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1 2 “INCLUSIÓN DE LA ÉTICA EN LA FORMACIÓN DEL ESTUDIANTE DE ENFERMERIA EN UNA UNIVERSIDAD PRIVADA” Por: Mirtha Flor Cervera Vallejos Presentada a la Escuela de Postgrado de la Universidad Nacional de Trujillo, para optar el Grado académico de Doctora en Ciencias de Enfermería. Jurado de Tesis: Setiembre, 2010 Dra. Hilda Corina Vásquez Castillo Presidenta Dra. Delia Aurora Lázaro Aranda Secretaria Dr. Enf. Sebastián Bustamante Edquén Miembro 3 DEDICATORIA A mis queridísimos padres Andrés y Elva que ya no están conmigo por su esfuerzo y ejemplo de vida en sacar adelante a su hija, Motivándola y dándole seguridad con su apoyo y Firmeza en la formación recibida. A mis queridos hermanos María, Mabel, Fernando Magali, Pachi y mi cuñado Miguel por su Motivación permanente en terminar lo empezado, su apoyo incondicional y sus sabios consejos. A las autoridades de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, por el Apoyo brindado para culminar mis estudios de Doctorado. 4 AGRADECIMIENTO A la Trinidad Santísima por permitirme mantenerme firme y segura en la búsqueda de la verdad en bien de los profesores y estudiantes de enfermería de la universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo . A mi asesor Dr. Enf. Sebastián Bustamante Edquén, por su sabiduría en la asesoría de la tesis, por su exigencia en el acto de profundizar el conocimiento y su desprendimiento en compartir sus experiencias de investigación para culminar con éxito el presente informe. A mis profesores de Ética: Dr. Luis Miguel Pastor y Dra. María Gloria Tomas Garrido por sus sabios consejos y directivas en la conducción de la tesis. Al Dr. Antonio Pardo, por su consejo de utilizar la ética de Leonardo Polo. A los miembros del Jurado: Dras. Corina y Delia por sus acertados aportes en la revisión de la tesis. A las profesoras y estudiantes de enfermería de la escuela de enfermería de la universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo por su acertada colaboración y disponibilidad en la presente investigación. A mis queridas amigas: Rosita, Helen, Amparo, Julia y Cristina por los aportes de su experiencia en la culminación de la tesis. 5 ÍNDICE DEDICATORIA AGRADECIMIENTO RESUMEN ABSTRACT PRESENTACION CAPITULO I: INTRODUCCIÓN CAPITULO II: ABORDAJE TEORICO CAPITULO III: ABORDAJE METODOLOGICO CAPITULO IV: RESULTADOS 1. CONCEPCIÓN DE LA ÉTICA EN LA FORMACIÓN: 1.1. Como conocimiento propio. 1.2. Como imperativo para cuidar a otros. 1.3. Como convivencia en el cuidado. Pág vii viii ix 12 23 45 61 61 62 71 84 6 2. EL TERRITORIO DE LA ÉTICA EN LA FORMACIÓN. 2.1. Vinculación / Desvinculación del saber teórico con 95 el saber práctico de la ética. 2.2. Personalización / banalización del sujeto frente a la 100 exigencia de formación universitaria 2.3. Integración / fragmentación del trato profesor – estudiante. 113 3. MODELANDO LA ÉTICA EN LA FORMACIÓN 124 3.1. Ser profesor: mostrando un actuar ético. 124 3.2. Ser estudiante: modelando un actuar ético en las prácticas de cuidado 133 CAPITULO V: CONSIDERACIONES FINALES Y RECOMENDACIONES 155 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 175 ANEXOS 181 vi 7 RESUMEN INCLUSION DE LA ETICA EN LA FORMACIÓN DEL ESTUDIANTE DE ENFERMERIA EN UNA UNIVERSIDAD PRIVADA. Mirtha Flor Cervera Vallejos1 Sebastian Bustamante Edquén2 La investigación cualitativa descriptiva tuvo como objetivos: describir, analizar y discutir la ética en la formación del estudiante universitario de enfermería. Polo (2006, 2007), Domínguez (2005) y Waldow (2004-2008) son los teóricos referenciales. El escenario fue la escuela de enfermería de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. Chiclayo –Perú, participaron en el estudio 9 profesoras de asignaturas troncales y 9 estudiantes del IX ciclo de enfermería, a quienes se les aplicó una entrevista semi-estructurada, la muestra se obtuvo por saturación, con precedente del consentimiento informado. El tratamiento de los datos se realizó por análisis temático, generándose las siguientes categorías: Conceptualización de la ética en la formación, con sus subcategorias: Como conocimiento propio; como imperativo para cuidar a otros; como convivencia en el cuidado. El territorio de la ética en la formación, con sus subcategorias: Vinculación/desvinculación del saber teórico con el saber práctico; Personalización/banalización del sujeto frente a la exigencia de formación personalizada; Fragmentación/integración del trato profesor- estudiante. Modelando la ética en la formación, con sus subcategorias: Ser profesor, mostrando un actuar ético; ser estudiante modelando un actuar ético en las prácticas de cuidado. Como consideraciones finales se tiene que la formación ética incluye el autoconocimiento, el saber convivir con todos, ser modelos con vida ética coherente y aprender juntos; caso contrario surgirán problemas, desconfianza, escaso dialogo, falta de apertura, desvinculación teórico práctica del saber ético y banalización del sujeto. Palabras clave: Formación, enfermería, ética. 1 Maestra en Ciencias con mención en salud Pública. Escuela de Postgrado de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. Lambayeque–Perú. Maestra en Bioética. Programa de Postgrado. Universidad de Murcia. España. Doctoranda en Ciencias de Enfermería de la Escuela de Postgrado de la Universidad Nacional de Trujillo. E-mail mcervera@usat.edu.pe 2 Doctor en Enfermería de la Universidad Federal de Rio de Janeiro - Brasil. Profesor Principal de Facultad de Enfermería. Director Escuela de Postgrado de la Universidad Nacional de Trujillo. E- mail:edquen@gmail.com vii 8 ABSTRACT INCLUSION OF ETHICS IN NURSING EDUCACTION IN A PRIVATE UNIVERSITY Mirtha Flor Cervera Vallejos 1 Sebastian Bustamante Edquen 2 Descriptive qualitative study, that had as objectives to describe, analyze and discuss ethics on undergraduate nursing education. Polo (2006,2007), Domínguez (2005) y Waldow (2004-2008) were the authors that offered the theoretical support to the study. The setting was the Nursing School of Santo Toribio de Mogrovejo University located in Chiclayo - Perú. The sample was get through saturation, using as a gathering data the semi-structured interview with previous informed consent, to 9 teachers from core subjects and 9 students of the ninth cycle. The thematic analysis of content generated 3 categories: Concept of ethics training with its subcategories: As self-knowledge, as an imperative to care for others; as living in care. The territoryof ethics in training with its subcategories: Linking up / Dissociation of theoretical ethical knowledge with practical ethical knowledge; personalizing / trivializing the subject against the requirement for personalized education; fragmentation / integration of teacher-student relationship. Modeling ethics training, with their subcategories: Being teacher, showing an ethical act; an act to be a student modeling ethical care practices. As final considerations, education on ethics must include self knowledge, know how to coexist, be models with a coherent ethical life and learn together, otherwise there will be problems, mistrust, poor dialogue, lack of openness, Dissociation of theoretical ethical knowledge and ethical practice and trivialization of the subject. Key words: Formation, nursing, ethics. 1 Master of Science with a mention in Public Health. Pedro Ruiz Gallo Postgrade School Lambayeque – Perú. Master in Bioethics. Postgrade Program from Murcia University - España. Doctoral student in Nursing Sciences at Postgraduate school at the Public University of Trujillo. E-mail mcervera@usat.edu.pe. 2 Doctor of Nursing at the Federal University of Rio de Janeiro - Brazil. Professor of the Nursing Faculty and Director of the Post Graduate School at the Public University of Trujillo. E-mail: edquen@gmail.com viii mailto:mcervera@usat.edu.pe 9 INCLUSION DE LA ETICA EN LA FORMACIÓN DEL ESTUDIANTE DE ENFERMERIA EN UNA UNIVERSIDAD PRIVADA. PRESENTACION Una acuciante inquietud de comprender la ética por parte de la investigadora, le condujo a interesarse por el tema desde los primeros años universitarios. Entre 1973 y 1978, la ética en la universidad, sólo estaba como asignatura relacionada con el aspecto religioso; posteriormente, al terminar la carrera de enfermería, para colegiarse, tuvo que leer todo el código de ética y deontología del Colegio de Enfermeros del Perú; situación que le motivó a profundizar en la ética, para ello, se preocupó de asistir a seminarios relacionados con esta temática, sin embargo, la mayoría de conferencias eran impartidos por sacerdotes o religiosas. Luego, por el año 1998, le llamó la atención como el conocimiento enfermero tenía escasos escritos sobre ética, más no sucedía así con el conocimiento científico y el estético, de igual forma, pudo percibir la ausencia de la ética en los modelos y teorías de enfermería, sucesos que la condujeron ha adquirir libros, leer revistas o noticias periodísticas que hablaban de ella. Es así, como en el 2002 empezó a ejercer la docencia en la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, en la recientemente fundada escuela de enfermería donde se pudo dar cuenta como la vida en común, llamada vida universitaria posibilita el desarrollo personal de todas las potencialidades de la persona humana, dentro de los límites que imponen las relaciones interpersonales, que a su vez confieren dinamismo fecundo para la realización de