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V a g in o s is ba c t er ia n a , t r ic o m o n ia s is y clam id ia 87 Lisandro Restrepo O. • Rodrigo Cifuentes B. F l o r a v a g in a l n o r m a l En la tabla 1 se relacionan los diferentes microorganismos que se encuentran en la vagina de mujeres sanas. Son típicos de origen intestinal, de donde es su reservorio. Los lactoba- cilos son los gérmenes dominantes en este microambiente y son los responsables de mantener el ecosistema vaginal. Descritos por Doderlein, estos bacilos impiden la excesiva proliferación de los gérmenes colonizadores y aparición de nuevas bacterias (1). Actúan por 3 mecanismos: 1. Producción de compuestos antimicrobianos (peróxido de hidrógeno, hidrogeniones, bacteriocinas). 2. Produce agentes tensoactivos (biopelícula) que impiden la adherencia bacteriana. 3. Se agregan a los patógenos. Tabla 1. Géneros de microorganismos que se encuentran en la va gina de mujeres sanas Cocos y bacilos grampositivos Lactobacillus anaerobios aerotolerantes Streptococcus Cocos y bacilos grampositivos Corynebacterium anaerobios facultativos Gardnerella Staphylococcus (fundamentalmente S. epidermidis) Cocos y bacilos gramnegativos Escherichia anaerobios facultativos Klebsiella Proteus Miooplasmas Mycoplasma (sobre todo M. hominis) Ureaplasma Cocos y bacilos grampositivos Atopobium anaerobios estrictos Peptococcus Peptostreptococcus Clostridium Bifidobacterium Propionibacterium Eubacterium Cocos y bacilos gramnegativos Bacteroides anaerobios estrictos Prevotella Para que se produzca una infección vaginal es necesario que la concentración de lactobacilos llegue a un punto crítico y es ahí donde los gérmenes oportunistas producen la infección. La producción de lactobacilos se puede ver afectada por cualquier factor que altere el pH de la vagina, a saber: se men, descarga menstrual, dispositivos uterinos, espermici das, lubricantes, antibióticos sistémicos (destruyen los lacto bacilos), agentes antineoplásicos. En cuanto a los antibióticos se ha demostrado que los lactobacilos son resistentes a las altas concentraciones de metronidazol, lo que sugiere que pueden ser usados conco- mitantemente con este antibiótico (5). En el momento existen estudios clínicos que evalúan la utilidad del uso clínico de lactobacilos para devolver el equilibrio del ecosistema vaginal como parte del trata miento de la vaginosis, cuando se asocia a clindamicina, reportan una rápida m ejoría y disminución de la recidi va en 6 meses de seguimiento cuando se usan por 3 ciclos menstruales consecutivos (4). Existe una lim itada evidencia de estudios clínicos con trolados aleatorizados que demuestre que el control de las ITS es una estrategia efectiva para la prevención del VIH. Se comprobó que m ejores servicios para el trata miento de las ITS permiten reducir la incidencia de VIH en un entorno caracterizado por una epidemia emergente de VIH (prevalencia baja y en leve aum ento), en lugares donde los servicios para el tratamiento de las ITS son de ficientes y las ITS muy prevalentes (6). V a g in o s i s b a c t e r ia n a D efin ición (2 , 3 ) La vaginosis bacteriana (VB) es un síndrome clínico que se origina por el reemplazo del Lactobacillus sp productor del peróxido de hidrógeno normal, por altas concentraciones de bacterias anaerobias como Gardnerella vaginalis y Micoplasma hominis. Aún no se comprende la causa de esta alteración microbiana en su totalidad. Es la causa más prevalente de flujo vaginal y disconfort, pero el 50% de las mujeres con VB pueden estar asintomá ticas. Se desarrolla cuando la flora vaginal ha sido alterada GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS T por la introducción de un patógeno o por cambios en el me dio vaginal que permite la proliferación de bacterias. Patogénesis Es una condición frecuente de la cual se tiene un pobre en tendimiento de su etiología, historia natural y comporta miento poblacional. La tasa de prevalencia se estima entre 25 a 35% de mujeres que consultan al ginecólogo (14). Un factor de riesgo común