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ANTICONCEPCIÓN QUIRÚRGICA VOLUNTARIA FEMENINA

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A n t ic o n c epc ió n q u ir ú r g ic a vo lu n ta ria fem en in a
71 Gabriel Humberto Manzi Benítez
La anticoncepción quirúrgica voluntaria femenina es un mé­
todo de Planificación Familiar en Salud Sexual y Reproduc­
tiva que consiste en la oclusión de las trompas uterinas. La 
esterilización quirúrgica femenina cada vez es más acepta­
da y ha ganado mucha popularidad en las mujeres de todo 
el mundo, y las técnicas de cirugía para llevarla a cabo se 
han ido perfeccionando, simplificando y dando mayor efec­
tividad. Son muchos los métodos que se han creado para 
conseguir la oclusión tubárica permanente, siempre con el 
deseo de alcanzar mayores tasas de éxito, disminución el 
dolor postoperatorio y conseguir menor estancia hospitala­
ria (cirugía ambulatoria) (1).
Las técnicas más utilizadas son la minilaparotomía y la 
laparoscopia directa o con video. En ambos recursos el tipo 
de oclusión de las trompas uterinas tiene varias alternativas 
que los creadores de ellas y los demás profesionales que las 
realizan, defienden sus resultados. En la actualidad es éste 
el método de planificación familiar más utilizado en el mun­
do (2) y la opción más segura disponible para las mujeres 
que desean poner fin en su fecundidad.
En Colombia, la esterilización quirúrgica ocupa el 33% 
de todos los métodos de anticoncepción. La esterilización 
femenina (oclusión tubárica) con el 31% y la masculina (va- 
sectomía) con el 2% (15).
En Profamilia, Colombia, el método quirúrgico más uti­
lizado es la laparoscopia, inicialmente el mayor porcentaje 
fue con la aplicación de anillos de Yoon, y desde el año 2003 
hasta le fecha, con electrocauterio bipolar y corte. Se han 
realizado hasta la actualidad con las dos técnicas en estos 
últimos 26 años un total 1.639.838 (1972-2007), y también en 
los últimos 28 años 151.346 vasectomías (1970 a 2007). Es 
decir, el 91% y el 9% respectivamente.
Los porcentajes en el año 2007 fueron: por laparoscopia 
con bandas de Yoon (silástico) 3,46 y con electrocauterio 
bipolar y corte 89,24. Por m inilaparotom ía del 7,30, sien­
do la operación de Pomeroy la más utilizada (14). La ten­
dencia es que la laparoscopia con electrocauterio bipolar 
y corte ocupe el m ayor número de esterilizaciones en el 
futuro por los resultados buenos en la efectividad y la 
recuperación posquirúrgica).
L in e a m ie n t o s g e n e r a l e s p a r a la 
PRESCRIPCIÓN
Existen unos principios básicos que se deben aplicar para la 
anticoncepción quirúrgica voluntaria femenina, la cual por 
ser un procedimiento de carácter permanente, los requiere 
con claridad y aceptación de las partes. La decisión con res­
pecto a la esterilización femenina debe ser hecha por la propia 
mujer. Se tendrá siempre en cuenta que la decisión no puede 
tomarla por ella, su esposo o compañero, ni el consejero de la 
entidad de salud que ofrece el programa, ni otro miembro de 
la familia ni nadie más, aparte de la propia mujer. Los pro­
veedores de la planificación familiar tienen el deber de ase­
gurarse de que la decisión de una mujer, ya sea a favor o en 
contra de la esterilización, sea libre y sin presión o coerción 
por parte de nadie. Aunque existen legislaciones particulares 
en cada país, los proveedores de los programas no deberían 
establecer reglas rígidas que limiten la entrada de usuarias al 
programa, tales como: que debe existir matrimonio previo, 
o que deben tenerse un número determinado de hijos o que 
se debe tener una determinada edad, y otras consideracio­
nes que no ayudan a resolver las solicitudes de las usuarias. 
Sin embargo, si una mujer está casada o tiene una unión libre 
y estable y desea realizarse una esterilización quirúrgica, es 
sano que esta decisión la comparta con su pareja y así lograr 
más armonía en el fortalecimiento en el hogar.
