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Tabla de contenido 150 Historias Bíblicas Favoritas Para Estudiar Reuniones De Fca Tiempo De Entrenamiento 31 Devocionales Los Cuatro Asumí el Compromiso Querido compañero de equipo: En tus manos, tienes el libro más poderoso del mundo. Es el plan de juego de Dios para tu vida, y es lo único que necesitas como competidor. Te desafío a abrir esta Biblia del deportista cada día y a leer la Palabra de Dios. Esto cambiará tu vida, tal como cambió la mía. El tema de FCA es VAMOS: Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Mateo 28:18-20 Jesús nos manda avanzar e ir con gran audacia a todo el mundo, a hacer discípulos y enseñar la buena noticia. Por un momento, podemos esforzarnos más allá de nuestros límites percibidos para lograr más de lo que podemos imaginar. Juntos, podemos ver el mundo transformado por Jesucristo. Es hora de ir a fondo con la Palabra de Dios y aprender a dejar huella para Jesús como deportistas cristianos. Tenemos al Entrenador supremo que nos guía al frente. El momento es ahora. ¡Vamos! Your Teammate In Christ, Shane Williamson Presidente/director ejecutivo de FCA ESTUDIO BÍBLICO DEPORTIVO Copyright © 2020 por Fellowship of Christian Athletes. Todos los derechos reservados. Publicado por B&H Publishing Group Nashville, Tennessee, EE UU 37234 A menos que se indique otra cosa, las citas bíblicas se han tomado de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, © 1999 por Biblica, Inc.® Usadas con permiso. Todos los derechos reservados. ISBN: 978-1-0877-2411-9 TABLA DE CONTENIDO LIFE TOPICS ANTIGUO TESTAMENTO NUEVO TESTAMENTO SECCIONES ROTULADAS REUNIONES DE FCA LOS CUATRO TIEMPO DE ENTRENAMIENTO CÓMO PARTICIPAR EN FCA 150 HISTORIAS BÍBLICAS FAVORITAS PARA ESTUDIAR ANTIGUO TESTAMENTO Los comienzos de la creación de Dios Creación extrema Genesis 1:1–2:3 Caín asesina a Abel Génesis 4:1-16 El jardín supremo Génesis 2:4-25 El diluvio Génesis 6:5–7:12 El pecado entra al paraíso Génesis 3:1-24 Noé y el arca Génesis 8:1-22 Los fundadores de Israel El llamado de Abram Génesis 12:1-9 Abraham es probado Génesis 22:1-19 Abram y Lot se separan Génesis 13:1-18 Jacob y Raquel Génesis 29:1-4 Abraham ruega por Sodoma Génesis 18:16-33 Jacob lucha con Dios Génesis 32:22-32 La destrucción de Sodoma y Gomorra Génesis 19:1-29 Los sueños de José Génesis 37:1-11 Nace Isaac; Ismael es enviado lejos Génesis 21:1-21 José es vendido por sus hermanos Génesis 37:12-36 La esclavitud de Israel en Egipto José y la esposa de Potifar Génesis 39:1-23 Moisés y la zarza ardiente Éxodo 3:1-22 José interpreta los sueños del faraón Génesis 41:1-40 Señales para Moisés Éxodo 4:1-17 José revela su identidad Génesis 45:1-28 Ladrillos sin paja Éxodo 5:1-21 Los comienzos de la vida de Moisés Éxodo 2:1-25 Comienzan las plagas Éxodo 6:28–7:24 El viaje a la tierra prometida Pascua Éxodo 12:1-30 El becerro de oro Éxodo 32:1- 35 El cruce del mar Éxodo 14:5-3 María y Aarón se oponen a Moisés Números 12:1-15 El maná y las codornices Éxodo 16:1-35 La exploración de la tierra prometida Núm. 13:26-14:10,26-45 Los diez mandamientos Éxodo 19:10–20:21 La renovación del pacto Deuteronomio 10:1-22 La vida en la tierra prometida El cruce del Jordán Josué 3:14–4:24 El matrimonio de Sansón Jueces 14:1-20 La conquista de Jericó Josué 5:13–6:21 Sansón y Dalila Jueces 16:1-22 Gedeón vence a los madianitas Jueces 7:1-25 La muerte de Sansón Jueces 16:21-31 Los grandes reyes de Israel El Señor llama a Samuel 1 Samuel 3:1-14 David y Betsabé 2 Samuel 11:1-27 Israel exige un rey 1 Samuel 8:1-22 Natán reprende a David 2 Samuel 12:1-14 Samuel reprende a Saúl 1 Samuel 13:1-15 David se lamenta 2 Samuel 12:15-25 Samuel unge a David 1 Samuel 16:1-13 Amnón viola a Tamar 2 Samuel 13:1-22 David contra Goliat 1 Samuel 17:20-50 Absalón mata a Amnón 2 Samuel 13:23-39 Saúl tiene celos de David 1 Samuel 18:1-6 El sabio reinado de Salomón 1 Reyes 3:16-28 David y Jonatán 1 Samuel 20:1-13,18-42 El esplendor y las esposas de Salomón 1 Reyes 10:23–11:13 David le perdona la vida a Saúl 1 Samuel 24:1-22 El reino se divide 1 Reyes 12:1-24 El suicidio de Saúl 1 Samuel 31:1-13 Historias de los profetas Eliseo y los profetas de Baal 1 Reyes 18:16-40 Se profetiza al Siervo sufriente Isaías 52:13–53:12 Eliseo y el aceite de la viuda 2 Reyes 4:1-7 Jonás huye del Señor Jonás 1:1-17 Naamán es sanado de lepra 2 Reyes 5:1-16 Jonás en el pez y Nínive Jonás 2:1–3:10 Eliseo y las carrozas de fuego 2 Reyes 6:8-23 El enojo de Jonás por la compasiónde Dios Jonás 4:1-11 Historias desde el exilio Ester se transforma en reina Ester 2:1-18 La imagen de oro y el horno de fuego Daniel 3:1-12, 19-27 La formación de Daniel en Babilonia Daniel 1:1-21 Daniel en el foso de los leones Daniel 6:1-24 Historias de amor y pérdida La primera prueba de Job Job 1:6-22 Poemas de amor Cantares 1:1-2:7 NUEVO TESTAMENTO Jesús nace y crece Se predice el nacimiento de Jesús Lucas 1:26-38 El nacimiento de Jesús Lucas 2:1-20 Un ángel se le aparece a José Mateo 1:18-25 El niño Jesús en el templo Lucas 2:41-52 El principio del ministerio de Jesús El bautismo de Jesús Mateo 3:1-17 El llamado de los primeros discípulos Lucas 5:1-11 Jesús sana y ora Marcos 1:29-39 Jesús transforma el agua en vino Juan 2:1-11 Jesús sana a un paralítico Marcos 2:1-12 Jesús le enseña a Nicodemo Juan 3:1-21 La tentación de Jesús Lucas 4:1-13 Jesús habla con la mujer samaritana Juan 4:1-26 Los milagros de Jesús Jesús camina sobre el agua . Mateo 14:22-33 La sanidad de un hombre poseído por un demonio Lucas 8:26-39 Jesús calma la tormenta Marcos 4:35-41 La sanidad de los diez leprosos Lucas 17:11-19 Jesús sana a la mujer con el flujo de sangre Marcos 5:24- 34 Sanidad en el estanque Juan 5:1-15 Jesús alimenta a los 5000 Marcos 6:30-44 Jesús sana al hombre nacido ciego Juan 9:1-15,24-34 La sanidad de un muchacho endemoniado Marcos 9:14- 29 Jesús levanta a Lázaro de entre los muertos Juan 11:17-44 Las experiencias de Jesús Los constructores sabios e insensatos Mateo 7:24-29 El pedido de Santiago y Juan Marcos 10:35-45 Cristo debe morir Mateo 16:13-28 Pagarle impuestos al César Marcos 12:13-17 El pedido de una madre Mateo 20:20-28 La ofrenda de la viuda Marcos 12:41-44 Las ovejas y las cabras Mateo 25:31-46 Jesús es ungido por una mujer pecadora Lucas 7:36-50 El Señor del día de reposo Marcos 2:23–3:6 En la casa de Marta y María Lucas 10:38-42 Jesús se enfrenta a la crítica Marcos 3:20-35 El hombre rico y Lázaro Lucas 16:19-31 Juan el Bautista es decapitado Marcos 6:14-29 Zaqueo el recolector de impuestos Lucas 19:1-10 La transfiguración Marcos 9:2-13 La mujer sorprendida en adulterio Juan 8:1-11 El joven rico Marcos 10:17-31 Las parábolas de Jesús La parábola de los cuatro terrenos Mateo 13:1-23 La parábola del buen samaritano Lucas 10:25-37 La parábola de los dos deudores Mateo 18:21-35 La parábola del rico insensato Lucas 12:13-21 La parábola de los trabajadores de la viña Mateo 20:1-6 La parábola del gran banquete Lucas 14:15-24 La parábola de las diez vírgenes Mateo 25:1-13 La parábola del hijo perdido Lucas 15:11-32 La parábola de los talentos Mateo 25:14-30 La parábola del fariseo y el recolector de impuestos Lucas 18:9-14 La última semana de Jesús La entrada triunfal Lucas 19:28-44 Los soldados se burlan de Jesús Mateo 27:26-31 Jesús limpia el templo Marcos 11:15-19 La crucifixión y la muerte de Jesús Lucas 23:26-49 Jesús lava los pies de los discípulos Juan 13:1-17 La resurrección de Jesús y la Gran Comisión Mateo 28:1-20 La última cena Lucas 22:7-23 Jesús se le aparece a María Magdalena Juan 20:1-18 Jesús en Getsemaní Marcos 14:32-42 En el camino a Emaús Lucas 24:13-35 Jesús es arrestado Mateo 26:47-56 Jesús se le aparece a Tomás Juan 20:24-31 Pedroniega a Jesús Lucas 22:54-62 Jesús y la pesca milagrosa Juan 21:1-14 Jesús ante Pilato Marcos 15:1-15 Comienza la iglesia cristiana Jesús asciende al cielo Hechos 1:1-11 La elección de los siete Hechos 6:1-7 Matías es elegido para reemplazar a Judas Hechos 1:12- 26 Felipe y el etíope Hechos 8:26-40 El Espíritu Santo desciende en Pentecostés Hechos 2:1- 24,36-71 La conversión de Saulo Hechos 9:1-19 La comunidad de creyentes Hechos 2:41-47 Saulo en Damasco y Jerusalén Hechos 9:19b-31 Pedro sana a un mendigo inválido Hechos 3:1-16 La visión de Pedro Hechos 10:1-23 Ananías y Safira Hechos 5:1-11 El escape milagroso de Pedro de la prisión Hechos 12:1-19 Los viajes misioneros de Pablo Pablo se enfrenta a un hechicero Hechos 13:1-12 Pablo y Silas en la cárcel Hechos 16:22-40 Desacuerdos entre Pablo y Bernabé Hechos 15:36-41 El disturbio en Éfeso Hechos 19:21-41 La visión de Pablo de un hombre en Macedonia Hechos 16:6-10 LEMA ANUAL DE FCA/Breve descripción del lema 100 % Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. — Marcos 12:30 Cuando amas algo, te entregas de lleno con toda tu pasión. ¿Qué te exige el deporte que practicas? El 100 % de tu tiempo, atención, técnica y ambición. Tu sudor se convierte en un sacrificio. Tu dolor se transforma en tu pasión. Con tu dedicación cumples tu sueño. Cuando damos el 100 %, lo imposible se torna posible. ¿Qué espera Dios de ti? El 100 % de tu corazón, tu alma, tu mente y tus fuerzas. Jesucristo entregó Su propia vida para que nosotros tuviéramos lo imposible: una relación personal con Él. No espera menos de nosotros. ¡Es hora