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19 EXPLORANDO EL MUNDO MICROBIANO UNID A D 1 EXPLORANDO EL MUNDO MICROBIANO E n ocasiones es imposible cumplir los postulados de Koch, y en esos ca- sos puede que la genómica establez- ca la relación causa-efecto de una forma diferente. Se han secuenciado miles de genomas microbianos, y estos han pues- to de manifiesto que los patógenos a me- nudo contienen unos genes distintivos que pueden usarse para identificarlos inequívo- camente en una muestra clínica sin nece- sidad de cultivarlos en el laboratorio. Esta tecnología ha mejorado notablemente la rapidez y la precisión de los diagnósticos. Aunque los métodos basados en la genó- mica se han utilizado principalmente para diagnosticar enfermedades en pacientes enfermos pero todavía vivos, también sir- ven para resolver misterios médicos anti- guos en los que tanto los enfermos como el patógeno a recuperar hacía tiempo que habían desaparecido. Un ejemplo excelen- te es el estudio que reveló el agente cau- sante de la peste negra. La «peste negra» arrasó Europa a media- dos del siglo XIV procedente de la penínsu- la de Crimea (en la actual Ucrania). Durante mucho tiempo se pensó que se había trata- do de un brote masivo de peste bubónica, una enfermedad normalmente mortal cuyo agente causante, Yersinia pestis (Figura 1) fue descubierto por el microbiólogo suizo Alexandre Yersin en 1894 y solo más tarde vinculado a la enfermedad mediante estu- dios con animales modelo. Sin embargo, en el caso de la peste negra, la conexión con Y. pestis no estaba clara, al menos por dos razones de peso. En primer lugar, este bro- te mortal y generalizado de la enfermedad (la peste negra mató aproximadamente a un la cepa que causó la peste negra duran- te los 660 años transcurridos desde enton- ces. Esto indica la gran importancia de otros factores —la escasísima higiene, una llega- da de ratas (las ratas transportan las pulgas portadoras de Y. pestis) y la malnutrición— en la intensificación del brote de peste negra en comparación con otras oleadas de pes- te menos extensas que azotaron Europa en otras épocas. De hecho, la peste negra es la pandemia de peste más devastadora que ha sufrido el mundo. Y al afectar a un área geográfica tan amplia, la cepa de Y. pestis de la peste negra pudo infectar una gran- dísima población de pulgas y ratas y que- dó firmemente arraigada, de manera que ha resurgido periódicamente desencadenando brotes localizados de peste bubónica, cuya trazabilidad se alcanza hasta la bacteria de la peste negra que hizo estragos hace más de medio milenio. En los países desarrollados, cada año se registran unos cuantos casos de peste. No obstante, hoy en día la peste entraña dos preocupaciones: además de tener que lu- char con la enfermedad natural, ¡debemos estar también en guardia frente al uso de Y. pestis como agente de bioterrorismo! 1Bos, K. I. et al. 2011. A draft genome of Yersi- nia pestis from victims of the Black Death. Natu- re 478: 506-510. Figura 1 Micrografía óptica de células de la bacteria Yersinia pestis en un frotis sanguíneo. Esta bacteria es el agente causante de la peste bubónica. Figura 2 Síntomas de la peste bubónica. El ennegrecimiento de la piel de los dedos del pie de esta víctima de la peste está causado por el sangrado interno (hemorrágico) debido a la infección sistémica con Yersinia pestis. tercio de la población europea) se produjo hace unos 650 años, y en segundo lugar, con frecuencia las descripciones históricas de los síntomas de las víctimas eran ambi- guas, lo que dejaba abierta la posibilidad de que otros patógenos pudieran ser los res- ponsables. Los estudios genómicos confir- maron que la peste negra fue un grave bro- te de peste, y el estudio publicado1 se ha convertido en un modelo de cómo la genó- mica puede contribuir a la investigación de las enfermedades. ¿Cómo se confirmó el vínculo entre la peste negra y la peste bubónica? En el tiempo de la peste negra, en el año 1349, se construyó un nuevo cementerio en East Smithfield (Inglaterra). De acuerdo con los registros de enterramientos, aquel cemen- terio se hizo específicamente para acoger a las víctimas de la peste negra, y en poco más de un año albergaba más de 2.500 cuerpos. No se hicieron más enterramien- tos. Un equipo de investigadores exami- nó los cadáveres extraídos del cementerio de East Smithfield sabiendo a ciencia cier- ta que todos los cuerpos habían sido vícti- mas de la peste negra. Gracias a ello, los científicos pudieron descartar otras causas de muerte1. La peste bubónica es una infección del sistema linfático causada por células de Y. pestis y transmitida a una persona por la mordedura de una pulga infectada. Las bacterias se multiplican en los nódulos lin- fáticos y forman dolorosas hinchazones lla- madas bubones, y desde allí las células viajan por todo el cuerpo y provocan la he- morragia de los tejidos, que, en consecuen- cia, se ennegrecen (de ahí el nombre pes- te negra) (Figura 2). A partir de muestras de dientes y huesos de restos humanos des- enterrados de East Smithfield, y usando un método para la «captura de DNA» de Y. pestis desarrollado a partir de estudios ge- nómicos previos del patógeno, un equipo internacional de investigación1 obtuvo DNA antiguo suficiente para reconstruir el geno- ma de la bacteria que causó la peste ne- gra. Al comparar este genoma con el pro- cedente de colonias de Y. pestis obtenidas de brotes recientes se resolvió el misterio que había detrás de esta devastadora en- fermedad medieval: la peste negra era en realidad peste bubónica. Análisis posteriores del genoma de Y. pestis de la peste negra mostraron que la cepa de la peste negra era el ancestro de todas las cepas modernas de Y. pestis, y que los genomas de las cepas modernas han evolucionado muy poco respecto de La peste negra descifrada 19 https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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