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m 
Medicina naturista e inmunología 
XVI I Congreso de la 
Asociación Espa ñola de Médicos Naturistas 
Natural Med ic ine and l n m u no logy. XV I ITh Span ish Association of Naturist M . D . ' S congress. 
Abstracts of the presentations made at th is congress, he ld in the M . D . arder of medic ine in Barce lona , J u n e 30 and 
J u ly l , 2000. The presentations i n c l ude: 
- Physio logy of i n m u ne system, a who l ist ic a p proa c h . Segura, R . 
- New l i nes of research i n l n m unology. Español , T 
- Body su bstrat and c leansi ng, fo l lowing the basic regu lation system . He ine , H . 
- Psychoneuro i n m uno logy. M e l i n a , T. 
- Anthropology: The person, the society and i n m u nologic d isturbances. Fericgla , J. M . 
- H a b itat, environment a n d i n m u n itary troub les. Marti n , S . 
- N utrit ion therapy i n a l lergy, autoin m un itary d isorders a n d i n m u n odepression. Si lva, P. 
- Autohemothera py. B ü h ri ng; M . 
- D iet a n d i n m u ne system . C uadra, A . 
- Med i c i n a l p lants that enhance i n m u n ity. A l onso, M . J . 
- Effect of fasting on i n m u ne system . Saz, P. 
- Physical therapies and i n m u n ity. U riarte, X. 
- Sophrology and psychoneuro i n m u nology. Anadón, M . 
- Neural therapy a n d i n m u n ity. Vinyes, D . 
- O l igotherapy i n i n m u ne d isorders. Esteve, M . C . 
NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 200 1 
El pasado 30 de junio y 1 
de j ulio de 2000, tuvo lugar 
en la Sala de Actos del colegio 
Oficial de Médicos de Barce­
lona, el XVII Congreso de la 
Asociación Española de Mé­
dicos Naturistas. El tema es­
cogido por su actualidad fue 
el de Inmunología, dado que 
la patología derivada de su 
alteración (alergias, enferme­
dades autoinmunitarias, cán­
cer, inmunodeficiencias ... ) es 
cada vez más frecuente. 
Por su interés para los lec­
tores de Natura Medicatrix, y 
por deferencia de la Asocia­
ción Española de Médicos 
Naturistas (Apartado de Co­
rreos 6 1 64, 28080 Madrid), 
publicamos a continuación el 
resumen de las ponencias del 
congreso siguiendo el mismo 
orden del programa. 
Fis i o l ogia de l 
s istema inmun itario : 
un i ntento d e vis ión 
i ntegra l 
Dr. Ramón Segura 
Catedrático de fisiología de la 
Facultad de Medicina. Uni­
versidad de Barcelona. 
La respuesta inmunitaria 
constituye una parte esencial 
de los sistemas de defensa del 
organismo implicados en la 
destrucción o neutralización 
de bacterias, virus o parásitos 
y en la eliminación de células 
o sustancias inútiles, poten­
cialmente peligrosas o no 
reconocidas como " propias " . 
Las células del sistema inmu­
nitario forman parte de un 
conjunto de estructuras que 
ha evolucionado, en especifi­
cidad y en complejidad, a lo 
largo de millones de años, 
desde los invertebrados hasta 
los mamíferos más avanza­
dos, como los de la especie 
humana. 
El organismo sano es capaz 
de defenderse frente a la 
acción de microorganismos o 
agentes extraños que se en­
cuentran en el medio ambien­
te, por medio de mecanismos 
presentes ya desde el naci­
miento, la acción de los cua­
les no depende de una previa 
experiencia o contacto con el 
agente extraño. Este tipo de 
inmunidad, conocida como 
" inmunidad innata " , muestra 
una baja especificidad, en el 
sentido de que los procesos 
asociados a la misma van di­
rigidos contra una gran varie­
dad de agentes potencialmen­
te lesivos. En contraposición, 
en la denominada " inmuni­
dad adquirida " , mucho más 
evolucionada, la respuesta es 
muy específica, dirigida a 
interaccionar con una deter­
minada estructura molecular. 
No obstante, las diferencias 
entre inmunidad natural e 
inmunidad adquirida son, en 
muchos aspectos, más bien de 
tipo cuantitativo que cualita­
tivo dado que ambas requie­
ren la participación tanto de 
reacciones específicas como 
no específicas que muestran 
un elevado grado de interac­
ción y de cooperación entre 
ellas. El proceso fundamental 
en ambos casos es el recono­
cimiento del compuesto quí­
mico, elemento celular o 
microorganismo a " contro­
lar " , por medio de un acopla­
miento espacial, o encaje, 
entre la estructura presente en 
aquellos y el correspondiente 
receptor ubicado en la mem­
brana de los distintos compo-
nentes celulares del sistema de 
defensa. 
Desde un punto de vista 
operativo, los sistemas de de­
fensa no específicos (la inmu­
nidad innata) se caracterizan 
por su capacidad para reac­
cionar de forma inmediata 
frente al agente invasor o la 
sustancia extraña. Esto re­
quiere la presencia, en un 
número suficientemente gran­
de, de células pre-comprome­
tidas o dispuestas para actuar 
rápidamente y equipadas con 
los receptores o " sensores " 
adecuados para detectar la 
presencia de dichos agentes o 
microorganismos. No obstan­
te, presentan el inconveniente 
o limitación de la relativa­
mente poca diversidad o 
variedad de receptores dispo­
nibles. En conjunto, este siste­
ma posee la ventaja de estar 
inmediatamente disponible y 
ser rápidamente movilizable 
pero, en cambio, presenta el 
inconveniente de una baja 
capacidad de discriminación. 
En contraposición, los siste­
mas de defensa específicos 
(base de la inmunidad adqui­
rida) son mucho más sofisti­
cados y extremadamente es­
pecíficos; de hecho, estos sis­
temas se han generado, y evo­
lucionado a lo largo de millo­
nes de años, a partir de los 
anteriores y su capacidad de 
respuesta descansa, en gran 
medida, en la colaboración o 
cooperación por parte de 
aquellos. Estos sistemas, que 
determinan lo que también se 
denomina la " inmunidad 
adaptativa " , se caracterizan 
por requenr as1m1smo un aco­
plamiento " espacial " entre 
receptores y " ligandos " , con 
una enorme variedad y diver­
sidad de interacciones, como 
consecuencia de lo cual la can­
tidad de receptores presentes 
en cada tipo celular deber ser, 
necesariamente, muy pequeña. 
Esto determina que las célu­
las equipadas con un determi­
nado tipo de receptor sean 
demasiado reducidas en nú­
mero para ser realmente efec­
tivas en el momento del 
encuentro inicial, por lo que 
se requiere un proceso de 
" activación " destinado a 
incrementar adecuadamente 
el número de elementos dis­
ponibles. Esta " expansión " , 
que se lleva a cabo por medio 
de un proceso de " clonación " 
de las células que poseen los 
receptores requeridos, exige 
un cierto tiempo, por lo que el 
" enfrentamiento " o interac­
ción entre aquellos y los 
m1croorgamsmos mvasores o 
las sustancias extraüas no 
puede tener lugar hasta pasa­
dos unos cuantos días del 
" contactO" original. 
En contraposición, este sis­
tema está hecho como un 
" traje a medida " , enfocado a 
eliminar o neutralizar de 
manera selectiva, exquisita­
mente específica, al agente 
extraño. Una vez conseguida 
la proliferación o " expan­
sión " del " pool " de células 
disponibles, y realizada la 
correspondiente acción de 
" limpieza " , se preserva un 
número limitado de compo­
nentes que guardan, durante 
largo tiempo, la " memoria " 
de la experiencia " vivida " , lo 
que les permite reaccionar de 
manera inmediata y " reacti­
var " rápidamente al sistema 
cuando el agente invasor se 
pone de nuevo en contacto 
con los componentes celulares 
previamente " sensibilizados " 
(esto permite explicar la no­
recurrencia de ciertas enfer­
medades de tipo infeccioso 
una vez que el sujeto ha desa­
rrollado, en un determinado 
momento, el correspondiente 
sistema específico de defensa) . 
Para el establecimiento y 
mantenimiento de unos efi­
cientes mecanismos de defen­
sa es esencial la participación 
de un variado tipo de células 
con un fino y ajustado sistema 
de comunicación entre ellas , 
tanto durante las fases de 
expansión y de movilización 
como en las de ejecución. La 
comunicación intercelular se 
lleva a cabo con la participa­
ción de citoquinas (interleuci­
nas, interferones, factores de 
necrosis tumoral, . . . ) y de sus 
correspondientes receptores, 
así como con la.cooperación 
de un variado conjunto de 
moléculas englobadas en el 
grupo de los denominados 
factores de adhesión. 
De manera esquemática, 
podemos distinguir tres fases 
o barreras destinadas a evitar 
la entrada, propagación y 
proliferac;ión del agente o 
agentes invasores: piel y 
mucosas, defensa celular y sis­
tema del complemento. 
P ie l y mucosas 
La piel y las mucosas que 
revisten la superficie exterior 
y la interior, respectivamente, 
del organismo confieren un 
elevado grado de protección 
frente a los organismos pató­
genos y las sustancias tóxicas. 
Además, distintos tipos de 
sustancias, presentes tanto en 
la superficie de la epidermis 
como de las células mucosas, 
son capaces de inactivar dis­
tintos tipos de microorganis­
mos y de alterar la membrana 
de algunos tipos de bacterias. 
Tanto las glándulas sebáceas 
como las sudoríparas, así 
como las presentes a lo largo 
de los tractos digestivo y res­
piratorio, segregan distintos 
tipos de sustancias capaces de 
actuar como bactericidas y 
fungicidas. 
Defensa celular 
Si el organismo invasor, o la 
sustancia extraña, consigue 
superar esta primera barrera 
debe enfrentarse a una línea 
de defensa celular constituida 
por los componentes del siste­
ma de la inmunidad natural y 
los de la inmunidad adquirida 
A partir de una célula 
madre, pluripotencial, de la 
médula ósea se originan, por 
una parte, los distintos tipos 
de granulocitos polimorfonu­
cleares, así como los compo­
nentes del sistema monoci­
tos/macrófagos (en la línea 
" mieloide " ) , todos ellos cons­
tituyentes de la rama no espe­
cífica del sistema inmunitario 
pero con un importante papel 
a la hora de elaborar y pre­
sentar las " señales " adecua­
das al sistema de la inmuni­
dad adquirida y de llevar a 
cabo el trabajo de eliminación 
del agente extraño. 
