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EMBARAZO ECTÓPICO

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E m ba ra zo ec t ó p ic o
33 Hernando Navarro Newball • Jo s é María Araméndiz Bohórquez
El embarazo ectópico se define como la implantación del 
blastocisto fuera de la cavidad endometrial. El médico que 
maneja el servicio de urgencias tiene un papel muy impor­
tante en reconocer los pacientes con alto riesgo de embarazo 
ectópico y reducir la morbimortalidad que esta entidad pro­
duce. Además, es fundamental el uso de un equipo ecográ- 
fico para la evaluación de las complicaciones en el primer 
trimestre de embarazo (1). En nuestra población (Cali-Co- 
lombia), se encontró una incidencia de 1 por 210 (2). En Es­
tados Unidos es una condición de alto riesgo y se presenta 
en el 2% de todos los embarazos, siendo la primera causa 
de muerte de las complicaciones del primer trimestre del 
embarazo. El desarrollo en el conocimiento de los factores 
de riesgos, la fisiopatología y las manifestaciones clínicas 
ha permitido hacer diagnósticos más oportunos gracias a la 
sensibilidad y especificidad de la fracción beta de la hormo­
na gonadotropina coriónica humana ( B-hCG) y la correla­
ción con la ecografía pélvica transvaginal de alta resolución, 
que confirma el diagnóstico clínico.
La base del manejo por urgencias del embarazo ectópi­
co radica en su totalidad en la sospecha del diagnóstico y 
en la confirmación de éste, antes de la ruptura del sitio de 
implantación del trofoblasto y del sangrado intraabdominal 
que obliguen a un manejo de emergencia.
Existe una relación de embarazo ectópico entre mujeres 
que concibieron por técnicas de reproducción asistida. El 
factor más importante es la evaluación del tipo específico 
de técnica, las características reproductivas de las mujeres 
con pérdidas gestacionales recurrentes, y la implantación 
potencial del embrión. Aumentó el riesgo de embarazos ec- 
tópicos, en quienes se realizaron transferencias de cigotos 
intrafalopial y además presentaban factor tubárico e infer­
tilidad (3).
Patogenia
La implantación ectópica del tejido trofoblástico es un proce­
so complejo similar al de la implantación endometrial normal, 
en donde están involucradas varias moléculas, semejando la
invasión de tejido tumoral o a una respuesta inflamatoria, que 
se da de célula a célula y de célula a estroma extracelular (2). 
El proceso de implantación se inicia con la aposición de los te­
jidos, luego, la adhesión y termina con la invasión. Estos cam­
bios se caracterizan por la expresión de células endometriales 
especializadas llamadas pinópodos con función paracrina y 
autocrina mediada por lecitinas, integrinas, citoquinas, pros- 
taciclinas, factores de crecimientos y moduladores proteicos. 
La implantación ocurre en un tiempo determinado llamado 
ventana de implantación de reconocimiento materno del em­
barazo. Estos cambios también se encuentran presentes en el 
epitelio tubárico normal, si el trofoblasto es retenido del 5o al 
7o día de vida del embrión (4).
El factor inhibidor de leucemia (LIF) es una citoquina que 
tiene como función regular la implantación del blastocisto, 
expresado en el endometrio con un pico entre los días 19 y
25 de un ciclo menstrual en la mitad de la fase lútea, lo que 
corresponde a la ventana de implantación ectópica. El fac­
tor inhibidor de leucemia es expresado también en el tejido 
tubárico y se encuentra elevado en pacientes con implanta­
ción ectópica. En la expresión del LIF, se encuentran media­
dores inflamatorios como interleuquinas, factor de necrosis 
tumoral, y citoquinas, mostrando una relación entre emba­
razo ectópico y procesos inflamatorios, por el contrario no 
se encontró efecto estimulador con las hormonas esferoides 
como el estradiol o las progestinas (4). Sin embargo el LIF 
expresado en la porción ampular de la tuba es importante 
en el desarrollo normal del gameto en las etapas tempranas 
del embrión, el cual no está listo para la implantación has­
ta llegar al endometrio, en otras palabras la alteración del 
transporte del embrión causa un embarazo ectópico inde­
pendiente de la expresión del LIF (5).
