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Manual de Vacunaciones para Enfermería - Andalucia 2008

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2008
Manual de Vacunaciones 
para Enfermería. 
Andalucía 2008 
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Manual de Vacunaciones
para Enfermería.
Andalucía 2008
2008
MANUAL de vacunaciones para enfermería : 
Andalucía 2008. -- [Sevilla] : Consejería de 
Salud, [2007]
 135 p. : il. ; 24 cm
 1. Vacunación 2. Servicios de 
Enfermería-normas 3. Andalucía I. Andalucía. 
Consejería de Salud II. Título
 
Grupo de trabajo del taller de actualización en 
Vacunación:
 
LUNA SANCHEZ, ANTONIO. Técnico de Salud en Epidemiología del 
Distrito Aljarafe (Sevilla) y Coordinador del grupo.
ALMAN RUIZ, EVA. Adjunta de Enfermería de la Unidad de Gestión 
Clínica de Mairena del Aljarafe (Sevilla). 
CALERO ROMERO, JOAQUINA. Trabajadora Social de la Unidad de 
Gestión Clínica de Coria del Río (Sevilla). 
CASTILLO MAYORAL, CARMEN. Enfermera de la Unidad de ges-
tión clínica de Mairena del Aljarafe (Sevilla). 
GARCÍA CUCURELLA, ESMERALDA. Farmacéutica Distrito Aljara-
fe (Sevilla). 
PADILLA LOPEZ, LUCÍA. Enfermera de la Unidad de Gestión Clíni-
ca de Castilleja de la Cuesta (Sevilla). 
ZAMBRANA CAYUSO, Mª CARMEN. Farmacéutica Distrito Alja-
rafe (Sevilla). 
El texto ha sido revisado por los siguientes miembros de la Aso-
ciación Española de Vacunología (AEV).
ÁLVAREZ PASQUÍN, Mª José. Médica de familia. Madrid. Secre-
taria de la AEV
BAYAS RODRÍGUEZ, José María. Jefe de Servicio de medicina 
preventiva. Barcelona. Presidente de la AEV.
CORRETGER RAUET, José María. Pediatra. Barcelona. Vocal 
directiva AEV 
FORCADA SEGARRA, José Antonio. DUE. Castellón. Tesorero 
AEV
GONZÁLEZ HACHERO, José. Catedrático pediatría. Sevilla. 
Vicepresidente de la AEV.
edita: Junta de Andalucía. Consejería de Salud
depóSito leGal: SE-XXXX-07
MaQuetación: Artefacto
iMpreSión: Coria Gráfica
3
Presentación
La presentación de este libro es para mí una gran satisfacción, tanto por abordar uno de los temas 
más dinámicos en salud pública, como es el de las vacunaciones, como por ir dirigido a un colectivo 
que está claramente implicado en las mismas.
En Andalucía podemos sentir orgullo de nuestros logros en cuanto a vacunaciones. La cobertura 
de primo vacunación del 98% está entre los mejores estándares de los países de nuestro entorno. 
Este logro se alcanzado con la contribución de múltiples profesionales, con gran protagonismo de 
enfermería. 
La enfermería del Sistema Sanitario Público Andaluz ha sido fundamental en la captación de las per-
sonas a vacunar, en el mantenimiento de las condiciones óptimas de conservación de las vacunas en 
la administración de las vacunas y en el registro de los datos. Gracias a su labor se evitan cada año 
muchos casos de enfermedad y muerte. 
Para que los profesionales de enfermería puedan seguir desarrollando su tarea de vacunar con efec-
tividad, es necesario tener instrumentos, como el que aquí se presenta, que aporte los últimos co-
nocimientos en la materia, con un lenguaje claro y directo, que huya de excesivos tecnicismos al 
mismo tiempo que mantenga la rigurosidad de un texto para profesionales sanitarios altamente 
cualificado.
Por ello, para esta Dirección General es muy importante la difusión de este Manual, elaborado por 
profesionales del Distrito Sanitario Aljarafe de Sevilla, con el convencimiento de que en el Sistema 
Sanitario Público Andaluz contamos con personas con alta cualificación y preocupadas por llevar a 
cabo su labor cotidiana en las mejores condiciones de calidad y servicio público.
Quiero agradecer también a la Asociación Española de Vacunología su colaboración en la revisión 
de este Manual. 
Por todas estas razones, creo que estamos ante un libro de cuya utilidad no tengo la menor duda y 
que cuya consulta estoy segura que nos servirá para mejorar la práctica vacunal de cada día. 
Josefa Ruiz Fernández
Directora General de Salud Pública y Participación
Introducción
a actividad vacunal es, sin duda, una de las intervenciones más efectivas de las que se realizan en la 
Atención Primaria de Salud.
La Ley General de Sanidad, aprobada por el Parlamento español en 1986, supuso una inflexión im-
portante en el reconocimiento de las inmunizaciones como una actividad sanitaria más de la cartera 
de servicios de los centros de salud y consultorios locales. La prevención se incorporaba de este 
modo y de forma definitiva a la actividad asistencial de los profesionales sanitarios.
La ciudadanía considera, hoy día, la vacunación más un derecho que una prestación asistencial ofer-
tada por los servicios de salud.
El esfuerzo de muchos profesionales ( enfermeras, pediatras, médicos de familia, trabajadores socia-
les, técnicos de salud....) ha posibilitado que en nuestro país las coberturas de vacunación estén entre 
las primeras de Europa.
Es para mí un verdadero estímulo comprobar como después de 20 años del comienzo de la Reforma 
de la Atención Primaria de Salud un grupo de profesionales de este distrito sanitario mantiene la 
ilusión y el interés por la mejora continua de la actividad vacunal y es un honor presentar el libro que 
refleja el esfuerzo, entusiasmo y la dedicación de estos profesionales. 
 
José Mª Páez Pinto
Director Gerente del Distrito Sanitario Aljarafe
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7
esde hacía tiempo un grupo de profesionales de nuestro distrito veníamos acariciando la idea de 
elaborar un documento útil y práctico para el personal de enfermería que por un lado fuera una 
guía de consulta rápida de los problemas que habitualmente se producen dentro del contexto de la 
vacunación y por otro un soporte documental con los fundamentos científico técnicos que avalan la 
actividad vacunal.
La incorporación masiva al distrito de profesionales de enfermería procedentes del ámbito hospi-
talario con escasa experiencia en vacunación nos hizo plantearnos la urgencia e importancia de su 
realización.
La actividad vacunal requiere experiencia, formación, confianza y seguridad, ya que no solo está 
dirigida a un niño de corta edad sino que requiere dar respuesta a los padres que preocupados nos 
hacen participe de sus inquietudes con sus preguntas.
Este documento, al que hemos denominado Actualización en Vacunación, nace tras la realización 
de un Taller de formación –al que esperamos darle una continuidad – realizado en nuestro distrito 
en la primavera del 2007. No tiene la pretensión de ser una Manual de Vacunas –los hay y muy bue-
nos- ni un Tratado ni un Dossier de la Evidencia científica de la Vacunación, sino una herramienta de 
trabajo para los profesionales que realizan esta actividad en Atención Primaria de Salud.
A todos quienes nos apoyaron y estimularon les damos las gracias y muy especialmente al equipo de 
profesionales que colaboraron en hacer posible aquella idea inicial.
Por ultimo agradecer a la Dirección General de salud Pública de la Junta de Andalucía su ofrecimien-
to para la difusión de este documento y a los miembros de la Comisión de Vacunas de Andalucía por 
sus aportaciones y esmero demostrado en la corrección de los temas.
Diciembre del 2007.
Antonio Luna Sánchez.
Coordinador del Grupo de Vacunas del Distrito Aljarafe.
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Índice
UNIDAD DIDÁCTICA 1 Antecedentes de las vacunas / 11
UNIDAD DIDÁCTICA 2 Bases inmunológicas de la vacunacion / 21
UNIDAD DIDÁCTICA 3 Epidemiología y vacunación / 27
UNIDAD DIDÁCTICA 4 En la consulta de vacunas / 41
UNIDAD DIDÁCTICA 5 Vacunación en el Adulto / 65
UNIDAD DIDÁCTICA 6 Registro e informatización de la actividad vacunal / 79
UNIDAD DIDÁCTICA 7 Estrategias de vacunación en colectivos de riesgo / 89
UNIDAD DIDÁCTICA 8 Procedimiento y gestión de vacunas / 99
UNIDAD DIDÁCTICA 9 Red de frío / 115
UNIDAD DIDÁCTICA 10 Efectividad de las vacunas. Actuaciones ante brotes epidémicos / 127
Bibliografía / 134
Webs recomendadas / 135
9
Dr. Antonio Luna Sánchez. Epidemiólogo.
Antecedentes
 de las Vacunas 
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 1
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 1
13
Las enfermedades infectocontagiosas:“el azote de la humanidad”
sida
fiebre amarilla
parotiditis
malaria
tuberculosis
cólera
gripe
fiebre tifoidea
peste
poliomielitis
viruela
tos ferina
sarampión
hepatitis
meningitisdifleriA
rubéola
sífilis
dengue
tétanos
rabia
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Antecedentes históricos de las vacunaciones: 
las enfermedades infecciosas.
a primera gran pandemia que se produjo en la humanidad fue con toda probabilidad la peste negra 
(siglo XIV). Esta importante pandemia produjo cambios demográficos (uno de cada cuatro habitan-
tes de la región euroasiática falleció debido a ella), cambios económicos (los campos se dejaron sin 
sembrar ni recolectar lo que provocó escasez de alimentos, encarecimiento y hambruna) y cambios 
sociales (la disminución de la demanda de trabajo en la agricultura, debido a la alta mortalidad pro-
ducida, en contra de una excesiva oferta mejoró las condiciones de vida del campesino, creándose 
nuevas formas de relación laboral entre la aristocracia y el campesinado).
Fueron tales las consecuencias que conllevó esta enfermedad que cambió hasta la visión del mundo, 
dando origen al Renacimiento.
Esta enfermedad dio lugar a la primera medida sanitaria preventiva con carácter 
internacional: la cuarentena.
El origen divino de la pandemia, el fin de la humanidad y la expiación de nuestros pecados se argüían 
para explicar lo inexplicable.
