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m Medicina naturista e inmunología XVI I Congreso de la Asociación Espa ñola de Médicos Naturistas Natural Med ic ine and l n m u no logy. XV I ITh Span ish Association of Naturist M . D . ' S congress. Abstracts of the presentations made at th is congress, he ld in the M . D . arder of medic ine in Barce lona , J u n e 30 and J u ly l , 2000. The presentations i n c l ude: - Physio logy of i n m u ne system, a who l ist ic a p proa c h . Segura, R . - New l i nes of research i n l n m unology. Español , T - Body su bstrat and c leansi ng, fo l lowing the basic regu lation system . He ine , H . - Psychoneuro i n m uno logy. M e l i n a , T. - Anthropology: The person, the society and i n m u nologic d isturbances. Fericgla , J. M . - H a b itat, environment a n d i n m u n itary troub les. Marti n , S . - N utrit ion therapy i n a l lergy, autoin m un itary d isorders a n d i n m u n odepression. Si lva, P. - Autohemothera py. B ü h ri ng; M . - D iet a n d i n m u ne system . C uadra, A . - Med i c i n a l p lants that enhance i n m u n ity. A l onso, M . J . - Effect of fasting on i n m u ne system . Saz, P. - Physical therapies and i n m u n ity. U riarte, X. - Sophrology and psychoneuro i n m u nology. Anadón, M . - Neural therapy a n d i n m u n ity. Vinyes, D . - O l igotherapy i n i n m u ne d isorders. Esteve, M . C . NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 200 1 El pasado 30 de junio y 1 de j ulio de 2000, tuvo lugar en la Sala de Actos del colegio Oficial de Médicos de Barce lona, el XVII Congreso de la Asociación Española de Mé dicos Naturistas. El tema es cogido por su actualidad fue el de Inmunología, dado que la patología derivada de su alteración (alergias, enferme dades autoinmunitarias, cán cer, inmunodeficiencias ... ) es cada vez más frecuente. Por su interés para los lec tores de Natura Medicatrix, y por deferencia de la Asocia ción Española de Médicos Naturistas (Apartado de Co rreos 6 1 64, 28080 Madrid), publicamos a continuación el resumen de las ponencias del congreso siguiendo el mismo orden del programa. Fis i o l ogia de l s istema inmun itario : un i ntento d e vis ión i ntegra l Dr. Ramón Segura Catedrático de fisiología de la Facultad de Medicina. Uni versidad de Barcelona. La respuesta inmunitaria constituye una parte esencial de los sistemas de defensa del organismo implicados en la destrucción o neutralización de bacterias, virus o parásitos y en la eliminación de células o sustancias inútiles, poten cialmente peligrosas o no reconocidas como " propias " . Las células del sistema inmu nitario forman parte de un conjunto de estructuras que ha evolucionado, en especifi cidad y en complejidad, a lo largo de millones de años, desde los invertebrados hasta los mamíferos más avanza dos, como los de la especie humana. El organismo sano es capaz de defenderse frente a la acción de microorganismos o agentes extraños que se en cuentran en el medio ambien te, por medio de mecanismos presentes ya desde el naci miento, la acción de los cua les no depende de una previa experiencia o contacto con el agente extraño. Este tipo de inmunidad, conocida como " inmunidad innata " , muestra una baja especificidad, en el sentido de que los procesos asociados a la misma van di rigidos contra una gran varie dad de agentes potencialmen te lesivos. En contraposición, en la denominada " inmuni dad adquirida " , mucho más evolucionada, la respuesta es muy específica, dirigida a interaccionar con una deter minada estructura molecular. No obstante, las diferencias entre inmunidad natural e inmunidad adquirida son, en muchos aspectos, más bien de tipo cuantitativo que cualita tivo dado que ambas requie ren la participación tanto de reacciones específicas como no específicas que muestran un elevado grado de interac ción y de cooperación entre ellas. El proceso fundamental en ambos casos es el recono cimiento del compuesto quí mico, elemento celular o microorganismo a " contro lar " , por medio de un acopla miento espacial, o encaje, entre la estructura presente en aquellos y el correspondiente receptor ubicado en la mem brana de los distintos compo- nentes celulares del sistema de defensa. Desde un punto de vista operativo, los sistemas de de fensa no específicos (la inmu nidad innata) se caracterizan por su capacidad para reac cionar de forma inmediata frente al agente invasor o la sustancia extraña. Esto re quiere la presencia, en un número suficientemente gran de, de células pre-comprome tidas o dispuestas para actuar rápidamente y equipadas con los receptores o " sensores " adecuados para detectar la presencia de dichos agentes o microorganismos. No obstan te, presentan el inconveniente o limitación de la relativa mente poca diversidad o variedad de receptores dispo nibles. En conjunto, este siste ma posee la ventaja de estar inmediatamente disponible y ser rápidamente movilizable pero, en cambio, presenta el inconveniente de una baja capacidad de discriminación. En contraposición, los siste mas de defensa específicos (base de la inmunidad adqui rida) son mucho más sofisti cados y extremadamente es pecíficos; de hecho, estos sis temas se han generado, y evo lucionado a lo largo de millo nes de años, a partir de los anteriores y su capacidad de respuesta descansa, en gran medida, en la colaboración o cooperación por parte de aquellos. Estos sistemas, que determinan lo que también se denomina la " inmunidad adaptativa " , se caracterizan por requenr as1m1smo un aco plamiento " espacial " entre receptores y " ligandos " , con una enorme variedad y diver sidad de interacciones, como consecuencia de lo cual la can tidad de receptores presentes en cada tipo celular deber ser, necesariamente, muy pequeña. Esto determina que las célu las equipadas con un determi nado tipo de receptor sean demasiado reducidas en nú mero para ser realmente efec tivas en el momento del encuentro inicial, por lo que se requiere un proceso de " activación " destinado a incrementar adecuadamente el número de elementos dis ponibles. Esta " expansión " , que se lleva a cabo por medio de un proceso de " clonación " de las células que poseen los receptores requeridos, exige un cierto tiempo, por lo que el " enfrentamiento " o interac ción entre aquellos y los m1croorgamsmos mvasores o las sustancias extraüas no puede tener lugar hasta pasa dos unos cuantos días del " contactO" original. En contraposición, este sis tema está hecho como un " traje a medida " , enfocado a eliminar o neutralizar de manera selectiva, exquisita mente específica, al agente extraño. Una vez conseguida la proliferación o " expan sión " del " pool " de células disponibles, y realizada la correspondiente acción de " limpieza " , se preserva un número limitado de compo nentes que guardan, durante largo tiempo, la " memoria " de la experiencia " vivida " , lo que les permite reaccionar de manera inmediata y " reacti var " rápidamente al sistema cuando el agente invasor se pone de nuevo en contacto con los componentes celulares previamente " sensibilizados " (esto permite explicar la no recurrencia de ciertas enfer medades de tipo infeccioso una vez que el sujeto ha desa rrollado, en un determinado momento, el correspondiente sistema específico de defensa) . Para el establecimiento y mantenimiento de unos efi cientes mecanismos de defen sa es esencial la participación de un variado tipo de células con un fino y ajustado sistema de comunicación entre ellas , tanto durante las fases de expansión y de movilización como en las de ejecución. La comunicación intercelular se lleva a cabo con la participa ción de citoquinas (interleuci nas, interferones, factores de necrosis tumoral, . . . ) y de sus correspondientes receptores, así como con la.cooperación de un variado conjunto de moléculas englobadas en el grupo de los denominados factores de adhesión. De manera esquemática, podemos distinguir tres fases o barreras destinadas a evitar la entrada, propagación y proliferac;ión del agente o agentes invasores: piel y mucosas, defensa celular y sis tema del complemento. P ie l y mucosas La piel y las mucosas que revisten la superficie exterior y la interior, respectivamente, del organismo confieren un elevado grado de protección frente a los organismos pató genos y las sustancias tóxicas. Además, distintos tipos de sustancias, presentes tanto en la superficie de la epidermis como de las células mucosas, son capaces de inactivar dis tintos tipos de microorganis mos y de alterar la membrana de algunos tipos de bacterias. Tanto las glándulas sebáceas como las sudoríparas, así como las presentes a lo largo de los tractos digestivo y res piratorio, segregan distintos tipos de sustancias capaces de actuar como bactericidas y fungicidas. Defensa celular Si el organismo invasor, o la sustancia extraña, consigue superar esta primera barrera debe enfrentarse a una línea de defensa celular constituida por los componentes del siste ma de la inmunidad natural y los de la