualdad a los desiguales, y nada que sea
contrario a la naturaleza puede ser bueno.
(Política)
 
Es la simplicidad lo que hace que los incultos sean más efectivos que los
cultos al dirigirse a audiencias populares.
(Retórica a Alejandro)
 
Exceso y defecto son característicos del vicio, y la medida de la virtud, pues
los hombres son buenos nada más que de una manera, pero malvados en
muchas.
(Ética Nicomáquea)
 
La base de un estado democrático es la libertad.
(Política)
 
La democracia surgió del pensamiento de los hombres de que, si son iguales
en cualquier aspecto, son iguales en todos los aspectos.
(Política)
 
La felicidad, consista en placer o virtud, o en ambas cosas, se encuentra con
más frecuencia entre quienes poseen una mente y un carácter altamente
cultivados y solamente una cantidad moderada de bienes externos, que entre
quienes poseen bienes externos que abarcan hasta la inutilidad pero carecen
de cualidades superiores.
(Política)
 
La ley es la razón no afectada por la pasión.
(Política)
 
La naturaleza del deseo es la no satisfacción, sin embargo, la mayoría de los
hombres viven sólo para esa satisfacción.
(Política)
 
La Naturaleza huye del infinito, pues el infinito es imperfecto y no tiene fin, y
la Naturaleza siempre busca un fin.
(Generación de los Animales)
 
La piedad nos obliga a honrar la verdad por encima de nuestros amigos.
(Ética Nicomáquea)
 
La vida encaminada a hacer dinero es una emprendida a la fuerza, y la
riqueza evidentemente no es el bien que buscamos, pues sólo es útil para
conseguir otra cosa.
(Ética Nicomáquea)
 
Lo más noble es aquello que sea lo más justo, y lo mejor es la salud, pero lo
más placentero es conseguir lo que amamos.
(Ética Nicomáquea)
 
Los actos de cualquier tipo producen hábitos o caracteres del mismo tipo. De
ahí que debemos asegurarnos de que nuestros actos sean de un cierto tipo,
pues el carácter resultante varía en su función. Por lo tanto no es indiferente
si un hombre se forma en su juventud de una manera u otra, sino que la
diferencia es total.
(Ética Nicomáquea)
 
Los inferiores se rebelan con el fin de poder ser iguales, y los iguales para ser
superiores. Tal es el estado de ánimo que crea revoluciones.
(Política)
 
Los que afirman que las ciencias matemáticas no dicen nada de lo bello o de
lo bueno están en un error, pues estas ciencias declaran y prueban mucho en
ese aspecto; si no los mencionan expresamente, pero prueban atributos que
son sus resultados o definiciones, no es cierto que no nos dicen nada acerca
de ellos. Las principales formas de belleza son el orden, la simetría y la
precisión, que las ciencias matemáticas demuestran de un modo especial.
(Metafísica)
 
Los vicios no alcanzan o exceden respectivamente a las pasiones y las
acciones, mientras que la virtud encuentra y escoge lo intermedio.
(Ética Nicomáquea)
 
Nuestra tarea principal no debe estar subordinada a asuntos de menor
importancia. Tampoco debemos hacer hincapié en la causa de los asuntos por
igual, en algunos casos basta con establecer bien los hechos, como en el caso
de los principios fundamentales. De estos, algunos los vemos por inducción,
algunos por percepción, algunos por una cierta habituación, y otros de otras
maneras. Pero cada conjunto de principios ha de ser investigado de manera
natural, y hemos de esforzarnos en establecerlos definitivamente, puesto que
tienen una gran influencia en lo que sigue. El comienzo es considerado más
que la mitad del todo, y muchas de las preguntas que nos hacemos se
solucionan así.
(Ética Nicomáquea)
 
Por su naturaleza, todos los hombres anhelan saber. Muestra de ello es la
manera en la que nos deleitamos con nuestros sentidos, que estimamos no
tanto por su utilidad como por lo que son y, por encima de todo, estimamos el
sentido de la vista. Porque no sólo en el momento de una acción, sino incluso
cuando no estamos haciendo nada, preferimos la vista a casi todo lo demás.
La razón es que este sentido, más que ningún otro, nos hace saber y trae a la
luz las muchas diferencias entre las cosas.
(Metafísica)
 
Que los jueces de causas importantes ocupen el cargo de por vida es algo
discutible, pues la mente envejece igual que el cuerpo.
(Política)
 
Si existe algún fin de las cosas que hacemos, que deseamos por beneficio
propio, este debe, claramente, ser el bien. ¿No tendría, pues, el conocimiento
de ello una gran influencia en la vida? ¿No tendríamos, como los arqueros
que tienen un blanco al que apuntar, mayor posibilidad de acertar en lo que
deberíamos? Si fuera así, deberíamos intentar, al menos en líneas generales,
determinar cuál es ese fin.
(Ética Nicomáquea)
 
Si la libertad y la igualdad, como creen algunos, se hallan mayormente en la
democracia, su logro será mayor cuando todas las personas participen al
máximo del gobierno en partes proporcionales.
(Política)
 