Existen muy pocas contraindicaciones para los métodos 
quirúrgicos, la más común es el antecedente de posibles ad­
herencias intraabdominales por cirugías previas, especial­
mente las que han cursado con procesos infecciosos (apen- 
dicitis, diverticulitis, pelviperitonitis, pancreatitis, etc.).
El em barazo puede tener un riego im portante para 
las m ujeres con trastornos m édicos. Aquí, el especialista 
determ inará el riego para establecer si el em barazo se 
puede realizar, o en su defecto, se recom endará una es­
terilización quirúrgica.
Si la usuaria que solicita una esterilización quirúrgica tie­
ne antecedentes de procesos infecciosos intraabdominales 
que requirieron cirugías extensas (adherencias), y que podía 
ser un riesgo la realización de un procedimiento de esteri­
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
T
lización quirúrgica por posibles adherencias, se la orientará 
hacia otro método o se recomendará que su pareja se realice 
la vasectomía.
Las mujeres con discapacidad mental, además del con­
cepto médico especializado, deberá la familia solicitar una 
interdicción ante un juez para que apruebe la realización de 
la esterilización.
Consejería
Mediante la consejería, los organismos prestadores de servi­
cios en Planificación Familiar y Salud Sexual y Reproductiva, 
orientarán a las usuarias en los diferentes métodos, tanto los 
temporales como los permanentes (esterilización), para que 
sean ellas las que decidan. Una sencilla y clara orientación, 
tiene como resultado usuarias satisfechas. La información y 
la educación sobre la esterilización quirúrgica unida a la posi­
tiva motivación que la usuaria recibe, hacen que la aceptación 
sea fácil y comprendida, y así no tengan dudas al tomar la 
decisión ni después de que se le haya realizado la cirugía.
Consentim iento informado
Mediante una autorización escrita de la usuaria donde ella 
certifica que recibió y entendió a satisfacción la información 
sobre los diferentes métodos de planificación familiar como 
también el de la anticoncepción quirúrgica voluntaria feme­
nina, permitirá que su decisión sea basada en alternativas 
claras y sin presión de ninguna índole. En este consenti­
miento informado debe estar consignado entre otros (3):
• Que se trata de un método definitivo.
• Preparación previa a la cirugía (los indicados para una 
cirugía con anestesia local con sedación, anestesia ra­
quídea o peridural o anestesia general).
• Información clara y breve sobre el tipo de intervención 
quirúrgica (tipo de incisión, duración, clase de aneste­
sia, técnica de la ligadura, etc.).
• Explicar sobre la posibilidad de falla del método.
• Instrucciones sobre el postoperatorio inmediato (dolor 
y malestar general, cuidados de la herida quirúrgica, 
utilización de los analgésicos, dieta a seguir etc.).
• Complicaciones postoperatorias posibles (dolor severo, 
sangrado, fiebre, vómito pertinaz, infecciones, diarrea, 
hemorragias, infecciones, lesiones de los órganos intra- 
abdominales, etc.).
• Se le informa sobre la incapacidad y el tiempo recomen­
dado para tener relaciones sexuales.
• Control postoperatorio a los 8 días o antes si se presenta 
alguna complicación.
• Nombre y firma de la usuaria que recibió la información 
y del médico que la da, como también la del médico que 
realiza el procedimiento.
• Que debe utilizar preservativos para evitar enfermedades de 
transmisión sexual, ya que la esterilización no las previene.
• Que hay una reducción en el riesgo del cáncer de ovario 
(4,5) y enfermedad pélvica inflamatoria.
• Informar que no hay diferencias en las características 
del ciclo menstrual, se producen como resultado de la 
esterilización tubárica (6, 7).
• Que deben utilizarse métodos de anticoncepción duran­
te al menos un mes antes de la esterilización y continuar
con éstos hasta el próximo ciclo menstrual para evitar el 
riesgo de un embarazo temprano (lúteo).
