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108 PANCREATOLOGÍA EN LA PRÁCTICA CLÍNICA. UNA VISIÓN IBEROAMERICANA | SECCIÓN 4: Pancreatitis crónica cristalización en jugo pancreático y que la disminución de la expresión de su RNA mensajero no era exclusiva de la PC. Tampoco se encontraron mutaciones en el gen de la PSP (proteína del cálculo por sus siglas en inglés) en pancreatitis idiopática o hereditaria. La secuencia necrosis-fibrosis Esta teoría gravita alrededor de un concepto antiguo derivado de la observación clínica: una enfermedad crónica es el resultado de episodios repetidos de procesos agudos. De esta forma se aduce que lesiones provocadas por episodios recidivantes de PA causan zonas de fibrosis que es- trechan conductillos dilatando las porciones proximales. En este caso, la formación de piedras es secundaria al proceso obstructivo. Dos hechos rebaten esta teoría: 1. Un porcentaje no despreciable de personas con calcificaciones pancreáticas no refieren episodios previos de pancreatitis y 2. Los sujetos con PA recidivante por hipertrigliceridemia o litiasis biliar no tratada no suelen desarrollar pancreatitis crónica. Pancretitis aguda como evento inicial de pancreatitis crónica La inflamación es la respuesta del organismo a la agresión por agentes nocivos. Es un mecanismo de defensa que es seguido por un proceso de restauración que devuelve la normalidad al órgano afectado. En PA existe restitución anatómica y funcional del páncreas y esta característica se utilizó durante muchos años para diferenciarla de los estadios iniciales de la PC en donde, a pesar de que la inflamación se ha resuelto, existe evidencia de daño funcional (insuficiencia pancreática) o alteraciones anatómicas (fibrosis). Se creyó entonces que la PA y la PC eran dos enfermedades distintas y que una (PA) no podría originar a la otra (PC). Esta noción, generada a partir de estudios epidemiológicos, prevaleció durante muchos años y fue objeto de intenso debate. Lo que en el momento actual nadie duda es que la mayoría de los enfermos con PC refieren episodios de PA antes de que se demuestre insuficiencia pancreática (endocrina o exocrina) o aparezcan alteraciones estructurales en los métodos de imagen. Por otro lado, ha sido consistente la demostración de que la evolución de los enfermos con pancreatitis secundaria al consumo excesivo de alcohol es distinta a la observada en sujetos con otras causas resaltando la importancia de factores ambientales en el desarrollo de una enfermedad crónica y compleja y abriendo la posibilidad de incidir en la evolución proponiendo cambios en estilo de vida como suspender el consumo de tabaco y alcohol. La pregunta ahora sería: ¿cómo a partir de una pancreatitis aguda se desarrolla una pancreatitis crónica? La propuesta que responde mejor a la pregunta es la teoría de la pancreatitis índice (pan- creatitis centinela). De acuerdo a ésta se requieren al menos dos estímulos (hits) que en diferentes momentos produzcan pancreatitis en un individuo con susceptibilidad genética. El primero, causado por agentes externos como alcohol, hipercalcemia o hipertrigliceridemia, ocasionaría el cuadro inicial (centinela) de pancreatitis, las células efectoras son inmunocitos que a través de la producción de citoquinas y quimoquinas causan una respuesta inflamatoria, generalmente controlada y autolimitada. El segundo estímulo (segundo hit) que puede ser dado por los mismos agentes (cuando no son tra- tados de manera adecuada), provoca una nueva respuesta inflamatoria capaz de activar a las células estrelladas que convertidas en miofibroblastos producen matriz extracelular y fibrosis. Los episodios de inflamación-necrosis-restitución-fibrosis se repiten tantas veces como se exponga el individuo a los estímulos nocivos. En apoyo a este concepto, se ha demostrado que la insuficiencia pancreática o las calcificaciones se presentan más pronto en sujetos que continúan fumando o consumiendo alcohol. El papel protagónico de la célula estrellada del páncreas En 1998 se logró el aislamiento de la célula estrellada pancreática (similar a la célula estrellada hepática), que ahora se reconoce como la responsable de la fibrogénesis. En condiciones normales se encuentra alrededor de los acinos y conductos y constituye un reservorio para la vitamina A. Bajo ciertas condiciones, se transforma en una célula con apariencia de miofibroblasto, que expresa el
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