Toda enseñanza y aprendizaje intelectual surge a partir del conocimiento ya
existente.
(Segundos Analíticos)
 
Todo aquello que dependa de la acción de la naturaleza es, por naturaleza, tan
bueno como puede ser.
(Ética Nicomáquea)
 
Un hombre estudioso se distingue por buscar la precisión en toda clase de
cosas en la medida que la naturaleza de la materia lo permita; evidentemente,
es estúpido aceptar por igual el razonamiento probable de un matemático y la
demanda de pruebas científicas de un retórico.
(Ética Nicomáquea)
 
Un tirano debe aparentar una devoción religiosa fuera de lo común. Los
individuos sienten menos aprensión hacia el trato ilícito de un gobernante a
quien consideran temeroso de Dios y piadoso. Por otra parte, será menos fácil
que actúen contra él, al existir la creencia de que tiene a los dioses de su
parte.
(Política)
 
Una golondrina no hace verano, como no lo hace un día; y así, un día, o un
momento corto no hace a un hombre feliz y dichoso.
(Ética Nicomáquea)
 
Uno pensaría que sería incluso más necesario limitar la población que la
propiedad, y que dicho límite debería ser fijado calculando las probabilidades
de mortalidad infantil, y la esterilidad de las personas casadas. La negligencia
en este tema, que en los estados existentes es tan común, es la causa infalible
de la pobreza entre los ciudadanos, y la pobreza es el padre de la revolución y
el crimen.
(Política)
 
 
Zhuangzi
Ca. 369 a. C. – ca. 286 a. C.
Filósofo chino, figura clave del taoísmo
 
 
Al actuar al estilo de los hombres, es fácil caer en la hipocresía; al actuar de
una manera divina, es difícil ser un hipócrita.
(Mundo de Hombres)
 
Al nacerun hombre, nace su pena.
(Placer Perfecto)
 
Cuando todos los hombres dejen de llevar su naturaleza más allá de su
condición normal y no alteren sus características, el buen gobierno del mundo
estará asegurado.
(Dejar Ser y Ejercer Indulgencia)
 
De mis frases, nueve de cada diez son metafóricas; siete de cada diez
ilustraciones mías son de escritores valiosos. El resto de mis palabras son
como el agua que a diario llena la copa, templada y armonizada por el
elemento celestial de nuestra naturaleza.
(Lenguaje Metafórico)
 
Desecha tu sabiduría pequeña, y tu gran sabiduría relucirá.
(Lo que Viene de Fuera)
 
Dile a un hombre que no hace más que seguir las opiniones de otro, o que es
un adulador de otros, y enrojecerá de rabia. Y sin embargo, toda su vida no
hace más que seguir y adular a otros… No es más que un seguidor de otros,
aprobando y desaprobando según lo hagan ellos, aunque no admitirá ser lo
que es. Ese es el colmo de la estupidez.
(El Cielo y la Tierra)
 
El conocimiento de lo insignificante no alcanza al de lo importante; la
experiencia de unos pocos años no tiene el alcance de la de muchos.
(Placer en Calma Tranquila)
 
El gran conocimiento es amplio y exhaustivo; el pequeño conocimiento es
parcial y restringido. El gran discurso es exacto y completo; el pequeño
discurso no es más que palabrería.
(El Ajuste de las Controversias)
 
El que comprenda las condiciones de la vida no se esforzará por conseguir lo
que no tiene utilidad en la vida, y el que entienda las condiciones del destino
no intentará alcanzar lo que esté fuera del alcance del conocimiento.
(Pleno Entendimiento de la Vida)
 
El que sea consciente de su estupidez no es del todo estúpido; el que sepa que
abriga una falsa ilusión no está del todo engañado. El que esté engañado por
completo nunca se desengañará; el que sea muy estúpido nunca en su vida se
volverá inteligente.
(El Cielo y la Tierra)
 
El uso del lenguaje metafórico no es culpa mía, sino de los hombres que, de
otro modo, no me entenderían con facilidad.
(Lenguaje Metafórico)
 
Fue la separación la que llevó a la finalización; a la finalización le siguió la
disolución. Pero todas las cosas, sin reparar en su finalización y disolución,
pueden comprenderse otra vez en su unidad; sólo el pensamiento de amplio
alcance puede comprenderlas en su unidad.
(El Ajuste de las Controversias)
 
La felicidad es más ligera que una pluma, pero nadie sabe cómo sostenerla; la
calamidad es más pesada que la tierra, y aun así nadie sabe cómo evitarla.
(Mundo de Hombres)
 
La vida de las cosas es como el galope apresurado de un caballo. Con cada
movimiento hay un cambio; en cada momento hay una alteración. ¿Qué
debes hacer? ¿Qué no debes? Únicamente debes dejar que el curso natural de
las cosas siga su transformación.
(Las Aguas de Otoño)
 
La virtud se disipa en la búsqueda de la fama, y la sabiduría busca
manifestarse en la lucha con los demás. En su búsqueda de la fama, los
hombres se destruyen entre ellos; la sabiduría se convierte en un arma de
contención.
(Mundo de Hombres)
 