El transporte del embrión al oviducto depende del movi­
miento ciliar y de la contracción muscular, la acción esfinte- 
riana de la tuba es estimulada por el estrógeno y es relajada 
por la progesterona. Un ambiente alto en hormonas tanto de 
estrógenos como de progesterona aumenta el riesgo de em­
barazo ectópico; es importante tener un adecuado balance 
hormonal para el correcto proceso de implantación (4, 5).
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
T
L o c a liz a c ió n
En cuanto a la localización del embarazo ectópico, se ubica 
en frecuencia de la siguiente manera (2):
1. Trompa de Falopio: 98,3 %
• Región ampular 79,6%
• Istmo 12,3
• Fimbria 6,2%
• Cuerno 1,9%
2. Ovario: 0,5%
3. Cuello uterino: 0,15 %
4. Abdomen: 0,03%.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo del embarazo ectópico se relacionan 
con toda aquella entidad que ocasione daño a la trompa de 
Falopio, existen factores de alto, mediano y bajo riesgo que 
se mencionarán en la tabla 1 (6).
Adaptado d Ankum W. Factores de riesgos de embarazo 
ectópico: un metanálisis. Fértil Steril 1996; 65(6): 1093-9. Bar­
nhart K. Factores de riesgo para embarazo ectópico en mu­
jeres sintomáticas durante el primer trimestre de embarazo. 
Fértil Steril 2006; 86(1): 36-43.
D iagnóstico
El diagnóstico de embarazo ectópico se realiza general­
mente basándose en la combinación de una historia clínica 
minuciosa, marcadores séricos hormonales, y el hallazgo 
ecográfico, a continuación analizaremos cada uno de ellos
(1). Cuando existe la ocurrencia simultánea de un embarazo 
intrauterino y otro extrauterino hablamos de embarazo he- 
terotópico y su frecuencia es de 1:30.000 casos (7).
Clínica
La triada clásica consiste en dolor, sangrado genital, y falla 
menstrual. Presentes en más del 80% de los casos, usual­
mente son mujeres en etapa reproductiva, que consultan 
por dolor pélvico bajo, otros síntomas son hipersensibilidad 
abdominal, hipersensibilidad anexial, dolor a la moviliza­
ción del cérvix, aumento del tamaño uterino (40%), cambios 
ortostáticos, fiebre, mareos, náuseas (2).
Las manifestaciones clínicas aparecen a partir de las 7 se­
manas de gestación, el dolor y el sangrado se deben al creci­
miento anormal del embarazo y distensión del lugar de im­
plantación. La ruptura del ectópico en caso de ser tubárico se 
produce alrededor de las 9 semanas, con compromiso hemo­
dinámico más irritación peritoneal, pudiendo progresar a un 
choque hipovolémico o se contiene en una reacción inflama­
toria crónica con pérdida de la viabilidad, sin actividad trofo- 
blástica, formando el embarazo ectópico organizado (2).
C uldocentesis
Es la punción del fondo de saco posterior, es una técnica 
diagnóstica importante para detectar hemoperitoneo; se 
considera positiva cuando se obtiene sangre oscura que no 
coagula debido a la activación de la plasmina. La presencia 
de sangre libre en la cavidad pélvica es ocasionada por el 
sangrado tubárico de un embarazo ectópico en evolución, 
por un aborto tubárico o por ruptura del ectópico. La sen­
sibilidad y especificidad están entre 80 y 90% respectiva­
mente. Su valor predictivo positivo es de 80-95%, dentro 
de los falsos positivos están: quiste roto de ovario, aborto 
espontáneo, menstruación, cuerpo lúteo hemorrágico. Esta 
técnica ha caído en desuso ahora que la ecografía confirma 
de forma rápida e indolora el diagnóstico (2).
Ecografía
Se utiliza la ecografía pélvica mucho más que la abdominal 
debido a su mayor resolución de imagen en el diagnóstico 
de alteraciones pélvicas, la sensibilidad y especificidad es 
del 100% después de las 5 semanas de gestación. Se debe 
tener en cuenta que en el diagnóstico de embarazo ectópico 
debe haber ausencia de saco gestacional intrauterino y saber
Tabla 1.
