Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA GUÍA DE APRENDIZAJE Nº4 ASIGNATURA: FILOSOFÍA DOCENTE: FRANCISCO FERNANDEZ DE CABO NIVEL: IV. AÑO MEDIO UNIDAD TEMA La Filosofía permite cuestionar el conocimiento y las acciones del ser humano ¿Qué es pensar? ESTRATEGIA DE APRENDIZAJE: Analizar el pensar a través de la lectura en forma y con autonomía. Se cree, frecuentemente, que pensar es propio de algunos intrépidos que es entregan de lleno a este oficio, los llamados filósofos. Estos seres, especie de iniciados en “ocultas prácticas”, tienen por profesión “pensar”. ¿Cómo les puede gustar dedicarse a algo que “nadie espontáneamente” hace?. Los pensadores deben encontrar alguna satisfacción, de lo contrario serían masoquistas. El resto de los “mortales” se contenta con vivir sin hacerse tantos problemas. De problemas no quiere saber más el hombre. ¿Dónde está el “chiste” de indagar tanto la realidad, de ponerse a pensar?, ¿para qué sirve esto en nuestra agitada vida cotidiana?. Examinemos esta opinión más o menos generalizada: “Pensar es cosa de expertos, no una necesidad para la vida”. En esta afirmación hay algo de cierto y también un prejuicio. Lo cierto es que, los que se dedican a pensar por vocación y en forma profesional, son los llamados filósofos. Sin embargo, es dudoso decir que el pensar sea innecesario para vivir. La razón de esto es que el pensar no es exterior a nosotros. Nuestra existencia está atravesada de punta a cabo por esta capacidad básica y primitiva de pensar. La actitud pensante es la que nos hace estar en medio de las cosas y no al lado de ellas. Nosotros interactuamos con las cosas que nos rodean y modificamos lo que está dado, nos distanciamos de la naturaleza, la trascendemos. Somos algo así como “espectadores” del mundo natural. Nuestro modo pensante de ser humanos nos diferencia de los animales, de las plantas, de las piedras, etc. Todo lo que hacemos está moldeado por este sello. Un ejemplo: alimentarse, acto propio del animal, adquiere en el hombre una investidura especial.El comer, tiene una dignidad propia. En ese primitivo impulso de supervivencia está presente nuestra forma de ser, humana, creativa, abierta al mundo. Lo instintivose mezcla con lo cultural. Las costumbres alimenticias de un pueblo nos hablan de su nivel de desarrollo. COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA En otras palabras, todos pensamos. Se puede decir que en todo hombre habita un filósofo escondido. Por el mero hecho de existir, poseemos un saber pre-reflexivo (no conceptual), espontáneo, que orienta nuestro ser en el mundo. Según la metáfora del pez, éste está habilitado para vivir en el agua, se mueve con soltura bajo ella. Del mismo modo, el hombre habita en el mundo circundante como en su “medio”. Interactúa con otros y modifica lo que le rodea sin estar habitualmente perplejo ante lo que ve, sino más bien en sintonía con ello .El ser humano sabe a qué atenerse, posee un suelo firme. El pensar es esta posibilidad de instalarse en el mundo, de modificar el entorno y, a la vez , de poner en crisis la forma de vida heredada. Pensar es, en este contexto, nuestro modo comprensivo de estar en el mundo. Todos nuestros actos son, según esto, pensantes. Pueden ser actos impulsivos, instintivos,irracionales, mas no por ello pierden su carácter pensante. En el lenguaje corriente, cuando se dice que alguien “no piensa”; que “no tiene cabeza”, etc., entendemos esto literalmente. En el fondo, esto es inexacto. Todos pensamos, en la medida en que respiramos. Pero, no por esto somos todos pensadores. Es decir, pensamos en un nivel básico y podríamos aprender a pensar de una manera más penetrante y sistemática. “Al ámbitode lo que se llama pensar arribamos cuando nosotros mismos pensamos. Para que nuestro intento sea coronado por el éxito, es menester que estemos dispuestos a aprender a pensar” (Heidegger). La famosa afirmación de Descartes: “pienso, luego existo” nace de una experiencia filosófica, metafísica. Quien arriba a ese instante de claridad, en el que de un solo golpe comprende su ser, ha abierto las puertas de la filosofía. Nosotros, por ahora, estamos en el umbral. PENSAR Y FILOSOFAR Una primera cuestión es dilucidar la relación que hay entre pensar y filosofar. Hay que determinar qué es lo que se puede pensar. Si nos proponemos “ver” , parece obvio; no hay misterio; ver remite a una acción concreta. Se pueden ver las cosas visibles, en cambio, un olor no se ve. Pero si decimos “pensar”, ¿cuáles son las cosas pensables?. Parece que antes de precisar qué se puede pensar hay que saber algo sobre qué es pensar. Esta ambiciosa pregunta ha desvelado por largos siglos a los filósofos. Cada sistema filosófico considera, explícita o implícitamente, que pensar es tal o