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TEMA 5. LA EVOLUCIÓN DE LA CONDUCTA: EL APRENDIZAJE Y LA CONDUCTA HUMANA. Iván Petrovich Paulov 1.INTRODUCCIÓN: DIFERENCIA ENTRE LAS CONDUCTAS INNATAS Y LAS ADQUIRIDAS. Por increíble que pueda parecer, la conducta de los organismos está sometida al mismo proceso de evolución biológica que el resto de sus características anatómicas. En efecto, ya el propio Darwin fue consciente de ello al darse cuenta de que no sólo los órganos de los animales estaban perfectamente adaptados a su medio ambiente, sino también sus comportamientos, cuya perfecta ejecución muchas veces llega a provocarnos la impresión de que los animales, si no son inteligentes en el sentido en que lo somos nosotros, si tienen un cierto grado de “inteligencia” rudimentaria. Como veremos, esta impresión es bastante falsa: sin embargo, para comenzar el tema, tenemos que decir 1 2 que, en comparación con lo que sabemos sobre la evolución de los caracteres anatómicos de los animales, el estudio de la evolución de la conducta se encuentra sólo en sus comienzos. Las razones de este retraso son varias, a saber: - Por un lado, nuestros deficientes conocimientos sobre el funcionamiento del sistema nervioso. -Por otro lado, el hecho de que la conducta de los organismos, (a diferencia de sus órganos anatómicos) raramente , o mejor dicho “casi nunca”, deja restos fósiles, lo cual, como es evidente, no ha facilitado el progreso en este campo. -Y, finalmente los problemas de mutua comprensión generados entre las dos corrientes científicas que posiblemente más se han ocupado de estudiar el comportamiento animal: la moderna etología europea y la psicología conductista norteamericana. Como veremos, la falta de entendimiento entre estas dos escuelas (especialmente en lo referente al polémico concepto de instinto) ha dificultado considerablemente el avance de la investigación hasta nuestros días, en los que, finalmente, posiciones tan enfrentadas hace algunos años parecen haber encontrado algunos puntos de acuerdo. Como hemos dicho antes, ya el propio Darwin fue el primero en darse cuenta de que la conducta de los animales debía estar sujeta a los mismos procesos de mutación y selección natural (es decir, de evolución) que explican el origen de todas sus demás características: en concreto, Darwin había observado numerosos ejemplos de un tipo de conductas, a las que por tradición llamó “instintivas”, que se caracterizaban por ser claramente INNATAS, es decir, por manifestarse ya desde el nacimiento del individuo sin requerir ningún tipo de aprendizaje previo. Otras características que tradicionalmente se atribuían a estas conductas eran las siguientes: -1. Eran hereditarias, es decir debían tener un origen genético pues se observaba claramente que se transmitían de padres a hijos por los mecanismos comunes de la herencia. -2. Eran más o menos “estables”: es decir, se manifestaban siempre de la misma manera, esto es, de un modo fijo, estereotipado y rígido, sin experimentar variaciones de importancia. -3. Eran comunes a la especie, es decir, eran compartidas por todos los miembros de una misma especie sin excepción, lo cual concordaba con su carácter genético. -4. Todo parecía indicar que se ejecutan de un modo ciego y 3 automático (o “mecánico”), es decir, de un modo involuntario, inconsciente y no inteligente. Como insinuamos, nada de esto era completamente desconocido antes de Darwin para los naturalistas y los observadores del mundo animal. Lo único que añadió Darwin es la idea de que estas conductas debían haber aparecido - como todo lo demás - por selección natural de las variaciones genéticas aleatorias según su valor de adaptación al medio. No obstante, el estado en el que se encontraban en aquel momento los conocimientos sobre genética y fisiología del sistema nervioso no le permitió avanzar más en este terreno, lo cual no fue obstáculo para que su concepción evolutiva de los instintos prosperara y abriera nuevos horizontes a la investigación posterior. En efecto, los problemas que tuvieron que plantearse los biólogos y los psicólogos que continuaron sus estudios a partir de este momento fueron básicamente dos: -1. El de saber qué conductas pueden ser calificadas concretamente como “instintivas”, cómo se han seleccionado en la evolución y cuáles son las bases neurofisiológicas de su funcionamiento. Desgraciadamente, por lo que toca este punto, lo cierto es que, como vamos a ver enseguida, la mayoría de los científicos evolucionistas comenzaron a hacer un uso indiscriminado y abusivo de la idea de “instinto”, aplicándolo a toda clase de conductas -incluyendo las humanas, como veremos- , sin más matices ( y lo que es peor, de un modo vago, impreciso y tautológico ). -2.El de saber cómo han evolucionado estas conductas “innatas” tan simples hasta producir conductas mucho más variadas y complejas, como los comportamientos inteligentes propios de la especie humana. En efecto, tradicionalmente se había distinguido siempre el llamado “psiquismo superior” de los seres humanos del “psiquismo inferior” de los animales en base a que, precisamente, las conductas humanas parecían mostrar las características justamente contrarias a las que caracterizaban a las conductas instintivas, a saber: 1.No son hereditarias (al menos en su mayor parte). 2.Son muy variables (no es sólo que las respuestas de dos individuos ante un mismo estímulo puedan ser muy diferentes, sino que las respuestas de un mismo individuo ante el mismo estímulo también pueden ser muy distintas en distintos momentos del tiempo). 3.No son comunes a la especie, sino que poseen un carácter personal (recuérdese la famosa “ley de subjetivación creciente” de la evolución). 4 4.Todo ello se resume en que, como se ha dicho siempre (o al menos desde Descartes en adelante), las conductas humanas, a diferencia de las animales, no son mecánicas, sino voluntarias, conscientes, e inteligentes. O, dicho de otro modo, son conductas “adquiridas” o “aprendidas” en su mayor parte, no “innatas”. Hasta la aparición de la teoría evolucionista se pensaba, de acuerdo con esta distinción, que las conductas de los animales eran cualitativamente distintas de las humanas: los animales se comportarían instintivamente mientras que los seres humanos, dotados por Dios de un alma espiritual libre e inteligente, podrían aprender muchas más cosas, serían capaces de anticipar las consecuencias de sus actos y, por tanto, de dirigir su conducta por el camino que libremente eligieran (el del bien o el del mal). Sin embargo, con el evolucionismo todo cambió: el hombre ya no era ese ser privilegiado en la naturaleza, hecho a imagen y semejanza de Dios, sino un animal más, que había evolucionado por una acumulación de casualidades de otras especies inferiores y que, por tanto , debía compartir con ellas muchas más características de las que se había pensado hasta entonces. En otras palabras: la separación entre conductas humanas y animales (o entre conductas adquiridas e innatas) no podía ser tan tajante, dado que unas habían evolucionado de las otras: lo único que quedaba por explicar es cómo había sido posible esto en la evolución, y a ello se dedicaron dos de las corrientes más influyentes en la psicología de nuestro siglo, a saber, la etología y el conductismo, los cuales, como hemos dicho antes, tras una ardua polémica debida al hecho de que partían de supuestos y de métodos diferentes, han acabado por converger en tres o cuatro ideas que hoy son aceptadas por casi todo el mundo: 1.Que todas las especies poseen conductas innatas ( incluido, por supuesto, el hombre ). 2.Que, a la inversa, el hombre no es el único animal capaz de aprender, sino que numerosas especies están dotadas de una cierta capacidad de “aprendizaje”. 3.Que, no obstante, la plasticidad de la conducta de cadaespecie se desenvuelve dentro de unos límites insalvables (es decir, que cada especie animal tiene una capacidad máxima de aprendizaje dependiendo del grado de complejidad evolutiva alcanzado por su sistema nervioso). 4.Que, según ascendemos en la escala evolutiva, aumenta la capacidadde aprendizaje de las distintas especies, hasta 5 llegar al hombre, el cual sigue siendo, sin lugar a dudas, el animal más inteligente y más capaz de aprender que ha producido la evolución hasta el momento. Sin embargo, el hecho de que aumente la plasticidad de la conducta, puede significar que las preprogramaciones genéticas pierden importancia pero en ningún caso significa que se “pierdan” del todo (muy al contrario, en la evolución, lo “inferior” se conserva al lado de lo “superior”). Al margen de las polémicas entre escuelas (que iremos viendo al hilo del tema) se puede decir que los cuatro puntos anteriores anticipan las conclusiones de nuestro estudio. Una vez dicho esto, podemos pasar a ver en detalle las que hoy en día se consideran las principales fases de la evolución de la conducta, y que pueden resumirse del siguiente modo: 1.Conductas innatas (pre-programadas genéticamente): 1.1.Tropismos. 1.2.Taxias y Kinesias. 1.3.Reflejos. 1.4.Instintos. 2.Conductas adquiridas por aprendizaje: 2.1.Aprendizajes de tipo “asociativo”: -Condicionamiento Respondiente (C.R). -Condicionamiento Operante (C.O) 2.2.Aprendizajes inteligentes o “cognitivos”: -Por intuición o “Einsicht”. -Por Símbolos o conceptos abstractos. 6 1. LAS CONDUCTAS INNATAS: Se distinguen actualmente los siguientes tipos de conductas “innatas”: 1.1. TROPISMOS: Son reacciones de giro u “orientación” de las plantas y otros organismos “fijos” (es decir, sin movilidad) hacia campos de fuerza o fuentes de energía a fin de conseguir su mejor aprovechamiento (ej: el movimiento de los girasoles). 