Factor de riesgo Ankun, O R, IC 95% Barnhart
Riesgo alto
Embarazo ectópico previo OR 6,6 IC 5,2-8,4 OR 2,9 IC 1,9-4,7
Cirugía tubárica previa OR 4,7 IC 2,4-9,5 No hay reporteExposición en útero de diestiletlbestrol OR 5,6 IC 2,4-1,3 No hay reporte
Uso actual de dispositivo intrauterino 4,2-45 No hay reporte
Riesgo moderado
Historia de dolor pélvico crónico OR 2,5 IC 2,1-3,0 OR 1,5 IC 1,1-2,1
Historia de infertilidad IC 2,5-21 No hay reporte
Tabaquismo OR 2,5 IC 1,8-3,4 OR 6,6 IC 5,2-8,4
Historia de infección por gonorrea OR 2,9 IC 1,9- 4,4 Bajo
Historia de infección por clamidia OR 2,8 IC 2,0-4,0 Bajo
Riesgo bajo
Mas de un compañero sexual OR 2,1 IC 1,4-4,8 No hay reporte
Relaciones sexuales antes de los 18 años OR 1,6 IC 1,1-2,5 No hay reporte
Antecedentes de uso de dispositivo intrauterino OR 1,6 IC 1,4-1,8 OR 1,1 IC 0,6-1,9
Historia de abortos tratados OR 1,6 IC 1,0-1,6 OR 0,99 ICO,6-1,6
Cirugía no tubárica OR 1,5 IC 1,1-2,6 OR 0,95 IC 0,67-1,4
220 PARTE III
3 3 / EMBARAZO ECTÓPICO
T
diferenciarlo del pseudosaco gestacional, que es la presencia 
de líquido intrauterino rodeado por una capa gruesa de re­
acción decidual (8). A continuación se anotarán los criterios 
diagnósticos de acuerdo a la ubicación del saco gestacional: 
Embarazo tubárico:
1. Masa anexial con un saco de yolk o embrión viable
2. Signo del anillo de fuego ( anillo hiperecoico alrededor 
del saco gestacional)
3. Hemorragia pélvica ( con o sin masa anexial)
4. Patrón trilaminar
5. Ausencia de embrión intrautero.
Embarazo intersticial (cornual):
1. Saco gestacional localizado excéntricamente y a menos 
de 1 cm de la pared lateral de la cavidad uterina
2. Fina capa miometrial menor de 5 mm cerca al saco ges­
tacional
3. Ausencia de embrión intraútero.
Embarazo cervical:
1. Identificación de saco gestacional dentro del cérvix
2. Visualización normal de la línea endometrial
3. Utero de Hourglass ( canal cervical sobredistendido)
4. Saco con actividad cardiaca debajo del orificio cervical 
interno
5. Ausencia de embrión intraútero.
Embarazo ovárico:
1. Tuba intacta ipsilateral, separada del ovario
2. Saco gestacional ocupando la posición del ovario
3. Saco unido al útero por el ligamento ovárico
4. Evidencia histológica de tejido ovárico, localizado en la 
pared del saco gestacional (7-9).
La ecografía tridimensional es útil en casos de ectópicos 
intramiometriales debido a cicatrices uterinas, y en sospe­
cha de ectópicos corneales.