Es ideal que la esterilización quirúrgica se realice cuando 
la usuaria está menstruando o utilizando un método de an­
ticoncepción bastante seguro (píldoras, inyección, implante, 
DIU). En caso contrario se hace necesario practicar prueba de 
embarazo ya seaen orina o en sangre y se le debe informar 
que la prueba no es del 100% efectiva y que pudiera tener 
un embarazo temprano (8). En las anteriores situaciones la 
usuaria debe saber que pudiera están embarazada, y en estos 
casos siempre se les debe hace firmar como parte del Consen­
timiento Informado la aceptación de esa eventualidad.
En Profamilia, Colombia, después de la esterilización no 
se les da anticonceptivos adicionales.
Arrepentimiento después de la esterilización
El arrepentimiento se da con algunas variaciones de acuerdo 
al país donde se realiza la esterilización, fluctuando entre un 
3% al 25% de las mujeres. Sin embargo, sólo alrededor del 1 
al 2% de éstas mujeres solicitan la recanalización (9). El factor 
más común del arrepentimiento es el cambio de pareja.
V a l o r a c ió n m é d ic a pr ev ia
Los objetivos generales de la evaluación preoperatoria son: 
determinar la aptitud de la usuaria para la oclusión de las 
trompas uterinas, detectar cualquier factor que pueda au­
mentar los riesgos del procedimiento y asegurar que este 
método elegido por la usuaria haya sido decidido en forma 
voluntaria e informada. En esta valoración debe realizarse 
un examen médico completo y, si se requieren exámenes pa- 
raclínicos e interconsultas deben pedirse de acuerdo a cada 
caso. Por ser un procedimiento de baja complejidad, debe 
ser realizado por personal debidamente capacitado y entre­
nado, por su corta duración, con la técnica de anestesia local 
más sedación generalmente; por ser una operación donde 
no se esperan pérdidas sanguíneas importantes, y por reali­
zarse a usuarias relativamente jóvenes con riesgo anestési­
co-quirúrgico mínimo, no se requieren en la mayoría de las 
cirugías exámenes paraclínicos ni antibióticos profilácticos 
en principio. Si presenta alguna patología fácilmente corre­
gible (EPI, infección cutánea de la pared abdominal, o em­
barazo etc.) se posterga la operación hasta terminar el trata­
miento correspondiente o la terminación del embarazo. Si la 
patología requiere de un centro especializado (trastornos de 
coagulación, enfermedad pulmonar crónica, cirrosis hepáti­
ca, antecedente de infarto del miocardio, etc.), se refiere. Si 
existen antecedentes de cicatrices abdominales por cirugías 
previas, desnutrición grave, hernia diafragmática, etc.), se 
le explicará a la pareja de las posibles complicaciones para 
realizar una minilaparotomía o una laparoscopia.
Preoperatorio
Antes de entrar al quirófano, la usuaria es interrogada nue­
vamente sobre su ayuno, patologías recientes y si sigue de­
cidida para la cirugía, entonces se le dan las indicaciones 
para el procedimiento. Además de la presentación de los 
médicos que realizarán el procedimiento, es muy importan­
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71 /ANTICONCEPCIÓN QUIRÚRGICA VOLUNTARIA FEMENINA
te la participación de la auxiliar de enfermería, quien le debe 
brindar confianza y aclarar cualquier duda adicional y estar 
atenta para trasladarla a la sala de cirugía.
A nestesia
En algunos países consideran que la anestesia local es la mejor 
alternativa para realizar la esterilización quirúrgica porque se 
ahorra el tiempo de la anestesia raquídea o general, porque 
no se presentarían las complicaciones de la anestesia general, 
por el menor costo y por la rápida recuperación (10).
En Profamilia, Colombia, la técnica anestésica para estos 
procedimientos está basada en una analgesia profunda, la 
cual cumple los requisitos de una cirugía ambulatoria, dan­
do seguridad, satisfacción, rápida recuperación, ausencia de 
dolor en el transoperatorio y mínimo en el postoperatorio, 
sin efectos secundarios importantes y facilidad al profesio­
nal para realizar la cirugía.
Antes de los procedimientos quirúrgicos se hace una va­
loración por parte del anestesiólogo, y el manejo se debe 
realizar como si se tratara de una anestesia general (monito­
ria de presión arterial, cardiovisoscopio, oxímetro de pulso 
y capnografía ente otros).