de darle el 100 % a Jesús! Cuatro estudios para estar al 100 % Reunión 1: 100 % de Dios (Sacrificar) Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. — Juan 3:16 Reunión 2: 100 % de mí (Entregar) He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. — Gálatas 2:20 Reunión 3: 100 % en equipo (Rodearse) … llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. — Filipenses 2:2 Reunión 4: 100 % a otros (Servir) Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. — Marcos 10:45 Cómo usar este material si no dispones de cuatro reuniones Los cuatro lemas de las reuniones están pensados para complementarse y transmitir un mensaje completo. Recomendamos no pasar por alto ninguno de estos lemas. Si necesitas abarcar el contenido en menos de cuatro reuniones, considera la siguiente opción: Teniendo en cuenta la composición del grupo y lo que quieras enfatizar, decide dedicar más atención a uno o dos lemas, y solo mencionar lo más relevante de los lemas restantes. Si decides tratar dos lemas en una reunión, elige solo un PRECALENTAMIENTO para ese encuentro. BIENVENIDA Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. — Juan 3:16 ¿Cómo que no puedes dar más? ¡Tienes que sudar la camiseta! ¡No aflojen hasta que suene el silbato final! ¡Quiero el cien por ciento! ¿Te suenan? Seguro que sí. Al fin y al cabo, son solo algunas de las frases que los deportistas escuchan de los entrenadores durante las prácticas, en las charlas y discursos previos al partido y mientras compiten. Sin embargo, sea como sea que intenten motivarte, dedicarte de lleno a tu deporte no sale gratis. Alcanzar metas importantes en el deporte cuesta mucho tiempo, sudor, dolor y lágrimas. Cuesta mucho esfuerzo y sacrificio. Con esto en mente, pidamos que los integrantes del grupo se turnen para responder cada uno a las siguientes preguntas: P: ¿Cuál es tu mayor sueño como deportista? P: ¿Qué sacrificios estarías dispuesto a hacer para cumplir ese sueño? PRECALENTAMIENTO Todo sea por el equipo En estos tiempos, cuando tanto se critica a los deportistas de las ligas universitarias y profesionales por ser egocéntricos e individualistas, todavía se ven muchos sacrificios que los deportistas hacen a diario por el equipo. Se sabe de deportistas que, en sus mejores momentos: han continuado jugando cuando están lesionados o enfermos han aceptado jugar menos tiempo, aunque eso les implicara no alcanzar un récord se han detenido para ayudar a un adversario que se lesionó han aceptado recibir menos dinero para ayudar al equipo a ganar un campeonato. Todos estos casos, y muchísimos más, requieren abnegación y coraje para privarse de algo por otras personas o por el bien del equipo, especialmente cuando los costos son altos. P: ¿Cuál es el sacrificio más grande que alguien ha hecho para ayudarte en tu carrera deportiva? P: ¿Cuál considerarías el sacrificio más grande que alguien podría hacer por otro deportista o por el equipo? ENTRENAMIENTO El supremo sacrificio Si tenemos grandes sueños, a menudo nos veremos obligados a tomar decisiones difíciles. Sin embargo, nada es comparable al supremo sacrificio que Dios hizo para hacer realidad Su sueño. Todo comenzó cuando Dios creó a la humanidad a Su imagen (Génesis 1:26-30). Quería compañerismo y lo encontró en la forma de Adán y Eva: el primer hombre y la primera mujer. El mundo era perfecto. Todas las criaturas vivían en armonía. No había hambre, ni guerras ni odio. Lo único que tenían que hacer Adán y Eva era cuidar del jardín del Edén y no comer del árbol que estaba en medio del huerto. Si comían el fruto de ese árbol, Dios les advirtió de que morirían. Pero entonces, todo cambió cuando Adán y Eva escucharon las mentiras de Satanás. —¡No es cierto! No van a morir —respondió la serpiente a la mujer—. Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer se convenció. Vio que el árbol era hermoso y que el fruto era apetecible, y deseaba tener la sabiduría que le daría. Entonces, tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió. — Génesis 3:4-6 El pecado de Adán y Eva hundió rápidamente al mundo en la oscuridad. Aunque los males para la humanidad apenas comenzaban, Dios no estaba dispuesto a renunciar a Su sueño. Su anhelo era restaurar la relación entre Él y la humanidad. Esto se tradujo en un plan que se puso en marcha de inmediato, pero que tardaría miles de años en desarrollarse. Implicaba la creación de una gran nación, el auge y la caída de varios reinos, guerras brutales y la protección de un linaje santo a toda costa. Su plan al final reconciliaría a Dios con Su pueblo, por medio del sacrificio de Su Hijo Jesús. No hay mayor amor El gran plan de Dios alcanzó su punto culminante durante un tiempo de gran volatilidad en la historia del ser humano. El Imperio romano gobernaba una gran parte del mundo civilizado, y los judíos (el pueblo elegido de Dios) tenían que soportar un sufrimiento injusto y la opresión. La historia de cómo Jesús (el Hijo de Dios) vino a la tierra se documenta en Lucas 1–2. Su venida estuvo acompañada de algunas promesas maravillosas para el mundo: Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin. — Lucas 1:32-33 Cómo vivió Jesús y lo que Él enseñó han sido temas de discusión y debate por más de dos mil años. Sin embargo, la historia de la muerte y resurrección de Jesús cambió el mundo para siempre. En primer lugar, Jesús descendió del cielo con el propósito principal de vivir una vida perfecta, sin pecado y entregar Su vida en sacrificio para que pudiéramos ser redimidos para Dios. En otras palabras, Dios entregó a Su Hijo para que sufriera la tortura y la muerte, y Jesús aceptó voluntariamente participar del plan. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores,Cristo murió por nosotros. — Romanos 5:8 Aunque Jesús era plenamente Dios, también era plenamente hombre y sintió todo el dolor físico y las emociones que un ser humano habría experimentado en esas mismas brutales circunstancias. Entonces les soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar, y lo entregó para que lo crucificaran. Después de burlarse de él, le quitaron el manto, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para crucificarlo. — Mateo 27:26-31 Luego, después de obligarlo a llevar Su propia cruz hasta el lugar de la crucifixión, le atravesaron con clavos las muñecas y los tobillos y lo colgaron de la cruz. Mientras colgaba de la cruz, la gente seguía burlándose de Él, hasta que al final exhaló Su último aliento. Jesús fue sepultado y se levantó de entre los muertos al tercer día. Gracias a este acto de amor —una entrega sin reservas y un sacrificio al 100 %— tú tienes acceso a una relación con Dios y a una vida abundante en la tierra; puedes ser libre de la ley de la muerte; tienes acceso a la vida eterna en el cielo. El apóstol Pablo luego lo explicaría en su carta a los primeros cristianos de Roma: Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna. — Romanos 6:22 Y todo porque Dios estuvo dispuesto a derramar la sangre de Su Hijo para pagar por tu pecado. Todo porque Jesús estuvo dispuesto a entregar Su vida en tu lugar. P: ¿Cómo te sientes cuando lees que Dios ejecutó un plan tan detallado solo para darte la oportunidad de reconciliarte con Él? P: ¿Cómo se compara el sacrificio al 100 % y sin reservas de Dios con otros sacrificios personales que tú has tenido que hacer en la vida o con los sacrificios que has leído que se han hecho a lo largo de la historia? P: ¿Cuál debería ser nuestra respuesta a esta clase de sacrificio? CONCLUSIÓN 100 % de Dios Si estás listo para iniciar una relación con Jesucristo y comenzar a perseguir tu propósito en Él, aquí hay tres cosas que necesitas hacer con el sacrificio que Él hizo por ti: 1. Creer en el sacrificio: Lo primero y lo más importante es creer que la Biblia es 100 % la Palabra viva e inspirada de Dios y que la historia de Su vida, muerte y resurrección efectivamente sucedió: Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida. — Juan 5:24 2. Necesitar el sacrificio: Luego, debes comprender tu profunda necesidad personal de Jesús el Salvador: . . . pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios. — Romanos 3:23 Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. — Romanos 6:23 3. Aceptar el sacrificio: Por último, debes aceptar ese regalo y permitir que Jesús limpie tus pecados, para que Dios se convierta en el Señor de tu vida: . . . que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. —Romanos 10:9 Entonces, cuando tomes esa decisión, el resultado hermoso será una vida transformada: tendrás paz con Dios (Romanos 5:1), la bendición de vida en abundancia (Juan 10:10) y la esperanza del cielo, como está prometido en el versículo temático de nuestra jornada: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. —Juan 3:16 PRÓRROGA Tómate unos minutos para reflexionar sobre cada uno de estos principios. Si todavía no has entregado tu corazón a Cristo, habla con el líder de tu grupo o con algún otro miembro del personal para tomar hoy esa decisión que transformará tu vida. BIENVENIDA He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. — Gálatas 2:20 En la última reunión, hablamos sobre cómo Dios se entregó el 100 % al enviar a Su Hijo Jesús para vivir una vida perfecta y entregar esa vida en sacrificio por nuestros