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Pág. 234 Guías de Procedimientos en Ginecología B. Duración de la profilaxis antibiótica. La mayoría de las publicaciones basadas en la evidencia demuestran que la profilaxis luego del cierre de la herida quirúrgica es innecesaria y muchos estudios que compa- ran dosis única con múltiples dosis profilácticas no muestran beneficio con las dosis adicionales (11, 13). Por otra parte el uso prolongado de antibióticos como profilaxis está asociado con la emergencia de cepas bacterianas resistentes (11, 14). Basado en la evidencia publicada el consenso del Surgical Infection Prevention Guideline Writers Workgroup (SIPGWW) recomienda que las profilaxis antibióticas sean discontinuadas dentro de las 24 hs, con excepción de la profilaxis en cirugía cardiovascular11. C. Dosis única versus múltiples dosis. No se ha demostrado mayor eficacia para esquemas de dosis múltiples. Este hecho es relevante dado que el costo y la efectividad de esquemas más prolongados pueden modificar la relación costo beneficio de la profilaxis antibiótica versus la no interven- ción o dosis única (10). Un análisis exploratorio de efecto de ensayos de dosis única versus múltiples dosis mostró una eficacia preventiva importante de ISQ de cerca de 50% del régimen de dosis única: RR = 0.53 (IC95%: 0,34 – 0, 79); DR = 14% (IC95%: 8 – 19%)/MEF(10). D. Elección del tipo de antibiótico. Diferentes regímenes de antimicrobianos son efectivos para prevenir la ISQ. El agen- te óptimo es aquel que es efectivo contra el microorganismo encontrado más frecuen- temente durante el tipo de cirugía realizado; deber ser seguro, de bajo costo y bactericida; además tener una vida media prolongada (1). Diversas organizaciones científicas de profesionales han publicado recomendaciones para la selección y uso de antimicrobianos en profilaxis quirúrgica. Estas recomendaciones generalmente favorecen el uso de los antiguos, de espectro reducido, como son las cefalosporinas de primera y segunda generación. No hay evidencia que los nuevos antimicrobianos sean más efectivos que las opciones antiguas. La utilización de antimicrobianos de amplio espectro está desaconsejada porque favorece la emergencia de cepas re- sistentes (15). Para la histerectomía abdominal o vaginal se prefiere el cefotetan, pero alternativas razonables son cefazolina y cefoxitina. La monoterapia con metronidazol está inclui- da en el American Collage of Obstetricians and Gynecologyst’s Practice Bulletin como una alternativa para pacientes sometidas a histerectomía, pero puede ser menos efectiva que una monodosis de otro agente como profilaxis. E. Factores pronósticos relativos a la infección del sitio quirúrgico. Las pacientes sometidas a cesárea pueden ser divididas en grupos de bajo y alto ries- go de infección postoperatoria. El grupo de alto riesgo incluye las pacientes someti- das a cesárea luego de una ruptura de membranas y/o al comienzo del trabajo de parto, como una emergencia operatoria en la cual la preparación prequirúrgica puede haber sido no adecuada. Aunque la profilaxis antibiótica es recomendada en ambos grupos los beneficios son mayores en el de alto riesgo. Un régimen con antibióticos de amplio espectro como el recomendado para histerectomía provee una adecuada profilaxis (11).
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