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Análisis de la película el Hotel Rwanda En el genocidio de Rwanda tuvo un papel fundamental la emisora de radio RTML, la cual con sus consignas incitaba a la población hutu a eliminar a sus iguales, los tutsis. En un momento de la película se escucha una consigna: "Talar los árboles altos". ¿Qué llamaban a hacer con este comentario? ¿por qué había llegado el momento de talar a los árboles altos? En el contexto del genocidio de Rwanda, la consigna "Talar los árboles altos" era una señal utilizada por los extremistas hutus para incitar a la población a matar a los tutsis. En realidad, no tenía nada que ver con árboles, sino que era un código para atacar a los líderes tutsis y a aquellos que tuvieran una posición de autoridad en la sociedad, como políticos, empresarios, profesionales, periodistas, entre otros. Los extremistas hutus consideraban que los árboles altos eran una metáfora de los tutsis que sobresalían por encima de la mayoría hutu en términos de poder y riqueza. Por lo tanto, "talar los árboles altos" significaba eliminar a los líderes tutsis y a las personas influyentes en la sociedad. En la película se habla ligeramente del asesinato del presidente del país tras haber firmado los acuerdos de Arusha. ¿Qué importancia tiene este hecho con el genocidio? En un principio, Rusesabagina sólo se preocupa de defender a su familia. ¿Qué creéis que le hace cambiar de opinión? ¿Por qué no encontramos los mismos sentimientos de asertividad y empatía en otros miembros de la comunidad? Los acuerdos de Arusha habían sido negociados para poner fin a la violencia en Ruanda y establecer un gobierno de transición que incluyera tanto a hutus como a tutsis, sin embargo luego del asesinato del presidente de Ruanda Juvénal Habyarimana se desencadenó la violencia y la represión étnica en todo el país debido a que los extremistas hutus utilizaron la muerte del presidente Habyarimana como una excusa para justificar su campaña de genocidio contra los tutsis y los hutus moderados que se oponían a su propaganda étnica. en la película, vemos cómo Paul Rusesabagina, inicialmente solo quiere proteger a su familia y no está interesado en involucrarse en la política o en ayudar a otros. Sin embargo, a medida que la situación empeora y más y más personas buscan refugio en su hotel, Rusesabagina comienza a ver que no puede quedarse de brazos cruzados mientras tantas personas necesitan ayuda. Creo que Rusesabagina cambia de opinión porque se da cuenta de que su posición y recursos le permiten hacer algo más que solo proteger a su familia y ser testigo de la tragedia que sucede a su alrededor. Además, él entiende que es importante para él ayudar a las personas que se encuentran en su hotel, incluso si no las conoce personalmente. En cuanto a la pregunta sobre por qué no encontramos los mismos sentimientos de asertividad y empatía en otros miembros de la comunidad, creo que cada persona reacciona de manera diferente en situaciones de crisis. Algunos están más dispuestos a tomar medidas arriesgadas para ayudar a los demás, mientras que otros pueden sentirse más abrumados por la situación o tener miedo de represalias. Además, en el caso del genocidio en Ruanda, la propaganda étnica y la polarización de la sociedad habían hecho que muchas personas consideraran a los tutsis como enemigos, lo que hizo más difícil que la empatía y la solidaridad florecieran en la comunidad hutu. Un cámara de la BBC, Jack, mientras esperaba en el hotel Mille Collines se encuentra con dos chicas, a las cuáles pregunta si son hutus o tutsis. ¿Qué diferenciaba a un hutu de un tutsi? ¿Eran tales las diferencias como para matarse? ¿Quién determinó que personas eran hutus y cuáles eran tutsis? La distinción entre hutus y tutsis se basaba en una división étnica que establecía privilegios políticos y económicos a una etnia en común, en este caso los tutsis, que eran una minoría en el país, sin embargo, los hutus, que eran la mayoría de la población, se vieron marginados y en su momento se les negó el acceso a la educación y a los cargos públicos. Las diferencias entre hutus y tutsis no son significativas. Ambos grupos comparten el mismo idioma, la misma cultura y religión. En términos de apariencia física, los tutsis a menudo se describen como más altos y esbeltos que los hutus, pero esto no era una diferencia significativa. El problema radicó en que los líderes políticos y los medios de comunicación de la época fomentaron la discriminación y la hostilidad entre las dos comunidades, y la gente comenzó a identificarse y a definirse a sí misma según su etnia. En cuanto a tu última pregunta, sobre quién determinó quiénes eran hutus y tutsis, fue el sistema de clasificación étnica impuesto por los belgas el que estableció esta distinción. Las personas eran clasificadas según su apariencia física, su ocupación y otros factores, y se les asignaba una