1.2.TAXIAS Y KINESIAS: Las kinesias son aumentos o disminuciones del ritmo de los movimientos locomotores de un organismo en función de un cambio ambiental (de humedad, temperatura etc..). Por ejemplo: el “Proscelio escaber” es un crustáceo terrestre que aumenta o disminuye la velocidad de sus movimientos en función de la sequedad ambiental (cuanto más seco es el ambiente en el que se mueve, más se acelera el ritmo de movimiento de sus patas). Las taxias se distinguen de las kinesias porque, a diferencia de aquellas, están orientadas por el estímulo que las provoca: son reacciones de orientación y locomoción que se producen de forma necesaria en ciertos animales al ser estimulados por una fuente exterior de energía (como la luz, p.e) y que pueden servir para aproximarse (como ocurre entre la mayoría de los insectos) o alejarse de ella. 1.3. LOS REFLEJOS: Aparecen a partir de los metazoos, y constituyen un grado más de complejidad en la evolución de la conducta. Se trata de movimientos musculares muy simples (en los que intervienen muy pocos músculos y muy pocas fibras nerviosas) de tipo casi inconsciente, involuntario y en cualquier caso, no inteligente (dado que en la mayoría de las ocasiones, en su coordinación no interviene la corteza cerebral). Es por ello por lo que los reflejos se han ganado la fama de ser un tipo de conducta MECÁNICA o CUASI AUTOMÁTICA: si hubiera que definirlos, se les podría calificar como ciertas adaptaciones temporales y físicas que el cuerpo efectúa para ajustarse a los cambios repentinos del medio que afectan especialmente a la supervivencia del organismo y que suceden tan rápido que requieren una respuesta inmediata y casi sin pensar, puramente maquinal. Dado que el ser humano también posee este tipo de respuestas innatas, adquiridas en el curso de la filogénesis, en un número considerablemente amplio, no resulta difícil señalar algunos ejemplos de reflejos sencillos de comprender: -El lagrimeo o parpadeo de los ojos frente a la introducción de cualquier cuerpo extraño. -La dilatación o contracción de la pupila según la cantidad de luz que incida en ella -La tos y el estornudo frente a la introducción de cuerpos extraños en la laringe o las fosas nasales, respectivamente. -La retirada inmediata de cualquier parte del cuerpo de las fuentes de dolor, cualesquiera que estas sean. -La salivación en presencia del alimento(es decir, en contacto directo con él). -El reflejo de succión (búsqueda del pezón de la madre) y el de prensión en los niños de corta edad. -el reflejo patelar (de la rodilla). La estructura fisiológica de los reflejos es muy simple: no es otra que el famoso “arco reflejo”. La mayoría de los reflejos, como hemos dicho ya, se localizan fisiológicamente en la médula espinal, sin que intervengan en ellos las estructuras nerviosas del cerebro, tal y como demostraron los experimentos de ablación del cortex realizados por Paulov: en efecto, si se separa -mediante un corte- la corteza cerebral del resto del sistema nervioso, dejando intacta la médula, el organismo, aunque pierde todos los aprendizajes complejos sigue conservando todas sus respuestas reflejas (tanto internas como externas). Por otra parte, los reflejos aparecen ya en organismos no dotados de cerebro, lo cual avala la idea de que se trata de conductas filogenéticamente muy antiguas. Es del máximo interés señalar que los reflejos, al igual que las demás conductas innatas, han surgido en la evolución por los mismos procesos de mutación y selección natural que explican el surgimiento y la 7 8 evolución de cualquier órgano anatómico, lo cual puede parecer paradójico ( ¿acaso las conductas evolucionarían del mismo modo que los órganos...? ), pero no lo es tanto si se tiene en cuenta que lo que sufre mutaciones son las conexiones neuronales del sistema nervioso y que lo que es seleccionado por el medio ambiente son las conductas innatas que esas mutaciones conllevan (y, por tanto, también las mutaciones mismas). En otras palabras: los reflejos son los comportamientos más simples que puede ejecutar un organismo y son innatos (genéticos) porque han sido seleccionados por el medio en función de su altísimo valor para la supervivencia. Aunque lo más adecuado sería decir que lo que ha sido seleccionado es una mutación del S.N que ha determinado la aparición de una conexión neuronal “fija” entre un estímulo y una respuesta.12. En efecto: desde un punto de vista puramente fisiológico se puede decir que los reflejos son conexiones fijas e inalterables entre neuronas especializadas en captar ciertos estímulos y neuronas especializadas en provocar ciertas respuestas. Y esto quiere decir, básicamente lo siguiente: 1. Que son conductas invariables, que se producen siempre de la misma manera. 2. Que, aunque están muy bien adaptados a las condiciones del medio en el que vive el animal, son totalmente rígidos: es decir, se disparan siempre de un modo rápido, necesario y automático ante los estímulos pertinentes (y en principio, sólo ante ellos: a estos estímulos se les da el nombre técnico de “estímulos incondicionados” o , abreviado, “E.I.C” ). Es por todo ello por lo que antes decíamos que los reflejos son respuestas de tipo mecánico (es decir, involuntarias, inconscientes y no- inteligentes: aunque parece que son realizadas por el animal con una intención y una finalidad deliberadas, en realidad son ejecutadas de un modo totalmente ciego). 1 2.Nota: Un ejemplo muy sencillo de esto sería el siguiente; la mayoría de los vertebrados tienen el reflejo de “toser”, debido a que en la naturaleza sólo han sobrevivido aquellos animales que, a causa de una mutación en su conexiones neuronales, expulsaban automáticamente cualquier cuerpo extraño que se introdujese en sus gargantas. Lógicamente, los individuos que carecían de este reflejo, se asfixiaron, y así escomo la conducta en cuestión se ha transmitido genéticamente a las generaciones posteriores. 9 1.4. LOS INSTINTOS: Konrad Lorenz 1.4.1. Introducción: Historia Del Concepto De Instinto. Como hemos dicho anteriormente, normalmente se ha considerado como “instintivas” a todo tipo de conductas innatas, sin reparar en más matices. Desde que Darwin puso en circulación el término en su sentido moderno, la mayoría de los “padres fundadores” de la moderna psicología científica se lanzaron a un uso indiscriminado de este concepto, con el que creían que se podía explicar todo comportamiento, incluso las conductas humanas más complejas. Así, un eminente psicólogo de principios del siglo pasado como McDougall llegó a calificar de “instintivas” conductas humanas y animales tan variadas como la higiene, el juego, la curiosidad, los cuidados maternales etc. sin darse cuenta de que estaba haciendo un uso completamente tautológico del término, es decir, un uso que no sólo no era científico, sino que tampoco explicaba nada.3 Sencillamente, ni él ni ninguno de los que le siguieron por este camino ofrecían prueba alguna del carácter genético e innato de estas conductas y, lo que es peor, tampoco explicaban realmente las causas de estos comportamientos, limitándose a suponer que formaban parte de la naturaleza de las especies. No obstante, el auge de la psicología conductista pareció poner freno a tanto desatino al insistir en la importancia de los procesos de aprendizaje para la supervivencia de los organismos: no es sólo que demostrasen que muchas de las conductas que a primera vista podrían parecer instintivas, en realidad eran conductas adquiridas -cosa bastante razonable-, sino que consideraban que no había más que un tipo de 10 11 conducta innata: los reflejos. Todas las demás conductas, tanto humanas como animales, se debían calificar directamente de “aprendidas”,- lo cual, como veremos más adelante, no era sino caer en el extremo contrario , es decir, en la negación tajante y categórica de la existencia de los instintos...-.La razón es que, como veremos, los conductistas decidieron evitar toda explicación de la conducta que se basase en la existencia de factores internos “inobservables” o puramente hipotéticos, según una concepción estrictamente positivista del quehacer científico.4 De ver instintos por todas partes se pasó, pues, a prohibir completamente su existencia en el terreno de la psicología científica y así - es decir, entre ambos extremos - osciló la historia de la disciplina desde el siglo XIX hasta mediados del XX, cuando en el ámbito europeo, y de la mano de Konrad Lorenz, surgió una nueva corriente científica, la Etología (o estudio del comportamiento animal), empeñada en recuperar para la ciencia el viejo y casi desterrado concepto de “conducta instintiva”. Los componentes de esta escuela, estaban más interesados en la observación de la conducta animal tal y como esta se produce en el medio ambiente natural, que en los experimentos de laboratorio, a los que los conductistas se habían dedicado profusamente. A los etólogos les sorprendía la perfecta adaptación al medio características de muchas conductas animales (como por ejemplo, la construcción del panal en las abejas o de las galerías de túneles subterráneos en las hormigas), conductas tan rígidas y tan comunes en todos sus rasgos a los miembros de una misma especie que era difícil no sacar en conclusión su carácter genético, por mucho que, debido a los deficientes conocimientos de genética, tal carácter pareciese poco menos que indemostrable. De lo que se trataba, por tanto, era precisamente de encontrar un procedimiento científico indiscutible para demostrarlo, y por ello los etólogos diseñaron dos tipos de experimentos: 1. Las pruebas de aislamiento: es decir, pruebas en las que se cría a un animal separado de sus padres, así como de otros congéneres a fin de