cada persona, mucho más si dentro de la misma se fragua el principio de “formar personas para que sean excelentes profesionales”. Pero emergió una interrogante ¿cuál es la base sustentatoría de esta frase?, en parte resuelta ix 10 cuando pudo llevar el Master de Bioética por la Universidad de Murcia. España del 2004 al 2006; los estudios le ayudaron ha avizorar la responsabilidad de ser éticos en la propia actuación profesional. En el año 2006 asumió la asignatura de deontología a nivel del IX ciclo y ante el panorama que percibió en el comportamiento y conducta de los estudiantes, la forma como las autoridades solicitaban a los profesores que “sean exigentes pero con excelencia”; la investigadora no dudó en afirmar que se presentaba la oportunidad para abordar como tema de su tesis doctoral la inclusión de la ética en la formación del estudiante de enfermería, además era una temática que no se había abordado a nivel doctoral. El estudio, no estuvo exento de limitaciones y obstáculos propios de quien hace asistencia 144 horas mensuales, docencia 160 horas mensuales y tiene un cargo de confianza en la escuela de enfermería; sin embargo, lo tomó como un desafío propio de quien comenzó a dilucidar que la ética no era para personas privilegiadas, sino que emana como resultado de la formación recibida. Para ello, era necesario explorar que da el profesor universitario y como puede dar nuevos aportes para lograr que los estudiantes de enfermería sean buenas personas y excelentes profesionales. El presente trabajo de investigación, aborda en el primer capítulo, la introducción, que contiene la problematización del objeto de estudio tratando de ir de lo general a lo específico, es decir se describe la demanda que la sociedad globalizada reclama en los profesionales de enfermería y el rol formativo de la universidad especialmente en ética, sus bases legales. Luego se menciona la realidad problema que se observa en la escuela de enfermería, unida a opiniones y comentarios de las profesoras, se formula el problema de x 11 investigación, el objeto de estudio y los objetivos, así mismo se hace mención a la finalidad y relevancia del estudio En el segundo capítulo, se presenta el Abordaje teórico, fundamentado con Polo (2006, 2007, 2008), Waldow (2004, 2006, 2008), y Domínguez (2005) En el tercer capítulo, se explica el abordaje metodológico que se utilizó para recolectar los datos, procesarlos y analizarlos. Se describe el escenario y los sujetos de investigación. Además se detallan los aspectos éticos y los principios de rigor científicos que se pusieron en práctica durante el desarrollo del estudio. El cuarto capítulo, especifica los resultados, el análisis y la discusión de los datos obtenidos. Obteniéndose como primera categoría: Conceptualización de la ética en la formación, con tres subcategorías: Como conocimiento propio, Como imperativo en el cuidado de otros, Como convivencia en el cuidado. La segunda categoría: El territorio de la ética en la formación del estudiante; con tres subcategorías: Vinculación/ Desvinculación del saber teórico con el saber práctico; Personalización /Banalización del sujeto frente a la exigencia de formación integral, Integración /Fragmentación del trato profesor – estudiante. La tercera categoría Modelando la ética en la formación, con dos subcategorías: Ser Profesor: mostrando un actuar ético y ser estudiante modelando un actuar ético en las prácticas de cuidado. Por último, en el quinto capítulo, se vierten las consideraciones finales, se puntualiza una propuesta conceptual del abordaje teórico-práctico de la inclusión de la ética en la formación del estudiante universitario de enfermería. Finalmente esta propuesta es flexible, es una construcción que podrá ser discutida en la docencia, asistencia gestión e investigación de enfermería. xi 12 CAPITULO I INTRODUCCIÓN Las circunstancias económicas, políticas y sociales que caracterizan, al mundo, Latinoamérica y al propio País, están propiciando en las instituciones de educación superior, especialmente la Universidad, el desarrollo de nuevas estrategias caracterizadas por su exigencia y competitividad en sus procesos de formación, con la finalidad de responder a las demandas de una sociedad cambiante. Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo publica en su biblioteca digital el artículo de Alvarenga (2002): “La responsabilidad y el rol de las universidades latinoamericanas frente a los desafíos económicos, sociales y éticos de América latina”, donde especifica que al encontrarnos en la era del conocimiento, las universidades juegan un papel preponderante y vital, dado que a la universidad le toca formar el principal recurso de una sociedad u organización: el recurso humano. Para lograr tal propósito,la universidad debe empezar a innovarse al interior, de si misma para así poder contribuir mejor a la construcción de una nueva sociedad. En esta nueva construcción, la formación ética es crucial y la universidad constituye un espacio universal para incluirla, ya que es un centro difusor de cultura por excelencia. Ella y sus claustros de profesores han estado siempre en el vértice de las transformaciones que la sociedad impone. Así lo expresa Polo (1996. p. 25) “Una ética en libros no es ninguna ética; lo que existe son personas éticas. Por tanto, contamos con más factores reales de aquellos que usamos. Son los factores humanos a los que hemos de poner en forma como 13 ingredientes de la marcha de la Historia. Entonces sí que podemos proponer un futuro que no es el que era, un futuro nuevo”. También el informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Dolors (1998), argumenta la necesidad de formar profesionales como personas íntegras, que en todos los ámbitos actúen con la misma transparencia basándose en valores éticos y sociales, que no se alteran según las circunstancias, con las habilidades para mantenerse en un proceso continuo de aprendizaje y formación en donde aprendan a: conocer, hacer, vivir con los demás; para ello la ciencia y la actividad investigadora de la universidad, deben estar subordinadas totalmente a la persona humana, hacia su perfección, que es su felicidad. Toda “alma Mater”, imprime espíritu universitario a través de su axiología, esto precisa la participación del profesor con su ejemplo y su palabra para difundirla durante los años que dura la formación. Esta axiología conformará la personalidad del futuro profesional, dejándole una impronta y peculiar manera de desenvolverse en la vida, entonces la Universidad, habrá cumplido su misión, sino es así, como lo expresa Polo (2006, p.3) “tanto la universidad como el profesor universitario languidecen y su existencia es puramente nominal”. Al respecto D‟Ors (1980, p. 37) sostiene que la universidad debe procurar la formación de personas que, por la superioridad intelectual y moral de su formación, constituyen una reserva de luz para una sociedad entenebrecida por el dominio de sus ídolos y es que la universidad ayuda al hombre como destaca Polo (2006) “a pensar, para no dar una respuesta inmediata a un estímulo, sino proporcionar una visión global de lo que ocurre en una secuencia amplia y un panorama abierto”. 14 Manjón, (2005) en su estudio “Algunas funciones del profesorado universitario para el siglo XXI: Consideraciones éticas”, determina como se ha hecho patente, la creencia popular de que un profesor puede ser cualquiera, como si surgiera por generación espontánea; defiende la posición que el profesor universitario tiene una responsabilidad ética y social que cumplir y ha de ser formado para ello. Y la formación ética debe darse para realizar, tanto su función investigadora, docente y evaluadora. La formación, el estudiante la recibe del profesor universitario, cultivador del saber superior que inculca el amor a la verdad. como lo más importante en la vida de una persona, para Polo (2006), “no habría una ética posible, sino no existiera un comportamiento recto, sino se ama la verdad”, así el comportamiento no recto consiste en admitir la mentira en la propia vida, en cambio la verdad libera y la Universidad cumple su gran tarea para con la sociedad, formando hombres útiles, cuya utilidad se puede medir, sobre todo, en términos de verdad, una verdad que también tiene que contemplar la universidad con relación a sus profesores. El productor en una Universidad, es exclusivamente el profesor, todo lo demás es auxiliar, de esta manera la universidad con su staff de profesores procuran a la sociedad “personas especialmente responsables de su libertad, capaces de resistir personalmente las presiones que la dominan, y puedan ayudar a otros a conseguir esa liberación que consiste en preferir el ser que tener” D‟Ors (1980 p. 34). Por otro lado, a pesar de las constantes crisis que ha sufrido la Universidad a través de los siglos, ser profesor universitario, especialmente en enfermería, es un reto y desafío que plantea el paradigma de la transformación, pues se trata de convertir a un regular estudiante, que acaba de terminar la 15 secundaria en un profesional competente, que no se realiza simplemente con pisar físicamente la universidad, sino que necesita de profesores expertos dispuestos a darse íntegros en esta tarea formativa, desde ya difícil por la heterogeneidad de personalidades con quien interactúa Del mismo modo, el profesor de enfermería, tiene que saber enfrentar los nuevos retos originados por los modelos actuales de