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Diagnostico y Tratamiento de las Enfermedades Digestivas (460)

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2. Exámenes morfológicos
A1. Ecotomografía abdominal: limitada por meteorismo frecuente y por la ubicación 
retroperitoneal del páncreas. Sin embargo, es un método no invasivo, que se 
puede repetir sin riesgo, útil en descartar otras patologías responsables del cua-
dro clínico y demuestra con gran sensibilidad las complicaciones (colecciones, 
dilatación de vía biliar, etc). En las formas avanzadas se observa la dilatación 
del conducto pancreático y la presencia de calcificaciones.
A2. Endosonografía: el método más sensible en detectar lesiones incipientes. Sin 
embargo, todavía es de accesibilidad limitada y operador dependiente, además 
de poseer algunos mínimos riesgos. Por otra parte, las alteraciones menores 
iniciales son de importancia algo incierta, la especificidad es relativamente baja. 
Por su costo y complejidad, por ahora no se puede sugerir como primer examen 
para detectar PC incipiente.
B1. Radiografía simple (en tres proyecciones: A-P, lateral, oblicua): puede detectar 
las calcificaciones pancreáticas en formas avanzadas. 
B2. Tomografía axial computada: sensibilidad > 90% en diagnosticar formas mo-
deradas y severas. Detecta las calcificaciones, las alteraciones del parénquima 
y en menor grado la dilatación y tortuosidad de los conductos.
B3. Resonancia nuclear magnética: su sensibilidad es similar o algo superior a la 
TAC. Además, por la colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) 
se obtienen imágenes de los conductos pancreáticos; su sensibilidad diagnóstica 
en formas moderadas y severas es comparable a CPRE, y aparentemente algo 
inferior en formas leves. Es un método prácticamente sin riesgo. Las calcifica-
ciones no se detectan por la RM, sólo se ven los cálculos intraductales como 
defectos en CPRM. 
B4. Métodos computacionales a partir de imágenes adquiridas por TAC o RNM, en 
etapa experimental, pero que permiten obtener imágenes del interior del conducto 
pancreático (pancreatoscopia virtual).
C1. Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE): según muchos expertos 
el “gold standard” en el diagnóstico, pero es un método invasivo y sigue teniendo 
morbi-mortalidad. Además, no informa el estado del parénquima. La CPRE está 
reservada para los casos que requieren tratamiento endoscópico.
C2. Con el sistema “madre-hijo”, se puede introducir el pancreatoscopio en el interior 
del conducto pancreático. Similar rendimiento tiene el Spy-glass, que se introduce 
también por el canal de trabajo del duodenoscopio. Existen algunas experiencias 
también con panreatoscopia oral. Estos métodos son sólo disponibles en centros 
muy especializados y se reservan para tratamiento endoscópico y diagnóstico 
diferencial de PC vs lesiones proliferantes del conducto principal.
En la Figura 1 se detalla el algoritmo diagnóstico, en que observamos que el eje 
es la ecotomografía abdominal, que puede detectar o sospechar la PC en > 70% de 
las formas avanzadas y moderadas. Si la sospecha clínica persiste con ultrasonido 
normal, se puede considerar solicitar en primer lugar elastasa fecal, eventualmente 
PANCREATITIS CRÓNICA

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