( )
Siglo XIV:
> p e St e n e G r a
Vestimenta utilizada
por los médicos 
para evitar ser infectado
Su origen está en el castigo divino por el comportamiento del hombre
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 1
15
Aunque ya había dado lugar a epidemias desde el siglo XII, la viruela seguía siendo otro de los más 
mortíferos enemigos de la humanidad, originando una letalidad del 30% en los afectados. Quizás 
por ello los primeros pasos para luchar contra la misma los encontramos en China, donde inhalando 
polvo de costras secas de casos benignos de viruela, se intentaba burlar la enfermedad. Este método 
y otros (pinchazos con agujas impregnadas del liquido de las vesículas, etc). pasaron a la India y Tur-
quía y en 1721 a Europa gracias a la esposa del embajador inglés en Constantinopla que hizo punzar 
con las agujas a su hijo para protegerlo ante una epidemia de viruela.
En los siglos XV y XVI era tan mortal que se dice que cuando los hombres de 
Hernán Cortés entraron en la capital del imperio azteca los cascos de los caballos 
pisaban sobre los miles de cadáveres que la viruela había producido.
Los conquistadores de América del Norte envolvían los cadáveres de fallecidos por la enfermedad en 
mantas que más tarde daban a los indios. Posiblemente fue el primer atisbo de guerra bacteriológica. 
Jenner en 1796 observó que las ordeñadoras de vacas no enfermaban de viruela si previamente 
habían enfermado de la vacuna (enfermedad de las ubres de las vacas que producía costras en las 
palmas de las manos) y posteriormente hizo público su experimento de inyectar a un joven material 
proveniente de las costras de las manos de mujeres con vacuna. Fue el primer experimento científico 
de la efectividad de una medida preventiva contra una enfermedad transmisible. Es el descubridor 
de lo que actualmente conocemos como las vacunas.
( )
> VACUNAS DE VIRUS VIVOS ATENUADOS: V i ru e l a
Las ordeñadoras de las vacas con “vacuna”no 
enfermaban de viruela, tan solo le salían pe-
queñas lesiones pustulosas en las manos simi-
lares a las de las ubres de las vacas.
1796:
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 1
16
Gracias a eso años después... 
La O.M.S. declara erradicada 
la viruela del planeta gracias al 
esfuerzo conjunto de todos los 
gobiernos de la tierra.
1979:
En 1885 Pasteur, estudiando el virus de la rabia se olvidó de guardar unas placas de cultivo con el virus 
al irse de vacaciones, por lo que dichas placas estuvieron expuestas a temperatura ambiente durante 
días. Al volver se dio cuenta de que los virus mantenían su actividad inmunogénica, pero que habían 
perdido su virulencia. Este hecho fue de vital importancia: saber que los gérmenes al ser sometidos a 
determinadas condiciones: calor, formol, cultivos repetidos, etc. perdían su virulencia, conservando 
intacta su actividad inmunógena, abría el camino al desarrollo de las vacunas, como así fue.
En España... Se había declarado obligatoria esta 
vacuna desde 1944, al igual que la de la difteria.
1885:
> VACUNAS DE VIRUS VIVOS ATENUADOS: l a r a b i a
• Pérdida de virulencia + Igual Inmunogenicidad
• Factores físicos como el calor atenúan la 
virulencia (capacidad de producir daño) 
del germen sin alterar su inmunogenicidad 
(capacidad de producir respuesta inmune).
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 1
17
Otro hecho de trascendencia similar fue el descubrimiento de los gérmenes causantes de las enfer-
medades más comunes, estamos ante la Era microbiológica. 
Ambos hechos dieron lugar al nacimiento de vacunas contra la fiebre tifoidea, el cólera, la peste; así 
como frente al tétanos y a la difteria gracias al tratamiento de sus toxoides.
De este modo se distinguían dos tipos de vacunas en base a su composición: la de gérmenes vivos 
atenuados obtenidas mediante siembras repetidas en medios de cultivo y con las cuales, con 1 sola 
dosis puede producir una inmunidad intensa y duradera y las elaboradas con gérmenes a los que se 
les ha vuelto inactivos mediante formol, calor, etc., en cuyo caso se van a precisar dosis repetidas de 
la vacuna para lograr una buena respuesta inmunológica.
Clasificación de las vacunas según método de fabricación:
Vacunas atenuadas
Los gérmenes pierden su virulencia tras ser sometidos a siembras repetidas en medios 
de cultivo.
En la mayoría de los casos 1 dosis es suficiente. Inmunidad intensa y duradera, similar a la enfermedad 
natural. ¡Ojo! con los inmunodeprimidos.
Vacunas inactivadas
Los gérmenes se inactivan mediante procedimientos físicos o químicos. Pueden ser de 
gérmenes enteros, fracciones víricas o bacterianas o toxinas inactivadas.
Respuesta menos intensa y duradera, por lo que se precisan repetidas dosis para conseguir niveles 
óptimos de anticuerpos.
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En las vacunas de dosis múltiples, tras la primera dosis se produce una elevación de anticuerpos cuyo 
nivel desciende poco después y se precisa de una segunda dosis antes de que los niveles de anticuer-
pos caigan por debajo del nivel de protección. Una tercera dosis permite una elevación del nivel de 
anticuerpos mucho mayor y mas duradera que la anterior. 
Tiempo después se observó que el cultivo de los virus en embriones de pollo permitía un mayor 
crecimiento, lo que posibilitó tener una mayor disponibilidad de estas vacunas: gripe, sarampión, 
rubéola, parotiditis, polio, fiebre amarilla, etc..
Efectos de las vacunas:
Vacunas víricas:
Estas vacunas nacieron al utilizar el embrión de pollo como 
medio de cultivo para los virus.
Virus vivos atenuados: 
fiebre amarilla 
poliomielitis (Sabin) 
sarampión 
rubeola
parotiditis
Virus inactivados: 
gripe 
poliomielitis (Salk) 
Vacuna de la hepatitis B:
Totalmente segura, muy 
eficaz y de disponibilidad 
ilimitada 
0 5 10 15 20 25 30
Cantidad de
Anticuerpos
Tiempo en días
respuesta primaria
respuesta secundaria
nivel de protección
1ª Inyección 
de antígeno
2ª Inyección 
de antígeno
Obtenida mediante 
ingeniería genética
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 1
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Por último las técnicas de ingeniería genética y la manipulación de las fracciones de los antígenos de 
las cápsulas de los microorganismos ha posibilitado el desarrollo incesante de nuevas vacunas.
Vacunas de polisacáridos capsulares y Vacunas conjugadas:
Los antígenos de la cápsula de algunas bacterias son 
los responsables de la respuesta inmunitaria frente a 
las enfermedades que producen
La vacuna se fabrica a partir de fracciones bacterianas de polisacáridos capsulares. Son 
antigenos T-independientes: no producen inmunidaden los < 2 años ni inducen memo-
ria inmunológica.
Debido a los problemas de las vacunas de polisacáridos, se estudió la forma de conjugar 
los antígenos capsulares con una proteína transportadora inmunógena que fuera reco-
nocida por las células T, estimulando asíla inmunidad T-dependiente. Las ventajas son 
que produce inmunidad en los < 2 años y que ésta es duradera. Estas son las vacunas 
conjugadas.
20
E
Desarrollo de las vacunaciones en Andalucía
n 1981 son transferidas a la Junta de Andalucia las competencias en Sanidad, y con ellas el programa 
materno-infantil: vacunaciones infantiles y salud escolar entre otros.
Hasta ese momento el Calendario de Vacunaciones estaba formado por la antipoliomielitica oral, la 
difteria-tétanos-tosferina y la triple vírica, formada por la antisarampionosa, antirrubeola y antipa-
rotidis.
Las vacunas se distribuían por los municipios como se podía, con ciertas dificultade. Los registros, pese 
a la buena voluntad de los profesionales de la Asistencia Pública Domiciliaria, no aportaban una buena 
información sobre coberturas vacunales y la formación sobre vacunas de los profesionales era escasa.
A partir de 1984 se traspasan a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía 
todos los servicios y funciones del Instituto Nacional de la Salud (INSALUD) y con 
ellos los Centros sanitarios y los profesionales.
El 29 de Abril de 1986 se publica en BOE la Ley 14/86, de 25 de Abril, General de Sanidad, que entre 
otros aspectos, establece la actuación sanitaria como un conjunto en el que se integran las activida-
des asistenciales, preventivas y de promoción de salud. Con ellos las vacunas formarían parte de las 
prestaciones sanitarias de todos los centros de atención primaria de salud y hospitales.
Desde entonces la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud de la Junta de Anda-
lucía es quien establece los oportunos cambios en el Calendario vacunal siguiendo las Recomenda-
ciones del Comité Asesor de Vacunaciones infantiles de Andalucía creado al efecto.
Hoy es la actividad más efectiva y eficiente de las que se realizan en Atención Primaria de Salud.
( )
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 2
Dr. Antonio Luna Sánchez. Epidemiólogo.
Bases inmunológicas 
 de la Vacunación 
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 2
23
El efecto de las vacunas estriba en su capacidad para estimular al sistema inmune del organismo y 
producir anticuerpos específicos capaces de defendernos ante la agresión de los microorganismos.
Ya desde la fase embrionaria se va desarrollando el sistema inmune –inmunidad innata- que más 
tarde será el responsable de dar una respuesta específica a medida que se vaya especializando –in-
munidad adaptativa-. En un principio existe una respuesta primaria ante “cualquier agente extraño” 
basada en la citolisis y la fagocitosis, para más tarde formar defensas específicas más sólidas, rápidas 
y eficaces mediante la creación de anticuerpos.
La respuesta inmune ante la agresión de los gérmenes podemos catalogarla como NATURAL cuando 
la produce el organismo sin mediación de la actuación del hombre; de este modo la consideramos 
PASIVA cuando existe un donante que la proporciona de manera natural –la fase embrionaria o la 
lactancia- o ACTIVA cuando la desarrolla el organismo como respuesta ante la presencia de un agen-
te infeccioso, generalmente pasando la enfermedad.
[ Inmunidad pasiva natural ]
Inmunidad natural:
Hablamos de inmunidad artificial cuando media la intervención del hombre, no de forma natural 
como en el caso de la lactancia materna, sino elaborando productos o elementos que estimulan las 
defensas del organismo gracias a su introducción en el cuerpo humano.