Las palabras litigantes no alcanzan un propósito. La benevolencia ejercida de
manera constante no cumple con su objetivo. La imparcialidad que alardea de
pureza no es genuina. El coraje que es muy obstinado es ineficaz.
(El Ajuste de las Controversias)
 
Los hombres aprueban los puntos de vista que coinciden con los suyos
propios, y se oponen a los contrarios. Los coincidentes son considerados
correctos, los opuestos, equivocados.
(Lenguaje Metafórico)
 
Los que piensan que la riqueza es lo más apropiado para ellos no son capaces
de renunciar a sus ingresos; los que buscan distinción no pueden renunciar a
la idea de la fama; los que se adhieren al poder no pueden compartirlo con
otros. Mientras se agarran a esas cosas, temen perderlas. Cuando las sueltan,
se afligen; y no van a querer ver ejemplo alguno del que puedan percibir la
insensatez de su incansable afán: tales hombres sufren la condenación
celestial.
(La Revolución del Cielo)
 
No perder el carácter real de la naturaleza con el que estamos dotados es el
camino perfecto y correcto.
(Pies Palmeados)
 
Nuestra vida tiene un límite, pero no así el conocimiento.
(Nutrir el Principio Vital)
 
Si todos siguiéramos los juicios de una mente predeterminada, ¿quién sería el
que se quedara solo y sin maestro?
(El Ajuste de las Controversias)
 
Ten la mente abierta como el espacio, cuyos cuatro puntos cardinales son
ilimitados, y no forman ámbitos particulares.
(Las Aguas de Otoño)
 
Toda extravagancia conduce a un lenguaje imprudente, y tal lenguaje no
logra credibilidad.
(Mundo de Hombres)
 
Todos los que dan importancia a lo externo muestran estupidez en su propio
interior.
(Pleno Entendimiento de la Vida)
 
Epicuro
341 a. C. – 270 a. C.
Filósofo griego, creador del Epicureísmo
 
 
Algunos buscan la fama y la posición social, pensando que de ese modo
podrán protegerse de otros hombres. Si sus vidas llegaran a ser realmente
seguras, entonces habrían alcanzado un bien natural; sin embargo, de no
llegar a ser seguras, seguirían careciendo de lo que en un principio buscaban
por instinto natural.
 
Allá donde, sin cambio alguno en las circunstancias, lo que se creía justo por
ley se demuestra entrar en conflicto con la esencia de la justicia, nunca fue
realmente justa la ley. Pero donde y cuando las leyes hubieran dejado de ser
provechosas debido a un cambio de circunstancias, en ese caso o tiempo las
leyes fueron justas cuando beneficiaron la interacción humana, y dejaron de
serlo sólo cuando ya no fueron beneficiosas.
 
Cuando el dolor surgido de la necesidad ha sido eliminado, el placer corporal
no puede aumentar, simplemente varía. Pero el límite del placer mental se
alcanza tras reflexionar sobre esos placeres corporales y la angustia mental
originada antes de la satisfacción.
 
De todas las cosas que la sabiduría facilita para vivir una vida entera con
felicidad, la más grande con diferencia es la posesión de la amistad.
 
Debemos considerar que el objetivo final sea real, y reconciliar nuestras
opiniones con la experiencia sensorial; de lo contrario, la vida estará llena de
confusión y perturbación.
 
El azar tiene poco efecto sobre el hombre sabio, pues su mayor interés está
instruido por la razón durante todo el curso de la vida.
 
El beneficio natural de la realeza y los altos cargos es (y sólo es eso) el grado
en que proporcionan la seguridad de los demás hombres.
 
El dolor físico continuo no dura mucho. En su lugar, el dolor extremo dura
sólo un corto tiempo, y un dolor menos extremo no dura muchos días
seguidos. Incluso las enfermedades prolongadas permiten períodos de confort
físico que superan los sentimientos de dolor.
 
El hombre justo es el que más libre está de ansiedad, mientras que el injusto
es perseguido por ella a perpetuidad.
 
El placer alcanza su límite máximo con la eliminación de todas las fuentes de
dolor. Cuando tal placer está presente, durante el tiempo que dure, no hay
causa presente para el dolor físico o mental, ni de ambos juntos.
 
El placer corporal parece ilimitado, y proporcionarlo requeriría un tiempo
ilimitado. Pero la mente, reconociendo los límites del cuerpo y denegando la
comprensión acerca de la eternidad, provee una vida completa y óptima, por
lo que ya no tenemos anhelo alguno de tiempo ilimitado. Sin embargo, la
mente no rehúye el placer; es más, cuando el final de la vida se acerca, no
siente remordimiento alguno, como si de algún modo no hubiera vivido la
mejor vida posible.
 
El poder supremo y la gran riqueza pueden, hasta cierto punto, protegernos
de otros hombres, pero la seguridad en general depende de la paz espiritual y
el distanciamiento social.
 
El que comprenda los límites de la vida sabe que las cosas que eliminan el
dolor producido por la necesidad son fáciles de obtener, y proveen una vida
completa y óptima. Así, ya no necesitará cosas difíciles de conseguir.
 