para la transmisión sexual de infecciones incluye la presencia de un gran número de compa ñeros sexuales, altos porcentajes de cambio de compañeros, la edad temprana de la primera relación sexual y el comienzo de relaciones sexuales por debajo de los 25 años (9). Un diagnósti co de vaginosis bacteriana está asociado con un cambio recien te de compañero. Es posible que vaginosis bacteriana esté fa vorecida con ciertos cambios de la fisiología vaginal inducidos por un nuevo compañero sexual. Factores de riesgo adicional incluyen el uso del DIU, las duchas vaginales y el embarazo. Las duchas vaginales, óvulos, lubricantes y otros produc tos químicos producen un barrido de gérmenes vaginales incluido el lactobacilo, lo cual aumenta el riesgo posterior de infecciones bacterianas en el tracto genital inferior (7). En estudios de cohortes no se ha demostrado un riesgo elevado de desarrollar enfermedad pélvica inflamatoria en pacientes con vaginosis bacteriana (11). D iagnóstico La infección es frecuentemente asintomática pero puede pro ducir una descarga vaginal de color gris, maloliente. No se asocia con inflamación de la mucosa vaginal y rara vez pro duce prurito vulvar. El diagnóstico de vaginosis bacteriana en la clínica, se basa en los criterios de AMSEL. Se requieren tres o más de los siguientes cuadros clínicos diagnósticos (8): 1. Presencia de descarga vaginal excesiva, homogénea. 2. PH vaginal elevado, igual o mayor de 4,5. 3. Presencia de células guía (células epiteliales con coco- bacilos adheridos). 4. Test de aminas positivo: presencia de olor a pescado des pués de agregar KOH al 10%, por liberación de aminas resultado de la alcalinización de bacterias anaerobias. Las células guía se buscan al microscopio mediante una preparación en fresco de 1 ó 2 gotas de la descarga vaginal, mezcladas con 1 ó 2 gotas de solución salina normal al 0,9%. Coloreándolas sobre un portaobjeto, el cual es llevado al mi croscopio empleando objetivos de bajo y alto poder. Cuan do un examinador hábil practica la búsqueda, el examen en fresco puede tener una sensibilidad del 60% y una especifi cidad del 98% para la detección de vaginosis bacteriana y tricomoniasis. Las células guía también son visibles en una coloración de gram en las secreciones vaginales. La coloración de Gram es el gold standard para el diagnós tico, donde se determinan las concentraciones de lactoba- cilos, cocos gram-negativos, bacilos y cocos gram-variables (i.e., G. vaginalis, Prevotella, Porphyromonas, y peptostreptococ- ci) y bacilos Gram-negativos (Mobiluncus). El cultivo no se recomienda como método diagnóstico. La citología cervico-uterina no tiene utilidad por su baja sen sibilidad. Se está usando los kits de autorrecolección de la muestra de flujo vaginal y se ha demostrado que tienen la misma sensibilidad y especificidad que el examen tomado por el personal de salud. No hay evidencia que sustente el uso o no de un gramo de cul tivo postratamiento (nivel de evidencia IV, recomendación Q (6). Tratamiento La mujer no embarazada se beneficia del tratamiento por disminución de los signos y síntomas de la infección, en la reducción de complicaciones después de un aborto o histe- rectomía, reducción del riesgo de otras ITS (como VIH). Se debe tratar a toda mujer sintomática, profilaxis prequi- rúrgica antes de un aborto y en mujeres que van a histerecto mía. No hay evidencia suficiente que sustente el tratamiento en pacientes asintomáticas antes de otros procedimientos. No se recomienda dar tratamiento a la pareja de forma ruti naria. Los regímenes recomendados son: • En no embarazada: • Metronidazol 500 mg vía oral, 2 veces al día por 7 días. • Metronidazol gel vaginal al 0,75%, aplicando 5 gms 2 veces al día por 5 días. • Tasa de curación temprana 78-87% tardía 68-73%. • Clindamicina al 2% crema vaginal, aplicando 5 gms una vez en la noche por 7 días.