desechar toda influencia de estos en el aprendizaje de la 3Nota: esta es la explicación de por qué el conductismo se opuso con tanta fuerza al psicoanálisis y a toda escuela que pretendiese explicar el comportamiento a pelando a factores de tipo interno. El conductismo fue una escuela de psicología que, influida por los impresionantes trabajos de Paulov sobre los reflejos, defendió que el unico objeto de estudio posible para la psicología era la “conducta” y no, como se había considerado tradicionalmente, la “mente” o la “conciencia”..En realidad, argumentaban los conductistas, sólo son públicamente observables las respuestas emitidas por un organismo ante ciertos estímulos del medio ambiente: de lo que pasa por su “mente” no podemos saber nada (e incluso afirmar que tiene una “mente”, o que es consciente en algún sentido de lo que hace ya es afirmar demasiado, pues en rigor, cada uno de nosotros sólo tiene acceso a su propia “mente” o “consciencia”). ¿Podemos afirmar con un 100% de seguridad que tienen mente o consciencia un perro, un gato, una rata, un pez...una lombriz de tierra?. La ciencia sólo puede basarse en datos públicamente observables, que puedan se comprobados objetivamente por todo el mundo: y ni la mente ni la conciencia cumplen este requisito. Lo mismo puede decirse de los “instintos”: un “instinto” (por ejemplo el “hambre”) es una mera hipótesis teórica para explicar un comportamiento (p.e “cazar”) pero lo que observamos realmente es la conducta misma, no sus causas (no el supuesto “instinto”): podría ocurrir, por ejemplo, que un animal cazase por otras causas muy distintas: divertirse, enseñar a sus crías, ejercitar los músculos de vez en cuando etc. 12 conducta que se quiere estudiar. Si el animal emite la conducta espontáneamente en estas condiciones entonces hay que concluir que no ha podido aprenderla y que, por tanto, es de tipo instintivo (siempre y cuando, naturalmente, la conducta en cuestión se observe en todos los miembros de la especie sin excepción, lo cual es condición necesaria -pero no suficiente45 - para considerar a una conducta como instintiva). 2. Los experimentos con simulacros: es decir, pruebas con diversos estímulos artificiales que simulan de diferentes maneras la situación del ambiente en el que se mueve el animal, para determinar concretamente qué estímulos (o qué “propiedades” del estímulo) son las que desencadenan de forma innata la respuesta instintiva.67 De este modo, aunque los instintos sean hipótesis teóricas inobservables para explicar ciertas conductas (de los que, en gran parte, se desconoce incluso su estructura fisiológica) sí sería posible probar científicamente su existencia. Para ello bastaría con que la conducta estudiada cumpliese las siguientes condiciones: 1) Que se produzca en todos los individuos de una especie sin excepción. 2) Que se produzca en condiciones de aislamiento (es decir, en ausencia de aprendizaje de ningún tipo: dicho sea de paso, esto no significa que el aprendizaje no pueda modificarlos en absoluto; como poco, es un hecho que todas las conductas, sean innatas o aprendidas se perfeccionan con la práctica. Por otra parte, tampoco significa que los instintos deban manifestarse desde los primeros momentos de vida del animal: sabemos que hay conductas instintivas que -como los rituales de apareamiento- sólo se manifiestan cuando el individuo ha alcanzado cierto grado de “madurez”) . 3) Que se identifiquen claramente los estímulos-señal que desencadenan la respuesta de una manera innata ( de un modo muy parecido, por cierto a como los E.I desencadenan los reflejos ). 45Nota: En efecto, podría ocurrir que todos los individuos de una especie tuviesen capacidad para aprender tal conducta y la hubiesen aprendido por imitación o deotras formas.(ejemplo: todos los pájaros carboneros ingleses picotean el tapón de aluminio de las botellas de leche que los lecheros dejan en la puerta de los vecinos: obviamente esta conducta no puede ser sino aprendida, pues no ha transcurrido tiempo suficiente como para que surga una mutación y se seleccione como conducta innata... ). 6. Nota: Un magnífico ejemplo de este tipo de pruebas son los experimentos realizados por Niko Tinbergen con el pez espinoso que se detallan en hoja aparte. Lógicamente, sería deseable que, además se identificasen también los genes responsables de la construcción de los circuitos neuronales implicados, así como la localización fisiológica exacta de estos, pero esto sería pedirle demasiado a nuestros actuales conocimientos. EL CONCEPTO DE INSTINTO El instinto, esta formado, por un conjunto de pautas que contribuyen a una función común, siendo compartidas por todos los miembros de una especie, desarrollándose en ausencia de los modos habituales del aprendizaje. 13 14 El mismo es transmitido por herencia, y no se basa en ninguna experiencia vivida. El más accesible de observar, por sus dueños en una mascota, es el instinto maternal, que aparece simultáneamente con el instinto de defensa de sus crías. Este último, en la madre, es tan fuerte que supera su propio instinto de supervivencia. Otro instinto digno de destacar y fácil de observar es, en el canario, la construcción de su nido o sus diversos cantos En todos los casos los instintos son automáticos, y tienen una misión, bien definida. Los instintos, también existen en el hombre: uno que es digno de destacar, es el de la curiosidad, lo que le ha permitido "ser lo que es" y conquistar al mundo, pero no es el único animal que lo tiene, por supuesto, con evidentes diferencias. Al hablar de "actos instintivos", debemos decir, que son productos de una reacción, cuyas condiciones observables, es necesario buscar en el organismo y en el medio. La conducta instintiva va evolucionando en forma gradual: el principal factor que tiene incidencia sobre ella es la selección natural, que actúa en todos los individuos, con el objeto de perpetuar a la especie, a fin de que los más aptos continúen evolucionando, en las mejores condiciones posibles O sea que una mascota nace con condiciones heredadas y otras las toma y las conforma, en base a su propia experiencia, (a las que llamaremos "conductas aprendidas") Algunos científicos, han arribado a la conclusión, que algunos instintos son perfectos desde su iniciación mientras que otros se van perfeccionando a través del tiempo. En los pájaros y también en otros animales, ciertas hormonas químicas, hacen que se pongan en marcha la aparición de un instinto: eso ocurre cuando desde su origen en los órganos sexuales, las hormonas llegan por el corriente sanguíneo al cerebro con un mensaje. Como dato ilustrativo, podemos decir que algunos instintos son periódicos, es decir, el individuo en algunas ocasiones, puede ser receptivo, y en otras indiferente. Por lo expuesto anteriormente, y partiendo de la conclusión de que nuestra mascota, "no razona", `podemos decir que casi todo su comportamiento, tiene bases instintivas. 15 RITUAL DE APAREAMIENTO DEL PEZ ESPINOSO: 1.Cuando el macho detecta una hembra comienza una danza en zig-zag 2.La hembra muestra su vientre hinchado 3.El macho guía a la hembra hacia el nido 4.El macho estimula la puesta de huevos de la hembra. 1.4.2. Algunos ejemplos de conductas instintivas. Aparte del comportamiento territorial y de los rituales de lucha y apareamiento del pez espinoso que se describen en las páginas adjuntas, se podrían poner algunas otras ilustraciones de comportamientos instintivos en el mundo animal, como por ejemplo, las siguientes: -En los insectos (que posiblemente son los animales más “programados” del planeta), conductas tan sorprendentes como la defensa del panal en las abejas frente a las agresiones externas 16 son instintivas. Estas, por ejemplo, sienten un impulso irresistible de picar (y, por tanto, de suicidarse) cada vez que perciben el olor (estímulo-señal) que se desprende del aguijón de una compañera muerta. Por otra parte, las abejas también disponen de un complicado ritual comunicativo, (estudiado por Karl von Frisch) basado en la ejecución de una danza en círculo que les sirve para indicar a sus compañeras la localización exacta de los parterres de flores en los que encuentran su alimento. Además, su capacidad para volar (al igual que la de los demás insectos) no parece requerir ningún tipo de aprendizaje o entrenamiento y los estudios realizados sobre su conducta alimenticia con simulacros de flores parecen demostrar que, aunque las abejas son atraídas de forma innata por los colores vistosos, sólo se posan en las flores si estas desprenden ciertos aromas (estímulos señal) y que, aun así, sólo insertan su aparato bucal y chupan ante la dulzura del néctar, conductas que son ejecutadas con un orden casi inalterable. Lo mismo puede decirse del comportamiento sexual de las mantis religiosas y de ciertos tipos de arañas, en los que, para consumar la cópula el macho debe tocar cierta parte del cuerpo de la hembra (estímulo señal) que la inmoviliza momentáneamente para establecer el contacto de sus órganos sexuales. Cuando la hembra sale de su parálisis inmediatamente devora la cabeza del macho, cuyo cuerpo, sin embargo sigue eyaculando en el de la hembra. -En los anfibios y los reptiles, los instintos también son determinantes pues, por poner un sólo ejemplo, se ha comprobado que una rana en cautividad puede morir de inanición incluso estando totalmente rodeada de insectos muertos. La razón es que las ranas tienen el instinto de proyectar su lengua hacia cualquier estímulo señal que centellee delante de sus ojos. En cuanto a los peces, no sólo las conductas sexuales y territoriales están determinadas genéticamente, sino también la formación de bancos migratorios en determinadas