identidad étnica. Pero esto no significaba que estas distinciones tuvieran una base objetiva o que reflejaran las diferencias reales entre las personas. Los representantes de la ONU y de la prensa advierten a Rusesabagina que si eres negro y vives en un país pobre que nadie sabe situar en el mapa, te pase lo que te pase, no esperes que la comunidad internacional te preste su atención, o que la televisión te ceda su preciado tiempo, o que la audiencia haga otra cosa que exclamar "¡Dios mío, ¡qué horrible!" para olvidar el tema a continuación y seguir cenando, "lo que ocurre en África no le importa a nadie". ¿Por qué la realidad de Rwanda fue ignorada? ¿por qué es necesario que haya intereses políticos, económicos o un atractivo mediático, para que alguien de la voz de alarma y otros intervengan a favor de la resolución del conflicto? La realidad de Ruanda fue ignorada por varios motivos. Uno de ellos fue la falta de interés de la comunidad internacional, que no consideró el conflicto como una prioridad. Además de que muchos países occidentales no querían intervenir en un conflicto que se consideraba de "baja intensidad" y que no tenía un interés estratégico para ellos. También hubo un problema de falta de información y conciencia sobre la situación en Ruanda. Los medios de comunicación y los líderes políticos no prestaron suficiente atención a la violencia, y cuando lo hicieron, a menudo presentaron una imagen simplificada y estereotipada del conflicto. Es necesario que haya intereses políticos, económicos o un atractivo mediático para que alguien dé la voz de alarma y otros intervengan en la resolución del conflicto porque los conflictos internacionales a menudo se basan en la competencia entre los intereses nacionales y los intereses globales. Sin embargo, es importante destacar que no siempre se necesita un gran interés político o económico para que alguien intervenga en la resolución de un conflicto. La intervención puede surgir de una preocupación humanitaria y una responsabilidad moral hacia la protección de los derechos humanos y la prevención de la violencia. En una secuencia de la película se muestra a Rusesabagina empapado bajo la lluvia, mientras contempla cómo el ejército belga abandona el lugar junto a los turistas blancos, quedándose solo al frente de un grupo cuantioso de seres humanos (más de 1200 personas asustadas y en peligro). El Consejo de Seguridad de las NN. UU. presiona para retirar a las tropas de occidente de allí, mientras Francia sigue proveyendo al ejército hutu. El coronel Olivier le comenta: "Rwanda no vale ni un solo voto para ellos". ¿Pueden los intereses políticos y económicos valer más que la vida y la justicia? ¿Qué valor se le concede a las vidas ajenas? En la película se puede ver cómo la comunidad internacional, incluyendo el ejército belga, abandona a su suerte a la población civil tutsi y a los hutus moderados que serefugiaban en el hotel, lo que dejo en evidencia que, en ocasiones, los intereses políticos y económicos pesan más que la vida y la justicia. A veces, las vidas ajenas no se valoran lo suficiente y son sacrificadas en aras de intereses económicos o políticos. Sin embargo, también es importante destacar que no todos los actores internacionales o nacionales actúan de esta manera, y hay muchas personas y organizaciones que luchan por la protección de los derechos humanos y la justicia, incluso cuando esto significa ir en contra de intereses políticos o económicos. Cuando las tropas de NN. UU. abandonan Rwanda, y con ellas las esperanzas de Paul, éste comenta: "Debemos salvarnos solos. Debemos avergonzarlos para que nos ayuden". ¿Debe nacer la solidaridad de un sentimiento de vergüenza? ¿Sería solidaridad? ¿Por qué? La solidaridad no necesariamente debe nacer de un sentimiento de vergüenza. La solidaridad es un valor humano que implica empatía, compasión y ayuda mutua hacia los demás, especialmente hacia aquellos que están en situaciones vulnerables o necesitan apoyo. La solidaridad es un acto voluntario, en el que se busca ayudar a otros sin esperar nada a cambio. No se trata de una obligación, ni tampoco debe depender de una emoción o sentimiento particular, sino más bien de una actitud que debe ser cultivada y practicada a lo largo del tiempo. Es cierto que, en algunas situaciones extremas, como en el caso de la película "Hotel Rwanda", puede surgir un sentimiento de vergüenza ante la inacción de otros, lo cual puede motivar a algunas personas a actuar solidariamente. Sin embargo, la verdadera solidaridad debe ir más allá de un sentimiento temporal y superficial de vergüenza, y convertirse en un compromiso permanente con los demás, basado en la empatía y la conciencia de nuestra interdependencia como seres humanos. A lo largo del filme vemos cómo las fuerzas internacionales no hacen nada para evitar la tragedia y el horror. ¿De haber habido una intervención a tiempo podría haber cambiado el