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106 Durante los últimos años hemos sido testigos de avances notables en el entendimiento de las enfermedades pancreáticas. Se conocen los factores genéticos que causan o predisponen al desa- rrollo de pancreatitis aguda (PA) y crónica (PC), se han identificado los mecanismos moleculares que intervienen en su fisiopatología, así como los linajes celulares que perpetúan el daño o el depósito de colágeno que caracteriza a la PC, parecen claros los factores ambientales y las mutaciones genéticas asociadas y, sin embargo, no existe una definición universalmente aceptada para la PC como ha que- dado claramente demostrado en las múltiples reuniones que, desde la de Marsella en 1963, hasta la nueva, propuesta por un grupo de expertos, han intentado consensuar el término. Esto se debe a la naturaleza compleja de la enfermedad. En efecto, la substitución del parénquima pancreático normal por tejido fibroso con la expresión clínica de dolor e insuficiencia endocrina y exocrina es el resultado final de la interacción de diversos factores genéticos y ambientales que activan diferentes gru- post celulares que perpetúan, por caminos distintos, un proceso inflamatorio crónico e irreversible. Concepto Desde el punto de vista etimológico pancreatitis crónica es un proceso inflamatorio del páncreas caracterizado por la infiltración de células típicas de una respuesta inflamatoria crónica (mononuclea- res) y fibrosis. Claramente este concepto es demasiado simplista y no incluye los factores que inician y perpetúan la enfermedad ni sus características clínicas y etapas evolutivas. En una escueta, pero elegante editorial sobre la definición mecanística de pancreatitis crónica, S. Chari ofrece un concepto que integra a los diversos actores que participan en la génesis de la enfermedad y que puede adoptarse en la clínica del día a día. Anota: pancreatitis crónica es una “condición fibro-inflamatoria persistente y frecuentemente evolutiva del páncreas, más común en fumadores, alcohólicos o individuos con predisposición genética que clínicamente se presenta en los estadios iniciales con episodios intermitentes de dolor y en las fases tardías con dolor, calcificaciones e insuficiencia pancreática”. Clasificación Tal y como ha ocurrido con la definición, la clasificación de la PC ha variado de acuerdo al en- foque. La TIGAR-O (por su acrónimo en inglés) se centra primordialmente en los factores causales, mientras otras, jerarquizan aspectos funcionales y/o morfológicos (Tabla 1). En todo caso hay que señalar que desde el punto de vista clínico es tan importante la etiología como el estado anatómico y funcional del páncreas que gracias a la introducción de nuevos métodos de imagen como ultrasonido endoscópico y resonancia magnética nuclear con estimulación con secretina, han permitido identificar cambios sutiles susceptibles a intervenciones terapéuticas que si bien, inexistentes en el momento actual, podrían desarrollarse en un futuro cercano identificando blancos terapéuticos. Fisiopatología Son varias las teorías que se han invocado para explicar la fisiopatología de la PC. Como cabría esperar, ninguna por sí misma, cubre todas las posibilidades que intervienen en una enfermedad compleja y es muy posible que intervengan de manera distinta de acuerdo a los factores causales. Pancreatitis crónica: Definición, clasificación y fisiopatología Sergio Muñoz Martínez, Mario Peláez Luna y Luis Uscanga Domínguez SECCIÓN 4 | Capítulo 14
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