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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA ALFRED ADLER: PSICOLOGÍA INDIVIDUAL Profesora: Integrantes: María Isabel Ocando Aguiño Robert C.I: 26.843.786 EPS402: Psicología de la personalidad Delgado María C.I: 25.920.436 Sección: 5M López María C.I: 27.658.657 Santander María C.I: 24.423.907 San Diego, Enero 2017 Introducción A lo largo del tiempo han surgido diversas teorías Psicoanalíticas que se han centrado en los instintos, el inconsciente y las experiencias de la infancia, pero entre esos psicoanalistas estuvo uno que aporto una teoría diferente a las que existían para entonces. Alfred Adler es quien crea esta nueva perspectiva psicoanalítica basándose en la experiencia de su propia vida, su teoría la llamó: Psicología individual, le colocó este nombre porque se centraba en la singularidad de cada persona, ya que consideraba que cada persona es un ser social, considera el individuo como un todo indivisible y que su personalidad está moldeada por sus interacciones. Asimismo, Adler consideraba que el ser humano siempre iba a sentirse inferior y esto podría motivarlo a superarse, pero si le daba mucha importancia a su inferioridad podría desarrollar un complejo de inferioridad y si le daba mucha importancia a tratar de superarse podía desarrollar un complejo de superioridad. También sostenía que cada persona tenía una meta última de vida que podía ser imaginaria o ficticia y la necesidad de alcanzarla motivaba y dirigía la conducta de la persona. Por otro lado él consideraba que la forma en que nos adaptamos, el grado interés por las otras personas, como nos percibimos y percibimos a los demás y como manejamos nuestros problemas van creando patrones de características, hábitos y conductas únicos en cada persona y esto forma parte de su estilo de vida, dependiendo del estilo de vida que la persona lleve y de la experiencias que le proporcione este la persona irá forjando su personalidad. Adler también pensaba que el orden de nacimiento en la familia influye en la personalidad, sin embargo al plantear esto no propone un patrón fijo de desarrollo de la personalidad por el lugar de nacimiento, dejando claro que esto en combinación con el estilo de vida aporta ciertas condiciones para que la personalidad se desarrolle, pero no siempre ocurre igual. Asimismo, de acuerdo con su grado de interés social Adler propuso 4 tipos de personas: dominantes, evasivas, eruditas y socialmente útil. En consecuencia de la combinación de dichos factores que se presentan de manera diferente a cada persona, aportando experiencias únicas, se puede determinar la personalidad: Para Adler cada uno tiene influencias distintas, aunque los hermanos tengas los mismos padres y vivan en la misma casa el orden de nacimiento cambia su ambiente social lo que los podría llevar a desarrollar una personalidad totalmente diferente. Basándose en diferentes aspectos de su vida Adler formuló la teoría que se les presentará a continuación. Biografía Alfred W. Adler nace en Viena; Austria el 7 de Febrero de 1870. Fue un médico y psicoterapeuta austríaco, fundador de la escuela conocida como psicología individual. Su niñez estuvo marcada por la enfermedad, la conciencia de muerte y celos por su hermano mayor. Padecía de raquitismo, condición que le impedía jugar con los otros niños, además estuvo a punto de morir de neumonía. Era el consentido des padres hasta que llego su hermano menor, pero continuo siendo en consentido de su padre; por esta razón rechaza el Complejo de Edipo. Le tenía celos a su hermano mayor porque era fuerte y sano y podía realizar actividades que Alfred no podía realizar, por lo tanto se sentía inferior a su hermano y amigos. Por esta razón decidió esforzase para superar esos sentimientos y compensar sus limitaciones físicas. Poco a poco fue logrando la batalla ganando la autoestima y aceptación social. Su niñez fue un ejemplo de su teoría de la personalidad, cómo superó las debilidades de la infancia y la inferioridad para forjar su destino. Estudió Medicina, pero la imposibilidad de detener la muerte lo llevó a estudiar Neurología y Psiquiatría. Fue presidente de la sociedad Psicoanalítica de Viena. Durante este tiempo comenzó a criticar más abiertamente la teoría freudiana y rompió con los psicoanalistas para dedicarse a formular su propia teoría de la personalidad. Luego fundó lo sociedad de Psicología Individual e introdujo la capacitación en grupos y procedimientos de orientación. Se mudó a los Estados Unidos donde prosiguió su trabajo de la psicología individual publicando muchos libros y dando