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MATERIAL DE TRABAJO SEMANA 9 AF-I

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ACTIVIDAD FORMATIVA I: INDUCCIÓN A LA VIDA 
UNIVERSITARIA Y 
DESARROLLO PERSONAL. 
Perú 
 2021 
MATERIAL DE ESTUDIO: 
VIDA RESPONSABLE: 
SEXUALIDAD RESPONSABLE 
SEMANA IX 
 Departamento Académico de Humanidades 
 
 
 • Definición: sexualidad, sexo y género. 
 •Derechos sexuales y reproductivos 
 •Conductas sexuales de riesgo y 
prevención 
 
 
 
 
 
 
 
 P R E S E N T A C I Ó N 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Video motivación: https://www.youtube.com/watch?v=odXMHOhcmQA
 
Estimada(o) estudiante: 
Te presentamos el siguiente material de 
estudio, donde encontrarás información 
complementaria y la actividad práctica; la 
cual se trabajar en grupos; escucha a tu 
docente y cualquier inquietud hazlo saber 
https://www.youtube.com/watch?v=odXMHOhcmQA
 Departamento Académico de Humanidades 
 
¿Qué es la sexualidad? 
Además de que todos nosotros ser seres humanos, ¡también somos seres sexuales! 
La sexualidad es una parte normal, saludable y natural de quienes somos a través 
de cada etapa de la vida. Nuestra sexualidad no sólo incluye el comportamiento 
sexual pero también el género, los cuerpos y cómo funcionan, y nuestros valores, 
actitudes, crecimientos y sentimientos de la vida, el amor y la gente en nuestras 
vidas. Los jóvenes aprenden sobre su sexualidad desde el día que nacen. Es 
importante dejar que los niños se sientan bien acerca de su sexualidad desde el 
principio. Así es más fácil que hacen preguntas en el futuro sobre sexo. Los padres 
pueden utilizar muchos temas diferentes para iniciar conversaciones sobre la 
sexualidad – las relaciones, el comunicación, el respeto, la imagen corporal, la 
intimidad y el comportamiento sexual – como una manera de compartir los valores y 
la información basado en los hechos que permita a los jóvenes a hacerse cargo de 
sus vidas, tener relaciones amorosas y tomar decisiones más saludables, más 
seguros, y mejor informados en relación con la sexualidad
Sexo 
(Biológicas) Las personas nacen como macho, hembra. 
El sexo son las características biológicas que definen a los seres humanos como 
hombre o mujer. Estos conjuntos de características biológicas tienden a diferenciar 
a los humanos como hombres o mujeres 
Quienes somos como hombres y mujeres. Nuestra sexualidad cambia y crece a lo 
largo de nuestras vidas. La sexualidad incluye comportamientos sexuales, las 
relaciones sexuales, y la intimidad; cómo elegimos expresarnos como hombres y 
mujeres (incluyendo la forma en que hablamos, vestirnos y relacionarnos con los 
demás); orientación sexual (heterosexual, homosexual, bisexual), valores, creencias 
y actitudes como se relacionan con ser barrón o hembra; cambios que pasan a 
nuestros cuerpos como las etapas de la pubertad, el embarazo o la menopausia; si 
y cómo escogemos tener niños; el tipo de amigos que tenemos; cómo sentimos con 
 
 
 