• Tasa de curación temprana 72-94% tardía 50-75%. • En embarazada: • Metronidazol 250 mg vía oral cada 8 horas por 7 días. • Tasa de curación temprana 95%, tardía 80% (12). • Metronidazol dosis única 2 gramos. • Tasa de curación temprana 80% tardía 45%. • Clindamicina 300 mg vía oral cada 12 horas por 7 días. • Tasa de curación temprana 94%, tardía 90%. Durante el embarazo la vaginosis bacteriana se ha aso ciado con resultado perinatal adverso incluyendo ruptura prematura de membranas, parto pretérmino, infección in- tramniótica y endometritis posparto. No se dan tratamientos tópicos en la mujer embarazada porque no disminuyen el riesgo de parto pretérmino y sí el tratamiento sistémico. Las recomendaciones actuales del tratamiento en la mujer embarazada (13): • El tratam iento antibiótico erradica la vaginosis bacte riana (figura 1) • El tratamiento antes de las 20 semanas reduce el riesgo de parto pretérmino • No hay evidencias contundentes de que el tamizaje y tratamiento de las mujeres embarazadas asintomáticas evite el parto pretérmino y sus consecuencias. • El uso del metronidazol en el primer trimestre del em barazo ha demostrado ser seguro. Prevención En un estudio clínico aleatorizado (10) se encontró que son me didas útiles para prevenir la vaginosis bacteriana dejar de fumar, uso de condón y anticonceptivos hormonales en las mujeres. 606 PARTE IV 87 / VAGINOSIS BACTERIANA, TRICOMONIASIS Y CLAMIDIA T VA G IN O SIS BA C TERIA N A Tratamiento 15 ECC N= 5888 ptes. ¡ c 95% Efectividad Tto 0.17 Antibiótico ■■■ (0.15 - 0.20) Reducción PP < 37 sem 0-9 RPM antes T de P ° ^ 8 5 (0.78 -1.06) (0.61 -1.28) PP Tto antes de 20sem. _0j63— (0.48 - 0.84) 0 0.5 1.5 2 Figura í. T r ic o m o n ia s is La vaginitis por Trichomonas vaginalis es una de las infeccio nes de transmisión sexual más comunes. Se calcula que al rededor de 120 millones de mujeres sufren de tricomoniasis cada año en todo el mundo (WHO, 1994). En los países de sarrollados los casos de infección por tricomonas son espe cialmente frecuentes en mujeres de comportamiento sexual riesgoso o con acceso limitado a la atención médica. En los países desarrollados la frecuencia supera el 15%. Esto hace que la tricomoniasis sea una de las infecciones de transmi sión sexual más común. Las tricomonas son transmitidas sexualmente y pueden ser identificadas entre el 30 y el 80% de los hombres compañeros sexuales de mujeres infectadas. Factores de riesgo para tricomoniasis incluyen el uso del DIU, el cigarrillo y compañeros sexuales múltiples. Entre el 20% y el 50% de las mujeres con tricomoniasis son asintomá ticas. La tricomoniasis puede estar asociada con ruptura de membranas y parto de pretérmino. Los compañeros sexua les de las mujeres infectadas deben ser tratados e instruidos para evitar las relaciones sexuales hasta que ambos compa ñeros estén curados. D iagnóstico Desde el punto de vista clínico, la infección está caracteriza da por una descarga vaginal amarillo-verdosa, espumosa, que produce dispareunia, irritación de la vulva y uretra, en rojecimiento vulvo vaginal, prurito y disuria. El protozoario Tricomona Vaginalis es un organismo móvil con cuatro fla gelos que facilitan su rápido movimiento, puede hallarse en secreciones vaginales, glándulas (Skene y Bartholino) y uretra. El diagnóstico usualmente se hace por los hallazgos clínicos, aunque éstos no son específicos y necesitan la confirmación del laboratorio para la identificación del parásito, mediante el frotis en fresco. El examen en fresco es un método rápido y barato pero su sensibilidad y especificidad dependen de la experiencia del técnico y de la cantidad de parásitos en la vagina. El examen consiste en visualizar al microscopio las tricomonas en una preparación que incluye una mezcla de la descarga vaginal con solución salina al 0,9%. Si el examen es positivo se observarán las tricomonas desplazándose rá pidamente de un extremo a otro de la preparación, también puede observarse un aumento en el número de polimorfo- nucleares característicos de tricomoniasis. La sensibilidad de la técnica sólo llega a 60-70%. Con nuevas técnicas con inmunocromatografia capilar y sonda de ácidos nucleicos en secreciones vaginales con una sensibilidad mayor de 83% y especificidad