conferencias, lo que lo convirtió en Psicólogo más conocido de los Estados Unidos. Muere el 28 de Mayo de 1937 en Escocia a causa de un infarto. Sentimientos de inferioridad Adler decía que “ser humano significaba sentirse inferior”, dado que esta es una condición normal de los seres humanos y no presenta señal de debilidad ni anormalidad, se presenta como una fuerza motivadora del comportamiento. Para Adler el crecimiento humano se obtenía por medio de la compensación, entendiéndose esta como la motivación para superar la inferioridad, para luchar por niveles más cultos del desarrollo. Complejo de inferioridad Adler se refería al estado que se presenta cuando no se es capaz de compensar los sentimientos normales de inferioridad. Estas personas tienen una mala opinión sobres sí mismo y se sientes incapaces de afrontar las exigencias de la vida. Pueden surgir de 3 fuentes: Inferioridad orgánica: Las partes o los órganos defectuosos del cuerpo moldean la personalidad por medio de los intentos de compensar el defecto o la debilidad Mimos excesivos: Son el centro de atención del hogar. Sus caprichos y necesidades se satisfacen rápidamente, lo que les produce un choque para el cual no están preparados. El descuido: Carencia de amor y seguridad, en consecuencia sienten que no valen nada, experimentan ira y desconfianza. Complejo de superioridad Adler lo consideraba como el estado que se presenta cuando se compensan exageradamente los sentimientos de inferioridad. Estas personas una opinión exageradamente buena de las capacidades y los logros personales, por lo que propenden a ser jactanciosas, vanidosas y egocéntricas. Lucha por la superioridad o la perfección: Es un impulso hacia la perfección o realización que nos motiva. Adler consideraba que no solo nos esforzábamos para liberarnos de los sentimientos de inferioridad, pensaba que nos esforzamos por algo más. Él sostenía que todos luchamos por alcanzar la superioridad como meta última de nuestra existencia. La lucha por la superioridad no es un intento por ser mejor que todos, una tendencia a ser arrogante o dominante ni a tener una opinión inflada de nuestras capacidades ni logros; Adler se refería a un impulso hacia la perfección. El vocablo perfección proviene del latín perfícere, que significa “terminar” o “completar”, por lo tanto él sugería que todos luchamos por alcanzar la superioridad con la intención de perfeccionarnos, de alcanzar la plenitud personal. A diferencia de Freud quien proponía que el pasado determina la conducta, es decir, por los instintos y experiencias de la niñez, Adler veía la motivación en términos de las expectativas futuras. Sostenía que los principios de los instintos y los impulsos primitivos no bastan para explicar todo, sólo la meta última de la superioridad puede explicarla personalidad y la conducta. Finalismo ficticio Es la idea de que existe una idea imaginaria o potencial que dirige nuestra conducta, Adler se refería a que todos tenemos una meta última, un estado final, y la necesidad de avanzar hacia ella. Sin embargo, luchamos por ideales subjetivos que solo existen en nuestro interior. Vivimos nuestra existencia en torno a ideales, como la creencia de que todos los hombres son iguales o de que todas las personas son buenas; estas creencias influyen en la forma de percibir a los demás y de interactuar con ellos. Un ejemplo de esto es la creencia de que existe vida después de la muerte la cual no está fundada en una realidad objetiva, pero es real para la persona que lo cree. Adler pensaba que los seres humanos luchan sin cesar por alcanzar la meta ideal y ficticia de la perfección y esto se alcanza de acuerdo al estilo de vida. Orden de nacimiento Aun cuando los hermanos tienen los mismo padres y viven en las misma casa, su ambiente social no es idéntico. Ser mayor o menor que otros hermanos y estar expuestos a otras actitudes de los padres crea condiciones diferentes en la niñez que contribuyen a determinar la personalidad. Con sus ideas del orden del nacimiento Adler no ponía reglas firmes para el desarrollo del niño. Éste no adquiría automáticamente un tipo de carácter tan solo por su orden de nacimiento. Es probable que ciertos estilos de vida se desarrollen en función del orden de nacimiento en combinación con las interacciones sociales tempranas. Adler escribió sobre 4 situaciones: el primogénito, el segundo hijo, el hijo menor y el hijo único. El primogénito: Por lo general los padres están felices por el nacimiento de su primer hijo y le dedican mucho tiempo y atención. Normalmente obtienen atención inmediata y exclusiva de sus padres. Por lo general tienen una