 
respecto a la manera en que vemos; quienes somos como persona; y la forma en 
que tratamos 
Género 
Los y las cientistas sociales utilizan dos términos distintos para referirse a las 
diferencias biológicas y aquellas construidas socialmente, estos son sexo y género. 
Aun cuando ambos se relacionan con las diferencias entre hombres y mujeres, las 
nociones de género y sexo tienen connotaciones distintas. El sexo se refiere a las 
diferencias y características biológicas, anatómicas, fisiológicas y cromosómicas de 
los seres humanos que los definen como hombres o mujeres; son características con 
las que se nace, y son universales, es decir, comunes a todas las sociedades y 
culturas y son inmodificables. El género es el conjunto de ideas, creencias y 
atribuciones sociales, que se construyen en cada cultura y momento histórico con 
base en la diferencia sexual. Y sus rasgos se han ido moldeando a lo largo de la 
historia de las relaciones sociales. El enfoque o perspectiva de género considera las 
diferentes oportunidades que tienen hombres y mujeres, las interrelaciones existente 
entre ellos y los distintos roles que socialmente se les asignan. Las relaciones de 
género determinan diversas formas de acceder a los servicios de salud, y en especial 
de salud sexual y reproductiva 
Como categoría de análisis, el concepto de “genero” es utilizado por primera vez en 
las ciencias sociales en 1955 cuando el antropólogo John Money propone el termino 
gender role, “rol de genero” para describir los comportamientos asignados 
socialmente a los hombres y a las mujeres. En 1968, el psicólogo Robert Stoller 
definió que gender identity, la “identidad de género”, que no es determinada por el 
sexo biológico, sino por el hecho de haber vivido desde el nacimiento las 
experiencias, ritos y costumbres atribuidos a cada género 
En los años 70 el feminismo anglosajón impulsó el uso de este concepto para 
enfatizar las desigualdades entre hombres y mujeres y que éstas son socialmente 
construidas y no biológicas. Por lo tanto, distinguir la diferenciación sexual -
determinada por el sexo cromosómico, gonadal, hormonal, anatómico y fisiológico 
de las personas- y de las interpretaciones que cada sociedad hace de ella, permite 
una mejor comprensión de la realidad social. Permite demostrar además que las 
características humanas consideradas femeninas son adquiridas por las mujeres 
mediante un complejo proceso individual y social. 
En los años 80, el género comenzó a ser utilizado por diversas disciplinas de las 
ciencias sociales porque demostró ser una categoría útil para delimitar con mayor 
precisión: Como la diferencia (biológica) se convierte en desigualdad (económica, 
social y política) entre mujeres y hombres, colocando en el terreno simbólico, cultural 
e histórico los determinantes de la desigualdad entre los sexos. 
Desde la antropología, el género ha sido definido como la interpretación cultural e 
histórica que cada sociedad elabora en torno a la diferenciación sexual. Esta 
interpretación da lugar a un conjunto de representaciones sociales, prácticas, 
discursos, normas, valores y relaciones que dan significado a la conducta de las 
personas en función de su sexo. 
 Departamento Académico de Humanidades 
 
 
Desde la psicología, el género es definido como el proceso mediante el cual 
individuos biológicamente diferentes se convierten en mujeres y hombres, mediante 
la adquisición de atributos que cada sociedad define como propios de la feminidad y 
la masculinidad. En este sentido, el género es la construcción psíco-social de lo 
femenino y lo masculino. 
Desde la perspectiva psicológica, el género es una categoría en la que se articulan 
tres elementos básicos: 
La asignación de género: se realiza en el momento de nacimiento de la persona, a 
partir de la apariencia externa de sus genitales. 
La identidad de género: es el esquema ideo-afectivo más primario, consciente e 
inconsciente, de la pertenencia a un sexo y no al otro. Se establece más o menos a 
la misma edad en que se adquiere el lenguaje (entre los dos y tres años) y es anterior 
a su conocimiento de la diferencia anatómica entre los sexos. 
El rol de género: es el conjunto de deberes, aprobaciones, prohibiciones y 
expectativas acerca de los comportamientos sociales apropiados para las personas 
que poseen un sexo determinado. 
Por otra parte el género ha sido conceptualizado como elemento estructurador de un 
conjunto de relaciones sociales -las relaciones de género-que determinan las 
interacciones de los seres humanos en tanto personas sexuadas. Las relaciones de 
género son socialmente construidas y, por lo tanto, son transformables; no proceden 
de la biología ni son necesariamente armoniosas, al contrario, pueden ser de 
oposición y conflicto. 
Deberíamos reflexionar mucho más sobre nuestros derechos sexuales y 
reproductivos, derechos humanos reconocidos en tratados internacionales, 
nacionales y locales que deberíamos tener todas las personas, hombres y mujeres 
y que por desgracia son profundamente bloqueados en diferentes países; 
desarrollados, en vías de desarrollo y subdesarrollados. Algo básico que es 
ninguneado, que deteriora la salud física y mental de la persona y que debemos 
seguir alzando la voz para que toda mujer y hombre conozcan e interioricen cuáles 
son sus derechos sexuales y reproductivos y se puedan prevenir situaciones de 
abuso, violencia y discriminación que deterioran la autoestima, seguridad, capacidad 
de la persona y que frecuentemente generan diferentes trastornos psicopatológicos 
como trastorno por estrés postraumático, fobias, trastornos de ansiedad, depresión, 
 
