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Curación de heridas 129 • Desechar los residuos patogénicos según las normas de bioseguridad. • Retirar el equipo utilizado y colocarlo en recipiente rígido para ser reprocesado en la central de esterilización. • Lavarse las manos. • Registrar en la hoja de enfermería: fecha, hora, curación efectuada, características y aspecto de la herida (calor, rubor, tumefacción local, exudado, dehiscencia, evisceración), presencia de dolor y características (localización, intensidad) y reacción del paciente. Técnica de curación de herida abierta Curación de herida abierta: es la limpieza de la herida para eliminar los agentes contaminantes, exudados, o tejidos necróticos y favorecer la cicatrización por segunda intención. Está indicada en los casos de úlceras por presión (estadío III – IV) con abundante exudado, en las heridas quirúrgicas con excesivo drenaje purulento (*) y en las heridas tunelizadas(*). (*) En estos casos se requiere orden médica escrita. Está contraindicada en las heridas que han demostrado falta de respuesta a la curación, o bien presentan cambios adversos cuando se le realiza este tipo de curaciones. Objetivos • Favorecer la hemostasia y la cicatrización de la herida. • Observar la evolución de la herida • Proteger la herida y el tejido epitelial de lesiones mecánicas. • Proteger la herida de contaminación bacteriana externa y de desechos corporales. • Eliminar las secreciones que produce la herida. • Brindar confort al paciente. Equipo • Bandeja o paquete estéril: 1 pinza hemostática, 1 tijera. • Gasas y apósitos • Bolsa plástica roja • Solución salina • Si está indicado un antiséptico, utilizar un compuesto clorado. • Cinta adhesiva hipoalergénica
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