El que desee vivir con tranquilidad sin nada que temer de otros hombres,
debe hacer amigos. Conlos que no consiga entablar amistad, debe al menos
evitar crear una enemistad y, si eso no está en su mano, debe, en la medida de
lo posible, evitar todo trato con ellos y mantenerlos a distancia, en tanto que
es en interés propio hacerlo.
 
El tiempo infinito y el finito permiten idénticos placeres, si uno mide sus
límites con la razón.
 
Entre las acciones legalmente reconocidas como justas, aquellas que la
experiencia ha comprobado que son de beneficio mutuo tienen la virtud de la
justicia, tanto si es igual para todos o no. Pero si una ley se aprueba
careciendo de ese provecho, ya no lleva el sello de la justicia. Y algo que
solía ser de beneficio mutuo cambia, aunque por algún tiempo se corresponda
con nuestro concepto de la justicia, ciertamente sólo lo es en realidad durante
ese tiempo, al menos para quienes no se preocupan de los aspectos técnicos y
en su lugar prefieren examinar y juzgar cada caso por sí mismos.
 
Entre los deseos, algunos son naturales y necesarios, algunos son naturales
pero innecesarios, y otros no son ni naturales ni necesarios, sino basados en
opiniones infundadas.
 
Es imposible vivir placenteramente sin vivir de manera sabia, honorable y
justa, y es imposible vivir de manera sabia, honorable y justa sin vivir
placenteramente. Siempre que una de estas tres cosas falta (cuando, por
ejemplo, uno no es capaz de vivir de manera sabia, aunque sí de manera
honorable y justa) es imposible llevar una vida placentera.
 
Esos deseos naturales que no crean dolor cuando no se satisfacen, aunque se
persigan con un esfuerzo intenso, son también debidos a una opinión sin
fundamento; y si no se disipan, no es por su propia naturaleza, sino por la
vanidad humana.
 
La injusticia no es un mal en sí mismo, sino sólo como consecuencia del
temor adjunto de no ser capaz de escapar de aquellos asignados a castigar los
actos injustos.
 
La justicia absoluta no existe. Sólo existen acuerdos mutuos entre los
hombres, concertados en distintos momentos y lugares, para no infligir ni
permitir daño alguno.
 
La justicia es esencialmente la misma para todos los pueblos en cuanto a que
beneficia la interacción humana. Pero los detalles de cómo es aplicada la
justicia en países o circunstancias particulares pueden variar.
 
La justicia natural es el provecho otorgado por acuerdos mutuos de no infligir
ni permitir daño.
 
La misma convicción que inspira confianza en que nada terrible dura para
siempre, o incluso por mucho tiempo, también nos permite ver que en medio
de los limitados males de la vida nada aumenta nuestra seguridad tanto como
la amistad.
 
La muerte es insignificante para nosotros, porque un cuerpo que ha sido
dispersado en elementos no experimenta sensaciones, y la ausencia de
sensaciones no es nada para nosotros.
 
La riqueza natural es tanto limitada como fácil de obtener, pero la vanidad es
insaciable.
 
Los hombres más felices son aquellos que disfrutan de la condición de no
tener nada que temer de quienes les rodean. Tales hombres viven entre los
otros de forma más agradable, teniendo los motivos más firmes para la
confianza en el otro, disfrutando de los beneficios de la amistad en toda su
plenitud, y no lloran a un amigo que muere antes que ellos, como si hubiera
una necesidad de lástima.
 
Ningún placer es malo en sí mismo, pero algunos placeres sólo se pueden
obtener a costa de excesivos problemas.
 
No es posible para aquel que viole la condición secreta de un acuerdo de no
infligir ni permitir daño tener el convencimiento de que no le atraparán,
incluso si ya se hubiera salido con la suya mil veces antes. Pues hasta el
momento de la muerte, la certeza de evitar ser descubierto no existe.
 
Para todos los seres vivos incapaces de acordar no dañarse los unos a los
otros, nada es jamás justo o injusto; y así ocurre con todas las tribus del
hombre que no han sido capaces o no han tenido la voluntad de llegar a tales
acuerdos.
 
Si argumentas contra todas tus sensaciones, carecerás de criterio para declarar
ninguna de ellas falsa.
 
Si las cosas que los hombres depravados encuentran placenteras pusieran fin
a todos los temores (como los concernientes a los cuerpos celestiales, la
muerte y el dolor) y si revelaran cómo deberíamos limitar nuestros deseos, no
hallaríamos razón alguna para reprocharles nada, pues estarían
satisfaciéndose con placeres de toda procedencia sin experimentar ningún
dolor, ni en su mente ni en su cuerpo, que es el mayor mal de la vida.
 
Si no concilias tu comportamiento con el objetivo de la naturaleza, sino en su
lugar haces uso de algún otro criterio en materia de elección y evitación,
entonces habrá un conflicto entre la teoría y la práctica.
 
Si nunca nos hubiéramos preocupado por cómo los fenómenos del cielo o la
muerte nos podrían afectar, o por nuestros fracasos en comprender los límites
del dolor y el deseo, no habríamos tenido la necesidad de estudiar la
naturaleza.
 