existencia feliz y segura, hasta que nace el segundo hijo; de repente son destronados y dejan de ser el centro de atención y de recibir cuidados y afectos constantes. Ahora deben compartir el afecto de sus padres con su nuevo hermano. Al verse desplazados tratarán de recuperar la posición de poder y privilegio que tenía; durante algún tiempo se vuelven obstinados, se portan mal y adoptan una actitud destructiva, se niegan a comer o a irse a la cama. Cuando los castigan por su mal comportamiento, éstos pueden mal interpretar la reprimenda, y quizás lleguen a odiar al otro niño porque consideran que él es la causa del problema. Los primogénitos que han sido más consentidos suelen sentir más el choque del cambio de su posición en la familia. El grado de la perdida dependerá de la edad que tenga cuando nace su hermano; un niño de 8 años se sentirá menor molesto por el nacimiento de su hermano que uno que tenga 2 años. Adler descubrió que los primogénitos muchas veces se orientan al pasado, están atrapados en la nostalgia y muestran pesimismo por el futuro, además se preocupan mucho por el poder a lo largo de su vida y ejercen cierto dominio sobre sus hermanos menores. A medida que va creciendo sus padres esperan que ayude con los hermanos, por lo que desempeña con frecuencia el papel de maestro, líder, tutor y encargado de la disciplina; estas experiencias muchas veces le permiten madurar intelectualmente más que sus hermanos menores. Suelen adquirir mayor fluidez verbal ya que deben ensayar, articular o dar el significado de una palabra a sus hermanos. Adler pensaba que los primogénitos se interesaban por el orden y la autoridad. Sel vuelven buenos para organizar, concienzudos, rigurosos con los detalles y adoptan una actitud autoritaria y conservadora. Cuando crecen también pueden ser inseguros y hostiles hacia otros. Adler decía que con frecuencia los neuróticos, pervertidos y criminales son primogénitos. El segundo hijo: Aun cuando nazca otro hijo en la familia, los segundo no sentirán el desplazamiento que sufrieron los primogénitos, cuando nace el segundo hijo normalmente ya los padres han cambiado de actitud y prácticas para la crianza, el segundo hijo no es una novedad tan grande como el primero, por lo que los padres suelen estar menos preocupados y ansiosos y podrán tomar una actitud más relajada. Siempre tienen el ejemplo del hermano mayor como modelo, amenaza o fuente de competencia. Adler fue el segundo hijo y siempre tuvo una relación de competencia con el hermano mayor. La competencia con el primero puede motivar al segundo hijo, quien luchará por alcanzar y superar al mayor, meta que estimula su desarrollo motor y lenguaje. Como no ha experimentado el poder no se preocupa mucho por éste, se muestran más optimistas por el futuro y suelen ser más competitivos y ambiciosos, como lo fue Adler. La relación con el primogénito puede producir resultados inversos, por ejemplo si el hermano mayor destaca en los deportes o en los estudios, el segundo podría pensar que jamás lo superará y desistir, convirtiéndose en un segundo, con un rendimiento por debajo de sus capacidades en muchos aspectos de su vida. El hijo menor: Con frecuencia son los más consentidos de la familia, sobre todo cuando los hermanos le llevan varios años. Motivados por la necesidad de superar a los hermanos mayores, se desarrollan a gran velocidad, por lo que se vuelven triunfadores en aquello que deciden emprender de adultos. Pero si son demasiado consentidos y creen que no necesitan aprender nada por sí mismos, cuando crecen quizás conservan la indefensión y dependencia de la niñez. Podrían tener dificultad para adaptarse a la vida adulta. El hijo único: Nunca dejan de ser el centro de atención, como pasan mucho tiempo con los adultos suelen madurar pronto y manifiestan conductas y actitudes de adultos. Suelen tener problemas cuando descubren que fuera del hogar no son el centro de atención, por ejemplo en la escuela, y se sienten decepcionados. Además no han aprendido a compartir ni a competir. Estilo de vida Se define como un patrón único de características, conductas y hábitos. En otras palabras el estilo de vida significa cómo vives tu vida; cómo manejas tus problemas y las relaciones interpersonales, es como percibes al mundo y a ti mismo, es el marco de referencia de cómo voy a llevar la vida. En palabras de Adler: "El estilo de vida de un árbol es la individualidad de un árbol expresándose y moldeándose en un ambiente. Reconocemos un estilo cuando lo vemos contrapuesto a un fondo diferente del que esperábamos, por lo que somos conscientes entonces de que cada árbol tiene un