pecados. Salvando las distancias, comparamos en qué se asemejan el compromiso de Dios con nosotros y nuestro compromiso con el deporte. Sin embargo, este compromiso no termina con el sacrificio. Para el deportista como para el seguidor de Cristo, eso es solo el principio. El siguiente paso es la entrega. Para triunfar, el deportista debe someterse al plan del director técnico. Después de todo, es trabajo del entrenador ayudar al deportista a dar lo mejor de sí. Por otra parte, para el seguidor de Cristo, él o ella deben renunciar a las necesidades y los deseos personales, y someterse al plan y el propósito perfectos de Dios para su vida. Y no solo una única vez. Confiar en quienes tienen autoridad y quieren lo mejor para ti es una decisión que tomas a diario. La cuestión es entregar el 100 % de tu ser. PRECALENTAMIENTO Ganar no es todo Parece no tener mucho sentido, al menos la primera vez que lo escuchas, pero a veces ganar no es todo. Por ejemplo, para progresar en tu carrera como deportista o para alcanzar las metas que se propuso tu equipo quizás tengas que renunciar a algunas cosas: tiempo (quedarte en la cama toda la mañana, diversión, salidas con amigos, etc.) metas personales (tus estadísticas individuales, récords, etc.) deseos personales (hábitos alimenticios, hábitos de entrenamiento, etc.) actitudes (opiniones, tener siempre la razón, etc.). De lo contrario, terminarás al final del pelotón y no lucirán nada todos tus esfuerzos. Busca un compañero y háganse las siguientes preguntas. P: En tu empeño por alcanzar tus metas deportivas, ¿a cuáles de las cosas antes mencionadas te ha costado más renunciar? P: ¿Ha valido la pena renunciar a ellas? ENTRENAMIENTO Tomando las cruces La entrega no es solo un elemento clave para una carrera deportiva exitosa. Es también una de las cosas más importantes que el seguidor de Cristo debe hacer para tener vida abundante y la plenitud del propósito de Dios. En otras palabras, nada en este mundo nos colmará de tanta esperanza, gozo y paz como cuando entregamos nuestra vida a Él. La entrega también nos infundirá mucho más contentamiento y sentido. Durante Su ministerio en la tierra, Jesús enseñó este principio a Sus seguidores más cercanos (también conocidos como Sus discípulos) durante un momento sombrío de Su vida, cuando les reveló que pronto habría de morir (Lucas 9:22). Dirigiéndose a todos, declaró: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo? — Lucas 9:23-25 Es probable que en ese momento la gente no le encontrara mucho sentido a esta enseñanza de Jesús. Según la economía mundial, renunciar a algo no sería la forma inteligente de obtener algo a cambio: mucho menos cuando se trataba de la vida. Además, aun antes de hacer esa propuesta desconcertante, Jesús les había dicho a Sus eventuales seguidores que tendrían que tomar su cruz y seguirle cada día. Jesús no se refería a una cruz literal, pero sin duda que todos entendieron la metáfora. La cruz era una muerte simbólica. Entendieron que Jesús les decía que seguirlo requería un compromiso de por vida. Seguirlo significaba entregar la vida a cambio de una vida con Él. P: ¿Por qué está tan generalizado asociar la palabra entrega con un significado negativo? P: ¿Qué crees que quiso decir Jesús cuando dijo: «. . . el que quiera salvar su vida, la perderá»? Crucificados con Cristo Antes de tomar algo, necesitas soltar lo que ya tienes en tus manos y ponerlo a un lado. En muchos sentidos, eso fue exactamente lo que Jesús intentó transmitir con Su mensaje de Lucas 9. En las muchas cartas que escribió, el apóstol Pablo enseñó exhaustivamente este principio a los cristianos de la iglesia primitiva e incluyó la siguiente afirmación para desafiar alos creyentes de Roma: No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia. — Romanos 6:13 Así como tienes que perderte ciertas cosas en la vida para alcanzar el éxito como deportista, tienes que renunciar a aquellas cosas en la vida que tal vez te impiden seguir a Jesús de todo corazón. Pablo usó otra metáfora asociada a la cruz en Gálatas 2:20 cuando escribió: «He sido crucificado con Cristo». Así es la imagen de una entrega al 100 %: abandonar los viejos hábitos y las conductas destructivas, alejarse de las malas amistades, deshacerse de las actitudes negativas, liberarse de la falta de perdón, etc. Tal vez no siempre tenga sentido para la gente que te rodea, pero rendirte y entregarte a Cristo es el único camino a la plena libertad. P: ¿Qué suele pasar cuando cargas demasiadas cosas al mismo tiempo? ¿Cómo podría eso impactar negativamente en tu carrera deportiva? ¿Y en tu caminar con Jesús? P: De las cosas mencionadas en el último párrafo, en tu opinión, ¿cuál te haría más difícil permanecer en una relación significativa con Jesús? ¿Por qué? P: ¿Querrías contarnos sobre una vez en que entregarle algo a Jesucristo te trajo más libertad, paz, gozo, etc.? CONCLUSIÓN 100 % de mí 1. Entregar tus deseos. Dios sabe qué es lo mejor para ti. A menudo tus deseos personales son contrarios a Su plan perfecto. Al principio, entregarle los deseos de tu corazón tal vez te resulte difícil, pero Él siempre te dará algo mucho mejor a cambio: No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. — Mateo 6:19-21 2. Entregar tu tiempo. Nuestro mundo está lleno de distracciones. Algunas distracciones son intrascendentes y sin valor eterno. Otras veces, quedamos atrapados en cosas buenas, pero que no son necesariamente parte del plan de Dios. Si le entregas a Dios más de tu tiempo, Él te ayudará a aprovechar mejor cada momento, minuto, hora y día. ¡Siembren para ustedes justicia! ¡Cosechen el fruto del amor, y pónganse a labrar el barbecho! ¡Ya es tiempo de buscar al SEÑOR!, hasta que él venga y les envíe lluvias de justicia. — Oseas 10:12 3. Entregar tu mente. Las batallas más grandes a menudo se libran entre las orejas. Entrega tus pensamientos a Dios. Permite que Él gobierne tu mente. Permanece en la Biblia (Su Palabra) y verás cómo cambia tu actitud y tu salud emocional: No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. — Romanos 12:2 Conforme le entregues estas áreas de tu vida, serás capaz de tomar tu cruz (el propósito y el plan que Él pensó solo para ti) y vivir a plenitud la verdad que encierra el versículo temático de hoy: He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. — Gálatas 2:20 PRÓRROGA Encuentra un lugar donde puedas estar tranquilo y a solas o acompañado de una persona de confianza; conversen sobre qué implica entregar a Dios todos los aspectos de tu vida. Escribe las principales áreas de tu vida (la familia, los estudios, las amistades, los deportes, el dinero, las emociones, etc.) y haz una lista de aquellas cosas que necesitas dejar de hacer, para poder mirarla cada tanto y comprobar cómo te está yendo. Tómate unos minutos para visitar el sitio FCA.org y suscribirte al «Daily Impact Play», un boletín de noticias por correo electrónico (en inglés) que te ayudará a permanecer cada día en la Palabra de Dios. BIENVENIDA . . . llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. — Filipenses 2:2 En la última reunión, hablamos sobre lo que implica dar el 100 % de nuestro ser a Jesús, entregarnos a él por completo. Así como renunciamos a nuestro tiempo, las metas personales y nuestros deseos para conformarnos al plan que el director técnico tiene para ganar, como cristianos debemos dejar nuestros viejos hábitos, las conductas destructivas, las malas amistades y las actitudes negativas para conformarnos al plan de Dios para nuestra vida. Pero es difícil seguir a Dios si dependemos solo de nosotros. Necesitamos encontrar personas dispuestas a acompañarnos en el camino de la fe. Necesitamos juntarnos con personas que han confiado en Jesús para su salvación y que se esfuerzan por vivir como Él vivió. ¡Lo importante es unirnos 100 % al equipo correcto! PRECALENTAMIENTO El Dream Team No es algo que suceda seguido, pero cada tanto se forma un equipo de deportistas capaces de llevar el juego a su máximo nivel. Por ejemplo, la selección de baloncesto de Estados Unidos de 1992 reunió a los mejores jugadores de la NBA en la historia de ese deporte para formar lo que se conoció como el Dream Team. Dominaron los Juegos Olímpicos de Barcelona (España) y ganaron sin problema la medalla de oro. «Puede que vuelvan a ver un equipo de profesionales en los Juegos —comentó el director técnico, Chuck Daly—, pero no creo que vuelvan a ver otro equipo como este. Este fue un equipo sublime». Ya sea que juegues en un equipo o practiques un deporte individual, la idea de rodearte de los mejores será siempre una propuesta interesante. Piensa por un momento en el deporte que practicas y define la alineación inicial de jugadores que seleccionarías para jugar contigo en tu Dream Team personal. Si practicas un deporte individual, piensa en el equipo perfecto de apoyo (entrenadores, preparadores físicos, directivos, etc.) que elegirías. Vamos a divertirnos con esto. Vamos a pedirles que alguien se ofrezca para anunciar su alineación a partir de otros campistas, como se hace en las ligas profesionales y universitarias. P: ¿A quién seleccionaste para tu Dream Team? ¿Por qué? P: ¿De qué forma ese equipo te ayudaría a ser mejor deportista? ENTRENAMIENTO El equipo del (primer) siglo Después de Su muerte y resurrección, Jesús dedicó 40 días a la preparación de Sus discípulos para una gran misión. Les dejó el encargo de edificar la primera iglesia y llevar al mundo el mensaje de salvación por medio de Jesucristo (el evangelio). Esta historia se encuentra en el libro de Hechos y todavía hoy sentimos el impacto que produjeron los asombrosos logros de ese extraño equipo. Aunque la iglesia primitiva se abocó a compartir la maravillosa esperanza con todos los que quisieran escucharla, sus miembros nunca perdieron de vista el compromiso mutuo que debe existir entre los integrantes de un equipo para que este prospere y crezca aun en medio de intensa oposición y frente a retos difíciles. El apóstol Lucas documentó la demostración inspiradora de este trabajo en equipo: Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos. — Hechos 2:42-47 A medida que pasó el tiempo, los líderes (también conocidos como los apóstoles) comenzaron a enseñar y animar a este creciente cuerpo de seguidores de Cristo. Se exigían mutuamente un alto estándar de integridad y se animaban unos a otros con consejos sabios y piadosos. Tuvieron sus desacuerdos, sí, pero seesforzaron con diligencia por mantenerse unidos a pesar de todo. El apóstol Pablo comprendía lo importante que era la unidad para que el evangelio se propagara por toda la tierra. Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito. — 1 Corintios 1:10 Nosotros contra el mundo Cuando emprendas tu viaje con Dios, tal vez sientas que el mundo está contra ti y, en muchos sentidos, lo estará. Jesús explicó esta realidad a Sus discípulos: Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí. Si fueran del mundo, el mundo los querría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece. — Juan 15:18-19 Pero lo lindo es que Jesús fue modelo de lo que era tener un equipo (Sus discípulos) y los impulsó a realizar cosas aún más grandes a medida que fueron formando la iglesia cristiana primitiva. Hay personas en tu comunidad, en tu escuela y en tu iglesia local que podrían ayudarte a aceptar el reto de seguir a Jesús en una época en la que seguirlo no es la más popular de las rutas. Puedes incorporar gente a tu equipo a partir de tus compañeros de equipo y amigos creyentes, a través de relaciones de mentoría y del discipulado con base en la iglesia. Rodearte de creyentes maduros, que tengan tú mismo sentir, te fortalecerá para superar tus puntos débiles. No tienes que enfrentarte tú solo al mundo. En realidad, la Biblia nos enseña que no lo podemos hacer solos. Por eso Jesús demostró el concepto de un equipo, para enseñarnos a valorar el trabajo colectivo y así cumplir el más importante de los objetivos comunes: compartir Su evangelio en el mundo. Cuando emprendas tu viaje con Dios, tal vez sientas que el mundo está contra ti y, en muchos sentidos, lo estará. Pablo explicó esta realidad: Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro. — Efesios 4:16 P: ¿Cuál es el aspecto más agobiante de ser un seguidor de Cristo? P: ¿Te parece que contar con un sólido equipo para apoyarte sería de ayuda para andar con Jesús? P: ¿Cuál es tu plan de juego al armar un equipo de confianza y con ideas afines? CONCLUSIÓN 100 % en equipo No intentes arreglártelas tú solo. Encuentra personas que quieran ayudarte a madurar en el camino de la fe. A la hora de armar tu equipo ideal, tu propio Dream Team, ten en cuenta los siguientes tres valores: 1. Rodearse de integridad: Todos los integrantes de un Dream Team se aseguran mutuamente de que cada uno mantenga el más alto nivel de integridad y de reputación. Para conseguirlo, se hacen preguntas difíciles y se ayudan unos a otros a cumplir lo que dijeron que harían. Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado. —Gálatas 6:1 2. Rodearse de apoyo: Los integrantes de un Dream Team se cuidan entre sí y se ocupan de las necesidades físicas, emocionales y espirituales de cada uno: Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo. — 1 Tesalonicenses 5:11 3. Rodearse de sabiduría: Los integrantes de un Dream Team se interesan siempre por aprender más y descubrir cómo aplicar esos conocimientos, con la orientación fiel de los jugadores con más experiencia: Atiende al consejo y acepta la corrección, y llegarás a ser sabio. — Proverbios 19:20 A medida que te rodees de creyentes en los que puedes confiar, crecerás en la fe y se robustecerá tu relación con Dios, y se hará realidad la hermosa imagen que el apóstol Pablo describió en el versículo temático de hoy: . . . llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. — Filipenses 2:2 PRÓRROGA Busca un tiempo para estar a solas y pídele a Dios que te ayude a formar un equipo de personas dispuestas a asumir el compromiso de animarte y de pedirte cuentas a lo largo de tu caminar en la fe. Usa el modelo del libro «Caminos de sabiduría» [Wisdom Walks] para anotar los nombres que Él te traiga a la mente. Los «caminos de sabiduría» te servirán para armar el Dream Team. Seleccionar los jugadores para el equipo y entender el papel que cada uno desempeña es esencial. En el Dream Team de quienes caminan en sabiduría se dan cuatro relaciones claves: caminantes, combatientes, custodias y trabajadores. Es la fusión perfecta de orientación, integridad y discipulado. Tú eres el caminante. Es tu relación personal con Jesús. Tú eres el único que determina si te acercarás o te alejarás de Jesús. Síguelo con todas tus ganas. El combatiente es un compañero. Es uno o dos amigos que tienes para hacer cosas juntos, codo a codo. Necesitamos una persona que nos ame lo suficiente para recordarnos nuestro compromiso y ayudarnos a cumplir nuestro propósito. Cuando cuentas con un combatiente a tu lado, tú también te conviertes en su combatiente. El custodia es un maestro. Es aquella persona que va algo más adelantada que tú. Encuentra un caminante dispuesto a infundirte sabiduría. Cuando tienes un custodia, tú también te conviertes en su trabajador. El trabajador es un discípulo. Simplemente derramas en ellos lo que Dios derramó en ti. Todos tenemos muchísimo para dar. No tienes que ser perfecto para invertir en los demás, basta con que tengas voluntad. Cuando tienes un trabajador, tú te conviertes en su custodia. Traducido de Wisdom Walks, BroadStreet Publishing. Usado con permiso. BIENVENIDA Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. — Marcos 10:45 En la última reunión, hablamos sobre la importancia de rodearnos 100 % de un buen equipo. ¿Y después? ¿Viviremos felices comiendo perdices o este viaje tiene un propósito más importante? La respuesta es «no» y «sí». No, no basta quedarte con lo que te brinda una relación con Cristo y guardártela solo para ti. Y sí, este viaje tiene un propósito más importante: mucho más importante de lo que cabría imaginarnos. Ante todo, lo que experimentamos como creyentes es para la gloria de Dios y, en segundo lugar, supone que procuremos vivir llevando esperanza a las personas de nuestro entorno, para tener oportunidad de compartir el evangelio y traerlas a la familia de Dios. El punto es entregar el 100 % de tu ser para servir a los demás y guiarlos a una relación creciente con Jesús. PRECALENTAMIENTO El monstruo del «yo» Todos sabemos que hay muchas partes vitales en un equipo. También es cierto que aun en los deportes individuales, el deportista necesita contar con un sólido apoyo de entrenadores, preparadores físicos y padres. No obstante, vivimos en una sociedad donde es fácil convertirse en un monstruo del «yo»: un deportista que usa su talento y técnica principalmente con fines egoístas. Por otra parte, hay deportistas que comprenden que no hay mayor recompensa que servir a sus compañeros de equipo, sus familiares y a su comunidad. No lo hacen para que se les reconozca, sino que, en realidad, muchas veces lo hacen discreta y calladamente. P: A lo largo de tu carrera deportiva, ¿alguna vez tuviste la tentación de convertirte en un monstruo del «yo»? Describe cómo se comporta tu monstruo del «yo». P: Menciona cómo podrías hacer para servir como deportista o cómo has servido a otros a través del deporte. ENTRENAMIENTO El siervo más humilde Cuando Jesús caminó sobre la tierra, nos mostró cómo era ser líder y siervo. Fue un maestro compasivo que se ocupó de las necesidades más básicas de la gente. Jesús alimentó a las multitudes (Mateo 14:13-21), sanó a los enfermos (Mateo 8:1-15), liberó a los endemoniados (Mateo 8:16) y protegió a Sus discípulos del peligro (Mateo 8:23-27). Sin embargo, en una ocasión, llevó ese concepto del servicio a un nivel que asombró aun a Sus seguidores más cercanos. En Juan13, el relato comienza con la celebración de la cena de Pascua, a medida que a Jesús se le acercaba la hora de Su muerte. . . . así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura. — Juan 13:4-5 Esta tarea era propia del siervo de menor jerarquía y, no obstante, allí estaba Jesús, el Hijo de Dios, superando ampliamente lo que se esperaría de un líder espiritual tan admirado. Jesús aprovechó esa oportunidad para enseñarles a los discípulos una valiosa lección. Nadie es demasiado importante para servir. Años más adelante, el apóstol Pablo evocó el sentimiento de Jesús en una carta que escribió a algunos de los primeros cristianos: No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás. — Filipenses 2:3-4 