mayor de 97%, se pueden obtener resultados en 10 minutos. En hombres se debe realizar cultivo de secreción uretral, orina o semen para afinar el diagnóstico. Tratamiento Durante más de 30 años se ha utilizado metronidazol y otros nitroimidazoles (ornidazol, tinidazol, nimorazol y carmidazol) como agentes antitricomonas. El metronidazol es probablemente el medicamento más comúnmente usado a escala mundial, además es fácil de conseguir y su precio es asequible. A pesar de su uso generalizado la resistencia ha sido relativamente poco frecuente. Aunque en general se opta por medicamentos orales debido a la presencia de la infección en las glándulas vaginales y la uretra, también se obtienen niveles sanguíneos terapéuticos con la aplicación local (vaginal o rectal) de metronidazol. Esquemas: • Metronidazol 2 gms en dosis única (4 tabletas de 500 mg) ó 250 mg tres veces al día durante 7 días. • Tasa de curación 90-95%. • Tinidazol 2 gm dosis única. • Tasa de curación 86-100%. • Tratamiento concomitante para compañeros sexuales (regresión síntomas, cura microbiológica y reducción de la transmisión). • No se recomiendan tratamientos tópicos. Se le debe avisar a la paciente no consumir alcohol duran te el tratamiento y 24 horas después de la última dosis de metronidazol y 72 horas después de completar el tinidazol. No se recomiendan pruebas de seguimiento en pacientes que inicialmente eran sintomáticos. Se ha identificado cepas resistentes entre 2-5% al metronidazol. Cuando falla el tratamiento con metronidazol y después de des cartar una reinfección se da tinidazol 2 gramos al día por 5 días. Durante el embarazo se ha asociado con parto prematuro, ruptura de membranas y bajo peso al nacer. Los datos no han mostrado que el tratamiento con metronidazol pueda reducir la morbilidad perinatal. Se debe dar tratamiento a toda mujer en embarazo, con 2 gramos de metronidazol en dosis única. (Categoría B) En lactancia se suspende por 12 a 24 horas desde la última dosis de metronidazol y 72 horas con tinidazol. C h l a m yd ia Tr a c h o m a t is Dentro del grupo de infecciones bacterianas sexualmente transmitidas, la producida por Chlamydia Trachomatis es la más comúnmente diagnosticada en el mundo desarrollado y una causa importante de enfermedad pélvica inflamato ria. Las secuelas de infecciones por Chlamydia Trachomatis en mujeres son frecuentes e incluyen EPI, infertilidad y emba razo ectópico. Estudios recientes sugieren que las infeccio nes por clamidia del tracto genital bajo pueden ser factor de riesgo importante en la transmisión de la infección por VIH. GINECOLOGÍA 607 GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS T En las mujeres embarazadas la transmisión de la clamidia de madre a hijo se produce en el momento del parto y puede dar lugar a oftalmia neonatal en el 15 al 25% de los casos, o a neumonía en el 5 al 15% de los casos. La infección asinto mática es frecuente entre hombres y mujeres. Epidemiología Dos de las complicaciones más comunes originadas por la infección de la clamidia son la uretritis en el hombre y la cervicitis en la mujer. Estos sitios representan la puerta de entrada de la infección en el hombre y la mujer respectiva mente. Chlamydia Trachomatis ha sido tradicionalmente con siderada como un agente etiológico en un 40 a 60% de los hombres que presentan uretritis no gonocócica. Estas infec ciones son importantes epidemiológicamente ya que ellas no son usualmente detectadas, no son tratadas y así pue den representar un reservorio importante para infecciones por clamidia en mujeres. Igualmente 70 a 90% de infeccio nes endocervicales causadaspor Chlamydia Trachomatis son asintomáticas y pueden persistir por meses y aún por años. La detección temprana y tratamiento de estas infecciones asintomáticas son necesarios para prevenir subsecuentes in fecciones del tracto genital alto y sus secuelas. D iagnóstico Desde el punto de vista clínico, el diagnóstico de Chlamydia Trachomatis debe sospecharse en paciente con descarga (flu jo) endocervical amarillenta opalescente, asociada a