De este modo denominamos inmunidad artificial pasiva cuando administramos al organismo 
sustancias que le ayudan a luchar contra la infección neutralizando la acción del germen, son las 
GAMMA GLOBULINAS: preparados elaborados a base de anticuerpos procedentes de plasma de 
donantes. 
Es aquella que desarrolla el organismo de 
forma autónoma. Bien gracias a un donan-
te (la madre) o a una respuesta inmunitaria 
ante una agresión externa.
El huesped desarrolla una respuesta inmunológica contra el germen. 
Es la Inmunidad Activa Natural
24
Consideramos que existe una inmunidad artificial activa cuando administramos al sujeto un pro-
ductos biológicos determinados con objeto de estimular al sistema inmune a desarrollar anticuerpos 
contra una determinada enfermedad. Son las VACUNAS. 
Es aquella que se desarrolla en el organismo a 
consecuencia de las intervenciones realizadas por 
el hombre.
> Gammaclobulinas: Inmunidad Pasiva Artificial. 
> Vacunas: Inmunidad Activa Artificial.
Inmunidad artificial:
La base del efecto prolongado de las vacunaciones es la memoria inmunológica: la capacidad de ela-
borar anticuerpos tras un primer contacto del organismo con los antígenos causales; de este modo 
las respuestas a futuros contactos serán mucho más rápidas, intensas y específicas.
Una vacuna eficaz ideal debe ser protectora, con una protección de larga duración e inducir anticuer-
pos neutralizantes así como respuestas celulares protectoras. Es necesario además que sea segura.
Cada tipo de inmunidad tiene sus peculiaridades y debemos tener cuidado cuando interaccionan 
entre sí, por ejemplo, un niño en los primeros meses posee anticuerpos de su madre frente a enfer-
medades que su madre tuvo o de vacunaciones que recibió. Los anticuerpos maternos interactuarán 
en algunos casos contra los antígenos de la vacuna si ésta se administra durante este período, lo que 
reduce de forma importante la eficacia de la misma. Eso ocurre con el sarampión. Los anticuerpos 
maternos transmitidos a través de la lactancia no se ha demostrado que reduzcan la efectividad de 
las vacunas.
Otro ejemplo es cuando, ante determinadas situaciones, se administran gammaglobulinas a un niño. 
En estos casos debemos demorar la vacunación ya que los anticuerpos de las gammaglobulinas 
interactuarían con los antígenos de la vacuna, reduciendo la eficacia de ésta. O viceversa, a un niño 
recién vacunado no debemos administrarle gammaglobulina, ya que ésta neutralizaría los antígenos 
de la primera.
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 2
25
Esquema de las actuaciones que se siguen ante una agresión externa:
Que el organismo humano 
sucumba ante las agresiones 
del agente infeccioso y le 
acarree la muerte.
Que el agente infeccioso 
sea incapaz de producir la 
enfermedad el organismo 
humano. 
Que el agente infeccioso 
produzca la enfermedad 
y tras un tiempo de 
convalecencia el organismo 
se recupere.
Ante un nuevo ataque el organis-
mo humano tiene ya formados 
anticuerpos capaces de neutra-
lizar cualquier nueva agresión, 
gracias a los linfocitos B yT.
AGENTE INFECCIOSO
ORGANISMO 
HUMANO
1ª actuación:
Defensa natural: Fagocitosis. Macro-
fagos. Citolisis. 
2ª actuación
Defensa prestada: 
• bien natural (madre..lactancia) 
• bien artificial (gammaglobulinas)
3ª actuación:
Identificación del agresor (linfocitos 
B y T)
Puede ser:
A.
B.
C.
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 3
Dr. Antonio Luna Sánchez. Epidemiólogo.
Epidemiología y 
 Vacunación 
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 3
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El principal objetivo que tienen las vacunas es el de reducir la morbi-mortalidad que producen las 
enfermedades de las que vacunamos. Por ello la Epidemiología siempre ha estado presente en las 
actividades de vacunación.
La intervención epidemiológica en las vacunaciones tiene diferentes cometidos:
> Definir estrategias de vacunación que posibiliten alcanzar las máximas coberturas de in-
munización, especialmente en los colectivos diana.
> Establecer servicios de vigilancia epidemiológica que permitan el seguimiento de los cam-
bios en el patrón epidemiológico de las enfermedades, detectar problemas de efectividad 
vacunal, reacciones adversas,evaluar resultados, etc.
> Realizar estudios seroepidemiológicos que permitan constatar la eficacia de las vacuna-
ciones.
> El control de los brotes epidémicos que se produzcan.
30
Enfermedades sometidas a vigilancia epidemiológica especial 
Algunas enfermedades como la poliomielitis, el sarampión y la difteria se encuentran ya en proceso de 
control, eliminación y/o erradicación y como tales, sometidas a vigilancia epidemiológica especial.
Por otro lado todas las meningitis deben ser notificadas como alertas en Salud Pública y, por lo tanto, 
sometidas igualmente a un sistema de vigilancia epidemiológica estricto.
La Poliomielitis
La vacunación se introdujo en España en 1964 y varios años después la incidencia fue mínima. La 
vacuna rompió la cadena de transmisión de la enfermedad hasta tal punto que con tasas de vacuna-
ción del 60% la incidencia de la enfermedad se redujo en más de un 80%.
Hoy día se somete a un protocolo especial de estudio y seguimiento de cualquier parálisis flácida 
que se detecte en cualquier hospital, a fin de descartar su posible etiología poliomielítica, incluidas 
formas leves de la enfermedad.
En el año 2002 la O.M.S. declaró a la Región Europea como Zona libre de poliomielitis.( )
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> INCIDENCIA DE LA POLIOMIELITIS EN ESPAÑA . 1949-2000
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s Se hace obligatoria la
vacuna antidiftérica
> Nº DE CASOS DE DIFTERIA EN ESPAÑA . 1910-1990
La Difteria
En 1943 se introdujo con carácter obligatorio la inmuni-
zación contra la difteria a todos los niños españoles, lo 
que redujo de forma significativa la incidencia anual de 
esta enfermedad. En 1964 el Ministerio inició las cam-
pañas anuales de vacunación antipoliomielitica y con 
la vacuna combinada DTP (difteria, tétanos y tos feri-
na), logrando que en 1986 solo se produjeran 2 casos y 
ninguno a partir de 1987. Hoy podemos afirmar que la 
difteria autóctona está eliminada de nuestro país.
A principios de los años 1990 se produjeron en los paí-
ses del este de Europa brotes de esta enfermedad, debi-
do, en gran parte al abandono de la vacunación masiva 
de su población infantil, que afectó a niños y a adultos. 
Ello alertó sobre la necesidad de mantener las cober-
turas vacunales elevadas en nuestra población infantil 
y vacunar a los adultos (cuyas tasas de anticuerpos son 
bajas o nulas) con la Td cada 10 años a fin de evitar bol-
sas de población susceptible a esta enfermedad. 
32
El Sarampión
La vacunación contra el sarampión fue introducida en 
España en la década 1960 - 1970, pero presentaba al-
gunos problemas que inducían cierto rechazo, como 
el provocar reacciones adversas intensas con relativa 
frecuencia. Más tarde en 1978 se incluyó una vacuna 
hiperatenuada en el calendario vacunal y en 1981 es 
introducida como vacuna triple vírica (SRP) en el ca-
lendario. Antes de la vacuna esta enfermedad origi-
naba unos 135.000 casos cada año en España. Poste-
riormente, con la excepción de un brote ocurrido en 
1986, la incidencia se aproxima a 0 en los niños correc-
tamente vacunados.
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Inicio vacunación
Coberturas vacunales
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> INCIDENCIA ANUAL DEL SARAMPIóN EN ANDALUCíA . 1971-2000
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 UNIDAD 
DIDÁCTICA 3
Las últimas vacunas
La era antibiótica nos hizo creer que podíamos dominar los gérmenes sin necesidad de elaborar 
vacunas, sobre todo en patologías por neumococo, haemophilus influenzae y meningococo. No solo 
era incierto, sino que además se presentaron problemas como las resistencias bacterianas que en 
ocasiones hacía inútil el tratamiento antibiótico. Ello hizo volver la vista a la teoría antigénica y, con 
la ayuda de los conocimientos actuales, se elaboraron vacunas de eficacia demostrada contra los 
gérmenes citados que con frecuencia producen meningitis, entre otros cuadros patológicos. 
> bac t e r i a n a S
• Meningitis meningococica: Neisseria meningitis ó Meningococo. 
 Serogrupos: A, B y C.
• Meningitis neumococica: Streptococo pneumoniae.
• Meningitis por haemóphilus: Haemophilus influenzae tipo b.
Las meningitis:
I. Vacunas antimeningocócicas
Son dos los meningococos más importantes en nuestro medio productoras de infecciones graves 
(meningitis y sepsis): el B y el C. El A se circunscribe al área subsahariana dando lugar a brotes epidé-
micos con elevada mortalidad. La vacuna contra el mismo debe administrarse a personas que viajen 
a la zona bien en acciones militares ayuda humanitaria o por cualquier otra circunstancia.
Los serogrupos B y C son los responsables de los casos en Europa y América. En la década de los 90 
el B tuvo una tasa de incidencia entre 5 y 50 por 100.000 hab. Entre los años 1997 y 2000 se produjo 
en España un gran aumento de casos por el meningococo C. 
Suponen más del 75% del total de meningitis y más del 90% de las meningitis bacterianas en niños
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Las primeras vacunas anti-meningococicas fueron las vacunas de polisacaridos elaboradas a partir 
de los antígenos polisacáridos de la pared del meningococo. De ellas disponemos de vacunas para 
los tipos A, C y otros menos frecuentes en nuestro país, no habiendose desarrollado ninguna efectiva 
para el meningococo B. 
Meningitis meningocócica:
El Neisseria meningitidis presenta distintos serogrupos según la reac-
tividad inmunológica de su cápsula: A, B, C, D, ...
De los 13 identificados, 3 son los responsables del 90 % de los casos.
Es la meningitis bacteriana más frecuente en España
0
100
200
300
400
500
600
700
99-00 00-01 01-02 02-03 03-04 04-05
períodos interanuales
N
º 
d
e
 c
a
so
s Serog. B
Serog. C
vacuna
> Nº DE CASOS DE MENINGITIS
> El serogrupo A afecta a África: En 1996 produjo 152.813 casos con 15.783 muertes.
