La zozobra

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La zozobra
La zozobra es el nombre que damos en español a una sensación de inquietud, de desasosiego o de aflicción, que puede deberse a una situación desagradable que se padece o que se podría padecer en el futuro inmediato. Vendría a ser un sinónimo de angustia.
Sin embargo, este uso de la palabra en realidad es metafórico, ya que el término zozobrar es de uso común en el habla marítima: es lo que le ocurre a una embarcación que se tambalea y se vuelca, o sea, se pone “patas arriba”, generalmente por efecto de las olas y los vientos muy intensos.
Los barcos que zozobran suelen irse a pique, ya que se inundan y pierden flotabilidad, de manera que con “zozobra” queremos decir que nos sentimos tal y como un barco que está inclinado, inestable, a punto de volcarse.
Zozobra proviene de las voces en latín subtus, “debajo de”, y super, “arriba” o “por encima”, pero el término llega al español como una herencia del catalán sotsobre, sotsobrar, con el mismo significado. Es una palabra que asociamos al nerviosismo, a la sensación de fracaso inminente, y que es muy empleada en el lenguaje literario. De hecho, es el título de un famoso poemario del modernista mexicano Ramón López Velarde (1888-1921).
Por el contrario, no suele ser utilizada en el lenguaje común, aunque en el español americano, dada su importante herencia marítima, suele presentarse con mayor cotidianidad. Ya hemos visto algunos de sus sinónimos, de modo que los antónimos de zozobra vendrían a ser quietud, tranquilidad, apacibilidad o calma.
Ejemplos de oraciones con “zozobra”
· “Mañana tengo examen, esta noche no voy a dormir de tanta zozobra”.
· “Siempre que me ocurre algo malo, a mi madre antes le agarra una zozobra inexplicable”.
· “Presa de una intensa zozobra, nuestro héroe se decidió a caminar por el prado”.
· “Cuando el barco comenzó a zozobrar, el capitán ya se encontraba flotando en el agua”.