P: ¿Por qué nos asombra tanto cuando vemos a líderes importantes servir con abnegación? P: ¿Personalmente, te resulta fácil o difícil servir a personas que nuestra sociedad percibe como menos importantes? Explica por qué. Hacer discípulos Jesús no se limitó a servir con abnegación. Justo antes de dejar la tierra, les dio a Sus discípulos un último mandamiento: Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. — Mateo 28:19-20 Jesús les había mostrado cómo era el servicio capaz de cubrir las necesidades físicas y emocionales de la gente, pero lo que más le importaba que hicieran era atender la salud espiritual de las personas que alcanzaban. El apóstol Pablo se refirió a esta verdad en la carta de exhortación que escribió a uno de sus amigos jóvenes: Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros. — 2 Timoteo 2:2 P: ¿Por qué te parece que Jesús hizo tanto hincapié en el discipulado espiritual y en enseñar a otros cómo crecer en su relación con Dios? P: ¿Cómo crees que podrías ayudar a una persona en su caminar espiritual con Dios? CONCLUSIÓN 100 % a otros Dios no envió a Su Hijo para ser sacrificado solo para que tú tuvieras una relación con Él que transformara tu vida. Él quiere que toda la humanidad reciba la promesa de la salvación eterna. Eso significa que quienes aceptan la salvación son responsables de compartir el mensaje del evangelio con los demás. A continuación, describimos tres formas para cumplir esa misión, en las que asumes el servir como forma de liderazgo. 1. Servir al cuerpo: Todos tenemos necesidades físicas. Atender esas necesidades es a menudo una excelente carta de presentación para demostrar que realmente te interesas por la gente. Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. — Santiago 2:14-17 2. Servir al alma: No hay nada más fuerte que una palabra amable y alentadora. Si quieres lograr un cambio en la vida de alguien, encuentra la forma de llegarle al corazón y hablarle a sus emociones. Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. — Efesios 4:29 3. Servir al espíritu: Por último, lo más importante que puedes hacer por una persona es conducirla a una relación con Dios y luego ayudarla a permanecer cerca de Él mediante el discipulado. Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. — Hechos 20:24 En la medida que te aventures a afrontar nuevos retos, Dios te dará oportunidades para ser de bendición a los que te rodean y para comenzar a responder al llamado de ser más como Jesús: Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. — Marcos 10:45 PRÓRROGA Como grupo, bajen la aplicación de la Biblia YouVersion y reflexionen sobre diversas formas en que podrían atender las necesidades físicas, emocionales y espirituales de otras personas. ORA . . . Agradece a Dios por el nuevo día y luego pídele que te ayude a aprender de Su Palabra. Prepárate para la lectura: aclara la mente y guarda silencio ante el Señor pide a Dios que calme tu corazón escucha música de adoración para preparar tu espíritu pide a Dios un corazón que quiera aprender LEE . . . Una forma excelente de comenzar cada día es con la lectura de proverbios (como hay 31 capítulos en Proverbios, puedes leer un capítulo por día), y un salmo y un capítulo del Nuevo Testamento o del Antiguo Testamento. Otra posibilidad es comenzar por uno de los Evangelios, como Juan, o alguna de las cartas más breves, como Efesios o Santiago. Si quieres, también podrías comenzar con los primeros cuatro devocionales de esta sección: «100 % DE DIOS» (pág. XXX), «100% DEL YO» (pág. XXX), «100 % AL EQUIPO» (pág. XXX), «100 % A OTROS» (pág. XXX). También podrías llevar un diario de tus lecturas y reflexiones: te servirá para tu desarrollo espiritual y será útil para fortalecer tu fe, porque te recordará cómo Dios está obrando en tu vida. EXAMINA . . . Después de leer el pasaje de la Biblia, pregúntate lo siguiente: Enseñanzas: ¿Qué me enseña sobre Dios, sobre mi vida y sobre los demás? amonestación: ¿Qué debería DEJAR DE HACER? Piensa en tus pecados, hábitos o actitudes egoístas. corrección: ¿Qué tengo que CAMBIAR? Piensa en tus ideas, actitudes y acciones. entrenamiento: ¿Qué tengo que HACER si quiero obedecer la guía de Dios? RESUMEN . . . Para quedarte con lo esencial y grabarlo en tu mente y corazón: Descubre lo que el pasaje revela sobre Dios y Su carácter, lo que enseña o promete sobre ti y sobre otros: tus padres, amigos, compañeros de equipo, extraños y enemigos. Anótalo en un diario personal. Reescribe uno o dos versículos claves con tus propias palabras. Describe esquemáticamente qué dice cada versículo. Ponle un título de una sola palabra a cada versículo, que resuma su contenido. COMPARTE . . . Habla con Dios sobre lo que aprendiste. Reserva algún momento de cada día para compartir con alguien de tu grupo lo que aprendiste durante tu TIEMPO DE ENTRENAMIENTO. Es importantísimo tener este TIEMPO DE ENTRENAMIENTO. Es una de las claves para el crecimiento espiritual. Por eso hemos preparado 31 devocionales para ti. Si te comprometes a tener estos devocionales durante el próximo mes, adquirirás un saludable hábito para tu crecimiento espiritual. FCA está encantada de facilitarte estos devocionales que te ayudarán a que Cristo sea siempre el centro de tu vida. Cada devocional está escrito desde la perspectiva del deporte, con el fin de animarte a ser como Cristo en tu vida dentro y fuera de la cancha, de la pista o donde sea que practiques tu deporte. Tanto en la vida como en el deporte, es necesario tomarse DESCANSOS para pensar sobre tu propósito de vivir y jugar para Dios. AUTORES Muchos autores y editores han contribuido su tiempo, talentos y experiencia para escribir estos devocionales. Estos autores son representativos del mundo de los deportes. Nuestro equipo de autores está conformado por entrenadores, deportistas, capellanes de equipos y personal de FCA provenientes de diversos deportes. TEMAS Los temas tratados en los devocionales TIEMPO DE ENTRENAMIENTO giran en torno a la consigna de este año: «100 %». FORMATOEN SUS MARCAS. El foco: un versículo, un pasaje bíblico o un pensamiento para dirigir la atención de tu corazón y mente. (Te será útil leer directamente el versículo en la Biblia, para contar con el contexto general del pasaje bíblico). LISTOS. La enseñanza: un relato, una consigna de entrenamiento o un pensamiento extraído desde la perspectiva de un deporte. ¡FUERA! La aplicación: una oración, una pregunta, una idea o acción para ayudarte a ser más como Cristo. PRÓRROGA. Lecturas adicionales de la Biblia para que ahondes en el texto y una oración como ayuda para conectarte con Dios. Si deseas recibir devocionales diarios por correo sobre temas deportivos, visita www.FCAImpactPlay.org (sitio en inglés). http://www.fca.org/quick-links/subscribe-to-fca-emails/ 100 % DE DIOS (SACRIFICAR) JIMMY PAGE EN SUS MARCAS. Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. — Juan 3:16 LISTOS. Casi desde el inicio de nuestros dos días de entrenamiento intenso con el cuerpo élite de combate de los Navy SEALS, se nos introdujo a un riguroso programa de preparación física y comenzamos a sentir el agotamiento mental y físico que implicaba. Conocimos, entonces, de primera mano una pequeña dosis de lo que se necesitaba para llegar a ser un SEAL: la regla del 40 %. La regla del 40 % es simple. Cuando la mente te dice que estás molido, exhausto y ya no das más, en realidad, solo vas por el 40 %. Piénsalo. Cuando quieres darte por vencido, apenas llegaste al 40 % de lo que realmente podrías aguantar. En aquel momento, llevábamos hechos 200 abdominales en la arena. Eso significaba que éramos capaces de hacer por lo menos otros 300 más. Nadie estaba preparado para eso. Todos los deportistas saben qué significa exigirse más allá de sus límites. También sabemos qué se siente cuando no lo damos todo o aflojamos el esfuerzo. Por eso el sacrificio de Jesús es tan extraordinario. Dios Padre envió a Su Hijo y Él se entregó al 100 %. Lo sacrificó todo. Eligió morir para que nosotros pudiéramos vivir. . . para siempre. Eligió el camino de la humillación, la traición, la soledad, los golpes y la crucifixión. ¿Y todo por qué? Porque sabía que estábamos separados de Dios y que no había nada que pudiera reparar nuestra relación. Nunca podríamos ser suficientemente buenos ni hacer nada para merecernos Su favor. Nos amó tanto que ¡Él pagó el precio! ¡FUERA! 1. Piensa en la regla del 40 %. ¿Alguna vez estuviste a punto de darte por vencido, aunque sabías que todavía podías dar más? ¿Cuándo? 2. Si sabes que Jesús se entregó al 100 % para que tú pudieras vivir, ¿cuál será tu respuesta? ¿Confiarás en Él? ¿Cambiarás tu manera de vivir? ¿Cómo? ENTRENAMIENTO Romanos 3:23, 6:23; Efesios 2:8-9 PRÓRROGA Gracias, Dios, por enviar a Tu Hijo Jesús para entregarse 100 % por mí. En el nombre de Jesús. Amén. 100 % DE MÍ (ENTREGAR) MARK JONES EN SUS MARCAS. Dirigiéndose a todos, declaró: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.