etc.Como señala Amnistía Internacional los derechos sexuales y reproductivos 
permiten a las personas: 
 Decidir sobre su salud, cuerpo, vida sexual e identidad sexual sin temor a 
sufrir coacción, discriminación o violencia. 
 Pedir y recibir información sobre la sexualidad y la reproducción y acceder a 
servicios de salud relacionados con ellas y a métodos anticonceptivos. 
 Decidir si queremos tener hijos, cuándo y cuántos. 
 Elegir a la pareja con la que queremos estar y ver si con ella queremos 
casarnos y cuándo hacerlo. 
 Decidir qué tipo de familia formar. 
La realidad es que muchos de estos derechos son arrasados en diferentes ámbitos 
de una forma más radical y profunda o de una manera más sutil pero también dañina. 
Empezando por las violaciones más radicales de los derechos sexuales y 
reproductivos nos encontramos las mutilaciones genitales femeninas, violación y 
violencia sexual entre las que se encuentra el abuso sexual a un niño o una niña, 
matrimonios forzados, mantenimiento de un embarazo de forma obligatoria, aborto 
forzado, esterilización impuesta, sufrir discriminación o violencia por la identidad u 
orientación sexual, incluso pagándolo con la muerte, etc. 
Factores de riesgo en la adolescencia 
Transformaciones corporales. La aparición de rasgos sexuales secundarios conlleva 
que uno de los conflictos más importantes sea la búsqueda de la identidad sexual y 
el aprendizaje de roles sexuales. Se explora la propia sexualidad, tanto en relaciones 
heterosexuales como homosexuales. Se produce también una reafirmación de la 
fertilidad. 
Necesidad de experimentar. Curiosidad por conocer y probar, así como una evidente 
tendencia a hacer, a actuar, hace que pasen fácilmente del pensamiento al acto, 
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teniendo en cuenta el proceso de desarrollo en el que se encuentra la parte pre-
frontal del cerebro, encargada de la decisión y la voluntad. 
Importancia decisiva del grupo de iguales. El alejamiento de la familia se produce 
junto a una identificación con grupos de amigos y amigas, quienes ejercen una gran 
influencia sobre el comportamiento individual, particularmente sobre la percepción 
de lo que es y no arriesgado, de lo que es o no esperable de alguien, en este y en 
otros terrenos. 
Apetencia por el riesgo. Los cambios físicos que experimenta el adolescente se 
acompañan de cambios psicológicos que le llevan a la búsqueda del riesgo y 
placeres inmediatos, minimizando sus consecuencias negativas, percibidas sólo 
como remotas. 
Sobrestimación de la propia invulnerabilidad, que le hace pensar que aquello que 
ocurre a los demás no le sucederá a él, ya que es el prototipo de salud y energía. 
Por este motivo, aunque sepan que existe la posibilidad de un embarazo en una 
relación sexual no protegida, suelen mantenerlas con la convicción de que es muy 
difícil que les suceda precisamente en su caso, idea irracional que se refuerza si 
finalmente no ocurre nada. 
Actuaciones en función de creencias o “mitos” erróneos y no cuestionados. Tanto 
Een jóvenes, como en adultos, existen creencias que forman parte de estereotipos 
sociales marcados; estos facilitan que haya actitudes favorables o contrarias a 
determinadas actuaciones. Ejemplos de estereotipos pueden ser: «que el uso de 
preservativos tenga efectos negativos en la relación sexual (no se nota lo mismo)»; 
«no se puede padecer el SIDA porque no se es ni homosexual ni drogadicto»; «si no 
tienes relaciones eres una “estrecha” o poco “lanzado”», etc. 
En directa relación con esas creencias, se encuentra la actuación bajo los 
parámetros marcados por el discurso social dominante. La adolescencia es un 
periodo de aprendizaje personal y vicario, muy vinculado con lo socialmente definido 
como “ser joven”. Se trata de un estereotipo que lleva a explorar riesgos, a probar 
límites, como algo esperable y “normal” en alguien de estas edades. Es importante 
aquí señalar que eso es algo que se aplica sobre todo a chicos, ya que ellas se 
 