desarrollo, tecnología, investigación y la producción de conocimientos, sin perder de vista al sujeto centro de su accionar: el estudiante de enfermería, quien fuera del claustro universitario debe tener la capacidad de dar respuestas y soluciones adecuadas y pertinentes, de modo que el proceso educativo, favorecido por un clima universitario adecuado le transmita no sólo el saber en sí mismo, sino el saber hacer. Polo (1996. p. 6) señala como un clima adecuado consolidado en la relación de formación recíproca de los profesores maduros con los jóvenes, debe ser alegre, dialógico y donde se crece en saber. En el año 2002 la investigadora inicio su actividad intelectual y de convivencia universitaria, en la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT), en esos días transcurridos en las aulas, pudo observar en los estudiantes del tercer ciclo, como una necesidad sentida, la preocupación de los profesores de enfermería por el desarrollo de los sílabos, terminar clase, revisar incluso cuadernos; en lugar de interesarse de tratarle como persona, corregirle, preocuparse porque su conducta, mejore junto con su desarrollo personal. En las reuniones de profesores la queja general era que el estudiante no leía, no estudiaba, o tiene poca capacidad crítica reflexiva, porque su nivel era bajo. Por su parte, las autoridades académicas de la Escuela de Enfermería y de la misma Universidad solían referir que los estudiantes se quejaban del mal 16 trato recibido por parte de algunos profesores expresados en autoritarismo, preferencias por algunos estudiantes, faltas de respeto, etc. Al reflexionar sobre estas circunstancias, la investigadora pudo percibir, la existencias de desfases entre lo que dice y práctica el profesor, notándose un vacío en su preparación profesional y personal, para tratar y formar al estudiante de enfermería, quien a futuro debe cuidar a otras personas. Y, si el profesor no trata bien al estudiante, como le conocerá para descubrir sus potencialidades, para guiarle hacia el desarrollo futuro y enfrentar a una sociedad cambiante y exigente de la que hablamos anteriormente. Además, a partir del año 2006, la investigadora asumió la responsabilidad de la asignatura de deontología, en donde es básico analizar para saber tomar decisiones en todos los aspectos de la vida: personal, profesional, social y /o familiar; sin embargo, esta capacidad estaba ausente en la mayoría de los estudiantes, era notorio como hacían grupo, no vertían un comportamiento pertinente en el aula, se notaba cierto egoísmo en los trabajos de equipo, y una baja autoestima, manifestada en no reconocer sus potencialidades, sus trabajos eran plagios de Internet y tenían poca capacidad para reconocer sus errores. Además, en la práctica diaria, el estudiante se encontraba a menudo inmerso en conflictos o dilemas éticos, respecto a actuaciones a seguir con la persona enferma y su familia, sus compañerosy la institución. Esta realidad, demanda formar a los futuros profesionales de Enfermería para que puedan ponderar con suficiente objetividad las situaciones éticamente conflictivas y tomar las decisiones convenientes, fruto de una reflexión. El estudiante universitario de enfermería, imita a su profesor y, la investigadora se cuestionaba, ¿hubo preocupación verdadera para formarlos humanamente?. Si, había sido modelo para los estudiantes, unida al resto de 17 profesoras, si lo percibido en los estudiantes era producto de lo imitado en el tiempo que habían permanecido con ellos, la respuesta era evidente, ante la actuación de los estudiantes observado en las aulas. Entonces, si se asume el hecho de que la formación universitaria abarca el desarrollo de toda la persona, se debe entender que el objetivo esencial del proceso educativo es la conformación de una “personalidad ética”, acción peculiar y principal de toda universidad, que de alguna manera tiene que lidiar con el relativismo, como criterio de conducta impregnada en la sociedad actual, donde la presencia de antivalores es evidente: el abuso de tele basura, por parte de los jóvenes, los distractores sociales producto del consumismo y hedonismo; primando la búsqueda del placer sobre el esfuerzo intelectual o la investigación, que les conducen a optar por la holgazanería o buscar lo más cómodo. En otra oportunidad, los estudiantes manifestaban que sus profesores venían enojados, de mal humor ocasionándoles un inadecuado trato, referían que ellos les decían “oye niña”, en lugar de llamarla por su nombre, o los llamaban por el apellido, como afirma un estudiante “…se ve que la profesora ni siquiera conoce nuestros nombres...”; o verbalizaciones como: “…nos hemos quejado porque la profesora no acudió a la asesoría y se la ha cogido conmigo…” o la actitud expresada por la profesora que no daba confianza al estudiante para acercarse y preguntarle sus dudas “…esta profesora me da miedo…esta otra es más o menos y la de allá me manda a que yo busque …pero no me enseña como debo hacerlo…”. Sin embargo, la tarea educativa se debe orientarse para ayudar al estudiante a que descubra y asuma su propio sentido de la vida y desarrolle al máximo sus potencialidades de crecimiento, en forma armónica y ponderada, 18 como lo señala Waldow (2009, p, 250), “el interés del profesor es el alumno, y más que lo relacionado con su disciplina, importa saber, quién es el alumno y cómo va a aprender a aprender”, de allí que se reclame buenos profesores que formen a los estudiantes integralmente, para el logro de su madurez intelectual y humana. De igual manera, el estudiante universitario, percibe mucho más de lo que el profesor directamente quiere mostrarle, detrás de sus explicaciones supuestamente neutras, está su idiosincrasia y su personalidad, pues a la vez que enseña su materia, está influyendo en los estudiantes “predicando con el ejemplo”, de allí que en la ley de educación Peruana 2804, en su articulo 6° establezca la formación ética y cívica como obligatoria en el proceso educativo, confirmada, por la ley universitaria 17437, articulo 2 inciso “c”, que establece como fines de la universidad formar humanistas, científicos y profesionales de alta calidad académica, de acuerdo con las necesidades del país; desarrollar en sus miembros los valores éticos y cívicos, así como las actitudes de responsabilidad y solidaridad social. Estos aspectos, señalados por la ley universitaria deben darse en toda la dinámica interpersonal del proceso educativo, pues la misma está impregnada de valores y no se puede olvidar que en el aspecto ético, lo que más se aprende es lo que se vive y las percepciones de la realidad en la formación universitaria, dista bastante de lo planteado en la ley. Igualmente, de manera específica, los deberes de todo profesor de enfermería están señalados en su código de ética y deontología especialmente en el artículo 53°; donde señala como deber, que toda profesor (a) de enfermería debe demostrar una sólida formación, científica, técnica y humanística que lo conduzca a la certificación y recertificación, para asegurar 19 una preparación profesional de alta calidad. Asimismo en el artículo 54º, indica como deber primordial la formación ética y deontológica de los estudiantes de enfermería, elevando la autoestima de las(os) futuras(os) profesionales; y en su artículo 55°, determina la necesidad de estimular el pensamiento analítico, crítico y reflexivo en la toma de decisiones éticas. Deberes que ante la realidad percibida se muestran débiles y poco convincentes, hacia la gran aportación que debe dar un estudiante universitario; su gran producto, según las apreciaciones de Polo (2006, p. 18), es proporcionar las élites, que son distintas en los países, dependiendo de la formación universitaria recibida, si esta formación fue seria o más bien mediocre. Asimismo, es necesario señalar que la influencia de la relación profesor- estudiante, va más allá de la transmisión de conocimientos, debe conducir no sólo a realizar la competencia profesional de los estudiantes sino también su calidad como personas, en este sentido, a veces ocurre que existe desfase entre lo que se enseña y lo que se práctica, lo podemos apreciar cuando los estudiantes afirman “…los profesores en el aula nos dicen que apaguemos los celulares, sin embargo, contestaban los suyos cuando timbraban…” , o “…nos dicen que nuestra vestimenta es inadecuada y no se da cuenta la profesora que ella la lleva más inadecuada que la nuestra…”, igualmente por parte de las profesoras, perciben como el estudiante justifica con facilidad el incumplimiento de sus deberes, al ser sorprendidos en faltas de verdad, las niegan o manifiestan desagrado ante la exigencia de la profesora tachándola de seria o poco comunicativa. Del mismo modo, la percepción de las imposiciones por parte de algunos profesores donde se ve afectada la libertad de decisión y de elección de los 20 estudiantes, con ausencia de diálogo, teniendo como resultado, una formación ética de forma limitada, no se apela a una ética vivida, sino más bien una ética pensada, pues no se orientan a preparar a los estudiantes como profesionales responsables de sus actos, en adquirir competencias frente a dilemas éticos, afrontar situaciones que exigen juicio y sentimiento morales, ni entender, que la ética es una dimensión importante en la vida de cualquier persona. Por el contrario, la ética se presenta como algo alejado de la vida cotidiana y, además, como cosa aislada y aburrida, creer que la calidad