Por otra parte, a partir del 
mismo tipo de célula " madre " 
se generan los precursores de 
los distintos tipos de linfoci­
tos entre los que se distinguen 
dos tipos o familias: los linfo­
citos de tipo B, algunos de los 
cuales se diferencian en célu­
las plasmáticas responsables 
La comunicación 
ce lu lar se l leva a 
cabo con la 
participación de 
citoqu i nas 
y de sus 
correspondientes 
receptores 
NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 2 0 0 1 
NATURA MEDICATRIX N" 62 ENERO 2001 
de la síntesis y elaboración de 
los distintos anticuerpos, y los 
linfocitos de tipo T, responsa­
bles de la inmunidad celular, 
junto con las células " asesi­
nas " naturales. Los linfocitos 
forman parte de la rama espe­
cífica del sistema inmunitario. 
Los linfocitos de tipo B 
poseen inmunoglobulinas del 
tipo IgG como receptores de 
superficie y están dotados de 
la capacidad de producir y 
segregar gran cantidad de este 
tipo de moléculas cuando 
aquellos se diferencian y 
transforman en células plas­
máticas. Los linfocitos de tipo 
T, que deben permanecer 
durante un cierto tiempo en el 
timo (de ahí la inicial T para 
su designación), son capaces 
de reconocer la presencia de 
estructuras moleculares de 
determinantes ajenos al pro­
pio organismo. En cualquier 
caso, cada tipo de linfocito, B 
o T, posee receptores específi­
cos para un solo tipo de 
determinante antigénico. Para 
incrementar el número de 
receptores y, con ello, la capa­
cidad de interacción con los 
correspondientes agentes m­
vasares o extraños al organis­
mo, es preciso incrementar, de 
manera significativa, el núme­
ro total de " copias " o células 
por medio de un proceso de 
clonación. 
Los linfocitos de tipo B son 
capaces de reconocer y fijar 
antígenos presentes en su con­
figuración " natural " , en el 
medio líquido que rodea a las 
células, y de captarlo o 
" cazarlo " al vuelo. La parte 
detectada, conocida como 
" epi topo " de tipo " estructu­
ral " , está constituida por 
fragmentos relativamente 
próximos de una molécula o 
partícula antigénica. En con­
traposición, los linfocitos de 
tipo T solamente son c-apaces 
de reconocer " epítopos " , o 
secuencias, en el contexto de 
los sistemas de histocompati­
bilidad mayor entre los cuales 
se diferencian dos tipos de 
componentes: los del sistema 
MHC 1, presentes en la super­
ficie de los linfocitos de carác­
ter citotóxico, y los del siste­
ma MHC 11, presentes en la 
superficie de las células " cola­
boradoras " o " helper " . Debi­
do a la peculiar disposición de 
las cadenas polipeptídicas de 
sus receptores, lqs linfocitos 
de tipo T reconocen secuen­
cias de aminoácidos ( " epíto­
pos " de tipo secuencial) a 
diferencia de los linfocitos de 
tipo B que reconocen " epíto­
pos " de tipo estructural. 
Una vez han pasado por el 
timo, los linfocitos de tipo T, 
ya " maduros " , se distribuyen 
en varias subfamilias: una de 
ellas, que engloba a los linfoci­
tos de carácter "cito tóxico " 
(TC), muestra en su superficie 
los marcadores moleculares 
CD8 y CD3 y reconocen pép­
tidos extraños asociados al sis­
tema MHC I; otra familia, en 
la que se incluyen los linfocitos 
�' helper" · (TH) o colaborado­
res, poseen como marcadores 
de superficie los complejos 
CD3 y CD4 y reconoce pépti­
dos extraños asociados al sis­
tema MHC II. Los primeros 
participan en la lisis de células 
particulares que muestran los 
antígenos específicamente re­
conocidos por dicho tipo de 
células; los segundos estimu­
lan la proliferación de los lin­
focitos de tipo B y su diferen­
ciación en células plasmáticas. 
Otros tipos celulares son res­
ponsables de la " sensibilidad 
retardada " (TD ), de la supre­
sión o reducción de la reacción 
inmunitaria (TS), etc. 
Sistema de l complemento 
Un eslabón muy importante 
del sistema defensivo, situado 
en tercera posición, lo consti­
tuye el " denominado sistema 
del complemento " que, como 
dice su nombre, complementa 
la acción de los componentes 
celulares y extracelulares del 
sistema inmunitario. El siste­
ma del complemento está 
constituido por un complejo 
de proteínas que es activado 
como resultado de la interac­
ción del antígeno con determi­
nadas clases de inmunoglobu­
linas o anticuerpos . Se inicia, 
así, una reacción en cadena o 
cascada bioquímica en cada 
una de cuyas etapas o eslabo­
nes se liberan, por acción pro­
teolítica, uno o varios polipép­
tidos que eJercen marcados 
efectos sobre distintos compo­
nentes celulares (modificacio­
nes de la membrana celular, 
lisis bacteriana, atracción qui­
miotáctica de granulocitos ha­
cia el foco de infección, etc) . 
Para la correcta y eficiente 
actuación de los sistemas de 
defensa corporal, todas la 
barreras o etapas son impor­
tantes y, así, tanto las barre­
ras de tipo mecánico o topo­
gráfico como las de carácter 
químico desempeñan un pa­
pel fundamental. Los sofisti­
cados y elaborados sistemas, 
de carácter bioquímico y celu­
lar, del sistema inmunitario, 
provistos de un extraordina­
rio poder de discriminación, 
aseguran la eliminación selec­
tiva, exclusiva, del agente lesi­
vo, sin repercusiones (en con­
diciones normales) para el 
conjunto de las estructuras 
corporales. 
Líneas 
de investigac ión : 
¿hac ia dónde va la 
inmuno logía? 
Teresa Español 
Inmunóloga. Jefe del labora­
torio de Inmunología del Hos­
pital Val! d'Hebrón. Barcelona 
La respuesta inmune (R.I) 
tiene como finalidad EL RE­
CONOCIMIENTO y ELIMI­
NACION de los agentes reco­
nocidos como extraños al 
organisno. Para ello dispone 
de una conjunto de células y 
substancias sintetizadas por 
las mismas. 
Las células involucradas 
son los linfocitos T, B y NK, y 
las células de la serie monoci­
to/macrófago, y el reconoci­
miento se realiza a partir de 
los receptores de membrana 
capaces de seleccionar el antí­
geno, y que en los linfocitos T 
y B presentan una alta especi­
ficidad. 
Las sustancias sintetizadas 
por las células y participantes 
en la R.l. son los anticuerpos 
o Inmunoglobulinas, las cito­
cinas o sustancias sintetizadas 
por las diversas células de la 
R.l. y las. proteínas del com­
plemento. 
Los grandes avances en los 
últimos años han sido: 
a) El conocimientode la fun­
ción y estructura de las citoci­
nas y sus implicaciones en 
diversos procesos patológicos. 
b) El conocimiento de las 
señales intracelulares regula­
doras de la síntesis de media­
dores o de los anticuerpos, a 
partir de los receptores de las 
señales exteriores en la mem­
brana celular, hasta el núcleo 
de las mismas. 
e) La localización de un 
gran número de genes respon­
sables de la síntesis de una 
gran parte de las moléculas 
implicadas en la respuesta 
mm une. 
O sea que se ha pasado de 
la inmunoquímica, a la biolo­
gía celular y molecular, y más 
recientemente se han sumado 
los conocimientos sobre los 
genes responsables de la sínte­
sis de muchas de las molécu­
las participantes en la R. l. 
De los datos anteriores se 
desprende que las líneas de 
investigación en un futuro 
próxuno son, y a su vez van a 
dar lugar a otros trabajos 
sobre: 
- los mecanismos . de regula­
ción de la síntesis de las cito­
cinas frente a diversos estímu­
los y su manipulación para el 
tratamiento de diversas pato­
logías. 
- las moléculas involucra­
das en la transferencia de 
información entre las células, 
y dentro de la célula, en res­
puesta a estímulos exteriores. 
Sus aplicaciones estarán 
en: 
- el diagnóstico molecular y 
genético de múltiples enfer­
medades en las que están in­
volucrados mecanismos m­
munológicos; 
- la utilización de las molé­
culas de la R.I obtenidas por 
recombinación genética en el 
tratamiento de procesos auto­
inmunes, en la respuesta anti­
infecciosa, en la creación de 
tolerancia inmunológica en 
los trasplantados, etc; 
- la terapia génica, como 
método de sustitución de 
genes alterados o de introduc­
ción de genes beneficiosos en 
el tratamiento de muy diver­
sas patologías. 
Concepto 
de terreno y d renaje. 
S istema básico de 
regulación 
D r. Harmut Heine 
Fisiélogo. Director del Insti­
tut für Antihomotoxische 
Medizin. Baden-Baden. Ale­
mania 
La célula como tal es una 
abstracción y no se la puede 
considerar sin tener en cuenta 
su entorno, el espacio extra­
celular. Este está formado por 
glicanos terminales de las 
proteínas y de los lípidos de la 
membrana celular (glicocá­
lix) , los proteoglicanos y glu­
cosaminoglicanos, así como 
de las glucoproteínas estruc­
turales y de sostén (colágeno, 
elastina, fibronectina, lamini­
na, etc . ) . Estos componentes 
en su conjunto forman la sus­
tancia basal (matriz extrace­
lular), que tiene propiedades 
de filtro molecular. La sustan­
cia basal no sólo comunica las 
células entre sí (células con­
j untivas, células inmunológi­
cas, células de los órganos), 
sino que también conecta con 
el sistema circulatorio perifé­
rico y con las células nervio­
sas vegetativas terminales. De 
esta forma, la sustancia basal 
está unida tanto al sistema 
nervioso centrai . (SNC) como 
al sistema de glándulas endo­
crinas. Ambos sistemas se 
comunican en el tronco cere­
bral (hipotálamo, etc . ) . Esto 
permite que cualquier cambio 
en la sustancia basal se detec­
te y procese en el sistema ner­
vioso central y endocrino y, a 
su vez, que cualquier cambio 
en el sistema nervioso central 
y/o endocrino se transmita a 
la sustancia basal. 