inmunidad adquirida A partir de una célula madre, pluripotencial, de la médula ósea se originan, por una parte, los distintos tipos de granulocitos polimorfonu cleares, así como los compo nentes del sistema monoci tos/macrófagos (en la línea " mieloide " ) , todos ellos cons tituyentes de la rama no espe cífica del sistema inmunitario pero con un importante papel a la hora de elaborar y pre sentar las " señales " adecua das al sistema de la inmuni dad adquirida y de llevar a cabo el trabajo de eliminación del agente extraño. Por otra parte, a partir del mismo tipo de célula " madre " se generan los precursores de los distintos tipos de linfoci tos entre los que se distinguen dos tipos o familias: los linfo citos de tipo B, algunos de los cuales se diferencian en célu las plasmáticas responsables La comunicación ce lu lar se l leva a cabo con la participación de citoqu i nas y de sus correspondientes receptores NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 2 0 0 1 NATURA MEDICATRIX N" 62 ENERO 2001 de la síntesis y elaboración de los distintos anticuerpos, y los linfocitos de tipo T, responsa bles de la inmunidad celular, junto con las células " asesi nas " naturales. Los linfocitos forman parte de la rama espe cífica del sistema inmunitario. Los linfocitos de tipo B poseen inmunoglobulinas del tipo IgG como receptores de superficie y están dotados de la capacidad de producir y segregar gran cantidad de este tipo de moléculas cuando aquellos se diferencian y transforman en células plas máticas. Los linfocitos de tipo T, que deben permanecer durante un cierto tiempo en el timo (de ahí la inicial T para su designación), son capaces de reconocer la presencia de estructuras moleculares de determinantes ajenos al pro pio organismo. En cualquier caso, cada tipo de linfocito, B o T, posee receptores específi cos para un solo tipo de determinante antigénico. Para incrementar el número de receptores y, con ello, la capa cidad de interacción con los correspondientes agentes m vasares o extraños al organis mo, es preciso incrementar, de manera significativa, el núme ro total de " copias " o células por medio de un proceso de clonación. Los linfocitos de tipo B son capaces de reconocer y fijar antígenos presentes en su con figuración " natural " , en el medio líquido que rodea a las células, y de captarlo o " cazarlo " al vuelo. La parte detectada, conocida como " epi topo " de tipo " estructu ral " , está constituida por fragmentos relativamente próximos de una molécula o partícula antigénica. En con traposición, los linfocitos de tipo T solamente son c-apaces de reconocer " epítopos " , o secuencias, en el contexto de los sistemas de histocompati bilidad mayor entre los cuales se diferencian dos tipos de componentes: los del sistema MHC 1, presentes en la super ficie de los linfocitos de carác ter citotóxico, y los del siste ma MHC 11, presentes en la superficie de las células " cola boradoras " o " helper " . Debi do a la peculiar disposición de las cadenas polipeptídicas de sus receptores, lqs linfocitos de tipo T reconocen secuen cias de aminoácidos ( " epíto pos " de tipo secuencial) a diferencia de los linfocitos de tipo B que reconocen " epíto pos " de tipo estructural. Una vez han pasado por el timo, los linfocitos de tipo T, ya " maduros " , se distribuyen en varias subfamilias: una de ellas, que engloba a los linfoci tos de carácter "cito tóxico " (TC), muestra en su superficie los marcadores moleculares CD8 y CD3 y reconocen pép tidos extraños asociados al sis tema MHC I; otra familia, en la que se incluyen los linfocitos �' helper" · (TH) o colaborado res, poseen como marcadores de superficie los complejos CD3 y CD4 y reconoce pépti dos extraños asociados al sis tema MHC II. Los primeros participan en la lisis de células particulares que muestran los antígenos específicamente re conocidos por dicho tipo de células; los segundos estimu lan la proliferación de los lin focitos de tipo B y su diferen ciación en células plasmáticas. Otros tipos celulares son res ponsables de la " sensibilidad retardada " (TD ), de la supre sión o reducción de la reacción inmunitaria (TS), etc. Sistema de l complemento Un eslabón muy importante del sistema defensivo, situado en tercera posición, lo consti tuye el " denominado sistema del complemento " que, como dice su nombre, complementa la acción de los componentes celulares y extracelulares del sistema inmunitario. El siste ma del complemento está constituido por un complejo de proteínas que es activado como resultado de la interac ción del antígeno con determi nadas clases de inmunoglobu linas o anticuerpos . Se inicia, así, una reacción en cadena o cascada bioquímica en cada una de cuyas etapas o eslabo nes se liberan, por acción pro teolítica, uno o varios polipép tidos que eJercen marcados efectos sobre distintos compo nentes celulares (modificacio nes de la membrana celular, lisis bacteriana, atracción qui miotáctica de granulocitos ha cia el foco de infección, etc) . Para la correcta y eficiente actuación de los sistemas de defensa corporal, todas la barreras o etapas son impor tantes y, así, tanto las barre ras de tipo mecánico o topo gráfico como las de carácter químico desempeñan un pa pel fundamental. Los sofisti cados y elaborados sistemas, de carácter bioquímico y celu lar, del sistema inmunitario, provistos de un extraordina rio poder de discriminación, aseguran la eliminación selec tiva, exclusiva, del agente lesi vo, sin repercusiones (en con diciones normales) para el conjunto de las estructuras corporales. Líneas de investigac ión : ¿hac ia dónde va la inmuno logía? Teresa Español Inmunóloga. Jefe del labora torio de Inmunología del Hos pital Val! d'Hebrón. Barcelona La respuesta inmune (R.I) tiene como finalidad EL RE CONOCIMIENTO y ELIMI NACION de los agentes reco nocidos como extraños al organisno. Para ello dispone de una conjunto de células y substancias sintetizadas por las mismas. Las células involucradas son los linfocitos T, B y NK, y las células de la serie monoci to/macrófago, y el reconoci miento se realiza a partir de los receptores de membrana capaces de seleccionar el antí geno, y que en los linfocitos T y B presentan una alta especi ficidad. Las sustancias sintetizadas por las células y participantes en la R.l. son los anticuerpos o Inmunoglobulinas, las cito cinas o sustancias sintetizadas por las diversas células de la R.l. y las. proteínas del com plemento. Los grandes avances en los últimos años han sido: a) El conocimientode la fun ción y estructura de las citoci nas y sus implicaciones en diversos procesos patológicos. b) El conocimiento de las señales intracelulares regula doras de la síntesis de media dores o de los anticuerpos, a partir de los receptores de las señales exteriores en la mem brana celular, hasta el núcleo de las mismas. e) La localización de un gran número de genes respon sables de la síntesis de una gran parte de las moléculas implicadas en la respuesta mm une. O sea que se ha pasado de la inmunoquímica, a la biolo gía celular y molecular, y más recientemente se han sumado los conocimientos sobre los genes responsables de la sínte sis de muchas de las molécu las participantes en la R. l. De los datos anteriores se desprende que las líneas de investigación en un futuro próxuno son, y a su vez van a dar lugar a otros trabajos sobre: - los mecanismos . de regula ción de la síntesis de las cito cinas frente a diversos estímu los y su manipulación para el tratamiento de diversas pato logías. - las moléculas involucra das en la transferencia de información entre las células, y dentro de la célula, en res puesta a estímulos exteriores. Sus aplicaciones estarán en: - el diagnóstico molecular y genético de múltiples enfer medades en las que están in volucrados mecanismos m munológicos; - la utilización de las molé culas de la R.I obtenidas por recombinación genética en el tratamiento de procesos auto inmunes, en la respuesta anti infecciosa, en la creación de tolerancia inmunológica en los trasplantados, etc; - la terapia génica, como método de sustitución de genes alterados o de introduc ción de genes beneficiosos en el tratamiento de muy diver sas patologías. Concepto de terreno y d renaje. S istema básico de regulación D r. Harmut Heine Fisiélogo. Director del Insti tut für Antihomotoxische Medizin. Baden-Baden. Ale mania La célula como tal es una abstracción y no se la puede considerar sin tener en cuenta su entorno, el espacio extra celular. Este está formado por glicanos terminales de las proteínas y de los lípidos de la membrana celular (glicocá lix) , los proteoglicanos y glu cosaminoglicanos, así como de las glucoproteínas estruc turales y de sostén (colágeno, elastina, fibronectina, lamini na, etc . ) . Estos componentes en su conjunto forman la sus tancia basal (matriz extrace lular), que tiene propiedades de filtro molecular. La sustan cia basal no sólo comunica las células entre sí (células con j untivas, células inmunológi cas, células de los órganos), sino que