épocas del año, como por ejemplo, los salmones, que en la época del desove regresan en masa al cauce de los ríos en los que nacieron. En las aves, los rituales de migración, apareamiento y construcción del nido están tan estereotipados que los ornitólogos muchas veces utilizan este tipo de conductas para clasificar especies que pueden ser muy parecidas anatómicamente, pero que se diferencian en su conducta, especialmente por su canto. Algunos ejemplos muy impresionantes de conductas instintivas en estos animales son por ejemplo, el comportamiento alimenticio del alimoche, o “buitre egipcio”, capaz de romper los huevos de otras especies utilizando piedras sin haber sido enseñado por nadie. O el de los polluelos de cuco, un ave parásita que pone sus huevos en los nidos de otras especies para que se los cuiden, de modo que, cuando estos 17 nacen, inmediatamente se esfuerzan en arrojar los demás huevos al vacío para expulsarlos del nido. Un ejemplo más: el instinto de caza de algunas rapaces como el halcón parece ser independiente del de nutrición, aunque luego se ponga a su servicio (como también ocurre en algunos mamíferos).El estímulo-señal que provoca las diversas reacciones de caza no es tanto el aspecto de las diversas piezas como su movimiento, de modo que un halcón inexperto y bien alimentado puede convivir con un grupo de palomas sin hacerles nada, a menos que emprendan el vuelo. -En los mamíferos, la importancia de los instintos decrece en la medida en que aumenta el tamaño de su cortex y con él, su capacidad para aprender. Con todo, una buena parte de su conducta está también determinada por factores genéticos, como la capacidad de andar, correr, cazar, buscar los alimentos apropiados, aparearse o luchar. Por poner un sólo ejemplo de este tipo de comportamientos, bastaría con aludir a los rituales de inhibición de la agresividadpropios de animales paradójicamente tan sociables como los lobos. En efecto, estos depredadores dependen para su supervivencia de la caza en “grupo”, por lo cual forman manadas estables lideradas por un macho dominante en las que la agresión está fuertemente ritualizada, a fin de evitar luchas que puedan acabar con la muerte de algunos individuos del grupo. Así, cuando se da una pelea entre dos de estos animales es frecuente que el derrotado ofrezca al vencedor precisamente la parte más vulnerable de su cuerpo, (el cuello), lo cual actúa como un poderoso estímulo-señal para el agresor inhibiendo instantáneamente su agresividad e impidiéndole descargar la dentellada fatal que acabaría con la vida de su adversario. Al parecer este “instinto” se ha desarrollado bajo la presión selectiva que supone el depender tan estrechamente para la supervivencia de todos los demás miembros del grupo: un lobo, por fuerte que sea, es incapaz de abatir por sí solo las grandes piezas que estos animales cazan, razón por la que la selección natural ha “premiado” a los animales que manifestaban este tipo de comportamientos apaciguadores. Los ejemplos de este tipo podrían ser innumerables, pero para nuestro propósito consideramos suficientes los ya expuestos. 1.4.3. Diferencias básicas entre el concepto de instinto y el de reflejo. Ahora bien, si las respuestas instintivas se desencadenan sólo en presencia de ciertos estímulos señal (muy parecidos a los E.I que provocan las respuestas reflejas), cabe preguntarse: ¿En qué se 18 diferencian los instintos de los reflejos?. Esta es una pregunta difícil de responder porque, aunque es un hecho que los instintos son conductas más complejas que los reflejos, se ha discutido mucho acerca de si los instintos no serían sino “cadenas de reflejos” (como afirmó Paulov) o sobre si contarían al menos con algunos componentes de tipo “reflejo” (las conductas consumatorias, de las que hablaremos más tarde ...). Sin embargo, parece que es posible, a pesar de todo, establecer ciertas diferencias claras, a saber, las siguientes:8 - En la evolución, los reflejos aparecen antes que los instintos y son, por tanto, más antigüos (son fundamentales en los insectos y, en parte, dominan la vida de peces, reptiles, anfibios y aves, perdiendo progresivamente su importancia a partir de los mamíferos inferiores, los cuales tienen ya una considerable capacidad de aprendizaje debido al desarrollo de su neocortex). - Los reflejos son respuestas muy simples: a la inversa, los instintos se definen como “pautas fijas de acción” que, normalmente, incluyen varias respuestas (no una sola), las cuales se realizan con un determinado orden secuencial inalterable (es decir, una detrás de otra y siempre en la misma secuencia temporal). - Los reflejos suelen descargarse sólo en presencia del E.I (es decir, son de caracter reactivo). A diferencia de ellos, los instintos pueden descargarse por sí sólos en ausencia de los estímulos-señal pertinentes: por decirlo así, si aparece el E.S se descargan, produciéndose las respuestas (aunque no siempre: p.e., si un depredador está saciado, no caza, aunque tenga la presa delante de las narices). Pero si, pasado un tiempo suficiente, el estímulo no aparece, la privación de este puede acumular tal cantidad de “disposición interna a responder” (¿energía instintiva?) que pueden suceder dos cosas: 8 Los instintos, a diferencia de los reflejos también en esto, son “saciables” , es decir, son más difíciles de provocar tras varias estimulaciones repetidas que aquellos. 1. Que disminuyan los requerimientos o “condiciones” necesarias impuestas al estímulo para provocar la respuesta (p.e, las reacciones de los palomos que, al ser privados de sus hembras, son capaces de cortejar otros objetos sustitutorios tales como otras hembras diferentes, palomas disecadas, 19 pañuelos blancos arrugados, etc.) 2. Que la respuesta se produzca “en el vacío” es decir, sin que haya ningún estímulo que la desencadene (Konrad Lorenz, describe a este respecto, el ejemplo de un estornino cautivo, separado de sus congéneres desde su nacimiento y bien alimentado, de modo que, según él, jamás había tenido la oportunidad de cazar insectos: pues bien, de vez en cuando, y sin que mediase ningún estímulo externo, el pájaro volaba abriendo y cerrando el pico y, a continuación, se paraba, realizando movimientos de deglución de un insecto imaginario). Esto demuestra que el sistema nervioso de ciertos organismos, no necesita siempre ser excitado por estímulos externos, sino que puede actuar por propia iniciativa. Por ello, Konrad Lorenz decidió postular la existencia de una “energía específica de reacción” que se liberaría en presencia de los estímulos señal, acumulándose, por el contrario, en ciertos centros nerviosos específicos cuando estos no se presentasen. A este modelo se le denominó “modelo hidraulico”12 y proporciona una buena metáfora del modo como actuarían los instintos: 1 2 Por otra parte, cabe añadir que Niko Tinbergen, ha intentado precisar aún más el modelo de Lorenz, elaborando un modelo teórico más detallado sobre la organización funcional del s.n, basado en la existencia de distintos centros funcionales superiores relacionados entre sí mediante una estructura jerárquica. Incluimos aquí varias páginas de información adicional acerca de este modelo. 1.4.3. El modelo “hidráulico” de Konrad Lorenz: Según K. Lorenz, los instintos serían como un depósito de agua alimentado por un caudal continuo, el cual representa un aporte interno de “energía específica”.El nivel del depósito en un momento dado sería la cantidad de energía acumulada y la salida del líquido representaría la intensidad de la respuesta, que se manifestaría a través de una serie de “salidas” las cuales representan distintas respuestas de tipo motriz: estas respuestas constituyen una secuencia bien ordenada que se manifestará según la fuerza de la respuesta (es decir, sólo las respuestas 1 y 2, p.e, si la intensidad es pequeña, o toda la serie al completo, si esta es muy grande...). Así, según este modelo, la producción de respuestas o “pautas de acción fija” estaría regulada por los siguientes factores: 1. Por los estímulos externos, siempre que haya la suficiente “disposición a responder” (es decir, siempre que el animal no 20 21 esté saciado o en nuestra metáfora, siempre que el depósito no esté vacío...).Estos estímulos preprogramados actúan como auténticas “llaves” que “abren” el sistema, desencadenando las respuestas motrices. 2. Por el nivel de “energía específica” dado en cada momento (o, en nuestro ejemplo, por el nivel alcanzado por el líquido). Cuanto mayor es este nivel, menor es la cantidad de estímulos externos necesarios para provocar las respuestas y, a la inversa, si el nivel del “depósito” es bajo, las respuestas no se provocarían, sea cual sea la intensidad de la estimulación externa. Hay que señalar, además, que la acumulación de la energía interna (provocada, por ejemplo, por la privación continuada de los estímulos- señal), lejos de dejar “pasivos” a los animales, hace que su organismo se muestre cada vez más inquieto: esta inquietud se manifiesta en que inician movimientos espontáneos, sumamente variables, hasta que encuentran los estímulos que posibilitan la descarga instintiva. Estos movimientos invierten la situación normal: si las respuestas se siguen normalmente después de los estímulos (en el modelo de conducta representado por los reflejos), en el modelo de respuesta instintiva estas respuestas ocurren antes de encontrarlos (y, cabría añadir que “para” encontrarlos...). Esta es la razón principal deque los etólogos hallan efectuado la siguiente distinción entre dos tipos de conductas “instintivas”:3 -conductas apetitivas: respuestas o movimientos espontáneos suma- mente variables que aumentan la probabilidad de que el organismo encuentre los estímulos necesarios para desencadenar las respuestas motrices instintivas. -conductas consumatorias: conductas motrices sumamente estereotipadas, propias de la especie (también llamadas “pautas de acción fija”) que se emiten cuando por fin se encuentran los estímulos señal, siendo desencadenados por estos. 