M é t o d o s d e e st e r il iz a c ió n
En el intervalo, generalmente se realiza esterilizaciones por 
laparoscopia y en el posparto por minilaparotomía. Se sabe 
que la oclusión de las trompas por laparoscopia tiene ventajas 
como son: disminución del tiempo quirúrgico, menos dolor 
postoperatorio, breve tiempo de hospitalización e incapacidad 
más corta (11). En la minilaparotomía se requiere menos expe­
riencia técnica, pero si las usuarias son obesas no es fácil su rea­
lización, y si es con anestesia local mucho menos, sin embargo 
es una buena alternativa, especialmente para el posparto. Una 
revisión de Cochrane que compara las dos técnicas concluyó 
que no había diferencia en la morbilidad (12).
Esterilización por minilaparotomía
La minilaparotomía es una versión modificada de la laparo­
tomía convencional. Esta técnica se desarrolló con el fin de 
disminuir la morbilidad y tiempo el quirúrgico, brindando 
garantía, eficacia y seguridad a la usuaria. La cirugía se reali­
za de manera ambulatoria por ser un procedimiento de corta 
duración. Es una técnica segura y sencilla. Consiste en una 
pequeña incisión abdominal de 3 a 5 cms de largo, suprapú- 
bica (cirugía de intervalo) o infraumbilical (cirugía posparto), 
ya sean estas transversales o longitudinales, que compromete 
todos los planos. Mediante un movilizador uterino colocado 
previamente (usuarias de intervalo), se llevan las trompas 
uterinas hacia la incisión, para extraerlas con pinzas de Ba­
bcock, de manera alternante, y se realiza la oclusión tubári­
ca (ya sea con la técnica de Pomeroy (ligadura y corte) o la 
técnica de Parkland (resección y ligadura con segmentos se­
parados) o la técnica de Kroener (frimbrectomía). Estos tres 
procedimientos se realizan con frecuencia en Profamilia, Co­
lombia, siendo el más utilizado, la técnica de Pomeroy. Luego 
se revisa la hemostasis, se retiran los instrumentos de cirugía 
y se pone un punto sencillo en la herida de piel.
La minilaparotomía se puede realizar durante el interva­
lo, en el posparto y en el postaborto, modificando la altura 
de la incisión abdominal. La minilaparotomía es una buena 
y efectiva técnica que puede ser realizada por el médico ge­
neral entrenado, el ginecólogo y el cirujano general. Es un 
procedimiento que sólo necesita un equipo sencillo. Requie­
re de anestesia local más sedación, aunque en algunos Cen­
tros utilizan la analgesia profunda (Profamilia, Colombia), o 
la anestesia raquídea o la anestesia la general.
Existen otras técnicas por minilaparotomía que son: la 
de Irving, la Oxford, la Uchida, la Madlener, la Aldridge, 
etc. También se dispone de la colpotomía para bordar las 
trompas uterinas por vía vaginal, técnica cada vez más en 
desuso. La histeroscopia es un procedimiento que está ga­
nando terreno en la búsqueda de una técnica que garantice 
la efectividad al ocluir el ostium de manera bilateral.
Esterilización por laparoscopia
La laparoscopia es el método quirúrgico más común de 
esterilización en el intervalo. Entre las ventajas está la de 
poder visualizar la cavidad abdominal y descubrir posibles 
patologías que se puedan de una vez corregir o programar 
para más adelante. Como ventajas se insiste: incisión en la 
piel periumbilical de un cc de longitud, ausencia del dolor 
transoperatorio, disminución del dolor postoperatorio, una 
recuperación rápida, y un menor tiempo hospitalario (3). 
Pueden presentarse en ocasiones, complicaciones intrao- 
peratorias o dificultades técnicas para abordar las trompas 
uterinas (adherencias, endometriosis pélvica severa, etc.) 
que requieran la conversión a la laparotomía.
La técnica de laparoscopia varía si se trata de laparosco­
pia directa con un solo ingreso a la cavidad abdominal, con 
dos o más ingresos o si se realiza video laparoscopia con va­
rios puertos. Generalmente se realiza laparoscopia directa 
cuando se trata de aplicar clips, grapas, bandas o electrocau- 
terio. Cuando se utiliza electrocoagulación ya sea monolar 
o bipolar es recomendable la video laparoscopiacon dos 
puertos adicionales.