también conecta con el sistema circulatorio perifé rico y con las células nervio sas vegetativas terminales. De esta forma, la sustancia basal está unida tanto al sistema nervioso centrai . (SNC) como al sistema de glándulas endo crinas. Ambos sistemas se comunican en el tronco cere bral (hipotálamo, etc . ) . Esto permite que cualquier cambio en la sustancia basal se detec te y procese en el sistema ner vioso central y endocrino y, a su vez, que cualquier cambio en el sistema nervioso central y/o endocrino se transmita a la sustancia basal. El fibroblasto (y sus deriva dos, como el osteoblasto, el condroblasto y el mioblasto de la pared vascular) y las células glía del SNC respon den a todos los cambios que se producen en su entorno (estímulos mecánicos y elec tromagnéticos, neuropépti dos, citoquinas, cambios en el pH, etc.) con la correspon diente síntesis de sustancia basal, sin diferenciar entre información positiva y negati va. De esta forma pueden sur- gir situaciones que desplacen · el equilibrio entre la genera ción y destrucción de tejidos en uno u otro sentido. Gene ralmente prevalece la destruc ción inflamatoria de tejido. Las situaciones proinflama torias surgen en la sustancia basal no sólo por las infeccio nes sino también por todas las formas posibles de estrés, incluida una alimentación in correcta y las influencias me dioambientales. Las infeccio nes y el estrés también pueden llevar a una inflamación cró nica con el riesgo de aparición de enfermedades autoinmu nes. Desde el punto de vista de la medicina biológica, los preparados antihomotóxicos poseen una importancia espe cial como coadyuvantes e inmunorreguladores en el tra tamiento de las inflamaciones crómcas, que se describe como reacción de asistencia inmunológica. Ps iconeuro inmuno logía Dra. Tivizay Malina Especialista en Medicina In terna. Universidad de los An des. Venezuela. La psiconeuroinmunología ha surgido en la última déca da de la historia de la medici na por la necesidad de enten der al individuo globalmente, y para ello intenta descifrar los mecanismos de la relación mente-cuerpo, en contraparti da a la visión cartesiana cada vez más fragmentada y reduc cionista de la medicina. Se ha definido como la cien cia que se encarga del estudio de la autorregulación psicofi siológica del organismo. Es decir, los mecanismos de inte racción y comunicación entre la mente y los tres sistemas responsables de mantener la homeostasis: el sistema ner vioso, el inmune y el endocri no. Esta comunicación utiliza un lenguaje bioquímico a tra vés de mediadores tales como: hormonas, neurotransmisores y mensajeros inmunológicos (citoquinas) . Por lo que real mente debería llamarse psico endocrino-inmunología. Sabemos que en los verte brados existen estos tres gran des sistemas de comunicación intercelular: neural, endocri no e inmune. Si en un princi pio se consideró a éste último como un sistema de defensa (productor de anticuerpos y esencialmente autónomo) , paulatinamente han debido de tenerse en cuenta sus importantes relaciones con los anteriores sistemas, así como con el reticuloendotelial y hematopoyético. El conoci miento de la modulación recí proca existente entre células inmunitarias, hormonas y vías nerviosas, así como el efecto del estrés y otras varia bies psicológicas sobre los parámetros inmunológicos, ha hecho a muchos científicos postular que su autonomía es más aparente que real y se ha llegado de esta manera al con cepto del eje inmunoneuroen docrino. Mecan ismo general de adaptación Para entender como ocurre este proceso de autorregula ción psicofisiológica tenemos que conocer el mecanismo general de adaptación descrito por primera vez por Walter Cannon en 1914 y Hans Selye ( 1 936-1982) , quienes definie ron la respuesta general de adaptación como una de las características fundamentales para el mantenimiento de la vida y la supervivencia, desa rrollada a lo largo del proceso evolutivo. Este mecanismo in volucra un conjunto de reac ciones inespecíficas que suce den ante la exposición a situa ciones amenazantes, con el pro pósito de movilizar las reservas energéticas para hacer frente a las demandas externas. En este sentido, cuando el individuo se expone a estímu los estresantes de orden físico o psicológico, inmediatamente se activa el eje pituitario adre no-cortical y el eje simpático adrenal, liberándose adre úalina, noradrenalina y corti sol, con el fin de proveer ener gía que sirva para la defensa, la huida o la resolución de un conflicto determinado. La respuesta general de adaptación se puede dividir NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 200 1 NATURA MEDICA TRI X N' 62 ENERO 2001 en dos grandes cambios: la adaptación periférica (cam bios cardiovasculares y meta bólicos) y la adaptación con ductual. La adaptación periférica consiste principalmente en un redireccionamiento de la dis posición de energía. Oxígeno y nutrientes son requeridos en órganos que cumplen una función en períodos de estrés. Estos órganos incluyen el sis tema nervioso central (que coordina todas las respuestas durante la emergencia ) , el sis tema muscular, el sistema car diovascular y el respiratorio. La adaptación conductual consiste en cambios adaptati vos queincluyen un aumento en el estado de alerta, atención y respuesta refleja, y cambios no adaptativos como la supre sión del proceso digestivo, reproductor, crecimiento, ex creción y conducta sexual. Esta redirección de la ener gía es presumiblemente la causa de los efectos adversos del estrés sobre el crecimien to, digestión, reproducción y sistemas de excreción, en los que se produce un efecto inhi bitorio. La respuesta inmune inflamatoria también es res tringida por la activación del eje hipotalámico-pituitario adrenal (HPA) . Sistema estresor Es el responsable de gene rar la respuesta general de adaptación y tiene dos com ponentes que son: El sistema CRH ubicado en el hipotála mo y el sistema locus ceru leus-NE en el cerebro medio. Estos sistemas aumentan su función en periodos de super vivencia a través de la activa ción simpático-adrenal e inhi ben las funciones vegetativas encargadas de la reparación y el mantenimiento. El contexto neuroanatómi co es muy complejo e involu cra una serie de interacciones con diferentes áreas del cere bro y distintos neurotransmi sores cuya profundización no es el objetivo de éste artículo. Los sistemas responsables de la reproducción, creci- miento e inmunidad están di rectamente relacionados con el sistema estresor y cada uno de ellos está profundamente influenciado. l . El eje reproductor es inhibido a todos los niveles por varios componentes del e je pituitario adrenal. El CRH y los glucocorticoides suprimen las neuronas que producen hormona liberado ra de hormona 'luteinizante, . folículo estimulante, testoste rona y estradiol. 2. El eje del crecimiento y la función tiroidea también son inhibidos a varios niveles. La activación prolongada del sistema estresor suprime la hormona de crecimiento, somatomedina e y otros fac tores de crecimiento. 3. El eje tiroideo también es inhibido, se produce una dis minución en la producción de hormona estimulante del ti roides, e inhibición de la con versión de T4 en T3 . 4. La respuesta inmune e inflamatoria es inhibida debi do al efecto de los glucocorti coides que alteran la función y proliferación de los leucoci tos, disminuyen la produc ción de citoquinas y mediado res de la inflamación, entre otros efectos. Patofisiología del sistema estresor Generalmente la respuesta ante el estrés tiende a ser aguda o de duración limitada. Este tiempo limitado de res puesta está acompañado de efectos antianabólico, cata bólico e inmunosupresor tem porales que cumplen una fun ción homeostática, sin conse cuencias adversas. Es lo que denominamos euestrés. Pero si la respuesta no se autolimita y el estado de acti vación psico-neuro-bioquími co se mantiene o cronifica por diferentes razones (entre ellas: si se mantiene presente la señal de amenaza, el tipo de programación sociocultu ral, la cosmovisión y la vulne rabilidad genética que mer man la capacidad del indivi duo para hacer frente a los problemas), se mantiene una excesiva y crónica activación · que deja de ser homeostática. Es el denominado distrés que ocasiona un estado sindrómi co que Selye describió en 1 936, caracterizado por ano rexia, pérdida de peso, hipo gonadismo, depresión, úlcera péptica e inmunosupresión. Influencia de l sistema de creencias sobre el t ipo de respuesta Es muy importante recalcar el efecto que tiene la cogni ción o forma de interpretar la situación, en el tipo de res puesta que se va a desencade nar. Paralelo al sistema activa dar de la acción (el llamado sistema estresor), existe el sis tema inhibidor de la acción o gabaérgico. Dependiendo del tipo de estímulo, y la sensa ción de control o no control que el individuo tenga sobre la situación, se activará uno u otro. Si la persona siente que puede controlar la situación, automáticamente se activará el sistema activador de la