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Las cuerdas tendinosas se agrupan en dos músculos papilares que tienen la misma orientación que las comisuras. De cada músculo salen cuerdas para ambas valvas. Con cada sístole ventricular el anillo se achica, las valvas se cierran, las cuerdas tendinosas y los músculos papilares se tensan y contribuyen a la correcta coaptación valvar. Patologías que afecten individualmente a cada elemento del complejo (calcificación del anillo; retracción de las valvas; acortamiento, elongación o rotura de cuerdas tendinosas; incompetencia de los músculos papilares) derivará en el cierre incorrecto de la mitral (insuficiencia mitral), con diferentes consecuencias clínicas (ver anatomía funcional). Nosotros publicamos la incidencia de la calcificación del anillo mitral por ecocardiograma. Concluimos que la calcificación mitral es frecuente (75%) en pacientes mayores de 70 años, sin estar asociada a otra patología ni a alteraciones del funcionamiento valvular. O sea que puede considerarse como parte del proceso de envejecimiento normal aunque se asocia frecuentemente a enfermedad de las arterias coronarias y enfermedad renal severa (cm). Variaciones: existen evidencias de válvulas mitrales dobles. Los individuos portadores pueden presentar un cuadro clínico compatible con obstrucción a la entrada de sangre al VI (26%), insuficiencia valvular (26%), pero la mayoría son asintomáticos (48%). Se describen dos tipos I) cuando se asocia a otras cardiopatás y II) cuando se la encuantra asilada (17). VENTRÍCULO IZQUIERDO (VI) El ventrículo izquierdo es sin dudas la más importante de las 4 cavidades, ya que de su calidad de trabajo depende en gran parte la capacidad funcional vital de cada individuo. Es una cámara muscular de alta presión, capaz de mantener el volumen circulatorio (gasto cardíaco) en rangos tan amplios como 5 a 20 litros por minuto. Estos márgenes pueden ser explicados en algunos aspectos por la anatomía y en otros por la fisiología cardíaca. (ver anatomía funcional). El VI ocupa la parte izquierda e inferior del corazón. Por su gran movilidad adopta por lo menos dos formas según se lo considere en diástole o en sístole. 38
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