Si rechazas arbitrariamente cualquier experiencia sensorial y no eres capaz de
diferenciar entre una opinión a la espera de confirmación y lo que ya perciben
los sentidos, los sentimientos y cualquier facultad intuitiva de tu mente, le
atribuirás problemas a todas las demás experiencias sensoriales, rechazando
así todo criterio. Y si al mismo tiempo ratificas lo que espera confirmación
así como la experiencia sensorial real, seguirás cometiendo un gran error,
porque estarás fomentando que la igualdad de razonamiento ponga en duda la
verdad y la falsedad de todo.
 
Si todos los placeres pudieran ser prolongados para durar en el cuerpo o en la
mente, los placeres ya nunca se diferenciarían entre ellos.
 
Todos los deseos que no produzcan dolor alguno cuando no sean alcanzados
no son necesarios; tales deseos pueden ser disipados con facilidad al
considerarlos difíciles de satisfacer o de producir daño.
 
Un ser bendito e imperecedero no posee problemas ni se los causa a nadie;
por lo tanto, no experimenta sentimientos de ira o endeudamiento, pues esos
sentimientos suponen debilidad.
 
Uno no gana nada por asegurar la protección de otros hombres si aún tiene
temores acerca de las cosas por encima y por debajo de la tierra y en todo el
universo infinito.
 
Uno no puede librarse de sus miedos primigenios si en vez de entender la
naturaleza del universo imagina la verdad según alguna historia mítica. Así
que sin el estudio de la naturaleza, no se puede disfrutar puramente del
placer. 
 
 
(40 Máximas Soberanas de Epicuro, incluidas por Diógenes Laercio en
Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos más Ilustres)
 
 
 
Zenón de Citio
Ca. 335 a. C. – ca. 263 a. C.
Filósofo griego, fundador del estoicismo
 
 
Admiro tu deseo de aprender, el cual es el verdadero objeto de deseo de la
humanidad, y que también le sirve de beneficio. Y el hombre que tiene por
objeto el estudio de la filosofía siente indiferencia por toda clase de
aprendizaje popular, que sólo tiende a la corrupción de la moral. Y tú,
pasando por alto el placer del que tanto se habla, que vuelve afeminadas las
mentes de los hombres jóvenes, muestras que tienes inclinación hacia
propósitos nobles, no sólo por tu naturaleza, sino también por tu propia libre
elección. Y una naturaleza noble, aun habiendo recibido sólo un pequeño
grado de formación, y que también se encuentra abundantemente entre
quienes enseñan, avanza sin dificultad hacia el perfecto logro de la virtud.
(Carta a Antígono)
 
Aquello que ejercita la razón es más excelente que lo que no ejercita la razón;
no hay nada más excelente que el universo, por lo tanto, el universo ejercita
la razón.
(Según Cicerón en De Natura Deorum)
 
De acuerdo a su filosofía, los estoicos dividían la razón en tres partes, y
afirmaban que una parte está relacionada con la filosofía natural, otra con la
ética y otra con la lógica. Y Zenón de Citio fue el primero que hizo esta
división en su obra Sobre el Raciocinio.
(Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos más
Ilustres)
 
El fin puede ser definido como la vida de acuerdo con la naturalezao, en
otras palabras, de acuerdo con nuestra propia naturaleza humana, así como
con la del universo.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
La razón por la cual tenemos dos oídos y una sola boca es para que podamos
escuchar más y hablar menos.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Ningún mal es honorable, pero la muerte es honorable; por lo tanto, la muerte
no es un mal.
(Según Séneca en Epístolas)
 
Si de un olivo brotaran melodiosas flautas de tubo, ¿dudarías de que en el
olivo reside un conocimiento sobre esas flautas? ¿Y si las plataneras portaran
arpas que produjeran sonidos rítmicos? Es evidente que pensarías de igual
modo que los árboles poseerían el arte de la música. ¿Por qué, entonces,
viendo que el universo da a luz a seres animados e inteligentes, no debería el
universo mismo ser considerado animado e inteligente?
(Según Cicerón en De Natura Deorum)
 
Si queremos dominar las ciencias, no hay nada tan fatal como la presunción.
(Según Diógenes Laercio en Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos
más Ilustres)
 
Un mal presentimiento es una conmoción de la mente que repugna a la razón,
y es contraria a la naturaleza.
(Según Cicerón en Disputaciones Tusculanas)
 
 
 
 
 
Marco Tulio Cicerón
106 a. C. – 43 a. C.
Filósofo y teorista político romano
 
 
Aunque desearía estar engalanado con cada virtud, no existe nada que tenga
en más alta estima que ser y parecer agradecido. Pues esta virtud no sólo es la
mayor de todas, sino que es la madre de todas las demás virtudes.
(Pro Plancio)
 
Aunque el silencio no tiene que ser necesariamente una admisión, tampoco es
una negación.
(Paulus)
 