y el rigor de la formación universitaria se logra cultivando únicamente las cualidades intelectuales, el aprendizaje de conocimientos teóricos y de instrumentos técnicos, ha hecho de la formación ética un asunto de conceptos, susceptible de ser desarrollado en todas las asignaturas en forma transversal, pudiendo no estar adherida como parte de la conducta cotidiana del profesor en su misión de formar a la persona. Por toda la realidad expuesta la investigadora específica como objeto de estudio. “Inclusión de la ética en la formación del estudiante de enfermería en la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. Y la pregunta científica que guío la investigación fue: ¿Cómo se incluye la ética en la formación del estudiante de enfermería en la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. Chiclayo-Perú? Considerando como objetivos: Describir la inclusión de la ética en la formación del estudiante de enfermería en la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo- Lambayeque-Perú. 21 Analizar la inclusión de la ética en la formación del estudiante de enfermería en la Universidad CatólicaSanto Toribio de Mogrovejo - Lambayeque Perú. 2010. Identificar bases teóricas metodológicas de la articulación de la ética a las competencias técnico – profesionales de la enfermera (o) formadora (or) en la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. Por lo expuesto, la presente investigación se justifica porque en el contexto actual que vive nuestro País, el profesor, desempeña una función medular en la formación integral del estudiante universitario, especialmente en enfermería que esta relacionada con la vida y la persona. Esta investigación contribuirá a una reflexión profunda sobre el actuar ético en la formación del estudiante universitario, sabiendo que trata a una persona que posteriormente tratará a otras, capaz de sopesar la responsabilidad de su actuación libre, y aceptar sus consecuencias. De igual manera, la consideración del principio filosófico que el ser preside al hacer, y el profesor tiene que demostrar en todo momento mediante su preparación continua que es profesor universitario, implicado en formar profesionales que tengan ciencia, pero con amor a la humanidad, porque se les enseña con el ejemplo a ser honesto, honrados y amantes de la verdad. El estudio, también permitirá establecer estrategias para mejorar la formación del estudiante universitario de enfermería en el aula, el trato personalizado, evaluando errores en la formación, para rectificarlos y poner los medios, en querer formarse continuamente, no desaprovechando las 22 oportunidades que la universidad ofrece, para llegar a ser excelentes personas y profesionales. Por último, esta investigación aportará un cuerpo de conocimientos que consoliden la teoría ética para el profesor universitario de la USAT, donde el profesor, como el estudiante sean los recursos humanos de mayor preocupación en la formación integral de las autoridades universitarias, de tal forma que sus propios profesionales como los futuros, aprendan a relacionarse con los demás, en un entorno en que sean artífices de un trato de excelencia , que opten por la verdad como valor supremo, valor que modela la inteligencia, ilumina la libertad, que conduzca al servicio del bien común, en beneficio de la persona humana. 23 CAPITULO II ABORDAJE TEORICO El presente estudio sobre la inclusión de la ética en la formación del estudiante de enfermaría en la universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo; se fundamenta en Polo (2006, 2007, 2008), quien ahonda en la ética emergiendo de la persona Humana y da argumentos suficientes para afirmar, como una ética no fundada en la verdad del ser y del obrar racional y libre de la propia persona, carece de todo sentido. En Waldow (2004, 2006, 2008), para sustentar que la ética de enfermería esta integrada al cuidado y en Domínguez (2005) para comprender y sustentar la ética docente La ética, argumenta Polo (1997, p. 19), es el estudio de la acción, en el despliegue de la persona humana en tanto que ser vivo espiritual y corpóreo, es una ciencia sin la cual, la persona se hace ininteligible, se deshumaniza, además, abarca y tiene interés en todas sus dimensiones. Por tanto, no es un adorno, un añadido sobrevenido a alguien que actúa, sino que la configura; es decir, todo lo que la persona hace tiene que ver con la ética y actúa por un fin, en donde encuentra la consideración científica más ajustada de su actividad. Precisamente el dinamismo humano de la conducta personal se ve mejor desde la ética, teniendo en cuenta los factores radicales como la libertad; porque la ética se ocupa únicamente de las acciones libres, a las cuales les llama actos humanos. Y las acciones libres son morales; aquellas que una profesora de enfermería es dueña de hacer u omitir, de hacerlas de un modo o de otro. En las acciones voluntarias, sin la libertad la ética sería imposible o se formularía mal, en el afán de incluirla para formar a otros. Quedando fuera de su objeto de estudio los procesos o movimientos no libres, a estos la ética 24 los denomina actos del hombre como son la respiración, circulación de la sangre…etc. . En este sentido, es importante recalcar de acuerdo con Polo (1997), que sólo en los actos humanos se puede hablar propiamente de conducta, porque en ellos, toda persona se conduce así misma, hacia los objetivos que desea alcanzar, tiene capacidad de gobernarla, ligada a la responsabilidad moral; también puede responder y dar razón de las acciones elegidas, respondiendo por sus consecuencias donde es autor, causa y principios, debido a la naturaleza de las actividades con las que ha escogido identificarse. Pero, la ética no se limita a enseñar que las acciones voluntarias pertenecen a lo moral. Su misión es orientar y ayudar a distinguir el bien verdadero del bien aparente, llamadas también virtud o vicio para que la voluntad pueda dirigirse al primero y evitar el segundo. El bien que se ocupa la ética, es el bien integral de la persona considerada en su unidad y totalidad, así trata de llevar al hombre hasta un nivel de reflexión que le permita elevarse por encima de las necesidades y circunstancias inmediatas, para indagar racionalmente acerca del bien de la vida humana vista en su conjunto, al respecto Waldow (2008, p.149), también, argumenta que la ética abarca un conjunto de valores y principios que responden por el actuar humano, que en realidad quiere decir vivir en forma humanitaria La ética tiene una finalidad práctica, porque formula y fundamenta filosóficamente juicios de valor y normas de comportamiento con la intención de orientar el ejercicio de la libertad personal hacia el bien de la propia vida como un todo, Polo( 2007, p 114) argumenta que la ética completa tiene tres dimensiones que vendría a ser la consideración científica global de la ética, estas dimensiones son : los bienes, las virtudes y las normas, no son tres 25 éticas sino una sola, estas no pueden estar disociadas, porque dicha disociación llevaría consigo unilateralidad. Si se enfoca la ética exclusivamente desde las virtudes, las normas o los bienes, conllevaría el empobrecimiento de todos ellos, sin embargo la acción no es unilateral, sino debe enrolar las tres dimensiones, pues de ella, proceden las virtudes, los vicios y la norma moral, de esta manera lo que cada uno va haciendo con su vida, constituye su carácter o ethos; su logro o pérdida, es de su responsabilidad, partiendo de una experiencia que podría convertirse en fuente de éxitos o errores dependiendo de las pretensiones personales de cada uno Por añadidura, los profesores de enfermería requieren de la ética que les conduzca, según Domínguez (2003. p. 14-15) a conseguir una vida plenamente humana, una vida buena y feliz, personal y comunitariamente, comprometida con valores, adquirir virtudes para constituir su carácter, que vendría a ser, como una segunda naturaleza y un carácter bien constituido, es lo que permite a cada uno vivir más plenamente, ser una persona, ser para / de otros. En este supuesto y de acuerdo con Polo, la ética surge con y del ser de las profesoras; este es el planteamiento filosófico más riguroso, la ética no proviene de manuales ni de códigos, es intrínseca a la persona, por estar vivas y en acción docente, esta en la profesora cabal, su raíz radica allí, pues la ética conecta directamente con la libertad, potencia que permite elegir del bien el mejor bien, incluso es importante percibir como surge, como la vive una profesora de enfermería y como la incluye en la formación de sus estudiantes. Toda persona en acción esta viva, por tanto esta abierta al mundo, capaz de modificar su entorno por medio de su acción, puede ejercer actividades 26racionales como ningún otro ser vivo, actividades de las cuales es responsable y la responsabilidad es una categoría ética que se expresa en como se hace el trabajo, allí esta su peculiaridad: en la capacidad de hacer algo. Este hacer de la profesora de enfermería, lo realiza dentro de una institución educativa como la universidad, donde existen normas, que es una dimensión de la ética e influirán en sus relaciones ínter subjetivas, para el logro de bienes y el ejercicio de la virtud, controlando además el dominio sobre su dotación esencial. Por el hacer, el organismo humano, esta hecho para trabajar, con lo cual puede dominar el mundo, por ello vive trabajando y es capaz de producir para los demás, por