patrón de vida y no es solo una mera reacción mecánica al ambiente" En palabras de J. Bernstein, es la “técnica de vivir en relación con lo porvenir” (p18). Cada estilo de vida es único, irrepetible, indivisible, intransferible y privativo de cada individuo. Los Principios que configuran el estilo de vida: Precocidad: El estilo de vida se forma en los primeros 4 o 5 años de vida, y es el resultado de la construcción que el niño realiza en el hogar, escuela, en su actitudes y relaciones frentes a sus pares y mayores y frente a sí mismo. No es algo heredado o innato, que se mantiene fiel a sí mismo a lo largo de la vida. Teleológico o finalista: Se organiza en función a un objetivo de vida ficticio. Se pueden reconocer tres circunstancias que orientan los esfuerzos del niño a establecer su meta final: (a) el niño busca un primer punto de referencia, y lo encuentra en su sentimiento normal de pequeñez, inseguridad que en ciertos casos está exacerbado como los son malformaciones congénitas, situaciones económicas y culturales desfavorables, etc. Todas estas situaciones son vividas por el sujeto como falta, carencia, como un menos. (b) El niño experimenta el mundo exterior, los padres como una situación vivida con un “plus” (más), a la que hay que llegarpara sortear el “minus” (menos). Por oposición a su sentimiento de inferioridad ve en las personas que lo rodean poder, completud y seguridad (c) Su afán por lograr la meta de perfección (afán de superioridad), lleva al niño a trazar líneas directrices, en otros términos rasgos del estilo de vida para alcanzar su objetivo. Unicidad: El estilo de vida es unitario y continuo, siempre es el mismo en todas sus expresiones. Por lo que en un rasgo está la totalidad de la personalidad. La Psicología Individual deja de utilizar la teoría del atomismo o asociacionismo, paradigma del análisis que deriva de la química que consiste en dividir el objeto de estudio en su partes, por el del holismo, (constructo acuñado por Smut). Identidad: La personalidad se mantiene fiel a sí misma toda la vida, sólo cambian las expresiones fenomenológicas acorde con la maduración y con los cambios de contextos. A modo de ejemplo, un niño que a los 4 años evita los juegos con los compañeros, a los 40 años evitará las reuniones sociales como parte de la finalidad hasta el momento desconocida. En un proceso psicoterapéutico el objetivo es cambiar el estilo de vida, cambiando el objetivo y el plan de vida. Social: Es dentro de un contexto social donde el sujeto se traza los objetivos de vida y la serie de compensaciones por el lado útil de la vida (constructivo, cooperativo) o por el lado inútil de la vida (egocéntricos, para preservar el prestigio del “yo”). Peculiar: La meta de vida es siempre individual, única, de ahí la singularidad de cada estilo de vida. De ahí la importancia de resaltar que no todas las técnicas son útiles para todos los individuos, de ahí la flexibilidad y múltiples técnicas con las que cuenta la Psicología Individual para hacer una exhaustiva exploración de la personalidad analizada. Creatividad: El estilo de vida es el resultado de la construcción a partir de las materias primas que son: lo genético, el ambiente y la experiencia de cada individuo en función al objetivo de vida establecido en los primeros años de vida. Adler expresaba: “No olviden el hecho, de las más alta importancia, de que ni la herencia ni el ambiente son factores determinantes; ambos dan solo el marco y las influencias a las cuales responde el individuo, de acuerdo con su estilo conformado por su poder creador” (Ansbacher, 1968, p. 5) Interés social El segundo concepto en importancia sólo para el afán de perfección es la idea de interés social o sentimiento social (llamado originariamente como Gemeinschaftsgefuhl o "sentimiento comunitario"). Manteniendo su idea holística, es fácil ver que casi nadie puede lograr el afán de perfección sin considerar su ambiente social. Como animales sociales que somos, no sólo no podemos tener afán, sino incluso existir. Aún aquellas personas más resolutivas lo son de hecho en un contexto social. Adler creía que la preocupación social no era una cuestión simplemente adquirida o aprendida: era una combinación de ambas; es decir, está basada en una disposición innata, pero debe ser amamantada para que sobreviva. El hecho de que sea innata se ilustra claramente por la forma en que un bebé establece una relación de simpatía por otros sin haber sido enseñado a hacerlo. Podemos observar que cuando un bebé llora en la sala de neonatología, todos los demás empiezan a llorar también. O como nosotros, al entrar en una