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Manual de Endourología | Edición 2016Manual de Endourología | Edición 2016 109 nuestra propia experiencia (13), pode- mos afirmar que ambas estrategias son al menos equivalentes en términos de morbilidad postoperatoria inmediata. Es por eso que, ante iguales resultados, nos inclinamos por el uso de un catéter ureteral externalizado durante el primer día postoperatorio (Figura 5). Últimamente ha surgido el concepto de NLP “Totalmente Tubeless”, lo que implica no utilizar drenaje urinario interno ni externo. Se ha descrito que esta estrategia podría tener resultados comparables a las estrategias más convencionales en casos sin sangrado significativo y sin evidencia de cálculos residuales. En diferentes metaanálisis se describe que las complicaciones mayores y me- nores de la NLP son comparables entre el grupo “Tubeless” y estándar (4). Las complicaciones mayores en el grupo “Tubeless” son anecdóticas. Los resul- tados como el valor monetario, dolor postoperatorio, estadía hospitalaria, y el retorno a actividades normales son superiores en el grupo “Tubeless”. En la actualidad, se acepta que la reali- zación de NLP “Tubeless” en pacientes seleccionados reduce la morbilidad (4, 12). Es por eso que se plantea que el uso de un tubo de nefrostomía luego de una NLP debe estar reservado para pacientes en quienes se requiera más de un acceso, en quienes haya ocurrido una perforación significativa del sistema colector, un sangrado intraoperatorio significativo o tengan necesidad de realizar una segunda revisión. Dicho de otro modo, la NLP “Tubeless” se recomienda para pacientes con acce- so percutáneo único, sin perforación pelvicaliceal, sangrado intraoperatorio no significativo y sin evidencia de fragmentos residuales que justifiquen la necesidad de una segunda revisión. 10. Imagenología Postoperatoria El objetivo de realizar un examen ima- genológico postoperatorio es descartar la presencia de complicaciones, evaluar el drenaje anterógrado y la presencia de fragmentos residuales (4, 5). El examen imagenológico de elección es la TAC de abdomen no contrastada, ya que permi- te con alta sensibilidad y especificidad detectar complicaciones y fragmentos residuales. Si el examen se hace en un paciente con nefrostomía, el drenaje anterógrado puede evaluarse indirecta- mente realizando la TAC manteniendo la sonda de nefrostomía pinzada en las horas previas al examen. Si el drenaje es apropiado no debería observarse dilata- ción del sistema pelvicaliceal. Otras alternativas, como combinar una radiografía simple con ecografía, pue- den ser de utilidad pero debe tenerse en cuenta que la sensibilidad de esta estrategia es significativamente menor (el rendimiento puede ser hasta un 50 % menor) (5). En aquellos pacientes cuya NLP fue reali- zada sin incidentes, en que el cálculo fue extraído sin o con escasa necesidad de fragmentación y en quienes hay un alto índice de certeza de haber alcanzado un estado libre de cálculos, la imagenología postoperatoria podría ser omitida. Estos
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