En Profamilia, Colombia, se realiza la laparoscopia directa 
con laparoscopio en bayoneta, que permite mirar, aplicar ban­
das (Yoon), o electrofulguración y corte, entre otras funciones.
Estando la usuaria en posición de litotomía, se introduce 
una aguja de Veress a nivel del ombligo, y se administra en­
tre 1500 y 2000 cc de C 0 2, luego se levanta la pared con una 
o dos pinzas de tracción y se introduce el trocar a través de 
la incisión de 1 cm ya sea supra o infraumbilical. Se coloca 
en ese paso a la usuaria en posición de Trendelemburg y se 
pone el movilizador uterino, y se introduce el trocar, y a tra­
vés de la camisa del mismo, se coloca el laparoscopio para 
observar primero la cavidad abdominal, y luego se practica 
la oclusión tubárica. Después se retira el laparoscopio, el 
CO, y se corrige la anterior posición, se retira la camisa del 
trocar y se coloca un punto en la herida de piel, y finalmente 
se retira el movilizador uterino.
Las técnicas más utilizadas para la oclusión de las trom­
pas uterinas por laparoscopia son el anillo de Yoon, la elec­
trocoagulación (Profamilia, Colombia), el clip de Hulka y el 
de Filshie, y con menor frecuencia otras técnicas.
El ingreso del trocar se ejecuta con gas previo y de mane­
ra directa supra o infraumbilical, y también se realiza con
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GINECOLOGÍA 499
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
T
una incisión, que bajo visión directa comprometa todos los 
planos ("laparoscopia a cielo abierto").
En Profamilia, Colombia, desde el mes de julio de 1981 
el autor de este trabajo inició el ingreso supraumbilical del 
trocar a la cavidad abdominal sin gas previo (13). Con una 
herida de piel de 1 cm y levantando con dos pinzas la pa­
red, se introduce el trocar, y con la camisa en la cavidad se 
procede a la administración de 300 a 500 cc de CO„ que son 
suficiente para aplicar los anillo de Yoon y otros clips oclusi­
vos; para la oclusión con electrocauterio bipolar y corte de la 
zona comprometida, se requieren de 1.000 a 1.500 cc de CO,. 
Los resultados han sido buenos, y a diciembre del año 2007 
(26 años) se han realizado más de 600.000 esterilizaciones 
con esta variante de ingreso sin gas a la cavidad (36% de las 
esterilizaciones femeninas realizadas).
La técnica laparoscópica es cada vez más utilizada en la 
medida que se prepara al personal de salud y se consiguen 
los recursos para esta tecnología, luego le sigue la minila- 
parotomla que es la más utilizada en regiones donde no se 
dispone de estos equipos.
Está perdiendo vigencia utilizar la colpotomía para la esteri­
lización quirúrgica por la facilidad que da la laparoscopia y por 
la mayor incidencia que tiene de infecciones por quirúrgica.
Mientras que la histeroscopia busca cada vez más la obs­
trucción del ostium de manera efectiva. Se ha probado un 
buen número de métodos para lograr de manera efectiva 
obstruir las trompas uterinas (nitrato de plata, quinacrina, 
tapones de silicona, electro fulguración, microinjertos, unos 
a base de níquel y titanio (essure) como también de otros ma­
teriales, etc., han sido pasos importantes para encontrar una 
mejor alternativa de planificación quirúrgica en el futuro.
Postoperatorio
En el postoperatorio inmediato y en la sala de recuperación 
se continúa con el apoyo básico (oxígeno húmedo, control 
de signos vitales, monitoria de pulso, administración de me­
dicamentos que se requieran y lo más importante, observa­
ción permanente del personal de salud encargado). Cuando 
ya se encuentra despierta y no presenta náuseas ni vómito, 
se inicia la vía oral de prueba con líquidos claros. En caso 
que se presenten náuseas o vómito o cualquier otro cambio 
anormal, se tomarán las medidas correspondientes. Para la 
salida se le dan las recomendaciones e instrucciones por es­
crito, que incluyen la incapacidad, los analgésicos a tomar, 
el número telefónico de la Clínica u Hospital como el del 
médico tratante y también la fecha de control y otras. Siem­
pre debe salir de la Clínica con un familiar o acompañante.