1.4.4. Estructura neurofisiológica de los instintos: En cualquier caso es un hecho que, aunque mucho más complejos que los reflejos, los instintos son conductas casi tan mecánicas y rígidas como aquellos. En tanto que conductas innatas, los instintos han debido surgir en la evolución de un modo muy similar al de los reflejos, es decir, por selección natural de ciertas mutaciones en el S.N. de los organismos4: el 3 Más adelante veremos la importancia de esta distinción para solucionar algunos de los dilemas que se le presentaron a los teóricos del conductismo respecto al condicionamiento operante.- 4 Un buen ejemplo de selección natural de un instinto podría ser el caso de la gaviota tridáctila, muy estudiado por Tinbergen.La mayoría de las especies de gaviotas instalan sus colonias y sus nidos en las playas.Pero la especie tridáctila, anida en un hábitat muy particular: las cornisas de los acantilados rocosos.Para adaptarse a este hábitat peculiar, en dicha especie se han modificado, por 22 problema es que, como ya se ha dicho, aún no conocemos bien la estructura neurofisiológica de las conexiones nerviosas que corresponden a este tipo de conductas, la cual debe ser, como fácilmente puede imaginarse, mucho más compleja que la de los reflejos.5 Lo único que podemos afirmar con seguridad, dado el estado el estado actual de nuestros conocimientos, es que – como ya se dijo en su momento- la mayoría de las conductas instintivas se localizan en el diencéfalo (el llamado “cerebro reptiliano”) y más concretamente en las estructuras del hipotálamo. Dejando de lado la imprecisión de nuestros conocimientos fisiológicos sobre este tema, es interesante señalar que la anterior distinción entre conductas apetitivas y consumatorias supone efectuar una distinción que creemos fundamental entre lo que se podría llamar la “energía” de los instintos (es decir, su intensidad) y la “dirección” que estos toman ( es decir, la manera en que se descarga esa energía) muy similar a la que hacía Clark Hull en su teoría homeóstática de la motivación.. Como hemos visto, las pautas motrices de acción fija (conductas consumatorias) podrían ser consideradas como la “dirección”, genéticamente pre-programada, que toma la energía instintiva acumulada en algunas situaciones: así, un águila hambrienta actuará con rapidez tanto frente a la visión de un conejo como frente a la de una paloma (estímulos señal), sin embargo, las respuestas motrices que emita (es decir la “técnica de caza”) y que están genéticamente programadas serán, en cada caso, distintas. Para cazar al roedor, el águila tratará de sorprenderlo mediante un vuelo rasante sobre las copas de los árboles, en evolución muchas de las pautas que constituyen el acervo genético común a todas las gaviotas.Por ejemplo, cuando una gaviota común qiuere apaciguar la agresividad de su oponente en el combate, gira la cabeza en dirección opuesta a aquella en la que se encuentra el otro individuo.En cambio, cuando un polluelo se ve amenazado por algún adulto, huye a refugiarse en cualquier escondrijo. Sin embargo, los polluelos de la especie tridáctila, confinados en las estrechas cornisas de los acantilados, cuando son amenazados no huyen, sino que giran la cabeza como hacen los adultos .La explicación está en que la selección natural ha eliminado aquellos polluelos que mostraban la tendencia -normal- a huir en cualquier dirección, y, por el contrario, ha favorecido a aquellos otros cuyos genes provocaban el desarrollo precoz del gesto de apaciguamiento de los adultos. 5 No obstante, parece un hecho comprobado que el s.n no siempre necesita ser excitado por estímulos externos o internos, sino que, por decirlo así, puede actuar también por propia iniciativa: es más, ya se han dado ciertas confirmaciones experimentales de esta actividad espontánea del s.n, concremente, las realizadas por Von Holst en 1935. Este fisiólogo operó a una anguila, separando mediante una incisión su encéfalo del resto de la médula espinal. Seguidamente separó los nervios dorsales de la médula mediante otras incisiones, de modo que esta no podía recibir ya ningún estímulo, ni interno, ni externo. En estas condiciones de ausencia total de estimulación, la anguila seguía realizando en el acuario su típico movimiento ondulatorio de desplazamiento. Es por ello por lo que, a partir de entonces, los fisiólogos especulan con la posibilidad de que exista algún tipo de de mecanismo neuronal que explique esta actividad espontánea, y para ello han postulado dos tipos de hipótesis: 1.Que exista un tipo especial de neuronas que se carguen automáticamente, produciendo impulsos nerviosos sin necesidad de ser excitadas externamente, al contrario de lo que ocurre con las demás neuronas. 2.Que exista un tipo particular de circuitos neuronales (llamados “circuitos oscilantes”), en los cuales la señal nerviosa que transmiten vuelva a excitar las neuronas situadas al comienzo del circuito, repitiéndose la emisión de la señal. tanto que, para cazar a la paloma el águila utilizará el típico vuelo “en picado” No obstante, como veremos más adelante, nada impide que la “dirección” de los instintos, es decir, la manera en que estos se descargan, sea en otros casos aprendida, no estando genéticamente determinada: en el mismo caso, p.e., una persona hambrienta tendrá múltiples modos de satisfacer su hambre (cazando con arco y flechas, o con escopeta ; yendo al supermercado, o al frigorífico; con palillos, o con cuchara y tenedor...etc) dependiendo de la educación que haya recibido, de sus experiencias personales y de la situación en la que se encuentre en cada momento...Posteriormente veremos la importancia que tiene esto para solucionar algunos de los dilemas que se le plantearon al conductismo ( ver el apartado dedicado a los aprendizajes por “condicionamiento operante”). En cualquier caso, la polémica sobre los instintos sigue abierta: no sólo desconocemos sus bases fisiológicas, sino que tampoco sabemos cuántos y cuáles son realmente los centros funcionales superiores de los que dependen las pautas de acción fija. Hasta el momento, los etólogos se han limitado a describir estas evitando caer en generalizaciones apresuradas o en una excesiva teorización. Sin embargo, parece obvio que las funciones esenciales de los instintos se relacionan con la conservación y supervivencia del individuo y de la especie, mediante la regulación de actividades vitales básicas como la alimentación, la reproducción (ritos de cortejo y apareamiento), el cuidado de las crías, la agresividad (comportamientos territoriales y jerárquicos), los impulsos migratorios y los comportamientos comunicativos. 1.4.5. Conductas instintivas en el hombre: Es un hecho que, en la medida en que los seres humanos somos animales evolucionados, tenemos que compartir con nuestros antepasados ( y, especialmente, con los primates) algunos comportamientos innatos, tanto reflejos como instintivos, filogenéticamente heredados. Aunque, como vamos a ver en seguida, la conducta de los animales ha evolucionado hasta hacerse cada vez más flexible y más capaz de 2324 aprender (alcanzando en el hombre el grado máximo de estas capacidades), las conductas de tipo innato no sólo no han desaparecido, sino que han constituido los “cimientos” a partir de los que se han desarrollado las conductas adquiridas. No es extraño, por tanto que los etólogos hayan intentado extrapolar sus descubrimientos al hombre (fundando una rama de su ciencia a la que han dado el nombre de “etología humana”): nos separan de los animales siglos de evolución cultural, pero, en las características propiamente zoológicas, somos y funcionamos de manera similar. Dicho de otro modo: por muy inteligente y capaz de aprender que sea el ser humano, la teoría de la evolución nos lleva a la conclusión de que no puede existir un abismo, como se pensaba tradicionalmente, entre nosotros y los animales, sino simplemente una “diferencia de grado”. Cuando decimos que una característica de un animal es homóloga a la de otro, queremos expresar que existe entre ellas una relación genética y un origen común. Pues bien, el comportamiento de las especies que tienen un parentesco genético cercano entre sí (es decir, que proceden unas de otras o que tienen antepasados comunes) también presenta semejanzas. De hecho, no sólo tenemos en común con los animales muchos de los impulsos básicos de nuestra naturaleza (alimentación, sed, impulsos sexuales etc) sino que, concretamente, también tenemos muchos comportamientos y expresiones comunicativas homólogas a las de los primates, lo que demuestra su origen instintivo. El número de estos comportamientos es muy superior al que suponen algunos psicólogos de orientación conductista: a partir de la observación de niños sordos y ciegos de nacimiento (que no han podido aprender tales conductas), así como de infinidad de culturas humanas, etólogos como Iräneus Eibl- Eibesfeldt han podido demostrar el carácter innato de, por ejemplo, los reflejos de prensión y succión de los bebés, así como el carácter instintivo de la sonrisa, la risa y el llanto, las expresiones de ira (como el pataleo o el ceño fruncido ) o las de rubor y vergüenza (como taparse la cara con la mano), algunas de las cuales se pueden observar ya en numerosas especies de simios. Lo mismo puede decirse de algunas expresiones de saludo (como el levantar las cejas