> Los serogrupos B y C son los responsables de los casos en Europa y América: El serogrupo B 
originó en Europa el 68% de los casos en la década de los 90, afectando entre 5 y 50 casos 
por 100.000 habitantes
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 3
35
Las vacunas de polisacáridos tienen el inconveniente de que su inmunogenicidad y eficacia protec-
tora es muy escasa en menores de 2 años sobre todo las del tipo C y de ahí que solo se recomien-
den en casos de brotes epidémicos y en otras circunstancias especiales. Es decir que cuando solo 
se disponía de estas vacunas, los niños en los dos primeros años en los que tan frecuentemente se 
producen infecciones meningococicas graves, carecían de una medida preventiva eficaz contra las 
mismas. 
Posteriormente a estas vacunas y desde el año 2000, se dispone en España de las llamadas vacunas 
conjugadas, en las cuales se incorpora una proteína transportadora (toxoide diftérico o tetánico) 
unida de forma covalente (conjugada) al antígeno polisacárido. Con ello se induce una respuesta 
inmunológica T-dependiente, presente ya en niños desde los primeros meses de edad y se desarrolla 
memoria inmunológica, hechos que no ocurren con las vacunas de polisacáridos. 
En nuestro país se dispone de una vacuna conjugada contra el meningococo C que se puede admi-
nistrar desde los 2 meses de edad y que está incorporada al calendario de vacunaciones sistemáticas 
para la población infantil en todas las Comunidades Autónomas. 
Vacunas contra la infección meningocócica:
Vacuna de 
polisacáridos del 
grupo A:
Sólo se recomien-
da ante brotes 
de meningitis A 
o para viajeros a 
zonas endémicas.
Es efectiva desde los 2 
meses. Segura. Desarro-
lla memoria inmuno-
lógica. Se recomiendan 
dosis a los 2, 6 y 15 
meses (Meningitec, 
Neis, Vac-C, Menjuga-
te, Meninvact).Su efectividad es 
discutible: nula 
en los < 2a 41% 
de 2-9a. 83% 
de 15-20a. No 
genera memoria 
inmunológica.
Vacuna de 
polisacáridos del 
grupo C:
Vacuna 
conjugada 
meningococo C
¿Para cuándo una 
vacuna para el 
grupo B?
En España se dispone de una vacuna combinada de polisacaridos contra los meningococos A y C 
36
II. Vacuna contra el haemophilus influenzae tipo b.
El haemophilus influenzae tipo b, en los menores de 5 años antes de la vacunación, originaba cada 
año a nivel mundial 445.000 casos de enfermedad invasora, 350.000 casos de meningitis y 115.000 
muertes . El 95% de los casos de enfermedad invasora se producía antes de los 5 años y la meningitis 
por hib era en España la segunda en frecuencia después de la meningocócica. 
Igual que en las anteriores existen 2 tipos de vacunas: la de polisacáridos poco eficaz en menores de 
2 años y la conjugada, eficaz desde los 2 meses de edad. 
La vacuna conjugada contra haemophilus influenzae tipo b está incorporada al calendario de vacu-
nas sistemáticas infantiles en España, desde los últimos años de la década de los 90, administrandose 
desde los dos meses en una vacuna combinada pentavalente conjuntamente con las de difteria, téte-
nos, tos ferina acelular y polio inactivada o hexavalente en la que ademas de las anteriores se incluye 
la vacuna contra la hepatitis B.
Meningitis por Haemophilus influenzae tipo b:
Los menores de 5años suponen el 95% de los casos
Vacuna de polisacáridos capsulares 
Sin eficacia protectora en los menores 
de18 meses. No memoria inmunológica.
Vacuna conjugadas de Hib:
(polisacárido + proteína transportadora:
toxoide tetanico ó diftérico)
Hib + 
DTPa
Hib + DTPa 
+ VPI
Hib + DTPa + 
VPI + VHB
• 445.000 casos enfermedad invasora 
• 350.000 casos de meningitis
• 115.000 muertes/año en el mundo
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 3
37
III. Vacunas antineumocócicas.
El estreptococo neumoniae (neumococo) se asocia a bacteriemias, neumonías y meningitis en niños 
menores de 2 años y a bacteriemia y cuadros neumónicos en los mayores de 65.
Con esta vacuna la cuestión es otra: la vacuna antineumococica conjugada comercializada (PREVE-
NAR) está constituida por 7 antígenos cuando existen más de 90 serotipos. De los serotipos que cir-
culan en nuestro país esta vacuna solo cubre, según la fuente consultada, entre el 68%-75% de ellos, 
siendo efectiva para dichos serotipos, pero carece de eficacia contra los restantes. Es decir la vacuna 
es efectiva contra los serotipos que la componen, pero no contra el resto los cuales además parecen 
ir ocupando el nicho ecológico dejado por los serotipos vacunales.
Este hecho se está constatando al encontrarse con frecuencia un reemplazo de enfermedad invasora 
producida por serotipos distintos a los de la vacuna lo cual plantea el interrogante de si se esta pro-
duciendo un reemplazo de serotipos. De este hecho deriva también las dificultades para su inclusión 
en el calendario de vacunaciones sistemáticas, hasta tanto se clarifiquen estas dudas o se disponga 
de vacunas que cubran un mayor número de serotipos neumocócicos. Además de la vacuna con-
jugada heptavalente, se dispone de una vacuna de polisacáridos 23-valente que puede utilizarse a 
partir de los 2 años de edad en niños con factores de riesgo y en adultos. 
Meningitis por neumococo:
El agente es el Estreptococo neumoniae. Existen 90 serotipos, siendo 
los antígenos de la cápsula los responsables de su patogenicidad.
Niños menores de 2 años 
produciendo bacteriemia, 
meningitis y neumonías.
Personas mayores de 65 años donde 
la bacteriemia se asocia a cuadros 
neumónicos.
afecta a
Vacuna antineumococica 
conjugada (Prevenar). 
Efectividad del 95%. Recomen-
dada a < 2 años, a niños con 
factores de riesgo.
Vacuna de polisácaridos capsulares 23-valente:
(Pneumo 23/Pnu-Imune) no produce inmuni-
dad a los < 2 años ni memoria inmunológica. 
Presenta una efectividad entre el 50-85% en 
la prevención de bacteriemia y meningitis y se 
desconoce ente la neumonía. Recomendada a 
mayores de 65 años y en menores de 2 años 
con factores de riesgo.
38
IV. Vacuna antivaricela
Otra vacuna cuya incorporación al calendario vacunal es fuente de polémica es la de la varicela.
> ENCUESTA EPIDEMIOLóGICA NACIONAL . 1996
% Susceptibles
edades
0
10
20
30
40
50
60
%
2-5
años
6-9
años
10-14
años
15-19
años
20-24
años
25-29
años
30-39
años
> Datos epidemiológicos de la varicela
Tras pasar la varicela, el virus queda latente en las raíces de los ganglios dorsales. Las exposiciones 
posteriores al virus de la varicela reduce el riesgo de reactivación del mismo y por lo tanto el ries-
go de aparición del herpes zoster al reforzar la inmunidad frente a él. 
Algunos modelos matemáticos han sugerido que disminuir o cesar la circu-
lación del virus de la varicela podría provocar un aumento de la incidencia 
de herpes zoster en las personas adultas con inmunidad activa natural; es un 
hecho comprobado que los niños vacunados presentan un riesgo menor de 
desarrollar herpes zoster y es difícil especular sobre aquel potencial afecto a 
largo plazo.
(
)
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 3
39
En resumen:
> Existen evidencias de que la exposición exógena al virus de la varicela previene el desarrollo de 
herpes zoster.
> Las estrategias de vacunación que provoquen la interrupción de la circulación del virus pueden 
producir un incremento de herpes zoster en edad adulta durante un número de años difícil de 
precisar.
> Además de realizarse estudios para tratar de discenir esta polémica, la introducción de nuevas 
estrategias vacunales (segunda dosis de vacuna y vacuna contra el herpes zoster) podrían prevenir 
aquel posible efecto indeseable a largo plazo.
Recomendaciones de la Vacunación de Varicela para España en grupos de riesgo
Grupos de riesgo a vacunar:
> Paciente con leucemia aguda.
> Pacientes sometidos a tto inmonosupresor.
> Pacientes trasplante programado de órgano.
> Pacientes con enfermedades crónicas.
> Contactos próximos sanos seronegativos: padres/hermanos/personal sanitario y 
personas en contacto con pacientes que tienen riesgo de varicela grave... 
Desde el año 2006 se recomienda la vacunación a una cohorte elegida por cada Comunidad Au-
tónoma entre los 10-14 años, en quellas personas que refieran no haber padecido la enfermedad 
ni encontrarse vacunadas dada la mayor gravedad de la varicela en individuos sanos después de 
los 14 años.
El VPP de la respuesta es del 93%
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
en la consulta
 de Vacunas 
Carmen Castillo Mayoral. Enfermera.
43
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
P
Introducción a la vacunación
odríamos definir el ACTO VACUNAL como el conjunto de procesos, protocolos y técnicas que se apli-
can desde el momento en que se recibe al usuario del sistema sanitario demandante de una actuación 
en relación con las vacunaciones hasta el momento en que se ha completado esta actuación.
El acto vacunal es un acto complejo que requiere amplios conocimientos en los profesionales que 
han de gestionarlo. El objetivo de este manual es proporcionar o actualizar estos conocimientos, que 
será el caso de muchos compañeros que ya estén familiarizados con la vacunación, y también, por 
supuesto de los que hayan tenido la curiosidad y la responsabilidad de leer la abundante bibliografía 
que hay sobre el tema.
Todas las enfermeras que trabajan en atención primaria deberían contar con la 
formación y capacitación adecuada para poder administrar vacunas. Es necesa-
rio poner en cada actuación toda la formación y experiencia, según la correcta 
praxis, aplicando los conocimientos debidamente actualizados.
Esto incluye un conocimiento exhaustivo de las vacunas que disponemos, por las posibles contra-
indicaciones y precauciones de uso, las técnicas y vías de administración, las zonas de inyección, las 
medidas de asepsia y desinfección de la piel, la eliminación de los residuosy la prevención de las 
exposiciones accidentales, como medida de prevenir infecciones nosocomiales. También, el conoci-
miento del estado del usuario, las posibles incompatibilidades con las vacunas (alergias a vacuna o 
componentes) y cualquier otra alteración que pueda provocar una reacción adversa no deseada. 