C o m pa ra c ió n e n t r e h a l l a z g o s e c o g r á f ic o
TRANSVAGINAL VS. TRANSABDOMINAL ( 1 )
Hallazgo Ecografíatransvaginal Ecografía transabdominal
Saco Presente a la 5
gestacional semana (5 mm)
Presente cuando el Presente cuando el saco
Saco de yolk saco gestacional es gestacional es mayor a 20
mayor a 10 mm mm
Actividad
cardíaca
Presente cuando el Presente cuando el saco
saco gestacional es 
mayor a 18 mm
gestacional es mayor a 25 
mm
C o r r e l a c ió n e n t r e su b u n id a d b e t a d e
LA HORMONA GONADOTROPINA HUMANA Y 
ECOGRAFÍA
La BhCG es una hormona glucoproteica compuesta por una 
subunidad alfa y una beta con una unión no covalente, es el 
principal marcador endocrino del embarazo, sintetizada por 
el trofoblasto. En el embarazo normal la curva de la BhCG
aumenta duplicándose el nivel cada 48-72 horas entre las 4 y 
8 semanas de gestación, el pico de producción se encuentra 
cerca de las 12 semanas. En un embarazo anormal la curva 
de BhCG puede tener alguno de los tres comportamientos: 
aumenta menos del 66% del valor previo, no cambia (me­
seta) o disminuye su nivel. El diagnóstico de embarazo ec­
tópico ha tenido ha tenido una importante evolución en los 
últimos dos decenios. La introducción del análisis sensible 
de BhCG, y la ecografía de alta resolución han permitido el 
diagnóstico preciso y temprano del embarazo ectópico, an­
tes de que aparezcan los signos y síntomas críticos, con una 
sensibilidad y especificidad de 95% y 99% respectivamente
(2). Conociendo la curva de BhCG y su correlación ecográfi­
ca, evitamos la intervención médica o quirúrgica en embara­
zos intrauterinos, y además su interrupción, y no prolonga­
ción del diagnóstico de embarazo ectópico (10). Para el diag­
nóstico de embarazo ectópico en donde los niveles de BhCG 
se encuentran por debajo de los límites mínimos necesarios 
(1500 mui/mi) para la correlación con ecografía transvagi- 
nal, se tom a complicado y se hace necesario el seguimiento 
de los valores de BhCG. Se ha considerado como zona de 
discriminación para hallazgo ecográfico transvaginal (1000- 
2000 miu/ml) y abdominal (400-6500 mui/mi). Los niveles 
de BhCG seriados se convierten necesarios cuando en la 
ecografía no documenta embarazo intrauterino.
Luego del tratamiento del embarazo ectópico, los niveles 
de BhCG disminuyen gradualmente, el primer día baja el 
50% del valor previo, si el porcentaje es menor podría co­
rresponder a tejido trofoblástico persistente (2). Tradicional­
mente se espera un crecimiento de los niveles de BhCG de 
66% en 48 horas para confirmar viabilidad, y una caída del 
80% para pérdida del embarazo (aborto), siendo un método 
sensible pero poco específico, con el ánimo de evitar inter­
venciones médicas o quirúrgicas innecesarias.
El espesor del endometrio en gestaciones tempranas me­
nos de 1500mui/ mi de BhCG varía de acuerdo a la entidad 
que se presente:
1. Embarazo intrauterino 13,4 mm
2. Aborto espontáneo 9,2 mm
3. Embarazo ectópico 6 mm (debido a bajos niveles de 
progesterona).
Cuando se analiza el endometrio histológicamente el ha­
llazgo patológico más frecuente es el endometrio secretor 
delgado (40%) seguido de endometrio proliferativo, con re­
acción de Arias Stella 20% (decidualización celular) (11).
Progesterona
Los niveles de progesterona son de mucha ayuda en conjun­
to con los niveles de BhCG, conociendo los valores normales 
podremos darle la interpretación adecuada:
1. > 25 ng/ mi: embarazo viable
2.5-25 ng/ mi: No concluyente
3 .3-< 5ng/mi: embarazo no viable.
En el embarazo ectópico los valores están por debajo de 5 ng/ 
mi, indistintamente de su ubicación, debe correlacionarse con 
ecografía pélvica transvaginal y niveles séricos de BhCG (5).
OBSTETRICIA D E ALTO RIESGO 221
GINECOLOGÍA Y O BSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
T
O tros m arcadores placentarios
Dentro de los otros marcadores que nos pueden orientar ha­
cia la presencia de un embarazo ectópico, tenemos los niveles 
séricos de creatinin fosfokinasa (CPK), glicoproteína específi­
ca del embarazo (SP1), lactógeno placentario humano (hPL), 
y la proteína específica asociada al embarazo (PAPP-A).