cuando se saluda a distancia (ver figura), o el mostrar la palma de la mano abierta), rituales de apareamiento (como el abrazo o el beso, derivado, al parecer de los comportamientos de las madres con las crías, a las que se alimenta con la boca) u otras expresiones de relación y comunicación social (como el aseo mutuo).Concretando más, incluso algunas expresiones culturales (que varían de unos pueblos a otros en algunos aspectos) podrían estar fuertemente condicionados por un origen genético como puede observarse en la evolución de las hombreras en los atuendos militares EL DETERMINISMO GENETICO Y LA GENETICA DE LA CONDUCTA La cuestión de hasta qué punto están determinadas genéticamente las diferencias de temperamento y carácter que se observan a nivel individual en la especie humana sigue siendo objeto de una ardua polémica científica: la que enfrenta a los deterministas genéticos, por un lado y a los deterministas ambientales por otro. El primo de Charles DARWIN, el famoso antropometrista (y uno de los principales valedores del determinismo genético), FRANCIS GALTON defendía que todas las capacidades humanas eran heredadas de la misma manera que el color de los ojos o del pelo. Por el contrario, científicos tan importantes como KAMIN, ROSEN Y LEWONTIN parten del punto de vista opuesto: cualquier capacidad es para ellos adquirida y por tanto, el determinismo genético no es más que una coartada ideológica para justificar posturas reaccionarias, racistas e inmovilistas. La GENÉTICA DE LA CONDUCTA es un área interdisciplinar: una mezcla de genética y de ciencias del comportamiento. Campo de estudio: le interesa saber, ya que existen diferencias interindividuales, a qué son debidas (factores genéticos y/o factores ambientales). El problema es que este interés genera muchas controversias. Muchos de estos problemas surgieron a principios del siglo con el conductismo, que decía que 25 26 toda conducta es resultado del ambiente; la herencia no tenía para ellos ningún peso. A lo largo del siglo surgieron estudios, en réplica al conductismo, que sí reconocer factores hereditarios. La verdad es que genes y ambiente no se excluyen, sino que interactúan. En definitiva, lo que importa a la Genética de la Conducta es no sólo el gen, sino también la vía por la que éste va a influir en la conducta. Concepto de «heredabilidad». Es un parámetro estadístico. Presenta los factores genéticos que influyen en la varianza interindividual de la conducta. Ejemplo: si tenemos el 70% de heredabilidad referido a un caracter, lo que nos indica es que los genes explican la varianza en un 70%. Los genes actúan a través de intermediarios fisiológicos (neuronas, neurotransmisores...). Una proteína (cuya información viene incluida en un gen) no explica por sí misma una conducta. El ambiente actúa sobre los intermediarios fisiológicos, de modo que siempre hay un factor ambiental en la conducta. Ejemplo de factor ambiental: Fenilcetonuria. Es una enfermedad genética que consiste en que el gen encargado de fabricar la enzima que degrada un aminoácido (la fenilananina) no está bien. Esto causa una mayor concentración de este aminoácido en sangre y una consiguiente disminución de la concentración de los demás, lo cual se traduce en un retraso en el desarrollo. Teniendo en cuenta que la fenilananina se encuentra en determinados alimentos, mediante una dieta apropiada (control ambiental) se puede evitar el retraso que la fenilcetonuria puede acarrear. Propósito y técnicas de la Genética de la Conducta Propósito: conocer la base genética y ambiental de las diferencias interindividuales en la conducta de los organismos. Técnicas en animales • Estudio de familias: la conducta se parece más entre parientes (las conductas que se presenten en común podrá decirse que se heredan). Hay una pega, y es que los ambientes para los familiares son los mismos, así que no es difícil que se incluya como genético un efecto que en realidad es ambiental. • Estudio de cepas: fue lo que hizo MENDEL. Cruzar animales consanguíneos para conseguir una igualdad genética. Teniendo esta igualdad genética tendremos animales que serán iguales en alelos distintos de un gen. Dado que tenemos individuos iguales, si los introducimos en ambientes distintos, tendremos que toda la diferencia se debe al ambiente. • Crianza selectiva: se trata de seleccionar a los individuos en base a rasgos de conducta. El emparejamiento sería entre individuos que tuvieran los rasgos óptimos que a nosotros más nos interesan. Hay un problema, y es que, en muchos casos, estamos seleccionando rasgos que no controlamos. Es decir, junto con el rasgo que nos interesa, seleccionamos sin darnos cuenta otros. Estos otros factores incontrolados pueden explicar también una parte importante de la varianza. Técnicas en humanos • Estudio de familias: igual que en el caso de animales. • Estudio de gemelos: se aprovecha un rasgo importante, y que es azaroso. Hay 2 tipos de gemelos: homocigóticos (idénticos) y fraternos (no idénticos). Los homocigóticos comparte más base genética que los fraternos. Si observamos casos de los 2 tipos y vemos que las correlaciones son mayores entre los idénticos, se explicará que es en virtud de su mayor similitud en cuanto a genes. La correlación es mayor entre idénticos, por ejemplo, en cuanto a la esquizofrenia. De ahí se deduce que en esta psicopatología hay un importante componente genético. • Estudio de adopciones: por ejemplo, en CI, la correlación entre madres 27 naturales y sus hijos es mayor que entre madres adoptivas y sus hijos adoptados.Como ya hemos dicho se aprovechan azares de la naturaleza para medir la influencia de las diferencias ambientales. 2.LAS CONDUCTAS ADQUIRIDAS: EL APRENDIZAJE 2.1. LOS REFLEJOS Y EL MEDIO AMBIENTE: INSUFICIENCIAS DE LAS CONDUCTAS INNATAS. Es evidente que en un medio ambiente tan cambiante e inestable como el terrestre, la solución adaptativa que suponen las conductas innatas no tenía mucho futuro. En efecto, no puede haber un reflejo o una pauta de acción fija genéticamente codificada en el sistema nervioso de los organismos para cada estímulo potencialmente perceptible (aunque a nadie se le escapa que esto supondría un adaptación prácticamente perfecta al medio) y ello por pura imposibilidad material: sencillamente, ni en el más voluminoso de los sistemas nerviosos concebibles cabría una cantidad tan numerosa de conexiones nerviosas (por definición, si el nº de estímulos nerviosos perceptibles es casi infinito, las conexiones fijas innatas también habrían de serlo). Pero es que, además, los reflejos e instintos son adaptaciones muy especializadas a un medio ambiente muy concreto y, por tanto son útiles al organismo en tanto no se produzcan cambios muy radicales en ese medio6. Si a eso añadimos que la mayoría de los reflejos y de las pautas de acción fija carecen de la capacidad de anticiparse a la presencia de los estimulos desencadenadores ( pues solo se disparan cuando estos se hallan en contacto con el organismo, o muy próximos a él ) entonces no tendremos más remedio que concluir que, por muy perfectas que sean las conductas innatas en su adaptación al medio, constituyen una solución bastante deficiente al problema de la supervivencia en un mundo tan variable como el nuestro. Tanto, que se puede decir que los organismos más simples (es decir, aquellos que dependen más de este tipo de comportamientos rígidos), sobreviven 6 Obviamente, este no es el caso más común. Para explicar esto, basta con pensar en el sgte ejemplo: de todos es conocido el hecho de que la mayoría de las ranas se alimentan de los insectos voladores que ponen sus huevos en las aguas estancadas, y que, para cazarlos estas disponen del reflejo de lanzar su lengua ante cada objeto centelleante que se presenta ante sus ojos (estímulo-señal) .Pues bien: ¿que ocurriría si por un cambio radical del medio (el uso de pesticidas, por ejemplo) tales insectos, súbitamente, desaparecieran (como de hecho está ocurriendo ya)...?. Lógicamente las ranas estarían condenadas a la extinción total (pues su cerebro no está preparado para aprender a cazar otro tipo de animales)...o, como mucho a cambiar radicalmente como especie mediante la selección de algunas mutaciones afortunadas que estuviesen dotadas de un repertorio distinto de conductas innatas, más adaptado a la nueva situación .Otra posibilidad es que tales mutaciones les dotaran de un cerebro más grande y más capaz de aprender, lo cual aumentaría aun más sus posibilidades de supervivencia. Dejando a un lado esta especie de “biología- ficción” esta última vía es la que parece haber seguido la vida cuando se ha encontrado con este tipo de dilemas. 