Terapia de Aceptación y Compromiso ACT como Enfoque Conductual

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Terapia de Aceptación y Compromiso ACT como Enfoque 
Conductual 
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas 
en inglés) es un enfoque terapéutico que combina elementos 
de la terapia conductual y la terapia cognitiva. La ACT se 
centra en promover la aceptación de las experiencias 
humanas, incluyendo pensamientos, emociones y 
sensaciones, y en fomentar la acción comprometida hacia los 
valores personales. En este texto, exploraremos la Terapia de 
Aceptación y Compromiso y cómo se utiliza como enfoque 
conductual. 
La ACT se basa en seis procesos fundamentales: 
Aceptación: En la ACT, se promueve la aceptación de las 
experiencias internas, incluyendo pensamientos y 
emociones, en lugar de luchar contra ellas o intentar 
suprimirlas. La idea es que la lucha contra las experiencias 
internas puede generar más sufrimiento. 
Defusión: Defusión se refiere a la capacidad de separar los 
pensamientos de la realidad. 
 
 
En lugar de identificarse plenamente con sus pensamientos, 
las personas aprenden a observarlos como eventos mentales 
que no definen quiénes son. 
El yo observador: La ACT fomenta la conciencia del "yo 
observador", una parte de la persona que puede observar sus 
pensamientos y emociones sin ser atrapada por ellos. Esto 
promueve una mayor perspectiva y distancia de las 
experiencias internas. 
Claridad de valores: En la ACT, se alienta a las personas a 
identificar sus valores personales, lo que es realmente 
importante para ellas en la vida. Los valores actúan como guía 
para la toma de decisiones y la acción comprometida. 
Acción comprometida: La ACT se enfoca en tomar acciones 
que estén alineadas con los valores personales, incluso 
cuando se experimentan pensamientos y emociones difíciles. 
El compromiso con acciones significativas es un aspecto 
central de la terapia. 
 
 
 
Contexto y aceptación: La ACT enfatiza la importancia de 
considerar el contexto y el entorno en el que se producen los 
pensamientos y emociones. Esto ayuda a las personas a 
comprender mejor por qué experimentan ciertas reacciones 
internas. 
La Terapia de Aceptación y Compromiso se ha aplicado en 
una amplia variedad de contextos terapéuticos, incluyendo el 
tratamiento de la ansiedad, la depresión, el estrés, el dolor 
crónico y trastornos alimentarios, entre otros. También se ha 
utilizado en entornos de terapia individual y grupal. 
Un aspecto fundamental de la ACT es que no busca eliminar 
o cambiar las experiencias internas, como los pensamientos 
negativos o las emociones dolorosas. En cambio, se centra en 
cambiar la relación de la persona con esas experiencias y en 
fomentar la acción comprometida hacia una vida que esté en 
línea con los valores personales. 
La ACT es un enfoque terapéutico que se ha vuelto cada vez 
más popular en la práctica clínica debido a su enfoque en la 
aceptación, la defusión y la acción comprometida. 
 
 
 
Se ha demostrado eficaz en el tratamiento de una variedad 
de problemas de salud mental y puede ser una opción valiosa 
para aquellos que desean una aproximación terapéutica 
basada en la aceptación y el compromiso con valores 
personales.