Sus conocimientos deben facilitarle la labor de informar y educar a los padres transmitiéndoles con-
fianza y herramientas para valorar y actuar en caso de reacciones adversas posteriores al acto vacunal. 
Finalmente, una capacitación y entrenamiento para solucionar posibles reacciones adversas, espe-
cialmente los síncopes y las anafilaxias que, aunque raras, son posibles y a tal efecto, siempre se 
debe disponer y conocer el protocolo de actuación, y disponer también en la consulta de todos los 
materiales y medicación necesaria para una actuación de urgencia, donde unos segundos pueden 
ser decisivos para evitar una tragedia.
( )
44
Nuestros objetivos
> Conocer las tasas de coberturas vacunales de la zona básica de salud, para trabajar 
en mejorarlas
> Que todos los profesionales en contacto con los pacientes, especialmente l@s 
profesionales de enfermería, estén correctamente inmunizalos frente a las enfer-
medades inmunoprevenibles
> Conocer perfectamente la logística vacunal (cadena de frío, almacenaje y ges-
tión de stocks)
> Conocer perfectamente las contraindicaciones, precauciones, falsas contraindica-
ciones y reacciones adversas.
> Conocer el estado del paciente y sus problemas de salud que puedan relacionarse 
con la administración de alguna vacuna
> Estar entrenado para afrontar las reacciones adversas graves.
> Conocer las diferentes técnicas de administración de las vacunas.
> Conocer las medidas de prevención de las exposiciones ocupacionales accidenta-
les y la gestión de los residuos.
recuerda:
La formación continuada es un valor irrenunciable y 
necesario para la realización de nuestra tarea con la 
seguridad y competencia a la que estamos acostumbrados
45
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
Puntos importantes de la vacunación
Logística y conservación
Es necesario administrar las vacunas de forma correcta y segura, por lo que debemos conocer todo 
lo relacionado con la manipulación y las condiciones de almacenamiento, teniendo en cuenta que 
son productos biológicos, y que su conservación pasa principalmente por el mantenimiento de la 
red de frío entre + 2 y + 8 ºC, y la protección frente a la luz directa.
Conocer el estado vacunal
Otro punto importante es la recopilación de la información que nos permita conocer el estado va-
cunal de nuestra población y el mantenimiento de las tasas de coberturas adecuadas, para conseguir 
una inmunización individual y de grupo que permita la disminución de la incidencia de casos de una 
enfermedad.
Vacunación en sanitarios
Como profesionales sanitarios, estamos encuadrados en el grupo de riesgo “potencialmente trans-
misores y receptores”, ya que estamos en contacto directo con personas enfermas. Es por lo tanto 
muy importante que estemos correctamente inmunizados, con el doble objetivo de no transmitir y 
también de no contagiarnos de enfermedades fácilmente prevenibles.
Contraindicaciones y reacciones adversas
Hay que saber cuando están contraindicadas y los potenciales efectos adversos, así como las medi-
das para prevenirlos y los recursos para minimizar su efecto.
Administración de las vacunas
Es imprescindible para conseguir la mejor calidad 
del proceso el conocer las técnicas, vías de adminis-
tración, y las zonas de inyección, pues de su correcta 
utilización dependerá conseguir la máxima inmuno-
genicidad y la menor reactogenicidad.
recuerda:
> Disponer material a utilizar
> Estado de la red de frío
> Estado de la vacuna
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Actuación antes de administrar la vacuna
> Junto a la nevera de vacunas debe existir una plantilla de temperaturas donde la persona respon-
sable de las vacunas del centro debe anotar a diario (según el protocolo establecido, una o dos 
veces) la temperatura máxima y mínima alcanzada por el frigorífico. Hay que comprobar que la 
temperatura se ha mantenido entre los márgenes de + 2 a + 8 ºC.
> Comprobar el material que se ha de utilizar: jeringas, agujas, desinfectante, gasas, etc.
> Verificar que el material para una actuación de emergencia se encuentra accesible, está completo 
y en condiciones para ser utilizado de inmediato.
> Ya con el paciente en consulta verificaremos en su carnet vacunal, si tiene todas las vacunas co-
rrespondientes a su edad y cotejaremos los datos con los existentes en el registro del Centro. No 
hay que olvidar que no podemos perder una ocasión de vacunar en el caso de que el niño que 
tenemos delante no esté al día respecto al calendario oficial vigente y además cerciorarse que 
las vacunas reflejadas en la cartilla del niño estén recogidas en la base de datos del centro, con 
objeto de mantenerlo actualizado, paliar el posible infraregistro, y a la hora de explotar los datos, 
que sean lo mas fiables posibles.
> Hay que realizar una correcta anamnesis previa mediante una entrevista a los padres, siguien-
do uno de los modelos de cuestionario de anamnesis existentes. Principalmente nos debemos 
cerciorar de que no ha habido reacciones graves en dosis anteriores, ni existen en el momento 
actual condiciones para la no vacunación o precauciones que debamos tener en cuenta.
preguntas sí no no sabe
1. ¿Está enfermo el niño hoy?
2. ¿Es alérgico el niño a medicamentos, a alimentos o a alguna vacuna?
3. ¿Ha tenido el niño previamente una reacción importante a alguna vacuna?
4. ¿Ha tenido el niño convulsiones o algún problema carebral?
5. ¿Tiene el niño cáncer, leucemia, SIDA o cualquier otro problema del sistema inmune?
6. ¿Ha tomado el niño corticoides, medicamentos anticancerosos o tratamiento con 
radioterapia en los últimos tres meses?
7. En el último año, ¿ha rebibido el niño una transfusión sanguinea o de productos 
hemáticos, o ha recibido inmunoglobulinas? 
8. ¿Ha recibido el niño en la últimas 4 semanas alguna vacuna?
9. En el caso de que se vaya a vacunar una adolescente ¿está embarazada o existe la 
posibilidad de que se pueda quedar embarazada las próximas 4 semanas?
Este cuestionario ha sido contestado por: ......................................................................................................................................................................
Fecha: ..............................................................................................................................................................................................................................................
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
47
> Decidida la vacuna a administrar, hay que comprobar que se corresponde con la que vamos a 
administrar. En caso de que se trate de una vacuna a reconstituir, que se procede a su correcta 
reconstitución (en algunos casos, por las prisas o por despistes, se inyecta tan solo el solvente), 
revisar que esté en perfecto estado de conservación, comprobar la fecha de caducidad, y si no se 
esta familiarizado con la vacuna, hay que revisar la ficha técnica y comprobar la vía de adminis-
tración recomendada.
> Se deben atemperar las vacunas parenterales. Eso significa sacarlas de la nevera uno 10 minutos 
antes de su administración y agitar para verificar que el aspecto de la vacuna es el correcto, sin 
posos ni flóculos. 
> Aunque las vacunas víricas son las más sensibles a la luz y al calor, no existe problema si no se 
mantienen a temperatura ambiente más de los minutos aconsejados.
> Cargar la vacuna y elegir la aguja adecuada teniendo en cuenta, como veremos con detalle mas 
adelante, la vía de administración, la zona de inyección, el peso, la edad y la masa muscular.
Controlar material necesario para urgencia vital en reacción adversa
> Adrenalina 1/1000
> Canula de Guedel
> Material necesario para vía venosa
Controlde antecedentes vacunales y anamnesis:
> Posibles contraindicaciones
> Reacciones a dosis anteriores
> Estado actual de salud del niño
recuerda:
Revisar vacuna a administrar:
> Fecha caducidad
> Estado de conservación
> Vía, zona de administración y técnica
> Ficha técnica si es necesario
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Actuación durante la administración de la vacuna
> Se recomienda la desinfección de la piel con suero fisiológico, agua destilada o agua oxigenada, 
ya que el uso de alcohol podría inactivar las vacunas de virus vivos.
> Siempre hay que lavarse las manos, y utilizar guantes no estériles, pues siempre existe la posibili-
dad de una exposición ocupacional accidental.
> Es posible que debamos administrar dos o tres vacunas en la misma sesión por lo que en el caso 
de tener que administrar 2 inyecciones en el mismo miembro a un lactante, es imprescindible 
mantener una distancia de 2 - 3 cm. entre ellas. Esta precaución es necesaria para evitar que se 
puedan mezclar los preparados vacunales con el consiguiente déficit de inmunogenicidad y para 
evitar que se solapen las posibles reacciones locales de ambas vacunas.
> Se debe mantener al lactante o niño en una posición cómoda para poder trabajar y que a su vez 
resulte relajada y cómoda para la persona a vacunar.
Prevención de infecciones
• Desinfección de la piel
• Utilización de guantes
• Prevención de pinchazos accidentales
• Reconstituir los liofilizados
• Homogeneizar el producto
• No mezcles vacunas
• Elige bien la aguja y la vía de administración
Protege las vacunas de virus vivos de la luz, el 
calor y los productos químicos
recuerda:
Buscar una 
situación 
de trabajo 
cómodo
49
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
Actuación tras la administracion de la vacuna
> Todo el material utilizado durante la vacunación ( jeringas, agujas y viales), debe ser depositado 
en el contenedor de residuos biológicos. Las jeringas nunca se deben separar de las agujas para 
su desechado.
> Las gasas u otro material que se haya utilizado, aunque pueda estar manchado de sangre, se 
puede desechar en la bolsa de residuos asimilables a urbanos (basura)
> Se debe informar a los padres de los efectos que se pueden esperar, cuales son las manifesta-
ciones banales y cuales pueden ser motivo de consulta y qué deben hacer en cualquiera de los 
casos.
> El registro en la cartilla de vacunación del niño es ineludible, ya que ésta constituye el documento 
de salud que acredita su estado vacunal, y facilita información valiosa para el profesional que 
acometerá la siguiente dosis.
> También el centro de salud debe disponer de un sistema de registro competente, de manera que 
se pudiera consultar en cualquier momento la situación de un niño, así como la cobertura alcan-
zada en una población para las distintas cohortes.
> Por último, siempre se debe recomendar a los padres que esperen en el centro durante 15 ó 20 
minutos, en prevención de reacciones agudas graves.
En la cartilla
En el Registro del Centro
Registrar la vacunación:
• Informar a los padres de posibles reacciones
• Controlar posibles reacciones durante 15-20 minutos
• Desechar correctamente el material utilizado
recuerda:
Prevención de infecciones
• Desinfección de la piel
• Utilización de guantes
• Prevención de pinchazos accidentales
50
Zonas, vías y técnicas de administración
Zonas
La zona debe venir determinada por la edad y masa muscular de la persona a vacunar. 