curso de los acontecimientos? Es difícil saber con certeza si una intervención a tiempo podría haber cambiado el curso de los acontecimientos en el genocidio de Rwanda. Sin embargo, es posible que una intervención temprana y decidida por parte de la comunidad internacional, incluyendo a las Naciones Unidas y a las potencias occidentales, podría haber frenado o detenido el genocidio antes de que se saliera de control y haber salvado miles de vidas. Sin embargo, la realidad es que hubo una falta de voluntad política y un desinterés por parte de los países poderosos para intervenir en una crisis que no parecía tener un interés estratégico o económico para ellos. Paul, gracias a los sobornos, consigue salvar la vida de más de 1200 rwandeses que tenía alojados en su particular campo de refugiados. ¿Puede ponerse precio a la vida de las personas? ¿Por qué? ¿Podría haber conseguido el mismo resultado de otra manera? No se puede poner precio a la vida de las personas, ya que cada vida humana es invaluable e irreemplazable. Sin embargo, en situaciones extremas como la que se presenta en la película, Paul utilizó sobornos como una herramienta para salvar vidas, lo cual es un dilema moral complejo. Es posible que Paul hubiera conseguido el mismo resultado de otra manera, como a través de la negociación, el diálogo o la mediación, pero en la situación de caos y violencia que se vivía en Rwanda en ese momento, puede que el soborno fuera la única opción viable en ese momento. Analizar el papel de las Naciones Unidas, así como de las grandes potencias mundiales, ante el conflicto armado de Rwanda. El papel de las Naciones Unidas (ONU) y las grandes potencias mundiales durante el conflicto armado en Rwanda ha sido objeto de críticas y controversias. La ONU había establecido una misión de mantenimiento de la paz en Rwanda en 1993, conocida como la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Rwanda (UNAMIR), para ayudar a implementar los Acuerdos de Paz de Arusha y prevenir la violencia étnica entre hutus y tutsis. Sin embargo, la UNAMIR estaba mal equipada y bajo financiada, y las fuerzas de paz no estaban autorizadas a usar la fuerza para proteger a civiles o prevenir el genocidio. Cuando comenzó el genocidio en 1994, la ONU retiró la mayoría de su personal de Rwanda, dejando solo una pequeña fuerza de paz que no pudo detener la violencia. Además, las grandes potencias mundiales, como Estados Unidos, Francia y Bélgica, no intervinieron para detener la violencia y evitar el genocidio. Algunos críticos argumentan que estas potencias estaban más preocupadas por sus intereses políticos y económicos en la región que por la vida de los rwandeses. En el caso de Estados Unidos, la administración de Bill Clinton se negó a llamar al genocidio por su nombre y rechazó la propuesta de enviar tropas para detener la violencia. Francia, por su parte, había apoyado al gobierno hutu anterior y se mostró reticente a intervenir en la crisis. En conclusión, la ONU y las grandes potencias mundiales no cumplieron su responsabilidad de proteger a los civiles en Rwanda durante el genocidio. La falta de acción y la retirada de personal de la ONU, así como la negativa de las grandes potencias a intervenir, contribuyeron a la masacre de cientos de miles de personas. El caso de Rwanda ha sido calificado de genocidio. ¿En qué consiste realmente un genocidio? En relación a ello, trabajar los diferentes tipos de crímenes definidos en el Estatuto de Roma (genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, crímenes de agresión). Un genocidio se define como la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo étnico, racial, religioso o nacional, mediante la matanza de sus miembros, la imposición de condiciones de vida que lleven a su destrucción física, la transferencia forzada de niños y niñas, o la esterilización forzada de miembros del grupo. En cuanto a los diferentes tipos de crímenes definidos en el Estatuto de Roma, podemos decir que: Genocidio: es un delito que se comete con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como ya se ha mencionado. Crímenes de lesa humanidad: son actos inhumanos cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil, incluyendo asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzado de población, tortura, violación y otros actos inhumanos similares. Crímenes de guerra: son actos cometidos durante conflictos armados, incluyendo el asesinato, la tortura, los tratos crueles, la toma de rehenes, la utilización de la población civil como escudo humano, el empleo de armas que causen daño excesivo o indiscriminado, entre otros. Crímenes de agresión: se refieren al uso de la fuerza por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado. Este crimen no ha sido definido con detalle en el Estatuto de Roma, pero se ha acordado que será regulado por un protocolo adicional.
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