El fibroblasto (y sus deriva­
dos, como el osteoblasto, el 
condroblasto y el mioblasto 
de la pared vascular) y las 
células glía del SNC respon­
den a todos los cambios que 
se producen en su entorno 
(estímulos mecánicos y elec­
tromagnéticos, neuropépti­
dos, citoquinas, cambios en el 
pH, etc.) con la correspon­
diente síntesis de sustancia 
basal, sin diferenciar entre 
información positiva y negati­
va. De esta forma pueden sur-
gir situaciones que desplacen · 
el equilibrio entre la genera­
ción y destrucción de tejidos 
en uno u otro sentido. Gene­
ralmente prevalece la destruc­
ción inflamatoria de tejido. 
Las situaciones proinflama­
torias surgen en la sustancia 
basal no sólo por las infeccio­
nes sino también por todas las 
formas posibles de estrés, 
incluida una alimentación in­
correcta y las influencias me­
dioambientales. Las infeccio­
nes y el estrés también pueden 
llevar a una inflamación cró­
nica con el riesgo de aparición 
de enfermedades autoinmu­
nes. Desde el punto de vista 
de la medicina biológica, los 
preparados antihomotóxicos 
poseen una importancia espe­
cial como coadyuvantes e 
inmunorreguladores en el tra­
tamiento de las inflamaciones 
crómcas, que se describe 
como reacción de asistencia 
inmunológica. 
Ps iconeuro­
inmuno logía 
Dra. Tivizay Malina 
Especialista en Medicina In­
terna. Universidad de los An­
des. Venezuela. 
La psiconeuroinmunología 
ha surgido en la última déca­
da de la historia de la medici­
na por la necesidad de enten­
der al individuo globalmente, 
y para ello intenta descifrar 
los mecanismos de la relación 
mente-cuerpo, en contraparti­
da a la visión cartesiana cada 
vez más fragmentada y reduc­
cionista de la medicina. 
Se ha definido como la cien­
cia que se encarga del estudio 
de la autorregulación psicofi­
siológica del organismo. Es 
decir, los mecanismos de inte­
racción y comunicación entre 
la mente y los tres sistemas 
responsables de mantener la 
homeostasis: el sistema ner­
vioso, el inmune y el endocri­
no. Esta comunicación utiliza 
un lenguaje bioquímico a tra­
vés de mediadores tales como: 
hormonas, neurotransmisores 
y mensajeros inmunológicos 
(citoquinas) . Por lo que real­
mente debería llamarse psico­
endocrino-inmunología. 
Sabemos que en los verte­
brados existen estos tres gran­
des sistemas de comunicación 
intercelular: neural, endocri­
no e inmune. Si en un princi­
pio se consideró a éste último 
como un sistema de defensa 
(productor de anticuerpos y 
esencialmente autónomo) , 
paulatinamente han debido 
de tenerse en cuenta sus 
importantes relaciones con 
los anteriores sistemas, así 
como con el reticuloendotelial 
y hematopoyético. El conoci­
miento de la modulación recí­
proca existente entre células 
inmunitarias, hormonas y 
vías nerviosas, así como el 
efecto del estrés y otras varia­
bies psicológicas sobre los 
parámetros inmunológicos, 
ha hecho a muchos científicos 
postular que su autonomía es 
más aparente que real y se ha 
llegado de esta manera al con­
cepto del eje inmunoneuroen­
docrino. 
Mecan ismo general de 
adaptación 
Para entender como ocurre 
este proceso de autorregula­
ción psicofisiológica tenemos 
que conocer el mecanismo 
general de adaptación descrito 
por primera vez por Walter 
Cannon en 1914 y Hans Selye 
( 1 936-1982) , quienes definie­
ron la respuesta general de 
adaptación como una de las 
características fundamentales 
para el mantenimiento de la 
vida y la supervivencia, desa­
rrollada a lo largo del proceso 
evolutivo. Este mecanismo in­
volucra un conjunto de reac­
ciones inespecíficas que suce­
den ante la exposición a situa­
ciones amenazantes, con el pro­
pósito de movilizar las reservas 
energéticas para hacer frente a 
las demandas externas. 
En este sentido, cuando el 
individuo se expone a estímu­
los estresantes de orden físico 
o psicológico, inmediatamente 
se activa el eje pituitario adre­
no-cortical y el eje simpático 
adrenal, liberándose adre­
úalina, noradrenalina y corti­
sol, con el fin de proveer ener­
gía que sirva para la defensa, 
la huida o la resolución de un 
conflicto determinado. 
La respuesta general de 
adaptación se puede dividir 
NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 200 1 
NATURA MEDICA TRI X N' 62 ENERO 2001 
en dos grandes cambios: la 
adaptación periférica (cam­
bios cardiovasculares y meta­
bólicos) y la adaptación con­
ductual. 
La adaptación periférica 
consiste principalmente en un 
redireccionamiento de la dis­
posición de energía. Oxígeno 
y nutrientes son requeridos en 
órganos que cumplen una 
función en períodos de estrés. 
Estos órganos incluyen el sis­
tema nervioso central (que 
coordina todas las respuestas 
durante la emergencia ) , el sis­
tema muscular, el sistema car­
diovascular y el respiratorio. 
La adaptación conductual 
consiste en cambios adaptati­
vos queincluyen un aumento 
en el estado de alerta, atención 
y respuesta refleja, y cambios 
no adaptativos como la supre­
sión del proceso digestivo, 
reproductor, crecimiento, ex­
creción y conducta sexual. 
Esta redirección de la ener­
gía es presumiblemente la 
causa de los efectos adversos 
del estrés sobre el crecimien­
to, digestión, reproducción y 
sistemas de excreción, en los 
que se produce un efecto inhi­
bitorio. La respuesta inmune­
inflamatoria también es res­
tringida por la activación del 
eje hipotalámico-pituitario­
adrenal (HPA) . 
Sistema estresor 
Es el responsable de gene­
rar la respuesta general de 
adaptación y tiene dos com­
ponentes que son: El sistema 
CRH ubicado en el hipotála­
mo y el sistema locus ceru­
leus-NE en el cerebro medio. 
Estos sistemas aumentan su 
función en periodos de super­
vivencia a través de la activa­
ción simpático-adrenal e inhi­
ben las funciones vegetativas 
encargadas de la reparación y 
el mantenimiento. 
El contexto neuroanatómi­
co es muy complejo e involu­
cra una serie de interacciones 
con diferentes áreas del cere­
bro y distintos neurotransmi­
sores cuya profundización no 
es el objetivo de éste artículo. 
Los sistemas responsables 
de la reproducción, creci-
miento e inmunidad están di­
rectamente relacionados con 
el sistema estresor y cada uno 
de ellos está profundamente 
influenciado. 
l . El eje reproductor es 
inhibido a todos los niveles 
por varios componentes del 
e je pituitario adrenal. El 
CRH y los glucocorticoides 
suprimen las neuronas que 
producen hormona liberado­
ra de hormona 'luteinizante, . 
folículo estimulante, testoste­
rona y estradiol. 
2. El eje del crecimiento y 
la función tiroidea también 
son inhibidos a varios niveles. 
La activación prolongada del 
sistema estresor suprime la 
hormona de crecimiento, 
somatomedina e y otros fac­
tores de crecimiento. 
3. El eje tiroideo también es 
inhibido, se produce una dis­
minución en la producción de 
hormona estimulante del ti­
roides, e inhibición de la con­
versión de T4 en T3 . 
4. La respuesta inmune e 
inflamatoria es inhibida debi­
do al efecto de los glucocorti­
coides que alteran la función 
y proliferación de los leucoci­
tos, disminuyen la produc­
ción de citoquinas y mediado­
res de la inflamación, entre 
otros efectos. 
Patofisiología del sistema 
estresor 
Generalmente la respuesta 
ante el estrés tiende a ser 
aguda o de duración limitada. 
Este tiempo limitado de res­
puesta está acompañado de 
efectos antianabólico, cata­
bólico e inmunosupresor tem­
porales que cumplen una fun­
ción homeostática, sin conse­
cuencias adversas. Es lo que 
denominamos euestrés. 
Pero si la respuesta no se 
autolimita y el estado de acti­
vación psico-neuro-bioquími­
co se mantiene o cronifica por 
diferentes razones (entre 
ellas: si se mantiene presente 
la señal de amenaza, el tipo 
de programación sociocultu­
ral, la cosmovisión y la vulne­
rabilidad genética que mer­
man la capacidad del indivi­
duo para hacer frente a los 
problemas), se mantiene una 
excesiva y crónica activación · 
que deja de ser homeostática. 
Es el denominado distrés que 
ocasiona un estado sindrómi­
co que Selye describió en 
1 936, caracterizado por ano­
rexia, pérdida de peso, hipo­
gonadismo, depresión, úlcera 
péptica e inmunosupresión. 
Influencia de l sistema de 
creencias sobre el t ipo de 
respuesta 
Es muy importante recalcar 
el efecto que tiene la cogni­
ción o forma de interpretar la 
situación, en el tipo de res­
puesta que se va a desencade­
nar. 
Paralelo al sistema activa­
dar de la acción (el llamado 
sistema estresor), existe el sis­
tema inhibidor de la acción o 
gabaérgico. Dependiendo del 
tipo de estímulo, y la sensa­
ción de control o no control 
que el individuo tenga sobre 
la situación, se activará uno u 
otro. Si la persona siente que 
puede controlar la situación, 
automáticamente se activará 
el sistema activador de la 
acción para lograr una acción 
eficaz y por supuesto un esta­
do emocional placentero si 
las expectativas son satisfe­
chas. Por el contrario, si el 
individuo no tiene control 
sobre la situación amenazan­
te, se activa inmediatamente 
el sistema inhibidor de la 
acción con la consiguiente 
acuvaoon serotoninérgica 
cortico - suprarrenal e inhibi­
ción inmunitaria y conduc­
tual; acompañado de un esta­
do emocional displacentero 
dado por miedo, depresión, y 
frustración, hasta finalmente 
aparecer la disfunción orgáni­
ca y la enfermedad en aque­
llos blancos susceptibles 
genéticamente. 
