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650 E C O L O G Í A M I C R O B I A N A Y M I C R O B I O L O G Í A A M B I E N T A L Pseudomonas aeruginosa y las biopelículas Además de las actividades intracelulares desencadenadas por el c-di-GMP, para el desarrollo y el mantenimiento de las biope- lículas bacterianas es necesario que haya comunicación inter- celular. Por ejemplo, en Pseudomonas aueruginosa, un temible formador de biopelículas (Figura 19.8), las principales moléculas señalizadoras intercelulares son homoserinolactonas aciladas. A medida que estas moléculas se acumulan, indican a las célu- las de P. aeruginosa adyacentes que la población de esta especie está creciendo (es decir, que son una señal para la percepción de quórum, Sección 7.9). Entonces las lactonas señalizadoras controlan la expresión de los genes que contribuyen a la forma- ción de la biopelícula. Entre los genes activados se encuentran, en concreto, los que aumentan la concentración intracelular de c-di-GMP. La concentración elevada de c-di-GMP inicia la producción de polisacáridos extracelulares y disminuye la función flage- lar. Con el tiempo, si hay abundancia de nutrientes, las célu- las de P. aeruginosa pueden desarrollar microcolonias en forma de seta que pueden tener una altura de más de 0,1 mm y con- tener millones de células imbricadas en una pegajosa matriz de polisacárido (Figura 19.8). La arquitectura final de la biopelícula está determinada por muchos factores además de las molécu- las señalizadoras, como los factores nutricionales y el ambiente líquido local. En los pulmones de personas con fibrosis quística, que es una enfermedad hereditaria, se forman biopelículas de P. aeru- ginosa. En el estado de biopelícula, P. aeruginosa es dif ícil de tratar con antibióticos, y esto parece ayudar a las bacterias a mantenerse en los individuos con esta enfermedad. Como la mayoría de las biopelículas, la que se desarrolla en los pulmones de los enfermos de fibrosis quística contiene más de una especie bacteriana ( Capítulo 5, Explorando el mundo microbiano, «Pegarse o nadar»). Por tanto, además de la señalización intra- específica, probablemente también se produce una señalización interespecífica en los procesos de inicio y mantenimiento de las biopelículas que contienen más de una especie. En P. fluorescens, un organismo relacionado con P. aeruginosa que también forma biopelículas, el aumento de la concentración de c-di-GMP también favorece dicha formación. No obstante, la maquinaria de las biopelículas regulada por c-di-GMP en esta especie es muy diferente a la de P. aeruginosa. En P. fluorescens, los cambios en la secreción de c-di-GMP afectan a la secreción y la localización en la superficie celular de una proteína de adhe- sión grande llamada LapA, que ayuda a las células a fijarse a las superficies. Por ejemplo, en respuesta a una baja concentración de fosfato extracelular, las células de P. fluorescens mantienen una concentración baja de c-di-GMP de manera que se impide la localización de LapA en la membrana externa y, por tanto, se inhabilita el mecanismo de fijación necesario para iniciar la for- mación de la biopelícula. Si la concentración de fosfato sigue bajando en la biopelícula, la disminución asociada de la con- centración de c-di-GMP también provoca la activación de una proteasa que corta la LapA; esto libera las células ya adheridas y favorece su dispersión, con el fin de explorar hábitats cercanos en busca de nutrientes (Figura 19.6). Otras señales ambienta- les para la dispersión de P. fluorescens son la escasez de carbono o de oxígeno y los cambios de temperatura o de disponibilidad de hierro. que la señalización con c-di-GMP opera en múltiples niveles para modular la expresión génica y la actividad enzimática, por ejemplo, uniéndose a reguladores transcripcionales, a mRNA (ribointerruptores, Sección 7.15), y a proteínas específicas para alterar la actividad enzimática. Por ejemplo, el c-di-GMP se une a las proteínas que reducen la actividad del motor flage- lar, regula las proteínas superficiales necesarias para la fijación y media en la biosíntesis de los polisacáridos de la matriz extra- celular de la biopelícula. Figura 19.6 Formación de biopelículas. (a) Las biopelículas empiezan con la adhesión de unas pocas células que después crecen y se comunican con otras células. Se forma la matriz, que se va extendiendo a medida que crece la biopelícula hasta que con el tiempo se liberan algunas células. (b) Micrografía de una biopelícula teñida con DAPI que crece sobre una tubería de acero inoxidable. Obsérvense los canales de agua. Polisacáridos Canales de agua Adhesión (unas pocas células móviles se adhieren a una superficie sólida adecuada) Célula Superficie Desarrollo (más crecimiento y polisacáridos) Dispersión activa (desencadenada por factores ambientales como la disponibilidad de nutrientes) Colonización (comunicación intercelular, crecimiento y formación de polisacáridos) FLUJO (a) (b) R o d n e y M . D o n la n a n d E m e rg in g I n fe c ti o u s D is e a s e s Figura 19.7 Estructura molecular del segundo mensajero diguanilato cíclico. Es utilizado como molécula señalizadora intracelular por muchas bacterias para controlar procesos fisiológicos específicos. O CH2O OHO N N NN NH2 H2C H2N –O O O O O OH O P O–O O P N N N N c-di-GMP https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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