Resultados
Las fallas después de la esterilización quirúrgica femenina 
son infrecuentes, y hasta ahora el mayor porcentaje sigue de­
pendiendo de las diferentes técnicas y a veces de la experien­
cia de quienes las practican. Generalmente es falla del méto­
do. El estudio a largo plazo realizado en 10.685 mujeres que 
se sometieron a la esterilización y fueron seguidas durante 8 
y 14 años, en 143 se encontró falla del método. Y el acumu­
lado durante 10 años de seguimiento para embarazos fue de 
1,85%, siendo más alto en las oclusiones por clips y más bajo 
en las de pospartos con salpinguectomía parcial y con las de
electrocoagulación monopolar. El riesgo de embarazos fue 
más alto entre las mujeres esterilizadas a una edad temprana 
(menor de 28 años) con electrocoagulación bipolar y las de 
aplicación de clips (5,43% y 5,21% respectivamente).
En un estudio canadiense de 10 años de seguimiento, 
la probabilidad acumulativa de embarazo después 311.960 
esterilizaciones quirúrgicas fue también de 18,5 por cada 
100.000 (1,85%) (9). En las fallas de la esterilización quirúr­
gica un 7,3 por 1000 procedimientos cursa con embarazos 
ectópicos (16). Es más frecuente que se presente en las es­
terilizadas menores de treinta años. Y es más común en las 
que se usó electrocauterio, y es más bajo en las que se les 
practicó salpinguectomía parcial (17).
Profamilia, Colombia, tiene la experiencia desde el año 
2003 hasta la fecha con buenos resultados de la esteriliza­
ción con electrocauterio bipolar y corte, la que será publica­
da en este año (2008).
Razones del fracaso de la esterilización
Son varias las razones de fracaso de la esterilización feme­
nina (18,19). Ya se ha mencionado el tipo de técnica, como 
también de la poca experiencia de quien la realiza, pero es 
claro que todas las técnicas y todos los cirujanos pueden su­
frir el castigo de la naturaleza, ya que ésta buscará de alguna 
forma, a través de su memoria biológica, corregir el daño 
realizado. Pero sí cabe anotar, que cada vez más, se está lo­
grando perfeccionar las diferentes técnicas y consiguiendo 
mayor éxito de efectividad y calidad de atención.
La esterilización a largo plazo
Casi todos los estudios han demostrado el menor riesgo de 
cáncer de ovario en las pacientes esterilizadas (4,5).
H ay una dism inución de las in fecciones pélvicas por 
obstrucción del paso de bacterias por las trom pas hacia 
la cavidad abdom inal com o tam bién de posibles agen­
tes cancerígenos (20).
Ya anteriormente se anotó la importancia que tienen las 
diligencias médico-legales para realizar una esterilización, 
pero también puede presentarse la queja o demanda por la 
falla del procedimiento y las posibles complicaciones, y es 
aquí donde una buena historia que exprese con claridad los 
datos de la usuaria y especialmente la nota operatoria, ayu­
dará siempre a dar claridad (21).
Existe una serie de quejas después de un tiempo de la 
esterilización, las cuales se atribuyen a las dudas que no 
fueron aclaradas antes del procedimiento, sumado a las 
informaciones erróneas de los familiares o amigos que di­
cen cosas sin conocimiento del tema. Creo que es en este 
momento, que se debe actuar para corregir las dudas. Una 
adecuada Consejería debe tener la capacidad pedagógica de 
orientar, aclarar y corregir las dudas de quienes buscan ayu­
da para su control natal.
C o m p l ic a c io n e s
Con profesionales capacitados y con experiencia, con buen 
equipo de cirugía y una correcta selección de las usuarias para 
realizarles la anticoncepción quirúrgica voluntaria, las compli-
500 PARTE IV
71 / ANTICONCEPCIÓN QUIRÚRGICA VOLUNTARIA FEMENINA
T
cationes tienden a ser mínimas y generalmente leves. Sin em­
bargo, hay que recordar que en cada paso que se realice en la 
técnica quirúrgica se pueden presentar complicaciones.