Por otra parte, si la acción 
es ineficaz, o las expectativas 
no son satisfechas, se tiende a 
cronificar el proceso. Bien 
aparece la conducta de huida 
con la activación del sistema 
inhibidor de la acción, o el 
individuo se empeña en una 
lucha sostenida para contro­
lar el entorno, manteniéndose 
el estado de activación neuro­
bioquimico-hormonal y un 
estado emocional displacen­
tero que induce a la realiza­
ción de conductas sustitutivas 
con el fin de desplazar la 
agreston y producir autoesti­
mulación (adicción al alcohol, 
drogas, j uego, tabaco, sexo, 
consumo, etc), que temporal­
mente disminuyen el estado 
de activación con una sensa­
ción de " falsa recuperación " . 
Este estado evolucionará 
hacia la disfunción orgánica o 
el equilibrio dependiendo de 
las condiciones del medio y 
estrategias que el individuo 
logre realizar. 
Inf luencia de las emociones 
sobre el s istema i nmune 
Recordemos que la función 
del sistema inmune no es sólo 
la de eliminar sustancias o 
agentes extraños, sino que 
dispone de mecanismos para 
controlar el crecimiento de 
células malignas como la acti­
vidad citotóxica de las células 
NK, los macrófagos involu­
crados en el control tumoral a 
varios niveles , la inmunidad 
celular y el rol de los linfoci­
tos T en el rechazo de tumo­
res sólidos y la inmunidad 
humoral. 
• ¿ Qué evidencias existen 
de comunicación entre el sis­
tema mmune, nervwso y 
endocrino? 
Se pensaba que el sistema 
inmune era autónomo y que 
se regulaba internamente por 
citoquinas producidas por sus 
propias células; sin embargo, 
recientemente se han acumu­
lado evidencias que demues­
tran que el sistema nervioso, 
el inmune y el endocrino se 
pueden comunicar directa­
mente, siendo ésta comunica­
ción esencial en la homeosta­
sis de dichos sistemas, actual­
mente considerado como un 
solo sistema. 
El sistema nervioso central 
ejerce su efecto regulatorio 
sobre el sistema inmune a tra­
vés de: 
- La inervación autonómica 
de los órganos linfoides. 
- La respuesta clásica neu­
roendocrina. Es conocida la 
acción inmunosupresora de 
los glucocorticoides, directa­
mente proporcional a su 
aumento. 
Recientes evidencias han 
sido realmente revolucionarias: 
- Opioides endógenos, neu­
ropéptidos y algunas hormo-
nas modulan la función in­
mune. 
- Estímulos antigénicos au­
mentan la actividad eléctrica 
y la neurotransmisión hipota­
lámica. 
- Factores secretados por 
leucocitos ( citoquinas) y me­
diadores periféricos derivados 
de varias células inmunes acti­
van el eje hipotalámico pitui­
tario adrenal. 
- Los linfocitos portan re­
ceptores en sus membranas 
que son sensibles a diferentes 
neurotransmisores y neuro­
péptidos: adrenalina, nora­
drenalina, acetilcolina, ence­
falinas, hormonas. 
- Los leucocitos producen al 
menos una docena de hormo­
nas peptídicas que incluyen 
ACTH y encefalinas. 
- Hormonas y neurotrans­
misores influyen estimulando 
o inhibiendo la respuesta 
mm une. 
- Lesiones hipotalámicas < 
afectan la función inmune. 
• ¿ Qué evidencias existen 
de que factores de orden emo­
cional alteran el funciona­
miento de este gran sistema? 
Varios investigadores han 
señalado asociación entre la 
función inmune alterada y 
factores psicológicos de larga 
duración (e j . depresión) o 
corta duración (ej . ansiedad) . 
A continuación haremos una 
breve síntesis cronológica de 
los autores más importantes 
que han estudiado este fenó­
meno. 
En este sentido, el pnmero 
en estudiarla respuesta gene­
ral de adaptación fue el famo­
so fisiólogo Walter Cannon 
en 1 914, especificó como el 
estrés produce cambios a 
nivel bioquímico y fisiológico. 
Posteriormente Hans Selye 
durante quince años continuó 
estudiando el síndrome gene­
ral de adaptación, pero ade­
más encontró un aumento en 
la susceptibilidad a infeccio­
nes, e involución de los gan­
glios linfáticos y el timo en 
ratas sometidas a estrés. 
Williams y colaboradores 
en 1 9 74 observaron una dis­
minución en la apoptosis ce­
lular ante la exposición a car­
cinógenos con el distres psico­
lógico. 
Bartrop y colaboradores en 
1 977 encontraron una dismi­
nución en la función de los. 
linfocitos B y T después de 
seis semanas de duelo por 
muerte de sus cónyuges, pero 
no encontraron diferencia con 
los controles en la capacidad 
de fagocitosis, el número de 
leucocitos, inmunoglobulinas 
y hormonas adrenocorticales. 
Pamblan, entre 1 9 76 y 
1 979, observó que la activi­
dad granulocítica disminuía 
en función de la intensidad y 
duración del estresor, además 
de la disminución de la inmu­
noglobulina A en saliva y dis­
minución de la actividad de 
las células T supresoras. 
Setlow, en 1 978, describió 
que los linfocitos disminuían 
su capacidad de reparación 
del ADN post-radiación. 
Horne y Picard en 1 979 en­
contraron un aumento en la 
incidencia de eventos estresan­
tes en personas que posterior­
mente desarrollaron cáncer. 
Kronful y House, en 1 984, 
y Biondi y Pancheri en 1 987, 
evidenciaron como el distrés 
psicológico disminuía la res-
• puesta proliferativa de linfoci­
tos T a mitógenos. 
Kiecolt - Glaser en 1 9 8 8 
observaron una disminución 
de la actividad de las células 
NK con el distres de tipo aca­
démico, la soledad o pérdidas 
importantes. Por el contrario 
encontraron un aumento en la 
actividad de dichas células 
con la disminución del distres 
psicológico al utilizar técnicas 
de relajación. 
Riley V en 1 9 8 1 evidenció 
un aumento significativo en el 
crecimiento de células tumo­
rales, con linfopenia e involu­
ción túnica, en ratas someti­
das a estrés rotativo. 
Kohler y Vaughan en 1 982 
encontraron relación entre 
autoinmunidad y disminución 
de la actividad de células T 
supresoras. 
Calabrese y colaboradores, 
Kiecolt-Glasser y colaborado­
res en 1 9 8 7 probaron la aso­
ciación entre función inmune 
alterada y factores psicológi­
cos. 
Desde 1 9 8 8 hasta la actua­
lidad, investigadores de alto 
prestigio como Blalock, Bese­
donsky, Bellinger, Breder, 
Bateman, Sternberg, Woloski, 
Wilder, y sus respectivos gru­
pos de investigación entre 
otros, han aclarado los meca­
msmos neuro químtcos y 
moleculares que nos explican 
hoy en día, como es que se 
establece la conexión entre 
mente y cuerpo formando 
ambos una sola unidad. 
Antropo logía : 
i nd iv iduo , soc iedad 
y a lterac iones 
i n m u n itarias 
].M. Fericgla 
Antropólogo y Psicoterapeu­
ta. Barcelona. 
La cultura influye, constru­
ye y condiciona los estados 
emocionales y, a la vez, es 
influida. Los estados emocio­
nales influyen en el sistema 
inmunitario y las anomalías 
del sistema inmunitario reac­
túan sobre la cultura de cada 
sociedad, proponiendo focos 
de interés a los que dirigir 
esfuerzos. La teoría general de 
sistemas es el único marco 
teórico que, actualmente, nos 
puede ayudar a comprender la 
transducción que lleva de la 
cultura a las emociones y a 
afectar el sistema inmunitario. 
Hab itat, 
med i o amb iente y 
a lterac iones 
i n m u n itarias 
Santos Martín 
Oncólogo. Médico Naturista. 
Barcelona 
El ser humano ha realizado 
su evolución en y con la natu­
raleza. Desde hace unos años, 
instantes en la historia de la 
humanidad, el hombre ha 
empezado, en el mal llamado 
mundo civilizado, a crear en 
cantidad importante sustan­
cias totalmente nuevas para 
las que los sistemas enzimáti­
cos de depuración de la perso­
na no tienen mecanismos efi-
NATURA MEDICATRIX W 62 ENERO 200 1 
NATURA MEDICATRIX N" 62 ENERO 200 1 
caces. De la misma manera, la 
forma de vida actual nos pone 
en contacto con una gran can­
tidad de agentes físicos cuyo 
efecto no conocemos a medio 
o larga plazo. Un posible 
resultado de esta situación es 
un incremento de las enferme­
dades degenerativas, autoin­
munes, neoplasias etc. como 
consecuencia de las alteracio­
nes inmunológicas produci­
dos por estas sustancias. 
El origen de los tóxicos 
puede ser químico y/o físico. 
Según su naturaleza afecta 
unas zonas del organismo u 
otras, produciendo siempre 
una patología que hasta 
ahora no se ha reconocido, ya 
que en medicina se han estu­
diado fundamentalmente en 
toxicología los efectos de las 
intoxicaciones agudas. De la 
medicina del trabajo se obtie­
nen unos datos que no son · 
para nada extrapolables a la 
sociedad. Todo esto nos ha 
llevado a un desconocimiento 
importante de la sintomatolo­
gía que la mayoría de las 
microintoxicaciones y efectos 
físicos producen en el cuerpo 
humano. El hecho de que no 
se presenten casi nunca como 
enfermedad aguda, con mani­
festaciones poco específicas, y 
que la patología sea en conse­
cuencia multifactorial, hace 
su descubrimiento muy difí­
cil, así como su clasificación. 
Este hecho no puede signifi­
car que Ignoremos o negue­
mos, lo más sencillo, su exis­
tencia . Muy al contrario, 
conocer los elementos más 
importantes de la patología 
medioambiental es una exi­
gencia para cualquier médico 
como elemento fundamental 
de prevención, diagnóstico y 
tratamiento. 