eso el trabajo, es un tema ético. Polo (1997.p. 39-41) acierta, cuando explica que el trabajo no es un proceso automático, analiza como la ética arranca con el hecho de que el hombre sólo es comprensible en tanto que su vitalidad conecta con su potencialidad manual y eso le hace productivo, dominador del mundo, dotado de iniciativa propia, en orden a la suscitación de obras que de otro modo no existirían; reasume entonces que la raíz de la ética, esta en la vida de la profesora de enfermería, en su capacidad de transformar, en su obligación de trabajar, de estar abierta al mundo, en como modifica el entorno a través de su acción; su existir activo esta en sus propias manos, es dueña de sus actos Y la persona es dueña de sus actos, según explica Polo (1997. p.61- 63), cuando se guía de una normatividad ética, resultando natural porque emerge de su carácter racional y libre, no determinista, además puede conculcar: seguirlas o no, son leyes que expresan un deber ser, porque obligan; por obligatorias, son existentes, reales, rigen el vector de finalización del sujeto. La existencia de esta normatividad obligatoria es exclusiva de ella. A partir de la normatividad ética se pueden formular otros sistemas de leyes, como las costumbres, las normas jurídicas, los códigos, cuyo cumplimiento es 27 libre; en este sentido toda profesora de enfermería, es un ser personal, capaz de asumir una normatividad ética en cada una de sus acciones libres. Pero, en ese camino la acción de un profesor, puede ser buena o mala virtuosa o viciosa, por eso se entiende que la ética surge porque la persona tiene que conducir su propio existir, hacia una alternativa que sólo puede venir de la libertad de donde surge la norma moral: el bien o el mal, dualidad que se abre directamente a una decisión, de ello se sigue unos logros y unas consecuencias. En efecto, toda profesora puede ser capaz de abrir futuros, de abrir líneas de tiempo; de hacer que sobrevengan grandes transformaciones producto de su buen hacer, porque la alternativa del bien y del mal es intrínseca a la acción, pero también va más allá de las acciones: buenas o malas consecuencias. Serán buenas, si se llega a ser con la propia acción, quien se debe ser: persona con dignidad ontológica y eso reclama unidad de vida, entre saber, querer y hacer, de tal manera que no sólo se es, una buena profesora, sino una persona buena. Por el contrario serán malas, si sucede todo lo contrario. Por otra parte, cuando una profesora trabaja usa el lenguaje; trabajo más lenguaje, según lo debate Polo (1997. P.43 -45), es igual a dirección, el lenguaje sirve ante todo para dar explicaciones; y así es como enseña como se forma al ser humano, sin lenguaje ¿cómo formar a un estudiante de enfermería?, donde el bien ético sería, hacerlo ético, al respecto. Waldow (2009, p. 250), agrega como las actitudes, el interés, la dedicación, el compromiso del docente con la enseñanza-aprendizaje, y la forma como se relaciona, además del conocimiento y las habilidades, son también elementos señalados, porque enseñar es abrir camino para el desarrollo del ser. 28 Cuando se habla de formación, entra en juego la libertad; los primeros que dejan constancia de esa preocupación son los griegos. Le dan el nombre de paideia, bajo esa palabra, se plantea un ideal educativo. “formar ciudadanos”, y para lograr esta aptitud, como lo recuerda Platón en “La República”, lo primero que necesitan es que esos hombres sepan gobernar ese microcosmos que es cada uno de ellos y, con libertad sepan gobernarse a sí mismos dominando sus pasiones y llevando la razón hasta sus más elevadas capacidades.. Polo (1997, p. 18), también discute, como la persona humana es un ser complejo y unitario, abierto hacia afuera y desde dentro, que retorna a su intimidad y se trasciende: en ese ir y venir se forma, se forja, nada hay en él, que le sea neutral desde el punto de vista ético, porque ninguna regla anónima, simplemente racionalizada, es capaz de explicar ese co-existir que integra lo externo en lo interno y otorga lo interior a lo exterior, con lo cual se va formando, se realiza como tal, en apertura al mundo a los otros y al Otro, así formar es educar, pero no sólo hay enseñanza sino formación, es decir ayuda hacia el crecimiento integral . Según Domínguez (2003. p. 18), los términos formar y formación se complementan a los términos educar y educación, que es comunicar de lo que es, vive y piensa el educador, al servicio de la promoción integral de la persona, de modo que en conexión con lo real, pueda realizarse en plenitud y lo que es más, formación es aprendizaje, pero no se trata de un aprendizaje cualquiera, es ayuda, referido a cosas exteriores, destrezas, aquello que tiene que ver con la propia vida, con la propia conducta e intimidad; con la adquisición de hábitos que son perfeccionamiento de las facultades superiores: la inteligencia y la voluntad, potencias intervinientes en la forma como se van a tomar decisiones para la vida futura. 29 Por tanto, formar en enfermería, es aprender a vivir, aprender a actuar de modo que el conjunto de lo que se haga, el comportamiento, tenga un buen resultado final: una vida lograda. Formarse significa entonces aprender a vivir de tal modo que uno sea feliz. Esta definición de formación motiva a que la acción de educar procure llegar hasta la conciencia de cada sujeto y le permita ejecutar actos conscientemente libres, conocimiento de lo que se debe hacer y capacidad personal para hacerlo; entendida la libertad como la capacidad para autodeterminarse, al bien para sí mismo y para los demás. En el proceso de formar se respeta y se promueve la autonomía y la responsabilidad personal, creciendo la capacidad para tomar decisiones y actuar en consecuencia. Toda persona, en definitiva, está destinada a educar de algún modo a otros, en el ámbito familiar, en el profesional, en la amistad, en lo social. Se debe ser educativo, al menos con la propia conducta. En este sentido, un profesor de enfermería para formar a sus estudiantes requiere según las apreciaciones de Domínguez (2003, p. 16-17), habilidades emocionales: saber relacionarse, saber dialogar y resolver conflictos; y habilidades volitivas o morales: autodominio, saber auto estimarse, afrontar con fortaleza las dificultades. Sobre estas capacidades se construye la reflexión ética: invitación a la autonomía a lanzarse a pensar por uno mismo con la única finalidad de contribuir a la formación ética del otro, porque la formación en la actualidad tiene lugar en situaciones sociales de gran complejidad y ambigüedad que no puede resolverse con la simple aplicación de conocimientos científicos, ni solo con el conocimiento técnico. También, hace falta una relación de ayuda como cooperación, como apoyo o asistencia para que el aprendiz procure, pueda y deba hacer algo por si mismo; con la ayuda brindada por el profesor, experto en la asistencia a tal logro, al respecto, Polo (2007, p. 20.24), argumenta que la persona, es unser de carencias, en todas las dimensiones de su vida: ética, psíquica, orgánica y 30 social, pero llamado a colmarlas de plenitud; un ser cruzado de indigencia y trascendencia que no se aquieta en aquella, pues a la vez se impulsa a ir más allá del límite, es decir a trascender, pues lleva consigo el impulso de superación. Superación, que le permite vivir en el mundo, principalmente en el mundo universitario, allí el profesor tienen que saber dar respuesta adecuada a los problemas y circunstancias, con los que se va encontrando, por tanto, resultan insuficientes, sólo las habilidades técnicas o los conocimientos especializados, especialmente cuando se relaciona con la formación del estudiante de enfermería, es necesario saber, que persona se quiere promocionar para la profesión: al servicio del éxito o de su realización, al servicio de la productividad económica o de la competencia profesional, dueña de si o sometida al sistema de mercado, individualista o para los demás. El proceso por el cual un estudiante de enfermería se forma, aprende y decide es complejo. Lo cierto es que una profesora ayuda al estudiante a aprender participando ambos en dicho proceso, como se ha podido reflexionar con las argumentaciones anteriores de Polo, un estudiante requiere ser asistido, ayudado para existir. La coexistencia como trascendental antropológico, determina mejor que existir, debería decirse co-existir, actualizado por la educación brindada, primero por sus padres, luego ir abriéndose progresivamente a otras ayudas, como las proporcionadas por los docentes en sus años de educación primaria, secundaria y las facilitadas por los profesores de enfermería en el lapso de cinco años de preparación universitaria, que no cabe duda, como lo secunda Ponz (2006, p, 39), dejarán huella, contribuyendo a configurar la propia personalidad del estudiante y reflejado en su propia conducta por poseer trascendencia ética. 