— Lucas 9:23 LISTOS. Nunca olvidaré el día cuando tuve que abandonar el equipo de baloncesto en la secundaria. Me faltaban dos años para graduarme y tenía dos asignaturas con calificaciones bajas, y los horarios del equipo no favorecían en nada a alguien con riesgo de reprobar el año. Entonces, tuve una amarga reunión con el entrenador y dejé libre mi lugar. Tenía el corazón hecho pedazos, pero sabía que tenía que dedicarme a lo más importante. Si por mi fuera, hubiera seguido, aunque seguir me costara suspender esas asignaturas. Para hacer lo que debía hacer, tuve que dejar a un lado mis propias ambiciones y hacer algo realmente difícil. Si de verdad queremos seguir al Señor con nuestra vida, debemos hacer justamente eso. Lucas 9 enseña que necesitamos dejar de lado nuestros caminos o planes, y asumir la tarea que Él nos encomienda. Además, nos manda hacerlo cada día. Sin embargo, lo mejor de este versículo es el mandato de seguirlo. En griego, ‘seguir’ significa «acompañar a uno en un sendero o camino». El Señor no solo te señala el camino recto, sino que quiere acompañarte. Seguir la dirección de Dios en tu vida puede ser difícil, pero recuerda siempre que Él está contigo cada día y te acompaña. ¡FUERA! 1. ¿Alguna vez tuviste que tomar una decisión difícil? ¿Cuál fue? 2. ¿Cómo salió todo después de que tomaras esa difícil decisión? 3. ¿Qué significa para ti entregarte 100 %? ENTRENAMIENTO Mateo 28:19-20; Filipenses 2:16-17 PRÓRROGA Padre, sé que quieres obrar en mi vida y a través de ella. Ayúdame a seguirte cada día, a pesar de lo difícil que me resulte en el momento. En el nombre de Jesús. Amén. 100 % AL EQUIPO (RODEARSE) JIMMY PAGE EN SUS MARCAS. . . . llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. — Filipenses 2:2 LISTOS. Algunos dicen: «Más vale tener equipo que talento». Creo que esto es cierto en todos los niveles de competición. Se pueden tener los mejores talentos, pero si esos jugadores juegan solo para ellos y no contribuyen a que sus compañeros de equipo jueguen mejor, el equipo no rendirá todo lo que podría. Los equipos ganan en el vestuario antes de ganar en el campo de juego. Si en un equipo las relaciones entre los jugadores y los entrenadores se basan en la confianza, el amor, el compromiso y el sacrificio mutuo, cosecharán más éxitos en el juego. Todos podemos ser excelentes compañeros de equipo y contribuir a una cultura positiva. En 2016, cuando el equipo de fútbol americano de Clemson ganó el Campeonato Nacional de la NCAA, el entrenador Dabo Swinney le dijo a su equipo que iban a ganar porque eran los que más amaban: «Nos amamos todos. Amamos el lugar donde estamos. Amamos lo que hacemos». Todo el programa de Clemson se basa en el cuidado mutuo, como personas, amigos y compañeros de equipo. Creen en las prioridades de Equipo — Compañeros — Individuo, en ese orden. Todos están comprometidos con las metas que se propuso el equipo. Todos quieren que a sus compañeros de equipo les vaya bien. Cada individuo da lo mejor de sí, día tras día. Es Filipenses 2:2 en acción: ¡un equipo de jugadores que se aman y trabajan juntos, unidos en alma y pensamiento! Es una hermosa imagen de la familia que Dios está formando. Él llama a este equipo «el cuerpo». Todos desempeñan un papel individual y se preocupan además por la salud y el beneficio de los demás. En Hechos 2, vemos un hermoso ejemplo de cómo la familia de Dios se une en armonía para amar, cuidarse y servirse mutuamente. Todos estamos llamados a ver una necesidad y satisfacerla, y animar al resto del equipo a hacer lo mismo. ¡FUERA! 1. En una escala de 0 a 100 %, ¿cuán comprometido estás con tus compañeros de equipo? ¿Y para ayudarlos a dar lo mejor de sí? 2. Menciona algo que podrías hacer para amar, cuidar y servir a tus compañeros de equipo. ENTRENAMIENTO Hechos 2:42-47; 1 Corintios 12:12, 18-19 PRÓRROGA Padre, gracias por rodearme de otros creyentes que son parte de Tu familia. Ayúdame a ayudar a otros. En el nombre de Jesús. Amén. 100 % A OTROS (SERVIR) MARK JONES EN SUS MARCAS. . . . el SEÑOR estaba con José y las cosas le salían muy bien. Mientras José vivía en la casa de su patrón egipcio, este se dio cuenta de que el SEÑOR estaba con José y lo hacía prosperar en todo. — Génesis 39:2-3 LISTOS. Mientras estaba de vacaciones en Washington, D. C., tuve que salir a comprar una comida rápida para toda la familia. En el restaurante, una mujer comenzó a conversar conmigo. Parecía preocupada y necesitaba que alguien le prestara atención. Me pidió un vaso de agua, pero la acompañé al mostrador y le compré comida. Cuando salí de casa, mi única intención había sido comprar algo para comer. No pretendía hacer un sacrificio en ese momento, pero alguien tenía que hacerlo. José era el hijo preferido de Jacob. Cuando sus hermanos se cansaron de él, lo vendieron a una caravana de madianitas. Durante más de diez años, José vivió como un siervo eincluso pasó un tiempo en prisión. Sin embargo, durante esos diez años en la cárcel, José prosperó, aun estando preso. Prosperó porque mantuvo a Dios siempre en el centro de su vida y lo sirvió sin importarle donde se encontrara. Después de todo lo que le había pasado, José podría estar resentido. Sin embargo, usó su fe para continuar sirviendo, y así se ganó el corazón de las personas de su entorno, dondequiera que estuviera. Si Dios controla de verdad nuestro corazón, necesitamos estar listos para servir al instante. Puede que tengamos que comprar un plato de comida o conversar con alguien. Podría ser un giro radical a nuestros planes. Dios quiere amar a otros a través de nosotros. Necesitamos estar listos. ¡FUERA! 1. ¿Alguna vez tuviste la oportunidad de servir a alguien de improviso? ¿Qué sucedió? 2. A veces, servir a los demás puede ser difícil. ¿Por qué será? 3. ¿Alguna vez alguien te ha servido? ¿Cómo te sentiste en ese momento? ENTRENAMIENTO Génesis 39–41 PRÓRROGA Padre, Tu Hijo sirvió a la gente que lo rodeaba, y aun dio Su vida por ellos. Ayúdame a estar listo para servir a otros, cuando sea que Tú me des la oportunidad. En el nombre de Jesús. Amén. 24 HORAS DE ORACIÓN ININTERRUMPIDA MARK STEPHENS EN SUS MARCAS. Oren sin cesar. — 1 Tesalonicenses 5:17 LISTOS. Durante un sermón, mi pastor Paul Abbott predicaba sobre el versículo: «Oren sin cesar». Es claro que no significa que debemos pasarnos orando en voz alta. Como explicó, significa que nuestra vida con el Señor se asemeja a una conversación ininterrumpida que sigue y sigue. A veces, si prestamos atención en la iglesia, el Señor nos asigna una tarea. Durante la reunión, sentí que el Señor me decía que comenzara un evento de oración llamado «24 horas de oración ininterrumpida». La meta era dividir las 24 horas del día en 48 tiempos de 30 minutos para orar. Eso nos daría 24 horas de oración ininterrumpida. Reuní motivos de oración para distribuir, consejos sobre cómo orar y ya hemos tenido dos eventos. Desde que comenzamos con esta iniciativa, hemos visto cambios y un nuevo ímpetu en el ministerio. ¿Cómo quiere Dios usar este versículo, «Oren sin cesar», en tu equipo? Quizás, durante la pretemporada, consigas que los padres acepten orar durante un tiempo de 30 minutos. Tal vez el Señor tiene otra idea completamente nueva para tu equipo. A menudo, oramos mucho en los deportes pidiendo salud, seguridad y, a veces, una victoria. Quizás Dios quiera obrar algo nuevo en ti y en tu equipo a través del tiempo de oración. Búscalo con todo tu corazón para comprender mejor cómo servirlo. ¡FUERA! 1. ¿Cómo puedes aplicar en tu vida el mandato «Oren sin cesar»? 2. ¿Qué tal si creas un evento local de 24 horas de oración ininterrumpida? ¿Quién podría colaborar contigo? ¿Por qué motivos orarían? 3. ¿Por qué es tan importante que oremos? ENTRENAMIENTO Salmos 39:12; Salmos 65:5; Mateo 9:6-13 PRÓRROGA Señor, gracias porque Tú nos hablas por medio de Tu Palabra. Gracias, Señor, porque Tú nos hablas durante los sermones si prestamos atención. Padre, necesito Tu sabiduría sobre la oración y Tu guía para saber si debo comenzar un evento de 24 horas de oración ininterrumpida. Señor, te escucho. Habla a Tu siervo. En el nombre de Jesús. Amén. EL SIGUIENTE NIVEL KERRY O’NEILL EN SUS MARCAS. Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros. — Efesios 3:20 LISTOS. Basta escuchar hablar a los deportistas y los entrenadores y a menudo oirán cómo se repite la frase «el siguiente nivel». Tengo que llevar mi juego al siguiente nivel. . . El equipo tiene que avanzar al siguiente nivel. . . El siguiente nivel para un jugador de la secundaria es jugar en la liga universitaria, y para un deportista en la liga universitaria significa pasar a la profesional. Es esencial que los individuos y los equipos tengan visión, sueños y metas para alcanzar su máximo potencial. ¿Y si tomáramos la misma actitud respecto a nuestro caminar con Cristo? El versículo más arriba describe 5 niveles y cómo Dios obra en nosotros para llevarnos al siguiente nivel: 1. Statu quo – Aquellas cosas de mi vida para las que no he pedido la ayuda de Dios 2. Peticiones – Oraciones para pedir la guía de Dios 3. Pensamientos – Para que mi corazón y mente se llenen de sueños de un caminar con Dios más ardiente 4. Más – Dios puede y quiere hacer muchísimo más que lo que podamos pensar, soñar o imaginar 5. Infinito – No solo más, sino ¡infinitamente más! Este versículo nos enseña que Su poder obra en nosotros para que alcancemos el nivel 5 en la vida. Quiera Dios que experimentemos Su poder actuando en nuestra vida para que Él reciba toda la gloria. ¡FUERA! 1. ¿Te enfrentas a algo y todavía ni siquiera lo has puesto en oración (nivel 1)? ¿A qué? 2. ¿Cómo es sentir que Dios te lleva al nivel 5 en tu diario caminar? ¿Y en tu deporte? 