Cada hombre se ama a sí mismo, no por el hecho de que por su propio afecto
pueda obtener alguna recompensa, sino porque cada uno se tiene en gran
estima a sí mismo. Y a no ser que este mismo sentimiento se transmita a la
amistad, nunca se hallará un verdadero amigo, pues un amigo verdadero es,
por así decirlo, un alma gemela.
(Sobre la Amistad)
 
Casi nadie baila cuando está sobrio, a no ser que esté loco.
(Pro Murena)
 
Censuramos con indignación y aversión a los hombres tan engañados y
desmoralizados por los encantos de los placeres del momento, tan cegados
por el deseo, que no pueden prever el dolor y las dificultades que
forzosamente se producirán; e igual reproche merecen los que no cumplen
con sus obligaciones debido a una voluntad débil o, dicho de otro modo,
debido a que eluden el esfuerzo y el dolor. Estos casos son perfectamente
simples y fáciles de distinguir. En una hora libre, cuando nuestra capacidad
de elección está libre de trabas y cuando nada nos impide hacer lo que más no
gusta, cada placer ha de ser bienvenido y cada dolor evitado. Pero en ciertas
circunstancias, y debido a las exigencias del deber o las obligaciones
profesionales, ocurrirá con frecuencia que los placeres han de ser repudiados
y las molestias aceptadas. Así, en estos asuntos el hombre sabio se aferra
siempre a este principio de selección: rechaza los placeres para asegurar otros
placeres más grandes, o bien soportar penas para evitar penas peores.
(Sobre el Supremo Bien y el Supremo Mal)
 
De todos los motivos, ninguno es más adecuado para asegurar la influencia y
conservarla que el amor; nada es más ajeno a tal fin que el miedo.
(Los Deberes)
 
Debemos alejar de nosotros la ira, pues nada se puede hacer de manera
correcta ni juiciosa con ira.
(Los Deberes)
 
Del mismo modo que los placeres y anhelos de las etapas anteriores de la
vida se desvanecen, ocurre igual con los de la vejez; y cuando eso ocurre, un
hombre habrá cumplido con su vida y le habrá llegado su hora de irse.
(Sobre la Vejez)
 
El miedo no es más que una pobre defensa del poder duradero, El afecto, en
cambio, es fiable para mantenerlo a salvo para siempre.
(Los Deberes)
 
El tiempo destruye errores y opiniones ficticias, mientras confirma las
resoluciones de la naturaleza y de la verdad.
(Sobre la Naturaleza de los Dioses)
 
Encuentro cuatro razones por las que la vejez da la impresión de ser infeliz: la
primera, que nos retira de actividades activas; la segunda, que hace el cuerpo
más débil; la tercera, que nos priva de casi todos los placeres físicos; la
cuarta, que no está muy lejos de la muerte.
(Sobre la Vejez)
 
Esta es la tarea de la filosofía: cura las almas, elimina las ansiedades vanas,
libera de los deseos y ahuyenta los temores.
(Disputaciones Tusculanas)
 
Hay una ley verdadera, una razón justa, conforme a la naturaleza, universal,
inmutable, eterna, cuyo mandato nos impulsa al deber, y cuyas prohibiciones
nos disuaden del mal. Tanto si impone o prohíbe, los hombres buenos
respetan su mandato, y los malvados la tratan con indiferencia. Esta ley no
puede ser contradicha por ninguna otra ley, y no está sujeta ni a derogaciones
ni a abrogaciones.
(Sobre la República)
 
La amistad hace que la prosperidad luzca más y alivia la adversidad, al
dividirlas y compartirlas.
(Sobre la Amistad)
 
La infamia adquirida por hacer lo que es correcto no es infamia en absoluto,
sino gloria.
(Catilinarias y Filípicas)
 
La filosofía es el cultivo del alma. Extrae vicios de raíz, prepara la mente para
ser sembrada, se dedica a ella y, por así decirlo, siembra lo que puede
producir, una vez maduro, el fruto más abundante.
(Disputaciones Tusculanas)
 
La filosofía es sin duda la medicina del alma. Su cura no ha de buscarse en el
exterior, como en el caso de las enfermedades del cuerpo, y debemos emplear
todos nuestros recursos y toda nuestra fuerza para poder curarnos.
(Disputaciones Tusculanas)
 
La naturaleza tiene un único camino y ese camino se recorre una sola vez, y
cada etapa de la existencia tiene asignada su propia cualidad correspondiente,
de manera que la debilidad de la infancia, la impetuosidad de la juventud, la
seriedad de la edad adulta, la madurez de la vejez, son frutos de la naturaleza
que deben ser cosechados en cada estación.
(Sobre la Vejez)
 
La propiedad distintiva del hombre es la búsqueda y persecución de la
verdad. Por lo tanto, cuando nos relajamos de nuestras preocupaciones y
cuidados, entonces codiciamos ver, escuchar y aprender algo; y consideramos
que el conocimiento de las cosas tanto oscuras como maravillosas es el medio
indispensable para vivir felices. De esto entendemos que la verdad, la
sencillez y la sinceridad están conformes a la naturaleza de la humanidad. A
esta pasión por descubrir la verdad se añade el deseo de dirigir; pues una
mente, bien formada por naturaleza, no está dispuesta a obedecer a hombre
alguno excepto a quien formula las reglas e instrucciones o a quien, para
provecho general, ejerce un gobierno equitativo y legítimo. A partir de esto
se desarrolla la nobleza de la mente, y el desdén hacia los intereses
mundanos.
(Los Deberes)
 