La nutric ión e n la 
etiopatogen ia de l os 
trastornos de l a 
inmun idad: a l erg ia , 
a uto i nmun idad , 
i nmunodepres ión 
Pedro Silva 
Especialista en Medicina In­
terna y Neurología. Médico 
Naturista. Santiago de Chile. 
El antiguo aforismo hipo­
crático " que tu alimento sea 
tu medicina y que tu medicina 
sea tu alimento " , parece tener 
especial validez en la patoge­
nia y curación de los trastor­
nos inmunológicos, como las 
alergias, la autoinmunidad y 
la inmunodepresión, los cua­
les es posible controlar con 
éxito en la clínica naturista, 
aplicando especialmente el 
tratamiento dietético vegeta­
nano. 
En efecto, siendo el orga­
nismo un complejo universo 
de moléculas armoniosamen­
te asociadas estructural y fun­
cionalmente, identificadas y 
protegidas por el sistema 
inmunológico, adquiere gran 
significado el concepto clási­
co de la escuela naturista de 
respetar los patrones de la ali­
mentación natural del hom­
bre, ingiriendo solamente ali­
mentos cuya estructura mole­
cular no provoque la respues­
ta inmunitaria o las reaccio­
nes autoinmunitarias, o bien, 
la depresión o supresión de la 
respuesta inmune. 
Después de la lactancia 
materna, se debe incorporar 
gradualmente a la dieta los 
alimentos, según su compleji­
dad y composición proteica, y 
se debe excluir los alimentos 
extraños a la dieta humana, 
como las carnes, productos 
lácteos, huevo, alimentos refi­
nados, azúcar y edulcorantes 
químicos. 
El consumo excesivo de 
proteínas animales puede so­
brepasar tempranamente las 
barreras de protección, inclui­
da la barrera placentaria, y 
producir su sensibilización. 
Todo se agrava por la mala 
digestión de las proteínas, 
habitualmente asociada a 
incompatibilidad de alimen­
tos. Esto genera una gran can­
tidad de " péptidos inmunogé­
nicos " . Por ejemplo, solo en 
la caseína se han identificado 
no menos de veinte péptidos 
capaces de activar la respues­
ta inmunitaria. Esta reacción, 
que ocurre en el sistema linfo­
rreticular, genera una intensa 
signologia inflamatoria, que 
puede llegar a ser especial­
mente severa en la " persona 
alérgica " , que genéticamente 
presenta una concentración 
de inmunoglobulinas, espe­
cialmente IgE, varias veces 
superior a lo normal. 
La piel, las conjuntivas y las 
mucosas de la vía respiratoria 
y digestiva, son las estructu­
ras más afectadas, debido a su 
rica red linfática y vascular y 
por su conexión con el 
ambiente. Se trata de zonas de 
contacto o " fronteras " , queestán intensamente vigiladas 
por el sistema inmune. Así, la 
hiperreacción a una carga de 
antígenos, que tienda a ser 
abundante y sostenida en el 
tiempo, dará lugar a cuadros 
como rinitis alérgica, asma 
bronquial, urticaria, eccema, 
dermatitis atópica, conjunti­
vitis, resfriados recurrentes, 
sinusitis, etc; desórdenes que 
en la práctica cotidiana de la 
medicina naturista responden 
satisfactoriamente a la repro­
gramación de la alimenta­
ción, basándola exclusiva­
mente en vegetales frescos, 
integrales y, principalmente, 
crudos. 
La ingesta de proteínas ani­
males presenta también el 
gran riesgo de provocar la 
autoinmunidad, por el fenó­
meno de la " analogía molecu­
lar " . Cierto tipo de carnes 
ofrecen secuencias peptídicas 
tan parecidas a las estructuras 
de diversos tejidos del cuerpo, 
que pueden dar lugar a anti­
cuerpos que terminan atacan­
do estos tejidos propios, j unto 
a las proteínas extrañas. Co­
mo ejemplo, podemos citar la 
carne de cerdo, de conejo, de 
caballo, cierto tipo de peces y 
mariscos, etc. En este caso 
tenemos los clásicos trastor­
nos autoinmunitarios como la 
artritis reumatoide, el LES, la 
esclerodermia, la polimiositis 
y, en general, todas las mesen­
quimopatías. 
Nuestra visión es que la 
proteína de la alimentación es 
el principal agente provoca­
dor de la respuesta inmunita­
ria y, en el caso de la alergia, 
la participación de otros 
agentes ambientales como 
polen, ácaros del polvo de 
habitación, caspa o pelo de 
animales, tiene una importan­
cia secundaria, ya que cuando 
se controla la dieta, su partici­
pación es irrelevante. 
Además de la excesiva ofer­
ta de " péptidos inmunogéni­
cos " , la alimentación partici­
pa también en la patogenia de 
los trastornos inmunitarios 
por marcado� desequilibrios 
en la ingesta de los nutrientes. 
La excesiva ingesta de pro­
teínas animales hace que lle­
guen al colon una gran can ti­
dad de aminoácidos, que son 
descarboxilados por la micro­
flora intestinal, produciendo 
aminas de alta toxicidad, 
como es el caso de las ptomai­
na y de la histamina, genera­
da a partir de la histidina. Su 
liberación desde las células 
cebadas y mastocitos, provo­
ca una intensa reacción infla­
matoria, especialmente en la 
hipersensibilidad de tipo 1 , 
por acción d e la IgE. 
Otros factores dietéticos de 
importancia son la ingesta 
insuficiente de ácidos grasos 
esenciales, como el ácido lino­
leico y el gamalinolénico, que 
participan en la síntesis de 
prostaglandinas antiinflama­
torias PGEl . 
E l déficit cotidiano de vita­
minas, minerales y oligoele­
mentos con características de 
antioxidantes y protectores a 
nivel celular, como es el caso 
de la vitamina e necesaria 
para regular la concentración 
de histamina; asociado al alto 
consumo de azúcar industrial, 
con un efecto depresor directo 
sobre los macrófagos, contri­
buye a la depresión de la res­
puesta inmunitaria y favorece 
las infecciones microbianas o 
virales. 
En resumen, sobre bases 
empíricas y apoyo experimen­
tal, los médicos de hoy pode­
mos valorar rriejor la impor­
tancia de la alimentación 
natural y aplicarla con con­
fianza en la solución de com­
plejos problemas que como 
las alergias, las enfermedades 
autoinmunes o los síndromes 
de inmunodepresión, pueden · 
tener un tratamiento natural, 
sencillo y eficaz. 
La autohemoterap ia 
M. Bühring 
Catedrático de Medicina Na­
turista. Freie Universitdt. Ber­
lín. Alemania. 
Desde las primeras observa­
ciones clínicas documentadas 
se han aplicado diferentes 
preparaciones a partir de san­
gre animal o humana como 
terapia, las cuales hasta prin­
cipios del s.XX han formado 
parte de la medicina " mági­
ca " . Todavía hoy se mantie­
nen algunas ideas sobre el 
mecanismo de acción, así 
como el ritual en el modo de 
aplicación de la terapia; los 
equivalentes modernos de la 
autohemoterapia consisten en 
procesos y manipulaCiones 
técnicos de la sangre con el fin 
de reforzar los efectos ter a­
péuticos. 
Hacia el final del s.XIX el 
tratamiento con sangre pro­
pia fue reconocido por la 
medicina académica de la 
época; junto con otros grupos 
de sustancias biológicas, (por 
ejemplo: leche cocida, prepa­
rados a partir de proteínas 
vegetales) y sustancias quími­
cas (por ejemplo: sales de azu­
fre) , se aplicó con frecuencia 
la sangre como remedio den­
tro de la difundida " Terapia 
de estímulo y reacción " . La 
mayoría de las observaciones 
clínicas, obtenidas en parte en 
afamadas clínicas y por pres­
tigiosos médicos, pertenecen 
al período desde finales del 
siglo XIX hasta mediados del 
siglo XX,.hacia los años 50. 
Las principales indicaciones 
no fueron tanto en las enfer­
medades agudas, entendiendo 
la autohemoterapia como de 
acción inmediata. Sus indica­
ciones corresponden a las . 
enfermedades crónicas, a los 
trastornos constitucionales 
particulares y a la tendencia a 
la debilidad, situaciones que 
req meren una " regene·ra­
ción" . Este tipo de tratamien­
tos con un diagnóstico previo 
deben ser de nuevo propues­
tos y, aprovechando las posi­
bilidades de la moderna far­
macología, hoy la autohemo­
terapia puede ser recuperada 
por su importante alcance. 
Existen estudios clínicos 
actuales sobre la autohemote­
rapia que lo confirman. 
En un estudio se analizaron 
las respuestas de 2 1 3 médi­
cos, mediante una encuesta 
por escrito. De éstos; 62 
médicos utilizaron exclusiva­
mente la autohemoterapia 
original (es decir, no modifi­
cada ni física ni químicamen-
te), 103 médicos aplicaron 
métodos adicionales, algunos 
de los cuales combinaban la 
sangre homeopáticamente 
(95 ) , añadiendo ozono (50) o 
irradiándola con luz ultravio­
leta (35 ) . Se recoge la contri­
bución de la experiencia de 
1 65 médicos con unos 20.000 
pacientes al año en conjunto, 
los cuales aplicaron la autohe­
moterapia original. La mayo­
ría de las indicaciones se refie­
ren a procesos inflamatorios 
alérgicos y crónicos. 
El promedio de inyecciones 
realizadas fue desde siete (en 
enfermedades agudas) hasta 
nueve (en crónicas) . El 84% 
de todos los médicos inyecta­
ron entre 1 y 5 mi. de sangre. 
Describen efectos indeseables 
49 médicos ( 1 9 médicos, una 
reacción en sentido · de un 
empeoramiento inicial; 1 2 
médicos sobre dolor en la 
zona de la inyección; 5 médi­
cos sobre febrícula y cansan­
cio general) . En comparación 
con la literatura antigua, las 
indicaciones de la autohemo­
terapia se han trasladado 
hacia las enfermedades cróni­
cas, confirmándose los bue­
nos resultados obtenidos 
entonces. 
Dieta y s istema 
inmune 
Armando Cuadra 
Médico Naturista. Especialis­
ta en D ietética. Girona. 