acción para lograr una acción eficaz y por supuesto un esta do emocional placentero si las expectativas son satisfe chas. Por el contrario, si el individuo no tiene control sobre la situación amenazan te, se activa inmediatamente el sistema inhibidor de la acción con la consiguiente acuvaoon serotoninérgica cortico - suprarrenal e inhibi ción inmunitaria y conduc tual; acompañado de un esta do emocional displacentero dado por miedo, depresión, y frustración, hasta finalmente aparecer la disfunción orgáni ca y la enfermedad en aque llos blancos susceptibles genéticamente. Por otra parte, si la acción es ineficaz, o las expectativas no son satisfechas, se tiende a cronificar el proceso. Bien aparece la conducta de huida con la activación del sistema inhibidor de la acción, o el individuo se empeña en una lucha sostenida para contro lar el entorno, manteniéndose el estado de activación neuro bioquimico-hormonal y un estado emocional displacen tero que induce a la realiza ción de conductas sustitutivas con el fin de desplazar la agreston y producir autoesti mulación (adicción al alcohol, drogas, j uego, tabaco, sexo, consumo, etc), que temporal mente disminuyen el estado de activación con una sensa ción de " falsa recuperación " . Este estado evolucionará hacia la disfunción orgánica o el equilibrio dependiendo de las condiciones del medio y estrategias que el individuo logre realizar. Inf luencia de las emociones sobre el s istema i nmune Recordemos que la función del sistema inmune no es sólo la de eliminar sustancias o agentes extraños, sino que dispone de mecanismos para controlar el crecimiento de células malignas como la acti vidad citotóxica de las células NK, los macrófagos involu crados en el control tumoral a varios niveles , la inmunidad celular y el rol de los linfoci tos T en el rechazo de tumo res sólidos y la inmunidad humoral. • ¿ Qué evidencias existen de comunicación entre el sis tema mmune, nervwso y endocrino? Se pensaba que el sistema inmune era autónomo y que se regulaba internamente por citoquinas producidas por sus propias células; sin embargo, recientemente se han acumu lado evidencias que demues tran que el sistema nervioso, el inmune y el endocrino se pueden comunicar directa mente, siendo ésta comunica ción esencial en la homeosta sis de dichos sistemas, actual mente considerado como un solo sistema. El sistema nervioso central ejerce su efecto regulatorio sobre el sistema inmune a tra vés de: - La inervación autonómica de los órganos linfoides. - La respuesta clásica neu roendocrina. Es conocida la acción inmunosupresora de los glucocorticoides, directa mente proporcional a su aumento. Recientes evidencias han sido realmente revolucionarias: - Opioides endógenos, neu ropéptidos y algunas hormo- nas modulan la función in mune. - Estímulos antigénicos au mentan la actividad eléctrica y la neurotransmisión hipota lámica. - Factores secretados por leucocitos ( citoquinas) y me diadores periféricos derivados de varias células inmunes acti van el eje hipotalámico pitui tario adrenal. - Los linfocitos portan re ceptores en sus membranas que son sensibles a diferentes neurotransmisores y neuro péptidos: adrenalina, nora drenalina, acetilcolina, ence falinas, hormonas. - Los leucocitos producen al menos una docena de hormo nas peptídicas que incluyen ACTH y encefalinas. - Hormonas y neurotrans misores influyen estimulando o inhibiendo la respuesta mm une. - Lesiones hipotalámicas < afectan la función inmune. • ¿ Qué evidencias existen de que factores de orden emo cional alteran el funciona miento de este gran sistema? Varios investigadores han señalado asociación entre la función inmune alterada y factores psicológicos de larga duración (e j . depresión) o corta duración (ej . ansiedad) . A continuación haremos una breve síntesis cronológica de los autores más importantes que han estudiado este fenó meno. En este sentido, el pnmero en estudiarla respuesta gene ral de adaptación fue el famo so fisiólogo Walter Cannon en 1 914, especificó como el estrés produce cambios a nivel bioquímico y fisiológico. Posteriormente Hans Selye durante quince años continuó estudiando el síndrome gene ral de adaptación, pero ade más encontró un aumento en la susceptibilidad a infeccio nes, e involución de los gan glios linfáticos y el timo en ratas sometidas a estrés. Williams y colaboradores en 1 9 74 observaron una dis minución en la apoptosis ce lular ante la exposición a car cinógenos con el distres psico lógico. Bartrop y colaboradores en 1 977 encontraron una dismi nución en la función de los. linfocitos B y T después de seis semanas de duelo por muerte de sus cónyuges, pero no encontraron diferencia con los controles en la capacidad de fagocitosis, el número de leucocitos, inmunoglobulinas y hormonas adrenocorticales. Pamblan, entre 1 9 76 y 1 979, observó que la activi dad granulocítica disminuía en función de la intensidad y duración del estresor, además de la disminución de la inmu noglobulina A en saliva y dis minución de la actividad de las células T supresoras. Setlow, en 1 978, describió que los linfocitos disminuían su capacidad de reparación del ADN post-radiación. Horne y Picard en 1 979 en contraron un aumento en la incidencia de eventos estresan tes en personas que posterior mente desarrollaron cáncer. Kronful y House, en 1 984, y Biondi y Pancheri en 1 987, evidenciaron como el distrés psicológico disminuía la res- • puesta proliferativa de linfoci tos T a mitógenos. Kiecolt - Glaser en 1 9 8 8 observaron una disminución de la actividad de las células NK con el distres de tipo aca démico, la soledad o pérdidas importantes. Por el contrario encontraron un aumento en la actividad de dichas células con la disminución del distres psicológico al utilizar técnicas de relajación. Riley V en 1 9 8 1 evidenció un aumento significativo en el crecimiento de células tumo rales, con linfopenia e involu ción túnica, en ratas someti das a estrés rotativo. Kohler y Vaughan en 1 982 encontraron relación entre autoinmunidad y disminución de la actividad de células T supresoras. Calabrese y colaboradores, Kiecolt-Glasser y colaborado res en 1 9 8 7 probaron la aso ciación entre función inmune alterada y factores psicológi cos. Desde 1 9 8 8 hasta la actua lidad, investigadores de alto prestigio como Blalock, Bese donsky, Bellinger, Breder, Bateman, Sternberg, Woloski, Wilder, y sus respectivos gru pos de investigación entre otros, han aclarado los meca msmos neuro químtcos y moleculares que nos explican hoy en día, como es que se establece la conexión entre mente y cuerpo formando ambos una sola unidad. Antropo logía : i nd iv iduo , soc iedad y a lterac iones i n m u n itarias ].M. Fericgla Antropólogo y Psicoterapeu ta. Barcelona. La cultura influye, constru ye y condiciona los estados emocionales y, a la vez, es influida. Los estados emocio nales influyen en el sistema inmunitario y las anomalías del sistema inmunitario reac túan sobre la cultura de cada sociedad, proponiendo focos de interés a los que dirigir esfuerzos. La teoría general de sistemas es el único marco teórico que, actualmente, nos puede ayudar a comprender la transducción que lleva de la cultura a las emociones y a afectar el sistema inmunitario. Hab itat, med i o amb iente y a lterac iones i n m u n itarias Santos Martín Oncólogo. Médico Naturista. Barcelona El ser humano ha realizado su evolución en y con la natu raleza. Desde hace unos años, instantes en la historia de la humanidad, el hombre ha empezado, en el mal llamado mundo civilizado, a crear en cantidad importante sustan cias totalmente nuevas para las que los sistemas enzimáti cos de depuración de la perso na no tienen mecanismos efi- NATURA MEDICATRIX W 62 ENERO 200 1 NATURA MEDICATRIX N" 62 ENERO 200 1 caces. De la misma manera, la forma de vida actual nos pone en contacto con una gran can tidad de agentes físicos cuyo efecto no conocemos a medio o larga plazo. Un posible resultado de esta situación es un incremento de las enferme dades degenerativas, autoin munes, neoplasias etc. como consecuencia de las alteracio nes inmunológicas produci dos por estas sustancias. El origen de los tóxicos puede ser químico y/o físico. Según su naturaleza afecta unas zonas del organismo u otras, produciendo siempre una patología que hasta ahora no se ha reconocido, ya que en medicina se han estu diado fundamentalmente en toxicología los efectos de las intoxicaciones agudas. De la medicina del trabajo se obtie nen unos datos que no son · para nada extrapolables a la sociedad. Todo esto nos ha llevado a un desconocimiento importante de la sintomatolo gía que la mayoría de las microintoxicaciones y efectos físicos producen en el cuerpo humano. El hecho de que no se presenten casi nunca como enfermedad aguda, con mani festaciones poco específicas, y que la patología sea en conse cuencia multifactorial, hace su descubrimiento muy difí cil, así como su clasificación. Este hecho no puede signifi car que Ignoremos o negue mos, lo más sencillo, su exis