> En menores de 12 meses, siempre utilizaremos el vasto externo (pierna)
> En mayores de esta edad, siempre que la masa muscular lo permita, utilizaremos el brazo, tan-
to para inyección IM (deltoides), como SC (1/3 medio del brazo).
Menores de 18 meses IM Mayores de 18 meses IM Mayores de 12 meses SC
Vías de administración
Las vacunas deben aplicarse en el lugar donde la inmunogenicidad sea mayor y con el menor riesgo 
de producir lesiones, además de tener en cuenta la posible reactogenicidad.
En algunas vacunas, es posible la administración IM ó SC. Se recomienda siempre por defecto la 
administración IM en estos casos.
> Intramuscular (IM)
Consiste en la administración del preparado en el tejido muscular, que será absorbido de forma 
rápida. En persona con dietesis hemorrágica u otros problemas de coagulación se priorizara su 
administración por vía subcutánea.
Trocánter mayor fémur
Rodilla
Acromion
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
51
Para esta vía, el lugar anatómico apropiado en lactantes es el tercio medio del vasto externo.
En niños mayores de 15 meses, adolescentes y adultos se utilizara el músculo deltoides.
No debe utilizarse la zona dorsoglútea para las inmunizaciones por dos razones: existe mayor 
riesgo de lesión y hay una menor inmunogenicidad, dado que existe una gran cantidad de tejido 
celular subcutáneo y en muchas ocasiones se inyecta sobre este creyendo que se está haciendo 
sobre el músculo.
La elección de la aguja es determinante ya que de ella depende que depositemos el producto en 
el lugar adecuado. Por eso, para un lactante de 2 meses o mayores pero con poca masa muscular 
o bajo peso, es suficiente con la aguja de cono naranja de 16 mm x 0’5 mm (25 G 5/8).
En cambio, a partir de 4 meses, con desarrollo normal, debemos utilizar la aguja de cono azul de 
25 mm x 0’6 mm (23 G 1), siendo esta misma la utilizada para deltoides en niños y jovenes. 
En adultos, y según su masa muscular deltoidéa, es posible que sea necesario utilizar agujas de 
mayor longitud como 38/40 mm x 0’8 mm (21 G 1 1/2).
Intramuscular 90 º Subcutánea 45 º Intradérmica 15 º
> Subcutánea (SC)
Consiste en la administración en tejido celular subcutáneo. Esta vía determina un tiempo de ab-
sorción mayor, la utilizamos para inmunizaciones con virus vivos atenuados, y también en pa-
cientes con alteraciones de la coagulación, para evitar que se produzcan hematomas. La aguja es 
la de cono naranja de 16 mm x 0’5 (25G 5/8) y según la edad se administra en la cara anterolateral 
del muslo (raramente) o en 1/3 medio del brazo para mayores de un año.
52
> Oral
Hasta hace poco tiempo se administraba por esta vía la polio oral, de virus vivos atenuados.
Al declarase Europa libre de Polio, hemos pasado a utilizar la VPI inactivada, por vía SC. y en com-
binación con otras, las pentavalentes o la hexavalente, por vía IM.
Cuando se utilizaba, se hacia en viales monodosis que se depositaba directamente en la boca del 
lactante.
Actualmente existen en el mercado vacunas frente a rotavirus, de administración oral, en envases 
monodosis. 
Estas vacunas no están incluidas en los calendarios oficiales, pero se puede dar la circunstan-
cia de deber administrarlas en el centro de salud. La vacuna debe mantener la cadena del frío 
desde la farmacia o el domicilio del usuario hasta el lugar donde vaya a ser administrada. No 
debe atemperarse, sino administrarse inmediatamente en la boca del lactante. En caso de re-
gurgitación, no es necesaria una repetición de dosis, pues no hay estudios determinantes de la 
conducta a seguir. 
> Intradérmica (ID)
Consiste en la aplicación del preparado vacunal en la dermis. La administración es lenta y local. Se 
utiliza para la BCG y la vacuna antirrábica (VCDH). Se utiliza aguja de 16 mm x 0’5 (25 G 5/8)
La correcta administración es difícil, pues se debe conseguir la aparición de una pápula en el lugar 
de inyección, que desaparecerá en 20-30 minutos. Se aplica con aguja y ángulo de 10-15 grados 
y es necesario un correcto entrenamiento.
Vía IM bebés:
< 18 meses: Tercio medio del vasto externo 
> 18 meses, con buen desarrollo muscular, adolescentes 
y adultos: Músculo deltoides
recuerda:
53
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
Contraindicaciones absolutas, precauciones y falsas 
contraindicaciones
Contraindicación: Situación en la persona a vacunar –no relacionada con la vacuna– que aumenta 
significativamente el riesgo de una reacción adversa.
> ANAFILAXIA a vacuna previa o a algún componente de la vacuna
> Vacunas parenterales de virus vivosen embarazadas
> Vacunas de virus vivos en inmunodeprimidos
> VPO en convivientes de inmunodeprimidos
> ENCEFALOPATIA AGUDA tras administración de Dtpa
> Vacunas fuera de rango de edad
Precaución: Situación en la persona a vacunar que puede aumentar el riesgo de una reacción adversa 
o afectar a la eficacia de la vacuna. Generalmente es una condición transitoria.
> Embarazo
> Inmunodeficiencia
> Intervalos de tiempo entre productos inmunobiolgicos y las vacunas
> Enfermedad aguda moderada o severa 
> Trastorno neurológico evolutivo
> Contactos con inmunocomprometidos
Como resultado de la anamnesis previa a la vacunación, ya habremos averiguado si el niño padeció 
una reacción de cualquier tipo a la dosis anterior. Es de suponer que si esta reacción fue muy severa, no 
acudirá de nuevo hasta obtener el visto bueno de su pediatra o por indicación expresa del mismo.
En el caso de que exista la posibilidad de alergia grave y confirmada a alguno de los componentes de 
la vacuna, de las que la mas frecuente es al huevo, hay que derivarlo al pediatra, que valorara la situa-
ción y en caso necesario remitirá al paciente al hospital donde será inmunizado bajo observación.
La edad es un factor determinante, como veremos en varias ocasiones, para la correcta inmunización 
ya que el inicio de la misma esta supeditado a la edad de riesgo de padecer la enfermedad, al mo-
mento en que la respuesta inmune es mas adecuada y duradera y las complicaciones son menores, 
además de la interferencia con los anticuerpos maternos en niños menores de 12 meses.
54
Falsas contraindicaciones: Existen gran cantidad de mitos con respecto a la vacunación, aportados 
tanto por los padres como por los propios profesionales sanitarios, a la hora de proceder a administrar 
la vacuna. El temor a una reacción adversa ligada a la vacunación hace que en ocasiones se deje de 
vacunar cuando no hay motivo para ello.
> Reacciones leves o moderadas a dosis previas
> Enfermedades leves
> Exposición a enfermedad infecciosa
> Antecedentes de alergia, asma, otras manifestaciones atopicas
> Administración de tratamientos de desensibilización
> Prematuridad o retraso en el crecimiento
> Lactancia materna
> Convivientes de mujeres embarazadas
> Condiciones neurológicas estables
> Antecedentes familiares de convulsiones
> Enfermedades crónicas de corazón, pulmón, hígado o riñón
> Tratamiento con antibióticos o corticoides a bajas dosis
Reacciones adversas
Reacción adversa es cualquier incidente clínico asociado temporalmente con la va-
cunación. Esta relación temporal no implica necesariamente una relación causal.
Una gran cantidad de reacciones adversas son debidas a errores en la administración de la vacuna.
Las reacciones adversas pueden ser locales o sistémicas, pueden ser leves o graves o pueden ser 
inmediatas o tardías. 
El profesional sanitario debe conocer su naturaleza para poder informar a los usuarios. Asimismo, 
debe estar preparado y entrenado para una rápida actuación y poder resolverla con eficacia.
( )
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
55
Locales
> Dolor, eritema, enrojecimiento, edema, induración, en la zona de la inyección.
 Suelen estar relacionadas con el tipo de antígeno y/o adyuvante o bien con un defecto en la 
técnica. Suelen ser leves y no precisan tratamiento. Pueden aparecer al poco tiempo o retar-
dadas (triple virica).
> Nódulo o quiste antigénico.
 Suele estar relacionado Con un defecto en la técnica (administración subcutánea de un prepa-
rado para inyección IM)
> Reacción tipo III (Arthus). Necrosis local por inmunocomplejos.
 Debido a administración de más dosis de las indicadas en corto periodo de tiempo (toxóides)
Sistémicas
La fiebre, de duración e intensidad variable. No suele persistir más de 48 horas. Hay que estar vigilan-
te por la posibilidad de convulsiones febriles. Se tratara con las medidas habituales.
> Malestar general, cefalea, vómitos, etc. 
> Llanto persistente e inconsolable de al menos 3 horas, se ha asociado con el componente 
Pertussis de la Dtpw. Hoy no se utiliza este tipo de vacunas.
> Las convulsiones afrebriles, secundarias a la vacunación, suelen aparecer en las primeras 72 
horas posteriores a la vacunación o en el caso de la TV hasta dentro de 15 días.
> Infecciones locales (abcesos, celulitis), que no deben confundirse con las reacciones locales. 
> Sepsis o shock tóxico, por inoculación bacteriana durante la administración de la vacuna por 
defecto de asepsia.
> Reacción alérgica, de sintomatología leve, presentación algo tardía. Urticaria, prurito y ede-
mas ocasionales, que será tratada con antihistamínicos y/o corticoides.
> Lipotimia; reacción vaso-vagal que provoca sincope brusco con palidez, frialdad, sudoración 
y perdida de consciencia. Se recupera en pocos minutos en posición de trendelemburg.
> Shock Anafiláctico. Es la más grave de las reacciones adversas.
56
Shock anafiláctico
Se trata de una reacción provocada por alguno/s componente de la vacuna. Los síntomas pueden 
aparecer bruscamente entre 1 y 30 minutos tras la administración, aunque en ocasiones puede apa-
recer tras algunas horas. La rapidez de aparación de los síntomas condiciona la gravedad del cuadro. 