• El sistema inmune es de 
una adaptabilidad remarca­
ble, ya que es capaz de gene­
rar una enorme variedad de 
células y moléculas capaces de 
reconocer y eliminar una 
variedad ilimitada de invaso­
res extraños. 
• Se conoce desde hace 
tiempo que los niños malnu­
tridos tienen un alto riesgo de 
infecciones severas que pue­
den amenazar su vida ( 1 ) . 
• L a falta d e proteínas y 
calorías afecta negativamente 
a prácticamente todos los 
componentes del sistema 
inmunitario ( 1 -2 ) . 
• La investigación reciente 
ha puesto de manifiesto el 
papel importante de los si­
guientes compuestos en el 
buen mantenimiento del siste-
ma inmunitario: el cinc, el 
hierro, el cobre, el selenio, el 
calcio, las vitaminas A, B6 
(piridoxina), la C y la E, los 
antioxidantes fitoquímicos y 
los w�3 ( 1 -2) . 
• El equilibrio entre los 
antioxidantes dietéticos y los 
oxidantes ( compuestos que 
causan daño oxidativo ) es 
importante en la función del 
sistema inmunitario celular. 
• La formación de radicales 
libres aumenta en la edad 
adulta y las personas más 
mayores son más susceptibles 
a infecciones y desordenes 
autoinmunes y cánceres com­
parados con adultos jóvenes. 
• La St,iplementación diaria 
con dosis moderadas o bajas 
de los nutrientes conocidos 
que ayudan al sistema inmu­
nitario dio como resultado 
una mejora de la funcióninmunitaria en individuos 
ancianos (3-4) . 
• La evidencia de los estu­
dios sobre animales y sobre 
humanos indica que la vitami­
na E j uega un importante 
papel en el mantenimiento del 
sistema inmunitario. Incluso 
una deficiencia marginal de 
vitamina E dificulta la res­
puesta inmunitaria, mientras 
que sumplementar con niveles 
mayores que los recomenda­
dos la aumenta ( 5 ) . 
• Es una sorpresa que los 
estudios no hayan encontrado 
una inmunidad aumentada en 
los vegetarianos dado que su 
ingesta de antioxidantes, de 
fitoesteroles y fitoquimicos es 
mayor, y su ingesta de frutas, 
verduras y cereales es también 
muy abundante. 
• Se puede pensar que los 
niveles de vita111ina B 1 2, cinc 
y ácidos grasos m-3 en los 
vegetarianos puros están en 
los niveles normales, pero en 
la banda inferior, y que esto 
influya en la inmunidad de los 
adultos jóvenes vegetarianos. 
• Sin embargo los datos de 
que disponemos sugieren de 
forma contundente que los ve­
getarianos más mayores que 
han consumido una amplia 
variedad de alimentos vegeta­
les durante toda su vida, ten­
drán un sistema inmunitario 
más fuerte, comparado con 
los no vegetarianos (6 ) . 
• Los efectos negativos 
sobre el sistema inmune del 
consumo de azúcares duran 
hasta 5 horas y producen una 
reducción del 5 0 % de la 
NATURA MEDICATRIX W 62 ENERO 200 1 
NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 200 1 
capacidad de los leucocitos 
para destruir partículas extra-
ñas (7 ) . 
· 
• Las personas con sobrepe­
so tienen más infecciones. Se 
ha observado también una 
disminución de la capacidad 
de sus leucocitos para destruir 
bacterias ( 8 ) . 
• Las personas con niveles 
elevados de colesterol y trigli­
céridos tienen una capacidad 
leucocitaria disminuida para 
dividirse y migrar a áreas 
donde haya agresión (9 ) . 
• La movilidad de los leuco­
citos está también disminuida 
por el consumo de alcohol 
( 1 0 ) . Se sabe que los alcohóli­
cos tienen más susceptibilidad 
a neumonías y a múltiples 
enfermedades. 
Referencias 
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544, 1 999 . 
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1 0 . N . E .J . M . 282 : 1 23-1 28, 
1 9 70. 
Fitoterap ia : 
inmunomodu ladores 
M.]. Alonso 
Licenciada en Farmacia. Di­
plomada en Fitoterapia. Bar­
celona. 
Nuestro organismo recibe 
constantemente el ataque de 
agentes nocivos externos, y en 
ocasiones factores internos, 
ante los cuales el sistema 
inmunitario es el encargado 
de defenderlo y mantener la 
integridad y eq�ilibrio necesa­
rios para hacer frente a estos 
ataques. 
Son muchas las plantas que 
tradicionalmente se vienen 
utilizando a fin de reforzar el 
sistema inmunitario de forma 
profiláctica o
. 
terapéutica, ya 
sea a nivel de defensas especí­
ficas o inespecíficas; sin em­
bargo son pocas las plantas 
relativas a este contexto que 
están bien estudiadas y docu­
mentadas farmacológica y clí­
nicamente. 
Además, cuando hablamos 
de inmunomoduladores no 
estamos hablando sólo de 
aquellos estimuladores de los 
mecanismos de defensa espe­
cíficos o inespecíficos, es decir 
los que tienen una influencia 
positiva en los mecanismos de 
defensa, si no también de los 
que ejercen una acción supre­
sora, es decir los que provo­
can una respuesta negativa, 
debiendo obedecer además a 
los parámetros de · la OMS 
respecto a los requisitos que 
deben tener los inmunomodu­
ladores, a saber: 
- que sean químicamente 
puros o definibles. 
- de rápida degradación 
biológica. 
- con ausencia de carcinoge­
nicidad o co-carcinogenici­
dad. 
- ausencia de toxicidad 
aguda o crónica y de efectos 
adversos colaterales. 
- efecto inmunoestimulante 
ni demasiado débil ni dema­
siado fuerte. 
- ausencia de efectos en cas­
cada, es decir con influencia 
en un solo punto del sistema 
inmunitario. 
Indicaci ones pr inci pales 
Entre las plantas medicina­
les con acción inmunomodu­
ladora conocida, y que cum­
plen con los parámetros OMS 
antes relacionados, las indica­
ciones principales, con estu­
dios científicos avalables, son 
las infecciones virales simples 
y la terapia coadyuvante de 
infecciones bacterianas. Tam­
bién se avanza cada vez más 
en los estudios para su utiliza­
ción en la profilaxis de infec­
ciones oportunistas en pacien­
tes temporalmente inmunode­
primidos y en la terapia coad­
yuvante de los tumores malig­
nos. Asimismo en el terreno 
alérgico las plantas inmu­
nomoduladoras tienen su pa­
pel. 
Plantas más usadas como 
inmunomoduladores 
Las principales plantas me­
dicinales usadas como agentes 
inmunomoduladores son: 
Echinacea angustifolia, pallida 
y purpúrea, Baptisia tinctoria, 
Thuja occidentalis, Eleuthero­
coccus senticosus, Astragalus 
membranaceus, Azadirachta 
indica, Zambia africana, Eu­
patorium cannabinum, Panax 
ginseng, Aristol'Ochia clemati­
tis, Ribes nigrum, Helichry­
sum arenarium, Schizandra 
chinensis, Viscum album. 
Ayuno 
y enfermedades 
inmun itarias 
Dr. Pablo Saz Peiró. 
Médico Hidrólogo y Naturis­
ta. Zaragoza. 
El ayuno, utilizado como 
terapia, ha demostrado su efi­
cacia en la mejoría y recupe- · 
ración de enfermedades auto­
inmunes y alérgicas, compor­
tándose como un regulador 
inmunológico. 
· Además de la práctica en la 
consulta, hemos recogido 
numerosos ejemplos en la lite­
ratura médica relacionada 
con la terapia del ayuno: 
- Artritis reumatoide (Fahr­
ner, 1 9 8 5 y Buchinger, 1 9 9 8 ) . 
S e produce mejora clínica y 
modificaciones y disminución 
del factor reumatoide. 
- Bronquitis asmática (Fah­
rner, 1985 ) . 
- Dermatitis atópica (Flade, 
1990 y Lithell 1983 ). 
- Urticaria (Okamoto, 1992 ) . 
- Alergia alimentaria. Reco-
mendación de comenzar cinco 
días de ayuno hídrico (Rinkel 
1 9 5 1 ) . 
- Tiroiditis. 
- En procesos infecciosos se 
instaura el ayuno como uno 
de los síntomas más del pro­
ceso febril. 
Acerca de los mecanismos 
de actuación del ayuno se han 
propuesto varios modelos. La 
mayoría de ellos se comple­
mentan. 
1 ) El cuerpo, en su reacción 
fisiológica frente al ayuno, 
produce modificaciones hor­
monales que influyen en el 
sistema inmunológico, como 
son: el aumento de corticoi­
des, el aumento de adrenalina 
y el de linfocitos T-8 supreso­
res. Dichas modificaciones 
actúan sobre el sistema de 
identidad en su conjunto. 
(Rof Carballo ) . 
2 ) Estimula los mecanismos 
de desintoxicación hepática, 
con eliminación de tóxicos 
que bloquean el sistema in­
munológico o producen auto­
anticuerpos contra los órga­
nos que almacenan estas sus­
tancias tóxicas. 
3 ) La decisión voluntaria de 
ayunar, o la reacción natural 
ante la falta de apetito, pone 
en marcha recursos psicológi­
cos, como toma de control y 
autogestión de la propia salud 
y enfermedad, que hacen sen­
tir y comprender mejor la 
propia capacidad curativa del 
organismo. El ayuno aumenta 
la autoconfianza y la estabili­
dad psicológica. 
4) Los cambios acetonémi­
cos que tienen lugar durante 
el ayuno actúan sobre el cere­
bro, produciendo la activa­
ción de mecanismos autore­
guladores de homeostasis, 
que actúan estimulando la 
capacidad curativa del orga­
nismo (Yamamoto 1 979) . 
5 ) El ayuno, por sí mismo, 
actúa produciendo mecanis­
mos inmunosupresores (Pro­
kopenko) . 
Los estímulos que provoca 
el ayuno se mejoran con cada 
ayuno, logrando un entrena­
miento y estimulación que 
mejora la capacidad general 
del organismo. El control 
principal lo hace la propia 
persona, según sus capacida­
des, y las normas las impone 
el propio paciente. 