encuentran enormemente condicionadas por un discurso social que marca una 
notable desigualdad de género: el discurso las señala como las potenciales víctimas 
de los riesgos (embarazo no deseado, violencia, etc.), y, por ello, las responsables 
de su prevención y seguridad. Todo ello en un contexto en el que es a ellas a las que 
se les demanda valores como control, precaución y responsabilidad y a las que se 
les connota negativamente si actúan de modo promiscuo o incauto. 
Finalmente, señalar que los efectos del consumo de sustancias como el alcohol o el 
cannabis (psicoactivos de mayor prevalencia en la población española), entre otras, 
influyen en la práctica de un sexo más o menos seguro, pues modulan la decisión. 
Factores de protección 
 
Los factores de protección son aquellas circunstancias personales o ambientales que 
disminuyen la probabilidad de que un(a) adolescente se adentre en situaciones 
riesgosas . 
 Algunos de los factores de protección que pueden ser : 
 Canalizar positivamente la curiosidad del adolescente hacia actividades 
constructivas. 
 Acercar a los jóvenes una información adecuada sobre los riesgos del inicio de 
conductas sexualmente riesgosas , a fin de favorecer una toma de decisiones 
libre y responsable. 
 Educar a los jóvenes y a los niños/as en valores y actitudes de aprecio, 
respeto y responsabilidad hacia su propia salud y cuerpo. 
 Fomentar en los jóvenes habilidades comunicativas y sociales (autoestima 
positiva, habilidad para resolver problemas, sentido de la responsabilidad, 
empatía…) para poder comportarse de forma autónoma en relación a su grupo 
de iguales y reducir el riesgo de un inicio sexual responsable. 
 Promover un ocio alternativo del tiempo libre que les ayude a disfrutar sin poner 
en peligro su desarrollo, proyecto de vida. Será necesario presentarles su entorno 
para que puedan ver las diversas posibilidades de ocio que les ofrecen. 
 Atención de la familia a los intereses de sus hijos ayudándolo a crearse una 
imagen positiva de sí mismo, estimulándolos para que realicen actividades 
positivas, estableciendo vínculos afectivos entre los miembros de la familia, etc. 
 
 Departamento Académico de Humanidades 
 
Cuantos más factores de protección se presenten en el entorno de un adolescente, 
menos riesgos correrá de iniciarse conductas riesgosas. Por lo tanto, es importante 
que la educación hacía los jóvenes no se centre solo en informar, sino que trabaje y 
potencie todos los demás factores de su entorno. 
"IDENTIFICANDO FACTORES PROTECTORESY DE RIESGO EN LA 
SEXUALIDAD ADOLESCENTE. 
 Según el caso que se observó en el video, identifiquemos las conductas asociadas a 
prevención y riesgo. 
 Se organizará en grupos y socializarán sus ideas 
Describo factores de riesgo: 
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Describo Factores de Protección: 
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Donas Burak, S. (2001). Adolescencia y juventud: Viejos y nuevos desafíos en los albores del 
nuevo milenio. En: S. Donas Burak. (Edt.) Adolescencia y juventud en América Latina (23-39). 
Cartago: Libro Universitario Regional. 
Donas Burak, S. (2001). Protección, riesgo y vulnerabilidad: Sus posibles aplicaciones en la 
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y las adolescentes. En: S. Donas Burak. (Edt.) Adolescencia y juventud en América Latina 
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Esnaola, I. (2008). El autoconcepto físico durante el ciclo vital. Anales de Psicología, 24, 1-8. 
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género en actitudes hacia la vida y la muerte y sucesos vitales estresantes en adolescentes 
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Fernández Moujan, O. (1986). Abordaje teórico y clínico del adolescente. Buenos Aires: 
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Florenzano Urzúa, R. (1998). El adolescente y sus conductas de riesgo. Santiago: Ediciones 
Universidad Católica de Chile. 
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Clinical and Health Psychology, 6, 581-597.

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