28 como especies sólo al precio de la muerte de millones de individuos. Un precio que, todo hay que decirlo, pueden permitirse pagar, dado su altísimo potencial reproductivo... Más o menos, estas son las razones que explican el hecho de que tales organismos, finalmente, evolucionaran hasta dar lugar a especies que, aún conservando este tipo de conductas, disponían de un sistema nervioso algo más grande y complejo, el cual les permitía una mayor capacidad de aprendizaje, entendiendo por tal una adaptación de la conducta a las circunstancias, no ya colectiva sino individual, y, por tanto, mucho más rápida y flexible que la que suponen las conductas innatas. Es decir, un mayor nivel de flexibilidad o “plasticidad conductuales”: recordemos que si las conductas innatas son tan rígidas e invariables es porque se disparan únicamente ante los estímulos para los que están genéticamente programadas (y sólo ante ellos) y que, si estos no aparecen o aparecen otros distintos, no se disparan. Pues bien, lo que queremos decir cuando decimos que las conductas adquiridas son plásticas y flexibles es que, mediante ellas, los organismos son capaces de responder no a un sólo estímulo, sino a varios. Del mismo modo, los organismos capaces de aprender no emiten un repertorio de respuestas fijas, sino que son capaces de emitir una gran variedad de respuestas. Como veremos, estas habilidades no surgen de la nada, sino que tienen como requisito previo el desarrollo de un cortex cerebral, dotado de un mayor número de conexiones neuronales que permita el establecimiento de conexiones nuevas y más complejas Como vamos a ver en seguida, la corriente psicológica que más se ha ocupado en nuestro siglo del estudio de los procesos de aprendizaje ha sido, sin duda alguna, la Escuela Conductista, cuyos teóricos (Paulov,Watson, Thorndike, Skinner etc) también se han esforzado, a su manera, por encontrar lazos evolutivos entre la conducta animal y la humana: así, si los etólogos demostraban que el hombre también tiene instintos genéticamente preprogramados, los conductistas (quienes, como hemos dicho, durante mucho tiempo negaron la existencia de estos) se afanaban en demostrar que los animales, al igual que el hombre, tienen una limitada pero indudable capacidad de aprendizaje a partir de la cual debieron desarrollarse las facultades superiores humanas. Fue así como, en el transcurso de sus investigaciones descubrieron y conceptualizaron los principales tipos de aprendizaje asociativo: los llamados aprendizajes por “condicionamiento respondiente” (descubierto por Iván Paulov) y por “condicionamiento instrumental u operante” (cuyos principales teóricos fueron Thorndike y Skinner).Cada uno supone un peldaño más en esa evolución de la conducta que estamos estudiando y que en los apartados siguientes intentaremos hilvanar con la propia historia de los planteamientos conductistas. 29 ¿QUÉ ES "APRENDER"?: EL CONCEPTO DE APRENDIZAJE 1. Aprendizaje, maduración y desarrollo Antes de comenzar con cualquier desarrollo teórico, es importante hacer claridad sobre algunos conceptos de utilidad en el futuro. Por una parte se entiende la maduración como el desarrollo de patrones comportamentales preconfigurados biológicamente y que tienen lugar de acuerdo al avance en la edad cronológica del individuo. Por otro lado aparece el concepto de desarrollo como el conjunto de patrones biológicos y medioambientales de crecimiento y cambio durante la vida. Esto permitirá establecer, en el futuro, las relaciones que sean pertinentes con respecto al concepto de aprendizaje. El Aprendizaje Existe una cierta variedad de definiciones en torno al concepto de aprendizaje, pero buscando un punto intermedio se define, en general, como una modificación en el comportamiento resultado de la experiencia. Algunas otras definiciones ilustran distintas concepciones del término aprendizaje, tanto desde el punto de vista teórico como práctico (biológico): • "Consideramos que aprendizaje es cualquier cambio sistemático de la conducta, sea o no adaptativo, conveniente para ciertos propósitos, o que esté de acuerdo con algún otro criterio semejante". (Bush y Mosteller, 1955) • "El aprendizaje es una modificación en incremento de la conducta más o menos permanente, que es resultado de la actividad, del entrenamiento especial o de la observación". (Munn, 1955) • "Podemos definir el aprendizaje diciendo que es el proceso que se manifiesta en cambios adaptativos de la conducta individual a resultado de la experiencia". (Thorpe, 1956) • "Aprendizaje es el proceso de formación de circuitos nerviosos relativamente permanentes a través de la actividad simultánea de los elementos del circuito queva a establecerse; tal actividad se refiere a un cambio en la naturaleza de las estructuras de la célula, a través del crecimiento, de tal manera que se facilite la activación del circuito entero cuando un elemento componente es excitado o activado". (Bugelski, 1956) Diferencias y relaciones. De acuerdo a las definiciones anteriores, resaltan algunas diferencias notorias. Por una parte, la maduración es un proceso cuya ocurrencia es resultado de la información genética y sobre el cual el individuo conscientemente no tiene ninguna influencia (salvo que biológicamente se produzca algún tipo de alteración), a diferencia del desarrollo que se encuentra estrechamente ligado con patrones cognitivos, medioambientales y sociales del individuo. De ahí que éste sea un proceso diferenciado y dependiente de una suma de variables más complejas, a diferencia de la maduración que es un tanto más predecible. De lo anterior se desprende una relación existente entre el aprendizaje y el desarrollo: Los patrones de crecimiento y cambio cognitivo pueden ser aprendidos de acuerdo a la presencia de un conjunto de influencias: la moral, las costumbres, la alimentación, el sistema educativo, las condiciones medioambientales (disponibilidad de recursos, adaptación al medio, relaciones con el medio, etc.), las relaciones económicas, etc.; esto, como un todo, configura un marco de referencia para el proceso de desarrollo de un individuo. 30 2. CONDUCTAS INNATAS Y APRENDIDAS Comenzaremos diciendo, pues, que el aprendizaje lleva siempre consigo una modificación de la conducta. El aprendizaje es un cambio relativamente permanente en el comportamiento, que ocurre como resultado de la experiencia. Es muy difícil saber como se ha producido este cambio en el interior del sujeto o incluso si se ha producido, pues, como afirman los miembros de la escuela conductista nosotros lo único que podemos observar es el comportamiento que aparece después del aprendizaje: lógicamente, esto es una grave limitación a la hora de investigar este tipo de conductas. Como sabemos, hay dos tipos de conductas que no aprendemos (innatas) y que son: • Los instintos Son pautas de conducta relativamente complejas, determinadas biológicamente y muy importantes para la supervivencia de las especies. • Los reflejos Conductas simples que aparecen involuntariamente a ciertos aspectos del ambiente. Por otra parte hay cambios que no son debidos a la experiencia, se conocen como el aprendizaje pre-asociativo y los más fáciles de entender son : • La sensibilización aumento de la respuesta a un estímulo debido a la presentación repetida de este. • La habituación disminución y eventual desaparición de reacciones como consecuencia de su repetición. Por ejemplo: Llega un momento que aunque vivas en una casa con mucho ruido dejas de oírlo. Según Thorpe, el aprendizaje debe ser definido de la siguiente manera: es el proceso que se manifiesta, a través de cambios adaptativos, en la conducta individual como resultado de la experiencia. Todos los animales, hasta los más primitivos, son capaces de un cierto aprendizaje basado en la aptitud de cada animal en cambiar o modificar, sobre la base de la experiencia, su comportamiento, adaptándolo al momento y al lugar en que esta viviendo. Según Aubre Manning, la pregunta que debemos plantearnos con la máxima seriedad y rigor al estudiar el comportamiento es : ¿como llega la conducta de un animal a ajustarse tan adecuadamente a su medio normal?. Para contestar, esta pregunta, debemos decir que hay dos medios fundamentales, lo instintivo y lo aprendido. Podemos entonces decir, que la conducta instintiva evoluciona en forma gradual, igual que las características estructurales, y la selección natural la va modificando, a fin de que se ajuste al medio lo mejor posible. O sea, que constituye una especie de "memoria que se transmite, de generación en generación", si bien es cierto que se trata de una memoria genética, propia de la especie y generada por selección natural. Así pues puede ocurrir que el animal nazca con unas respuestas heredadas, pero también puede ocurrir, que en lugar de eso, nazca con capacidad para modificar su conducta, a la luz de su experiencia y a medida de que va creciendo. O sea, que aprenda cuales son las respuestas que proporcionan los mejores resultados prácticos, y varíe su conducta de acuerdo a eso. Esto último es el aprendizaje en sentido estricto, o sea que para definirlo concretamente, podemos decir "que tanto el instinto como el aprendizaje aseguran la conducta adaptativa, el primero a través de la selección que opera a 31 lo largo de la historia de una especie, y el segundo a lo largo de la historia individual". Hay que tener presente, que cuanto mayor sea lo heredado, es decir, cuanto más completos sean los caracteres genotípicos ( conjuntos de caracteres hereditarios de un individuo, ligados a los genes, que constituyen un patrimonio inmutable propio de la especie), y más completo es el bagaje genético, tanto mayor será la capacidad para adquirir nuevas experiencias. Es decir, que no es igual la capacidad de aprendizaje que tienen aquellos individuos que heredan de su especie un sistema nervioso más simple, que la de aquellos que poseen un sistema más grande, centralizado y complejo. Como decía el Premio Nobel Dr Konrad Lorenz : "Lo adquirido es totalmente distinto de lo heredado, es cierto que hay mucho de heredado en lo adquirido. Lo que no es cierto, es que siempre haya algo adquirido en lo heredado" ENFOQUES TEÓRICOS DEL APRENDIZAJE EN LA PSICOLOGÍA CONTEMPORÁNEA Enfoque Mecanicista-Conductista (Teorías E–R) Los aspectos centrales de esta teoría se relacionan directamente con los conceptos de Estímulo (E) y Respuesta (R) y la correspondencia que existe entre estos. La conducta se explica como el trámite entre los estímulos que inciden sobre un organismo y las respuestas subsiguientes. El aprendizaje, es en últimas, la modificación más o menos duradera de la relación entre estímulo y respuesta. Una respuesta puede ser cualquier ítem de conducta, mientras