cual cosa. Para los filósofos es muy importante esta cuestión, porque refleja el carácter propio de la filosofía misma. Pensar es un elemento que define a esta actividad. Podríamos decir que el pensar es para la filosofía como el agua para el pez. Los filósofos estarían de acuerdo en que el pensar es su elemento. Sin embargo, cada cual comenzaría a “pensar” qué entiende por pensar. Esta será su primera tarea. En cambio, cuando decimos “biología” o “matemática”, el objeto de dichas ciencias parece estar definido, acordado. Pueden variar los paradigmas de una época a otra, pero no se cuestiona el objeto de investigación. La filosofía, en COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA cambio, cada vez que se ponen práctica, empieza por definir su campo, y cada sistema filosófico importante, intentar responder satisfactoriamente esta cuestión. Tratemos nosotros también de averiguar cómo se caracteriza el pensar filosófico. Ya hemos dicho que contamos con un saber previo, un pensar que llamaremos “de primer orden”. Este ha sido caracterizado como un nivel básico de pensar, según el cual todos nuestros actos son pensantes; por ello, nos diferenciamos de los animales y de los computadores. Ahora veamos un nivel más profundo del pensar. Se trata de pensar como actividad deliberada de un sujeto que intenta hacer explícita su comprensión del mundo. Quien piensa, en este contexto, ausculta lo que ve, no se conforma con recibir pasivamente lo que hay, sino que intenta comprenderlo. El pensar es, entonces, un modo de comportarse frente a las cosas. Todo es susceptible de ser pensado, si por ello entendemos el paso de un estado habitual de ignorancia de lo que ocurre a un estado de alerta, inquisitivo y explicativo de lo real. Esto no es algo que cualquiera sepa hacer. Se aprende, exige rigor, dedicación y, sobre todo, paciencia. Al adagio “nadie nace sabiendo, se agrega “nadie muere sabiéndolo todo”. El pensar está determinado más como tarea que como meta. Por eso, la filosofía no sirve para habitar este mundo. La filosofía ayuda, en cambio, a “deshabitarlo”. Algo es inhabitable cuando ya no nos es cómodo, placentero. L a filosofía provoca incomodidad, pues cambia nuestra mirada ingenua de las cosas en una mirada inquisitiva. El pensar es la vía de la que se sirve. Pero ahora, pensar es una experiencia espontánea, sino deliberada, filosófica. “…nuestro pensar se esfuerza en despensar todos los …pensamientos que en nuestra vida pensamos” (Ortega y Gasset). Despensar significa, en este contexto, aclarar, hacer nítido algo que no ha sido cuestionado, que está allí sin previo examen. Llamaremos a este pensar -según nuestra terminología- “pensar de segundo orden”. Este consiste en reparar en algo que “está ahí” ya, hacerlo nuestro; convertirlo en tema pensable. “Yo no reparo en el sillón en que estoy sentado…, pero cuento con él. Si alguien lo mueve reparo que algo en él ha cambiado, esto es, que antes estaba de otro modo y, sin embargo, antes yo no reparaba en él. Existía, pues, para mí, pero no conscientemente. Estaba ante mí, constituía un elemento presentede mi vida en ese ahora, me había “enterado” de él, en suma, contaba con él, pero no pensaba en él”. (Ortega y Gasset). Este pensar es “secundario” porque cuenta con una experiencia previa de las cosas, que las descubre originariamente. Pensar, no es lo primero que podemos hacer con las cosas. De hecho, suele ser lo último que nos atrae en relación con algo que nos sale ordinariamente al paso. Si para plantar un árbol comenzáramos a indagar cómo es posible esto, describir las etapas, distinguir los obstáculos, describir el tipo de tierra, etc., lo más probable es que nos demoraríamos mucho en realizar esta acción. Nuestra operación se vería COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA bloqueada por la reflexión. Lo que nos interesa es que el árbol viva y crezca, y para eso no necesitamos ser expertos, sino “buena mano” PREGUNTAS: 1. Analice y explique la siguiente información: “En todo hombre habita un filósofo escondido”. 2. Distinga pensar “de primer oren” y pensar “de segundo orden”. 3. El pensar, según el texto leído ¿se nace o se aprende? Fundamente. 4. ¿Para que sirve pensar? 5. Explique la relación entre pensar y filosofar. 6. Haga un breve resumen del texto leído (no más de 15 lineas). 7. Haga un comentario del texto leído. AUTOEVALUACIÓN ¿Cómo trabajé hoy? Marca con una (X) la alternativa que te representa. CRITERIOS DE EVALUACIÓN En desacuerdo Medianamente de acuerdo De acuerdo Comprendí el texto y pude responder las preguntas La lectura fue didáctica y entretenida Tuve algunas dudas, pero aún así pude responder las preguntas Necesite ayuda para entender el texto No logre entender el texto, ni responder las preguntas
Compartir