31 Precisamente, el objetivo inmediato de la formación es el desarrollo de la persona, para lo que esta llamada a ser; para ello hay que extraer y actualizar todo lo que hay en el estudiante, sacar a la luz todo la riqueza que tiene, esto supone respetarlo y promocionar su creatividad y autonomía, ilusionarle para que descubra la maravilla de lo que él esta llamado a ser, impulsar a que busque y sea fiel a su propio camino; posibilitarle apertura hacia lo verdadero, lo bueno, lo bello y este crecimiento solo se da si pone esfuerzo, y lucha porque nadie puede hacer por él, lo que él debe hacer. En consecuencia, el proceso formativo para un estudiante como sistema libre, lleva implícito la capacidad de aprender, de ejecutar acciones diferentes y admitir la alternativa: virtud o vicio, esto requiere que los profesores expresen e integren en su docencia una formación ética integral, la docencia es transmisión viva de lo que profesionalmente se es, se ama y se ejerce e incluye conocimientos al más alto nivel con ejemplaridad de vida. Un profesor universitario, tienen claro los objetivos de la Institución, cuyos fines y principios tienen una base axiológica como lo tiene la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. (USAT), en su deseo de formar buenos personas para que sean excelentes profesionales, cuyos rasgos universitarios están relacionados con el respeto a la persona humana y a su libertad, con tolerancia y capacidad de diálogo; amor a la sabiduría, aprendiendo a compartir y enseñando con humildad, pasión por la investigación, siendo contemplativos y profundos en el quehacer universitario, con sentido critico, originalidad, humildad y buen sentido del humor. Estudiantes con disponibilidad, para aprender, para crear, para ser generosos con el semejante y exigente consigo mismo; poniendo en ejercicio todas sus potencialidades a través del fin específico, el crecimiento de la amistad a través de sus miembros. Pero puede ocurrir que exista una posibilidad de fracaso. 32 Si, en una escuela de enfermería de una universidad, se enseñara cuidado humano, muchas técnicas y procedimientos, sin embargo los estudiantes, acaban actuando inmoralmente, por el mal uso de su libertad, pues existe el peligro que ocurra; no debería pasar con la mayoría. Para evitarlo, los profesores no deben dejar desorientados a los estudiantes, sino, les deben proporcionar, un suelo firme desde el que se puede plantear proyectos cara a la vida, saber acogerlos, respetando su diferencia, esperando siempre en ellos, nunca desesperándolos. Con estas disponibilidades, los profesores salen de sí, se hacen presencia cercana, acogen sin condiciones a lo que cada uno de ellos es, para impulsarles, energizarles liberarles, así se sienten valorados y cuando alguien se siente valorado y querido tiene fuerzas para crecer, se acoge con confianza y la persona en la que han confiado aprende a confiar en sí. Los estudiantes, según Polo (2007. p. 17) son personas y lo propio de la persona, es que es un ser único, la expresión misma es paradójica, pero por su empeño en señalar una intuición que conduce a lo innegable: las personas pertenecen a una especie común, son sujetos de derechos y deberes similares, llevan un nombre común que les hace reconocerse como semejantes. Pero, al mismo tiempo, cada uno de ellos guarda en sí la conciencia de ser un yo, una identidad irrepetible, un ser que es único, muchos, pero todos diferentes, los profesores, por tanto tiene la gran ventaja de no trabajar con carpetas, sino con estudiantes, cada uno de los cuales en cierto modo agota su propia especie y eso exige un cuidado, un equilibrio y un sentido de la justicia, dando a cada uno lo suyo. Y el profesor, se da cuando reconoce que el estudiante es alguien, y no algo; cada uno es un quién y no tan sólo un qué; porque detenta un nombre propio que está más allá del nombre con el que se le llama, no es simplemente Joreli, David, Vanesa, sino es, quién tiene una experiencia y visión del mundo 33 estrictamente novedosa, nunca antes acaecida, que no se repetirá jamás; cada estudiante es la imagen de Dios, y por lo tanto con llamada referente hacia Él, el mismo que le otorga el nombre por el que le requiere, ese quien, ese es, la materia prima del trabajo docente, consistente en hacer de él no sólo un buen estudiante sino ayudarle a ser una buena persona. Waldow (2008. p. 138), explica que un estudiante de Enfermería, es tal cuando hace bien su trabajo, cuando cuida, aprende a evitar dañar con su actuación libre, incluyendo no sólo el cómo, sino lo que debe hacer, para conseguir el bien integral de los otros y de él mismo, cuando no se detiene ante los errores, obstáculos o limitaciones, sino rectifica la intención y vuelve a empezar, así va adquiriendo experiencia, va madurando, porque al conocer hace una acción valorativa, entonces le va dando sentido a las cosas y hechos. La mayor parte de logros obtenidos por el estudiante de enfermería se deben a sus profesores, llevados a cabo en forma progresiva, en cada acto docente. Esta formación, conlleva actividades que exigen establecer un diálogo, una relación, acercamiento y apertura, según la cual, el que esta siendo enseñado dé señales de que esta aprendiendo y desde el fomento de sus capacidades que el aprendizaje significa, empiece a emitir señales de que necesita más o empiece a plantear dudas que necesitan ser aclaradas. Entonces, Incluir la ética en la formación de los estudiantes de enfermería encierra una primera categoría que define la concepción que tienen los profesores de la escuela de enfermería de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo acerca de la ética, las cuales son corroboradas por los estudiantes de enfermería, dichas concepciones son el resultado de laformación recibida a lo largo de los años, de su sistema de valores, de las exigencia de la Institución universitaria donde trabajan o estudian y la forma 34 como hacen el cuidado. Polo (1997. p. 72), entiende que ejercer una actividad universitaria es ejercer una actividad de mando, si tiene éxito es porque enseña, forma la cabeza del alumno, sino tiene éxito, los logros de la inteligencia humana, se perderían sin transmisión, porque si una persona piensa, pero no comunica a los demás, eso que ha pensado se pierde con ella. El primer concepto que emerge, conceptualiza la ética como conocimiento propio, este concepto deriva porque el ser humano busca conocerse, necesita tener conciencia de si mismo, sin embargo llegar a conocerse plenamente, no es una tarea fácil, deducible al acotar la debilidad que se tiene en el conocimiento biológico de uno mismo, sin embargo toda persona tiene cierto conocimiento personal, por la formación recibida, sin el cual no se pueden ubicar en el mundo, mucho menos se sabría que hacer, al afirmar que la ética es autoconocerse es porque se ha partido de una reflexión que demanda lucha consigo mismo. Polo (1997, p. 151), analiza que el conocimiento propio requiere, cultivar una conciencia que haga cuestionar, ¿cual es la propia verdad?, ¿que es lo verdaderamente bueno para cada uno? Cuestionamientos que ayudan a conocerse, pero también ayudan a aceptarse, porque no hay rebelión más profunda que negarse a aceptar quien uno es. Por su parte, Martí (2005. p.31-35), sostiene que para llegar a conocerse, primero se tiene que saber quien se es, y no de una forma generalizada sino puntualizada, para luego hacer de la vida un proyecto fiel a la propia identificación, así se podrá precisar, profundizar y marcar un diseño concreto a la personalidad; pero el conocimiento requiere tener espacios de reflexión, para detectar los rasgos temperamentales, las aptitudes y actitudes frente a los demás. 35 Los espacios de reflexión, versan sobre el acto de pensar, por ello Polo y Marti, coinciden que hay que volverse sobre si mismo en algo puntual, para develar que hay en la propia vida interior e ir conociéndose. Estas indicaciones si son acertadas serán de ayuda eficaz, sino no lo son, la formación que se imparte será inefectiva. Polo (1991. p. 108), expresa que el hombre es dueño de sus actos, sino lo fuera no podría realizar lo ético, es por eso, que las profesoras se dan cuenta que el conocimiento propio las ayudará a mejorar. Sin embargo al penetrar en su intimidad descubren defectos, errores, vicios en general, - propios de la naturaleza humana-, y prefieren ocultarlos, en lugar de corregirlos, de autodeterminarse o de autogobernarse, propio de personas maduras, con libertad responsable y caen en el vicio de la hipocresía, es aquí cuando se empequeñecen y no pueden hacer crecer a los estudiantes. El segundo concepto de ética, las profesoras lo asumen como imperativo para cuidar a otros. Forma parte de la identidad del profesor de enfermería, estar al servicio de la promoción de los estudiantes, pues su ser se hace responsable de hacerlo crecer. Waldow, (2008, p.191) cita a Watson, afirmando que el cuidado humano debe ser concientizado como imperativo moral, para ser experimentado y demostrado en las actividades y relaciones, cuando se apela a la educación en el cuidado es directamente con los estudiantes. La misma autora detalla como cuidar a otro remite a la idea de control, ejercicio sobre algo, abarcando una acción interactiva, sustentada en valores; conocimiento del ser que cuida, para y con el ser que es cuidado, es una postura ética frente al mundo, compromiso para contribuir con el bienestar general, promoción de las potencialidades de la dignidad humana y de la espiritualidad. 