tencia . Muy al contrario, conocer los elementos más importantes de la patología medioambiental es una exi gencia para cualquier médico como elemento fundamental de prevención, diagnóstico y tratamiento. La nutric ión e n la etiopatogen ia de l os trastornos de l a inmun idad: a l erg ia , a uto i nmun idad , i nmunodepres ión Pedro Silva Especialista en Medicina In terna y Neurología. Médico Naturista. Santiago de Chile. El antiguo aforismo hipo crático " que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento " , parece tener especial validez en la patoge nia y curación de los trastor nos inmunológicos, como las alergias, la autoinmunidad y la inmunodepresión, los cua les es posible controlar con éxito en la clínica naturista, aplicando especialmente el tratamiento dietético vegeta nano. En efecto, siendo el orga nismo un complejo universo de moléculas armoniosamen te asociadas estructural y fun cionalmente, identificadas y protegidas por el sistema inmunológico, adquiere gran significado el concepto clási co de la escuela naturista de respetar los patrones de la ali mentación natural del hom bre, ingiriendo solamente ali mentos cuya estructura mole cular no provoque la respues ta inmunitaria o las reaccio nes autoinmunitarias, o bien, la depresión o supresión de la respuesta inmune. Después de la lactancia materna, se debe incorporar gradualmente a la dieta los alimentos, según su compleji dad y composición proteica, y se debe excluir los alimentos extraños a la dieta humana, como las carnes, productos lácteos, huevo, alimentos refi nados, azúcar y edulcorantes químicos. El consumo excesivo de proteínas animales puede so brepasar tempranamente las barreras de protección, inclui da la barrera placentaria, y producir su sensibilización. Todo se agrava por la mala digestión de las proteínas, habitualmente asociada a incompatibilidad de alimen tos. Esto genera una gran can tidad de " péptidos inmunogé nicos " . Por ejemplo, solo en la caseína se han identificado no menos de veinte péptidos capaces de activar la respues ta inmunitaria. Esta reacción, que ocurre en el sistema linfo rreticular, genera una intensa signologia inflamatoria, que puede llegar a ser especial mente severa en la " persona alérgica " , que genéticamente presenta una concentración de inmunoglobulinas, espe cialmente IgE, varias veces superior a lo normal. La piel, las conjuntivas y las mucosas de la vía respiratoria y digestiva, son las estructu ras más afectadas, debido a su rica red linfática y vascular y por su conexión con el ambiente. Se trata de zonas de contacto o " fronteras " , queestán intensamente vigiladas por el sistema inmune. Así, la hiperreacción a una carga de antígenos, que tienda a ser abundante y sostenida en el tiempo, dará lugar a cuadros como rinitis alérgica, asma bronquial, urticaria, eccema, dermatitis atópica, conjunti vitis, resfriados recurrentes, sinusitis, etc; desórdenes que en la práctica cotidiana de la medicina naturista responden satisfactoriamente a la repro gramación de la alimenta ción, basándola exclusiva mente en vegetales frescos, integrales y, principalmente, crudos. La ingesta de proteínas ani males presenta también el gran riesgo de provocar la autoinmunidad, por el fenó meno de la " analogía molecu lar " . Cierto tipo de carnes ofrecen secuencias peptídicas tan parecidas a las estructuras de diversos tejidos del cuerpo, que pueden dar lugar a anti cuerpos que terminan atacan do estos tejidos propios, j unto a las proteínas extrañas. Co mo ejemplo, podemos citar la carne de cerdo, de conejo, de caballo, cierto tipo de peces y mariscos, etc. En este caso tenemos los clásicos trastor nos autoinmunitarios como la artritis reumatoide, el LES, la esclerodermia, la polimiositis y, en general, todas las mesen quimopatías. Nuestra visión es que la proteína de la alimentación es el principal agente provoca dor de la respuesta inmunita ria y, en el caso de la alergia, la participación de otros agentes ambientales como polen, ácaros del polvo de habitación, caspa o pelo de animales, tiene una importan cia secundaria, ya que cuando se controla la dieta, su partici pación es irrelevante. Además de la excesiva ofer ta de " péptidos inmunogéni cos " , la alimentación partici pa también en la patogenia de los trastornos inmunitarios por marcado� desequilibrios en la ingesta de los nutrientes. La excesiva ingesta de pro teínas animales hace que lle guen al colon una gran can ti dad de aminoácidos, que son descarboxilados por la micro flora intestinal, produciendo aminas de alta toxicidad, como es el caso de las ptomai na y de la histamina, genera da a partir de la histidina. Su liberación desde las células cebadas y mastocitos, provo ca una intensa reacción infla matoria, especialmente en la hipersensibilidad de tipo 1 , por acción d e la IgE. Otros factores dietéticos de importancia son la ingesta insuficiente de ácidos grasos esenciales, como el ácido lino leico y el gamalinolénico, que participan en la síntesis de prostaglandinas antiinflama torias PGEl . E l déficit cotidiano de vita minas, minerales y oligoele mentos con características de antioxidantes y protectores a nivel celular, como es el caso de la vitamina e necesaria para regular la concentración de histamina; asociado al alto consumo de azúcar industrial, con un efecto depresor directo sobre los macrófagos, contri buye a la depresión de la res puesta inmunitaria y favorece las infecciones microbianas o virales. En resumen, sobre bases empíricas y apoyo experimen tal, los médicos de hoy pode mos valorar rriejor la impor tancia de la alimentación natural y aplicarla con con fianza en la solución de com plejos problemas que como las alergias, las enfermedades autoinmunes o los síndromes de inmunodepresión, pueden · tener un tratamiento natural, sencillo y eficaz. La autohemoterap ia M. Bühring Catedrático de Medicina Na turista. Freie Universitdt. Ber lín. Alemania. Desde las primeras observa ciones clínicas documentadas se han aplicado diferentes preparaciones a partir de san gre animal o humana como terapia, las cuales hasta prin cipios del s.XX han formado parte de la medicina " mági ca " . Todavía hoy se mantie nen algunas ideas sobre el mecanismo de acción, así como el ritual en el modo de aplicación de la terapia; los equivalentes modernos de la autohemoterapia consisten en procesos y manipulaCiones técnicos de la sangre con el fin de reforzar los efectos ter a péuticos. Hacia el final del s.XIX el tratamiento con sangre pro pia fue reconocido por la medicina académica de la época; junto con otros grupos de sustancias biológicas, (por ejemplo: leche cocida, prepa rados a partir de proteínas vegetales) y sustancias quími cas (por ejemplo: sales de azu fre) , se aplicó con frecuencia la sangre como remedio den tro de la difundida " Terapia de estímulo y reacción " . La mayoría de las observaciones clínicas, obtenidas en parte en afamadas clínicas y por pres tigiosos médicos, pertenecen al período desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX,.hacia los años 50. Las principales indicaciones no fueron tanto en las enfer medades agudas, entendiendo la autohemoterapia como de acción inmediata. Sus indica ciones corresponden a las . enfermedades crónicas, a los trastornos constitucionales particulares y a la tendencia a la debilidad, situaciones que req meren una " regene·ra ción" . Este tipo de tratamien tos con un diagnóstico previo deben ser de nuevo propues tos y, aprovechando las posi bilidades de la moderna far macología, hoy la autohemo terapia puede ser recuperada por su importante alcance. Existen estudios clínicos actuales sobre la autohemote rapia que lo confirman. En un estudio se analizaron las respuestas de 2 1 3 médi cos, mediante una encuesta por escrito. De éstos; 62 médicos utilizaron exclusiva mente la autohemoterapia original (es decir, no modifi cada ni física ni químicamen- te), 103 médicos aplicaron métodos adicionales, algunos de los cuales combinaban la sangre homeopáticamente (95 ) , añadiendo ozono (50) o irradiándola con luz ultravio leta (35 ) . Se recoge la contri bución de la experiencia de 1 65 médicos con unos 20.000 pacientes al año en conjunto, los cuales aplicaron la autohe moterapia original. La mayo ría de las indicaciones se refie ren a procesos inflamatorios alérgicos y crónicos. El promedio de inyecciones realizadas fue desde siete (en enfermedades agudas) hasta nueve (en crónicas) . El 84% de todos los médicos inyecta ron entre 1 y 5 mi. de sangre. Describen efectos indeseables 49 médicos ( 1 9 médicos, una reacción en sentido · de un empeoramiento inicial; 1 2 médicos sobre dolor en la zona de la inyección; 5 médi cos sobre febrícula y cansan cio general) . En comparación con la literatura antigua, las indicaciones de la autohemo terapia se han trasladado hacia las enfermedades cróni cas, confirmándose los bue nos resultados obtenidos entonces. Dieta y s istema inmune Armando Cuadra Médico Naturista. Especialis ta en D ietética. Girona. • El