que un estímulo puede ser cualquier sensación. Los teóricos mecanicistas suponen típicamente que todas las respuestas son producidas por estímulos. Estas conexiones son nombradas de distinta forma: hábitos, nexos de estímulo– respuesta y respuestas condicionadas. No obstante, siempre existe una concentración sobre las respuestas que ocurren, sobre los estímulos que las producen y sobre las maneras en que la experiencia cambia estas relaciones entre estímulos y respuestas. La tendencia a una u otra teoría puede depender del tipo de aprendizaje que se desee analizar. Las teorías mecanicistas se prestan para una mayor precisión y concuerdan mejor con un enfoque científico unificado. Enfoque Cognitivo Como ya se ha dicho, las experiencias de los teóricos del modelo mecanicista se centran en situaciones donde la identificación de estímulos y respuestas no crea dificultades. El enfoque cognitivo, por el contrario, va más allá y han subrayado el aprendizaje y la conducta en circunstancias más complejas, centrando su atención en aspectos "intuitivos" de la conducta, en el sentido de que la conducta apropiada hace su aparición de forma relativamente súbita, sin manifestarse un fortalecimiento gradual del enlace E–R –o una conducta dirigida hacia un fin predecible e intencionado–. Los teóricos cognitivos hablan más del aprendizaje de situación que del aprendizaje de respuestas, más del desarrollo de cogniciones que de los vínculos E–R. Las teorías cognitivas prestan especial atención a las situaciones del aprendizaje en las que se produce lo que comúnmente se denomina "conocimiento"; también subrayan los aspectos finalistas e intencionados de la conducta, aunque no aportan un modelo concreto de cómo trabaja el conocimiento o la intención. El enfoque cognitivo ha introducido algunosotros conceptos en contra del modelo mecanicista. Así, las situaciones que implican "expectancia" se abordan proponiendo 32 la existencia de una respuesta anticipatoria de la meta, una respuesta que esencialmente es un fragmento de la respuesta total dada en presencia de la meta, que hace su aparición prematuramente, y que media una conducta anticipatoria. El concepto de interacción nerviosa aferente reconoce que los efectos neuronales inmediatos de la estimulación externa pueden combinarse e interactuar de diferentes modos antes de evocar una respuesta; es decir, reconoce algún tipo de organización perceptual como estadio de la génesis de una conducta. Enfoques Actuales Para los especialistas que, liderados por Jaques Delors, elaboraron el último informe de la UNESCO, los cuatro pilares de la educación del tercer milenio, son: aprender a aprender, aprender a conocer, aprender a hacer y aprender a comprender al otro. Con la invención del transistor en 1948 se ha desarrollado una revolución computacional que ha estimulado la explosión en el crecimiento del conocimiento y la acumulación de información. "Pensar entonces en comenzar a informar de avanzados temas a los niños desde edades tempranas no es idea descabellada ni imposible, es necesaria y factible, porque además, ahora hay que transmitirles en el mismo tiempo mucha más información y conocimientos que antes. Por supuesto, con el sistema de enseñanza que se emplea actualmente no se logra, ni con las teorías de aprendizaje que hasta hace un tiempo existían, llámese conductismo o cognitivismo, con sus escuelas y posiciones teóricas. Ya se han estudiado y elaborado muchas teorías sobre el aprendizaje que por supuesto van orientadas a un aprendizaje apoyado por la computadora". La consolidación de interfaces gráficas y el fortalecimiento de los aditamentos de hardware de las nuevas herramientas informáticas, han ampliado la perspectiva del aprendizaje en un contexto saturado de información que a su vez se sigue "inflando". Las nuevas potencialidades de la computadora deber aprovecharse para presentar, representar y transformar (simular) la información, y para inducir formas específicas de interacción y cooperación (a través del intercambio de datos y problemas vía red). Estas concepciones conducen a un conjunto de nuevas teorías y conclusiones que no sólo se limitan a la computadora como herramienta esencial en el nuevo esquema de aprendizaje, sino que se amplían a instancias tales como los medios de comunicación –en especial la televisión– y los recursos educativos a distancia –internet, videoconferencia, etc.–. El nuevo aprendizaje implica las siguientes variables: • El aprendizaje es un proceso acumulativo que se basa en lo que los aprendices ya conocen y saben hacer, y en la posibilidad que estos tienen de filtrar y seleccionar la información que consideren relevante en el medio para redimensionar su conjunto propio de habilidades. • El aprendizaje es autorregulado indicando con esto que el aprendiz es consciente de su propia manera de "conocer" –el aprendizaje adquiere una dimensión metacognitiva– y en consecuencia, menos dependiente de esquemas e instrucciones "educativas" exógenas. • El aprendizaje se dirige a alcanzar metas porque el aprendiz tiene una conciencia clara de los logros que busca y de la autodeterminación que requiere para alcanzarlos. • El aprendizaje es un proceso que requiere colaboración, no es exclusivamente una actividad mental, sino que comprende la interacción con el medio ambiente social y natural. • El aprendizaje es individualmente diferente y por tanto los estudiantes varían entre unos y otros. Esto plantea un serio interrogante al esquema tradicional de la escuela que desconoce las diferencias entre los alumnos y asume que todos tienen las mismas aptitudes, inclinaciones, contextos, concepciones, estilos cognitivos, etc. La omisión de esta circunstancia limita el alcance de los modelos educativos y desvirtúa el valor intrínseco de las "leyes del aprendizaje". En suma, las nuevas teorías en torno al aprendizaje intentan desligarse de lo 33 meramente operativo y determinístico, que ha sido la característica más relevante de las teorías hasta ahora desarrolladas. El entendimiento del aprendizaje como un proceso multivariable e individual platea un nuevo desafío a la investigación; ya no sólo es cuestión de limitar el análisis a la identificación de las causas y los efectos, sino ampliar el concepto al estado emocional, físico, emotivo y sociocultural del individuo. 2.2. EL APRENDIZAJE “ASOCIATIVO”: Antes de estudiar detalladamente las citadas modalidades de aprendizaje conviene explicar qué es lo que tienen en común, es decir, por qué las agrupamos bajo el rótulo de “aprendizajes de tipo asociativo”.A diferencia de los organismos inferiores, los organismos capaces de aprender pueden, por ello mismo, predecir o preveer (es decir, anticiparse) a ciertos acontecimientos. En efecto, un animal tan simple como la mosca (que ni siquiera tiene un sistema nervioso centralizado en un “cerebro”) sólo levanta el vuelo (respuesta innata) cuando ya se le viene encima el matamoscas (estímulo incondicionado) y ello incluso cuando ya haya sufrido varias veces la desagradable experiencia. Por el contrario, un animal mucho más evolucionado, con una corteza cerebral desarrollada, como un perro que haya sido maltratado, puede sentir miedo (respuesta refleja) y huir ante la presencia del hombre que le maltrató (estímulo) mucho antes de que este haya llegado a acercarse a él para amenazarle. Por decirlo así, el perro ha aprendido a predecir o anticiparse al dolor del golpe (y a evitarlo) porque ha aprendido a asociar que ciertos estímulos (“un hombre armado con un palo”= estímulo condicionado, abreviado, “E.C”) suelen aparecer antes que otros (“dolor” = E.I.C). En realidad, por decirlo así, existen dos clases de “predicciones” que los organismos podemos aprender a efectuar: 1. La “predicción” acerca de qué estímulos suelen suceder en el tiempo a otros estímulos (asociación de tipo E-E: de esta clase son los aprendizajes por condicionamiento “respondiente”) 2. La predicción acerca de qué estímulos sucederán en el tiempo a nuestras propias respuestas (asociación de tipo R- E: de esta clase son los aprendizajes por condicionamiento “instrumental u operante”). 34 O, dicho de otra manera: los organismos pueden conocer tanto los efectos que el medio tiene sobre su conducta (conocimiento del medio), como los efectos que su propia conducta tiene sobre el medio. Al primer tipo los psicólogos también lo denominan aprendizaje “por señales” (la asociación reiterada de dos estímulos convierte a uno en señal del otro). El segundo, por su parte, es conocido también como aprendizaje “por consecuencias” (si una respuesta tiene consecuencias positivas, entonces tal respuesta se repetirá en el futuro). Ambos se consideran aprendizajes asociativos porque en ellos lo único que hace el animal es asociar estímulos de una manera totalmente mecánica, es decir, de un modo no mental, por paradójico que esto pueda parecer: en efecto, con sus investigaciones, los conductistas demostraron que los animales pueden aprender muchas cosas sin que por ello pueda decirse que sus aprendizajes sean inteligentes y conscientes. Veámoslo. 2.1. EL APRENDIZAJE POR “CONDICIONAMIENTO RESPONDIENTE” (también llamado “Condicionamiento Clásico o Pauloviano) La escuela conductista de psicologia tiene su punto de arranque en los trabajos del gran fisiólogo ruso, Iván P. Paulov (1849-1936),uno de los padres fundadores de la moderna psicología experimental, cuyo principal descubrimiento posiblemente fue el de la posibilidad de condicionar determinadas respuestas reflejas en algunas especies animales. Conviene tener siquiera una idea de en qué consistieron sus estudios sobre este tema, a fin de comprender
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