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11 Enfermedades del pancreas (87)

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PANCREATOLOGÍA EN LA PRÁCTICA CLÍNICA. UNA VISIÓN IBEROAMERICANA | SECCIÓN 3: Enfermedades inmunológicas
Colangio-pancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)
Es un método sensible para detectar las estrecheces, con frecuencia múltiples del conducto pan-
creático, sin dilatación importante. Permite descartar patología de la papila y tomar biopsias para 
búsqueda de infiltración linfoplasmocitaria con alta proporción de células IgG4 positivas. El objetivo 
clínico de CPRE es frecuentemente la resolución de la ictericia obstructiva. Sin embargo, el rendimiento 
diagnóstico de CPRE no es mayor al comparar con la resonancia magnética y colangioresonancia. 
Además, la colocación de stent biliar es raramente necesaria siendo la respuesta al tratamiento muy 
rápida con desaparición de la ictericia obstructiva después de los primeros 7-10 días de tratamiento. 
Aunque las complicaciones de la CPRE no son muy frecuentes, es indudablemente un procedimiento 
con riesgos inherentes, incluyendo contaminación bacteriana de la vía biliar, que a su vez interfiere 
con el tratamiento con esteroides e inmunomodulares y puede dificultar la terapia adecuada de la 
enfermedad. Como todos los procedimientos de riesgo, solo está indicado cuando puede mejorar el 
diagnóstico y/o tratamiento y evolución de la enfermedad. Según la opinión de los autores de este 
capítulo, no es el caso en la PAI y generalmente no realizamos CPRE en nuestros pacientes. 
Tratamiento de prueba
Es una conducta discutida y su importancia disminuirá con la factibilidad de biopsia pancreática 
adecuada para el diagnóstico de PAI. Sin embargo, en nuestros días, todavía puede ser útil para evi-
tar cirugías innecesarias cuando hay sospecha de tumor. La respuesta a prednisona figura entre los 
criterios diagnósticos de PAI, independiente de su tipo (1 o 2). Esta respuesta es rápida, fácilmente 
detectable con exámenes simples de laboratorio en ictericia obstructiva que desaparece en 7-10 días. 
La mejoría en la morfología del páncreas es también demostrable con un control precoz con imagen, 
preferentemente con RM. La pérdida de dos semanas no cambia las opciones de resecabilidad de 
un cáncer de páncreas. Por consiguiente, la terapia de prueba solo tiene lugar con las siguientes 
condiciones:
• EUS y biopsia no está disponible o su resultado no es informativo.
• El control por laboratorio e imagen es precoz.
• Control conjunto entre gastroenterólogo y cirujano.
• Si no hay mejoría muy significativa, se suspende el tratamiento y se programa cirugía a la brevedad.
A diferencia de estos casos con duda diagnóstica, el control por imagen en PAI claramente diag-
nosticada debe realizarse después de 12-14 semanas de prednisona para demostrar la recuperación 
completa esperable, el control precoz no es necesario.
Cirugía
Es el último recurso en PAI, siendo la única enfermedad pancreática curable con tratamiento médi-
co, (casi) etiológico. Sin embargo, en el mundo entero el resultado definitivo de la histología en 2-5% 
de las cirugías pancreáticas es PAI, a pesar del diagnóstico preoperatorio de enfermedad maligna. En 
nuestra experiencia inicial también figuran pacientes operados, en su gran mayoría por incertidumbre 
en el diagnóstico y sospecha persistente de cáncer. Una observación interesante es que ninguno de 
estos pacientes experimentó recurrencia posterior de la enfermedad, a pesar de histología compatible 
con PAI tipo 1. Sin embargo, el número de pacientes operados es bajo y en otras series observaron 
recaída también en pacientes operados previamente. 
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico de la PAI no es siempre fácil, el problema principal tiene dos aristas: la duda más 
frecuente es distinguir la PAI de un cáncer de páncreas y evitar la cirugía innecesaria, pero no inocua. 
Resumimos algunos criterios de diagnóstico diferencial en las Tablas 2 y 3. El otro extremo ocurre

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