sistema inmune es de una adaptabilidad remarca ble, ya que es capaz de gene rar una enorme variedad de células y moléculas capaces de reconocer y eliminar una variedad ilimitada de invaso res extraños. • Se conoce desde hace tiempo que los niños malnu tridos tienen un alto riesgo de infecciones severas que pue den amenazar su vida ( 1 ) . • L a falta d e proteínas y calorías afecta negativamente a prácticamente todos los componentes del sistema inmunitario ( 1 -2 ) . • La investigación reciente ha puesto de manifiesto el papel importante de los si guientes compuestos en el buen mantenimiento del siste- ma inmunitario: el cinc, el hierro, el cobre, el selenio, el calcio, las vitaminas A, B6 (piridoxina), la C y la E, los antioxidantes fitoquímicos y los w�3 ( 1 -2) . • El equilibrio entre los antioxidantes dietéticos y los oxidantes ( compuestos que causan daño oxidativo ) es importante en la función del sistema inmunitario celular. • La formación de radicales libres aumenta en la edad adulta y las personas más mayores son más susceptibles a infecciones y desordenes autoinmunes y cánceres com parados con adultos jóvenes. • La St,iplementación diaria con dosis moderadas o bajas de los nutrientes conocidos que ayudan al sistema inmu nitario dio como resultado una mejora de la funcióninmunitaria en individuos ancianos (3-4) . • La evidencia de los estu dios sobre animales y sobre humanos indica que la vitami na E j uega un importante papel en el mantenimiento del sistema inmunitario. Incluso una deficiencia marginal de vitamina E dificulta la res puesta inmunitaria, mientras que sumplementar con niveles mayores que los recomenda dos la aumenta ( 5 ) . • Es una sorpresa que los estudios no hayan encontrado una inmunidad aumentada en los vegetarianos dado que su ingesta de antioxidantes, de fitoesteroles y fitoquimicos es mayor, y su ingesta de frutas, verduras y cereales es también muy abundante. • Se puede pensar que los niveles de vita111ina B 1 2, cinc y ácidos grasos m-3 en los vegetarianos puros están en los niveles normales, pero en la banda inferior, y que esto influya en la inmunidad de los adultos jóvenes vegetarianos. • Sin embargo los datos de que disponemos sugieren de forma contundente que los ve getarianos más mayores que han consumido una amplia variedad de alimentos vegeta les durante toda su vida, ten drán un sistema inmunitario más fuerte, comparado con los no vegetarianos (6 ) . • Los efectos negativos sobre el sistema inmune del consumo de azúcares duran hasta 5 horas y producen una reducción del 5 0 % de la NATURA MEDICATRIX W 62 ENERO 200 1 NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 200 1 capacidad de los leucocitos para destruir partículas extra- ñas (7 ) . · • Las personas con sobrepe so tienen más infecciones. Se ha observado también una disminución de la capacidad de sus leucocitos para destruir bacterias ( 8 ) . • Las personas con niveles elevados de colesterol y trigli céridos tienen una capacidad leucocitaria disminuida para dividirse y migrar a áreas donde haya agresión (9 ) . • La movilidad de los leuco citos está también disminuida por el consumo de alcohol ( 1 0 ) . Se sabe que los alcohóli cos tienen más susceptibilidad a neumonías y a múltiples enfermedades. Referencias l. World J . S u rg . 23 : 536- 544, 1 999 . 2 . N ut r i t i on 14 : 3 9 1 -398 , 1 998 3. Lancet 340: 1 1 24-1 1 2 7 , 1 99 2 . 4 . Am . J . C l i n . N utr. 6 0 : 437- 447, 1 994. 5 . Methods Enzymol 282 : 247-263 , 1 997 6 . Am. J . C l i n . N utr. vo l 70 , n'3(s), pág 5 1 6 , 1 999 7 . Am. J . C l i n . N utr. 2 6 : 1 1 80-1 1 84 , 1 9 7 3 . 8 . S c a n d . J . Hematol . 1 9 : 293-303, 1 99 7 . 9 . J . C l i n . l nvest. 5 8 : 950- 954, 1 9 7 6 . 1 0 . N . E .J . M . 282 : 1 23-1 28, 1 9 70. Fitoterap ia : inmunomodu ladores M.]. Alonso Licenciada en Farmacia. Di plomada en Fitoterapia. Bar celona. Nuestro organismo recibe constantemente el ataque de agentes nocivos externos, y en ocasiones factores internos, ante los cuales el sistema inmunitario es el encargado de defenderlo y mantener la integridad y eq�ilibrio necesa rios para hacer frente a estos ataques. Son muchas las plantas que tradicionalmente se vienen utilizando a fin de reforzar el sistema inmunitario de forma profiláctica o . terapéutica, ya sea a nivel de defensas especí ficas o inespecíficas; sin em bargo son pocas las plantas relativas a este contexto que están bien estudiadas y docu mentadas farmacológica y clí nicamente. Además, cuando hablamos de inmunomoduladores no estamos hablando sólo de aquellos estimuladores de los mecanismos de defensa espe cíficos o inespecíficos, es decir los que tienen una influencia positiva en los mecanismos de defensa, si no también de los que ejercen una acción supre sora, es decir los que provo can una respuesta negativa, debiendo obedecer además a los parámetros de · la OMS respecto a los requisitos que deben tener los inmunomodu ladores, a saber: - que sean químicamente puros o definibles. - de rápida degradación biológica. - con ausencia de carcinoge nicidad o co-carcinogenici dad. - ausencia de toxicidad aguda o crónica y de efectos adversos colaterales. - efecto inmunoestimulante ni demasiado débil ni dema siado fuerte. - ausencia de efectos en cas cada, es decir con influencia en un solo punto del sistema inmunitario. Indicaci ones pr inci pales Entre las plantas medicina les con acción inmunomodu ladora conocida, y que cum plen con los parámetros OMS antes relacionados, las indica ciones principales, con estu dios científicos avalables, son las infecciones virales simples y la terapia coadyuvante de infecciones bacterianas. Tam bién se avanza cada vez más en los estudios para su utiliza ción en la profilaxis de infec ciones oportunistas en pacien tes temporalmente inmunode primidos y en la terapia coad yuvante de los tumores malig nos. Asimismo en el terreno alérgico las plantas inmu nomoduladoras tienen su pa pel. Plantas más usadas como inmunomoduladores Las principales plantas me dicinales usadas como agentes inmunomoduladores son: Echinacea angustifolia, pallida y purpúrea, Baptisia tinctoria, Thuja occidentalis, Eleuthero coccus senticosus, Astragalus membranaceus, Azadirachta indica, Zambia africana, Eu patorium cannabinum, Panax ginseng, Aristol'Ochia clemati tis, Ribes nigrum, Helichry sum arenarium, Schizandra chinensis, Viscum album. Ayuno y enfermedades inmun itarias Dr. Pablo Saz Peiró. Médico Hidrólogo y Naturis ta. Zaragoza. El ayuno, utilizado como terapia, ha demostrado su efi cacia en la mejoría y recupe- · ración de enfermedades auto inmunes y alérgicas, compor tándose como un regulador inmunológico. · Además de la práctica en la consulta, hemos recogido numerosos ejemplos en la lite ratura médica relacionada con la terapia del ayuno: - Artritis reumatoide (Fahr ner, 1 9 8 5 y Buchinger, 1 9 9 8 ) . S e produce mejora clínica y modificaciones y disminución del factor reumatoide. - Bronquitis asmática (Fah rner, 1985 ) . - Dermatitis atópica (Flade, 1990 y Lithell 1983 ). - Urticaria (Okamoto, 1992 ) . - Alergia alimentaria. Reco- mendación de comenzar cinco días de ayuno hídrico (Rinkel 1 9 5 1 ) . - Tiroiditis. - En procesos infecciosos se instaura el ayuno como uno de los síntomas más del pro ceso febril. Acerca de los mecanismos de actuación del ayuno se han propuesto varios modelos. La mayoría de ellos se comple mentan. 1 ) El cuerpo, en su reacción fisiológica frente al ayuno, produce modificaciones hor monales que influyen en el sistema inmunológico, como son: el aumento de corticoi des, el aumento de adrenalina y el de linfocitos T-8 supreso res. Dichas modificaciones actúan sobre el sistema de identidad en su conjunto. (Rof Carballo ) . 2 ) Estimula los mecanismos de desintoxicación hepática, con eliminación de tóxicos que bloquean el sistema in munológico o producen auto anticuerpos contra los órga nos que almacenan estas sus tancias tóxicas. 3 ) La decisión voluntaria de ayunar, o la reacción natural ante la falta de apetito, pone en marcha recursos psicológi cos, como toma de control y autogestión de la propia salud y enfermedad, que hacen sen tir y comprender mejor la propia capacidad curativa del organismo. El ayuno aumenta la autoconfianza y la estabili dad psicológica. 4) Los cambios acetonémi cos que tienen lugar durante el ayuno actúan sobre el cere bro, produciendo la activa ción de mecanismos autore guladores de homeostasis, que actúan estimulando la capacidad curativa del orga nismo (Yamamoto 1 979) . 