Una reacción anafiláctica grave se produce entre 500.000 a 1.500.000 de dosis administradas según 
el tipo de vacuna, y afortunadamente son muy pocas con desenlace fatal, sobre todo si se esta pre-
parado para reaccionar a tiempo.
Las reacciones anafilácticas van desde un ligero lagrimeo, prurito y estornudos hasta 
situaciones de intensa dificultad respiratoria por edema de laringe y bronsoespasmo. 
Nadie espera en el centro los 20 ó 30 minutos necesarios para descartar este tipo de reacciones pero 
debemos tomar conciencia de la necesidad de esta precaución.
> Diferencias entre sincope vaso-vagal y anafilaxia
 SINCOPE ANAFILAXIA
 Comienzo Inmediato 5-10 minutos
 Piel Pálida, sudorosa, fría, húmeda Enrojecida, párpados hinchados, rash
 Respiratorio Normal o profunda
Obstrucción bronquial, sibilancias, 
estridor
 Cardio - vascular Bradicardia, hipotensión
Taquicardia, hipotensión, arritmia, 
parada
 Digestivo Nauseas, vómitos Dolor cólico
 SNC
Pérdida consciencia transitoria.
Buena respuesta a posición de prono
Pérdida consciencia.
Escasa respuesta a posición de prono
( )
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
57
Los materiales necesarios para el tratamiento urgente del shock anafiláctico son:
•	 	Canula de Guedel
•	 	Ambú
•	 	Aspirador
•	 	Material para intubar
•	 	Material para infusión
> Para preparar las dosis de lactantes es conveniente diluir la ampolla de adrenalina en 9cc. de 
suero fisiológico, así, al multiplicarlo por 10, será más fácil la dosificación con jeringa de insu-
lina. La dosis aconsejada es de 0’01 ml x kg de peso, hasta un máximo de 0’5 ml.
> Si no hay respuesta, se puede repetir la dosis hasta tres veces, con intervalos de 5 minutos
> Se pone por vía IM. en el miembro contrario a la inyección, ya que esta vía es la de mas rápida 
absorción. En ocasiones, si la inyección ha sido subcutánea, se puede poner la adrenalina en el 
lugar de la inyección par retrasar su absorción, incluso aplicar un torniquete intermitente. Mas 
tarde será necesario coger una vía venosa para paliar la hipotensión y administrar fármacos.
> Entretanto habremos activado el servicio de urgencia por el medio más rápido que tengamos 
a mano, por lo que el teléfono adecuado figurará en lugar accesible a la primera ojeada.
> Mantener al paciente en posición de tremdelemburg y despejar la vía aérea con cánula de 
guedel e hiperextensión.
> En caso necesario, realizar RCP hasta la llegada de la asistencia
> Como norma general, y si se desconoce el peso exacto de la persona afectada, se aplicara la 
siguiente:
EDAD ADRENALINA SIN DILUIR ADRENALINA DILUIDA AL 1/10
< 2 años 0’06 ml 0’6 ml
2-5 años 0’12 ml 1’2 ml
6-11 años 0’25 ml 2’5 ml
> 11 años 0’25 – 0’5 ml 5 ml
Adulto 0’5 ml 5 ml
58
Errores enla administración de vacunas
os errores en la administración de vacunas son muy poco probables, pero desafortunadamente ocurren:
> utilización de una jeringa ya usada
> vacuna contaminada en origen
> vacuna contaminada al prepararla
> utilización de vacuna reconstituida en una sesión anterior y contaminada
Estos errores pueden provocar una infección local o general, de consecuencias más o menos graves.
Otros errores pueden estar ligados a la cadena de frío, por lo que la vacuna ha podido perder su 
potencia o convertirse en más reactógena (por congelación).
Las vacunas únicamente se deben extraer de la nevera para su utilización inmediata, y solo deben 
ser reconstituidas las que se vayan a utilizar a continuación, nunca en previsión de su utilización 
posterior. Con esta política, ahorramos costes y prevenimos posibles reacciones o inefectividad de 
las vacunas
Las reacciones derivadas de una mala técnica de inyección, de la inadecuada elección de la vía de 
administración, o de hacer caso omiso de las contraindicaciones reales, nos pueden conducir a una 
reacción grave que, en muchos casos hubiera sido completamente evitable.
• Verifica la red de frío
• Mantén la asepsia adecuada
• Homogeneiza bien el producto 
• Asegúrate de que inyectas el fármaco adecuado
• No utilices mezclas de sesiones anteriores
• Presta atención a los liofilizados
• Deja recogido y en su sitio todo el material cuando termines
L
recuerda:
59
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
L
Papel de la enfermera que administra vacuna
a enfermera que administra vacunas tiene, además de su labor asistencial, tres importantes funciones:
> Educativa, adaptada al medio
> Preventiva 
> De vigilancia
FUNCIóN EDUCATIVA
Se debe informar a los padres, o en su caso a un colectivo, de que las vacunas tienen riesgos, pero son 
conocidos y prevenibles y mucho mas leves que los que implica la no vacunación y la exposición, por 
tanto, a la enfermedad y sobre todo, a sus secuelas.
Hay que explicarles lo posibles efectos adversos después de cada vacuna y como pueden ellos pre-
venir o resolver las situaciones en su domicilio, pero también deben conocer cuando una reacción 
excede su capacidad de solución y deben consultar con pediatría.
Es muy importante la labor educativa de captación en colectivos difíciles con bajas tasas de cober-
tura (comunidades étnicas, de inmigrantes o naturistas/ecologistas), en los que se deben aprovechar 
las captaciones para actualizar al máximo los calendarios, por las dudas que puede generar la conti-
nuidad de visitas.
 
FUNCIóN PREVENTIVA
La situación de la vacunología y de las vacunas en cambiante, se trabaja en la erradicación de enfer-
medades, se producen cambios en la epidemiología de otras, se producen brotes de enfermedades 
de las que estamos vacunando, las personas inmigrantes pueden importar de sus países de origen 
enfermedades endémicas, etc.
Afortunadamente la investigación avanza, aparecen nuevas vacunas otras ocupan el lugar de las 
antiguas, menos eficaces.
Tenemos que estar preparados y actualizar nuestra información , mediante lecturas, formación con-
tinuada u otros medios, así será posible evitar errores, minimizar las reacciones adversas y sobre 
todo identificar las verdaderas situaciones de urgencia y tratarla con éxito.
60
FUNCION DE VIGILANCIA
Tan importante como lo anterior es también el registro de las vacunas, que nos sirve, tanto a los usuarios 
como a nosotros, para conocer su estado vacunal, pero también para conocer si alcanzamos las coberturas 
adecuadas, tanto porque es una exigencia de nuestra cartera de servicios, como una responsabilidad nues-
tra para contribuir a crear una inmunidad de grupo que protege a la población, incluso a la no vacunada y 
que conduce a la disminución de las tasas de incidencia como a la futura erradicación de enfermedades.
Las reacciones adversas son normalmente notificadas por los padres al pediatra o a los profesionales 
de enfermería, por lo que debemos estar sensibilizados para la detección y notificación mediante el 
Sistema Español de Farmacovigilancia (la tarjeta amarilla).
Calendario de vacunación infantil
os calendarios oficiales de vacunación infantil son muy dinámicos, de manera que, a lo largo de la in-
fancia de un individuo pueden cambiar, ya que dependen de factores epidemiológicos que determi-
nan las nuevas inclusiones, los cambios de cohorte a los que se aplica una determinada vacuna, los 
cambios en el nº de dosis o del tipo de vacuna, o la introducción de nuevos preparados vacunales.
Así, en los últimos años se han ido incluyendo la vacuna frente a la hepatitis B, la vacuna frente a 
haemophilus influenzae tipo b, la vacuna frente a meningococo C, que ha sido incluida con diferentes 
pautas y con un catch-up para cubrir todas las edades de riesgo (nacidos a partir de 1986).
La vacuna triple vírica ha sufrido cambios en las edades de administración, en relación con la apari-
ción de brotes a edades más tempranas a la de la vacunación.
VACUNACIONES EN LA ESCUELA
A partir de los 6 años vacunamos a los niños en el colegio, ya que tradicionalmente así se ha venido ha-
ciendo y se podría pensar que el vacunar a los niños en el Centro descenderían las tasas de cobertura.
También esta parte del calendario ha cambiado: se ha incluido la vacunación frente a varicela en 
adolescentes y se deja de vacunar frente a la hepatitis B a los adolescentes que hubieran recibido las 
tres dosis de hepatitis b al nacimiento.
L
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
61
Hay vacunas que disminuyen el nº de dosis y el tipo de vacuna, por erradicación parcial de la enfer-
medad o cambios de estrategia. Es el caso de polio, que antes se administraba hasta los 14 años (6 
dosis) y ahora solo hasta los 15-18 meses (4 dosis), habiendo pasado de virus vivos atenuados por vía 
oral, a virus inactivados por vía IM, estando incluida en las vacunas pentavalente y hexavalente.
Se consideran recibidas las dosis debidamente documentadas y las que los padres garanticen si lugar 
a dudas que han recibido. Cuando se producen intervalos mas largos de los recomendados entre 
dosis de vacuna, se aplica el concepto de dosis recibida= dosis válida, esto es, nunca es necesario ni 
repetir la dosis ni reiniciar la vacunación.
La vacuna antipertussis no se debe administrar después de los 7 años de edad.
Para niños mayores de esta edad, se debe utilizar la antidiftérica de adultos, o sea, que un niño de 
más de 7 años que no se haya puesto la dosis de DTPa de los 6 años, hay que ponerle la Td (sin per-
tussis y con d de adulto)
Antes de los 12 meses la TV y la varicela interfieren con los anticuerpos maternos y no producen 
respuesta inmune. Cumplidos los 6 años ya no es necesario poner la Hib.
En el caso de la vacunación frente a haemophilus influenzae tipo b, el niño va a necesitar más o me-
nos dosis en función de la edad de comienzo: en menores de 6 meses, se ponen tres dosis durante el 
primer año más una de recuerdo a los 15 meses. 
Si se comienza la vacunación entre los 6 y 12 meses, dos dosis más la de los 15 meses y en mayores 
de 12 meses, solo se necesita una dosis.