habitación donde todos se están riendo, empezamos a reírnos también. Al tiempo que podemos observar cuán generosos y simpáticos pueden ser los niños con otros, tenemos ejemplos que ilustran cuán egoístas y crueles pueden ser. Aunque instintivamente podemos considerar que lo que hace daño a los demás puede hacérnoslo también, y viceversa, al mismo tiempo somos capaces de saber que, ante la necesidad de hacer daño a aquel o hacérmelo a mí, escojo hacérselo a él siempre. Por tanto, la tendencia a empatizar debe de estar apoyada por los padres (Adler enfatizaba que el interés social se debe a nuestra madre) y la cultura en general. Un malentendido que Adler quiso evitar fue el relativo a que el interés social era una cierta forma de extraversión. Los americanos en particular tienden a considerar la preocupación social como una cuestión relacionada con ser abierto y amigable; de dar una palmadita en la espalda y tratar por su primer nombre a los demás. Es cierto que algunas personas expresan su interés social de esta manera, pero no es menos cierto que otros usan las mismas conductas para perseguir un interés personal. En definitiva, lo que Adler quería decir con interés, preocupación o sentimiento social no estaba referido a comportamientos sociales particulares, sino a un sentido mucho más amplio de cuidado por el otro, por la familia, por la comunidad, por la sociedad, por la humanidad, incluso por la misma vida. La preocupación social es una cuestión de ser útil a los demás. Por otro lado, para Adler la verdadera definición de enfermedad mental radica en la falta de cuidado social. Todas las fallas (incluyendo la neurosis, psicosis, criminalidad, alcoholismo, problemas infantiles, suicidio, perversiones y prostitución) se dan por una falta de interés social: su meta de éxito está dirigida a la superioridad personal, y sus triunfos sólo tienen significado para ellos mismos. Terapia Adleriana Los adlerianos siempre han distinguido Psicoterapia y Orientación psicológica (counseling). Adler, desde sus inicios, no sólo tuvo un interés en “curar” patologías psíquicas desde la tradición médica, sino también en orientar a las personas respecto a problemas que derivan de la vida diaria y la convivencia. El objetivo no era solamente el tratamiento de trastornos psicológicos infantiles, sino sobre todo el de facilitar una atención a padres y maestros acerca de cómo se podía mejorar la educación de los niños y como evitar y mejorar posibles problemas de conducta tanto en casa como en las aulas. Aquí se ve claramente el carácter preventivo de la Orientación Psicológica. La idea original de Adler era, contrariamente a las terapias largas y profundas, la de un tratamiento más bien corto, ya que en su visión, muchas problemáticas dependen de unas actitudes poco adaptativas (creencias erróneas) que, con un cambio de la perspectiva, pueden ser cambiados de una forma relativamente eficaz. La profundidad de la intervención igual que su duración depende – idealmente - de las necesidades del cliente; desgraciadamente, también depende del marco institucional en que se mueve la relación terapéutica. Un paciente con suficientes recursos económicos en una consulta privada puede permitirse el lujo de entrar en una terapia tan profunda como él desee y/o el terapeuta lo crea conveniente. La intervención psicológica adleriana, sea de counselling (orientación) o de psicoterapia, tiene cuatro objetivos principales: 1. El “dar ánimos”: aumentar la autoestima, devolver a los pacientes el sentido de significancia, valor personal y eficacia; al principio, el paciente se siente desanimado, incapaz e inadecuado; se siente desmoralizado por sus fracasos y acosado por sus síntomas; es importante darle al paciente esperanza y confianza en sus propias capacidades. 2. Reducción de la sintomatología: aunque los adlerianos creen que los síntomas son secundarios y desaparecen cuando el cliente adquiere actitudes y conductas más adaptativas, el paciente también tiene derecho a que las intervenciones del terapeuta se dirijan también a estos y sobre todo al inicio de la terapia, al alivio de los síntomas; depende del trastorno, esto se puede conseguir mediante la psicofarmacología y/o técnicas conductuales de manejo de síntomas. 3. Reducción de conductas mal adaptativas y autodefensivas compensatorias: aquí se trabajan específicamente los “apaños creativos”;es importante que el paciente los identifique y los cambie por “soluciones adaptativas”. 