3. ¿Quién en tu equipo se verá beneficiado si vives en el nivel 5? ¿Cómo? ENTRENAMIENTO Jeremías 32:17; Filipenses 1:6; 2 Pedro 1:3 PRÓRROGA Señor, te pido que mis nobles ambiciones de lograr cosas maravillosas en la vida sean superadas por la aspiración a caminar cerca de Ti, orar sin cesar y verte hacer infinitamente más que lo que pido o pienso. En el nombre de Jesús. Amén. RESPONDE AL LLAMADO BRYAN DENCH EN SUS MARCAS. Así que dispónte a partir. Voy a enviarte al faraón para que saques de Egipto a los israelitas, que son mi pueblo. Pero Moisés le dijo a Dios:—¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?—Yo estaré contigo —le respondió Dios—. Y te voy a dar una señal de que soy yo quien te envía: Cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me rendirán culto en esta montaña. — Éxodo 3:10-12 LISTOS. Cuando Dios nos llama a la acción, tal vez no nos sintamos listos o nos creamos incapaces de responder a Su llamado. Como le pasó a Moisés cuando Dios lo llamó para que sacara a Su pueblo de Egipto, tal vez nos sintamos renuentes y tengamos dudas sobre si podremos hacer lo que Dios nos pide. Moisés expresó su temor y Dios le respondió: «Yo estaré contigo». ¿Qué más podríamos pedir? Si Dios está con nosotros, ¿hay algo que no podremos hacer? Dios quizás te pida que pruebes hacer algo que temes, que te esfuerces por aprender nuevas técnicas o adquirir fuerza en tu deporte, o que seas un mejor compañero de equipo, entrenador o líder. Dios quizás te pida que te hagas amigo de un compañero de equipo al que nadie quiere. Tal vez te pida que reconozcas una falta que cometiste. A veces, Dios nos brinda la oportunidad de honrarlo, obedecerlo y, por sobre todo, de CONFIAR en que Él estará con nosotros y nos dará lo que necesitamos. Cuando lo haga, haz como Moisés. Responde al llamado. Entrégate 100 % a Dios. ¡FUERA! 1. ¿Alguna vez Dios te pidió que confiaras en Él para intentar algo que era difícil o que sentías que te superaba? 2. ¿Qué hiciste? 3. ¿Podrías haber confiado más en Dios? ¿Qué harás para asegurarte de confiar en Él la próxima vez? ENTRENAMIENTO Proverbios 3:5-7; Filipenses 4:13 PRÓRROGA Ayúdame, Señor, a responderte cuando me pidas que confíe en Ti. Ayúdame a hacer lo bueno y agradable ante Tus ojos, y a saber que Tú estás conmigo, cueste lo que cueste. En el nombre de Jesús. Amén. ARGUMENTOS NECIOS BRYAN DENCH EN SUS MARCAS. No respondas al necio según su necedad, o tú mismo pasarás por necio. Respóndele al necio como se merece, para que no se tenga por sabio. — Proverbios 26:4-5 LISTOS. Proverbios es un libro de la Biblia lleno de sabiduría y buenos consejos para la vida cristiana. A veces plantea cosas que resultan algo difíciles de entender, como en este pasaje. Por un lado, aconseja: «No respondas al necio según su necedad» y, por otro, dice: «Respóndele al necio». ¿Cómo es eso? A veces tienes que escuchar las conversaciones necias de las personas ajenas a la fe. La Biblia nos advierte de que no debemos seguirle la corriente ni intentar responder a una persona que solo le interesa crear problemas. Si un compañerode equipo o alguien en el colegio intenta meterse contigo porque eres cristiano, tal vez solo quieran lastimarte o ponerte en un apuro; lo mejor que podrías hacer es ignorarlos. Por otra parte, otras veces quizás debas responder a los argumentos necios que te dicen, pero hazlo de buen modo y con confianza. Si alguien te dice que Dios no existe, no muerdas el anzuelo, sino pregunta: «¿Por qué dices eso?». Si otro te dice que Dios no creó el universo, pregúntale: «¿Ah, sí? Entonces ¿por qué hay cosas y no nada?». Las preguntas francas, planteadas con cordialidad y respeto, pueden volverse contra la persona necia y Dios puede usarlas para bien de todos. Dios el Santo Espíritu te ayudará. ¡FUERA! 1. ¿Alguna vez escuchaste algún argumento necio sobre Dios o Jesús? 2. ¿Qué hiciste? 3. ¿Cómo puedes saber cuándo conviene responder o ignorarlo? ¿Cómo puedes adquirir mejor conocimiento de lo que crees y por qué lo crees? ENTRENAMIENTO Lucas 12:11-12; 1 Pedro 3:15 PRÓRROGA Señor, quédate a mi lado cuando las personas necias digan argumentos sin sentido. Dame sabiduría para saber cuándo responder y cuándo callar. Envía Tu Espíritu para darme palabras que sean siempre para Tu honra. En el nombre de Jesús. Amén. ¡TE PILLÉ! REX STUMP EN SUS MARCAS. Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él. [énfasis agregado] — 2 Pedro 3:14 LISTOS. ¿Alguna vez te sancionaron por faltar a las prácticas o por no cumplir la función que te habían asignado para un partido? Mientras miraban la filmación de las jugadas, ¿tu entrenador alguna vez te señaló algo que hiciste mal? Cuando tomamos malas decisiones, sentimos culpa, vergüenza y estamos aprensivos por temor a que «nos pillen». No es un buen sentimiento, especialmente si excedimos el límite de velocidad y vemos un policía al borde de la carretera. Mucha gente cree que Dios es un policía cósmico que está vigilándonos y esperando para pillarnos cuando tomamos una mala decisión. Basta que nos equivoquemos y ¡nos pilló! ¿Y si Dios nos estuviera mirando porque sabe que nos pillará haciendo algo grandioso? El apóstol nos exhorta en 2 Pedro 3:14 a esforzarnos para que Dios «nos halle», ¡que nos pille! «¡Te pillé haciendo las paces!» «¡Te pillé puro!» Pedro nos exhorta a que Dios nos halle o nos pille haciendo lo recto y santo. En los campamentos de FCA intentamos pillar a los jóvenes cuando toman buenas decisiones y luego las anunciamos en la capilla. Es divertido y los campistas realmente redoblan sus esfuerzos para tomar buenas decisiones en los campamentos. Quieren que los pillen haciendo lo bueno. Tu entrenador, profesor o padre no siempre te verán o te pillarán haciendo el bien. Pero Dios sí. Dios te observa todo el tiempo. Esfuérzate para que te halle viviendo una vida pura, sin mancha y en paz, ¡para que te halle viviendo en santidad! ¡FUERA! 1. ¿Qué te pilló haciendo mal tu entrenador o tus padres? 2. ¿Cómo te sentiste cuando te pillaron haciendo algo malo? 3. ¿Cómo te sentiste cuando te pillaron haciendo algo bueno? ENTRENAMIENTO Salmos 14:2; Mateo 6:33; Hebreos 11:6 PRÓRROGA Padre celestial, permíteme redoblar el esfuerzo para que Dios me halle viviendo en paz con Él. Ayúdame a que me halle viviendo una vida pura y sin mancha. Para que me pille haciendo lo bueno y me recuerde que es para honrarte. En el nombre de Jesús. Amén. VERIFICA TU OBJETIVO REX STUMP EN SUS MARCAS. “. . . la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. — Juan 3:19-20 LISTOS. Estamos jugando con mi hijo a lanzar y atrapar la pelota de béisbol en el jardín. El me lanza una pelota demasiado abierta, y tengo que correr para atraparla. —¡Vamos! —le digo—. Seguro que puedes lanzarla mejor. —Estás muy lejos, acércate un poco —me responde. Entonces, me acerco un poco, pero él vuelve a lanzar la pelota demasiado abierta. —¡Todavía estás muy lejos! —me insiste. Vuelvo a acercarme, pero él sigue lanzando la pelota desviada. Finalmente, me muevo justo enfrente a él, y la pelota sale en otra dirección. ¿Cuál es el problema? ¡No es la distancia! El problema es hacia dónde apunta el lanzamiento. Jesús dijo que el problema de la humanidad no es solo la enorme distancia entre nuestra conducta y los estándares de Dios, sino que no vamos en la dirección correcta. Dios es luz, pero la gente prefiere apuntar y dirigirse a las tinieblas que ir hacia la luz. No solo estamos condenados por distar mucho de los gloriosos estándares divinos de perfección, sino también porque ni siquiera apuntamos en la dirección correcta. No queremos el amor y la gracia de Dios. Si decimos que amamos a Dios, asegurémonos de apuntar a Su divina luz y que esta sea la dirección de nuestra vida. Verifica tu objetivo. Comprueba en qué dirección vas. ¡FUERA! 1. ¿Amas la luz de Dios más que las tinieblas? 2. ¿Tu vida apunta en la dirección de Dios? ENTRENAMIENTO Salmos 119:58-60; Proverbios 3:5-6; Proverbios 14:2 PRÓRROGA Padre celestial, a veces me desvío y no voy en Tu dirección. Perdóname por ser egoísta. Revélate en Tu Palabra, háblame y dirige mis pasos para honrarte. En el nombre de Jesús. Amén. EL FIN O LOS MEDIOS KERRY O’NEILL EN SUS MARCAS. Yo soy el SEÑOR; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos. — Isaías 42:8 LISTOS. Como en la Biblia abundan las promesas que un Dios amante hace a Sus hijos, es fácil que estas se conviertan en lo principal. Nos acercamos a Dios al principio por lo que obtenemos a cambio y Él se convierte fácilmente en el medio para obtener un fin, en vez de ser el fin en sí mismo. Nuestras oraciones son un listado de cosas que necesitamos o queremos. Buscamos recibir regalos, en vez de buscar al Dador. Reducimos a Dios a un camarero o mayordomo. Los entrenadores y los deportistas somos propensos a pensar en Dios como un medio para el éxito personal. Percibimos los logros como una bendición de Dios y los fracasos nos dejan pensando qué podría haber salido mal para que Dios no tomara partido por nosotros. Si bien es una inclinación común, ¡está mal! Necesito ponerme del lado de Dios, y no pedirle que Él se ponga de mi lado. Yo no soy el centro de la historia, Dios es el centro. El fin no es la felicidad de la raza humana, sino la glorificación de Dios. El foco debe ser que Cristo reciba la gloria, el honor y la alabanza de la que es digno. Todo gira en torno a Él: el amor y el servicio a Él y al prójimo. Recordemos bien la siguiente recomendación del «Mandato del entrenador de FCA: Procuraré no usar a mis deportistas para provecho propio, sino servirlos como Cristo sirvió a la iglesia. ¡FUERA! 