Logo Studenta

1 Nefrología y urología (553)

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

557
ESCROTO AGUDO
obliterativa con trombosis vascular e isquemia 
tisular. Al disminuir el aporte de oxígeno a los 
tejidos se favorece el crecimiento de bacterias 
anaerobias con necrosis fascial [9].
Clínica
Los síntomas más frecuentes son dolor es-
crotal o perineal, tumefacción local y eritema, 
aunque otros síntomas como fiebre, escalofríos, 
afectación del estado general y taquicardia pue-
den estar presentes. A la exploración puede lle-
gar a evidenciarse secreción purulenta, aunque es 
más típico el edema con crepitación de escroto y 
periné con dolor y con zonas de tejido púrpura 
oscuro, necróticas, que progresan a gangrena. Las 
lesiones, de no ser tratadas, se extienden hacia ab-
domen, tórax, inglés y miembros inferiores para 
evolucionar a un cuadro séptico [1, 9].
Diagnóstico
El diagnóstico es fundamentalmente clínico. 
En la historia clínica debe recabarse informa-
ción sobre los antecedentes personales: diabetes, 
abuso de alcohol y esteroides, VIH, enfermedad 
linfo-proliferativa, sondaje o instrumentación re-
cientes o un traumatismo perineal aumentan las 
sospechas diagnósticas de una fascitis necrotizan-
te [9].
En la gangrena de Fournier es fundamental 
la realización de una analítica completa con coa-
gulación, ya que de ella se extraerá información 
pronóstica [9].
Dentro de las pruebas de imagen, en una 
radiografía convencional se podrá evidenciar el 
enfisema subcutáneo hasta en un 90% de los 
pacientes [10], aunque no puede considerarse un 
signo patognomónico. También puede realizarse 
una ecografía para confirmar el enfisema, que se 
visualizará como áreas ecogénicas con reverberan-
cia y con sombra «sucia». Otro hallazgo frecuente 
es el engrosamiento y el edema de la pared escro-
tal; además, la ecografía nos ayudará a diferenciar 
la gangrena de Fournier de otras patologías escro-
tales [9]. La tomografía computarizada (TC) tam-
bién revelará el engrosamiento del tejido blando 
con inflamación y enfisema subcutáneo, pero su 
papel más relevante en la valoración de la exten-
sión de la afectación, pudiendo ser complemen-
taria a la ecografía [11]. También puede plantear-
se la realización de resonancia magnética (RM), 
aunque su menor disponibilidad como prueba de 
urgencia y su tiempo de ejecución más largo limi-
tan su uso en esta patología [9]. Su uso principal 
es en la evaluación de la afectación para-rectal, lo 
que puede ayudar en la decisión de realizar una 
derivación intestinal [12].
Pronóstico
En 1995, Laor y Palmer describieron el Four-
nier’s gangrene severity index score (FGSI) a partir 
de su experiencia con 30 pacientes tratados por 
esta enfermedad. Vieron que las alteraciones ana-
líticas tenían mayor influencia en el pronóstico 
de los pacientes que la extensión de la afectación 
en sí, dando valores numéricos a los hallazgos 
analíticos. Observaron que aquellos pacientes 
con >9 tenían una tasa de mortalidad del 75%, 
mientras que aquellos con puntuaciones ≤9 so-
brevivían en un 78% [13]. Es un cuadro grave, 
con alta mortalidad y secuelas severas cuando el 
individuo sobrevive (Figura 1).

Continuar navegando