En la laparoscopia puede ocurrir : a nivel delmovilizador 
uterino (perforación uterina); durante la colocación de la 
aguja de Veress para administrar el CO, abdominal (lesio­
nes de vasos sanguíneos, perforación de asas intestinales, 
enfisema preperitoneal, falla del ingreso, etc.); neumome- 
diastino por el exceso de CO,; lesiones de órganos intraab- 
dominales durante el ingreso del trocar; sangrado de la heri­
da por donde penetró el trocar; ruptura de las trompas ute­
rinas al manipularlas para aplicarles los clips o las bandas; 
hemorragia del mesosalpinx por la misma razón; quema­
duras de asas intestinales o de vejiga con el electrocauterio; 
complicaciones anestésicas; infecciones intraabdominales y 
de la(s) incisión(es) de la pared abdominal. Con relación a 
la morbilidad entre la minilaparotomía y la laparoscopia en 
esterilización femenina es que en ambas tiende a disminuir 
y no hay diferencia entre ellas. La preferencia personal de 
la mujer y/o del cirujano puede servir de guía a la hora de 
escoger la técnica. No se recomienda la colpotomía por tener 
una tasa de complicaciones más alta (infecciones) (11).
La infección de la herida, las equimosis, los hematomas de la 
pared abdominal y las perforaciones del útero, de la vejiga y de 
los intestinos se producen en un 0,4 al 1% de los procedimientos.
Un estudio prospectivo y multicéntrico de 9.475 mujeres 
que se sometieron a esterilización tubárica laparoscópica de 
intervalo mostró sólo el 1% de complicaciones (22). En los 
países en desarrollo aumenta, 4,7%. Estos porcentajes son in­
feriores a la mortalidad materna, donde existen varios facto­
res negativos (edad, paridad, anestesia, parto difícil, etc.) (4).
Es más frecuente que las complicaciones se presenten 
en las diabéticas, en las que reciben anestesia general sin el 
control adecuado (monitoria de pulso, capnometría, cardio- 
visoscopio, etc.) y en las que tienen antecedentes de cirugías 
previas, especialmente pélvicas y con patología infecciosa. 
Es de recordar que a pesar de tomar todas las medidas para
que el acto quirúrgico sea depurado, pueden presentarse 
complicaciones, y más aun si no se toman las medidas nece­
sarias para evitarlas, éstas aumentarían.
La tasa de mortalidad de la esterilización tubárica en los 
Estados Unidos de Norteamérica es de 1 a 4 muertes por 
cada 100.000 procedimientos (3).
En los países en desarrollo la mortalidad aumenta por los 
factores anteriormente enunciados (diversidad de técnicas no 
supervisadas, anestesias no siempre adecuadas, personal no 
experto para realizar o controlar los procedimientos, etc.)
C o n c l u s io n e s
El método de regulación de la fertilidad más usado en el 
mundo es la esterilización voluntaria femenina. En la este­
rilización femenina se bloquean las trompas uterinas. Hay 
varias formas de llegar a las trompas uterinas, siendo las 
más comunes, la laparoscopia, la minilaparotomía y la col­
potomía e histeroscopia. De ellos, la laparoscopia es la más 
utilizada, seguida de la minilaparotomía. En los países in­
dustrializados se realiza más la vía laparoscópica por tener 
más recursos para utilizar esta tecnología. (Profamilia, Co­
lombia la realiza en el 89%). En los países en vía de desarro­
llo, donde los recursos para la compra y mantenimiento de 
equipos laparoscópicos son limitados, la minilaparotomía 
es el método más común. Con buen entrenamiento y expe­
riencia, unido a todos los factores que se requieren para rea­
lizar un acto quirúrgico, las complicaciones y las fallas serán 
menores y los beneficios más satisfactorios.
El autor de este capítulo, con 30 años de experiencia en 
métodos de anticoncepción quirúrgica voluntaria tanto fe­
menina como masculina, después de haber realizado 90.500 
esterilizaciones, cree que estos métodos son la mejor alter­
nativa para las parejas que deciden no tener más hijos.
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GINECOLOGÍA 501

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