La CPK es una enzima intracelular que cataliza la forma­
ción de ATP, en creatinin fosfato y adenosin monofosfato 
(ADP), se encuentra en abundante cantidad en tejidos me- 
tabólicamente activos con altas demanda de energía como 
músculo liso, cerebro, miocardio. Se encuentran niveles 
elevados de CPK total, con disminución de los niveles de 
la isoforma MB, debido, a la injuria que ocasiona el tejido 
trofoblástico en la tuba especialmente en el tejido muscular 
liso. Los niveles de la isoforma MB comienzan a aumentar 
luego de tratamiento quirúrgico.
La no disminución de los niveles de PAPP-A y hPL, es 
útil para la diferenciación entre un embarazo ectópico y una 
pérdida temprana (12).
L a p a r o s c o p ia
Es el método ideal para el diagnóstico y permite su trata­
miento definitivo. Las intervenciones terapéuticas son en­
tonces generalmente posibles, incluso antes del deterioro 
clínico de la paciente y antes de la pérdida de integridad de 
las trompas de Falopio, la cirugía electiva y el tratamiento 
médico han disminuido la mortalidad y el riesgo de lapa­
rotomía de urgencias (2). El abordaje laparoscópico sigue 
siendo en general el abordaje terapéutico de elección posi­
ble virtualmente para todos los pacientes con dichas patolo­
gía y en manos expertas y con recursos adecuados es segura, 
menos costosa y con mejor recuperación (2).
Tratamiento
El tratamiento requerido en el 90% de las pacientes es la la­
parotomía, sin posibilidad de manejo conservador. El trata­
miento debe estar orientado a controlar la pérdida sanguí­
nea,reestabilización hemodinámica y preservar la función 
reproductiva con el menor tiempo posible de recuperación 
en la vida social laboral y familiar (13). Las opciones de tra­
tamiento son: quirúrgica, médica o expectante.
Q u ir ú r g ic a 
S alpingectom ía total
Es el tratamiento de elección cuando no hay deseo repro­
ductivo o cuando hay daño severo de la trompa de Falopio. 
Se puede realizar por laparoscopia y la técnica consiste en 
coagular la parte proximal y distal de la trompa, y posterior­
mente desde la fimbria al istmo en pasos sucesivos, se coa­
gula y corta el mesosalpinx, preservando lo mejor posible 
la circulación ovárica, al realizar la extracción de la trompa
con el embarazo y su lecho de implantación no se requiere 
control de los niveles de B hCG en el postoperatorio.
Salpingotom ía
Es la incisión y apertura de la trompa lejos del ostium. Des­
pués de la evacuación del peritoneo, se identifica la trompa 
con el embarazo ectópico, y con una aguja 22 se infiltra de 
2-5 unidades de vasopresina diluidas en 20 cc de solución 
salina, se instilan 5 cc en la mucosa antimesentérica y 15 cc 
dentro de la trompa, esto ayuda a desprender la trompa de 
su inserción. En el punto de máxima dilatación se realiza 
una incisión con energía o láser, próximo al hemosalpinx, 
se separa la serosa tubárica del tejido embrionario, el trofo­
blasto y el coágulo de sangre aplicando presión con solución 
fisiológica con la sonda de succión- irrigación, se revisa la 
hemostasia y se deja la incisión abierta.
En un estudio publicado por Puerstein se encontró que 
un 67% de los embarazos ectópicos están localizados en el 
lumen y el resto tiene una infiltración extraluminal muscu­
lar lo cual es de difícil extracción y esto tiende a aumentar la 
persistencia del tejido trofoblástico (2-13).