36 Las afirmaciones de Waldow son corroboradas por Polo (1997) cuando explica que hace falta restablecer la fuerza del espíritu; el hombre tiene que aprender a pensar y a ejercer su voluntad. En la medida que crezca en ello, aparecen sentimientos insospechados que derivan del amor a la verdad y a los bienes más altos. También, Waldow (2008, p. 137), insiste que el cuidado es la ética de enfermería y asumir el cuidado como valor es un imperativo moral con decisión de hacer el bien, así el cuidado, se convierte en una preocupación ética, llevando consigo principios éticos universales como: el respeto a la dignidad de la persona, responsabilidad, libertad, justicia, beneficencia y subsidiaridad. Profesores y estudiantes, con la práctica de valores concretos se hacen mejores personas, tiene sentido la propia vida, existe respeto mutuo, si no se admite, se caería en la indiferencia y como lo justifica Polo citando a Kant (1997. p. 147), es importante la ética del respeto, porque hay que obrar de tal manera que no se tome a los demás como un medio, sino como fin y si se considera al otro como fin es capaz de fin, el respeto es de suma importancia para una comprensión correcta de la humanidad, para no hacer distinciones, tener preferencias, incluso para no maltratar a nadie. Precisamente, en el cuidado de otros, puede presentarse conflictos de valores, escaso compromiso profesional, ausencia del sentido de querer formar para cuidar a otros, unido a la falta de conocimiento, tiempo limitado para la actualización por exceso de responsabilidades o falta de atención para el proceso de socialización. Waldow (2008, p. 137), sostiene que el cuidado del otro no sólo se limita a una acción técnica en el sentido de ejecutar procedimientos, sino también en el sentido de ser expresado de forma 37 actitudinal, pues es relacional. Toda profesora de enfermería se confronta así, consigo misma sólo en relación con otro ser humano. El tercer concepto de ética de las profesoras de enfermería se refiera a la ética como convivencia: ética relacional; precisamente la persona es una tarea para sí misma, pero no se puede realizar plenamente con sus propias fuerzas, necesita apoyarse en la realidad. Y la realidad por excelencia a la que esta vinculada para poder realizarse son las demás personas, ellas son presencia necesaria, apoyo, impulso y fuente de posibilidades, Domínguez (2003, p. 108- 109), describe que la principal fuente para el desarrollo y crecimiento de la persona son las demás personas, pero aún más: la persona está no sólo constitutivamente abierta a los demás, sino ontológicamente referida a ellos, así se producen los encuentros, esto es la experiencia personal radical donde se hace presente otra realidad que resulta significativa, de manera que acogiéndola, se establece con ella una comunicación fecundante. El ser humano es potencialmente, un ser social, porque tiende por naturaleza a establecer vínculos en el mundo afectivo, esto se actualiza en el rostro a rostro que analiza Torrealba (1997. p. 199), dado por el cruce espacio-temporal de dos seres humanos sincrónico y geográfico transformándose en una posibilidad efectiva de interrelación Así, el hombre parafraseando a Polo, es el ser supra específico que no es un ser aislado sino social. Sin sociedad no hay ética y al revés, porque la sociedad significa relación activa y comunicativa entre personas y el estudiante de enfermería es un ser vivo a quien hay que ayudarle a crecer, porque en otro caso su crecimiento será mucho menor del que sería susceptible, si no se le ofrece esa ayuda, la acción educativa como toda acción humana, participa de las dos dimensiones de acción y actividad, correspondientes a las dos actuaciones esenciales de la formación: enseñar y aprender, ayudada por las 38 relaciones interpersonales las cuales son una especie de vínculo que se establece entre profesoras y estudiantes. No se trata de unarelación para obtener algo, sino de una relación más estrecha, humana, emocional, en esencia, una relación interpersonal a manera de crear espacios como lo detalla para que estas sean buenas. Como segunda categoría surgió, el territorio de la ética en la formación del estudiante, que vendrá a ser el espacio, donde los profesores incluyen la ética y los estudiantes la reciben, ambos interactúan y se relacionan con responsabilidad ética que puede ser dentro de la propia práctica educativa, dada en las aulas, en los contextos de práctica, en los momentos de asesoramiento académico o cuando el estudiante puede contemplar al profesor en los múltiples discursos que vierte al formarle, su sola presencia puede expresa integralidad y coherencia como también desfase entre los contenidos que les transmite, y los que práctica. Dentro del territorio de la ética emergió la primera subcategoría: la vinculación/desvinculación del saber teórico con el saber práctico de la ética. Incluir el saber ético en la formación de los estudiantes no es una tarea fácil, por ello los profesores, pueden denotar unas veces desvinculación y otras vinculación, de este saber teórico-práctico, como nos hace ver Polo (1987 p. 218), “ los hombres que se centran en la práctica se sorprenden al ver que la gente se mueve por ideas y que esas ideas afectan a sus intereses , no se trata de despreciar ni la teoría ni la practica, en cierta manera se puede decir que todo conocimiento relevante para el ser humano debe tener consecuencias empíricas”, en este sentido si la ciencia no sirve para hacer a la gente feliz no es una buena ciencia o como afirmaba Sócrates, con el peso de su autoridad “solo es útil el conocimiento que nos hace mejores”. Si la ética es un saber universal de los fines de las acciones humanas, que determinan los fines que se han de marcar en la educación, el saber práctico no es más que una técnica 39 operativa fundada en el saber teórico, pero ningún profesor se puede refugiar en discursos teóricos, creyendo así poder llegar a ser eficaces en la acción, porque la acción demanda experiencia, trabajo bien hecho, organización de horarios, priorizar actividades, etc. Por otra parte, en la segunda subcategoría los profesores de enfermería avizoran como frente a la exigencia de la formación personalizada del estudiante por parte de la institución donde trabajan unas veces consideran la personalización del estudiante como una unidad y otras veces llegan a caer en la banalización del estudiante. Sin embargo, la formación que imparte todo profesor de enfermería debe conllevar a la promoción integral de la persona del estudiante, su tarea personalizante, debe ir más allá de la adquisición de conocimientos o métodos de aprendizaje. Aunque cada estudiante tiene que realizar su vida, no es autosuficiente para realizarse. Ha de apoyarse en la realidad y sobretodo, en la formación impartida por sus profesores, de esta manera como lo argumenta Domínguez (2005, p. 30), el profesor es apoyo al educar, al enseñar, al proporcionar todo lo necesario para realizar el proceso de plenificación de la persona. También el profesor, según el autor ofrece posibilidades a sus estudiantes para su crecimiento. Ofreciéndose él mismo como posibilidad. Un buen profesor es un tesoro incalculable que los impulsa a realizar posibilidades permitiendo que cada uno sea quien es, es decir hacer el bien al otro: contribuir a que sea más plenamente persona. Así mismo, esta la posibilidad de la banalización del sujeto frente a la exigencia de la formación universitaria personalizada, que no cabe duda se da en el antro universitario, parafraseando a Domínguez (2005), advierte que los profesores pueden identificar la cultura como algo ya hecho y al estudiante 40 como simple receptáculo pasivo, que repiten dócilmente los esquemas de la cultura dominante con tendencia a perpetuarse, a lo que se denomina educación bancaria. Esta denominación corresponde a una educación depositaria en los estudiantes, quienes van recibiendo, mediante la memorización y almacenaje, la variedad de datos ofrecidos por el profesor .Esto conlleva a mitificar la realidad e inoculan en los estudiantes el conformismo; niegan su creatividad; domestican su conciencia, instauran la violencia y el paternalismo porque no admiten alternativas a los modelos propuestos. Le Imponen silencio y promocionan la docilidad acrítica, el gregarismo, la masificación y la pasividad. La tercera subcategoría Integración/Fragmentación del trato profesor- estudiante. Emerge cuando el profesor descentra su hacer docente y sólo lo focaliza en un determinado aspecto con ausencia de unidad en el trato personalizado. Estar integrado en el trato significa que al entrar en contacto con el estudiante, ya sea a través, de la asesoría académica, tutoría, clases, conversaciones, no sólo se aborda los aspectos académicos sino su vida personal, familiar, social, actitudes, comportamientos, etc. Al respecto Polo (1996. p. 75), especifica que una persona es más ética cuanto más integrado esta, sin dejar de lado, explica Domínguez (2005. p. 30) las limitaciones y la propia realidad del estudiante, donde la verdadera vocación docente impulsa hacia la unidad, desde la que todo se unifica en la vida de cada estudiante, por ello la persona sólo se despliega, desde la toma de conciencia de su propia vocación, permitiéndole elegir siempre el bien del estudiante cuando se acerca o le trata, ofreciéndole su riqueza personal, cualidades, tiempo y su ser. Profesores y estudiantes de enfermería son seres abiertos hacia fuera y hacia adentro con libertad y ambos pueden mejorar o empeorar porque tienden a más, están embarcados en el proyecto de si mismos, indudablemente los 41 segundos con una mayor necesidad de apoyo que los primeros. Es importante agregar que ambos son intrínsecamente perfectible en virtud de su propio actuar y el único equilibrio que les conviene es dinámico, tendencial, no estático y frente a las alternativas a veces se estropean y muchas veces lo hacen