Los efectos del ayuno se 
refuerzan si va acompañado 
de otrastécnicas de cuidados 
generales capaces de incidir 
en el sistema inmunológico, 
como son la helioterapia, la 
hidroterapia, la terapia de 
movimiento y el ej ercicio. 
Todas ellas potencian la auto­
estima, la propia identidad y 
la mejora de relación con el 
medio ambiente. Junto con el 
ayuno, actúan en el orgams­
mo .como un estimulo-reac­
ción, a lo cual éste responde 
cada vez mejor, produciendo 
una mej or adaptación bio­
psico-social. 
Estamos hablando de técni­
cas de ayuno con agua, o mo­
dificadas, del tipo Buchinger 
con zumos, caldos e infusio­
nes. Todo ello, realizado en un 
contexto terapéutico de cuida­
dos y mejora de la capacidad 
de reacción del organismo. 
Este tratamiento naturista 
trata de aprovechar todas las 
reacciones posibles para utili­
zarlas de forma inespecífica, 
general; no tiene límites y 
dichas reacciones abundan en 
efectos secundarios que con­
trola el propio paciente. 
El médico debe saber, y 
además aprender de los pro­
pios pacientes. 
Distinguimos del .ayuno, y 
no recomendamos, algunas 
dietas modificadas, como por 
ejemplo la que se hace a base 
de proteínas, que pueden pro­
ducir mas alteraciones que 
beneficio. 
En nuestra experiencia, y en 
la que hemos encontrado en 
la literatura, los buenos resul­
tados han ido a la par de los 
cuidados higiénicos contem­
plados en la medicina naturis­
ta que acompaiian al ayuno, 
así como la indicación de una 
dieta vegetariana tipo vegan 
durante al menos un año des­
pués del ayuno. 
Bib l iografía 
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3 2 ( 1 -4) : 2 2 9 - 240. 
Terapias fís icas e 
i nmun idad 
Xavier Uriarte 
Especialista en Rehabilitación. 
Médico Naturista. Girona. 
La primera aplicación de 
las terapias físicas como re­
curso estimulador y regulador 
era esencialmente empírica, 
dentro de una concepción 
· holística y de acuerdo con el 
saber de la época. 
Con la aparición del saber 
médico, la física formará 
parte del tratamiento médico, 
que se aplicará durante mile­
nios, de manera extensa en la 
Antigua Grecia, en la Vieja 
China, en la Lejana India y en 
la América Precolombina. 
Tan es así que se aplicará 
sobre todo en las enfermeda­
des reumáticas, respiratorias, 
óseas, renales, neurológicas, 
alérgicas, esclerosantes, circu­
latorias, digestivas y menta­
les, con claros objetivos seda­
tivos, analgésicos, tráficos y 
depurativos. 
Con el inicio de la nueva 
era mecanicista, a la luz de los 
nuevos descubrimientos sobre 
la inmunidad, los estudios 
sobre las terapias físicas se 
actualizan y se dinamizan 
siendo en la actualidad un 
recurso terapéutico de gran 
alcance. 
Haciendo un poco de histo­
ria, recordemos como 2000 
a.C., ya en el Cuerpo Hipo­
crático, se describían la tera­
péutica química, la quirúrgi­
ca, la psicofísica y la física 
como recursos básicos de 
actuación y de utilización. 
Las terapias físicas, tam­
bién denominadas fisiotera­
pia, funcionan gracias a las 
energías química, térmica o 
calórica, radiactiva, eléctrica, 
magnética, cromática o lumí­
nica y vibratoria. 
Entre los efectos más intere­
santes que generan en el orga­
nismo destacaremos el eutró­
fico, el inmunomodulador y el 
sedante. 
El efecto eutrófico hace 
referencia a la capacidad del 
estímulo de desencadenar en 
el ser humano cambios car­
diovasculares, en la coagula­
ción, en el metabolismo ana­
bólico y catabólico y en la res­
piración celular. 
Todo esto se traduce en una 
disminución de la hipoxia y 
de la acidez tisular, así como 
en una mejora de la descarga 
metabólica. 
El efecto inmunomodula­
dor de la física es múltiple y 
potente. Por un lado introdu­
ce modificaciones en la ter­
morregulación, desencade­
nando el mecanismo de la fie­
bre o hipertérmico y un 
aumento de las respuestas 
celular y humoral, con la con­
siguiente disminución del pro­
ceso inflamatorio. 
NATURA MEDICATRIX N' 62 ENERO 200 l 
NATURA MEDICATRIX W 62 ENERO 2001 
Por otro lado promueve 
una mayor secreción neuroen­
docrina. Sin embargo, se ha 
observado que la hiperestimu­
lación puede originar una res­
puesta inmunosupresora. 
El efecto sedante es muy 
conocido en la actualidad. A 
la luz de las últimas investiga­
ciones se ha podido compro­
bar que e'stos estímulos pue­
den producir importantes mo­
dificaciones en las personas 
con dolor, ansiedad, angustia, 
depresión e insomnio. 
Diferentes terapias físicas 
Entre las aplicaciones de la 
hidroterapia de mayor interés 
destacaremos las curas hídri­
cas, los baños, los chorros, las 
envolturas, los fomentos, las 
duchas y la sauna. 
Dentro de la clii:natoterapia 
describiremos los baños de sol, 
de aire, de mar y de montaña. 
Como aplicaciones de la 
geoterapia tendremos en 
cuenta los baños de arena y de 
arcilla, así como la ingesta de 
arcilla en polvo. 
La cinesiterapia aporta 
prácticas diversas y ncas 
como son los cambios postu­
rales, la gravitoterapia, los 
ejercicios pasivos y/o activos, 
las actividades aeróbicas, la 
respiración, el yoga, etc. 
Dentro del masaje podemos 
aplicar el de tipo sensitivo, el 
metamórfico, la reflexotera­
pia, etc. 
La laborterapia y la cromo­
terapia a portan soluciones 
interesantes. 
La máxima capacidad tera­
peútica de la física se da cuan­
do de manera sinérgica se 
combina con la terapeútica 
psicofísica. 
Sofro l ogía y psico­
neuro inmuno logía 
M. Anadón 
Psicóloga clínica. Barcelona. 
Cada vez son más los estu­
dios que demuestran la inte-
rrelación entre la conducta, el 
sistema nervioso central, el 
sistema inmune y el inicio y 
progresión de determinado 
tipo de enfermedades. 
Factores que producen es­
trés agudo y crónico (un even­
to vital, relaciones interperso­
nales deterioradas, etc . ) y 
alteraciones en el estado de 
ánimo, entre otros, son aspec­
tos que afectan directa o indi­
rectamente las defensas del 
organismo. Cuando el sistema 
inmune disminuye, existe ma­
yor susceptibilidad a padecer 
algunas enfermedades (infec­
ciones respiratorias, herpes 
virus, etc . ) . 
Cambios en e l estado men­
tal (por ej emplo una situación 
de estrés) pueden producir 
cambios en la respuesta inmu­
ne pormedio de tres vías: la 
vía simpático adrenal medular 
( inervación SNC); por la vía 
hipotálamo-hipófisis adreno 
cortical (respuesta hormonal) ; 
o por los cambios que dicha 
situación de estrés producen 
en la vida del individuo: cam­
bios en el sueño, en la alimen­
tación, en hábitos como el 
tabaco, etc. (cambios en el 
comportamiento ) . Dichos 
cambios aumentan la suscep­
tibilidad para enfermar y por 
lo tanto pueden favorecer el 
desarrollo de la enfermedad 
( 1 ) . La presencia de la enfer­
medad puede crear una acti­
tud que influye en el estado 
mental creándose así. un ciclo 
VICIOSO . . 
L a sofrología e s una disci­
plina médica que estudia la 
consciencia y que utiliza téc­
nicas de relajación física y 
mental (como la visualiza­
ción) y ej ercicios respirato­
rios. Las técnicas sofrológicas 
se emplean como terapia 
única o complementaria en 
disciplinas médicas (psiquia­
tría, medicina interna, gineco­
obstetricia, etc . ) y paramédi­
cas (psicología, fisioterapia, 
enfermería, odontología, etc ) . 
Las técnicas sofrológicas se 
emplean también como forma 
de entrenamiento en personas · 
sanas. 
Desde el punto de vista 
psiconeuroinmunológico, las 
técnicas sofrológicas actua­
rían en diferentes niveles: 
a. En el estado mental: Las 
técnicas sofrológicas ayudan 
a producir un cambio en el 
estado mental al proporcio­
nar al individuo estrategias 
ante situaciones de estrés 
agudo o crónico . 
. b. Inervación SNC: Cicla 
vez más estudios indican que 
las técnicas de relaj ación 
amortiguan la respuesta sim­
pática · aumentada durante 
una situación de estrés agudo 
y disminuyen la actividad ba­
sal del sistema simpático (2 ) . 
Cambios en el comporta­
miento: · Además de utilizar 
técnicas de relajación, la 
sofrología aporta una meto­
dología (la relajación dinámi­
ca de Caycedo) que favorece 
la toma de consciencia de si 
mismo y de los valores exis­
tenciales. De esta forma se 
percute en el comportamiento 
(consumo de tabaco, la cali­
dad de la alimentación, la 
regularidad en el suel'i.o, etc . ) 
que podría propiciar la dismi­
nución de las defensas del 
orgamsmo. 
c. La actitud ante la enfer­
medad: Por medio de las téc­
nicas sofrológicas se pretende 
aportar una actitud más sere­
na y dinámica frente a la en­
fermedad. Con ello se podría 
contribuir a evitar el ciclo 
vicioso hacia un estado men­
tal perjudicial (3 ) . 
· · Referencias 
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Terap ia neura l e 
i n muno logia 
David Vinyes 
Médico Naturista. Terapia 
Neural. Barcelona. 
En muchos casos la aplica­
ción de la Terapia Neural se 
ve reducida a tratamientos 
sintomáticos de inflamaciones 
localizadas, de dolor, de cica­
trices, etc., pero no se piensa 
en ella ante procesos infeccio­
sos y alérgicos, como tampo­
co se suele hacer ante disfun­
ciones sistémicas, endocrinas, 
y mucho menos ante altera­
ciones psicológicas y emocio­
nales. 