Las enfermedades de la mente son más comunes y más dañinas que las
enfermedades del cuerpo.
(Disputaciones Tusculanas)
 
Lo primordial y más deseado por todos los hombres felices, honestos y
mentalmente sanos es un tiempo de ocio digno.
(Pro Publio Sestio)
 
Los dioses tienen tantos nombres como idiomas existen entre los humanos.
(Sobre la Naturaleza de los Dioses)
 
Los retóricos están autorizados a mentir sobre los asuntos históricos para así
poder expresarse con mayor sutileza.
(Brutus)
 
No dejo de abogar por la paz. Puede que sea bajo términos injustos, pero aun
así es más conveniente que la más justa de las guerras civiles.
(Cartas a Ático)
 
No destruimos la religión al destruir la superstición.
(Sobre la Adivinación)
 
No es poseer un conocimiento insuficiente, sino seguir obstinado durante
mucho tiempo en un conocimiento insuficiente lo que es vergonzoso, puesto
que lo primero es una enfermedad común a todos, pero lo último se supone
que es un defecto individual.
(Sobre la Invención Retórica)
 
No existe más que una justicia esencial sobre la que se cimenta la sociedad, y
una ley que establece dicha justicia. Esta leyes la razón justa, la verdadera
base de todos los mandamientos y prohibiciones. Quienquiera que incumpla
esta ley, ya sea escrita o no, es necesariamente injusto y malvado.
(Sobre las Leyes)
 
No hay nada tan absurdo que no haya sido dicho ya por algún filósofo.
(Sobre la Adivinación)
 
Para aquellos que carecen de los medios para llevar una vida virtuosa y feliz,
cada etapa es fatigosa; por otra parte, para aquellos que buscan el bien por sí
mismos, nada impuesto por las leyes de la naturaleza puede parecerles malo.
A esta clase pertenece especialmente la vejez, que todos los hombres desean
alcanzar y sin embargo se avergüenzan cuando la alcanzan: ¡tal es la
inconsistencia y la perversidad de la estupidez!
(Sobre la Vejez)
 
¿Qué hay más repugnante que la avaricia, más crudo que la lujuria, más
despreciable que la cobardía, más bajo que la estupidez y la insensatez?
(Sobre las Leyes)
 
¡Qué pocos filósofos se encuentran cuyo carácter, alma y vida son como la
razón demanda, que no consideran su enseñanza como una exhibición de
conocimiento, sino como una norma vital, que se obedecen a sí mismos, y se
someten a sus propios decretos!
(Disputaciones Tusculanas)
 
Tras la muerte, la sensación será placentera o no habrá sensación alguna. Pero
esto se debe pensar desde nuestra juventud, para que podamos ser
indiferentes a la muerte, y sin esa manera de pensar nadie puede estar en un
estado de ánimo tranquilo. Pues es cierto que debemos morir y, que sepamos,
puede ser hoy mismo. Por lo tanto, ya que la muerte nos amenaza cada hora,
¿cómo puede tener quien la teme firmeza de alma alguna?
(Sobre la Vejez)
 
Una guerra nunca es declarada por el estado ideal, excepto en defensa de su
honor o su seguridad.
(Sobre la República)
 
Un joven que muere me recuerda a una fuerte llama extinguida por un
torrente; pero cuando muere un hombre viejo es como si un fuego se apagara
sin el uso de la fuerza y por voluntad propia, tras haberse consumido el
combustible.
(Sobre la Vejez)
 
 
Lucrecio
Ca. 99 a. C. – ca. 55 a. C.
Filósofo epicúreo y poeta romano
 
 
Al igual que los niños que tiemblan de miedo en la ciega oscuridad, nosotros
a veces tememos a plena luz lo que no es más temible que aquello que aterra
a los niños e imaginan que se hará realidad. Por lo tanto, este terror y
oscuridad de la mente deben ser disipados no por los rayos del sol y la
brillante luz del día, sino por el punto de vista y la ley de la naturaleza
 
Buscar un poder vano y nunca garantizado y por ello sufrir penurias y dolor
sin fin, eso es arrastrar y empujar con esfuerzo una roca colina arriba que, una
vez en lo más alto, cae rodando y bota y rebota hacia el árido y amplio prado.
 
Después de cierto tiempo, la vida de un tonto es un infierno en la tierra.
 
El goteo continuo erosiona una piedra.
 
Es más útil observar a un hombre en tiempos de peligro y en la adversidad
para discernir qué clase de hombre es, pues al menos en esos momentos de lo
más profundo de su corazón provienen palabras de verdad, se arranca la
máscara y lo que queda es la realidad.
 