4. Aumentar el Sentimiento de Comunidad: aquí se procura cambiar el Estilo de Vida disfuncional, es decir toda la personalidad; se trata de integrar a la persona a la comunidad de manera estable, educarla para la convivencia y la cooperación; este objetivo proyecta el cliente mucho más allá del proceso de psicoterapia hacia una vida más satisfactoria y más “humana” en general. En general la intervención adleriana (psicoterapia y orientación) suele conllevar 4 fases generales, a continuación describimos brevemente las principales técnicas de evaluación-intervención usadas en la terapia adleriana y su relación con la fases descritas en el proceso terapéutico. Otras técnicas pueden ser incorporadas al trabajo de insihgt y cambio del estilo de vida disfuncional. 1. ESTABLECIMIENTO DE LA RELACION: 1-Empatia: Centrarse en la manera de experimentar emocionalmente y desde la lógica privada del paciente (creencias y metas) su propia experiencia. El terapeuta devuelve sus impresiones en formas de impresiones (P.e "Parece que usted siente y piensa que...”) 2-Clarificar la experiencia: El terapeuta pide ejemplos de las experiencias que relata el paciente y contrasta sus hipótesis con el paciente.(P.e: "¿A qué se refiere cuando dice que se siente mal ante...?". "¿Me puede poner un ejemplo reciente?") 3-Confrontar las resistencias: El terapeuta hace observaciones sobre la actitud y conducta del paciente que parecen sabotear la colaboración en el tratamiento. Estas observaciones se hacen también a manera de hipótesis (P.e. "Tengo la impresión de que cuando vamos a hablar de sus relaciones de pareja usted saca rápidamente otro tema") 4-Estimulación: Reúne la aceptación del cliente por el terapeuta, la empatía, el apoyo en la corrección del estilo de vida erróneo, el alentar los progresos y potencial de cambio del paciente, reconocer sus recursos y el reforzar la colaboración 5-Manejo del silencio: Se evalúa si el silencio responde a un momento de reflexión productiva o es un indicador de un apaño creativo disfuncional. En el segundo caso el terapeuta aventura hipótesis tentativas de la finalidad de esas conductas (p.e : "¿Podrías ser que intentas mostrar tu control de..?") 6-Encuadre de la terapia y acuerdo de expectativas: El terapeuta explica al paciente que la psicoterapia consiste en analizar el estilo de funcionamiento del paciente en distintos aspectos de su vida e introducir los cambios, que con su colaboración, se consideren adecuados. Es importante acordar con el paciente unos objetivos basados en la evaluación y el cambio de si-mismo, más que pretender cambiar a otros u obtener unos beneficios indirectos. A pesar del acuerdo inicial, el terapeuta tendrá que recordar, y confrontar, a veces en distintos puntos de la terapia ese objetivo, ya que el paciente se desviará consciente e inconscientemente del mismo, con su estilo de vida y las diversas formas de buscar seguridad derivadas del mismo. 2. ANALISIS Y EVALUACION: 1-Interpretación: En la terapia adleriana la interpretación se hace reuniendo diversas fuentes de datos (sueños, primeros recuerdos, entrevista, test, observación, sondeo, etc.) y supone una exposición hipotética del terapeuta sobre el estilo de vida del paciente y sus consecuencias. Siempre se presenta de manera tentativa y se observa las reacciones del paciente 2-Sondeo de sentimientos y emociones: Supone preguntar al paciente sobre los sentimientos y pensamientos relacionados con situaciones importantes donde experimenta malestar intenso o bienestar. Puede conllevar métodos de autorregistro o preguntas encadenadas para detectar actitudes de fondo, relacionadas con esos sentimientos y pensamientos (p.e la llamada flecha descendente o método de pelar la cebolla de la terapia cognitiva) 3-Método de entrevista del estilo de vida: Consiste en un cuestionario al modo de la historia clínica que recoge los puntos más importantes de la vida del paciente y sus problemas. Recoge puntos como el motivo de consulta y su historia, la atmosfera familiar en la infancia, las tareas de vida, primeros recuerdos y sueños, etc. Toda la información se pone en relación con el estilo de vida del paciente. 4-Tests: Se utilizan test específicos para evaluar el estilo de vida, aunque se pueden usar otros test de tipo proyectivo, psicométrico o conductual para reunir datos sobre el estilo de vida o sus consecuencias. 5-Observación: Se observa sobretodo el comportamiento no verbal de paciente, sus gesticulaciones, entonación, la congruencia con sus informes verbales y la dirección de sus movimientos. 