En la evaluación del tratamiento quirúrgico del embarazo tu­
bárico, basado en la evidencia disponible, en la que comparan 
los resultados entre la cirugía laparoscópica conservadora y la 
cirugía abierta, se encontró que en tres estudios combinados al 
azar, y controlados, los cuales incluyeron 228 pacientes hemo- 
dinámicamente estables con ectópicos pequeños no rotos, que 
la cirugía laparoscópica conservadora es menos exitosa que la 
cirugía abierta en la eliminación del embarazo tubárico (RR
0,90 95% IC 0,63-0,97). Esto se debió a la alta tasa de trofoblasto 
persistente en la cirugía laparoscópica (RR 3,6 95% IC 0,74-1,1), 
la cual fue evaluada en 104 mujeres después de un seguimien­
to de 29 semanas. En 145 mujeres que desearon una fertilidad 
futura, el número de embarazos uterinos fue comparable (RR 
1,2 95% IC 0,88-1,5), mientras el número de embarazos ectópi­
cos repetidos fue bajo (RR 0,43 95% IC 0,15-1,2) no siendo estos 
hallazgos significativamente diferentes (2).
En el caso de embarazo cornual se procede a abordar por 
laparoscopia asistida por minilaparotomía para lograr una 
adecuada hemostasia y una cirugía reconstructiva exitosa 
en el futuro. Este embarazo siempre tiene como riesgo el 
sangrado incoercible, con necesidad de histerectomía abdo­
minal, por lo cual se debe considerar el tratamiento médico 
como primera elección. En el caso de embarazo abdominal 
se debe extraer el tejido embrionario o fetal sin manipular el 
lecho placentario garantizando la hemostasia y controlando 
la actividad trofoblástica con niveles séricos de BhCG (2).
M anejo médico
Se basa en la destrucción del tejido trofoblástico utilizando 
metotrexate en forma sistémica, además se ha propuesto la 
utilización de glucosa hiperosmolar, prostaglandinas, cloru­
ro de potasio, cloruro de sodio, actinomicina D, etopósido, 
mifepristone, danazol, anticuerpos anti hCG; aquí mencio­
naremos el metotrexate, que es usado en nuestro medio (6).
222 PARTE III
3 3 / EMBARAZO ECTÓPICO
T
Criterios para recibir metotrexate____________________________
Absolutas
Hemodinámicamente estable sin sangrado activo o signos 
de hemoperitoneo
Paciente con futuro deseo de fertilidad 
Diagnostico no laparoscópico 
Riesgo por anestesia general 
No contraindicación por su uso
_____ Paciente capaz de cuidado riguroso________________________
Relativas_________________________________________________
Masa no rota menor de 3,5 cm 
No actividad cardíaca
BhCG límites no exceda valores predeterminados
Adaptado del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología. Mane­
jo médico del embarazo tubárico. Int J Gynaecol Obstet 1999; 65-99.
Contraindicaciones de la terapia médica 
Absolutas_____________________________
Lactancia 
Inmunodeficiencia 
Creatinina mayor a 1.3 mg/ di 
Alcoholismo o enfermedad hepática 
Discrasias sanguíneas preexistente 
Úlcera péptica
Enfermedad pulmonar activa
______ Sensibilidad al metotrexate_________
Relativas
Saco gestacional mayor a 3,5 
Actividad cardíaca
Adaptado del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología. Mane­
jo médico del embarazo tubárico. Int J Gynaecol Obstet 1999; 65-99.
Efectos secundarios al uso de metotrexate
Náuseas 
Estomatitis 
Distrés gástrico 
Mareos
Alopecia reversible 
Neutropenia severa 
Neumonitis 
Sangrado vaginal 
Incremento del dolor abdominal
Aumento de los niveles de B -HCG_____________________________
Adaptado del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología. Mane­
jo médico del embarazo tubárico. Int J Gynaecol Obstet 1999; 97-103.
En cuanto a la dosis recom endada son 50 mg/m2 de 
superficie corporal, intram uscular ó 1 m g por kilogramo 
de peso actual.