Es placentero, cuando sobre el ancho mar los vientos sacuden las aguas,
observar desde la orilla las dificultades de los demás, no porque disfrutemos
viendo los apuros ajenos, sino porque el hecho de que nosotros estemos libres
de esos males nos parece placentero. Placentero es también contemplar cómo
grandes ejércitos luchan en una llanura, cuando nosotros no participamos en
el peligro. Pero nada es más agradable que ocupar un elevado refugio en la
mente, bien fortificado con las enseñanzas de los sabios, desde donde
observar cómo los demás van tropezando, buscando en vano el verdadero
camino de la vida.
 
La muerte no es nada para nosotros, no importa lo más mínimo, puesto que la
naturaleza de nuestra mente se entiende que es mortal.
 
La suma de las cosas siempre se está renovando, y los mortales viven
dependientes uno del otro. Algunas naciones aumentan, otras disminuyen, y
en un corto espacio de tiempo las generaciones de criaturas vivas sufren
cambios y, como unos corredores, van pasando la antorcha de la vida.
 
La verdad enciende la luz para la verdad.
 
La vida es una larga lucha en la oscuridad.
 
La violencia y el daño atrapan en sus redes a todo aquel que las cometa, y por
lo general vuelve sobre quien las originó.
 
Las fiebres ardientes no abandonarán tu cuerpo antes cubriéndote con tapices
ilustrados o caras colchas moradas que abrigándote con la manta de un
hombre pobre.
 
Nada es más difícil que distinguir la realidad de los sentidos de esas versiones
dudosas de ellos que la mente suministra con facilidad.
 
Nada puede ser creado de la nada.
 
Ningún hecho es tan evidente que no produzca en un primer momento
asombro, ni tan asombroso que no acabe por producir creencia.
 
Poderosa es la religión en su persuasión al mal.
 
Si uno fuera a guiar su vida por principios verdaderos, la riqueza más grande
del hombre es vivir con poco con la mente contenta, pues tener siempre un
poco es nunca carecer.
 
Tal es el poder de la razón para superar vicios innatos que nada nos impide
vivir una vida digna de los dioses.
 
Una cosa pequeña puede producir una analogía de grandes cosas, y mostrar el
camino al conocimiento.
 
 
(Sobre la Naturaleza de las Cosas)
 
 
Filón de Alejandría
Ca. 25 a. C. – ca. 50 d. C.
Filósofo judeo-helénico romano
 
 
Algunos, haciendo caso omiso de la riqueza de la naturaleza, persiguen la
riqueza de vano concepto. Escogen apoyarse en alguien carente en lugar de
alguien que posee el don de la vista, y con esta orientación deficiente los
pasos acaban por fuerza en caída.
(Sobre las Virtudes)
 
Aquellos dominados por la ira o el deseo o alguna otra pasión o por algún
vicio insidioso están esclavizados por completo, mientras que todos aquellos
cuya vida está regulada por la ley son libres. Y la razón justa es una ley
infalible, no esculpida por un mortal u otro ni perecedera como estos, ni
escrita en un pergamino sin alma, sino que su naturaleza inmortal en las
mentes inmortales jamás perecerá.
(Cualquier Hombre Decente es Libre)
 
Debemos hacer mérito de la riqueza más alta y noble, que no pertenece a
todos sino a los hombres verdaderamente nobles y talentosos. Esta riqueza es
conferida por la sabiduría a través de las doctrinas principales de la ética, la
lógica y la física, y de ellas brotan las virtudes, que libran al alma de su
propensión a la extravagancia, y engendran la predilección por la alegría y la
moderación, y la asimilación con Dios. Pues Dios no tiene anhelos. No
necesita nada, siendo Él mismo autosuficiente, mientras el tonto tiene muchas
necesidades, siempre sediento de lo que no tiene, anhelando satisfacer su
voraz e insaciable deseo, como una llama que aviva produciendo un fuego.
Pero el hombre de bien tiene pocas necesidades, encontrándose a mitad de
camino entre la mortalidad y la inmortalidad.
(Sobre las Virtudes)
 
El camino que conduce al placer es cuesta abajo y muy fácil, y con el
resultado de que uno en vez de andar es arrastrado; el otro camino que
conduce al autocontrol es cuesta arriba, arduo sin duda, pero extremadamente
provechoso. Uno nos arrastra, llevándonos por la fuerza hacia lo más bajo
mientras descendemos su inclinada pendiente, hasta que nos arroja a sus pies;
el otro conduce hacia el cielo al inmortal que no se ha desvanecido durante el
recorrido y ha tenido la fuerza para soportar la brusquedad del duro ascenso.
(Sobre las Leyes Especiales)
 
El hombre de bien aprende a hacer caso omiso de los mandatos que le
imponen los regentes del alma sin ley, inspirado por su ardiente anhelo de
libertad y su herencia particular que le hace no acatar orden alguna y obra
únicamente por voluntad propia.
(Cualquier Hombre Decente es Libre)
 
Incluso un gran rey parecería el hombre más pobre, comparado con una sola
virtud. Pues su riqueza es desalmada, enterrada profundamente en almacenes
y escondrijos de la tierra, mientras que la riqueza de la virtud se halla en la
parte soberana del alma, y en la parte

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