Las bases del actual calendario oficial infantil de vacunaciones consisten en:
VACUNA DOSIS CRONOGRAMA
POLIO (VPI) 4 2,4,6, 12-18 meses
DIFTERIA, TETANOS, TOSFERINA (DTPa) 5 2,4,6, 12-18 meses, 4-6 años
TETANOS, DIFTERIA (Td) 1 14-16 años
HAEMOPHILUS INFLUENZAE TIPO B (Hib) 3-4 2,4,6 meses – 15-18 meses (opcional)
SARAMPION, RUBEOLA, PAROTIDITIS (TV) 2 12-15 meses, 3-6 años
HEPATITIS B (HB) 3 0-2, 2-4, 6 meses / 10-13 años
MENINGOCOCO C (Men C) 3 2,4-6 meses, 15-18 meses
VARICELA (VVZ) 1 10-14 años
( )
62
En personas que no ha iniciado la vacunación a la edad indicada y que deben hacerlo más tarde, 
se debe utilizar un esquema como el siguiente:
> doSiS MÍniMaS recoMendadaS para conSiderar correcta la Vacunación 
VacunaS incluidaS en loS calendarioS oFicialeS de VacunacioneS
Difteria
Tétanos
Pertussis
DTPaPolio VPI Triple
Vírica
Hepatitis B Haemophilus
Influenzae 
tipo B
Meningitis C
Menores de 
24 meses
4 4 1(1) 3
4 si inicio < 7 meses
3 si inicio 7-11 meses
2 si inicio 12-15 meses 3 si inicio 2 - 12 meses
1 si inicio > 15 meses 1 si inicio > 12 meses
De 24 meses 
a 6 años 5 4 2(1) 3 1 < 5 años 1
Tétanos
Difteria
Td
Polio
VPI
Triple
vírica
Hepatitis 
B
Meningitis C Varicela
De 7 a 18 
años
3 3 2 3 1 1-2(2)
Mayores de 
18 años 3(3) 3 1 3 1 (< 20 años) 2
(1) En caso de recepción previa de vacuna antisarampión o Triple Vírica antes de los 12 meses de edad, no se contabilizará como válida 
y se reiniciará pauta vacunal. En caso de recepción de vacuna antisarampión exclusiva por encima de los 12 meses de vida, se 
administrará una dosis de triple vírica y otra entre los 4 y 6 años de edad.
(2) Se vacunaran las personas sin antecedentes de haber padecido la enfermedad o haber sido vacunados. 1 dosis por debajo de los 13 
años y 2 dosis por encima de esta edad. 
(3) Dosis de recuerdo cada 10 años.
Si se administran vacunas en un intervalo menor del recomendado, si se deberá repetir la dosis una 
vez completado el plazo inicial de 4 semanas, pues esa dosis se considerara como no administrada.
En las siguientes imágenes podemos observar el Calendario del Consejo Interterritorial del SNS y el 
de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, asi como el documento que utilizamos en al caso 
de tener que aplicar una calendario acelerado corrector a un niño sin ninguna dosis previa
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 4
63
Vacunas
EDAD
2 
meses
4
meses
6 
meses
12 
meses
15 
meses
18
meses
3
años
4
años
6
años
10
años
11
años
13
años
14
años
16
años
Poliomielitis VPL1 VPL2 VPL3 VPL4
Difteria-Tétanos-
Pertussis
DTPa1 DTPa2 DTPa3 DTPa4 DTPa5 o DT Td
Haemophilus-
influenzae b
Hib1 Hib2 Hib3 Hib4
Sarampión 
Rubéola 
Parotiditis
TV1 TV2(a)
Hepatitis B
HB3 dosis
0; 1-2; 6 meses
HB3 dosis(b)
Meningitis 
Meningocócica C
MenC1 
MenC2(c)
MenC3(d)
Varicela VVZ (e)
> calendario de VacunacioneS recoMendado (2006)
 CONSEJO INTERTERRITORIAL DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD.
 
Aprobado por el Consejo Interterritorial el 29 de Marzo de 2006
(a) Niños no vacunados es este rango de edad, recibirán la segunda dosis entre los 11-13 años.
(b) Niños que no han recibido la primovacunación en la infancia.
(c) Se administran dos dosis de vacuna MenC entre los 2 y 6 meses de vida separadas entre si al menos dos meses.
(d) Se recomienda administrar una dosis de recuerdo a partir de los doce meses de vida.
(e) Personas que refieran no haber pasado la enfermedad ni haber sido vacunadas con anterioridad, siguiendo indicaciones de la 
ficha técnica.
Vacunas
EDAD
2 
meses
4
meses
6 
meses
12 
meses
15 
meses
18
meses
3
años
4
años
6
años
10
años
11
años
13
años
14
años
16
años
Poliomielitis VPL1 VPL2 VPL3 VPL4
Difteria-Tétanos-
Pertussis
DTPa1 DTPa2 DTPa3 DTPa4 DTPa5 Td(a)
Haemophilus
influenzae b
Hib1 Hib2 Hib3 Hib4
Sarampión Rubéola 
Parotiditis
TV1 TV2
Hepatitis ºB
HB3 dosis
0, 2 y 6 (b)
HB3
dosis
Meningitis 
Meningocócica C
MenC1 MenC2 MenC3
Varicela
V V Z 
(c)
> andalucÍa. calendario de VacunacioneS 2006
(a) Se aconseja proceder a la revacunación cada 10 años.
(b) Los hijos de madres portadoras recibirán la 2ª dosis al mes de vida.
(c) Personas que refieran no haber pasado la enfermedad ni haber sido vacunadas con anterioridad, siguiendo indicaciones de la ficha técnica.
64
> pautaS correctoraS
1ª visita
2ª visita
(2 meses)
3ª visita
(2 meses)
4ª visita
(2 meses)
3 años 6 años 12 años
14 
años
< 6 
meses
DTPa,Hib,VPI
HB, MC
DTPa,Hib,VPI
 MC
DTPa,Hib,VPI
HB
DTPa,Hib,VPI
 MC, TV
TV DTPa Varicela Td
De 6 
meses a 
1 año
DTPa,Hib,VPI
HB, MC
DTPa,Hib,VPI
HB, MC
DTPa,Hib,VPI DTPa,Hib,VPI
HB, TV
TV DTPa Varicela Td
De 1 a 6 
años
DTPa,Hib,VPI
HB, TV
DTPa,VPI
HB, MC
DTPa, VPI DTPa,VPI
HB
TV DTPa Varicela Td
De 7 a 
14 años
Td, VPI
TV, HB
Td , VPI
MC, HB
HB
Al año de la 1º 
visita:
TV, Td, VPI
Varicela
De 14 a 
18 años
Td, VPI
TV, HB
Td , VPI
MC, HB
HB
Al año de la 1º 
visita:
Td, VPI
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 5
vacunación
 en el
Adulto 
Eva Almán Ruiz. Enfermera.
67
E
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 5
Justificación
Las enfermedades infecciosas no respetan la edad.
n la infancia, los padres desean que los hijos se mantengan a salvo de cualquier enfermedad y desean 
proporcionar a estos la mejor protección, aún cuando el esfuerzo económico sea considerable.
Los profesionales sanitarios: pediatras, enfermeros, epidemiólogos, farmacéuticos... nos preocupamos 
de ello por motivos más amplios que la salud individual.
Es pues de gran importancia extender las recomendaciones vacunales no solo a la población infantil 
sino también a la población adulta, con el fin de completar los programas de salud infantil y reforzar 
su impacto en el control de la infección.
En ocasiones, los adultos no vacunados pueden constituir el origen de brotes epidémicos indeseados, 
al no contar con la protección adecuada.
Hay que tener en cuenta que, aún estando previamente inmunizados, algunas vacunas no propor-
cionan inmunidad permanente y pueden perder eficacia con el paso de los años por el deterioro 
inmunológico que se experimenta con la edad, por lo que si no se refuerzan con dosis posteriores, 
las personas vacunadas pueden ser susceptibles y presentar, pues, riesgo de enfermar.
Otro aspecto a tener en cuenta es que en el adulto, las manifestaciones de algunas enfermedades y 
sus secuelas pueden tener en ocasiones consecuencias más graves que en el niño.
( )
68
Papel de la enfermera
La enfermera, sensibilizada con la prevención y promoción de la salud y en contacto directo siempre con 
el paciente, no debe perder la ocasión de vacunar a un adulto, captando a pacientes con situaciones de 
riesgo y valorando el estado vacunal del individuo cuando la ocasión lo requiera. Es lo que se denomina 
vacunación oportunista y consiste en valorar al paciente, englobándolo así en un determinado colectivo 
de riesgo y decidiendo la necesidad o no de una u otra vacunación según la situación especifica.
Existen otras formas de vacunación:
> Las campañas que se efectúan a una población diana concreta, unas de forma periódica, 
como la gripe, y otras con motivo de la existencia de un brote epidémico.
> Las vacunas infantiles se encuentran registradas en las cartillas de vacunación y engloba las 
vacunaciones administradas hasta los 14 años; a partir de ahí la vacunación en los adultos 
carece, a menudo, del registro adecuado que permita conocer las dosis vacunales recibidas 
a lo largo de la vida. Su no existencia potencia vacunaciones innecesarias y el someter de 
forma innecesaria al paciente al riesgo de reacciones adversas . Es importante, pues, destacar 
la importancia de registrar las vacunas en un documento para el paciente en estas edades.
Cartilla del adulto
Las cartillas de vacunación del adulto, como la que aquí se presenta, contempla las distintas vacunas 
de aplicación en la edad adulta. Contiene toda la información necesaria, en formato pequeño, fácil-
mente transportable y a disposición del profesional que lo requiera.
Cartilla del adulto
VACUNAS FECHA LOTE LABORAT CENTRO
Neumococo
Dosis única
Gripe
VACUNAS FECHA LOTE LABORAT CENTRO
Hepatitis B
1ª dosis
2ª dosis
3ª dosis
Anticuerpos
Tétano diftería
1ª dosis
2ª dosis
3ª dosis
69
 UNIDAD 
DIDÁCTICA 5
Factores a tener en cuenta:
A) La edad y el sexo del paciente 
> En la década de los años 1960-1970 comenzó la implantación de los programas vacunales en 
España. Los nacidos antes de 1966 deben poseer, generalmente, anticuerpos para el saram-
pión, rubéola y parotiditis por haberla podido padecer en la infancia. Sin embargo las mujeres 
en edad fértil deben vacunarse, si no están embarazadas y tienen serología negativa.
> Los menores de 40 años han debido recibir,

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