1. ¿Cómo es que tu relación con Dios gira más en torno a ti que en torno a Él? 2. ¿Cómo cambiaría tu experiencia deportiva si tu principal objetivo fuera glorificar a Dios? 3. ¿Te arrepentirás de tu egocentrismo para centrarte más en Cristo? ENTRENAMIENTO Josué 5:13-15; Juan 3:30; 1 Tesalonicenses 2:6 PRÓRROGA Señor, perdóname por usarte como un medio para triunfar en vez de comprender que Tú eres un fin en sí mismo: el fin supremo, digno de toda mi alabanza. Ayúdame a ponerte siempre en el centro de mi deporte y de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén. TODO LO QUE TENGO KELLY SCHMIDT EN SUS MARCAS. Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. — Romanos 12:1 LISTOS. Fue una de esas prácticas en las que te hacen correr interminables carreras a toda velocidad. Mientras corríamos, nuestro entrenador leía tranquilamente el diario. Otros preparadores físicos se dedicaban a llevar la cuenta de las carreras que hacíamos, y yo me preguntaba quién me había mandado meterme en esto. La noche anterior me había quedado estudiando hasta la medianochepara una prueba a primera hora en la mañana; tenía todos los músculos entumecidos por las prácticas de pretemporada. Estaba empapada en sudor y no veía la hora de que todo terminara; estaba física, mental, espiritual y emocionalmente agotada. En una de esas carreras recordé lo que había leído esa mañana, Romanos 12:1. En medio del dolor y el entumecimiento, comprendí de veras qué significaba ser un sacrificio vivo. Como deportista universitaria, sé lo que significa entregar tu cuerpo por algo que es más grande que una. En aquella práctica me di cuenta de que todas las carreras, todo el dolor, la sangre, el sudor y la energía que dejaba en las prácticas y los partidos era un acto de adoración. Cambió mi actitud y cómo encaraba todo lo que hacía. Ahora agradecía los dones y talentos físicos que Él me había dado para competir. ¡FUERA! 1. ¿En qué piensas cuando oyes hablar de «adoración»? 2. ¿Cómo puedes adorar a Dios con tu cuerpo? 3. ¿Ser un sacrificio vivo en tu equipo podría ser una manera de compartir a Jesús con un compañero de equipo? ENTRENAMIENTO Deuteronomio 6:5; 1 Corintios 10:31 PRÓRROGA Dios, que todo lo que haga sea un sacrificio vivo y santo para Ti. Que todo mi sudor, energía y preparación sea un acto de adoración. Para que por mi sacrificio otras personas te vean en mí. En el nombre de Jesús. Amén. ENCUENTRA LA PUERTA REBEKAH TRITTIPOE EN SUS MARCAS. Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. — Mateo 7:7 LISTOS. Las puertas son tan comunes que ni pensamos en ellas. Sin embargo, las puertas sirven tanto para entrar como para salir. Las puertas protegen de los intrusos y son también señal de sentido, esperanza y nuevas oportunidades. Las antiguas ciudades, como Jerusalén, cada tanto debían reconstruir sus puertas para estar protegidas de los extraños. El profeta Oseas habla de un valle que se convertirá en «puerta de esperanza» (RVR 1960). El apóstol Pablo se alegra porque se ha abierto «una puerta grande y eficaz» (Biblia Textual) en más de una ocasión. Siempre habrá una puerta, en sentido literal o figurado. «Si te enfrentas a un muro, ¡busca la puerta!» Antes de cada carrera, la entrenadora transmitía esta imagen a las corredoras de fondo. Sabía que, entre el disparo de salida y la recta final, las corredoras se enfrentarían inevitablemente a un «muro» si corrían con integridad, honor y fuerza. ¿Qué harían entonces? ¿Se rendirían o buscarían la puerta que no hay muro que no la tenga? Cuando el sufrimiento se vuelve casi insoportable, solo los corredores más valientes buscan esa puerta. Sin embargo, al que encuentra y abre esa puerta, le espera un nivel de rendimiento que no creía posible. Sé valiente. Si Dios puso un muro en tu vida, también puso una puerta. Encuéntrala y traspásala. Concibe a Dios como el que puede hacer «muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros» (Efesios 3:20). ¡FUERA! 1. Da un ejemplo de una puerta literal que abriste sin saber qué había del otro lado. ¿Qué sentiste? 2. Describe una ocasión en que Dios te preparó una puerta. ¿Pasaste por ella? Si fue así, ¿en qué te basaste para confiar en Él? ENTRENAMIENTO Éxodo 12:22; Mateo 7:8; 1 Corintios 16:9 PRÓRROGA Dios Padre, dame valor para encontrar y abrir Tu puerta cuando mi situación parezca imposible. En el nombre de Jesús. Amén. TERMINAR CON ENERGÍA SHANTA CRICHLOW EN SUS MARCAS. Confía en el SEÑOR de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. — Proverbios 3:5-6 LISTOS. El último partido, el último cuarto, los últimos 50 metros, el noveno inning. . . Sabemos lo que significa exigirnos más allá de los límites y terminar con energía cuando las cosas se complican. Requiere que nos concentremos al máximo en el presente, en la ejecución más que en el dolor y el agotamiento, y controlar la respiración. Requiere confianza en nuestro entrenador y el proceso, aun cuando el resultado no luzca prometedor. En Mateo 25:1-10, Jesús relata una parábola sobre diez mujeres. Cinco de ellas estaban preparadas para una larga espera, y cinco no. Estas cinco no terminaron bien. Es fácil rendirse cuando el final no está a la vista o cuando el viaje es largo. La clave está en la confianza. En la Biblia, hay muchos pasajes que nos exhortan a confiarle a Dios nuestra vida y explican por qué. Él nos formó, nos conoce por nombre y conoce todas nuestras necesidades. Conoce los deseos de nuestro corazón y nos ama verdaderamente. Sabemos que podemos tomarnos un respiro y descansarnos en Él. Sabemos que podemos decirle qué nos duele y luego no preocuparnos de eso. Sabemos que podemos decidir bien aun cuando nos sintamos algo nerviosos. Confíale tu vida a Dios porque Él no se aprovechará de ella ni te manipulará, y tú terminarás con energía. ¡FUERA! 1. ¿Cuándo te resulta más difícil seguir adelante? 2. ¿Cuándo te resulta más difícil confiar en el proceso? 3. ¿En qué situación actual puedes practicar confiar en Dios para poder terminar con energía? ENTRENAMIENTO Salmos 103:13-18; Salmos 145:13-16; Mateo 25:1-10 PRÓRROGA Señor, quiero confiarte este desafío al que me enfrento. Te entrego el resultado, para poder concentrarme en lo que necesito y así terminar con energía. Gracias por encargarte de esto. En el nombre de Jesús. Amén. FOCO KERRY O’NEILL EN SUS MARCAS. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe. . . — Hebreos 12:2 LISTOS. Los entrenadores están continuamente recordándoles a los jugadores dónde deberían fijar la mirada. Mantén los ojos en la pelota cuando tengas que pegarle con el bate o con el palo de golf o jugando al baloncesto. El entrenador dice: «Mírenme a los ojos», cuando quiere hablarle al equipo. Dónde fijamos la mirada es importante. En la secundaria, el entrenador de atletismo les enseñaba una importante lección a los corredores. Como el cuerpo sigue a los ojos, debían fijar la mirada en la línea final. Scott era un compañero de equipo bastante veloz, pero cuando corría, siempre volteaba la cabeza para mirar por encima del hombro. Su cuerpo seguía la mirada y con cada zancada se inclinaba ligeramente a un lado. Cuando el entrenador le aconsejó que mirara siempre para adelante, su cuerpo se alineó en consecuencia. Como la Escritura compara la vida cristiana con una carrera, este consejo encierra una importante lección. Necesitamos fijar la mirada en Jesús, porque nuestro cuerpo y nuestra vida siguen a los ojos. Un competidor que mantiene la vista fija en la meta correrá, levantará pesas, practicará, etc. Los ojos afectan lo que piensa, y eventualmente sus decisiones y acciones. Cuanto mayor sea el foco, tanto mayor será el impacto. Esto es así con un láser, un terremoto, una iglesia, y también es cierto en tu vida. Si Jesús es nuestro foco y fijamos la mirada en Él, experimentaremos impacto. Él influirá en nuestros pensamientos, palabras, decisiones y acciones. ¿Quieres más motivación? Jesús no está esperándote en la línea final, ¡Él es la línea final! Fija tus ojos en Él. ¡FUERA! 1. ¿Qué es aquello en lo que más fijas la mirada? 2. ¿Cómo influye eso en tus pensamientos, palabras y acciones? 3. ¿Qué pasos podrías dar para asegurarte de que Jesús sea tu foco? ENTRENAMIENTO Salmos 25:15; Mateo 6:22-23; Mateo 14:22-32 PRÓRROGA Señor, gracias por recordarme Tu presencia en mi vida. Ayúdame a fijar mis ojos en Ti, para que Tú obres en mí y a través de mí. En el nombre de Jesús. Amén. ¡BRILLA! REX STUMP EN SUS MARCAS. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. — Mateo 5:16 LISTOS. ¡Descubrí un nuevo deporte! ¡El golf fluorescente! Se trata de un golfito con luces fluorescentes para jugar a oscuras. Para que la pelota no pierda la fluorescencia, hay que meterla en un cargador ubicado cada tantos hoyos. Con cada golpe, la fluorescencia disminuye y la pelota requiere otra carga. En Éxodo 34, Moisés había subido a la montaña
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