3. PROMOCION DEL INSIGHT: 1-Interpretación (más avanzada): En la misma línea que se apuntó anteriormente relacionándola con diversos incidentes de la vida del paciente, la relación terapéutica y las tareas de vida. 2-Uso y señalización del reflejo de reconocimiento: Unida a la interpretación, el terapeuta observa no solo la negación o afirmación de sus interpretaciones tentativas, sino también las manifestaciones somáticas del paciente en tales reacciones (p.e carraspeo, sonrojarse, sonrisa, etc.) de modo que utiliza estos indicadores como indicadores a sus interpretaciones. 3-Confrontación de discrepancias: Usada también para promocionar el insight. Consiste en hacerle observaciones al paciente sobre sus discrepancias o contradicciones entre sus conductas y creencias, sentimientos y formas de relacionarse y los insights que el cliente dice tener y lo que hace realmente. También se formulan como hipótesis tentativas. 4-Dialogo socrático: Proviene de la terapia racional emotiva de Ellis y básicamente consiste en averiguar las creencias absolutistas del paciente y debatirlas mediante preguntas que contrasten su lógica, evidencias y consecuencias improductivas. 4. REORIENTACION: 1-Resolución de problemas: Se enseña al paciente a concretar sus problemas, generar un abanico de posibles soluciones, escoger una, ponerla en práctica, comprobar los resultados y revisar todo el proceso si no fue adecuada. 2-Técnicas paradójicas: Consiste en la prescripción del síntoma, del apaño creativo siguiendo la lógica privada del estilo de vida de modo que el paciente haga conscientemente lo que ya hace inconscientemente, pero ahora con "mala conciencia", de modo que perciba su lógica privada y la altere. Los adlerianos usan muchos métodos paradójicos como : (1) Aguar la fiesta o escupir en la sopa (consiste en redimensionar la conducta confiriéndole un nuevo significado molesto para el paciente), (2)Refutación por imitación (el terapeuta imita la conducta patológica del paciente, p.e si un niño habla muy bajo el terapeuta hablará aún más bajo), (3)Humor e hipérbole (p.e usar el humor para poner en evidencia la lógica privada del paciente), (4) Psicoterapia múltiple (Un terapeuta y un coterapeuta representan la lógica común por un lado, y por otra la privada del paciente, y le sugieren cursos de acción paralelos desde ambas lógicas. La lógica privada hace referencia al estilo patológico de vida. 3-Asignación de tareas conductuales: A menudo los inshigts u sus alternativas conllevan implicaciones para manejar áreas de la vida o producir cambios relacionales. Esto suele llevar a que se diseñen tareas para ponerla en práctica entre las sesiones. En las sesiones el terapeuta puede mostrar en vivo como el paciente puede cambiar sus emociones (p.e técnica de apretar el botón, donde se imaginan distintas secuencias con sus cogniciones, emociones y conductas para que el paciente observe como dependiendo de su perspectiva se llega a distintas implicaciones) y se ensayan conductas alternativas mediante dramatización y juegos de papeles. 4-Técnicas de activación emocional: Suelen usarse de manera previa al cambio conductualo cuando este parece bloqueado. Para que los cambios tengan lugar tanto a nivel cognitivo como conductual, a menudo se necesita que el paciente esté en contacto con sus emociones y experiencias internas. En consulta se usan las dramatizaciones de escenas cargadas emocionalmente relacionadas con las tareas de vida, la lógica privada y sus alternativas. Estas técnicas son muy útiles tanto con niños como con adultos. 5-Modelado, instrucciones y apoyo audiovisual (p.e bibliografia) para paciente, grupos de padres, profesores, etc. Los terapeutas adlerianos trabajan a menudo con parejas, familias y grupos usando material bibliográfico y audiovisual de carácter educativo de modo que los miembros del grupo tengan un material de referencia para aprender; pero también alientan la expresión y la apertura de las experiencias personales con las dificultades de modo que se le busquen soluciones prácticas. Las soluciones pueden ser ensayadas en el grupo, familia o pareja, que puede generar un abanico de ellas y ponerse de acuerdo con las que parecen más útiles. Tipos psicológicos Aunque para Adler todas las neurosis se pueden considerar como una cuestión de un interés social insuficiente, sí hizo una distinción en tres tipos, basándose en los diferentes niveles de energía que utilizaban. El primero de estos tipos es el tipo dominante: Desde su infancia, estas personas desarrollan una tendencia a ser agresivos y dominantes con los demás. Su energía (la fuerza de sus impulsos que determina su poder personal) es tan grande que se llevan lo que haya por delante con el fin de lograr este dominio. Los más enérgicos terminan siendo sádicos y valentones; los menos energéticos hieren a los demás al herirse a sí