5 ) El ayuno, por sí mismo, actúa produciendo mecanis mos inmunosupresores (Pro kopenko) . Los estímulos que provoca el ayuno se mejoran con cada ayuno, logrando un entrena miento y estimulación que mejora la capacidad general del organismo. El control principal lo hace la propia persona, según sus capacida des, y las normas las impone el propio paciente. Los efectos del ayuno se refuerzan si va acompañado de otrastécnicas de cuidados generales capaces de incidir en el sistema inmunológico, como son la helioterapia, la hidroterapia, la terapia de movimiento y el ej ercicio. Todas ellas potencian la auto estima, la propia identidad y la mejora de relación con el medio ambiente. Junto con el ayuno, actúan en el orgams mo .como un estimulo-reac ción, a lo cual éste responde cada vez mejor, produciendo una mej or adaptación bio psico-social. Estamos hablando de técni cas de ayuno con agua, o mo dificadas, del tipo Buchinger con zumos, caldos e infusio nes. Todo ello, realizado en un contexto terapéutico de cuida dos y mejora de la capacidad de reacción del organismo. Este tratamiento naturista trata de aprovechar todas las reacciones posibles para utili zarlas de forma inespecífica, general; no tiene límites y dichas reacciones abundan en efectos secundarios que con trola el propio paciente. El médico debe saber, y además aprender de los pro pios pacientes. Distinguimos del .ayuno, y no recomendamos, algunas dietas modificadas, como por ejemplo la que se hace a base de proteínas, que pueden pro ducir mas alteraciones que beneficio. En nuestra experiencia, y en la que hemos encontrado en la literatura, los buenos resul tados han ido a la par de los cuidados higiénicos contem plados en la medicina naturis ta que acompaiian al ayuno, así como la indicación de una dieta vegetariana tipo vegan durante al menos un año des pués del ayuno. Bib l iografía B u.c h i n ger, María . E l ayuno tera péutico. Ed . I ntegra l . Barce lona , 1 998. C le land LG , H i l l CL , J ames MJ . D i et and a rt h r i t i s . B a i l l i eres C l i n . 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La primera aplicación de las terapias físicas como re curso estimulador y regulador era esencialmente empírica, dentro de una concepción · holística y de acuerdo con el saber de la época. Con la aparición del saber médico, la física formará parte del tratamiento médico, que se aplicará durante mile nios, de manera extensa en la Antigua Grecia, en la Vieja China, en la Lejana India y en la América Precolombina. Tan es así que se aplicará sobre todo en las enfermeda des reumáticas, respiratorias, óseas, renales, neurológicas, alérgicas, esclerosantes, circu latorias, digestivas y menta les, con claros objetivos seda tivos, analgésicos, tráficos y depurativos. Con el inicio de la nueva era mecanicista, a la luz de los nuevos descubrimientos sobre la inmunidad, los estudios sobre las terapias físicas se actualizan y se dinamizan siendo en la actualidad un recurso terapéutico de gran alcance. Haciendo un poco de histo ria, recordemos como 2000 a.C., ya en el Cuerpo Hipo crático, se describían la tera péutica química, la quirúrgi ca, la psicofísica y la física como recursos básicos de actuación y de utilización. Las terapias físicas, tam bién denominadas fisiotera pia, funcionan gracias a las energías química, térmica o calórica, radiactiva, eléctrica, magnética, cromática o lumí nica y vibratoria. Entre los efectos más intere santes que generan en el orga nismo destacaremos el eutró fico, el inmunomodulador y el sedante. El efecto eutrófico hace referencia a la capacidad del estímulo de desencadenar en el ser humano cambios car diovasculares, en la coagula ción, en el metabolismo ana bólico y catabólico y en la res piración celular. Todo esto se traduce en una disminución de la hipoxia y de la acidez tisular, así como en una mejora de la descarga metabólica. El efecto inmunomodula dor de la física es múltiple y potente. Por un lado introdu ce modificaciones en la ter morregulación, desencade nando el mecanismo de la fie bre o hipertérmico y un aumento de las respuestas celular y humoral, con la con siguiente disminución del pro ceso inflamatorio. NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 200 l NATURA MEDICATRIX W 62 ENERO 2001 Por otro lado promueve una mayor secreción neuroen docrina. Sin embargo, se ha observado que la hiperestimu lación puede originar una res puesta inmunosupresora. El efecto sedante es muy conocido en la actualidad. A la luz de las últimas investiga ciones se ha podido compro bar que e'stos estímulos pue den producir importantes mo dificaciones en las personas con dolor, ansiedad, angustia, depresión e insomnio. Diferentes terapias físicas Entre las aplicaciones de la hidroterapia de mayor interés destacaremos las curas hídri cas, los baños, los chorros, las envolturas, los fomentos, las duchas y la sauna. Dentro de la clii:natoterapia describiremos los baños de sol, de aire, de mar y de montaña. Como aplicaciones de la geoterapia tendremos en cuenta los baños de arena y de arcilla, así como la ingesta de arcilla en polvo. La cinesiterapia aporta prácticas diversas y ncas como son los cambios postu rales, la gravitoterapia, los ejercicios pasivos y/o activos, las actividades aeróbicas, la respiración, el yoga, etc. Dentro del masaje podemos aplicar el de tipo sensitivo, el metamórfico, la reflexotera pia, etc. La laborterapia y la cromo terapia a portan soluciones interesantes. La máxima capacidad tera peútica de la física se da cuan do de manera sinérgica se combina con la terapeútica psicofísica. Sofro l ogía y psico neuro inmuno logía M. Anadón Psicóloga clínica. Barcelona. Cada vez son más los estu dios que demuestran la inte- rrelación entre la conducta, el sistema nervioso central, el sistema inmune y el inicio y progresión de determinado tipo de enfermedades. Factores que producen es trés agudo y crónico (un even to vital, relaciones interperso nales deterioradas, etc . ) y alteraciones en el estado de ánimo, entre otros, son aspec tos que afectan directa o indi rectamente las defensas del organismo. Cuando el sistema inmune disminuye, existe ma yor susceptibilidad a padecer algunas enfermedades (infec ciones respiratorias, herpes virus, etc . ) . Cambios en e l estado men tal (por ej emplo una situación de estrés) pueden producir cambios en la respuesta inmu ne pormedio de tres vías: la vía simpático adrenal medular ( inervación SNC); por la vía hipotálamo-hipófisis adreno cortical (respuesta hormonal) ; o por los cambios que dicha situación de estrés producen en la vida del individuo: cam bios en el sueño, en la alimen tación, en hábitos como el tabaco, etc. (cambios en el comportamiento ) . Dichos cambios aumentan la suscep tibilidad para enfermar y por lo tanto pueden favorecer el desarrollo de la enfermedad ( 1 ) . La presencia de la enfer medad puede crear una acti tud que influye en el estado mental creándose así. un ciclo VICIOSO . . L a sofrología e s una disci plina médica que estudia la consciencia y que utiliza téc nicas de relajación física y mental (como la visualiza ción) y ej ercicios respirato rios. Las técnicas sofrológicas se emplean como terapia única o complementaria en disciplinas médicas (psiquia tría, medicina interna, gineco obstetricia, etc . ) y paramédi cas (psicología, fisioterapia, enfermería, odontología, etc ) . Las técnicas sofrológicas se emplean también como forma de entrenamiento en personas · sanas. Desde el punto de vista psiconeuroinmunológico, las técnicas sofrológicas actua rían en diferentes niveles: a. En el estado mental: Las técnicas sofrológicas ayudan a producir un cambio en el estado mental al proporcio nar al individuo estrategias ante situaciones de estrés agudo o crónico . . b. Inervación SNC: Cicla vez más estudios indican que las técnicas de relaj ación amortiguan la respuesta sim pática · aumentada durante una situación de estrés agudo y disminuyen la actividad ba sal del sistema simpático (2 ) . Cambios en el comporta miento: · Además de utilizar técnicas de relajación, la sofrología aporta una meto dología (la relajación dinámi ca de Caycedo) que favorece la toma de consciencia de si mismo y de los valores exis tenciales. De esta forma se percute en el comportamiento (consumo de tabaco, la cali dad de la alimentación, la regularidad en el suel'i.o, etc . ) que podría propiciar la dismi nución de las defensas del orgamsmo. c. La actitud ante la enfer medad: Por medio de las téc nicas sofrológicas se pretende aportar una actitud más sere na y dinámica frente a la en fermedad. Con ello se podría contribuir a evitar el ciclo vicioso hacia un estado men tal perjudicial (3 ) . · · Referencias 1) coh�n S . and H erbert T. Hea lth Psyc ho logy: Psychologi ca l Factors and Physica l Disease from de perspective of h u ma n Psyc h o n e u ro i m m u n o logy. An n ua l R evue fo r Psyc ho logy. 1 9 9 7 , 4 7 : 1 43-72. 2) Luc i n i D . , Covacci G . , M i la n i R. et a l . A control led study of the effects of mental re laxat ion on a utonomic exc itatory respon ses in healthy su bjects. Psycho somat ic med i c i ne . 1 99 7 , 5 9 : 54 1 -552. 