Un estudio multicéntrico que involucraba 100 mujeres 
hemodinámicamente estables con diagnóstico de embarazo 
ectópico no roto, sin signos de actividad y sin signos de san­
grado activo, en el que se comparaba el uso de metotrexate 
sistémico en múltiples dosis versus la salpingotomía laparos-
cópica no se encontraron diferencias significativas en el éxi­
to primario del tratamiento (RR 1,2 95% IC 0,93-1,4) y en la 
conservación de la trompa comprometida (RR 0,98, 95% IC
0,87-1,1) descartando diferencias en el efecto del tratamiento 
a corto plazo. La permeabilidad tubárica tratada en el 81% 
de los pacientes no fue tan alta después del uso sistémico del 
metotrexate (RR 0,93 95% IC 0,64-1,4). No se encontraron di­
ferencias significativas en el número de embarazos uterinos 
subsecuentes (RR)> (95% IC 0,42-1,9) y en el embarazo ectópi­
co a repetición (RR 0,77 95% IC 0,17-3,4). El empleo de meto­
trexate en dosis única intramuscular da resultados similares 
con menos efectos indeseables: con dosis única es de un 88% 
y dosis múltiples es de 92% (9). Las mujeres tratadas médica­
mente mostraron más limitaciones para desempeñarse física 
y socialmente, además de una mala percepción de su estado 
de salud, menos energía, más dolor, un desmejoramiento de 
la calidad de vida y un grado mayor de depresión que aque­
llos tratados quirúrgicamente (14).
El tratamiento con metotrexate muestra ventajas en em­
barazo ectópico de difícil acceso quirúrgico con alto riesgo 
de sangrado, como embarazo cornual y cervical.
M anejo expectante
Se reserva para casos de embarazo ectópico organizado, el 
diagnóstico es retrospectivo orientado por niveles bajos de 
BhCG, estabilidad hemodinámica, disminución de los sínto­
mas y ecografía transvaginal normal. En este manejo se debe 
llevar un control clínico y de los niveles séricos de BhCG, 
hasta que se negativicen. En pacientes con embarazo ectópi­
co y niveles de BhCG menores de 175ui/l se puede ofrecer 
un manejo expectante con un éxito de un 96%, cuando los 
niveles son entre 175 y 1500UI/L, la resolución espontánea 
es de sólo el 66% (2).
M e t a n á l isis 
S alpingostom ía laparoscópica vs. salpingostom ía 
cirugía abierta
Tasa de éxito
OR 0,28 IC 95% 0,09-0,8
♦
0.01 0,1 10 100
Estudios combinados de 165 pacientes (Vermesh, 1989; 
Lundorff, 1991) en embarazo tubárico pequeño no roto, do­
cumentan que la salpingostomía laparoscópica fue signifi­
cativamente menos exitosa que la cirugía abierta en cuanto 
a la eliminación (15).
OBSTETRICIA DE ALTO RIESG O 223
GINECOLOGÍAY OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
Trofoblasto persistente 
OR 3,47 IC 1,06-11,2
♦
0.01 0,1 1 10 100
r
0.01 0,1 1 10 100
Estudios combinados de 165 pacientes (Vermesh, 1989; 
Lundorff, 1991) en embarazo tubárico pequeño no roto, in­
dican que la tasa de persistencia de trofoblasto es más alta 
en la cirugía laparoscópica (15).
En el seguimiento a largo plazo de pacientes con deseo 
obstétrico de 127 pacientes (Vermesh, 1992; Lundorff, 1992), 
no hubo diferencias estadísticamente significativas en el nú­
mero de embarazos intrauterinos posteriores (15).
Permeabilidad tubárica 
OR 0,58 IC 0,23-1,4
0.01 0,1 10 100
En estudios combinados de 110 pacientes (Vermesh, 
1989; Lundorff, 1991) hubo una tendencia sin significancia 
estadística a una tasa de permeabilidad tubárica más baja 
después de la cirugía laparoscópica (15).
Ectópico repetido 
OR 0,47 IC 0,15-1,5
A
0.01 0,1 10 100
El seguimiento a 127 pacientes (Vermesh, 1992; Lundorff 
, 1992) mostró una tendencia sin significancia estadística a 
una tasa de ectópico repetido más baja (15).
R e f e r e n c ia s
1. Adhikari s, Blaivas M, Lyon M. Diagnosis and management of 
ectopic pregnancy using bedside transvaginal ultrasography in 
the department of emergency: 2-year experience. American Jo­
urnal of Emergency Medicine 2007; 25: 591-596.
2. Navarro H. Embarazo ectópico, manejo médico vs. quirúrgico. 
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OBSTETRICIA D E ALTO RIESGO 225
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