y las malas acciones al darse les afectan, presentándose empeoramientos, incoherencias, equivocaciones éticas. Para Polo (1992. p. 118-119), el hombre fracasa éticamente con frecuencia, porque siendo sistema abierto, sino se perfecciona se estropea, así explica como de la libertad emana un imperativo: “se mejor”; “ve a más”; “se auténticamente hombre porque todavía no lo eres”, y lo que es más el perfeccionamiento humano no tiene techo, siempre se puede crecer y siempre se puede fallar. Y los profesores por ser seres finitos y dependientes, fallan porque observando los tiempos se puede decir que hay muchos profesores pero apenas maestros; mucha aula, pero poca Universidad; mucha información, pero poca formación; mucha noticia pero poco conocimiento; mucho dato pero poca sabiduría, mucho contenido y poca crítica, mucha palabra y poco concepto. Mucha metodología pero poca educación y esto trae como consecuencia llegar a una mala praxis formativa Waldow (2008, p 176-177), presentando los trabajos del informe Delors (1999), de Morin (2004); Assman y Mo Sung (2003); asume se tiene que formar con conciencia del ser, lo que implica rescatar su espiritualidad, la compasión y la solidaridad, de tal forma que se rescate la ética, educar para la esperanza por medio del desarrollo de la competencia y sensibilidad solidaria así como la relación con el otro. Sin embargo cuando la profesora de enfermería debilita o pierde de vista el centro de su acción este centro se va aminorando, el interés ya no es exigente y se puede caer en la intrascendencia de una mentalidad moderna de 42 pensar únicamente que lo útil es valioso y puede darse como lo analizaWaldow. (2008. p.181-182) que los docentes abusen de su autoridad llegando a ser común manipular, maltratar, menospreciar y ofender a los estudiantes, y esto puede producirse en situaciones académicas en que los comportamientos más asertivos, independientes y críticos de los estudiantes; los docentes los perciben como desafiantes de su autoridad, pues se sienten amenazados y a los estudiantes los consideran irrespetuosos. La autora afirma que esto sucede porque no se sabe poner límites a la acción; es decir al poder y al autoritarismo sobre ellos, el cual debe estar regulado por los derechos humanos que exigen reciprocidad de un deber con sentido de convivencia. Polo (1997 p. 180) determina que es un defecto ético, una ignorancia culpable porque es un descuido de la acción de formar, Demo (1996), distingue la falta de contacto pedagógico que hace tratar al alumno como objeto de instrucción, evitando que comparezca como autor; Domínguez explicita (1995. p.79) que se actúa así cuando el profesor padece de ceguera axiológica, propia de quien no ve el valor de modo absoluto, o también por la hipertrofia del yo, influido por la cultura, la moral cerrada, el ambiente social donde no se discierne por miedo a la crítica, e impide la apertura hacia lo valioso originándose fragmentación en el trato profesor estudiante, situaciones que ocasionan que no se trate en forma continua, por tanto no se llega a conocerle en su plenitud, generando en los estudiantes sentimientos de inferioridad, inseguridad y desvalimiento sumisos, sin capacidad de tomar decisiones, inseguros, cuya auto-imagen generan sentimientos negativos como la sensación de hacer mal las cosas, de ser poco hábiles o incompetentes. Pero como la ética es animadora porque estimula al hombre no sólo para lamentarse de lo mal que están las cosas, sino que contribuye al cambio, como lo explica Polo (1997 p. 181), la capacidad modificadora que hace la persona en los procesos, es mucho mayor de lo que suele creerse, considerando esta 43 explicación del autor, los profesoras de enfermería tienen un actitud activa y tratan de imponerse una la impronta personal, es así como emerge la tercera gran categoría: Modelando la ética en la formación. En este protagonismo emerge la subcategoría: Ser profesores: mostrando un actuar ético. La formación es abrir mentes, fortalecer voluntades, enseñar a pensar, nadie mejor que el profesor de enfermería ejemplar para arrastrar con su ejemplo a los estudiantes, pues sabe dirigir, con verdadera autoridad convirtiendo al estudiante en responsable de sus propios actos. El profesor según aclara Domínguez (2005, p. 41), esta llamado a ocuparse de la promoción de la persona, pues su ser se hace responsable de la promoción del otro, y poner la vida al servicio del otro, no es alienante ni tampoco implica olvido de sí, todo lo contario, es causa de crecimiento personal, obteniendo lo que uno ha dado, aunque para dar, antes hay que ser. Es su ser lo que el profesor sobretodo entrega. Y sino lo entrega es informador, funcionario, instructor o domador, pero nunca maestro. El profesor también esta llamado a la excelencia como persona a través de su ejercicio docente, este es tomado como vocación como modo de vida. En este sentido, todo profesor de enfermería tiene que recuperarse y plenificarse, pues comunica, impulsa, posibilita a sus estudiantes en la medida en que es persona, en la medida de su plenitud personal, desde su vocación, desde su sí mismo, podrá promover gozosa y eficazmente la persona de los estudiantes. En la segunda subcategoria ser estudiante: modelando un actuar ético en las prácticas de cuidado, significa como progresivamente va aprendiendo a razonar, debatir, producir, convivir y desarrollar al máximo su potencial creativo, tratando de elaborar dentro de si mismo una acertada escala de valores que le de intención y fin a su acción esto es; el por qué y el para qué de su actuar. Y, unida a esos fines o valores, la fuerza, la voluntad suficiente para lograrlos. Si la 44 formación, se refiere al crecimiento interno de las personas y al desarrollo de "capacidades" para la vida, Kerouac (1996; p. 101) manifiesta que la orientación principal de la formación en enfermería gravita alrededor de diversos saberes: saber ser (valores, creencias, convicciones, actitudes), saber (conocimiento, comprensión, análisis crítico, síntesis) y saber hacer (habilidades relacionales, técnicas). Estos diversos saberes convergen hacia la competencia necesaria para el cuidado que refuerza y transforma al otro. En la formación de enfermería se tiene en cuenta los diversos saberes: ser, saber y hacer, puesto que la enfermera (o) es una persona que cuida y se relaciona con otras personas, donde pone en práctica todos los conocimientos adquiridos en su formación y en cual actúa de manera inmediata con las habilidades y destrezas adquiridas; pero también es importante el saber convivir, el saber aprender, aprehender y reaprender. Esto se logrará con la calidad de la formación de enfermería, que garantizare la preparación de profesionales competentes que se identifiquen con su quehacer y que estén alertas a reaccionar al medio social y a las exigencias de los servicios de salud. Waldow (2004) refiere que la tendencia actual en enfermería es la formación para el cuidado, que viene evidenciando grandes avances con una comprensión holística. Sin embargo, aún hay docentes que insisten en el discurso tradicional biomédico y al mismo tiempo, exhortan en el cuidado humano integral, otras que hablan muy bien sobre el cuidado humano, pero no guardan coherencia con su quehacer cotidiano; observándose dicotomías entre lo que se dice y se hace en la práctica. El significado del cuidar es algo que debe ser investigado en el interior de cada persona. No obstante, debe ser cultivado, como un modo de ser. Las escuelas de enfermería tienen la tarea de facilitar el aprendizaje para el cuidado humano, pues el modo de ser cuidado, revela de manera concreta como es el ser humano. 45 CAPITULO III ABORDAJE METODOLOGICO TIPO DE INVESTIGACION La investigación fue descriptiva cualitativa. Es descriptiva, porque es un delineamiento de la realidad donde se describe, registra, clasifica, analiza e interpreta la naturaleza actual de los procesos para luego clasificarlos e interpretarlos (Oliveira, 2007, p.67; Gauthier, 1998, p.12). Por ser cualitativa, trabaja con el universo de significados, motivos, aspiraciones, creencias, valores y actitudes; es decir, correspondió a las relaciones subjetivas de los procesos (Minayo, 2003, p.18-19). Según Vivar (2007) la investigación cualitativa es comprender e interpretar la realidad, los significados y las acciones de las personas con el objetivo final de construir conocimiento nuevo, cuyo diseño holístico; se preocupa de la búsqueda de la comprensión del mundo, donde esta presente la reflexibilidad. Strauss y Corbin (2002. p. 69), La reflexividad involucró a la investigadora en el estudio no como protagonista, sino como actora convirtiéndose en un instrumento, un vehículo para obtener datos y comprender la experiencia del otro. Como lo afirma Ray (2003, p. 147) “Dado que somos seres humanos, es posible comprender como es, ser un ser humano”. Desde el punto de vista de la reflexividad, investigar no es aplicar simples procedimientos o seguir indicaciones teóricas, sino es un acto interpretativo producto de la interacción con el mundo social. Es por ello, que durante el estudio la investigadora se enfrento a desafíos que supo convertir en ocasiones, en oportunidades para desarrollarlo. Como indican Hammersley y Atkinson (1995, p. 21), los investigadores pueden dar cuenta del mundo social al incluir su papel dentro de la investigación e “incluso al explotar
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