3) Wa l ker L . G . , Wa l ker M . B . , Ogston K . , et a l . Psycholog i ca l , c l i n ica l a n d pathological effects of re laxation thera py and gu ided imagery d ur i ng pr i mary chemot herapy. B rit ish Journa l of Can cer. 1 999 , 80 { 1 /2 ) , 262-268. Terap ia neura l e i n muno logia David Vinyes Médico Naturista. Terapia Neural. Barcelona. En muchos casos la aplica ción de la Terapia Neural se ve reducida a tratamientos sintomáticos de inflamaciones localizadas, de dolor, de cica trices, etc., pero no se piensa en ella ante procesos infeccio sos y alérgicos, como tampo co se suele hacer ante disfun ciones sistémicas, endocrinas, y mucho menos ante altera ciones psicológicas y emocio nales. Esta situación de la Terapia Neural en nuestro país no res ponde a una limitación de la terapia, pues a estas alturas queda más que demostrada la interrelación del Sistema Ner vioso con el Inmunológico, el endocrino y cualquier otro sistema, y por supuesto, con el estado mental y emocional del individuo. La finalidad de esta ponen cia es revitalizar la práctica de la Terapia Neural, aplicable en cualquier estado patológi co, concretamente en las enfermedades en las que interviene de un modo más directo el Sistema Inmunita rio. Y la finalidad de la Tera pia Neural, es la de cualquier terapia na turista : estimular los mecanismos de autocura ción del organismo enfermo; y como terapia regulativa, lo hace de un modo inespecífico para que él busque su propio orden individual e irrepetible. A nivel teórico, está ya demostrado que los sistemas neuroendocrino e inmunoló gico comparten una serie de " señales " moleculares (neuro transmisores, hormonas y citoquinas) que actúan sobre un grupo de receptores comu nes a ambos sistemas, y per miten una comunicación bidi reccional entre ellos. Las mis mas " señales" y los mismos receptores pueden ser usados tanto para la regulación " in trasistema " como para la comunicación " intersistema " . Las citoquinas tienen una acción hormonal directa a través de vías secundarias que comparten con neurotransmi sores y hormonas. Los linfoci tos producen péptidos que clásicamente serían clasifica dos como de origen nervioso o endocrino. Parece que la ciencia médica nos esté lle vando a un antiguo principio naturista, el del holosistema, el del interpretar y tratar al organismo humano como un todo indivisible. Y como sucede habitual mente en las terapias naturis, tas, la experimentación prác tica desmorona las dudas sobre la eficacia del trata miento mucho antes de que aparezca la certeza teórica. La eficacia de la Terapia Neural en las enfermedades " inmu nológicas " , en procesos agu dos y crónicos, ha quedado demostrada experimentalmen te, en varios países europeos y latinoamericanos, a lo largo de los más de 7 5 años de historia de esta terapia. La Terapia Neural se basa en la aplicación de estímulos inespecíficos en puntos espe cíficos del Sistema Nervioso, generalmente del vegetativo . Con lo dicho anteriormente, queda claro que cualquier estímulo irritativo provocado al Sistema Nervioso repercute en todos los sistemas del organismo, del mismo modo que cualquier estímulo ines pecífico practicado sobre el Sistema Nervioso es un estí mulo regulativo que actúa en todos los sistemas del orga nismo, en la totalidad del ser. Este enunciado se ve reforza do por la teoría de la cortica lización. Cualquier estímulo dado en el Sistema Nervioso periférico y/o ganglionar tiene una representación funcional a nivel de corteza cerebral, donde empieza la cascada de relaciones. La Terapia Neural aplica el estímulo inespecífico median te la inyección de procaína (al 1 % o menos). La inespecifici dad la da el carácter dieléctri co de la procaína, que ofrece a la membrana plasmática de la neurona la posibilidad de reaccionar ante la carga posi tiva y/o ante la negativa. Pero lo más importante sigue sien do el dónde, los puntos espe cíficos de i rritación . La Terapia Neural debe ser holística e integrada en un estilo de vida naturista y eco- . lógico. De nada sirve quitar irritaciones al Sistema Ner vioso si no se actúa también sobre su origen (alimentación, geopatías, fármacos y otros tóxicos, posturas, relaciones sociales, miedos . . . ) . Y debe ser también conse cuente y seguir coh el diálogo que inicia con el Sistema Ner vioso. Gracias a los procesos de memoria del organismo, observamos con frecuencia que cuando quitamos una irritación principal (campo de interferencia ) , nos aparecen otras. Es lo que se llama el salto del campo o un " diálogo con el Sistema Nervioso " , y nos indica el siguiente foco de irritación al que debemos dirigirnos. A nadie le gusta que le dejen con la palabra en la boca. Ol igoe lementos e i n muno l ogía M.C. Esteve Médico Homeópata. Especialis ta en Oligoterapia. Barcelona. Tres oligoelementos son im portantes en inmunología: el cobre, el magnesio y el zinc. Cobre - Tiene unpapel trófico. Este papel trófico proviene de la síntesis del colágeno y de la elastina: proteínas del tejido conjuntivo del cartílago, pul món, vasos, piel, ligamentos y tendones musculares. Su carencia puede conducir a rupturas arteriales. - La vitamina C es activada en ácido dihidroascórbico por el cobre, lo que explica su ac ción antiinflamatoria. - El cobre permite la síntesis de la mielina, lo que produce un aumento de la velocidad de propagación del influj o nerv1oso. Estimula las anfetaminas, excitantes derivados de la feniletilama. NATURA MEDICATRIX N' 61 ENERO 2 0 0 1 Instantáneas del Congreso NATURA MEDICATRIX W 62 ENERO 2001 Permite la síntesis de las ca tecolaminas: de la adrenalina y de la noradrenalina de ac ción neuro vegetativa. Es cofactor de la tirosina hidroxilasa y dopamina hi droxilasa; tiene un efecto esti mulante neuro psíquico. -Es necesario para el meta bolismo del hierro . -Tiene un papel antioxidan te. Protege a la célula contra el efecto tóxico de los radica les libres. Los radicales libres son producidos por la activi dad metabólica celular del oxígeno y originan el proceso inflamatorio, la esclerosis progresiva de los tejidos, y la cancerogénesis por modifica ción estructural del ADN. La superoxidodismutasa es el enzima que permite neutra lizar estos radicales libres; su concentración está ,elevada a nivel del hepatocito, del siste ma nervioso, y del hematíe. El " locus " activo de este enzima contiene el cobre. La actividad de este enzima aumenta con e l consumo de oxígeno: en caso de actividad física intensa o en patología infecciosa e inflamatoria. La actividad antinflamato ria del cobre cuando está administrado sólo tiene rela ción con una desviación del metabolismo de las prostagla dinas y de las leucorrienas. Todo esto explica la indica ción del cobre en patología infecciosa en todos los pro cesos inflamatorios. Su in dicación en asociación al man ganeso o al oro y plata en aste nia física y psíquica. En los individuos con artri tis reumática se observa un incremento del cobre urinario y sanguíneo; esta elevación constituiría la respuesta del organismo frente a esta infla mación. Un estudio sobre animales de laboratorio, demostró que la administración de cobre más aspmna es más eficaz que la aspirina sola. - El cobre tiene una acción anticancerosa y anticancerogé nica. En 1 979 Oberley de mostró que la actividad de la superoxidodismutasa era me nor en las células cancerosas que en las normales. Al trátar animales portadores de tumo res con este enzima se producía un efectó anticanceroso: los complejos cúpricos tienen una actividad sobre este enzima. Los complejos cúpricos dis minuyen el crecimiento tumo ral, aumentan la actividad antineoplástica de la vitamina e en animales. Manganeso Algunos enzimas pueden ser activados por el manganeso. - Tiene un pape! trófico: en la regeneración del tejido óseo y cartilaginoso permite la síntesis de mucopolisacári dos. - Acción antioxidante. Es complementario del cobre. Activa la superoxidodismuta sa y protege la célula del efec to tóxico de los radicales libres. En asociación al cobre está indicado en prevención de las infecciones. - Acción antialérgica. Tiene propiedades anticálcicas e in hibe la secreción de histamina macrocitaria. Zinc La carencia de zinc produce: - Atrofia del tejido linfoide. - Respuesta disminuida de los linfocitos a los antígenos. - Disminución de las reac ciones de hipersensibilidad cutánea. - Disminución de la hormo na tímica. Estos trastornos son corre gidos por absorción de zinc. - Numerosos estudios per miten conocer el efecto del zinc sobre el sistema Inmuni tario. ,. In Vitro el zinc tiene un efecto mitógeno sobre lbs lin focitos. A nivel terapéutico el zinc se j ustifica en déficits inmunitarios congénitos o ad quiridos (enfermedad de Hodgkin) o en enfermedades autoinmunes (esclerosis múl tiple, poliartritis reumatoi des ) . E l zmc es inmunq"estimu lante. - Otros estudios del PR LANDRY demuestran que el zinc inhibe la secreción de his tamina mastocitaria, a nivel de animales de laboratorio. En caso de alergia las IGE específicas de una alérgeno se fijan sobre los mastocitos. En contacto con el alérgeno estas células liberan mediadores: histamina, leucotrienos, y se produce una hipersecrección bronquial y broncoconstric ción. El zinc inhibe la secreción de histamina y relaja la mus culatura bronquial. Eso expli ca la acción antialérgica del zmc.
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