Esta situación de la Terapia 
Neural en nuestro país no res­
ponde a una limitación de la 
terapia, pues a estas alturas 
queda más que demostrada la 
interrelación del Sistema Ner­
vioso con el Inmunológico, el 
endocrino y cualquier otro 
sistema, y por supuesto, con 
el estado mental y emocional 
del individuo. 
La finalidad de esta ponen­
cia es revitalizar la práctica de 
la Terapia Neural, aplicable 
en cualquier estado patológi­
co, concretamente en las 
enfermedades en las que 
interviene de un modo más 
directo el Sistema Inmunita­
rio. Y la finalidad de la Tera­
pia Neural, es la de cualquier 
terapia na turista : estimular 
los mecanismos de autocura­
ción del organismo enfermo; 
y como terapia regulativa, lo 
hace de un modo inespecífico 
para que él busque su propio 
orden individual e irrepetible. 
A nivel teórico, está ya 
demostrado que los sistemas 
neuroendocrino e inmunoló­
gico comparten una serie de 
" señales " moleculares (neuro­
transmisores, hormonas y 
citoquinas) que actúan sobre 
un grupo de receptores comu­
nes a ambos sistemas, y per­
miten una comunicación bidi­
reccional entre ellos. Las mis­
mas " señales" y los mismos 
receptores pueden ser usados 
tanto para la regulación " in­
trasistema " como para la 
comunicación " intersistema " . 
Las citoquinas tienen una 
acción hormonal directa a 
través de vías secundarias que 
comparten con neurotransmi­
sores y hormonas. Los linfoci­
tos producen péptidos que 
clásicamente serían clasifica­
dos como de origen nervioso 
o endocrino. Parece que la 
ciencia médica nos esté lle­
vando a un antiguo principio 
naturista, el del holosistema, 
el del interpretar y tratar al 
organismo humano como un 
todo indivisible. 
Y como sucede habitual­
mente en las terapias naturis, 
tas, la experimentación prác­
tica desmorona las dudas 
sobre la eficacia del trata­
miento mucho antes de que 
aparezca la certeza teórica. La 
eficacia de la Terapia Neural 
en las enfermedades " inmu­
nológicas " , en procesos agu­
dos y crónicos, ha quedado 
demostrada experimentalmen­
te, en varios países europeos y 
latinoamericanos, a lo largo de 
los más de 7 5 años de historia 
de esta terapia. 
La Terapia Neural se basa 
en la aplicación de estímulos 
inespecíficos en puntos espe­
cíficos del Sistema Nervioso, 
generalmente del vegetativo . 
Con lo dicho anteriormente, 
queda claro que cualquier 
estímulo irritativo provocado 
al Sistema Nervioso repercute 
en todos los sistemas del 
organismo, del mismo modo 
que cualquier estímulo ines­
pecífico practicado sobre el 
Sistema Nervioso es un estí­
mulo regulativo que actúa en 
todos los sistemas del orga­
nismo, en la totalidad del ser. 
Este enunciado se ve reforza­
do por la teoría de la cortica­
lización. Cualquier estímulo 
dado en el Sistema Nervioso 
periférico y/o ganglionar tiene 
una representación funcional 
a nivel de corteza cerebral, 
donde empieza la cascada de 
relaciones. 
La Terapia Neural aplica el 
estímulo inespecífico median­
te la inyección de procaína (al 
1 % o menos). La inespecifici­
dad la da el carácter dieléctri­
co de la procaína, que ofrece 
a la membrana plasmática de 
la neurona la posibilidad de 
reaccionar ante la carga posi­
tiva y/o ante la negativa. Pero 
lo más importante sigue sien­
do el dónde, los puntos espe­
cíficos de i rritación . 
La Terapia Neural debe ser 
holística e integrada en un 
estilo de vida naturista y eco-
. lógico. De nada sirve quitar 
irritaciones al Sistema Ner­
vioso si no se actúa también 
sobre su origen (alimentación, 
geopatías, fármacos y otros 
tóxicos, posturas, relaciones 
sociales, miedos . . . ) . 
Y debe ser también conse­
cuente y seguir coh el diálogo 
que inicia con el Sistema Ner­
vioso. Gracias a los procesos 
de memoria del organismo, 
observamos con frecuencia 
que cuando quitamos una 
irritación principal (campo de 
interferencia ) , nos aparecen 
otras. Es lo que se llama el 
salto del campo o un " diálogo 
con el Sistema Nervioso " , y 
nos indica el siguiente foco de 
irritación al que debemos 
dirigirnos. A nadie le gusta 
que le dejen con la palabra en 
la boca. 
Ol igoe lementos e 
i n muno l ogía 
M.C. Esteve 
Médico Homeópata. Especialis­
ta en Oligoterapia. Barcelona. 
Tres oligoelementos son im­
portantes en inmunología: el 
cobre, el magnesio y el zinc. 
Cobre 
- Tiene unpapel trófico. 
Este papel trófico proviene de 
la síntesis del colágeno y de la 
elastina: proteínas del tejido 
conjuntivo del cartílago, pul­
món, vasos, piel, ligamentos y 
tendones musculares. 
Su carencia puede conducir 
a rupturas arteriales. 
- La vitamina C es activada 
en ácido dihidroascórbico por 
el cobre, lo que explica su ac­
ción antiinflamatoria. 
- El cobre permite la síntesis 
de la mielina, lo que produce 
un aumento de la velocidad 
de propagación del influj o 
nerv1oso. 
Estimula las anfetaminas, 
excitantes derivados de la 
feniletilama. 
NATURA MEDICATRIX N' 61 ENERO 2 0 0 1 
Instantáneas del Congreso 
NATURA MEDICATRIX W 62 ENERO 2001 
Permite la síntesis de las ca­
tecolaminas: de la adrenalina 
y de la noradrenalina de ac­
ción neuro vegetativa. 
Es cofactor de la tirosina 
hidroxilasa y dopamina hi­
droxilasa; tiene un efecto esti­
mulante neuro psíquico. 
-Es necesario para el meta­
bolismo del hierro . 
-Tiene un papel antioxidan­
te. Protege a la célula contra 
el efecto tóxico de los radica­
les libres. Los radicales libres 
son producidos por la activi­
dad metabólica celular del 
oxígeno y originan el proceso 
inflamatorio, la esclerosis 
progresiva de los tejidos, y la 
cancerogénesis por modifica­
ción estructural del ADN. 
La superoxidodismutasa es 
el enzima que permite neutra­
lizar estos radicales libres; su 
concentración está ,elevada a 
nivel del hepatocito, del siste­
ma nervioso, y del hematíe. 
El " locus " activo de este 
enzima contiene el cobre. La 
actividad de este enzima 
aumenta con e l consumo de 
oxígeno: en caso de actividad 
física intensa o en patología 
infecciosa e inflamatoria. 
La actividad antinflamato­
ria del cobre cuando está 
administrado sólo tiene rela­
ción con una desviación del 
metabolismo de las prostagla­
dinas y de las leucorrienas. 
Todo esto explica la indica­
ción del cobre en patología 
infecciosa en todos los pro­
cesos inflamatorios. Su in­
dicación en asociación al man­
ganeso o al oro y plata en aste­
nia física y psíquica. 
En los individuos con artri­
tis reumática se observa un 
incremento del cobre urinario 
y sanguíneo; esta elevación 
constituiría la respuesta del 
organismo frente a esta infla­
mación. 
Un estudio sobre animales 
de laboratorio, demostró que 
la administración de cobre 
más aspmna es más eficaz 
que la aspirina sola. 
- El cobre tiene una acción 
anticancerosa y anticancerogé­
nica. En 1 979 Oberley de­
mostró que la actividad de la 
superoxidodismutasa era me­
nor en las células cancerosas 
que en las normales. Al trátar 
animales portadores de tumo­
res con este enzima se producía 
un efectó anticanceroso: los 
complejos cúpricos tienen una 
actividad sobre este enzima. 
Los complejos cúpricos dis­
minuyen el crecimiento tumo­
ral, aumentan la actividad 
antineoplástica de la vitamina 
e en animales. 
Manganeso 
Algunos enzimas pueden ser 
activados por el manganeso. 
- Tiene un pape! trófico: en 
la regeneración del tejido 
óseo y cartilaginoso permite 
la síntesis de mucopolisacári­
dos. 
- Acción antioxidante. Es 
complementario del cobre. 
Activa la superoxidodismuta­
sa y protege la célula del efec­
to tóxico de los radicales 
libres. 
En asociación al cobre está 
indicado en prevención de las 
infecciones. 
- Acción antialérgica. Tiene 
propiedades anticálcicas e in­
hibe la secreción de histamina 
macrocitaria. 
Zinc 
La carencia de zinc produce: 
- Atrofia del tejido linfoide. 
- Respuesta disminuida de 
los linfocitos a los antígenos. 
- Disminución de las reac­
ciones de hipersensibilidad 
cutánea. 
- Disminución de la hormo­
na tímica. 
Estos trastornos son corre­
gidos por absorción de zinc. 
- Numerosos estudios per­
miten conocer el efecto del 
zinc sobre el sistema Inmuni­
tario. 
,. 
In Vitro el zinc tiene un 
efecto mitógeno sobre lbs lin­
focitos. A nivel terapéutico el 
zinc se j ustifica en déficits 
inmunitarios congénitos o ad­
quiridos (enfermedad de 
Hodgkin) o en enfermedades 
autoinmunes (esclerosis múl­
tiple, poliartritis reumatoi­
des ) . 
E l zmc es inmunq"estimu­
lante. 
- Otros estudios del PR 
LANDRY demuestran que el 
zinc inhibe la secreción de his­
tamina mastocitaria, a nivel 
de animales de laboratorio. 
En caso de alergia las IGE 
específicas de una alérgeno se 
fijan sobre los mastocitos. En 
contacto con el alérgeno estas 
células liberan mediadores: 
histamina, leucotrienos, y se 
produce una hipersecrección 
bronquial y broncoconstric­
ción. 
El zinc inhibe la secreción 
de histamina y relaja la mus­
culatura bronquial. Eso expli­
ca la acción antialérgica del 
zmc.

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