hemo rragia de la mucosa cervical fácilmente inducida al limpiar el cérvix con una torunda. La limpieza del cérvix descubre una mucosa erosionada de color rojo intenso. La identifi cación de Chlamydia Trachomatis se hace mediante cultivos de tejidos o métodos para detección de antígenos. Recien temente la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) se ha empleado para el diagnóstico de Chlamydia Trachomatis. La muestra puede ser tomada del introito vaginal por el perso nal de salud o por la misma paciente mediante el frote del introito con un escobillón, a la muestra así obtenida se le aplicará el test de PCR. Este test también puede emplearse en muestras de orina. Las muestras obtenidas del introito vaginal por el perso nal de salud tiene una sensibilidad del 92% aplicando el test de PCR y de 81% cuando la muestra es obtenida por la mis ma paciente. La sensibilidad del test en una muestra de ori na es de 73%. El PCR es el test diagnóstico de elección para detectar Chlamydia Trachomatis en el tracto genital bajo de la mujer. Si a una mujer asintomática se le practica especulos- copia y se encuentran signos sospechosos de infección por Chlamydia, deben tomarse muestras del moco endocervical y células uretrales para un test de PCR. Tratamiento Para la paciente y pareja(s). Esquemas: • Azitromicina 1 gramo dosis única • Doxiciclina 100 mg 12 horas por 7 días • Alternativos • Eritromicina 500 mg 4 veces al día por 7 días • Ofloxacina 300 mg 12 horas por 7 días • Levofloxacina 500 mg al día por 7 días. • Tasas de curación entre 97-98%. • Siempre se debe preferir la azitromicina por su esque ma dosis única. • Se debe recomendar abstinencia por 7 días después de la última dosis del medicamento. • No se debe repetir exámenes buscando cura microbio- lógica, como seguimiento. En paciente embarazada: contraindicada doxiciclina, ofloxacina y levofloxacina, la azitromicina es segura y efec tiva. Esquemas recomendados: • Azitromicina 1 gramo dosis única • Amoxicilina 500 mg 3 veces al día por 7 días • Eritromicina 500 mg 4 veces al día por 7 días • Eritromicina 250 mg 4 veces al día por 14 días. Una dosis única de azitromicina de 1 gm ha demostrado su efectividad en tratamientos para Chlamydia y otras cau sas de uretritis no gonocócica, pero con un costo mayor que siete días de tratamiento con doxiciclina. Las dosis únicas tienen menos rechazo que los tratamientos largos y por lo tanto son más costo-efectivas. La eritromicina es un anti biótico recomendado para el tratamiento de la Chlamydia durante el embarazo, tiene importantes efectos colaterales, principalmente náuseas y vómito. R e f e r e n c ia s 1. OMS. Guías Para el tratamiento de las infecciones de transmi sión sexual. Editorial OMS. 2005. 2. Centers for Disease Control and Prevention. Sexually Transmitted Diseases Treatment Guidelines, 2006. MMWR 2006; 55:55-60. 3. Martin R. La microbiota vaginal: composición, papel protector, patología asociada y perspectivas terapéuticas. Enferm Infecc Microbiol Clin 2008; 26(3): 160-7. 4. Larsson. P. Human lactobacilli as supplementation of clinda mycin to patients with bacterial vaginosis reduce the recurren ce rate; a 6-month, double-blind, randomized, placebo-contro- lled study. BMC Women's Health 2008; 8: 3. 5. Ocaña V. Antibiotic Susceptibility of Potentially Probiotic Vagi nal Lactobacilli. Infectious Diseases in Obstetrics and Gyneco logy 2006; 81:1-6. 6. Wilkinson D, Rutherford G. Intervenciones poblacionales para la reducción de infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por VIH (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblio teca Cochrane Plus, 2007 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. (Tra ducida de The Cochrane Library, 2007 Issue 4. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.). 7. Romero M. Accuracy of a Self-Collection Kit for the Microbio logical Study of the Vaginal Content The Brazilian Journal of Infectious Diseases 2007; 11(2): 249-253. 608 PARTE IV http://www.update-software.com
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