mismos, como los alcohólicos, adictos y suicidas. El segundo es el tipo erudito: Son sujetos sensibles que han desarrollado una concha a su alrededor que les protege, pero deben apoyarse en los demás para solventar las dificultades de la vida. Tienen un bajo nivel de energía y por tanto se hacen dependientes de sujetos más fuertes. Cuando se sienten sobresaturados o abrumados, desarrollan lo que entendemos como síntomas neuróticos típicos: fobias, obsesiones y compulsiones, ansiedad generalizada, histeria, amnesias y así sucesivamente, dependiendo de los detalles individuales de su estilo de vida. El tercer tipo es el evitativo: Estos son los que tienen los niveles más bajos de energía y sólo pueden sobrevivir si evitan lo que es vivir, especialmente a otras personas. Cuando son empujados al límite, tienden a volverse psicóticos y finalmente retrayéndose a su propio mundo interno. Existe un cuarto tipo también; es el tipo socialmente útil: Este sería el de la persona sana, el que tiene tanto energía como interés social. Hay que señalar que si uno carece de energía, realmente no se puede tener interés social dado que seremos incapaces de hacer nada por nadie. Adler señaló que estos cuatro tipos se parecían mucho a los propuestos por los antiguos griegos, los cuales también observaron que algunas personas estaban siempre tristes, otras rabiosas y demás. Pero en su caso, éstos atribuyeron tales temperamentos (de la misma raíz terminológica que temperatura) a la relativa presencia de cuatro fluidos corporales llamados humores. Si alguien presenta mucha bilis amarilla, sería colérico (una persona visceral y seca) y rabioso la mayoría del tiempo. El colérico sería, básicamente, como el dominante. Correspondería más o menos, al tipo fortachón. Si otra persona tiene mucha flema, sería flemática (fría y distante) un poco necio. Sería, vulgarmente hablando, el tipo que se apoya en todos. Si otro tiene mucha bilis negra (y desde luego no sabemos a qué se referían los griegos con esto) éste será melancólico (frío y seco) y es un sujeto tendiente a estar triste todo el tiempo. Este sería como el tipo evitativo. Y, por último, si hay una persona que tenga más sangre que el resto de los humores, será una persona de buen humor o sanguínea (calurosa y cariñosa). Este sujeto afectuoso y amistoso representaría al tipo socialmente adaptado o útil. Antes de seguir, una palabra ante todo sobre los tipos adlerianos: Adler defendía con saña que cada persona es un sujeto individual con su propio y único estilo de vida. Por tanto, la idea de tipos es para él solo una herramienta heurística, significando una ficción útil, no una realidad absoluta. Conclusión Gracias a las experiencias de su vida Adler pudo tener algunos ejemplos para sustentar su teoría, a diferencia de otros psicoanalíticos que se basaron solo en la observación de sus pacientes. Su sentimiento de inferioridad causado por padecer raquitismo lo motivó a querer superarse y compensar ese sentimiento, como era el segundo hijo, los celos por su hermano mayor lo llevaron a ser competitivo y esforzarse para superar a sus hermano y su ambición lo llevo a convertirse en un excelente profesional; cada vez se proponía metas más altas por las cuales luchaba constantemente. Las diversas situaciones a las que se tuvo que enfrentar en su vida le permitieron darse cuentas que no solo los instintos y las experiencias del pasado rigen el desarrollo de la personalidad, es por esto que sostenía que cada persona enfrenta condiciones externas únicas que lo llevan a desarrollar una personalidad única, según él las personas son únicas porque tienen libre albedrío y la capacidad para moldear su desarrollo. Si bien las experiencias de la niñez son importantes, no somos víctimas de ellas Como resultado de su teoría individual Alfred Adler logró convertirse en uno de los Psicólogos más conocidos en Estados unidos y su teoría aún se toma en cuenta. Hoy en día la terapia adleriana se usa para la orientación psicológica, que tiene como objetivo cambiar la perspectiva las actitudes des adaptativas (creencias erróneas) mediante un proceso de 4 pasos en el cual se comienza por Aumentar la autoestima, reducir la sintomatología, reducir las conductas mal adaptativas y aumentar el sentimiento de comunidad, esto se logra a través de 4 fases: establecer reacion, análisis y evaluación, promoción de insight y reorientación de problema. Referencias Alfred Adler (1959). El carácter neurótico. Ed. paidos iberica Schultz & Schultz (2010) Teorías de la personalidad. Ed. Cengage LearningEditores, S.A. Mexico
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